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Créditos de

emisión

Derecho
Ambiental

1
Créditos de emisión
¿En qué consisten los Bienvenidos a la última lectura. Aquí comenzaremos abordando
créditos de emisión? someramente en qué consisten los mercados de derecho de emisión, que
¿Los mercados de se encuentran explicados por Valls (2016) en la bibliografía obligatoria. Por
emisiones? ¿Los bonos ello, haremos mayor hincapié en los mecanismos estatales de protección
de carbono? ¿Qué son
las normas ISO?
ambiental y, particularmente, en los tributos ambientales y beneficios
fiscales ecológicos, como otros de los instrumentos económicos de gestión
ambiental.

Mercado de emisiones
Coincidimos con Vergés (2009) al expresar que el mercado de derechos de
emisión consiste en:

un mecanismo de mercado –comercio de derechos de


emisión- ‘diseñado’ y organizado por los poderes públicos,
en el marco de un acuerdo internacional, como pieza central
de la regulación económica/medio-ambiental sobre
actividades que generan una externalidad negativa: emisión
de cantidades importantes de dióxido de carbono; el
principal gas responsable del efecto invernadero (P. 1).

Las externalidades La pregunta que el autor se hace en su texto es: ¿qué hacemos con la
ambientales son un emisión de CO2, que constituye una externalidad negativa para las
tipo de externalidades empresas? Entre las primeras opciones se encuentran: que la empresa
o efectos externos (industria) internalice ese costo social a través del pago de un tributo de
que, desde el punto de acuerdo a la cantidad emitida, o bien que legalmente se prohiban dichas
vista económico,
deberían cuantificarse emisiones obligando a la industria a adoptar las medidas necesarias a tal
e incorporarse en el fin. Respecto a dichas opciones se plantean algunos inconvenientes: por un
análisis costo- lado, como la emisión de dióxido de carbono es un problema a nivel global,
beneficio de cualquier el impuesto debería ser universal con las complicaciones que conlleva, y
actividad. La por otro lado, neutralizar la contaminación en origen no es una meta fácil
contaminación
ambiental que de cumplir (Vergés, 2009).
produce la emisión de
gases de efecto En respuesta a ello, y con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero constituye invernadero a nivel mundial, el Protocolo de Kyoto (de la Convención
una externalidad Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático ya estudiada)
negativa. (Delacámara,
G. 2008, recuperado compromete a los Estados firmantes a establecer legalmente la obligación
dehttps://goo.gl/bA0ix de reducir en una determinada cantidad las emisiones de CO2 en su
4) territorio.

2
Entonces, ¿en qué consiste el llamado mercado de emisiones? Nos parece
adecuado transcribir la explicación de Vergés (2009), quien en un esquema
simplificado expresa:

Los objetivos al diseñar un ‘mercado de emisiones de CO2’


es facilitar la consecución de las reducciones anuales por
parte de cada país, y con el menor coste posible para las
industrias afectadas.

El mercado de derechos de emisión de CO2 surge en un


país cuando la normativa legal no solo establece esos límites
de emisión para cada industria-empresa y un impuesto por
Puedes consultar el
cada tonelada emitida de más, sino que además convierte
Protocolo de Kyoto a
esos tonelajes máximos autorizados en un derecho (sic) para
través del siguiente
esas empresas: La empresa ‘i’ tiene entonces el derecho a
enlacehttps://goo.gl/j
pKsJJ y profundizar a
emitir ‘ix’ toneladas de CO2 al año Es decir, le han sido
través de las lecturas asignados Derechos de Emisión2 (DE) por esas ix Tn
que se encuentran en equivalentes de CO2. Si emite más, o bien deberá comprar
el aula abierta. DE a otras empresas para cubrir el exceso, o bien pagar el
correspondiente impuesto por la diferencia. Y si, por el
contrario, demuestra que ha emitido menos, la diferencia
son unos DE que no ha utilizado, y que, como cualquier otro
derecho, puede transferir, vender, a otra empresa. ¿Qué
empresa pagará por ese ‘derecho a emitir’, por ejemplo, 500
Tn? Una que vaya a emitir 500 Tn. más de CO2 de las que
tiene autorizadas y que le salga más a cuenta comprar esos
derechos por un precio determinado que pagar el impuesto
correspondiente (P. 3).

Ese mercado de derechos de emisión, que surge del Protocolo de Kyoto a


nivel internacional, es más complejo que el esquema anterior. Intervienen
muchos factores, como ser: cuestiones políticas que determinan la
aplicación o no del Protocolo, un trato diferente entre los países
desarrollados y subdesarrollados, el nivel de cumplimiento y marco
normativo de cada Estado signatario del Protocolo, entre otros (Vergés,
2009).

3
Mecanismos Estatales de Protección Ambiental
(MEPA)1
Los MEPA son todos aquellos instrumentos que pueden adoptar las
Administraciones, en el ejercicio de su función pública, para preservar el
medioambiente.

Se han elaborado numerosas clasificaciones en torno a estos instrumentos,


de hecho hay prácticamente tantas como estudiosos sobre el tema. En este
caso, siguiendo a Salassa Boix (2010) clasificaremos a estos mecanismos
según el grado de autonomía que poseen los sujetos a quienes van
destinados y la conducta que el ordenamiento jurídico espera de ellos. En
base a este criterio, encontramos básicamente instrumentos restrictivos y
permisivos.

Los instrumentos restrictivos, también llamados directos o administrativos,


se incluyen dentro de las prácticas de obligación, control y sanción de las
administraciones públicas. Se trata de todas aquellas medidas que ejercen
una acción directa sobre los contaminadores mediante un conjunto de
disposiciones que, de no cumplirse, genera la aplicación de sanciones.

Los instrumentos permisivos, también llamados económicos o de mercado,


otorgan un mayor grado de discrecionalidad, ya que de entre todas las
opciones posibles se permite al administrado elegir la que mejor se ajusta a
sus intereses económicos. Estas medidas pueden ser positivas, negativas o
mixtas, según se procure incentivar o desincentivar (o ambas
simultáneamente) a los particulares a la realización o no de ciertas
actividades contaminantes.

Dentro de los instrumentos permisivos, destacamos el sistema fiscal que


puede proteger al medio ambiente, a través de tributos ambientales o
beneficios fiscales ecológicos, según se incremente la presión fiscal de los
contribuyentes que realicen actividades anti-ecológicas (desincentivo) o se
alivie la carga tributaria en el caso de actividades pro-ambientales,
respectivamente (incentivo).

1
Para el desarrollo de este apartado se tomó como base el artículo:Foradori, M., y SalassaBoix, R.
(2015). La educación ambiental y la fiscalidad ambiental: puntos de encuentro. En:Llamosas, E.,
García Cima, E., Lascano, C., Seleme, H., Rey Caro, E. (Com. Ed.) (2015)Anuario XV (2013-2014) del
Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
de Córdoba (pp. 89-106). Buenos Aires: La Ley.

4
Tributos ambientales

Los tributos ambientales, como medidas permisivas negativas, se pueden


definir como aquellos gravámenes que no tienen como finalidad esencial
obtener recursos, sino desalentar la realización o utilización de conductas o
bienes que atentan contra el medio ambiente, más allá de la asignación
presupuestaria de los fondos recaudados (Salassa Boix, 2013-b).

Gravando conductas contaminantes se busca que sus


generadores "internalicen" los costos sociales que producen
las externalidades negativas que recaen sobre la sociedad.
Al elevar (internalizar) los costos que implican ciertas
actividades y bienes comunes, los tributos ambientales
permiten disminuir su realización y utilización promoviendo
la aplicación de procesos ecológicamente más eficientes
(Foradori y SalassaBoix, 2015, p. 95).

En otras palabras, la aplicación de este tipo de instrumentos de política y


gestión ambiental provoca en los productores industriales y prestadores de
servicios la necesaria búsqueda de tecnologías más limpias en beneficio del
ambiente y, asimismo, la socialización de los costos ambientales.

Entre las características que se desprenden de la definición antes


mencionada, destacamos:

Pertenencia a la categoría de tributos: Más allá que su


finalidad principal sea de carácter intervencionista, los
gravámenes ambientales pertenecen al género amplio de
"tributos" y, dentro de éste, a la sub-especie de "tributos
con fines extra-fiscales". De forma que, al igual que
cualquier otro gravamen, se trata de una relación
obligacional impuesta por la ley, que nace con la realización
del hecho imponible, momento en el cual se genera la
posición de sujeto pasivo en el contribuyente y la de sujeto
activo en el fisco.

Finalidad principal de carácter extra-fiscal: Los tributos


ambientales adoptan como finalidad principal el desaliento
de conductas o bienes anti-ecológicos y como finalidad
secundaria la obtención de recursos económicos. Esto
quiere decir que no se despoja al gravamen de su finalidad
recaudatoria, sólo que ésta se ve eclipsada por el objetivo

5
primordial del tributo (regulador). Para que exista una
verdadera finalidad ecológica el gravamen tiene que poseer
una entidad tal que altere sensiblemente las alternativas de
los posibles agentes contaminantes. Es decir que no basta
con la mera sujeción de una actividad o bien contaminante
sino que la presión tributaria tiene que ser de una cuantía
tal que al contribuyente no le dé prácticamente lo mismo
agredir el medio ambiente que no hacerlo. […]

Ausencia de naturaleza sancionatoria: Si afirmamos que


un tributo con fines ultra-fiscales conserva su finalidad
recaudadora y que se aplica sobre conductas tolerables por
la sociedad pero es conveniente su morigeración, nunca
podrá tener naturaleza sancionatoria. El rechazo hacia una
situación que se tolera pero que se desea disminuir (no
eliminar) encaja mejor en la noción de tributo que en la de
sanción. El binomio infracción-sanción no se muestra del
todo adecuado para regular tales situaciones (Foradori y
SalassaBoix, 2015, p. 95-96).

Beneficios fiscales ecológicos

No son pocos los juristas que confunden a los tributos ambientales con los
beneficios fiscales ecológicos, pero la diferencia entre ambas medidas es
evidente, no solo en su concepción, sino también en su funcionamiento.
Antes de mencionar sus diferencias, es importante remarcar como
característica común que ambos constituyen instituciones del Derecho
Tributario y tienden al cuidado del ambiente.

La distinción estriba en que mientras los tributos


ambientales persiguen desmotivar a los administrados en la
realización de conductas anti-ambientales (desalentando el
consumo desmedido del agua, la utilización excesiva de los
automóviles, etc.), los beneficios fiscales ecológicos
procuran alentar la realización de conductas pro-
ambientales (promoviendo la utilización de energía limpia, el
uso de vehículos menos contaminantes, etc). El quid de la
cuestión gira en torno a la función, disuasoria o persuasoria,
que refleja cada medida (Foradori y SalassaBoix, 2015, p. 97).

Vale la pena aclarar, que los beneficios fiscales ecológicos no son tributos
sino ventajas que se incorporan a éstos. Tales ventajas son de las más
variadas y pueden implicar la anulación, reducción o incluso el

6
aplazamiento del cumplimiento de una deuda tributaria (Salassa Boix,
2013-a).

A raíz de ello, definimos a los beneficios fiscales ecológicos como aquellas


ventajas que otorga el sistema fiscal por medio de las cuales se dispensa,
disminuye o difiere la carga tributaria de los sujetos pasivos encargados de
afrontar el gravamen.

Te invitamos a visitar
las siguientes páginas:
Para finalizar
- ISO:
En esta lectura se hizo un repaso por los instrumentos económicos de
https://goo.gl/bcTi3B
gestión ambiental, entre los que se encuentran los mercados de emisiones,
- IRAM: los tributos ambientales y los beneficios fiscales ecológicos.
https://goo.gl/NCbCJ2
Les quedará estudiar la acreditación de la buena conducta ambiental a
través de las normas ISO y la certificación de productos ecológicos.

7
Referencias
Foradori, M., y SalassaBoix, R. (2015). La educación ambiental y la fiscalidad
ambiental: puntos de encuentro. En:Llamosas, E., García Cima, E., Lascano, C.,
Seleme, H., Rey Caro, E. (Com. Ed.) (2015)Anuario XV (2013-2014) del Centro de
Investigaciones Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional de Córdoba (pp. 89-106). Buenos Aires: La Ley.

SalassaBoix, R. (2013-a). La fiscalidad extrafiscal de los tributos. Algunas notas


sobre los tributos medioambientales. EnE. Arroyo (Dir.), Estudios de Derecho
Tributario. Córdoba: Advocatus y Ciencia, Derecho y Sociedad (UNC).

SalassaBoix, R. (2013-b). La protección ambiental a partir del Derecho fiscal. En:


M. Juliá (Dir.), La investigación jurídica en políticas públicas ambientales(pp.31-
49). Córdoba: Narvaja.

SalassaBoix, R. (2010). Thegovernmentmechanisms of environmentalprotection.


En 3rd International Workshop onUncertainty in Greenhouse Gas Inventories.
Proceedings, pp. 251-258.Lviv (Ucrania): LvivPolytechnicNationalUniversity.

Valls, M. (2016). Derecho ambiental. Buenos Aires: AbeledoPerrot.

Vergès, J. (2009). El Protocolo de Kyoto y el Mercado de Emisiones de CO2;


Regulación Mediante Mercado para una Especial Externalidad Negativa. En J.
Vergès (2009). ¿Nueva Regulación o fundamentalismo de mercado?, p. 1-12.
España: BEG: researchgroup in Business-Economy-and-Governments.

wk1003mike (2017) Id de foto almacenada: 517257208 [Imagen]. Recuperada de:


https://www.shutterstock.com/es/image-photo/palms-tree-growing-pile-coins-
hands-517257208?src=n-IYBHxYS2SEGEXKG59nrA-1-7

8
Daño
ambiental

Derecho
Ambiental

1
Daño ambiental
¿Qué es el daño Valls desarrolla de manera extensa y detallada las cuestiones relativas al
ambiental? ¿Cuáles daño ambiental y la responsabilidad que surge de él.
son sus
características? ¿Cuál En esta lectura haremos referencia al marco teórico y normativo general.
es el régimen
aplicable? ¿Cómo es la
Comenzaremos describiendo las características del daño ambiental y su
responsabilidad por diferenciación con el daño común, para luego, hacer un breve repaso por el
ese daño producido? marco legal atinente a la cuestión, sin adentrarnos en legislaciones
particulares.

