INDICE

Prólogo 1 3
Saiunkoku Monogatari
Prólogo 2 6
Historia oculta Capítulo 1 8
Capítulo 2 12
Capítulo 3 15
Capítulo 4 18
KOURYOU NO YUME Capítulo 5 22
Capítulo 6 25
Capítulo 7 28
AUTORAS:
Epílogo 31
Sai Yukino
Kairi Yura Capítulos en inglés sacados de:
http://novelonlinefree.info/novel/saiunkoku_monogatari_kouryou_no_y
ume

Traducido al español por Akatsuki: mi-castillo-de-arena-blogspot.com

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Prologo 1
Ella era llamada 'Señorita Lirio del Valle' por su pura y
extraordinaria belleza. Se sentó en su cama y miró a la ventana medio
ausente. Más allá de eso, lirios del valle estaban danzando en el viento.
… Estaba recordando la frase favorita de su padre.
—Serás más feliz que nadie más, preciosidad mía.
Sientiendo el viento de la tarde golpeando, tosió un poco. La frialdad del
viento le dijo que era hora de que su hijo la visitase. Como había sido
maquinado, podía oír la leve conmoción a la distancia.
Su delicada barbilla empezó a temblar un poco. No fue por el viento de
la tarde.
—Seien está viniendo...
Debería ser imposible, pero podía oír los pasos de su hijo que se
acercaban, y su cara se puso más pálida y tembló.
Como segunda concubina, tenía muchas cosas más allá de su cualidad,
y su hijo era lo más importante entre todo.
Se quedó embarazada justo después de la boda, y entonces nació el
segundo príncipe. Cuando creció, todos tenían envidia: era brillante y
hermoso, y desde niño la gente alababa que sucedería al primer
príncipe. Todo eso no eran más que problemas para ella. No podía
soportar la fiera envidia de las otras mujeres. Más que nada, ella temía
la brillantez de su hijo.
—No es culpa de Seien. —Se dijo desesperadamente, y trató de tener
afecto por él. Pero incluso eso empeoraba sus nervios.
Los pasos se detuvieron ante la puerta. Inconscientemente, ella se
mantuvo firme.
La límpida hermosa cara de su hijo apareció tras abrirse la puerta. Con
unos rasgos tanto delicados y amables como agudos y con una
atmósfera inflexible como una espada desenvainada, tiene una belleza
frágil como el fino hielo, tipica de la juventud. Mirando a su hijo siempre
recordaba el perfil frío de su marido con quien solo mantuvo una
relación una sola vez.
—¿Cómo se encuentra, Madre? —Seien sonrió calmadamente.
Su garganta blanca se ahogó, y no salió ninguna voz. Trató de sonreír al
menos pero no estaba segura de si tenía éxito.
Seien habló de asuntos casuales como de costumbre, atendió a su
madre, dio algunas instrucciones sobre el mantenimiento de la villa y se
despidió. Es una rutina diaria repetida desde que el sol se levanta por el
este y cae por el oeste. Soltó el aliento cuando Seien se fue. Amable y
dedicado a su madre, era un perfecto príncipe.
Pero ella lo sabía. La amabilidad que su hijo mostraba no era más que
un engaño superficial. Al igual que el rey no la amaba en absoluto, ni su
hijo.
El inteligente hijo se dio cuenta de que su madre lo veía, pero no dijo
nada, ni cambió particularmente su actitud. Seien, que tenía que luchar
en el palacio todos los días, tenía que dar a su madre débil una baja
prioridad, y pensar si ella es amada o no es sólo una tontería. A pesar de
todo, trató de protegerla como a su hijo. Incluso si no es amor, incluso si
es sólo la obligación mínima.
No podía evitarse. Pero a veces, ella se despertaba con una sensación
de furia como una ducha de lluvia. No sabía la razón. Era ella quien no
podía amar a su hijo primero. Así que no era correcto enojarse si no la
amaba. Para empezar, ¿por qué las cosas resultaron de esta manera?
—Serás más feliz que nadie más, preciosidad mía.
Pensó en esas palabras muchas veces. Su padre decía que había chica
que fuera más feliz que ella.
