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Paradigma histórico hermenéutico 

Para abordar toda esta temática de un paradigma histórico hermenéutico, debemos


entonces, tener claro qué es la hermenéutica -un término poco conocido y
potencialmente significativo para un buen número de disciplinas- entendiéndose
ésta, desde sus inicios, como el arte de comprender; aplicándose fundamentalmente
en ámbitos como la teología, la filosofía, el derecho o la historia (En este escrito nos
centraremos en este último). “La hermenéutica, surge como un intento de describir
obras históricas y humanísticas”.

El paradigma histórico hermenéutico comprende una visión variada de métodos y


procesos que derivan de uno solo. Este paradigma busca, partiendo de la
investigación cualitativa, interpretar y comprender aspectos de las acciones y
realidades sociales y traduciendo también los mensajes implícitos que encontramos
en los textos.

En un principio esta se utilizaba para la lectura y comprensión de los textos bíblicos


o sagrados; hoy en día se ha logrado extender hasta el arte, la literatura, la filosofía
y la historia.
Sin embargo, en oposición a esto, Kant estableció que el arte y la literatura sólo
hacían parte del placer y que era la ciencia la única fuente de verdad, pensamiento
que en relación a la hermenéutica es totalmente incompatible, pues esta última va
enfocada a todos los diversos campos que abarca la vida. Y sumado a esto A.
Ortiz-Osés y P. Lanceros autores de… Basandose en Gadamer, Postula que el
método como tal no garantiza el acceso a la verdad, si no está complementado con
los tres ámbitos paradigmáticos del: Arte, Historia y Lenguaje.

Además, es importante enfatizar en que toda forma hermenéutica lleva a cabo una
forma de aplicación y que todos los caracteres de la experiencia hermenéutica
existen sólo en virtud del lenguaje. “No hay cosa donde no hay lenguaje”

Este paradigma hermenéutico se constituyó mucho antes que la fenomenología de


Husserl, lo que quiere decir que ha tenido una significativa influencia, predominando
a lo largo de los años, y una evolución histórica, aportando en gran medida a
significaciones universales y a muchos otros paradigmas, escuelas o corrientes
filosóficas.

Juega en todo esto un papel fundamental, los términos de la comprensión y de la


interpretación.
Subyace en todos los previos detalles, que la hermenéutica pone en juego el
problema general de la comprensión. De hecho, ninguna ​interpretación relevante
pudo constituirse sin tomar prestados los modos de c​omprensión disponibles en una
época dada. Este vínculo de la interpretación con la comprensión (siendo el primero
en el sentido preciso de exégesis textual, y el segundo en el sentido amplio de
inteligencia de los signos) es confirmado por uno de los sentidos tradicionales de la
palabra "hermenéutica", que atañe a todo discurso significante;es decir ​hermeneia,
que "interpreta" la realidad, en la medida en que dice "algo de algo".

A tener en cuenta, la hermenéutica parte del hecho de que el intérprete tiene un


vínculo con su objeto de interpretación. Para, de esta manera, ir más allá de lo
explícito. Como quien dice “leer algo que no está escrito”, pero que sí está presente.
Y la manera de encontrarlo, es a través de la interpretación.
“El historiador interpreta las cosas en una dirección que el texto mismo no enuncia.
De esta manera, la interpretación quizás sea la acción más elemental del
pensamiento humano”
La hermenéutica implica, como enfoque de investigación, una labor a través de la
cual el investigador busca comprender e interpretar un fenómeno o una realidad en
un contexto concreto.
Siempre se interpreta una realidad dentro de su contexto histórico y social mediante
la actividad deductiva e inductiva (Dialéctica). Los individuos no pueden ser
estudiados como realidades aisladas; necesitan ser comprendidos en el contexto de
sus conexiones con la vida cultural y social.
El ser humano constantemente está interpretando, conciente o inconcientemente. A
saber, la interpretación es un acto omnipresente”.

Es Schleiermacher, -a quién se le considera el padre de la hermenéutica- quien, por


su parte, concibe una hermenéutica general o universal, como un conjunto de reglas
que ayudan a comprender correctamente.
Así bien, Schleiermacher, desde una concepción positivista, acuña el término de
una “hermenéutica metódica”, definiéndose como la técnica o método de
interpretación.
Postulación que es fundamentada también por el apotegma nietzscheano “no hay
hechos, sólo interpretaciones”

Ahora bien, como lo menciona A. Ortiz-Osés y P. Lanceros, “al intentar aplicar esta
hermenéutica de Schleiermacher a la comprensión de la historia universal aparecen
aporías insalvables, pues a la historia universal le falta el carácter concluso que
posee un texto para el filólogo o una vida para el biógrafo. La historia, en cambio,
nunca puede convertirse para el historiador en un conjunto acabado de sentido”.
Es decir, la historia es un objeto de estudio complejo. No es un acabado sobre el
que usaremos un método o unas reglas para estudiarla, así lo consideraba
Heidegger, sucesor de Schleiermacher.

Para Heidegger, “la hermenéutica no es una técnica, particular o universal, como


conjunto de reglas para comprender, sino que que describe perfectamente la
realidad ontológica o facticidad del existir y el “círculo hermenéutico” referido al todo
y las partes, describe el complejo proceso de comprendernos a nosotros mismos y
las cosas”.

“El ser humano es un ente que constantemente debe “interpretarse” y explicarse su


mundo y a sí mismo. No se encuentra en este mundo como observador neutral, sino
que está implicado en todo acontecer de manera atormentadora. Por eso, interpreta
desde un principio todos los acontecimientos en el mundo con referencia a su
significado para su propia existencia amenazada, es decir, desde un futuro
preocupado por sí mismo”. De esta manera Heidegger asignó al entender
preocupado una significación fundamental en su concepción hermenéutica de la
existencia humana.

La existencia es hermenéutica, porque en su manera preocupada está entendiendo


incesantemente su mundo y se anticipa a él. Sin una interpretación, referida a la
existencia, el mundo no existe, o dicho de otra manera más cauta, no es
propiamente experimentable.
Por lo tanto, la hermenéutica tiene énfasis en el actor, el entorno y su conducta,
siendo este un proceso fluido y de constante reconocimiento e interpretación para el
investigador, de no ser así pues perdería su sentido. Es decir, el objetivo
hermenéutico es descubrir el significado que tiene que ver con el comprendernos

Es así como también lo concibe Gadamer, discípulo de Heidegger, para quien la


praxis, era fundamental para el acto interpretativo, y por ende, para el hallazgo de la
verdad. “El método, por sí solo, no garantiza la verdad” es la tesis que sostiene el
autor en su obra revolucionaria “verdad y método”.
Es así como pasa a un segundo plano esa universalidad de la hermenéutica
propuesta por Schleiermacher.
“El comprender -sostiene Gadamer- debe pensarse menos como una acción de
subjetividad que como un desplazarse a uno mismo hacia un acontecer de de la
tradición en el que pasado y presente se hallan en continua mediación. Esto es lo
que tiene que hacerse oír en la teoría hermenéutica, demasiado dominada hasta
ahora por la idea de un procedimiento.

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