Características y distinciones
Es importante comenzar con un breve repaso de las características más
importantes del daño ambiental, teniendo en cuenta que sus
particularidades lo apartan del daño clásico, lo que justifica la búsqueda de
soluciones diferentes.

En esta línea, el daño ambiental no cumple con los requisitos del daño
jurídico común, resarcible y reparable, el cual es cierto, concreto, directo,
personal y diferenciado. El daño ambiental, por el contrario, es incierto,
indirecto o reflejo, impersonal, de causalidad difusa. En este sentido, Mario
Valls (2016) postula como características sobresalientes las siguientes:

 Los daños ambientales generalmente se exteriorizan lentamente. Esto


dificulta que el perjuicio se advierta, permitiéndole al responsable
disfrutar de los beneficios por un período prolongado hasta que se
reclame y proceda a la ejecución de la sentencia favorable.
 Sus consecuencias pueden ser de una gravedad tal que haga imposible
la reparación y el resarcimiento.
 Relacionada con la anterior, el autor postula que la reposición de las
cosas al estado anterior suele ser difícil, antieconómica o imposible.
Por ello, las normas hacen especial hincapié en la prevención del daño.

La doctrina se refiere al daño ambiental como bicéfalo o bifronte, debido a


que causa tanto daños colectivos como individuales. De esta manera, se
diferencia entre el daño ambiental per se o de incidencia colectiva y el
daño a los individuos a través del ambiente.
En palabras de Morales Lamberti (2008):

…Es posible con la misma acción, causar dos daños


jurídicamente distintos: por un lado el daño ambiental

2
colectivo, cuya obligación de restauración por parte de los
responsables es debida en forma permanente e
imprescriptible frente a la colectividad; y del otro, el daño a
la persona o cosa material con motivo del mismo daño
ambiental… Corresponde así, distinguir entre el daño
causado a las personas o a sus bienes, incluso a través del
daño al ambiente, del daño causado al ambiente mismo o
daño ambiental puro. (Morales Lamberti, 2008, p.12).

Sabsay y Di Paola (2003), entienden que es una distinción que permite


analizar las características particulares de cada tipo de daño. De esta
manera, en el caso del daño al ambiente, se trata de un menoscabo al
medio en general, afectando la calidad de vida de los seres vivos, los
ecosistemas y demás componentes bióticos y abióticos. En cambio,
respecto al daño individual o clásico, el perjuicio es producido a las
personas o sus cosas, a través del deterioro del ambiente.

Desde otro punto de vista, Mosset Iturraspe, Hutchinson y Donna (1999)


distinguen tres supuestos distintos dentro del concepto genérico de daños:

 Por un lado, el caso en el que se ocasiona un daño patrimonial a un


tercero como consecuencia de un daño ambiental (responsabilidad
civil).
 Por otro, los casos en que es responsable el Estado. Se trata de
responsabilidad administrativa, ya sea por conducta legítima o por una
conducta ilegítima.
 Finalmente, encontramos a los casos de responsabilidad por daños
ambientales colectivos, en los que el daño se le hace a la comunidad.

Marco normativo

Constitución Nacional

Pablo Lorenzetti (2015-a) destaca que se trata de un tipo de daño que


posee mención expresa en la Constitución Nacional. Esto tiene como
consecuencia principal que debamos considerar especialmente el bloque
de constitucionalidad al resolver un caso sobre daño ambiental.

La cuestión del daño ambiental tiene jerarquía constitucional a partir de la


incorporación de la llamada cláusula ambiental en la reforma del año 1994.
El primer párrafo in fine del artículo 41 expresa que “el daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo

3
establezca la ley”1.La Constitución no se detiene a dar un concepto de daño
ambiental, por ello, lo repasaremos más adelante según la definición de la
Ley General del Ambiente.

Respecto a la obligación que surge como consecuencia del daño ambiental,


podemos decir que recomponer supone restablecer la alteración
ocasionada, volver las cosas al estado anterior a la producción del daño.
Respecto al término prioritariamente, no hay acuerdo en la doctrina si se
trata de una opción o de una obligación, pero la mayoría entiende que solo
cuando la recomposición es técnica o fácticamente imposible se puede
hablar de indemnización sustitutiva (Rosatti, 2007).

En relación a las responsabilidades que surgen de ese daño ambiental,


destacamos, siguiendo a Marta Juliá, el deber de todos los ciudadanos de
preservar el ambiente en primer lugar. La segunda referencia es la
responsabilidad que se configura frente al daño ambiental en particular, lo
que genera la responsabilidad de recomponer según establezca la ley. En
tercer lugar, otro tipo de responsabilidad está asociada a la obligación de
proveer el derecho que tienen las diferentes autoridades (ejecutiva,
legislativas y judiciales en los diferentes niveles de gobierno: nacional
provincial y municipal), lo que les genera una responsabilidad frente al
mandato constitucional. “Aquí identificamos tres actores diferentes: los
habitantes frente al deber de preservar, los habitantes y sus actividades en
general frente a la producción de un daño al ambiente, los funcionarios
frente al incumplimiento del mandato.” (Juliá, Foradori, Perez Cubero,
2015, p. 24).

Ley General del Ambiente N° 25.675

En su artículo 4 establece el principio de responsabilidad, que dispone que


“el generador de efectos degradantes del ambiente, actuales o futuros, es
responsable de los costos de las acciones preventivas y correctivas de
recomposición, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de
responsabilidad ambiental que correspondan”2.

Luego de fijar la política general, esta ley dedica un capítulo especial a la


temática del daño ambiental, particularmente del colectivo. El artículo 27
in fine define al daño ambiental perse o daño ambiental de incidencia
colectiva:

1
Artículo 41. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado dehttps://goo.gl/NVXWuR
2
Artículo 4. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/75jNXA

4
“Se define el daño ambiental como toda alteración relevante que modifique
negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los
bienes o valores colectivos”3.

Si analizamos los elementos de esta definición, lo primero que nos


preguntamos es: ¿qué significa una alteración relevante y negativa al
ambiente?

Gran parte de la doctrina considera que la capacidad autoregenerativa del


ecosistema constituye una variable de especial importancia a la hora de
determinar si existe daño ambiental (Sabsay y Di Paola, 2003, p.2).

Rosatti (2007) entiende que no existe una única línea divisoria susceptible
de diferenciar todas las hipótesis de relevancia e irrelevancia en materia de
daño ambiental, y propone dos parámetros divisorios como mínimo: una
de ellas absoluta y ocurre en caso de pérdida de biodiversidad, y la otra
ponderada, en caso de alteración de ecosistemas, recursos, bienes o
valores colectivos.

Con respecto a que se trate de una alteración negativa del ambiente,


tenemos que tener presente, como se expresó en el módulo 1, que no todo
es negativo y por ello es válida la aclaración.

El artículo 28 establece la responsabilidad objetiva de quien causare el


daño ambiental, reafirmando el criterio constitucional de la recomposición
al estado anterior como prioridad; solo en caso de no ser técnicamente
factible, se deposita una indemnización sustitutiva en el Fondo de
Compensación Ambiental.

Siguiendo con el factor de atribución de responsabilidad, el artículo 29


establece que:

la exención de responsabilidad sólo se producirá acreditando


que, a pesar de haberse adoptado todas las medidas
destinadas a evitarlo y sin mediar culpa concurrente del
responsable, los daños se produjeron por culpa exclusiva de
la víctima o de un tercero por quien no debe responder.

La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es


independiente de la administrativa. Se presume iuris tantum

3
Artículo 27. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/75jNXA

5
la responsabilidad del autor del daño ambiental, si existen
infracciones a las normas ambientales administrativas.4

Como surge de este artículo, se trata de un factor de atribución objetivo y


las eximentes son mucho más estrictas que en el daño común regulado en
el Código, puesto que el autor debe acreditar el hecho exclusivo de la
víctima o un tercero y, a la vez, que adoptó todas las medidas destinadas a
evitar el daño.

En el artículo 30, de manera coherente con lo normado en el artículo 43 de


la Contitución Nacional, la Ley General del Ambiente presenta como
legitimados activos para iniciar acciones sobre daño ambiental al afectado:
al Defensor del Pueblo y a las asociaciones no gubernamentales de defensa
ambiental. También otorga dicha capacidad al Estado nacional, provincial o
municipal.

Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación

Como propuesta superadora del modelo anterior, el Código Civil y


Comercial de la Nación (CCyCN) sancionado en 2014actualiza la
responsabilidad civil conforme a los acontecimientos actuales. En esta
nueva normativa se recepta expresamente el derecho de incidencia
colectiva, por lo que cobra especial protección el daño al medio ambiente.
Además, y en lo que importa especialmente a nuestra materia, reconoce
que el derecho de daños tiene un fin primordialmente preventivo, lo que
vuelve imperante que se impida la provocación antes de que sea luego
subsanado.

La responsabilidad civil se ubica en el Libro Tercero (Derechos personales),


Título V (Otras fuentes de las obligaciones), Capítulo I (Responsabilidad
civil). Esta nueva normativa regula el régimen de responsabilidad,
atribuyéndole una doble función: preventiva y reparadora (artículo 1708).
De este modo, se amplían las funciones del derecho de daños,
revitalizando el sistema y haciéndolo más compatible con los caracteres
del daño ambiental. En otras palabras, se comprenden dos etapas del
daño: actuar ex ante para impedir su producción, continuación o
agravamiento (prevención) y, una vez acaecido el hecho, se presenta la
función resarcitoria (Lorenzetti, 2015-b).

4
Artículo 29. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/75jNXA

6
La función preventiva es uno de los aspectos más innovadores del nuevo
Código y, más aún, si lo pensamos en lo que a daño ambiental
específicamente se refiere. En palabras de Cafferatta (2014):

Desde la óptica de la especialidad, todo el instrumental


jurídico ambiental está orientado para evitar la consumación
del daño. Cuando se actúa después de que ocurrió el hecho
dañoso la solución tardía es inútil, porque el daño ambiental
es expansivo, multiplicador, continuo o permanente, por ello
es plausible toda decisión que se ubique ex ante (y no ex
post), que opere sobre las causas y las fuentes de los
problemas. (P. 34).

Siguiendo el orden de los artículos, el artículo 1710 se refiere de manera


genérica al deber de prevención del daño, y luego el artículo 1711 a la
acción preventiva en los siguientes términos: “La acción preventiva
procede cuando una acción u omisión antijurídica hace previsible la
producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la
concurrencia de ningún factor de atribución.”5 En cuanto a los legitimados:
serán quienes acrediten un interés razonable (artículo 1712).

Por otro lado, el Código se refiere a la función clásica y mayormente


desarrollada del derecho civil: la función reparadora o resarcitoria en la
Sección 3 a 11 (artículos 1716 a 1780).Para hacer el análisis de la normativa
en este punto, seguiremos a Vera (2015) al distinguir entre: daños a través
del ambiente (aquél derivado de un daño ambiental pero que afecta
intereses individuales) y daño ambiental propiamente dicho o daño
ambiental colectivo (aquél que afecta directamente al ambiente como un
todo común e indivisible). Esta distinción surge del artículo 1737, cuando al
conceptualizar daño expresa: “Hay daño cuando se lesiona un derecho o un
interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la
persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva.”6

1) Daño a través del ambiente


El artículo 1716 establece: “La violación del deber de no dañar a otro, o el
incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño
causado, conforme con las disposiciones de este Código.”7 Luego, se

5
Artículo 1711.Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/QzO0oO
6
Artículo 1737.Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/QzO0oO
7
Artículo 1716.Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/QzO0oO

7
establece un criterio amplio de antijuridicidad: “cualquier acción u omisión
que cause un daño a otro es antijurídica si no está justificada”8.

En lo que a factores de atribución se refiere, el Código regula tanto


objetivos como subjetivos (artículos 1721, 1722, 1724).

Respecto a la relación causal, el Código mantiene la teoría de la causalidad


adecuada. El artículo 1726 expresa: “Son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor
del daño…”9.

2) Daño ambiental colectivo


Como se expresó, este tipo de daño tiene sus raíces directamente en el
artículo 41 de la Constitución Nacional y se encuentra conceptualizado en
el artículo 27 de la Ley General del Ambiente. Se debe tener en cuenta
que,al tratarse de un daño colectivo, su regulación tiene ciertas
particularidades propias de la indivisibilidad del bien a proteger.

Lamentablemente, el anteproyecto poseía una norma integral que


regulaba todo el proceso colectivo, pero luego el Poder Ejecutivo, al
modificar el artículo 14 y suprimir la categoría de derechos individuales
homogéneos, suprimió también esta regulación.En consecuencia, el daño
ambiental colectivo sigue rigiéndose por la Ley General del Ambiente y la
jurisprudencia (Vera, 2015), por lo que remitimos a lo dicho up supra.

Para complementar
Luego del recorrido realizado, podemos distinguir dos funciones de la
responsabilidad ambiental. Por un lado, la función preventiva receptada en
los principios precautorio y preventivo de la Ley General del Ambiente y en
los artículos 1711 a 1713 del Código Civil y Comercial de la Nación. Por otro
lado, la función resarcitoria o reparadora, regulada en la Ley General del
Ambiente, y que puede consistir en: 1) recomposición total; 2)
recomposición parcial más indemnización subsidiaria; 3) indemnización
sustitutiva.

En esta lectura solo se hizo referencia al marco normativo general


receptado en la Constitución Nacional, la Ley 25675 y el Código Civil y
Comercial. A los fines de profundizar sobre estos temas, te invitamos a

8
Artículo 1717.Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/QzO0oO
9
Artículo 1726.Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la
Nación Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/QzO0oO

8
estudiar la bibliografía obligatoria, en donde Valls (2016) hace un
minucioso análisis de la responsabilidad por daño ambiental, el principio
contaminador-pagador y las cosas materiales que dañan el ambiente. En
este último punto (Sección X del Capítulo V), Valls profundiza sobre los
distintos regímenes de los residuos, haciendo alusión a las leyes de
presupuestos mínimos de residuos domiciliarios (N° 25.916) y residuos
industriales (N° 25.612) y a la ley de residuos peligrosos (N° 24.051), entre
otras.