¿Esto es la felicidad? ¿Soy feliz…?
···
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 El tiempo pasó, y la primavera, el momento de florecer los lirios del
valle, había llegado. Un día, se dio cuenta de que alguien la estaba
mirando. Él es pequeño. No es su hijo.
—… ¿Quién es?
—Es… Ryuuki. ¿Cómo se encuentra, Segunda Madrastra?
Por las palabras infantiles y la cara dulce, se dio cuenta de inmediato. Le
recordaba a la sexta concubina. Probablemente por su disposición, daba
una impresión más severa, y ella HABÍA SIDO una arrogante ninfa
adecuada para ser llamada la 'seguidora del harén'.
—… Acabas de perder a tu madre. Fue desafortunado.
El príncipe bajó la mirada, y se acercó más, dubitativo. Mostró un lirio del
valle que estaba escondiendo.
Ella sonrió de corazón por primera vez en mucho tiempo.
—Gracias, amable joven Príncipe.
El príncipe más joven lucía maravillado. Era como si no esperase que
ella aceptara la flor o le sonriera. El príncipe bajó la mirada inquieto.
—… El… El hermano Seien es muy amable y me enseña muchas cosas.
Así que, incluso si sabía que estabas enferma, quería verte, Madrastra.
—… ¿Seien?
—Sí. Me dio una espada el otro día. Las espadas son llamadas Kanshou
y Bakuya. Se las dieron a mi Hermano, pero él me dio a Bakuya. Pero es
demasido pesada para mí…
El hijo del que estaba hablando con ojos brillantes era alguien que no
conocía. Sintió dolor en el pecho y tosió. El príncipe se la quedó mirando
y dejó de hablar.
—Oh, Io… Io siento. Por favor, descanse. Me iré ahora. —Bajó la mirada
con duda—… No pude llorar cuando mi madre murió. No me sentí triste.
No soy del todo amable.
No lo pudo evitar, pensó ella. Había oído que ella lo castigara y golpeara
cada día.
—… Pero no sé por qué. Siento frío en mi pecho. Como si hubiera un gran
agujero. Siento eso cuando recuerdo a mi madre. Ahora ya no me
pegará, pero siento que era mejor cuando ella estaba por aquí.
La amabas, murmuró en su mente. Miró al lririo blanco del valle en su
mano. Se preguntó si sabía que ella se llamaba 'Señorita Lirio del Valle'.
—La envidio hasta el final.
Era joven, confiada y arrogante, e hizo todo para que el Emperador la
mirase. E incluso tuvo un amable hijo como él. Su propio hijo no sentiría
nada si ella muriera…
—… No pude llorar por mi madre, pero creo que lloraré por el Hermano
Seien y la Madrastra… ¿Puedo volver de nuevo…?
… ¿Habría sido diferente si tuviera un hijo como él? Cerró los ojos y
sacudió la cabeza.
—… No. No puedes venir de nuevo. ¿Entiendes? Por favor, no vengas a
esta villa de nuevo.
El príncipe se estremeció y cara se contorsionó. Incluso entonces, sonrió
desesperadamente y asintió. Estaba acostumbrado al rechazo.
—... En-Entiendo. No vendré de nuevo. A… Agradezco que aceptases la
flor.
Despidió al pequeño príncipe que estaba sobándose los ojos cuando se
fue, y miró hacia el lirio de valle. Cierto. No debería volver de nuevo.
···
Entonces la estación del lirio del valle acabó, y el verano pasó, y llgó el
otoño. Ocasionalmente, imágenes del lirio del valle dibujados por el
príncipe más joven eran mandadas para ella. Los atesoró.
Y al principio de invierno…
—Señorita Lirio del Valle, tu padre cometió traición. Por favor, ríndete.
Fue sacada a la fuerza de la cama por dos hombres que irrumpieron en
la villa, y atada con rudeza. No dijo nada. Tosió de nuevo, cansada.
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No dijo nada cuando fue arrojada a una celda, tirada a un carruaje como Recordó a ese príncipe momentáneamente. La nieve danzando como
una mera carga, y atacada por asesinos en la Provincia de Sa. Estaba flores de lirio del valle.
asustada, pero no trató de replicar. En el último momento, cuando su ¿Ese príncipe llorará por mí?
cabeza iba a ser cortada, miró a su hijo.
