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Son precisamente las heridas una de las patologías más comunes en servicios
médicos de urgencias. Se conocen como tal a la interrupción de la continuidad de
los tejidos a raíz de una agresión. Existen diferentes tipos de heridas, de menor o
mayor gravedad.
¿Qué es una herida?
Se conoce como herida a la ausencia de continuidad de la piel, cuya causa más
frecuente es el corte con un objeto afilado. No obstante, también se puede originar
por la mordedura de un animal o un golpe, por ejemplo.
Resulta interesante saber cómo identificar una herida y prestar los primeros
auxilios necesarios hasta que el paciente reciba asistencia médica. En la gran
mayoría de los casos una herida no supone un riesgo inmediato para la salud. No
obstante, es importante actuar de la forma adecuada para evitar posibles
complicaciones.
Tipos de heridas que existen
¿Cómo saber que una herida está infectada? El dolor, enrojecimiento e hinchazón,
además de secreciones, son señales que no dejan dudas de que una herida está
infectada. Las heridas que tardan en curarse o no mejoran con el tratamiento,
también casi siempre están infectadas. Además, la infección es un riesgo común
en este tipo de lesiones, especialmente si se trata de un corte extenso y provocado
por algún objeto punzante.
De todos modos, es muy importante limpiar la herida, porque una vez que se ha
producido una infección es más complicado porque puede que se haya alojado una
bacteria resistente. Todo el cuidado será poco cuando se observa que la herida
provoca y presenta.
Enrojecimiento
Dolor
Sensación de fiebre local
Sensación de pinchazos y punzadas
Inflamación e hinchazón en los bordes
Además de estos síntomas, si la infección presenta un estado avanzado, notarás
presencia de:
Pus (acumulación de glóbulos blancos muertos)
Fiebre
Malestar general
Tratamiento
Cómo curar una herida
Las heridas son muy frecuentes tanto entre niños como entre adultos. Así, es
importante saber cómo se debe curar paso a paso para evitar cualquier tipo de
complicación.
1. En primer lugar, es importante lavarse las manos con agua y jabón pH
neutro. De este modo se minimiza el riesgo de sufrir cualquier tipo de
infección.
2. A continuación se debe observar el tipo de herida de que se trata. Para ello,
hay varios factores a tener en cuenta. Por un lado, si el paciente presenta
dolor. Por otro lado, si la hemorragia es abundante. Además, la extensión y
profundidad de la herida. Y, por último, el tipo de sangre; en caso de que sea
más oscura, es sangre arterial, de modo la lesión presenta una mayor
gravedad.
3. En caso de que exista hemorragia, hay que presionar con una gasa estéril.
Si no se tiene ninguna a mano, se puede hacer presión con un paño limpio.
4. Además, es conveniente comprobar si existen objetos extraños en la
herida, como por ejemplo cristales. En caso de que los haya, no se deben
extraer en ningún caso.
5. Y, por último, cuando la hemorragia haya parado, se cubre la herida con un
vendaje.
Estos son los primeros auxilios básicos que hay que prestar ante una determinada
herida. En caso de que revista gravedad o requiera de puntos de sutura, se debe
acudir al médico a la mayor brevedad posible.
¿Qué no hacer ante una herida?
Hay una serie de acciones que en ningún caso se deben hacer ante una
determinada herida porque pueden empeorar el diagnóstico, e incluso dar lugar a
complicaciones de carácter grave.
Torniquetes: en ningún caso hay que hacer torniquetes. La razón es que
podría paralizar la circulación sanguínea en el miembro afectado y dar lugar
a una necrosis del mismo.
Soplar: aunque son muchos los que afirman que se debe soplar la herida
para eliminar la suciedad, lo cierto es que es una práctica nada aconsejable.
Y es que en la saliva puede haber ciertos microorganismos que provoquen
una infección.
Objetos extraños: tal y como hemos señalado, ante la presencia de objetos
extraños en la herida, nunca deben ser extraídos.
Gasa: y, por último, si existe hemorragia intensa y se está aplicando presión
con una gasa, en ningún caso hay que retirarla. De lo contrario, se puede
romper la capa creada para detener la hemorragia.
Lo más importante dentro de una herida y para evitar una infección es no tanto
tratarla sino el intentar evitar que se infecte haciendo un buen cuidado y una buena
limpieza de la herida en el momento en el que se ha producido, y manteniendo una
limpieza periódica de esta herida.
De todas maneras, si ya ha aparecido la infección, si es una infección localizada,
posiblemente el hacer un buen lavado, el hacer un buen arrastre con la gasa, el
evitar por ejemplo el algodón porque suelta fibras que pueden impedir y crear
problemas de cicatrización, el utilizar un buen antiséptico, puede ser suficiente para
controlar la infección.
Combatir la infección de una herida y aliviar sus síntomas, también dependerá de
la gravedad de la lesión. Para detener la infección y ayudar a promover la curación
de la herida, es aconsejable que la herida sea valorada por un médico porque
seguramente él indicará los medicamentos adecuados. Se debe buscar asistencia
sanitaria en el caso de que el niño:
Tenga fiebre
Sienta malestar
Presenta sensación de náuseas o vómitos
También hará falta una orientación sanitaria cuando la herida presenta:
Color oscuro o rojo fuerte en su parte central
Dolor e hinchazón
Pus o mal olor