9
Referencias
Cafferatta, N. (2014) Derecho ambiental en el Código Civil y Comercial de la
Nación. Recuperado de http://www.nuevocodigocivil.com/derecho-ambiental-en-
el-codigo-civil-y-comercial-de-la-nacion-por-nestor-a-cafferatt/

Constitución de la Nación Argentina. (1994). [Sancionada por el Congreso


General Constituyente el 1° de mayo de 1853, reformada y concordada por la
Convención Nacional Ad Hoc el 25 de septiembre de 1860 y con las reformas de
las Convenciones de 1866, 1898, 1957 y 1994]. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Juliá, M., Foradori, M. y Perez Cubero, M. (2015). La responsabilidad ambiental


en el nuevo orden jurídico ambiental de Argentina. En Cuaderno de Derecho
Ambiental, nºVII: Responsabilidad ambiental. Pp. 17-46. Recuperado de
http://www.acaderc.org.ar/ediciones/cuaderno-de-derecho-ambiental-vii

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1-9. Buenos Aires: Ed. La Ley.

Valls, M. (2016). Derecho ambiental. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

10
Vera, A. (2015). Responsabilidad por daños en materia ambiental en el nuevo
Código Civil y Comercial. En: L. Devia (Dir.), Avances del nuevo código civil y
comercial en los aspectos ambientales (pp.s/d). Buenos Aires: Albremática.

11
Derecho
ambiental
internacional

Derecho
Ambiental

1
Derecho ambiental
internacional
La jurista Amánile Cibils (2008) se refiere a la necesidad de considerar la
protección que merece el medio ambiente como derecho humano
fundamental, así como a la necesidad de su internacionalización y de la
cooperación entre los Estados para su protección. En este sentido,
considera que “ya no bastan las políticas locales para conseguir el respeto y
preservación del medio ambiente, ya que sus vulneraciones ocasionan
efectos mucho más allá de los ámbitos territoriales en que se producen.”
(Amánile Cibils, 2008, p. 103). Luego, agrega que más allá de esa cuestión
espacial:

la internacionalización del medio ambiente viene


necesariamente obligada, además, respecto de los principios
de igualdad, solidaridad, justicia y equidad, que deben
presidir las relaciones entre todos los pueblos del mundo y
que obligan a la preservación justa de los recursos naturales
en todos los territorios de la Tierra. (Amánile Cibils, 2008, p.
104).

En otras palabras, los problemas ambientales se extienden en el ámbito


nacional, internacional y mundial, de modo que no pueden abordarse de
modo localista o aislado, sino desde una perspectiva global, holística. Esto
encuentra como obstáculo un mundo que, si bien es ecológicamente único,
esta políticamente compartimentado (Juste Ruiz, 1999).

Concepto

¿Qué es el derecho
El orden jurídico internacional protege como uno de sus valores al
ambiental ambiente. Se trata de un sector del ordenamiento jurídico internacional
internacional? particularmente difícil, tanto por su novedad como por su complejidad, que
¿Cuáles son sus deriva de múltiples razones: “dependencia científica, interdisciplinariedad,
normas? ¿Obligan al carácter transfronterizo, incidencia de motivaciones económicas y políticas,
Estado argentino a
cumplirlas? ¿Cómo etc” (Juste Ruiz, 1999, p.4). Coincidimos con Servi (1998) al preferir
las aplicamos? referirnos a ese orden jurídico como derecho ambiental internacional, en
lugar de derecho internacional ambiental, haciendo mayor hincapié en el
derecho ambiental que en el internacional.

2
El Derecho Ambiental Internacional (DAI) constituye el
ordenamiento jurídico destinado a regular las relaciones de
coexistencia, cooperación e interdependencia,
institucionalizada o no, entre los actores, que tiene como
objetivo la protección internacional del ambiente; o, el
conjunto de normas jurídicas de carácter internacional
destinado a la protección del ambiente en cualquiera de sus
formas. (Servi, 1998, p. 4).

Ya a fines del siglo pasado se hacía referencia al profuso desarrollo de lo


jurídico, tanto en lo ambiental como en lo internacional.

En el primer caso, la abundancia de normas jurídicas


nacionales que protegen el ambiente ha generado el
nacimiento de una nueva rama del derecho, el derecho
ambiental y, en el segundo, la profusa cantidad de tratados,
convenios, declaraciones, acuerdos, recomendaciones,
resoluciones e informes de carácter internacional
destinados a proteger el ambiente en cualquiera de sus
manifestaciones… han dado nacimiento al Derecho
Ambiental Internacional. (Servi, 1998, p. 4-5).

Contenido
La mayoría de la doctrina, por no decir toda, considera que el derecho
ambiental internacional (en adelante DAI) –y con ello, la política
internacional del medio ambiente- tuvo su inicio en la Conferencia de
Naciones Unidas sobre el Medio Humano (comúnmente conocida como
Cumbre de la Tierra de Estocolmo), celebrada en 1972 en Estocolmo
(Suecia).

El contenido del derecho ambiental internacional esta constituido por tres


categorías de normas según Cano (en Servi, 1998), a saber:

a) Instrumentos internacionales destinados a proteger


elementos ambientales que pertenecen a toda la
humanidad; […].
b) Instrumentos internacionales que protegen elementos
ambientales que pertenecen a dos o más Estados; […].

3
c) Instrumentos internacionales que se refieren a los efectos
extraterritoriales del uso de recursos naturales o elementos
ambientales nacionales. […](Cano, en Servi, 1998).

Cabe aclarar que es solo una clasificación preliminar, por lo que no excluye
otras categorías o instrumentos particulares.

Características
Entre las características del derecho ambiental internacional, Juste Ruiz
(1999) destaca:

 Funcionalidad: el derecho internacional del ambiente es un derecho


funcional porque ha surgido con el objetivo de proteger al medio
ambiente en su conjunto y tiene un carácter tuitivo. Su aplicación
efectiva tendrá que considerar las distintas necesidades y realidades
económicas, políticas, sociales y científicas.
Dentro de este carácter, cabe destacar que otro de los rasgos que
caracterizan la normativa ambiental internacional es su orientación
preventiva. Tiene la intención de proteger y salvaguardar más que de
sancionar y condenar luego de ocurrido el daño al ambiente. En este
sentido “el objetivo del derecho internacional del medio ambiente es,
pues, evitar la producción del efecto nocivo para el entorno o , si el
daño se ha producido pese a todo, mitigar sus efectos y garantizar su
reparación” (Juste Ruiz, 1999, p. 40). Otro de los rasgos dignos de
destacar es su sesgo prospectivo, ya que su objetivo último consiste en
lograr que las actividades humanas y el uso de los recursos naturales se
desarrollen sin deteriorar el medio ambiente.
El derecho internacional del medio ambiente posee también un carácter
instrumental “en cuanto su objetivo esencial es establecer los
mecanismos de reglamentación, administración y gestión
(management) de los recursos ambientales” (Juste Ruiz, 1999, p. 41).
 Multidimensionalidad: esta característica es una consecuencia directa
del carácter multifacético e indivisible de su objeto: el ambiente, en el
que confluyen elementos, valores e intereses diferentes (políticos,
económicos, científicos, tecnológicos, jurídicos, etc.).
 Predominio del soft law: este carácter blando o flexible del derecho
internacional ambiental se manifiesta tanto en la forma de los
instrumentos que lo componen como en su contenido (disposiciones).
En primer lugar, refiriéndonos a la forma de los instrumentos,
encontramos normas todavía en gestación, sin estar aún consolidadas
formalmente. Por ejemplo, los convenios firmados que no entraron en
vigencia en algunos países o las normas consuetudinarias que no se han

4
cristalizado. Además, este derecho se encuentra en instrumentos que
no poseen per se fuerza jurídica vinculante (no son obligatorios), tales
como resoluciones, declaraciones, programas, estrategias, actas finales
de conferencias internacionales, informes de grupos de expertos. En
segundo lugar, su contenido normativo es blando porque presenta
compromisos que son susceptibles de cumplimiento o modificación a
voluntad. Aquí encontramos mayormente los deberes de informar, de
consultar, de controlar, de negociar. Todo esto repercute en la
dimensión aplicativa del DAI, ya que “los instrumentos internacionales
relativos a la protección del medio ambiente no suelen establecer un
aparato institucional muy desarrollado, ni órganos o instancias dotados
de poderes de decisión” (Juste Ruiz, 1999, p. 45).
 Emergencia del hard law: aunque el DAI se configura principalmente a
través del derecho blando o flexible, muchas veces el núcleo
fundamental de la normativa ambiental internacional alcanza el derecho
fuerte o hard law. En general, este tipo de normas se dan para la
protección de los espacios comunes del planeta, que están más allá de
las jurisdicciones estatales y que son no son susceptibles de apropiación
o soberanía, como por ejemplo, alta mar, los fondos marinos y
oceánicos, el espacio ultraterrestre.

Principios

Entre los principios del derecho ambiental internacional, encontramos


algunos compartidos por el derecho internacional en general y otros
propios de la protección internacional del ambiente. Entre ellos,
destacamos:

 Principio de interdependencia ecológica: ¿qué es la interdependencia


ecológica? Podemos ejemplificar esta situación diciendo que:

la deforestación en un Estado reduce la riqueza biológica de


toda la Tierra, [que] los productos químicos y las
emanaciones de gases tóxicos liberados a la atmósfera en un
continente provocan efectos que producen cáncer de piel en
otro, que las emisiones de dióxido de carbono aceleran el
cambio climático mundial, [que] el consumo desenfrenado
de las sociedades opulentas agrava la pobreza en los países
menos industrializados. (Franza, 2010, p. 96).

5
En ese marco, se deben consensuar y compartir decisiones y esfuerzos
entre los distintos Estados para la preservación ecológica y el desarrollo
sustentable a nivel mundial.

Esta interdependencia ecológica está contemplada en la Declaración de


Río de 1992 (principios 2, 6 y 25). Destacamos el principio 2 que reza:

De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los


principios del derecho internacional, los Estados tienen el
derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según
sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la
responsabilidad de velar por que las actividades realizadas
dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños
al medio ambiente de otros Estados o de zonas que estén
fuera de los límites de la jurisdicción nacional. (Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, 1992, https://goo.gl/jerMVJ)

 Principio de solidaridad y cooperación: aquí concurren de manera


interrelacionada los principios de información, vecindad, cooperación
internacional, igualdad y patrimonio universal. Es fundamental que
exista una cooperación internacional permanente y no ocasional
(Franza, 2010). Es importante destacar que cooperación:

(…) no supone la ayuda económica sino la ambiental


sostenible, que consiste en la colaboración para prevenir la
degradación ambiental y para evitar contaminación de las
aguas, el suelo y la atmósfera, como así también la
cooperación para promover un sistema económico
internacional favorable y abierto que permita llegar al
desarrollo sostenible y al crecimiento económico
preservador. (Servi, 1998, p. 9).

En este sentido, destacamos los principios 7, 5 y 27 de la Declaración de


Río de 1992:

Principio 7: Los Estados deberán cooperar con espíritu de


solidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la
salud y la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de
que han contribuido en distinta medida a la degradación del

6
medio ambiente mundial, los Estados tienen
responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países
desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en
la búsqueda internacional del desarrollo sostenible, en vista
de las presiones que sus sociedades ejercen en el medio
ambiente mundial y de las tecnologías y los recursos
financieros de que disponen. (Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992,
https://goo.gl/jerMVJ).

[…]

Principio 5: Todos los Estados y todas las personas deberán


cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como
requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de
reducir las disparidades en los niveles de vida y responder
mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del
mundo. (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, 1992, https://goo.gl/jerMVJ)

[…]

Principio 27: Los Estados y las personas deberán cooperar de


buena fe y con espiritu de solidaridad en la aplicación de los
principios consagrados en esta Declaración y en el ulterior
desarrollo del derecho internacional en la esfera del
desarrollo sostenible. (Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992,
https://goo.gl/jerMVJ)

 Principio de información: la doctrina se refiere a dos tipos de


Recordar que el acceso
información que componen este principio:
a la información
pública ambiental fue
abordado en la lectura 1) La información para abajo: es la que se concreta a nivel nacional y se
4 del módulo 2. expresa como la “obligación por parte de los Estados de crear las
condiciones para que todos los ciudadanos tengan acceso adecuado a la
información sobre el ambiente al igual que la que dispongan las
autoridades públicas” (Franza, 2010, p. 100). Esto se vincula
íntimamente con la obligación constitucional del Estado a proveer
educación ambiental a los habitantes de la Nación (artículo 41 de la
Constitución Nacional). El principio 10 de la Declaración de Río 92 hace
expreso el derecho de acceso a la información y a la justicia en
cuestiones ambientales, como así también la importancia de la
participación de todos los ciudadanos.

7
2) La información para arriba se refiere a la comunicación entre los
Estados. Destacamos los principios 18 y 19 de la Declaración de Río 92
que hacen referencia a esta obligación estatal:

Principio 18: Los Estados deberán notificar inmediatamente


a otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones
de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos
en el medio ambiente de esos Estados. La comunidad
internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los
Estados que resulten afectados.

Principio 19: Los Estados deberán proporcionar la


información pertinente y notificar previamente y en forma
oportuna a los Estados que posiblemente resulten afectados
por actividades que puedan tener considerables efectos
ambientales transfronterizos adversos, y deberán celebrar
consultas con esos Estados en una fecha temprana y de
buena fe. (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992,
https://goo.gl/jerMVJ).

