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rol-lO PRIMEID
nal.
-1984
t
2
~..
Quisiera mostrar mi reconocimiento y mi gratitud sincera
en relación con las siguientes personas que han contribuido a la
~
realización de esta investigación que presentamos como Tesis de
Doctorado : ,j
.1
j
~
pertinentemente en cuenta.
IN'l'RODUCCION
10 • 11
Bajo tal horizonte, es, pues, claro que DO hay posibi
lidad de dejar de plant~arse ln interrelaci6n, respetando sie!!!, Desde este punto de vista, se torna indispensable atr~
pre ~l autonomia respectiva, entre las esferas social El hist6 vesar tanto el planteamiento neokantiano del problema hist6r!
rico, en cuanto abren la vis de interprctaci6n de presente y oo-tilos6fico llevado a cabo por Windelband y Rickert -en ta~
del paGado, ser,&n es prescriptivo. Ahora bien, semejante inte to proped6utica a la reflexi6n aocio16gica de Max Weber- como
rrelnci6n en modo alguno deja de hallarse sometida a la tensi6n la significativa orientaci6n cientifico-metódica que, en rol~
do hallar el punto de equilibrio que consolide científicamente oi60 con el mAtodo cr!tico-trascendental kantiano, desarrolla
el propio conoci~iGnto social e hist6rico y, consiguientemente, la Escuela da Marburgo, asl como poniondo de relieve la "cri
se impone aquí afrontar las consecuencias de todo esto, ~on tQ tica de la raz6n histórica a • metodo16gicamente justificada, de
dao las implicllciones cien",;ffica8 que poseo.
Dilt~ey, para a trevAs de un generalizado planteamiento del
para courar conaciencia de si mismo, tanto en el marco del pr,! del conocimiento social e hist6bico ya brevemente reflejada,
sente COIIIO en p.l marco del pasado. aunque. naturalmente, no d,! de modo que, como coosocuencia de todo esto. es doblo exar.linar
Ja de ser ilusorio que con csto se intentase agotar la totali 108 lícitos derechos cientlticos de la propia racionalidad hi~
dad de contenidos que BO abren allí donde se despl"ga el pro t6rica hasta enoontrar cu51es soaD las razoneo que justif:l.can
pio actual' humano, puos la racionalidad histórica en modo el€:!!, la ineludiblo neoesidad de la rellexi6n socio16gica como alte~
no C'uede hacerse cargo, por ejemplo, del problema de la tempo nativa do soluci6n que permita enfrentar In cientificidad del
ralidad sub;jetive. que, como tal, en tanto conocimiento psico12 conocimiento histórico-social, en tanto problema metódo16gico
gico, no dejo de constituir un punto de referencia a integrar que noe facilite la posjbilidad de resolver la cuesti6n ñel
cicntlficamente. En este aspecto es. pues, como ee hace posi punto de equilibrio entre ambas esferas, la social y la hist6
ble inlieir la quiebra que envuelve al pensamiento de Roussoau rica, con la esperanza da que ello, a su vez, arroje luz acer
en la medida en que se vi6 obligado a llenar con el contenido ca del punto de equilibrio que ee preoiso illdae;ar cientl1'iCIl'"
autobiogrAlico el vacío en el que incurrí6 toda posible racio mente entre las esferas juridica y política.
nalidad a desprender de la anlicaci6n alsoluta de los valores
universales ep.enciales que aparentemente oreyó discernir a tr~ x X X X X X X X
VOs del contraste entre "lo natural" ., "lo social".
La articulaci6n de In estructura del trabajo de inveet!
Sin duda alguna, es esta quiebra la que intenta evitar gaoi6n se ha realizado sobre la b~se de respetar la cronoloBia
el propio Kant all! donde plantea la mediaci6n que al respecto de los problemas teóricos, negdn fueron formulados por los co
debe cUJ!Iplir la racionHlidad moral. aunque para ello se vea o rrespondientes autores. Desde esta porspectiva. pucs, la eBtru~
bliGado a trastocar loa supuestos cientlficos que establoci6 tura del trabajo ba quedado dividida en tres partes. diferen
como requisitos d9 todo conocimiento científico. trastocamien ciadas. pero directamente conexionadas entre si, de suerte que,
to que en modo alguno pOdría identificarse, como superficial hasta donde es posible, ea dable hablar de una ltnea de conti
mente sucoderia de hacerlo, Con contradicci6n ninguna. Bajo e~ nuidad. 9ObJ:e todo si se atiEmde especialmente al propio probl,!
te perspectiva, por tanto, el 8n6lisio del pensamiento de kant ma tem&tico, segdn se va desplegando.
con vistas a plantear la le~it;ir.1idad del d~recho científico de Supuesto, por conetpliente. el car6cter tripartito de
la racionalidad moral obli~a a una consiñeración general y e~~ la estructura del trabajo de investigaci6n, es conveniente, e~
tensa dol minmo, de suerte que con ello se haga posible. ento~ tonces. indicar que la primera parte esta dedicada por entero
ces, no sólo enfrentar la problem6tica teórica anterior a 61, a señalar la importanoia metodo16e;ica de la polémica manteni
sino, asimismo. examinar r;en6ticamente las condioiones que Qb da .ntra Descartes, por un lado, y Newton, por el otro. en la
jetivan el pensamiento científico posterior a aquél, en virtud medida en que ambos son loa más conspicuos representantes do
de lo cual sea factible partir de una s6Uda baso que perMita las corrientes que. el' derredor suyo, irian desplee;ándose filo
a1'rontar toda la mencionada cuosti6n anteriorclonte d9~crita cQ s6fica y cienttf'icamente. La c.ep;unda parte esta consagrada po;
mo ~óvil principal de la indicada intenci6n que gula este tra entero al an5li8is del J)onsamiento de Kant, en tanto eje cen
bajo de inveatigaci6n.
tral del propio tr;¡bajo do investiCllci6n, alli donde la 1'ormu
laci6n del tn~todo cr!tico-trllscendento.l resulta decisiva no S2
Fartiendo. por cO!1sif';Uie~lte, de tal análisis del plan
lo para esclarecor el panorama teórico que le precede, sino.
teamiento cient!fico-:net6dico kantiano es cono, jUl',tamento,
asimismo y muy cs,ecialmente, para comprender les razones de
noa hallamos en condicioner; de advertir la Dropia problemática
la orientación específica que, en rclaci6n con el conocimiento
• 14 • 15
social El hist'~rico, se abor1aran metodo16gicamente en la ter cueDcia de esto, conviene ineludiblemente no 8610 indicar en
Cera 7¡arte. Este tercera parte, evidentemente, so dedicar! al que medida incide 18 enfera metodo16gica sobre los plonos cien
examen de lS9 condiciones que, atravesando el historicismo de tIficoa, sino, ssimismo, desarrollando in concreto esta cues
\\ Dilthey :/ la corr'icnte neocritioü3ta o neokantiana en (';ene ti6n signiticar la condicionalidad aquí preSUpUf!fJta. Deude es
ral, daran como resultado 1'il1al la concreta oríentaci6n Boci.Q. ta perspectiva, pues. yo no es posiblo concebir el an(¡}isis 1'!
l6Eico-comprensiva del proDio pensamiento de Max Weber, a ni 1086tico como algo desgajado de todo cont;enido social, OiDO Que
veles f!minentemente metodo16gicos, que clarifique la gama de por el contrario, en la medida en Que aqu6l presupone ~ste -~
expecta.tiv8a cient!t:l.cas con la que haJ' que abordar la :.:'oali 11i donde no puede eludir Que la proyecci6n ele su reflext6n se
dad social e histór:l.ca. 'orienta hacia el dominio te6rico y pr~ctico del objoto de con~
oimiento-, l€ e necesario advertir en las posiCiones racionalis
x X X X X X X X tas ;¡ empiristas su aut6ntico se!'ltido efectivo a niveles cien
Atendiendo, por conSiguiente, a la articulación m00ci~ tí:ficos, en cuanto que semejante diferenciación es de suyo m'a
nada de semejanto estructura del trabajo de investigación, os aparente que real como con~ecuencia de la vrofUndizaci6n que a
nece"orio hacElr alr;unas puntualizaciones en relaci6n Con el este respecto es imprescindible realizar atendiendo, :fundamén
planteamirmto concreto de cada una de las partos, a fín de pe!: talmente. no ya a la mera intencionalidad que se oculta entre
1'ilar introductoriamente el desarrollo interno de cada una, tales posiciones t sino a la irro1'ragable porspectiva cientiti
sot;l'tn se expone en el propio trabajo. A este respecto, convi!, ca que se crea en torno a la propia intelecci6n del objeto de
ne, realizar tal e~posici6n brevemente, para, finalmente, cl~ oonocimiento. Desde este punto de vista, pues, ni el panteismo
fificar el prop6sito y Ion objet'vos del mismo m6s derallada de Spinoza, ni el ocaeionalisno de Malebrnnche, ss! como ni el
mente. panlogismo de Leibniz pueden pretender otro status cientítico
mAs que aquel que razonablemente ee les puede otorear como in
Uesdo esta perspectiva, es indispensable advertir que tentos de soluci6n -J' en tanto tales, ~rorundizando la cohore~
el dessrrollo de la primera parte, llevado a cabo en tree cap! cia '1 eliminando las contrndicciones correspondientes, van ge
tUlos, abarca, según se indic6, la problem~tica del debate on nerando el propio objeto de conocimiento. Del mismo modo ocu
tre Descartes y Newton, de modo que con ello se puedan poner rre en lo que concierne al Cl1pirismo de Locke, al idealismo de
de relieve las consoC~-.::.cias mr,.todo16gicas en torno El llls pos! Berkeley '1 al escepticismo de Hume. Todos, estos plllnteamie'll
oienes f110s~ticas del racionalismo y del empirismo, a tin de tos tilos6ficos no son de SUJ'O más que la ~nica alternativa de
poder extraer de ellas la incidencia concreta gue subsiste a soluci6n p~ra el conocimiento cientítico, or. la medida en que
111 donde es necesario dar cuenta de la fomación de la cien vaD pertilando el propio objeto de conocimiento y, subsecuent~
oia de la r~alidnd pOlítica, en tanto principal problema a re mente, la intelecci6n posible del mismo•
. s olver desde una óptica social concebida en toda su extensi6n
y (\'eneralidad. Evidentemente, discernir ouál sea esto objeto de conoe!
miento -pese a la le~itimidad de tal interrogaci6n- es dar por
En este sentido, por tanto, as claro quo, si 1/1 re1'le resuelto el propio problema que aun se halla en germon, esto
xión racionalista de Descartes no deja do in:fluir en la con1'i es, ea pretender resolver 01 problema c.i.end.fico propiamente
c;uraoión del ven~amiento pOlitico de Hobbes, la re1'loxi6n crí dicho atendiendo a critorios puramente lógicos, bien porque ee
tica de Nalo/ton roaliza El partir de los supuestos cartesianos atirme la eficacia do la l6Gics, bien porque ee la niege, para
tampoco '.10.18 de incidir en In formación del pensamiento pol!t! lo cual, obviamente, no deja de utilizarse la ooherencia 16gica
00 de autores como Locke ,1 ¡:lontesquieu, de suerte que, a cons!,
I
17
conocimionto r!sico, v~lido 11 nivel de principios -en cuanto ello, en tanto desideratwn principal. A este fin, naturalmen
semejante conocimiento desborda el 6mbito puramente formal-, te, nada se opone tampoco a que se extraiga la necesidad de
es claro, entonces, que, partiendo de tales resultados, no hay tal aproximaci6n a partir do realizar un análisis del pasado
duda ninr;una que al11 donde entra en juego la intelecci6n CO!! que juotirique condicionadamente aquella necesidad ~, de esta
ceptual -como único modo que, epistemológicsmente, ea dable guisa, nos vemos inmersos ya 4D la validez cientírica do la
para oapl;Ar la realidad, tr(lscendiendo, por as! decirlo, la racionalidad hist6rica de un modo inexorable, poniendose as!
mero forma-, no es posible dejar de interrogarse acerca del de relieve el teleologiemo determinis~a que subyace oculta
status de veracidad quo hay que otorgarle al"mismo, en cuan mente al propio planteamiento, según lo signirica primordi~
to que la propia cientifici~ad exigo, por si ~isma, algo mAs mente el propio Hegel.
que un mero desorrollo 166ico que, bnturalmente, hay siempre Ahora bien, esta no os la única via ni opci6n que hace
que dar como ¡"ro-supuesto.
posible el desarrollo del pensamiento de Kant, existe tambi6n
Bajo estH perspectiva, si a la base de todo concepto la via p opción que se tundamenta en runci6n de poner de re
debe hallRrse la intuición oorrespondiente -base de todo el lieve la ilegitimidad cient!rica de la racionalidad moral, e4
desarrollo de la lógica trnscendental, totalmente indispons.! to es, no de la mera moral, sino del asiento racional de la
ble para qtlS la cientifici.dad no se pierda en una mera petitio moralidad, según se ooncreta en relaci6n con el plano de "lo
p~cticon. Semejante ilegitimidad cientifica hay que indagar
principii-, ss claro, entonces, que metamorfosear el concepto
on idea solo es autorizable a partir de concebir esta dltima la b&sicamonte de conformidad con el hecho de que la simple
como in-ontologizable ~ en esre sentido, naturalmente, no exi4 intelecci6n como "exterioridad" de la esfer" de libertad que
te otra alternativa que limitar especificamentecl conoeimie!! se articula juridico-polft.icamente s6lo es tal en base a que
to racional a su propio olcarlce trascendentnl. La operaci6n no se advierte, con suficiente nitidez, que la "interioridad"
que Kant lleva a cabo, muy sutilmente, n fin de hacer valer regulada moral-racionalmente no deja de ser una simple oonca
p~ra el conocimiento práctico la validez de la razón, de sue~ tenación conceptu"" ;que, por lo demtis, es preciso fijar cien
te que con ello, a trav6s dol supuesto de eficacia de la raci,2 t1ricamonte remont:ando la aparente contradicción que aquí su,2
~ace alli donde el fundamento antropológico se halla eminent~
nalidad moral, se pu~da encontrar el punto de apo~o necesario
que mediatice la Pl'?rspectiva del conflicto social, analizado mente escindido, es decir, en la medida en que interiormente
se hace factible prodicar la operativi!ad de una cierta raci,2
como ineludible ~)or la obra de Housseau, constituye un probl!.
ma que es indisnensable abordar para observar que cobertura nalidad, mientr6s que er:oriormel1te se pradicfl una cierta -es
imposible decir ebsoluta, por obvias razones- irracionalidad,
es necesario, a su vez, atorear, a niveles científicos, al c,2
en contraste manifiesto, por lo que, como consecuencia, todo
nocimiento jurídico-politico e hist6rico-filos6fico, en cuan
actuar humano aparece, entonces, como susceptible de ambi~ale!!
to que de semejante delimHRci6n va a depender muy estrecha
cia, esto es, en cuanto quo si, interiormente, es posible es
mente el fundamento de ol'iontnci6n del conocimiento social e
tablecer cierta prepoaderancia de la intelecoión sobre la vo..
histórico, pueslo que, si somejante validez de la racionalidad
lici60, sucede, ceeteris paribus, lo contrario desde la exte
moral es dable supoT1orla como tal, nada, entonces, se opone a
rioridad, donde la volición resulta primade en relaci6n oon
que subsista posibilidad -ounque inmc,diatameote no se dé- de
la intelección.
que pueda establecerse un control rac:onal de la activi.ctad s,2
cial de los mimr.broB intr!r;rantes de le comunidad política y, La necesidad, pues, de asumir cient!ficamente semejan
Subsie;uiNltel"}ente, n post:ular la nocesidad do aproximarso a to ambivalencia conotituye un punto de referencia del an&lisis
20 21
como tnl y concluir de todo eato, siquiera (;oa desde una ópti c&r lss condiciones sociales de la realidad presente, las cu~
ca eminentel'le,te metodo16gica, una cierta aproximación a la les, por su l6gica situacional, rebaSaD toda sicplo interpre
problem~tic8 del conocimiento histórico-Social que pennita a tación individual qua al respecto quiera llevarse a cabo. As!
frontar el horizonte de la l'eor1s del .t;l:1tado, tanto en su ve!t pues, la necesidad de profundizar en la .1~terrAlación entre
tiente polItice como 9'1 su vertiente jurídica, COD mayor r;e las esferas jurIdica y polltica constituye un punto de refe
rantla de- protundidad teórica, seg(jn aa, precisamente, la ti. rencia fUndamental que permita aclarar la gama de expectativas
Dalidad de11propio trabajo de investigación, el cual, natura! con la que debe inteligirse toda reflex16n acerca del problema
mente y hay, siquiera sea por guardar la propia coherencia de del ~stado y en este sentido, desde luego, la problem~tica a
las conclusiones del susodicho trabajo do investigaCión, que bierta por la reflexi6n metodo16gica y to6rica que sigue no es
enmarcado en el ámbito de preocupaciones intelectuales de un de suyo sino un intento de eproximaci6n al mencionado ~roblema
r~po de trabnjoy en la medida en que ello es conditio sine con el prop6sito de esclarecerlo en la medida de lo posible.
qua non de todo poaible desarrollo del conocimiento cient1fi_
co -aun con todas las limitaciones que pueda tener el trabajo
aquí presentado que, obviamente, sólo .ompeten a mi persona_
en la actualidad. Desde este punto de vista, puea, es claro
que el objetivo, como finalidad del propio trabajo, queda t~
t
xatlVt menl-9 circunscrito en el eeno de lse razones intenciono!
mente reseñadas, en virtud de los cuales, por tanto, es pertes
ta.:¡:ente posible concluir, pare tinalizar eeta introducci6n,
que la necesidad del anlilisis do las esterAS jurtdic8 y pOI!.
tica solo es dable establecerlo a partir del planteamiento
precedente, en cuanto que 8010 8B! se hace factible no ya to
mar plena conscioncia de la problematicidad del hallazgo del
punto de equilibrio correlativo, sino, asimismo, no perder de
viste, por ningÚn instante la necesidad permanente de profun
dizaci6n que al rospocto es impr(!scindihle realizar, allí do!!
histórico-social.
J'
~~.
I.2.1.b.- Las Bases Criticas del Pensamiento Físico de New 1.3.2. b.- .:Berkeley.4O ••••••••••••••••••••••••••••••••••••• '304
ton '" ..... .. ... ........................
'" '" •••••••• 183
I.3.2.c.- Hume ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• So'?
I.2.1.c.- Conclusión en torno a la Pol&mica Descartes-New 1.3.2. d. - Cbnc~usi6n ••••••••••••••••.••••••••••••••••••••• 3~~
ton •••••••••••••••••••••• ~ •••••••••••••••• '" ••••••1!lcJ
1.2.2.- El Planteamiento de la Objetividad Cbgnoscitiva en New
ton. '" • '" '" '" • '" •••••••••• '" •••••• ~ •••••••••••••••• '" ••••• '" ••• 193
1.2.3.- La Influencia de la Metodolog1a de Newton y la Génesis SEGJNDA PARTE: CRISIS Y REOONSTRJCCION EPIST:EMOLOGICA EN KANT: EL
de la Ciencia Politica en la Epoca de la Ilustración. MEl'OIO TRASCENDENTAL Y ro S OONSErnENCIAS. EL PIDBLE
Leyes empiricas y Leyes politicas••• : ••••••••••••••••••~ MA DE LA CIENCIA EDCIAL ••••••• ., ........................ '336
d.- Postulados del Pensar Empirico en General ••••••••••• 506 Hi1desheim, 1978.
WJ. LOCKE, que corresponde a THE WOIiKS OF J. LOCl\E. SCIENTIA VERLAG
11.3.9.- Noúmeno y Fen6meno •••••••••••••••••••••••••••••••••• 5 d3
AALFN. Germany, 1963·
11.3.10.- Anfibolia de los Conceptos de la Reflexi6n ••••••••• 5QO
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llevistas
PHIE.
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D, que corresponde a mALOoos.
EF, que corresponde a Esrumos FILOOOFlOJS.
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IP, que corresponde a IL POLITIOO.
KS, que corresponde a KAUTS SIUmEN.
KZS, que corresponde a KOLNER ZEITSCHRIFT PUR ffiZIOLOGIE.
QS, que corresponde a QJADERNI m 00 CIOLOGIA.
RCSF, que corresponde a RIVISTA CRITICA m STORIA DELLA FILOOOFIA.
REP, que corresponde a REVISTA DE ESIUmOS POLITIOOS.
RICS, que corresponde a REVISTA INTERNACIONAL DE CI:mCIAS llCIALES.
RIS, que corresponde a REVUE DE L'INSTITUT DE ffiCIOLOGIE.'
RIffiC, que corresponde a REVISTA INTERNACIONAL DE OOCIOLOGIA.
RIFD, que corresponde a RIVISTA INTERNAZIONALE m FILOffiFIA DEL
mRITTO.
RIP, que corresponde a REVUE INTERNATIONALE DE PHILOOOPHIE.
~R'TM,que corresponde a REVUE DE NETAPHYSIQJE ET DE MORALE.
RPh, que corresponde a REVUE PHILOffiPHIQJE.
SD, que corresponde a roCIOLOGIA DEL mRITTO.
SP, que corresponde a STORIA E POLITICA.
SR, que corresponde a roCIAL RESEARCH. HUMERA PAR'rE
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CA1ITUlJO PRItt,LRO
1.1.1.- AI1'l':ECEDETlTI!:S.
y a la Filoaofia.
I
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34 35
I.l.l.o- ¡,l¡CANICA GI,ASICA y I'/.HADIGl1A Ill':L OONOGIHlhNTO.
introducido por J... Csiender, en 01 cual se ponia de relie
ve In distancia qua el reformismo luterano mantenta en r8
1Ja inaerci6n de la rcfloxi6n filos6ti ca oartesiano looi6n con los resultados establecidos por el propio Cop6r
en 01 marco c;:'f::noscitivo aborcado por el r6tulo de MecAni
Dico, 00 concordancia con la vehomente reap'lesta dada por
co cl!.oic8 no 8610 constituye una determinaci6n hist6rica,
el miSMO Lutero, referente al hacho da que la Biblia no po
sioo que, aden6s nos indics bien a las claras la baso fun'"
dta ser rofutada. (2) Lo que nos interesa eXp11citamonte
damaotadora desde la que opera el propio pensamiento gene
~8 comprender cu!les son las consecuencias del paradigma
ral cartesiano y s6lo 8 partir de tal determinaci6n es c6
O~loCidO por Oop&rnico respecto del problema anterior
mo puedo ofrecorse una expliceci6n suficienteoente a61ida
mente'rcsefiado sion;pre an relacilm con el sur8imiento de
da los resultados obt~nido9 por su reflexi6n fi16sofica.
la fil~)sfla cartesiana. T, desde luogo, es necesario de
puesto que 6610 en funci6n de semejante lntegraci6n e8 '>,
terminar 10> oobertura desde la que 01 propio Gop¿rnico es
comprende nítidamente la raz6n por la cual el propio Gar
') tablecer! la tundarnentac1&n de la conaepci6n he1ioc&ntrica
tesiua otorgará a la "res extensa", en tanto repreaenta del Universo, Q di~erencia de los ojos sustentadores del
ci6n filos6fica del conocioiento matomAtico, la posibili geocentrismo coamo16gico aristot61ico-ptol€ m aico, ya que,
dad del conocit:liento exacto y veru. Corno se ver~ poste de esta manera, prima tecie, se podr& obtener la p(;sibili
rionnente, a trov~B del conocimiento matem&tico propiemen. ded de explicar tundadamente lss ratces de validez de le
te dicho 60 haga petent.e el conocimiento fisico- eens6r1al "ratio mathomstice K, si no per se, si, cuando menos, por
, stricto seneu, de conformidad con la posibilidad de dejar exc1usi6n. en b~Be 8. poner en tela de juicio la ~uDdamen
indaterr.Jinnda la carecter!stica "eminencial" inherente a taci6n meramente 'K6ntics" del conocimiento ~!sico, os de
la Idea pura, la estructura l6gica de la matem'tiea posi cir, tratamos de aolarar la relaci6n entre el surgimiento
bilita la identidad del sujoto y del objoto. de le tlsiea cl&sica, ontendido este a partir del Cosmo de
Ante este probloma coc,noseitivo da la "rÚ8 extensa" le r,eomatrizaci6n del espaCio, con la nifinitud que abri6
sa hace imprescindible obeervar lae condiciones ~enera1es Cop&rnico el especio de la subjetividad.
desde las cuales se erico, la oontextura de su reflexi6n El cOlltacto trabado por Cop~rnico durante su estan
filos6fics, problema que, gravita en torno a un hecho cia en Italia -concret&~ente en Bolania donde ostudiar&
roconocid.o como de sine;ular troocendencia por nosotros hoy con lo doctrina pitag6rica-plat6n1ca, entonces en pleno
y que tiene ltll~ar on ~'l transcurso del afio de 1543, cuan
auge y efervescencia como consecuencia del impulso que le
do Rbeticus, el disctpulo roformado de Nico16s Cop&rnico, concedi6 la Academia florent1na, asi como por las invosti
consi~~ quo se imprima la obra de su maestro, postrado
r,aciones del propio Nicolás do Cuaa, cuyo ~ecureo a la
ante el lecho de muerte, la feJllosa DE HEVCIÜ'rIONlflUS funcionalidad matematizante so haee imprescindible para
ORIHU"1 CAET,F.Gi'IUH, por cuyo intermedio se plantean toda
coordinar la unidad de esterae entre 10 divino y lo to16
una serio de call1biOB y transformaciones, cuya im ortancia rico, como nos lo pone de relieve el profesor J. Fueyo,
nos es hoy bien conoci:la, cuyos rosull;sdos, sin embar¡;:;o, I( al decirnos aS!1 "La obra de Cuea puede Ber interpretada
causaron un tremando impacto en la I.)r:OC8, el pesar de las -y do hocho lo ha sido m~s de una vez- en el sentido de
cautelas del propio astrónomo de '¡'hom. quien dedic6 la UDa rncionalizaci6n mntematicista del orden divino y, on
obra al ,rapa rabI') }lI t as! C01~0 respl~cto del l'r~lor;o tal seo!;ido, como un paso decisivo en la trayectoria que
36
37
conduc:e a la imagen del univorso mec&nico. Sin embargo, un terminado en el pleno sentido de la palabra" (4)
ootudio m6e atento muostra que, no obstante el decisivo
papel que rlico16e de Cusa reconoc~ a la regularidad ma'!;e El eje de coordenado,s cognoscitivas do aqu! deri
m!tica, no es ~Dta sino un principio 9spiritual-metat!si_ vable nos indica que la situaci6n en la cual se desenvuel
co, el fundamento de la totalidad objetiva. Esto resulta, ve el propio Cop~rnico no so halla establecida m~e que so
con evidencia, de la idea del ~ombrQ que el CUBano se tor bre la base del rechazo del geocentriemo 8ristot~lico-pto
ja. El hombre, como ser, aparece inscrito en una posioi6n lemaico, supuesto que no se puede encerrar la t~finitud en
onto16gica tan peouliar que aloja en sí, en cierta medida. lo meramente finito, sin que, por el contrario; pueda in
los dos mundos. ( ••• ) ¡' ferirse de esto Que sea posible determinar intinitud posi
I tiva para el universo copernioano, dado qua la certeza
co~ esta antropología, gue bace 2!! hombre !! ele.. cognoscitiva con la que 'ate jugaba y se ationzaba no re
!! ~ 22! Universo ~ r!!!!.2 q.spiritua1. bien que tini sidra m~a que on costrar. por modio dol dosarrollo de las
to, oe integra Nicol~B de Cuae en la poderosa ola espiri funciones tri~onom6trics.s, una suotanois"l roducci6n ..a
tual humnn!stica, con el humaniSIllO en sentido estricto, con menos de la mitad- de las operaciones de~alculo utiliza
aquel desplazamiento del universo too16gico hacia el pro das por 01 eistema cosmo16gico ptolomaico, lo cual, ope
blema del ser humano, de su alma y su destino ••• "e,) rando con el movimiento terrestre propio dol heliocentris
mo, constituía un bloque sistem6tico interpretativo del
Conviene igualmente seftalar que el car&oter psra
movimiento j desarrollo cosmo16gico, ouyo base de sueten
d~gioo del matematismo del Cueano. ee pone de relieve -por
taoi6n, pues, no residía m!s que on el hecho de quo(era
citar un ojeMplo- por medio del hecho de que el "maxlmum"
posible mostr.ar otra hip6tesis, con an!logo caracter va
de 'la circunt"erencia del ctrculo coincide Con una recta
lidatorio. similar a la quo había sostenido la concepci6n
ana16gamente B como sucedo con el "minlmum", no dejo de
8stron6mica peripat6tico-ptolemaion, corno se pone de re
repreGentor una velada contradicci6n con el car6cter per
lieve en estos pasajes del mismo Copórnico que extracta
fectible, cuasi-divino, que se otorga al circulo en la ti
mos do su ohrslde Revolutionibus Orbium Caolestium: fiLos
sica ari6tot~lica, lo que permite ya entrever en n1 pr~io
tiloBOfo8 antiguos... inton'taron demostrar en esta cues
Nico16s de Cuaa que la perspectiva de aprehensi6n de 10
ti6n que la tierra e~taba en el ~edio del mundo. As! alo
divino escapa, en su intogralidad obsoluta y completa, a
gl'ln como causa m6s poderosa la do lo, GZ'avedad y la ligo
la potoncia oor,noscitiva humana. A. Koyr6 8S! lo advierte.
reza. 1'ues lo tierra es el elemento mts pElsado y todas
" ••• Dado que es bien cierto que Nicol&s de CUBa nio(';s lo
las cosas pesadas son conducidas hacia ella, y tionden ha
finitud del mundo y su clausura dentro de los rouroa de lae
cia su 8ut~ntico punto medio. En efecto, siendo la tierra
esferas celesteB. Oon todo. no atirma su positiva intinitud
es.r6rica, haoiA. ella son arrastradas las cosas mós graves
de hochoe, evita ton cuidadosa y continuamonte, como el
por su propia naturaleza, fOrR!sndo &ng".Jlos rectos con su
propio De(lcnrtes, la atribuci6n al universo del coliticati_
superficie, y si no fuoran retenidas en dicho superficie,
vo "infinito" que reserva pero Dios y 0610 para 'l. Bu uni
caerlan ha.cia su centrol puesto que una linea recta, que
verso no ea infinito (infinitum), aino "interminado" (in
cae perpendicular a una Guperficio plana, tangente a la
terminntum), lo cual significa no solo que carece de fron
cafera, pasa por el centro. Foro parece se~üirse que las
teras y no est~ limitado por una c!1pa extorna, sino tambi6n
cosas 80n conducidas al punto medio para quedar inm6viles
que no eatA "terminado" por lo que ataAe a aua consti tu,yen
en el centro. ;~n consecuencia, t.anto m6s d~scanGará todo
tes, es docir que carece expresamente de preclsi6n y de de
terminaci6n eetrictn. !lunca alcanza el "limite", oa inde I
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10 terrestre se disperse 8. causa de una revoluci6n reali (lebe npoyarso el oBpuoio y la estrucl:ura cognoscitiva
zad.a por la eficacia de la naturaleza, que oed. bien lejos poel:or5.or.
de la del arte () de 10 que puede consef;Uirse mediante el
in~enio humano. ( ••• ) As!, plles, es al propio Cop~rnico quion abre la
puerta a una posible interpr9taci6~ matomntizaoto del co
( ••• ) Pero tenemos que confesar que el movimiento noc1.l.lhmto r!sico-aatl'on(¡mico, l:~quidundo ·"or ende com
de 10 que cao y de 10 que se eleva os doble, en comparaci6n pletament'J la difltinci6n aristot61ica encra la eefera
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t'
eorx'obor (8.l'ldo) eu en la idea dfl que 18 cotlst1tuc16n
......&.
otorgable a la "ratio mathematice~.
a una entera comprensi6n puedan llegar los m&s especu
Desde esta perspectiva, oa claro que la posibili lativos in~en10s. Esta Vana presunci6n de entenderlo
dad de establecer un marco "deductivo", similar al que todo no puede t~ner m's principio que el de no haber
opera en 01 marco del pensamiento ti1006tico peripat~ti_ comprendido nunca nada, porque si al~ien hubieoe in
co prcGentn toda una serie de complejidades y problemas tontada ontender perfectamente una aola cosa. y hubie
insoslayables, puesto que el plano metodo16gico con el se gustadO verdaderamente de c6mo esta hecho el sabor.
que S8 trabaja no corresponde a lns estruoturas dé pen conocerla c6mo. de la intinidad de las otras conclu
samiento v'lidas en la AntigUedad y, Bun cuando todavía siones, ningune conprcnde n• (11)
no ha aparecido el DISOOUR3 DE LA MNrHODE cartesiano.
sin embargo la concioncia clentltica advierte la problem'. Evidentemente. los condiciones oerivadas de tal
tica sobre la cual, oviamente, va a erigir Descartes su presupuesto metodo16gico nos indican que el manteni
concepc16n til086t1c8, como teoilmente puede interira. miento de los postulados de la flsica aristot61ica de
de las siguientes palabras que Galileo pone en booa de ben aometerse a una revisi6n profunda y, naturalmente,
Salviati para revelarnos tal problemltic8' w••• Pero, bajo tal punto de vista, la estimaci6n peripat6tica
tuera como fuese la progresi6n de Ariat6telos. o bien del peso de los cuerpos oomo cualidad propia do los mi.
que al razonamiento a priori precediese la experiencia mos que o bien los obliga a descender o bien, debido a
a posteriori. o al contrario, parece claro que el mismo su "ligoreza n, los conserva suspendidos, deviene una
Arist6teles, como otras veces se ha dicho. antepone la. cuesti6n oomplicada a resolver, en tanto en cuanto el
experienoias de 109 sentidos a todos los razonamientos••• " propio Galileo ha establecido que en la caida al vacío,
(10) sin resistencia. los cuerpos deborían moverse con velo
cidad in crescendo. aunque siempro dentro de magnitudds
La necesidad do eliminar toda posible "apeoulatio" tinitas para la misma, por lo que In ruente del movi
en tanto eritorio supremo de conocimiento objetivo im miento debe buscarse esencialmente en el carActer de
plica, naturalmente, la recepoi6n del m'todo proporeio gravedad que irradia a los cuerpos en SUB caidas uni
nado por la tuncionalidad cognoscitiva de la nratio ma torme~ente aoe1eradas, con lo que, obviamente, ee es
thematice", de modo que, dosde el preciso inatante. en tablece lo unidad tísico- c6amica que en Arist6teles
que la certeEa CognOScitiva no se ajuste eXp1ioitamente aparecla explicitada bajo las dos esteras, la sublunar
a las condiciones generales impuestas por 'ata y, en su y la supralunar, tal y como n08 lo subraya el mismo A.
tatua presunci6n. pretenda determinar la totalidad cog Koyr6 en su excelente obra sobre el Gran tísico flo
noscitiva por medio del mero "apeculum n tropezar!. ine rentino, cuando nos dice lo sie;uientea "••• },08 cuer
vitablemonte, con la ininteligibilidad de BUR especifi pos oaen••• 10& cuerpos físicos. claro est!l los· cuer
cas conclusiones. como. por medio del ponderado Sagrado, pos r;eomlttricos no "caen" lo que quiere decir que es
nos advierte el sabio tlorentinos "Temeridad oxtr~a me
ha parecido siempre la de aquellos que quieren hacer de J pont&neamente se ponenen en moViwiento, lo que hace de
la risicn una ciencia especial y la distine;uo de la
la capacidad bumana, medida de cuanto puede y sabe ope ,J geometría 1 los cuerpos son graves ••• Por mtis que la
rar la naturaleza, ya que, bien al contrario, no hay r:ravedad no sen una noci60 clara, matemét1ca, y no de
etecto alguno en la naturaleza, por minimo que 'ste see, sir;ne una cll31idad esencial del cuerpo, la tísica,
ciencia del movi:ni"nto y del re¡;oso. no puede prescio
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dir de ella. ¿C6mo iba B hacerlo? Los cuerpoe de la fI
sioa matem!tica, los cuerpos galileanoa o, para llemar jetividad cognoscitiva no deja de coimplicar, bien por
los por su vordadaro n6mbre, los cuerpos arquimedianos que 0610 se tenga en cuon~s el conocimiento proporcio
no son otra cosa que "cuerpos" geom6trlc08, euolidianos, nl!do por los sentidoe -6nticamento-, bien porque dnica
dotados de 6ravedad. F.n otras palabras, la gravedad ea mente ee advierte el conocimiento aportado por le intra
la dnics propiedad "tlsica" que poeeon ( ••• ) profundidad de la Idea pura en su obsolutez positiva,
qUé la propia base especulativa no se asienta mlle que
La gravedad es una fuente de movimientos ~sta es en la cobertura do alterar situaciones objetivas con
una. proposioi6n r&c11 de admitir. Es sensata. Es inolu vistas a conformar la realidad al desideratum derivado
so, de sentido comdn. Ta~bi'n 9& uDa propo&ici6n de la de los postuladoB tornados como puntos de partida, por
.física adstot~lica. Iero, evidentemente, la tIsien a lo que, en consecuencia, la dnics posibilidad de recon
ristot'lica no puede admitir que sea la &nioal lutrIa ad ducir y reorientar eeta problemática cognoscitiva debe
mitir, al propio tiempo, la unidad de le materia, serta vertebrarse específicamente a trav~s de un permanente
abandonar la dlvisi6n del Cosmos en dos regiones, la ce recurso a la experiencia, teniendo cuidado de adquirir
leste y la sublunar, y reconocer que las mismas ley9a y conciencia de 10& "idola" baconianos, y contando con el
que la misllla tIsica son v&lid8S tanto en la tierra como hecho de la 3usteza y objetividad que, cognoscitivamen
en los ciolos." (12) te, n08 es proporcionado por la "ratio mathernatico", en
cuanto que su car&cter formal nos asegura plenamente la
Do esta manera. se ve di&ranemente que la funcio veracidad cognoscitiva de sí misma, que es lo que le 0
nalidad cocnoscitiva dosempe~ada por la "ratio mathema tor~a a 6sta -8 la matemática por tanto-, un ramgo de
tiee". que en Galileo, como indica ampliornente A. Koyr& primera magnitud en la determinaci6n de toda objetividad
en ells obres, se da a través de 18 aprebensi6n geom'tri cognoscitiva, como el propiO Galileo nos 10 indica al
co-espacial, implica ademAs le necesidad de liquidar y señalarnos lo siguientes ""iuy agudamente oponeis, y pa
Buprimir la dualidad de esferos e6smics& como oonditio ra responder a la objeci6n, hay que recurrir a una dia
sine qua non de la autovalidaci6n de aquella, eato es, tinci6n tiloe6rica, diciendo que el entender so puede
de la propia "ratio mathematioe", le oual, e pesar del tomar de dos modos, os decir, intensive y extensive, y
oBr!ct:or formal que la inhiere. no obstante, debido al que extensiva, esto es, en cuanto a la multitud de loe
exhultante entusiasmo renacentista ante la resurrecci6n inteligibles, que Bon infinitos, el entender humano es
de la doctrina pitac6rico-plat6nioa, conllevaba a la po COll'O nnlo, sunque 6ste entendiese mil proposiciones, por
sibilidad de dar cuenta de los fen6menos naturales Dor que mil, respocto nI infinito es como cero, pero tomando
intermedio de su explIoito recurso, tal oomo el propio el entender intensivo, en ounnto tal t~roino indica in
Galileo noa lo advierte al significarnos)" ••• por .fuerza tonsivamente, ee decir, perfectamente, afirmo que el en
8e ha de confesar qua al intentar tratar de las cuestio.
tendimiento humano puede entender algunas proposicionos
nes naturales sin el conocimiento de la r-eometrla es pre de esto manera, y por tanto, tener do ellas certeza ~b-
tender haoer lo que no puede Ser heOho." (13) Boluta, así son,por ejemplo, las ciencias matelll~ticast
es decir, la aritm6tica y la geometrís, de las cuales el
Con suma tacilidad se puede en~ender a partir de intelecto divino sahe infinitas propocicionos m6a, por
les consideraciones precedentemente señaladas que la que lae sebe todas, pero, de las pocas comprendidas es
perspoctiva de afianzar sobre la mera "spoculatio" la ob igual al divino en cuanto a le. certeza objetiva, puesto
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que llega a conprendar su necesidad. y sobre 'sta, no
parece que pueda existir eer,uridad mayor." (14) tar.to tales como criterios de certeza se revela como una
"ratio deceptrix", por lo que, naturalmente, ni estos,
evidenterr.ente, la consecuencia derivada de tal par se, pueden tomarse como fundamento axial de objeti
planteamiento no puade ser otra que la de advertir, cons vidad cognoscitiva ni tampoco, por otra parte, pueden
cientemente, del encaño que producen los sentidos como determinarse la realidad derivadas de aquell08 em fun
criteriQ de objetividad cogn08citiva. puesto que el des ci6n de articular el pensamiento de conformldadcon
cubrbiento de la8 manchas solarea a trav'a de la proyec los mismos. debido al forzamiento que hay que estable
oi6n visual que faoilita (13) el teloscopio daba, igual oer, dogmAticamente, para validar su objetividad que, en
mente, al traste con la eepeoulaci6n ariatot6lica de la buena l6gica, debería present&raenos espont&neamente a
pureza porfecta que irradiaba a la esfera celeste, por nosotros mismos. En consecuencia, la Gnica posibilidad
lo cual, la posibilidad de discernir y determinar oon ni subyacente pare proseguir por un camino no meramente
tidez Suficiente, plena certeza oognoscitiva no era 8Ua~> "deceptor" no puede ser otra que la de otorgar validez
ceptible de alcanzar m~s que en tanto en c~anto ee toma al conocimiento proporcionadO por la propia "ratio ma
ge como punto de partida el copocimie~to proporcionado thematice" , a la vez que ostrchar taxativamente el cír.
por la propia "ratio mathematice", ya que .610 por su culo en relaci~n oon le certeza que 00& ~a aportada por
intermedio se DOS garantiaa claramente le eomprensi~n de nueatroB sentidos que de esta manera, pues, se convier
los fon6men08 naturale8"Aquella serA el lenguaje en que ten en el iropreacindible marco de rererencia verificado
se nos expresaD latos, como el propio Galileo nos lo in
ra, a saber, el reCurso a lo propiamente empírico. Se
dica en un famoso pasaje de Il Saggiatora de la aiguien
~
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claro que el hombre no es un tema susoeptible de estudio
m~tem'tico. Suo realizaciones no pueden ser sometidas 8 de manerB rolativn~ente compleja, problem!tica, eus
un m'todo cuantitativo, salvo superfioialmente. Su vida ceptiblo de pormonente verificabilidad, 3 no, como S9
esta heche de coloree y sonidos, de plaoeros y dolores, pOdr!a colegir pera la relz originaria explicativa de
de amores ardientes, de ambioiones y conatos. De aqu! oquella. totalide.l absoluta. deterlilineda de una vez
qué el mundo real sea el mundo exterior al ;ombrel el por todas y para siempro, por cu:¡O intermedio ee nos
mundo astrc~6mico y el mundo de los objetos terrestres pone de manifiesto el oambio y tranetormaci6n que se
que estan en reposo unoe, y en movimiento otros. Lo 6ni opera en cuanto que lo importante, pues, aquí no re
00 com6n entra el hombre y este mundo real era su capa side de BUyO ya m'a que en buscar las condiciones me
cidad pare desCUbrirlo. " (17) todo16gicaa desde las cuales sea factible estab1ecor
7 fijar crltertoe de veracidad que, por sl miemos, no
Una vez expuesto lo enterior, el trAnsito hacia pueden sor mls que criterioede verosimilitud.
DISCOURa IlE LA MEl'pODE do Descartes ee revela de mo
1J:;
do claro y manifiesto. La espGciticnoi6n de la per8pec~ Dodo, pues, el rigorismo formal del que hace
tiva de certeza cognoscitiva hey ya Que incardinarla en gala la "ratio methematlce" en eu determinaci6n veri
tunci6n de la validez explíoita totalmente atribuible a tntiva, la posibilidad de conservar el fundamento sus
la "ratio mathematice". tal '3 como surge de las oondi tancial del 'bilemortiemo' ~eripat'tico ee vuelve har
ciones obaurvada8 a lo largo de este apartadO, cuyo ce to problem&tica y complicada y, por tanto, el princi
nit se alcanza er lo tamosa noche del 10 de noviocbre pio de cauealiJad no puede ser comprendido ya, sin m!e
de 1619, en le cual, entueillltlcamente arrebatado, el ambages, como 'logos' de 1apercepci6n, de lo 6ntico,
gran ri16sofo de la Fleche atisba la unidad espeoírica
tal 7 oomo ee fundamenta toda la estructura y armaz6n
y peCUliar de lss leyes naturales y de la "ratio matho
de la Silog{stiea, SiDO que debe sor valido como -fac
matice", dendo, por conSiguiente, fundamento explicati
tum', como "oonditio sinq qua non" del conocer y, por
vo a la pOSibilidad de la "Mathesia unlvers81ia" pita
ende, desde el propio Bujeto cognoscente como construc
g6rica stricto seneu. tor de la posible totalidad objetiva, co~o inteligibi
lidad lIubjetiva, no COlIJO l:IerO opel.'ario intelectivo, lo
Oon ello, evidentemente, ee penetra en el umbral cuel os precisamente lo que aClarar', desde una 6ptioa
del mundo moderno, en ouanto que la objetividad cognos rilos6rica, por primera voz, el propio Descartes, como
citiva hay que inatelarla precisamente Sobre el riguro vemos a tener oCA8i~n de comprender, // pero no sin
so tOrIDailsl:Io propio de la "ratio Mathematice", dejando, antes indicar Bn'logarnente de modo somoro la perapeo~1-
en conseouenoia, al plano sonsorial una esfera cognosoi va da t.l.'anarormeci6n que se produce en el marco socio
tiva singularmente seoundaria. Oomo hemos visto, por lo polttieo que es lo que va e ocuparnos seguidamente.//
que, desde luogo, la posibilidnd de determinar y de es
tableoer la totalidad abSoluta oomo finalidad de la ob
jetiVidad cognosoitiva DO se revele mA$ que como un do
aideretum que, sin embargo, debo, coherentemente, con
cebirse oomo tal, aceptando, lnavitablement., como obli
gada inferencia de lo expuesto, la tundmnentaci6n cnusal
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~n cste sentido, conviene resaltar, oon la aayor donde la modernidad tan 8010 comienza a echar SUB raioea
nitidez, que ~l modelo insorito en la propia contormaci~n de la8 cuales, BU retlexi6n, la dal propio Descartes, va
enuRal d~ lo mecAnica e188iea, a partir de 8Us ortticae a ~ctuar como banaen fructltoro.
radicnles al ontologismo aristot6lioo fundamentalmente, Es, pues, as! dnicemente como resulta coherento
nos algnitio8 7 a , de manera taxativa, ls imposibilidad de la propia r~rlexi6n filos6rica cartesiana, en la medida
postular una ostruoturaoi6n de aquello, o aea, de la 00 ~~ que n todas lueoa va a ser la reflexi6n que se haGa
nexi6r. ceueal, td.guiendo le. unidad 7, por ende la id.cU cargo de equGlls frangibilidad inhercmte a la unidad-i
dad subyacente. entre la torma 1 la materia, al modo co dentidad subyacente al ontolo~ismo. frangibilidad qua ee
1110 er';) !)resorlptivo.
llIanitiosta &un "'e moüo Jomplejo, pc"r imposibilidad de
reducir la estructura 16Gica a ou condici6n actual, ea
La poeibHidftd de conservar tal unidad-identidad
dGoir, a la oondi~i6n marginal de que BU ericacia es no
no dejaba. obviamente, de plantear agudae cuestiones que,
oesaria. ~:;nque no suficiente COL'llOscitivamente, por lo
como homos E~l'ialado, on modo alguno podtan ser soelayadas,
requiriéndose inevitablemúllte procooer 8 8U estricta que • como consecuencia, obligtlr~ tO:Jabla a operar COD
crmcomltancias que BtJ podran dirimir tllia adelante. Por
comprobnci6n a .fin de diluoidar au espec!tioa e irrecusa
ahora nos conformamos con eib~iticer su relerancia, en
ble validez. la cual como oontrapomtida torn&bsse cada
cuanto que ello nos adll'lorte, ... eu vez, do laG dll'icul
ve~ rn~8 labil y lrangible a con~ecuenc1a de los supuestos
indicadoa. ~ad~s implícitas en la antedicha rofloxi6n filos6tica
elol mismo Descarten. en tanto nos pone de rolieve que
tal esfera 16gica, como preecripci6n do la superioridad
Desde eete punto de Vista, pues, la necesidad de
fo:t'lllsl que inhiere al morco de la matem:,tic8, de la. que
arr!ntnr la recu88ci6n a la que la do~t~ina aristot61iea
el propio Descarten es un ilustre prAcureor al slgebrai
velsso sometida, obligaba, como contrapunto, a advertir
zar el instrumental goom6trlco oon el que hosta en1:ono08
la imposibilidad de sostener tal unidad-identidad y 8
se operaoa. no puede mantenerse. en tanto astera 16gica
problematizar ~sta hasta 8U propia raiz. tal como S9 8i&
nirica, ecaeo con mayor Vigor y fuerza, on la rotlexi6n pura, a excepoi6n da dejar infundada lo propia cont.lguYf:"\'\jI;I.f'L.7il~;.,
raci6n de la "ratio mathematice". en el sentido de que $:J~ : '1.\'
.. l;ro este "moi-mnmo" temati:l.l:do como Ob¡jof;o de invosti_ poder provocar o evitar a voluntad deter..:linados e!'cctos
gac16n, 00 pundo en '::eaeartQtt Ber 01 "yo" Yacio, Puro IIUs c t con otro.• pa130rast pllrL poder domilH'r. lo mls posi
tonto de la conciencia.. for eo¡:aie,uieu"te, aeta "moi-mllm6" ble t la naturaleza. Si el comp()rt:runiento intelectual de
tieno quo prGE;Olltar un Ot;PG90r detorminado pa:::a evit{U,
109 ho,':¡'bres de la EdSld Hedia estaba 6IJoncialmante 6rien
.rirmaci6n de qUé en esa Conciencia BO ha constituido una !'ro.munmmnD t cau¡¡¡as qua han de estaulecoroe mediante la
visi6n d()1'omad& de lo. realidad. :;',a cla.ro que csta dei'or obcorvQc16n 6ensible, onvez de intarro~arse sobre la
mQci6n tiene lugar oxclusivamonte por intermedio del lún finalidad ult:J:'llterreU6 que se pretandin conocer indagan
guaje que da eontonido 8 le. eEltrlletura .fol'lllal del "lIIoi c!o on la tradición. As:! pues la convioción de que existe
lIléme" .... O) ei.erta uniformidad en el curso de la nat,traleza. ( •• ,)
La ,)t)sibilidfld do unas leyes de 1"l naturaleza, y, por
I
l I
----1
56
con8iGUiente, la del dominio de 'sta. aperece en le nue damiento consigo misma.
ve ciencia del Renacimiento en dependencia 16g108 de le
preeupoBl.c:f.6n c'o que el acontecer naturnl est& sUJoto a Es i.nJiecutible 9 ecte rcs¡Jccto que le. funci6n
Une 1'(>(;ul.o¡rldod. " (l¡.)
dp.ll~mpei'iadtl. por le reflexi6n !Uos6fica carteoiena cons
tituyo un Elje gravitativo de :t.mposíblo eosla,yamiento
Pe~~e Gete punto do vista no hay duda alguna al en cuanto que In capaoidad Que le es diapoo1ble pera
respecto de que el arrastrar la cueol;16n on torno a le penetrar tales cuostiones eontredictories y sign:l.!icar
ceu~-!!U(iad pro;lampl'lte (,:lcha Con lleva toda una serie de la encrueijade dI'> Jo; f.POCB hist6riolil rEpreSel1t9 B~ ma
im,'UcI"CJl'noB y Concorni.taneit'ls de lnd11dable e.fflctividad m~r:lto '1 &u relevenoia m!s decisiva, Como m&a adelante
m&ximp pi se advigrte Como es prescriptivo el marco de p()d~" ad.vert irsecon mayor eupindla e. medida que n08 8
"Gel'Jt?rt>lided sobrl! el Q\l& tione Que 9flenlilree realiter dt'ntremOl' en E'!pta problom6ti.ca eor,noecitiva que lo envuel
t(1<i~ Il~ive!'~!\.l:i.d.l'.d ::::tl"ieto llenan. F.sto fln 3u et8lllent"" 10 ve.
Q.Ue 0ncnra J~ ratlex16n 11108(,/108 Cartesiana, haciendo
e. ou Vr-z frr ",,~e a la problomtitiell .ec~Ptica mencionada.
}~"'J() eamejl'.r¡r':) perapeotiva. pues. pe Q181'~ que la oon....
t.ruec56D del peosl'lIlliento Cer1:<30iE'0 d9E!envu&lve en el 8a
no d(' tal snc!'Ucijada. qua t"s lo gue le he valido su grano.
dozn • -1'lIálogflrnonte a su capacidlld para detectar tales
Contrad:l.cifmes.
nifioa nitido?" el planteamiento te~rico inicial, al liesta, como tambi6n nos lo pone de relieve el propio
pro!'~aor J. Fueyo en un pasaje enteraruento diAtano al
significarnos. "avioena deearrolla UDa epiatemolog!a,
60
61
tiec (3), a pesar de 108 regresivop intentos cealjzodo8 relRc."itn con 108 postu1a·jos llIetodo16gio08 oriente.dCJres
p!>r "loo lllllbieioSS1S bulas ponti:tieiae do Bonitacio VIIZ de la 8in~lJl8r trana!crmaoión O}lHI'ada por la r,zcepción
-le. "Unrun Sanotam" ente todo- proclsman(do) 8U ir.~perio de 109 dualismos arietot$lJcos , por el inicio de la
universal", couo bien n08 testifica el profesor c. ~o7a eonGt~cci6n te6ri~ft de loe par~digmas de la risica CIa
(l~h no se sostiene por sí mismo, neturalmente, 8ino 8':l Bica. loa 11~port9.nte retleA:i6n de Dante Alil511ieri sobre
:tunci6n d.1'J unll b6squeda Juatil"icativa reSl)()oto de la he el problema polltico puede eel:I7ÍI.'!lOS de mue.tra y guta
rencia del pasado que, no obstallte, rt'l8ulta ser SUDlmaen...
de lo que venimo& diciendo.
te t'd,~il y endeble debido a la receptividad eecoUstica
del ponsamionto filoebfico aristot'lioo, de oonformidad l,a bllsG rllctora del panser,¡iento dantosco S9 halle.
(!t'.1 el desdoblumiento radioal de la inicial configura 8ub8U111ida en el eje de coordenadas y indicado, de modo
016" jer&rquica del pOder Mudamente concebido, como n08 quo toda po.cibilid:'1d ('\() abordar en profundidad I'll Dismo
lo indica el profesor W. Vll_ann, 01 advertirnos aal. no puade tenor luga~ sino en función de la advertoncia
"Baste deciL' que, debido n la llUeva interpI.·staoi6t1 de A_ de 108 antedichos oamb~os, oomo con toda justeza lo cons
riet6teles, la atenci6n vino a oentrarse en un punto de tata el profesor J. Fueyo, el decirnos as!, "Dante-en
vista dualinta, puosto que ahora pereeta existir UD or quien se perCibe ya la huella averroistf'.- ,,·arte de lB.
ganismo natural, el Estado, ",unto a uno sobrenatural. premisa de Q'lle ninguna potencia o faoultad en la que par
la IslesiR tun~nda por Oristo. Ambo. no estaD separado. ticipan verlos Sflres do espacier; d1:terentef:l, en ¡;radoa
ni divididos en el pensamiern;o tomista, poro cODat1tu diverso"', puede alcanzar la perrecci~1) suprema en uno de
jon esferas diEerentes cada una regida por BUe propias ellos. fueeto Q,ltE:l Ir P9r1'9cci6n r:u.!,'ret'a de un ser cons
leyes. rn e!'ecto, cada vez se vela m!e a la Iglesia 00 tituye su especie, oaurrirt~ en tul caco que una esencia
mo el cOfeU! !lsticU!, .~ tanto que el Estado natural estar{1l aonstituida por la participllc16n de varies espe
oomplemento de ella era el gOERUj 291itlcUG !! moral•• cies, 10 qua por derinioi·~n 81l! imposible. r,t~ perfeccióo
ilderJAe, Oon el !tomo Como punto de reEerencia, ee abrie_ suprema dEll hombro ...siBue diciendo.... 00 RS existir pura '3
ron nUeva u porspectivas hosta entonces desoonocidas. simplemente, ni siquiera or/j~'!'llca ni ;'iol~r.icSl1lente. Es-
(~n
tus totmas de porread6n les comparten ptI'OS sores con "'\
el h~~bre. 1,8 plenitud ontológioa del hombre consi~to
Esbozada semejante panorAm1ca balo Cl~a 'gida
pare Dante (tn reeo@'eI' las .fOrnl9.S inteligi'¡'19s de los de-
discurre el sendero do objetividad cognosoitiva en lA
m6.s oeres en un intelecto posible, perfoeci6n Justam9n
BRJI! .Edad l'iedia, se hao e absolutamente indispensablo ad
te e~<1\lclal por cuanto no conviene n ningún otro ser, ni
vertir que la diatil'.1ci6n de esferas, aun Cllando Jer6r
por enoima ni por debajo de la eopecio hUDlana. Sim embar";
Quioamenta subsistente en la retlexi6n nqulnatenee. im
go, esta potenoia intelectiva no puede ~er actualizada
plicaba '30. la evidencia de la :..mposibilidad de su ",erar
ni por el individuo aislado nI por los GrUpos 80cialoD
quizaci6n de modo que tuera imprescindible replantoareo de ri.n~)s limitados, y siendo esto asl, es de necesidad
la CUé8tiiSn scerca del tundamento "pel;rinolc'Sgioo", su.. en "1 E~ner('j hurr,anc, 11 fin de quo,l!IodiantEl ella, pueda
primiendo concomitaotemente toda validez para le acepta reali?8.I'E:(9 on toda su plenit;u1 la pot.~ncia intclE'ctual
ei6n de la legaci(.r, de Constantino, lo cuel, obViamente, do la hu:w.nidad." (6)
no pOdio rdelizarse aino de con~ormidad con 108 cambios
de racionalidad que aqut homos epuntado brevemente en Ee indudable que el recul'SO a la "auetorieas" no
1"1.
62
63
puede entonces ser men~enido ya nor m!B tiem~o e~ le ma
dida en que prcciaam~"te por 1'11 caractel.' ageflte anejo a que eat! de ElCUElrdo con la voluntad d:ivi.na es, por esto
toda intoltgeci~l', aqu"llla, COMt) tal anetoritae, para 0 mismo, derecho. Por lo cual investicar ei un hecho se a
torga"!(, validéz "ropis!ag'lte d:l.eha, reqlJ.lere de Que tRl ;lusta El dsr::lcho eQuivale, con otr9s palabras, a investi
inttlligil1Jli·:t:'Jl l'I()l:l!;al, e,::to ee, sea aeente, do contar gar si tnl llocho ee con!'o~:me con 1", voluntad de Dios. Ha
T.lidad con la claridad que lt'; 'Jebe eer Inherente, ID cUfll do ad::lit1rsel, pnr tanto, qUé lo q\l0 D:I.t)f; quiere en la
er: wodc ru.cnno es ldflntJtlcable -silVJiendo el "iPS8 di llociodad do lOf. bomb;:'3f1 doba Ii!C.'~lt(Ca., oomo verdadero :l
xit"_ COI} ninguna realidad quo no ee pueda constatar. lG¡;1tir:o dm.'BC:,O." (a)
qu.e es, COitO contrapunto. lo 'que 110VII al propio Dente a
EBt~ pasaje ea completamente revelador de la 0
!·Cchat..;¡r por ileg~t1l4a le. legac16n da Const8.l1tino al pa....
rientaci6n que va ~dquiriendo el pensamiento filcsófioo
pOdo, por la cuaJ '~ta $0 atrib~e el poder eeleei¿stico
poHtioo dllrsnt~ 18 Baja Edad dedia en su caraoter1t:aoi6n
Ci)!l'JO madi!'iui,sn cr;' stlana derivada del "Creator mundi", a
del marco de desenvolvimiento y d\:lsarrc!lo de la convi
In voz que lo orienta eo torno a pergeñar una contigll1.'a:
vencia humana, dn la convivencia 8001&1, por cuanto pBr~
0160 Jur!dico-po~ttioa Que recoga lB tradioi6n r~an8
ln daci6n erootiva de &p.te se hace indispensable e8tabl~
stricto seneu, sin esoonderla tr~. 1ae ficoiones prop1~.
cel' un marco de relaoiones .1urt.dica8 '1'le normativicen
Con 185 que se legitimaba aqu~l, o 8$8. el poder ecle
.Ustico r.ropiamento dicho. (7) lar. propios rolaclones hu;nonas, de lIIodo que ~staB caigan
e"{plt~itlll:1ent<! e" 01 $ono riEl csta flnfel.'!3 como conditio
Pe esta. mafl".ra, la 9Gtructur~cj6n de la conviven_ si'10 que l:'on de o.quF.llll eonviwmciD. social, dejando para
eh. social l:1umane " vida poI i ti. ca no e~ !!lIgo que PU9da "1 pleno Atico ur"l 1'uncional1d.sd marginal en lo que re8
~er 6s!:oblecido de fOrllle te16rica por mflra delegeci6n poeta al 0601eo e~oncia1 de G¿ta eue~ti~n pa1!tioll. se
div~n8. c~<no quo Heme 'ii.ie ser tell1rj,cHilYIf'IfIt8 determina_ 1'ttcHite, !ls! la q'lip.bra de la estructura r(¡rrea del po
da por relact6n a si misma. YI'!. que la i(lentUioaoi6n de der aclesi~Bti.co, cuyo bf1.911l'llento prlat:l.nl) hay que inoSJ:'loo
le. naturaleza social del homb~ nI;) .,uede da,jar de dil!lcU<io dinar10 ':i arrai~f'<rl0 tUTldamemtlllmento en la unidad 6ti
rriI' Pttlllelamente a la. "vo1untal' del n. de modo que 01 co-jur!dtoe, derh'ada de l~ intro;rccd6n 9ubjetiva de la
Mon~C8 eomo tal vien9 a representar la posibilidad de
div:i.nidad. do poder artioular, de ttlat'llllrl! alguna, la 1n
enga1:C9 antr9 l!l!l1bos pl"nos en eu unidad Ru~r9m8 terre
teligibilidad de la divi,nidad O!l t@mto e11 cuanto "prin_
allllente concebida. Cemo ftl ml8.':.o llante noo lo indioa.
cipium !lgena" del uni.verso.
"Dr lurto 89 infi$re que, Riendo el der'8d<~, un bien. e
./
í
64
71
79 Evidentemente, la eonsecuci6n de semejante obje
portavoz. DI:' est;,~ modo, la nuda refloxi6n mequieveliana tivo no puede tener lugar m~e que 8 trav~8 do la secu- ;~
ncerca riel c>odel' polit ico nos perr¡¡j.te colocarnos fron 1ari2laoi6n do la orgonizad6n de la convivencia 80c1.o
talmente antn 11\ rC'slidert pror,ia del orir:en dal EotEldo, politicS. como hemos visto, por ouanto s610 ae! es da
como comunidpd polItica. intentando tecnificar, en 1(1 ble conceder la marr.;innlidad 'tica que debe acompañar
medida de lo pos:i.blo, 101'3 actos y acciones de absoluta n todo ao'lisis del Facturo politieo propi~ente cooei
necesidad pn.re consal'var legítimamente el poder politi derado. tal Y como oomienza a revela~se desde ~l mismo
co obtenido, leeitini~~d que se autrfundamenta en y por Dante basta adquirir verdadera expreei6n en la "raz6n
si misma en el ~xito de la acci6n, oomo hernol indicado, de Eetado" maquiaveliena, por cuyo intermedio, debido
por donde se nos revela bien a lns clarae le. "ratio oau al mero asent~iento nudo de las relaciones de dom1n1a
ene" que vivifica al pro:do ponsamiento maquiaveliano. ci60 strioto seneu como n601eo central, baya la poáibi
Es, pues, justamente, de conformidad con eetas que ~aya de hacarse de áquellas susodichas relaciones
pro-condiciones del an!lieis del Factum polf.Uco dadas de dominaci6n. para poder conseguir sU posterior orien
u
en la ohra de l-laquiavolo como se abre la perspectiva de
so~tenimi()oto ( f la convivencia social regida de su pro las condiciones estoblecid~. por medio de laari~eei6n
pia temporalidad sinr,ulnr, 0'1 cuanto que la dieposici6n del poder espiritual~Clesi'stieo, tal como venian da
de dominaci6n otor~able al propio monarca permite entre das en tunci6n de la inseripci6n 'tica en el plano de la
ver ya clarBmente la necosidad de "gobernar" como expre dominaci6n. aun cuando, prima tacie, parec!an dejar en
8i6n s6lida de la confirmaci6n de GU poder político. de trever una espeoie de morali~aci6n de las aut~nticas re
modo qlle. preSUDuosta la obediencia ciudadana, se deter laciones de dominaci'n, nO por ello obten!an tal resul
mine la seguridad de los propios ciudadanos de acuerdo tado, puesto que 10 que, verdaderemente, realizaban no
con la normativa jur1dica rectora de toda seguridad pd era mle que el ocultemiento 1 vel~iento de las propias
blics, como clHramente nos lo Indica el prOfesor J. Fue relaciones dv dominaci6n, facilitando a 'stas unas esfe
yo, al decirnos 8s1. "'l'oda la estructura conceptual eo ras de expaosi 6n abeolut~ent9 enormes, como se pone de
bre la que 91 ¡<atado moderno trota de comprenderse a el relieve por medio del1aa relaciones de dominaci6n Que
mis!'lo est! dominada por el principio de seguridad. La i implicaban los juramentos de !'id.olidad del vasallaje
dea Jel contrato 80o.i8l.1 tanto como la del l';otndo como (vincul juris. como nos lo indica el profesor W. Ull
um
communitas )lerfecta, dan por el' pueRto que 1'.1610 en la OI.' mann (18) ) extendidas a lo largo 1 ancho de la estruc
denaci6n política es pbsib1e la vida del hombre en su tura social feudal, cuya c6epide se hal~aba en el jura
plenitud existencial. ( ••• ) mento de fidelidad que debian Bostener los monarcas ree
pecto de la Iglesia como portavoZ del designio divino
Al cabo de este procoso, en el que paralelamente por el cual aquellOS eran propi~ente monarcas, ya que
se ha operado una estrueturaci6n t~cnica del poder y una "extra ecclesinm nu11e aaluS", por cuyo modio se espre
integraci6n idoo16gica del mismo, el Estado desde el si saba apag6gio.amente la mediaoi6n del poder oelesi6tico,
g10 XVI, ost& en condiciones de servir de plataforma de
como 6ltimo detentador de la decisi6n suprema.
seguridad al dospliegue de la raz6n social moderna, esto
es, al avance y desarrollo sistemfltico de la sociedad en
todas sus estructuras parcialos de ro18ci6n objetiva. !la
conseguido la seguridad pftblicc. (17)
73
72 De esta manora. pa.rtiendo del hecho de que la es
tructut'aci6n organizativa del 'reino terrenal' no podio
As!, pues, si de 10 que se trataba era do obto realizaroe de suyo sino en tunci6n de la toma del podar
n&r el m!ximo de se~lridad, ~3te, desdo luego. no po pol!ti<,:) por pnrt9 del representante secular, como mo
dia cor 3er;u:írse sino por medio del recurso del asenta narca. cuya ratz explicativa hay que buscar en el libro
miento explícito del podor del monarca, como aut~ntieo II de la I'!onarchia d.e Dante y cuya exposici6n m!s diMa
ndeleo de irrs.diaci6n de la normativa jud.dica. como na se proyecta en I l Principe de Mac:'l1avelo, es obvio
expresi6n clara de aquellas condiciones que deb!an ser que, una vez afianzado tal poder politico, ~Bte como me
respetadas por enoima de todo para qu~ tal poder no se ro dominio regio debe tender hacia el gobiorno por mera
viniero abajo y decayera, de modo que las consciencias opooioi6n interna consigo misma, ya que su independencia
d.9 los sdb<titos Cueran libres de toda atadura creencial proyecta tembi&n .obre SUB subditoo la dutonomta de los
mero~enta determinada por sI mismos, eu~ es el objetivo mismos, de modo qué la& reglas de mutuo respe~o queden
que cumplen, a pessr de todo, la retorma lutertma, abrien ~ur{dicsmente consignadas oxpressis verbis, lo oual es
do asl la perspectiva de tránsito para la seculariz8ci~n preCisamente lo quft modifica, eticis'ndo10, el uso del
dol poder eclesi~stico desde BU propio tondo interior, propio poder politico, poniendo en tela de juioio el rac·
tal como nos l~ señala el propio E. Troolatch, cuando n~s tiblo arbitrarismo que del mismo poder pueda hacer el de
dice as!: "l,a cultura moderna, si considoramos SU cone tentador suscrito (np(SOtia regie vs. negot:l.a regni. oomo
xi6n m&o inmediata, t1a surr;ido de la gran 6"oca da la indica el protesor Ul1mnnn (20) ).
cultura eclesiAstice que rep.osaba en la cr90neia en una
revolaci6n divina absoluta y directlry en la organizo.ci6n Ba30 esta perspectiva general, pues, lo primordial
de OGta r~valaci6n en ~l inetituto de 9s1vaci6n y da edu no 8a otra COBa que el afianzamiento y asentamiento del
e~ci6n que era la Jglosia. ( ... ) Con esta cootrontaci6n poder po1itico como conditio sine qlla non de la conviven.
se aclara la naturaleza de la cultllra l:loderna. Significa, cia social humana, lo eual implioa por parte del sujeto
en ~enoral, la lucho. contra la cultura eclesiástica y 8U una actividad en aras a obtener el tin y prop6sito y no
sustituci6r por idoas culturales aut6nomemente encendra ya una mera concesi6n gratie dei como el instituto hiero
das, cuyo validez es conQocueneia do su fuerza persuAsi crAtico de la Iglesia lo habia concebido hasta entonces.
va, de p.u inrnanento :y directa capacidad de impresionar. 1,0 que icporta exp1icitamente ~s la afirmaci6n de aque
F\1ndeae ccxc se funde, todo le d.omina la autonomia tren lla ectividad de dominaci6n haata llegar a objetivares
te 9. la outori.ded eclesiastice, frente a los normas di como tal por medio de )~ expresa detentaci6n del poder
vinas directas y puremdnte exteriores. Cuando se esta politico normativizador, ,a quo, obviamente, el propio
blece, por prinoipio nuevos autorid.ados o so lss obede Maquiavelo plantea la posibilidad de poder, mediante la
ce do hecho, BU lep;itill'idf.ld se funda l!Iier~.pre en una con variante ampliamente conocida como maquiav61ica, segOn
vicci~n puramente out~nom8 y racional, y en los COBOS en
señRla L. Gautier-Vignal (21), como la actividad impres
que persieten tocnvla 19.8 viejas concepciones relip;ioses cindible para conservar los dominios como oondici6n de
su v~rdad y su fuerza vinculntoria 80 fundan on primor gobierno, cuyo prueba m6s evidonte es la exigencia plan
lUGar. por lo menos entre 108 protestcntes, en la dlti tea~a por el tlorentino respecto de obtener un eJ6rcito
ma eonviccit~n personal y no en la. autoridad d.ominante propio, naoiono.l Y no eotar Bujeto a los vaivenes del
como tal. " (19) mercenerisco. tan ambigUo politica como militarmente. Le
condición de gObierno, por tanto, implica aquella suso
dlcha avtivld~ld que debe incardinarse en el exproso o positiviemo de t-1aquia.velo se restringe volun1:ariamente
peral' 1'01 í ti ca, estrictamonte!:lo!~oti:-!lI a la roai ti vi.rt(lq al dominio del ~stado. excluyendo de ~l todo lo que,
irr!Jdiada en lo. mera con"!ocllcHin del pron6sito, de mo de cerca o de lejos, no se refiera al arte de obtner 108
do que voluntad o intelecci6n no se hallen Sep!lrodas, servicios y obediencia de los hombres. " (22)
sino unidO"', aunque su uni<iad telfiriOa RSa 8610 posi
Vemos, que el secreto de la cueeti6n metodo16gica
ble bajo la perspectiva ñs lo problemático y no como la
no radica de suyo m&s qUe en el hecho de transtormaci6n
unidad 8urra-tel'~ricE\ ullidad abeolutomonto trl:>seenden
del prinoipio de causalid&d, el cual. una vez perdido
te, la cual, en !~allera alguna, requiere de otro !unde
todo fUlaro arquimidadl, realidad y Qexo de unidad, debe
mento que IW GlW. el especI.ricemente dorivedo de si mis
colocarse frontalmente ante sI mismo y derivar de esta
ma, a di!4!reno1f\ de lo unidad teldrica, '::11.)'a problel!!ati
.froDtalldad su especifica condioionalidad constructiva,
cidud necesita no e610 de su 6ctivaci6n y comp~ob8ci6n
de modo que 8610 en tUDci6n de lo r&cticc se hago paten
fticUcf'., sino, ademAs, de un remomorar y revivir su actw\
te la conciencia de la Idea que le subyace que, a su vez,
ci6n pret(.r:ita con vistas a Ddquirir conciencia de su
no se constituye como tal mle que a p~rt1r de la intra
pro!, i.a traos.forl!" '1i6n actual, de modo ';:!le "qu! ,,]. eetu
actividad que la inbiere en tanto reterencialidad f~cti
di::! de le .facticidad hist6ricIl se torna en imprescindi_
ca, 10 que, verdaderamente, no presenta l'laquiavelo aein
ble condici6n de garnntla p~ra el otorgsmi~nto d9 va1!
totlzando .&s que como faoticidad t6cnico-metodologica.
df'E 8. la propia actividad, como despliogue racional, tren 6610 as!. aceptando la cruda tecnicida.d la metodolos!a
te nI objeto cognoscible.
expuesta, es como se puede acoeder a la 'oonciencia meto
t.o hay duda alguna de que toda pO.!libilidad de cou dolog!ea' acerca de 18 cu&ati6n cognoscitiva aqu! trata
ceuer pIolla validez liI la actividad poHtica 8e conviert~ da. Tal trnasterenoia de la olave del principio de causa
en conditio siDe qua non de oonocimiento, por lo que la lidad, -'a no asentado ni en la Duda cobertura de la mera
causalidad mibma no so ouede eXplicar mAs que en fdnci6n dominaoi6n ni en la r~ra revelaoi6n del facturo, implica,
de sí misma, en tanto desarrollo y despliegue, como ela por ende, una prob1ematioidad en la detorminnci6n del
bOl'sci6n tz:snsformacional, da correspondencia con la pro punto de intersecei6n que, por lo que se :['(~tiere al pla
blema:ticidad subyacoilte a la unidad terrenal y no de mo no politico, noa subsume en la compleja red de delimi
do que so de';e!'mine por modio df' intervenciones 9specie. taci6n problem&tica entre la legitimidad y la legalidad,
les de conoesi6n gratia dei o de validaciones absoluta cuya articulaci6n serA preciso abordar con vistas a bus
mente incOLupI'obables, tal Co,no el mll'lmo A. Renaudet nOl! car el citado punto de interseoci6n en funci6n del cual
lo seríals III describir el t;r'nsito metodo16gico impuesto pueia observarse oon nitidez la ~oximizBci6n de los ob
por la obra IlIsquiave1illna de la siguiente formal "Haquia_ jetivos subyacentes, en tanto .}1l0 objetivos que tienen
velo no intenta ya resolver, como los fil6sofos antiguos que ver no s610 con la mera conaervaci6n del poder y sus
o los humanistas italianos, el problema del buen Itobier medios. sino, asimismo, de leu porspectivas de asents
no. ua roto con esta tradici6n recibida de la e~colásti miento y consolidaci6n del mismo, a trav~8 del filtro del
~obterno. como instituci6n a contiaurar.
ca y el humanismo. ( ••• ) liaquiavolo no considera ni el
bien de los hombrea ni sus derechos, sino los modios m6a Es evidente, como consecuaDJia de lo dicho prece
seguros de imponerlea un orden y una autoridad. ( ••• ) El dentemente, tanto en 6ste como en el anterior apartado,
76
77
premIarAR nudarnente s;;'n 01 reourso coneurrencinl de la tal y ·:Ol.'lO hemso vi;;'tl'l ~n el apartado primero de este
antividfld intelectiva, a axoepci6n, claro está, que se aS\"l!tulo. Desda a.o:ta psrspectiv8, por ~n::lto. es obvio qUQ,
encuentre y halle alg6n mecnnismo por donde sea posible 1:: posib:Uida.d de otorgar fundamentaci6n causalmente cogo
plenificar la actividad corrODcltiva do manera que la nrmcitiva para la prOi)!a "ratio m6thamat~.o9" se presenta
inteli~ibilidad se Coloque nítidamonte fronte a su termi_ e~:::!., '.m ln[i:llot9 pl'oblGa r;.:'t')do16¡;;ico, pueRto que, la po
nua ad quem que, sin embargo, no se darA ya m~s que como 3tb1l1dad :1& aSEmta1.'la en el seno o9t=:-icto de el espacio
aproximnci6n tande~cisl y no como Unidad Determinante, cosno3citi vo pr·')supusllIto por ln estructura siloghtioa
como hasta entonces, lo cual as ••1ust8lllent e , lo que va no !le ;ousd¡') l'.l<l.l"t\l::'lWlr 3:1 ;lod~ alguno, sin infringir la pro
mos a ver que sucedo en uascarl;ea como punto de arranque pin. ;11'1tur111o~a del mod::> m:>,toj::l~tlc.') de cO;1ocer, dirocta
de to'io el pensamiento f'ilos6fico moderno en mento ()riell~lldo naoin su ~6pl:lcabi1idad inmediata". L.
aras a deter .: ~}zzi nos nrlviarto t f:lIX?1.'CU39llldnt3 seto mismo referido a
minar la sonda y orientac16n metodo16git'lp.. de
dad cl)g o9citive. moderna. la objetivi_ la rGOOn'11:cM60 IDc';odo16r,:lc!l que roaliBm'B Descsrtosl"La
Q,:,osicí6n m~c v&l~.do. :;J la silot,!:1etica es a.quella de Des
carteG, qua no acuse a la silogintica enüeñade en la 88
ouoll" solo dE'! nbstraci611, sino tftll¡bi6n de incapacidad de
0[1'0081' tma inforCilCic. eficaz pura l!i i~n.eotigac16n cien
t1.!:',ca. L1i ocusaoi6n de abstracci611 es comdn a la de los
78
humanh,tos, pero en Descartes asume una matizaci&n di
79
verss, para Descartes no tiene sentido haber construido aquel sueBo tenido por el ti16sofo en la noche de noviem
u~ si!;tema de inferencia sin saber si las proposiciones bre de 1619, al cual ya hernos hecho roferencia: "De todo
componentes 80ab verdaderas o falsss, o mejor aun sin se colige ovidentemente porque la oritm'tica y la geome
saber si oc ouoden construir de hecho. Es evidente, tem tria son mucho mAs ciertas que lae dem's disciplinas, a
bi~n para Descartes, qUe la l6gica tieno como objeto de saberr porque solo ellas posoen un Objéto tan puro y sim
ostudio la forma estUdiada. ( ••• ) Deocsrtes denuncia es ple que DO es necesario hacer ninguna suposici6n que la
te peligro, dedo que el mayor ndmero do proposiciones experiencia baya hecho inciorta, sino que ambas consisten
universales afirmativas, sin las cuales no es posible absolutamente en una serie do consecuencias que deben de
cumplir ninguna inferencia, no son otra Cosa que juegos ducirse por via racionnl. 80n, por consiguiente. lae mls
de palabras, o sea. son proposiciones verdaderas solo tlciles y claras de todas las ciencias y tienen un objeto
por el hecho de que se le han acordado los significados como el que buscamos. puesto quo en ellas pareo e que el
do loa t6rminos, sin conocer ni el preciso ~mbito de eu hombre apenas puede equivocarse si no Ele por inadverten
extensi6n, ni los especificos atributos do eu comprensi6n. cia." (2)
~cadeDar entre sí las prOPOSiciones, es decir, pasar da
una propoaici6n a otra e de dos proposiciones a Una ter Es, plenamente evidente que la bdsqueda de la co- ,
cera es para DOscartes totalmente evidente. la diticultad bertura de fundamentaci6n de la "ratio mathematice" cons
est& en COlegir la voracidad de la proposici6n usada por tituia un eje clave a la hora de proced91' a examinar las
este encadenamiento, y el estudio de los diversos modos condiciones metodo16gicas por las cuales debía discurrir
de deducci6n puede ser s6lo causa da compresi6n. la investigaci6n cognoscitiva. La presuposici6n l6g1ca
stricto senau, tal como habla estado formulada hasta en
Bs indudable que do esto manera se pierde la pe tonces no permit!a, on modo alguno, resolver la cuosti6n
culiaridad p~opia de la l6gica, la cual nnda dice acerca en torno a la susodicha fUndamootaci6n de la matem!tica,
de la verdad o falsedad de las proposicionos en si misma, puesto que, si bien su cogno8cibilidad requería todavía
puesto que no garantiza ni la premisa ni la conclusi6n, de tal tundamentaci6n. no obstante, la certeza irradiable
sino exclusivamente su consecuencia. " (1) desde ella convertiase en un aut~ntico caballo de Troya
para la estructuraci6n puramente l6gica del conooimiento,
1,os conñicionoo con laa que se enfrenta Descflrtes como ee n08 indica por el propio Descartes. de la torma
se centran en la p06ibilidad de afianzar !undadamente la
siguiente. ny no me cansA mucho en buscar por cu&les era
"ratio mathematice" y osta tarea no puede residir en un
necesario comenzar, pues ya sabia que era por las rula
mero desarlollo l6gico. La estructura l6gica de la raz6n
simples y l&oil08 de conocer, y considerando que entre
matem6tica el?tá plenamente asegurado desde que en 10 que
todos lo~ que han buscado hasta aqui la verdad en los
arecta al conocimiento matem!tico stricto senau, la tor
ciencias 8010 los matem6ticos han podido enoontrar algu
ma u objeto u contenido del mismo, tiene que acordarse y
nas demostraoiones, es decir, algunas razones ciertas y
conformarse consigo mismo de manara inexofable y di'tana
evid.entos, no dudaba que habia que empezar por las mis
y esto es lo que nos pone de relieve el mismo Descartes
mns que ollos han examinado, aunque DO esperase ninguna
en sus REGULA,,~ liD DI¡;¡~CTIONni INGENII, en las cuales se
otra utilidad sino que acostumbrarían mi espíritu a sa
(liluc1da clarar.Jente y por vez primera. el resultado de
ciarse do verdades y a nc contentarso de ningán modo con ,,;,.p;"<;~~>
'/)\'11' ~ ..... "~~
falons razones. " (3)
r SI.
