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Cuestionario

Manapika

Om Gam Ganapataie Namaha


Reverencia al Señor de la Sabiduría
2. ¿Qué podemos decir sobre la integración de las distintas prácticas?
Dice Swami Sivananda que los principales caminos para aproximarse a Dios, desde la visión del Yoga
son cuatro: Karma Yoga, Bhakti Yoga, Raya Yoga y Ñana Yoga:

El Karma Yoga está indicado para la persona de temperamento activo, el Bhakti Yoga para la persona
de temperamento devocional, el Raya Yoga para la persona de temperamento místico, y el Ñana Yoga
para las personas de temperamento racional y filosófico.
El Karma Yoga es el camino del servicio desinteresado. El Bhakti Yoga es el camino de la
devoción exclusiva al Señor. El Raya Yoga es el camino del autocontrol. El Ñana yoga es el camino
de la sabiduría.
El Karma Yoga implica el ejercicio de la voluntad. El Ñana Yoga implica el ejercicio del
intelecto y de la razón. El Bhakti Yoga implica el ejercicio de la emoción. La voluntad consagra todas
sus actividades a través de una entrega completa al Señor. El intelecto realiza la gloria y majestad del
Señor. La emoción experimenta la felicidad del éxtasis divino.
Las tres verdades eternas son: Ñani, Karma y Bhakti. Dios es amor, bondad y verdad. El devoto
experimenta a Dios como amor. El Karma Yogui lo experimenta como bondad, y el Ñana yogui lo
experimenta como verdad.
Unos afirman que el único medio hacia la salvación es la práctica del Karma Yoga. Algunos
aseguran que la devoción al Señor es el único camino hacia la realización de Dios. Otros creen que la
senda de la sabiduría es el único camino hacia la beatitud final. Pero aún hay otros que consideran que
estos tres caminos son a la vez igualmente eficaces para proporcionar la perfección y la liberación.
(384-385)
En el sagrado Bhagavad Gita se habla del espíritu universal que existe en el Amor Divino. Sin importar
el sendero que se elija, siempre que se realice con sinceridad y amor, el destino es el mismo. Así, lo
primero es siempre recordar que en la Estancia cuatro, sloka 11 dice el Señor Krishna:

11. Comoquiera que los hombres se acerquen


a Mí, los bienrecibo; porque sea cual sea el
sendero que escojan, es, ¡oh Pârtha!, Mi Sendero.
No se trata únicamente de la integración de los distintos caminos del yoga bajo el principio Supremo de
Unión que se simboliza en la palabra. Sino de tener en cuenta que, sin importar la cultura, el credo
religioso o el nombre que se otorgue, todos los caminos conducen al Yoga, a la unión y amor con la
Divinidad. Este es el principio que subyace en la integración del Karma Yoga, Bhakti Yoga y Ñana Yoga;
las aparentes divisiones no serán más que una forma en la que los seres humanos comprendamos que,
según nuestra propia constitución, podremos encontrar la senda más adecuada para llegar a la Unidad.

[INCLUIR CITA DE LA ESTANCIA 4]

[…] aunque este es el camino universal hacia Dios, la palabra


que usa Patanjali para referirse a sus distintas etapas es ramas
(limbs). La razón es que incluso la primera rama no puede ser
perfeccionada hasta que no se hayan desarrollado las demás,
incluida la última. Así, las distintas “etapas” son comparables
a las partes de un cuerpo —ocho, en este caso, no cuatro—,
todas ellas son interdependientes.

2
Kriyananda, Swami. Demystifying Patanjali

La analogía de Swami Kriyananda no podría ser más apropiada para hablar de la integración de las
distintas prácticas que componen el sendero del Ashtanga Yoga. Tal como nuestros hermanos los árboles,
todas las ramas de nuestro Ser (llámese personalidad, sentimiento, acción, amor, conciencia) están
interconectadas y hacen parte del todo: nuestras flores y hojas se sumergen hasta el fondo de nuestras
raíces. Así como este árbol-ser que somos, se erige también el Ashtanga Yoga y en general las distintas
prácticas que los maestros han enseñado al hombre para permitirle ir recordando quién es y de dónde
viene.