Es la estación del lirio de valle… pensó al final.
Su hijo la miró también.
… No hay entendimiento mútuo. Ella y su hijo no eran madre e hijo ni
siquiera al final. Ni siquiera intentaron cerrar la grieta. Se alegró de que
su vida estuviera a punto de terminar. Ya no tenía que vivir. Entonces Y su cabeza rodó por el suelo.
ella compadeció a su hijo por primera vez.
—Mi pobre niño…
No fue amado por su madre, ni protegido, y portaba una armadura de
hielo siempre, sin creer en nadie. Peleó, para que le tuvieran confianza,
para borrar un camino de sangre. A los trece años, había aprendido una
sonrisa burlona y caminaba por las mentiras de los adultos con la
máscara de cortesía y sonrisa.
Con una madre así, sólo podía convertirse en un niño así.
Sin embargo, trató de proteger a la madre a quien no amaba hasta el
último momento. A pesar de ocultar su desprecio, nunca dejó de
visitarla, y aunque era falso, era amable con ella. Para el hijo con un
orgullo demasiado alto, probablemente fue la mejor concesión posible
hacia su débil madre.
Podría haber tenido una vida diferente si no hubiera nacido de ella.
— Pobre Seien…
No sabía por qué, pero pudo ver el cielo. Gris y nublado. La nieve caía.
Ella estaba satisfecha. En el último momento, obtuvo... la felicidad. Pero
probablemente en el futuro de Seien…
Es mejor que yo…
… No oró por la felicidad de su hijo.
Porque pensó que, siendo amada por ese joven príncipe, él fue mucho
más feliz que ella, que no fue amada por nadie.

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Prologo 2
Los lirios del valle estaban floreciendo.
El primer recuerdo que Seien podía recordar era a su madre sollozando.
—¿Por qué...? No quería nada de eso…
Pensó que las lágrimas que caían sobre las blancas manos eran
hermosas, pero también se sentía solitaria. Siempre llorando.
Deseó poder hacer algo y acercarse a ella, entonces su madre se
quedaría aturdida y se giraría. Viéndola asustada, con ojos de rechazo,
apartó su mano que iba a tocarla. Fue entonces cuando se dio cuenta
claramente que él mismo estaba incluido en 'lo que ella no quería'.
Él quizá se sentía triste.
Su madre estaba llorando cada noche, y él estaba escuchándola sollozar
como una nana desde que nació. Asi que, se rindió tranquilamente en
vez de sentirse triste. Su tristeza era muy profunda. Sabiendo que él es
la razón, y no quedaba sitio para un poco de esperanza, solo podía
comprender que no podía hacer nada. Así que aceptó el hecho de que
su madre no podía amar a su hijo.
Se sumergió en su dolor, tristeza, soledad y desesperacion en un lugar
tan profundo que ni siquiera podía recordar donde.
Lirios del valle volaron en el viento.
Ella no era una clase de mujer que pudiera vivir en el harén.
De camino de regreso desde la villa para visitar a su madre
recuperándose como siempre, Seien se detuvo ante las flores creciendo
en la oscuridad.
Su madre no deaseaba rivalizar en belleza en el harén, ni tenía el talento
para ello. Se casó como una chica que no sabía nada, y aun era así.
Pensó que aceptaría la debilidad de su madre desde entonces. Pero a
veces no podía sentirse irritado. Pensar que él mismo tenía la misma
debilidad hacía que se quedase aturdido al ver tal fragilidad. No podía
aceptarlo.
No puedo vivir entonces.
Tenía doce años, y ya había matado a docenas de asesinos por sus
propias manos. Vivir aquí significaba eso. No estaba permitido tener
siquiera una pizca de debilidad como la suya…
Entonces oyó a alguien llorar.
… ¿Un niño?
Frunció el ceño. ¿Por qué está oyendo llorar a un niño?
—… ¿Hay alguien allí?
Se metió en lo profundo del jardín. Supuso donde estaba y partió
dispuesto a encontrar un fenómeno extraño.