80
81
Vemos, indudablemente, por esta GltimB reterencia
del DISCOURS DE L.~ NETHODE, CMO para Descartes estA el! QUebrada la estructura cognosoitiva de la eilog!!
borada ya plenamente la base de firmese sobre la cual d! tlca como m6todo de conocimiento que pormite determinar
be asentarse el conocimiento matemAtico, Cuya invastiga_ el objeto y contenido del mismo, tanto te contormidad con
ci60 inicial hay que determinarla a tinales de la decada la intra-sprehe))si6n de las oondiciones fAotico-emp{rica
de loe veinte del siglo XVII, entre 1628 y 1629. dUr8nte como respecto de la raoionalidad absoluta de la Idea pu
la redacci6n de las tamosas REGULAE AD DIREOTIOttEM INGE ra solíoito de pIona positividad, en cuanto que su acti
NII, Oomo proped6utica a la obra citada en primer lugar vidad cognoscitiva, esto es, aplicativa resulta entera
que, publicada conjuntamente COD la DIOFTRIQUE los MErEQ mente "deceptrix", como consecuencia de la tunci6n pura
RES y la GECY,ETHIE, constitUYe un hilo de primOrdial re mente "creencial" que anida en su propio 8eno metodo16g!
levancia pare la contiguracipon del pensamiento tiloa6t! co, se haoe completamente indisgensable estableoer como
co moderno. Be replantea aquí la necesidad de indacar un conditio sine qua non da toda certeza y obJetividad cog
m6todo que sirva para regir 108 destinos del proceso cOI noscitiva buscar e indagar laa condiciones por cuyo in
noscitivo, sobre la base de la certeza que debe serIe i! termed10 podamos hacer CTente a la 'Infinitud' ante la
harcote y que se opone al escepticismo que se apodera del que nos hallamos, aun cuando 6sta intinitud no aea 18 ve!
espíritu humano y que el propio ti1680to de la Fleche DO dadera intinitud, ya que sotto voce. contamos con la tu2
deja en modo alguno de oombatir, como puede apreoiarse aionalidad cognoscitiva proporcionada por la "ratio math!
por sus propias palabras. ",Por lo tanto, mucho mejor que matico" que, cual ovillo de Ariadna n08 permite, como T!
aeo, salir del laberinto .io&nico, una vez que nos hemos
buscar la verdad sin m'todo es no pensar jamAs en ella.
pues esos estudios desordenados y esas meditaciones oao,!! dado cuenta que el propio minotauro no es mAs que una fi2
ci~n nuestra en la ooncepoi6n de lo infinito, como el prg
ras, sin ningunaiuda, enturbiaD la lUB natural y Ciegan
pio Vescartes nos lo subraya, al advertirnos a811 " lues
los espíritus, y los que act'tumbran a andar en las tini!
bIas debilitaD de tal manera la penetraoi~D de su vista finalmente el m4todo que enseija a seguir el verdadero O!
den y a numerar exactamente todas las cirounstancias de
que luego no pueden soportar la olaridad del día••• " ~4)
lo que se busca contiene todo lo que da certidumbre 401..
Lo que tambi'n se a.tirma en el DISOOURs DE LA ME reglas de la aritrn~tica.
THODE, resalt&ndose Una Vez m!s la importanoia esencial
~aro 10 que me contentaba mAs en este m~todo era
orientadora del m6todo, como guIa de todf.'. posible objet,!
que oediante él yo estaba seguro da utilizar en todo mi
vidad cognOSCitiva. de la torme que soguidamente se ind,!
raz6n, ai no perrectemente. por lo menos 10 meJor que p~
Ca. "Pero no temeria decir que pienso haber sido muy te
diera, ademAs de que sent{a al practicarlo que mi esptr!
liz por haberme encontrado desde mi Juventud en oiertos
tu se acostumbraba poco a poco a concebir con mayor Dit,!
caminos que me han oonduoido a consideraciones y mAximas
dez y mayor distinci6n aue objetos y que. DO hnbi6ndolo
con las que he tormado Un M6todo, por el cual me parece
sujetado a ninguna materia particular, me prometta apli
que tengo un medio de aumentar gI"odualmen'l;e mi conoci_
carlo tan 6tilmente a las uiticultades de la8 dem's oie2
miento y de elevarlo poco a poco el gr.ado m&s alto que
cias como hab{a heoho a las del &l~ebra.n (6)
la mediocridad d~ mi espíritu y la Corta du raci6n de mi
vida le permiten ~lcanzar." (5)
Es muy importarte y significativo que esta cues
tilln tombi6n se ponca de manifiosto en lns Regulae ad
82 83
directionem nigenin cuando el propio ti16sofo de la Fl!
representaba un medio de conocimiento absolutamente irr!
che nos conaigna la siguiente re!~exi6nl "Pero de todo
cuaable y pBico16gicamenta hasta improscindible, como de
esto se ¡lB de concluir no $010 que h8,j' q'.l9 aprooder arila
vione diM'ano.mflntA oY.:'pueato (m el e):aman del primer SUb!!;
mlotica y geotlet:~la, sino unicamente que los que buscan
partedo de este primer capItulo. 1.a roourrencia al marco
el rncto camino de la verdad no deben _cuparse de nine;3n
l6gioo de conocimiento aportado por la 0I:¡tructuraci6n s1
ob~gto que no ofresca una cerLeza igual a la de las de
loglstica implicaba inexorablemente la imposibilidad de
mostrsciones arito&ticoe y geom&tricRs. " (7)
su aplicabilidad y, por ende, el Bcceso a un determinado
Dirimida la cuesti6n al M'todo, la problem&tica tipo de conocimiento meramente cogitativo, retlexionante,
se or:tenta hacia, la ed1ticaci6n de la objetividad cognO! aun cuando tuViera la presunci6n de dar plena y absoluta
citiva, como conooimiento científico, como ~iencia, des cuente. ds le. roalided p rolli9.lllente renom~nica, cuando sin
de la operatividad m6vil que se puede controlar desde el embargo, la COBnoeoibilidad do la misma no so revelaba
13Atodo, tal como nos lo precisa el propio pensamiento ca~ m~e que tioticiamente, es deoir, diQl~uticamente, lo que,
tesianOI " Tods ciencia es un conocimtento oierto 1 evi naturalmente, no 8s9guraba en manerB alguna la certeza
dente••• Y as!, por el titulo de esta regla, rechazamoa cO~loscitiva buscaBa 1 anhelada, de modo que el escepti
todos los oonocimientos 8610 probables 1 estableoemos que cismo desspareciera del horilllonte oculto por el fulgor l,!!
no se debe orear sino en los perfectamente conocidos , minoso de 108 rayos solarest de forma que, de una vez por
respecto de los cuales no se puede dudar••• Parece, pues, todas, la métnmorfosis dol raoiocinio puro no implicase
que no podernos adquirir cienoia p9rtecta de tOdas aQuellss la ficci6n de :11 cognoscibilide.d, reaotivando la tunci6n
cosas que son opiniones probables, porque no es legitimo. oogitativa, como si 6sta no tuviera rín nunca, como si el
sin incurrir en ligere.a. esperar de nosotros mismos m's pensamiento no pudiera fijar su propia actividad pensan
de lo que 109 c:;ros han hecho, de modo Quet si nueE'tro e&! te, movi6ndoee interminablemente en un "dubito" inapren
0\110 es exacto, d<e todAS lfs ciencias ya constituidas .6 sible. el propio Descartes nos lo indica de la siGUiente
lo queda la 8ritm~ti.ca y la geometr!a, a las cuales .,08 manera. It l'ero para que se advierta aOn con masar evidG2,
lleva la obsorvKci6n de esta rer~Q.ft (8) cia que aquel arto de raSonar no aporta ninguna utilidad
al conocimiento ~e la verdad, es preciso advertir que los
La neoesidad de articular certeBa cognoscitiva pl! di8l~ctiooa no pueden formar so~~ BUS reglns nlnGÓn 8i
na converdase en un requisito indispenssble para la tpo lorr,i$lllo CU3'a concll.lai6n sea verdadera e:!. no cuentan antes
C8 csrtesiana, ya que scoatumbredos a enc.ontrar en la idea con 11'1. materia ñel mismo, esto es, si no conocen previa
de la divinidad el gozo eupreme dn la existencia humana s2, mente la verdad que deducen por ese medio. Vemos, pues,
te la desdicha de la ectividad i.nmediatmento real, la pos! con olaridad, que una forma tal no lea ensoña nada nuevo
bilidad que se deriva de la disoluci6n de 6sta idea, de y, por tanto, Que la dial~ctic8 vulgar es completamente
conformidad oon los contrapuntos descubiertos a la hora de inntil para los qua quieren invostigar la verdad de las
poder otorgar 6ut6ntica "9rE>cidad para la singularidad del cosas y que 8610 puedo servir, a veceSt pora exponer con
universal pl'sitivo, como maximum de la realidad coe;nosci mayor facilidad a los dam&s las razones 3ft conocidaSt 1
blof obligaba, en consocuencia, B. procoder 8 ponerse fren que 9S pr.eciso trllsll1dare9 do la filosor!.a a la retorica."
te 8 18 inconmenllurable realidad del conocimionto, ante la (9)
cual la objetividnd proporcionada por la "ratio mathematice"
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O, como tambi6n nos lo advierte en su Disoours
de la i'lethode, de la rorma siguientes " Pero al examlnBt propono, por cuyo intermedio se dilucida claramente la
lss not~ que en Cuanto 8 la l6gica sus silogismos y la cuostión en torno al combio de rumbo y orientaei6n que
mayorla de sus dem4s inat~JCCiones sirven mds bion para
eXplioar a otro las cosas Que se sabe o inOlUso, cC'rno en
Ql arte de LUlio, a hablar sin Juicio de las que se ign2
•.'
iI;\'
la objetividad cognosoitiva tomarA desde el siglO del
Barroco en adelante, oircunscrita por la problem&tica
ropr.esentade pat· la "ratio mathomatice". " Ahora bien,
ra, m&s que a aprenderla. y aunque en ereoto oontiene m! ontiondo por m~tod(', rúglas ciertes y tAciles, cuya r,!
chos preCAptoa muy verdaderos y muy buenos h~, sIn embaE gurosa obsorvac:.tm impide que jamAs se suponea verdade
go, tantos otros mezlllados con ellos que son dañinos o ro lo te leo y hece que la inteligencia, sin gasto inutil
SUPlerlluos, que es casi tan ditIoil separarloe como sa de eatueJ:1l'OI!J oino aUl!Jontando siempre la ciencia, llogue
Car une Dinna o una rUneI"Ta de Un bloque de mArmol todavía al verdadero conocimiento de todo lo que as oapaz." (12)
ain deSbastar." (10)
De este modo, llegamos por rin a la exposición
De conformidad COn lo dicho S9 Ve 14cilmente co de la beso esencial metodo16gica propussta por Descartes,
mo Descartas se opone radical y taxativamente a la torma como garent!a para la certeza coenosoitiva. Y como cau
l6gica dorivada de la Cilog!stica peripat¿tica, ya que oi6n de objetivid6J cognoscitiva, en la medida en que,
sus resUltados cognoscitivos no implican de Buyo m&e que desde luego, s~lo respetando tales reglas met6dicas os
articulaciones sobre las Cuales nada Puede estableoerse COIIIO se hace factible no incurrir en errores y equivocos
de verdadero y ralso, PU4~ permiten eSConder elementos tanto rn~s gr8Y::lS cuanto qua le. Oiencia pendula inexora
rant6stioos de los cuales no se puede uno dar buena cue~ blemente de vu elusi6n y erradicaci6n. l'ado ello, e6lo
ta. ror consi¡;uiento, 8e impone la necesidad de revisar
el m~todo siloe!stico. b Ea pues, sobre el car40ter ror
mal de la 16g1ea da Ariat6teloa donde Descartes ooloca
todo el peso do BU crítioa, y espeoialmente 80bre la t3S
nica elaborada por la eeool¿etioa pera rormar 108 silo
I
J
es d~acartQble desde le 6ptica nitida y di&tana de las
reglas que seeuidamente se exponen, por ll:tedio do las CU!
lee E>E) hace factible la aplicabilidad del "en&118i8" pr2
puesto por DevcaI·tes, tel y como n9 euLrayn en el ro-m}!
TURE llISTORIQUE de E. Gilson (1,), las cuales nos son
gismos (Descartes escribe siempre. Sillogismorum tormae). reveladas por el miomo Oartel<iue BS!I ..... As! en vez de
y el punto al que apunta especialmente es la legitimidad epa ¡;ran cantidsd de preceptos de que se oompone la 16g!.
o la miama 'POsibilidad, de Un m6todo que pretendería re ce, ere! que tcndrla bastante con loe cuatro Bi~11enteB,
glamentar la lorma de los razonamientos indepondientemc~ supuosto que yo tomase una fir.re y constante reeoluci6n
te de su CO.,tenido. La lóp,-lca oartesiana ser! do tal mo _ do no dojar ni una vez de observarlosl
do, al contrario, que el contanido del razonamiento engen El pr:l.r.I"3ro era do no reoibIr jllt:l~s ninguna cosa
dr(Lra ipao tacto la forma, no haCiendo 6sta dltima nada como verda~ere que yo no la conociese como tal. ee decir,
orm da evito!' cuida10GBI!lente lo precipitaci6n y la prevcnci6n,
m4s qUe 1" ':llar el mismo movimiento cumplido por 01 os..
píritu en sU.án6lis1s da les ideas." (11) y no compronder en mis juicios nada Inás que lo que se pr,!
sentara a mi ceplritu tan clara y tan dietint8Illente qua
Establocidl.l la problem4tica ante la Cual se encuen no tuviore ninguna oCAsi.ón de pcnerlo en duda.
tra el rilósofo do la FlGCho t conviene, proooder a nden_ ElsoCUndo, do dividir cada una de les dificultades
tramos on la est~ctura cognOscitiva metodolÓGica que qUt~ examinoI'e ~n tantae partos como se pudiera y como lo
La cooprehenai6n "intUitiva" del objeto cognosci_ Las potencias o facultades intra-intelectiyas por
ble por parte del SUjeto cognOscente implica la actividad medio de las cuales se activa la compreher.si6n, deben d~
tntrlnseca del mismo, puesto que de que otra manera 00 h! se a partir de la receptiVidad sensorial de las impresio
br!a poeiblided de otorgamiento de aut6ntica explioaoi6n nes de los objetos que nos afectan, las cueles son lleva
causal para la propia determinaci6n cognoscitiva. Por oo~ das a la imaginaci6n, do conformidad con el sentido com6n,
Siguiente, el ~stablecimiento de toda certeza cognosoiti_ que las guarda y CunserYa en la memoria. Es as! como el
Va Queda pertectaceote en~8rzado en 01 marco cognoscitivo Inteleoto produce el conocimiento, pues el filtro repre
delineado, a troves d--'l oual, ademAs. deben ponerae de 1'!
lieve las condiciones potenCiales que como potenCias o a~
sentado por estas tres potencias intra-intelectiyas ase~
,
ra y carantiza plenamente que 01 mareo comprehensiYo del
tiYidad inteloctiyas, nos suministran la Posibilidad del conocimiento so balla perfectamente asimilado y elaborado
conocimient.o "intuitivo~, o lo qUe 8S lo mis~o de toda Pg con vistaS B proceder posteriormonte con el mAximo aval a
sible objetividad cognOscitiva, por medio del "asentnmieu eatDbleeer la detm:'I'ninaci6n coe;noscitiva "intuitiva~ como
to" que n08 proporCiona la conducci60 de la actiVidad in eleve de todo el edificio cognoscitiVO desde el punto de
telectiva de conformidad Con las reglas met6dicae Conceb! vista dela !Jndamentaci6n co~noscitiva, plenamente confo~
das, Como actividad intre-intelectiva. meda a 18 validez explicita que nos proporCiona y otorga
la misma eficacia cognOSCitiva inherente a la ftratio ma
Esta actividad intre-intelectiva, debe conrir,urarse thomatice". Todo ello, noe permite atisbar con 1,. BuriOie!!
te olaridad la interna depondencia directa Que vertebra
~ - .. ,.!~ ,
90 91
el propio conocimiento te6rico en Descartes, de modo que
eje de vertobraci6n del~noc1miento, que no puede pasar
una vez doterminada la "intUici6n", puede proCflderr:9 y~
desapercibido y que hay que advertir aquí por encima de
a establecer la "deducci6n" desde aquella, en funci6n del
todo, ya que ello caracteriza, sincularmonte, el hilo ,
EJnCadenamiento sucesivo plenamente garantizado por el r,2 ~; conduotor de-ls retlexi6n cartesiana. Fareceria, pues,
quisito oomprehensivo exigido por toda determinaoi6n in ~- que s610 en funci6n de la propia actividad intelectiva
tuitiva pora la r,radualidad progresiva do su fundamenta_
que es inherente al sujeto cognoscente pOdría ser fact!
nt6n. Aqu! realmente, no hace Descartes mismo mAs que r!
ble dirimir objetividad cognoscitiva expressis vorbis,
coger la herencia de la tl10softa de la Stoa, como bien
como verdaderamente deviene ser para el gran ti16sofo de
pone do relieve el mismo W. Dilthey (18) y como puede
la Fleche por lo precedentemente observado, pero, enton
comprobarse, asimismo, en la obra de A. A. Long (19) y
en la de R. "ondollo. (20) ces, nos enfrentamos, bajo esta perepectiva, anAlogamen
te a oomo lo tuvo que haoer ~l mismo, con 01 problema de
Una vez establecidas lse potencias o tacultades otorgar .alidez absoluta a la Idea pura, como concesi6n
intra-intelectivas que dirimen la base tundamental do la de realidad existencial para la divinidad, para Dios. Ee
receptividad dolos olementos en !'unciAn de los Cualeo PU! te enfrentamiento no puede eludiree el implica una supe
de articularse la posibilidad cognoscitiva, no es dif!cil rac16n de les condiciones objetivamente formales que se
comprenñer que el acto esencial. desde el cual ee estructl! irradian desde el plano de certeza inmanente a la ffratio
ro la certeza cognoscitiva propiamente dicha no puede ser mathematice". Ahora bien, c6mo sea esto posible se nos he
otra que la "intuici6n", por cuyo mediot naturalmento, 82 ce complicado derivarlo inmediatacente, por lo que, pre
quiore la "ratio mathomatice" aut6nticB auto-tundament~ vi~ment. a la sOluci6n, caso deru posibilidad, se nos he
ci6n, de modo que e8 as! como tenemos aprehendido el acto ce abaolutamente imprescindible comenzar a plantear y r!
primero en el cual 01 Intelecto despliega su pOderlo de solutivamente, las condiciones cognosciti.as que se der!
objetiVidAd cognoscitiva, que, de suyo, puede perfilarse .ar!an, para el propio sujetó cognoscente desde aquella
como garantizado, por lo que el desarrollo del acto segug superaci6n cuya cdspide reterencialmente emptrica no su2
do, pues, DO ee mAs que el encadenamionto sucesivo, como siete ya eino de acuerdo con los supuestos cognoscitivos
deduoci6n". Esta aparece plenamente asegurada porque la inherentes 8 la fundementaci6n co~oscitiva otorgable a
comprobaci6n intuitiva otrece UD marco reterencial de ga la "ratio mathematice". tal como ha sido expuesta antes.
rant!adesde donde puede otorgarse a eeto segundo acto ig Asl, pues, partiendo de semejantes condiciones c06
telectivo propia veracidad y 8610 as! subsiste la fUnda noocitivas, es enteramente indiscutible que la articula
mental cauci6n que Descartes resolvta como necesaria e i! c16n de lo certez8.y objetividad oognoscitivas no pueden
prescindible para todlJ determlnaci6n de objetiVidad cog dirimirse m&s que da cun~o~~idn~ con la actividad inteleg
noscitivo, que no era de suyo m~s que la intelecci6n "cl! tiva del sujeto cognoscente strioto sensu, ya que de otro
re y distinta" tal comose cumple por medio de la "intui _ modo 01 requisito indispensable de la demostroci6n cient!
lt
ci6n que S< <egura la anhelada .E.'videncie..
tica se disolverta como lo nieve frente 01 ~310r solar.
Le. colocaci6n de la activ '¡ad intelectiva de Con do manera que, por onde, el único camino posiblo de vert! .
formidad con las condiciones internas del prOpio sujeto braci6n de cortoza no puede estar mIs que en tunci6n del
cognoscente implica tocio un cambio de fundament ....c16n del dubito", como precnuci6n conatqnte y tenaz respecto de la
objetividad asignable a nuestros conocimientos, por lo que
92
93
inmernos en el seno Oa la mis~a duda como obstáculo n B~
percr, nin cuya C010CB0160 frontal ante nosotros mismos formidad con la erticulac16n veritativa deducida de la e
no podrtamos s~,lir de ella, aprehendemos eoencialmonto concordaaoie de la forma que lo inhiere consigo misma,
que ella. on tanto duda met6dica, no puede dejar de im neda eubeisf;e ya como problema irresoluble desde donde
:llicar al "Cogito" dub1tante, el ~:mal, por sí, pOdr.'. té noa haga lnex~~sable la tund80entaci6n de tal trAns!
entonces, dirimir para su capaoidad cogitativa al sor de to relativo a la determinaci6n "unitaria", idontificadg
aí mismo 00:;0 expreo16n de aquella, lo mismo que de la ra ndem&s, de lEl ob~etividad cognoscitiVa. que, asimismo,
-ratio matbomatice" que 8610 nU9Ltra activida~ intelect! debe irradiar inmal:ontomento aJ propio "Cogito" t1n la i
va concibe .Y construye podemos extraer el ser o realidad comprehensi6n cierta y objetiva de 81 misQo. Todo esto, ¡
de cosas que, por su intermedio, se nos hacen comprensi como desarrollo ~a lo que nop va a ocupar en el siguiente
bles. La ~olidoz intrínseca propia del "Cogito" DOS rev! apartado, donde pondremos de manifiomto las conclusiones
la a trav6s de la propia oondic16D d';b1tativa¡ que de sI 1 resultados que Descartes har! de los presupuestos est!
mismo na deriva una "realidad" que no ~uede sosl3Yaree 1 blecidos en cstas dos obrss que noa han ocupado essncia!
en funci6n de la cual sería factible, aeaeo, establecer mente aqu!, a pesar do la condena de Galileo y con toda
el flllcro arqui.ida1 desde donde sea pOSible dar buena lae precauciones mostradas por 01 fi16aofo do la Fleche,
Ouenta de la problemAtica en la qua hasta entonoos esta ya que las oriticas recibidss por lS8 obras que acompañan
ba embrollado el aoceso a toda ob~etividDd cognoscitiva. 81 DrSCOURS DE LA "1El'HODE por parte de la Compañia de i!
En un famoslsimo pasaje del DrSCO~tm DE LA MErHODE nos &de 10 hac!an bAeioamente sospechoso o, ouando menos, SU!
lo indica el propio fi16sofo de la Fleche, de la sigu ie2 ceptible de in~r.ctor do la normativa dogm!tica del Escg
'te f'ormnr "r'ero inmediatamente dospu6s advertI que mien'" l:lsticismo aferrado por el poder eclesi6stico. sin que
tras yo queria pensar de ese modo que todo ere falso era el hecho do domiCiliarse en Holanda 1:.1 pUdiera privar do
preciso necesariamonte que yo, que lo penssba, fuese al _ problems8 como los tóndrA 01 mismo año de la publicaoi6n
guna Oosa. Y notando que esta verdad.¡ienS2. luego eqZ. de su gran obro. filosófica, las l!f!l.'IJ':",'ATIONES DE PRIMA PHI
era tan firme y segura que no eran capaces de conmoverla L080PHIA, con el rector de la Univeraidad de Utreobt.
las mAs extravagantew suposiciones de los esc&pticos, ~u!
La garantía proporoionada por IR rellexi6n carta
gu& que podta aceptarla. sin 9scrupulos. como el primer
mu:'.as algebraicas, y YiceverslJI, ~ue las vardadee aritm4 fentaenCl8 naturdes hasta dirimir pura 011e una r.ealidad
ticoR (dentro de lo~ líaiteo de ciertas potencias) pOd!an sustancial, 10 cne.l, obvi'JIlltmte, ha,v que resolver desde
renresentan;o fHp(1)cialmente. Oomo resultndos natural de el otro plano cor:noFocitivo, puesto que, ",dn cuando la 12
tuici6n nOD asegura la antedicha eortoza cognoscitiva,
e:.t notable '.nvent.o, Descartes acaricill profundamente la
ein embarco, su run~8mentoci6n no permito determinar en
9aperanza de );'educir todo el 1mbito de la deica a eUIJ.1!
t6rminoB absolutos la total veracidad existencial de la '
dR.ci.~G p,eom~·t;ricM. " (1)
sustancialidnd qua sO pretenda colocar a su basG. cual
Desdq es1.;e punl;o dp. vista, 8i observ8lllos que la es el probloma que el ¡:~opio Descartos va El intentar r!
posibilidad de conociulento tisico no depende m~e Que de Mlver en su:. MEDITA~IONE8 DE· PRntfl P!lI!.·OSOPliIA, Estas
la profundi~aci6n hasta sus dltimas consecuencias de la l-iodil:C\.cionAs publicadas on el año do 1641, cuatro años
"rad.o mntheml'itice", entonoes, la aaptaci6n y compraben rolla tarde qua el DTScouns ])E LA 'RB'J'RODE, retoman la eue!
Si~D de 108 ten6monos naturales, como Naturaleza no pU$-ó tion con viatua a ofrecer una pnnor6mico general desde
dan I!loetr&reenos mAs quo de cOl'ltormid,ad con la cuantiti 18 cunl se asienta claramonte 01 tundnrnento de la objet!
caci6n que est! a eu basa ~ pare que 6sta tenga lugar d! vidad coe;noGcitiva qua rodea al A"" humano en su actividad
he presupono,rse una identidad exJ!1{c1ta entre aquella y co~itf.\tlva.
la espacialidad, la cual, una vez admitida, cimienta ....
El ojo de lEls !1EDITA'rION;':S va a ser exprosamente
s9I1cialm.F.:nte la ~o.se desde la CUl,ll se hace posible otor
le b6squeda e indagnci6n a p~i~ de la cual oes po~ib1e
gar pl~n8 veracidad al conocimiento mat~m'tico, por oon
dlri~ir. desde la actividad intrlnseca al sujoto cognos
riucto de la. propia intuioitn, en tanto que e:. ta como f'll!!
dsmen+.o de la misma "ratio mathematic." nos permite dir!
e~nte, una estera cognoscitiva q'.le ssegur.e y gnrantice
le expl'\.caoi6n originaria del 1teeT-u!" dal eonocillli0nto
mir su conocimiento expreso para sl fen6mcno natural, la
como suataneialidad inderogable e indeotJ."llotible, para
qU(J, ,,¡'viamente, aQuello contiene In reterencia espaoial
lo cual es ante todo indispensable interrogarse ocerca
de modo dlÚarlO como cond.ici6n de sl misma.
da lo pro;ois constituvidad 6Usto.ncla.l que as inherente
for consi~iente. operando con semejantes con,ji al robao sujeto cognoscento, C()1ll0 "Ooc í 1;0", da contorm.!
ciones, es clar.emente evid.ent9 que le aprahensi6n del pl! dat\ eon lss condicinH:'!L cognoscitivas anteriormente se-
no de objetividad prol.lamente otorgabla a la "ratio ms. ñaladas y, o.deLÉ's, adecuersc al prog;rume. mismo que 61
theme.tice"-eol...o vtmos en el apo.t-tado 8.nterior- ee inoon nos tr~za en la car!;1l qUl~, envi'.:vla a loa sabios de la
trove~tible y en conseouencia el propio sujoto cognosce So:rDO!!8 J eil 18. que t'lGcahe. 6\.1 anuencie., ¡)roced.J a
te, corno oct'tvidad eogite.{,iv,l El intnlcctJ.va, d... epone de
10a ...
101
El:r~osi.ci6n
de la obrr proplamcnte dicha, carta en la que
el mismo De~cnrtes nos h~b18 as1. " Siempre he conaider! a la misma, cuya sol11c:..::n no pueda darse mAs que "como
do que estf.e dO.1 CUOS"l:!on08 dE' Dlos y dol alma eran lae ei" .tuera posiblCJ ostab1ecor "singularidad-parn-el-uni
Que principalmente dehen lIer d(.!mostradas por les razo_ \f. versal-pooitivo" cm t~rminos absolutos, es decir, ioco!!
nes de la Filosofía antes que les de la rl'eolo~ía.... (2) trC'vertiblclIlcnte. f'or lo tanto, la necealdad do datorm!
Dar tal situaci6n cognoeci~iva ee incardina plonnmento
La necesidad de abordar esta problomttica es au on la contextura ~~obnl de ls Eilosofia cartesiana, de
Bolutamente esencin_ para la construcci&n de la t;)jeti... mo1.., que con ello se haga posible evitAr decididamente
vidsd Cognosciti Va en la EilosOfo!a cartesia::a, ya que, 01 error como m6todo cognosoitivo, C01'10 espadA. de Damo
eVidentemente, aunque, de una parte, el sujeto cognoeceu oles del escopticisrno, por C'lYO :l.ntermedio contrapuesto
te encuentra en la "ratio mathematice" una contextura de quede, pues, ontonces, plena vigencia para la exactitud
cortoza, din ombargo, la garantía de 6ata, en su pleni_ como eje e~l!cito de Qonocimieoto, de modo que sea, en
tud trasceriente de conocimiento, tai como 8e dibuj6 an conseouencia, posible dirimir la ~Cau~a cau8arum~, ant!
toriOl~ente, requi&re del asentamiento do un espeoial t! riormente inuicedo, -:le conro!~idBd con el supuesto sub--.'
po de cobertura que, naturalmente, no puede establecerse jetivamento cor,noGcente de ln "l'l.'\tio causae", lo que el
sino de acuerdo Con la presuposici6n de determinar una propio Descartes nos l~ eX?resa de la rorma siguiente.
absoluta cauci6n pRra Ir antedicho. trans.torencia. Esta, • Sin embargo, hace mucho que ton~~ en mi espíritu cio!
a su ves no tendrl lu~ar m~s que si se garantiza a el ta OpiDi60, a sabor, que existe un Dios que lo puede tg
"Cogito" mismo la autenticidad de su cognoscibilidad que, do y por el cual he sido creado y producido tal como soy",
por consiguiente, no pOd..rIi, taxativaI!lente deccril;o, expl! Pues. ~ qui&n me pOdría aaehUJ:'ar que este Dios bo ha h!
eitarse sino en .tunci6n de dirimir ple:;;J, objetividad cOl,¡ cho que no exista tierra ninguna, nincdD cielo, ningdn
noscHiva para la eotructureci6n Co[;itatlva del mismo, cuerpo extenso, ninguna liguro, ninguna magnitud, nin
en decir, por medio de dar plam ;>Osit:\'vidad para la u g6n lugar y que, sin embargo, yo tenga la sensaciones
nided formnl-oaterial que estA a lu baBe do tOdo pene~_ de todas estas cosns y que todo 9ato no ~. e parezca e
mi€'nto, ml.ixjme 91 ~lJte se conciba oomo plena nctividad xiatir sino como lo veo? Et igualmonte, como B vucee 3u!
CO¡;;itattv8, ya que solo aaí, por mera concomitonoia. se go Que loo dom~s se equivocan, incluso en 1l1s cosaa que
asegurar! de modo claro y nítido la posibilidad db Con~ piensan saber con rn~yor certidumbre. puede oer que 61
ceder exactitud absoluta a la trans.teroncin cognoscitiva baya querido que yo ms equivoque siempre que hago la su
en relaci6n con la comprehensi&n de los fan6menos natuf>& . ma de dos y tres, o que cuento que los lados de un cua
les, qua, espocíficamente, deben ser enter81tonte canEor
mes con loa dict~menea derivndos de la veracidad inhera2
te e la "ratio motheDlatice".
- drado. O que juzgo acerca de alGO aun mAs r&cil, si es
que se puede imaginar alrro m6e E&eil que esto. Pero QU!
z& Di<'J 00 ha Querido que .rueGe encañado de esta manera t
puea es soheranamente bueno. Con todo, si repuqreara a
As!, pues, la garnntía qua asevera la corteza del su bondad ~l habermo hocho tal qu~ ~~ Me (~cañara siem
"Ooeitor" no puedo radicarse u..6o que en la posibilidad
pre, pel.·ecer::'a. tambilm ser contrario a 61 pormitir que
de determiner plena Clllrida.d para que la positivJñ.ud no me Cmf,Me n vece.J y sin embarc;/), no puede dudnr de que
se pueda concebir más que como tal, sin necesidad da re lo permita." C~)
currir explrci tar:.ente a condic._"nes analÍ ticas negclti Vas
102 103
En nosihle pUGS ~onCGbir la unidad productora de
pGn~cdo bien, y de haber examinado cuidadosamente todo,
10 positivo, en caso contr<~rio no sa verla Como lhlta aS!
hay que concluir y tenar por establecido que ~sta proP2
or
quiere C0'18i ah:n ... ia por misma como tal posi"ividad
t .j:, oic1601 yo BOy, JO 9xisto, ee necesariamente verdadera
mÚ'1danEll. tel6rics, (lado que ~!lta coimplica la cortozu i
s5~mpre qua la pronuncio o qno la concibo en mi eep5.ritu. ft
indU~itable d~ la neceGided de preceder a omitir su ne (4)
r;aci6D. Es, por oc.lsigulente, obVio que si la actividad
C("~'lt~tiva stricto S("'SU n08 Hova hasta aquí, pUesto El "Cogito" e~ auto-aprohende y en pued~t enton
que, ei bien por sí misma no dispone de la Posibilidad, cee dirimir pare st mil.'lil'O sus suotancialidad t perfecta.".
poa: ti vam'mte ccnslderllda, de acceder a tal ¡:..:.anteamien mente inhibido respecto de toda r~laci6o empiricBt aseg
to, sí quo, I'lllando m~nos, desde la posibilidad del "du_ tado sobre 91 mismo de conformided con la racionalida.d
bl ::0" puode, r·orfoetamo!'lte, llegar basta el plano mismo derivada de r:n prcmi~ intr('ilpecci6n coeitativat nltida
donde la dUda desaperece trAs lll8 brumas que la genera_ mente expedida en lo idea. De similar mod~ a como la N!
ron, haci'n(,osEl de este mo<ic absolutamente impI'cecindi.. turaleza no :la percibe oino '.'.9 conformidad con la idee.
hIe tomar como clave centiz de todo conocimiento aqUello oxtendn que nos abre el ed6n intalectual de la cuantif!
quo viPlOB anteriorment.e, es decir, la propia actividad. caci~n, como hase de sllst9ntaci6n del "idealismo" desde
int"i!lectivtl ijel "Cogito". DOscartes mismo n08 lo pono de el cual opera. Y cuyo fundaol)nto supremo hay qlIJ incar
1'0111)'19' .. Poro, ¿ qua ~\) yo si no habrA alguna otra c2 dinarlo GIl el asantarnientv intuitivo de la "ratio math!
sa diferon!;t:ls de lRR que Ilcabo de juzgar inciartas J" dE matico". Se a ....to-afinna as! aquel idealismo de contor
la q,) ¡ no pueda caber la menbr dude? ¿No hebrA acA.SO u.., midad nnn la "intuitus" intellectualis" que estA a la
dios o al~n oh'o poder que me ponF,a eetoEl PQ1Jsnmientos balle mismo de la actividad cogitativa en cuanto puede
en el espíritu? Esto no es necesario, t)ues quiz& yo
,1 extra-proyectar la introspccci6n intra-intelectiva ant!
eoy capaz do pro;iucirlos por mí mia:no. Pero, al mODoa, ced.entem{mte descrita desde le funda.q¡enta<::i6n de la pr,2
¿IlO 80y aCflf¡O ale;uua Cosa? Pero ;, ti he "qgado que tenga
pio. "ratio mathemr,tice", como cond.Lción ¿.¡moral de cobe!,:
elgdn sen:;ido ni Cuerpo alguno. Vecilo, ei.n embargo, tura de la fictivido.d cOGnoscitiva eLioto senau, en aras
pues, ¿guo se Sit':Ue de ah!? ¿soy de tal modo dependien_ a rli:d.lT!ir 01 cer~cter vorite.tivo qUE: c,l ti1600fo de la
to del cuerpo y dct loe sentidos que no puedfl existir sin FlrchG pretende para BU doctrine. filos6fica, tal como
olloe? lero ho llegado R convencerme de qUe no ha.:>!a al:! el ~ir-mo n08 lo indical n Pero, por fin, he aqui Qua he
solutamento nada en el mundo, que no habla ni cielo, ni 110.cado insensiblemente adonde quería, pues, ya que me
tierra, ni ellp!ritu, ni cuerpo al¡:;uno. ¿Acaso no r.~ h(,' es actualmente conod10, que propiomente hablando no cou
convencJ.do tru¡;bi6n t1.e que no existIr en Ilbsoluco? rlc, por cobimoB los cuerpos mr..e que pOT' la .rae..::ltad de entender
cie]'~o, ;yo e:X:intle, sin dUdl", si mo ho convencido, o si QUQ existe an nosot.ros, :¡ no por In ima:inaci6n ni por
solament:e ¡,o ponsado algo. 1.I'Iro hl:!Y un enge';ador (i[-;oo los sentidos, y qUé noles conoc~mos porque los "'emOR o
ro cual) mu,~' pOderoso y mn;' ElstutC" qlle f''Dplea todo su tocamoa, sino solamente porque lo!:! c(.ncebi~ 08 m{!diante ,
habilldad .lb en¡:ailllrme siempre. No hay, pues. ninguna el pCIT>SamÜml 't conozco O'Tidc:1tcr;¡;:mte qu":! no hay nada
duda de que Ol: iS-I;o ei DIe enCaiia, ,Y ollgañeme Cuanto qui~ que m0 seA m~B rrcil de conocer Que m! esp1ritu." (5)
re, jatJ¡~S pOdr!i hacer que yo no eOa nada en tan1. J qUe
piense ser una :alguna Cosa. Df.! modo que del3pu~s de haher
Descartes articula la Ofjtructura veritativa que
pret·'nde inhorir 8 flU sistema fil0861'ico de contormidad
104
105
Con le. ob,19tivi:lad i"mp.;.';'oito, como poeitividnd, en la
uios, la raz6n para du~ ,r quo dc!)t)ndo Bolaro"mte de esa
"intuitus illtellectualea tt , dosde eate punto de vista. 111
opin16n os bi~n li~éra, y por Ilsr 1Qcirlo mgtar!eioa."
posibn tdad de o\;orgar realidad ex::'stoncia1 pIona par!:'
la divinidad, Corno representaci6n de la Idea pura, ad
811 (6)
'~.'
quiere una consistencia do prioera magnitud. ya qua, Fuode percibirse r&cilmente que la ~ustanciali
indiscutiblementf.., la Posibilidad do oonced<?r 01 Ollgruic> dad que onvuelvo al "Co~lto" c<!Irteeüm r • dispone de una
pe~~ 13 misma, una ve~ S~puasta 10. Posibilidad veritat! positividad generada por st mimno, en cuanto la b~squ!
va para el inteleoto humano no &ignifica mAs ~Ue una oca de. de 10 veritativo l::] descubre la posibilidad oe . . ti];;"
tra::}:" cUo in adjecto ebsolut3...l Il.mte insostenible, pues, marsa a sI mismo de conformidad coo la impositllided dé
Como pnralo~i3mo. viene dlAtana r'PidamD~te. oemo nI mi! que ce d& aquQllo que lógicawente e~ considera irreol,
mo .fi16aotl'\ :lo 11:\ l1'l'Jobo DOS adviortet .. Pero cuando CO!,'! es decir, que la forma se conforme consigo misma o que
si~lerabll algo muy tdi:lple j' muy f!cil -aspeoto de la ari! el peneami nto piense, lo ~~al nos revela n{tidementc
m.hica y la !::;eor.:etrt~. por e.í",mplo, que la reuni6n do dos que la posibilidad suprema de yertebr.ci6n no puede re
sidir de sUJo m¿~ qu') en el ce.r'-cter intuitivo que ea::
y tres producGn 01 ;-¡G:;¡ero cinco, ;y otraD COSIlS pareoidas,
¿no l~s concebía da UD mod~ SUfiCientemente clero para ! t' a la bese de toda inteligibilidnd, una vez supuesto
q"~ ~bta, como lntelig:: bilidad, se basa oxplleitlllllcnte
.fi.rma.r al monos qua erun Vordtid0rse? Oiertametn.:e, si de!
PU62 he ;juZf';odo que 138 podta dudar de estas cosas, no .tue en 9quella, sobre todo por lo que respecta al lJlnno de
por ninguna otra rAz~n, aino porquCl se l1Ie oeurrta que QU.! la "ratio Illa themat;ice " , cuya corl:;cza esta total y plo
de Un :'10s podra haberme dAdo una naturaleza tal que me nQlllente asegurada por lo anteriormente visto, de modo
equivooara incluso con respedto O-las oosaa quo me pare que nad~ sO opone a la propia su~tanci61idad dol pens!
cian mita claras. Pero ·siempre que se pz-oaenta a mi peDa! ln1anto, concebido, entoncos, como "Res r.('gitans", lo
miento esta opini6n preooncebida 4.,1 sobe.?ono poder de que se DOS subraya as!, " rio"1admito ahora nada que no
un ,lJios me Veo obligado a con.fesar que 16 es r'cn, 8i sea necee.ariamente verdadero. yo '>'l soy,'lues, hablando
qUiere, hacer de modo que yo me equivoque inCluso en laa con preeisi&n. m6s que una cosa que pie~sa, ~s d~eir.
cosas que oreo OOIlOcor con una ovidencia muy Brande, :r un esp{ritu. un ontend1ciento o una raz6n." (7)
por el contrm'io, siempre quo I<Ie vuolvo hacia las OJsos
IndudllblElmcnto. siguiendo el hilo corlductor tr!
qua pienso qua conoibo c19!'8IOeuto t mo convencen tanto
zeda por el propio D~H;Ct4-teo. al sujoto co¡;noElcente dQ
qUe gustoso me dejo arrastrar por estaa pnlrbrnes enga._
conrormidad con su propia actividad eocitntiva extrae
ñeme quien ?ueda, qUQ jaw!ís lObTar& hacer que no sea n!
de y po.ra si una oh;JctiV:i.dad cognoocitiv8, airJile.r ti.
da lI!ieotrea pienso que s0.1 algo o que 8,1(:l1n d!a sea ve!
aquella gu~ pro,}'<:>ctn desdé si hacia. lo "ratio mathema
dad qU'J no 1)(> sido nuncn, alendo verdad allora que soy.
tice" ~.esde donde puedo dar cuenta de 109 fen6rnenoB n!
o bj eo que dos ;¡ trea rOUII.idoa hacen :r.tia o rnenlS qu"J oi!!
turnles, d8 cuya funcionalidad da cuenta intror;::.ectlv!
co, o C0138S par!)cidlls. que veo clara..ler.i;e ;,¡ue no Pueden
ment~ c{'nfor11lc al cl3r~ci;er ini:uitivo quo d,'be irradiar
ser de otro IIJodo que como lae concibo.
a la Ilctiv:;.d,ñ intolroctiva que, por eeo precisamente,
y ciert8l:ieots, puer.,to que no ton~.··o nincuna :az6n
debe buscnr e in· 'a¡;or su prC'pia ra!z cxplicoti va. fund!
pera creer que existe alp,Ún Dios enr;añador, e incluso rnentadcra en tm r1ano, ideal por supuesto, que no yUo
qul'! no he considerado aún las qun nt'uúban qUe existe Un de (ler ni a<;:uel que recibe "oxtr,finmonte" lae ideas por
los sentidos ni aquel otro que lDS contic;ura "adventi
ciarnente" por lo. tnntas!a y 11; imoc;innci6o, como eosD!
106
107
blaj3s <1'la no propor.'Cuman pl'?J'lB
corteza cOGnoscitiva 1
In postbj U(~t'1d ele une J'unCi0118lidad cor:;noscHiva pura 6~
qua es lo que Justamente se
pereig11& aq¡¡!. No puede hn
t~E1, ~ somej(lnr:a de Equclla, es cecír, eoocc~id[;., cnto!!
bB-I' pO·' 1:) tantC' otra residenoia para lS8 mi.Gf!:as idar "',
ti"._lJ~, tal y Como oucedo Oon la idna de la di vinidad. eodichn "ratio idealc" pU0d.a ccnctlcl6rscle cl,..ram(!ote ¡¡na
oí.' 1 :::80i& cogDoEieitiva no Itcrtul("n·~,] diall:ctic:l, O!'l lo cual
cuya exiotencia OOS o.oet1!rarla, pues, claramente la llU,g
inourría la estruoturE'. cognoccitivu silcc:lsti:lQ, cm C1.J.JJ!!
sistoncia .fundtlLlontador8 ,lo tOl'p. la armaz6n coenoBciti...
to que leo l'cr.lprehl1n:.:i~n y 9x!;el'!1l16n dol ms.t'co Gllo~{t;t1
Va husta ontonces dibu,jada, c JillQ nos 10 expresa seguid!
ca no se ba.llaba plODarns¡lte E's¡:ocifi ,ado, lo gue s! oc:!
monto el propio .ril'~aol'o de l.a ¡¡l'lcha, " I1e queda 801a
rre aqus. de conforr.ldad con la zs.rant!1l quo aporta al !
me"r~e por eXOIainar de qu6 manera he adquirido Osa ldoa.
sontamiento intuitivo del c()DOCimia11to, d'!1 modo como
rlOS no la he rocibid· por los sentirlos, y j8I!l118 $6 be
nos lo expone el 1'1.'01'1.0 DoscarteSJ " DJzpués de lo cual,
·o.f.'r 'ccido a r.l! inesperadamen te, como lo hacon uf) ordin!
.retlexionado en aquello de que dudaba y on qUJ, por 8°2
rio l!.la i,108'3 de las Cosas sensibles, Cuando 08:'9.9 cose.e
eigul(!ute. mi ¡;,~r no era eompletamente p<lrfeol;o, puer;
se pl'!3fHmtau o paroce:') presentarse 8 los ar5anos extol":tg
vele. e1arl'l!l1-::mte que oon009r era un:; perfoecitSn superior
l:es :.W mis sentidos. lIo GEl ta'Upoco Una pura cI'f.laoi6n o
R du"¡¡:,, quise lndae;ar d'l! d6nde habia apNndido a pensar
.ricci6n de mi espíritu, puos no ost& on mi poder quita!
en al~o m§s perfocto que yo. y conod 0videntemente qU9
le ni agrogarle nada. Y, por consiguIente, DO quoda 1!I~8
deb1s de e.er por alguna naturaleza que fuese. en e:!'ecto,
que Q8clr sino que, al igual que la id~B de mí mismo,
ro!", perfecta. ( ••• ) Pero no pOdfJ ocur1'1r lo oislLo con
hs naoido y ha sido producida oonmigo ti ¡::Iartir dC.l !!lO
mento en que he sido croado." (8) la idea de un BOl' m's perfecto que el~:o. pueE' ora ma...
nifieetulllente 1nlposible obtenor la de la nada, y como
Uno. vez qU(;! ;¿ ~ he. udve¡-tido la
¡loGibilidad de no hay monoa cont:l'adicoi6n on que lo m~B perfecto Boa
di::lp~l!1Qr d':! ido0.3 ill!lv.tas I?tl el l1ujeto COl;Tlosoonto, no une. consecuencia :1 una uependencia da Iv lDenoe perfecto
e:. di::!cil apercibirso, por conoomitancia, que en ellos que <lO pensar que de nadn provenga algo, tampoco podra
eucuen-:;l'~\ 3U roaicl.~.moi!l la pt'opia di'/illl dad, en CUtiuto proceder de m! mismo. De manera que solo quedaba que h~
que ~Gt:;:.
€lé la ,nn:6nHco. a:.'-d'fiM, C::.mo prodnctori!!_ dlt,! blooa sido pueatn 011 ¡f.! por urJa naturaloza Que fuere. ve,!:
Ita., nqu{:llco, dndo ql..!e al t":oncebir a l~ misma divini
C.-: UUU01.'aiUon!;c m{¡s POl~i'Oote. de lo q:.te ;;0 lo ora e inoluso
dad so lo e'tor;:;a pl::-n8 r'?aJ.ídt'd ~:xist;,mC:ial, :unqua ah,2 Que í .lviafJo en s1 ~odaG las porfoccionc,s de que yo pu
ro. 8610 de modo "ol!)inonto", no Ir.~rt, .•~m~·l:o l.ctunl, puosto dhlra temn.. ¡:¡lguna ici.eo., e::; (lucir. para oxpli('az'mc con
q:H) <':1lo oré rl"Oc~.r.n.'r.cntc 1:::: con"oCl.lo!)cin Que 6<: in.riere una Ili~lubl'a, quo fuel'a .Dios." (9)
de la PC9f:ulnci;0 (;8 le. "intl1it.lls intC'l1;lc !::unl ie" t pDr
Donde 1U3[;0, ln "eminrme:1a" respecto de la rea
moHo do cuyo. tl'annfercmc5.& dO(l('e la r'..lll,:::i.!in cot,nclscit.!
lidad e~ifltencj~l de Dios no ~B aleo qu~ perteneZJ8 8 la
va, como m:!J'a ffint;uitliS", de Ir "¡'atto r.[1:! lGm a1:ico", vi,!;
divinidt\d rdsma, ¡meB e>llo per1a 1.m menoRcubo absoluta
na o cumplir en 01 phmo do 13$ i""eus, r:;cn;:6ndoSG as!
men7,~ imp"oible dG ostcb1ocer sif1:u:i.cmdo <'11 M~todo co~o!
108
109
facultad de conocer que existe en m! y de la facultad de
1
elegir, o sea de mi libre albedrto, es decir, de mi en
citivo cartosiano, sino que no viene a significar m&s
que la manera cSmo los seras humanos "limitados" con tendimiento y al mismo tiel'lpo de mi voluntad." (10)
cebimos "su" actualidad, 10 que, evidentemente, nos c! No es dificil advertir que la problomaticidad iU
plica BOtto voce la prob1ematicidad que inhiere a la herente a la determinaci6n de la "ratio ideale" no per
especifica conc1uDi6n que debe magllf'tizar a la "ratio mite dirimir para la racionalidad el "lmperium" absolU
ideale"t en cuanto qua la sustancia1idad subyacente al to que habla conoervado hasta entonces, aqu! se detecta
pensamiento no puede construirse sino de conformidad '3 descubre, manifiestamente, que la subsunci6n sustan
con una trascendonoip determinadat pero cuya determi cial del oonocimiento presenta gietas Y fisuras que son
naci&n no sert, asimismo, concebida mAs que tra6cen insoslayables desde intento de clarificar su aloanoe Y
dentementet por 10 que,en oonsocuencia Obligada, la i9 objetividad cognoscitiva. por 10 que, si para la "ratio
fer8ncia que de aqu! puede establecerse nos ob1iga,e! mathematioe" subsiste la posibilidad de articular, de
tonces, a pODer de r~lieve Que la propia construcci6n conformidad con la congruencia de la forma consigo mis
cognoscitiva inherente al sujeto cognoscente, al "00. ma, un conooimiento exaoto por medio de lo intuitivo.
gito", d6se singularmente a trov¿s del filtro de SUB la posibilidad, por otra parte. de trasladar eemejante
"limitaciones", as! el "error" tiene un lugar peculiar garantia de oerteza Y exactitud al placo de la "ratio
en la contextura de aquella oonstruoci6n cognosoitiva q ideale rt no deja de presentarse, prob1em&tica y compleja
que se esta diseñando, aun cuando parecia no existir pues la racionalidad no 9610 tiene que determinarse a sI
en modo alguno, 10 Que no deja de mostrarse singular misma como tal -10 cual no ?uede realizarlo sino de a
mente significativo cuando se hace uso de la operaoi6n cuerdo con la expliCite inteligibilidad de ei misma- trans!
cognoscitiva propia de la "ratio ideale", como cons 80 que, ademls, se tropieza con la muralla del auto· §
trucci6n cognoscitiva edifi.cada sobre la base de la canderee para 10 cual no puede coadyUvarl a la funci6n
transfer'oncia de 10 intuitivo al plano de la misma "i!! intelectiva que se estrella contra la multiformidad que
tui tus inte11ectua1ie". Todo 10 que pone de manifiosto subsume la unidad racional, multiformidad Que, por con
la prob1ematicidad anoja al resultado cognoscitivo pr2 siguiente, tiene que aparecer singularmente comp1eje,
porciona::o por la "ratio idea1e" t cuya justificaci6n la ofreciendO claramente al provio desenvolvimionto inte
determina el propio fi16sofo de la Fleche de conformi lectivo los limites que le son anejOS, los rt cuales se r!
dad con los supuostos que seguidamento se indican. "As! velan no s610 en la coocepci6n "eminencia1 de le actU!
conozco que el orror, en cuanto tal, no es a1~o real lidad divina, sino, adem&s, por concomitancia hipost&t!
que depende do Dios, sino qua es solamonte un defecto oa, en la problematioidad de rundamenteci6n absoluta de
y, por consir,uiente, quP. no tengo necesidad para en~n la sustancialidad, por medio de la complejidad que aCO!
ñartle de a1r,una facultad que me hayo. sido dada por Dios paña internamente el tr6nsito del pensamiento a lo real
particularmente para eso erecto, eino que sucede que me al ser. que, si bien deja libre el dominio de la concieg
engañ.o porque la .facultad que Dios me ha dado para dis eia subjetiva, sio embargo lo hace molgr ' lui, como nos
cernir 10 verdadero de 10 falso DO ea pn mi infinita. 10 indica bien claramente el propio Descartes asi. rt • • •
( ••• ) llospu6s do 10 cual observándome m6s de cerca, y ¿De d6nde nacen, pues, mis errores? A saber, s610 de
considerando cua1eo son mis errores (los cuales son los que siendo la voluntad mucho más amplia Y m6s extensa
unicos que atestiguan que es mi imperfecci6n), encuentro
que dependon del concurso de dos oausas, a saber, de la
111
113
Se establoce esi la susodicha transferencia al
que 01 entendimiento, no la conteneo en loe mismos 11m! plano de la "intuitus intellectualis" desde la cual cobra
tes, sino que la oxtiendo tambi6n a las cosas que no e!! ~alor el argumento onto16gico aneelmiano reco~ido her!
tiendo, y como ea de suyo indirerente a ellas ee extra ditariamente por el propiO Descartes, y mediante el cual
n
via muy .rAcilmonte, y elige el mal por el bien o lo fe.! tiene lugar el neo?tamiento de la tundamentaci6 tilos2
so por 10 verdadero. Esto hace que yo me engañe y peque." fica del "Idealismo" oartesiano. y cuyas raices oxplic!
(11) tiva9 hay que buscarlas en la reviviscencia de la doC
trina agustiniana en conexi6n con el despertar del doc
8610 asl,de oonformidad con la sustanoialidad, t2 e
trinarismo pitag6rico-plat6nico al que haciamo alusi6n
do lo invade oomo el alma 3 Dios so configuran como ee
precedentemente. que es, preoisamente, lo que da aut'n
tructuras cogitativns con presunci6n de aer, con prete!!
tica justificaci6n comprensiva al hocho mismo de la tran!
fisuras hablan sido eUcinadas, de forma que le conce¡ el enlace oausal como positivo de modo irrecusable, SO!
c16n te6rica cartesiana deviniera un bloque compaoto layando, como mbl menor. la8 consecuencias derivables
wertiblemente el eequem~ de la "lntuituB intellectual1a" cuenois, la "plenitudo rationi'," t ';an cara !JI f'il6sofo
al plano de la mera "intuitue". c~o condibi6n impres de la Fleche, de la cual nos da lBe razones quo aegui~
cindible de verac:!.dod. No eo advierte la problemotioidad mente nos stfia1e., en' araB 8 demostrar la 1'irmuza de su
que inhiere a embae esfaraa en cuanto que 'ste dltmo arguroentaci6nt "M~s cuando tomsmoa esta palabra sor,dn
plano, relativo a la mera intuitua como fundamento de la BU eignificaci6n ordinaria, al decir que un 11l¡;:;lU' est&
"ratio rr.athemetice". no puede disponer dé "logicidad" &! vaci6 no queremos Significar que no existe absolutamen
guna que no sea la propiamente proporoionada por sI mi! te nada de lo quo pensabamoe dobla habor en 61. As!, pua!
mo, que es precisamente lo que lleva el mismo fi16sofo to qua una c6nta~a est~ hecho pdra contene= agua, deci
de la Fleche a dete:nllinar uno conoxi6n intrínseca entre mos que est' vacio cuando no contieno r.l,~s que airo••• y
el cuerpo, y el espacio de modo que, p~r comprensi6n de en sato miomo sentido, 00 en el quo decimos gue un eap!
su 1'1,' gnitud extensa, pueda darse cuenta del primoro en cio ost& yacio, cuando DO contieno nnda qua nos sea se!!
funei6u de lo. "correlBci6:n" exproSIl (lon ~l segundo. el! s:;.hle, nunquo contonr;/l u¡'¡a materia croada Y una substs!!
minaodo as{ -lo gue explica perfectamente la convertib! cla extenoll, pUOB no eol.omon considerar ei¡¡p aquo1las
lidad de la "re-transferoncia"- toda posibilidad para cosas que nlcnnzan R nuostror; aonU.dose ( ... ) ror tanto,
"vacuum" alr,uno. Eate no ae presentarla, entonces, m&s si so noa pregunta que O\1co(!oria en el cnso d.e que Dioe
Que como "espacio incorp6reo" lo que DO deja de ser un qu~tasa todo el cuerpo existente en un vaRO, sin permi
pnrol~gismo, siguienuo el hilo conductor del pensarnie~ tir que otro le reemplazase, responderemos que las par!
to fUOb6fico dol mismo Descartes, en cuanto que el mil! dos de este vaao se enc(/ntra.r~an tan p).·oxirJ6S gue ee t2
mo espacio no ea otra C008 q!,~e la "co-relaci6n rt en la carian directan:<;!l1te. lu~q ~!'J necesar:'o quo dos cuerpos
que se baIlan los propios cuerpos, como '1
mismo nos lo
advierte. " ••• Las palabras lugar y espacio no sigoiti...
ee toquen tllutuamente CUBndo nada exiBte entre ambos,
porque habr1a contradicci6n suponiendO que estamos aep!
can nnda que difiera verdaderamente del ouerpo que dec! rados, esto es, qU(~ habiando una distancia intermedia.
mos eat& en alg6n lugar, y designar 6nicamente su mago! esta distancia no fuese nada, ya que la distancia ea u.."l
tUd, figura 3 situaci6n entre loa damas ouerpos." (3) modo de la extensi6n, que no pOdria subsistir sin algo
extenso." (4)
AEI, ,'uel'!, cCllllbinend" telN1t fe.ctoT'oS, os como se
l>0ne de rnlicl1{€l 1.11 a:!.::;n1.tlcnUve conoxi6n 1.ntr!neocn a \lnn voz¡ quo DC ha diri!'lido l~. tlbs('IJ.u1:a plenitud.
ludida, por cu:'o inf;0rmedio se hace ?lef!fI.!!lente posible
122
123
de contornidl'ld con la "extelJei6~ d·' la ma.teria" , ~atl1
misma. como tal plenitud, perMitir5 determin~r su pro del ¡¡¡ovími.mi;o en i'c[\cartos, Plll'g GI cual, puea f el n:o
pio Quto-desenvolvillliento', ;'\'a ClUB, en caso cl)nt.rario, vimiel:t;o proyirunento dicho rasid'! l>6.o1Cl\l11onte en 01 l:'~!
no aerIIl tal. Esto Os precisamente lo qu~ caracteriza IilO Illli·¡:"J., cuya veriticnci6n se da ¡,tor cici;plazor..hm-:;o
la "emlnencialidad" dal Deu8 cs:r.teaiano, en cuanto qUA rectil1neo, cono traBle.ci~n, cO,,"O ~l f'lisr,¡o nos lo imU
en El 80 hace tactible esconder, explic8tivemente, la \,;b, en &u raUlosn dorlnlc~ 6n del mov1mieo 7,o. que reza OH!'
incomprensibilidad de las potenOias causales etrioto .. Poro ei... deEE){I!!lOB saber en qu6 cone1[1[;0 re¡;,lmon'te
sensu, d,Q modo, pupa, que el prine1:pio de la coneervaci6n 01 mOVit1jento, dirorr:cs, para atribuirle una naturaleza
del movimionto encuentre en ~l ell f.mtentica expl1caci6n. dotorrr.inndo., que es la "trl:lsll\ci6n de una ¡>f1rte de la re!
en cuanto que nuestras eornpren~ibilid8d aoerca del r.iamo teri~, o de un cuerpo, de le vecindad de 108 CUOrp09 que
DC' Puede transc~:l:b:!, en mer.;lra algunll, 811 propia tact! le tocen inmodio.ts:lumte, y Que c,-naideramoa COL'(jO eH :r.e¡¡g,
ciclad, sU inatantannidad. por cuyo lfJtt'U."IIIedio diapone_ so. f1 la veoindad de otros. fOl' un euer¡:.,o. o bien por
mas justamente del conocimiento del cambio O movimiento • una parto do la mato1ia, entiondo todo lo que es trael!
y as! noe lo inMeo el propio .tUoa6to d!" la Fleche eo dado a la "ez, aunquo nuevamente C),;t(¡ cr,mpuAsto de mu
su trat~do ~oerea ~e la .tIsies, conOCido Como LE "afiLE, ChC9 partnF, dotadaa tembi~n de movimient~, 1 di~o que
1;,1 cl..'8.1 ronunc:! a 8 pUblioor, trIs nonoct>r la Condena de es la trsalncd.&n ., no la tue't'.a o 800i6n que transporta,
Galileo Galile:l de 16 33, en € l que nos dice as!, ft Oon para moatrsr que el movimiento est6 siempre OD el m&vil
sidero que huy unn iDf'inid~d de diverso", I"ovirll!enl;oa que y no en ~l movimiento••• " (6)
dm,'an P9rpetUamento ~n el mundo. ( ••• ) No me detengo a
De ea'\;:;. !:lanar"" tenet:.os que 'Pr)r~ Doe.cnrtos, el l:I2
buscar la caUSa de SUB mOVimientos, pues me basta pensar
·timiento no diDpone de uns s:xplicaci6n ccuDal quo no Boa
que han COillOtH!lSdo a moverse tan pronto como 81 lIIU'!ldo he
el tropio m6vil, por cuyo intermedio, pues. pUt>dc no c~
comensedo n Ilor. En tal condici6n, flnCllentro, por mis
lo comprenderse la itJ'tervenci6n "olt1ncncinl a de la di-,!
razones, que es imposible que eus movimientos Cesen ja
Didau, sino, Ildem~D, el car5.cter esonc:!,nlu:onto l1aturdi!
m[,,8, ni es! mismo que c8~b1~n de otro modo Como de !!u
ta-Iaf?;al que Irradie. al pon&a:::iento tUofJ6tico on SI! a
j~to. Es decir Que la virtud. O In potencia de moverse
r~oosa b6aquedé por ofrocnr cxp1icac36n ca~aal certeza
por sI InlO'llO, que Se encuentra en un ouerpo, pueda po
de loa l'en6menoa Daturalel'l, cuya CobEll.'tura, por ende, hay
sar 9n todo o en parte El otro, y as! DO hallarse m&. en
funo:tt>n 19 m:tablooer. BU verosL"I1ilitu1 como "indefinida", lo que, natuX'sltll8f!te, aquellas le:,\,!'8 flo1 movimiento,·· Po!
qua el" lo qt1(~ or:':'('CEI, traneparantor.¡{\1'Jto, la importRncie. pue~tas ((s! 1 (1) "te';.!". COlla permanElC'e ""TI al (U'tt!ldo en
do aquello tranufornnúia 8nt~ri()rnc!!ta ¡¡ludida que, co <tU(~ lile encuent;~13. Jll:1.entl'tis nada la r.1'f:'" crunlJiar", (2)
t,L,mC/l1;c C('\osigo." 0.;::) yrinci~loB en lo F'tsioa, nl qua :.e;ye lllotiV':)s paT.'a d~noar
,
r.. J'1l\1.:l t Mo~r/tro ~e OeecartE!tI_ 'ste no bUflCabs. DI&' g"9 },\~~' Indu(t,ablem(lnte, part:! 8Tl'l.O (f.O'! le.~ nntB{l:Ieh",s (lond!
jnt ~~r~r los do!:: pl ellOS. r.l gt'!odntt"ico;:. ,1 holioe6n .' .' e:f.N'lPB rcsofit\da(O, es obvio qut'I. tod(J voz ",m;l 1n ltIt.~ted a
trico, e~ll vtetns '1 QU9 BU tratado r!sioo fuere. 1ado c.f¡ f{oicn dobe ~,nBenvolv",ree f'!8pac:\.Rlmont;(I y '1110 ~;~tCl, ",o
1',0 1 iJn'{. ~n 1", onse'lanz"l, evltando .!ts! tt'Jn9r cuelqui9r .' "t!'l.!lto t~i O;>L"9~·ol~" es "cot'1'01at·i.vo" '" le>::: miotlo!il eUOI'J)OB
:t
d~o!t, la que l(JG GdiliatL'u llaman can::idad, J tOilian por (,Juan tao ¡>.!'op:í.edlll.dou di vorlJUS d~l Wó"l. dol .ruogo, 1 d,.:¿> J
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132
133
:!'n f'fh:- '.:':1" "tr,cla del ~:~1l1do, hen nide MUy nvi1(\,Tl\':t"mo~t:~ iu,tiEoDdo. lo0l. 10 taIltQ, de tlllel: e<j€lB do CO(of~i
(I~'.~lIe~.'l~f' d.'" nn ~f'!'1tv'lPO n~l'1f'ro dn cnnnt'll'l qu~ (110 p'J"CIi'~0! nfd!:-.!t él!:claro Que la corwt:Y"1;.cd6o 11(.1 lv ~b.1(¡tivi~.bd cos
"re f:I~ tcr'~ I'nr.n rto I!r:te t"r:.tl'\~o) t "11 n (JUf' !'la inn~:tn~ que IlO!.lCit i \"t,;. B.l medo como la :vl8.lrtefl u1 '(I,1s"-'0 l'('E·{' ~l'l ~s
l:?l' t",!" nI tll':n:r' , ;; fdn qllt? la ')"ov.tln me h(l~a pe;::
!::')")ll"l'-t.O COl1l\.:Utu,yo un ei 1i Clm !,;O ~N!f) 81(jlHJt~ NI u'al; e. (torCal'
r,·"r.Ii'.dt:' ~(> l:'111'1A, "O ~.~, ñp.,:nrll fle tenor, pC\r 10 Mf!nO(l~ l"i',¿'l't.ura de run<1liJ,eilt::lc:l.~r. ti In ¡r,iG1liH, O.e O('J1I>¡;rd(' C<"fJ
1'B"'to 1"Imrlmll€1ntl) P""'A juze:nr qUEl non l11S vnrdadnrr.fJ on! la clshma·t:l ciduu t¡Ut! debe sede 1nl 1orcntc, !L' curll Elf)
I"I:1S de +'orlo JI';' n.,tle de (>11".s hé dn;lucirtl'l, como lo hAY 'P! !.Il)!.e. dUul!l1nedo todo, ves qua la cotitl.ld cl.'!tict". t't"l1l'cc!!,
:::'1'1 creor q.l.1e (;1') ha e:",~(mtr~.d.!'J 01 vf!\rdndf'ro snntirlo ~$ tlsta 119&6 ,..1 cen! t e.e au :!'.:t:dul'cz, hl!oieud~t t:f'l Cf'IIlO
u""';a O~Cllt;l1:'a cH'rpdi!l, Cl'IH~~.t) do( (':- ('¡ flenti<'l.o surge de 111. l'9 eO'Clstath ef) la rt~r1e:r.:16rl gt,lil~flnll., lrl·evel'sS.blt> t'l1
r1 f;'l'dfl r ':1':16n qun f'l1!J PI!' dEldo po!' ocmj('!ott!T't.'I a cada l.,trat ¡.roC€ U lO de itlVeHUll;tlcil}n, se~n 1.:1 l'lJo(){;e 01 ~'l'c>rio l'f."!
f,"(W ~1 l'1':'n'l>1'1ó> rJ(> ll'!s le~r.BI'l dEll /llrs~lntn «IR muCil0 m.<:s. eartelh
0' ':':\' [!'w nI de" 1::1'" !'~'~ M(>~_'!.. l:' Ca.'llClt'.S que 'S" hl' GUpUów1:o, ::r
Fa indudGb1e qUé adn 11 !,l')íl!'1" de 1.1':'8 dHieultedoG
!';)? re !'H')f)Stl:r1hl''9. !"\ 1'('11':101' "'~)T"ItN) po1f1brr>1II ni fil'n hmte.s
qUI'! lS~ le prca"ntl':l'on p.'lrt' lo ob'i;rn1e~6n (:r- tel 8il'\tt~!'I...1-
J I;"TN! "11 t'.n~ ef.'tertt~JJ'fI n~rT~I9(\ 00':10 "r",,·, "1)$1 divf'r9c~
t:l c1 d!ld. le rel'll!\xi.A!'l cnrlouil'"I''!. hec1endo frente e 1&
'.,~ ;lO:-".1.~C~ft0 ;;'0 <le ('!!.'t",n Cf.tUI.I1J8." (14)
r;l'!cl'ldd(.tl t\e tu'Oder.:enhrr g:lOl'eol!.r:;icMen-:::o el oonoe:!.m1011
Afl1., pUAfI~ de conton'lid.e.d con éste eoméro j>le:nt.e¡ 10 proporclontldo ;>ot' la "ratio r.:8th~:natlce" t cuya es"
1'l~.€:nto ncorOtl 001 prob1en:1l oetodo16r,ico Que eubyvofl I!I la trueturs interna facilitaba una ~ertleicl.ad lrro:trsbable,
l'ef1md6n C(1.:.-t<lI'l:tenl'l rel'?('cto de las relaoiono!' entre la ~~
que conduo(1, como heroe oe;}alndo ya. o trrw'l' {~_e la ro
"reo c,.;trmso" "J I('lB eUo:!r;>OB :ft~1.C"B hQIIlt;ls pod.1do di t'im1r t'}" d.b:i.lids.d de tomar en intelMtj V~ la pI'ol:ia intnieiGn t
'"t f\ ocmsol1der le bDel!l (lo~noEcitivn al! lo "rt'tio id~~le",
rot:.!\tln¡¡;,;¡nt;'.;' 11:\ impor"tr-mcil\ quo, en al m,lll.rco aplicativo, ~.
~'"
sele una estricta realidad existencial, por ouanto, a su
vez, ella debe disponer eminentemente de todo lo que nos
}:- ;.:
es dado a nosotros, oomo seres humanos limitados. As! la
I intuioi6n debe acordlrse1e similarmente a como nosotros
disponemos de ella, ain que ae adviert~ especlricamente
la propia fUncionalidad limite que inhiere a toda intui
oi6n en aras a determinar explíoitamente su aloance oog
nosoitivo.
plena validez desde la admisibilidad absoluta de une U de aprox1maoi6n para verificar la comprenai6n objetiva
nidad trenBce!ldente pera cuya edificaci6n 9610 estemos que 80 presume acerca de la realidad humana. ya que la
autorizados desde una perspectiva meramente negativa, oriontaci6n indicada desde un punto de vista gnoseol6
es decir. como rgsultado conclusivo articulado de con gioo antoriormente no deja de coimp1icar una estatic1
~orrnidad con le Identidad, siempre marginal. en la que dad en la contextura estructural del conocimiento hum!
se mueve la pura actividad cogitativl'l. pensante por en no que, sin embargo. debe pergeñarae veritativemente
de, sin que por ello sea posible dirimir para la singu como condici6n de su aceptabilidad. Esto eS justamente
laridad de ese "universal-positivo", concebido tan s6lo lo que vemos erigirse e.qu! como un oing",lar e in8091a.
desde el "universal-ner;ativo" por adicilSn de particula ¡able problema, pues, evidentemente, la tunci6n recto
ridades, la estricta y completa realidad integrol pres~ ra del Alma no deja de BUYO de testimoniar su problem!
puesta, que os lo que l6gicamente se busca apenas el tlcidad en cuanto qUé. cpmo vimos, la actividad cogit!
pensamiento se autonomiza e independiza de toda la role tiva atricto BensU no garantiza la oerteza cognoscitiva
c16n corpórea y entra en el marco de una autarquta int2 aino de modo d eminencia1", lo que, neces~iemente, cond~
gral. ce a un reexemen aoerca de la cuesti6n indicada, a ex·
cepci6n de que el Alma sea receptora scnsoria1 lo que
Desde este punto de viste y para evitar tales implicarla un rebajamiento de la misma desde su estado
consideraciones que no permiten dirimir para la anhela puro, contradich·rio con su aut&ntioo desideratum COg!
da certeza cOEn03citiva m6a que un mero aproximarse co tativo. Constituye uno de los m6ritos principales del
gitativo, se requiere plantear la cueeti6n expresa de ri16soto do la Floche el habarnos advertido esto por m!
la propia incardinaci6n de los planos cognoscitivos. a~ dio de la radicellzaci6n del planteamiento que estamos
virtiendo ,:,xp11citamente la complejidad derivada de un abordando' " 1, primeramente, no cabe ninguna duda de
mero interpretar la corporeidad COlroO simple "extenei6n" que todo lo que lo naturaleza me enseña encierra algu
que es precisamente lo que el pro~io Descartes advierto na verdad. f~es, ~or la naturaleza, considerada en ge
en ~l texto si~iontel " I1ues acostumbro a imaginar mu neral, entondiendo ahora a Dios mismo, o bien el orden
chas otras COSIlS. ademós de ~eta naturulezll corporal y disposici6n que Dios ha establecido en lns cosas
que es el objeto do la geometr1a, a saber, loa colores.
140 141
CrlJllCat. y por mi no,turaleza en particular, antie'do 132 provocan en m! 01 sentimiento de dolor. y a dirie:irme
lo la complexi6n o la reunic$n de todas lal' (".'sa.' qu" hacia aquellas que me comunican algdn sOl'1'::lll'if'nt.o ~p
Dios me hn dado. Ahora bien, esta naturaleza no me ens,!! placer, pero no veo Que adem!s do eoto me ensañe qu.e de
ña nada rnlí.s ~xpresa y dis sensiblemente sino que tenco estas diversas percepciones de los sentidos nunca deba
Un cuerpo que eet! mal dispuesto CualIdo siento dolor,
mos sacar conclusi6n o.lguna respecto de la.s cosas que
que itene necesidad de comer o de beber cuando tengo lo s est~n fuero de nosotros, sin que el espiritu las haya
sentimientos de hanbro o de sed, etc. Y, por oonsiguic!! examinado ciudadosa y maduramente. Pues solo el espi
te, no debo de ninrr'n modo dudar que hey en esto algo ritu y no al compuesto de espíritu y de cuerpo corres
de verdad. JJo outuralezo me enseña ta¡;¡'l1i6n, por medio ponde. me parece, conocer la verdad de esao oosas. n (3)
de estos sentimientos de dolor, de hambre, de sed, eto.,
que no solo estoy en su barco. sino que, Bdem&s de esto, La significaoi&n problem&tica inferida de este
le estoy muy estrechamente unido y contundido y mezOla planteamiento acerca de "qu& 8ea" la realidad humana no
do de tal modo que formo como un 6nieo todo con &1." (2) deja de eoimplicar una atGntica rovoluci6n en el seno
del eje de coordenadas en el que hasr;,: e;¡tonces se morla
La perspectiva de dilucidar la oonte%tura de la el conocimiento en torno a la roalidad humana .tri~o
unidad humana corno problem&ticit pr:ro derivada de quo seDau, por cuento intoduce Una 1'lexibilidad de criterios
aqUella unidad. se do. e1'ectivamente por medio de la mera interpretativos DO segdn positividad alguna, pero sl de
f'unci6n coeitativa, no cogno8citivamente e implioa, co modo negativo por la simple raz6n de que problematiza la
mo indicamos, no 8610 Un m~rito específico dol ti16aofo propia base operativa del "Intellectu apna n , los eenti -
de la Flecl~e, sino, adem6,a. una veta de incalculable l!! d08 no tienen par se comprensi6n cognoscitiva como mar
tor3a para plantear diÜenamente el rumbo por el que ha co ret'!ll'9ncial 'mp{rico pero si se presentall, como com
de gui.arse 10. conciencia del hombre actual, en cuanto ponentes cognOSCitivos inomisibles de manera qua, en ad~
que con ello el intelecto humano, en BU individualid.ad. lante, s6lo Una vez Que 88 haya resuelto tal euastilln,
debe realizarso como concipicntecnnte activo y no mora poctrl darse plena cuenta no e610 de la funcionalidad de
mente "pa&sivue". Lo corp6reo entonces como representa_ 6etoe, sino, adem6.s. de eu consideraci6n positiva o nel:;!
ci~l'l, constituye. aSim1s1I1o, una funci6n de incardina_ tiva en oroen a la erecci6n de la objetividad cognoscit!
ci6n de la actividad inteloctiva COrtlo actividad an1mica, va como deeideratum general de la aotividad intelectiva
aun cucodo ~sta, ea decir, la mera representaci6n corp§ del hombre como tal.
real aun no se halle expltcitamente concobida como tal.
aino de con1'ormi<'.ad con la ncgaci6n in1'erible de su a]:: La enorme tarea llevada a cabo por el propio ti12
soluta cooprenai6D en el seno de la mera aotividad "C2 B01'O en arae a doterminar no 8610 hipot6ticamente, si
gitativa", tal COllIO el ;::ro"io j)escarten nos lo advierte sus invostigaciones en este terreno, las observaciones
as!. " Pero para que no haya en eato nada que no conci realizadas sobre las viseeras cerebrales, ence1'álic88,
ba distintamente debo defjnir Con preciBi.~n lo que en y del coraz6n de animales tal y como so presentan en
tiendo propirunente <mando «ieo Que la naturaleza me en el TRAITE DE L'HOHME, que constituye la se6Unda parte de
seña al~o .. C••• ) Solamente de las cosas que Dios me lIn LE tiONDE, as! como en LA DESORIPTION DU CORPB nUriAI t CO!!
dado en cuanto estoy compuosto de esp1ritu y de cuerpo. juntamente con la exposici6~ que realiza en su DISCOURB
Pues esta naturaleza ma enlJeña a ovítl1r 18.s Cosas que DE LA MEl'1l0DE acerca de los descubrimientos de Harv;y
142
143
respecto (l le. circulaci6n sanguínea, no revela. bj.!)n e
las claras la problem6tica con 19 cual se ~")fren~8 ~~ qu,,) nOIJ ¡Jon propias, os! como cuontau pode!.3os iI;.;.;.gillar
rela.ci6n con el marco de 8u'onom{a e indepande::¡cia con que no provienen sino de la materia y que ne :13plmJen 1Ilj.
