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1.

Mecanismos de rotura:

El proceso de rotura de las rocas es muy variado y complejo, englobando varios tipos de
fenómenos de manera conjunta e interviniendo múltiples factores. El análisis de la rotura
en rocas es más complejo que en suelos. A continuación se describen los distintos
mecanismos de rotura en el medio rocoso, ilustrándolos con algunos ejemplos a nivel de
macizo rocoso

 Rotura por esfuerzo cortante. Se produce cuando


una determinada superficie de la roca está sometida
a esfuerzos de corte suficientemente altos como
para que una cara de la superficie deslice con
respecto a la otra. Son ejemplos las roturas a favor
de discontinuidades en taludes de macizos rocosos o
en los techos de galerías sobre hastiales rígidos. Es el
caso más habitual de rotura y el más importante.

 Rotura por compresión. Tiene lugar cuando la roca


sufre esfuerzos a compresión. Microscópicamente
se producen grietas de tracción y planos de corte
que progresan en el interior de la roca. La situación
de compresión simple no es frecuente en la
naturaleza o en las obras de ingeniería. Son
ejemplos próximos los pilares de soporte en una
excavación minera o los pilares de sostenimiento de
desmontes en voladizo.

 Rotura por flexión. Se produce cuando una sección


de la roca está sometida a momentos flectores. En
realidad la sección está sometida a unas tensiones
normales variables, rompiéndose por la zona donde
se acumulan las tracciones. Esta situación se
produce, por ejemplo, en los dinteles de las galerías
subterráneas, o en el techo de una cavidad cárstica.

2. Criterios de rotura para macizos rocosos isótropos:

 Criterio de rotura lineal de Mohr – Coulomb:

El criterio de rotura de Mohr-Coulomb, introducido por primera vez por Coulomb en el


año 1773, inicialmente pensado para el estudio en suelos, es un criterio de rotura
lineal. Esto significa, que la ecuación que define la superficie de fluencia es una
ecuación lineal. Aunque el comportamiento de la roca en un ensayo triaxial no
concuerda con un modelo lineal, Mohr-Coulomb se sigue utilizando mucho por su
sencillez y comodidad. Generalmente para el caso del criterio de Mohr-Coulomb, se
define el criterio de rotura en función de la tensión tangencial y la tensión normal en
un plano. En este caso la superficie de fluencia es de la forma τ = f (σ ). La expresión
matemática de dicha ecuación es:
𝜏 = 𝑐 + 𝜎𝑛 tan ∅
donde:
 c es la cohesión, una constante que representa la tensión cortante que puede
ser resistida sin que haya ninguna tensión normal aplicada.
 φ es el ángulo de fricción.
 τ es la tensión tangencial que actúa en el plano de rotura
 𝜎𝑛 es la tensión normal que actúa en el plano de rotura

Se representa el criterio de Mohr-Coulomb en el espacio de tensiones normal y


tangencial. Se puede apreciar que la ecuación de la superficie de rotura es la ecuación
de la recta tangente a todos los círculos de falla.

En este caso, el dominio elástico viene representado por la envolvente de Mohr. Por lo
tanto, haciendo referencia a la que se ha dicho anteriormente (ver apartado 3.1) los
puntos del macizo con estado tensional por debajo de dicha envolvente están en un
estado elástico mientras que los que se sitúan encima se encuentran en rotura. La
zona de estados tensionales inaccesibles para este macizo es aquella que se encuentra
por encima de la envolvente de Mohr.

 Criterio no lineal de Hoek & Brown:

El criterio de rotura de Hoek&Brown su versión original fue introducida en el 1980


(Hoek y Brown, 1980a; Hoek y Brown, 1980b) desde entonces su uso se ha
generalizado en el ámbito de la mecánica de rocas, traspasando los límites para los
que fue propuesto ( cálculo de la estabilidad en taludes y estados tensionales en el
entorno de un túnel, para macizos rocosos duros). Debido a esto, y con el fin de
mejorarlo, el criterio ha sufrido varias modificaciones así como la introducción de
nuevos parámetros para definir el estado del material, y nuevas propuestas para
obtener la caracterización del macizo, la última en 2002 (Hoek et al., 2002).

Se trata de un criterio no lineal, puramente empírico, que permite valorar, de manera


sencilla, la rotura de un medio rocoso mediante la introducción de las principales
características geológicas y geotécnicas.
Se representa las tensiones de rotura para el criterio de rotura de Hoek&Brown. En la
figura se aprecia que la función que define el dominio elástico es no lineal. Tal y como
se ha indicado para el criterio de rotura de Mohr-Coulomb, los estados de tensiones
encima de la curva están en rotura, mientras que los interiores están en el dominio
elástico, y los estados tensionales por encima de la curva son inaccesibles para este
determinado caso.

3. Criterios de rotura para macizos rocosos anisótropos:

La resistencia de un macizo rocoso estratificado, suponiendo que la presencia de alguna


otra familia de discontinuidades no influye en su comportamiento mecánico, puede ser
asimilada a la de la matriz rocosa transversalmente anisótropa. La resistencia del macizo
dependerá de la orientación de los esfuerzos aplicados con respecto a la dirección de los
planos de estratificación, y variará entre un valor mínimo correspondiente a la resistencia
de estos planos y un valor máximo correspondiente a la matriz rocosa. En caso de macizos
rocosos con matriz rocosa blanda y anisótropa, por ejemplo rocas arcillosas o margosas,
las resistencias pueden presentar muy poca diferencia.
 Criterio de Barton y Choubey:

Se trata de un criterio empírico, deducido a partir del análisis del comportamiento de


las discontinuidades en ensayos de laboratorio, que permite estimar la resistencia al
corte en discontinuidades rugosas. Se expresa de la siguiente forma:

En donde:
 τ y 𝜎´𝑛 son los esfuerzos tangencial y normal efectivo sobre el plano de
discontinuidad.
 φ es el ángulo de rozamiento residual.
 JRC es el coeficiente de rugosidad de la discontinuidad (jo mí roughness
coefficient).
 JCS es la resistencia a la compresión de las paredes de la discontinuidad (joint
wall compression strength).
4. Comportamiento de las rocas:

El comportamiento de las rocas puede clasificarse, de una forma general y simplificada, en:

 Frágil, con deformaciones elásticas; típico de rocas duras y resistentes.


 Frágil-dúctil, con deformaciones elásticas y plásticas no recuperables; típico de rocas
blandas poco resistentes.
 Dúctil, con deformaciones plásticas predominantes (permanentes); un ejemplo son las
sales. Las rocas no presentan comportamientos dúctiles puros.

Estos modelos de comportamiento se reflejan en la deformación que sufren las probetas


de matriz rocosa al ser cargadas y en los mecanismos de rotura. Mientras que las rocas
frágiles rompen a favor de planos de rotura netos y, generalmente, de forma instantánea,
los materiales dúctiles lo hacen de forma progresiva y con mayores rangos de
deformación, generándose numerosos planos de fractura.

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