... ¿Qué es esto?
Algo estaba tumbado boca abajo. La cara que miró a Seien era una
masa de lágrimas y mocos. Estaba sollozando convulsivamente con una
voz divertida. Mientras miraba, el rostro del niño se estrelló en el suelo
por el agotamiento. Seien se sorprendió. Parecía que no tenía suficiente
energía o fuerza para mantener la cabeza erguida.
Adivinó que era uno de sus hermanos del lugar por su edad, pero para
decir la verdad, olvidó su existencia hasta este momento. Podría tener
un hermano de esta edad.
… Ryuuki, creo, ¿no?
—¿Por qué estás llorando?
Lloró tanto que no tenía energía para girarse, pero alzó la mirada hacia
Seien desesperadamente. Esos ojos eran como grandes cristales. Era
como si Seien se desvaneciera como humo sin saberlo.
Y lo que salió de entre esos sollozos fue…
—Estoy... estoy… solo.
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Eran las palabras de un niño de tres años. No estaba claro si su
recuerdos con su madre cruzaron la mente de Seien. Seien finalmente
se acercó, y levantó a su hermano.
—Ya veo. —Murmuró.
Seien aceptó esta excusa que vino tras horas de llorar mientras nadie
venía por él.
... Esas palabras valían la pena.
—Entiendo. No tienes que llorar solo más tiempo. Ven a mi corte la
próxima vez.
Seien recuerda la alta temperatura del cuerpo que sostenía contra su
cuello, y la manera en que se retorció y lloró como un animal pequeño
que acababa de encontrar su lugar. No sabía cómo llamar a este
sentimiento emergente hasta un momento después.
—Soy tu segundo hermano mayor… Ryuuki.
Ryuuki tenía tres años y Seien diez en aquel entonces.
Sucedió tres años antes del exilio de Seien con su madre a la Provincia
de Sa.

7

Capitulo 1
—¿Dijiste que el cuarto hijo de la familia Ran está de camino a
Kiyou? —Seien, que acababa de detener a su abuelo en un pasillo, alzó
sus cejas un poco ante las noticias—. El cuarto hijo… Es Ran Shuuei,
¿no?
—A quienquiera que escojan de los trillizos para servir a Ran Shuuei,
obtendrá el apoyo de la familia Ran. Por extensión, se decidirá al
próximo emperador.
Seien recordó las caras de los trillizos que estaban sirviendo como
funcionarios de alto rango del gobierno, cuando ni siquiera tenían veinte
años. Es cierto que uno de los trillizos será el siguiente jefe de la familia.
Se aseguraría su posición si pudiera ganar uno de ellos, pero a
diferencia de otras concubinas que aún no podían abandonar, Seien ya
había descartado la posibilidad.
Esos tres no sirven.
Eran hombres fuera de lo común. Ya han decidido la prioridad detrás de
una sonrisa graciosa. Era posible usar uno al otro si comparten el mismo
interés, pero no una relación de confianza. Sería otra cuestión si él
tuviera confianza en dominarlos sabiendo todo esto, pero pensó que era
demasiado peligroso tenerlos como sus ayudantes.
Pero quería el apellido Ran. Incluso si los tres mayores eran imposibles,
este cuarto hijo podría ser manejable... Sin saber lo que estaba en la
mente de Seien, los ojos de su abuelo brillaban.
—Estoy seguro de que te lo presentarán primero. Incluso ahora el rumor
dice que hay una buena probabilidad de que la familia Ran te apoye.
Una sonrisa inofensiva jugó en los labios de Seien. Sabía que su abuelo
quería que triunfara en el trono. Pero…
—Debería tener cuidado ahora.
Probablemente era irrazonable esperar que su abuelo no tuviera un
sueño cuando ya estaba contando sus años restantes y la reputación de
Seien era cada vez más alta. También era importante que su madre
fuera de una familia que solía estar bajo el clan Shi. Si se consideran las
posiciones sociales de sus madres, su posición es más alta que la del
primer príncipe. Su abuelo esperaba que Seien fuera el próximo
emperador, y esperaba que la familia fuera recibida de nuevo al clan Shi.