.DO de la dis?oeici6n de los 6rganos. Conocemos rolojo~,
~l cual comienza a comprehenders/i) la pr.opia renlidad
huma.!la y natural, en el sentido dA !J'.le si, desde lU9F!O ruantes artiticiales, moliDOS ;¡ ot;¡;'aa mli.quinaa similares
hay qua Gubcribir la unidad intr!s~ca al sujeto COr,n08 qua, habiendo siolo realizadas por el hombro, siD ombar€,'O
cente como individuo humano, eim embargo, tal Unidad no poseeD ruerza para moverse de modos distintos en virtud
puede pergeñarae ya dende esf'erp8 supra-teltU-ic8S, sino. de sus propios medios, oreo que no se~18 capaz do imagi
nar tanta diversidad de movimientd~ en lista, que supongo
justmnente, en .funci6n de invElsti{';$c:f.orJ9a que diluOiden
y esclarezcan completa e integrnlmente la sUsodicha Prg
cOllstruida por la mano de Dios, ni de atribuirlo tal m.....
blem&ticn como conditio sine qua non de su at~ntica y tUieio, como para que no tenga18 motlvos pera pellsar
segurl'l v&lido21 stricto seneu, que pudiera aventajada por otra." (4)
.a.¡¡¡,.
144 145
La consideraoi6n meramente fisio16gica del cuerpo humano A trav6a de la expCJsicitn suscrita anter:i.únioElnte
viene a signifioar su propia auto-explionci6n motriz, 8e pued()n advertir las bases galvanizadol.'8& <lEtl 11101;OQ
conoibHndon& ns! Con la pasividad que le otorga el pro mien-to cartesiano respecto do la unidad ar¡{mico-corporal,
~io DaDc~es al marco receptivo de la peroepCi6n senso en cuanto que la sustancialidad que est& a su base ueb~
rial, la cunl, una vas ~Btrict8mente asentada, permite actuar m(jt6:..~ialmeDte, corporalmentot de plena (.onformi
diriwir, por la propi~ aotividad funcional del cerebro dad con los supueDtoB lnl1i08d08, eeg\in la descripoi6n
una 9uto-motricid~d interna por cuyo medio sa hace posi fisio16gico-mec!nica deecrita groseo ~odo, como dnioa
ble la relaei6n unitaria anJmico-corporal, lo cual nos
posibilidad de re-convetir la ant~~icha transíeréncia
lo indica del aiguionte modol"••• Debemos creer que todo lidad metouo16gics, en tanto que expoeici6n tilos6fioa
el calor y todoa los movi~ientos qua existen en nosotros, de lo. unidad te6rico-practico que se pretende oonseguir
en tanto que no dependan del pens8mie~to, no pertenecen
como derivaci6n de la radioaci6n subjetiva del problema
mAs que al cuerpo." (5)
cognoscitivo. Esto mismo 8e nos señala, tm lo que res
"fero no se saba coóuánlllento de qua manera estoa e! peota al tema que nos ocupa pero de o¡~r.>I. torma, en (11
p!ritus animales y estos nor-,ios contrlbUJen a los movi SiGUiente texto I " Y yo he 9XplicBdo en la Di6ptrica 00
mientos y & los sentidos, ni cual es el principio corpo mo todos 108 objetos visibles no se comunican a nosotros
ral que loa hace obrar••• mientrAs vivi~oo, hay un calor solo porque mUeven localmente. por intermedio de loe
continuo en nU&utro coraz~nt que e8 una especie de fuego cuerpoe transparentes que ost~n entro ellos y nosotros,
qua la sangro de las venas mantiénon en ~1, y que este 108 pequefios filamentos de los nervios 6pticos que astan
fuego oa el prinCipio Oorporal de todos lOA movimiontos en el fondo de nuestros ojos, y en seguida las partes
de nuostros miembros." (6) del cerebro de donde vienen estos nervios, que ollos los
mueven -digo- do tan diversas maneras como nos hacen ver
"r'E'ro lo que hay en esto m&8 not;Rble es que todas diferencies en las cosas, y que no son inmediatamente
VJ.s pal'teo rJás vivas y sutiles de la sanc:re que el calor 106 movtmientos que ee hacen ~n el ojo, slno los Que se
ha verificado en ~l coruz6n entran sin cesar en gran cag hacen en el cerebro, lo que reprecento en el alma estos
tidad on 1GB cavidadou del cerebro. ( ••• ) Pues bien, es objotos. A cuyo ejemplo es f~cil de cencebir que los s2
tas partes do la oangre 1llUy sut;Uas compoDen los espíri_ nidos, los olores, loe saboras, el calor, el dolor, el
tus 1."."!:u:Jsles y no ticmm nec(JBidad o. esto efecto de rec,! hambre. la sed, y genor91mente todos 108.objel;os, tanto
bir ningun otro cambio en el carobro. sino que ellas es do nuestros otros sentidos exteriores como de nuestros
tan allí separadas de las otras Pa1'tes do In sangre me ap(ltitoe :intoriores, excitan t8JllH~n slgGn IDl)vimiento
nos sutilos. ( ••• ) Do suerte que no se dotienen en nio en nuestros nervios que pasa por su medie hasta 01 cer!
g-Gn lugar, y a medida que entran algunos de ellos en las bro, y ndemAs de que estos diversos movimlentos del ce
cavidades d01 cerebro salen trunbUn algunos otros por rebro hacer; ver e. nuestra alma diversos sentimientos,
los poros que hay en BU SUbstancia, cuyos poros los coo pueden tnrcbi6n hacer ain ella que los espíritus tomen
duoen a los nervios y de allí a loa m~Beulos, y por este su curso hncla .:iertos ¡:¡{1sculoB nntes que haoia otros,
medio mueven el cuerpo de todas las diferentes maneras y así que muovan nuestros miembros••• " (8)
que puede ser movido. rt en
As!, pues, una vez amaitido que el cuerpo S8 ri
ge y gobierna Bel~n 10B destino::; de UDa mAquina, natu
146 147
ralmente, como tal gobierno y direcci6n no le viene mAs " ••• Como, al oontrario, se puede generalmente llamar sus
quo de la vctividad anímica, 6ate, en consocuencia, te2 pasiones todas 108 clases de percepoiones o conocimientos
dr' de suyo que vertebrarse de conformidad oon aqu6l, que se enouentran en nosotros a causa de que a menudo no
de forma que subsiste una reloci6n unitaria que es lo es nuestra alma quien los haoe tales como son y que sie~
que propiamente so indagaba. Sin embargo, obviamente, a pre ella las recibe de las cosas que est&n representadas
BU vez, una Vez que tal unidad se ha supuesto, ls neoe por elloe." (10)
sidad de olarifioar la propia aotividad del alma debe,
por oonsiguiente, confi~rarse en funci6n de su misma ~ Da esta manera, ae noa aparece un horizonte expl!
Didad quo, naturalmente, debe aparocer, otra vez, esoia cativo complejo. por ouanto, si bien las acoiones antm!
dida, en cuanto dnlca pOSibilidad de dar cuenta de las cne no presentan ma,";or problema ya que ella8 se inscri
formas de gobierno del propio cuerpo, en su aotividad ~ ben taxativamente en el marco de UD pleno gobierno, tal
nitaria. Tal esoisi60 en lo que respecta al marco de la oual es el representado por la "intelecoión volitiva",
actividad anímioa hay que busoarlo en la distinoi60 pl~ cuya armonla no deja de coimplicar su intrlnseca, eun
teada por el mismo Descartes, en el seno de la oual BU~ cuando no justificada, disarmonla, sin embargo, por 10
eiste la posibilidad no 8610 de una actividad disarm&ni que concierne a lse pasiones antmicas, ~stas sl que, D!
ca entro ambas esforas, sino, adem's, la signiflcaci6n turalmente, conllevan una problematicidad insoslayable,
de otro plano perfectamente ooncordante entre aquellas puesto que implican un determinado oomportamiento que,
eSferss, de forma que pueda atisbaree con cl'aridad la aunque injustificable, no obstante, es ine1im1nable e
problem,tioidad de la misma estructuraoi6n jerArquica inderogable. como puede colegirso de la desor1pci6n que
entre las dor, esferas. Así, por tanto, la antedicha di! de la8 mismas nos revela el propio Descartes, caracter!
tinoi6n oartesiana cobra vida en funci6n de discernir .Andolas a81. "••• Las percepoiones o los sentimientos.
entro las ~aooiones" y las "pasiones" de la misma aoti o emociones del alma, que se relaoiona particularmente
vidad anímica, de modo que las primeras no devengan de a ella, y que son causadas, mantenidas y fortalecidas
suyo dadas m&s que en funci6n de las determinaciones de por alr;dn movlmiento de los espíritus." (11)
nuestro "libre albedrío", cayendo, por consieuiente, de
Dada la Intima conexi6n anímico-corporal operan
modo explícito en el terreno de la "intelecci6n voliti
te para Descartes, es claro, que la residencia de las
va", Oomo ~l mismo nos 10 indicaa " Los que yo llamo sus
pasiones debe verificarse similarmente a toda la estrug
aooiones son todas nuestras voluntades, a causa de que
tura unitaria, para ouya preservaoión el propio fil~so
experimentamos que proceden directamente de nuoatra~al_
fo le asigna su ubiouidad on una cl&ndula site en la w!
ma, y paraoen no depender mAs que de ella••• " (9)
sa enc~falioa. Y a trav&s de la oual se origina la act!
En lo que conoiarne a las "pasionos", su constit~ vidad an!mico-pasional. la cual y en aras a su determi
016n nos muestra otro específico sentido anímico en cu~ naci6n expresa, aparece dividida en pasiones originarias
to se nos apareoe como receptivo, eato es precisamente y pasiones particulares, en el seno de las cuales, o sea,
lo que laa caracteriza Oomo aut6ntioas paaiones, ouya di para 'stas Gltimas, hay que incardinar toda una multitud,
pendencio respeoto de la actividad anil!l....:a no se prese!! siendo el merco relativo a las primere u 'riginarias las
ta con la claridad propia de la relativa a las aociones, denominadasl edmiraci6n, amor, odio, desoo, alegria 7
tal oomo nos adviorte el propio l':l.lósol'o al decirnos aaís tristéza. do las ouales 80n aquellas segundas meramente
derivativas.
148 149
Const(n,licmtemente, no hay duda ql/!,una que Con la n{tidamente la revisvicenoia que ee opera en Descartes
divisi6n entre acclonI'C8 y pneicmes SI) ha establecido Una de los presupuestos estoicos, en el sentido de que el in
distinci&n de primor orden en lo ql19 rOsp43cta a la com dlviduo debe ser concebido como un todo personal, para
prehf'.mai6o do lo conducta humana expresais vérbis. por el cual el propio marco deoisorio tiene que constituir
cuanto subsiste aquí la ·U.f9rencia inoltorable e indie Fllgo m~s que un mero dcsideratum, lo quo, sin gtnero de
penSDble antro un COMportamiento pu:¡;o y z'adicalmente r! dudes alguna, modifica sustancialmente 108 éjes desde
cional conjuntamente con un C01!lportrunlonto 'no-raOione.l'. los luales se habia orientadq la moralidad de laa accio
quo justamente es inadmisible en la estricta tundament! nes humanas, ya no puede regirse el comportamiento huma
oi60 de la conducta humana seg6n la oonstruocj,lin del pe!! no por buscar el t'~ino medio entre dos pasiones. ni
samiento oSool~stieo, en cuanto que la validez abeoluta_ tampoco puede. por simple "coincidentia oppositorum". r!
mente positiva que macnetiza es inherente a la Idea pura cionaliz&rs8 la conducta de pleno aouerdo con el dictamen'
no puede deJar de ooimplicar un comportamionto absoluta_ absolutamente puro de una Idea absoluta en si misma que
mente concorde consigo misma Corno es plenamente p;:,scept! gobierne eXpre8am~nte a quella conducta, siempre porfec
vo, incontrovertiblcmente, esto plantea en Deecartos la tamente conoorde con SUs presupuestos. por cuanto no PU!
susodicha ",flexibilidad" <lo criterios interpretativos de da subsistir armonía m6s que hipot6ticllIIIonte. En conse
forma que se pon~a de manifiesto. oon antera nitidez, la cuencia, la posibilidad de desonvolver el presupuesto
"proviairmalidad" Que abarca a toda posible "antropolo_ moral para el marco de la conducta humana debe compreho2
gIa racional" etrioto sanau. El marco referencial deBer! derse bajo el supuesto de la problematicidad inherente
to como pasiones no sólo no puede ser oliminado, sino d.$ lo a.ntedicho. sin que,sin GlJbargo, por no darse en su
que, adom~st hasta se cooat/:lta BU indispensable coherf)n forma pura resulte anulada en su afoctividad, puesto que
cia Co:npronsiva rcspool;o de la propie "racionalided" de la oon"lu8i&n que pueda desde lllago no es otra sino la
la condUct~1 hum::nll, lo que, a pesar flUyo debe roconocol' derivada de que el misno presupuesto moral no garantiza,
se expl!eitamente para pOder adquirir pleno. conGc:l.nneia
en modo aleuno, la reotitud convivencial que &st' a su
de la CUOl9U&n con la que sa opara y que se intonta dil!!
base por la simple raz6n de que nada nsef!ura un COllport!
ci;¡ar, tal y como queda reflejado por el mismo Dencartoa
miento somejante. Es;osto. como vimos en el segundo ap~
aaÍJ " I~ue8tras pasiones no pueden ser directamente exc,!
teda de este capitulO. lo que conduce inexorablemente B
tados cuitadas por la occi6n de nuestra voluntad, paro
dotar de juridicidad a las rolaciones de convivencia hu
pueden sorlo indireot8r.!onte por la reprofleo'/:;ac16n de 11:\8
mana en tanto o:arco general cm el Que debe desenvolverse
Cosas qUe tienen costumbre de estar unidas COD la8 P~8i~
la conducta humana oonrormo con los prescripciones de
nes que queremos tener y Que son contrarias a los Que d!
Bor,uridad que envuelven a la misma.
sesmos rechazar." (12)
151
159
Es de cputormidad con 01 hecho deoisorio subjet!
buena cuenta de la modUicaci6n tlustoncial mlts arriba ! vo e indivud*al desde donde se hace de pleno acuerdo con
ludida introducida por el pro~io pensamiento cartesiano, el Dien, 'sta no puede dejarse llevar por meras pasiones
coloc&ndo como clave central de le misma conducta hilillsns si desea poseerse Q si misma como voluntad consciente ~
el propio heoho decisorio individual. subjetivo, cuya cuyo foco d.e trradiaci6n no puede ser otro que aquel al
'tendencielictnd ahora no encuentra en nlngdn ente extraño que nos referimos como individualmente decisorio, donde
y todopoderoso que rige sus determinaciones 8U correla la actividad intl!leotiva gobierna reotamente sobre la ID!
ci60 explicativa. sino que debe deduc1~ ue si mismo. co re volici6n en el sentido da que se hace a &sta querer
rUMbo de su conducta. As! nos lo rovela en su LES PASSION8 esto coneiote la principar utilidad de la moral ••• " (l5)
DE L' M1E, libro que dirigido o. la f'rinceea Eliesbetb pa Se pone as! de relieve la peculiaridad , especificidad
ra eocorrorle del estado de amargura en el que se halla de la construoci6n moral cartesiana, la cual, DO 8610 no
ba sometida y cuya pUblicaci6n no S8 realiza hosta 1649, niega la perspectiva de "no-racionalidad", sino que e9
un mes despu6s de que el ti16Boto de la Flecho llogar' a justamente en tunci6n de ~sta como baoe posible construir
Suecia, donde morir' al año siguiente. 1 en el que nos pr'cticsmente la posibilidad de la coroprensi6n racional
dice al res?ecto lo siguientes " ••• PuP.8 en aquellos en de la misma conducta humana, en cuanto que la raoionali
Quienes na:turalmontb la voluntad puede m6s t~,oilmente ve!! dad constituye originariamente el eje explicetivo de to
cer las pasiones y detener loe movimientos del ouorpo que da conducta disarm6nica consi~o mi~oe, tal como el pro
las aco¡¡~pañlln tienen sin duda las almas mAs luertes, pe pio fi16eoto nos lo ha dilucidado por lo anteriormente
ro hay algunos que no pued."n experimentar su tuerza, pOI expuesto y tal oomo n08 lo refleja de la manera siguien
que no hacen luchar su voluntad (Ion sus propias armas, te. a ••• Es oierto que, oon tal de que nuestra alma ten
sino solamente con lss que le proporcionan algunas pae1g ga siempre de qu6 contentarse en su interior. todas las
nes pare reaistir a otros. Lo que yo llamo sus propias turbaciones que proceden de otra parte DO tienen poder
armas gvO los juicio~ ril~e9 y determinados respecto nl p~a molestarla, por el contrario, sirven a aumentar su
conoc1oionto del bien y del mal, sogtln 108 cualE':!.. 311a alegria, en que, viendo gue no puede Ber ofendida por
ha resuolto conducir la8 acciones de su vida. w (1') ellas. esto lo hace conocer su perfecci6n. y a tin de que
nUlilstra al¡'8 tenga as! de que estar contenta, no tiene
Evidentemente, el planteamiento cartosiano de la
necesidad m~a que de seguir exactamente la virtud. (16)
w
cuesti60 qua n08 ocupa no de;ja de mostrar una enorme re
percus16n t por cuanto con 61 se pone de relieve la sus As1, pU<ls. partiendO de los susodichas considera
tancial rnodi.ficaci6n que introduce respecto de la estrug. ciones, es obvio que la 0regunta en torno a qué sea la
tura del problama analizado por loe ri16sofos de la Ant! virtud. qul! 80a el Bien, qu6 haya de entendert:e por una
gU~dad. lo qua el propio Descartes lo advierte con 'nta u otro no deja de implicar un problema de enorme magnitud
sis indiscutible, al decirnos1 " Nada demuestra mejor c§ bvidentementet Descartes, una vez presupuesta la exis
mo las ciencias que tenemos da los antiGUOS son derectuo tencia de Dios no requiero plantearso semejante cuestig
sas que lo escrito por ellos de las pasiones••• Yo no nes de modo operativo y expreso, aunque, sin embargo.
puedo tener ninguna esperanza de acercarme a la verdad no deja de reBultar problemAtico no (~irar en torno 11 las
si no ee alejándome de los caminos ,r.ld ellos han see;uido." respuestas a estas preguntas cuando manifiestamente 8e
(14)
1
152 153
ba dírimj do ¡lfiH. la divinidl)d uno. existencia "eminencial" ya que. indiscutiblemonte, la paciCicaci6n del estado te
por excelencia, como résultn olaro por lo anteriormente plicabn una mengua en las posibles atribuciones ambicio
oxpuesto. 1¡0 es dificil atisbar QUo semeja.nte respuesta sas de loa arist6cratae dirigentes de sendos partidos en
inplicabe toda uno. serie de conexiones intrfnsocas tan la disputa del poder, que es justamente 10 Que propone
absolutnm~nte inomisibles como ~speras de plsntear por el propo J. Bodin cuya muerte acaece en el mismo año en
un pensador cu.yo rGcogir.lient.:l fue enteramente manifies que nace nuestro ril6soto tal como nos lo refleja el p~
to. Sin embargo, no h~y duda al~nn do que sU silencio resor il. Jueyo al advertirnos lo siguiente. " Que las
a este rospecl;O fue tan revelador como un aut~ntiClo tr! eauerr:n! S! !;elir;i6n motiveD el esencial argumento hist6
tado sobre la tem&tica rnrorida, por cuyo intermedio y rico-politiCO de los siglos XVI Y XVII es la comprobaci6n
por sus dispersos, pero ricos comentarios, puedo, de al m6s elocuente del ennarcnmiento ideo16gico de las teDsi2
gona manera, articularse, al menoe intencionalmente, una Des politicas en ese mundo. Y'en primer lugar se trata
oierta contextura de su :'ensomiento sobre semejante oue! de una lucba por la nacioDalida4, por la integraci~n coa
ti6n quo, desde luo~o, merece unas p&ginas. creta y total del espacio politico contra 108 poderes h!
gem6nicoB -la Iglesia oat~lica Y el Imperio-, aunque sea.
1.1.5.c.- MOR!.L y l'OLITICA. Y. asi, adentr'ndonos en como frecuentemente lo es, apropiándose en su miGmo orto
la 6pooa hist6rica en lo. que transcurre la existencia de el Eetado-Naci6n las oategorias universales de orden de
Doscartes, podemos, en primera instancia, advertir que, la civilizaCi6n tradioional." (17)
aproxima1maento, treinta años antes de que nazca el ri12 Asi, pues, en conformidad a la conflictividad re
soto finaliza el Ooncilio de Trento, en el cual se re
ligioso-politica. contruye J. Bodin su pensamiento polí
fuerza radicalmenta la autoridad eClesi!stica. tanto doS
tico desde la atalaya que permite entrever el desgaste
mltticamento 00."0 en lo qUé concierne al poder pontifical,
tremendo que suponian soroejantes guerrns, cuyo eje se
instaur&ndose algunos mecanismos de oar[,cter jurtdico
estructura en torno a la Boberanta regia como conditio
eclesitsticos por cuyo concurso !'Uera posible hacerle frO!
sine qua non de oonservaci6n del ormaz6n socio-politico
te a. la herej1e lutorana y reformista. y cu.ya convocato
de la oonvivencia humana, como se pone de manifiesto por
ria se 11ov6 6 etecto (Ion In quiescencia del emperador
euS propias palabras. " Rop(¡blica es un rocto gobierno
Carlos V y "on la radical oposlci6n de ¡rranclsco 1, lo
de varias ramilias y de lo Que les cs com~n, oon •poder
que, de lejos. nos descubre las intorminables guerras que
soberano •••• Asi la ro?~blicn, sin el poder soberano
van a asolar a la noci6n rrancesa durante la segunda mi
que une todos loe miembros Y partes de esta y todas las
familias Y colegios en un solo cuerpo, deja de ser rep~
tad del siglo XVI. entro los partidos cat6licos y hugon2
tes. que tan s6lo con la aBcensi6n al trono e;alo de l:."nr,!
blies••• La sobersnta es el poder abscluto Y perpetuo
que IV podr' atisbar una larza tregua, como consocuencia
de una Ropóblica••• Adom6e de la soherenta. oa preciso
do la proclamaci6n del ramoso Edicto de nantes, por el
que haya alguna cosa en comdn y de oarActer público, 02
cual se reconoce a los hUGonotes su derecho de ciudadonia mo el patrimonio p6blico. el tesoro p~blioo, el recinto
durante el transcurso del año de 1598. Oon la entrada en de 10 ciudad, las callos, lae muro.llss, las plazas, 108
vigor de ecta Edicto de Nantos ee obtiene al menos la P2
temrlos, los mercados, los usos, las leyes, las costum
eibiJ idad de evitl'r permanentes ~erras conjuntamente con
bres, la justicia, las recomponsas, las pensa Y otras
el hecho de roa.tirmar la autoridad ~{ el poder dol Nonaron,
...,
155
154
enolavada en ostructurns mentales del pasado, sin que e
cosae eemejanten, que son comunes o pdblicas, o ambas llo sisnifique, en manera alguna, menoscabo para su PO!
COUle a la vez." (18) terior realizaci6n problem!tic8, como oxpresi6n unitaria
de la pluriforme rederaci6n de estados. (19)
Es rt,cil advertir por las palabras de Bodin la
plena conciencia adquirida de que le. conntituci6n del La descripoi6n de la 8itu~ci6n goneral en la que
Estado, cono Estado Absoluto, bajo la autoridad y el P2 vivo nI propio Doacartas nos otrece una panor!mica gen!
dar del f.tonarca 'nioo, ee configura como la conditio s,! rol quo, acaso, sea relevante en aras a explicar algunas
ne qua non de la posibilidad de la convivencia humana a orientaciones d.e su pensaqiento, pues &1 mismo debta ba
n'-v'~ll~l'I Rociales y pOl!ti'Jos, sin cuyo conourso no se lIarse al corriente de la conrlictividad de su ~poca, ya
puede ni asegurar la seguridad de sus miembros ni la pe!: que no 8610 porticipa en la guerra de los Treinta años,
tinente tolerancia de los misllIos, de forma que con ello sino quo~ adem!St no deja de tener eonrlictos con las O!
ee ponga ·le manifiesto le orientaci6n general que S8 lE. fora8 reliciosas basta all! donde BU retiro parec1a ine!
troduce en la propia contextura constructiva del Estado orutable. Desde este punto de vieta es indudable que la
Naci6n al quo nos re.t'iri6 el profesor Fueyo, ya que, e eituaci6n general de Francia no era la id6nea para un
videntomonte, la necesidad de proceder a establecer un reflexivo ser como Descnrtes, pues, hasta en 108 61timo8
fortalecimiento del poder temporal del r.:onarca como po años de su exist~ncia, aun cuando con la firea de la paz
der abs~luto contitu!a un eje interpretativo clave con de Weattall0, en 1648, parecia que Europa ontrartn en
vistas e. menguar y limit.ar el poder territorial susten una cierta tregua, sin embargo, la naci6n francesa vue1·
tado por las aristocracie.s reudales, de forma que pudi! ve a S9 agitada por la revoluci6n de la Fronda, -DOL'Cnr
ra determinarse UDa legialaci6n general en todo el te tes regresa apresuradEllllonte a Holanda-, por la cual se
rritorio, cu;¡'o cometido fuera dosB.rrolll.l'io por un apara intentaba poner un cerco expreso a la tarea nacionalista
to administrativo fuertei y poderoso, tal como 10 empez!
de Ricbelieu, continuada por Hazarino, de f~I1lla que, a...
rA a crear el todopoderoso primer ministro franc6s, bajO provechando la minoria de edad del que' J.\ U1 t:f\ seria el
el reinado do Luis XIII, el c6lobre Ricb91i~. quien, m! Rey 601, fuera psoble minar los bases de la z.tonarqu!a a2
dinnte la formaci6n de un ej~rcito permanente y de una soluta, intentando restaurar Jos arcoDoS poderes feuda
adminiatraci6n central y local, torja la estructura in les de los que habio ~ozado la aristocracia terratenien
terna del Estado franc6s, cuya inoidencia en la guerra te gala. Ea juetaoenta en plona efervesconcia del conflig
de 108 'l'reinta años (16l8-lEA-8) lleva, en cierta modida, to de la Fronda cuando Descartes decida marchar a Suecia,
la huella del eron estadista. galo. La necesida.d de con... donde, como ae Dabe, morir&, vlctima, entre muchas otras
vertir la estructura interna del Estado en un mecanismo co~ns, de la desconfianza de loa asesores de la reina
pol:!tico de relojerla, por medio de articular su defen Cristina Y de la neumonla que se apodera de &1 a conse
sa y su circulaci6n tanto interna como extorna, 08 algo cuoncia de la tempranas horas en las que conversaba con
que se debe, primordialmente a las consocuencias de la In propia reina.
GUerra de loe Treinta años en la cual ae atisba nltida
mente la irrpesibilidarl de conatrutci6n de un ltnperio Como ha podido observarse por lo dicho, es obvio
stricto eam.,u. disolviendo as! el fantasma da la. tlonar que paro DQscartee no subsiste una problem6tica socio
quf.a Universul como onera represontnci6" y desideratum
156 151
Bien y la virtud en general. sin embargo, establece el
polItice similar n la que existe para BOdin, inmodiato
marco operativo de tales valores on relaci6n con 01 pI!
antecesor suyo, pues, si bien 'ate 61timo proclama la n!
no referencial que le ofrece la convivencia humana a
oesidad do la Boharan!a regia ~ la posibilidad de gober
trav&s de sus leJes 1 costumbres, guiando AUA aceiones
nar como atributo derivado de aquella, 01 propio Descar
segdn las opiniones m5s eensatas de aquellos coetáneos,
tes, voluntariamontQ, mantenido al margen de todo con
aparece aol nítidamente dibujado que en la esfera socig
flicto social y polltico desde que su regreso a Francia pOl!tica la c autela y la precauci6n deben Bor extroma
lo obli~6 a recogerse ~ radicarse en Holanda para poder das hasta el mbimo con vistas 11 evitar prohlemas con 108
desarrollar sus invostigaciones, no considera, como O poderos pGb1icos 1 se enti~nde BU conciencia de que las
bligada consecuencia, discernir nada aceroa del proble relacionss politieas son auténtica cucsti6n de poder,
ma pOl!tioo desde una ~ptica general, pero sI que ee da 8610 si S8 entra en 8S8 ospacio existe posibilidad de 2
una seria de normas individuales de conducta que son tan rientar 81 rumbo de la conrlvencia, pero si no conviene
claramente proeoriptivas oomo un tratado de 108 m&todos mantenerse expresamente al marGen de toda determinaci6n
por los que debla regirse In conducta de los s~bdito. de g~ner&l al respeoto, de modo que pueda el individuo de
la &poca, tal como vienen formuladas en su DISCOURS DE aarro1lal' SU inter~s especifico subjotivo y articular
LA MEl'HODE, donde nos dice nsl. ".... ÁS!, con el ftn de
Partiendo, pues, de est~ excelente caractorizaci~n Puede observvrs8 tambi6n como. si bien Descartes
de la ftmorale en prouieion ft do Descartes no es difIcil 62 teniendo posibilidad do realizar una carrera politice,
vertir las consecuoncios que se infieren de la misma, las
161
160 de la conduota individUe1-s,,\bjetiva que por su parte, d!
dada la tradici6n familiar, sin embargo, el fi16sofo de be a conexionarse de acuerdo COD aqc~lla leg1s1aci6Dt "
la Fleche no d.)¡¡¡cuida, a pesar del asencial car!eter Las leyes comunes de la sociedad, todas las cuales tien
científico de sU inter6s personal, poner de relieve la den a que unos Y otroe sa haga.n ~l b:i.en 0, ,?or lo meDOS,
tet constitu1G uno de los pilares de la estructura del gÚn disimu1Q ni al"111, llevo \lno. dda mE.A te1iz "3 role S!
poder espiritua1-aclesiAstico, como ha podido observarse gura que 108 que b\\ecen su util1ttad por otros oat!!in08t ."
en el segundo apartado de Gste capitulo. Asimismo, re en verdRd ~stoR 8. vecl'ts triunfan por lo ie;nor(\rtoio. de los
planteando semejante ouesti6n no deja do ser significa dem'" Y por el favor de la rortun~ ••• " (25)
tiva la cvngruenola que existe entre la antedicha moral
Desde este punto de vista se explica, la eonside
016n de decisiones oon vil,tas a coníormarlas de acuerdo taba una eoneta:lte inomlsiblO dAsde oua1quior 6ptiC&t
con eu cOnV1V6\loialidnd. Todo ello, no puade realizarse pare. 10 cual la obra dé Naquiuvo10 desempeñaba una run
por un mero cOl:.pl'omiso mor.al,. sino quo tiene nocesaria ci60 de primer orden, por cuanto. naturalmente, la fun
mente -que vertebraree de oonformidad con el dictamen
~.:. jurídico QUE.' coactlv8.rnente- compole a 1n determioaci6n
162
163
damentaci6n que sobre la :uera ".tuerza", COl!:O exprosi6D
final del POdqr ~olitico. otrecía el tlorentino, on tag signific6 respecto de la moral no puode concobirse SiDO
to 6nico forma de constituci6n del porler soberano, no d! dentro del ejo ~e coordenadas representado por la expec!
jaba de aignl,ficar Una evidente contradlccilm entre 108 .~
rice tunoi6n de gobierno. ~a que lo atribuci6n deJpbdor
result~dos que se querían obtenor y 188 premi~as que d! t'~, politico no puede gestarse de suyo, una vez concedida la
bren tomares co~o puntos de Partid~, cuya justiticaci6n "eminencialidad" divina que v.eroga toda petrnolog!a a la
se buscaba explícitamente en la absoluta imposibilidad vez que detormlna la teluricidad del poder, más que en
de separar la et1cidad de la jurid:loldad y de 10 pol!t.! contol~idad con los fines quu se derivan de la propia e
co, ;ya que. si 'bien no oon el grado implioado por me~io rieaeis gubernamental, es deo ir, por medio de legialar ;y
do la instf'lraei6n dnl poder enpiritual-ealesi'stico, hscar respetar IR legislnci6n expreseis verbis, de !'orms
sí quo. el meno:;;, Oon lÍn cierto grado, todo lo precario qua con ello se ponga en funcionamionto el aparato admi
que se deAe~t alcanzaba un plano A otro, no era posible nistrador '1 distribuidor de justicia que, en buena 16gi
as! d~te~io~r una eaci816n tan radical como la que Op! ea, no debe dep9nder mAs que de la autoridad que dotenta
re en el .florenttno, euy~ eX!>re8" compreh(l!1"Ifl16n jU8tit.! la soberanía y no de poderes t$rr1toriallzados. tal como
cativa no deviene tel, 0011'10 vimos, m4s que en funci6D deventa obligando establecerlo para eooeevur el poder
de UD!'R ccordanadas 9tlpec1.a1tll1l d6\das en la pen!nWla 1 por plU'te de la "e.utor1tas" Q'Jl(ioi&stica, aégdn 01 loma
talianEl.Dcndo osto punto do v:J.stat in~udablementet la "divide et impera",el propio Desoartea n08 10 advierte
c;-:-:-~i::16n cartAs:!.ana e. laR m&x:lmaa POHt.~ca8 de Maquis 8S!' " Por lo quo Sé ref.iere a loa súbditos. hoy dos 012
velo se ind:tca netament;e. respect.o do! cOI!IMtario de la s.s. s subor, los grandes ~ el pueblo. ~o comprendo. ba
obra de r1aqu1 avel/) que el t i 1680fo de la Fleche realisa jo el nombre de los grandes, a todos aquellos que pueden
P~.~ la princesa Elioabetn de Bohemia, tr!s haber termA .fol'lliar partidos contro el Prínoipe, de la .fidelidad de
nedo el oomentario sobre S~noca, en el eUnl nos advierte los cuales debe ester mu;y asegurado. o, si no lo eetA,
el miA~? Daocortes do la manere siguiente, y sin dejar todos loa polítioos eat&n de acuerdo que debe emplear tg
luzlixo a dUrina r('~t>octo de los r:t~1;odoe propuestos por el dO~l los cuidados para reducirlos. ;y que en tanto que es
.flc!'~nt:l.not " Micl"~;!:'~~ que, pllrtl instruir El un buen Prin tan inolinadoG a perturbar el l!:etado, no les debe consi
oi.);'('I, aunql.l'3 Bolo inmedietomel')to aflentat:lo en un Estado, derar mM que oomo en.:Klligos. Fero, pa:x'(I. sus otros súbdi...
m~ ~a~~o~ que se 10 debe pr~pon~r m~~~os ~nteromente tOB, debe sobre todo evitar su odio ~ 8U desprecio, 10
contrar:tas. ~, (l'lpor>er qUf'! lo~ medio n de loe cuales S8 be. qüe croo qUé pUGce siempre hacer, ~rovie~o Que observe
sorvido para eF.tnble~orse han sido loa 4~stoS •••• (27) exactamente la Justicia a su modo (ea decir sicuicndo las
":.",' leyes a las cuales Be han habituado), sin Der mu;y riguZ1!
Ha Oa dificil atisbar en ecte planteamiento de la so en los CllII't!gcS, ni muy indulBento en las gracias, ~
cuesti60 socio-PolItica, brovísimo pero rico, que reali que no conrie todo Q sua Qinistro9, sino Que, dejando 82
za el Propio Descartas lB or1~ntani6n qlln 10 otorga a la lamente la carga de lna condonas ~6s odiosas, testimonie
tarsa efootiva de gObierno,teniendo en cuenta qUe esta tenor ~l miomo el cuidn4c de todo lo dew&s••• " (28)
operando con condiciones enteramente nuevas desde una
tradic16n r&rreamente anclada en estoreotipos tljos e .DI!' ,,:sta manera. pues, 01 t10nnrce debe ajustarse a
inderogables. As!, pues, la determinaci6n del Bi~n ;y de una !'Il'lri.éI ds limites qua ostm1 :t'e;>r~sen1;Edo .. por la coo,!
la Virtud a nivelos socio-pOl!ticoB, en'logomente a como eis"lcin de ro!le rro:p1.os s6bdi,tost a los cuRies debo tender
( ef:"L'I",':~e.l' Y a r;:ohflrner, no deceirlmdolefl ni provoc&ndoloB
164 165
Con actos oscandalosos, •••• T Que DO haga aparecer en vada del paradiglla metodo16gieo con el que tuvo qUA 00
p6blico m'a QU':) las mAs Berias accionOD, o aquellas que frenterae, el euel no deja de incidir a BU vee en la eo!
pueden sor aprobadas por todos... liles en rIn 01 pUl3blo prensi6n del hocho politico etrleto eenau. Desde este
punto de vista ea 0181'0 que el uflEl!jU1:araiGl,¡;O d,,,1 orden
sufre todo 10 Que so le puede persuadir ser justo, 7 se
ofonde de todo 10 Ql;;,C itntlGi:'.a ser injusto, '1 la arroen! lntorno del estado constituye una promi'a irrenunoiable
ela de 109 Prlucipes, es decir. la usurpaci&n de alguna desde donde ar~iculer la esrera de orieecia del marco
autoridad. do al¡;,'Unos dQrcOI,oSt o de algunos honores que politico, en cuanto que la consolidaoi~D del poder no
cree no Garlee dobidos, no lo es odioso. m&s que porque debe advortir.. tan 8610 en fUllci6n de lliS guerras, sino
la considera COlllO una aGracie do in3ueticia." (29) de con~orm1dBd eon el lnoromento do la riQue~a para 10
cual no basta B~lo el uso de la guo1~a. como ya ha podi
Es de suyo evidente que la oautela alabada por do oonstatarae.
Déccertea respecto del modo de ~obernar constituye uno
La posiMli~n.d. por tl'luto, de establecer equl al!!
de loe fijes centrales por los cuales debe deaenvolverse
el ebeolutiamo t'eBl0 v!.gente E:'n la &pOOR, pare contra l)-6n a~riorismo e!l obra li!t:) la moo..1.ña en que, ei bien ro!:
rrester no 8010 las insurreccioneR de la noble~a, aino. malm~nt~ ea ~i~nabl~t o&s alll do esta formalidad 89 to!:
8d9~Aet p~ra conservar 81 ord«n, tal m~el lo necesita Da en fatl'Jl, oomo ooneeeul.'lneia de la esv... citicid.ad del ,(
booho poli~icot 9'1'1 tflnto -pt'Oyeoe16n dal ,t'undamento entro
pol;ciOO oon el que st'l ha vinta ~ay qUf!. concebir al hom:
pAra rleAnrrollnrae la incipiente in~u8tria. Esta caute
11.': 9n modo aleuno implica d9bllida.d. 1'I".no todo lo contr,!
bre miCl3o. cuyn ostrooba uni~n de alma ;/ de C'lerpo no es
rlo, I,ldec 1laci6n n las condiciones irll'ueatas por el tiem
po, en le medida en que 91 maquiavelismo ea esenclalmea COIll¡>ron8iblo m&& que en base a re1ucir una 6sfex's a otra
o vicaverol1, haci."do caor el pOGO deoisorio eiemI'I'tI '9D
~e contraproducento para aqu'l desarrollo industrial. no
porque lo omltn, s1no !)orque no genera ltUI noc.sari88
una que Dolo formaliter abarca n la otra, lo cual. v!li
do "sial_o metodo16gicementé pllra 01 hecho polit'-co nOs
condieiones pare que ~ste en produmoe. do conformidad
eo~ 1lI.B alterl'.eione!! 8 lel" que debe verse sometido el
',r slg!lU'ica que hacer caer la decia16n ora oobre la maje!
('.j~i'eicin del ?e~tI!rf lAS cunlP.9 sen per.t"!'\otamente como.
tad !le! prlncipe ora $obre el ~bierno y 91 or..:len inter
ne que. eonoecuentemente, prQsupooe aparentemonte uno El!
t'!'~nr-.i"'lfl!'3 (Ir! -:>1 ~!'tf'd,o it!'.l'.l:l.e.no. ~er" on modo e.lguno
'rusr!!'!1 !,,:ene-ralir:1.U'11l9. C01'!'O he. pueetr, de relieve la guerra
torno, implica la dUicultad e. entrenh.l", eu,ye. soluoi6n
de loo +'r.eillt~, al':r.-s con !!U subeoot.\énte trlltado de Weet ~scnp& ~ature1ment9 a ~osenrtGe, por la singularidad de
sus intereses, pero que no 1ej~ ~.(t plantear como proble
tRUa, qt'e dblign :1 U!ll'l. rnco"f)idGr8C~ J."'l haoia el :I.nterior
de lt::>e t''['O-piOR El~tt'ld,oEl t'o!:lfeato t l.91 hecho pOlitioo mu
ma co~o h~~bre inquieto per lo~ ~conteoimiontos de la ,
oho me.'Yor a cOTlElec'lencia d?" le. quiebr.'a tl.E! la politioa de poca.
cooquiste qu!' M rr(v.! 11ee ror te~ p.conteeimiento. Vemos, pltl'la. que el aprior:l.amo propiamonte dicho
<;:tlC, sparonte y eolo aparentemente, surge del pensamien'"
En este sentido; la correlaoi6n factérial tanto
to cartesiano se d1buj~ en una inmenaa problematioidad
internamente como externamente Obliga a discernir un ti
po de politica espeoltico del cual se hace eoo el propio
en la medida eo que no puede eludir las implicaciones em
ptdor:-r 4!lf'Ar.,-nc;,ales que son imprenoindibles Y cuya cap
Deso81~es, siquiera sea tan Bolo como conAeou~ncla deri
taei.6n lo tornan, a aqu61 apriorismo, en esencialmente
166 161
"tormal". es decir, en "eminente ft atricto eensu, tal 00 CITAS DE LA PRn1ERA PAR'rE
mo vimOB que devenla presoriptivo concobir toda raciona
lidad.
CAPITULO PRDt,ERO
cnfI.'ent81Ji<mto, p~.r co'Osiguiorlte. dol l!mite
1;;].
del apriorismo y de toda racionalidad por ende obliga a 1.1.1.- ANTECEDEr;TES
ditlcernir la propia riqueza da la reflexiSn cartosiana
en la modidu en quo aun a su ~Gsur, no ha podido $081a 1.- De entre la gran multitud existente de estudios sobre el
yar sGmojante ,moblomútico.. COf!lO cu<;>,ti6Doentral d<l to pensamiento de R. Descartes -para lo cual remitimos a la
do el pensamiento moderno, cuyas concomitancias vemos a bibliograf!a general- entresacamos, atendiendo a la esp~
sigtlit'icnr eu linoae genere198 en 10G capltuloo poste clfioidad del tema que nos ocupa. para la valoroci6n del
:riores como recepci6n de lo. herenoia dejada por el pro mismo las Siguientes obres, concretamanto relacionados
pio Del!iCartes, eo cual1to resultaba indispensable arraa con este temal A. Koyre. Estudios Galileanos. Ed. Si~lo
trar con talos oonsecuencias cognoscitivas. á cuyo tra XXI. r'1adrid l~O. A. Koyre. Del Mundo Cer.cado al Univer
vós ~~a90 podamos aedir con ~~yor enjindria la aigo1fl so Infinito Ed. Siglo XXI. Madrid 1970. A. Koyre. Etudes
caci6n decisiva Que noa proporciona la rotlexi6n carte Neutoniennes. Ed. Gs11imard. Paris, 1968. E. Ce8sirer.
siana px'Opit.mente dicha, ln cual en modo alguno dej& dO El Problema del Oonocimiento. T.l. F.C.E. 1974. W. Dilthey
cor.stetsz· con admirnble claridad la e;~'l.!ruoij8da en la Hombre y Mundo en los Si~los XVI y XVII. F.C.E. 1947. !l.
que ten1a que verse envuelta. V.l. Hegel. Lecciones sobre la H~ de la Filosof!a. T.llI.
F.C.E. M6xico. 1972. JtL. Al1ard. Le l1athematisme de De,!
lndU~ghlemonte, la oriontoei~n ulterior del pen. cartes. Ed. de LtUniversit& d'ottaw•• ottawa. Canada. 1963.
$smi~~t~ mod3~O ~s doudora do la refl~~i6n cartesiana E. de Ang!lis. 11 Metodo Geometrico nella FiloBofla del
y ello \;~6s'Í.~a:!l!ente po:, euanto la constataoi6n cartea1a Seiscento. Ed. Felice Le Monnier. Firenl:e. 1~. E. Denis
ng dol ltnit~ formal in~ercnto n tcd~ r~ciona1idad COD! !2!t. Doscartes premier th60ricien de la Fhysique math'm~
~it\l{!,) lma ri~d!'::I ec teq'le <¡'n no e:t"'l ,,,dble soslayar tique. Bibliothéque philosophique de Louvaine. Louvain.
'" C)x~epoi~Sn <j~ anrrC'!ltDt" l!'JS ire,lict1o~.oneB con toda su
1970.
I!I1.lr! ~Si::'l. Y ';;l:'e.".~;,'lT.c!lci". '::al C'Y.!'f.\ r":l~l tan netamente a
'3J:"tir d" le ii!i;;,)l3i~n B.~d ~.'3 Con'!lE.:rver el desideratum l.l.l.a.- r1"ECItfIICA CLIISICA ! PARADIGHA .m.:;L. CO!"IOCU:IEH'l"O.
de le ontolo::;h F.'i81!'1 -ne~ lo '!'!)v~llt -:-1 propio Descarte.
debido ':11 h1;C110 de qU9 pan scs!;'.:'!1Qr 'st'\'l es necesario 2.- 11. Kesten. Cop6rnico y su !-1undo. pago 269 ss. Ed. A. Za
"per,"lJ." (Ion U:1l?3 ecn':lici,,~~!.'l eorrnose1tlvf.!s gue desde lu! mora. B. Aires. 1948. A este respecto, Cfr. J. Vernet.
g<'\ no ;,~T'tr,:¡:-.t":'~~n si.,o sol., fOI'lll:tJl'1'.'!m+:& f;l! propio pensa
Astrolog!a y Aetronomla en el Renacimiento. Ed. Ariel.
:1Iit)!')to hU"":Iano. on la tlC'did3 el!'! g'.\e es':" aolo negativa '1Barcelonn. 1974.
mente puad/) o19vat's·~ f.I ,..,ns'-'.1' 1n 3bsclutol: do lo ideo
pur",. f'r::Td.".üeT1~;e (11.eto".. 3.- J. Fueyo Alvorez. Lo. Hentalidad Modorna pago 25 y 26 l.
E.P. Madrid. 1967.
4.- A. Koyre. Del Mundo Oerrado el Universo Infinito pago 12
Ed. cit.
168 169
5.- N. Copernico. Sobre Las Revoluciones de Los Orbes Oelestes. 1.- Varioe autores. Descartes. CARIERS DE ROYAUMONT. Vide,
paga. 108, 109, 110, 111, 112 Y 113. F..d. Nacional. fladrid esp. pa~. 10 a 141. Philoso~lie uQ 11. Ed. de Minuit.
1982.
i~.
21.- I •• Gautier-Vigna1. f.laquiave10. pago 63. F.C.E. 1971. Vol. x. Crr••• este respecto. !l. Grima1di. 'Le dialectique
22.- A. Renaudet. Op. cit. pago 141 y 143. du tini et de l'infini dans la philosophie de Descartes.
~i. n~ l. 1969.
1.1.2.- LA BUSQUEDA DE LA EVIDENCIA Y EL CONCEPTO DE ItITUICION 16.- OED, paga. 159, 160 1 161, que corresponde a la QCDAT, paga.
EN DEBCARi'ES.
31. 32 y 33. Vol. VI.
B. Aires. 1967, que corresponde 8 le pago 365. Vol. X de ~5as. F.C.E. 1947.
la Ed. de Adam et Tenner:¡ de las Oeuvres Completes de Do~ 19.- A.A. Long. La Filosorla Helenística. pags. l26s$. Rev. de
cartas. Ed. J. VRIN. Paris. 1974. En adelante citaremos Occidente. Madrid, 1975.
la edición española con el grafismo OED :¡ la edici6n ori 20.- R. Mondolto. El pensamiento Antiguo. T.II. paGS. 117s8. Ed.
ginal trancesa de Adrun el Tanner:¡ con el gratismo OCDAT.
Losada. B. Aires. 1969.
3.- O1m, par;s. 129 y 130, que corresponde e la OODNl', pago 19 21.- OED, pago 160. que correspondo a la OCDAT, pae. 32. Vol. VI.
Vol. VI.
4._ OED, pago 45, que corresponde a la OODAI', pago 371. Vol. X. D1~ LA OBJErIVIDAD y EL PROBLN'íA DE LA DUAL!
1.1.3.- !,os PLANOS OOGl'l'Alm y RESEX'.I'ENSA. LA. NEOESIDAD
5.- OED, pago 136, que corresponde a la OCDAT, pago a. Vol. VI. DAD SUSTAHCIALI RES
DE LA "MEDIACION".
6.- OED, pago 151, que corresponde a In OCDAr, pago 21. Vol. VI.
7.- OED, par:. 40, que corresponde a la OCDA!', pAgo }66. Vol. X. 1.- E.A. Burtt. Op. cit. pae. 116.
8.- OEn, paca. 37 y 38, que corresponde a la OCDAT, paGs. 362 2.- OED. pago 201, que corrosponde a la OCDAT. pago 4. Vol. IX-l
y 363. Vol. X.
172
173
3.- OED, pag. 219 y 220, que oorresponde a la OCDAT, pag. 16. 1.- OED. pags. 284 y 285, que co~r9sponde a la OCDAT, pago 68
Vol. IX-l. Crr. M. Guerin. L~ Malio G6nie et L'iDstaura_ Vol. IX-l. crr. P. Marignac. Desoartes et ses concepts de
4._ OED, pag. 223 y 224, que oorresponde a la OCDAT, pag. 19. 2.- R. Deocartes. Los Principios de La Filosofía. pago 68 1 69
Vol. IX-l. Ed. Reus. Madrid, 1925. que corresponde a la OCDAT, pags.
5.- OED, pag. 232 y 233, que corresponde a la OCDAT, pag. 26.
Vol. IX-l. Descartes. RMM. ng l. 1978.
6.- OKO, pnc;. 234 y 235, que corresponde a la OCDAT, pag. 28.
Vol. IX-l. 69 y 70. Vol. IX-2.
Vol. IX-l.
rresponde a la OCDA'r, pago 83. Vol. lX-2.
9.- R. Descartes. Prinoipios de la Filosof1a. pags. 87 1 88,
12.- OED. pag. 261, que corresponde 8 la OCDAT, paes. 49 y 50.
I.l.4._ LA riATE11M.'IZfl.CIQ[j n,,; LA !tAZON y El, J'ROm.F;r.jf., DE IJA LII01'ESIS. I .1. 5.- LA FROVIBIOfl¡\J,! DAD D¡'~ LA AH'fROr'OLOGIA RACIonAL. MORAL
y rOLIl'lCA.
174
175
1.- OED, pag. 272, que corresponde a la OODA1', pags. 58 y 59.
Vol. IX-l.
2.- OED, pago 279, que correspondo a la OCDA'I', pago 64. Vol. IX-l.
3. OCD, pago. 200, y 2111, que corresponde a la OCDAT, paga.
65 y 66. Vol. IX-l.
l_,.
o .~
18.- J. Bodin. Los Seis Libros de la Republica, pago 11, 19 "1
20. Ed. Aqui1ar f'iedrid, 1973. Vido J. Hodin. Les Six Li
vrea de la Republiqne, page. 1, 12 "1 14, Seientia Verlag
Aalen. Darmstadt, 1977.
~+
I
176 177
matice", asentando asi un golpe !tortal B la divisibilidad
OAPITUI,O SEGUNOO
de las esteras, torrena Y ooleste, que desde la refle1d6n
r.A ORT'.f'IOA DE NJ::Vl""'N A llESOAR'J'~
peripat6tica habian atenazado al pensamiento filos6tico
I,A tltíL;Vf, ;,l:1CDOLt:G:iA DE LA CIHiCIJ¡ NA'rUHJ'..L. fisico subsiGUiente. Indiscutiblemente de esta manera,
la escisi6n entre la astronomia y la fieica no podia m~
tenerse con la riGUrosa diatinci6n on la que hasta eutoR
1.2.1.- LOS .l:-ROBLEI-lAS DE LA MEl'ODOLOGIA CARTESIANA ces se habia conaevado, implicando como sO deriva de lo
l'!'!c1.onalBad que e.s"gurnrt' al conoetmiento propiamente mente propias, aunque claro es, enteramente diferente de
dicho 1~ obj~tivi1ad quo 10 vnlldarn como tal, no dej& aquella en la que hasta entonces se habia desenvuelto.La
de p1~~te~ ezu1ss euc~tior.~s de careetel' metodoltgieo determinaci6n de la objetividad eo~osoitiva no .se esta
¡ d er:t!fic0, de les ct~.alee va:nO$ e. ocuparnos ahora. blece ya por medio de una mora conformidad entre la inte~
CO!'" !ll·!I!'{"')S rcf'ero1'lcial':!s de dcsé'-rI'ol10 d.9 su pensmnien
pretaci6n oualitativa Y la percepci6n sensorial, sino que
tOt en le ~~1ida en qu~ p~nsadores posteriore. tuYieron
requiere de una explicaci6n ouantitativa en tanto condi
<].'1(' bf}e:'J"I'l19 i !lcludiblcmcnto en aqn61 t como dniea alter.
ci6n general de la eonstataci6n del efecto, tal como he
r,'1t l.va qu" j.')'!:::-.nitier3, ~I·:.:.:..i:.:1d.12andolor., ofrecer 81gu
mos visto que ae origina on funci6n de la or!tica galil!a
n~~ solucion~s ~ las p~9r,JntaB squi abiertas, de 10.8 na a la determinaei6n de la gravedad por la cera pesantez
CU'll'?s yn llcmos hl::'<:!:'o r.!onci6n.
de loe cuerpos en Arlst6teles.
No 9S posibl~ como consecuenoia pesar inadverti ~~identemente, operando con el susodicho factor
damente por el pensamiento cartesiano, tal como Be~id~ de la pesantez aristot~lica, se ,bace necesario, presuP2
mente podr& comprenderso, por cuanto el planteamionto 2
18bc~~do y asumido por '1
respecto del ltmite necesario
con el que ha;., qUé concobir a toda racionalidad, 0000
nar una diferencia cualitativa ontre le enlera sublunar
y la esfera suprnlunar como 6nic8 y exclusiva condici6n
de explicar por causalidad marginal 165ic & de la realidad
racionalidad tormel, obltga inexorab1emonte a adecuarse c6smica que, de otro modo, resultaría inexplicada, inc~
8 una eond.1 ('!:! ~n co¡;:noocitivao oxpl!citno cuya problemat! plicaci6n que os nitidamente el centro desde donde se pu~
oidsd sin ombnrgo tampoco dejar! de subsistir_ de vertebrar la fUndamentaci6n meterisies de la oOr.!prehen
ai6n cosmo16gica strieto senau. Desde este punto de vis
I.2.1.a.- LAS DIFICULTADES DE LA FISICA DE DE..<;CAR7.b-:8 ta, la concepci6n cartesiana del movimiento, en tanto ten
dencialidad rectilínea de los puntos matem4ticos, a la
Paralelamente a su propia eonstituci6n, el panSA
vez que inheridos inercialmente, conlleva una modifica
miento c~l~eslsno en su perspectiva general oXpandía una
ci6n sustnncial de los presupuestos o~s elementales de la
potente estela en torno suyo, la cual origin6 unos resu!
astronomla-f!sicn aotieua en el sontido de que opera con
t~dos de incalcu18bl~ valor, por cuanto abri6 de una ma
factores b&sicamente diferontes, e la vez quo, incontro
nera explIcita el horizonte a lt¡ integraci6n monoc6fJl1lic~
a trav~s del intente' ele oXplicaci6n enusel segÚn lA es vortiblemento, pueda extraer consecuencias an'logamente
tructura COl~oocltiv~ proporcionada por la "ratio mathe
179
178
Desde esta perspectiva, pues, eo evidente que la
distintas a las establecidas esenoialmente por la con posibilidad de dirimir certoza cognosoitiva no puede ·le
cepci6n del estagirita. suyo llevarse a cabo m&e que a condici6n de establecer
Ahora bien, l!lB condioiones generales con lae que "hipótesis" (lUyOS marcos referenoiales, por constataci6n
opera el propj.o Descartes implican una elevaci6n a lo ah emp!ricB, noo sumn!stren, a su vez, la posibilidad de
soluto del oonocimiento aportado por la "ratio mathemat! determinsoi6D preaupuetta en aquel dirimir. ya quo, ob
ce", de tal formo, que su fundamento cognoscitivo, la viamente, los cuerpos no actdan siempre de la mioma ma
"intuitua", permite dirimir una veracidad irrecusable e nera, como seria preceptiVO establecer si el espacio
indiscutible, por lo que, consecuentemente, la posibili ccntuviers en .! e la materia. corno queria el mismo De~
dad de construcci6n de una "ratio ideale" desde el mismo cRrtee, lo que, naturalmente, conjuntamente a las expe
instante en que se advierte la posibilidad de establecer riencias en torno al Yacio. implicaba la necesidad de
concipientemente su inevitable conclusi6n nos permitir' revisar talos aupuostos, estrictamonte articulados en
pecto de la extensi6n. ya que rells bolle hace uso de la servebles. las trata ..puesto que es una tilosofla natu
misma el propio NeutoD, aunque aparentemente no result. ral MAT~1ATICA- como causas o tuerzas matem6ticast es
as!, que es lo que mitiga el ardor de la oposici6n. del deoir, oomo conceptos o relaoiones matem&.ticas." C:~)
antaf;oDismo.
187
guno individualmente, (.lomo piensa Descartes mismos. La La fundamentación del "absoluto tenom&nico! new
necesidad de Ilsumil' la problematicidad do la substancia toniaDo debe incardinar su raz6n de ser explicltamente
3', por tant;o, d6- arLicular1a .formalmente, de conformidad en .tunci6n de lo conexi6n intrínseca a establecer de la
con la cel'toza matea;ática, cuyo e.pI'iorie:Jo es ta;¡ solo "ratio ideale" en la propia ccmplexi6n de la "ratio ma
oon.f01':0e con aqu6l1u, obliga, por su part6l, a disóurnir thematioe", en tanto exclusiva alternativa de construc
la rorert>ncia elllp!rica como una condici6n indispensable ci6n de aquel "absoluto tenom6nioo", en cuento que 8610
de toda objetividad cOl<;Iloacitiv8, lo cual motodol6sica as! puede elevarse a esta 6ltima a Raz6n suprema expli
mente es asumido pUl' el ¡!llamo Hoboea como lo serA por cativa del conooimiento objetivo, de torma que, sin lugar
Hewton, F..un cuand() Bea solo el t)xito de 6"te ultimo el a dudas. no deja de aparecer en semejante constitutividad
que f)levar{¡ tal crmfiguraci6n me::odo16g!ca a requisito de la objetividad cognoscitiva como, por parad6jico que
n~cesario e inoxcusable, tal como vamos a tener ocaai6n
resulte, una metalisica de la "ratio mothematice", que
dI! observar seguidamente. 8S precisamen~e, 10 que se nos subrnya en los antediohos
pasajes de los l'RINCIP1A.
Evidentemente, operando oon semejantes combinato
194
195
ont016Gico, un Universo en el cual la physica cae1estis
1 todo 10 demAs hay que deoterrar10 de 19 ciencia, que
y la pqysicu terrestris son identificadas y reunidas,
se presenta asl como Un cuerpo do verdades absolutamen
en el cun1 la astrono~in y la rielcn devienon interde_
te ciertas sobra los hechos del mundo 1'1sioo." (3)
pendiontclG y unidas Como consecuencia de su Co:nl'in sumí...
si6n 11 la r,-ool:let:l:'Ía." (1) A partir do la antedicha subsunci6n de la "ratio
idea1e" en el seno .ismo de la "ratio mathematice", tal
Evidentemonte, 01 rochazo del universo matem~tico como se opera en Newton, es como, precisamente, 6ste t2
que se origin6 en la doctrina peripat6tica y que ee pro
ma posici6n ante la cuesti60 metafisica, en un intento
yect6 posteriormente sobre otras doctrinas 1'i10s61'icos,
desesperado por evitar caer en los errores de las pre
encuentra su lncardinaci6n en el propio ontologismo sri§.
suposiciones no susoeptib1es de estricta comprobaci6n y
tot~lico, y adem~s, en su exp1icnci6D, funcional~onte verificaoi6n. por ouyo intermedio se intenta, a su vez,
respocto de aqu61, en la innocesaria disponibilidad de
evitar la vana presunci6n del "horror vacuis" que, sin
dos conceptos, en tanto desdoblamiento en idea de ~ste,
gularmente 1 s610 singularmente, pareceria una caracte
COrlO cr,ttica a P1at6n, a la vez que, como nos eefia1a A.
r!stica inherente a toda ref1exi6n metafisica, se nos
Koyr~, no sa puede dar cobertura oertera Q la realidad indica as! que el abarcamiento comprehensivo y absolut~
humana por modio do la procaria referencia numltrica."Es
mente explicativo de la totalidad de la realidad no es
1'oci1 ahora comprender porqua la ciencia Clásica ha -c2
posible de un plumazo 1 que. por ende, hay que estimar
mo se ha dicho a menudo_ sustituido el mundo de la cua... oomo ignotas oausas que nos son inaccesibles. Todo lo
1idad por el de la cantidad. Precisamente porque, como cual la inteligencia omniabarcadora del tlsico de Cam
10 sabía ya muy bien Arist6te1es, no hay cualidades en bridge, acogida al optimismo explicativo de la "ratio
el Universo de los ndmeroa ni en el de las tigures geo
mathematice" no pOd!a prever " en obligada consecuen
m{¡tricas. tio hay lugar paro. ellas enee1 reino de la 00 cia, SU antagonismo no se constituy6 m&s que en el mAs
to10r;1a matern!tica." (2)
visoera1 en1'rentamiento con la incardinaci6n de la motA
tisica en la es1'er$ propia de la ciencia, on tanto obj~
De forma que 10 constitutividnd de la objetividad
Cognoscitiva nowtoniana situada (ln la antedicha conexi6n, tividad cognoscitiva, 10 que ~l mismo no dejo de poner
no pU,'do de suyO artiCularse m6s que en función de dete!: de manifiesto, al advortirnos al rospecto, en su OI~ICS.
minar clara y tajantemente la contextura de la misma s~ publicada en 1704 -c8si veinte años despu6e de la pub1!
gtÍn leyes rnntom&ticas por medio de los cua10s pueda da.!: caci6n de los P1HNCI.PIA..., 10 si8Uien+.e como rumbo meto
se raz6n certera de los fen6menos nlltura1ea que, debidos do16giool "Para el rechazo de tal modio, disponemos de
u la autoridad do a4e1108 de los m&s ancianos y c~lebres
a la pro1' ndizaci6n metarlsJca del concepto, quedaron
fuera de toda considel'nci6n de veracidad, Como homos ob 1'ilóso1'08 de Gracia y de Fenecia, quienes hicieron del
servado on el apartado primero del primer capitUlO, lo vacio, los &tomOG y la gravedad de los 'tomos los prim~
cual, pues, se nos advierte por E. A. Burtt de la siCUieQ ros prinCipios do su filosorta, ntribu;\'~ndo t!eitamente
te forma. " Para Hewtclm, pues, la cioncia so COOpana de la gravedad a una causa distinta de 1n materia donsa.
loyos que exprosan solo el comportamiento matemático de Fi16so1'os posteriores borraron de la fi10sofia natural
la naturaleza -leyes que se deducen claramente de los r~ la considernci6n de tal causa, imaBinnndo hip6tesis pa
n6menos y so Comprueban con exactitud en 10(, ,fonómonos_, ra explicar meclinioamente todas las dem6s d311i~~' y rel!.
gando a la metafísica todas las dem&e cauaas, Si~ embar
197 ~'i
196
los cuerpos de nuestra experiencia, no lo encontramos
go, el objetivo b'-sico de lu 1'11oso1'la natural es arli;u en nuestra vida cotidiana. Es el movimiento de los cue~
pos geom~tricos (arquimedianos) en el espacio absoluto.
. '~,il
mentar a partir de los fenómenos, ain imaginar hipóte
sis, y deducir 10.0 cousas n partir de los efectos hasta ( ••• ) La transtormaci6n del concepto de movimionto por
alcanzar la ?rirnerlsima causa que ciertor:lente no CG me l. sustituci6n, en el concepto empirico, del concepto
c6nica." (4) matemático bipostaAiado es inevitable si debemos somoter
el movimiento al n6mero para tratarlo matemáticamente y
Es, por consiguiente, a partir ".e este rechazo
explIcito do las consideraciones mata~!eicas, siempre construir una tisics matem!tica." (5)
involucrados de olemp.Dtos hipot&ticos, como surge el l~ (2) ~l cambio del movimiento es proporcional a
IDa nev/toniano de las "¡¡ypothoses non finEo" a trav6s del la tuerza motriz impresa Y se efectda seg&n la linea re~
cual S9 in1;enta desterrar del maroo do la objetividad ta en dirección a la cual se comunica dicha rucrza, sien
co~noecitiva todo aquello que no cai~a expressie verbis, do (3) aquella Que nos dice. A toda acci6n se opone aiea
en el sono dI) los .fenómenos misr::os, de modo que DO sub pre una reacci6n contraria e igual' es decir, qua las a~
sista ontoncos plano alguno donde la indagación de la ciones entre dos cuerpos son siempre iguales entre si y
anholada certeza no se halle prosoriptivamente ase~ada dirigidas en sentido contrario, de la cual nos dice D.
de reposo o de movioiento uniforme y en 110el1 recta, sa!. llevado los dos soporteD al contacto, el movimiento cede
vo en cuento mude su estado obligado por tuerzas exte al rayoSO determinado por la igualdad de lns aociones
vimiento y el repOBO devienon indiscernibles. El movi motus", Newton comienza a vertebrar sistem6ticamente la
miento y 01 ropo so oon aón -y m&s que nunca- opuestos el complexi6n del universo matemático de la Naturaleza,
uno al otro, poro su oposici6n resulta una pura corrola concibiendo integramente a los cuorpos flsicos mismos b~
ción. El movimiento :¡ el reposo no ex5.sten yo. en los jo la perDpectiva matemática de forma que 6stos deban coa
cuerpos mismos, los cueI~OS eot!n en reposo o en movimiea prenderse de acuerdo con el comportamiento de las leyes
to 6nicrunente por relaci6n de loo unOfl con los otros, o matemliticrunente deducidas. En consocuencia, lo caracte
en el espacio en el cual existen, reposan y se muoven, rístico do aquellos ya no ser& la mera pesantez, sino su
el movimiento y el reposo son relaciones aunque, al mis "masa", en cuanto que con ella damos asinismo explicaci6n
mo tiempo, 800'-' conoidorndos como oatudos. ( ... ) El mo certera de sU per;antez, atendiendo al marco gravitatorio
¡-íuchoo de sus teoromas y proposiciones no son nino ¡JalQ tio mathematice d (10). "As!. la naturaleza ser! muy sim
nes en el crunino hacia BU objetivo final, la ley de la ple y concorde consigo misma, realizando todos los gran
atraoci6n universal. Demuestra en el libro 1 -( ... ) des movimientos de los cuerpos celestes con la atracci6n
que si la trayectoria de un m6vil es una elipse, ocupan de la gravedad que media entre ellos Y casi todos los 1112
do uno do suo focos el centro de tuerza, 'sta obedece a vimientos pequeños de sus pnrt!culas con otros poderes
la ley del cuadrado inverso, por otra parte invirtiendo atractivos Y repuleivoB que median entre ellas." (11)
el probloma, deduce que si un m6vil obedece a dicha ley
Lo que, por otra parte, se DOS especifica de la
su trayectoria debe ser una c6nica. Una larga serie de
torma siguientes "lo m!s bien infiero de su cohesi6n que
argumentos••• ••• le llova a la soluci6n del c61ebre
las particulas se atraen entre si por cierta tuerza que
problo~a que le habia detenido varios afio s antes en su
resulta extremadamente grande con el contacto inmediato.·
camino, demostrando que la fuerza atractiva de un CUer
po act6a como ai toda su mAsa estuviera concentrada en ••• - (12)
su centro de Gravedad ••• " (8) De esta manera, indudableulente so profundiza la
tiewton mismo resuelve as! la problem!tica en la intima e interdependiente conexi~n causal que busca e in
que encaden6 BU propia vida. "En el mismo año (1665) daga el fisi.co de Cambridge en su intento de explicar
eropec6 a pensar que la ~ravedad se extendía hasta la ~~ matem'ticnmente la Naturaleza. hasta convertir a &sta en
bita do la Luna. IJespu,lis do haber loe;rado estimar lfl fue,!: una ciencia, en la Fieica, cuyas leyes generales. anterio~
za con la cual un globo que gira dentro de una esfera, mente enunciadas, nos diseñan con neta claridad la elimi
presions sobre la auper.ficie de la miamn, de la ley de naci6n Y liquidaci6n de la dualidad de op!eras c6smicas
Kepler seedn la cual loa tiempos per16dicos de loe pla y sU subsecuente unidad !hico-§stron6mica, cuya contex
netas guardan una proporci6n sesqui!ltera con las dis tura expresa no se alcanza mis que bajo la perDpectiva
tancias 8 los oentros de sua 6rbitas, dedUJe que las matom'tica 18 profundiznci6n newtoniana debe, conjugar
fuerzas que mantienen los planetas en sus 6rbitus deben otro factor, que no es otro que el de la materia. el de
ser inversas a 108 cuadrados de sus distancias al contro la constitutividad de la materia en su infinitud at6mic8,
en torno al cual so desplazan. Comp9r~ despu6s la tuerza que devenia complotamente ~nrginal a la estructura com
rOQuerida para mantene. - la :Luna en BU 6rbita Con la fue,!: prchensiva propuesta por Descartes, en cuant" '1'J~ la SU,8
ma de gravedad en la superficie de la tierra y encontr6 tancialidad de la "roe extensa" daba perfecta cuenta de
una correapondencia satisfactoria..... (9)
201
200 de la constetaci6n empírica, lo que. deede luego, reeu!
este fon6meno ein advertir la complejidad que lo envol taba para Descartes algp completocento innecesario, el
vía por si mismo, d.e forma que la constitutividad del ejemplo m!s relevante de esto Gcaso aoa el de le desco~
movimiento como tal no aparezca mediatizado desde oau posici6n del espectro luminico frente a las afirmaciones
sas metoffeicas, sino, espooifioa y nitidamante, envue! cartesianas de que la luz ee propaga instont6neamente
to en una explicaci6n causal absolutamente terrona, tal cita (15), a la vez que las implicnoiones derivadas da
cual ha sido antoriormente descrita y que se nos subra , la cuantificaci6n de la velocidad de 18 propia luz, as!
ya por el miBtlo tlewton de la forma que seguidamente se como la oyoaici6n corpuscular nevtoninna a la concepci6n
refleja. ~as via lnertiat e8 un prinoipio pasivo aro ondular de Huyghens.
oias al cual 106 cuerpos persisten en su movimiento o PartiendO del eje de coordenadas supuesto en
Vf.sta, por tanto, las limitaciones derivadas de na interpretaci6n dicot6mica supra y sublunar, por el
tal consideraci6n se hace absolutamente indispensable hecho de que con aquellas no ee presupon{a ningún mist~
proceder a establecer, en l{noBs generales, .las per8pe~ rio que no pUdiera d~svelarse por se, es~detir, matem&t!
tives desde las cuales tendr' que producirse .1 mov1mien cemente, tal como '1 mi8lll0 oos lo pone de relieve al de
to como tal, lo que se nos subraya asl. "( ••• ) Tr&s con... cirnos ast, -No considero qU8 estos principios aea cua
siderar que todas estas cosas. me pareoe muy probable que lidades ocultas, supuestamente derivadas de las tormas
Dios haye creado desde el comienzo la materia en forma espec{ticasde las cosas, sioo que son leyes r;enerales ~.,
de partículas s6lidas, mesivas, dures, impenetrables y de la natural.za por la que se forman los cosas micmas Y
cuya verdad S8 nos aparece por los ten6menos, aun cuando
m6viles•••
eua causas a6n no hayan sido descubiertas. Estas cueli~
••• Tambi~n me parece que estas partíCUlas no s~ des son manitiestas y s6lo sus ceusaa son ocultas. ( ••• )
lo poseen una vis inortiae, acompañada de lss leyes pa Deoir que todo tipo de cosas ea~a dotado de una cualidad
sivas del movimiento que derivan naturalmente de esta oculta especIfica por la que act66 y produce efootos ma
fuerza, sino que tambi6n estan movidas por ciertos pr1n nifiestos equivale a no decir nada. Sin embargo, derivar
cipios activos, tales como el de la gravedad y los que dos o tres principios generales del movimiento a partir
oausan la tormentaci6n 1 la cohesi6n do los cuerpos.ft (14) de los ten~menos, paro decir a continuaci6n c6mo se si
guen de esos principios manifiestos lBS propiedades 1 as
De esta torma llega el propio Newton a estable ciones de todas las cosae oorp~reas, babrIa de constituir
cer las condiciones generales de desenvolvimiento mec! un gran paso en filosotla, aunque las causas de esos prin
oico del Universo, ouya expl1caci6n causal debe balla!: cipios ahn no se hftbieDen desoubieto. Por tanto, no ten
S9 no s610 en le consid·"Il'8ci6n IDstem6tica de los fen6rn,! e ningóo escr{¡pulo en proponer los principiOS del movi
DOS por modio de la detarminaci6n de las leyes tísicas, o
miento anteriormente mencionado, vuesto que son de una
sino, ade:n6s, como es p1an8mente prllscriptivo, en funci6n
202 203
blacor un conocimiento cient!rico stricto senau que. a LA G<Ffi!D DE 1.A el nicrA :'rL1TICI'~ !:11 l.A EP5l
dO::¡olS, OOI:¡O oonaeouencia fllora ovidente resolver loe pr,2 CI! o:::: J.-A jJ,ur;.::nAGl{;t1. l,EYEn r:\fF!:aCAS y LF.....
.!
210 211
nOClldo on ;lodo aleuno, n1'O oata't'(;o sl prot.,·ntobo ciertos
su etoctivn roalidad quo, jUBtnrnonto, e91~0 Que lo con ~elo8 n6giC08 que no :0 ne~itlBn 10 tronsyarencia india
viorto en un plano 91nto~Aticamente "eminencial". peY'1(!Hble para deter';1oo.r Elx¡¡rosoio vorbio o aquolla cor
1,a nocooidad de oI'!"adicar semejnnto conooir.lionto
teBa cognoscitiva, lo quü. dicho 800 de paso, n08 poro1
ta, por ou porto. or.1vnrt,lr olornmcr.te la cuesti6n ¡;¡otcdg,
CODO hip~teci9 de la cual nada puode dAclrso ~orque ev!
16g1ca n_wton1ona en 01 ejo de coordenados 0'0 el que tiA
dontomente, tal Buponici6n Cao tucra de nuostro radio
ne que desenvolvorso, ajuat6ndoae c~11cit8monte al ~Br
de acc16n y, por lo tanto todo lo Que de ello 8e dica
00 e.plrico-cauea1 da loo ten6man09 naturales. AS!, noa
212
da consocuoncio. no SG puado ovitar ni oludir lo oritioa
o la cnosoolor,lo innnti.~. cartosinno que, on reolldnd,
materla, ttowton lo ai"ada la aolide..
ft
aBS contrndico1onoe. ( , )
ü.
