VIVIR PLENAMENTE

Vivir el presente

Uno de los grandes fallos que tenemos en nuestra vida es que nos
mantenemos aferrados al pasado o esperando cosas del futuro. No somos
conscientes del aquí y el ahora y eso hace que no disfrutemos el momento
plenamente. Cuando estamos haciendo algo estamos pendientes de lo
próximo que debemos hacer o de algo de nuestro pasado, evitando sentir lo
que ocurre en ese preciso momento.

Sentirse realizado

En la vida hay muchas formas de sentirse realizado a diario. Tener un trabajo

que nos gusta, tener un hijo, ayudar a otros pueden ser formas diferentes de
sentirse realizados y en plenitud. Cada persona tiene expectativas diferentes en
cuanto a su vida, pero esto es algo que no deberíamos perder de vista. Nunca es
tarde para conseguir realizar los sueños propios. Incluso el trayecto que
recorremos para llegar a ellos puede darnos esa plenitud. Es lo que se dice darle
sentido a la vida. Esta búsqueda puede evitar que nos sintamos vacíos, algo que
en muchos casos lleva a la infelicidad.

Evita personas nocivas

Sin duda una de las cosas que puede hacernos mejorar es rodearnos de
personas que nos apoyen y nos eleven hacia aquello que deseamos. Se trata de
gente que debemos conservar en nuestra vida, al contrario de que las personas
nocivas. Se dice que estas personas son las que nos roban energía positiva. Son
personas pesimistas, que pueden ser demasiado egocéntricas para ayudar a los
demás o que nos causan malas emociones a diario. Siempre es mejor intentar
cambiar ese tipo de relaciones o simplemente evitar a este tipo de personas.

Asume tus decisiones

Crecer y vivir en plenitud también significa ser capaz de tomar decisiones a

diario, asumiendo las consecuencias. Seremos capaces de disfrutar de los
logros de estas decisiones y de asumir que a veces no sean las correctas.
Sabremos que de los fallos también se puede aprender y por eso forman parte
de la vida y del crecimiento personal. Pero debemos tener en cuenta siempre
que somos dueños de nuestras vidas y de las decisiones que tomamos.

Ser uno mismo

Ser uno mismo a veces parece más complicado de lo que parece. En épocas
como la adolescencia nos resulta difícil encontrar esa personalidad propia y
definirla. Como adultos a veces nos adaptamos a lo que otras personas quieren
de nosotros, evitando ser como somos en realidad, lo que nos lleva a una
sensación de malestar con nosotros mismos que nos roba la felicidad. En la
actualidad es algo que pasa mucho debido a las redes sociales, en donde
fingimos tener una vida que probablemente no es tan buena como aparentamos
en la red, lo que nos lleva a tener una gran insatisfacción con nuestra propia
vida.

Evita las comparaciones

Comparar nuestra vida con la de los demás no es una buena idea, ya que cada
persona tiene unas expectativas y unas motivaciones y circunstancias
diferentes. Tenemos que centrarnos en lo que nosotros queremos y en nuestras
metas, evitando comparar nuestros objetivos o nuestros logros con los de los
demás.