Al pensar en la integración de las prácticas, más valdría decir su integralidad. Tal vez en un comienzo
cometemos el error de pensar que no habrá unión de las prácticas hasta que no haya perfección en ellas.
Que hasta que no vivamos la gloria infinita que los maestros transmiten del Nirbikalpa Samadhi, no
existirá integración propiamente en las prácticas. Sin embargo, cuando leemos la conexión de todas las
ramas, vamos descubriendo cómo el más pequeño esfuerzo que realicemos en una parte del camino se
reflejará en las demás partes. No importa que aún seamos pequeños niños que ni siquiera saben caminar
por cuenta propia. Si ponemos en práctica a nuestro nivel algunos de los preceptos de Yama, por ejemplo,
ya se trate de vivir un poco la no violencia o procurar un día ser más veraces, esto purificará la mente y
la acción. Esta purificación puede que también la llevemos al momento de realizar las asanas, para vivirlas
más allá de su aspecto físico; o puede ser que al llenar un poco más de amor nuestro corazón vivamos
los pequeños Samadhi de los que nos habla nuestra Maestra. Puede que la experiencia dure un instante,
al ver un atardecer, al contemplar una flor, pero para el alma ese instante será como probar una gota del
néctar eterno.

En ocasiones debo aceptar que me es difícil ver esta integralidad de las prácticas en mi mismo. Sin
embargo, en el amor y la bondad de muchas de las personas que me rodean se reconoce más fácilmente.
En sus esfuerzos cotidianos por tratar de ser cada día un “poco más buenitos”, como suele decir uno de
los maestros que han acompañado el camino, ahí está vivo el sendero de la unidad y del amor, y ese
esfuerzo es el motor que me impulsa a seguir andando:

Aunque la mayoría de los comentadores han interpretado estas ramas como fases para ser practicadas
de forma sucesiva, al menos un comentador ha reconocido que no es así, sino que podrían ser
ordenadas en un círculo: por su poder combinado, el yogui se impulsa a sí mismo a lo largo del camino
de la interiorización. (Govindam 92-93)

3. ¿Cuándo podemos verdaderamente decir que hay práctica o experiencia de Yoga?


El Yoga es el arte de vivir rectamente. El Yogui que ha
aprendido este arte de vivir rectamente se siente feliz,
armónico y pacífico. Está libre de toda tensión.

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Swami Sivananda, Senda Divina

La experiencia suprema del Yoga no puede ser otra que la Unión misma con la Divinidad. Sin embargo,
con humildad debemos reconocer que la realización del Samadhi, por lo menos en sus estadios más
elevados (Salvikalpa Samadhi y Nirvikalpa Samadhi), aún se encuentra un poco distante para quienes
iniciamos en el camino del autoconocimiento. Se podría decir, no obstante, que teniendo como objetivo
el fin mismo del Yoga, la experiencia también es todo aquello que nos va aproximando lentamente hacia
su cumplimiento. Si partimos de la definición que nos da el sabio Patanjali en el segundo Sutra de Samadhi
Pada: Yoga Chita Vritti Nirodaha (“Se llama ‘Yoga’ a la cesación de todos los movimientos de la mente”),
podemos decir que todo esfuerzo realizado para lograr tener una mente más calma y serena hace parte
de la experiencia del yoga. Dice el Hathayoga Pradipika que

El objetivo que pretende alcanzar la hatha yoga es el de lograr un control absoluto de los
órganos del cuerpo, así como de la mente a fin de que el yogui goce de la salud y no encuentre
obstáculos hacia el Raja yoga, que conducirá kaivalya o emancipación final. (4)
Al hablar de las características de quien se ha establecido conscientemente en el Asthanga Yoga,
especialmente en Samyama (Dharana, Dhiana y Samadhi), dice el maestro Patanjali:

10. Estas nuevas tendencias hacia la quietud —adquiridas por la práctica— permiten que el Yogi pueda
permanecer de modo continuo con la mente tranquila y serena.

11. Cuando la mente va dejando a un lado su tendencia a la dispersión y comienza a direccionarse


únicamente hacia Dios, se dice entonces que el Yogi se ha establecido en la práctica interior a través
de la práctica de Samadhi.