Descort.. aaegura que .610 la ext('lT"8i6n hoce la
1
aqut unaa tur st
loaorte, 001:10 (>n todo lo demA•• Ha dejado el mundo lleno, pllcotl.o no ruede ballarao mA. que en la outo-activldad
dirimir parB 'oto un ototUB de obje1.J.vidnd eOl;'lloooitiva, tanto, en runci6n de vortabrar la actividad del rone8Di~n
I!larr:on lntorpretacionen "modilldoru" de lila cuolee no s.. nietra el matorial del mi800 pensamionto, 08 dooir, la 0&
bomoe par 80 nada y de 198 cuoles entrovemoB eu neceoidad parienc10, cuyo oriCen, pUGa. debo situarae do acuerdo
ton 8610 en func16n dol autootorgam1ento de cognoBcibil! con loo dictAmenos do lo peroepci6n .ensorial, como rolA
dad protendldo por la pro~i. autoootlvidad oogitatiYa a1n 0160 bipolar que asoguro le unidad COGnoscitiva que os
Que. 8in e~lbarG(), podemos ooncluir otro .tatua aaiBtl8ble 10 que permite ostablecer una ~srerft de ObjetiVidad ple-
que no Bes el mora~ente nogotivo desde el exolUloote p~
no dol simplo pono301ento, tal cual •• nos pone de mani Da.
tiosto por el miooo A. KO¡r6. -Aal la eienola newtoDiana. 1.2.'.b.... nOBm::s y I..A nF.cm,'CIOtl DI,':L FROm.Hf,A rOLITlCO
aunque 118..'18 roeDunclefl0 en tanto quo tl1oéotla matem'tlca m LOOKE.
de la naturaloz. a la inY.otl~o16n de la8 oauaoa (tanto
precedentemente a la critica newtonlana a Descar
ti.icas como metatlsicae), aparooe en la bintoria oomo
te. Y b0080 oomo condici6n provia dé lo mlema, en tonto
fundad.8 aobro una concepci6n 4inAmioa de la cau6ftlided
contlnuaci6n da toda una corriente tilosbrlco do opooi
tlelca 1 como 11sada a una motatialoa teleta o deiata.
ci6n al autor del Discurso d81 M'todot como consocuoncia
( ... ) Une .ee !!lAa ,,1 libro do la ti.tural••e 'Pereota reVJ.
do la intorveno16n dol 1'. Meraenne quO envi6 UD e3emplnr
lar 8 Dioe, un Dios ingeniero ••ta v... que no solaoente
de l$a V.odUlOo10ne. hetottaicae pero. BOr comentado. 110
habla tabrioado al reloj dol mundo aino quo dabla conti
bbeG tuvo oC&8i6n de (to.arrollar orttioGlllento sus proau
nuamente vieilarlo y cuidarse para reparar aU mecanismo.
puestos tilos6ricoB en clero contraste con 108 de D.r.C~
81 fuera nocesario••• El desarrollo m18~O do la oienoia
novtoniona que descubrh gradualmente la habilidad. OOD8l! tea miamo.
meda dol Arteoono dlvino y 1aa perteocI0n•• inrtnita. de Ad, alta cuandC\ vata po16mi.ca no hoya sido V81o~
su obra, dejabll coda ve. monoe lugar a 1. 1ntorvonci6D dA en su inexorablo relevancle, ea indiscutiblo que la
divino. El rolo3 del mundo tenia coda .es ~en08 neeouidad opoe!o16n hobbeelana oobra certB de naturaleza 1"ronto al
de Ger reparado o arreclodo. Una ves puesto on movim1ento rnoion~lismo con una enjundia tan ~goroBa como rODult8
tunc1onove para 8i9~lpro. Una vez eumpl1'li1 la obra de la ser su argutnent8ci60. Esta, en tonto tal ar~entaoi6n,
Crtlaci&n, el Dioe de "~wton ( ••• ) no tonta onda mtl. quo corre paralelo ~on 01 becho de lo imposibilidad do fijar
bacer en el mundo.- (5) la realidOd o contonido de les ropreeentooionoe concep
tuales do modo Qorn~onte racional. en In modida en que
Si por conaieuicnte, 01 o('paclo y lo ffiotario oons oe neceGorio advorti!' to(la una Borie de otroe tactoros
tituyen dos cotoroa 41torantes, aunquo roleclonndns, le
IiUfIcrite roloci6n. pUGO, debo orticull'l'OO on 1'unci6n del
217
216
218
al menoS apor€nto~ento, la posibilidad do un nexo cau
eal en tunci6n de loe onloces 16gicos toda ve. quO 80
por la reto!"oDo1a olll.,idca inoxcuGob10 no J.J posiblo d1 admita que talos enlocao l&r;ioos no puedan articularse
rlmlr par~ lo intollgiJilidad propla~ente dicha otro !Un slno de conformidad oon oritorios roales, 08 docir, con
demento cauDal excepcionalmento 01 que ce doriva do la critorios ~uo aludan el enGaño. la Husi6n acerca dé la
miema en BU rororonoie om~tr!cn etricto bonsu. I~ claro propia realidad humODA, la cual para podarla concldoror
en~onca8 qua "deo-suBtancialiaado" ~oda inteligibilidad, c1Qntltlc~onto requerirla encontrar 01 púoto do inflo
al modo oomo reou1ta prosorlptiro para apoyar lo rete~ xi6n donde lo triooi6n entro lo singular 3 lo unlvorsal
oia omp{rico, la vorac1dad, • su ve., de 1. mloma iotel! no apnrascn coco tal, esto 80, donde la tragmontaci6n
€ : ibilldad dnbo entr&ntarso oonsigo mioma '1 en tal s.nH.. de talos esferol no oea noc••arl~ente presoriptivo. p~
do la conet:rucci6n cognosaltiY8 no puede otal8'1sr la Pr.2 ra ello hay que enfrontar la cuosti6n en torno a la ea
l·,e~3tlca impuosta por la iU8sinacl&n on tanto aotividad Oi816n qua oe produce on pl ponsamionto antropo16gico
unificadora de pon&am1ento .que '1a ramiten siempre aonea eecollstico , que hoota oierto punto pervive on Doocar
riolmonte, 8e8 dirocta, BOO ln~lreotamont... en la medi tee, en torno a la imposibilidad do comprobar por las
da en qua descubrir la Qsoncia mioma del obJoto no e8 ~ oonduota. .in~18reé la universalidad dol Dien Supremo
da do modo a~ri6rlco. que •• pt08upone como ftn 1 meta de aquollas conducta8.
t .... necosidad, puos. de ajustar tal Glilcis16n ea 000'(lioi60
lJeI',do Gata porpootivo, pUéa, 10 articulada" del indlepenaoble para la posibilidad do plantear cientttl
nexo cauDol presenta toda 8oluci6ft coorce del miomo como cemente aquellas esterse cognosoitiVOS que envuelven la
eminente y malmente c~~pl.ja, en cuanto, el'mnnoD aparan aotividad hool).no., social '1 polttic9."!lente. 108 cuoloa d.t.
tomen~e. tal noxo causal no deja do moatrer.e como un baa
ban mootrar BU noxo causal de modo indisoutiblo, BiDi
do rolnc1Qnec. Din embargo, a posar de que 'ete •• una laraonte a como el conocimiento mat~'tico noo da cuen
cOl,cluei6n porEoct8l:lento lnferiblo del plantenmlento o0D.
ta do lo realidad rieieo, '10. qua, al menos, el hombre
dicionel a nive1eo clent!ticoe derivado do la ooncepci6n puede ser intorpretado como un simple "punto". cuyo de
hobbesinno, d~ acuerdo 8 BU poslci6n crltioa trente a sarrollo singulor 08 incomprensibla ai nO ae odviorto a
Ue~ónrt.o, BU onunci6n nn ero en modo alnuno factible dA
partir de los condiciones univor~Blo8 Que Bon nocosarioa
bido !Undomentnlmonte e lea condioionae SUbyacentes de para SU propio dooorrollo, oondioiones universalos 60tGS
sUGtOtlcl01be.ci6n que 01 tíodioevo aun proycotaba liobre que adeoC,e de sor imprescindible discornirlao a partir
ltu' ooncienoias do los ponsado",8 del Barroco. De\1er in do uno generalidad oporativa Que, por tnftto, no puede
doteroinndo el nexo causal, toalndolo como un he. do re sor ninGÚn Bion Supremo opr10rioamento estableoidO, si...
100ionoo cO~plOj8St oonotituta una e~tro~01aoi6n intole no aQuollo que DO infiaro do IBa proviO. orlontQOionea
rable. sobro todo cuando el oon~cimiGnto mntemAtico moe icpltcitoo en lns conductoB buaen8o. 00 osiciSDO noce8~
traba 16cid8!l1onte lo poslblU~Ie.rI oporativo dn una CAUSO rio constituirlos OXOhlOlv8lllonto on tunoiiln do tales o
li<tad -cuya ontructurtl fo:n;101 ~dn no "O haM.1i despo.1o.do, rionteclonc,s. en 1& medida en qUé nU generalidad c02Ilm
como di,limaD, d O . 8UBtftnclnliriad, tel COl:!O pontorlor ret'.resente no Bolo una rt'lforencin emptrlcn neta, "ioo,
mGn~o 110 hart. de I!!o,lo claro El lrre@ragablfJ, 60[;-60 t~ndr.l
sdoc:AEl. un oritr.lrio seguro d.9 asont8I3ien'to del nexo call
moe oco~:i~n do ebt'orver-.
r,nl cienttt'iC811:(·nto v611rlo
....ontando CClO la im,1rescriptlblo cOr1;"zn inhorente
al c()nOeitllelit', r.ill":elitlco 08 posiblo ontonces dibujllr,
223 221
Oho a la CODa en cuesti6n. En ereoto, quien ronunoia o
Tal punto de intloxi6n deGde 01 que lAglcamonte
abandona eU dereoho, no da o. otro ho~brO un de~Cho que
seo. correcto olu(.\lr le susodicho triccitlo o tra("'monta
eoto ~lt1mo hotlbro no tuviera antee. !to hey nodo a que
c16n !lOorea de la reol1-1od antropo16gic8 que hay que
un hoobro no tonfa dorocho por naturalezas nolamonte s.
tomar eOrJo nUllto ¡lo partida no puedo, entonces. ser o
aporta dol oamino de otro para que 6sta puodo gozar do
tro mna quo aQuol quo 90 nos manitiesta a tr8v~8 dol
BU propio dorocho original sin obGt~oulo suyo, ;y oin im
11l6a rod~cal er;OiClmo hUCl8no, on 10 modlda en que el hoa
br~ no tiene ra~6n alr,una para renunoiar a nincdn der.! podimento ajeno." (7)
0110, a e:!oopci6n do lo de eu propio porjuioio '1. edn Toda vea que ~o adviorte la nocesidad de r~culo.r
os!, te:o¡mco ronuncie, evaluando 11101 188 eor.secuonCia8 la vida socio.l oomo 6nio8 contrapartido quo haga posible
derivados ca leo sot1efocoioneo eoporoda8. Una convi evitar el eatado natural, o aea, 01 ootcdo que decido el
vencia do este tipo encapa a toda presenola i~ediat8, -bel1UD omniua contra omne5 u • por cuyo intermedio eoa
pero ello no quier¡, decir que no ••• 16g1oamonte corr0R. to.otlble reconvertir el cor'ótor del "homo hominia lUpus
ta proeuponorlo., en lo. modida en quo no aolo S8 puode en un oarActer dondo impere la sociabilidad, dando 108
ea! dar cuenta de loo heoh08 roales qua rigen 108 orie.a derocho. ;y cOllaecuentément8 los doboros 8ptl.1'CZean neta
tacionoa de lee conductas huenona, 8ino ademA. no DODl~ mente de_imitados, ea claro entoncOD que lo dooieivo al
;Yf¡r tel roalidad en ara. a destigurar lo que Gonat1tu;ye respecto viene a eer dirlD1r la estora de ejercicio de
exproaamento el m6~1l do aquollas conducta., eu donen la .obaran!a on la medida en que 0010 ae! se puedo dar
tronado ego{sClO. Ello os lo Que represonta tonto el 11... aquella roeonverai6na "Dic.eo que un ~gt!d2 ha 8ido ~
mite c~o el m&ritn (ie irrocueable valido. que tione el ¡1tp1dg cuando una multitud do hombro. convivon o pao
an~11.i8 sooio-polltioo hob t 'Ge1ano, en cuanto eleva el tan • .W!. l!!l9. 09n ~!lll2t quo a un cierto J:o¡:¡bx:! o a
naxo ceuonl hasta su logioidad interno ab80luta deede IEltA 1\! bOmbtlft ea lo otorGBl", por ma;yor!at el ~
donde en ox-pl1cllblo rundadamonte tonto la deaoompoeío16n ~ de E'PresontRE a la persona de todos (e. doo1r, de
de la unidad medioval de la torma de vido. como el sur S9r eu rOPf900nkente). Oeda uno de ell08, tanto los que
giniento de 1018 condiciones 1'101 universo modorno, en han IS!tw!g Jm l2I2 como loa que han votodo !!! 29ntra , de
tanto tro.nalc16n inovito.b10. be ¡ut2r1 zat toda. 188 aociones Y juioioB de ooe hombre
,'o /
. ~
"""
222 223
sensualmento al mi9ao ohlles irreversiblemente e la acoa conoebido, Go~n do oomo resultado la consolidaoi&n del
taoi6n de aua doai.r;nios. Er<t?s deeignio8 dorivados do le poder soberano atricto sonau, obeolutomonte por onde,
volunt9d del Bobornno no son de SUJIO mAs que lo conoecuen ea d.oir, 8Uotanoializado n ~oenr de todo. No vamos a
(lie de su poder irrocusabllt, 8 cuyo trav6s tle 88&Gt:,ra, entrar a discutir oquí lo convonioncin d.9 tBl hocho de
pu~et el noy.o cauool inforido de aqual fundamento l6clco modo coeplete.monto aborco<lor res!,octo do la problemAt!
articulado como intel.'Pretaci6n entrepolAgiea. Tal noxo ca subyaoente. T~ eato 8ontldo, lo quo orionte nUGstro
COUE:ol, -!c:r;de dondo ea vertebra 16r.;lelllllonte la cont.:rtu.... inter&. especItico .s discornir l!' bese condicional'
ra dol llo:,!or po1!t1co, dal podor sobor/.no. en tanto lel!J. desde la que 8e ya a edificar 01 aieteao pol{tico Locks
tir:d'led y l&¡:al1ded irrefraceblo., ea lo que pemite dar ano en la madi<!. en qua rG8ulta lIer la mAs ~ntente mu0a.
801ucign a aquel estedo natural y oonti~lrar la 000.8.1 tr. de la problomatloidad cousal derivada del terrono
dod do ln orlentnoi6n explíCita del poder pol{tlco, como polltico propiamente dicho de la estructura metodo16ci -
e;je gravitatorio del morco do la oonvivencia 800ial, do. 00 newtoniens. problomGtic1~ad caueal quo en modo alr,u
de donde &sto se har,a pooible 1 real, en lo medido en no 8ignifioa negoci&n cau801, sino complojidad respecto
quo de roete modo so concibe une carantt. inexorable para de 18 especifioidad de la causaci60 eatrletGmonto oona1
los derechos y debores de 108 e~bd.it08 00 .tunoi&. de BU dorada, ~8 decir. en la modida on que no ee posible BU~
sOIlIeti:r.icnto al poder 8obersflo. • ••• r.a inherente a la sumir sustanoialmonte Y por onde &o81ayo~ la contingen
soberno!a 01 pleno podor do pr~acribir la. nor.o. en Y~ cia qua, por otro perta, debiendo sor tenida en cuanta
tud de leB cualee cada hombre puedo sabor qua bienes pu.l, coma tactor do 8n'118i8 dobo ser resueltacient1t icnmon.
dO disfrutar y qu6 oceioDas puedo ll~var o cabo 8in ser te. desde la ~ptiCB filoe6rica-polltica. con 10 finall
molo.todo por cualquiera de SUD conciudadano.. Esto os dad de auto-otorcaree plana valldoz oient!tico, no pUB
lo Que los hombroa llomon ¡¡pp1ed'd. En efecto, antoe de de omitir plantear SU retorencialidad reopocto do otrae
instituirse el poder soberano ( ••• ) Todo. 109 hombra. osteraa 80010188 que DO por no ser eoon010108 pueden
tionen derecho 8 todas 188 c08aa, 10 cual 88 nooo.or10.... 808l018l'88 nI modo como Bl.leedo en nobb88t tal cual ocu
mente causo de cuen'a, 1, Jli)r eonaiRUionte, aiondo e.ta rra con la catera econ6mlca.
prepi~dQd Docenaria para la pas '1 Lopondlendo del poder
Lo posibil1dod do extabloeiQiento do un pacto en.
soberano G8 el acto de eato poder para enegurar la pa. tre los miembros de uno comunidad que d& como rosultado
p6bUca. F.at08 nOl'r.lOO de prophdad (o S!!!!! '1 1l!!:e) '1 de su constituci6n ooc,o tal coounidad, oriontado, por un F2
lo bu,r~ y lo aal2, do 10 ¡,gltimo e ~loGit102 en le. <ler 80barano no oa pooible pros1l.pODor 10 IlIAa que a con
aocionoo do 108 ndbd1toe, 80n leyes civiles. 80 decir.
dici6n do que loe otrlbuciones del poder soberano reeu
layes do cada r..todo partioular••• " (9)
len expeoittoamento tonto BUS propias accionos cocO la
Uo en dificil advertir aqui. a portir do lo ante de 105 c1udedftnor,...miombroa respeeto de que to1uo leyoo
dicho. COr.\O la refloxil)n hObboele.na, aun D pesor de eU soran X'flOpotod88t la cual poroanooe en Hobbea baotonte
opoeic16n e Descartes, opera con la auatenelaliznci6n del eontlJlIO, en la mo,Udo on que la omn1jur1adicc16n intri&
poder politico. on cuento que no aolo bucca en el fUndo 80ca o la soboraoto le concodo un onrcon de oooi6n tan
mento antropo16clco la haso desde 10 que construir 16e1 o.tl'pl1o QUo 10G mic:"broe oomuniterioo puodon sentirse
comente el noxo eouaal. oino que odom'e tal fUnctacanto too inSOGUros CODO on 01 pro~io cotado de naturaleza 1
aparece en lo quo reo('locto al objoto tratmlo no~o:tivnmonte dORdo eo terno al :' Jjg radical oGo1smo.
225
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voluci6n de 1688, como Locke va a orientar su penoomien
Ello. cono lJoñolA Ilnephet'son. hay que entendorlo to cr{ticsmonte asentedo .obre la r~rloxi6n polltica ha
bAoico:llonto eo:to un dosllt'r,,110 tc>dnvla no Jonaolidndo de bbeslonn. Ee indu~oble que, metodo16gicamonte. Looke ••
la aoonorda da tlorcado (lO), ea decir. en la 00:11d8 en halle influido por lo misma contoxtura dol pensamionto
que la Rutonoola del mercado no ee tal y procioa )ara eu newtonlano Y en este eentidO BU critico tanto a Descartes
asontamionto de la etioa~ 1ntorvonei6n de un poder qua oomo • Hobb•• oonstitu1r6. tanto tiloe&tlcamonte corno P2
sober.nocento tenr,a tel atribuoi6n, en tanto oondioi6n lf,tlcament8, un rewlsivo d.e primer orden con Vistaa a
que IP "~'o ':;108 un d<ltormlnedo tlr,o de ncci6n QUo ponga reoriontar 1.8 direotrioe. del pensamiento oiont!liCo en
r!n 81 der.cho ilimitado dO loa miembroa del estado neta genoral. En osta .entIdo, en porpeotiva oognosoitiva ge
rol. Ee, oDimin~ot claro que tal inoipiento desarrollo neral. tal oomo puo~e observara•• se orientarA 08pec{íi~
de la oconom!a de mercado, al modo como e. da en Hobbea. camento en poner de I/anlti••to la imposibilidad do oon
vo unido a toda otra sorio de eon80ouonciaa que en a040 serYar 8Uatanoialidad alguno que no aGa ••nsorielmente
alguno eon eoe1nyableo. tal co~o nos 10 refiere en ~ ya conatatable, 10 cual e. lntrlnsooemente contradictorio,
016a1co eatu'.110 al reapoeto el I/lsmo p. T8nnie8, quien. para do esta canera poder llaEOr a 8aclareoer lae diti
en la primo~e p~rte fundamontalmento, di roz6n de la. eultade. l&gicaa 48 eaontemiento dol noxo cauoal. 00 la
circunstancias hist~r1oo-polftlo88 y sooiales que eovuel medid• .., que 6ate no requiere do ning6n otro !'Undamonto
van la vida '1 la obra de Nobb.. (11), la. oual•• DO 8010 l&;ioo que no soa el que por .1 miamo se pone do meni
por el exilio del .i~o ri1680fo pol!tico, Bino odemAs fieeto. tal como $O nos 80ñala del l/oda aiguiento.· •••
por una 80rle do conseouencies, deed. al regicidio ha8ta Porque 8i Dloa hubiera grabado alSUna improsi6n o rasBO
la inet8uroc1&n de lo dictadura cronmwalliana, pasando en el entendimionto de loe hombrea, Berio lo mAs rasona~
por 10 inDtauraei6n da la Monarquía inglesa 7 la. sub... ble que habrta 8i40 una Idea olara Y uniformo oobre sl
cuentev luche. da los distinta. tpccionoa hallta la lle,. mismo. siempro quo nuostra 11oitedo capaoidad tuoo. ca
da 01 trono de Guillermo de vran3a. dibujan toda la ari pa. do reoibir un objeto tan incomprensiblo o infinito.
ale ?e~ecida on area a la conaolidacI6n de un poder poI! ¡'oro el heChO de que nuestras I/onteo eare.oan de esa 1
tico lJobernno tirmo y ~6l1do que icpueiera los lt~lt •• d••, en un prinoipio. alendo la ele importante pera n082
preecl'iptiv60onte necosarioa QUe tacillta.en 01 deoarro troe, e. un arcumonto 8&11do contra cualqulor otra impr;t
110 eoelo-pol!tioo y ocon&r 100 de la n8016n brltAnioa, 8i60 que ae pretenda innata. (, •• )
lImitos astoa Que, como 01 mismo Uobbea ve con claridad
meridlana, preoiean de la instauraci&n do una Boboran!. ( ••• ) SI In naturaleza .e hublora preocupado de
lrrecu!¡able. aun cuando eU:o paremoa contradeoir, 'POI' el dotemoa de alrruna idea, bien pÓdr!emos eeporar que e.
intorvenoionismo permanonte que se le asigna aparontemon trotara de la do sustanoia. :yo. quo DO podemos procur6xw
te, la 16c1ca de la autonomta del merondo tal como lo dR naala nosotros mioll:ol!l pór mod10 de nuestras propias r....
menda 01 propio s1otoma capitalista. (12) cultados, sin eabargo v~oo que por el contrario :a qua
eota ldee no lo alcancemos por ló. 3iGmss viae por los
Es, por oonsiCUiento, operando oon talos condio12 Qua llecan 8 In monte 108 do06a, DO la poseemos. de he
nGs, csto es, con aquelloa que 4iOO,lon no 111010 un dOGe cho, COIDO una idea olara, de tal manera que la palabra
rrollo ca~ltaUota rnlle elovado slno ademAs con loe qua sustanoie no .lenifica nada, al no es una incierta supa
.e derivan, conoomitnJlonto do una aobernn!a mucho m6B 0.11 I!licilln do no &0 sabe qu6 i(loa (os decir. al{~lU'Ul cooa dt
tabla 7 oQuilibrado, oogdn !lO produco por t:locH.o de la R.t
226 227
la que no tenemos nin':o;tmn particulnridttd die tinta '3 poa! como con toda claridad noo aoñoln e\ ~roresor J.
Uva), idoa QUO conoidorI:W06 como subotratum O 80porte Jl'uG)'o en eeto p~tT8rO 00 olaro quo tal Ilbatroeci6n no
de &QuolloB otrnn que al conocamos. puade eri~iree mAs que a eondio16n do respetar ostricta
mente 01 sontido cau9al. en tanto reforoncia GQP!rlea que
( •• ,) Guponcamos, pues. que la mente Be~. como a. ~r8ntlo. 18 voracidad Cognoscitiva buscada, es docir,
dice, un papol en blanco, 1i~pl0 de todo inetruoci6n, 8in lorpoe\ble do fU!!1' roeuelto po:, m9<l10 do Buetanoialbac.l.o
ning1.,l ~j l.• loa, ¿O&!l:O lloca entoneo. a tenerla? ¿De d6ndo noa. oomo haste entoncos ue hab!a re8u~lto. Desde oste
00 haco la monte coa esa prodigi.008 cantidad que la lDa punto de vi.ta, pu... no 8. posible ~tonee8 aaentar
6in&016n lit:litadB '3 activa del hombre ha grabado en elle, cientificidad alguno a excGpoi~n de qU&08to .e estableA
con una vnrindad oe8i infinita? ¿De d6nda extrae todo 0.0 co sobrO la pre8crl~ci6n causal propiamente dicha y 'sta,
i\Gteri81 de lo raz6n '1 del conocimient01, A 8ota. pregUl1 dosdo lueCOt no 08 ap01abla d. ninsuna manera que no 8Ga
tes contooto con uno 801a palabra. do la experionoia, h. • t1'0v6. de la antedioha reteroncia omp!rioa. Ello si6"1
oqu! el fundamento do todo nue8tro saber, '1 de dondo en fica, pua., que el s08tenimiento de la mlaQa couBalldad
4l.t1ma instancia lIe doriva. -le8 obe.rvt,looee Que bao .... no puodo articularso BObre n1nG~n preaupuooto entropol&
moe Robre 106 objetos sensiblos astemo8, o 80bre la8 o sico que no .8a dabla con~ertlr precencialmonte, en cuaa
peraciono8 internas de nu stra monte, lea cual.. percibl to que eOlIo hOCloa vi.to para flobb.. nO aa mt:.s que UDa el.
moa. :1 sobre lae que reflexionamos no.otro. miamos, Don trapolaci6n 4e lea condicione. reales por loa quo debe
lo que proveen a nuestro entendimiento de todos 108 mat. 4esarrollarse todo an6lis18 7 qua no acaba mA. que en pOA
rielas dol pensar". Rotas Don leo d08 fuontes de conool tuladoa da dudoso solid.. eientItice.
la propia aatistaoc16n do neo••14odoa que e. lo Que ve& de intercambio meroantil lo torna posible, haata con
daderemonte rermite disoernir la necesidad 4e regular vertirse en hocho .ut~nomo. DeJo tal coneideroci6n.
10B derecho., 'J' por en4e la propiedad, dO 108 aiembroa pue., la arUculaolh do ambos factoros, la razonable
integrante. do la comunidad, tel como DOa lo advierte uti11saci&n del poder politico, eometido a leGalidad, 'J'
el propio n. POlin en su conocida obre sobre Lacte, la autonoala del intercambio mercantil, que presupone
cuando noo dice. "La preooupooi6n IUprema de Looke co~ el pOder diopoeltivo de la propiedad de 108 ciUdadanos,
eiste en hacer admItir por todo•• que la 181 tundalaen actda rociprooamonte, como condiolonalidAd IllUtua, impo
tal de la propiedad cata opo'J'odo 80bre el oonsentimien ai&ndose de e.te m040 como tin prinoipal de toda la o~
to do cada uno. de tal modo que, en la comunidad oivil. YivonCia looial, lIogdn n08 lo señala C. B. tlaophereon
la prop~e~ad ea intanr,ible sin el oonsentimiento expre cuando nos dico asta ftEn el ostado do Lacke no .. halla
80 de aquello cuyn nropiadad e8 susceptible de Ber al diroctamonte protegidO nlngan derocho individual. La 6
cafllu!'¡,(fa, J.tOD derechos del poder ebao1uto lIIiemo (que DO Dica protocc16n de que disvone el individuo trente a un
ee un poder arbitrorio ni irracional) 8e detienon ante gobierno arbitrario 80 8itda en el derecho do la moyo
eatructuraci6n dol poder po1itico, en la medida en que suficiento do loe derochos de coda uno, pues oupon!a que
titioidad de la realidad pOlítioa. Ea indudable que al acuerdo en un concopto dol bien p6bllco, quo sarla en
tomar tal eje de coordenada. CODO punto de partida .e dltimo t&rm1no elevar al cAx1mo In riquoe& de lo noci6n,
convierte en decieiva la problem&tica en torno al @lcan 'l. por tanto, (80¡~n penscba 61), el bhmeatar do la na
oe otorgable al propio pod&r político, el cual por tanto 016n. lo<lIo cuponer or,te acuerdo aolamonto en virtud d.
debo ajustarse expreeanento 8 un ejerCicio razonable, no eu supoe1ci6n de quo la closo trabajadora no fiGUraba
.l.
tes, tal como 88 muootra por l. abaoluta enejenaoi6n da plonamente por\b18 proceder a UD conato de tocnificac16n
lOE s6bdlt08 .,Jn la docisi6n uniYol1tiY8 del monero.. Ta de loa relacionea pollticea, en cuanto que el poder po
do olIo, no deja sintomltica.ente de resultar QUe l{tico como tal no noceBita n1 requiore para BU oficas
una consoeuGncie estrictamente inferible do&4e la vali tunoionomlento m08traroe permanonte y conotantemonte ba
dos nomativa da la slloe;t.atica, ',unque oporando con una jo 10 eubfeconte ruerea coaotiva pora "elider BU c~r60-
avldont& hip6atasis en 8U contenido, en euanto que 1. ter dominador, puesto que 'ete 80 revola o puede revo
aotropolotla humana no 80 va 18 ni en tunci6n dsl t'~l laras con eotricta nitide. en tunci6n de la oparionoia
no medio entre dos contrarios, ni como deri"ada de 1. da resulac16n normati"a, jurldicaaonte por endo. Doedo
absoluta bondad pro-ou,¡uoata, siOO, por 10 d8tlAa, espo-> aqul 8. 1Pllnitie&ta IlqUella tuetoen coect.ivB enteramonte
clricsmonto colegida dende 01 m&. ,,11 intere6s humono, racionoUzoda, de forma que lo etiencio lntrlneoca al
lo Que, deude luego, no subslete en t&rmino8 reales, por rdsmo poder pollUca no prociso. de 0\130 por ontonooo all
lo que hay que mostrorae, como preoisamente lo hoce .1 quo Dostra l' como re~18dar de 10n normas rectoros do
!!I18mo Hobbea, blsicamonto nOtlinalieta, en tanto quo tal la oonvi"enc1a 80ciol, bajO euyo nmporo daben articu1~
asto.do·otoctivemente llupUGeto no puede colocara. 81no 80 108 relaciono. DociBles de 108 ciudadonos, rolacio
como contrapunto ficticio en un univerao "natural·, pue.! nes 8001010.. ~uos. quo tione" que con8~ruire9 en runci~n
to que la victoria cromwllian. y su subaiguiente in.t~ <1el coff.cter de eprop1aci6n individuol que rteo toda la
racibn institucional no careoo de ra~oneB explicativas vida Bocial. ,!ejando libro dosenvolvimiento al interosa
hiatl)rleae quo, no obetante, Eobb•• 00 ncc6 o ver, lo bio meroantil y comercial, en el sono del cual boy que
que, conoc1da la motivaci6n referencial h18t6rica h situar ns1minmo el morcndo laboral que quode eoonoieloen
quiavallena, no pueds 80r co~pren8ible m~D que coco ooa te abiorto on tunc16n dol examen lockeono. La mdximo C!
secuencia del inefable entuaialMllo oxistente qua parm1 rnnt{1l de tunoioncmlento eroctivo do eote sistema queda
tia atalayar al conoc1oicnto oientttioo bajo la 6pt1ea nsogurnda yor 11l o"iclonte Booptac i.6n de la not'lllotiva ja
do la universalidad abooluta, en lo oual, obviamente, rldico-pol{tiea, ,reGentndo de aeud."do con la oBtructura
•• peroibo lo influoncia poripat&tica. CODO or1con rarnoto.
11
111
237
236
Ea, pue., osi, üomo la contlguroc16n del pena&
d1v18ionnria del ¡Jodor, 8in que, eJn ombarcot COIIIO eel'ia miento t11os6rlco-polltico lockoano marcha 4e consuno,
16 Macpl'ereotl, pU:.ldn ho.blnr~e do democret1teai6o real intentando resolver la problem~tica 8ooio-poltticR roa
del pod~~. ,a qua lo que 8610 eubsiste no 88 m(¡s que la pocto dol lndiBpeno~blo con80nso que lo tornnei6n de
plena cGuc1~n do un statu que 8ooio-polltico , eoon6mi la (!ent1'1 ti(¡ne que dor pare 01 perrecto a.1ustar.:ionto
co gue rmrponde al intor6. de la todopodorosA gOlltl'1 que conduaca a la recionolilloci6n dol poder politico,
britAnion, de la cual dovondo b&aiCAmente el ru~bo gona on ~l sootido de que olieiDe todoo loe ve8ti~08 toudA
rol y poro. cuya coneervnoi6n 8. eotableoe la ·prerrocu 108, verdodéroe obataoul1zod,'reo del impulso 40 la 1'1...
tiva" del 'Poder COOlO modio ds 8.egurl!'ll:'!iento en cuanto qunBo nacional, Semejante oonseneo oncuontra en Ingla
con ella eo disponga de la posibilidad do saltaro. l. terra una realidad ,. osentado por medio do la opo81
absoluta neooaidad de someter a legalidad todos los ao oi6n de lo baronta teudal britAnica al podor abeoluto
tos eoolale. y pol!tioo., mediante tal ajustamiento de del 1'<1 Juan, eupr1llliendO u1 todo teoorat1smo regio '1
cauoe y efocto, cuya rala oxplicativa orir.inar1a bay que oblle;SDdo 01 pro¡10 poder roal a somotorse a bs eondJ..
buscarla en lB obvia opoaioi6n lockeana al pod.•r tirAn! oion•• de raclonalizaci6n jur!diCD del poder, tal OOCo
co hoboseiano, 8e produco un d.sarrollo de la rola016n ocurra durante la rovoluc~6n do 1688, que 08 lo que le
Bocial y polltica mucho mAs aoordo Oon la. necGsidadea permite a LockJ oolocare. al trento de loe 1ntereondos
del 1Il0lllentn hist6rico, 8coptando la .",poc!tio. lUncian en doatruir lae barreras dol dO~TOll0 ooon6mioo, tal
de le outo-rG~lftcl6n dol ~orcado como olave control 0& oomo n08 lo "ofiola JIF, Paure-Sou1et, cuando n08 sen....
pl1cat1ve de loe derrotero. l,or 108 QUO debo d16currlr le lo 8iguiente. -En resumon, por ~ atirmoci6n de loa
la convivoncia humenat coao dnica condiei6n para pra.ot Derechos naturales del Hombre (aobro SU porsono, .obre
ver libertad pnra 108 mioubroo del cuorpo politico, sb~ 108 bien•• adquiridos aodianto su trabajo), Locko ha~{a
liondo ro! lna relaciones teudalee de vaaallaje. oon una introducido una tundacontal ambi8Uedod en lo que 8 la
8ceptac16n ostrictamente POGltiY& y e-orttlca do la ~ verdadora naturaleea de DOtOS derech08 00 refiere. on
11'ad Boclo-pol!Uca ., 800n&mlca, que BS, ,juatamonto, prinCipio, 80 trataba de loo de~choe de la humanidad,
lo que se lnfiere de las condioioneD metodo16g1cae now pero en la prActica no eran mle Que loo derechos 4e la
toniones, • las que eotuvo 01 temoso t116.oto 1n~1'8 tan burgueo!. naciente. Por entoncos, eatas dos ClaSDO dO
apegado, tpl como n08 lo .ofi81a con preoisi6n A. Ko.,r&. dorccbo8 COJ.n~idtan, tal .., OOlilO 8Ucedo:í.-4 en Jl'ranola en
cuando n08 adviorte. "No sr. sorprendente quo (curioee 01 oiglo siguiente, porQuo el Torcer Eotodo en su con
monte mezclada con lo t110so!1. do Lo~ke) 01 nowtonia junto aotoba intero89do on la caido del Antiguo R6gi
nleme hoye devenido 01 oredo o1ent{tlco del aiglo XVIII. men, que empleobo la eltrv1dumb...-e de unoe :1 retrasaba
( ••• ) La aUanlla impura de rtewton 1 de Locke 8Usc1t6 una el e!l'dQuecimiento do otro. tanto COIllO su acceso 81 p.Q
pOlcoloc;1a at6mica qua expl1c6 01 Elsplritu (o lo hizO der polltioo. Bata coillcldencia p.e ox-prooo en 01 carA,!
deoyonocerae expllc6ndolo) como siendo un mosaico de ter univa:'sal da 1no 101e8 naturo~Oo. EBttlO leyos tra
"eenoaclonoa" , de "ideaa" lisp.dae entro ellas por loa ducen lo nuova rilooot!n de loe valoroa. El oriGen dol
leye8 do ln! 8ooeiaci6n (atr(loci6n). tuvimos es! una el! onrlquocimiofrto burgu&a y d bIenestar popular 80 en
oiologl8 ot6mlce que reduciD la sociodad o un agro godo cuentron mo~c18doe on uoa lucho contro la tiloDorta
de Atomo8 humanos, .;o:;¡;f,10to8 .., cerradoe sobre al oiamoo, tradicionlll, 0\1.100 def'on80rOl~ 90n la nobleza , el cl...
no hAciendo, entro ollos, rn~s que atrDorae y ropcloreo." ro. Libertad, dosiguolded. proj.'liedod, toles seran laa
(19)
238 239
NO he1 duda olf)Uno que ei Locke, lnrluldo doci81
t1nicea idoolJ r$:"ollbles qlle convi..e al Hombre en gon.l
vamente por la estructuro motodo16gico de la oiono.io ne~
ral. ~a LiloEotlB do Locke ea burgu8ao. pero 01 miSDo
tonian_, orienta su rei'loxi6n ciontttloa etl torno oponer
tiempo Flf·;rIe:olo y oociol. 'UON" r6 en el honbro, en la
de manifiesto la ln.t1l"r~ia (le ';odo fundamonto l6gico.
nnz6n :J 1I0 tiene concieneia de e.tar aiz'Viendo oontemp.9,
ootar{eloo por ende, pnra 01 nexo cou801 quo do eato m.
r4neomonto ti la .l:roduoo16n, enunclo.nd.o los reglao 1nst.!
tucion81os faVOl:Bbloll a la expone1&n de 10 clR80 aeoon
do tiene quo validarse sicuiendo exclusivamente la re!2
roncia ecplrica impl!clta en la roolid[)(! politice, en
. úente.· (20)
tanto crItica al aiatemo hobbaalano do ntirmaei6n de la
'¡.;vidontornente. 8i so porte "el on311818 1ockoano
auboran!e ~or encima da todas 108 CODBO, aun a pesar de
ntriett> oonsu, en 01 eenUdo do qU9 la leo:!. cazo equiVJ¡
su ejercieio arbitrario, le posioi6n or!~1ca de Montea
h''1c1a totAl ontre ley fl"tural :1 ley tmiveraol. debe
quieu 80bnt .1 propiO anll1a1e locko80o dar' oOQO re sul
irrndlorlo todo, ontrmcea, la pftl'apectivo de coordino
todo la cODpl.j1~ac160 de aquellos nexOs causales. eo la
ci6n do nr.¡boo p1!9.t'108 no puedo sosteners!) por el mi. .
medida on que nú .0 puedeD Com~r8Qd.r COQO indiferente.
roAn q'.l9 !1 con11e16n 10 intJtlfIt',I" ',09 BUpUNJtoe esenoiale.
a interp8l.1etrecionea factorialeu, ni tan ei.Qulore por
qUIl ha con lnnvi',oble 01 deGllrrollo tondonoilll hecia 100
marginal.. que puedan uer, .0 OUOOJto BU ioc1denoia, aun
objr>UVOll proindicado8 en aquella. nqui9aloncia, e1n :¡ue
a 'P.sar de su 103an!a, pUedo resultar deoisivo. Le ex
des1. luep;o, tnl ~,orD!ll:'ctiv(t deba ftrs8 COIDO aimple '1
panai6n oau.al Que como co~pleJidad multiraotorial lnV:!
meramente uni1in••l en DU propio autodeoonvolvimiento.
d. el f,.ne8lDiento (,._I.nt!tlco moetesqulouano teniSr4 poa
'8 ~U9 ello no 8ignificarla mAs que un ~uro ergotinmo
teriormente la reaec16n rouseeeuniano como alternativa
totalmente ficticio.
oritica desde donde so pon~~ do roliove la inefioaoia
operativa de tal co:nplo3idad en 1& IIIG:lida on QUe 000
ello no 88 bar!a _i_ que ocultar el aut&ntico eeoroto a
1.2.'.0.- tlOrfl'i;GQUlEU 'f ¡'l., l'Ror..t,F.1A DI!: LAOU;NOIA
yoco. del problema polltiOo. •• deoir, lo de la orcont
POLlTIOA.
aaoi60 racional do lo libertad., lo cual no puede ser oon
La rolovo~oio d01 pon amionto oientlfioo-pol!ti templada bajo 108 auspioio. del eimple discurrir compa
ca de Montooquiou oobra Q"a vigoncia enorme en la madi rativo, tal oomo sodin pretendo Bou.seau lo hace 01 Pl'!1
do on que por su intermedio ee ponen da rolleve la co~ pio Monteoquiau, cu,o an&11s18 YO a Oou¡>ernos segu1do
100i60 do rectoras, inicialmente eotimado8 como mare;b.l mente.
lOS, respecto dol mioma fUndemento do la Cienoia PolitA
oa pr~piamonto cUcho. :Setol!! .toctoX'ea en modo alguno pu~ 1.2.'.0.1.... EL PROñL"FMA tm.i'OOCLOOtCO .EN r.ON'l'fl3QUn."U.
don aer yo soslayadaD y su atonoi6~ no debe ni sor omi
Doade oato punto do v1l9tn, conviene proceder el
tida ni, n8~icQo, desvirtuar la boa. e80n01al del ~ro
trov¿s de un examen de 108 condlcione9 rActicao de inc~
pio anAlista cienttUco que do la rool1de.d pallUca int8J!.
dlnnc16n do los prosupuostos rnclonoloG, loo cualoa, no
te arroGorse. E!"I esto 6Gntida Montosqulou aif.';1l1tica rea
puoden vnrtobrarso m~B que on tunei6n de procuponer. a
pocto do los conslderBoionoo hobboaionos y lockeano& al
8U voz, Aquella equivalencia que. cuando monos, pormite
rpopooto uno profundJzoei6n de 188 teleD considoraoione8
oal;nblecor un minlnultl do racionalidad oon lo cual 80 ha
'1 esta sil.)nHicaci6n rl)flOlta con luz pror:!n e Iilo:\ide qUo
oe absolutemente 1ndis~er.sublG eomonftar o oporar oomo
nos I1dentrenoD en 01 fu-f.lle1e minmo do OU ponoomlento.
240 241
conditio elne qua non de veroeidatl oornoooitiv&. ror ton autoglrarao on torno al 8usodicho relativi~o ~ogno8cit!
to, 01 PO(IO A1ru:i.snto gua dov~ r.oe lClrrc('clndible dar no 'Yo que ea. preoiantr.onto. lo que oonvierte a Nontenquleu
fin otro que cntfll'1dn!J.t' cotlI"ortltivMlonto la racionalidad en uno de 10B precursorGs m6a cloros '3 di¿tanoa do la aa
:¡or1.vndn d" IIquollR (ilquivalonnia lockenno con 10R mIpuaa tual raCionalidad 80010168100, como 08 bion sabido. Faro,
too do t'oclonn1i'lod il'\ndoo fin 01 tlompops8ado con vletae ante. de llftgsr a tol problema. voamoe detenidamente ~~
l! (lonfoT1llnr ltu,! oondicioneF, '.nexorableo do eu implicito lea 80n loa posoa Que conduoon al c6lebre ·pbIlo80phe de
danonvolvitdnnto b8ot:a loa 9UpUé'lItos actuales, lo cUftl la Brade" boata tal panorAmica oognoscitiva.
OA preoinomonto la tarea qUA tondr& quo realizar ~lonte...
I~oa dicho, pues, Que Montosquiou busca la inco~
qUieu. tnrea que, tondrA que gré'f'itar on tomo tanto ..
dlnncl6n .rooti... (le la raoionalidad, proauponiendo la
la domostraci6n ralrabl~ dnrivoda dol BUsodicho daGeD'f'D¡
equi'f'elencia entre lft7 naturel '3 le)' 'lniversal. Ahora bien
'f'imiQnto come roopooto dol hocho d. extraer 108 conao
tal nrG8upueato oe lndiDoutlblomento una de las do cla
cuencias inoxorob1oo del ejo de coordonadas 'f'8rltativo
raa conaoouenolno do la eatruct\tr8 metodo16gioa newtonia
lntrfneeco en tal .lnimos da racionalidad, aunque .'f'id~
na. ¿c6ao, pu.s, realizar tal tOrG8, acoptando de entamA
t~ente tal mlniDUm no ~. prasente aqut nA. que bajo el
no que la realidad eon la que O~ Uono que opopeB'. no pUJl
l'Opo.1C' do! mnxlmul!l d.9 l'801onalidcd 1>oalble, que o • .1u...
de d$'f'onIr, r nlve18ft oomprehen8ivo8~ meramonte menoura
tamel'1te lo que oonoH tuj'o b p;:!:'8n4el'lA '1 le debilidad del ble en el sentido cuantitatIvo na\~onlano7 Lo respuosta
snfll1ais ti1006ticn-polttico monteaquieuano, en cuanto, a. asta cuest16n O!'l; :tuatMonto, la problotl6tioa que obl!
abBolu1:omonte ent:uoiaemorlo por le. antodicha equivalencia ga aanlt1ostnmonte a Moatosquiau n adoptar una poeici6a
llegarA. o tr~v'n de BU examGn, a dar perEoota cuenta d. ambivalente entre Descarto. )' Nevton, en 01 sontido de
los UmitoB eDpoc!ticoE dI') la raciona1!t'.8d inherento al que la operatividad do lao blp6teois'roeulta onteramenta
anhiBir lockenno, dando pi' pOl!ltar10:.llIente a la con... inevitablo aoeptarla, a posar que nuoo~ro ·phI1oeopho do
trucc16n p':r~va y llar'."' :~e 10 crItIca l"Ou8l!1oauniana. como 18 Brede" tienda a buscar la incard!nao16n real '3 ofoct!
podronoa d~ monUlaste lIIall p.d.lonto.
'f'ft de lna miemaa. incordioacitn Que es lo que suscitar'
Es de eeta oenora CO~Ot mutatIs mutondls. el arl. l8a oriticas a 8U intento de rac1ono11~eo16n do la 'f'ida
totelhll'lo on ciemee de ¡':onteequieu .. verA poateriormea aooio1 1 política. Montoaquleu t oorno ho~bre ilustrado,
to rebat1do por el platonismo rouas8auniono (21), arista "elote a 1.18 rO"?'Jionon tJoC~.n18G pl'op•.na de la &poca, 00
teliemo carnotürizodo. b&81c~ntG, por la tonn8 b6aque noclondo a Fontanello, ilustre bi6crn!o de Descarten '1
N~ton. Gdem~s de ~utor de libros c61ebroB respocto de
da de incardinaci$n real de loe preoupu~8too raoionales
en 0.1 marco do voracidad que noa ea oonún 80 el mundo 1112 la p016~icR eiont!flca que, g-gdn Volte~ret hemos 'f'ieto
dqrno. 08 doolr, en 01 marco del rolntl'f'iemo 8uto-cn oaoa divl!\lr fl 101'1 eup{ritu8. ¡>ero taT.bitín conl. ce el. lIIiemo Vol.
16clco humano quo, prociaomonto. por ballaree todavía oJ! tnlre, ao! como conoe~n 10 tilolorta cartesiana, 30 que
di.nemento oculto en lionteequieu ea lo que le pe~ito in octu~l~ en el ColoGio de los oratorianos de Farie, donde
tentar resolver la antedicha equ1valonoia, cuyo alterna d.lscurr16 lo v110 del l'ere tinlobrancho, ~ la ve. que, no
tiva de Boluc16n, ello 08 juotooonte el OAA nítido ejem e610 'l1npul1o en su M.bl1otGca. pa...""t'iculnT.' de loa obraa de
plO del pet'nntori -: earAotor d:am6tlco que nnit.e al oono Descartes. sino edemAs la ~8 Rouba~lt. la de ~ewton '1 1.
cimiento moderno 3 actual, no 110go de suyo m6s Que a de S. Olnrke, ~1 fiel disc!pulo ncwton1ano. ~~ljuntamen
mostrar BU b»olb:!.li"ad etoctivo '3, por ende. tiene que te con l~s do l~ibnl~, cono pued~ oboorv~ra. en 01 Oata
loco de nu bibliotoca publicado por 1.oui8 Desr,ravo. (22).
.:...:ii.toI
242
243
8!11t Cooo tuvo eEJtrechso 1.'0100ion80 con el 1' .. Cestel quien, do 8U8 efectos, en lUtiar do tonor, sogdn estamos obll~
deüde lUOBO, tom6 p«I1:e Dctiva en la ro16~ieo eludido (23) doo, que extreer do ol6Uno9 ereotos. el conocimiento de
el cual .eUIl preceptor ,Je1 hijo 19 nuoGtro "philoeopbe de la cauea," (25), 10 cual ea proelsacente lo que n08 re
la Dl'odo", del cual haco PontCl8quiou Un comentario en BU vola 1. limltaci6n dol Alcanco dol conocimiento reoio
Spiol1oeo qua rIOO QUest1'o bicm a lB8 olnrn& el part;1 80 nal 1I1ontoequieUlL"10, ajustendo (\ los proslJpuontoe 01 e~.,
bre el qua ~r8vitaba. OUOndo noe ai bolf1es de Osta mene do coordenadoa dél conooiclGnto oiontttlco gravitando
%'0 que. "rOl' lo d0lll&8, el .p. Ca.tol no deja, OOi!\O todo entH Doecort.8 '7 Nevton. como hemo. mostrado por 10 ea
JoouHn, de atacar al aefior Uewton sobre la ortodoxia da toriormente oxpuGato, que D8 lo Que n08 dibuja de 8010
GUS prinoipio. Que dice tender al ateio¡so. A peaar de qua el aarlotor ill'PU1'O do le roclonlllldM moderna (26), 11.1.
..)eto autor no 1'UooI.'I Ot11tir le divinidad poro haoer tunoi.a v'ndono. oxetemente • lo propoo1016n dol prefaoio de 6U
na..' O p.r\ro r\1odecuar ou ais;;omn. Dioe que, tendi!lonc1o 1. L#Eaprit da. Lota quo eOlIO opota(JJlla c..lontifico 008 db.l
pesan tos 8!omprc hooio 01 cent;ro, 108 cuerpos pesndoa por fía a'.!l,el parti prie. ouando n09 d{)rJitica QUe. "No he
81 misrooo ti~non ou MOvimionto en 01108 miam08, 10 que ~ deducido 1118 pr,Doiploo da mie pn.1uloioG. 108 be 8aOa
nlleve &1 siet~ma de BPieura, rU~. babiendo peeantea 8010 do de le natural..a d8 lo 008&.8" (z7>, de modo QUe. "Ro
en lo l1¡ateria, la t'Itltorin tiono en .t lIIisDa au tuoraa. A e. eo lu meditao1ones de 'un cabillote dondo .,8 :preciaD
delll¿S, dice, Gstando Compuesto el mundo de lleno 7 de va buBcar prueba., eino en 01 ••no do le naturalela mioma."
c1o, ;y no nabiftn(\o 1100110 Dios el Yacio, h87 alguna oo•• (28), 1a QU8 le praeupoalo16o de le roolonalldod, aunque
en 01 mundo que Dioa no ha hecho. No 80 oomo BUaede qUe 811. l!mito. ruertu· {ioplotamente vialblo9, .1n emb~"O
as imposible rorrosr un slote=a do1 frondo 8io .er aaueado requer1an de UD 8"tudl0 '1 "allon 'o protundldad oon 'rlJ!
do ato!811:ot Dnscsl'teat Newton. Geaaendi, f181ebranobe. 000 too e haoer po.lbl. su looardinaci6n et6otiva, en tento
lo cual no .8 hace otra coaa que probar el atoiaao 1 dar que 0110 era lo quo •• doduo1e .speclticamente de loa
le ~orze8, baciendo creer qua el atoleDo o. tan natural UUpu••t08 metodol&s1001 newtooian08 1 en tanto que ello
como. todoo loo el.tElllla8, por di.f'erentee que sean '1 tien
era precisasen te 10 quo ibe a ocupar la vida inteleotual
dan siompre a aerloe." (24)
del mismo Monteoquieu, en OU8Dto que .e aprestaba a llS
ver a cabo tal tarea, pue8to que "Trb babel' leido e1nl1
0(''"'0 ll'8t·Q pOrBl'elltlvll, pUGO, podem08 observar,
na. obree de ~ur1oprudenc1a la obeorv6 como un pela dOl1
con t:otal niUde. COLIO r10nteaquieu buD08 ob.1otiva.r loa
do la Ra,,6a querle hubitar aiD 1I'1108u1'18.· (29), lo ou81,
proeupuootoa de loa ·que P8:.'to, oomensando por eatablo'.er evidentemente, noo dibuja con absoluta t~D8p&r8ncla la
qua 01 od.lieis cauoo.l noo euminiatro un erado do iutol,! tooo11.ac16n del lntera. por el que iba a disourrir el
e;1bil 'fiad nbso1utomont;f) irrol;-atiblo. u10mpre quo, deedo
pensfl.Clento til086tico-polit1..so de ¡'¡ontellquieu, poniendo,
luogo, Be obClorvon determinada. condicionoo que no extra
a $U vell, de manifiosto 8U eepectfica itlGvrol6a como bo!.
polon las oonc1usion09, Y8 que. "Como nuostra vista ~8
bre iluatrado.
muy licitada, J COMO no vom08 mAs que pertea, no tenemoe
modo do Juz~r lOh propiedades de la materia. 7 consiCUian Obviamento, por tanto. co~o connoeuencia de lo ~
tooante laa loyes de la naturaleea, c6s que por 108 efoA cho, la tomo 6e poeioi6n Qont&8quiounn~, oomo tembi6n ..
toa qUG producen, pues. para .juzgar de ott'O modo, sorta hn oheol"VDdo, no donota, on modo alguno. nlnr;6n desoueaa
rreo1.... o conooer el todo en conjunto, mo(Uonto lo cual 0as. to ni 9aco;>t!oioIll0 respecto de lao yooibilidadee real0'
traertaaos, del conocir!ionto do la osuoa, ol conooimiento fle oU;onO~.6n do ob;Jetividod cor.'l<:scitiva,la cual, natu.
245
244
una naci6n que lo que da un cierto eep!r1tu a un parti
rOlmonto, BO hallo circunecrita texetivomcnte a 108 COA
cular, lo que modifica un sexo que lo que afeota a un
dicianos cornoacitivo8 procodontcm~nte doeerits8. tel
hombro, lo que torma el genio do las sociedades que han
como 80 deducet doada 01 criterio teinta, 01 ciontitici. abrasado un g6nero de vida que el de una 6010 pereona."
mo newtoniono, bajo cuya f~rula, evidentemente, la poa! (31), revelindoaonoa od que la cauaol1da4 se prot.:onta
bil1<lod. ooco vimos en I..ceko, do interpretar lo realidad aqul en el 8eoo de un marco flexible, llbil, cuya ob3e
humona tieno quo concebirse on funoi6n dol roourao ex;>l! tividad oognoscitivo, doo~e luego. no corro perojo oon
citamente enpírico, que, a BU ve., en el plano eocio-po la propieaento inheronte al conocimionto motem6tioo que
litico montesquieueno, no se eonetitu¡e mi. quo por la -no va mAD que de lo verdadero a lo verdadero, do lo
multifectori81idad relacional entre 108 miemoB .eres hu. talao a 10 urda4aro por 108 argumentos ab absurdO. No
monDO, doode dondo se hG~a posible indagar 108 presupu8A conoCen eata mldio, que .a 10 probable, lo m&. o mODoa
tos do raoionalidad para le8 susodiohas relaoion08 hume- probable. No 'hay, a este Nepacto, mio o menos en In
vorso tel como son. Oomo no adYlerten eua Yirtudea y su. aonte.qnieuana h81 que ineardinarla der,4e este porspo~
vicios ~~s quo 8 trav60 dol a~or propio, que embellece ti.. no s&lo en ouanto heredera de tal probloma, slno,
todo, 80n sienpre tostirr,oa intieloe 7 jueces corrompidos ademAa, en tanto concepoi6n metodo16gica enteramonte
ver por los ojoe de 10G d~68 lo que BU amor propio le. atrioto, no puede afirmar•• aobre boaea puramonte intui
oeul te, y pero que, en tin, por un comercio aagrado de tiya., 8in embargo, no por ello puede colegirae de aqui
confianza, pUdieran decirso y apaec1birae da la verdad." nin6Una poaici6n frontal respocto a la incertidumbre,
crioturolsonsiblo, ~a pross do mil pssionoo. Un ser ost, con la cocplex16n legal que vivirica a los nacionos y a
rUdiorn el] cuulquior inotor:te olvidar e su crendor. Dioe 108 'poca. hiet6ricRn. 38 que -La libortad pura 09 mucho
lo r0tiono por laa layos do la relig16nt 8omojanto ser mAe un estado til086tioo quo un estado civil.- (39), de
pudiora en cualquier mOt,ento olvi<lo1'8o do Di rnicmo. loo torma que toda dotorminoot6n de la libertad, on tanto
til~sofos lo provianen por loe leyos do la moral, oreado tal. no puede realizarso :lAG gue en runci6n de la 8SPOC!
pera vivir on sociodad, pudiora olvidarse do loo dcm'. fica eubsunci6n a la leGAlidad jurtdlco-polltica. pueoto
hombros, 10$ lor;isladorea lo 11 llIIon a DUO deberes por DI que "Le l1barte.d politioa do un c1u<ladano es la tranqui
dio do las 10Y08 politicao 1 oivilee. p (35), en tunoi6n lidad d. eoptrltu quo pravione de la contianza que tiene
do lo cual se porcibo cloremonto aquello diterencia 1&601 , cada uno de 8U aosurid.adt pan que esta libertad uiota,
la cual adquioro plono consistenoia de contormide4 con el 8. nooo&8r10 un gobierno tal que niDgán ciudadano pueda
hocho de que "Laa loyos diYina8 no deben eeti'1tuir eobre témer a otro.· (40), por lo que, naturalmonte, •••• No
lo gue co~epond8 a loa hUt:lonas, como aetas no deben in consiate la libortad pOlitioe en hocer 10 que S8 quiere
vadir lo que corroerondo a ,qu'1l8s. 1.. noturaloz8 de laa En un Eeta40, e. decir. en una sooiedad que tiene loy••,
lOYOB humanos oet3 eOl'lotida a todos 10B accidente. 1 8 VA la libertad no puede ooosistir en otra cooa que on po
riar Q medida qua cambie la voluntad de loe hombres, la der hacer lo quo •• debo quorer 1 en no ser obligado •
nsturoleeo de la. leyes relicios.. ea inmutable. La tuer bacer 10 que-no debe quererse. Ea necoBario distincuir
za principal de la relir.i6n 08 que so oree en ella, la lo que 8. indepondeaoia de lo que oa libertad. La 11b~
tuorzo de 138 loyes humanos eotA en quo .8 lae tecla." (36) tad. e. el derecho de hacer lo que la8 leyeS parmltan,
1 .1 un eiuda/lano pUdiera haoer lo que 1a8 18108 prohi
l~Ot pues, aal, cooo la 8t'1t;edicha ambivaloncia Don
tosquieuena va onoontrando eu tendenoialidad operativa, ben, no tf"'1dr& m4e liberted, porque 10B doc6.s tendrían
la <mal, supuosto "q1h! loe hoobrea puoa oston euJet08 a el mismo poder." (41)
l~es. ea algo que ya lo naturaleza de 108 cosa. n08 In Bajo eate &pti08, por conoir,ulonte, entramos de
s1n60." (37), e8 n08 revola. por ande, a trav6s del til pleno en le oonriguraci6n de la estruotura aoeiel y poli
tro dO que lo racionalidod lOgal, • pesar 1 precisamente tica del mundo moderno, la cual, de nu¡o, exigo nocoso
J'lor eoo d.o coll~pliear permoabilidod :1 tlexibilidad BUti riamente 8U contormaci6n al universo legol atrioto e.nau,
ciento no olimino, on modo alruno, lo cortoze causal qua tal como ha sido planteada hasta ontonceb, por lo que,
la inhlero, de to::t'llla, puoa, q\Jo pUeda, entoncea, conce dosde lueSO, en modo alguno, puado algo reeultar al mor
birso "~o 101. en ganerol, 8. la ra~6n hunan. on cuanto gon do la aisma confiznraci6n legal, n1 tan siquiera el
80 opllen 0.1 gobiorno do teJos los pueblos do lo Tierra, propio poder pOlttleo,puoBto que "••• Nos ba ensoñado
1 las leyes pOllticas y civilos do cada n80i6n no deben una oxperiencio eterna qua todo hombre inveotido de auta.
ser otro. Cosa alno caBOS pBrtivulares en quo 89 8plie. ridod abusa de elle. No hay poder que no incite al abueo,
la misma ram6n humnno." (38), oon 10 cual, evidentemente, a la extra11miteoi~n ••• Fara quo no 80 abuBo del poder,
PUO¡Jo advortirae la p~rdida del corActor to6rglco que la 00 ncoecorl0 que le ponce ltmitoD le nnturales. mioma de
vadta a lo vido .aoio-política para procoder expllcita las coseo. ft (42), lo cual eo Justaconte lo que conclu¡e
mente n osentarlo. sobro Dí misen, de to~~et por lo tanto, nuectro "phlloGophe do lo Brede", cuando en 17'1 regresa
que consoeuenteménte con 10 dicho, lo. libortsd tiono quo 8 su costillo do la Drodo, trAs su importantloima vieita
ldentilicarse, al codo co:~o lo l~llb!a cctublocido ;ya !JOcke. o lnr;lotorro, 'donde deocubro qUo la artioulao16n del po
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dor tieno qua (!ief/onor do Una HDitaai6n como condltio 101 hombrea hon renunciado a eu independoncie natural PA
slno qua non do GU .;JUGto y conecto uao, puosto (l cO ni re vivir sujetos a layaD paliticoa, de igual modo hao r~
lo confi(',ureci6n "decp6Uca" del poder pollUco, tel nunciado a la natural comunidad de bienes ~ora vivir su
COP¡o lo ri(liculba on SUD Lettea :rerennes, poniendo de jeto. a laa leyes civiles. S1 IDa primeros loe a8eguran
rolievo 108 ooncomitanciso subsistentes entre el poder la libertad, laa ~ltima& 108 a.aguran lo prop&ednd. Y no
oriental y 01 abeolutimno de Luia XIV de modo genoral. oonviene qua la. loyel de la libertad, Q de 10 ciudada
otroca Una perspeotiva eo~a ai ejercicio de la JustA nt., hayan de decidir 10 ,~o corroopondo a 108 le30s de
cia, ni, 88i~icmo, la nBtructUl'8ci~n dol pOdor romano la propiodad. Ea un paralogismo eso do que el bien part.
puedo conDorvarce, ya quo, inexorablemente, debe pro culer deba ,ector al bien pdblloo, lo cunl no QS cierto
ponder l!I deepcrocor, !;mosto quo nada nsocura la n['!Gn .ino cuando •• trata de la ciudad, oa docir, de la libot
ola do DU propio 8oC'\lridad COM entructura eatatal, ;ya ta.d del ciUdad"'."o, en 10 tocante a la prop.iodod no 08
que "Romo eataba, PUB., on guerra oterna ;y siempre "1.2 .iarto, porque en oate particular el bien p~b1ico estrI
lente, y unn naciSo conotan~~onte en guarra, por pr~ ba en quo cada uno conoerve ain alteroci6n la propiedad
cipio de gobierno, o habla de parecor. o destruir a loa que 1•• layes oivil08 le dan o le roconoe... ( ••• ) Gont~
deo60. que ;ya on guerra, ya en pal, nunca e.tabon tan m08. pues, 1. m&x1ma de que, tratAnd08. del bien pGblico.
prontas para atacar ni tan preparadas para detenderse. aate no consiate nunca n1 pUede consi8tir en que ae prl
(43', de torma quo 10 eBonciolmente earactor{stiCO de .8 de sus bieno. a un pertioular. 01 on QUO 8e le quito
nuostro mundo :nOO8mo no ea otra cosa que la 8atera de la menor parto de el108 por UDa le3 ~ol!tlc.. Si llega
libortad que se 8Ub8~~e en la misma estructura local, la el caso, debe 8eBUi~' rieurosGI!Iente la ley civil. que8.
oual. siendo inexistente en 10& derooa orientale8 de 8w el peladi&n de la propiedod. w (44)
.1ol'oioio de poder, dovione. para 01 mundo romono, tambiAn Don, puGa, o~omente. semejantos condicionoa la.
iluso~a y tnntAsticn. puesto que 01 propio Imperio no que Monteaqulou preeenta como inanlvnblee pora lo buena
pOd!a sostenerse m60 Que por medio de ponor de relieve maro4a de la estructura estatel modarna, laa cuelos, a su
su propotonté poder po!f.t1co-c:Iilitar, oomo poder que 8e yo., la8 encuentra en conformidad con 10 contiguraoi6n
autoerlgo po!' modio de 8\1 moetrea16n b611cn pemanonte, britAnlca del poder, pue8to que ·In~~aterra 08 hoy el pala
on el cunl lo unidad pGblico-privada no poa!e conoebir mAs· libre que hay en el mundo, 8in oxceptuar ningUDs re
e9 de modo soparado debido G su fundamental identidad. pdblics, lo llamo libro porque 01 pr!noipe no tiaoo 01
BUnqUQ cerminolmonto lo ~uo oorno herencia noo ha dejado poder de hocer nin(?lneperjuic1o IooDnable cualquiera.
01 mundo romano no eo lllJ'is ~'JO la ot.acta posibilidad de por la ras6n de que BU poder eatA controlado '3 li~itado
tal sepnraoi6n, modiantft ln Justa Identidad Que subyaco por un aoto, poro ai lo cimera baja deviniose duefio, BU
ftn GU propia contiBUraci~n jur!dic8, cu;yo recepci~n en poder serIa llimitado ;y policroao. porque tendrlo al aiA
Francia t'ue bastante podaron8. 001:10 Oa bien sabido, a mo tlem,o 01 poder oJocutivo, miontr6. que boy el poder
diferencio del ~8rAoter jurídico ioS1Ao tcommon lew). ilimitado .atA en el parlamento ;y 01 re3, '3 el poder ej.
ebrl'ndoaenoe aa! la perepcctivn do nunstro mundo modo~ cutivo en el roy, c~yo poder es 1imitado. ft (45), por cu
no, en lo Que rctJfH)cto a lo conrtf11rcci6n do su l,ibor yo intermedio 8e hace posiblo IlIstablecor lo beso limita
tnd, la cual, 'rrecislltlonte. discurre por si Oondol"'() 00 tivn d.osdo lB cual debo '3 tione quo vertebrarse la eotru,2,
toriOl:1l1onte ontroviotu y que !;ontoaquiou nolS oo':n!a turn de po(1er polItioo buscado y que, on consecuoncia.
claramente el vdvertirnOG ror;uid81Jcnto os! t "J~s! corno
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018 de loa pUJbloe. ea decir, donde la l.,. tiene que
80 orir;e eOl~o ojo prlncipal do la propuoato do orienta
reglamentar toda BU oxi.tenoie, tal oomo sucede en los
ct(.,n <)UO ltonteequlou, oomo prcoureor dol ponG(lmlc ·to 1
pueblos civlli••deB, puesto Que "La libertad consiote
,lustrndo, VD a introducir en francia, 8i bien tal pro
principalmento en no eatar nadie Obligado • hacer cosa
p-UCl -~ta ya habla os¡\tndo n cuehoe ponaodoMs polIticos,
como Gf'ñnla Dediou (4G), aun cuando con el "philosophv
ninv,una quo la1" 00 ordeno, ,. esa libertad no existe
8ioo en virtud de eetor ~b.rDad08 todo. por le8 ley••
de la Drode" adquioro unn C8¡~O de naturalo&a Gntor$
oivilo•• Somo. libree porquo vivimos sujet08 a las 1.
mO:'lto rol(w!.'Il'Ito, ya que con 'loe procedo • un anlliada
politico on prorundidGd quo 88 3uetmnento lo que pone 70. civil.o.- (40)
ele manifiosto BU IfL"l::sprit dee Lole", an61lBla que ten... Aal, puee, circunscritos toxatlvomente a la e..
dr!a que t!mor como a30 r,ravltatorio la posibilidod de tera s'l8Odlchl' de libertad, todo lo quo real , verdad,!
o:cp1icar 01 tundamonto caueal del mundo moderno, CU;Y. 1'8QGftte debo tonor qua mtarGa 00 08 otra C088 que el
baso, a 911 voz, hoJ' Que bU8corll1 en la oontextuf'a do la ~.o o a~l.o de podar doep&tlco que irrodio a loe impe
lecnlidod y cUla articuloclJn hay que ostablecerla se 1'108 orientalea, puesto quo lae troo tOrllle8 de gobio1'*>
r;6n se ha indicado antorlor:!H:mt..i, por cuento lo que se no re.tantoa, a eabGl'1 lo monerquta, le aristocracia ,.
indaco claromente no 'Puede conetituirso m4a que eo con la democraola, d'sel'ian con balltcmte olCll'idad un respe
tormMad ~on 108 9UrueGtOG orgoniBotivo8 dol poder OoelO to • 1.. oondioio"88 de libortod anteriormente apunta
nÓcloo clo lrrodlooi6n de 1n8 Dondos por las que discu. c1at, pu.ato que en 811•••e puede 81vert.lr una tenden'"
rrir' 10 convivoneia 80alel, loa ~lal09, por 8U parte, oiolidad senara! b.~i. la geoti6o 000181, que es preoi
on modo Rlf:uno roqutcrcn nin{S6n interroGonte Deerca do1 oamen~. la b3.e del gobiorno ¡para cuyo cometido 80
origen nociol, pueoto quo ItSlompre QUo he otdo hablnr nOl'lllattvba la vide 01vll, pues, aun cuendo en la Ho
de derl~eho9 p-6blieoe, ho vioto que OOClonllAbon Invootl oarqu{a parecerla inexistonte tal estado do Bobioroo,
r;eodo tl.tant:ru,lonte cuAl ero el ori~ de leo eocied8dea, aln embarGO, aub8ieten unos tiltroa qua como w••• podS
0098 que mo paroeo rid!cQla. Si no De asociaran loa hoa rea intermodiario., aubordinados 7 depondiontes cODet1
b~at 81 se dOBvloran y huyeran un08 de otroo, entonae. tuyoo la naturaleza dol gobiorno mon&rquioo, e8 deoir,
o! qUé tuero necoGorio Bver1euar la cauea, indaGando do aquel -m que gobIerna uno solo por ley•• tundamentA
porque vivian aportadOS, poro todoa nMen conexos unoa lea. e.t.) La"! leye8 tunddoatalee .oponen tonoalUDen
con otron, un hijo noca al lado do eu podre, y 8e queda to canales intermedios por loe cualoa corre todo el P2
con 611 eso NI la Goc.).o<'i!ld ,. 01 orl~n de la sociedad." dor del prtnoip~. Ft no hubiera en 01 Estedoa6. que la
(47) t do forma, pUGa, quo ~ o que ir ¡porto no es otra (l()SO voluntad moment6nen y capricho8a 19 uno 8010, no hobrl.
que le poDi~ilidod do articular lecnl~ento la orgon1.a nnda establo, noda 1130, , por conoi~lonto no exietl
ci6" del Fodor, 18 cual tondr~ que nin~l1nrlzorce do a r!a nin~n. loy tundnmontal." (49), de modo que a tre
cuordo con ~áltlplos combinaciones qua cada OGP{ritu, v3a de DU filtro 01 Ithonor" oe expanda por todos &U8
coda nncitin, CDC19 puoblo, codo r&c;i6n otc., considera poros, e diferencia dol ~tomo~" coco principio normat 1
ditorenoielmonte, diroronolabllidod que, 81 bion se ro vo oneneial de todo decpot1szo Y tirante, lo ouol, co
conoc., onct.ootra 8U anuIDci6n all! dOlIdo In cultura mo tunc1&n ~bornotiv8, se c\uli"lo, 19~1tIonte, on la
tiene que lrro<llar ln O~dGteDcio de loe puoblos, 08 do Arietocrocia, puooto QUO oqu1 •••• 01 pod31' supremo ea
cir, dondo lo ley ticno qua rer;lamontar todo su existen.. tA 00 monoe do unes euontnc porDonos. Eetas hacen las
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lay08 , laa he 'm ejecutar. lo rOfJtante dol puoblo os m! gundo. hace la pa. o la guerra, envta y recibe embojodOB,
rCldo pOl' nquollss persofms, a lo SUI:lO, como 108 vasallos Gatablece la soguridad pdblica 1 precave 108 invasiones.
en Ion r.lO!lttl'qu!os por 01 monorcn." (5<», rOl" cUJos fil...
Por 01 tercero, cantiga loe delitoD ~ jUBea lao direren
tros corro 01 principio do la "J:1odoreoi6n", al cual. (';Uo clae entre particulnroa. Bo lloma a esto dltimo poder j~
taba r~ol1tüeQ1..iou {le hallorso oooCidot puesto que, deode diclal, 7 al otro poder ejecutivo dol Estado. ( ••• ) CU~
lueCO "La moJor do laG arictooI"8oiae es aquello. on que do el poder legislativo 1 el poder ejocutivo 80 rednon
lo p~rte dol pueblo oxolul~a del pOder en tan pequeOa 7 en la mioma persona o el mt&mo cuerpo no hay libertad.
ten pobro, Que la parte dominante DO tiane intor6. en o talta la oontienea, porque puodo tomerso que el monarca
prbirla. u (:.>1), • lo. voz. QUo, 8eitliemo, 88 cumplo taro o 81 Senodo hagan ley.a tir&nicaa 7 las ejecuten ell08
bi6n Ele ln !JoDiocrocia, cUJo principio do "virtud" condu miemos tir&nicamente." (,,)
ca 1no,.;( rnblou¡o:.tc t\ lo perticipooi6n, tlodiante rep ro8 en
tvtivid¿\d. en la vida pol!tlca, ;va qlie "El puoblo qua e;2 1'0 ea 41t!oll advertir que la ostructuraci6n de
lIa del pOdar eobortl.no debo h'lcer por al m1emo todo 10 que loa pod.rea, ses4n el esquema dlvi8ionorio. adquiere pl~
61 pueda hacor, 1 lo quo cl.'lterlalmonte no pueda hocer por na conaistencia olont!tica on tanto en cuanto que con
sí ,:!i¡;CQ y hacorlo bien. 00 monee ter que lo bap por d .... ella .. puede dar ras&n n!tida del ndoloo en torno al
lec nci6n en BUS mLliotroe. 1f (52) oual tiene que de6envolveree él propl0 podor político,
ea decir, on tomo el derecho privod.o. deodo donde aquel,
J:vil1~'1t:orn(lnte, no Vl\::'loe a OCUpO:m08 OQ\l' de Oboe" oomo poder pol!tico, so constituyo, como diJ1coB, ~n do
VOl" la probloD~ticidn~ ~JO der.ive de la aplicabilidad de rocbo polltico etricto .enau, 01 cual, por SU port., ti.
106 pr.iocitliotll 8 IIJG oostumbres. lo que de"omos señalado, ne que artlculorse de modo estable 7 eQuillbrodomento.
p<:Iniendl.'l, yuca, nuestro intor6a cm el hocho do resaltar para obtener 10 cual. puea, 80 requioron, de~do luego,
que lonteoqll:!,OU no OILite do ninl',6n modo que la oreanlBa alguna. oondlc1onoa que l:onteequieu D08 laa rerleja del
cHm tormel del podar no oonstituya do suyo mAs que una el6Uiente DOd.ol "Esto quiere dooir que el poder legisla
cllle:ltlend6n del lUlO pdbl1co o pol!Uco del pOder que, tivo debe oontisrae 6 un ouorpo de nobles, al mioma tie:a
;lor lo uodie, dO,je in1ot;orminarta sSlo hasta ciorto punto, po quo a otro elor;ido pnrll representar al puoblo. Ambos
on tanto propone Cf:\CO mota 01 acceDO el 18 configura
C;¡V'l
cuerpoa celobrarA. BUS 8owobleaa 1 tondr6n sus debates
ci6n mixta 1fH,,:leSB como condlci6n 6ptima dol ojerciCio 8eparadamente, porque tiene miras dfrorontes '3 sus inte
dol cierna poder pOlitioo, ya que 8 trev3e suyo el dere roses 80n dlatintoo.
cho polttlco no ee revola m6.a QUo derivndo del derocho
privado, con lo cual se carantiza do coneuno no 8&10 la Ente ouerpo de noblos debo ser horeditario• .Pero
l1berto(\ polttice, sino, odo~e, so evitn, 01 monoe rOl' como un poder beroditorio puede sor inducido a cuidarao
runlmonto, todo uso dosp6tico dol poder, lo que so n08 e;¡ pretorontomente de sus intoreses particulor08 1 a olvi
pon& Elsh "¡m cndo Eotndo hay treo cl061.'1o do poderos. el dar 10R dol pueblo, es prociso quo lao COSBS on Que ton
poder lec;hlJ.atbfo, 01 rodor ejooutivo do 1119 cosos rola ga un inter6s particular, como loa loyes onncernionte&
tivos al dorocho do ~(jntoB, y el poder ejecutiVO do lne a lo tributaci6n, no sean do su incuobencial por 880 loa
COBDS que dopnndcm dol derecho civU. F'l v1.rtud dol pri impuootos lon rija 1 dotermina la cAmero POPUlar. Tiene
moro. el prtnci;-e (> jefe dol 1i:stndo haco loyos tro.noHo parto la c&mo~ heroditaria on la obre legislativa, por
riGs o definitivas. o (19ror:n los oxletontes. POl;' el 80 su rocultad de impedir, poro no tieno la facultad de ...
tatuir." (54)
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leglelativo.
Esto, por lo que corrospondo al podor legislativo Estos tres podoreB (pueato quo hay dos er) al le
que do cuyo no cn mAs que "la volont& c~n6rRle de l'~~8t" Bialativo) 8e neutraUBlln prodUo1on:lO la inaccl6th 1-'oro
0\1;1'0 poder debo cor.pletoI'so Colf lo funoi6n "decisoria" impulaa40a por el movimiento necosario de la8 coses, han
del podor o,jeoutivo, yo. Qua. "ror otro. ptlrto. en un09 de verso tersados. ir do ooncierto.- (57)
tiomp06 os m6s oportuna Qua en otroe le rouoi6n de lo a
saubloa lo~lslRtiv8' do euerto que debe ser 01 poder e Sin ombarso. guardando lidelidad 8 la divioi6n 12
jeoutlvo quion convoque lo 8ooobleo y .uapando BUO del! oka8na, el pensamiento aontesquieueno dobe, asimismo p~
borncionos, eon arreGlo a circunatoncio8 quo debo oono aaotar otro trente de deapliegUG del poder politico, ju
COI'. ( ••• ) lero si 01 poder locielntivo, on un Estado 11 rldioamente ooncebido, 1ft ouanto Que la aplicabilidad d.
bto, no dobe inmiscuirso en lae funciones del ejecutivo la ~u8ticia tiene qua concebiroe como tal. lo que adquis
ni pnralimnrlnn, tione el derecho y debe tener lo tacU¡ re 8apéoiol raloyancla In el dereoho continental dobido
tad d~~ eXDOinnr do quo manera les 10Y08 que &1 ha hocho hA.loamente a la enorme rocop016n del doreoho romano, lo
hen sido ej(>cutodes. ( ... ) El podor ejecutivo, como dI que •• DO. proaent. de la mnnera siguiente.~El poder ju
cho queda, toma perto on lo labor ler.ls1ativa por su ' . dioial no debe d'rsele a Un Senado permanente, aino .er
eultad do róotriecl&n o veto, sin la oual oe vorla proa _.,eroldo por pereen•• solidas de la llleaa poltulu, peri6.