Es absurdo.
Nunca quiso convertirse en el emperador. Pero era cierto que si no se
convertía en emperador, sería eliminado. Sin saberlo, hizo demasiados
enemigos y aliados. Incluso si Seien no deseara el trono, los que le
rodeaban lo montarían. Si las cosas continuaran así, una guerra era
inevitable. Obtener el apoyo de la familia Ran rápidamente y sacar a los
tres hermanos de la familia Kou fuera de la Provincia de Kou, y entonces
realizar la ceremonia para que sean sus súbditos, aunque fuera
superficial. Era la única manera de evitar una guerra.
—Las distorsiones serán las mínimas si el hermano mayor se convierte
en emperador, pero con esa madre...
Se encontró inesperadamente al primer príncipe, su hermano mayor, al
otro extremo del corredor. Su hermano se fijó en Seien y le dirigió una
mirada de reproche y se marchó de repente.
… Cambió.
A Seien no le disgustaba su hermano mayor.
Cuando era joven, su hermano mayor era un chico que había sonreído
modestamente. Siendo casi de la misma edad, ambos a menudo jugabn
y estudiaban juntos. Pronto, la superioridad de Seien se hizo evidente, y
la primera concubina los separó a la fuerza. Habló mal de Seien cada día
y siguió reprobando a su hijo que lucía inferior en comparación. Como
resultado, la sonrisa se desvaneció del hermano mayor de Seien, y su
afecto hacia su hermano menor se convirtió en odio e inferioridad. Sus
muchas virtudes que habían existido antes desaparecieron sin dejar
rastro.
El hermano mayor de Seien no era incompetente. Si hubiera crecido
como él, habría sido un buen hombre de estado que era tranquilo y
escuchaba a otros.
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Seien era cuidadoso al hacer que su hermano mayor luciese mal, pero
su superioridad era incuestionable, y más aun, la madured de Seien más
allá de su edad atraía la atención de la gente, haciendo que su
reputación fuera mayor aun. Y todo eso afectó asu hermano mayor
negativamente.
Seien dejó de pensar sobre ello con un pequeño suspiro. Sonrió auto
despreciándose.
… No es como si yo fuera tan sentimental.
Era solamente resultado de las mayores luchas de Seien y su hermano.
No era una cuestión de lo que estaba mal.
Entonces Seien dejó a su abuelo y se dirigió al palacio interior para
visitar a Ryuuki.
La mujer alzó su delicada mano y pegó a su hijo.
—¡No vengas a donde pueda verte!
Las largas uñas de la mujer arrañaron la mejilla de Ryuuki con facilidad.
Ryuuki no lloró. Solo se curvó y esperó a que la tormenta acabara. Ella
entrecerró lso ojos. Le molestaba cuando lloraba, pero también irritada
si él no lloraba. Dar a luz a Ryuuki no le aseguraba el amor del
Emperador, o peor, le arrebataba su juventud y belleza. Para ella, su hijo
no era nada más que mala suerte.
—¡Niño terco! ¡Ni siquiera lloras!
Sólo mirar a su hijo, que es la raíz de todos los males, la enojó. 'Él es mi
hijo. Puedo hacerle cualquier cosa'. Impulsivamente, estaba a punto de
golpear la cabeza de Ryuuki con un pequeño jarrón.
—… Es suficiente.
Seien torció el brazo a tiempo, y la separó de Ryuuki. Sin siquiera mirar a
la sexta concubina, Seien recogió a su tembloroso hermanito.
—Ruuuki, vamos.
—¡Espera! ¿Qué derecho tienes...?
Seien volvió la cabeza a la concubina lentamente. Al ser sometida a una
mirada dura como el hielo, incluso la concubina de mente fuerte tragó
sus palabras.
—… Él es mi hermano. Debes de haberte equivocado, pero entre Ryuuki,
que viene de la raza imperial, y tú, una concubina que solía ser una
prostituta, te situas mucho más bajo. A menos que cambies tu actitud,
puedes terminar flotando en ese estanque.
Sintió un escalofrío por su columna vertebral. Sabía muy bien que el
chico podía hacerlo.
Seien lanzó una sonrisa embrujada.
