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Desde sus inicios la psicología ha venido trabajando las conductas, los trastornos y en parte
la debilidad humana. Por lo tanto siempre ha estado dedicada a la comprensión de los
malestares que padece el individuo, además de estar buscando la cura de los trastornos
mentales; hoy día aparece más vigente nuevas formas de ver al individuo desde una
perspectiva más cercana al bienestar del individuo.
Uno de los nuevos estudios que se han interesado por el bienestar del individuo, es la
Psicología Positiva, en ella se encuentra la investigación por las experiencias, rasgos
individuales positivos. El concepto de Psicología Positiva fue propuesto por Martin
Seligman quien hablaba en principio de la indefensión aprendida, o también de esa
pasividad que generar una comprensión de una inutilidad en el ambiente. Sin embargo,
Martin Seligman, decidio pasar al estudio de las fortalezas, virtudes, cualidades humanas
positivas. Tres bloques importantes son los que estudia la PP el estudio de las emociones
positivas, el estudio de los rasgos positivos, y el estudio de las organizaciones positivas.
Uno de los aportes esenciales dentro del contexto de la Psicología Positiva es el concepto
de bienestar o felicidad. Desde la PP (Psicología Positiva) se han interesado por descubrir
la etiología del bienestar. Pero entonces ¿Qué es el bienestar? ¿Qué es la felicidad?. Desde
la OMS (Organización Mundial de la Salud) se define salud como: “la salud es un estado
completo de bienestar fisico, psiquico y social y no la mera ausencia de enfermedad o
minusvalía”.
Sensación de no
Sensación de desarrollo continuo
aprendizaje
Se ve así mismo en progreso
Crecimiento Sensación de no mejora
Abierto a nuevas experiencias
Personal No transferir logros
Capaz de apreciar mejoras personales
pasados al presente
“En el modelo de Ryff las dimensiones planteadas son consideradas como índices de
bienestar propiamente dichos más que predictores del bienestar. Por otra parte, la misma
Ryff también construyo un cuestionario para evaluar las seis dimensiones del bienestar, el
cual han sido recientemente adaptado al castellano.” (Vázquez, 2009).
Por otro lado encontramos el bienestar social desde la pespectiva de Corey Keyes, quien
también propone unas dimensiones semejantes a las de Ryff, sin embargo, autenticas en su
praxis. Según la autora, habría cinco diferentes dimensiones en el ámbito del bienestar
social:
1. Coherencia social. Percibir que el mundo social tiene lógica y es coherente y predecible.
3. Contribución social. Percepción de que uno contribuye con algo valioso para la sociedad
en general.
5. Aceptación social. Tener actitudes positivas hacia la gente. Sentir que el mundo no es un
lugar hostil y cruel.
Ciertas personas dedican muchas horas a la semana a su trabajo sin ninguna recompensa de
dinero o fama, esto es lo que Csikszentmihalyi llama flujo. “El flujo es un estado de
conciencia que consume poco esfuerzo aunque está altamente focalizado. Y las
descripciones no varían mucho según cultura, género o edad”
Como menciona Mihaly Csikszentmihalyi, fluir es divertirse, apasionarse, vibrar con lo que
estamos haciendo, por ejemplo, las personas con talento creativo fluyen de forma especial
porque concentran toda su atención en aquello que aman hacer, y eso los abstrae del
espacio-tiempo, pueden pasar horas haciendo lo que les gusta sin darse cuenta.
Cualquier actividad que esta sea, si les apasiona absorben toda su capacidad de atención. El
concepto de flow se debe a Mihaly y se describe como un estado mental de concentración
en una tarea que anula la percepción del paso del tiempo y permite dar lo mejor de nosotros
(Ponti y Ferràs, 2008, p. 96)
El más importante de ellos es lo que llaman “la solución del cuarenta por ciento”. “La
felicidad no es un golpe de buena suerte que debamos esperar, como el final de la estación
de las lluvias; tampoco es algo que debamos “encontrar”, como la salida de una autopista o
una cartera que hemos perdido, como si bastara con saber el camino secreto o conseguir el
trabajo adecuado o el novio perfecto”. Para la Lyubomirsky, más correcto que la
“búsqueda” de la felicidad debería ser la “creación” o la “construcción” de la felicidad. A
ella debemos aplicarnos.
¿Cómo es posible que eso suceda si los comportamientos de recompensa del cerebro son
buenos para sobrevivir?
La escritora neoyorkina señala que las personas tenemos un listado de acciones con las que
buscamos que nuestro cerebro se encuentre feliz la mayor parte del tiempo, sin embargo,
ese estado no es permanente, por ejemplo: picamos comida, ingerimos nuestra bebida
favorita, hacemos deporte, entre algunos ejemplos. Al darse cuenta de que esta forma de
producir “felicidad cerebral” no es permanente, Graziano Breuning
La Dopamina baja después de obtener la recompensa, por lo tanto hay que buscar
otra recompensa más.
Oxitocina comúnmente llamada el químico del amor.
Serotonina el placer de la importancia social.