1;0 (io~pojlldo de eus prorr"f.".ativas." (55) dioa , alternat:iYemente dasimoada de la Ilanora que la ley
dispansa. l.. onalGo tormaD un tribunal Que dure poco
r.s, puco, as! cono ee configuro la dIapoaici6n tiempo, el que exija la noceeidad.
de lor:; podores con vista!. a lo 8otructurnci&n E'Ilbornat!
va, on tanto eje clavo do lo con90cuci6n del objetIvo De e.te .040 .e oeneigue que el poder do jUSgBr,
principal. que no oa otro quo 01 do la GOBti6n eocial, tal terrible entre loa boabrea, no eea tuncI!n exolusiva
lo cuol apcrece precisamente on tuncl&n del lIlarco gro.vJ.. d8 una cla.. o de una prore.i6n, al contrarIo, serA UD
tatorlo impl1cito on 01 dorecho privado, como objeto. poder, por decirlo 8al, invisible Y nulo. No .e tiene
constituir por la leeciloci6n civil, o diterencia de lo jueó.. oonstantemente a la ?ieta, podrl temerso a la me
ley politice que, propiomonto, no tien~ ~6s que aotuar gletratura, no a 108 magistrados. ( ••• )
como ~nronte 61timo de la eficaoia de dosenvolvimionto Loe otros doe podares, 8ste es, el legialatlvo 1
de ln vidn civil, como el !!'liamo Hontosquleu eJ:?reea 00 el ejecutivo, pueden dar•• a mAGistrados lij08 O 8 CUor
mo prop6sito, nI sicniticnrnoB "V01 n tratar de lea re poe permanontes, porque no e8 ojercon pnrticularmonte COA
lACionoo quo les loyoo politicoa tienon 'con los loyoa tra pereonas aleuna,- (58)
civileo, lo quo es una cosa que dOBconoBco que nlr,uion
~yidentemQnto, la contextura del ponsamiento poli
haya tretndo nntoD Que ,0." (56), que, como hemos indic,!
tico aonteaquieuano adquiore verdadem relevancia dosde
do relteradul:lento, 9S lo qua nos revele la baso oooncio1
donde la quo opora el ~enoarnionto polltico monteoquioun la porspectiva do establocor un marco explloito de doseA
no, cu;ya funcionAlidad quot\a o'X]"luoote oo!. "Ho equ1, pue9. volvicionto hacia el cual se puoda const1tuir una orean!
la conatituai6n fUndamontal del Gobierno de que hnblnooo. ..cI6n otéotivo dO 106 podoros pollticos de conformIdad
Compuesto do dos portes 01 pOdur lCBinlntivo. lo una on con 108 eupueatoa antoD soñalados, de torma que, a 8U
eadonar& n le otro por le mutua focultad dol veto. Aebes voz, se encuentre una alternativa olara a lo radioalidad
esteran lic;odao por 01 (lodor ejecutivo. como 6sto por 01
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frontal de loo f01:'[.1I.1B do r;obierno, cuya incardinaci6n on d·> ¡."Espr1t da8 Lota, ouyo o~o graVitatorio no Sira. !lb
las costumbX'Os do OUE! prinoipios nos revela la posibili quo en tunoi6n de une oooprohonei6n bumane acorde con
dad plurl-orrenizativa del podar pol!tloo atendiondo e le8 nocesidades tloico-neturalea del mIoma Bor hUDono,
deto~lnndea condioionas leGalos, lee CUales aloanzan su e la YO. que ae conforma con 8U8 porspoctivas do into
punto conl~;nl on In deseripoi6n orgnnizatlva oxpuoote 0.9, graci60 8Ociel. eaencialmonte artiouladas en torno e
mo meto 8 obtener. obtenoi6n que, precisDmente por la ~ lae 103e8 aooiale., que 08 lo que fundamenta el car6o
deracitm J:'Iontesgulouena. tiene lugar en tunCi6n do Un dA ter realleta del pensamiento monto.quieuano, por UD le.
anrrollo gradual, poro inexornble, on cuanto que la Gae 40, aun ouando, por el otro, obviemonte, tloa dosoribe
ti6n B~cial, oono labor de gobierno, no puede ser 8001a a1nt0c6tio...nta. una mora 1 81mple acepta:i6a 4el ata
3nda en m~do nlruno y tiono quo prevaleoor Como olnVG-e tu quo a nivele. 800i0-800n&.1000, que oa preoisamente
xi al de la mlsno ostruotura do poder pOlttlco, puea, ne el plano cognoscitivo que queda eiempre oculto )rAa lee
turalmúnte, la tunci6n conqulDtndora y eX'parJeivo. del Es bruma. del eatado natural 8n la toor!a polItice liberal
tado ho dado t~rmbo 1'9nde que la porra do loe Treinta etI tanto en cuanto que".a velad_anta o.condido 1 trene
Añoa ha puouto tin 8 lo.o ambicionos regiaa, 10.8 cualea. pue8to en le determinaoi6o antropo16s1ca ambivaleotomea
para eostenerso a el mloooe, daben necesariamente articu. 'e concebida, IlIIbhal.enoia que, da84e luego, ai, por UD
lorao on una t6rroa orGQnisaci6n interna qua permita ha lado. DO permite ir aAaallA do tale. cond10ion8. 800io
cer frrmte Q talos intoroses, loe CuoIGa, tlO obatGnto. "on&.1o... al. daade luego, que P8N1to avanzar. desda
no pueden aantonerse por .1 miemos, debido a la d8soontian el otre lado, baatente en el .entido do indicar clara 7
ea del pUoblo, cuyos coneoouonoiB8 puedon 801' tunootaa aan1tie.taaente la problea&tlca cognosoitiva acerca dal
para loo monorcao aterrados a la tOoorQoia rogia, con lo miamo Bar hUmaDO, en BU .entido aatual 1 presenoial, bA
que, obviamento, 80 abro lo. puorta a la lnterrogQo16n a ~o la tlaula de una panor&aica lOoio16810a atrlcto son8u,
cerca del depollitorio tlo la 80beranb qUo, desde luogo, por 0010 intermedio 88 rovela ntt1~ent. la comple~idad
tione qua ser otro sujeto polltioo diferento del propio en torno a la oonciencia intorna del 8U.1.tO oocoosoento,
Qonaroa. ~a qUG la toocroeio regia no permite Guponor. el cual tlone, naturalmente, Que propender a eu propia
de nin[~n modo, salvo oxoepoiones, renpocto por 108 dec! oonatruoci6n. aUD ouando, inlo1al~ento, ello no sienlt!
siones COlsCtiV99 quo Bon loo que .1uet;ornonte hay qUe re.. que qua h~a que lleverla basta SUB extremaa conseenea
petar y e IDO cualos hay que oomotoreo y acatar, por don oloa, pUesto que "Paro .er tellz, es prociao tener UD
do, en llncoe Generoleo, esta obierta In puorta a la re objeto. porque es el medio do darle vida a nuostres ac
tlexi6n rousoeaunlnna on ttrmino8 eetriotononto políti ciones, Devienen tanto ale importantes .oedn la natura
cos, tal oomo 60 trtJtor6 m&o adelante. leza del objeto, " por esto, ocupan D6. nuestra alma.
Ge 08 ~oliz en la perscouoi6n de un objeto, aunque la
AhOtos bittn, en el BOno de tal ojo do coo!'lienodoo experiencia haga ~Gr que no os por el ob.1eto mismo, pe
polftico-socilllcs, no 8610, aino pl'eoiOQl:lOllte por 41110, ro esta l1uai6n basta. La raa6n eatA en que nuestra al
la tondencio. a lo Gcrti6n 8001al intoriblo dCl'l rH!:lnoamlo..!! ma oa una coria do idoao. Gutre cuando no eeta ooupada,
to tilofl6ticc-pol!tico r::ontosquiounno, condUce esimisl1o, como si eoto soria tuara intorruoplde, , amenaza'e eu
dosdo la nort!le.tivizec16n jur1dicn do 1~8 roloc!onae (:;00:1.0 existgncls." (59), a cuyo trav&o, puea, puedo advertir
politices, h(lcia un !lotoI'f.11nado tiro de m~tropoloF1at tlll oe c18ru~ente la ooCera do indeterminac16n a construir
co;no viene dedo. on 01 cnp!tu10 Bo~:undo del libro prJuoro por parté dol sujeto coe;nooeento, cuya inoardineol6n
2.;)J
¡' n 261
puoda devenir claro el cnrActer vector1ol propio de la
gnosoo165ica tieno ts:-abi&n eu contrapartida en el marco mismo nGsU6n aooial, donde dondo se bueco l'Oalmente
prlvado-,!1I:1dico que eo prociso r('o;otot', nun cuando, la conticrurooi6n eXplIcita de la -socuridnd oetnto1-,
desdo lueco. si bion 'ate 6ltimo oncuentra en la 08tru~ por dondo 80 n08 muostro di6tenOl:1ento ln concreto, en
tura lor;nl su l!1ut6ntiea conformación, ein 81'1t-DrCO, equ6l la misma cont.~tura del peneam1ento riloa6lico-pollti
como pl~mo r;nosQolt$¡;ico, roquiel.'Er 060 de su contir;uro co de Monte8quleu, aquello que ton toliEmonte DOS ha
oi6n episto~016v.i08 tundente, que paro el propio ·phi12 deeor1to el proteDor FUoy~ ~~~~ -~~roa montia M, bD~o
sopbe do la llrode" quado h¡¡ 1'·; ~,nente detarminodo, co cuya &gida, pUGa, aparece claro el proc.eo do dosdobla
mo bomos indicado, ya quo 8U comprohensi6n do la 800i6n miento lntr!n.oco racionel, aln que, 81n embarco, ten
roc10nol otricto Benau no OG constituye mAa qua compara gamo. luo1das tundamentodore recpccto do eu necoaidod
tivamento. quo ee 10 qua que se deduce correctamente do gno.eo166ioa , pUDa. an'logsmonte a Locke, 01 trAns1to
la 8j:)robunei6n te:nporral., auoque, tal aprehons16n tempo do la oualidad , de la cantidad epnrece subsumido bajo
ral quoclo aqul envuelta 00 UDa b1'Ul'lla denoa '3 profunda, una lndeterminaci6n que, por lo damA.. roquiero eu ex
como ox?roai6n de las limitaciones oepeelticamonto pro preao tuodaIPOoto ccgnoac1tivo, 18 que contraata 9apOC!
pios de la Iluotrnoi6n coco ~ov1m1onto oultural 1 cien lioamente 18 dot.~1Daci6n legal del derocho polltico
ttrico, es decir, on el laber1nto nowtoniono de la abe.¡ con la indeterminoc16o le6al del darecbo pr1vodo, pue.
lutes y relstiviomo eopeolo-temporal. dejando, entone••, to quo, evidentellente, pare el primero •• buaca un mo..
un,vaclo en lo. mioma estructura co~tativ8 del ponaamioA eo de operat1Tidad lncidonc1al, mientrAs Que para 01
to montesquieueno quo, no ob.tanto, pretende 110n8ree .ogundo no ao eapecitioa nada al respeoto, es do01r.
por m(l~l1o de un tr&nelto no-recurronte. tal cual vione que oa abooluto en au lndoterminaoi6n on tanto que el
explicitado en la oonsideraoi6n .0010-r1010a en eatrio primero •• rel.t1vo 8n su determinac16n, lo que, desdo
to sen~ldo tio le realidad hUlllan., eobrepaeaDdo sobre 8U luo~, pollt1oamente tiene una importanoia de priaera
unidad psico-tlaieo que, naturalmonte, rOQUerirla, pre magnitud Que no puede quedaree intund.d~.Dt. aaentado,
viacento, el plantoamiento ep1atamo16gico que diera .. como t6cilmente advortimos qua 00 lo quo da p1' al enA
aionto y ~lndaaont. claro y di4tano a loa condi01ones 110ia rou••••uni.no '3 con 10 que podemos punto final •
60080016&1098 con laa que 80 eota operando aquí, como Get. examen sobro Yiontoequiou. como reoeptor de 1. tr,a
hornos !ndieo40. como bese dol preoupuoBto 8ociolAcico dioi60 nawtoniana-lockeen••
que aqut roalmonte, no quoda estableo ido m68 que margi
nalmonte, aun cuondo, hoy lo o8bemos, ello era la obra
de sir;loo rosteriores, COtlO obra qua ~xr'licfl la tunda
mentaei6n trnns1eional.
dondo parece encontrarse el meollo de toda lo realidad Ea, puea, a partir de aqul deode donde la retl.l
"o11tica por oxcolencia. en cuanto que la rorerencia 8 .16n ciont!rica de Mooteoquieu so 80?ara de Locke on
lS8 otros ootoro$ o.
realiza dondo la advertida Gotero, cuanto DO 8010 'Pretende tal .atiatocci~n de noceeidndes,
alno que haata oierto punto la convierto en ob30to del
Aa!. puos, DO es diticil advortir como desde la
proceso de gobierno, que e. justamento lo que le lleva
construcc16n d.el podor soberano de Ilobbes 8e llo(';a a
a di8cornir la8 tormo. de ~blorno oomo oon41ci60 anal1
eir,n1tic81' tanto para Locko como paro I'iontooqulou la n.l
tic. que h8g& factiblo aquel prosupuooto, reorientando
ceeido.J do la 8,.'\ocuoci6n dol mismo poder aoberano. on
por tanto 000 l1830r vigor quo en Lo.:.ke la C~08ti6n o.ce"
l'unci6n do la diviGi6n do poderes. a 108 domA. esterns
polltlcn8 que quedaban, como IUcodo on Robbon. ocultas ca de la aeat16n aocial.
y aplnotndns bajo la ornnipotonc1a atribuirla el propio Semejante rooriontao16n del probleoa politico e.
podor eoberano. prooieomente 10 que, mutatis lIutandi~, do pi6 o lo ro
tlexi6n rouasoGuniana. tal como la veremos poatoriorme¡
DeDdo esto punto de visto. lo. doo-suotoncinlizA
ta, en cuanto e. intentar6 oon 'ate dar alternativa al
oi6n que 00 "oce'8rio realizar respocto dol poder sob,!
probloma politico planteado por cotoe autoreo, poniondo
rano do llobbee constituyo la orientnc16n ~rincipol del
en entrodicho la ciega contianzo eustentada por aquellos
probleoa en torno al conocimionto 0100 t ;ltico de lo p~
respecto do lo DOlidoz interno do lo realidad politica
litico, oondicionondo oxpl!citomonte lca consecuoncias
propiamonte d1cha, en la modida on que la cornplljlaa
1nteribloe dol m1cmo.En oote DEmUdo, lo necesidnd do
oi6n caueol introducido por Montesquieu plantoando la
tomar concioncio acercn de lo roel1dnd nolhica so 1'i1
multifootoriolldad incidente respocto de la realidad Pa
tra a trnv6a do limitar 01 ejerCicio absolutista dol
l{tica no solo ooultaba una confianza c1o~ en la v.~
poder pOlltico co[<o condici6n irreeu!S('lble paro concedor
264 265
dera orieacln cion'trlca miema del probloma pOlitico OITAS DE LA PRI~ERA PARTE
que por lo dornA. era prBcieo traer a conciencia, sino
que oder.&e conrun<l{a cnc:pro8n~ontá el fluttntioo mool10
do la ouesti6n, totalmento irresolublo doede meme 8 CAPITur..o SEGUNDO.
Proxi~6ctonea t6cnio8S, cuya imbricnoi6n motodo16~lca
no se puede oo~pronder m&. que en tunc16n de la onda 1.2.1.- LOS PROBI,Jil-lAS DE LA ~lE1'ODOLOGIA CARTESIANA.
expansiva do 16 clGr,a cr •. \;, .'." \,1 ponoamionto de No!!
ton a nlvolo6 olent!tloos. 1.- A. Koyre. Del Mundo Cerrado al Universo Intinito. pago 113
Ed. cit.
Con viAta.s n olariticar la contextura por la que debla 3.- A. Koyre. Op. cit. pago 198.
diecurdr 01 pensamiento ciontftico, pora cOIlIprondor con 4.- A. Koyre. Etudes NewtonieDDes. paga. 121 y 122. Gal1imard.
7':9 :l.ndudable que la retleltMn lIIetodol~gica tieno yoluzione Bcientlficat Da Copernlco a Newton. paga. 166 y
velie molia una influencia decisiva respocto de la cona 167. Loescher ed. Torino, 1979.
truoc16n dol conooimionto cleotttlco d. la realidad 80
7.- A. Koyre. Etudes Newtonienoea. pags. 117, 118 Y 119. Ed. oit.
cio-polttico y eeto juntamente 8a lo quo non va a ocu
pnr on 01 O:\!r.uiente capitUlO, 'ltimo de oeta primera 8.- P. Brunet. Op. cit, paga. 2 y 3.
parte. como cltpoeici6n de laa condioionen COGnoscitivas 9.- A. Koyre. Etudea Newtoniennes paga. 119. ed. cit.
QUO darAn lu~ar a dou8ntroñer el prob1oao de la oliono
10.- l. Newton. Resumen de Philosophiae Naturalis Principia Ma
016n ooc6n BO daeprondo da 10 obro de ROU8Deau como con
410i6D do la alternativa moral kantiana. thematica. pago 17. Ed. U.N. Caracas. Venezuela. Ctr. l.
Newton. Principios Matemáticos de la Filosotla Notural y
su Sistema del Mundo. pags. 228 y 229. Ed. Nacional. Madrid,
1982.
11.- l. Newton. Resumen, cit. paga. 18 y 20. U.N. Caracas. Cfr.
l. Newton paga. 229, 230 Y 231. de la Ed. Naoional, Madrid,
xxx 1982.
er·
b J. \.\o~\'e.5. \. ill \';¡~ -<0" 30;34. E'J. S<::;Q..rt,'~ -f~l"'kS Aalt-""
._ T. Hobbee. lb. paga. 107 y 108. -Jk\e EvJ. \-\.o\oJ,e.s. T. íJl'.
14.- l. Newton. lb. paga. 345 y 346. 1b(¡. Ec\. Sc:~",~';;;¡ -f~\Q~ Aa)f'VI
1.2.3._ LA INFLUBHCIA DE LA f':El'ODOLOGIA DE NEí~l'ON y LA GI.:;rI:S8IS tu. 1974. Cfr. J. Madouas. Bssal sur le "teviathan" de T.
DE LA CIETmIA l'OLIi'lCA EN LA EPOCA DE LA UUSL'RACIOl'l. Hobbes. Le Cocodrile et Le Drecon. RMM. n9 4. 1976.
13._ J . Locke. Ensayo sobre el Entendimiento Humano. paga. 148
1.- E. Caseirer. FilOsofía de la Ilustraei6n. pago 61. F.C.E.
y 164. Ed. Nacional. riadrid, 1980, que corresponde a WJ.
M6xico, 1975.
55.- Montesquieu. lb. pago 107 1 108. que oorresponde a la OCM. 188 re"le:dones tanto de Spinolto eomo de Malebrnllche "1
cual responde Teodoro (~~lllobranche) 8 9U OJlIlr;o Ari.teo la Infinitud y la de le Finitud completa 1 entoramente
quo 10 intorrogaba diciendo. NSl, nosotros 00000. pero direro~te do la diooluci6n spinozians, lo cual, preoi
no hODOS sido hechos. Nuostra naturnlol'll! os etornn. S.2, Baccnto, es lo que int.enta 11enRrso de conformidad oon
281
280 infinito '3 porque oomprende todo, pero no os nlng6n ser
"caUS:lS ocasion-:.los". uedin!lteo estos la Nprosentoci&D particular. ( ••• ) Adcmñs, oe puede decir quo no se ve
intelectiva se acuerda plenoo90te con lo estructura pu tanto les ideos de lsa e08~S, como les cosas mieces que
ra de la co(!nosclbiUdad 'ideal' que es lo que nos pax los Ideas representan. ( .... ) lio 801amente no podriamos
mite ¡ facilita ponor ~!l conco~Jancl~ la partioipabili ver Deda que Dioa no quisiera que vi6semoB, sino qu~ uo
dad de nuestra!! r'9;:!ro9~ntnc1onos con aquolla quo. en BU podremos ver nada que Di08 DO non lo haga ver. Non sum
SUbY6conte totalidad unitaria, tenemos do la divinidad. mua aurticienteB cogitare aliquid a nobis, tamqUBIII ex
correlacionando lo~ plonos intuitivos, los cuales deben nobia, sed ou~tioientia nostra ex D80 est. C••• ) ••
vartebrarsa .1t1r4rquicooente d.esde donde lo ·puro, obso Dios os el mundo inteligente, o el lusar do 108 axp1ri
lu~aD(mte puro" ndquier'l aut6ntica consistonoia hosta tu., lo mi_o que .1 mundo material es el lugar de los
dondo 1'\9 dobilita As!;a 011 " ..,-=,:.6n Con COS08 b:mUX8B O ouerpoe. Solo por su poder 8e dan todas las moditicacI2
moterialas, tal cual nos lo indica el propio t-¡alabran Des, &010 por su sabidurta encuentran todas sus ideno.
che cuundo nos advlorto ae{ t !tOreo Bin ombargo que no •• 1 e. en el que tenemoo lo vida, el movil!liento, Y 01
!la,y oubotancis pU1'8oente inteligible mf:s que la de D108, .er••• • (6)
que no se puode deocrubrir oon evidoncia noda m&. que
La reacci6n de Malebranche contra el sistOl!la de
por sí miemas '3 sin idoae. ( ••• ) .tuoden solamente jUflcar que ~orma11ter, aun o pesar de que el conocimiento mat.
que estn eneucntro de dos bale., da oensi6n al Autor m&tico se id.nti~ic8Be con,una roalidad quo por lo dom6s
del movimionto do la I!latel~ia, dllt eJllteutsr 01 decreto da DO se revelaba mAs que como tal. o see, formalmente. E
su voluntad. que os le causa universal do todas l~B c~ re, pues, c~o dijimos, obsolut&monte necosario salvar
$ns. comunicando a la otra bola una parte del movimi~ eete escollo '3 parB ello el recurso de Malobrenche, eo
to de la primera.... ••• PuE.'Je la rueI1'lo moviente de ''le ~rontando le8 dos sustancias, Dios '3 la Naturaleza, le
cuerpos no puedo ser lli&S que lo voluntsd de aquel quo permite a} ~~n~. remontarse por encina del problema
los conserva••• ( •••Pero es preciso advertir bien que planteado por el pnnteiorno epinoziano, aunque para ello
no oe puede conoluir que los eopirituB vean la e8~ncia deba advertir la necesidad do que toda conexi6n del ea
de Dioe 8 partir del bocho do quo voantodo:e las cosa. piritu humano con la realidad efoctiva no S8 pueda dar
te, 8ino solnmonto en tanto quo relativo a loo criotu cia absoluta, no puode residir m6s que l>iofl, cuya omni
imperfecto, '3 Dios es muy porfocto. Von lo materia OODO tiva humana aoorca de la realidad da "ocasi6n" a tal ~
.:
divisible, figurada, eto. y en Dios no hoy nada que 80a velnci6n ele la omnipoter.cia divina.
divisible o ficuradol pues Dioe os ~cdo sor, porque es
282 283
la larIuencia de la filosof!a cartesiana. 7a quo, evi
Sin &mbergo, adoitido os~o no ea posiblo dejar
dentemente, con ella se problernatiza Mel universo do la
de oeñalar le Bin~lnrid8d del plonteamionto que 8QU!
conciencia" que en DoscarteG quedaba oculto tr6s 01 ve
se "00 manifiosto, cunl no éa otro slno que la causa
lo eminencial de la divinidad da r~rmn .i~ilar a como
de 188 cauaRa, eot.o os, la cauna suprema, debordB a t2
de intoligibl1idBd hur.ono. no haci6ndo88 compranalb1e
.8 encondla proteicnmente en el Coemos panteieta eplno
.1eno. Era a su voz absolutamente necesorio desentrañar
por 'sta, por par3d6Jico que resulto, mis que rormall
e.te problema, pues, evidenteMento, ni la suntanciali
ter 08 docir. en le modida en que 01 conocimionto matA
uoi6n do la extan.i~n, n1 la comprensión ardino ceOIlle
propiamente dichoB.
4e.crl.pclones del universo corporal. por lo que listo,
hosdo eoto punto de vista, puco, 8i haciendo naturalmente, dobe Ber c~prend1do a trav6s de la plen!
hlncapi&, contrari8l:lento a lo que psreCIJ deduclne -de. tu4 que no. arrojan aquellas, de torma Que la uni6n del
d. luego eo~o uno interprotaci6n muy particular- de la elDá y del ouerpO no puedo concebirse dondo una duali
doctrina de Opinase, adopta al propio HalebranOb8 su dad 8U8toncial, slno, 3uatamonte, dende la unidad SU6t~
doctrinn ti1oo6ric8 raSDeeto de la primaoí. de Dios, 0,2 01al, incorporada en el sujeto hUl!lano. en cuanto por
mo clave de b6veda explicatiTa de toda cauealidad, Aa 188 1dea8, part1cipa ae la absolutos infinita divina.
ta en tonto tal causalidad \'lO e. revela _,. que oomo De esta manera, en obligada oODsecuenoia. ríO puede m.an
contrapunto de lo asignado al pensamionto &pino.lano. tenerse 7a ain m's ambasos una ·conservnci6n del unlve~
esto os, do modo ma~ente tormal, indic'~donoa clara eo como establecida ab origine, ain necesidad de int~
mente el omoter enemporineo -aon todo lo que 8110 ....,oioo•• divinas. in aeternum, pU8Bto que ello ooloca
aignU'ioa d80d8 una optica radicalmente lnt81octiYO-h.!! al miBlllO Dios extra tempol'O. cuando manitioatomente he..!
mana- de la divinidad que, por lo tanto, deborA s_ t,2 ta la misma temporalidad no serta nada sin su creaci6n.
mada entonces como un pre-aupue.to puro 7 simple que La cODservac16n do la unidad del alma y del cuerpo im
para su propia validez precisar' de la protundisaoi6n ",U.ea 01 hecho de no dejar tuera de considorac16n a las
en torno a la propia realidad condicional humana. que causaa eficientes Y rinales, puesto que ellas no revolan
e. just8lllontu lo que ocupnrl al pensamiento de Leibnl. de au¡o .'8 que 10B medioa por los ooales Dioo se exp~
en todo 10 que 'sta posee do magnificencia tiloa6tioa, •• 7 nanitiesta, Que e8 precisamente el lugar por donde
oomo vanos seguidmJonte D observar. eOll1ianza a surgir el pensDJlliento leibnillieno, profundi
zando la rerlexi6n molebranchiana. tal CODO 61 mismo t!
1.,.1.0_ LEIBNIZ. lo.oro de Lelpzig noo lo descubre, cuando n08 dice astl
.Por lo que afecta o su ~~tattsica (la de Descartes),
Ea, pUGs. 8s1, CODO a trav'e do la teorla de 108
babeis hecho yer su imporfecoión t Y me uno a vuestra la
caueas ocasionales que esbozamos aqu{ som0~~ent. se
pres16n on ouanto a la i~POBibi1idad que hay de concobir
produce una nueva orientaci6n en el contoxto ~enornl de
284
285
c6mo uns substancia, que DO tiane nada ml. quo la extea la inexistencia del movimiento ronl. Por lo tanto, para
8i6n sin pensamionto, pueda obrar sobra una substancia decir que algo ee muove, necesitemos no s610 que modlt!
quo no tiene nada m'e qua 01 ponsamiento sin extenai6n. que SU situaci6n oon respecto de otras C080S, Blno tam
Pero creo que no hebeie hebbo m&s que la mitad del c~ bi60 Que contenga la Causa del cambio (os decir), le tua~
no, 1 quo S8 pueda B~n socar otras oonsecuencias mle •• o acc130." (8)
que aquelloa que hebeie sacado. A mi juiCio, •• aigue
QUo le meteria oa alguna cosa distinta de la extenai6n Las hao•• constructoras de una divinidad coneabA
e~cluslvementé considerada, de lo cual creo que ha1 de da segura 1 rime, puee, deben discurrir por otros de
mostraci6n. rroteros qUe, como ya hemos entrevisto en f-ialebranche,
"e uno por Completo a YUstra imprGai6o, cuando requieren de suyo DO conhndir el pensomiento 1 la extO!!,
daoia que Dios obra de la manera al. perreeta posible. .i60, extrapOlando BU unidad por medio de una separaci6n
y cuando docts, en cierto lu~t que hay !2!12 contra t4&ntlca -coDvertible-, d.e~Mdo bien claro qua le acti
dioci60 que 81 hombre eea mis porracto de lo que lo e. vidad. sustancial debe concebirse ld6ntiea .. .1 miama,
por rolao16n e 108 cuerpos que lo rodean, no tena" mb aunque problem6ticamente proyeetnda, reqUiriondo clari
que borrar tal oca80. Encuentro de este modo que beceia tieacionea ad hoo, puesto que, por prinCipiO, nada sub
un uso IIIU.Y bello de le. oausas 1'in81••, a dUoreucia de aiste en '7 por .t a excepci60 de la absoluta infiDitud
la opini6n que mo causa el Sr. Cartee que lea raohas.. 4iv1na que, por lo domb, no puedo diacurrir al margen
(7) de los acontecImientoB d.a este mundo nuestro, 8i bien
De acuardo con lo dicho '7 a partir de tAlea BU DO reducida. '1, COllo ea natural pensara -La distino
puestos, comianza Leibniz a modirioar la baae aobre la 0160. del alma ~ d.el cuorpO DO oeta a~n enteramonte pro
que se asentaba el sistema cartesiano, base que encuen bada. Ya que como contaBais que DO concebimos distinta
tra en el deu. ez machina BU .~11caci3n 8uppema 1 qua ..nte mú que lo que es el pensamiento, no basta que p~
debe aqU{ caer por el mlsma, pueato que s610 hndu&n demoa dudar de la existoncia de la e~onni6n (ee decir
tando aquella idea sobre otro. supoeotos e. c6mo .e ha de 10j¡qua concebimos distilltamente) SlD godar dudar del
ce posible evitar las contradicciones ya vistea 1 c~o pensamlonto, oeto, dir,o, DO basta para concluir basta
eje gravitatorio gira en tOrDo a la COOrdlnaci6n que ~ donde va la dietinoi6n de lo quo os la extensi6n 1 de
pltcitamente deba roalizerse entre la8 caUDaa rinsle. 1 10 que es el pensamiento. porquo 89 pueda deoir quo ea
las erieieotea, sin ,cuyo concurso no hebr!a posibilidad acaso nuestra ignorancia lo que los distingue. y qua
de explicar nada de tlodo reol 1 con el cual 8e puede el pensamiento encierra la .~en8i6D de una mnnera qua
coaprahender la slgnlticaoi6n de la "tuerza" como cauea noa e8 desconocida." (9)
del movimiento, lo que 88 noa pone da relieve por el
As!, puee, debido a que lo conoxi6n del alma y
miamo Leibniz de la torma siguiente, "81 el moVimiento del cuerpo tiene que presentarse ba30 la torma de una
no e. sino el cambio de contacto o vecindad inmediota, comunicaci6n sustancial, entonces, la unl~n de amboe
8. seSUir' que nunca podremos determinor qua 0088 se
planos no puede dirimiree por 81 aAs que a condici6n
estA moviendo ••• Por ello, si nada hQ1 en el movimiento
de presuponer una unidad limitado como sujeto que, Bin
ruara de este cembl0 relativo, .e deduce que no hay re.
embargo, se prn;1octa en 1 desdo 81 misma en su totali
.6n on la naturaloza para adjUdicar movimiento a una c~
dad limitada, tal cual so constituye lo propia ~8da",
sa mAs bien que a otras. ¡,o consocuencia de esto aeria Como exprosi6n suproma dol conocimiento humano, en taB
286
287
to en cuanto que incardine en si un todo cognoecitiVo
elaleB ee como se puodo dar cuonto de la estructura cos
limitado, imperfecto, cuya fuerza reside en su propia
nosdltlva que toma en la idea su rererencia originaria,
interioridad, • cuyo trov6. 88 e:zpltoite su exteriori_
, . que, una Te. aceptado aeme.1ant. supuesto ain CUJ'O COl!
dad, tal coao nos lo advierte el miamo Leil1nis al de
curso DO puede haber plena certez. coenoscitiva, puesto
cimo., "Ahora bien, la muChedumbre no pUede tener BU
que la actividad de la concienoia no soría ontonces na
roalidnd, como no sea tom6ndola de 188 unIdad.. verda
da por al misma. para poder validar oato, ae hace abso
deras, las cuales provienen de otro origen '1 son mu;r
lutamente Imprescindible profundizar la contoxtura CO~
otra COSBS que 108 puntoa, de loe cuales ea patente
no.oitiva que, obviam.nte. debe encontrar en la interi~
qua 10 contInuo no puede coaponerae, para hallar, pu.a,
rlda4 1IOtl6d!t'.. su vordndel'B re.s6n de oer, lo cual se nos
esas unidades reales, ~e obUsado a raCU1'l"ir a un .....
expon. de la 1l10nera siguiente. -El estado tran.itorio
tomo tomel, 7a que Un .er matarial no PUede aer, a un
,que .n't'Uel.... '1 repreaenta una muchedumbre en lo unidad.
tiempo mismo, material 7 perfectamente indIvisible .,
o en le BU.tancia simple, no .s otra COB8 que lo llamo
provisto d. verdadera unidad•• (10)
~ ptECS1?916p, la oual d.be diatingulraa de la apercep
De .ata manera, pu.s, •• advierte t6cilmeate que 0160 o OOD80ienoio•••
l. caracterizaci6n d. cetoe punto. lDextenso8. .pointa La aoci6n del principio interno, que verifico el
lIotapb;ysIquea·, oomo loe denOlDina eU). 00 puede dara.
mas que a coDdioi6n d.. concebirlos d. torma que. ~
monada de que vamoa a hablar . , este tratado, no 8a • .1
no una substancIa Simple, que entra a tormar loa eom
puestos, e1mple quiere deoir ain parta••
.-bio o trAnsito de una percepci6n 8 otra, puede lla
ane IP,tioi6u, ciertamente, el apetito DO pueda cons!.
.1'I1ne aiempN enteramente toda la percepoi6n a que
..¡ pero 8iempro obtiene algo de ella , consigue percep
Otoa.. ntl.......
ti.
Tiene que haber substancias limpl••, ~~~ato que e.u) Pero como el sentimiento 9a algo m6.e que
bo;y compuestaa, puea lo "ompue.to no 8. mAs que un moa . . .ple peroepci6n, concod.o que el tlorabl'Q e;eneral de
tan o ~gatWB de .imple•• a8nedaa '1 entelequias baste para 108 sustancias simples
Ahora bien, donde DO bcq partes, no puedo beber
. . aolo contengan 890, 1llmense entonc.s a1my SOWGJ!
ni enend6n, ni .tigura, ni divisibilidad. y laa talea
" • ..,.u... ou;:ra percepci6n .,. m6s distinta '1 Ya aoom
aSnadaa $OD 108 ....rdaderos !tomos de la naturalesa 7,
J8Ilada da memoria. tt (U)
en Uno. palabra, loe Elementos de lu OO.e.
Indiscutiblemente, es, pues, 8s1 como .8 contl Aa!. 'Pues, dependiendo de eetos d08 tipos de ve,t
gura el apotespa leibniziano "niei intallectus ipse·, dadas dispondremos aatalamo de d08 principios por cuyo
desdo donde .e desprende la contextura unitaria impl! lBtermedio n08 podamos orientar eapec1ticaoento en la
locar la objetividad cognoscltiYa, como eurg1ando mer:l mnda• WPciplogs ti. U SS!htradlcci6p. en virtud dOl
mente de la eXperiencia, tal 00lI)0 811 le retuta a Loon oual 3W1!g8IIIOs .t!lI2 lo que .ociarra cODtredicci6n, '1
en LES NOUVEAUX EGSAIB SUR L#li:NTF.:MDf:t1E!'fr leibn1sian08t .J!E4adtr2, lo opu.ato o contradictorio a 10 taleo. y el
puesto que, entonces, aquella ae di801verla en una ~ de J!I6a le&iol.n~I, en virtud del oual consideramos que
pls contin~ncia, cuando manitiastamente .1 origeo del ningun hecho puade .er verdadero o existente '3 pinguna
conocimiento no puede colocarse de BUYO ml8 qua en ~ 4RlUDciaci&n wrd.adora, ain que de ello ha,ya una ru&n
ci60 de lS8 mismas'ideos que, en 41tima instancia. 80n baetant. para que sea oai ,. PO de otro modo. Aunque 1 .
18s que garanti~an propioment. la cet.... En caDO con d. Yacea .sss rezones DO puedan ser conooid88 por noag,
trario, la posibilidad de pensar a la divinidad quede boa. -r.Ulllbi6n ha:r dos suertes de nfdad!11 las d• .[!!2
rte envuelta en un vuolo absolutamente insostenible, 8IPlent~ '3 la8 de ~. Las verdados de ~azonamiont9
por 10 que, eonsecuentemonte, hay que establecer la P.2 .on ne~Aari.8 ,. BU opueato ea imposible, ,. 18s da ~
sibil1dacl de que el inteleoto o eeplritu desprenda de,! 80ft contingentes ,. su opuesto os posible. Quando una ve,t
de si miaDO, como se nos indica asl ••••• Que lo. sen 4a4 es necesaria, pUede hallarse su raz6n por lIlOdio del
tidos no tJaatan para cou:prender la necesidad de dichas anlli8ie, resolrl6ndola on ideas '3 verdades mAs simple.,
verdades, 7 que por lo tonto el espiritu tiene facultS hast'a llegar a las primitivae. Pero la ,az60 ,eficiente
d.s no 8610 pa8ivos, sino nctivos, pare 8ac~ de su s. deba oncontrnrse tembiAn en lna vOrS0d!! oontin5!Ptes 2
no dichas verdade•••• La prueba fundamental de loa TeE ... h.cho, el!! decir en la serie de 188 C0&88 dispersas
dodes necesorlas no puede provenir mAs que del eutend! ~r el universo de In. criaturas, en el cual la r8eolu
miento, mientrls que las VGrdndes de otra claoe proce 016n en razones particulares podria llegar a un ilimit~
den de In experienoia o de las obsorvncionos do los do n~ero de detalles, a cauaa de la variedad inmenaa
Lo que se nos recalca do la sir,uionte tormal 61tima dobera hallarGe. pues, tuera do la socuencia o
290
291
series del detallo de 108 contingoncieo, por inrinito
que pudiera Bor.- (17) de pesada "le sophieme d88 Cartesiana" (21), ya que 86
10 as! S8 neegura le unidad del 8ujetO cognosconte pro
Desde ente punto de v'l.eta, pues, es indudable piCDante dicho como articulada desde al mismo, pueeto
que nuentros conooioIentos ir'" de conformidad eoa tale. Que es evidonte que "Adem4s, toda stBtancia e8 como un
supuostos, do forma que. "••• Cuando reconozco une Coaa amndo entero y oomo un eapfljo de n~.os o bion de todo el
entro otras sin poder decir en qu6 conaleten sua diterea Universo. 81 cual expresa cada una a su manera••• Tam
ciaa o propiedadee, el conooimiento es cootuso••• Joíaa blb puede decirse, que toda sustancia tiene impreso en
cuendo pundo explictlr los signo. que tengo, el eonocl... oierto aodo el 8ello de la aabidur!a infinita 7 de la
miento se llama distinto. t cuando mi e.pírItu Comprende, omaipotencia de Di08, 1 1. Imitan en cuanto ea posible.
D la ve. 1 distintamente, todos los elementos prizitboe Porque toda sustanoia erpreea, aunque contuaamente, to
de una noci6n. entonces tiene lugar un conocimiento lnt~ do 10 que sucede en el universo, pasado, presente o .ru
ti'l'O, el cual .a lI'lQ' raro, porque 108 conocimiento8 haa turo, lo cual tiene alguna semejanaa COD una percopc16n
DOa, en su l119,)'er parte. son contusos, o bien bipntftlooa. O conoeislento inrinito••• • (22) Oon ello, pues, ~6 co
(18), por lo que como, dollllente, .~l.:.ede varae no •• tra mo . . bace posible acceder al perspectlviemo pan16gico
ta equ{ ~Ja que de establecer 1. 3erarqul. de la objetivA letbn1s1ano, por cuento 188 bdStanciaa no 8e concibon
dad cognoscitiva de conformidad con lOG BUpuectoe ~ 1& 7a aeparadamente. aino unita:Mamoute, aun cuando su tin
goneral que concibo, que nos indica que el reino de 18S (21), por lo que, ajust5Ddonoe a semejontes
causas oticlE'ntoD, '7 el do :, N' caU8ft8 finales. 80n Peu:& ff.eodd1cion99, 8e hace posiblo intograr no .610 los inte.!!.
lel08 entre sI, que Dioe no p08ee en menor grado la aqa lslbniBian08 de integraci6n de los croados .cl.si~
lidad de meJor ~onarcat que la del maa grande Arquitec (28)' 1a que a ello conduce la estructurn arm6nt
to, que In materia osté diapueata de modo que las le,roa ~cional de su sietoma de pensamiento en cuanto no
dol movimiento sirven al m030r GObierno de 10B eoptritu8 &610 un 8Bquome tilos6.f'ioo, 8ino adem&8, es
••• " (25) pecíficamente polltico, 18 que plantea la necesidad da
~uatar le~ condiciones f6ctlcaa a la mayor raciona-
Podemos discernir 'as! Con Suficiente olaridad la Udad posible 81n que por ello sufran 1'11&8 a1l6 de c1el)oo
cobertura dOflde la qu(3 ee aaienta el Optillli8lll0 rac10nal l{mtte irrobaaable los interese. en jueeo. cU;)'a dif2
leibn1ziano, en tan~o en cuanto .e constitQye a partir ftlDctabUldad, no obstante. DO pUede, en IIOdo alguno.
d. la apel'tU1'8 del posible en Dra8 8 8epeci:r1oar BU rea ,.ua1oar la racionalidad que le subyoce, lo que, nt el
luaci6n, tal como se revela en el ~in-ee8e" IIOn'd.....o. .... reterente al problema religioso, conduce a la autA
por lo quo la pooitividnd alama, pmpiR5ente dicha, no . afi,rmaoi6a del Pat_ ObriaUanUII. 18 que en 61 Be coim
presenta mayor comploJidad que lo 08pecíficamente puro, plloan oonjuotamente el bien '7 la actividad baoia el
s» Cuanto entre ~bOB planoa ee plantea UDa referenoia as... bien que, en buena 16g1ca. constitU;)'e aquella "c!
semi-lineal qne justifioa la dialectloidad del OODOOt_ rito del ti bacia lo oual debe aproximarse la fenomenel
miento lelbnldl1no (26), Cu:10 aprlorlnro no puede reai U4 eooial bunaena. como contrapunto de deatino do la ....
dir mlla que en 1" divinidad, oonstitU'7'ndo8e como cono xletenola hwaana 11.1&1110, en cuanto contiene el lII8Xi.mum
cimiento pare el Der humano de modo a posterior! (temP,2. de racionalidad, del mismo modo que. en lo que respecta.
re vel natura), pero cuya positbidad, en tllJli:o con.id.! 11 problema jur1dico subsisten embaa eotera, COIlO la del
rada oognoscitlvamente, n08 permite ent1'8ver das "1 pera tiea aupromo '7 la meramente <Jurídioa, a las cuales ba;y
pectivaa nU8VJQ Que son de inpresoindible servicio para que prrpeddor a unificar aio lacerar por ello interoses
la objetivlru i coe,noscitiva, en cuanto que oon ello 8. iba8diatos de modo absoluto. esto 8S, 8 10 lorso del ~
nos dibujo la porspoctiva do establecer un "Progré.BU8~ 118DYOl'filaiento de la Yida humana, hist6rical!lunte, tal
8in que por 0110 88a nacesarlo dejar al margen el tunda cual n08 lo señala, para terminar con este apartado, el
mento ideal de la coenoaoibllidad, tal como " presentA propio B. von Ulppel. cuando nos sir,nifical ftAunque el
ba contenciosomente con la estructura oognoscitiva eac2 Dtaw, como parto del eterno orden universa1, ea nec.!
l&sticB '7 tal como r.o ha venido intentando rnoolver a BIlriamente invariable "1 justo al mismo tiempo, la 1d&'t.
lo largo de osto arArtado desde la inicial eoluci6n otr~ toaIo obra buman8. es cO.IIIbiable e impertltcta. Sin embar
cida por, Doscartes, la cual, como tambi6n hemos visto, BO, eote »Orecho hUdbno o positivo 8e encuentra en UD
adquiero aquí. en Leibniz, un viGOr y una potencia inu prooesu de d,esarrollo en cierto modo permanente, condu
8itada por Cuanto con el ti1680to de Leipzi~ no se deja cente al orden del reino divino, para identificarae fi
al 1IlIU'g«1 la poaltividad causal. aino que se la lnoor'P,2 nalmonte con '1, con lo quo entonces el ~tado terreno
,a a aquella alternativa do 801uci6n propuesta por &1, ea eleva 8 Est.Ado divino de loe &oplritus.
a pesar do nuestras li~itQoione8 al carp&~' do la nocién
La roaHlIlllci6n de la le;y eterna constituyo el
294
295
rin, poro la debilidad humana i~ride ciertamente alean .f80tlv~. con oierta reservan desde luego, pare estoa
earlo. la Derecho positivo atiende a la exigencia de . . autores tal ouanti6n va comple.1iz!ndose oada ve. mb 0,2
dOCUbrGe al ~&ximo a 108 imperativos del ius atrictum 110 ha podido advertir•• 7 COOO 80 monUlaste en la medi
-(el iUD strictum o juatitla commutativB, como grado j~ da en que la quibra 4a la postulo.cion oartesiana de la
r{dico O~8 bajo, descansa sobre 1. Propo8ici6n del Co~ inteligibilidad de la 00016n ~¡ltiva va poni&ndose de
pus lurie, que expone que Dadie eut! facultado para o~ rell.". 8 medIda que . . profundiza eu doctrino, indic6g,
.ar perjuicio ti 10G dGmlJa (o_lnen hadere), (nota elle'" 40noa aat qua la 801ides de 8U pO~8emieoto metafísico
trat el cual se VII clevando así hauta la aequites o JUJil sra m!. endeble de lo Que 61 mismo creía.
tlcin distributiva -suum cUique tribuore- para llegar
finalmente &1 EioD por el, 18 piataa, quo incorpora el En out. sentido, el $X8Ren de lan condicionen de
noneste vivero, en 01 cual e. orpreaa 81 tond.amento itt.l. 4esarro1lo humano, con toda eu complejidad psico-som't1
naturalIsta en su anhelo do poaitivarae)_, ~a que siD ca, dO 'Podte. aer yo m!lrg1nado -'tal como lo puso da roli.!.
tranquilidad ni &egur!dad no puede e2iatir el Estado, .... '8obboe por yl.a 'Peculiares lJU..yae- ni tan aiqui.ra ps.
.P or el contrario,la Nalboai!n ~.7 1 • .1u8'tioia er:. at. re 1. orientac16n reeioneliata que 'Por lo mIsmo t~en•
en 1'9lo016n a 1~9 paaionee bumanao, porticularmente en que paae.r a ocuparse d. tal rl"Oblema, tal coco lo vemoa
el terrono del orden de le pro~~ad3d., no 8. alSO 8 re... eurg1r d.l pensamiento de Bp4 nos8 que ndquiere con8ci.~
Usar e1n m&8. El Derecho poa1t1vo ai~1tica .qul,. en ela del miomo por caminos b'8i~ant8 ~etat{8ioos, so
quo tADbil" anhela el bion, e610 una aituaci6n de ~~ 8Uft . . revela a trav&a del carlotar panteista d. 8U d~
ximaci6n a lo vAlido en ~{, 10 cual .310 podra real1a~ trine qu•• por lo denA., no viena 8 elgoif'iear otra 00
&8 po~o a paso durante el CUrRO de la bietorla humen..
e8 d. que 13 inposibll1dod de eviter tomar como m6vil
(29) 4e la enoduoto humane BUO propia. pesiones.
TOtlor en ouenta tal m6vil, al oodo como oourra
I.3.1.d.- OONCLUSl00 para Spinozn, no viono a 8i~1riear oino que la conviven
t,o es dif!cil advertir COUlO la conoepCi&' laibo! oiBl. u{vi,..,...ooial de los ciu1.ndanoB no puode escopar a
ctana del n( co causal ve problemal;b6:1dose de modo ine la 108i018c16n positlvu, en la nedidn en que 8610 por
xorablo, incluido el placo pOlItico rropiamente dicbo IN con:;:J....~O se beco pouibla aqu~lla, JlB que loo preC9p""
aegdn hemos ~eflalndo do acuordo a la intrinoada conexi&o toa insnatutallst38, aun 8 pODar de sor con~ebido8 com?
on la QUe hay que intel1gir laa relaciones de lo moral decretoD dlvitl08 grabadoB on el cor8z6n de los bombree,
7 10 jur{dico. ccao6nlea alternativa que haea posible DO poseon al car&cter irroousable de oumplimiento qué
resolver 108 escollos p18nt~~dos por lns do~;riDae de .erio necostui.o para invalidar la logisloción positiv.::.
GUa predecesores, o SEa, Spinoza 7 Malobrenche. de rorma que PO hay n!a alternativa que la de completar
por 6sta a aquellos ~\reC01>to8 lnanaturaliotaa.
PBsde 8ste punto de vista, puoo, os mnnir1esto
que 1& orlentoc:l.6n rnctonollsts que f.urr;o desde DeE;Car De advierte, ontonces, t'cllmente que 01 proble
tes d9"0 atravesar toda una aerle de 08~[l.doG iDsalvobles ma del gobierno no ,uede residir en el simple dominio
como Gojea or.md1.016n quo rneilite el accoso pare el 8BS sobre .1 bO!llbre on cuneto que ello viola lae 181e8 d.1q
It.;urnmicnto do la oficacia del prinCipio dI) eause1idnd y Das. do modo !j~le es \locesa.ri::! conocer con olaridad las
ei al menos pora Descartes tel flIIegur"'JIlionto aparecla conductas bumanas como condici6n del ejercicio de gobie&
no que se lleva 11 cabo tn.,.,to por 10. c1'e!lci6n de la leci.a
29G 297
poeit1vn co~o por su aplicaci6n, conocimionto este de
preoi8amente de la imltaoi6n de la extemporanoidad con
lns conductas hucnnna que dobo observarse en fUnci6n del
18 que se rovola aquella omnipotoncia divina, por la ~
dospllel.'U1'J de laa pI'opioD pasiones bu:nonns y que por 10
~ldad radical que obliga al hombre a conduoirse de a
tn:,to no pucc!o subsuJlirso ;.tI.! bojo ning6n cl',)ncopto on la
cuerdo con. los procept08 divinos grabados en su alma,
miserieordio$4 bondad divina. hL gobernnnte, pues. debo
aGn cuando ello no 8et6 al alcance de todos los hombros,
00 buena l6giea procoder do manera qua anteponga los d~
an cuanto 8610 algunos pOdriu remontaree n talea estera8
rechoa r,enorales de la comunidad s los do sus miembros.
en le medida en que la t6 debe jucar un impotant!aillo p.!.
aln que ollos si~itiqu8 quo talos derechos individuales
pel en al despliegue de las acciones humanas.
~obon ser aplastados en modo alguno, 8ino todo 10 contr.a
rio impulsados hosta dondo la trioci6n no tenga que pro Ro ea diticultuoao advertir on 01 planteamiento
ducirso respecto del dereoho comunitario, del Estado por de Holabranche que para salvaguardar la omnipotencia di
ts,nto. dna tengo que reducir la complejidad de las acciones hll
-.nas, contrartamente s como Be produce tol cuesti6n en
F.e clero que lo, rcti'ud de Bplnoza al respecto
8plDo.... Ea realidad. lIon loa dos caroa de le miema mone
no "lud.o 0'1 Dodo nlr,uno 01 pt'OblC!'!'r.' polItico en k que
da, por ou;yo lntemodio, 89 decir. haci6ndoea cargo da
~ste ti~no do 1~po'~c~c10 decisive. es decir, en tanto
..bu posiciones to6rlca8 Ya a discurrir el penaomiento
cnrera n mljO t~v6s circula e~ e8r~etor 80cial de la
tiloe6tl00 '3 politioo d8 Leibnis, ein t60ilea cone80io
r,onvive~eiB m'menA, con sus lnt8r$8es particulares y Ql
Dea eOl'cticas '3 con eu grandeza babitual, poniendo de
oO'!'olf!S, 108 euolnA tieno qmr COto reguladoa polltiC8\MIl
relieve con grao vleor como 188 concatenacionos .rectt
te y 'baja ninr:;dn ceneepto subsumidos bajo lo atale;ra d,.
~ por 188 que ee desarrolla 18 conducto httmP-na anton~
la divinidAd en cuanto CT.le la un16n dél ttlaa '3 del eueA
da en sentido general no encuentran puntoa de reterODoi88
po no puede oscop~r 8 tal occiei6n peculiar, 8in que,
que no sean variables 7 QUa precioaaente por tal coodlci2
no ob:<;tante t ello implique ner-;nc16r: del e8n'~ '.do Atico
na1idad e. neceeario sujetaree a una objetividad que en
aociel, que tieno Que mOBtrurae a travle de la forma d.
aedo alguno pUede contund1rae con ·10 abeoluto·, tal eo
eob1erno qua pormit~ la port1elpac16n de 108 ciudadanos
lIO aubropticiuonte S8 hallaba en liewton '3 en Looke e",),
-aun 8 pesar del car'cter inooncluso que aOVUel?8 a SU
sin que ein embargo tuera por ello posible negar tal abo
Treeto.tuc Pol1tieua- OIJltlO contrapunto del hecho de que
801ute8 que por lo demA. moatr4baao de to~a especiolmen
lndiv1duolmcnte t~mpoeo al hoebre es una naturaleza al
te extemporlnoa y CU1a incidencia temporal era por asto
modo como la v16 lfobbefl.
aanitieata.
La p~sioi6n de Upincs& no deja lugar a dudas de
En este sontido, pues, lna correlaoiones t8ctOri~
la eonnictivldlld c'>n la qUE" 1'8,1 que ob$ervc-:, el probl~
lee no por BU aomplejidnd debian ser eludidas, pero su
me dal nexo causal. sobre todo en cuanto abre el onlB
1ntelacc16n tampoco por ello pOdia sor abaolutissda, ai
ai. al problema pOl!tico de~de lo quiobro do la -reali
no objotivada con la8 reservas correspondientes, como
dad teo16g1ea lt • que es justOJ:lente 10 que le reprocha el
Oircunspecci6n lnovitabla • la quo tonta que au.¡Jetarae
propiO Kalebranche on cuanto que con ello no h3CO otra
todo conocil'lionto humano. En tal condici6n 8a claro qua
C080 sino reduc1r el uleanae de la omnipotencia divina,
Jomplt...11zando el nexo causal .. 01 cunl para consorvarlo
la posibilidad de discernir para el conocimiento una ea
tera efeotiva de incidencia solo formalltor y con gran
CODO t;al"no requiere de BUjO de aquellf. ;.';Q.:.~eci6D, slno
cuidado t6rnaboso tal. lo cual no tiene de SUJ'o otra con.
298
299
trapartida en el plano pOlitico, tal como indicamoa, mAs 1.,.2.- LA ORIENTACION EMPIRISrA y sus PROBLEMAS.
que la derivada de la problomaticidod de re811&aci6n ju
rídica de le moralidad, 8inilarmente a como la efoctivi_ Anl1ot?;8lIente a como '008 hGCIOB ocupado de aquelloa
dad de la moral tropieza 00'0 el obst§eulo que ae oseonda autores qua se consideraran herederos de le filoso!!a
en la Jiridieidad, como roGUlac16n de intereses, cualea ,arte.iana, vamos en 01 praaente apartadO a ocuparnos de
quiera sea su tipo. aquello. que de una u otJ:'8. manera han reoibido el intlu
La L~osibilidad do oaitir BOmoJantes contradic ",o newtoniano. E.tos autores, aun a pesar de BU d1vani
cionen internss as lo quo esoncialmente caracteriza a la dad, DO dejan de mostrar UD hilo de oontinuidad al menos
orientaci6n racionalista del conocimiento, en la medida d.84e una &ptlca temAtloo, la cual gravita esenoialmente
en que no puodG aoslayar ocuparee de tale. cuestiones, ea torno a la experienoia como ctesti6n 8oluolonoble a
las cuales deberían ser olnada8, tal COIllO le reprocha oeroa del fundamento 4el cODocimient? que 8010 talosmen
lo orientaci6n empirista, d. la que nos vamos aeguidamen ,. •• posibl. colocarlo en otra estera distinta de la
te a ocupar, como contrapunto de todo Gate anbi8i8., en propiamente emplrlea, lo que e. viUdo aslJDillllllO para. el.
tanto contrapunto 8010 aparentemonte antag6nico. .40 a w1a~ ideaU8lIIo d. .Berbl«r tanto COllO 10 e. pare el
pesar de los anhelos de tales autores. lIIIP1rllJl11o neto d. Locke 7 para el empiriB1llo radical de
. . . . que 800 108 autoras que somoramente D08 van a ocu
par en e.te apartado.
1.,.2...- LOCKE.
Gemas observado precedentemente como la critica
el innatismo oartesiano por parte de Locke se conBtl~ta
en tunel6n do eaentar la cobertura do toda objetividad
ocenosoUi.... on el marco expreao de la experiencia. ain
poder abordar '.te la ou••t16n que .er!a plante~ por
Leibnie • BU conetrucei5n empírica del conocimionto be
~o el ator18t1o -tempore vel nature", .... n LES flOUVEAUX
BBSA18 que quedaron in6dlt08 por expreso deseo del tilA
IlOta de J.eipsig al morir el pensodor britAnico a pr!130!
pios de aiglo, en l.104-. La construcc16n lock.ana del
editicio cognoscitivo rasponde. obviamonte. por cOlltplo
to a 108 presupuestos Elotodo16gicos lntoriblas dol pon
aomiento nevtoniano, pueRto que e6lo de eeta manera, en
lUno16n de la prosuposic16D del espDoio 7 del tiempo a~
aoluto, tal como aparecen 013 N.wton, puede darse plena
ras6n del ab8oluto empirico en el que asienta Locte BU
baae de fundamentocit5n, tal cual, pues. 8e puso de maDi
tiosto antoriormente.
300 301
Desdo eeto punto da vista, por tanto, es induda AS!, puaD, una vea aclarado el hecho do que dis
blo gUQ el origen cognoscitivo no puedo hnllnrse m6s que ponemos de ideas simples, os obvio, entonces, dada la
"en 01 momento en que tiene una sensaci6n por voz prirn~ :recurroncia emplrlca sobro la que se torman los miemos,
re. Porque visto que, BOr,6n parece, no existen idoas en que nuestro conocimiento acerca de los miamas debe pro
la monte octea do que ee les comuniquon 108 sentidos, porcionarnos una indubitable certeza, que oblies a da
pionso que las ideas en el entendimiento SOD simultAneas tertd..c4l.' cualitativamente la mera toma como coneecuen
a la 8en08ci6n, Que es una ~prosi6D heoha en alguDa p~ eia del a.ent8EIlento simple do las ideoé por referenoia
te dol cuerpo, de tal lndole que provocan oleuna percep. a lo meramente emplrico, que ea, proo1s8lllente, 10 que
ci6n en 01 entendiniento... • •• La mento, a lo larso del no8 de la DOci6n de cualidades primarias ~ secundarias,
tiempo, llega a ronexionar sobre SUs propias operacio a ~o travae obtenemos nooiooes olaras 1 distinta., en
nes en torno a 108 idees adqUiridas por la nensaci6n, 3 lugar primero, respecto de la torma de 108 cuerpos. tt
de ese E1odo acumula una tluen serie de ideas, Que 80n puee una div1ai6n ( ...) no puede priver a un cuorpo da
lse que 30 lIomo idoas de retle:xi6t1. Estas son las lmP1!! la solides, la extensi6n, la forma ~ la movilidad, sino
sionos quo en nuestroe santidoe hecen los objeto. exte tue tan &610 hace, ele lo que antee ero una sola cosa,
riores, iMpresionoB extrínsecas a la mente, 1 aua pro do. O m6.a masas 4e _teria aeparodea 1 diferenciadas...
pina opersciones, que responden a potenCias iotrinaecas Ca todo lo cual) llamo••• cualidades oriGinales o prima
que le pertenocen de monero exolusiYa, operaciones que r1ea de uo cuerpo, 1 croo que podemos advertir qua pro
cuando 80n l!lotlvc do una rotloxi6n por la monte milJ!llo. 8.: ducen en nosotros lea iderls simples de la solidell, la
convierton a al miem8S en ob3etos de eu co~emplación ••• " extenai6n, la forma, el movimiento, el repOBO ~ el nGmS
(1) VeFAe eeta 6ptica, pues, se adyierte epn olaridad :.oo.. (3) y t obrlamente, en tuno16n 1 &610 a partir de
quO el eja ~rav1tatol'io de conocimiento tlO reside de su aetaa cualidades primarias, disponemos, entonoes, de la
yo sino en funci6n del recurso explicito a lo experien posibilidad de conocor "unas cualidedes que realmente
cia, por cuyo intermedio hOj' que tiltrar stricto 8eneu no 80D nada en loo objeto. mismos, aino potenciao para
todo la nctivldad intelectivo propienente dicho, puesto producir eo nosotros diversas sanaaciones... como son
qua la interioridad misca de 'ata no se COD8tit~e El'. loe eolores, aonidoD, gustos, etc., las cualos llamo
qua como reflejo de aquella rocurrencia empírica, por lo cualidades secundariaa- (4)
que, dnda selZlOjsnte identidad entre IlI!IboEl planos, se ha
ce pODiblo y neceMrio, a la vez, proceder a la genarol..! Ahora bien, una ves que hemos visto con lo ante
!lación de loa miamos de toma que S8 pUeda sil!l1iticar rior cuAl eea la base do tundementac16n de la epistemo
que no ·parecer' tan extraño penaar que estos pocas ideas lo&1a lookeana, se hacs, entonce., abaolutamente nece~
simples (o sober. no solo las que catan directamente ~ rlo proceder a investicar o6mo sea posible construir tA
lncionadas con los sentifIoa, oino, edem~s. las propiamoJl do otro tipo do conocimiento, pues, no hoy duda, da que
to lnteloctivna, ya que 'atna se rigen por medio de aqus la limitaci6n a tal entera abple de conocimiento DO
lla aubyaoent& roferencia BlUdlda, tl\l",. ~omo la percop nos ofrecería base euticiente alguna para otorgar vali
016n, voluntad. el placer, dolor, pOder. unidad, existen des a tal concepci6n sistemAtica da la objetividad co0
o1a, sucesión, etc.) soan suticiontes para llenar por noacitiva, por lo que, en obligado consecuencia, De t~
oompleto el penosmiento mAs ogudo o la capacidad mAs so na que procoñer a exoalnBr el plono de lo que Locke 11A
plia, 1 pEtra dotar los materialOIJ de todo ese conocinieJl IDa "ideas COtllple.,ns 11 , llls cuales 88 dividen, a su ves,
vario.... " (2)
302
303
on "modos" que pueden Ber simples, co~ por ejemplo la lectiva atricto 88DSU. Ea esto lo que preciBar.:lentet lo
1de& de ospaCio, tiempo 7 ndmero, o aixtoe, 108 cuale_ que haclaso necesario plantear desde la absolutas espa
ft
son cambinacionos de idees simples, que no Be tionen eio temporal del ms%'Co metodo16sioo newtoniano para 11.1.
como rasgos carncterlsticos de ning60 sor real que ton ~ su reprosentaci6n baeta el tinal de SUB consecuen
R8 una existencia estable, 8ino como ideas d'apersaa e oias, dado el car'cter a posteriori de la necesidad. bu
independientes unidaa por la ment.... ft (5), entre loa .:00" {:-.,aw pleno cognoscitivo. Abora bien, una cobertura
qua puedo concebireo al longuaj. como expreai6n confI 'an estrechamente limitada eoao la quo 80 presenta 8qU{.
GUrada do la articulaci6n intelectiva. Proaiguiendo con 4GDde la propia actividad dol pensar quoda simplemente
la antedicha. diT1s16n, tcmomOI! tembi6n laa Id.u complS reducida al mero hocho eeD.orial '1 no puada sostenerse
jna do INStancia, 188 cuale. no Gon m!a que "ide•• al_ par .e ain Grave fia.RO do dejar inexplicados todas UDa.
pIes, as! reunida.. en UD subatrattul com6n, que .to:naan eeri.. da cuentionaa, entre 1118 cuales el fundamento miA
nuestras idea8 eomplo~88 do diveraaa cIa••• de sustan 110 del peJJfJBr11ento no e. de su;yo nada balad!. Evidente
ciaa... que hetto. recibido a partir do la refioxi6n o -.uta, el trAnaito a lo propiamente cualitativo queda
de la eens8ci6n... (qua no 80n de 8Q70 mla que) ••• ao oculto 7 mieterioaamonte velado, dada la antedioha red.
lamente potenoias, aunque n08 inclinamo8 • tomarlas 00 oalidad de la dlvlsi60 cualitativa, lo que puede verse
mo cualidades positivao••• " (6). a la ves que, fin~ OOD nitidez en su opoaici6n trente a la estructura l6gl
te, nos tropesamo. con 188 14e88 de ,1'018ci6n. por 188 oa 4al pensamiento (9), lo cual reb8~at a trav6. del h.l.
cuales se tiene "0088160 para que la mente 1'e1hJa de ... cbo de que la baoe esencial de la ob~.tivldad cognoso!
modo a doa COBaa 7, como ai d1~'remoa,l•• unio1'llL en W) tl~ DO puedo residir mAs que en el conocimiento intui
cOtl~unto. aunque la8 aign con.iderando COll~ d1.utintae. tivo '1 domostrativo, '1 ademb (10), 188 pretensiones del
por eso oualquiera de nuestras idea8 puedo servir de oonocimiento raoional, 7- que • ••• en realidad "3 bien
.tundamento para una relaci6n••• ft (7). con lo cual. puea, considerado el asunto, 108 objetos inmediatos de todo
puede otreceree raz6n de la relaci6n causal, as! como nuestro l'UODAIllonto '1 oonocimiento no son slno lea 00
de lo id6ntlco 7 lo dhllrllOt a partir de todo lo cual ... pertioulore••••••• (por lo que tan 8~]~) ••• l~ pe~
se fundamenta la conciencia del BUJeto cocnoscente, pues c:epci6n del acuerdo o desacuerdo "',e nuestras ideaa pUl
to que 6610 -el tener una mi... conclencia e. lo que ~ tieularea es el conjunto 7 la c6spide de todo nuestro
CE! que un hombre aea '1 mim::lO para '1 aiamo, de .ao so ooDooimiento. La universalidad no 8. aino acoidental PA
ltllllente dopando la identidad pel'8On81, con indopenden re 'l. 7 tinic8llente consiste on que 1o.a ideas quo 800
I
eia de que ee oircunsoriba a 8610 una auatancia indiY1 part;iculare8 '1 de 108 cualea 88 objeto son de tal natu.
dual o que pueda continuaree en una 8ucesi6n de divtin raleza que puodan corresponderles m!a do una 0088 pert.
taa su.tancias••• • (8). cular 7 pueden ser reprosontadas por elloe••• ft (11). Do
forma que no es posible dirimir ~a racionolidad
F. evidente, pues, .n tunci6n de lo eXpUesto Que cor,noscitiva sino a oxcepci~n de comprobar lo que lnol
la contextura del peneoniento loekoano ~lvitQ espocíti pientemente 89 ha unificado por moro 8sentsmionto, CU7a
camente sobre un marco comprehensivo do la actividad in cobertura no resido mAs Que on la simple probabilidad, ~
teleoti98 propioaonte limitado a entrictas relacionos m~ la Qual so ajusta porfeotamente s conocimiento cuanto
O'Oi088, monsurables, otrociondo oomo sofiala Kant una m~or grndo de verificabilidad disponGO con respecto •
perspectiva moramente etisio16&ica ft do la actividad int~ la mayor universalidad de prueban cm~!ric.. (12).
304
305
La armazSn lackeana do la estruCtura cognosciti_
1. "ratio ideala" en funoi6n de le do la "ratio mntbema
va nos presenta de este modo lS8 consecuencia!'), en BU
tice", que la compronsi6n de Gota 6ltimo., por tanto, no
mayor generalidad posible, der1v~deG do su oposici6n a
pU~l. darDe sin la o.rticuloci6n que lo presta la primo
toda tundaoentaci6n innatiata del conocimiento, que re
re, por lo que, entonces, caoteri. paribus, 8e puode px:q
quiero, inexorablemente, 0000 contrapunto te lar como
04t4er a tronamutar ab intogro la supuost,.. 'P-lraoidad, di,!,
·3~ do partida la -tabula rasa", C~~ la ~inalldad de o
poa1endo ea! de otro plano veritativo, el fundamento de
vitar el asentamiento de la ob3etiviQad cocnoGcltiYa ~
4eterminaci60 eausal para operar con uno u otro plano A
bre r..~ .... ;' bip6teaia, de modo que, ellnlinsdaa 'stas, la
pareoe n!tidamente indeterminado en SUs Mtimas conse
posibtltdad de admitir In exiatencla de Dioa tieue que
ouanel• • como sena proscriptivamente poeiblo ooncluir,
roalizarse en f'unci6n de la miBlllO 1ntroapecci6u eub.1et!
puesto que, eYident01llOnte, lo experienoia oomo tal no
va que 3 pesar de lo parad6jioD, se transforlDa en ob~ ....
puede sor aimplomonte un o4mul0 de sensaciones 7 si es
tiva, como contrapartida del recurrente empírico, no
al80 d. no es comprensible mú que OOClO un eubetratum
siend" por tanto, as! nec88lll.'io, 01'1 modo alguno, deri
IISter18l IIOrament. nomin8l. Es decir, que la~xperioncia
var a Dios de estructuras pensante. gue, en realidad,
.. si lIilllll8 no .er!a aino propiamente ....spac1al '1 o-tea
debido a la convertibilidad tran.~eroncial oartesiana
,oral, por lo qua, entonces, para guardar la coherencia
anteriormente planteada. no lleTer!a, deade la 6ptioa.
requerida 88 bBce abaolutamente indisponsable proceder a
locteana, mis Que a un materia1icmo dIvino abeolutamen
te insostenible (13). Puede ObSerYars8 sal 000 nitides .stablecer que laa perspectivas de generolizaci6n no se
1I08t:ienen por al mismas 810 un ale;o que los otorgue su
suficiente, como la alternatlft lockeona reapoDde etri&,
cualidad como aubatratum material nominativo, por lo que
to san su a u:aa "apuesta plana a loa prob::amoa planta....
al 8. quiere conoervar la posibilidad do tal eubatratum.
dos por Descartes. en baso a apo;ya.rae su cobertura t111
s6tica en el l'illltrco metodo16g1co nevton1o.no. ~o -.1. r:t 'ate, obrtemento, no puede verse mAs que en tunci6n do
ooovertIrao esp1r1tualmont. punto 'ste desde donde o~a
~orenol.l hay que establecerlo en tunc16n de impedir la
aptica nos permite no 8610 evitar la parodoja de una
unidad sustancial Carteal811. dol espaoio 7 la materie,
como inferencia absoluta do la -roa extGnssft. peroepCi6n reflexiva, l'Jep;4n ba debido establecer el Pl'2
pio Lacte para rosolver el conflicto de las ideas que
I.,.2.b._ EEHKIJ:.r::Y . . le planteaba, en cuanto que al oponerse al innatiomo
de lae ideas, la posibilidad. de absolut1zar la experien
Ahora bien, si, para impedir tal correlacl&n c~ ela constitula el oontrapunto inevitable. Semej(lnte ab
tesiana. se procOOe ese;un liewton, es decir, por I'.:IOOio aolutlzaci6n de la experienOia, la cual viene dada a
de establecor un aSPocIo-tiompo absoluto, entonceo, la trav&s de 180.•1.,.88 de la asoc1aci6n, obliga de su;yo a
actIvidad cognoscitiva queda estrictamente inscrita en identiricar ser 7 peroepolón en la medida en que aparen
el pleno de la méra aonenci6n, la cual, como hemos vis temente 8s legitimo 7 no esconde contrndioci6n, de ~or
to en Locke, ndquicro car6cter de aut6ntIco y exclusivo lita que es tan vAlido presuponer Que la percepci6n " da
.tundamonto de fome quo la ectivi('a¿ bt '7.!oc'.lva tiene en la experienCia como gue la experienoia da en la per
necesariamonte que auto-regirse por sccojantes mocanis cepci6n, por donde, coco consecuencia, es interible que
mo cor,noscitivo. Ee nOG asegure as! la verdad, poro, oh -ease est percipi aut percipore-, en cuanto que la exps
Yiamente, so hace tombi~n pOtliblo inforir do toles su riencia en tanto tal es plenamente !donti~icable enton
puestotJ, 90:108 CUalN1 se aubsur.¡e 19 cor;nol'lcibilidad do ces con 01 Gor.
306 301
Advertida tal especificidad 16g1co, es incueati2
" Bddentemonte, la ooncopoi6n berkole;yena que 0.2,
neble que tal ser no pUede eotonce. identificarse de ~
~o, como nbDolute~ manifieste conten1da en '1 m&a que
con la divinidad, on le medida en que el percibir humo
"'tzoo8 DO hemos .&9 que esbozado aquí, de acuerdo con
. el inter6s dorivado de poner de ManUiesto las contra
41ooionee que pudieran tnrerirae del p "'.anteomiento nex
no no puede identificarse con el objeto eio tener en
~iaDo-lockeann (14) implica de suyo, a partir de la
cuente los sentidos propios suyos que dirimen su peroG,2
idealista del eonoc1mionto, la d1ticul
ci60, le cual no ea ya purosente empírica, 8ino indá~
...noia1 surgida en tnrno 8 la adecuoci6n cBUsal
tamsnte empírica, en lo medida en que el percibir presa
~ato 8enllU, puesto que la alternativa de presuponer
pone un ser oculto eo la experiencia si 'ata tiene que
.;. SubatretUIII ssp1ritusl en tunci6n del cual pudiera
mostrarse como absoluto, en ouanto que de otro modo la
~ plena 7 certera cuenta dol desenvolVimiento cn600a
experiencia no podría colocarae c~ clave de b6veda
.ti'ftl de la realidad conlleva, an6.1ogacente 7 como coa
del Conocimieoto, ea decir, como su fundamento, de modo
trapuato al car&Oter meramente nacina! de la identidad
que pera que esto Bea as! e. necesario preaUponer aque
.'beo1uta eepao1o-temporal newtonion...lockeane, impllc!
lla transferencia de absolutes, la cual por tanto tiene
~t. a le negaci6n de la realidad comn tal, eato ea,
que revelarso Como un "Sor" pleno 1 ain fisuras, de RO
do que la porcepci6n osconde en su fectioidad el ser
eamo sometida a condicionea especlo-temporalea 1 a su
que por lo mismo no 88 ajeno a aquella. iDe'fitabls p:resupoaic16n, en tantn tal realidad, como
. der1Y8ble 7 emanablo desde eu oric;en divino, por cuyo
Todo esto no 8innifioa de suyo .ino que la posi lDtermedio Be nos hace posible la cocnoBcibilidad como
bilidad de concabir como fundamento dol conocimiento a tal. oogn08cibilidad que, en modo alr,unn, requiere co~
la experiencia presupone netamente la eustanola!idad ~ ·8811ded, por cuanto la propia constltuci6n cognnscitiva
plíoita en la divinidad aunque transferida & aquella, del ser humano la welve 1rreloVD.tlte, lo cual e8, desde
de manera que la suotancinlidad de la experiencia e. PR 1ueSO. In que va ti ocupar la base fundamental del exa
aibl. al menoe identificarla Con .1 "Sor", el cual e8 aeatilns6tico do Huoe, en cuanto va a intentar reeol
dibuja peroeptivamento, coco es claro ya, conteaiondó ger er!ticomente la problem!tice nowtoniana-lookeana,
en su percopoi6n la 8uatencialidsd que, por ende, no es operando a partir, a BU ves, del criticismo berkele1a
divisible nI parcielizable. DO, 8n tanto se puede hablar as! en tunci6n de la absR
1uta ldealicaci60 de toda oonexi6n con la realidad.
~ este sentido. pues, lo percepci6n como facul
tal cognoocltiva humana implioa de suyo un conocicionto
humano estructurado como nspeculum dei", obligando en
1.,.2.0.- 11UME.
j
"
l
pudleramo8 disponer de uno GXplicaci6n indubitable del I
cerlcter empírico da nu9stro conocimionto, ya que, tal ':r"IIIIIientoT de las condiciones posibles, on tanto "campo 1
como señala 01 mismo D. Hume en au Enguir,y Concernine; .ibilidad" lelbnimlana, dispone de cobertura suficiente
1J
The Uumon Understanding. -ReCurrir a 1.. veracidad del pora asentarse como criterio oognoscitiYo, puesto que
Ser SUl~romo pnra demostrar la vorl!cidod de nllestroo sel! 4e 10 que ospeoUicamente se trata aqui no es más que
tldo8 es, desde luego, dar un rodoo m~ inesperado. e•• de la posibilidad de descubrir, con .fundada solidez, CA
.1 Ea universaloente aceptado por inYeatigadorea moder eo que exista naturalmente, o6mo sea posible concebir
nos, quo todos lns cualidades sensibles de 108 objetos, la eetts81idad desde nuestra limitada perspectiva humana,
como le dureza, la blandura, el oalor, el irto, la bl~ a3uat6ndon08 estrecha , concretamente a lo que, obJeti
cura, la neE;.I'UrL'l., son meramento eecundarilUl, no existen '... e inexcuaableflumt., nos ea dablá conocer, esto ea,
en loe objetos mismos, Bino Que 80D perC.peionee aiD ~ que 108 obJeto. "illlpresionan" nuestros sentido. '3 t ada
quotipo , IIOdelo externo alsuno que reproswtar. 8i se .... que loa ideaa que de ellos nos tormamos no son mAs
aC9pta esto, Con respecto 8 la8 cualidade. seauodaria8,
tamb16n ba de ser vllido para 1.8 aupuestes cualidad.. ....t..
QUe d'bUt. y Yagas impresiones de loo mismos. Evident.!,
buscar como l'Undal!lent:o causal otro que no 8ea el
propiamente empíriCO, no deja de sor un completo en~o,
mao tenor lil'.
pritlarins de extensi6n '3 1II011d... '3 no pueden 1118 6l.tl
dorocho a este denominaci6n quo la. pr1
meraa. La idea de e:xtonai6u 80 adguir!da ea 8U totali.
puesto que la configuración de todo conocimiento que no
.itu. BUB raieea en lo emp~rico no constituye do s~o
dad por loe eentlclos do le v1eta O de la sensDci6n, y .... que una extrapoloci6n do las susodichas condiciones
81 tt'dne las cualidndes pOl"Oibides por loe sentidos e.. _plriC8.8, OU¡II pretensi6n do validor: absolutamente ce
t'n en la monte y no en el obJeto, la miama CODclusi6o nera! no 8e conCede aino como in.traoci6n de los limites
ha de ser ~6l1da pere la idea de e:xtens16n, que depon especificos de le objetividad cognoscitiva humanal -La
de totalmonte de las idoos e~lslble8 o de la. ideae de id.. de una suutancla. 10 miuo que la de WI modo, no
cualidades secundarias. Nada nos pUede salvar de eeta ea .la que una colecci6n de idoa. simples que estAn un!
cODclusl6n, sino afirmar qua lna ideas de astas cualId.! 4as por la imaginaci6n '3 poseen un nombre particular a
des p~imQriaB son alcanzadas por Ibstracci6l!, oplni6n ai6nado a ellas, por el que somos capaces de recordar
Que,si la examinamos con riGOr, encontraPemo8 iniDte~ para nosotroa miamos o 100 otros Bsta colecci6n, pero
e;ible o inclu80 absurda. No puede concobiroe une e%tea
la diferencia entro aate.e idess consisto en que las cu,l
816n gue no soo tancible ni visible. y uno extonsi6n
lidadee particulares qu~ forman una sustancia 88 refie
tanClble o visible que no Boa ni dura ni blande, ni
ren corrientemente o un al&o desconocido, al qua se su
blanca ni n~era. está igualmente 8llendo el alcanoe de
pone 80n inherentea••• (••• )
la monte humana. ft (15) C••• ) La~ ideas abstractas SOD, pues, en sI mio
Ii
J
310 311
eotas raalidadea individUales 1 que 108 que peraanecen
determinar cualquier acontecimiento 8in~
por reprooentar son representadas solamente por modio
o inferir cualquiar causa o electo. sin la aaistea
del h~bi tI') por el qun lns reproducimos CUando alguna
de la observaci6o y do la experiencia." (17)
ocasi6n presente lna eXiGe. Esta ea, pUGS, lo notu~
~a do nuestras ideos ebstractaa y t6rminoe eoneralos•• Desde este punto de vista, puede lnt.'igire8 pe~
• El explicar lns causas 'dltimoB do nuostras accionol!l reotamente la problem4tlcB por la cual va 8 discurrir
men~olos os imposible. ft (16)
concepoi60 .etodol6gico-tilos6rioa humeana. eo el e~
d. que, apo,&ndoaG sobre ~l n6cleo de la crItica
De osta manera el lenomenismo humeano empieza a
a Locke 1 replanteando la problomática c04
Ildq'llr1r Ct'trtll de natUraleza, por cuanto toda deter::ni_
"poacitiTa newtoniano-lockeanat llegarA a determioar el
n~e16n do objetividad COl!O080itift no puede a.aentarse
"ear6cter renom'nico de la auto-gnosis humaDat la propia
do lOluyC en 01lll1'loll explicaciones raeionales, qUe la r.t.