 Principio de universalidad: este principio incorpora la idea de que la


humanidad toda tiene derecho a usar de manera sustentable los
recursos naturales sin afectar el derecho de las generaciones futuras y el
deber de preservarlo. Aquí se entiende que los bienes naturales no
pertenecen a ningún Estado de manera absoluta, sino que el ambiente
es patrimonio común de todos los habitantes de la Tierra (Franza, 2010).
 Principio de regulación jurídica integral: este principio consiste, por un
lado, en la armonización y unificación de las legislaciones a nivel
internacional, es decir, uniformar los regímenes jurídicos de los
diferentes Estados en relación a las normas jurídicas ambientales
internacionales; y por otro lado, en la capacidad tanto del legislador
como del juez (intérprete y aplicador) de tener una perspectiva
macroscópica e integradora del ambiente que reduzca la
fragmentariedad de las normas ambientales (tanto por su naturaleza
administrativa, penal, civil, como por el carácter de los instrumentos
jurídicos). Está receptado en los principios 11 y 13 de la Declaración de
Río 92.
 Principio de responsabilidad común pero diferenciada: el principio 7 de
la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(1992) destaca el deber de los Estados de cooperar con espíritu de
solidaridad mundial para “conservar, proteger y restablecer la salud y la
integridad del ecosistema de la Tierra” (Conferencia de las Naciones

8
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992,
https://goo.gl/jerMVJ), señalando que al haber contribuido en
diferentes grados a la degradación del medio ambiente mundial, les
corresponde a los Estados responsabilidades comunes pero
diferenciadas. En otras palabras, este principio de responsabilidad
común pero diferenciada significa que todos los Estados son
responsables por las alteraciones al ambiente que causen las actividades
realizadas dentro de sus jurisdicciones. Pero como han contribuido en
distinta medida a la degradación del ambiente, se trata de una
responsabilidad diferenciada (Servi, 1998). En esta línea, el principio 7 in
fine expresa que:

los países desarrollados reconocen la responsabilidad que


les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo
sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades
ejercen en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y
los recursos financieros de que disponen. (Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, 1992, https://goo.gl/jerMVJ).

Recordar que el  Principio precautorio: constituye uno de los principios más importantes
principio precautorio del derecho ambiental internacional, imponiendo el principio in dubio
fue receptado por la pro ambiente ante un peligro de daño grave o irreversible sin que exista
Ley General del certeza científica. El principio 15 de la Declaración de Río 92 expresa
Ambiente n° 25.675 que:
(artículo 4).

con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados


deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución
conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño
grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no
deberá utilizarse como razon para postergar la adopción de
medidas eficaces en función de los costos para impedir la
degradación del medio ambiente. (Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
1992, https://goo.gl/jerMVJ).

 Principio contaminador-pagador: este principio es comunmente


conocido como el que contamina paga y se relaciona con la teoría
denominada externalidades o efectos de derrame. Las externalidades
negativas se producen cuando “un agente social produce a otro un daño

9
o costo que no otorga derecho a compensación” (Franza, 2010, p. 119).
En este caso de trata de la utilización de bienes comunes o recursos
naturales escasos y de los daños al ambiente. Estos bienes ambientales
no constituyen bienes económicos y por ello se encuentran al margen
del sistema de precios. El objetivo de este principio es que los costos
que implica la prevención y la recomposición del daño ambiental sean
asumidos por quienes lo producen y no por la sociedad en su conjunto.
En palabras de Franza (2010), este principio no debe ser interpretado
como un permiso para contaminar a quien paga, sino que por el
contrario, consiste en incentivarlo a modificar conductas contaminantes
a través de penalidades y cargas impositivas. Esto se encuentra
receptado en el principio 16 de la Declaración de Río 92.

Para finalizar
Las consecuencias del deterioro ambiental no respetan límites ni fronteras
estatales, sino que se expanden a nivel mundial. A esta cuestión espacial se
suma la necesidad de justicia y equidad respecto a la preservación de los
recursos naturales en todos los pueblos del mundo. Estas circunstancias,
entre otras, son las que obligan a la internacionalización del derecho
ambiental. Esta fuente externa es de fundamental importancia para el
desarrollo de la política ambiental mundial, regional y local.

En las próximas lecturas profundizaremos sobre los instrumentos que


componen este DAI.

10
Referencias
Amábile Cibils, G. (2008). Problemática de la contaminación ambiental. Buenos
Aires: Educa.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.


(1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado
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Franza, J. (2010). Manual de Derecho de los Recursos Naturales y Protección del


Medio Ambiente. Una visión holística y transversal del derecho como instrumento
del desarrollo sustentable. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas.

Juste Ruiz, J. (1999). Derecho Internacional del Medio Ambiente. Madrid: Mc Graw
Hill.

Servi, A. (1998). El Derecho Ambiental Internacional. Revista de Relaciones


Internacionales, Vol. 7, (14), pp. s/d. Recuperado de:
http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/9998/Documento_completo.p
df?sequence=1

11
El proceso
ambiental

Derecho
Ambiental

1
El proceso ambiental
Morales Lamberti (2005) entiende el acceso a la justicia ambiental como la:
¿Cómo se puede
proteger el ambiente
por vía judicial?
¿En qué consiste el posibilidad de obtener la solución expedita y completa por
proceso ambiental? las autoridades judiciales de un conflicto jurídico de
naturaleza ambiental, lo que supone que todas las personas
están en igualdad de condiciones para acceder a la justicia y
para obtener resultados individual o socialmente justos (P.
187).

Dentro de ese gran campo del acceso a la justicia, el proceso ambiental es


uno de sus aspectos más relevantes junto con la cuestión de la legitimación
para accionar en defensa del medio ambiente.

Morales Lamberti (2005) hace referencia a las complicaciones que presenta


el acceso a la justicia en general, entre las que enumera el costo y tiempo
de litigio, las diferencias técnicas y económicas que muchas veces se
presentan entre los litigantes, entre otras. Particularmente, el acceso a la
justicia ambiental presenta dificultades adicionales, entre las que destaca:
la complejidad científico-técnica; la naturaleza de los intereses en juego,
que habitualmente son intereses colectivos y difusos, es decir, que
corresponden a muchas personas, que son en su mayoría indeterminadas,
etcétera.

En esta lectura comenzaremos explicando en qué consiste la acción


ambiental y quiénes son los legitimados para ejercerla conforme a los
intereses difusos en juego. Luego, nosreferiremos al amparo ambiental.

La acción ambiental: los intereses difusos y la


legitimación
Alsina (en Valls, 2016) define a la acción como el medio para ejercer “el
poder jurídico de pedir a un órgano jurisdiccional una sentencia para hacer
valer un derecho que se considera vulnerado” (p. 221). En otras palabras, la
acción judicial es “la facultad que tiene cada persona de promover la
protección jurisdiccional de un derecho subjetivo” (Garrone, 1993, p. 35).

Para ejercer esa acción se requiere poseer lo que se denomina legitimación


procesal (o personería jurídica), que consiste en la calidad jurídica o
atributo inherente a la condición de representante de alguien. Es la

2
capacidad legal para comparecer en juicio, con representación legal y
suficiente para litigar en interés de otra persona (Ossorio, 1974).

Valls (2016) sostiene que la legitimación requiere de tres elementos: 1) el


derecho: “o sea, una norma jurídica vigente que atribuya al actor el
derecho que pretende hacer valer” (p. 221); 2) calidad de parte:
legitimación activa y pasiva; 3) “interés en la intervención del órgano
jurisdiccional para evitar, resarcir o recomponer un perjuicio contrario a
derecho” (p. 221).Con respecto a este último elemento, es donde aparecen
los llamados intereses difusos.

Haciendo una revisión histórica, podemos decir que las Constituciones del
¿Qué son los intereses
siglo XIX (la nuestra es de 1853) son de corte individualista, solo reconocen
difusos? ¿Cómo se
receptan en la los derechos civiles propios de la persona, no incorporan los derechos
legislación? supraindividuales o colectivos propios de una conciencia solidaria que se
fue adquiriendo en las últimas décadas (Franza,2010). Este marco
normativo no da respuesta a la defensa del medio ambiente ante conflictos
que conciernen a grupos de personas.

Ante esto, la doctrina y la jurisprudencia comenzaron a tutelar el medio


ambiente a través de la protección de los intereses difusos, como medio
superador de la tradicional teoría del derecho subjetivo individual. Se
sostiene que son intereses difusos:

los que pertenecen idénticamente a una pluralidad de


sujetos, en cuanto integrantes de grupos, clases o categorías
de personas, ligadas en virtud de la pretensión de goce, por
parte de cada una de ellas, de una misma prerrogativa. De
forma tal que la satisfacción del fragmento o porción de
interés que atañe a cada individuo, se extiende por
naturaleza a todos; del mismo modo que la lesión a cada
uno afecta simultánea y globalmente a todos los integrantes
del conjunto comunitario. (Morales Lamberti, 2005, p. 192).

Esta nueva categoría impacta de manera directa en la legitimación procesal


como derechos de incidencia colectiva, habilitando “la posibilidad de
recurrir ciertos actos que lesionan no ya un interés legítimo, personal y
directo, según las reglas tradicionales, sino intereses sustanciales que
afecten a determinados grupos de personas o bien a la comunidad entera”
(Morales Lamberti, 2005, p. 192).

3
El caso “Halabi”

Ante esta realidad, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el


conocido fallo “Halabi”1del 2009, delimita con precisión tres categorías de
El tema está derechos en materia de legitimación procesal, a saber:
extensamente
explicado por Valls,
 Derechos subjetivos o individuales (intereses individuales): “son
quien hace referencia
a la postura de aquellos ejercidos por un titular. Son divisibles, no homogéneos y se
Marienhoff y sus caracterizan por la búsqueda de la reparación de un daño
críticas. esencialmente individual y propio de cada uno de los afectados” (Gil
Domínguez, 2009, p.2). La protección de estos derechos divisibles, no
homogéneos se encuentra consagrada en el primer párrafo del artículo
43 de la Constitución Nacional a través de la acción de amparo. Como
se expresó, el interés es individual y la legitimación también, por lo
que cada titular inicia una acción y obtiene una sentencia en un
proceso bilateral (Lorenzetti, 2014). Por ejemplo, a raíz de una
contaminación se afecta la salud de una persona.
 Derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes
colectivos (intereses colectivos):“son aquellos que pertenecen a toda
la comunidad, son indivisibles y no admiten exclusión alguna (por
ende, en ningún caso existe un derecho de apropiación individual
sobre el bien)” (Gil Domínguez, 2009, p.2). En este caso, el ejemplo
sería que a través de una contaminación se extinga una especie
animal, o lo es también la contaminación del aire.
 Derechos de incidencia colectiva referentes a intereses individuales
homogéneos (intereses individuales homogéneos):“son aquellos en
donde si bien se afectan derechos individuales enteramente divisibles,
existe un hecho único o continuado, que provoca la lesión a todos ellos
y que se identifica como una causa fáctica homogénea” (Gil
Domínguez, 2009, p. 2). Aquí, a raíz de la misma causa contaminante,
se afecta la salud de toda la población de una ciudad o región por
ejemplo.
 Al respecto, la Corte Suprema de Justicia en el caso “Halabi” expresó
que:

…en tales casos la demostración de los presupuestos de la


pretensión es común a todos esos intereses, excepto en lo
que concierne al daño que individualmente se sufre. Hay una
homogeneidad fáctica y normativa que lleva a considerar
razonable la realización de un solo juicio con efectos

1
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Halabi, Ernesto c/P.E.N. - ley 25.873 - dto. 1563/04 s/
amparo ley 16.986”, H. 270. XLII, (2009).

4
expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte, salvo en lo
que hace a la prueba del daño.

Sin embargo, no hay en nuestro derecho una ley que


reglamente el ejercicio efectivo de las denominadas acciones
de clase…

Este aspecto resulta de gran importancia porque debe


existir una ley que determine cuándo se da una pluralidad
relevante de individuos que permita ejercer dichas acciones,
cómo se define la clase homogénea, si la legitimación
corresponde exclusivamente a un integrante de la clase o
también a organismos públicos o asociaciones, cómo
tramitan estos procesos, cuáles son los efectos expansivos
de la sentencia a dictar y cómo se hacen efectivos.2

Entonces, para la tutela de los derechos subjetivos o individuales, tenemos


una acción en la que la legitimación está en cabeza del titular de ese
derecho. Los derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes
colectivos3 y los referentes a intereses individuales homogéneos, según el
artículo 43 de la Constitución Nacional, cuentan para su tutela con una
acción colectiva donde los legitimados activos son: el afectado, el Defensor
del Pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines colectivos. Pero
como expresó la Corte Suprema en el caso “Halabi”, en nuestro país no
contamos con una regulación de las acciones de clase para instrumentar la
acción colectiva de los derechos individuales homogéneos(Gil Domínguez,
2009). Ante esta situación, la misma Corte estableció de forma pretoriana
los requisitos para la procedencia de este tipo de acciones colectivas.
Siguiendo la enumeración realizada por Gil Domínguez (2009), entre los
requisitos generales se destacan:

a) la existencia de un hecho único o complejo que causa una


lesión a una pluralidad relevante de derechos individuales;
b) la pretensión debe estar concentrada en los efectos
comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar,
por ende la existencia de causa o controversia se relaciona
con los elementos homogéneos que tiene esa pluralidad de
sujetos al estar afectados por un mismo hecho; c) es exigible
que el interés individual considerado aisladamente no

2
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Halabi, Ernesto c/P.E.N. - ley 25.873 - dto. 1563/04 s/
amparo ley 16.986”, H. 270. XLII, p. 7-8, (2009).
3
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Halabi, Ernesto c/P.E.N. - ley 25.873 - dto. 1563/04 s/
amparo ley 16.986”, H. 270. XLII, p. 7-8, (2009).

5
justifique la promoción de una demanda solamente como
acción individual, no obstante c') la acción colectiva resultará
de todos modos procedente en aquellos supuestos en los
que cobran preeminencia otros aspectos referidos a
materias tales como el ambiente, el consumo o la salud o
afectaciones de grupos que tradicionalmente han sido
postergados, o en su caso, débilmente protegidos, por
cuanto en dichas circunstancias la naturaleza de estos
derechos —a pesar de su singularidad— excede el interés de
cada persona, y al mismo tiempo, pone en evidencia la
presencia de un fuerte interés estatal para su protección
(entendido como el de la sociedad en su conjunto) y d) el
carácter erga omnes de la cosa juzgada, el cual es inherente
a la propia naturaleza de la acción colectiva en virtud de la
trascendencia de los derechos que por su intermedio se
intentan proteger (salvo en lo que hace a la prueba del daño,
los que deberán dilucidarse en procedimientos especiales o
en la ejecución de la sentencia). (P. 4).

Antes de terminar este apartado, cabe agregar que los derechos de


incidencia colectiva, además de estar reconocidos en el artículo 43 segundo
párrafo de la Constitución Nacional, se incluyeron expresamente en el
artículo 14 del Código Civil y Comercial sancionado en el año 2014.