12. Y finalmente cuando todos los pensamientos de la mente son similares y homogéneos, y se dirigen
solo hacia Dios, se dice entonces que el Yogi ha logrado establecerse en la práctica de la
transformación interior a través de la Perfecta Concentración con la Unidad.
La pregunta sería entonces, ¿cómo concebir la experiencia del Yoga como algo más cercano a la
cotidianidad de quienes estamos aún de lleno en el mundo? Para acercarnos a esta respuesta, el maestro
Sivananda, en Senda Divina, nos da algunas descripciones sobre la manera en que el Yoga se vive en las
personas que lo practican. Dice Swamiji, y me permito citar en extenso sus palabras:

El Yoga proporciona perfección, paz y felicidad duradera. Por medio de la práctica del Yoga puedes
disfrutar de calma mental en todo momento. Tendrás un sueño apacible. Puedes incrementar tu
energía, vigor, vitalidad y longevidad, así como disfrutar de un elevado nivel de salud. Puedes llevar a
cabo eficientemente tu trabajo en un corto espacio de tiempo. Puedes alcanzar el éxito en todo camino
de la vida. El Yoga te infundirá una fortaleza, una confianza y una seguridad nuevas. Tu cuerpo y tu
mente se hallarán por entero a tu disposición.

El Yoga controla tus emociones e incrementa tu poder de concentración durante el trabajo. La


disciplina yóguica proporciona quietud y tranquilidad, y rehabilita la propia vida de un modo
milagroso. La forma de vida yóguica amplía el entendimiento humano y capacita al hombre para
conocer a Dios y su propia relación con Él.

4
El Yoga conduce de la ignorancia a la sabiduría, de la debilidad a la fortaleza, de la inarmonía a la
armonía, del odio al amor, de la necesidad a la plenitud, de la limitación a la infinitud, de la diversidad
a la unidad, y de la imperfección a la perfección. El Yoga proporciona esperanza al entristecido y
abandonado, fortaleza al débil, salud al enfermo y sabiduría al ignorante.

A través de la disciplina yóguica, la mente y el cuerpo y el órgano de la voz actúan conjuntamente en


armonía. El practicante de Yoga ve transformada su vida esencialmente por una nueva visión, una
nueva salud, una nueva consciencia y una nueva filosofía. 386
Swami Sivananda presenta algunas de las características que hablan del practicante del yoga y de la
experiencia que se irá dando a medida que recorre su camino. En este punto es importante mencionar,
también de la mano del Maestro, que la experiencia del Yoga no implica un alejamiento del mundo. Por
el contrario,

El Yoga no pretende volver la espalda a la vida. Es la espiritualización de la vida. El Yoga es, ante
todo, un modo de vida, no algo divorciado de ésta. El Yoga no consiste en dar de lado a la acción,
sino en realizar ésta eficientemente con el espíritu adecuado. El Yoga no implica huir del propio hogar
ni del ambiente humano, sino que es el proceso de amoldar la actitud propia al hogar y a la sociedad
con una comprensión nueva. 383
Así, cada vez que logramos tomar conciencia en el instante presente y ponemos en práctica lo aprendido
y meditado sobre el yoga, ahí es cuando empezamos realmente a vivirlo. De a pocos, a nuestro nivel por
pequeño que sea.

Para finalizar, podremos decir que existe experiencia de yoga en el momento en que toda acción y
pensamiento que realicemos en el mundo pueda otorgarnos lo que pidió Claudio Dossetti que se dé con
la lectura de los Yoga Sutras, “que pueda brindar serenidad a la mente, luz al discernimiento y Devoción
al corazón, a fin de que el Alma pueda elevarse a las alturas donde mora la Bienaventurada y Eterna Paz”
(Dossetti 26).

Disciplinas del Hatha Yoga

Según los textos antiguos, el hatha yoga está conformado solamente por las prácticas de limpieza o
shatkarmas. Actualmente, sin embargo, el hatha yoga generalmente incluye las prácticas de asanas,
pranayamas, mudras y bandas. (Satyananda 12)

Con la influencia del Buda en el siglo VI a. c., la meditación ocupó un lugar preponderante y las
prácticas preparatorias de Yoga fueron ignoradas. Sin embargo, los pensadores de India pronto se
dieron cuenta de las limitaciones de esta perspectiva. El yogui Matsyendranath enseñó que es necesario
purificar el cuerpo y sus elementos antes de emprender la práctica de meditación. Fundo el culto Nath
y la postura de yoga llamada Matsyendrasana fue bautizada en su honor. El principal discípulo de
Matsyendranath, Gorakhnath, escribió textos sobre Hatha yoga en el dialecto local y en Hindi.