~it~oidad dé la misma, entendida en su t'rmioo abs~
currancia a lo exporienoia tranat6roase en un criterio
'1'10 repreae'l'lta mAe que una ¿deooptrix? complot_el!.
de vertJc!dad nbsolutnl:'lente lrrebasll'b18Y ad ....-Aa toda
ift808ton1ble. ya que, evidentemente, para doterminar
contieuroci6n de racionalidad tiene necosnrinm~e que
'.011 exacta certeza la veracidad del conocirJiento .,0 se
conGolidn~e a partir da 0110. Apareoe éS! dGse~nblo
puMe, en 10 que raer,oota al plano propiome'l'lte eual1ta
todo apriorismo por principio, de tal modo que 188 ba
-tI..", que 8. 3ustomonte lo que constituye el n4cleo de
sos de laa mismas "relotlona 01 idess", talea como la
" t. 01'1tl08 berltole,ana 01 Intento euantitativleta newt.Q.
8«30js.nZQ. conti~ldad espacio-temporal ~ In relación
81aDo-lockeano, preceder ml. qua de contormld&d con p~
eauGal t no pu~den detaroineras alno corno espectrlc8a
IQpOner la posibilidad de la a81gnac16n ceusal para lo
"llUlttera Jt fact", on funci6n del hecho de que maestra
GUal, de~~. luego, '1'10 Be puedo pretender entera 7 com
objetividad Cognoscitiva ti~~e que discurrir ine%ore
pleta nrncidad. sino a1nple verosimilitud.. Sin embargo
blamante, de contoroidod con el supuesto empírico aonA
DO puede dlr1mirae ZOApecto de eeta simple sproximoci6n
lado en In impresi6n (teelins) como C!t%PI'ési6n 6ltima
y remota desde la cual hoy que vertebrar t0d.8 aquolla
_A. exactitud que la que .e deriva de la mi~ asigna
e16n cauaal problem6tica, que es precisamente lo que le
posible objetivida.d cognoscitiva, .....:r-),. causaD '3 eles
lleva al mlomo Hume a plantear la probl~~atioidad de la
toa no pueden doscubrirs9 por la rnz6n, sino por la
-ratio lIIatheaotico fl en su obra 1'1'1ic1&1, Treatieo al Uu
exporiencia•••••• Nadio 80 imagioa qus la e:JCplosi6n de
aan Rature, como expresión de lo univerS91idad do sus
la p~lvorn o la atrncci6n de un 1m!n podrlan doscubrir
eoncepcione:~, aun cuando en esta obra pervive con fuer
se por aedio de argumentos a priori... (por lo que, ea
.. 7 vigor todsv{a, precisamonte por no extreol" lila oon
evidente quo) ••• Todo otecto 9S un BUCOSO distinto do
8ewencias revolucionarias de su obra posterior, Enqui
BU causn. Ho pOdrio, por tanto. Ilescubrirpe en su cau
'17 Coneemine; the HULlan Underetandlng, tal como uef'l.ala.
aa, '3 SU hallazgo inicial o reprasentao16n a priori,
el propio J. No%Ont adv1rt16ndonos de semejantes CODeo
hAn de ser onteramente arbitrorios. E incluso deepu6a
etanolest ouando n08 dice) "~~ sistema til0861100 quo
de habel' sido Bu~erida su conjunci6n con lo. causa, ha
lJume había proyectado. inapir&ndo8o cm NewtoD, era UDa
do parecer ir,unlmente arbitraria, puesto que u1eopre
aventu1~ ~V incierta. A la hora de aplicar el m6todo
h~ muchos otroe efectos que han do pnrecor totalmen_
e:xporimental nI pe!'lsamien"to, sentimiento 1 8coi6n hume
te coneruentoa y naturales 8 la rnz6n. ~n vano, ruca,
n08 ae p1anteaTOn dificultades t6cnicas abrumadoras. K1
312 313
in tonto de e~plic8r cientíticamente 108 ocontecimient08 dad del plano cognosoitivo humano, para comprender 10
manteles ~e vió viciado por un problema insoluble cro~ eual, pues, hoy que discernir con nitide. no eólo cu61
do por. 01 dualismo metafísico que Hume daba por aupueo ... la base teleo16gica que vivirica a las eocione8 h~
to. Aun cuando hubiooe podido superar 8etos problemos ..nas, sino, ademAs, como pueden 'stas engarzarse a sI
metat!sicos y rnetodo16~ic08, fhuBe habr1a llegado n la .1aDaa con viata8 a determinar pIona Objetividad para
brecha insalvable que separe las teoria8 descriptiv8s, lI\1'b,yaoente racionalidad. Todo 10 cual, por otra pa.E,
con las que los cient!tic08 emplricos explican loa pro ••, no Be presentarA de SUla m6a que bajo lae cond1ci2
ceeos de pensamiento, de lae reglas metodo16gicae, con ••• espeoio-teaporel.a 7, por ende, baJo la másoara de
las que 108 16gicos eva16an los productos del peneamle!!. la lapo.ibl. reali••oi6n efectivo de aquella finalidad
to." (l8)
p1'4I'-Ppuosta, tel como n08 lo presenta, como problema
.• al propio Hume, .n tanto eje gravitatorio haoia el cual
En la 61tima do lss obras mencionadae, el propio
ti.~ a olarificar el panorama cognoscitivo su conco~
lfume aborda le cueeti6n matam&tica, dando una alteroati
va de exactitud, puesto que olIo la permitía seguir Pr.2 .i&o lI!l8to4ol6g1oo-!l1os6tlcal "... LI~ en toda la nat,!!
tundizando en 8Us investigaciones ein obat&culo alguno, 281... IlBO m6. misterio.o que la uni6n de alma y oue~
10 que, implicito en el entusiasmo inCipiente, al de8c~ po, fm Yirtud da la oual UDa supueeta sustanoia eopir!
brir la problem6tioa cognoscitiva aoerca de la validez . , tual adquiere sobre 18 materia influjo tal Que 01 pen
:"M!IIiento 111&. refinado e. capas do activar la materia
causal del autoconocimientó humano, 1. condu~o a un es
coptici&~o radical que, sin embargo, DO era necesario lo" grosere?" (20)
en modo alguno, a excepoi6n como m'todo de ruptura 1n Aa!, pues. en ares a d.t~inar la posibilidad
vésti88tiva, como 61 mismo indica que "la gran ventaja d. ....janto conexi6n 8e requiere esteblecer de modo f~
de laa oielloi8s matern6tic8S sobre 18. morales consi.te " tl00 • inmediato la posibilidad veritotlva de la CODe
en 10 siguientel los ideas do l8s primeres, al ser sen d&o cBUcal. ;,a que 80J.O os! se podrIa salvagunrdar la
sibles, 80n siompre claras y precisBa, la m&a .1nima ~ tr&naterenc1a entre lo racional 7 lo f'ctico, puesto
rerencia ontre ell09 es inmediatamente perceptible, 7 ... "todos nuestros razonamiontos acorca de las cues
loa t6rminos expresan siempre las mismas idea., ein em tione. de heoho parecen fundarse en la reloci6n de ~
bigOedad ni varisci6n" (19). Be pana as1 d. relieve que JI 7 !tecto. Tan 8610 por ~edio de eota relación pode
la especifioidad del lnter&. humeano, aun cuando acaso 110. ir 1Il&0 e116 de le evidencia do nuestra I:IGlDoria y se!!,
61 mismo no haya sido todo lo consciento de su inveat! t1do.... ••• ¿Da qué manara, preguntD1 habrIa de proce
gooi6n, no gravitaba simplemente sobre un escepticismo der la mente en esta operaci6n? Habré de inventar o im,a
groseramente inteligido, sino que, apoy!nd08o ooncreta 81nar algGn acontociQionto que pudiora considerarse co
mente sobre la problem&tica abi~s por Berleley y, plon
teando él problemo de la ba•• oualitativa de conex16n
.0 el erecto dO dicho objeto. 1 e. olaro que esta invea.
oi60 ha de sor totalmente arbitrarie. La mente nunca
oognosoitiva trento al cuantitativiamo empirista looke~ PUede encontrar el erecto en la supuesta cauoa por el
no, .8 da de brucos con un problema de indiscutible vi
••crutinio o examen m'. riGUroso, puea el orocto ea to
gencia. En el sentido de Que. si bien toda detormina talmente distinto a lo ceusa 7, en consecuenoia, no pu~
oi6n cognoscitiva hucana no puedo rebasar el morco eSPA da ser doscubierto en 61. ( ••• ) T, como en todsa los
cio-tamporal, ain embar~, tel oarao no agota In totall Oporaciones do la naturales8, la invonc16n o la represoa
314
puosto enloce o Qonexi6n entre causa y etecto, que loe a operaci6D partiCUlar produco una propenoi6n o renovar
une y hace imposiblo gua cualquier otro etecto puedo r~ .1 mismo aoto u operaci60, sin estor impelido por nin
$uHer de la oporncU5n do aquello enusa." (21) lartion .g6D razonamiento o proceao del entendimiento, deoimos
do de toles condiciones, es entoneos obvio qua la dnien 8iempre que esta propenei6n e8 01 etecto de la Coetumbr,.
p08ibilidP~ de asentar el criterio veritotivo da l. co r. cosf;ullbre es, pues, gran g1da de la vida humana. Tan
nex16n cBusol no puede residir m&s que on aceptar la p~ 111610 esto r-"incipio haoe que nuestra experiencia nos "".
blematicidod del fundamento enlozante o coneQtivo, es • 4tll 7 DOS obliga a eaperar en el tuturo una serie de
"idente de su;ro quo, aunque lo apoyemos en la experion acontecimientos slm1larea o los Que han apare~.ido en 01
cia, 6sta tampoco ae revola par se Como criterio dete~ pa88dO. (22). As!, disponemos de la posibilidad de com
minante, puos, 8i bien h83 determinados tipoa de conoe! prender la "para construen." del rsdicalismo e.c6pt1co
miento cuyo incardinac16n empírioa ea poaible, ain em
bargo, la totalidad del conooimiento no se redUce a 'e
tos. Hay que e:xpl1ear por lo tanto como 88 ssienta aqu,!
""""0, 81 cual, colocado .trente a la cuesti6n de ele
,-..toO' tundademetlte .1 contro ele la causalidad eOlIto
~cipio cognosoitiYO, deba admitir su problematicidad.
lla posible veracidad, y aeto 80 justacenta 10 Que etUl , . QUe la objetividad coen08citi"a qua le e8 inherente,
de al propio Hune 11evando1. ea el Treatla., hasta e
en 8ll con'telCtU:ra ....spacial 1 a-temporal. 'Joma deviene
convertirse en crítico de la certeza inheronte a la
ft
preswiptivo suponerlo para poder otorgar fundamento de
rA
tio mathematic.-, ya que el aseguramiento, coxo contr~ "1'8cidad absoluta. tal COlllO se pretendo, no puede artA
partida, de la relaci6a causal tendría que ser nltido 1 aularse mAs que por el filtro de referencias roiterati
obvio allí donde preCisamente no se revela m&s que como Y88, al modo como se DOS tacilita lo virtualidad conee
sujeto a probabilidades que bec.oitoo por sl miomas ex~ ti". a trav6s do la eoetuobre. En detinitiva., la cont8,&
menea ulteriorss, pues aunque -Supongamos ahora quo (una tun 8iama de plene ceJrtlllla cpgnoscitivo DO puede asen
pereona cualquiera) ha adquirido eSa experiencia y ha tarse, de S'U;Jo• • que en el heobo de adecuar &ptb:la
vivido en el mundo t1~po suticiente como para haber o~ mente su probabilidad, por tanto sobre le simple veroo!
servado qu6 objetos o acontecimientos taoilinro8 ostan ailitud doagejabla de la mora oreenciat nDi~, pue., quo
constantenente unidos. ¿cuAl es la consecuencia de esta la creencia no 8S sino una illlB8'On lII&e vivida, intonsa,
ex?eriencio? Inmediatamente intiere la exiatoncia de un Tlgoroao, tirmo y .e&'!ll'B de un objeto que aquella que
objeto de la aparici6n de otro• .Pero, con toda su expe la lmaginnci6o. por sI sola, os capaz de alcanzar. C••• )
riencia, no ha adquirido idea o conocimiento alguno del 1 en la tilo8ot{a no podemos ir m6e 10j08 de afirmar
secreto poder por el que un objeto produee el otro. nI qua la oreeDci, es algo sentido por la mente que distin
está torzado a alcanzar tal interoncia por cualquier cae las ideos dal juicio de las ficoion08 de la imeg1D~
proceso do racon8Qiento. Pero. de t~ maneros, so en 816n. tée da m&. peso e influjo, le8 bace aparentar ma
cuentra obligado a realizarla. y aunque se convenciese 10r importanoia, 10s impon o a la mente :1 laa hoco al pri.u.
de que su entendimiento no tiene parte alguna en la op~ cipio regulador de nuostras acciones. (•••) Desda luego,
raci6n, de tOdas tormos continuad pensando del Mismo existe una probabilidad quo sv~ do la suporioridad do
modo. Hay alg(ín otro principto que le determina 8 formar posibilidades do ,na do lee alternativas :1, aegdn aum~
t. esta suporioridad y sobreposa loa posibilidades con
316 317
trariae.. la probabil1dod aumenta proporcionalmente 7 en. aupone que existe un e610 dios, que es la pertee
gendra un erado mayor de creencia o asentBllliento on fa de la rBa6n ~ la bondad, pOdria, si fUera eeguido
vor de la altornatlve, cuya superioridad deecubr~. C. ~.lD8Dte, abolir todo lo tr{volot irracional e lnh~
•• ) CUando un gran n6moro de experiencias en determina. del culto •.' 8111'.;(.080 ., .:......:... ~ loe hombree el ejemplO
do mOQento, concurren en un mlemo hecho, lo Eortaleoen ineigne asl como 18a mAs convincentes razonos de
7 confirman en la imaclnoci6n, en~ndren el aentimiento ',..-tic!a '1 benevolencia.
que llomemos 2;009018, y daD a SU objeto preterenoia 82 C•••) La 1"Oli&i6n prit1iUva de la humanidad ti!,
bro el objeto contrario que no e. apoyado por un n4mQro 8Q fuante principal en el inquietante tomor dol tu-
ee.ejonte de experiencias, nl aCUde tan trecuentemente
al pensamiento cuando 'ate traslada el posado al futuro. C••• ) L8 l~oranoia ge la madre de la dovoci60a
(2') bt aqu! UDa m!xima que as proverb101 '1 que ha sido coa
Aa!, puea, de contoI'lll1dad oon la problemltica in firmada por la exporiencia general.
troduc1da por lo determinad6" d. la objetividad cogn0.l C••• ) ,o6mo Doa vamos a quedar satisfechos en
citivn en torno a la Yeroa1mU1tuc1 oreenoial (baliet), ~ODC" oon respecto a la cu"sti6n de eae ser al qua tÍl
se abre pRDO en la conciencia c1~nt!tioa moderna, a tr,¡ .apoDe. autor de la naturele.a o, segan tu sistema de
"". del an611aia humeano, la d1tioultad de tundameDta aatJ."OpOlItOrti8l"o, I"f'IT! respecto a 8.8 mundo ideal al que
c16n del conocimiento. 01 enol no puede quedar reducido be. . que lIe remonte el ItJU1ldo mater1al'l ,No tenemos loa
al 1II0ro cuantitativ1smo nGWtoniano qua, lIIarglnando la
.lemaa rasone. para hacer que es" mundo 14.81 8e remoD,
cuestión ~n torno a la diYinidad, raauelYe en una 000 t. • otro mundo ideal o a un nuevo principio intelisen
trcdictio in adjecto la oompleja cueati6n ante la que te' Pero el noa detonemos 7 DO YaDlOS lilAs lejos ¿por quA
~ que colocarse, que os, 3uet8I!Jente, 10 que comporta
ir proo1.amante hasta aquU ¿Por qu6 no detel'lsrnos en el
como colncidantia oppoaitoruD la or!tica berkel~ena 1IImd.o lIIaterIal? ,0&120 podelllOs darnos por saU.fechoa
que no podIa quedar IU .".IrCe" del altanon bumeano '7 por a1n continuar in intinitum'l t, despu6a de todo Lqu6 ~
o~o intermedio so V8 el propio tilo86~0 ..ooe6& 11....
tiat8cci6~ hay en 808 progreei6n infinita? ( ••• ) Seria
do a establecer 8U rAdical critica al conocimiento re~
me.1or por ooo81cuiente nn mirar nunca m6a allA del mus.
gioso, que ea un eje ~vitator1o de primara magnitud
do material preoente. SUponiendo qun oon~iene el prin
para medir con ul'Jctitud el aloan.e de au coocepci6n lI.t oipio de su orden en si mismo, at!1'III8Il10B en roalidad
todo16gico-tiloa6ticat -El politeiamo o adoraci6n idol!
Que es Dioe, 7 cuanto ~!B pronto llegueco a ese ser
triea, al estar basado {Dtegram.n~e en la. tradiciones
cSivino, tanto me;!or. OWmdo dGS un peDO lilAs alll del s1.l.
vulgares, so halla expuesto a este grave inconvenientes
tema del mundo. lo 6nioo quo haces 8S excitar un bUDor
cualquier pr6ctica u opini6n, por blrbora o eorromtl4a
lnq.u1e1tiYO que no es posible 8': 1st'acer .lemas.· (24)
que 80a, puad. ser Elcaptoda por 61 7 dojo un amplio 1D8;t
gen pora quo la tGllaQuerta ee erijo sobre la oreduli Es.. pu.a, as!, de conformidad con los presupu••
dad, hosta que lo moral y loe sentimientos humanitarios toa do su critica reliposa en su. Natural Ubtor,y ol
expulsan loa sistemas religiosos de entra 108 hombroa. Rel i l1'J.on y Dialor;uea Ooncerning Natural Rollgion COIllO
( ••• ) ~~ ;.."_onotelsmo el.: todo lo contrario, tonto Hume pone de monitiesto la total coherencia de su pen
en aus ventajaa eomo en eUB desventajas. Como asto aio samiento, olkinando todo teleologismo como ostruetura
318 319
Clognoscitivo relir,iosa, pUos, caso de ser cIerto, antes .. reallaa 8in alguDa rorerencio a las acciones de
tondrta qu~ validnrtm a sI mir,mo, on tonto tal teloolo 4emAs, lss cuales BOD imprescindibles pora que 80
gisrno, do acuerdo Con 10 Posibilidad de que nos tuera la intenoi6n del agente. C••• ) t, ciortaaen
posible expl1car n{tldsmento su 8itue.Ci6n oc;pncio-temp,2 cuando cr 081 d~r8lll08 (c...!rJ ¡¡;';$Cuod8l!lente ae vinculan
rlll, aiondo absolutomente noceoa-io sometornos a taloa ""tre sí la evid_.neia patura], '1 la evidencia .!2m1, '3 .---"1
limitas cognoscitivos, entonces se boce completamente ~.n une 8ela e.dena de inferencias, no tendremoa
indispensable no oObrepODBr.. en m040 alguno, la aatera ~ en admitir que son de una mloma naturaleza '1
Clr90nciel ~nteriormeDte reseñada, por lo que si de~o8 de 108 .tamo. prinCipio••- (25)
a.1ustaI'TJos expltoitacGnto a ello, la posibilidad. de _
clarar para la 111181:10 una ob.1etivida1 no puo:!.J de BUyO COnsigUientemente con lo dicho, 8. evidente qua
~08trnrso sino como sujeta a un relativismo. Eato indu tun4emeDtaci6n bumeana de la oritica al tenómeno ~
dablemente marca y detormina toda POsibilidad, a BU ves, en tunci6n de la imposibilidad de dar raz6n
do obJ~tlvidod cognoscitiva en ~!anto quo 'uta tien9 que 1.u 08Ullas Unalo. lO 6lt1maB de codo absoluto, pro
inclinar$8 ante 10 propia legialaoi6n oxtraida do lRS -01 principal decto del exsmOt'l osc6ptico a QUe
mismos accionoa humanas, c~o conocimionto, como tal 1. DaaG las pretensiones de la motntisiaa••• (0r.L
Sioloci6n, On tanto autonnoeta aocio16gico.. tlO pUOdo ~o sal) ••• el eooovamiento de dichos fundamentos.
darse sino. como dijimos, relatiYillsndo todo el _reo it als6n aapecto de la filosorie de HUBO e. tan t6cil
gonerol dO CoCOoocibl1idad, a la va. que c1rounacribi6A de var como la inrlucocia p081tlva del m6todo newtoniA
dolo toxst1vomonte a l . reo.urrencia hiat6r1ea, puesto DO, e. precisamente la condona de loa eapeculaciones
que no disponemos do otros Dodioa COr,noacitivo., que os teo16gioas en que incurriao loa newtonianos" (26), tal
~rocisa~ont. lo que fundamenta el tonomoniemo bumeano eual, COIIlO hemos ind1cado, re.aultaba un postulado inso.!.
on todo lo que de Conatructivo tiene BU e8cepticismo r. ~able d.~d. la artioulooi6n critica de la filosofía
dical, tal 001110 noo l~ :l•.::p%'e:Ja '1 mismol "E. untversal_ ~lfqan•• 00 el sentido de que ambao, atendiende 8.
Dente odmi t1do qUe ha:? una gran unUormidad en las aceia. 8U mera torma absoluta, colmpllcan una indubitable cer
Des de 108 hombroa do todos las tl9cion08 7 edades, y que tosa quo, aln embGrRo, no cerre paralelamente COD el c.!,
la naturol~8a humana pormanoce 10 mtsma en lo que rsBpe~ rAotar problomAtico y rolativista s trav6s dol cual di.!.
ta a SUs principios 7 operacionos. Los miam08 motivo. carro la previsible obtenc16n de objetividad co~oscit!
han Producido .iampro las misma. 80cionos, los mislllOs
. . desde la 6ptica humano, 8&660 él planteamiento humo.!,
acontecimiontos .e siguen de laa miama. causas. C••• )
~. en tanto ooodltio 8ine qua non de doterminaci6o de
stn -barso, no debemos SUponer QUe esta uni1'ormidad de
la realidad erecUYa de la susodicho. ob.jeti 'rldad.
las acciones humanas se realIza hasta el punto do ',.l"'oI
,todo hombro, en las miamos c1rcunatanclast obrar6 exrio Lo cuest16n aceroa de la cortoea moral, iDoludt
tam(imte do la micma manera, ain contar Con la diversi blemente, debe cser tambi&n en el seDO de tal relstivia
dad de oar8ctoros. pro~uicios y opinionen, En nlng6n mo cognoscitivo y, en consocuencia, flltrcr8~ a través
bbito de la natura19la 08 onauentra u..,l.formidad on to del marco doclsorio subjetivo, ajust&ndos9 expre8amonto
d08 108 de1:rtu.,.q. C...) lo;s tr.n erando la interdopenden • la b6Gqueda del 6ptimo grado do placer y al m!nimo do
oia de 1013 hombros en todas lno sociodades quo casi Di!! dolor, tal como 8e infiore do la morgiDslidad bajo la
gana acci6n humana ea totalmento coeplota en sí mismo, Cual se considera todo iODotiomo cOBnoBcitivo. Aa! en
obli~Bda cohorencia, la oriontaci6n general dal proble
321
32J
me apresuro" a ccntestar. Perque de otro mo
me co~oscitivo, máximo en le que cencierne al plano no podria subsistir la sociedad••• " (27)
1nott.aI 7 vicioso, puesto que la eticiencia del cont~ .-lere, inevitablemente, UD lIIarce pOlltlco-oen stitucio
to social, 00::10 reuni6D existencial 8ccial de 1cs hom ae1 qua permita el desenvolvimiento. de 108 intereses,
bree, baje In 6gida del gobierne, no. preci.. de el .... laD euan4e, dende luogo, sometido ¡ate a aqu61, en le ·',1
\1
1(U8 la evidente concluG16n de que 8610. de eea 11180era 011 preclasmento, posee de ordenaci6n Y normatividad, '¡
J
cómo S8 haco posible conservar la vida de 108 miemes sA pel••, evidentemente, la base gubsmamentsl no puede h.l
res humanos que, aisladamente, no. aerla pesible lIine 0.,2. liarse totalmonte escindida de 108 objetives quo su p~
mo falacia metodo.lógica, por le que la aceptaci6n de la pla contextura le prescribe, 108 cuales vienen dados en
dosigualdad social, ae! come la completa neceoidad del tuno16n de la erientaci6n lnvolucrada en aquolla "epl
F,Obiorno, 8en condicieneR reales, ineo.el$7ab1es, de la 'Dl6ra genere1."
vida humana. Esta, en tanto. tal, no puod.G interpretarse
Desde tal perapectlva, por tonto, es eb'Vio que
322 323
do perturbador, facilitando 01 pacifico diSCUrrir de
tedo por .1"derecho a ln pro?lodnd" ea dosonvuelvo oon
los cambios y el propio desenvolvimiento de la misma
la 1Nl70r libertad. En reo.l1dad puo1.o decirse sin tomar
• peDar de que "las 6poces do mrua alto espíritu pdbli_ e1suao de equivocaci6n que es este "(lorecho a la pro
ca no sie.mpre sobresalen por las virtudes provedas". en
~ledad· quien configura aquella estructura organlzeti
10 que se atisba claramonte la vota oandovllliéna que
ya del poder polItico, Begdn noe lo ha dibujado 01 p~
anima al ponsamiento tilos6fico-politico humeano. Evi.
pio Hume. puesto que ello 8S consocuencia tundomonta~
dentemento, la .Btruct~ organi~ntiva partidista, so
. . 48 loa 1&K08 socialea por loe que discurre la vida
bra Cuyas espaldas reCDe la m10i6n 7 01 comotido da ~
bumana. la cual de.arrollAndo.e sogán unos condiciones
rigir la vida social, pol{tica y econ6cice, tiena gUe
s.pue.taa inevitablemente desda el punto de vista eco
articularse de acuerdo Con el antedicho respeto a la
.&aleo obliga a oircunoribirae taxativamonte a lna mi.
conotituci6n 80cial 7 3urldica m&r4ade. de forma que
.... en cuanto que dada la ••casos de bienes, .n la JI,!
la mismo actividad Partidista quede oircunsorita en el
4lda en que la absoluta abundancia de 108 miemos DO
"'eno de Partidos roCidos por "prinCipios" (29) que 8S
NDetltuye m6a que una -fiad6D poética de la ~ á!
la base de la actiVidad pOlitioa del mundo moderno, que,
flS," que tioue eOlllO contrapartida ineluctnble la "!12
como catalizadores de los iatereve. g9nSralee. de~
llen los miemos interesos, tal cual puede observarae
.&é ,,~pe§,!CI do1 1614.9 .!&!. Rllturel!!aw (53), Dada
... operativo. entonces. que, a.1ust&ndo.e expresamente
que existen "d08 partidos de Prinqipiol implicados en
• tal limitaoi6n. diaponer una reglamentaoi6D Jurtdica
la naturaleza misma de nuestra conetituci6n 7 que pueden
de aquel ·Urocho a la proplodad" como condid6n de a
Con ba~tanto propiodad Ser denominados de la ~ y del
MgU1"8IIIanto de la pas oiuda4ana, como "interesea gens
l!!!!" (30). a cuyo baria se PUede per1"ectOJ:leote YOr 1W1•• de la aociedad" (34).
reflejado el avance dado desde la Revoluci6n da 1688.
pues, evidentoaonte, por 8\18 POros oireula el aire que Ea claro entoncDa que taxativamente circunsori
Conserva viva y 861ida la propia conatituci6n eooic-~2 tos • tal lImite social, aeg4n viono mediatizado por
lttica, ya. que..... Un l.2Ez puede ser detinido cm pocas el derecho a la propiedad coco 6nlca alternativa quo
palabras Como amonte do la monarquía. aunque ain dee~ permite operar COD el marco uocial en el que los hom
dar lo libertad. 7 partidario de los EotuardOB, 7 UD
bree deaonvuelven sus aociones, no hay duda olgana de
.!!!!!!G como amonte de lo libertad, aunque ain renunciar a
que 8108 intereees gonerales de lo sooiedad- daban pr,L
la monarqulo t y partidario de la dinastía protestante
-.r eobre todo tipo d. intereses, sin que no obstante
de 108 Hennover* (31), por donde 80 reouelve claramente
ello implique nlns'n aplastamiento d. 108 propiOa intS
el problema acerca del derecho al poder" como compleme,a
reaea Individualee, en lo medido en que deben hallarae
to Justo 7 adecuado al "dereoho a la Pro~ied8d", oomo
sarontizados por el propio -derechO a la propiedad".
ejes de CoordenadDD dosdo 108 cueleo tiene que gravitar
dad depende de lns leyos Civileo t se roconoce que lna ldeale$. en la medida 00 que &oto8 no vienen
l8.1e8 ciViles no tionoo otro objeto que el interés de eigniflcur.&. que falaciaa que no atienden a la ve~
la 80ciOO84. f'or 000, tiene que raconocerao asto como ~,f1le4erll constituoi6n do la rO'alidad. la cunl DOS indica
01 Goico fundamento de la propiedad y de la Justicia• 'de UD"e coaplet8lllente nítida qua la oboervaci6n de
••• ~ (36), no existe otro altornativa qUe tomar la .~ 18.1es tanto pdbllcas como privadas, o sea, tanto
ü
tilidod pÓblicn como tal referencia, advirti6ndoae ¡..u.ticea oomo c1viles, ea 10 que oonstitU;Ye prinoipal
expresamonte que esto referencia DO surge m6s que de _--- la base por la qua discurre toda la vida 8Oclo
la realidad t'undamentadora del haCho social y pol!tl ,politica 7, eo eate oeotld.o, tambi6a la justicia pro
ca, en la medida en qua la contrapo8ici6n entro i~ : ti_ote dioha que por lo mislIIO no debe extrapolaree a
dad Y deaigualdad DO viene 8 alenificar m6s que una _terioe puros que no conducen de su"o mAs que a tal
oxtrapolaci6n de egu'l sentido operativo desde el que .eart COlllO hemoa dicho, la propia :realidad, al modo cp,
h83 que esentar to<:le cocnoscibll1dad cientlfico al .o'oourre por ejemplo con el inanaturollsmo ('9).
respecto t en cuanto que·... las reglas de eqUidad o de
Desde e.te punto de vista, puos, rospetando tal
justicin dependen enteramente del particular estado 7
toDO resulta ineludible la operatividad desde la que 88
COndici6n en que estAn situado. 108 bombrea, dobiendo
..lenta 1a cobertura del conocimiento cientítioo no es
BU origen y existencia a e8a Utilidad que ra8Ulta pa
4ttloil advertir el 1napos1tiviamo en cioroes que gal
ra lo pdbllco do su estricta y regular observanoia•••
,'11mb. al, pensamiento polÍtico de Hume, desde donde se
La 8itue.c16n comt1n de lo 8ociedad. consista en un tlz
baot .ntono•• posible COlegir la espeoificidad da la
mino medio entre todoe eBOS extremos... De aquí, pUGa,
't'14a social, en la medida en que ella Obligo 8 predi....
quo 1!18 idea., de propiedad. lleguen a sor necesaria8 en
poner al intercambio tal como es consecuencia de tal
toda sociedad Civil, do ah! deriva la justicia BU utA
aentido eoc1a1, intercambio que obliga no 8010 a partA
lidad para lo p¿blico, y s6lo de ah! sale su o6rlto 7
su obligatoriedad moral." (31) aularea, alno a8imismo a la8 propioa nociones, en cuu,n
to que tal predicpoaici60 tambi&n debe alcanzar a 6e
Pnrtiendo, por consiguiento, de tales heohos,
tas, como expans16n de BU industria y de 8US mDO de
es claro qua no es poaiblo más que callo simple extra
influenciae acon&.ica8, desde donde edificar el acceso
polac16n t 80r;11n nos ha indicado el mismo Humo. decir
.al mayor bienestar posible. ya que time atrevo a afirmar
que la virtud de la Justioia no S9 8Umple on el plano
que al aumento de lu riqueza ,. el cacerola de una aa
pOl1tiCO-SOOial, aGn cuando aCa80 no adquiera este
olóo no sole no perjudica, sino que de ordinario tomen
cumplimiento la extensi6n desoada, le cual no ee mAs
t. 10B de SUB vecinos" (40), 80 la medida on Que ello
que Una simple Petitio prinCipie (38). f~ este sonti. .S UD bien social al que ninguDa 08ci6n puede renunciar
do, ha.,y que advertir que la garantia dol orden ,. de puesto que tal renuncia DO significar1a eás que no at~
la pea C!vica 8&10 tione lugar a trev6a do eate reo dar al criterio de utilidad soclal quo debe estar sin
péto por las leyes públicas,. civiles, en la medida en embargo a la base do toda deoisión politico-gubernatl
que su tuerza no reside más que en aquellJ. conserva .... , en cuanto que "la mejora de lo industria naoional
oi60 del orden y de la paz oiudadano t o cuyo trov's .. la bose del comercio exterior. Donde s~ cultiva ~
se desarrollo la justicia propiManh diCha. per1'ecoionn un g:-&;¡) n6moro de productos para el Mrcado
l
interior siompro h8brá alGUnos quo puadan ser exportados
326 327
oon beneticio. Pero si nuestros Yecinos carecen de sr
~e cuando nada se opone a que debido a la interrelA
teo y cultlvrs no pOdrán adquirirlos, porque nada ue
en que deben riYir talMl nociones se pueden orear
nos pn6r6 dar II cambio. ~~, este alrpeoto. lo. estados
se oncuentran en la I!lbma sitUtlc16n que 10(\ individuos.
seria de ~G. de lea Naciones" por la. cuales ha.
80 aparlc16n el sentido dtil de la jueticia como viE
F~ diticil que un hOl!lbre sea irduetrioao cuando todos
sue oonvocino8 son indolentes. La riqueza de 108 miem tu4 que no puede _.pararae del propio desonvolvimiento
bros do mi ccomunidad oontribu;ve a aumentar la IIlb, cua¡
quiera que sea lIIi trabajo. Consumen el producto de mi ..,.e
. . 1a& aocione8 humanas, cualquiera sea BU nivel o al
(1t2)
nctividnd y me Proporcionan a cambio la 8\~a. ( ••• ) La Deme~ant. aJustamiento al sentido operativo del
e/llUlaci6n entro les n.s.ci.onoa lIim mth!! bien pora mentA ODoooimianto conetltu1. 00 8010 una caracterlatica del
nar viva ln industria on todna eUas..... (41) pea_lento humeano, sino, 881111smo una co:racterlstica
del pan_lanto Wrgu6a en general en la modida en que
En el trancur80 del 8iglo XVIII, Be&'1n ea oomli,a
. . bao. cargo de los propios limite. do BU racionalidad
mente conocido, 01 incremento comereial adquiere un Y~
lumen considerable respecto de 108 aigloo preCedentea, 8OOUl. _to e., da 18 racionalidad derinda del propio
puesto qun a .tin de cuenta. el imperio brit6nico n be ranolon8Dianto del sistema capitali[~a, el cual nO pue
conYertido :ra ceai en Uba 1'ealldtld. tal como lo viY16 de etitar asumir la. condlcione. por lae que diecurré,
el propio Hume. Ellta expo.nai6n cOIIIereial. Producto del oond1cionaa que implican de manera ineludible la con.e~
desarrollo de una industria Dacional. 8sentada sobre 10 . .01&0 de una desigualdad en la8 relacioDo. sociales ea
disposición de materias primaa adquiridac a baJo coete tendide4 lato .ensu, sin que DO obstante deba ello ver
eouo consecuencia de la dominaci6n polItioa e. Una eonJ! .. oomo uo entorpeoimiento d. la 3uetic1a en la medida
tante carscterisadora del misao imperio británico, en en que la proporcl6n de '.te corre paralelBJllente CCJQ la
tanto expreei6n m&a acabada. .egdn una 6ptioa biot6rl_ legalidad visente, cuyo acotamiento ao plenamente ventA
ea, •• laa condicione8 impuestas por la ley del morea 3080 precisamente por la utilidad que reporta eo tanto
do en el sistema capitalista de relaciones socialos, en .., cuanto garantil:a a su YO la oon88"o.ci60 del orden
la medida en qua la obtonción del boneficio conetitU7e '1 de la pu c1\o'ica.
la piodra angular d81 mÓYll económico 8 indirectamente Una vea llegadOS aquí es noce~¡ario advertir Que
filtra por sI mismo a todas loa actividades restantes. la cCJQstrucc16n dal ponaamionto pol!tico-social bumeaoo
L3 neceoidad do involucrar Il. la8 docl6s unciones secón poaa. UDS8 característioas muY especlCicss que contras
esto eje de coordonadas. tal como n08 lo subray6 el
tan decia1vamente con lS8 de Roueseau aun a poaor 7 pro!
propio ilumo, no ea de suyo mts que la 16l~loa oculta del el.amonte por le precaria amistad Que les uni6. Acaso
proceso de dcminación Que es lnheronte al propio .tunci~ h818 pocaa ocasiones do encontrar, tal como parece aer
namiento dol sistema capitalista, 8 la cual hay inevitA 'ata, una contraposici6n más prorunda entre contigurooi2
blomento qUQ plegarse, en la modida on qUé tampoco es nee te&rica8, teniendo on cuenta le casi portecta aoeta
operativo hablar aquí ni de una igualflnd ni do una dos!
Deidad de ambo. ponosdoros, en la medida on que el Gap'!
gualdad absoluto do laa n/Jeiones, ya que 01 criterio do e1tico escepticismo humoaDO quo no ea tal cA_ que apa
utilidad rir,e aquí tal1bi6n el 8ontido do la justicia
rentemente, es decir, lo es 8010 filoe6r1~8Qonte 0, por
que por lo mismo tarJpoco puede decirse quo no exieta,
mejor decir motG~o16~icamonto, deviene constructivo do~
328 329
de tenia que mostrarse todo lo contrario. a diterencia o1arida4 88 n08 ha puesto de relieve en 108 ao~lial.
del ponoamionto roussennniano quien. dejando en lo po ~.took.ano 7 humeano que hemos reDl.bado. No deja do ser
. sible al margosn la lntc.~"gaciótl rUost)UcOIIIDetodo1661 YO que all! donde la orientación racionalis
en. se YO obligado a entrar cr!ticomente en el terreno ta asume con desoleción la impotoncia de universalidad
pOlítico, planteando con toda su viruloncia el proble ~ galvaniza su pensamiento, la orientnci6n empirista
ma de ls dosi¡runldad como contrapunto de Ilnuleci6n de ;' 'l'1eata una solides externa que DO obstante nO tiene
los dOl.>eC'lOS sociales que en Bume estaD velad08 r~uhá contropUnto d. que una endebles interna, tal COllO
por la i~rlu~ncla decisiva que el lmpnrl0 bri~enico ~ eeoeptlciaao lo pone de relieve oon inigualable en
bis expandido sobre su poneemiento polltifo-BOclel. ~Ia. aunque a& oculte tr6a la wcara de UD emp1ri...
l'8oional1a8Dte. le preM"aOi6n del noxo caueel. quo
I .•3.2.d.... CONClI,tlSIOO. ,_ por 10 d.eIÚ.a ahora aometido a presionos que 8. proc!
Tal como :111 I>odido con8tatara. a pcrtir de lo ..larar 7. en eate .entido, la recepci6n kantiana ea
oX?uesto on este apartado, la ovoluci6n del peouamiento .,a preparada para intentar re.ol....r la cri8is olent1
tilos6rico onglosaj6n. influido decisivamente por la equ! plarlhad.a. tal 001lI0 'Va a ocuparnoa en la o....
retloxi6n cientifica newtoniana, procode 8 plantear la Itilllll'llta parte .e o.te traba3o.
problom&tica cognoscitiva a su ba8a de una manera .uy
sinGUlar. es decir, IOOstr6ndo•• cauto en BUS conclusi.2,
ne8 de matiz tilos6lico, para. 9ft contrapartida, 1118D1
reataree seettro 7 firmo eo 8U6 an&lis18 efectivo., e..
pecialmonte sociales 7 politicos. tal cual 8. claro
tanto para Locke como para Ilume, el'.:'!) la excepci6n de
Berkeley. cU7a indolencia a este respecto e.tA cODIple
tamente justUicadn por ruanes obvia. que ahora no
vienen 01 caso comentar.
10.- O. Leibnb. Obras varias. pago 42. Ed. Porrúa. N6xieo, 1977,
que oorreoponde El DPh. &LG. pago 47B. Vol. IV. l'eibniz. DPh. SLG. pago 264. Vol. VI.
11.- G. Leibniz. Obrea varias. pag. 45. Ed. Porrda, qUe corres H.H. Holz. l,eibniz. pags. 89ss. Ed. Teanos. Madrid, 19'10.
ponde a DPh. SLG. pago 482. Vol. IV. Otro O.G. Grengon. G. Leibniz. Obras varias. pags. 11 y 12. Ed. Porrua, que
Philosophie et Math'lllatique Leibniziennes. RnN. n!2 1. 1981. corresponde a la DPh. SLG. paGs. 432 y 433. Vol. IV.
332 333
que eor;'esponde a YiJ. Locke, pago
28.- H.H. Holz. Cp. cit. pags. 1778S.
29.- E. von lIippel. H~ de la Filosofía Polities. '1'.11. pa¡:l"I. pago 921so., que corresponde a WJ. Loeke, pago
y 83. I.E.P. J.1adrid, 1962.
111 •
.30.- G. Leibniz. La 1'01&lIIioa Leibn:lz-Clarke. pne;s. 67ss.
:aerkeley. l'ratado sobre los Principios dol Donocimiento
quo cOl~esponde a la DFh. SLG. pago .363. Vol. VII.
, esp. par&grafos 1 a 3.3, 43 a 47, 72, 73, 89, 90,
97. 98, 99, 117 , de 139 a 141, que corresponde a The
1 • .3.2.- LA ORIEN'l'ACION E¡'¡PIRISTA y SUS PROBLErlAS.
ol G. Berke1ey. Volumen Twos A Treatiee concerning
PriDciples of Human Knowledge. T. Nelaon and SOns Ltd.
1.- J. Locke. Ensayo sobre el Entend.imiento Humano. pago 182.
~on. 1949. A este respecto, vide, adem!s, P. Csssini.
Ed. Nacional. f.ladrid, 1980, Las referenci9S a esta edici611
UDivers~1'quina. pago 250ss. ed. cit, A. Koyre. Del
se hará bajo la rGbriea JLEEH, que oorresponde a a. Locke. Cerrado al Universo Infinito. paes. 20598. ed. cit.
The Works of••• pago 97 y 98. Vol. l . Scientia Verlag
Michaud. La formetion de la Prob16mat1que de La Subs
Germany. 1963, cuya referencia se har' segun el grs1'ismo
ilpirituel1e chez Ber1:eley. ruiM. uD l. 1974. J. ea
\1 ••• Looke.
Tbe British Empiricists. Locke, Berkeley, Hume.
2.- J.L.E.E.H. pago 201 y 202, que corresponde a WJ. Locke, Bmce Publishing Company. Milwaukee. 1967. M. Gueroult.
pago 116. Vol. l. transtormatioD des id&es en choses dans la Philosophie
3.- J.L.E.E.H. pago 207, que corresponde a YiJ. Locke. pago G. Berkeley RIP. nº 23-24. tasc. 1-2.
Vol. l. sobre el Conocimiento Humano. paga.
4.- J.L.E.E.H. pago 207, que corresponde a WJ. Locke, pago 120 182. Alianza ed. Madrid, 1980. Respocto de la valo
Vol. l. A este respecto, erro E.A. Burtt. Op. oit. pago de Berkeley por Hume, vide. lb. pago l76ss. , D.
Tratado de la Naturaleza Humana. pago 24. esp. Ed.
5.- J.L.E.E.H. pago 423, que corresponde a WJ. Locke,
~rrua. M6xico. 1977, que corresponde, respectivamente, a
y 294. Vol. l.
lIume. The Phi10sophical works, pago 126 Y lZl del Vol.
6.- J.L.E.E.ii. pego 465 y 466, que corresponde 8 WJ. Locke, IV, a 122s9. del Vol. IV Y a pago 325 del Vol. l. Las re
pago .3.3 y .34. Vol. 11. a la ed. inglesa se daran según la rúbrica: PW.
7.- J.LI E.E.H. pago 469, que corresponde a WJ. Locke, pago 37. , reimpresi6n de Sciontia Verla~ Aelen. Germany.l964.
Vol. 11. lIume. 'l'ratado de la h a tura1eza Humana. pags. 23, 25 ,
B.- J.L.E.E.H. pago 494, que corresponde a WJ. Locke, pago 56. • ed. cit., que corresponde a PW. Hume. pags. 324, ,:n,
Vol. 11. 328 y 3.30. Vol. l.
9.- J.L.E.E.H. pago 995sB, que corresponde a YiJ. Locke. pago D. Hume. lnvestieaci6n sobre el Conocimiento lIuml!lno. pago
1158S. Vol. 111. 50, 52 y 53. ed. cit. que corresponde 8 PW. Hume, pago 25
10.- J.L.E.E.H. pago 792, que corresponde a WJ. Locke, pago
319s8. Vol. 111. J. Noxon. La lNo1uci6n de la Filosofía de hume. pago 183.
Rev. do Occidente. liadrid, 1974.
11.- J.L.E.E.H. pago 1010, que corresponde a WJ. Locke, paCa.
128 y 129. Vol. 111
334
335
19.- D. Hume. Investigsci6n sobre el Oonocimiento Humano. Pago
84, quo corresponde a PrJ. Hume. pago 50. Vol. IV. A este pago 77, que corresponde a PI';. Hume, pago 1'9.
respecto, vide,D. Hume. l'ratado de La Naturaleza Humana,
Libro I, parte segunda, que corresponde a PW. Hume, Book D. Hume. lb. pago 37 y 38ss., que corresponde a PW. Hume,
23.~ D. Hume. lb. pago 72, 73, 80 '3 83; que corresponde a PW.
lb. pago 27, que corresponde a PW. Hume, pago 18'.
Hume. pago 42, 47 Y 49. Vol. IY.
24.- D. Hume. W! Natural de La Religi6n. pags. 66, 85 '3 96. y
D. RUDe. lb. pago 349S•• que corresponde a PW. Hume. pago
25.- D. Hume. Investigaci6n sobre el Oonocimiento Humano. pago ponde a PW. Hume, pago 345. Vol. 111.
107, 109, 113 Y 114. ed.. cit.; que cOrresponde 8 pw. Hume D. l/ume. Ensayos politicos. pae;s. 168
y 169. ad. cit, que
page. GR, 70, 72. y 74. Vol. IV. corresponde a PW. Hume paga. 346 y 347. Vol. lII.
26.- J. Noxon. Op. cit. pago 84. Ofr. N. Oapaldi. D. Hume. The
D. Hume. Tratado de la Naturaleza Humana. Libro 111. parte
!Iewtonian Pbilosopber. Boston Twa-:¡ne Publishers. 1975.
segunda, sección XII. pago 364. ed. cit, que corresponde
27.- D. Hume. Ensayos PolIticos. pags. 127 y 133. Unión ed. Ma 8.PW. Hume. pago 328. Vol. 11. Vide, adamAs, D. llume. De
drid, 1975, que corresponde a Pw. Hume, paga. 450 y 456. la Moral y otros escritos, pago 49ss., ad. cit., que co
Vol. IIl. rresponde 8 P\ti. Nume. pago 197. Vol. IV.
28.- D. Hume. lb. pago 137, que corresponde a pw. Hume, pago
460. Vol. 111.
29.- D. Hume. lb. pago 67, que corresponde a PW. Hume, pago 130.
Vol. 111.
~.- D. Hume. lb. pag. 71 y 72, que corresponde n p~,r. Hume, pa!3.
134. Vol. IIl.
336
en ANALISIS de los conceptos que ya tenemos de los obj§. ISc&pticos no han cesado nunoa de reprochar a los
positivo ft , aqui perfectamente convertible en menitiestA -n. este algo mle no necesita precisamente bUscarse
mente "negativoftl ftAs!, pues, el criterio meramente 16 188 fuentes te6ricas de conocimiento, puede estar
es la crn~DITIO SINE QUA NON, Y por tanto la condici6n ~8citiva para el conocimiento racional pasa, inelu
s6fico-metodo16gico Kantiano no puede por encima del en torno a la ftev1,dentia fUgex" que la inbiere Y
Hume, a pesar de su empiriamo radical, pOdia soslayar ~amente, toda posibilidad de dirimir objetividad pa
tal cuesti6n. el planteamiento que hace del mismo pro tal plano requiere necesariamente de su mera domos
blema acerca de la racionalidad. en tanto alcance y li 16gica, con lo cual, naturalmente, no salimos
mite de todo conocimiento, como consecuencia del ftdes
.. suyo de si misma, siendo maniriestamente claro la in
pertar del adormecimiento dogm&tico ft , implica toda una lUticiencia de tal requisito para determinar plena cer
serie de graves cuestiones que es necesario abordar y que no sea la propiamente l6gica, tal cual se puso
orientar con perspectivas de soluci6n de manere que 4_ relieve en el circulo vicioso anteriormente trazadol
cuando menos sean asumidas como tales problemas a resol cosas son opuestas entre si cuando el becho de po
ver, la soluci6n de los mismos, desde luego, no puede ~.r una suprime a la otra. Esta oposici6n e8 doblel sea
venir dada de modo efectivo por simple subsunci6n lógi
16g1ca (por la contradicci6n), sea real (sin contradic
oi6n). Hasta ahora DO se ha considerado m~s que la pri
ca en cuanto que lo que importa no es s6lo su ple.ntea
miento correcto l6gicamente, sino, para su soluci6n co.!!
..re oposici6n u oposici6n 16gica. ( ••• ) En la incompa
plata, es pre~iso atender adem'. a su realizaci6n eticaz
tibilidad l6gica no se considera más que la relaci6n por
la cual desborda el propio limite especifico del pensa
la cual los predicadOS de una cosa 1 sus consecuencias
miento y obliga a discernir tales alcances cognosciti Be suprimen recíprocamente por la contradicci6n. ( ••• )
vos. As1 para asegurar la veracidad del propio conoci
La incompatibilidad real reposa igualmente sobre la re
miento racional, se hace absolutamente imprescindible
342 343
lación de dos predicados opuestos de Una misma cosa, P.l
ro difiere esencialmente de la oposición 16gica. Lo qUe As!, aun cuando la recurroacia empírica es impre4
sin embargo respeoto de la posibilidad de ofr~
es afirmado por un predicado no es negado por el otro,
¡'..arte" explicación del fundamento originario de la
pues esto es imposible, al contrario, los predicadoa A
cognosoitiva de la matemática DO basta por
y B son ambos afirmativos, pero como las consecuenciaa
t que es ~ustamente lo que trab6 el "fisiologema
de cada uno tomndae en particular serian a y b, ni uno
t ya Que requiere la coa~vaoión del propio
ni otro pueden coexistir en un sujeto, de suerte que la
consecuencia es cero." (7) cognoscente sin cuya participaci6n todo quedaria
1 velado tr&s el escepticismo humeano como base
Es, pues, desde este punto de vista desde donde de la realidad cognosoitiva oompletamente es-
hay qUe atisbar la especificidad del planteamiento fi~ en su oerteza.
s6Eico-metodológiCo kantiano, en el sentido de advertir
el "giro copernicano" que su reflexión desarrollada y Evidentemente pnra poder ofrecer testimonio fid~
que vivifica su pensamiento, ya que la raoionalidad co lo anteriormente expuesto, es claro, entonces,
mo tal no puede articularse ni concebirse de ninguna o propia constitutividad cognoscitiva debe articu
tra manera m&s que como sujeta a l!mites, limites qUe lDdispenseblemente en fUnoi6n de tener en cuenta
por su parte no hecen más que indicar claramente la 1m actividad inherente al sujeto oognoscente, sin
posibilidad de traspasar el alcance meramemente lntele~ eoncurso no podría eliminarse la contradicoi6n an
tivo bajo el que tiene que desenvolverse todo conocimie~
~a que. KNo hay duda de que todo nuestro
to humano para evitar que el encruio de la razón que se li11M11Dliento comienza eón la experiencia. Pues ¿por d6n
eSConde en el mecanismo lógico presupuesto en la meta • despertarse la facultad de conocer, para su
morfosis del raciocinio puro no desvirtue la eficacia -.01010, como DO fuera por medio de objetos que hieren
~ro8 sentidos 1 ora provocan por si miemos represen
cognoscitiva que debe ser propia de la ciencia en tanto
tal. , ora ponen en movimiento nuestra capacidad in
~1 para compararlos, enlazarlos. o separarlos ~
No es posible asentar la cobertura cientílica b~
a8!, con la materia bruta de la8 impresiones
jo ninguna base especUlatiV~t ya que con ello no se ha
1D81nles, un conocimiento de los ob~etos llamado exp&
ce m&s que incurrir en contradicci6n y desde tal pers
Segtin el tiempo, pues, ningún conocimiento Pr.!
peotiva se torna indispensable concluir no sólo que el
nosotros a la experiencia 1 todo conocimiento
fundamento do certeza que construye el edilicio de la
conocimiento olaro y evidente, dispone de una esfera de Mls si bien todo nuestro conocimiento comienza
incidencia Cognoscitiva que al invalidar todo especula 1. experiencia, no por eso originase todo él EN la
tivismo obliga de suyo a adecuarse expresamente a la ~encia. Pues bien podría ser que nuestro conoci
misma, en tanto tal certeza, que desde luego no so pue de experiencia tuere compuesto -adviértaso bien
de derivar inmediatamente de 109 sentidos como qUisie significado de les palabras- de lo que reoibimos por
ron hacerlo los empiristas. de impresiones 1 de lo que nuestra propia lacul
de conocer (con ocasi6n tan s610 de las impresiones
~bles) proporciona por sl misma, sin que distinga
aquella materia fundamental hasta
34,1
34a
que un largo ejercicio nos ha hecho atentos a ello y h!
biles en eeparar ambas oosae." (8) inherente al conocimiento matem&tico encuentra
bis, es como se hnC0 posible, al menos en principio, a la torma intuida del objeto reprQsentado que, sub
hordar y plantear la cuesti6n transicional entre 10 ___idas bajo la representaci6n conceptual pertinente,
cuantitattvo y lo cualitativo en Locke, de .torma que dibuja. .1tida 1 claramente la antedicha certeza a
un lado, la posibilidad de dar plena cuenta del asiento predicar, con absoluta coberemcia la universali
relativo al fundamento propio de la "ratio mathematice", da tal objetividad. Inevitablemente, se dispone as!
Oircunscritos al marco exnminado 10 que, en Pri mostrar ahora que* realmente en el conocimiento hu
- ...:.=-=
mento originario, sino, también, ~c aplicabilidad pre quiere un ejemplo sacado de las ciencias, no bay m&s
ft
3!í:'-:)
347
Ea indudable, por lo tanto, que la contextura del
pensamiento kantiano se situa radical y enteramente en 10okeana-leibn1ziana, en cuanto que facilita
torno a la objetividad Cognoscitiva gue, por lo menos i_ comprensi6n de la problem6tica actividad receptiva
nicialmente~ prop~rciona el conocimionto matemático, en al mismo sujeto cognoscente, aunque ello no
un intento de ofrecer soluci6n clara al probloma de su tenga validez m!s que desde una 6ptica puramente te6
fundamento, en cuanto éste no puede ser explicado más , como racionalidad elaborada de la actividad in
gue en funci6n del recurso explícito al plano "sintético iva, que os precisamente lo que permite determ!
a priori". El recurrir al marco "analftico" no conlleva_ 81 car6cter trascendental del pensamiento kantia
rfa más que contradicciones irresolubles, al modo como "Llamo trascendental toco 60nocimiento que se oc~
ya se ha indicado por la separaci6n de las esferas, aun ita en general no tanto de ob3etos como de nuestro mo
cuando, obviamonte, también la Física dispone~ en lo gue .o de conocerlos, en cuanto bste debe ser posible a
respecta al plano te6rico de conocimiento, de Uns objet! I!riorl .." (12)
vidad cognoscitiva indiscutible, tal como nos lo señala aLa lilo8211, trascendental es la idea de una
el mismo Kant, ya que para ambos, Con diferencias que no 01ancia para la cual la critica de la raz6n pura debe
afectan a lo sustancial, se puede predicar necesidad y ;,o.que3ar todo el plano de un modo arquitect6nico, es
universalidad estrictasl "k! matem'tica Z ~ fisica son
4ecir, por principios, con garant!a completa de la in
los dos conocimiontos te6ricos de la raz6n que deben de tegridad 7 certeza de todas las partes que constituyen
terminar sus objetos ~ priori, la primera con entera pu ... edil1cio. Ella es el sistema de todos los princi
reza, la segunda Con pureza al menos parcial, pero ento~
pl08 de la raz6n pura.. - (13)
ces según la medida de otras fuentes cognoscitivas que
las de la rnz6n." (11) De esta manera puede apreciarse que la contex
tura del pensamiento metodo16g1co kantiano da plena
No es difícil advertir c6mo a partir de semejantes respuesta al problema cognoscitiVO con el que se tro
postulados comienza a adquirir aut6ntico sentido el fun
pi.za 7 cuya clave hay que colocarla en el eje de la
damento "trascendental" con el Cual erige el propio fil~ pollmica cartesiano-newtoniaos, en funci6n de la cual
sofo de K8enisgberg su sistema metodo16gico cognoscitivo.
e. percibe la necesidad de otorgar auténtico rundamen
El eje gravitatorio de este sistema hay que colocarlo 82
lo así se puede dar cuenta de modo pleno del carácter La construcci6n limitativa de la actividad ~
"repreaontativo" de todo conocimiento, cuya validez ex ciooel ~o puode doterminarse m6e que a condici6n de
presa queda salvaguardada en funci6n del inexorable re resolver aquella p016mica, al menos ofreciendo una
Curso empírico que suministra la base demostrativa pro perspectiva sistem&tica de incardinaci6n de los ele
pia para toda veracidad dol mismo, gue aparece así clar~ -entos que esten a su base, la cual, desde luego. ti~
monte avalada. So atisba aquí la solución kantiana a la ne que gravitar embivalentemoote. por lo que la situa
oi6n de afirmar un fundamento ooto16gico de cooocimie~
348
:349
to se presenta, si no radicalmente negada, si al menos
..clsi~b de los pl$nos cognoscitivos en cuanto que s610
problemáticamente asentada. Todo ello, evidentemente,
..1 se asegura práscriptivamente aquella aludida certa
no se acuerda con la presunoi6n de objetividad inhere~
sa. 18 que de otro modo, esto es, si tal certeza se ll~
to al bntologismo linealmente racional, ya que la dia~
lecticidad hegeliana aún no ha hecho su apariCión, por
vara a la esfera prActica, a la esCera o plano relativa
• los actos humanos, no resultaria de ello más que el
lo que hay que recoger con fidelidod el testimonio de
hecho ambivalente de que o bien 109 actos bumanos as
las palabras kantianas con las que roconoce que. .EBt~
rian 8ubsumibles bajo tal certeza, lo que de suyo es
ria muy arectado Creyendo que el trabajo de algunas bg
ras seria susceptible de trastornar a Un coloso que o
culta su cabeza en las nubes de la antigUedad y C~08
pies son de arcilla." (l~)
t...
oODtradictorio puesto que habría que comprender tal ceE
como ora meramente formal ora imposible de subsu
air 8n cuanto que los actos humanos trascienden en su
desarrollo tal tormalidad, o bien tal imposibilidad de
Se pone de relieve as! la imposibilidad de man aubsunoi6n deber!. revelar la conflictividad que nos
tener una objetividad cognoscitiva asentada sobre la .uestra el pensamiento fi16sofico práotico kantiano, ~
simple metamorfosis del raciocinio puro, tal como la 111 donde la interpenetraci6n entre moralidad y juridi
silogistica aristot'lica lo babía determinado, por lo oidad deja indeterminado el problema ético.
que, consecuentemente, se exige una comprehensi6n de
la actividad racional sometida a limites especificos.
IDeste sentido, por tanto, partiendo del heoho
de que para el conocimiento matem&tico la certeza que
los cuales, naturalmente, exigen por al su sujeci6n
DO puede darse mla que formalmente en la medida en que
simplemente jUdicativa, rechazando la realidad etect!
plena objetiVidad para la actividad rocioDal sobre no práctiCO, como determinaci6n intelectiva apri6rica
de la conducta humana contrasta radicalmente con el li
el propio acto humano conduce su examen a lo dubita
ci6n de la certeza matern&tica, el cual, segGn el pl~ mite judicativo inherente a la determinaci6n intelecti
teamiento kantiano, tiene, entonces, una vez que se va del plano puro, aun cuando sea precisamente en este
ha visto la ineludible tundaci6n de la certeza matern! coutraite donde haya que buscar su punto de inílexi6n.
tica, que consolidarse en tunci6n de una actividad r;! de oonexi6D, que es lo que dramatiza a la reílexi6n k~
cional limitada que, naturalmente, irradiaria asimis tiana por su esci8i6n entre fen6meno 1 no~meoo. como
veremos en el apartado siguiente.
mo al plano práctico, por lo Que la moralidad se ver~~
sometida a un relativismo absolutamente incompatible _ Es indudable que la estructura cognoscitiva kan
consigo misma segÓn Kant. De esta torma, pues, se po tiana presenta una sistem&tica cerrada, desde donde pu~
ne olaramente de manifiesto que para poder preservar de atisbarse su negac16n a adoptar la toma de posici6n
la certezn descubierta es necesario operar con una derivada de la imposibilidad de asentar la idea pura en
BU absolutez positiva, para lo cual se reserva la esfera
"'-0
JJ
351
pr6ctica, a diferencia de la esfera te6rica donde 01 ~
nos no se postula la posibilidad de tal acceso a la ra~ que s610 as! se puede preservar para II marco em
cionalidad pura de modo indudable, que es por donde Kant una verdadera elicacia de conocimiento, 10 pro
reco~o la herencia de toda la problemática filos6fica emp1riCo es igualmente indeterminüdo como con
de la mencionada pol~mica. La lntervencióm kantiana es que necesita plenificarse y auto-comprenderse co
absolutamente decisiva en la conformación de la mental! tal, por lo que, naturalmente, se requiere, por su
dad moderna, a posar de todas las contradicciones que UD marco relerencial que no sea la misma emplri
puedan hallarse en su contextura cOgitativa, ya que el 1 que no puede ser mAs que 01 sujeto cognoscente,
intento de determinar objetividad cognoscitiva para el ... que se ha rechazado toda elicacia especulati.a
plano te6rico enfunci6n de relativizar el pOder conclB el conooimiento racional. El sujeto cognoscente s~
sivo'lnherente 01 conocimiento l6gico, de acuerdo Con disponga de la posibilidad de articular ou pr2
la limitación jUdicativa, y el esfuerzo de racionalizar ob~etivida~ cognoscitiva operando. siempre, con la
conclusivamente la actividad cognoscitiva p~ctica. im ~cia empírica que es precisamente la base sobre
;lica una coordinación explicita que, no obstante, no .e asienta el edilicio de la lilo~olía trascen
deja de mostrar t'isuras bien claras. 'ral distinción de coostruido sobre 01 principio "si~t6tioo a pri2
planos no se puede sustentar sino en función de un for Ooao garantía que nos evita la "evidentia rugax" que
zamiento expreso de la bose unitaria, la Cual, por su a todo planteamiento meramente especulativo y,
parte, necesita constatarse nítidamente, aun CUando su ademAs, nos resguarda de toda Meta1'ísica 00 tundada.
comprobación se esconde en las sutiles brumas de post~
Desde este punto de vista todo conocimiento pro
lados racionales para los cuales no existe la demostra_ "11>,'
ileaeote dioho tiene que presentarse ineludiblemente b~
ción euclidea, ya que oscilan pendularmente desde cla
la seftal de l~'estrictamente "representativo" como
ros presupuestos estrictamente lógit::-os, que es 10 que
va a ocuparnos seguidamonte. 1 exclusiva oondici6n de validez de la relerencia
,
1"1"
t6la1oa advertida, el mismo Kant nos lo advierte aS!1
1"1
II.l.2.- RAZON TEORICA y RAZON PRACTICA. la metafísioa se puede hacer un ensayo semejante.
for lo que se reliero a la intuici6n de los objetos. Si
1. intuic16n tuviera que regirse por la constituci6n de
Cuando en l78i se publica la primera edición de
la Critica do la Raz6n pura de Kant, la rría acogida
10. objetos, no comprendo c6mo se pueda .a priori saber
que le dispensa el público lector no deja entrever de
aleo de ella. ¿Rígese empero el objeto (como objeto de
loa sentidos) por la constituci6n de nuestra racultad
modo claro el car6cter revolucionario que caracteriza_
de iotuici6n? entonces puedo muy bien representarme esa
ba a la obra y que se reflejaba en el "giro copernica_
poaibilidad. Pero Como no puedo permanecer atenido a
no" que se it;trodujo dentro de los esquemas de pensa
teas intuiciones, si han de llegar a ser conocimientos,
miento. al transformar':radicalmente la orientación ge
aloo que tengo que referirlas, como represe~taciones. a
neral por las que discurría toda la reflexi6n teórica
la base realista del pensamiento sufre con esta obra
algo oomo objeto, y determinar 6ste mediante aquellas,
PUedo por tantol o bien admitir que 10B conceptos, me
su primer ataque, al ponerse de manifiesto que el fun
diante los cuales llevo a cabo esa determinación, se ri
damento cognoscitivo humano adquiere aut6ntico sentido
B8D tambi6n por 01 objeto y ontonceu caigo de nuevo en
a partir de la propia actividad auto-intelectiva. y en
la misma perp&ejidad sobre el modo como pueda saber ~
·352 353
i!riori aleo de 61. o bien admitir que los otjatos o, 10 con los objetoe que, sin embargo, no son ~~oducidos
que es lo mismo, la expari9ncia, en donde tan só~o Son ellas?, y, en fin, en lo que concierne a los nxiomaQ
ellos (como objetos dados) conocidos, se rige por esos la raz6n pura que se refieren a eatos Objetos, ¿de
conceptos y entonces veo enseguida una explicación fá proviene que coincidan con 'stos oín que tal coi~
cil, porque la experiencia misma es un modo de cono cidenoia deba apoyarse en la experioncia? En materoáti
cimiento que exige entendimiento, cQya re~~a debo supo esto puede comprenderse porque los objetos son para
ner en mi, aun antes de que me sean dados objetos, por magnitudes y no pueden ser reprosentados mAs
lo tanto, ~ priori, regla que se expresa en conceptos porque podemos producir su representaci6n, añadiell
~ priori, por los que tienen que regirse necesariamente la unidad a si misma. Esta 9d la razón por la que los
todos los objetos de la experiencia y con los que tie ~ceptos de magnitudes pueden ser ospontáneos y sus
nen que concordar." (15)
pueden aer establecidos ~ priori. Pero bajo
A partir de semejantes presupuestos Kant proyec relaci6n de las cualidades, ¿cómo mi entendimiento
ta la orientaci6n de su pensamiento filos6fico-metodol~ tpuede formarse ~l mismo enteramente ~ eri2ri conceptos
gieo, dando plena cuenta no s6lo de la "evidentia rugax" de la8 oosas, con las que deben necosnriam&nto ooinci
que caracteriza a todo conocimiento especulativo. y ad~ 'dlr1. ¿cómo puede establecer respecto a su posibilidad
~ncipioe renles, con los que la experiencia debo fiel
m&s, resolviendo la cuestión central desde la cual se
construye su edificio del conocimiento trascendental, ooincidir, y que, sin embargo, no dependen de e
anquilosado por consideraciones meramente negativas re! , es 'sta una cuesti6n que implica siempro una os
pecto da la esfera especulativa como puede verse en el euridad relativa para nuestro entondimiento como facul
pasaje famoso de su carta a Marcus Herz. en la cual de tad, que no consiste en saber m&s que de dónda proviene
sarrolla las condiciones generales que desde el "vitium .eta coincidenoia con las cosas mismas. ( •••••• ) Pero
sUbreptionis Metaphysicum" de la DISSERTATIO de 1770 en la determinaci6n del ori~en y del valor de nuestro
(16) lleva hasta el planteamiento anteriormente reseña conocimiento, la via más absurda que se pueda escoger
do, "En la Dissertatio me habia contentado con expresar consiste en recurrir al Daua !5 machina que, además,
la naturaleza de las representaciones intelectuales de del circulo engañoso que introduce eo el encadenamiento
una manera simplemente negativa diciendo que no eran 16g1co de nuestros conocimientos, poseo, asimismo, de
precisamente modiricaciones del alma producidas por el per3udicial el apoyo que presta a toda ficci6n o a qui
objeto. Pero habia pasndo sin decir nada respecto de la piadosas y fant~Bticas." (17)
cuestión de sober como era posible unü representación Oon bastante facilidad puede aúyertirse aqul la
que se relaciona con un objeto sin ser de ningún modo explicita conciencia que Kant tenia de la problemática
afectada por él. Habia dicho: las representacionos sen* .obre la que se construía su sistema filos6tico-tras
sibles representan las cosas tal como aparecen, las re ••ndental y c6mo se circunscribe aquí la cuestión cog
do seG4n el cual nos afectan?, y si tales representa puesto d,e reliove en In prir;¡ora parte de este trabajo.
,
olaramente dibujada la limitación cognoscitiva de
va asignable a la "ratio ideale", y limitando espec!f! 40s ruentes fundamentales del ospiritu: la primera es
camente sus presunc~ones cognoscitivas al sujetar las la facultad de recibir representaciones (la receptivi
intuitivo. t-1ediante dicho plano, ee puede dar tundat''l conocer un objeto mediante esas represontaciones, por
explicaci6n del fundamento del conocimiento matem&tico la primera noS es dado un objeto, por la segunda es &~
que la base ";'lDal!tica" leibniziana babia dejado en t. ~ensadQ en la relaci6n con aquella representaci6n
suspenso, como consecuencia del entrelazamiento de 106 (como mers determinación del esp!ritu). Intuici6n y con
presupuestos racionoles-intelectivos en el plano intu1 oepto constituyen, pues, loe elementos de todo nuestro
tivo y cuyo resultado, pues, no fue mAs que la adver conocimientot de tal modo que ni conceptos sin intui
tencia de ln problematicidad relacional entre ambos ci6n. que de alguna manera le corresponda. ni intuici6n
Ahora bien, partiendo de talos condiciones cog tu para recibir representaciones, en cuanto 6ste es a
nosoitivas, lo que, en primer lugar, resalta del nnál! lectado de alguna manera, llamaremos en c~bio entend!
sis kantiano, DO es otra cosa sino el hecho de que la .iento a la facultad de producir nosotros mismos repr~
noscitivo intogrado por la actividad intelectiva e in Nuestra naturaleza lleva consigo que la intuici6n no
tuitiva, debe, a su vez, configurarse en su génesis e~ pueda nunca ser más que sensible, es decir, que encie
pistemológica, as! que s6lo por el concurso de tales rre s610 el modo cómo somos afectados por objetoS. En
de tal actividad répresentativa para el marco general jeto de la intuici6n sensible. Ninguna de estas propi~
cognoscitivo stricto sensu, a trav&s de cuyo filtro se dades ha de preforirse a la otra. Sin sensibilidad, nO
pueda dar buena cuenta de que toda construcci6n cogno~ nos seria dado objeto alguno, Y sin entendimiento, ni~
oitiva "arquetípica" no se puede sostener mAs que en guno seria pensado. Pensamientos sin contenido son va
tunci6n de la misma base "ectipica". De tal forma apa
358 359
nos, intuiciones sin conceptos son ciegas. Por eso es le son tan necesarias como las categorias al
tan necesario hacerse sensibles los conceptos (es decir, o con esta diferencia, no obstante I que en
añedirles el objeto en la intuici6n) como hacerse com~ estas 61timas conduoen a la verdad, es decir, a
puede evitar la "evidentia fugax" que invade por compl~ De este modo la activid.ad cognoscitiva racional
to a todo conocimiento especulativamente concebido, e~ ~~18a de una clarilicaci6n eXplicita de la objetivi
su afán por transcender las barreras mismas de lo rep~ que se le pueda asignar, desde un punto de vista,
sentativo y, qUe condUce inexorablemente a la "perplex.! ralmente, epist6mico, ya que su nogaci¿n no condu
tas mentia" en la qUe se encuentra toda actividad c0S" obviamente, más que a presuponerla sotto voce, por
noacitiva. Be G~~funden así las esleras del conocimien_ que, en consecuencia, la susodicha actividad racio
to y del pensamiento, sin advertir la especifica dife I entonces, a niveles cOg'lloscit'ivos, indudablemente,
rencia do objetiVidad, que s610 se garantiza en tanto que concebirla co~o incardinada en su carácter de
en Cuanto se atiende a las condiciones anteriormente s~ '1nrlnitud, -tal como señala Ileidegger (21)-, a di:f'er0!l
ñalados, que de esta forma aValaD la prescripci6n de del carlcter finito en el Que debe acabar su obra
sin que por ello haya, desde luego, que negar ninguna
ob3etivos, sino que se dirige a ordenarlos 7 a sumini~
evitar su proyecci6n especulativa que, de por si, no 188 aeries, totalidad que 00 peroibe el entendimiento,
termina m~s Que en un aut'ntico espejismo, tal como ,OCUPado solnmente en el encadenamiento por el cual las
nos lo subraya el propio Kant: "El ensayo de todas la~ !Ieries ~ condiciones son por todas partes constitui
tentativas dial'cticas de la rat6n pura no solamente ,das segdn conceptos. ( ••• ) ••• La parte pertenociente
confirma••• que todos 1''>8 razonamientos que quieren ¿. la raz6n, o lo que ella quiere constituir, es lo !!&
conducirnos más allá del csmpo de la experiencia posi temAtico del conocimiento, es deoir, su encadenamiento
ble Son equivocados y carecen de fUndamento, sino que 'en virtud de un principio. Esta unidad racional supone
nos orroca al mismo tiempo esta particularidadl que la aiempre Una ideal la de la forma de UD todo del conoc!
ras6n humana tiene una natural inclinaci6n a salir de miento que precede al conocimiento determinado de las
estos limites de la experioncia, que las ideas trasC9Q Partes y que contione las condiciones necesarias para
determinar ~ priori a cada parte su lugar y su relaci6n
con las dem&s•••
~ 3.6~
Pero la raz6n no sabrá concebir esta unidad si& principio de la racionalidad, mientrás que tal racion~
tomáticn ain dar al miomo tiempo a su idea un objeto
lidad se disuelve. te6ricamente, en la inteligibilidad
que no puede ser, sin embargo, proporcionado por ninga
de laa representaciones conceptuales apo~adas sobre la
na experiencia, pues, una experiencia no da Jamás un ~
aotividad de la Sensibilidad apist6mica.
jemplo de unidad sistemática peri'ecta..... (22)
Tenemoa, pues, de esta manera, dos planos bien
Tenemos así planteada la base i'undnmental oper~ delimitados, a sa~er. el primero, es aquel donde sub
tiva de la Raz6n teórica como posible Razón cient{i'ica.
aiste contradioci6n entre los marcos tenom6nicos 7 no~
Ahora bion, ¿qu6 validez ~ alcance cognoscitivo pUeden
.6Dicos, oorrespondiente a la Raz6n te6r1ca, mientrás
otorgárseles? Esta es precisamente la cuestión central
que. por el contrario, el segundo. afianzado sobre la
sobre la que pendUla dicot6micamente la reflexión ril~
perspeotiva de racionalidad inherente al causalismo.
s6i'ico-metodo16Bica kantiana. Se hace posible as! fun
niega tal contradioc16n en tanto en cuanto que la sub
damentar no s610 la Matemática, as! como tambi&o la Pi
.um8 en lo meramente puro-oesotivo, en i'unci6n de la
sica, una vez que se ha despojado a 'sta de toda tras
imperiosa necesidad de aalvaguerdar la absoluta ident!
cendencia ~ se la observa bajo una óptica estrictamen_
dad del sujeto intelectivo ~ voluntario, para acceder
te cognoscitiva, cient!i'ica por ende, es decir, regul~
• 10 puro-positivo, de oonformidad con la unidad supr.!,
da según las condiciones cognoScitivas trazadas para
. . de conocimiento racional, presupuesta por la ident!
el plano te6rico de conocimiento. Sin embargo, someja~
dad del binomio anteriormente trazado. Se adivina as!
te Razón teórica no puede abarcar, pese a las determi_
la plenitud racional con la que hacer trente expl!cit~
naciones nuevas ~ precisamente por ello. el conocimiea
.ente al ·vac!o" que subsistir!a en caso contrario, en
to propio en torno a la misma realidad humana, el cual
tanto 8e determinara la valides absoluta del plano te2
se di1'umina en su multitormidad en la perspectiva de Una
rioo de conocimiento para toda cognoscibilidad, lo cual,
racionalidad moral pura, i'ormalmente asentada, como no
no obstante, no de3aría de entrañar la problemática de
pod1a Ser de otro modo, basándose eKpl{citamente en las
su clariticaci6n, aun cuando, desde luego, 'sta seria
posibles pretenoioDes de la racionalidad descubierta.
tan oompleja al modo como ee presenta la estructura d!