El amparo ambiental

El artículo 43 incorporado a la Constitución Nacional con la reforma de


1994introdujo la figura del amparo individual en el primer párrafo y la
figura del amparo colectivo en el segundo, también llamado amparo
ambiental, a través del cual se protegen los derechos de tercera generación
(ambiente) y los derechos de incidencia colectiva en general (Morales
Lamberti, 2005).

El artículo 43 expresa en la primer parte:

Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de


amparo, siempre que no exista otro medio judicial más
idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas
o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá

6
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde
el acto u omisión lesiva.

Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de


discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen
al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor,
así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el
afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que
propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que
determinará los requisitos y formas de su organización.4

Entonces, conforme al segundo párrafo del artículo transcripto, la acción


del amparo de los derechos de incidencia colectiva que protegen, entre
otros, los derechos al medio ambiente, consiste en un medio “para
alcanzar en forma rápida y expedita una medida precautoria que, de estar
sujeta a las condiciones de una acción ordinaria podría convertir en
irreparable el daño producido” (Morales Lamberti, 2005, p. 196). Esta
acción procede “cuando el Estado o los particulares afecten el derecho a la
salud o el equilibrio ambiental” (Morales Lamberti, 2005, p. 196).

Los legitmados activos, es decir, quienes están habilitados para interponer


la acción son: a) el afectado: es quien, aún no habiendo sido dañado, se
halla en el ámbito potencial de ser dañado, a diferencia del damnificado,
que es aquel que ha sufrido un daño; b) el defensor del pueblo; y c) las
asociaciones que propendan a los fines mencionados en el artículo. Esta
legitimación activa se amplía en el útlimo párrafo del artículo 30 de la
ley25.675 (Ley General del Ambiente), al establecer que “…toda persona
podrá solicitar, mediante acción de amparo, la cesación de actividades
generadoras de daño ambiental colectivo.”5 Además, la doctrina entiende
que conforme al artículo 41, cualquier habitante de la Nación tiene
legitimación suficiente para accionar judicialmente en defensa del derecho
a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano. Como
vemos, se trata de una amplia gama de legitimados activos para interponer
la acción en defensa de los derechos de incidencia colectiva.

Encontramos también unaamplia legitimación pasiva, es decir, contra


quién va dirigda la acción. En este sentido, siguiendo con la lectura del
artículo 41 de la Constitución Nacional, se impone el deber de cuidado del
ambiente a todos los habitantes como así también a las autoridades
públicas.

4
Artículo 43. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado dehttps://goo.gl/NVXWuR
5
Artículo 30. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/75jNXA

7
Otro de los aspectos a destacar es la imprescriptibilidad de la acción: esto
es consecuencia del hecho de quel el derecho de los habitantes a un
ambiente sano no se extingue (Morales Lamberti, 2005). Además, el
carácter colectivo del bien tutelado trae aparejado que las consecuencias
favorables de la acción no queden constreñidas al interés del accionante,
sino que se extienden a todos, por lo que la sentencia tendrá un carácter
ergaomnes. En esta línea, el artículo 33 de la Ley General del Ambiente
dispone que “la sentencia hará cosa juzgada y tendrá efecto erga omnes, a
excepción de que la acción sea rechazada, aunque sea parcialmente, por
cuestiones probatorias”6.

Para reflexionar

“No se legisló aún un proceso especial para el ambiente ni se creó un fuero


especial” (Valls, 2016, p. 281). A partir de lo estudiado en esta lectura y de
esa afirmación de Valls, consideramos necesario seguir pensando, como
juristas, qué características debería tener un proceso ambiental
adecuado.Para ello, debemos conocer “la estructura, características y
dinámica de la ‘controversia ambiental típica’” (Valls, 2016, p. 281), tal
como se desenvuelven en el marco normativo actual.

6
Artículo 33. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de: https://goo.gl/75jNXA

8
Referencias
Constitución de la Nación Argentina. (1994). [Sancionada por el Congreso
General Constituyente el 1° de mayo de 1853, reformada y concordada por la
Convención Nacional Ad Hoc el 25 de septiembre de 1860 y con las reformas de
las Convenciones de 1866, 1898, 1957 y 1994]. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Halabi, Ernesto c/P.E.N. - ley 25.873 -


dto. 1563/04 s/ amparo ley 16.986”, H. 270. XLII, (2009).

Franza, J. (2010). Manual de Derecho de los Recursos Naturales y Protección del


Medio Ambiente. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas.

Garrone, J. (1993). Diccionario Jurídico. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

Gil Domínguez, A. (2009). Derechos colectivos y acciones colectivas. Publicado en


La Ley. Pp.s/d. LA LEY 20/05/2009, 20/05/2009, 1 - LA LEY2009-C, 1128. Cita
Online: AR/DOC/1749/2009

Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos
/75000-79999/79980/norma.htm

Lorenzetti, R. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. Santa Fe:


Rubinzal Culzoni.

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Ossorio, M. (1974). Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales. Buenos


Aires: Heliasta.

Valls, M. (2016). Derecho ambiental. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

9
El sistema de
Naciones Unidas

Derecho
Ambiental

1
El sistema de Naciones Unidas
¿Qué relación tiene la En esta lectura seguiremos la estructura del desarrollo realizado por Valls
ONU con el medio (2016), complementando esa información a partir de otras fuentes.
ambiente? ¿Qué es el Comenzaremos haciendo referencia a las principales Conferencias de
PNUMA? Naciones Unidas sobre la temática en orden cronológico, para finalizar con
un breve apartado sobre el Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA).

Visitar la página de la Conferencias de Naciones Unidas


ONU:
http://research.un.org
/es/docs/environment Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano
/conferences (Estocolmo, 1972)
Allí encontrarás las
conferencias e
informes sobre el En general, se considera a la Primera Cumbre de la Tierra de Estocolmo
medio ambiente. (Suecia) de 1972 organizada por las Naciones Unidas como un hito
fundacional en la historia del derecho ambiental internacional. Una de sus
preocupaciones fundacionales consistió en asignar a la cuestión ambiental
un carácter global, superando regionalismos y heterogeneidades políticas.

En este sentido, la Declaración expresa que se reúne atendiendo a “la


necesidad de un criterio y principios comunes que ofrezcan a los pueblos
del mundo inspiración y guía para preservar y mejorar el medio ambiente
humano” (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
1972, https://goo.gl/fAcL9Y).

En el marco de esta Cumbre se desarrolló la Conferencia de Naciones


Unidas sobre el Medio Humano, la que no estuvo exenta de disputas
políticas ni fue el resultado de un consenso mundial en pos de la
protección ambiental. En términos generales, los países en desarrollo
cuestionaron la legitimidad de los objetivos de la Conferencia y sostuvieron
una postura crítica acerca de la causa ambiental defendida por las países
desarrollados. Principalmente, los países subdesarrollados sostuvieron que
el principal problema ambiental de ellos y que exigía una atención urgente
consistía en sus altos índices de pobreza antes que las preocupaciones
ambientales de los más industrializados. La Declaración proclama que:

…en los países en desarrollo, la mayoría de los problemas


ambientales están motivados por el subdesarrollo.
Millones de personas siguen viviendo muy por debajo de los
niveles mínimos necesarios para una existencia humana

2
decorosa, privadas de alimentación y vestido, de vivienda y
educación, de sanidad e higiene adecuadas. Por ello, los
países en desarrollo deben dirigir sus esfuerzos hacia el
desarrollo, teniendo presente sus prioridades y la necesidad
de salvaguardar y mejorar el medio. Con el mismo fin, los
países industrializados deben esfrorzarse por reducir la
distancia que los separa de los países en desarrollo.

En los países industrializados, los problemas ambientales


están generalmente relacionados con la industrialización y el
desarrollo tecnológico. (Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Humano, 1972, https://goo.gl/fAcL9Y).

En la Conferencia de Estocolmo se adoptaron instrumentos de carácter


meramente declarativo y recomendatorio, “porque el momento era más
apropiado para el diagnóstico y la adopción de directrices políticas que
para la regulación específica, por medio de tratados, de cuestiones que
todavía necesitaban de una cierta maduración.” (Juste Ruiz, 1999, p. 19).
Uno de los instrumentos es la mecionada Declaración, conocida como
Declaración de Estocolmo de 1972, compuesta por un preámbulo y 26
principios. Se adoptó también un Plan de Acción para el Medio Ambiente,
compuesto de 109 declaraciones en torno a tres pilares fundamentales:
evaluación de los problemas, medidas de gestión y medidas de apoyo.

Por recomendación de esta Cumbre, la Asamblea de Naciones Unidas creó


el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
organismo clave en la construcción y delimitación de la agenda
internacional ambiental.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y


el Desarrollo (Río de Janeiro, 1992)

Aquí encontrarás la La Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992 conservó, al


Declaración de Río igual que la anterior, una perspectiva antropocéntrica, aunque su
sobre el Medio preocupación principal estaba dada por el impacto del desarrollo acelerado
Ambiente y el sobre el medio ambiente. La mayoría de los estudiosos del tema sostienen
Desarrollo:
http://www.un.org/
que la Declaración que surge de la Conferencia de Naciones Unidas sobre
spanish/esa/sustdev Medio Ambiente y Desarrollo (en adelante CNUMAD) proporciona un
/documents/declara esquema más completo, claro y preciso que el de la Declaración de
cionrio.htm Estocolmo, por lo que es utilizada como guía orientadora para la toma de
decisiones tanto a nivel internacional como nacional (Uribe Vargas y
Cárdenas Castañeda, 2010).

3
A partir de esta Conferencia deja de hablarse de la política ambiental global
para pasar a referirse a la política del desarrollo sustentable, a los fines de
atendera los reclamos que los países en vías de desarrollo manifestaron en
la Conferencia de Estocolmo. Cabe aclarar que el término desarrollo
sostenible surge del Informe Nuestro Futuro Común de la Comisión
Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (conocida como Comisión
Brundtland) de 1987, donde se lo define como “el desarrollo que satisface
las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”1. Se
entiende que este concepto ha sido promovido con el fin de satisfacer
tanto a quienes propugnan el desarrollo económico como a los interesados
en la conservación del medio ambiente.

Por eso, la Cumbre para la Tierra marcó un hito al centrar la


atención mundial en la idea, nueva en aquella época, de que
los problemas medio ambientales del planeta estaban
íntimamente relacionados con las condiciones económicas y
los problemas de la justicia social. Demostró que las
necesidades sociales, medio ambientales y económicas
deben equilibrarse unas a otras para obtener resultados
sostenibles a largo plazo. También demostró que si la gente
es pobre, y las economías nacionales son débiles, el medio
ambiente se resiente; si se abusa del medio ambiente y se
consumen en exceso los recursos, la gente sufre y las
economías se debilitan. La conferencia también señaló que
las acciones o decisiones locales más insignificantes, buenas
o malas, tienen repercusiones potenciales a escala mundial.
(Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, 1992, https://goo.gl/jerMVJ).

Los resultados de la CNUMAD son diversos y complementarios a la vez, en


el sentido de que “todos están ordenados a un mismo objetivo final, a
saber, el logro del desarrollo sostenible mediante la conciliación de las
exigencias del desarrollo económico con los imperativos de la protección
del medio ambiente” (Juste Ruiz, 1998, p. 23). Uno de los principales
resultados de la CNUMAD es la conocida Declaración de Río (27 Principios),
a la que se hizo referencia up supra. Hemos analizado sus principios a lo
largo de las lecturas anteriores, ya que definen los propios del derecho
ambiental internacional, por lo que no los profundizaremos aquí.También
son fruto de esta Cumbre de la Tierra: la Convención Marco sobre el
Cambio Climático (instrumento vinculante), el Convenio sobre Diversidad

1
Fuente: página oficial de ONU. Recuperada de https://goo.gl/KdjaDm

4
Biológica (instrumento vinculante) y la Declaración de Principios Forestales
(principios no vinculantes).

En el siguiente Otro de los resultados más relevantes del CNUMAD fue el Programa 21 (o
enlace de la ONU Agenda 21), un programa de acciones con vistas al logro del desarrollo
podrás leer el sostenible en el siglo XXI. Si bien este documento no tiene valor jurídico
Programa 21: obligatorio, constituye un instrumento fundamental para la acción
http://www.un.org/
ambiental interna y externa de los Estados. Algunas críticas que se le
spanish/esa/sustdev
/agenda21/agenda2 formulan a los fines de su operatividad se refieren a la ausencia de plazos
1toc.htm concretos para la aplicación en el tiempo, y la falta de un mecanismo de
control (Juste Ruiz, 1998), como así también la disparidad en el sistema
interno de los Estados para su ejecución.

El Programa está dividido en cuatro secciones en las que se


analizan respectivamente: las dimensiones sociales y
económicas del problema del medio ambiente y el
desarrollo, las guías para la conservación y gestión de los
recursos para el desarrollo, el reforzamiento del papel de los
principales grupos involucrados y los medios para asegurar
la aplicación del programa establecido (Piñuela Martín,
2016).

Esas secciones contienen 40 capítulos que trazan con precisión los


objetivos, las actividades y los medios necesarios para llevar a buen fin el
desarrollo sostenible en sus respectivas áreas de actuación (Piñuela Martín,
2016).

Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible


(Johannesburgo, 2002)

Diez años después de Río 92, se llevó a cabo la Conferencia de Naciones


Se puede visitar el Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, conocida como Río+10, en
sitio web de esta
Cumbre en el
Johannesburgo, Sudáfrica.
siguiente enlace:
http://www.un.org/ Esta Cumbre concluyó con la adopción de la Declaración sobre Desarrollo
spanish/conferences Sostenible, donde se retoman los principios de las Cumbres de Estocolmo y
/wssd/coverage/ Río de Janeiro, reforzándose el compromiso de fortalecimiento del
desarrollo sostenible en los planos nacional, regional y mundial.

Allí se reitera la preocupación por el aumento del deterioro ambiental y


pérdida de bioiversidad, “problemas que han sido acentuados con el
proceso de globalización y el abismo cada vez mayor entre países ricos y

5
países pobres” (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda, 2010, p.125).
Expresamente declara:

11. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, la


modificación de pautas insostenibles de producción y
consumo y la protección y ordenación de la base de recursos
naturales para el desarrollo social y económico son objetivos
primordiales y requisitos fundamentales de un desarrollo
sostenible.