Las Endorfinas enmascaran el dolor, para poder hacer lo que sea necesario para
sobrevivir.
Eso sí, el camino no será fácil. “El logro de cualquier objetivo en la vida, ya sea si se trata
de avanzar en nuestra carrera o criar a los hijos, requiere una gran cuota de trabajo y
esfuerzo. La felicidad no es una excepción”, sentencia Sonja Lyubomirsky, licenciada en
psicología de la Universidad de Harvard y doctora en psicología social de la Universidad de
Stanford, profesora de la Universidad de California, que ha dedicado su carrera al estudio
de la felicidad y es reconocida como una de las grandes expertas a nivel mundial sobre el
tema.
Ser consciente. Este rasgo se relaciona con la virtud de la eficiencia y la precaución para
no tomar riesgos excesivos que puedan perjudicar a largo plazo. Así, una persona cauta
tendría mayores probabilidades de vivir más años.
Optimismo. Un rasgo típico de la gente que es feliz: en el estudio se evaluó este aspecto
mediante dos afirmaciones: "Creo que la vida está llena de oportunidades" y "Creo que en
el futuro me va a ir bien". Años atrás, base había demostrado la estrecha relación entre el
ser y el bienestar en general en diferentes estudios, como uno realizado en Alemania, donde
entre 2.500 personas se determinó que los más positivos tenían una mejor salud.
Firmeza y "aguante". Ante momentos de adversidad o incertidumbre, tener fuerza para
salir adelante y no dejarse llevar por ideas equivocadas son dos puntos esenciales a la hora
de superar los obstáculos en medio del camino hacia el bienestar. Eso aseguró el 21% de las
personas encuestadas durante el trabajo encabezado por Kaufman.
Según el doctor George Vaillant, uno de los directores del estudio a lo largo de los 75 años,
el amor es imprescindible para ser feliz. Ahora bien, es necesario ser consciente de ello y
aprender a afrontar situaciones cuando este se marcha o desaparece.
Sea como fuere, Vaillant lo tiene muy claro. Él afirma con rotundidad absoluta que “la
felicidad es amor”. Así que ya sabes, si deseas con toda tu alma ser feliz, tienes que abrir tu
corazón.
El segundo punto clave que se extrae del estudio se relaciona con las relaciones
significativas y las conexiones. En este sentido, debemos tener claro que la familia, los
amigos y el círculo social serán vitales en nuestra felicidad y bienestar. Según la propia
ciencia, las conexiones cercanas en el trabajo ayudan a rebajar el estrés y sirven como
protección ante situaciones complejas. Así pues, las relaciones de todo ámbito son vitales
para ser feliz.
¿Piensas que la alegría y el rubor que sientes al ingerir alcohol es positiva? Pues nada más
lejos de la realidad. Según este estudio, no solo es negativo para la salud física, también
provoca problemas emocionales y depresión si se consume de forma abusiva. Además, el
estudio interrelaciona la ingesta en exceso de alcohol con el consumo de tabaco, que no
solo es una causa elevada de mortalidad, también provoca efectos muy negativos en
cualquier persona. Por ejemplo, en momentos de tensión y cuando no puede consumir
tabaco, la hace más vulnerable a la ansiedad.
El dinero no es la clave
Este estudio apoya la conocida frase de “el dinero no da la felicidad”. Por ello trabajar para
sacar el máximo beneficio no suele ser una opción inteligente. Según Vaillant, lo básico es
sentirse realizado y feliz con el empleo, más allá de la remuneración. De hecho, en este
estudio se revela que el dinero cambia a las personas a peor. Es corruptor, hace al individuo
sobornable, cambia los principios de un sujeto y puede producir una inversión negativa en
la prioridad de valores.
Según el estudio, los niños optimistas que fueron objeto de la investigación vivieron más
tiempo y tuvieron una vida más alegre. Sin embargo, esta actitud debe ir acompañada de
una forma de ser responsable y concienzuda.
¿Crees que tu vida es un desastre? ¿Piensas que has estado perdiendo el tiempo?
¿Consideras que ya no puedes hacer nada por mejorar? Pues estás errando. Según el
estudio, cualquier momento es bueno para cambiar y empezar a ser feliz. Es necesario
cambiar la forma de pensar y la actitud. Comenzar a valorar las pequeñas cosas, mejorar los
hábitos hacia unos más saludables, no martirizarnos por los fallos y el pasado y, en
definitiva, ser más positivos y optimistas.
Chris Peterson propone unas fortalezas que sean un camino para encontrar la felicidad.
Cada una de ellas genera una parte autentica de cada persona, es decir, que hace al hombre
integro en sus dimensiones si logra poseer estas fortalezas. Son 6 virtudes y 24 fortalezas,
entiendo la virtud como la categoría macro y las 24 fortalezas como provenientes de esta.
Modelo fortalezas equilibradas (FORTE)
Charles R. Snyder fue el primero que expuso, en 1994, una teoría psicológica acerca de la
esperanza. De acuerdo a este investigador, las expectativas dirigidas a metas tienen dos
componentes que actúan tanto juntos como por separado.
BIBLIOGRAFÍA