La racionalidad si bien no puede presumir de alcnnce
visionaria subsistente en el seno del sujeto cognos
Puro-positivo. si que dispone no obstante de un marco
cente escindido entre ambos planoa. La temporalizaci6D
puro-negativo. que es Justamente lo que abre el binomio
mos dejar a la posteridad con semejante metafisica, d~ • la rerlexi6n del gibebrino, en un intento de soluci~
purada por la critica, y por ella tambi~n reducida a
Dar racionalmente, lo que le' es aportado por su propio
un estado inmutable? En una pasajera inspecci6n de es
anllisis de la dial&ctica trascendental, la escisi6n
ta obra, se creerá percibir que su utilidad no es más
bist6rica O enajenaci6n en la que Roussoou coloca al
que negativa, la de no atrevernos nunca, con la raz6n
sujeto cognoscente., esto es, en la dualidad volitiva
especulativa, a salir de los limites de la experiencia,
en que lo asienta. Precisamente por esto, Kant ee ve
y on realidad tal es su primera utilidad. Esta empero
obligado a distinguir antin6micamente entre los dos
se torna pronto en positiva, por cuanto se advierte que
planos oognoscitivos reseñados, en lo cual, desde lue
esos prinCipios, con que la raz6n especulativa se atr~
go, a pesar del t6pieo, tiene erectiva incidencia el
ve a salir de sus limites, tienen por indeclinable co~
pietismo epeneriano en el cual Kant crece y desarrolla
secuencia, en realidad, no una ampliaci6n, sino, cons!
su vida y qUe le obliga. a guardar unas rormas para las
derándolos más de cerca, una ~educci6n de nuestro uso
ouales el pensamiento moderno estaba preparándose en
de raz6n, ya que ell08 realmente amenazan ampliar des
abordar. El desdoblamiento al que se somete al sujeto
comedidamente los limites de la sensibilidad, a que
cognoscente no deja de presentarse como un problema,
perteneoen propiamente, y suprimir asi del todo el USO
cuya manirestaci6n más alt.~ puede ya entreverse bajo el
puro (práctico) de la Raz6n. Por e80 una critioa que
panorama de la coincidencia de racionalidad y r6 bus
limita la sensibilidad, si bien en este sentido 8S ~
oada anbelantemente, para salvaguardar y evitar el
gativa, sin embargo, en realidad, como elimina de ese
"horror vacuis" que subsistiria en función de la exte~
modo al mismo tiempo un obst&CUlo que limita y basta
8i6n universal de la8 condiciones intolectivas a toda
amenaza aniquilar el uso puro prActico, resulta de Una
realidad cognoscitiva, al modo como posteriormente se
utilidad positiva, y mQy importante, tan pronto como
llevará a cabo, comenzando por la concepción rilos6r!
se adquire la convicci6n de que hay Un uso práctico a~
Ca tichtena. pese a la desautorizaci6n que Kant bará
solutamente necesario de la raz6n pura (el moral). en
del gran pensador alemán alumno suyo. Todo esto, en
el cual 6sta se amplia inevitablemente más allá de 108
BU generalidad nos lo expresa Kant, de la siguiente
limites de la sensibilidad." (23)
manera, NAs!, pues, no puedo admitir B!2!, la Libertad
La ya citada contraposici6n de planos Cognosci_
y la Inmortalidad para el uso práctico necesario de mi
tivos consti~e un avance de primera magnitud en el
raz6n, como no cercene al mismo tiempo a la raz6n esp~
desenvolvimiento de las condiciones intelectivas de la
culativa BU pretensi6n de conocimiento trascendentesw
realidad humana moderna, pues, -Como vimos en la prila~
Porque Asta, para llegar a tales conocimientos, tieno
ra parte-, tal distinci6n de esreras se presentaba pa que servirse de principios que no alcanzan en realidad
ra el siglo XVII solo sotto Voce, mientrás que aqui se m~s que a objetos de la experiencia posible, y por t~
presenta clara y nitidamente como una radical contrap~ to, cuando son aplicados, sin embargo, a lo que no pu~
8ici6n. y en esto, adem!¡) de constituir uno de los mé de ser objeto de la experiencia, lo transrorman real
ritos mayores de la rerlexi6n rilos6rico-metodo16gico mente siempre en renómeno y declaran asl imposible to
kantiana, se atisba en BU construcci6n la enorme inci da AMPLIACION PRACTICA de la raz6n pura. 'Xuve, pues,
dencia que el pensamiento kantiano ha recibido de Rou que anular el SABER, para preservar un sitio a la FE,
sseau, pues no en vano intenta el ri16soro de Kaenisg y el dogmatismo de la meteriaica, es decir, el preju!
berg resolver la tremenda contradicci6n que envuelve cio de que puede avanzarse en metafisica, sin critioa
3&5
364
mantener. de forma, pues, que resulte claro el desdobl~
de la raz6n pura. es la verdadera fuente de todo des
miento sobre el que se asienta de suyo la realidad sub
creimiento opuesto a la moralidad, qua siempre es muy
yaoente al propio sujeto cognoscente para observar asl
dogmAtico." (24)
le8 condiciones transformadoras desde las cualea se ba
Puede advertirso, da entrada, que el trAnsito ce neoesario reconsiderar tal circunstancia cognosciti
entre el plano te6rico y el plano prlotico, sobre la va como ~nloa 1 exolusiva coo410i60 de suvalldes cog
problem&tica articillaci6n de 'ste (¡ltimo sobre la '\fa nosoitiva.
lidez universal del principio "sint6tico a priori" se
presenta complicada y difícilmente, pero. sin embargo,
ello contiene una específica funci6n transitiva que P2
drá observarse a medida que se avance en la lectura de
la exposici6n del pensamiento kantiano que proseguirl
agu!, como expresi6n proped6utica de las condiciones
generales que fundamentan la posibilidad de una "Raz6n
socio16gica". ~ la tercera parte de este trabajo se
buscaran sus bases operativas"n el mismo examen filo
s6tico-metodo16gico realizado por Kant oomo 6nica al
ternativa de explicaci6n fundada de las condiciones
cognoscitivas que orientan a nuestro pensamiento con
tempor6neo. La importancia tundameotadora del pensamie~
to kantiano es, pues, 8s1 enteramente indiscutible y,
evidentemente, operando sobre semejante base vamo~•.
proceder a realizar un examen en profundidad de las
condiciones cognoscitivas a trav6s de lo cual debe ~
ticularse la propia retlexi6n.del fi16sofo de KHenisg
berg"
I
L
366
367
OITAS DE LA SEGUNDA PARTE
l. Kant. CRPu. pago 27, que corresponde 8 WA. Kant. pago
45 (B 1,2) Band. 111.
CJ1PI'I'ULO FHIJ.lERO.
l. Kant. Les Progras de la Metaphysique en Allemagne de
puia Leibniz et Wolt. pago 12 '1 13. VRIN, Parie, 1973,
1.- l. Kant. CrItica de la Raz6n Pura. pago 30. Ed. Porr6a. que corresponde a VA. Kant, pago 598 (A 14, 15, 16). Band
M6xico, 1972, que corrosponde a I. Kant. Werkausgabe. 111. Respecto de esta obra, cf'r. H.-J Vleeachauwer. Op.
Herausgegeben von W. \¡ebchedel. pago 49 (B 'l/A 3). o:lt. pago 15'.
chauwer. La evoluci6D del Pensamiento kantiano. pago 6Oso. 21 '1 22 (B n f X / B n. XII) Band IIl. Ofr. 6., érner.
U.N.A.M. M6xico, 19Za, as! como G. Cantecor. Kant, pago zar K..tiacheD BegrUadung dar Mathematik und dar Netur
2.- l . Kant. CRPu. pago ~1, que corresponde a WA. Kant. pago lé KaBt. CRPU. pago 38, que corresponde a WA. Kant. pago
51 (B 9,10/A6) Band III. Ctr. J. Proust. Analyse et Daf'i '63 (B 26 / A l ' Anm•• / A 12). Band. 111. Cfr. E. Oass1
nition Chez Kant. KS. 1975. Hett l. rer, Kant, vida '1 doctrina. pago 195 '1. asimismo, H.-J.
Vleeschauwer. La RevolutioD Kantieane. pago 558S. Ed. Ga
3.- l. 'Kant. Logique. pago 54. Ed. VRIN. Paris, 19?9, que co
111mard. Paris, 1978.
rresponde a WA. Kant. pago 476 (A 70). Band. VI.J. Vui
11emin. Ref'lexioDen ttber Kante Logik. Ka. 1961. Bef't ,. l. Kant. CRPu. pago '9, que corresponde a VA. Kant, pago
4._ l . Kant. Logique. pago 15.&1. oit, que corresponde a WA.
64 (B27, 28/ A14) Band. 111.
Kant. pago 4~8, (A 11). Band VI. l. Kant. De la Fausse Sobtilit6 des QUatre Figures des
8,11ogiamas. pago 83, obraf incluida en QUelques Opuscu
5.- l. Kant. CRPu. pago 61, que corresponde a WA. Kant. pae.
VA. Kant. paso 610 (A 26, 27) Band 11. A este respecto
Oassirer. El ~roblema del Conocimiento. pago 625s8. T. 11
Ed. cit. vide U. Schultz. Kant. pago 5'. Ed. Labor. Barcelona,
1971, en relaci6n con el problema de onto1ogizaci6n kan
6.- l. Kant. CRPu. pago 10, que corresponde a WA. Kant. pago
tiano, crr. E. Oassirer. kan, vida y doctrina. pago 176
31 (E XXVII, XXVIII) Band 111. En ralaoi6n con la posibi
y 177. ed. cit. y B. de Ge1der. L'Equivoque ontologique
lidad de objetividad para el conocimiento metafisico, otr.
de la pens6e kantianoe. KS. 1972. Bott. 4.
E. Cassirer. Kant, vida y doctrina. pago 86ss. F.C.E. M6
xico, 1948. Cfr, &demás, J. E. Schlanger. LtEnorg~tique
l. Kant. ORPu. pags. 1'~ y 15 que corresponde a WA. Kant.
pago 25 y 26 (B XVI, XVII/XVIII, XIX Anm.t / B XIX)
de la Raison dans les pr&faoes de la "Oritique"de la Rai
son pura". Rf'l11. n2 l. 1975. Band. III.
7.- l. Kant. ESGai pour Introduire en Philosophie Le Concept 16•• l. Kant. Dissertatio de 1770. pago 58. Ed. Univ. Oentral
de Grandeur N&gative. pog. 19 y 20. }~. ~iIN, 'aria, 1972,
de Caraoas. Venezuela, 1974, que corresponde a VA. Kant
pags 86 y 87 (A JI). Dand V Ofr. R. Theis. Le ailence de
que corresponde a WA. Kant, ps(\'s. 783 y 7l34. (A 3,4) Band II.
Kant. Rl"J.1. 002. 1982." Y J. Schmucker. Zur entwicklungs
368 369
~eschichtlichen
Bedeutung der Inaueuraldissertation Van OAPITULO SEGUNOO
1770. KG. 1974. Heft. 3..
EL CONOOIMIEN'l'O INTITIVO
17.- l. Kant. Lettre a M. Herz .. 21 Febrier 1772. paga 133 y
134. VRIN Paria, 1976. Sobre la importancia de esta car
ta, Orr. G. Cantecor. Op. cit. pego 162 y 163. V. Schultz 11.2.1.- LA FACULTAD DE LA SENSIBILIDAD.
Op. cit. paga 64 y 65. IJ.-.T. Vleeschauwer. Op. cit. pago
63sa. E. Cssairer. Kant, vida y doctrina. pago 1558s. ed. La posibilidad de aeceso al conoc~iento requi~
cit. Vida, asimismo, H.-.T. Vleeschauwer. La ~duction re la validación de la "intuición" Como elemento esen
TrascendentDle dans l'oeuvre de Kant. Tome Premier. La oial dal mismo conocimiento, de un conocimiento que DO
D6duction Trascendental0 ftvant La Critique de la RAison puede originarse de que a partir del sujeto cognOBCEI]!
Pure. Garland Publishing Inc. New York and London. 1976. te, es 6ste justamente quien 10 hace posible. Debon
18.- l. Kant. CHPu. pags. 314 y 315, que corresponde a WA. Kant presentarse as{ los medios a trav6s de los cuales el
paga. 613, 614 Y 615 CB 741, 742 / A 713. 714 / B 743 / conocimiento adquiere oarta de naturaleza. esto es fa
A 715 / B744, 745 / A 716. 717). Band. 111. Crr. F. Marty cultades que establecen as!, como medios eseDciales de
La Motodologie Trascendentale, deux1~me partie de la "Cr,! la fa~tad de la SensibiliJad, el marco "intuitivo"
tique de la Raiason Pure". RHM. DD l. 1975. de conocimiento, bace posible aquella 6nitunci&n de que
19.- l. Kant CRPu, pag. 58, que corr'esponde a WA. Kant, pag. estA a 8U base. Oomo se ha visto, sólo por el recurso
97 y 98 CB 74, 751 A 50, 51 / B 76, 77/ A 52). Band 111. al marco "intuitivo" es c6mo tendremos posibilidad de
Cfr. 8. K8rner ~ant. pag. 268S. Alianza Univ. Hadrid. 1977. e.tablecer la retarencialidad cognoscitiva, y demost~
tiva por tanto, del sujeto cognoscente con 108 objetos
20.- l. Kant. CRPu. pago 288, que corresponde a VA. Kant, pago
experienciales, ea caso contrario, el plano demoetrat!
563 y 564. (B 670 / A 642 / B 671 / A 643) Band, 11. Ofr.
vo quédaria circunscrito a la eatera "lógica" y, en
G. Prauss. Zum Wahrheitsproblembei Kant. KB. 1969. Batt. 2. consecuencia, la "ratio matbbmatice" habrla que 8seo
21.- "1.Heidegger. Kant y El Problema de la Netad.eica. paga. tarla sobre el principium identitatis o principium oo~
15 y 16 Y 35 esp. F.O.E. {'il!:dco, 1973. tradlctionie, sin, no obstante, poder explioar su tun~
22.- l. Kant ORPu. paBS. 288, 289 Y 303, que corresponde a WA. mento originario explicativo.
Kant. pago 564, 565, 566 y 590. (B 671 / A 643 / B 672, Toda posibilidad de captación de la esencia del
673 / A 644, 645 / B 674 / A 646 / B 708, 709 / A 680. ser-en-si del objeto no tiene mAs rundameoto que 01 r~
681) Band. IV. .
curso de fundamentaci6n propryrcionado por la referen
23.- l. Kant. CRPu. pago 17, que corresponde a WA. Kant. pago cialidad experiencial presupuesta en las potencialida
29 y 30 CE XXIV / B XXV, XXVI) Band. 111. Ctr. M. Gueroult des cO€ n oscitivas del sujeto cognoscente, pues a610
Vom Kanon der Kritik der Reinen Vernunrt zur Kritik der as1 se preserva la baae "demostrativa" que da sentido
Praotischen Vernunft. KS. 1963. Heft. 4. a la veracidad inconstatable para toda esencia pura.
24.- l. Kant CRPu. pago 19, que corresponde a WA. Kant. pago Por consiguiente, como toda captaoión de esencialidad
33 CB XXX, XXXI) Band. 111. Cfr. R. Arrillaga T. Kant y pura, como ser efeotivo de la "rotio ideale" no se de
el Idealismo Trascendental paga. 186, 193 Y 195. Ed. Hev. sarrolla m6s que a partir de un marco demostrativo pu
de Occidente. ramente "lógico" y, evidentemente, semejante marco ha;y
370 371
que apoyarlo sobre alr,una base demostrativa que sea ~ xorable de la Facultad de la Sensibilidad, "Sean cuale~
da por rererencia experimental, la base demostrativa quiera el modo 7 los medios cOD'que un conocimiento se
"16gica" no nos remite m&a que al marco purc.lnente "con. teriera a sus objetos, la referencia inmediata -que to
do pensar busca como m~io- se lIaDa intuici6n. (2)
R
ceptual" como morco demostrativo que no acaba, como
vimos. m6s que en la esfera judicativa y no subsiste Una vez señalado lo anteior, convine establecer
más posibilidad que indQ~ar en relaci6n con aquel mar
que "intuir" significa una remisi6n o referencia de la
co demostrativo qu~ nos es proporcionado por la intui
lensibilidad del Bujeto cognoscente a los objetos empí
ci6n, pues que la concepción platónica del conocimien
ricos, a diferencia de la tunci6n cognoscitiva represO!!.
to no hace más que sumergirnos en la esfera de una ra
tada por la Imaginación, OomO se verá en adelante, tal
z6n ideal proñada de vacio, como el mismo Kant nos lo
advertencia, no carece de sentido pues no obstante lo
subrayas "La paloma ligera que hiende en BU libre vue
dicho, es olaro que en el aeno de la validaoión pura p~
lo los airan, percibiendo su resistencia. podrÍa for
aitiva de la "ratio ideale" el resultado cognoscitivo
jarse la ropresenleción do que volerá mucho mojor en
derivado de la actividad imaginativa adquiere sesgos de
el vacio. De igual.modo abandon6 Platón el mundo sens!
lntuitiV1dad, como inferenc~a positiva del fundamento
ble, porque 'ste pone al entendimiento estrechas limit~
puro, 10 cual. como hemos visto, excluye sintomáticamen.
cioneo y se arries~ más allá, en el espacio vacío del
te, toda posible demostrat1vidad 1 no desemboca, en lo
entendimiento puro, llevado por lRS alas de las Ideas,"
que ooneierne a la referencfalidad experiencial. más
(1)
que en una vana, pero no por ello despreoiable. preten
Si no queremos dejar al descubierto la apoyatura .i6n, oomo expresi6n de su pre-pontencia absoluta que,
necesaria de todo conocimiento, 9S absolutamente impre& evidentemente, DO termina más que, como soñalamos, en
cindible sujetarnos, al marco de referencialidad expe una "evidentia tugax".
riencial ya observado oomo implícito en la intuición,
Intuir no es m6s que la capacidad da recibir re
pU"-C': do otro Jr.odo, no hariamos t!l~S que desembocar en
pres~ntaeiones sensibles de los objetos empíricos 1, en
el escepticismo. Toda posibilidad de otorgar validez al
consecuencia, de ser afectados por ellos, capacidad que
conocimiento requiere de suyo de la comprenei6n del mi~
Kant denomina con el rótulo de Sensibilidad, como expr~
mo como actividad del Bujeto cor,noscento y, n~turallllen
8i6n de la facultad generada a partir de aquella capae!
te. en este sentido no existe mhs alternativa que la de
dad de ser afeotados por objetos empíriCOS. Se percibe
validar la. esfera de la "Objetividad para sí" como de
as! claramente la tunci6n intuitiva derivable de tal o~
terminaci6n asintótica de la esencialidad pura del ser
pacidad, como noa lo indica Kant. "La capacidad (recep
en-si y, en consecuencia, tomar aquella objetividal1 pa
tividad) de recibir representaCiones por el modo cómo
ra si como derivada expresamente de su actividad coeno~
somo. afectados por objetos, llámase sensibilidad. Así,
citiva, la cual, por su parte, debe hacer posible tal
pues, por medio de la sensibilidad nos son dedos ob3e
"objetividad para si" de conformidad con el resultado
tos y ella sola nos proporoiona intuiciones," (3)
cognoscitivo de su inherente auto-actividad cognoscente,
de modo que sea por me'Uo de la intuici6n c6mo se real! 8610 presuponiendo semejante capaoidad de recep
ce la efectividad de aquella objetividad para si en lo tividad sensible podemos establecer la necesaria capac!
que concierne al plano experiencial como rererente ine dad de ser afectados por objetos sensibles, pues sin tal
372 373
y. adem6o, para poder proceder a tal otorgamien
afectación no habr!a recurso demostrativo y, por consi_ de verdad, se hace absolutamente imprescindible que
guiente, sin ello, todo conocimiento no pOdr!a confir determinar con exactitud la materia propia dé
marse como tal conocimiento, de modo que la fUnción cos "ratiO matbematice" qua, en cuanto tal, com? materia
nOBcitiva de la intuición se bace indispensable en lo contenido cognoscitiVO, no esta constituida más que
que respecta a somejante afectaci6n. Se problematiza a por la estriCra Forma del conocimiento sensible, por 10
si la referencialidad demostrativa emp!rica. visto des qué nO hOY duda d3 que no s6lo ta.l contenido cognoscitl
de una perspectivo. estrictamente "ontológica", ya que, YO es factible concebirlo ~ ~riori, sino que, por lo dS
evidentemente. la validación de una capacidad de "intu! .As, SiD esta concepción anriórioa todo el rundamento
ción imaginaria" no termina, de suyo, más que en una
de la "ratio matbematice" se diluirla.
"creencia" que, desde luego. no puede sustentar sobre
s! ninguna objetividad que no sea aquella que inhiere a No obstante, la manera en c6mo sea posible dete~
la "evidentia fugnx". Indudablemente, se genera entonces, minar conocimiento ~ri6rico para la "ratio matbematice"
la necesidad de otorgar a la intuici6n como tal su fun en fUnoi6n de la determinaci6n ~ormal que la tnbiera
ción cognoscitiva oomo condi~i6n oecesaria de objetivi partiendo de la intuición r.~pírica se convierte en un
dad cognoscitiva, por cuanto con ella nos ~s proporcio problema, desde luego, no más complicado que aquel que
nada la posibilidad de la susodicha afectaci6n que nos se infiere en !:'9laci.6n coo la posible aSignaci6n de ce~
o
garantiza la edificación cognoscitiva de uoa objetivi teza pura poaitiva para la "ratio ideelo". Veamosl de
dad demostrativa, y as! nos lo indica el mismo Kant con tenidamente, pu~s es un problema central.
nitidozs uEl efecto de un objeto sobre la capacidad de
En primer lugar, conviene resaltar aqu! que es
representación, en cuanto somos afeotados por 61, es
precisamente la esencialidad de otorgar carácter §Rri6
sensaci6n. Aquella intuici6n que se reliere al objeto
rico para la "ratio mathematice", puesto que de otro
por modio de la sensaci6n, llámase empirica. El objeto
indeterminado 1e una intuición empírica, llámase ~ modo, 6sta no podr!a determinarse como criterio seguro
.!!!!E2." (4)
~ firme de conocimiento. AdemAs, debemos advertir que
la posibilidad de fundamentaoión de la misma DO se es
Evident~mente, si procedemos estriotamente de tablece más ~ue a partir de su cobertura sensible, que
conrormidad con la sujeoci6n del oonocimiento al marco nos es proporcionada por la referencia implícita en to
de intuiciones emp!ricas, tomamos como referencialidnd da intuición empiricn, como condición ráctica de nues
empírioa a este mismo marco, el cual nos garantiza la tra facultad de la Sensibilidad. Así, pues, la interro
base demostrativa cognoscitiva. Sin embargo, hay que gación sir,uiente es la que noS ofrece la clave reoolutQ
precisar por lo que concierne a la "ratio mathematice" r1a del problema planteadOS t cómo es posible determinar
que 6sts, indiscutiblemente, no puede apoyarso sin más a priori la intuición sensible, dado que todo conoci
ambages sobra tal criterio de intuición empírica, ya miento emp!rico ee siempro ~ jLosterioril La respuesta.
que. entonces, obviament.', no pOdriamos establecer 6s se inrtere del becbo de que, una vez dadas retterati~~
te mAs que a partir de su sempiterna conclusión ~ pos mente l~s condiciones de intuici6n emplrica, 'stas mis
teriori, lo cual, justamente, no es coherente con la mllS cond:l.ciones pueden do sUYo transmutarse en determi
aSignnci6n delfordad que irradia al con"cimiento mate nantes de las mismas, como determinantes formales. de
mática como tal "ratio mathematice" propiamente dicha.
375
3,74
te, fundada a partir de la conjunci6n y coincidencia de V~ examen espeoirico de cada una de estas intuicio
las capacidades subjetivas con el marco objetivo, sens! aas puras ~ prior1, el cual no es, desde luego, como p~
ble, taxativamente sujetas al plano meramente formal, cognoscitivo más que la inferencia inevitable del
como hemos descrito, lo cual es lo que caracteriza, pues, planteamiento kantiano de la DISSERTATIO DE 1770 en tOE
a la facultad ~a la Sensibilidad, "Asi, pues, en la es ""DO al origen del conocimiento, como hemos mencionado 8!!.
t~tica trascendental aislaremos primeramente la sensib!
teriormente.
lidad, 'separando de ella todo lo que el entendimiento,
con sus conceptos, piensa en ella, para que no nos que
de nada más que la intuici6n emplrica. En segundo t6rm!
no, separaremos a6n de ~Bta todo cuanto pertenece a la
sensación, para que no nos quede nada más que la intui
ci6n pura y la mera forma de los fen6menos, que es lo
6nico que la sensibilidad ~ priori puede proporcionar.
En esta investigaci6n se hallará que hay, como princi
11'
1 ¡
pios del conocimiento ~ priori, dos formas puras de, la
'1 "
, , intuici6n sensible, a saber, el espacio y el tiempo,"
i ~ I
(5)
" l', ,i
,' ' Es evidente que, con lo dicho, hemos dibujado el
1'1 "
l. l' marco de incidencia del conocimiento implleito en la f~
'1 1 ,¡
'1"
" '
'"
cultad de la Sensibilidad, por cuanto, mediante aquellas
IW intuiciones puras ~ priori o formas pur~s de la Sensib!
lidad nos deacriben un radio de acci6n expreso, por cu~
yo medio es posible y factible "ordenar" de modo previo
el múltiple del fenómeno, de acuerdo con las condiciones
generales del Espacio y del Tiempo, bajo cuya 6gida se
dan la totalidad de las intuiciones empirioas. En base .~. > ,
389
subrayado por el mismo Kant de la siguiente manera: "El del mismo, puesto que ~l mismo se halla en semejante
394 39S
laa mismas porCionalidades discretas y, por ende, está captar y aprehender en el concepto de la temp~
presupuesto en oada una de la susodichas poreionalida_ ~9lidad asl entendido no son m~s que limitaciones del
des diseretas, si pudiera inteligirse como la suma de tiempo mismo fragmentado, sin que, no obstante, nos de~
~Btas, habría en consecuencia gue concebirlo a su Vez . prendamos de la unicidad temporal que está a su base c2
como Un aggregatum incoherente con la misma determina_ mo condición formal de toda porcionalidad temporal di~
c16n formal que 10 inhiere Como tal temporalidad. Evi creta, 10 cual, evidentemente, nos conduce, por indecl!
dentemente si "cada tiempo" tuera posible concebirlo nable contrapartida, a establecer y determinar su tot!
Como "Tiempo en sí" no encallaríamos mIs que en una ta,!! me intinidad, como base de desarrollo de toda porcion~
tOlogÍa que, desde luego, en nada aumentaría nuestro lided temporal discreta. Naturalmente, es por esto por
conocimiento acerca de la tunci6n cognoscitiva asigna_ lo que justamente se hace imposible en términos absol~
ble al mismo Tiempo propiamente dicho, por cuanto el tos proceder a la comprensi6n meramente intelectiva del
proceder "sint6tioo" no quedaría d. s~o m&s que neu Tiempo, en tanto representaci6n conceptual, ya que ésta
tralizado y anulado por medio de una base-analítica" no nos remite a la característica de infinitud que irr~
absolutamente dil~yente y dispersiva, sio que, por ello. dia a la temporalidad. sino que tan sólo nos describe
nos ofrezca claridad alguna respecto a quA sea la tem 8U indel'inici6o que, desde lueSO, no dgnifica de suyo
poralidad, lo cual 8610 noa es explicable a partir de .le que una comprensi6n de la facultad de la Sensibil!
su consideraci6n como intuici60 pura ~ Rriorit como h~ dad y de toda rel'erencialidad oxperiencial bajo el Im
mos indicado.
perium de la "ratio ideale", lo que, como fácilmente
•• adviert~, no deja de ser una clarividente oontradis
.) "La infinidad del tiempo no 8ignitic~ ~~ra Cosa
tio in adjecto, absolutamente insostenible.
sino que toda magnitUd determinada del tiempo 98 s610
posible mediante limitaciones de un tiempo dnieo tun~ De conform~~ad con lo dicho, es oompletamente ~
mental"
Vidente que no existe ninguna otra posible explicaci6n _
Semejante característica aCerca del fundamento
Con sUficiente grado de plausibilidad, que permita di
cognoscitivo de la ternporalidad nos descubre que la p~
rimir para el Tiempo alguna tunc16n cognOSCitiva que
sibilidad de concebirlo c~mo representaci6n intelecti
no Bea la propiamente "intuitiva". 8610 por medio del
Va y, por ende, conceptual, no puede sostenerse a st
recurso a la función intuitiva es oómo Be puede ofreoer
misma en manera alguna. Pues, si bien podemos conside
una perspectiva integrada de la ~~ferencialidad expe
rar partes del Tiemp~, éste como tal, como condici6D
riencial que debe hallarse a su base, puesto que en c~
de la totalidad de los fen6menoB o oomo condiei6n for 80 contrario no haríamos otra cosa que desembocar ine
mal de lss partes mismas, no puede ser considerado m~8 xorablemente en la "perplexitas mentis" anteriormente
que ~omo ilimitado y, desde luego. 8ólo as! se pOdrá aludida. Y además, semejante cobertura "intuitiva" pa
ooncebir a aquellas partes como. "limitaciones" del Ti~ ra la temporalidad, no puede ser considerada sin más
po 6nieo absolutamente infinito. Toda Posibilidad de como meramente intuitiva, aino gue requiere un grado
concebir al Tiempo como 8ujeto a sus partes mismas y mucho más elovado, tal cual deviene aquel que resulta
extraerlo de ellas no conctuce más que a una intelección de su consideración como "intuición pura ~ priori",
conceptual del mismo, de la propia temporalidad, aUn tampoco de otro modo, habria posibilidad alguna de
que, desde luego, con la mayor evidencia. Todo lo qUe fundamentar la apodicticidsd da sus principios, como
395
397
tambi'n ae ha dejado ya maniriestamente claro. Cerramos
aquí el examen relativo a la ~exposici6n met~~ísica" de DO podría concepto alguno, tuere el que tuere, hacer
la temporalidad 1 pasemos a la "exposlci6n trascenden_ oomprensibla la posibilidad de un cambio, es decir, da
tal". UD enlace de predicados contradictoriamente opuestos
(v.g. el ser en un lugar ~ el no ser esa misma coaa en
II.2.3.b._ EXPOSICION TRASCENDENTAL DEL TIEMPO. el mismo lugar) en uno ~ en el mismo objeto ••• como bay
en la teoria generel del movimiento." (16)
H~V que resaltar en primer lugar que la relaci6n
de la temporalidad con la Aritm~tica guarda un profUndo Evidentemente, aunque semejante ejemplo pueda
e íntimo enlace. por cuanto, al igúal que en el Tiempo pareoer a primera vista contradictorio sin embargo e8
se dan la sucesi6n y la simultaneidad, en la Aritm&tica ti perfectamente enmarcado en el seno del estudio til~
se plantea el escalonamiento num6rico por agregaci6n de .&~ico kantiano, pues desde luego, hay que determinar
la unidad a sI misma, a la Yez que se pueden establecer que la objetividad cognosoitiva que debe irradiar a la
comparaciones de magnitUdes de forma clara. Así 1 como -ratio p~aicew depende en buena medida, de la objeti
ya so lndic6, la relaci6n SUbSistente entre ambos pla vidad cognoscitiva ~ de la subsiguiente tundamentaci6n
nos, nos condUce 8 un determinado tipo de opoeici6D, ea de la miama respecto de la "ratio matbematice", lo que,
to cs, a aquella que, en el capitulo anterior, hemos d~ obviamente, Kant no va a desarrollar hasta su plantea
nominado como "OPosioi6n real", o~a característica dia .lento en torno a los principios del conocimiento ris!
tintiva radica on el hecho de que no se desarrolla m's co. lncluidoa en la Analítica de los Principios de la
que A partir de la "poeitiVidad~ de los opuestos, a di ARALITICA TRASOENDENTAL que busca su solidez y firmeza
ferencia de la "oPOsici6n l6gica" que determina la eupr~ en la cobertura intuitiva de la ESTE1'ICA TRASCENDE~rALt
si6n radical de Uno de loa opue~t08 una vez dado el otro. que es lo que justamente DOS ocupa en este capitUlO.
por vía antag6nica. Semejante condici6n deviene importap
te retenerla en la ~Gdida en que el mismo Kant nos ln~ De esta manera ~ partiendo de la posibilidad de
car! que 8610 en funci6n de tales consideraciones ser' que .610 en el Tiempo es dable semejante "enlace de pr~
POEible determinar funci6n cognoscitiva para la "ratio
desde ellas se puede en consecuencia construir la tacu! ti.icam , es decir, espeCUlativamente, no cientitic~
ente
dad de ser afectados por objetos, los cuales, subsumidos Si debemos circunscribirnos a la esfera cientif!
suponer tod.o origen. Es evidente que s610 presuponien.. rtda.d que la propiamente formal, precisamente por 10
do ~ la base de las intuiciones empíricas una posible cual la miama objetividad debe, como hemos señalado
ordenaci6n de la8 r.'~r:;mas que, desde luego, no puede ser oon anterioridad. obBervarae oomo Bujeta a límites v~
m&s que estrictamento formal, puedo de suyo extraer c2 ritatlvo8, que es precisamente lo que noa indica la
nocimiento avalado en su certeza, puesto que si semej~ dietinci60 kantiana entro el conocimiento fenom6nico
determinar un alcance que propiamente seria noum~nico, trarla por releoi6n e semejante referencia1idad expe
absolutamente inaccesible para toda objetividad cogno~ riencial, la cual, desde luego, no puede ser comprend!
citiva, por 10 que estaríamos eempiternamente inmersos da ein m&. oomo meramente determiniata, como 8ucede en
en el marco de la "evidentia fugex", animados y .: stimy. todo emptrlsmo propiamente dicho, sino que bay que con
lados sólo por el prepotente at6n de acceder a una de oebirla, de la manera ,a dicha, como una consecuenoia
terminaci6n objetiva y que sólo DOS puede caer como e de la aotividad intrinseca al sujeto Cognoscente , SiD
manada de uno ras6n especulativa. No existe pues otra la cual desaparece toda ob3etivi dad cognoscitiva en
altornativa que la d .. ~6tab1ecer aquellos lImites ope laa brumae de la raz6n especulativa.
rativos con los cua1e.9 puede tenerse plona confianza Lo que bay que concluir de lo dicho es el hecho
en la objetividad cognoscitiva y que no nos son propo~
4e que toda ob3etivided cognoscitiva pura queda, para
cionados m~s que por medio de la inte1ecci6n intuitiva
DOSOtroS. Bujeta al plano meramente formal. Desde lue
del Espacio y del Ti'.,rnpo como form,s,s puras de la Sens! go, en contrapartida, 10 que si puede establecerse es
bi1idad, disponemos es! no s610 de la posibilidad de
que 'ste, o sea, el plano formal, nos proporoiona un
1~ referencia experiencia1, sino adem&s, de la objeti
marco de ob3etividad Cognoscitiva incontrovertible,
vidad cognoscitiva deriveda de la coincidencia formal,
.61i.do, tal cual es aquel en el que se asienta la "ra
anteriormente expuesta, tal como nos lo indica el mis
tio matl.ematice" pro~lamente dicha. Por tanto de esta
mo Kant:nEspacio y ¡'iempo son, por tanto, dos fuentes
manera, queda cODlpletamente marginada toda posibilidad
de conocimiento de las cuales ~ pxiori podemos extraer
de preguntar por el conocimiento noum6nico, por cuanto
diferentes conocimientos sintéticos. ( ••• ) Ambas toma
todo interrogar por la osencia del sor-en-s{ no repre
das juntas, son forcas puras de toda intuición sensi
senta de suyo más qúc una extrapolaci6n del fundamento
ble " por eso, hacen posible propoBiciones sint~ticaB
originario del conocimiento. Tal , como el mismo Kant
.!! priori. Has esas fuentes de conocimiento !! priori d.!!
nos lo señala con claridad al advertirnos lo siguiente,
terminan SUB limites precisamente por eso (porque son
"Ahora bien, lo que. como representaci6n, puede prece
meras condiciones de la sensibilidadl a ssbarz que se
der a toda acoi6n de pensar algo, es la intuición ,.
refieren s610 a objetos en cuanto son considerados co
ei no encierra nada más que relaciones es la torma de
mo fenómenos, más no representan cosas en sI mismas."
la intuici6n, la cual, no representando nada 8ino por
(18)
cuanto algo es puesto en el esplritu, no puede Ber n
De e~ta manera, ateni~ndonos El las susodichas tra cosa que el modo como el esplritu eS afectado por
condiciones del Espacio y del Tiempo como intuiciones la propia aotividad. a saber, por ese poner sus repr~
puras .!! priori, toda residencia de las mismas no puede scotaciones y, por lo tanto, por sI mismo, es decir,
establecerse sino en el Bujeto cogno~;cente, puesto que que es un sentido interno segÓn su forma. Todo lo que
ellas mismas de suyo no son máa que un resultado co~-
f06
fO?
es representado por un sentido es siempre fen6meno y o -1
no se admita el sentido interno, o el sUJeto, que con,!! dad. por cuyo medio disponemos de la posibilidad de d~
tituye el objeto de dicho sentido, no puede ser repre terminar aquella ooincidencia ya mencionada. La obJet! 1
sentado por ~l, más que como fen6mcno y no al modo Co .id8d cognoscitiva infer1ble de aquí tieno que propor
mo juzgaría el sujeto do eí mismo si su intuici6n rua cionarnos una pieza de cardinal importancia, con vis
se mera activIdad propia, es decir, intelectUal." (19) ta8 a establecer qu6 sea la interioridad humana 7 que
Determinado todo lo anterior, conviene proceder que a partir de su apa,yatura en relaci6n con la condi
a abordar una de las CueRtiones más interesantes del 016n t'orroal de la temporalidad. dado que ea 'sta la que
planteamiento .filóso.fico kantiano~ por medio de la cual CODtiene en 8U 8eDO la .forma general de todos los ren!
1
I
«08
(09
construcci6n a partir de elementos b~sicos que no soan
precisamente los suyos propios, como esfera pensante, ten6menos pueden decirse por lo tanto ~npfior1 muchas
lo que no tiene lugar más qU'e en funci6n del marco in cosas, en lo que toca a la forma de los mismos, pero
tuitivo que. como referento de experiencia, n08 permi no se puede decir lo más mlnimo de la cos en si misma,
te discernir para le eelfera del pensamiento de Un abs.Q. que estA a la base de esos ten6menos." (20)
luto de cobartura ofrecido por tal referencia de expe
riencia preeUpUt'lflta en la intuici6n•• Consecuentemente Es precisamente el aspecto tormal el que aot6a
con eato no; se pono, en entredicho la objetivided cog como fundamento de la objetividad cognoscitiva, puesto
noscitiva por cuanto la interioridad soa posible conc~ que respecto de los fen6menos en lo que se refiere al
birla como fen6meno, sino que, justamente 01 cont~~iot marco intuitivo de cotlocimlento, tan 8610 la forma del
lo que sucede es que se presorva a la misma objetivi objeto sensible n08 es conocida, evidenteme~te, en raz6n
dad de dorivar hacia las difUminacionos de los limites de que tal torma no es puesta de suyo mAs que por la
de la objetividad cognoscitiva, tal y como se hallan aisma auto-actividad del sUjeto cognoscente, en la me
dado en cuento De ti~G~ la pretensi6n de dar plena y dida en que. en si. en un objeto sensible, no puede di
absoluta validez a la metamorfosis del raciocinio puro, terenciarse la 'orma de la materia. a excepci6n de que
sin un ajuste critico severo Que impida el desembocar algo lo distinga 7 ese algo, pues no puede ser otro que
en la mencionada "evidontia tugnx", & la cual no se. a.Q. el propio sujeto cognoscente. Y, a su vez, es jUBtamell
cede m!s que como cO~3ecuenaia de la interminable bGa te por medio de esta distinci6n c6mo el sujeto cognos
queda del conocimiento in aeternum, que os lo propia cente realisa una slntesis entre el objeto mismo, for
ms;¡te caracterlstico de la Meta:..lsioa. malmente configurado y la torma que S9 configura en la
representaci6n subjetiva del objeto, forma ~ue una vez
Para evitar semejante esoollo no existe mte al establecida hay que adoptarla como criterio firme y S2
ternativa que aquella que se construye expresamente al lido de conocimiento pues la coincidencia entro la fOE
tOr:1l'lr como punto de partida el marco intuitivo de con.Q. ma subjetivamente representada del objeto en la intui
cimiento, por cuya auto-actividad podemos construir la oi6n y el objeto intuitivamente (tormalmente, por tan
facultad de la Sonsibilidad, de conformidad con la pa to) representado en el sujeto viene a ser plena, ya que
sible ordenaci6n del máltiple fenomónioo que nos es ambas representaciones no son mAs que las dos caras de
proporcionada por las intuiciones puras A priori del una misma moneda, en tunoi6n de la cual, obviamente.
Espaoio y del Tiempo. As! toda posible incardinaci6n puede determinarse certeza apodictica de manera A priori
de objetividad cosnoscitiv8 hayt que edifioarla a par sobre la base la antedicho. coincidencia.
tir.de los susodichos supuestos, lo que nos es SUbrayA
do por Kant de la siguiente manera I "Es pues, induda 8610 sobre semejante base, como es evidente. pr.Q.
blemente cierto y no sólo posible o verosímil, que el porcionada por tal coincidenoia, que es lo Que se re
espacio y el tiempo, como condiciones necesarias de t.Q. suelve a través del principio "sint&tieo n priori", de~
da experiencia (externa e interna) son 8610 condicio de donde Kant construye la objetividad cognosditivs pr~
nes subjetivas de toda nuestra intuibi6n, en re18ci6n piamente dicha, es desde donde a BU voz se revela el
con las cuales, por tanto, todos los objotos son meros fundamento de certeza apodictica que envuelve a la "rA
fen6menos y no COssa dadas por si en ose modo, de esos tio mathematice", certeza apodlctica o pura que no pu~
de encontar su cobertura explicativo, oomo ha podido
410
411
su sistema fi10s6fico.
LOa que soetienen la realidad absoluta del espacio y del
La "idealidad trascendental" se configura en fun tiempo, admltanla como ~ubsistente O sólo como inberen
ci6n de la presuposición expresa y enormemente import~ te. tienen que hallarse en contradicción con los princ!
te, de un "realismo" exclusivamente basado en la "expe_ pios de la experiencia misma. Pues, si se deciden por
riencia", en la estricta empiricidnd, lo que como vere 10 primero. partido que generalmente adoptan loe que i!!,
mos más adelante, es lo que dii'erencia la idealidad ka!!, vestigan matemAtieamente la naturaleza) tienen que adm!
tiena de la propiamente berkeleyane y que nosotros aqui tir dos nadas eternas, infinitas, existentes por sl (el
nos limitamos a apuntar. Por medio del recurso a la "i espacio y el tiempo) que existen (sin que, sin embargo,
doalidad trascendental", esencialmente construida sobre ninguna realidad exista) s6lo para comprender dentro de
el principio "sint6tico ~ prior!", Kant da cuenta de la ei todo lo real. Si se deciden por el segundo partido
objetividad cognoscitiva de la "ratio mathematice", por (al cual pertenecen algunos que investigan metarlsica
10 que respecta al marco de la facultad de la SeDsibil! aente la naturaleza) y consideran el espacio y el tiem
dad, sólo COD la referencia El aquella "idealidad tras pO como relaciones de los fenómenos (al lado O después
cendental" VU~lvese posible el conocimiento objetivo, uoos de otros) a~straidas de la experiencia, si bien
el cual no puede apoyarse ni fundamentarse sin m~s en confUsamente representadas en la separaoi6n. entonces
la mera experiencia, que es precisamente lo que parado tienen que negar a les teorias matemáticas ~ priori, en
jiz~, hasta dialelizarla, a la explicación metodológica 10 que se refiere a cosas reales (v. g. en el espaoio)
newtoniana acerca del Espacio y del 'l'iempo, como pUdo ~ su validez o, al menos, la certeza apodictica.- (22)
preciarse por lo anteriormeDte expuesto. En 'sta conce~
ci6n se sustancia una rei'erencia tormal a la experien SÓlo a partir de la consideración del Espacio y
cia sin referencialidad experiencial, lo que Justamente del Tiempo como condiciones generales del múltiple fen~
hace presuponer para la torma misma una incardinación ~ .&nico, y en tanto detorminaciones formales surgidas por
fectivamente absoluta en la materinlidad misma que estA la propia actividad intrlnseca al sujeto cognoscente,
8 su base, como si de la propia materialidad pura. en por cuanto nos permiten establecer la impreSCindible r~
si misma fuera posible extraer su torma, sin establecer terencialidad experiencial que debe estar a le base de
previamente qué sea ln fr.ma misma. La misma cuosti6n A toda posible objetividad cognoscitiva, podemos dirimir
tenaza tambUn la explicaci6n lockeana y que de suyo po.!: para la "ratio mat~~M1~iceq la objetividad cognoscitival
mita a Leibniz, SUpuesta tal incardinBci6n, otorgar, a sin la cual toda posibilidad de conocimiento no haria
partir de semejante extracción formal de la materialidad, de suyo más que desembocar, desde la critice radical de
a la "ratio ideale" un podar efectivo de conocimiento Hume a la determinaoi6n racional pura del conocimiento,
"eminentemonte" eXplicativo que, por su lado, no termi_ más que en el más visceral escepticismo. que a su vez
na más qUe en la propia determinaci6n positiva segÚn es lo que funde~enta la tarea kantiana respecto de la
criterios meliorativos, sin que por eso sea comprensi_ construcci6n del edificio tilos6i'ico de la "idealidad
ble su fundamento, tan veleidoso como el propiamente ne~ trascendental".
toniano-lockeano. Kant nos desvela el enigma que se o
De conformidad con 10 dicho, 8S claro que solo
culta en esta sUsodiclla comprensi&fí puramente racional
la propia actividad intr!nseca al sujeto cognosoente es
de lo meramente sensible de la siguiente manera: "•••
lo que nos revela la antedicha capacidad de receptividad
de las impresiones sensibles y es lo que por su parte
flf 415
como tal actividad establece la Facultad de la Senslb! tivo inaccesible y en es&e sentido debemos su~etar las
11ded como marco general en el quo, dada entonces la aspiraciones presuntas de universalidad del conocimie~
determinaei6n formal de las intuiciones puras a priori, to metafísico a su esfera de generallzaci6n, tal como
debe caer todo m6ltiple fenoménico de intuiciones emp! es prescriptivo, en cuanto que ello es condici6n neo e ; ,
ricas, desde donde se baga predicable la certeza pro derivada de aquellos limites.
piamente dicha, certeza que~ evidentemente, eGtá enc~
nada en función de la posibilidad que existe de extraer Desde este punto de vista, atendi6ndo al becho
de talos intuiclone~ puras, el espacio u el tiempo por de que toda universalidad no puede ir más all& de su
ende, la base propia de la "ratio matbematice., en cua~ simple generalizaci6n en cuanto que es a esto a lo que
to que tanto la geometría como la aritmética son imP9Q conduce dar por conocida toda universalidad bajo su ,
Bables sin aquellas y CUYa efectividad no viene dada gida meramente tormal. no es dificil como contrapunto
más que a través de aquellas miBlllas, como ya se ba su disoernir que la metamorfosis del raciocinio puro no
brayado, en tanto son éstaa las bases esenciales, ori DOS otrece de suyo más que la expresi60 .onsomada de
ginarias, de todo conoc1miento matem&tlco stricto Beneu, 'UDa "idea11zaci6n de la idea" o, si se prefiere, de un
siguiendo el hilo conductor proporcionado por el prin oonocimiento c~a universalidad no es tal m~s que tor
cipio "slnt~tico a priori", tal como Be ba significado maliter, lo que no deja de resultar parad6jico, tal c2
POI: todo lo dicho, como expresi6n 1'undamontal del Ide,!! mo ya se puso de relievo en el examen de la reflex16n
lismo Trascendental kantiano. tl10s6fica cartesiana y tal y como Kant debe enfrentar
aem.jante cuesti6n pars no incurrir en el mismo error.
8i particos, pues, corno es necesario desde tal
perspectivo es indudable que lss veleidades expeculat!
vas de la Notaf!aics tropiezan Con UD obstáculo insal
vable en la medida en que no ea posible entonces extr,!!
polar de su ~eferencia empírica s la determinsci6n de
objetividad cognoscitiva que es intrínaeca a la "ratio
mathemo.tice", tal como ya hornos observado. Semejante
ci6n.
179·
1.- l. Kant. CRru. pago 31, que corresponde a WA. Kant. pago
1. Kant. CRPU. pago 44, que corresponde a WA. Kant, pago
51 (b 9, 10 I A 6) Band 111. Crr. He. Heimeoeth. Kant und
7 • (B 41) Band 111. Cfr. J. Ferrari. Op. cit. pago 478S.
Plato. KS. 1966. Hert. 4.
4
, tembi6n J.E. Viredu. Kant's s¡nthethic a priori iD geo
2.- l. Kant. CRPu. 41, que corresponde a WA. Kant. pago
4.- l . Kant. CRPu. pego 41. que corresponde a WA. Kant. pBg.
15, (B 42, 43 I A 26, 27) Band. 111.
69 (B 33, 34 I A 19. 20) Band 111. Cfr. R. Vernaux. Cri
l. Kaat. CRPu. pago 42 , 4', que corresponde a VA. Kant.
tica de la "Critica de la Raz6n Pura". pago 123e8., así
pago 71 (B '7 I A 22, 23) Band 111. Cfr. R. Arr1llaga T.
como R. Arrillaga T. Op. cit. pego 47. Vide, edem&s, R.
Op. oit. paga 50 , 51 , J. Moreau. Le Tem~s, La succession
E. Aquila. The Relation ship between Pure snd Empirical et les seDS interne. KS. 1974. Hert. 2.
lntuition in Kent. KS. 1977. Hert 3. 1. K ant. CRPu. pago 47, que oorresponde a WA. Kant. paga
5.- l. Kant. CRPu. pago 42, que corresponde a WA. Kent. pago 78 (B 46, 47 I A ,1) Band. 111, Cfr. C. DunaD. Lea rormes
71 (B 37 I A 22. 23). Band. 111. Cfr. V. Schults. Op. ait. a priori de la sensibi1it6. VRIN. Paria. 1884.
pago 72. l. Kant. CRPU. pago 48. que oorresponde a WA •. ~ant. pago
6.- l. Kant. Quelquee Opuscules Pr6critiques, pago 92. éd.
80 (B 49 I A 3') Band 111. Vide M. G. Horante. Op.,cit.
cit, que corresponde a WA. Kant, pago 994. Band 11. Cfr.
pago 54es •
E•. Cassirer. El Problema del Conocimiento pago 5758S. T.·
•_ l. Kant. CRPU. pago 49, que oorresponde a WA. Kant. pag_
11. ed. cit., as! como J. Ferrari. Kant. pago 45. EDAF. 81 , 82 (B ~, 51 I A 34 I B 52 I A 35. 36). Band 111.
Nadrid, 1974. Cfr. S. K8rDer. Kant paga. 34. 35 y ,6. ed. cit.
7.- H.-J. Vleescbauwer. La h'Voluci6n del Pensamiento kantiano. peg. 51, que corresponde a WA. Kant, paga
pago 53. ad. cit. 56 I A 38, '9 I B 57 I A 40) Band 111.
8.- l . Kent. Quelquae Opuscules Pr6critiques. pago 96 y 98, l. Kant, CRPu. pago 55, que corresponde a WA. Kant. pag.
que corresponde a WA. Kant. pag. 997. 998 y 1000. Band 11
92 y 93. (B 67. 68 I B 69) Band 111.
Cfr. E. Cassirer. Kant, vida y doctrina. pago 136. ed. cit.
l. Kant. CRPu. pago 55, que corresponde a WA. Kant. paga.
9.- l. Kant. CRPu. pago 42, que corresponde a WA. Kant. peg. 91 , 92. (B 66 I A 48, 49 I B 67, 68) Band 111. Vide H.-J
71 (B 37 I A 22, 23) 13and lIl. Vide ~'. G. r'lorenta. La Fi Vl&eschauwer. La Revolution kantianne. pag. 45. , J!l.G. Mg,
losotia de Kant. pa~. 49138. Ed. Espesa Ca.lpe. ¡'iadrid, 1975,
rente. Op. cit. pago 42ss.
as! como R. Arrillaga r. Op. cit. pa~_ 40 y 488S.
10.- l. Kant. CRl-'u. paga J~" que corresponde a ¡vA. Kant. pago
72. (B 38, '9 I A 24) Band. 111.
418 '19
21.- l. Kant. CRPu. pago 54 y 55, que corresponde a WA. Kant. OAFIl'ULO TEROERO
pago 91. (B 66 / A 48, 49) Band 111.
22.- l. Kant. CRPu. pago 51, que corresponde a WA. Kant. pago EL CONOCIl-lIENrO DISCUHSIVO
85 (B5? / A 40). Band 111. Otro H.-J Vleeschauwe. La rÑo_
luci6n del Pensamiento kantiano. pago 56ss. ed. cit.
11.3.1.- EL PROBLffiA DE LA LOGIOA.
l_
422 '2:t
cognoscitiva propiamente dicho, por el procedimiento Es evidente que si querernos preguntarnos por las
6.1timamente mencionado se ornnmenta un objeto "cua1qui§. condiciones gen&ticas, y ori~inaria8 del conocimiento 1
ra" bajo las susodichas formas generales que dan la "a observar cómo se hace posible, el examen del problema a
pariencia" de un conocimiento, pero cuya determinaci6n partir de la L6gica pura, a6n cuando sin 61 no seria P2
Cognoscitiva deviene tan indeterminada cuanto que la e aibls semejante pregunta, resulta insuficiente en 10 que
1ecci6n "cualquiera" difumina y contunde la aut~ntica y concierne a la respuesta respecto del fundamento origi
verdadera realidad del mismo, puee se carece de reterea nario del conocimiento intelectivo. Toda fundamentaci6n
cia de experiencia, como ya se ha dicho. El mismo Kant de la determinaci6n de la obJetividad cognoscitiva sobre
nor .soslaya de ningún modo este problema, c~mo puede a el prinCipiO meramente "ana1itico" no conduce más que
preciarse a continuaci6n donde dirime semejante cuesti6nz al ontologismo. como consecuencia inexorable de poetu
"••• (la 16&ic8 ~enera1) ••• encierra las re~las del lar "vida" para el concepto transmutado, mediante meta
pensar, absolutamente necesarias, sin las cuales no hay morfosis del raciocinio puro en Idea que. mediante aut2
uso al&Uno del entendimiento, y se dirige, pues, a 61 aplicabilidad de sus "unidad sistemática" inquiere para
sin tener en cuenta la diferencia entre los objetos a el misma su status de pureza absoluta, finalmente, nos 1
"
que pueda referirse. ( ••• ) La 16gica general hace abs
tracci6n, como hemoa visto, de todo contenido del cono
resulte una "Idea pura", en y por ei misma", que es lo
que sucede para el meoanismo cartesiano de la "ratio i
i
cimiento, es decir, de toda r~ferencia del conocimiento deale", pues en Asta se halla incardinado semejante pr~ t
al objeto y considera solamente la forma 16gica en la supuesto y que no ou1mina mls que un marco d~ desarro 1
relaci6n de loa conocimientos entra sI, es decir, la fo~ llo cognoscitivo puramente di&léctico.
ma del pen~amiento en genero1. ( ••• ) La lógica general
nouse preocupa del oricren del conocimiento, pues no coa La dnica manera de poder otorgar determinaci6n
sidera las representaciones-, -sean desde un principio efectivamente cognoscitiva para el Entendimiento radica
dadas ~ priori en nosotros mismoe o séannos e610 emp!ri esencialmente en observar, como sucedi6 para la facul
cament:e dadas- más que por las 1eyos se~n las cuales tad de la Sensibilidad, si no ea posible a trav6s de la
el entendimiento las Usa en relación mutua, cuando piea propia actividad intelectiva etricto sensu hallar algún
sa, es decir, que treta e610 de la forma del entendi marco desde el cual pueda darse la posibilidad origina
miento que puede ser proporcionada a las representacio ria, 1 gen6tica del conocimiento intelectivo, de tal m~
nes, cualquiera que sea su origen." (1) do que 6ste genere BUB propias condiciones cognosciti
Vas que, como dijimos anteriormente, no pueden sor m&e
Todo el conocimiento que nos es proporcionada que plenamente prescriptivas rospecto de aquella deter
por la Lógica pura o general no está circunscrito m~s minaci6n cognoscitiva propiamnnte dicha, puesto que és
que a oo!;err:3inar le "forma" según la cual pienea el En ta es la 6nica alternativa que nos resta para evitar la
tendimiento y, por consiGUiente, su alcance co(!Oosciti indecisión y el titubeo en el que nos encontramos lnmer
vo no queda eotab1ecido más que en cuanto podemos admi e08 a consecuencia de aquella "perp1exitas mentis".
tirlo como "criteriolJ que se rofieren a In forma de la
verdad", como el mismo Kant apuntilla de modo claro (2). De esta forma, pues, partiendo del hecho de que
la actividad intelectiva propiamente dicha permita la
gestación de sus mismas condiciones cor,noscitivas, es
•
I
1
424 425
426 «27
16gica general, a los conocimientos racionales, ernp{r1 lI.3.2•• EL CONCEPTO Y EL JUICIO.
cos o puros, sin dlstinci6n." (3)
La determinación efectivamento cognoscitiva no
Contando con semejante supuesto en lo que con
cierne al establecimiento del marco prescriptivo de cOQ es posible basarla en el mecanismo de la metamortosis
ceptos aprióric08, por cuyo medio pueda decidirse el del raciocinio puro intrlseco 8 la "ratio ideale",
panorama cognoscitivo propiamente intelectivo, que Kant pues en vano intentar!amoe indagar un acuerdo experieQ
sborda en la parte denominada ANALITICfI DE LOS ConcEP ola! para la unIdad pura que como Idea pura subyace al
TeS de la ANALITICA 'l'RJlSCENDENTAL, nosotros vamos a eQ mismo, no hariamos as! m6s que movernos en el seno mi~
trar en el citado examen para poner de relieve qu6 co mo del principio "analltico", es decir, no saldriam08
nocimiento so pueden inferir de tal presupuesto que s~ del 'rea propia del pensamiento, por lo que toda deteE
rá expuestos en la parte consignada por Kant como ANA minaei6n efectivamente cognoscitiva inter'dd de tales
LITIOA DE LOS PRINCIPIOS de la ANAl.InCA 1'RlISCENDENTAL condiciones no DOS haria desembocar m&a que en la men
y que como Veremos poste~iormente. serán los propiamen cionada especulaci6n que no explicita de ningún modo
te correspondientes a la fundamentnei6n f'ilos6fica de el fundamento desde el cual hay que edificar toda pos!
la Ciencia Natural o Física, como manifestaci6n resol~ ble determinación cognoscitiva y qU& no es otro que el
toria de la problemAtica tlloa6tica que se infiere 08
cilante e indecIsa de la estructura metodol6gica pro
puesta por Newton. La fundamentaci6n filos6fica de la
~ ..
que 80 vertebra en torno al principio "sint6tico ~ prio
•
428 429
ciones co~oscitivas intolectivas que no pueden ser o el marco intuitivo, permite de suyo pasar a la editic~
tras que las estrictamente conceptuales, es como pode oi6n cognosoitiva intelectiva, como bemos menoionado an
mos clarificar 01 horizonte COBUoscitivos propiamente teriormente Y el mismo Kant lo señala asit " ••• El co
intelectivo, en la medida en que su imposible subsun_ nocimiento de todo entendimiento, por lo menos humano,
ci60 bajo racionalidad alguna permita dirimir para a es un conocimiento por conceptos, no intuitivo, sino
quél su radio de incidencia, a la vez que esclarezca discursivo." (5)
la ambivalencia esencial escondida en toda racionalidad
propiamente dicha. . Por consiguiente, es indudablo, que inscritos en
el seno del marco conceptual propio del Entendimiento,
Partiendo de la realidad cognoscitiva sUbyaoe.!!, toda posibilidad de determinaci6n cognOSCitiva queda,
te a la represenf:;aci6n conceptual, lo que en primer l:!!, entonces, subsumida bajo las coordenadas judicativas
gar resalta por si mismo es la indispensable referen propiamente dichas. t. toda posibilidad de determinaci6n
oialidad eXperiencial que nos proporcione la base re cognoscitiva erigida mediante la metamorfosis del ra
presentativa objetual que si bien es creada por la mi~ ciocinio puro queda estrictamente obstaculizada en su
ma actividad intelectiva del sujeto cognoscente, sin fehaciente constataci6n, puesto que cr.rece de la subs~
embargo, deviene necesaria como eXplicitaci6n de la v~ cuente intuici6n, dnica torma posible de delimitar e
racidad co~itativa. Por consiguiente, en segundo lugar, lectiva dete~inaci6n en lo que concierne al plano in
lo que hay que considerar es que si cada repreaentaci6n telectivo, por lo que la posible preaunci6n incardina
conceptual debe poseer en su base la correspondiente da en el concepto puro vivificado como concepto en y
intuici6n, es obvio entonces que el alcance de nuestro
por sI mismo en aras a su subsiguiente determinaci6n
conocimiento intelectivo debe quedar circunscrito al
positiva no constituye de suyo m6s qua una extrapola
plano propiamente "judicativo" y, en manera alguna, a
oi6n del alcance cognosoitivo, propiamente judicativo
rrogarse la prceunci6n de acceso al conocimiento "puro
e intrlnseco al miamo concepto, que necesariamente hay
pOSitivo", tal como ee incardina en la unidad pura de
que retrotraer al retorno· examinado como unica manera
la Idea racional. La consideraci6n del concepto como
posible de evit~ que la especulaci6n adquiera plena
Idea ¡:"llra no se construye más que por medio de la CO!!!
consistencia cognoscitiva, en cuanto qU'il.lIste. no deven
binntoria de identidad y opoeici6n segÓn desarrollo
drla otra cosa m'. que puro engaño de la raz6n al pre
jUdicativos, como es sabido. Y, en consecuencia, 01
suponer determinaciones que le son comprobablemente
propio despliegue conceptual debe quedar circunscrito inaccesibles.
al marco judicativo, por lo que toda posibilidad de
conocimiento inteloctivo no se establece m&s que en 6610 por medio dellrecurao empirico inherente a
funci6n de semejante alcance cognOSCitivo, tal cual la intuici6n que corresponde al supuesto concepto, es
viene definido por el marco judicativo. y os a esto a como podemos otorgar para el mismo concepto un plano
lo que nos permite acceder la propia representaci6n cog COBDoscitivo propiamente dicho, de modo que toda rep~
coptual, en cuanto que 6stn coco concepto se genera c~ sentaci6n conceptual que carezca de semejante base no
mo actividad propia e intrínseca al sujeto cognoscente deja de aparecer como un "evidente engaño", tanto más
es decir, como "espontaneidad" intelectiva, como pro fatal cuanto no puedo advertirF.Je con nitidez. De esta
ducto de la misma actividad pensante que apoyada sobre manere, tenemos la posibilidad de caracterizar la tu.!!,
ci6n COGnoscitiva eneja B la representaci6n conceptual
•
430
&31
como una funci6n que Be infiere de la clarificaci6n j~ 8ibilidad de clarifioar un contenido de cualquiera re
dicetiva -dofinici6n_ del concepto correspondiente, la presentaci6n oonceptual no puede hacerse sino por medio
cual desde luego no p~rmite sobrepasar la referencia do pensar la misma, aun cuando la representación ses
intuitiva, corno reqt'isito necesario de su validez 'Y, intuitiva, es evidente, que s6lo por medio de la refe
por ende, 60 hIJco ebsolutlmonte indispensable suJetar renoia al marco de coordenadas judicativ&s es c6mo se
se al marco Judicativo de modo tajante, como Gaioa pa bace posible no s610 la clarificac16n conceptual pro
sibilidad de ~BlvQeunrdar para el conocimiento intele~ piamente dicha, sino que adem&s se nos describe el m~
tivo una base de determinaci6n cognOScitiva propiamen_ 00 de objetividad cognoscitiva inherente a la represen
te efectiva, "Todas les intuiciones, como sensibles qUe taci6n conceptual '1 en consecuencia de la represente.
son, doseaneon en afecc:l.ones, los conceptos en funcio... oi6n inteleotiva, a trav&s del desarrollo judicativo
nes. Has por funci6n entiendo la unidad de la acci6n de la susodicha represontaci6n conceptual. es decir,
que consiste en ordonar diversas representaciones bajo discursivsmente. De conformidad con lo dicho '1 sujetos
una comán. Los conceptos se fundan pUé S en la esponta a 108 inevitables limites cognosoitivos propios del
neidad del pensar, como las intuiciones sensibles en marco judicativo, debemos eetablecer que el juicio co
la receptividad da lss impresiones. De estos conceptos -o tal determinaci6n cognoscitiva no l!OS ofreoe respe.!.
no puede el entendimiento hacer otro uso que el de ju~ to de la representaci6n oonoeptual propiamente dicha
gar por medio de ellos. Como ninguna representaoi6n se _6s que un conooimiento "mediato", en manera alguno
refiere inmediatamente al objoto, a no ser la intuición, "inmediato". como pretendía la "ratio divinitetis", por
resulta que un concepto no se refiere nunca inmediata_ "intuici6n intelectual", por cuanto bajo el ~uicio no
mente a un objeto, sino a alguna otra representación hago otra cosa que "oonceptuar él concepto" o, si se
del mismo (sea intuici6n o incluso ya concepto)." (6) prefiere. "pensar el pensamiento", tal como Kant nos
lo indica oon notable claridad, al decirnos. "El jui
Oonviene por lo tanto, ofrecer respuesta a la
oio pues es el Cotlocimiento mediato de un objeto, por
pree;unte. de la circunscripci6n conceptu8,1 al marco jud!
10 tanto, la representaci6n de una representeci6n del
cntivo, cuya inserción queda reflejada por cuento el
mismo. En oada juicio hay un concepto que vale para m~
concer.:';o, en tanto representación intelectiva, debe el,!
oboe '1 entre esta multitud comprende tambi6n una repr.!
rificarse bien por medio de la referencia intuitiva,
eentaci6n dada, que se refiere entonces illmed~atamente
bien a través d,e su oxPosic~.6n conceptual y, por tanto,
al objeto." (7)
Judicative. Siendo el coneepto Una reprasentaci6n int~
lectiva espontánea, en cUanto que oólo es comprensible Evidentemente, no es dificil colegir de lo ex
como producto de la misma actividad del pensar, toda pueeto que la facultad de pensar, en tanto en ouanto
posible comprensi6n del contenido de la repressntaci6n facultad de Entendimiento, Be articula de modo radica!
oonceptual debe a su vez, hacllrsenos inteligible sólo mente directo oon la facultad de j11zgar. En última in,!
por medio de la referencia su intuici6n correspondiente tancia, pensar no viene a ser ni resulta otra cosa de
o, por contra, mediante la posibilidad de pensar el pell suyo que juzgar, de modo que 'toda indagación acerca de
samiento contenido en la misma, es decir, por medio de laa estriotos "funciones puraaft del Entendimiento, en
la "oonceptuaci6n del concepto" que, de suyo, no es o tanto "concoptos puros" mediante los cuales nos sea P,2
tra Cosa que un juicio. Y, naturalmente, como toda po siblo ponflar .!! pl.~iori objetos en general, no puede mo,!
•
432 t33
trarse m~s que mediante un examen profUndo de las "mo_
Una vez deducida la cuesti6n de c6mo pueda int~
dalidades jUdicativas" ya que son precisamente las que
ligiree paro el concepto un marco demostrativo como
nos descubren la clarificaci6n posible de la ~epresen_
plena cauci6n veritativa, y por cUJo medio se preserve
taci6n conceptual, como "modalidades" do pensar lógic!!
la referencialidad experiencial que irradia a toda pa
mente. Puede hablarse aquí de un marco "demostrativo",
sible obj~tividad cognoscitiva, no es dirícil compren
por cuanto las COOrdenadas judicativas nos descubren
der para el concepto tal marco demostrativo queda in
la posibilidad de pensar lógicamente el pensamiento,
merso en el &rea propiamente jUdicativa, ella DOS pro
posibilidad que no nos permite ir m&s all&, pero que
porcioroa las "modalidades" eeg6n las cualas el crite
preserva la objotividad cognoscitiva de aquí inferible,
rio l6gico acompaña a todo concepto como ~criterio ne
por cuanto que poniendo atenci6n es factible la deter
gativo de toda verdad", por lo que estableoido 10 pre
minación jUdicativa. El alcance cognoscitivo de la re
cedente, ee inriere que el siguiente paso que hemos de
presentación conceptual es as! veraz en cuanto que la
dar como requisito demostrativo de lo expuesto, debe
determinnci6n jUdicativa debe realizarse en base a la
eistematisarse a trav6s del exemén de las "modalidades
subsiguiente "modalidad jUdicativa", la cual nos asefli!!
3udicativas" para observar qué posibilidades subsisten
ra In verdad intelectiva, es decir, el pensar Con a~
de extraer de ellas loe tundamentos propios del pensar
glo a criterios l6gicos, de modo que podemos otorgar a
1 del conocimiento intelectivo.
las "modalidades jUdicat!vas" plena veracidad, por cua.!!
to en ellas no se esconde falsedad, 1a que nos asegu_
ran m&s que la posibilidad de pensar según reglas l6g!
cas. Semejante pensar pues no se refiere a contenido
alguno, a ningún Objeto, sino tan s6lo al concepto c~
mo posibilidad de subsumir bajo 61 algún contenido o
alguna representaci6n objetual, por lo que en lo que
respecta a la determinación cognoscitiva intr!nseca al
concepto hay que asignar como marco de~ostrativo de
te el plano de coordenadas jUdicativas, "Mas podemos
'!!
reducir a Juicios tO(laG las acciones del entendimiento,
de modo que el entendimiento en general puede represe.!!
tarse como una [aculto.d 2! ..1..uzgar. Pues, según lo que
antecede, es una facultad de pensar. Los conceptos em
pero se refieren, como predicado de posibles juicios,
a alguna representación de un objeto aGn indeterminado.
( ••• ) As!, pues, no es concepto sino porque, bajo 61,
otras representaciones son contenidas, por medio de las
cuales puede rererirse a objetos." (8)
xxx
•
434 435
II.3.3.- US FUllCIONES'LOGIOAS JUDIOATIVAS.
Esta es la exposici6n completa que Kant ofrece
Todo objéto del pensamiento no puede de suyo r~ acerca de las funcines 16gicas de loa júicioB, coco con
presentarse más que como concepto y, todo concepto no dieiones del pensar con arreglo a criterios 16gicos.
puede, inteligirse más que en tunci6n del marco Judic~ Se haoe indispensable a su vez clarificar cada tipo jg
tivo. Las modalidades judicativas nos ofrecen pues las dicativo de modo expreso, 10 que nos expone Kant res
referencias indispensables para poder establecer los peoto del primer tipo o juioio de cantidad, del siguien
fundamentos de c6mo pueda el Entendimiento pensar ~ ~rio te modol "SegÓn la csntidad, los juicios son universa
!1 objetos en general y semejante pensar debe resolve~ ¡es, o particulares, o singulareg, segÚn que el sujeto
ee en su calidad de ~1l!tiorit en juicios puros, bajo en el juicio se halle enteramen~o implicadO -o exclui
los cuales se ponga de manifiesto la diversidad 16gica do S!- la nooi60 del predicado, o se halle parcialmen
judicativa que como funciones cognoscitivas intelecti !! implicadO en -o exoluido de- 6sto. En los juicios
vas nos proporcionen la base en torno a la clarifioa uniVersales, la esfera de un ooncepto esta enteramente
ci6n del pensar ~ priori de objetos en general, sin 10 enoerrada en el interior de la esfera de otro, en un
cual no habDta verdadera tundamentaci6n de la aotividad juicio particular, una parte del primero est& bajo la
intelectiva del sujeto cognoscente y, toda Objetividad estera del otro. y en los juioios singulares en fín, un
cognoscitiva se disolvería. La posibilidad de pensar ~ concepto que no tiene del todo esfera est6, asi, com
priori un objeto en general solo se nos hace factible prendido simplemente oomo parte ~ la esfera de un 2
a trav~s de las funciones 16gicas judicativas, cuya tro." (9)
olasifioaoi6n por 10 tanto imprescindible establecerla
para olarificar la cuesti6n tratada Kant confirma esta Podemos establecer pues como ejemplos de tales
clasificaci6n del modo siguiente. tipos de juicios los siguientesi para el universal, "t2
dos los hombres son mortales", para el partiCUlar, "al
a7 Por su cantidad, los juicios pueden ser. Universales, gunos hombres son blancos", y, finalmente, para el sin
Particulares gular, "Pedro es bs.jo", por medio de los cualen se pone
y de manifiesto 10 anteriormente apuntado por Kant. As!,
Sin~lareB. pues, pasemos seguidamente al examen de los juicios de
b) Por su cualidad, pueden manifestarse oomOI Afirmativos, cualidad, cuyas formas n08 son expuostas as! por el mi~
mo Kant. "Segdn la cualidad, los juicios son afirmati
Negativos e
vos, negativos e infinitos. En los juicios afirmativos
Infinitos.
el sujeto esta pensado bajo la esfera de un predicadO,
c) Por su relaci6n, pueden dividirse en: Oateg6ricos, el! los juioios negativos esta colocndo tuera de la esf.!,
flipot&ticos y ra de 'áte último y en los juicios infinitos esta colo
Disyuntivos. cado en lB esfera de un otro. El juicio infinito no in
d) Por su modalidad, se nos muestra comOI Problemáticos, dica simplemente que un sujeto no esta contenido bajo
Asertóricos y la esfera de un predicado, sino que se encuentra alguna
Apodícticos. parte en la esfera infinita que es exterior a la esfera
de este prodicado, por consiguiente, este juicio repre ~'~"-""
senta la osfera del predicado ~ limitada." (10)
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1 •
('"
t 1
436 f37
En realidad, en 10 que concierne a los juicios Kant nos revela con entera nitidez la signiticación del
de la cualidad, la dificultad reside en la determina_ propio juicio, el cual nos dice aS!1 "El mundo existe o
ción del juicio infinito, que Kant introdujo como apoA por un Ciego azar, o por una interior necesidad, o por
taci6n propia al cuadro de las funciones lógicas judi una causa exterior". As!, pues, para finalizar, debemos
cstivas. Evidentemente, cuando ejempliticamos semejan_ examinar los juicios segÚn modalidad que quedan e8tabl~
te tipo judicativo infinito, mediante "algunos hombres oidos por Kant de la siguiente moneral "Desda el punto
son no-sabios" o "el alma humana es inmortal", queda de vista de la modalidad, momento que permite determi
en base a la limitaci6n del predicado enteramente ind~ nar 18 relación de todo el juicio a la facultad de con~
terminado el sujeto, ya que la extensi6n de 6ste resu! oer. los juicios son problemátioos, asert6ricos y apo
ta abierta por completo ~ ~l mism~ Kant advierte que dict1cos. Los jUicios prOblemátiCOS estan acompañados
tambi6n los "limites son conceptos positivos de obje_ de la conoiencia de 18 simple posibilidad, los asort6r!
tos limitados", con lo que ,puede clarificarae la alu~ cos de la oonoiencia de la realidad, los apod!oticos f!
da problemática. J·et ""7'.'0
nalmente de la conoienoia .de la necesidad del juicio."
La exposici6n correspondiente a los juici08 de (12)
relaci6n que queda mostrada asta "Begdn la relaci6n 108 Evidentemente, los antedichos juicios de modali
juicios son categóricos, hipot'tico~ y pisyuntivoo. Las dad resultan claros de por sl, por lo que basta expre
represontaciones dadas en un Juicio son, para la unidad sar Que para el juicio problemático, el ejemplo del ju!
de la conciencio, subordinadas unas ti otras, ora como 010 disyunt:ivo cumple un oometido esclarecedor. análo~
el predicado 10 es al sUjeto, ora como ;8 consecuenqia mente 8 como tambi6n lo cumple la proposición antecedens
10 es al principio, ora Oomo un miembro ~ !! diyi@i6n del 3uicio hipot4tico. En lo que se refiere al juicio ~
lo es al concepto dividido. La primera relaci6n deter aert6rico, vale la proposici6n coneequens del juicio h!
mina los juicios categórico!, la segunda, los juicios pot6tico. J, finalmente, por 10 que concierne 01 juicio
hipotéticos, la tercera, los juicios diayuntivos." (11) apod!ctioo valdría la s:l.gn1ticaci6n reprep9l1tada por
-108 tres ladoa de un triángulO equilátero son iguales",
La explicación es más compleja para los juicios como casi todas las proposiciones de la matem~ti08.
segdn la relaci6n para da lo que result6 para los dos
tipos precedentes. Por referencias los juicios cate~ Oon la descripci6n realizada tenemos establecido
ricos, el ejemplo clarificador es ya CláSico, "todo el marco general de las funciones l6gica8 judicativas,
triángulo tiene tres ~ngul08", mientrás qUe por lo que a trav6s de lo que tiene lugar el desarrollo de la fa
concierne a los juicios hipotéticos transparente el e cultad de pensar, como facultad del Entendimiento. Tal
jemplo propuesto por Kant Que nos dice "si existe una exposici6n en 10 qus se refiere n este cuadro nos per
justicia perfecta, 01 malo impenitente es castigado". mite la posibilidad de inteligir en BU pureza formal
En el juicio hipot,&tico, hay que establecer la aiguien los senderos por los ouales discurre nuestro pensamien
te advertencias si el prinoipio es Verdadero, la cons~ to como aotividad inteleotiva del sujeto cognoscente,
cuencia es iguolmento verdadera (mOdus ponens), pero le oual de suyo tiene que haoerse posible a si misma a
si la consecuencia es talsB, el principio es asimismo pertir de las susodichas descripciones de las funciones
falso (modus tollona). Para los juicios disyuntivos l6gicas judicativBs, como vamos a ver en 01 siguiente
consecuentemente, el ejemplo dilucidatorio aportado por
43a
438
II.,."- LAS CATEG01UAS.
apartado relativo a la exposición do las condiciones
que noo posibilitan el pensar ~ priori objetos en ge Todo máltip1e de la intuici6n, como m6ltiple r~
neral y qUé nos desvelan el enigma de la determinación noménico, es conocimiento propiamente dicho y circuns
intelectiva de objetividad cognoscitiva. crito a su esfera puedo subsumirlo bajo les condiciones
tormales del Espacio y del Tiempo que como intuiciones
puras ~ priori, me facilitan lae condiciones mediante
1a8 cuales puedo "ordenar" según su torma aquel m61ti
p1e d. la intuición sensible. Ello es lo estriotamente
preceptivo para la facultad d. la Sensibilidad.
•
440
141
examen de las mismos condiciones posibles de objetivi_
dad inferibles de la propia labor intelectiva, tal Cual Evidentemente, si las funciones l6gicas Judicat!
vienen dRdas por medio do lns !'unciones l6g:l.cas judic!. vas deben dese~peñar un papel de vital importancia, 6s
tivas. E118.$ son las que nos proporcione.o la posibili_ te no se desarrolla por semejantes derroteros "positi
dad d" ponear con Ilrreglo a un cri-l;erio 16gico y, nos vos", puesto que su rol cognoscitiVO, como indic6 el
suministran la posibilid.ad de la objetividad intelect,! 1I1sIIIO Kant anteriormente, no puede ser otro que el de
va, pues bajo tales funciones 16gicas judicativas el ·criterio negativo de toda verdad". Si desde luego. no
pensamiento Cenera su l!lut6nticl'. ol3!'era demostrativa, 8e atiende a la antedicha indicaci6n del rol cognoBcit!
con los limites que le son anejos dentro de la sistem! vo de las funciones 16gicas jUdicatives, entonoes es
t ics. de In. visi6n kan '; ~.f': "\. cuando, estas consideradas positivamente oomo conocimien
to, extrapolan su aloance ¡ una Vez determinada la rea
De esta manera ., por medio del reourso a las fun lidad conceptual mediante subsiguiente definici6n, oe
ciones l6Bicas judicativas se dispone claramente del clesembooa en la perpleJidad de indagar efectiva realidad
marco demostrativo conceptual, pero ello no nos indica para un concepto, lintentando hacer realidad de la Ima
ni puede indicarnos mAs que la esfera "ana11tica" con ginaci6nl. Evidentemento, tales condieiones cognosciti
ceptual propiamenta dicha. Desde luego, acogi6ndonos a vaa no desembocan m!e que en la raz6n ambivalente alud!
tal alcance cognoscitivo no saldriamos en modo al~no da, 78 que la extrapolaei6n dé la tunci6n cognoscitiva
del plano meramente "ana11tico", a cuya base no puede ele 1-, Imaginaci6n no conduce mAs qua a interminables con
colocarse objetividad alguna que no sea la l'uramente tradicoiones, como consecuencia de atribuciones que so
l6gica que además no nos asegura m&s que la posibili brepasan oon muoho au naturaleza humana, puesto que la
dad de pensar con arreglo a la "ratio ideale", esto es, funci6n intelectiva convi6rtese a6bitemente en funei6n
de un"pons8IlIiento l6gico", cuya caraoteristica "tauto imaginaria como si tal transmutaoi6n no tuviera en si
l6gica" no nos abre perspectiva alguna de incardinaci6n importancia alguna.
efectiva de oonocimiento, por 10 que no hacemos más que
movernos en el más estricto plano l6gico, y sin poder Advertir semejante hip6stnsis cognoscitiva es P~
dar cuenta del enlace intelectivo que como stntasie d~ go que no puede escapar a Kant, m&xime cuando en la fa
be permitirnos subsumir 01 m~ltiple de la intuici6n sen 1I0Ba carta a su amigo M. Herz le hemos visto expresar
sible bajo intelecci6n, es decir, bajo concepto. Esta 8u perplejidad al respecto. Nay que concluir entonces,
rolaei6n evita el escollo representado por una esfera que toda posibilidad de asentar conocimiento efectivo '1,
"analítica" de conocimiento, cuya exclusiva referencia por ende, susceptible de objetividad en el marco inte
demostrativa queda taxativamente circunscrita a sI mie lectivo, requiere de suyo no omitir ni soslayar somejan
mal la situaci6n no sería otra que la dada a partir de te circuostnncin, puss el conocimiento conceptual y co
la mera referencia del concepto a su función 16gica J~ 110 repl'esen,,;aei6n intelectiva, implica la realizaci6n
dicativa "como si" su resultado oognoscitivo no estu ele una s{nt&sis del m61tiple proporcionadO por la intu!
viera ya previamente pre-supuesto en el mismo concepto 0160 e~p{rica y semejante síntesis se constituye como
como 1nferancia' PUl') de la de antemano realizada fun la ~nica posibilidad efectiva de determinar conocimien
ci6n l6gica judicativa correspondiente para el establ~ to de 13, misma, sólo as! existe Una re.ferollcinlidad ex
cimiento del mismo concepto, os decir, c('~o si su "de perj.~moial qua rabasa el oero marco demost.rativo 16gioo,
.f1.oici6n" nos diera efect;iva realidad. sin la cual se esfumaría todo conocimiento. La evidenoia
de semejante planteamiento apenas requiere comentario
442
4, !:I.J
m~yor, pues el conepto debe ser inteligido de conform! en general no puede confundirse con una mera aplicabil!
dad con criterios l6gicos, sin embargo, como tal con dad de las funciones lógicas judicativas, por la simple
cepto, y como represontaci6n intelectiva, 'ste debe ser 1 sencilla raz6n de que 'sta dltime no subsumen en si
algo más que un mero juicio lógico, puesto quo en '1 se mismas m6s que el desarrollo lógicamente concordante del
subsumen toda una serie de caracter!sticas quo, si bien concepto. el cual por su parte, no es m&s que la repre
son pensadas conceptualmente, no obstente s~ enlace no sentaci6n pensante de la unidad del enlace sint6tico a
pertenece de suyo al concepto mismo. Este enlace natu ludido. El propio enlace aint6tico debe bacerse a su
rnlmAnte, no puede serle atribuido más que a la Imagl vez posible de una manera especifica y particular 9 no
naci6n, de modo 8610 8~{ 'sta cumple un papel cognosc! oomo mera inrerencia a partir del concepto dado, que,
tivo esencial, y enteramente circunscri~o a demoetra
no seria m's que mero desarrollo "analítico", que de a
cibn, por lo que toda atribuci6n de realidad efectiva ouerdo con las funciones lógicas judicativas. Se ooncl!
a la lmaginacibn debe, derivarse del aouerdo intelect! 18 así, por lo que respecta a las mismas funciones 16g!
vo que ella misma coadyuva a erigir, "La síntesis en Oa8 3udicativas. que nunca proporcionan la base necesa
general es, como veremos m~B adelante, el mero efecto ria para la d8terminaci6n del enlace sint6tico, que es
de la imaginaci6n, funci6n ciega aunquo indispensable
lo que nos ocupa aquí exprenamente, aunque. por otro lA
del alma, sin la cual no tendriamos conocimiento algu
40, desde luego, nada indica que las funciones 16gicas
no, mñs de la cual rara vez llegamos n ser oonscientes.