12. La profunda fisura que divide a la sociedad humana


entre ricos y pobres, así como el abismo cada vez mayor que
separa al mundo desarrollado del mundo en desarrollo,
representan una grave amenaza a la prosperidad, seguridad
y estabilidad mundiales. (Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, 2002,
https://goo.gl/HYLS3W).

Es interesante destacar la incorporación de los principios de los derechos


humanos universales, la igualdad de género y la potenciación y
emancipación de la mujer en las actividades del Programa 21, como así
también, el reconocimiento del rol fundamental de las poblaciones
indígenas en el desarrollo.

Como anexo a la declaración política, se firmó el Plan de Aplicación de las


Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo


Sostenible (Río de Janeiro, 2012)

Te invitamos a
En el año 2012 se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
recorrer el sitio web Desarrollo Sostenible (Río+20) en Río de Janeiro (Brasil), de donde surgió
de esta conferencia la Declaración final denominada El futuro que queremos.
a través del
siguiente enlace: En dicho documento se ratifican los principios de Río y los planes de acción
https://sustainabled
evelopment.un.org/r
anteriores. Dentro de la sección V, que se refiere al Marco para la acción y
io20.html el seguimiento, destacamos:

104. Reconocemos que para cumplir el objetivo de la


Conferencia, que consiste en renovar el compromiso político
en favor del desarrollo sostenible, y para abordar los temas

6
de la economía verde en el contexto del desarrollo
sostenible y la erradicación de la pobreza y del marco
institucional para el desarrollo sostenible, nos
comprometemos a tratar de llenar las lagunas que aún
persisten en la aplicación de los resultados de las principales
cumbres sobre el desarrollo sostenible, afrontar los
problemas nuevos y en ciernes y aprovechar las nuevas
oportunidades mediante la adopción de las medidas
enunciadas más adelante en este marco para la acción,
proporcionando, según proceda, medios de aplicación.
Reconocemos que los objetivos, las metas y los indicadores,
incluidos, cuando corresponda, indicadores con enfoque de
género, son útiles para medir y acelerar los progresos.
Observamos además que es posible impulsar la aplicación
de las medidas enunciadas más abajo si se comparten de
manera voluntaria información, conocimientos y
experiencia. (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Desarrollo Sostenible, 2012, https://goo.gl/X1Pc5B).

Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Página oficial: Recordemos que uno de los resultados más importantes de la Conferencia
http://web.unep.org de Estocolmo de 1972 fue la creación del Programa de las Naciones Unidas
/es para el Medio Ambiente (PNUMA o UNEP por sus siglas en inglés),
constituyendo la primera organización internacional con un rol
exclusivamente medioambiental (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda,
2010). Su mandato consiste en:

Ser la autoridad ambiental líder en el mundo, que fija la


agenda ambiental global, que promueve la aplicación
coherente de las dimensiones ambientales del desarrollo
sostenible en el marco del sistema de las Naciones Unidas, y
que ejerce de defensor acreditado del medio ambiente
global.2

Mientras que su misión radica en “proporcionar liderazgo y alentar la


participación en el cuidado del medio ambiente inspirando, informando y
facilitando a las naciones y los pueblos los medios para mejorar su calidad
de vida sin comprometer la de las futuras generaciones”.3

2
Fuente: página oficial de PNUMA. Recuperada dehttps://goo.gl/uJ6Ez6
3
Fuente: página oficial de PNUMA. Recuperada de https://goo.gl/uJ6Ez6

7
Su sede se encuentra en Nairobi, Kenia y trabaja a través de sus divisiones
regionales y una red de centro de colaboradores. La oficina regional de
América Latina y el Caribe se ubica en la ciudad de Panamá y a su vez, la
región se divide en cuatro subregiones: Mesoamérica, el Caribe, la Región
Andina y el Cono Sur, cada una con sus características, prioridades y retos
ambientales.

8
Referencias
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. (2002).
Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible. Recuperado
dehttp://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.199/20

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible. (2012).


Declaración de Río sobre el Desarrollo Sostenible. Recuperado
dehttp://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.216/16

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.


(1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado
dehttp://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.151/26/Rev.1(Vol.I)

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. (1972). Declaración


de Estocolmo sobre el Medio Humano. Recuperado de
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/CONF.48/14/Rev.1

Juste Ruiz, J. (1999). Derecho Internacional del Medio Ambiente. Madrid: Mc Graw
Hill.

Uribe Vargas, D., y Cárdenas Castañeda, F. (2010). Derecho Internacional


Ambiental. Bogotá: Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

Piñuela Martín, J. (2016). La sociedad internacional y el derecho al agua. La


situación en el siglo XXI. P. 72-73. Salamanca, Esp.: Ediciones Universidad
de Salamanca

9
Evolución del
derecho ambiental
internacional

Derecho
Ambiental

1
Evolución del derecho
ambiental internacional
A través de esta lectura los invitamos a recorrer la evolución del derecho
ambiental internacional (en adelante DAI), haciendo especial hincapié –de
acuerdo al programa de la materia- en la Carta Mundial de la Naturaleza de
1982.

El DAI no ha permanecido igual a través del tiempo, sino que ha ido


transformándose, evolucionando a partir de diversos factores que influyen
en su desarrollo. Entre ellos, se destacan los avances en la ciencia y la
tecnología, una mayor conciencia por parte de los diferentes actores de los
problemas ambientales que afectan a la humanidad y cambios en los
sistemas políticos y económicos nacionales e internacionales (Uribe Vargas
y Cárdenas Castañeda, 2010).

A los fines de organizar esta evolución, los doctrinarios distinguen distintas


etapas históricas. Algunos se refieren a la historia del Derecho Ambiental
Internacional a partir de la Conferencia de Estocolmo sobre el medio
humano de 1972, denominando a lo anterior prehistoria (Juste Ruiz, 1999);
otros distinguen tres periodos marcados por la etapa anterior a la
Conferencia de Estocolmo (1972), la etapa entre las Conferencias de
Estocolmo y la de Rio 92, y el después de Río.

Etapas
Recordar que aquí solo En esta lectura seguiremos a los autores Uribe Vargas y Cárdenes
se hará un repaso Castañeda (2010), quienes distinguen cuatro fases en la evolución del DAI:
histórico, haciendo la primera desde el siglo XIX hasta la creación de la ONU en 1945; la
hincapié en la Carta
segunda, desde la creación de la ONU hasta la Conferencia Mundialsobre el
Mundial de la
Naturaleza. Sobre las Medio Humano de Estocolmo en 1972; la tercera, desde esa Cumbre de la
Conferencias de la Tierra del 72 hasta la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y
Tierra de la ONU se Desarrollode Río de Janeiro en 1992; y la cuarta desde la Conferencia de
profundizará en la Río hasta la actualidad.
próxima lectura de
este módulo.

Primera etapa: desde el siglo XIX hasta la creación de la ONU


en 1945

La doctrina que seguimos considera que en los avances del derecho


internacional durante la segunda mitad del siglo XIX se enmarca el

2
desarrollo del DAI. En esta época se sancionaron los primeros tratados
sobre pesca y la protección de algunas especies de plantas.

Estos tempranos desarrollos de la regulación internacional


ambiental estaban focalizados principalmente en la
conservación de la vida silvestre y, de manera limitada, en la
protección de ríos y mares, ligado a la realización de
estudios científicos sobre suelos, erosión, deforestación,
humedad y protección de algunas especies. (Uribe Vargas y
Cárdenas Castañeda, 2010, p. 86).

Se considera que estos primeros avances fueron de carácter


antropocéntricos, respondiendo más a prioridades económicas y
materiales de los seres humanos que a objetivos ecológicos. Además, no
hubo casi iniciativas tendientes a la creación de organizaciones
internacionales en materia medioambiental (Uribe Vargas y Cárdenas
Castañeda, 2010).

Segunda etapa: desde la creación de la ONU hasta la


Conferencia Mundial sobre el Medio Humano de Estocolmo en
1972

Aunque la Carta de las Naciones Unidas no hizo referencia expresa a la


protección del medio ambiente y no se crearon organismos
específicamente ambientales durante esos años, los autores que siguen
esta línea de evolución consideran que la creación de la Organización de las
Naciones Unidas en 1945 marcó un avance para el desarrollo del derecho
ambiental internacional.

En el transcurso de estos años se concluyeron algunos tratados con


impacto ambiental, a los que no nos referiremos en esta oportunidad.
Además, se considera que a nivel mundial se despertó la conciencia
ambiental durante la década de 1960, constituyendo un hito fundamental
la publicación del libro Silent Spring de Rachel Carson en 1962. A esto se
suma que en marzo de 1967 el superpetrolero Torrey Canyon encalló en la
costa sur de Inglaterra generando perjuicios irreparables al ambiente. Ese
desastre ambiental sumado a la advertencia que hizo Suecia sobre el
continuo y acelerado deterioro del medio ambiente fueron los principales
motivos para que la Asamblea General de las Naciones Unidas reaccione y
convoque a la Conferencia Mundial sobre el Medio Humano en Estocolmo
en 1972 (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda, 2010).

3
Tercera etapa: desde Estocolmo hasta la Conferencia Mundial
sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro en 1992

La Conferencia de Estocolmo de 1972 es considerada hasta el día de hoy


como un punto de inflexión en el desarrollo del DAI.

Los resultados de la Conferencia fueron tres documentos de carácter no


vinculante: una Declaración de 26 principios, un Plan de Acción con 109
recomendaciones y una resolución sobre cuestiones de orden institucional
y financiero (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda, 2010). De Estocolmo
también surgió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, organismo que coordina las cuestiones vinculadas con el medio
ambiente

En octubre de 1982, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la


Leer la Carta Mundial Carta Mundial de la Naturaleza, un instrumento no vinculante que
de la Naturaleza que
se encuentra en el aula contiene varios principios generales sobre la protección y la conservación
abierta. de la naturaleza:

1.Se respetará la naturaleza y no se perturbarán sus


procesos esenciales.

2. No se amenazará la viabilidad genética en la tierra; la


población de todas las especies, silvestres y domesticadas,
se mantendrá a un nivel por los menos suficiente para
garantizar su pervivencia; asimismo, se salvaguardarán los
hábitat necesarios para este fin.

3. Estos principios de conservación se aplicarán a todas


las partes de la superficie terrestre, tanto en la tierra como
en el mar; se concederá protección especial a aquellas de
carácter singular, a los ejemplares representativos de todos
los diferentes grupos de ecosistemas y a los hábitat de las
especies escasas o en peligro.

4. Los ecosistemas y los organismos, así como los


recursos terrestres, marinos y atmosféricos que son
utilizados por el hombre, se administrarán de manera tal de
lograr y mantener su productividad óptima y continua sin
por ello poner en peligro la integridad de los otros
ecosistemas y especies con los que coexistan.

4
5. Se protegerá a la naturaleza de la destrucción que
causan las guerras u otros actos de hostilidad.1

En el documento también encontramos una sección titulada


Funciones,“referida a la planeación y realización de actividades que
involucraran el aprovechamiento de recursos naturales” (Uribe Vargas y
Cárdenas Castañeda, 2010, p. 100), y una parte de Aplicación:

la cual contiene disposiciones para la adopción de la Carta


por las legislaciones de los distintos países,la difusión de los
conocimientos relativos a la naturaleza, el aseguramiento de
losrecursos financieros para alcanzar dichos fines, la
posibilidad para cualquier persona de participar en la toma
de decisiones concernientes a su medio ambientey la
soberanía de que gozara cada Estado sobre sus recursos
naturales, debiendoaplicar las disposiciones de la Carta en
cooperación con los demás Estados (Uribe Vargas y
Cárdenas Castañeda, 2010, p. 100).

En lo que respecta al apartado Funciones, a través de la lectura de sus


postulados se puede advertir el carácter antropocéntrico de la Carta de la
Naturaleza. Transcribimos algunos:

6. En los procesos de adopción de decisiones se reconocerá


que no es posible satisfacer las necesidades de todos a
menos que se asegure el funcionamiento adecuado de los
sistemas naturales y se respeten los principios enunciados
en la presente Carta.

7. En la planificación y realización de las actividades de


desarrollo social y económico, se tendrá debidamente en
cuenta el hecho de que la conservación de la naturaleza es
parte integrante de esas actividades.

8. Al formular planes a largo plazo para el desarrollo


económico, el crecimiento de la población y el
mejoramiento de los niveles de vida, se tendrá debidamente

1
Carta Mundial de la Naturaleza. (1982) Asamblea General de las Naciones
Unidas. Recuperada de https://goo.gl/AHVq2E

5
en cuenta la capacidad a largo plazo de los sistemas
naturales para asegurar el asentamiento y supervivencia de
las poblaciones consideradas, reconociendo que esa
capacidad se puede aumentar gracias a la ciencia y la
tecnología.2

Antes de pasar a la cuarta y última etapa, es necesario hacer referencia al


Informe Brundtland o Nuestro Futuro Común, resultado de la Comisión
Mundial del Medio Ambiente de las Naciones Unidas de 1987.

Cuarta etapa: desde Río de Janeiro a la actualidad

En 1992 se llevó a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio


Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro. En la Declaración, que fue uno de
sus resultados, se manifiestan principios de suma importancia para el DAI,
que han sido citados en lecturas anteriores. Cabe destacar el carácter
antropocéntrico que surge del principio 1, al expresar que “los seres
humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el
desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en
armonia con la naturaleza” (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992, https://goo.gl/jerMVJ)

Además de esa Declaración de Principios, en esta Conferencia se adoptó la


llamada Agenda (o Programa) 21 e instrumentos vinculantes como la
Convención sobre biodiversidad biológica y el Convenio Marco de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

En el año 2002 se celebró la Conferencia de las Naciones Undias sobre


Desarrollo Sostenible en Johannesburgo y en el año 2012 se celebró la
Conferencia llamada comunmente Río+20 en Río de Janeiro, sobre las que
profundizaremos en la próxima lectura.