…Una de las autoridades más sobresalientes en Hatha yoga, Swami Swatmarama, escribió en sánscrito
el Hatha Yoga Pradipika, o 'Luz sobre el Yoga', donde recogió todo el material existente sobre el tema.
Redujo el énfasis del Hatha yoga sobre yamas y niyamas, eliminando así uno de los mayores obstáculos
para los principiantes. En el Hatha Yoga Pradipika, Swatmarama comienza con el cuerpo y solamente

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después, cuando la mente se ha estabilizado y equilibrado, introduce yamas y niyamas (el autocontrol
y la autodisciplina). (Satyananda 15)
Asanas

Antes de todo, se habló de las asanas como la primera parte del Hatha Yoga.

Habiendo practicado asanas, se logra estabilidad en el cuerpo y la mente, ausencia de enfermedad y


ligereza en las extremidades. (Hatha Yoga Pradipika 1:17)

[…] los hatha yoguis descubrieron que ciertas posiciones corporales específicas, las asanas, abren los
canales energéticos y los centros psíquicos. Se dieron cuenta de que desarrollar control del cuerpo a
través de estas prácticas les permitía controlar la mente y la energía. Las yogasanas se convirtieron en
herramientas para lograr una conciencia más refinada y en la base necesaria para explorar el cuerpo, la
respiración, la mente y los estados superiores. Por esta razón, la práctica de asanas es el primer tema
de textos como el Hatha yoga Pradipika.
Pranayama

Una vez se dominan las asanas, se ejerce control (del cuerpo), con una dieta balanceada, se deben
practicar pranayamas de acuerdo con las instrucciones del guru. (Hatha Yoga Pradipika 385)
Mudra

Por eso, se debe despertar constantemente y con todo el esfuerzo a la diosa que duerme a la entrada
de la puerta de Brahma, practicando mudra a conciencia. (Hatha Yoga Pradipika 436)

La palabra en sánscrito mudra, se traduce como ‘gesto’ o ‘actitud’. Las mudras se pueden describir
como gestos o actitudes psíquicas, emocionales, devocionales y estéticas. Los yoguis han
experimentado las mudras como actitudes de flujo de energía que tienen el propósito de unir la fuerza
pránica individual con la fuerza cósmica universal.

[…] El Hatha Yoga Pradipika y otros textos yóguicos consideran que las mudras son un yoganga, una
rama independiente del yoga que exige un nivel de conciencia muy sutil. Las mudras se introducen
después de que se ha logrado un cierto nivel de dominio de las asanas, pranayama y los bandas, y
cuando se han eliminado los bloqueos burdos. (Satyananda 437)

*Definiciones de Prana

Prana significa ‘energía vital’ o ‘fuerza de la vida’. Es la fuerza que existe en todas las cosas, animadas
e inanimadas. Aunque esté estrechamente relacionada con el aire que respiramos, es mucho más sutil
que el aire o el oxígeno. Por lo tanto, el pranayama no se debe considerar simplemente como un
conjunto de ejercicios de respiración cuyo objetivo es introducir más oxígeno a los pulmones. El
pranayama utiliza la respiración para influir sobre el flujo de prana a través de las nadis o canales de
energía del pranayama kosha o energía corporal.

Bibliografía

6
Kriyananda, Swami. Demystifying Patanjali: The Yoga Sutras (aphorisms). The Wisdom of Paramhansa
Yogananda. Nevada City, CA: Crystal Clarity Publishers, 2013. Recurso de internet.
Patanjali. Yoga Sutras. El Sendero del Yoga. Tad. Claudio Dossetti. Buenos Aires: Hastinapura, 2017.
Impreso.
Sivananda, Swami. Senda divina: De Ahimsa a la muerte. Madrid: Edaf, 1980.

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