~udicativaB no puedan contribuir al esclarecimiento de
Pero roducir esa síntesis ~ conceptos, ~8ta 88 una fun la cuesti6n. Ya el enlace sint&tico propio de In Imagi
ci6n que corresponda al Entendimiento ~ por la cual, y
naci6n solo puede determinarse por medio de &reas deli
8610 entonces, 4~te nos proporciona el oonocimiento en
mitadoras intelectivaa que, a su vez. no pue~gn ser me
la propia eignific~ci6n de esta palabra." (13)
ramente funciones 16gicas 3udicativas, ya que ello sig
Ee evidente que si el enlace sint'tico corres nifica una transici6n de roles cognoscitivos que no es
ponde a la IQsginaoi6n, cuya unidad del enlace sintét! autorizable respecto de la clariticaci6n del problema
co propia.mente dicho, y producto inteloctivo no termi aquí planteadO.
na máa que en un concepto, dobe, constatarae que la P2 Ahora bien, en la mencionada olarifioaoi6n no e
eibllidad cognoscitiva interible del múltiple de la in
xiste m&e alternativa para poder detoI'lUinar cómo soa P.Q.
tuici60 sensible a trav6s del citadc enlace sintético
aible pensar A priori objetos en goneral y fundamentar
no puede detel'minm'lSe m!s que en l:l:lse a lo. posibilidad
el enlace sintético intrínseco a la Imaginaci6n, que eA
do poder penDar ~ priori ob.letos en genex-al como lLúlt!
tablecer una operaci6n similar a aquella que se infiere
pIes de la intvici6n senoible. r.a care.eterizaciÓn de
para el concepto como unidad del enlace sintético real!
semojante poaihi.lidad de penMr !!. priori objetos en g.!!
zada por 01 intelecto obrando sobre los datos proporci.Q.
nera¡ tiono as! l1eoesariamouto que establecerse a par
nados por la propia representaci6n imaginaria. Debemos,
tir de lo &nter'iol"'mente dicho :r en tanto que inferen
asi determinar c6mo sea posible extraer de las funcio
cia <le lo supuesto.
nes 16gicas judicativas las correspondientes áreas int~
Seme;jante posibilidad de pensar .!!. priori objetos lectivas, que no podrán ser concebidas mñs que como pu
ras y comprehendidas como "Conceptos puros del Entendi
miento", mediante su generolizaci6n puede pensarse a t.Q.
,tJ "5
454
8 partir del hecho proporcionadO por lo inteleoción ~
eemiento objetunl no tiene lugar m~s que 8 partir de la nr ioriinserto en el cuadro categorial que, por sU p~
realizaci6n del enlace sint6tico del múltiple de la 1n te, determina la posibilidad de pensar la experiencia,
tuici6n sensible, cuya disecci6n no es pdsible gpranti_ en funci6n de que la susodicha intelección anriórica
zerla sino por medio de las 'rees categóriales intelec_ categorial suministra lo base de desarrollo del enlace
tivas que nos muast;rlln 01 sendero en el cual es facti sint~tico de la Imaginaci6n sujeta a normativa intele~
ble est:l'lblecer la subsiguiente determinación de objeti tivn, incardinada en las Oategorias como expresión con
vidad cognoacitiva para la sElfera del ponsamiento, ava oeptual intelectiva do las tuncioneD lógicas judicati
lando osi la unidad iDtrinveca a la repreeentaci6n con vas, que posibilita'la unidad sint6tica del Concepto,
c~ptual, sin que, DO obstante, sea por ello posible ri como reprosentación objotual de la correspondiente in
gidificarla, pero ei, cuando menoa, puede poseer la a tuición sensible cogitativamente aprehendida. As! su
tribuci6n de determinante como tal objetividad cognoso! definitivo desenlace permite, consecuentemente la pos!
tiva. s610, por consi~ientet por medio de la Oategoria bilidad de establecer verdadera "detorminaci6n" de ob
dispol1f,o de la posib~.J.ldad d.e pensar la experiencia 00 jetividad cognoscitiva.
mo mÚltiple de la intuici6n sensible, ya que, en caso
contrario, nada podria decidir aceraa de la exporiencia, y es, precisamente, a partir do semejante "dete~
en la medida en que 6sta se me apareceria, como para el minaoión" de objetividad cognoscitiva como, propiamento,
mismo Hume, como una mera "creencia". Toda posibilidad puede establecerse una certera base de apoyo para la
de pensar, al carecer de Oategorias, carecería asi, an! construcci6n del edificio cognoscitivo de la Cienoia N~
logamento, de la posibilidad de pensar ~ priori la in tural o lisioa, operando conjuntamente con ambas facul
tnic~.6n, de modo que lo referenoia objntual convertiri~ tades, tanto la de la Sensibilidad como la del Entendi
se en un mero juguete de la imaginaci6n, como si enlace miento, ya que de ambas se hace posible determinar obj~
sintético debiera incardinarae en algo tan voluble como tlvidad cognoscitiva plenamente concordante con el cri
una veleta, lo que nos es asegurado por el mismo Kant, terio remoto empirico, es decir, con la refcrencialidad
..... ~ Categorias eon coneptos de un objeto en gene experiencial que se halla a la base de todo este edifi
ral, por medio de los cuales la intuici6n de 6ste es con cio de objetividad cognoscitiva tan magno Y elocuente
siderada como determinada con reapecto a una de las ~ como nos lo describe el filósofo de K6enisgberg,
cionea 16gíca! en loa juicios." (19)
mejante operaci6n cognoscitiva? es la respuesta que hay da efectivamente ccncebirse sino como propiamente pro~
que ofrecer, según la contestaci6n dada por Kant al re~ pectiva, tenemos por consiguiente. la posibilidad de
pecto bajo la r6bricn famosa ds la DEDUCOION TRABOENDEN establecer la base estricta desde la cual se ~onfigurat
TAl. DE LOS CONCETTOS PUH08 m,"T.. ENTENDnHENTO, por cu;yo tundadamente, la aotividad inteleotiva intr!nseoa al
intermedio, intenta nuestro filósofo poner de manifies_ sujeto cognoscente, que &1 y 8610 ~l puede articularse
to la problemática intr!nseca a la determinaci6n cogiv~ la tunoi6n de "enlace sint(¡tico" que garantiza la de
tiva de la objetividad cognosoitiva. la Oual hay que terminaci6n de objetividad cognoscitiva para el m6lti
ooncebirla oomo desplegada a partir de las múltiples i~ ple de la intuici6n sensible. Kant se pronuncia aqu!
terrogantes que el mismo Kant se hace en el extracto r~ de la siguiente manerar lO • • • Y de todas la8 represent,!
señado de la carta a M. flerz, donde se muestra la i.pre~ . ciones es el enlace la 6nioa que no es dadavor medio
cindible necesidad de replantear toda esta prOblemática de objetos, sino que 8610 por el sujeto mismo puede ser
Cuya soluci6n vamos seguidamente a abordar. ejecutada, por ser un acto de sU actividad propia. ( ••
• ) Mas el concepto de enlace contiene, adehl~s del con
Desde este punto de vista, lo que en primer lugar oepto de lo múltiple y dé la síntesis del mismo, tam
resalta con n!tida transparencia no es otra OOsa sino el bién el de la unidad. Enlace es la representación de
beoho de que a la base de todo oonocimiento conoeptual la unidad sintética de lo múltiple. La reprosentaci6n
debe, necesariamente. presuponerse una s!ntaeie que, en de esa unidad no puede, por tanto, nacer del enlaCé,
tanto reuni6n de las representaoiones del {lJúltiple de la m&s bien es ella la que hace posible el concepto del
intuici6n sensible, por aplicabilidad del cuadro oatego enlace, viniendo a añadirse a la repreeentaci6n de lo
rial, me permita el noceso al conooimiento propiamente múltiple." (20)
dioho. o sea, al ob~eto do conooimiento estrictamente d~
rivado de la acción sint~tica intr!naeca al concepto, c2 Es e-ridente, según se advierte, que a la base
mo representación intelectiva do aquella síntesis de las de todo enlace debe hallarse la subsecuente "unidad"
representaoiones intuitivas, pues, evidentemente, en ce que lo haoe posible, que, a su vez, subsumida como u
so contrario, no haríamos de suYO más que desembocar on nidad sintética en 01 concepto, nos descubre su inbe
el piélligo "anlJlítico-esp&ptico". Desde allora, ambss fo};. renciD en el seno mismo del propio pensamiento, como
mas no representan más que dos maner3S de reterirse al residencia natural de todo conocimiento intelectivo,
miamo objeto, por cuanto en ambas la objetividad cognos siendo, pues, &1 en consecuenoia, como tal pensamien
citiva no está enoardenada más que C01:10 raz6n ilusoria. to enlm..ador quien hace posible el antedicho enlace,
&58 '59
do modo que es este mismo pensamionto quien se convie~
le corresponde, no se constituye, como actividad co(';i
te en autor de sl mismo, ~or cuanto todo enlace sint~
tativa, más que en funci6n de la propia conciencia en
tico no puede tenor lu[':ar sino a trav6e suya, aun eua!!
lazadora sint~tica mediante la posibilidad de estable
do 61 mismo como tal pensamiento se constituya como a!
cer a partir de la actividad enlazadora sintótica inh~
go m~s que una simple slntesis, es decir, que se esta
rida a la conciencia una "Identidad conciencia!" disp,2
blezca como aut6ntico "pensamiento enlazador", r.El Z2
nemos de la posibilidad de decidir vordadera base Han!.
pienso tiene que poder acompañar a todas mis represen_
litica" pnra la !unci6n intelectiva propiamente dicha,
taciones, pues, si no, serla representando en ml algo
por cuanto, ahora, ei que ee puede determinar base "a
que no pOdría Ber pensadO, lo cual significa tanto co
nalitica" en ~unci6n de la previa base "sintética" Pl'.2
mo decir que la representaci6n seria, o bien imposible
porcionada por el enlace de las representaciones del
o al menos nada para mi." (21)
m6ltiple de la intuici6n sensible en la unidnd sintét!
A semejante representaci6n del pensamiento ~el ca del concepto. De esta munera, pues, se ob~iene la
"Yo Pienso") que me proporciona la conciencia enlat;ad,2 profilaxis indispensable para no incurrir en el magno
ra, le da Kant la denorninaci6n de "Apercepci6n pura u error de apoyar la "Apercepci6n pura u originaria" en
originaria", por cuanto Con ella deacubrimoe el car6c .1 mero "sentido interno", como ocurro de modo nitido,
ter de espontaneidad Que os intrinseco a la facultad en el preciso instante en que se intenta dotar al con,2
de Entendimiento, ya que tal conciencia enlazadora no cimiento de una autoreferencialidad propiamente empir!
nos suministra máe que el propio recurso desde el cual ca, inmediatamente experiencial, por lo que se hace a~
se hace factible el desarrollo cognoscitivo intelectivo. solutamente imprescindible atenerse a los cánones aqul
A partir de sf:lluejante conciencia enlat;adora se vertebra descritos, "La unidad sint6tica de lo mÚltiple de las
I
la poeiblb "Autoconciencia" que, debe circunscribirse intuiciones, como dada ~ priori, es pues el fuod&mento
al marco cognoscitivo aqui descrito, puesto que s6lo de la id~!)tidad de la apercepci6n misma, Que precede !.
por medio de la conciencia enlazadora es c6mo puedo as uriori a todo mi pensamiento determinado. Mas el enla
ceder a la determinaci6n de la objetividad cognoscitiva. Ce no está en los objetos y ho puede ser tomado de ellos
El alcance cognoscitivo de la propia "Autoconciencia" v.g. mediante la percepci6n, y recogido asi en el en
queda as! plenamente sujeto a la mencionada actividad tendimiento, el cual no oa mAs que la facultad de enl!.
intelectiva intrinseca al sujeto cognoscente, sin poder zar !. priori y reducir lo m-6ltiple de repre~lentaciones
elevarse a es~erns trascendentesudesde donde sea posi dadas bajo la unidad de la apercepci6n. ( ••• ) Soy pues
ble su auto-detorminaci6n supra-estelar, como si fuera oonsciente del yo idlmtico, con respecto a lo m6ltiple
posible establecer Una "Identidad autoconciencial", al de las represent.eciones, dadas a ml on una in1.uici6n,
modo como desearla todo plantew~iento co~noscitivo on porque a todas ellas ll~mo mis reprosentaciones, que
to16gico o, ei se pre~iere, estrictamente meta!isico, constituyen !!!!Ji! sola. '-las esto significa que soy cons
como fácilmente se puede advertir por lo expuesto. ciente ~ priori de una sintesis necesaria de las mismas,
que se llama la unidad sintética originaria de la ape~
Toda pcsibilidad do validar la "Autoconciencia" cepci6n, bajo la cual estlln todas las representaciones
no tiene lur,ar más que a travós de establecer la subs~ dlldas a mi. pero bajo la cual también tienen ellas que
cuente "Identidad conciencial" quc, por la parte que ser reducidas por medio do una sintesis." (22)
460 461
ta en la Apercepci6n, el múltiple de la intuici6n en ~
No es dificil advertir, pues el hecho de que s,2
nidad sint4tica en tanto base de todo concepto, de to
lo a partir de la "Identidad concioncial" que está 8.
da representaci6n conceptual, la referencia no puede
la base de toda unidad sintética dol múltiple de la iQ
ser establecida más que en funoi6n (101 propio enlaoe siQ
tuici6n sensible en general, que os obtenida s6lo y 02S
tético que por su parte tiene que estar a la base de tQ
clusivam(>nte por medio do la aplicabllidad del cuadro
da unidad sint~tica como "constitutiva" del propio objª
categorial, es únicamonte 8s1, se~n tal desonvolvimioQ
to de conocimiento, os por su lado entonces tembi6n ma
to, cómo adquirilnos plenamente conocimiento intelecti_
nifiesto que la concidencia entre la unidad sint6tica y
vo, a partir de la unidad sint~tica de la apercepci6n
su correspondiente enlace puede postularse do modo ino
ori~inaria, dispongo de la posibilidad, a su vez, no S2
q\.tivoco, sin que no obstante pueda e. su vez decirse que
lo de reunir mediante enlace sint~tico el múltiple de
con ello, con tal enlace sint&tico agotemos la totali
la representación intuitiva, sino, además, por medio de
4ad de determinaciones intr1nsecas al obje~o de conoci
la referencia de la unidad sint~tica del múltiplo de la
miento propiamente dicho en la medida en que si bien la
intuición a la unidad sintética originaria de la aper
mentada unidad sint6tica n06 despliega tales dete~ina
cepci6n, 8 su vez, puedo construir la posible "identidad
ciones de 6ste acaso sin falsedad, no podemos empero p~
conciencial". En realidad, es esto lo que me proporcio
suponerlo como absolutamente acabado otricto sensu por
na claramente el desarrollo trascendental del conocimieQ
cuanto la única certeza de que disponemos es tan sólo
to intelectivo, porque, a trav6s suya, puedo, asimismo,
la de nuestro inteleoto, C~YO desarrollo eminentemente
referir el múltiple de l~ intuici6n senoible representª
judicativo no nos permite decidir de una vez por todas
do en lo unidad sintética a la base de todo concepto a
la veraoidad imp11cita como pura racionalidad, ya que
un "objeto" que, en si miomo, no es obtenido más que a
de admitir esto seria entonces posible por via meramen
partir de la susodicha "identidad oonciencial". La objª
te l6gica reducir a su expresi6n m1nima, y por ende a
tividad cocnoBcitiva queda estrictamente garsntizada por
la vez máxima, a todas las funciones lógicas judicati
la subsecuencia de pasos &raduales explicitadOS precedeQ
vas, al modo como se oculta trAs el mecanismo de lic.me
tecente, como to.cbién habiamos indicado con anterioridad,
tamorfosis del raciocinio puro, deoidiendo acerca de
lo cual. desde luego, nos es nitidamente expresado por
-los principios puros" por via indemostrativa. que es
Kant, con el prop6sito de clarificar la senda de la an
precisamente lo que soslaya el problema empirico como
tedicha objetividad c06noscitiva intelectiva, de la ma
fuente de conocimiento. tal como el mismo Kant lo ha
nera siguiente~ "Entendimiento es, hablando en general,
significado a trav6s de lo precedentemente eXpuesto y
la facultad de los conocimientos. Estos consisten en la
tal como se pondr& de relieve en la medida en que para
deteI'!liinada referoncia de laa representaciones dadas a
no incurrir en la falaci.a dialéctica se requiere desen
un objeto. Objeto empero es aquello en cuyo concepto lo
trañar el problema "analitico", el cual sin el recurso
múltiple de una intuici6n dada es reunido. ( ••• ) Consi
a la propia actividad intelectivo enlazadora quedaria
guientemente, la unidad de la conciencia es lo que con~
subsumido en una esfera racional inverificable e incom
tit~Ye la referoncia de los ropresentaciones a un obje
prensible como referoncias suprasensibles puras.
to, por tanto, su validez objetiva ••• " (2;5)
De esta manera, por lo tanto, queda perfectamen
Es claro entoncos que convertido. tal como se h~
te dibujada el área sobre la que incide el foco cOBDos
ce posible a trovés do la identidad conciencial presupuo~
462 463
citivo del pensamiento, en aras a determinar eXpreS8Men pletamente inherente, ya que 5610 para la antedicha r!
te su objetividad estrictamente considerada, por cuanto terancia empírica e8 para lo que despliega su pOder e!
s6lo por medio de la referencialidad eXperiencial conte euadro categorial, en la medida en que 9610 por ella
nida intrínsecamente en 01 cuadro categorial es c6mo e puede pensar ~ priori ob~etos en genaral el Entendimies
fectivamcnte podemos tenor acceso a tal determinación to como tacultad cognoscitiva, lo que nos lo indica Kant
de objetividad cognoscitiva. Pues, en realidad, es en de la forma siguiente. D ••• No obtienen las categorías
funci6n exclusivamente del cuadro categorial como pode uso para el oonocimiento de las oosas, mAs que en cuan
mos pensar ~ prior~ el m6ltiple de la intuioi6n sensi to 6stas son admitidas oomo objetos de experiencia pos!
ble hasta convertirlo en posible objetividad cogooscit! bIs." (251
va, ya que a ello coa~uva por entero y totalmente la
labor intelectiva propiamente dicha, sin semejante ref~ Ahora bien. si s6lo y exclusivam~nte por medio
rencialidad intrínseca al ouadro categorial n08 hallarl~ del cuadro oategorial disponemos de la posibilidad de
mos aturdidos respecto a c~mo 8ea posible inteligir el convertir en obje)o el múltiple de la intuici6n sensi
múltiple de la intuici6n sensible, puesto que sólo por ble correspond.iente, en base a qua ellas DOS sumiDis
el propio cuadro categorial es como la labor intelecti_ t~an. es decir, las oategorlas, el 'rea de intelecci6n
va propiamente dicha puede "ordenar" perfectamente el bajo el cual debe caer, neoesariamente, el enlace sin
múltiple de la intuici6n sensible con el propósito de t6tico de las representaciones respectivas al múltiple
transformarlo en objetividad oognoscitiva, del modo que mismo, es eviden~e que, entonces, la estricta determi
hemos de~crito anteriormente, " ••• Les categorlas••• son naci6n del oitado enlace sint6tico debe ser proporcio
8610 reglas para un entendimiento, cuya facultad toda nado por una peCUliar facultad que, como veiamoo, 00
consisto en pensar, es deoir, en la acción de reducir n podia ser otra que la de la Imaginaci6n, por cuyo mo
la unidad do la apercepción la síntesis de lo múltiple, dio dispusi6ramos de le. posibilidad de "determinar" la
que le es dado por otra perte en la intuici6n, entendi Sensibilidad por el Entendimiento. Solo asl puede est~
miento pues que no conoce nada por sl, sino que ordena blecerse el esquema operativo que ostá a la base d~:;2
y enlaza tan s6lo la materia para el conocimiento, la do enlaco sint6tico, ya que, en caso contrario, no po
intuici6n, que tenía que serIe dada por el objeto." (24) dria verse con suficiente nitidez c6mo sea posible di
rimir para el cuadro categorial el área intelectiva que
El cuadro categorial nos proporciona la posibil! le es propia y que, en consecuencia, (Iebe envolver a
dad de pensar ~ Rriori obJetos en general Y. naturalmen todo mdltiple de la intuioi6n sensible para convertir
te, toda determinación en torno al objeto correspondien lo en objeto de conocimiento, es decir, para realizar
te no puede establecerse sino en funci6n de realizar el la unidad sint&tica con la que opera toda Apercepción
enlace sint6tico a partir de la intelecci6n que se inti2 pura u originaria, en funci6n de lo cual puede, con a~
re dA pensar el múltiple de la intuici6n sensible corre~ soluta trar!.'3parencia, inteligirse perfectamente la tu!!,
pondiente bajo el Area intelectiva m8rcada por el cuadro oi6n cognoscitiva desarrollada por la Imaginaci6n en
categorial. Le citada área inteloctiva nos descubre, a aras a determinar el enlace sintético que propicia la
su vez, el enorme alcance intelectivo que subyace al cu~ citada conversión del mÚltiple de la intuici6n sensi
dro categorial que siempre y como es necesario, debe man ble en objeto de conocimiento. Las 6reas intelectivBs
tenerse en 01 marco de referencia empírico que le es co! anejas al cuadro cateeorial nos dictaminan olaramente
los senderos de desenvolvimiento coCnoscitivo respeoto
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465
de la nctividad irr.aginntiva Con vistas a la realizaci6n
del sUbaiguiente enlace sintético, tal como el mismo tioo de las representaciones del mismo múltiple de la
Kant nos 10 expone, sin tangencialidad alguna, para eVl intuición sensible, por cuyo medio adec60 las represen
ter confbai6n en un asunto tan relevante y complejo a tacioDOs oogitativas. Desde el citado enlace sint'tico,
la vez, advirtiéndonos 10 siguiente: "Imaginaci6n es la puedo t pasar a la determinación de la unidad sint6tica
facultad de representar en la intuición un objeto aan del mismo, de manera, pues, que a trav&s de todo este
~ gua esté ~res~nte. Mas como toda nucs~ra intuici6n proceso cognoscitivo se pone de manifiesto la base de
es sensible, pertenece la im8gina~i6n a la oensibilida~, mostrativa que irradia a todo el conocimiento intelec
por la condición subjetiva bajo la cual tan sólo puede tivo, por cuanto, una vez dado todo esto, puedo, median
ella dar a loo conceptos puroe del entendimiento Una in te la identidad conciencial que inhiere a la propia A
tuición correspondiente, pero, sin embargo, en cuanto percopci6n pura u originaria, proceder a la clasifica
que su alntesie es un ejercicio de la espontaneidad, la c160 cognoscitiva intrineeca a su inferida objetividad.
cual es determinante y no, oomo el sentido, meramente
Por consiguinnte. tan s610 modiante la ima8iDa
determinable y puede por lo tanto determinar el sentido,
c16n productiva se dispone de la posibilidad. dadas las
se~n Sil forma, conforme a la unidad de la apercepción, antedichas características que le son anejas, de que la
ea la imaginación en este respecto una facultad de de
unidad sint6tica de la apercepci6n pueda ser reprosen
terminar ~ erior~ la sensibilidad, y su slntesie de las
tada mediante intuici6n. en la medida en que sólo con
intuioiones, conforme ~,~ categorlas, debe ser la sin
ella. por ouanto el Entendimiento puede determinar la
tesis trascendental de la ima&inaci6n, la cual es un e
Sensibilidad, puede squ6l, esto es, el Entendimiento,
fecto del entendimiento en la sensibilidad y la primera
"producir" el enlo.ce sint6tico del múltiple de la intu!
aplicaci6n del mismo (al mismo tiempo !Undamento de to
ci6n sen8ible afectando as! al sentido interno. Este úl
das las demás) a objeto de la intuici6n posible para n~
sotros." (26) timo, como tal sentido interno, no puede por sl 661o,
dar ral6n de enlace alguno, sino exclusivamente atene~
La fecultad. de .I.mag inación nos permite disponer se el multiple de la lntuici6n sensible de manera ef9~
de la posibilidad de doterminaci6n intelectiva de la Sen tivnmente presencial, ein poder en oonsecuencia tener
sibilidad, por ouanto ea factible la representaoi6n in presunción alguna respecto de conocimiento intelectivo
tuitiva del objeto sin la inmediata presencia de éste a partir de sl mismo. Este, ~omo tal eonoci~ieDto int~
mismo, de modo que la incardinaci6n de tal determinaci60 leotivo, DO tiene lugar sino por medio de la objetividad
adquiere en la estricta elntasis imaginativa un caráo aneja al enlace sint'tico que proporciona por si la im~
tel' enlazador, por 10 cual, precisQ/JIente, le coneede ginaci6n Rroduotiva, y por cuyo intermedio se nos apar~
Kant la denominación de imaginaci6n "prOductiva", a di ce el merco "demostrativo" intelectivo, desde donde pu~
ferencia de la meramonte "reproductiva", cuyas conso de edificarae el propio conooimiento intelectivo de pl~
cuencias paicologistas no facilitan ni permiten inferir, na conformid'ld con criterios veritativos, de modo que
como ocurre para la primera, la !Unción cOGnoscitiva que se pueda eludir la contusi6n derivada do la inadmisibi
le es inherente. Esto 08, precisamonte, 10 que poeibill lidad de limites cognoscitivos, para desembocar inexo
ta, mediante la representación intuitiva del objeto en rablemente en el universo de la raz6n ilusoria, cuyo
su inmediata ausencia, la realización del enlace sint6 fundamento vamos seguidamente a comprender en funci6n
de una incardinaci6n absolutamente inautorizada desde
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una 6pticn estrictamente cognOScitiva.
oi6n presuponer aquella identidad aludida. "La aperce~
Desde luago, toda identificaci6n sin más ambajaa ci6n y eu unidad sint6tica está tan lejos de ser id6n
de le unidad sintética de la Apercapci6n coo'el sentido tica al sentido interno, que aquella, como fuento de
interno propiamente dicho, tal como es necesario para todo enlace. Be refiere a lo múltiple de lae intuicio
postular el concepto racional de alma, no es posible e4 Ees en ganer§! Y. bajo el nombre de las categorías, a
tablecorla sin atender claramente a loa problemas Que objetos ~ general. antes de toda intuici6n sensible,
plantea en cuanto que si bien una separnción de ambss en cambio, el sentido interno encierra la mera ,orma de
esferas es insostenible, sin embargo, es análog~ente la intuici6n. pero sin enlace de 10 m61tiy19 en la mia
inconsistente su identidad. sobre todo allí donde se mat por tanto no encierra a6n ninguna intuici6n detar
pretende reservar para la ciencia un marco de inciden_ ~~. la cual 8S s610 posible por la conciencia de
cia operativo, en radical contraste con todo tipo de e4 ladeterminaci6n de lo mdlt1plo, mediante la aoc160
peculativlsmo cognOSCitivo, si se puede hablar así. trascendental de la tmaginaoi6n (influjo sint'tico del
entendimiento sobre el sentido interno) que be llamado
Aun cuar;do no se pueda negar, por obvias razones, 1a s!ntesis figurada.
que el Entendimiento determine al sentido interno median
te la representaoión do la unidad sint'ticB de la Aper 1 esto 10 percibimos siempro en nosotros. No ps
cepci6n con el recurso a la imaginaci6n "productiva", damos penaar uoa lloea sin trazarla en el pensamiento.
sin embargo es asimismo innegable que tal determinsci6n Di pensar un circulO. sin describirlo, ni representar
en modo alguno puede ser confundida ni traspuesta de Una las tres dimensioD9s del espacio, sin hacer salir des
vez por todas, en la medida en que el Concurso de elemeQ de el mismo punto tres líneas perpendiculares." (27)
tos y ractores no se puade reducir a priori m!s que for
Evidentemonte, semejante distinci6n o a-identi
maliter. tal como nos lo reflejan las categorias propia
dad eotro la unidad sint&tica do la Aperoepci6n y el se~
mente dichas, por 10 que decidir que sea el sentido in
tido interno, propiamente dicho, os lo que permite, eE
terno es una labor intelectiva también tanto como la in
tonces, decidir plena objetividad cognoscitiva inteles
teligibilidad tiene que desplegarse refiriéndose a capt~
tiva, aun cuando ello. desde luogo, conduzca, inexora
ciones conceptuales de múltiples fenoménicos como condi
blemente, a desembocar, a pe~ar de 10 paradojico que
ci6n inexorable de su validez cognoscitiva, la cual no
resulte a primera vista, en un aparente contradicci6n,
puede deoidirse sino en funci6n de tal problematicidad y
que nos es formulada por el mismo Kant, bajo la siguie~
en !IIodo alguno, al menos que se admita como problem¡§tica
te interrogaci6nl " ••• ¿c6mo el yo que piensa es dis
a su vez, eo el recul.'SO a una intulei6i1 intelectual que
tinto del yo que Sé intuye a si mismo (ya que puedo r~
por 10 demás traspone los limites propios del carácter
sos aqu! reseñados, Ion cuales de suyo n08 muestren que 10 Kant, el enlace sint6tico del mdltiple de la intuición 8e~
propiamonte 6ntico no es s6lo "el-ser-en-sl", sino su aaiU .ibl~t para convertirlo en objeto de conocimiento. cuya v~
tótic!l inferencia en base al "ser-pare-el", por 10 que, en riticaci6n queda estrictamente establooida por medio de r~
concomitancia, debemos advertir que la indeclinable conae_ curso de la composioión del m61tiple en ln conciencia empi
cuencia no os otra sino que la que viene derivada a partir rioa aneja a la percepci6n, de tal modo que oon ello se P2
de la "creaci6n-6ntica" desde el "sor-para-s!" o, si se De un infranqueable limites e toda presunci6n de conooi
prefiere, tal como Kant le roprocha a Eberherd, en su tam2 miento especulativo, cuya veleidad es por sI tan vol&til
ea respuesta, 8610 8. partir de la objetividad de la SubJe_ como las de 10B esp!ritus swedenborgianos. cuyas" preten
tividad es factible derivar "subjetividad-onticidad" para aiones de conquista en el terreno de lo 8uprasensiblp" DO
la objetividad-6ntica, lo cual nos es oxpuesto por Kant de 80n mla que mera quimeras gigantescas y colosales cODstru!
modo claro, evitando lns perítrasis nuestras, de la siguie~ das. como el miamo Kant determin6. sobre fr6Sil arcilla.
te maneral "Las categor!as eon conceptos que prescrihen
las leyes ~ priori a los fen6menos Y. por 10 tanto, a la Ea absolutamente imprescindible, 8i 00 se quiere d~
Naturaleza como conjunto de todos los fen6menos ••• " (30) 3ar a la Oiencia Naturel o Fisica entera y totalmente sus
pendida de hilos et6reos inescrutables. suprimir todas esas
Es, por tanto, a partir d. semejantes condiciones .eleidades espeCUlativas, para proceder con paso firme B
cómo se hace posible fundamentar la funci6n cognOScitiva examinar sus fundamentos propios, de los ouales deben extr~e~
para el penaemiento, el cual. subsumido en la estera meta •• 861idoB conocimientos, tal como deben derivarse de la
flsica, devenla una realidad m'gica, y misteriosa, como co~ eatructura oognoscitiva propiamente intelectiva precedent~
secuencia de la imposibilidad de asentar en 01 recurso em mente descrita.
plrico su veracidad plena. Este s6lo queda preservado an
tendiendo a las condicionas genorales inEeribles de la va Bajo esta perapectiva, pues. as claro que la Ciencia
lidez del principio "sint~tico ~ priori", tal como ha sido Natural representa UD despliegue de la propia actividad ia
señalado por el mismo Kant, por cuyo modio se establece t2 teleotiva humana y en atenci6n a esto es necesario adver
da la construcci6n del ediEicio del conocimiento lnteleot!
tir que sus leyes deben al menos ser metodo16gicamente de
vo, como ha sido desarrollado anteriormente, y para cuya
.entrafiadas como condici6n que permita escrutar iotelecti
constitución utHiz6 Kant la obra de Tetens "Ensayos fUo
vamente otros dominios cognoscitivos, similarmente a como
sóficos sobre la Naturaleza Humana", como
señalan tanto C~
sucedi& con el conocimiento matemático.
ssirer (31) como Vleeschauwer (32), quien
incide especial
mente el respecto. As!, pues. es imprescindible a su vez advertir que
tal desentramiento tendr' que llevarse a cabo siguiendo
Ea indUdable pues que s610 por medio de la referen los criterios oognoscitivos presupuestos y en este sentido
cialidad experiencial contenida en el cuadro cateBorial c2 es imposible recurrir en modo alguno no solo ya a laa "qu~
mo posibilidad de pensar ~ ~riori un Objeto en F,eneral, litas occultas" que Newton reproch6 a Arist6teles. sino
puedo validar ele modo plenamente objetivo al conocimiento asimismo a ninguna construcci6n ni elaboraci6n de tal do
intelectivo, en cuanto que es, precisamente su car6cter minio cognoscitivo que no tenga en cuenta el car&cter traa
ectipico, el que nos proporciona la posibilidad de dirimir cendental que envuelvo a toda realidad cognoscitiva propia
para la unidad sint¿tica, como "prospf>ctivamente" realiza mente dicha, carócter este que de 8~YO no hace mAs que re
velarnos con total claridad la imposibilidad de edificar
472' 473
la ciencia natural a excepci6n de apoyar su 'fundamentaci6n
Il.3.7.- EL ESQUl.l'íATIS"MO 'rRASCENDEN'rAL.
en torno a las especificas condiciones doscritas, las CUa_
les obviamente ta~poco permiton otorgar para tal construc_
Con este nuevo apartado se abr~ la segunda parte de
ci6n cientifica otro alcance que 01 que nos ha sido propo~
la ANAU'fICA THASCENDENTAL, la ANALITICA DE LOS PHINCIPIOS,
cionado por las citadas condiciones, c~yo alcance eminont~
por cuanto con ella va a ponerse de relieve !a aignifica
mente ror~al os ya una realidad moniftosta y cuya articu1~
ci6n de los postulados examinados en la primera parte, as!
oi6n es preciso descubrir ahora, que es justamente 10 que
_iamo llamada ANALITICA DE LOS CONCEPTOS, que es 10 que
nos ocupará en adelante, por 10 que respocta a la propia
Ciencia Natural. nos ha ocupado en los seis apartados precedentes de este
trabajo. Del mismo modo a 10 que ocurre para la ANALI1'ICA
DE LOS CONCEP1'OB, en la cual Aant muestra c6mo sea posible
determinar con certeza completa la intrinseca objetividad
cognOSCitiva del conocimiento intelectivo, en la ANALITICA
DE LOS PRINCIPIOS, vamos seguidamente a observar c6mo sea
posible inoardinar aquella objetividad intr!nseca al cono
cimiento intelectivo en la determinaci6n efectiva de la re~
1idad derivable de si misma, en tanto que plena objetividad
cognOsCitiva, pues s610 as! podremos aprender el modo de
ap1icaci6n del cuadro categorial a los fe~6monos. "La All!
litica ~ ~ principios será pues tan s610 un oánon para
el juicio, a quien enseña a aplicar los conceptos del en
tendimiento -que contienen la oondici6n para reglas ~ prio
!i- a 108 fen6menos." (33)
Dentro de la ANALITICA DE LOS PRINCIPIeS conviene
aeña1ar en primer lugar, oómo sea posible la ap1icaci6n del
Cuadro categorial a los fenómenos, para posteriormente en
el siguiente apartado ocuparnos explícitamente de los con2
cimientos que como Principios sea posible inferir en función
de las antedichas oondiciones de aplicación fenoménica del
cuadro categorial. Y, por oonsigu!ente, analizamos inmedi~
tamente este problema aqui planteado.
475
ponemos del medio ,le pensar apri6ricamcnte un objoto en ¡~!!
l.a homogeneidad del concepto con el objeto en el su~
norol y s~ pUBde as! delimitar el tiren intelectivo desde
sumido no o.trece mayor dificultad, puesto es precisamente
la que opera el enlace sint~tico para la determinación do
lo que nos está garantizado por el c\ladro categorial do la
la unidad sintótica de la Apercepci6n, la cual por su par
disponibilidad inmenente a ~l en 10 que concierne a la po
te, deber! buscar sus asientos "demostrativos", concomita,!!
sibilidad de penear ~ priori objetos en gener~l, siguiendO
tes con toda objotividud cognosoitiva, no en 108 funcionos
el ejemplo propuesto por Áant es obvio, que el concepto em
lógicas judicativtlG de forma simple, sino en el cBr6cter
p!riCo de "plato" se conforma plenamonte con el concepto
trascendental que irrAdia n la función judicativa entorno
de "circulo ft • oomo lo establece como requisito la geometría,
al fen6meno, su aut6ntica y s61ida contextura cognoscitiva,
dado que en ambos puede porfectamente pensarse la "redon
oomo expl!oita l!eterminaoi6n cognosoitiva de la sensibili_
des" sin ningún g&nero de dudas.
dad modinnte les objetivas funciones intelaotivas anterio~
mento descritas. As!, pues, lo que aquí nos ocupa es el Sin embargo, respecto de la determinaci6n de objet1
examen del maroo cognoscitivo de la función judicativa trsI vidad cognoscitiva en base a la tunci6n judicativa trasce~
cendental, por cuyo medio se va a poner de manifiesto c6mo dental y oomo oonocimiento determinado según "principios",
sea posible inferir plena objetividad cognoscitiva desde .i que se presenta el eludido problema respecto al "nexo
la aplicaoión fenoménica del cundro oategorial. Y, lo que de uni6n" pues mediante el cuadro oategorial no dispongo
primeramente resaltA aquí es el hecho de que el cuadro ca m's que de la posibilidad de pensar ~ eriori objetos en
tegorial como foco intelectivo no puede de ninguna manera general. pero no de proceder a su determinaci6n "in concr~
irradiar determinaci6n expresa de objetividad cognoscitiva to· 1 oomo lo requiere por si toda refernncia estricta el
para el marco fenom~nico, el cual hay que insertar especí marco tenom&nioo. Tal problema lo se6a1a claramente Kant,
ficamente en la Sensibilidad propiamente dicha.¡';n conse ál advertirnos la heterogeneidad que se infiere de la su82
cuencia, es transparente el hecho de que la aplicsbilidad dioha posible aplicaoión: "Mas los conceptos puros del en
dol cu&dro categorial a los fen6menos representa un probl~ tendimiento, si los comparamos con intuiciones empiricas
ma cognoscitivo strictu seneu, c~ya posible soluci6n no (y eún en general sensibles), son enteramente heterosénoo.
puede venir dada más que a partir de encontrar un "nexo de y no pueden jam¿s ser hallados en iDtuici6n alguna. ¿06mo
uni6n" entre embos planos qua permita por consiguiente tr~ e. pues posible la eubsUDci6n de 'stas en aquellos ~ por
zar un puente para procedor a la susodicha posible aplica ende la aplicaci6n dé las oategorías a los ten6menos, ya
oi6n que es el objeto propio del Juicio trascendental, y que nadie dirá. esta categoría por ejemplo la causalidad,
por cuyo medio sea a su vez poeible In determinación de In puede tambi6n ser intuida por los sentidos y está conteni
objetividad cognoscitiva según "principios", lo cual nos da en los fenomenos?" ('5) sub. nuestro
es subrnysdo por Kant de la siguiente manera: "En todas
las subsunciones de un objeto bajo un concepto, tiene que Por consiguiente, ente el cuadro categorial 1 la
ser la representaci6n del primero homogénea con el segun realidad fenoménica es neceeario encontrar algún "nexo" que
do, es decir, el concepto debe contener aquello que es re trabando la referencia entre ambas esferas, permita deter
presentado en el objeto e subsumir on ~l, esto precisamen minar su unión, en la medida en que semejante nexo -como
te es 10 que s18ni.tica la expresión. "un objeto esta cont~ indica el propio Kant- debe ofrecer un sentido "homog6neo
nido .2.!1 un concepto." (34) de una parte con la categoria y de otra parte con el f9n6
meno", ya que solo así es como se puede virtualmente conB~
lidar la perspectiva científica, siguiendo su trabaz6n re
......
~
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ferencJ.al, sin que haya neceoidad de incurrir en especula_ oi6n intrínseoa al "esquema trascendental", siempre como
ciones que son m8rginales al problema científico propiamcn esp~esi6n de la tunci6n judicativa trasoendenta1, por cuyo
te considerado. ooncurso se hace posible la ap1ioaoión fenom'nica de la
presupuesta homogeneidad del objeto subsumido en el conce~
Es pues solo asI como 90 impidE' que el acceso a lo
"in concreto" .'lparezca revestido de condiciones extrañns
As!, pues, toda posible validez objetiva intrinseca
al mi::'mo alcance cor;noecitivo, de modo que la cientifici_
• 108 ·principios* que, como funciones judicativas trs8cen
dad quede perfectamente ajustada Q las prescripciones cog
dentales, nos proporcionan plena objetividad cognoscitiva,
noseitivas epiatemológicamente derivadas, como unidad arti
DO a. puede eatablecer ni muoho menoa determinarse como
cul~ble sceGn los preceptos propios de la actividad judicA
tal objetividad cognoscitiva, 8ino preoisamonte por medio
tiva trascendental, en cuanto sea posible elevarla al ni
del concurso del "esquema tra'cendental" qua apoyando su
vel de "principio", como determinaci6n cientIfica irrecuGA
oobert;ura en el car!cter puro de la tomporalidad, nos per
blo de la unidad que ella mIsma establece por su propia
.ite entonces, pasar a la subsiguiente determinación "prin
elaboración cognoscitivn, y cuya validez óbjetiva no puede
cipial~. No obstante, no hay que into1igir tales "princi
asentarse mBs que sobre equel nexo que r:arantiza tal elevA .1
pioa" bajo el ropaje de certeza cognoscitiva metarisica,
ción a "principio" stricto sonsu, en la medida en que su
~iDO bajo el amparo de la flexibilidad de oriterios que se
objetividad debe salir de la combinatoria de factoree int~
deriv~ de la temporalidad a l~ base de todo "esquema" pro
lectivos y empíricos. co~o marco de discernimi~nto de toda
piamente dioho, 8in que ello, desde luego, represente me
objetividad, de toda racionalidad, por ende, cuya oientif!
nosoabo alguno en la determinaci6n de objetividad que le
cidad en modo alguno puede rebasar los moncionados limites
•• inherente. tal cual DOS 10 expone el mism(' hlmt al su
cognoscitivos y a cuyas condiciones debe a3ustarse inexorA
blemente. br.,-arnoB lo uiguiente. "Ahora bien, UDa determinaoi6n
crasoendental del tiempo es homog60ea con 10 catesoria
']'al caracterización del aludl.do "nexo de uni6n" que (que oonstituye la unidad de la misma). por cuanto es yg!
debe en si implicar efectiva homogeneidad tanto para el veraal 1 descanaa en una regla ~ priori. Pero por otra p~
cuadro categorial como para el fenómeno, no puede determi te ea homog6nea oon el ren6meoo, por cuanto el tiempo eatA
narse ni estableceree sino por medio del "Esquema trascen contenido eo toda representaci6n empírioa de lo m6ltiple.
dental". Dicho esquema como expresión del "nexo de uni6n" Por eso una aplicaci6n de la oategoría a los fenómenos se
no puede incardinarse llIáa que bajo la cobertura de la tem r! posible por medio de la determinación trascendental del
poralidad Tiempo que s6lo mediante la pureza que le ea im tiempo quo, como esquema de los conceptos puros del enten
plicita, y nUnCa apoyando la temporalidad sobre bases mer~ dimiento, sirve de término medio para subsumir loa ten6me
mente emplricas, me permite disponer de la posibilidad de noa en la categoría." ('6)
hallar el nexo quo permita la homogeneidad para amboe pla
nos y que a la vez permita la determinación in concreto y De conror~idad con todo lo antoriormonte expueoto,
fenoménica del cuadro oategorial. Evidentemente; y de conío,!: tenemos que sólo mediante el "esquema" disponemos de la P,2.
midad con lo dicho, no puede dirimirse otra aplicabilidad .i~l1idad de aplicar el cuadro categorial a 108 l'enómenos,
del cuadro categorial a los fenómenos de manera in concre por cuanto la ct')bertu1.>(l propia del "esquema" no es otra.
to, IIh~s que en función de la referencia inh¡ftiv8 in:pl!ci qua aquolla que le ea proporcionada por la temporalidad, 1
ta en la te~pornlidad que suministra la posible detcrmina cU,'la baBe pura es enteramcn'te indiscutible. Oonviene así
«79
478
.........
498 ~99
Por consiguiente, sólo por medio de semejante "per terminaoionos del tiempo." (57)
manencia" nos ea explicable la determina.ci6n de las rela
De acuerdo con esto s6lo es posible o partir de se
ciones de ~iempo, por cuanto ella mi~ma ea Tiempo, en tan
mejante permanencia, pensar la sustancia como "subsisten
to no es ella otra cosa que el sustrato de toda representA
cia", mientr~s que los accidentes son perrectamente pensa
ción empI.rica del 'riempo mismo. Evidentemente, s6lo siguien.
bIes oomo "inherencia", en cuanto que sea posible atribuir
do les condiciones establecidas es c6mo pOdemos determinar
existencia particular a aquello que deviene real en le SU&
para el mismo Tiempo unA realidad efectiva, a trav's de la
tancia. Y, evidentemente, tambi&n sólo a partir dé la pre
permanencia como sustrato, en Caso contrario, no hnbrla
suposición de la permanencia que resulta intrlnseca a la
otra nlternativa que ir a desembocar en un origen ex nihi
sustancia, es cómo puede pensarse le "Alteraci6n", la cual
lo para la temporalidad, positivament.e considerada, o bion
no es posible determinarla sin tener permanencia alguna a
redicarla en el "sensorium dei", nl modo newtoniano. S6lo,
su base. puesto que como tal, la Ralteraoión" no coimplica
pues, a partir de dichas condiciones ee hace sólidamente
la negación dé lo alterado, sino propiamente su permanen
comprensible la tlllturaleza propiamente dicha, ya que ein
cia como tal alteraci6n en tanto "cambio de estado" de lo
el basamento otrogado por la permanencia de la sustancia,
alterado. Esto deviene lógicamente claro, desde el mismo
que por lo mismo ni aumenta ni disminuye y sólo en cuyo s~
instante en que se advierte que alteración no explicita
no tiene lugar el cambio de los fenómonos, nos verlamos
propiamente mera negación de sí. de lo propiamente altera
conducidos a la explicaci6n de la misma Naturaleza, seg6n
do, tal como noe lo subraya el mismo Kant, al referirse a
la "qualitas occulta n aristot&lic8, que tanta perple~idad
esto de la manera siguientel ..... Sólo lo permanente (la
generó a lns inteligencias del Barroco, lo que queda per
sustanCia) se altera, lo mudable no sufre alteración algu
fectamente reflejado en la formulación que Kant ofrece reg
na, sino cambio. puesto que unas determinaciones acaban 7
pecto de este principio y que nos dice asl, "En todo cam
otras empiezen." (58)
bio de los fenómenos permanece la sustancia, y el guantum
de la misma ni aumenta ni disminuye on la naturaleza". Damos por finalizado con lo expuesto el oxamen en
torno a la primera analogla que nos posibilitó la explica
S6lo, pues, por medio n la susodicha permanencia de
ción acerca del fundamento de la Naturaleza, en el sentido
la sustancia podemos establecer la posibilidad del cambio
de que n05 expresó cómo sea posible pensa.r la sustancia a
pera los fenómenos, de sus relaciones, sin poder además d~
trav's de la permanencia que se infiere de la determina
terminar ls oxistencia de loa mismos, como ya se indic6.
ción temporal de las modalidades aplio8nas por el tiempo a
Y, desde luer,o, tal determinación relacional es posible
el mismo.
por cuanto el Tiem~o mismo puede concebiree med.iante inte
lecci6n de sI mismo, como fenómeno su~eto a sus propias rg Esta forma de comprensi6n de la sustancie modifica
gIae, que es lo que propiamente nos desvelo el enigma de por completo la intelecci6n aristotélica de la misma on la
la permanencia de la sustancia, como sustrato de su propia medido en que busca resolver la posibilidad de pensarla y
auto-representación, en la cual se da la cambiabilidad fe de conocerla operativamente eliminando a la vez la neces!
nom&nica, como Doa lo sUbrnya el mismo Kontl"Esta permanen dad de superposición sobre sI misma que la sustancia debe
cia empero no es otra cosa que el modo de representarnos establecer pllra hacerse comprensible operativnmente, es d~
la exietencia de lss cosas (en el fenómrno). ( ••• ) Las su~ cír, aun a pesar de lo parádojico que resulte, tal como
tancias (en el fonómeno) son los sustratos de todas las dQ ocurre en el penRsmiento ontológico pcripat~tico.
501
500
categorial, en funci6n de BUS respoctivos "esquemas", a los sin más ambage, puesto que la posibilidad mediante alntesis
fen6menos, o travós de la determinación dal sentido interno de la aprehc'Msi6n de "componer el m6ltiple" no nes queda e~
por la facultad de iroaginoci6n, ee c6mo únicamente se hace trictamente delimitsda en su intrinseca necesidad, por lo
posible proyectar estricta validez objetiva para la ley de Que se hace imprescindible recurrir a la misma ley de cau
la causalidad, por cuyo medio. entonces, nos es factible la salidad para pasar, subsiguientemente, a su aplicabilidad,
determinaci6n propia de la misma oxperiencia como tal. de modo ans16gico, 8unque~. inicialmente. pueda parecer p,a
rad6jico, ea decir. mediante la posibHidad dI? convertir
De esta manera, pues, inmersos en el mismo seno de la alntesis subjetiva en alntesis objetiva para determinar,
la causalidad, debemos en consecuencia estllblecer que sub posteriormente a la primera, tal cual nos lo expresa el mi~
sisten dos modos de daci6n efectiva para la misma determi mo Kant. "As! pues, cuando mi slntesis subjetiva (de la a
naci6n causal, que no son otros que aquellos que se nos 0 prehensi6n) la convierto en objetiva, ocurre ello aiompre
freconl o bien que la suoesión se d6, en efecto, en el mi~ oon referencia a una regla, segón la cual, los fen6monos
mo objeto y, por endo, su determinaoi6n sea irreversible, son determinados en su secuencia, es decir. tal como ocurren
o bion que la sucesi6n no pueda determinarse en el mismo por el estado anterior. s6lo bajo eate suposici6n es posi
objeto y, en consecuencia, haya que comprenderla como re ble la experiencia de algo que sucede. ( ••• ) Tendr6 que de
versible. Evidentemente, si nos circunscribimos al marco ducir la Bucesi6n subjetiva de la aprehensi6n, de la ~-
mencionado en primer lugar, hay, por tanto, que establecer 8i6n objetiva de los ten6menos, porque ei no, aquella es t~
que la objetividad insita en la causalidad no ofrece dudas, talmente indeterminada y no distingue a un fen6mcno de otro."
por cuanto si, siguiendo el ejemplo dado por Kant, determ! (60)
namos que un barco desciende por la pendiente de un r!o y, Evidentemente, oircunscrito en el marco dol carácter
primeramente, lo vemos colocado en su punto m&s elevado y sucesivo intr!ns9co a la temporalidad, puedo, determinar e
posteriormente lo observamos en el m~s bajo, es obvio. en t'ctiva causalidad para los fen6menost por cuanto en 6stos
t6nces, que una vez descrita la transici6n de A a D, tal es determinable aquella como aplicaci6n intelectiva del ou~
como hemos antedicho, sea. irreversible determinar lo con dro categorial a los propios fenómenos y, en consecuencia.
trario, sin evidente menoscabo de la linealidad del proce puedo proceder a determinar la experiencia como tal, en cu.
so causal, naturalmente, la s1tuaci6n S9 hace irreversible yo seno es, pues, como adquiere verdadero sentido y plena
y la causalidad noa o:¡uede. perfectamente asegurada, como h,a orientación el "principium rotionis sutfcientis" leibnicia
blamos establecido. no. puesto que sujeto a tales condiciones, su pre-suposi
ción como principio es absolutamente válida, en tanto en
Sin embargo, como vimos, hay, además, que admitir cuanto se observa para el mismo prinoipio Una validez obje
un proceso reversible, por cuyo medio la determinación cay tiva y, por ende, positiva enteramente inseparable de las
sal, al no prenontsrse inherida en el objeto, debemos pro determinaciones intelectivas implicadas por la "ratio math~
ceder a su posible detorminaci6n de manera peCUliar. con
matice". en su intuitivided, en relaci6n con 1o.s prerroe;at!
lo cual se adopta asimismo por Kant una sinBUlar compren
vas intrinsecas a la "ratio ideale", tal cual nos la expone
sión de la determinoci6n causal como complejs, tal cual
el mismo Kant s6F,Uidamentel " ••• El principio de raz6n sur!
n05 viene doscrita, siguiendo tambi~n el ejemplo dado por
cien!;e ElS el fundamento de la experiencia posible, o sea·
el fu6sofo de J{oenisgberg, al contemplar una casa, la Ne!,
del conocimionto objetivo de los fenómenos, respecto de las
cssitas del enlace no pOdr1amos determinorla callsslr.lEmte
relaciones de los mismos en la serie sucesiva del tiempo."
(61)
504 Sl}5;
De eota manera, por tanto, queda dibujado claramen ejemplo el problema, se puede subrayar que lo peculiar de
te el marco de objetividad cognoscitiva intrínseco ,1 la v.!! la simultaneidad es justamente que asi como antes velemos
lidez de la regla de lB cBusalid(;d, en te.nto se n08 mues que B debla seguir a A, ahora debemos presuponer que A 1
tra como una regla .!! priori, mediante la cual podemos pro. B se dan conjuntamente, ee decir, al mismo tiempo. Faro,
ceder a e:Jo:-plicar le Ducesi6n fenoménica segllu objetividad como es lógico admitir, el mismo tiempo no es m!s que una
y en cuanto quo 6610 se nos revela COIlJO una regla .!! priori, pertfrasis, por ouanto 6ste, el tiempo no Be da m&s que
no oxtraida .! posteriori, jnductivamente por ende, sino en como 8uces16n, por lo que la posible caracterir.aci6n de la
funci6n de la aplicabilidad trenzada por el Entendimiento, simultaneidad hay, pues. que establecerla en fUnci6n del
en bose a la determinación imaginativa, sobre 01 sentido hecho de que la inversión del orden de los factores, A, B,
interno, que es 10 que permite, en consecuencia, validar e, D, E, eo E, D, e, B, A, no represente mAs que la cond!
objetividad cognoscitiva para el propio "juicio trascendea c16n misma de la simultaneidad. Es evidente, que ellos no
tal", "Para toda experienciA 1 su posibilidad hace falta pueden darse m!s que seg6n la sucesión desorita, en plena
entendimionto y lo primero que éste hace no es aclarar la conformidad oon la posible Neceesitas que puede derivarse
ropresentnción de los objetos, sino hacer posible la reprs del enlace de la simultaneidad, ya que las percepciones c~
sentsción de un objeto en ceneral. Ahora bien, esto ocurre mo tales. no pueden decidir respecto de le conjuoci6n te~
porque el entendimiento traslada el orden temporal a los poral misma atricto aensu que, en t~rminos puros, puede
fcn6~on08 y su existencia, reoonociendo a cada uno de ellos, pensarse, como objetividad, para la temporalidad simult6
con el caráoter de conseouenoia, un lugar determinado ~ nea, como deviene imprescindible desde semejante 6ptica,
priori en el tiempo, con respecto a los fenómenos antece por lo que hay, entonoes, que concluir lo dicho como neos
dentes, sin lo cuel, el t'en6llleno no ooncordaria Con el tio!!, s~io en lo que respecta s'la ooncepci6n de la simultaneA
po mismo que determina ~ priori 8U lugar a todas sus pe~ dad, de tal modo que 8610 asl se preserva la acci6n reci
te'J." (62) proca subsistente para los susodichos fen6monos. Pues, jUA
tamente, s610 por medio del 'rea intelectiva contenida en
TERCERA ArlAJ..oGIA.- La eXposici6n de esta tercera analo el concepto puro del Entendimiento denominado Acc16n Recí
Bia versar! esencialmente en torno 8 la simultaneidad como prooa es como podemos dar cuenta de la simultaneidad, por
modo temporal, por cuanto con ella se hace posible la de lo que se refiere a la reversibilidad u orden indiferente
terminaci6n intelectiva de la acción reciproca en el marco . de 108 factores implíoitos, lo que nos es expuesto por
de la temporalidad, en función de 10 cual podemos delinear Kant del modo siguiente I "Asi pues, adem&s del mero exis
su principio, siguiendo a Kant, de la manera que indicamos I tir, debe haber algo por 10 cual A determina el lugar en
"'rodas l!ls sustancias, en cuanto pueden ser percibidas en el tieopo de B y viceversa B de A. pues s610 con esa coo
el espacio como simultlneas, esten en universal acción re dici6n pueden las referidas sustancias ser representadas
cIproca". De tal modo, por consiguiente, la caracteríetica empíricamente como simultAneBgente existentes. ( ••• ) Así
distintiva de la simultaneidad es propiamente la de que los toda sustancia (ya que s610 respecto de sus determinacio
fen6menos se den al mismo tiempo, pero Como el tiempo no nes puede ser consecuoncia) debe contener en si la causa
se da mñs que como "sucesión", habr& entonces que concluir lidad de ciertas determinaciones en las otras y al mismo
que precisamente es la propia caracteristica distintiva es tiempo los efectos de la causalidad de las otras, es de i"'~
que loe fen6menos se den en l~ simultaneidad como "inmedi~ cir$ las sustancias deben estar en comunidad dinámica
/ '.~
~
c,.
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tamente Sucesivos". De esta manere, para clarificar Con un ¿,' t'
.-'. .
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506
507
piamente dicho. lado, para conocer la realidad de las cosas, exige percep
Desde este punto de visto, pues, si atendemos, como ción, por tanto, aensaci6n, de la cual se tiene conciencia,
es prescriptivo, a tales lImites respecto del conocimiento pero no exige inmediata sensaci6n del objeto, cuyo conoci
humano es fáoilmente comprensible que las condioionee for miento ha de ser conocido, aunque s! al menos, conexi6n del
males de la experiencia nos revelen especIficamente el al objeto con alguna percepción real, según las analoglas de
cance cognoscitivo que non es consustancial y en este sen la experiencia, que exponen todo enlace real en una expe
tido todo rebasamiento por el ~arco de posibilidades del riencia en general." (67)
mismo no viene a significar m'e que una extrapolaci6n de A Bey que hacer aqul, pues, un excursuB, previamente
quel1a8 condiciones ~imitativas inmanentes formalmente a al examen del tercer po¡;tulado, para insertarnos en un prQ
la experiencia misms, que 9S ~ustamente por 1aa cuales por blema esenoia1 que, como centro del pensamiento filos6fico
donde se nos asegura lo certeza Cognoscitiva propiamente moderno ha atenazado muchas de l&s soluoiones cognoscitivas
dicho, tal como el propio Kant noa lo indics ssía "AsImis_ aportadas, sobre todo por lo Que respecta a la lundamenta
mo podemos conocer y caracterizar la posibilidad de la8 cQ oi6n del conocimiento en el marco de las Ideas, tal cusl
e8s, sin pracisnmente tomarla de la experiencia misma, .6
se incardina la reflexión kantiana basada .en el Idealis.o
10 por referencia 8 las condiciones formales, bajo la8 cu~ trascendental. Evidentemente, la determinaci6n cognosciti
les, en la experiencia en general, algo és determinado 00 va de la "realidad" no es una oosa baladÍ, sino uno de los
rno objeto, os decir, podemos haoer eso ~ priori, pero 8610 ejes graVitatorios de todo el pensamiento ti10s6f1co mode~
con re1aci6n a la experiencia y dentro de sus limites." (66) no y de la claridad correspondiente a tal determinaci6n d~
p6nde, en buena medida, la suerte que haya de correr tal
SEGUUDQ ,FOSTULAOO._ Si, con lo precedentemente, hemoa
reflexi6n tilos6fica.
podido observ8r que la validez de la "posibilidad" debe i~
L.. .
516 hit'
rial, del m61tiple de la intuici6n sensible, en su unidad debe poder ser pensado, el menos, por esos conceptos puros
sint6tica de Apercepci6n, debe sujetarse a semejante alcan del entendimiento, por donda es engañosamente conducido a
oe cognoscitivo, esto es, sujetarse al alcance cognosoiti_ considerar que el oonoepto totalmente indeterminado de un
vo fenom6nico, por cuanto es ~ste el únioo conocimiento o~ ente inteligible, el cual no os más que un algo en gene
jetivo que n09 es proporcionado por la validez propia del ral, tuera de nuestra sensibilidad, es un oonoepto determ!
cuadro cate~orial. nado de un ente que. por medio del entendimien1:0, podría
mos conooer de alguna manera." (71)
Ahora bien, una vez delimitado el campo operatbu
de objetividad oognosoitiva que nos suministra el pensar Oirounsoritos, oomo debemos hallarnos respecto de
inteleotivo intrínseco al cuadro categorial. se haoe impre~ toda pretensi6n de objetividad oognoscitiva, al marco ten2
cindible conoluir que el objeto de oonocimiento inherente m&nioo como único marco fundamentalmente demostrativo, por
a la susodicha actividad intelectiva no ~uede de suyo reb~ ouyo medio podemos hacer referencia a la eefera de la Sen
sar el terreno propiamente tenom'nioo, por 10 que todo de sibilidad como oauci6n del conocimiento, es claro, enton
cidir respecto de tal objeto de conooimiento DO es más que cee, que toda posibilidad de decidir acerca del "en-si" in
un decidir "para_si" ~, en manera alguna, un deoidir "an ~r!nseoo al objeto no nos indica más Que un oonocimiento
si". El oar6.cter positivo que la ea implioito al antedicho asint6tico, del cual no pOI'amos e..f'irmar nada, pero, desdo
objeto de conocimiento debe neoesariamente, para su admi luego, del cual tampoco podemos negar nada en principio,
si6n como tal objeto de conocimiento. dejarse eXponer en pues rebasa toda pretenei6n de objetividad cognoscitiva
la Sensibilidad, sin lo oual no es posible objetiYidad co~ propiamente dioha pronunciarse al respecto. Fijamos as! el
noscitiva a conseouencia de la "indeterminaci6n" en la que eXpreso sentido de aquello que Kant denomine. "not'Ímeno", b~
queda subsumido el objeto alUdido, indicándosenoa quo, si jo ouya eetera oae espeoificamente todo el oonocimiento
bien indetorminaci6n no signitica negrei6n de la realidad trasoendente, desde una 6ptica esencialmente demostrativa,
del objeto, aí que, desde luego, representa una lejana re tIa oual es necesaria para la detorminaoi6n cognoscitiva
190i6n del mismo objeto con nuestra capacidad oognosoitiva, de la Raz6n te6rica, oomo nos es subrayado por el mismo
en cuanto cae fuera del radio de acci6n de 6sta última. por Kant de la siguiente formal "Si por not'Ímeno entendemos una
lo que, evidentomente, respecto de tal objeto "en-si" no cosa, ~ cuanto !!! ~ ~ ~ objeto 22 nuestra intuici6n
podemos prooeder a determinar "positividnd" alguna por las sensible, ~ haoemos abetracci6n de nuestro modo de intuir
razones antedichas, por lo que todo decidir acerca de 61 la. tenemos un not'Ímeno en sentido negativo. Paro si enten
mismo no puede establecerse ni afirmativa ni negativamente, demos por not'Ímeno ~ ob¡leto de ~ intuici6n !!2. sensible,
tal cual nos lo advierte el mismo Kantr "Desde el principio, entonces admitimos una espeoie partioular de intuioi6n, a
empero, ee advierte agut una ambigledad que puede ooasionar saber, la int91eotual, que no es, empero, la nuestra, ~ cy
un grave malenteT'ldido, y es que el entendimiento ouando ll~ ya posibilidad no podemos conocer, 1 ~ste sería el not'Ímeno
ma en cierto sentido, mero fen6meno a un objeto, se forja en sentido positivo." (72)
al mismo tiompo, fuera de ese sentido, una representaoi6n
de ~ objeto .2!l si ~ y por ende se figura poder tambllm Por lo tanto, Di como observamos, toda posible de
obtener un concepto de este objeto, pero el entendimiento te~oinoci6n cognoscitiva no puede asentarse m&~ que a tra
no tiene de suyo m6s conceptos que los oategorías, y cnton v~s de uso meramente empírioo del cuadro oatogorial, seg6n
ces se Eir,ura que el objeto, en BU 6ltima significación, el cual nos eo factible transformar el múltiple de la in
tuici6n sensible en un objeto de conocimiento en basa a
518
519
establecer la unidad slnt~tica de la Apercepci6n de con ro!,:: de K5enisgberg al subrayar 10 siguientel "El ooncepto de
midad con el enlace sintético de la imaginsci6n productivo, notlmeno ea puos s6lo un concepto-lImite, para poner coto
cuya detú~~inaci6n temporal nos proporciona la síntesis de a la pretensi6n de la sensibilidad, tiene por tanto s6lo
la aprehensión como conciencia empírica del susodioho m6l un uso negativo. C••• ) El concepto de noúmeno, tomado m~
tiple, entonces, conclusivamente, se hace radicalmente im ramente como problem&tico, sigue siendo sin embargo DO
posible proceder a realizar una traslaci6n del maroo int~ 8610 admisible sino hneta inevitable, oomo concepto que
lectivo fenom6nico aquí descrito a cualquier diferente eje pone limitaciones a la sensibilidad." (74)
de coordenadas que no sean, justamente, 1~~ aludidas, con
ello se rebasarta estrictamente toda posible determineci6n
cognoscitiva esencialmente "demostrable", para incardinar
se en el et&reo mar de brumas de la metamorfosis del raoi2
cinio puro, tal cual lo hemos apuntado CC'?1 anterioridad 8!!
pliamente.Este planteamiento requiere para clarificaree
no sobrepasar de ningún modo el marco intrínseco a la Sen
sibilidad, como detorminoci6n referenoial fundamental de
todo posible plano demostrativo, lo que es SUbrayado por
Kant así, "La teoría de la Sensibilidad es al mismo tiempo
la de 109 no6menos en sentido negativo••• " (73)
.~
520 521
--
521 f)S'a
ponda WA. Kant. Pago 532 (A 157, 158) Band VI Cf. S. K5r
CATUULO l']~HC}:RO.
10.- t. Aant. Logique. pago 113. ed. cit, que cor~esponde 8. WAJ
1.- l. Kant. e11Pu. pago 59 y 60, que correeponde a ViA. Kant. Kant, pago 534 (A 161) BaTId VI.
pago 98, 100 Y 101 (B 76, 77 I A ;2 I B 79, 80 I A 55 I 11.- l. Kant. lb. pago 114, que corresponde a \\a. Kant, pago
B 81 I A 56, 57) I~rd 111. Cfr. J. Ferrari. Op. cit. pago 535 (A 162, 163). Band VI.
575S. y B. K~rner. Kant pago 4Os9. ed. cit. Vide, asimis 12.- l. Kant. lb. paga. 118 y 119, que corresponde a WA. Aant
mo. Ladislav benze1. Das Problem der Formalen Logik in dar pago 539 (A 168, 169). Band VI.
kI'itik der reinen vernunft. K8. 1966. Hett 4. y J. Hintik
ka. J.6r,iea, Juee,os de Lenf::uaje o Informaci6n. Temas kantil! 13.- l. Kant. 0RPu. paso 69. que corresponde a WA. Aant, pago
nos de Filosoria de la l.6gica. '1'ocnos. l'Iadrid, 1976. 117 (B 104. 105 I A 78, 79) Band 111. Cfr. D.-J. VIees
chauwar La Bvoluc1.6n del Pensamiento kantiano. pago 77.
2.- l. Kan!;. CRPu. pago 61, que corresponde a WA. Kant. pago ed. cit.
103 (B84 I A 59, 60). Band. 111.
14.- l. Kant. ORPu. pago 70, que corresponde a WA. Kant. pago
3.- l. Kant. CRPu. par.:. 60 y 61, que corresponde 8 VlA. Kant. 117 1 118 (BI04, 105 I A 78, 79 I B 106 I A 00) Band 111
pago 101 y 102. (B 81 I A 56, 57 I B 82, 8~ I A 58) Bond Cfr. H.-J VIeescnauwer. :t;.a Evoluci6n del lansamiento kan
111. Cfr. R. Arrillaga T. Op. cit. pago 55s9. tiano, png. 798a. ed. cit. y H. Heimsoeth. Zur Herkuntt
4.- l. Kant. LeA l'roe;res de 1al.~etaphysique en Allemagne de und Entwicllung von Kante Kategorientafel. KS. 196~, Heft 4.
puls Leibniz et Wo1f pago 14. ed. cit., que corresponde 15.- l. Kant. ORPu. pago 72, que corresponde a WA. Kant. pag.
a WA, Kant. paITI '94 (A 19, 20) Band VI. 122, (B 111, 112) Band IIl. err. M.G. Morenta. Op. cit.
5.- l. Kant. CHPu. pa(';. 65, que correaponde a WA. Kant. pago
pego 83ss.
1~1 (H 155, 156) Band IIl. Cfr. G. Cantecor. Op. cit. pago 39.- l. Kant. ORPu. pag, 100, que corresponde a WA. Kant. pago
191+$s. 192. (B 184 / A 145) Eand 111.
29. l. Kant CHPu. 91, qua correspor;de a WII. ,Kant, paG.
Pllfj. 40.- l. Kant. lb.
154 (R 160, 1::>1 IInm. I / B 161) Band IIl. En l'e1aci6n con 41.- l. Kant. lb.
18. posihilidad de unir cOI:¡pletnmúnte la sl.tosis de la
aprenhensioo con "10 reproductivo", vide el ma(\Tlo comenta
42.- r. Kant. lb.
rio de H.-J. PDt:on. Kllnt's Ije~oph:ysics of Experiúnce. Pilt;. 43.- I. Kant. CRPu. pago 100, que corresponde a WA. Kant, pago
47fl. Vol. l. G. A110n and Unwin htd. 1,ondon, 1936. 193 (D 185, 186 / A 146, 147) Band. III.
534 5"35
44.- l. Kant. GRPu. pago 107, que corresponde a WA. Kant, pago 55.- 1. Kant. CRPU. pago 116, que corresponde a WA• Kant. pago
205 (n 203, 204 / A 1G~) Band lIl. Vide a este reopecto 221. (B 226 / A 183) Dand 111. Cfr. B. K8rner. Kant. pago
G. B8hme. Uber KRnts Untorscheidun~ von extensiven und '77ss. ed. cit. y E. Cassirer. Kant, vida y doctrina. pago
intensiven Grassen. KS. 1974. lIert 2. Ofr., asimismo, E. 219ss. ed. cit.
Cnsairar. Kant, vida y doctrina. pago 211ss., asi como 56.- l. Kant. CRPu. pago 116, que corresponde a WA. Kant. pago
M.G. ¡¡orente. Op. cit. pago 96sa. y finalmente, R. Arri 221 (E 226 / A 183) Band. lII.
llaga 'ro Op. cit. pago 94 y s. K8rner. Kant. paga. 67 y
57.- 1. Kant. CRPu. pago 118, que corresponde a WA. Kant. pago
73. od. cit.
224 y 225 (B 230 / A 18'7 / B 231, 232 / A 188. 189) Dand.
45.- 1. Kant. Pro1er;6menos a toda Netariaica del Porvenir. lII.
pago 35. M. Porrua. N6xico, 1978, que corresponde a WAJ
Kant, png. 130. (B 123, 124 / A 91) Band V.
58.- l. Kant. lb.
59.- 1. Aant. CRPu. pag. 119, que corresponde a WA• Kant, pago
46.- l. Kant. CRPu. pago 109, que corresponde a WA. Kant. pago
227 (B 234, 235 / A 190) Eand 111.
208. (E 208) Band 111. Cfr. R. Arri11aga T. Op. cit. pag.
95. M.O. Horente. Op. cit. pago 98ss. 60.- 1. Kant CRPu pago 121 ¡ 122, que corresponde a WA. Kant.
pago 2;0 y 231. (B 239 / A 194 / E 240. 241 / A 195, 196)
47.- l. Kant. CRPu. pae. 112, que corresponde a WA. Kant. pago
Band 111.
215 (B 218 / A 176) Band IIl.
61.- l. Kant. CRPu. pago 124. que corresponde a WA. Kant. Pago
1~8._ 1. Kant. CHPu. pago 110, que corresponde a WA. Kant. pago
235 (E 246. 247 / A 201) Band 111.
210. (E 210. 211 / A 169)
62.- l. Kant. CRPu. pago 123, que corresponde a WA. Kant. pago
49.- s. KBrner. Y,ant. pag, 74. Vide, ademAs, M. G. Morente. üp.
234 (B 245 / A 200) Band 111.
cit. pago 99, y Leibniz-Newton. Cálculo Infinitesimal.
Int. J. Babini. Eudeba, D. Airea, 1977. L. Couturat. La 63.- l. Kant CRPu. pago 129, que corresponde a WA. Kant. pago
Filosofía de las MatemAticas en Kant. U.N.A.M. M~xico, 1960. 244. (n 259, 260 / A 212, 213) Band 111.
50.- l. Kant. CRPu. pAgo 113, que corresponde n W·'. Kant, pago 64.- 1 Kant. CRPu. pag~ 130, que corresponde a wA. Kant. pago
215 (D 218 / A 176) Dand 111. 246 Y 247. (E 262, 263 , A 215, 216 / B 264 / A 217) Band
III.
51.- 1. Kant. CRPu. pOG. 114, que corresponde a WA. Kant. pa~.
218 (B 222 / A 179) l~nd 111. Cfr. R. Arrillaga T. Op. 65.- 1. Kant. CRPu. paB. 131, que corresponde a WA. Kant. pago
c&t. pago 93. 248. (B 265, 266 / A 218, 219) Band 111. Cfr. S. K6rner.
Kant pago 81ss. ed. cit.
52.- l. Kant. CRPu. pnr,. 114, que corresponde a WA. Kant pag.
218. (B222 / A 179) Band 111. 66.- 1. Kant. CRPu pago 133 y 134, que corresponde a WA. Kant.
pago 252 (8 271, 272 / A 224) Band. 111.
53.- l. Aant. CHPu. pago 113, que corresponde a ~¡A. Kant. pug.
216 (E 219 Aorn.1 / A 177) Band IIl. Cfr. r,;. Guerin. Kant 67.- 1. Kant 0RPu. paGo 134, que corresponde a WA. Kant. pag.
et L'Ont.o1or,ie nnalo~ique. Recherches our le Concept kan 253 (E 273 / A 225, 226) Band IIl.
tien do L' Analogie. R.!-l.!:. nQ 4. 1974. 68.- l. Kant. CRPu. pag. 137. que corresponde a WA. Kant. pago
54.- l. Kant. el/Fu. PDG. 114, que corresponde a WA. Kant, pago 258 (B 2(30, 281 / A 228) Band IIl.
21'1 (n 220, 221 / A. l'la) llnnd III.
536
69.- l. Kant. CRPu. pago 150, que corresponde a WA. Kant. pago
27B (B 309 Anm.! I A 2l~9) Bend III. Cfr. R. ArrillBr;a '1'.
Op. cit. pa~. 11;as.
70.- l. Kant CHPu. pago 14[3, que corresponde a \YA. "ant pae;.
280 (B 255 Imm.! I A 250, 251). 1'Ilnd !II. Cfr. E. Cassi
roro lc:1 Froblt>ma del Conocir:lionto.T. 11. pago 6BI~8S. ed.
cit, Be! como M.G. Horante. Op. cit. pago 10789. H.-J.
V1eeschauwer. Lo TIcvo1ution kantianne. pa!.';. 588S. ed. cit.
y J. Ferrari. 01'. cit. pago 76ss.
71.- l. Kant. CR~u pa~. 149 y 150, que corresponde a WA. Kant.
pae. 277 CB 307, 308) Bond 111.
72.- l. KAnt. CJU'U. par;. 150, que oorresponde a 'tiA. Kant. pago
277 (B 307, 308) Band 111. Cfr. S. K5rner. Kant. pa~. 85es.
y H.-J- V1eeechauwer. La hvo1uci6n del .l:ensemiento r'antin
no. pago 125s9. od. cit.
73.- l. Kant. CRPu. pa!.';. 150, que corrosponde a WA. Kant. pago
277 (B 307, 3OB) Eand 111.
74.- l. Kant. CRPu. pa{';. 151, que corresponde a WA. Kant. pago
282 (n 311, 312 I A 256) Band 111.
75.- l. Kant. CRPu. pago 161, que corresponde a WA. Kant. pag.
299 y 300 (B 336, 337 I A 280, 281 I B 338 I A 282) Band
111. Cfr. 8. Korner Kant. paco 88es. y R. Arri11aga fl'. Op.
cit. pog. 116sB.
76.- l. Kant. Las l'ror.;rés de la Méthaphysique en Allemo.gne de
puie Leibniz et "volf pago ;2 y 33 ed. cit, que correspon
de a i~A. Kant. pae;. 610 y 611. (A 55,56 I A 57 t 58, 59)
Band. VI.
77.- l. Kant. CRPu. pago 162 y 163, que corresponde a WA. Kant.
pago 302 y 303 (B 341 I A 285 I B 31~2, 343 I A 286) Fland.
111. Hespecto de la Retutaci6n del Idealismo, Cfr. G. Can
tacor. (~. cit. pago 1999B. así como S. K8rner. Kant. pago
84. ed. cit. s la vez que H.-J. V1eeschauwer. La Evoluci6n
del Pensamiento kontiano. pAgo 105as. ed. cit., además de
E. Cassirer. El ~rOb1er.1a del Conocimiento '1'.11. pago 676 y
677. ed. cit. Vide, asimim:lo, G. 11111ar. Kant snd Berkeley!
the Alternativa 'l'heorics. KS. 1973. Heft ;.