Conclusiones finales
A través del recorrido realizado, vimos cómo los instrumentos y las fuentes
del derecho ambiental internacional fueron evolucionando, desde una
perspectiva antropocéntrica, pasando por la noción del desarrollo
sustentable, hasta la incorporación de las generaciones futuras y la
biodiversidad como patrimonio común de la humanidad.

2
Carta Mundial de la Naturaleza. (1982) Asamblea General de las Naciones
Unidas. Recuperada de https://goo.gl/AHVq2E

6
Este desarrollo estuvo acompañado con avances en el plano institucional y
normativo nacional, desde el surgimiento de organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales hasta la sanción de normas para
hacer efectivos los principios reconocidos en el DAI.

No obstante dicho desarrollo, se considera que existen falencias y


debilidades que deben tenerse en cuenta y fortalecerse para el futuro.
Entre esas falencias se destaca la lentitud en la producción de normas
internacionales (y nacionales) en comparación con el desarrollo de la
humanidad, la falta de compromiso político por parte de los Estados,
especialmente los más desarrollados, para asumir los compromisos
internacionales en materia ambiental yla fragmentación en la legislación
según los distintos componentes del ambiente (Uribe Vargas y Cárdenas
Castañeda, 2010).

7
Referencias
Carta Mundial de la Naturaleza. (1982) Asamblea General de las Naciones Unidas.
Recuperada
dehttp://www.mbigua.org.ar/uploads/File/CartaMundialNaturaleza.pdf

Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.


(1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado
dehttp://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/riodeclaration.htm

Juste Ruiz, J. (1999). Derecho Internacional del Medio Ambiente. Madrid: Mc Graw
Hill.

Uribe Vargas, D., y Cárdenas Castañeda, F. (2010). Derecho Internacional


Ambiental. Bogotá: Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

8
Instrumentos del
derecho ambiental
internacional

Derecho
Ambiental

1
Instrumentos del derecho
ambiental internacional
El derecho internacional del medio ambiente al que hicimos alusión en la
¿Cuáles son los
lectura anterior se ha venido plasmando en convenios, tratados y
instrumentos del
derecho ambiental declaraciones internacionales que lo fueron reconociendo.
internacional? ¿Hay
distintos tipos? ¿Cómo En esta lectura comenzaremos haciendo referencia de manera general a
se clasifican sus los instrumentos del derecho ambiental internacional, es decir, a sus
fuentes?
fuentes, para finalizar con una mención al derecho comparado
latinoamericano y español.

Consideraciones generales1
En el derecho internacional no encontramos una definición de lo que se
entiende por instrumento internacional, pero se lo utiliza de manera
genérica porque contiene tanto los acuerdos internacionales vinculantes
como los no vinculantes (derecho blando). Orellana (2014) distingue cuatro
fuentes de instrumentos internacionales:

 Conferencia multilateral de Estados: el resultado de estas reuniones


generalmente consiste en una declaración. Lo importante de esta fuente
consiste en que son los Estados los que se reúnen para elaborar un
instrumento.
 Organismo intergubernamental: estos organismos plasman su trabajo
en resoluciones. A diferencia del anterior, aquí el acento se encuentra
en el mismo organismo.
 Comités de expertos independientes: estos comités generalmente
surgen de tratados, no están integrados por Estados y carecen (en
general) de personalidad jurídica internacional. Estas reuniones de
expertos cumplen un rol fundamental en la implementación y
cumplimiento del derecho internacional.
 Organismos no gubernamentales internacionales: generalmente
elaboran instrumentos sobre temas específicos del derecho
internacional.

1 Para el desarrollo de este apartado hemos seguido el artículo: Orellana, M. (2014). Tipología de
instrumentos de derecho público ambiental internacional. Serie Medio Ambiente y Desarrollo,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (ONU), (158). Recuperado de
https://goo.gl/frxFke

2
Distinción entre los instrumentos vinculantes y no vinculantes

Como se expresó anteriormente, y siguiendo el planteo de Orellana (2014),


en el derecho internacional ambiental encontramos instrumentos
internacionales que establecen obligaciones para los Estados (normas
vinculantes) e instrumentos que no establecen dichas obligaciones (normas
no vinculantes o derecho blando).

Entre los instrumentos vinculantes encontramos a los convenios y tratados


internacionales. Es importante tener presente que el nombre del
insturmento internacional –ya sea convenio, acuerdo, convención o
protocolo- no determina su carácter vinculante. “El elemento central para
que un acuerdo internacional sea considerado un tratado, y sea por ende
vinculante, es que las partes del instrumento internacional acuerden que
éste esté regido por el derecho internacional” (Orellana, 2014, p. 11).

En este sentido, el artículo 2 inciso a de la Convención de Viena sobre el


derecho de los tratados expresa que “se entiende por "tratado" un acuerdo
internacional celebrado por escrito entre los Estados y regido por el
derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más
instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular”2.

Entre los instrumentos vinculantes referidos a la temática que nos convoca,


Orellana (2014) menciona a los acuerdos multilaterales ambientales,
definiéndolos como “acuerdos jurídicos vinculantes que establecen
obligaciones internacionales para sus partes” (p. 13). Hasta el momento,
“no se ha alcanzado un acuerdo general multilateral de tipo codificador en
materia de protección ambiental, construyéndose los consensos
multilaterales en ámbito universal pero, predominantemente, con
dimensión sectorial” (Drnas de Clément, 2010, p. 6). Encontramos
ejemplos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica concluidos en la
Cumbre de la Tierra de Río 92. También, como vimos en lecturas
anteriores, se incorporan derechos ambientales en diferentes tratados de
derechos humanos.

En lo que respecta a los instrumentos no vinculantes, si bien no establecen


obligaciones legales internacionales para las partes, tienen gran relevancia
jurídica en el orden normativo internacional. Aquí se destacan las
Declaraciones sobre Medio Ambiente, cuyos principios influyen
directamente en el orden jurídico ambiental de los Estados y en sus
instituciones.

2 Artículo 2. Ley 19.865. (1972). Convención de Viena sobre el derecho de los tratados. Honorable
Congreso de la NaciónArgentina. Recuperado de https://goo.gl/jv3V0r

3
Como se expresó en la lectura anterior, una de las características
principales del derecho ambiental internacional es el predominio de este
derecho blando. Estos instrumentos no vinculantes tienen un rol
fundamental en el desarrollo de la llamada normatividad internacional, ya
que los principios establecidos son reconocidos en tratados que establecen
obligaciones específicas para los Estados, materializando esos lineamientos
generales y dotándolos de fuerza jurídica vinculante.

Entre las características y funciones más relevantes de los instrumentos no


vinculantes, Orellana (2014) destaca las siguientes: las declaraciones de
principios muestran una visión polítca y estratégica común, constituyen
lineamientos programáticos para planificar e implementar políticas
ambientales en los Estados y sirven de base para la interpretación de las
normas contenidas en los tratados internacionales, esclareciendo las
obligaciones de las partes (Orrellana, 2014).

Cabe aclarar que estos instrumentos no vinculantes o de derecho blando


“pueden haber sido elaborados por Estados, organismos internacionales,
El Programa 21 comités de expertos independientes [y/u] organizaciones no
constituye una guía de gubernamentales internacionales” (Orellana, 2014, p. 9).
acción para los
gobiernos y actores no
estatales en las
Como ejemplos de instrumentos no vinculantes podemos citar los que
actividades de surgieron de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
protección del medio Ambiente y el Desarrollo: la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y
ambiente. el Desarrollo y el Programa 21. A lo largo de la materia observamos cómo
Profundizaremos en los principios reconocidos en la Declaración de Río se encuentran
las próximas lecturas.
plasmados en diversas normas de Argentina, entre ellas la Ley General del
Ambiente (25.675).

Fuentes del derecho ambiental internacional


A partir de la introducción anterior, en este apartado enumeraremos las
Los invitamos a
retomar el artículo
principales fuentes formales del derecho ambiental internacional, sin
compartido en el pretender ser exhaustivos en su caracterización.
Módulo 2 sobre las
fuentes del derecho Conforme al artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia,
internacional del las fuentes del derecho internacional público en general son:
medioambiente de
Zlata Drnas de
Clément.
a. las convenciones internacionales, sean generales o
particulares, que establecen reglas expresamente
reconocidas por los Estados litigantes;
b. la costumbre internacional como prueba de una práctica
generalmente aceptada como derecho;

4
c. los principios generales de derecho reconocidos por las
naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas
de mayor competencia de las distintas naciones, como
medio auxiliar para la determinación de las reglas de
derecho…3

En primer lugar destacamos los tratados como una de las fuentes más
importantes del DAI. A lo ya expresado, podemos agregar algunas
característícas: en pirmer lugar, en general, se trata de tratados-ley en el
sentido de que “establece[n] una reglamentación común para el logro de
un objetivo colectivo de las Partes” (Juste Ruiz, 1998, p. 56), en consonacia
con la naturaleza global del ambiente. Además, generalmente, “los
acuerdos-marco en materia ambiental prevén mecanismos de
implementación, perfeccionamiento y actualización/adaptación –en
cuestiones sustantivas relevantes- a través de Conferencias de las Partes”
(Drnas de Clément, 2010, p. 8). En consonancia con la preeminencia del
soft law en el DAI, estos acuerdos multilaterales se configuran como
acuerdos-marco y fijan objetivos generales que deben alcanzarse a través
de la adopción de decisiones políticas por parte de los Estados, ya que
carecen de normas concretas y operativas. En este sentido, “en los
acuerdos marco suele incluirse el compromiso de los miembros de
incorporar normas y adoptar políticas nacionales para el logro de los
objetivos del acuerdo.” (Drnas de Clément, 2010, p. 9). Ello se integra con
la adopción de protocolos “que contienen las normas particulares de
aplicación del convenio marco y los cuales son susceptibles de permanente
actualizacion por parte de los Estados…, y la inclusión de anexos y
apéndices” (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda, 2010, p. 135). Otro rasgo
particular de los tratados en materia ambiental es la desaparición de las
relaciones de reciprocidad en su cumplimiento, ya que el cuidado del
medio ambiente corresponde a la humanidad toda (Drnas de Clément,
2010). En otras palabras:

…teniendo en cuenta que el medio ambiente se ha


constituido en un bien de la humanidad y en una
preocupación común, es indispensable que su protección
continúe a pesar de las diferencias políticas y diplomáticas
que surjan entre los Estados, las cuales no deben prevalecer
sobre los acuerdos que se hayan suscrito para la
conservación de una determinada área del medio ambiente.
(Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda, 2010, p. 137).

3
Artículo 38. Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. (1945). Naciones Unidas. Recuperado de:
https://goo.gl/5mLN2F

5
La costumbre internacional constituye la fuente más antigua del DAI.

Técnicamente, la costumbre internacional es un acuerdo que


se produce en un escenario mundial, careciendo de un
soporte físico, originándose de manera absolutamente
informal, con la especial cualidad de lograr que su fuerza
normativa vinculante actúe no sólo sobre aquellos sujetos
que expresamente manifestaron su aquiescencia a la regla,
sino también sobre todos aquellos que se mantuvieron
indiferentes ante el citado acuerdo. (Uribe Vargas y
Cárdenas Castañeda, 2010, p. 138).

Esta costumbre internacional se apoya en dos requisitos que deben darse


de manera simultánea: uno objetivo, la práctica, y otro subjetivo, opinio
juris sive necessitatis. “El elemento objetivo de la repetición formativa de la
costumbre requiere que ésta sea uniforme, continua, no interrumpida,
emanada de actos de autoridad representativa del sujeto que la construye”
(Drnas de Clément, 2010, p. 12). El segundo elemento consiste “en la
consideración de que tal conducta se encuentra conforme a la ley, que
exista la convicción de que el comportamiento reiterado da origen a una
regla que es legalmente obligatoria” (Uribe Vargas y Cárdenas Castañeda,
2010, p. 142).

Respecto a los principios generales, podemos decir que “constituyen


parámetros jurídicos a los que deben ajustarse los comportamientos de los
sujetos del ordenamiento internacional” (Juste Ruiz, 1998, p. 63). La
doctrina destaca como principios relevantes aplicables en materia
ambiental a “pacta sunt servanda, buena fe, no abuso de derecho,
equidad, obligación de reparar el daño causado” (Drnas de Clément, 2010,
p. 17).

Por último, cabe hacer mención de la jurisprudencia (decisiones de los


tibunales internacionales) y la doctrina como fuentes auxiliares del DAI.

Derecho comparado
En lo que respecta al derecho ambiental en otros países, haremos
referencia a la Constitución Española de 1978, por constituir un
antecedente directo de nuestro artículo 41 de la Constitución Nacional. La

6
ley suprema española fue pionera en incorporar de manera explícita el
derecho a un ambiente sano en su artículo 45, que reza:

1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio


ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así
como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización
racional de todos los recursos naturales, con el fin de
proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y
restaurar el medio ambiente, apoyándose en la
indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado
anterior, en los términos que la ley fije se establecerán
sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la
obligación de reparar el daño causado.4

En cuanto al derecho comparado latinoamericano, cabe destacar la


reciente incorporación en la Constitución de Ecuador (2008) de los
derechos de la naturaleza o Pachamama (título II, capítulo 7°, artículos 71 a
74). Aquí se protege a la naturaleza, no desde una posición instrumental,
como medio para satisfacer las necesidades del hombre, sino como sujeto
en sí mismo, protegiendo sus propios valores. Además, y como eje
transversal del texto constitucional ecuatoriano, se presenta la idea de los
derechos del buen vivir.

4
Artículo 45. Constitución Española. (1978). Rey Juan Carlos I. Recuperada de:
https://goo.gl/KQMjFQ

7
Referencias
Drnas de Clément, Z. (2010). Fuentes del derecho internacional del medio
ambiente. En F. Sindico (Coord.) Environmental Law. Londres: CMP Publishers.

Constitución Española. (1978). Rey Juan Carlos I. Recuperada de


http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=45&ti
po=2

Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. (1945). Naciones Unidas.


Recuperado de http://www.icj-cij.org/homepage/sp/icjstatute.php

Juste Ruiz, J. (1999). Derecho Internacional del Medio Ambiente. Madrid: Mc


Graw Hill.

Ley 19.865. (1972). Convención de Viena sobre el derecho de los tratados.


Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperada de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/215000-
219999/217116/norma.htm

Orellana, M. (2014). Tipología de instrumentos de derecho público ambiental


internacional. Serie Medio Ambiente y Desarrollo, Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (ONU), (158). Recuperado de
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37184/S1420606_es.pdf?se
quence=1&isAllowed=y

Uribe Vargas, D., y Cárdenas Castañeda, F. (2010). Derecho Internacional


Ambiental. Bogotá: Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

8
Leyes de
presupuestos
mínimos

Derecho
Ambiental

1
Leyes de presupuestos
mínimos
En varias lecturas anteriores hemos hecho referencia a los presupuestos
¿Qué es el llamado
mínimos de la política ambiental argentina, particularmente a la Ley
federalismo
ambiental? ¿Cuál es la General del Ambiente N° 25.675 que establece los presupuestos mínimos
división de de gestión ambiental. Pero no nos hemos preguntado aún: ¿qué son los
competencias entre presupuestos mínimos ambientales? A partir de allí, ¿cuál es la división de
nación y provincias competencias entre nación y provincias en temas ambientales?, ¿cuáles
conforme al dictado de
son las leyes de presupuestos mínimos en Argentina?
presupuestos mínimos
de protección
ambiental? Valls (2016) se refiere, en distintos puntos del capítulo V, directamente a
las leyes de presupuestos mínimos sectoriales (de residuos industriales y
domiciliarios, de gestión de PCBs, de gestión ambiental de aguas, bosques
nativos, etc.). Por ello, aquí haremos hincapié en las discusiones
doctrinarias en torno al concepto de presupuesto mínimo ambiental, pero
antes, a lo que significa el federalismo ambiental y la distribución de
competencias en la temática. Al final, se enumerarán las leyes de
prespuestos mínimos vigentes en nuestro país.

Federalismo ambiental1: distribución de competencias

“Nuestra Constitución con la reforma de 1994 operó un cambio fundamental sobre


nuestro sistema federal al modficar el esquema de reparto de competencias
legislativa, administrativa y judicial en materia ambiental” (Esain, 2011, p. 735).

Nuestro país adopta para su gobierno la forma federal según lo establece el


artículo 1 de la Constitución. Esto implica que la competencia para legislar
se encuentra dividida entre una autoridad central y varias locales (Esain,
2011). Podemos preguntarnos: ¿cómo se distribuye la competencia en
materia ambiental entre la nación y las provincias? En otras palabras, ¿qué
le compete a la nación y qué a las provincias?

Para dar respuesta a ese interrogante, comenzaremos con lo establecido


por el artículo 121 de la Constitución Nacional, conforme al cual, las
provincias conservan todo el poder no delegado por la Constitución al
gobierno federal.

1
Denominación utilizada por Quiroga Lavié en Quiroga Lavié, H. (1996). El estado ecológico de
derecho en la Constitución Nacional. En La Ley, T.1996-B, sección Doctrina, p. 950-960.

2
Con la reforma de 1994 se incorpora, como ya estudiamos, el artículo 41 a
la Constitución, que en el tercer párrafo establece:

“Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos


mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas,
sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales”2.

Entonces, ¿cómo se interpreta el juego de las dos normas constitucionales?


Lo dispuesto por el artículo 121 constituye la regla –las provincias
conservan todo el poder no delegado, por ende la jurisdicción legislativa
ambiental es provincial (Morales Lamberti, 2005)-, mientras que el artículo
“¿Hasta dónde puede
el Estado federal 41, tercer párrafo, marca la excepción para la temática ambiental –la
legislar presupuestos delegación efectuada a la nación es acotada al dictado de presupuestos
mínimos? mínimos ambientales, sin alterar las jurisdicciones locales-.
¿Cuál es el límite del
Como solo nos referimos a la competencia para legislar en materia
deslinde y la relación
entre ambos campos ambiental, podemos decir que se trata de competencia concurrente entre
competenciales? nación y provincia, pero de una concurrencia especial, ya que ambas
esferas de gobierno se complementan.
¿Puede el Estado
federal avanzar con
Llegados a este punto, estamos en condiciones de preguntarnos: “¿Hasta
esta atribución sobre
la competencia de las dónde puede el Estado federal legislar presupuestos mínimos? ¿Cuál es el
provincias?” (Esain, límite del deslinde y la relación entre ambos campos competenciales?
2011, p. 739). ¿Puede el Estado federal avanzar con esta atribución sobre la competencia
de las provincias?” (Esain, 2011, p. 739).

Seguiremos a Esain para intentar dar respuesta a esos interrogantes. En


primer lugar, este autor explica que “la concurrencia complementaria
implica exclusividad, aunque sólo aplicable a la función parcial con la que
cada orden concurre a la función total de legislar la materia ‘protección
ambiental’” (Esain, 2011, p. 740). En otras palabras, la concurrencia de las
dos esferas de gobierno para legislar sobre la misma materia se hace desde
el complemento, lo que implica competencias exclusivas. En este sentido,
las normas provinciales excluyen a las normas nacionales de su ámbito de
actuación exclusivo, que es el de complementar las normas de
presupuestos mínimos.

En ese marco, el principio de supremacía federal, que deriva del artículo 31


de la Carta Magna, se pone de manifiesto en los siguientes supuestos: 1)
las normas de presupuestos mínimos de protección ambiental dictadas por

2
Artículo 41. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://goo.gl/NVXWuR

3
el Congreso Nacional obligan a las provincias a complementarlas; 2) en
caso de que las normas locales protejan en menor medida al ambiente,
pueden ser declaradas inconstitucionales por violar el piso mínimo,
inderogable y supremo que importan las leyes de presupuestos mínimos
(Esain, 2011).

Además, como ya se hizo referencia, resulta fundamental el principio de


complementariedad para entender el funcionamiento del esquema
competencial en la materia, establecido por el constituyente. En este
sentido, la incorporación del tercer párrafo del artículo 41 es una gran
novedad para el reparto de competencias clásico que separa las dos
esferas políticas, introduciendo el denominado “federalismo de
concertación o federalismo cooperativo” (Esain, 2011, p. 745).

Siguiendo a Esain (2011), el esquema funcional de esta relación


competencial complementaria sería el siguiente:

 La Constitución Nacional establece que la nación debe dictar las normas


que contengan los presupuestos mínimos de protección del ambiente.
Esto le corresponde de manera exclusiva y excluyente a la autoridad
federal.
 Pero como solo se establece un piso mínimo y no se agota la regulación
total de la materia, el constituyente estableció que las provincias tienen
la función competencial para complementar esas normas nacionales.
Esta función es exclusiva y excluyente de la autoridad provincial.

Lo que las hace complementarias es que ambos sectores


llamados de manera exclusiva deben concurrir a la
formación de un sistema unificado, que supone una
regulación global de la materia, la que se articulará con
normas de ambas procedencias, las que se deben presentar
de manera sistmémica, no contradictoria o no fragmentada,
unitaria, coordinada y coherente; ya que todo el complejo
normativo deberá estar destinado a los mismos sujetos y
aplicado por los mismos órganos (administrativos y
judiciales). Esto es lo que implica el complemento: dos
funciones exclusivas pero que son llamadas a formar un todo
sistémico. (Esain, 2011, p. 746).

Una de las cuestiones más discutidas en la doctrina es la delimitación del


quántum de esa delegación que las provincias hicieron a la nación. Uno de
los límites más fuertes a esa delegación es el artículo 124, que expresa:
“Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos

4
naturales existentes en su territorio”3. Entonces, los presupuestos mínimos
dictados por la nación no pueden alterar el dominio ni la jurisdicción de los
recursos naturales, cuya titularidad corresponde a las provincias. Sabsay y
Di Paola (2002) consideran que de la combinación de las disposiciones
contenidas en los artículos 41 y 124 se induce que la delegación se efectuó
con ciertos límites, entre ellos, que no conduzca a un vaciamiento del
dominio que tienen las provincias sobre sus recursos naturales. Además,
cabe decir que esta delegación de competencias es de excepción, ya que si
se hubiera querido delegar la legislación de la temática ambiental al nivel
federal, se hubiera incluido en el artículo 75 entre las atribuciones del
Congreso.

Figura 1: La distribución federal en Argentina

Fuente: Adaptado de Seterra, 2017: https://goo.gl/AgDfOj

Presupuestos mínimos ambientales4


Pero al final, ¿qué siginifica presupuestos mínimos?

Al comienzo existía relativo acuerdo entre los doctrinarios, juristas y


abogados sobre el significado del concepto de presupuestos mínimos. Ello
se perdió con la sanción de las primeras leyes de presupuestos mínimos
nacionales en el año 2002.No existe un definición constitucional explícita

3
Artículo 124. Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de: https://goo.gl/NVXWuR
4
Para el desarrollo de este apartado se tomó como base el libro: Julia, M.,Foradori, M., y Ulla,
M.(2016). Los presupuestos mínimos y el nuevo orden jurídico ambiental en Argentina: conflictos,
debates y disputas en el campo político jurídico 2014-2015. Córdoba: Advocatus.

5
que aclare (o no) el panorama de lo que entendieron los convencionales
constituyentes por presupuesto mínimo.
Al respeto, Marta Juliá (2005) expresa:

Existen por lo menos tres posiciones claramente


diferenciadas sobre el alcance del concepto de presupuesto
mínimo incorporado en la Constitución.

1. Una posición restrictiva donde el alcance de este


concepto está limitado un piso o umbral fijado por valores o
límites equiparables a estándares y no puede regularse nada
mas bajo el concepto de presupuesto mínimo.

2. Una posición intermedia que si bien es coincidente


en la necesidad de fijar limites y valores entienden que el
concepto puede albergar algunos principios y la formulación
de instrumentos de gestión uniforme y en algún caso la guía
de objetivos políticos mínimos.

3. Una posición amplia que comprende que es una


verdadera delegación de la temática ambiental y por lo
tanto bajo el rubro de presupuestos mínimo podría incluirse
menos la legislación común que está delegada a la Nación,
todos los aspectos. (P. 102).

En base a esa clasificación, Bec y Franco (2010) entienden que el tercer


párrafo del artículo 41 constituye el sustento legal de la posición restrictiva,
mientras que el artículo 6 de la Ley General del Ambiente es fiel a la
posición amplia. Esta ley establece:

Artículo 6: Se entiende por presupuesto mínimo, establecido


en el artículo 41 de la Constitución Nacional, a toda norma
que concede una tutela ambiental uniforme o común para
todo el territorio nacional, y tiene por objeto imponer
condiciones necesarias para asegurar la protección
ambiental. En su contenido, debe prever las condiciones
necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas
ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general,
asegurar la preservación ambiental y el desarrollo
sustentable.5

5
Artículo 6. Ley 25.675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado dehttps://goo.gl/75jNXA

6
Otra definición importante es la que expresa la Resolución del Consejo
Federal del Medio Ambiente (COFEMA) 92/04:

Se entiende por presupuesto mínimo al umbral básico de


protección ambiental que corresponde dictar a la Nación y
que rige en forma uniforme en todo el territorio nacional
como piso inderogable que garantiza a todo habitante una
protección ambiental mínima más allá del sitio en que se
encuentre. Incluye aquellos conceptos y principios rectores
de protección ambiental y las normas técnicas que fijen
valores que aseguren niveles mínimo de calidad. La
regulación del aprovechamiento y uso de los recursos
naturales, constituyen potestades reservadas por las
Provincias y por ello no delegadas a la Nación. En
consecuencia el objeto de las leyes de presupuestos
mínimos debe ser el de protección mínima ambiental del
recurso y no el de su gestión, potestad privativa de las
provincias.6

Como podemos observar, los distintos conceptos normativos no aclararon


la cuestión sobe el contenido y alcance de los presupuestos mínimos. La
mayoría hace referencia a una norma de base, común, umbral, piso o límite
mínimo de protección ambiental para la toda la nación. El mayor problema
deviene al preguntarnos por el alcance o quántum de dicho presupuesto.
Una postura amplia considera que puede regularse la temática ambiental
en general, mientras que desde una postura más limitada entienden el
concepto de presupuesto mínimo con un alcance parcial, considerando que
solo puede regularse sobre ciertas temáticas ambientales, de acuerdo a
una concepción restrictiva del ambiente.

La mayoría de estas
Leyes de presupuestos mínimos
leyes de presupuestos
mínimos se encuentra Resulta curioso que, aunque con la reforma de 1994 se incorporaron los
desarrollada en presupuestos mínimos en la Constitución Nacional, recién en el año 2002
diferentes secciones
se sancionaron las primeras cinco leyes de presupuestos mínimos.
de la bibliografía
obligatoria. Te Actualmente, las leyes vigentes en Argentina son:
invitamos a estudiar el
material.  Ley de Gestión Integral de Residuos Industriales y Actividades de
Servicios N° 25.612 (29/07/2002).
 Ley para la Gestión y Eliminación de los PCBs N° 25.670 (19/11/2002).
6
Resolución 92/04. (2004). Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental. Consejo Federal de
Medio Ambiente. Recuperada de: https://goo.gl/iKGfy1

7
 Ley General del Ambiente N° 25.675 (28/11/2002).
 Ley de Gestión Ambiental de Aguas N° 25.688 (03/01/2003).
 Ley Régimen de libre acceso a la Información Pública Ambiental N°
25.831 (07/01/2004).
 Ley Integral de Gestión de Residuos Domiciliarios N° 25.916
(07/09/2004).
 Ley Protección Ambiental de Bosques Nativos N° 26.331 (26/12/2007).
 Ley de Control de Actividades de Quema N° 26.562 (23/11/2010).
 Ley Régimende Presupuestos Mínimos para la Preservación de
los Glaciares y del Ambiente Periglacial N° 26.639 (28/10/2010).
 Ley Sistema Federal de Manejo del Fuego N° 26.815 (16/01/2013).
 Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión
de los Envases Vacíos de Fitosanitarios N° 27.279 (11/10/2016).

Para finalizar
Luego del recorrido realizado, podemos afirmar que en Argentina
encontramos leyes de presupuestos mínimos ambientales a nivel nacional
y tenemos la ley general y varias sectoriales. Luego, encontramos sus
respectivas (o no) normas provinciales complementarias, tanto generales
como sectoriales.

8
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