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Tendencias historiográficas actuales escribir historia hoy

Capítulo I
Los usos historiográficos actuales: una introducción crítica

Elena Hernández Sandoica


Luis Alejandro Correa

Es una historiadora española, catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad


Complutense de Madrid Es especialista en la historia colonial, las relaciones entre España y
Cuba en el siglo XIX, la historiografía contemporánea española y la historia de la educación
y las universidades

Fecha de publicación: 3 de septiembre de 2004


Editorial: AKAL
5 de ago. de 19 37 páginas

El capítulo escrito por Elena Hernández nos da un buen inicio a la conceptualización de la


historiografía con sus variantes, subdivisiones, la forma en que explica cada uno de ellos,
llevando una profundidad del tema bastante comprensible, también teniendo en cuenta la
usanza de pensadores para fundamentar su discurso “Un relevante historiador español, José
Antonio Maravall, aseguraba en 1958 que ≪para hacer historia se necesita rigurosamente
tener conciencia del estado en que se halla la ciencia histórica≫, al tiempo que postulaba la
≪revisión de sus bases lógicas≫. Lo hacía en una década en que se recogían en la
historiografía occidental cambios de forma y fondo que eran producto de dos guerras
mundiales y de su fuerte impacto en la cultura y la esfera intelectual, cambios que estaban
dando paso a importantes transformaciones internas en la disciplina.”. (Hernández 2004, 9)

“Nadie osaría quitarle la razón al francés Femand Braudel cuando, al final de su vida, hacía
notar que ≪el oficio de historiador ha[bía] cambiado tan profundamente durante este medio
siglo [1930-1980] que las imágenes y problemas del pasado se ha[bía]n modificado en sí
mismos de arriba abajo≫. Los cambios no han cesado de sucederse desde entonces, y las
configuraciones sociohistoriográficas que el gran historiador estructuralista francés
vislumbraba expandidas y triunfantes, y que el mismo contribuyo a hacer más nítidas y a
solidificar, hoy se hallan sin embargo borrosas, o se han desvirtuado. Al contrario de lo que
el estructuralismo braudeliano pretendía, es hoy difícil convenir en una definición univoca
del género historiográfico”. (Hernández 2004, 15) Ya teniendo una ejemplificación de lo más
detallado en la obra, como puede ser la grande introducción a las ramas que componen la
historiografía, aunque tampoco hay que dejar de resaltar que en un momento la combinación
de términos puede ser un poco confuso, porque su lugar de acción tiende a ser demasiado
amplio, entonces es necesario tener una buena categorización de estos. Algo que inquieta
del texto es una homogenización entre las corrientes mismas de la historiografía cómo se
evidencia en esta cita – “Por ello el historicismo, y la multiplicidad de enfoques positivo-
historicistas existentes de hecho, aunque no vayan a hallar aquí un lugar proporcional a su
peso real en la práctica global de la historiografía, han de ser subrayados como cruciales en
la generación de los problemas concretos y en su resolución provisional”. (Hernández 2004,
49)
“Hablando de su discurso hay que destacar la personificación que ella se da a la hora de
exponer sus argumentos. Esta, aunque le dedicaremos en su apartado correspondiente
atención específica, podemos definirla de momento como un modo de hacer historia del
pensamiento y la cultura que, a base de integrar en el análisis de la obra textual detalladas
precisiones de contexto, y de conceder especial atención al entorno social de los pensadores
y sus creaciones, consiguió mejorar sensiblemente la preexistente historia de las ideas”.
(Hernández 2004, 12)

Al como desde el positivismo se ha gestado en la historia la verificación de unos hechos en


las practicas historiográficas, acercarse más al conocimiento científico, para buscar una
datación más precisa sobre las sociedades. “Los debates de inspiración y método en las
disciplinas científicas, hablando en términos generales, en cierto modo son acumulativos,
aunque a veces se diluya su memoria. Por más que las polémicas se inspiren forzosamente
en una pretensión de novedad, en el fondo no siempre responden a planteamientos
radicalmente innovadores o desconocidos”. (Hernández 2004, 10)

Hablando un poco del historicismo, como se define en cuanto a su aspecto fundamental que
es basarse en las evidencias (datos históricos) objetos reales del estudio histórico, vendría
siendo una acumulación de datos. “Los fundamentos de la historia (sería mejor que la
llamásemos, para clarificar, historiografía, aunque este término no sea tan rotundo ni, por
supuesto, evocador como aquel) se han ido haciendo más dispares y complejos a lo largo de
la segunda mitad del siglo XX. Al contacto poliédrico con las ciencias sociales, sus fronteras
se han ido desplazando y abriendo sucesivamente, dejando que penetren en la historia
disciplinas limítrofes, con sus procedimientos desiguales y sus técnicas varias”. (Hernández
2004, 10)

Para dar una conclusión, el capítulo como un indicativo y como los estudios de la llamada
“Historia de la Historiografía”, nos abre un campo bastante amplio de algo de lo cual no se
habla muy a menudo y de donde se puede sacar un gran tema de debate, “Sin embargo, este
libro al que ahora doy comienzo no es una historia de la historiografía, ni siquiera de la
escritura contemporánea o coetánea de la historia. Y no lo es, no solo por la excesiva
amplitud temática y cronológica de lo que sería en su caso el ámbito potencial a tratar sino
porque entre las formas varias de abordar ese intento, cabría la tentación de acabar reduciendo
a una serie de datos encasillados la rica variedad, la densidad fructífera, de los diversos modos
de acercarse al oficio que existen hoy”. (Hernández 2004, 11) sobre lo que compone la
tecnificación y especialización de las ciencias sociales, “De estudiar detalladamente esas
transformaciones y esas nuevas direcciones se ocupa la denominada historia de la
historiografía. Es decir, la reflexión y análisis sobre la escritura de la historia y la realización
de la obra histórica. Es aquel un tipo de saber que ha ido fraguándose poco a poco como
≪subdisciplina≫ particular en diversos contextos académicos occidentales, aunque haya
todavía muchos lugares y tradiciones culturales donde no haya conseguido un estatuto
autónomo, concreto y especifico”. (Hernández 2004, 11) es preciso en servir como una
introducción a las Ciencias Sociales como tal. La autora acierta bastante bien en su forma de
discurso y como aclara la forma en que se explicaran cada una de las subdivisiones y como
en un inicio enunciaba y en su conclusión lo expone “el brusco desafío innovador que ha
venido a sacudir de nuevo a la historia” (Hernández 2004, 46) la historiografía.

Sandoica, Elena Hernández. Tendencias historiográficas actuales: Escribir historia hoy. Madrid:
Ediciones Akal, 2004.

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