—Si tiene problemas con el cuidado de la belleza, no pierdas la
paciencia. Si quieres, mandaré a los cosméticos de mi madre. Mi madre
es tan hermosa incluso después de que ella me tuvo.
Dejando a la concubina, que estaba temblando ante el agudo sarcasmo,
Seien se marchó.
—... Ryuuki, ¿todavía no quieres mudarse a mi palacio? —Seien repitió la
pregunta que había hecho unas cuantas veces antes mientras cuidaba
de las heridas de Ryuuki.
Ryuuki miró hacia abajo y sacudió la cabeza hacia los lados.
Seien suspiró. No importa cuántas veces le pedía que se mudara a su
palacio, Ryuuki no escuchaba. Regresaría al palacio donde vivía su
madre, por mucho que lo golpeara. Probablemente fue algo que Seien
abandonó hace mucho tiempo. Ryuuki no podía renunciar a su madre,
no importa lo horrible que fuera.
Seien pensó en la sexta concubina y frunció el ceño.
—Es realmente imposible.
La belleza exquisita y la cultura pulida que poseía como antigua
cortesana -que era la más alta en Kiyou- eran admirables, pero si quería
que los hombres se arrodillaran ante ella y la prodigaran, no debería
haber venido al harén de su padre. Probablemente pensó que podía
atraer fácilmente al emperador...
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Qué tonto. ¿Por qué las mujeres son tan emotivas, estúpidas y
desesperadas?
A decir verdad, si se trata de belleza y cultura, su madre estaba muy por
delante de ella.
—Bueno, ella es la que se adapta al harén.
Justo entonces, Ryuuki levantó la vista inesperadamente.
—¿Cómo es tu madre?
Sintiéndose como si su hermano lo viera, Seien se sobresaltó. Ryuuki
miró hacia abajo, vacilante.
—¿Es... es una buena madre?
Seien no supo qué decir por un momento.
—Bueno... bueno... —Ella es débil. Pero no busca vorazmente la
prosperidad y el amor como la madre de Ryuuki.
Seguro, se quejó sobre el nacimiento de Seien cuando estaba
emocionalmente inestable. Pero por lo general trataba de ocultar su
mente, e hizo un esfuerzo para mantener una relación de madre e hijo al
menos superficialmente. Trató de sonreír cuando lo vio. Era una mujer
extraordinariamente ordinaria. Aunque tuviera una mente más débil que
la de los demás, si hubiera deseado una vida ordinaria, podría haber
sido bastante feliz, y ella misma era una especie de mujer que podía ser
feliz y satisfecha con tan modesta felicidad.
Era sólo que en un lugar como el harén, la existencia de una "mujer
ordinaria" no estaba permitida. Si su padre no la hubiera enviado al
harén, si Seien no hubiera nacido, habría vivido una vida humilde y
tranquila. Era natural que su madre no pudiera amarlo. Más que nada,
ya que ella todavía estaba intentándolo, era mucho mejor que él, que ya
había dejado de fingir. Así que, Seien quería proteger a su madre lo
mejor que podía.
—¿Hermano…?
—Oh lo siento... Mi madre es... hermosa y amable.
Seien se giró y le dio la respuesta que Ryuuki quería. Algunos pueden
llamar a la debilidad que Seien despreciaba, una bondad. Además, no
había necesidad de amortiguar las esperanzas de Ryuuki.
—Se llama la Señorita Lirio del Valle.
—¿Lirio del valle?
—Sí. En esta temporada, todavía puedes... Oh, ahí, están floreciendo.
¿Puedes ver las flores blancas que parecen pequeñas campanas? Esos
son los lirios del valle.
Ryuuki bajó por el pasillo y, con sus pequeños pies, corrió hacia donde
estaban los lirios del valle. Ryuuki miró con entusiasmo con una mirada
de envidia, en las flores blancas que florecían en racimos sin
pretensiones. La flor prístina parecía un símbolo de bondad, en
comparación con su propia madre, que era como una flor grande.
—Pero ella está en mala salud, y vive en un lugar un poco lejos de aquí.
No necesitaba saber que era la sexta concubina, la madre de Ryuuki,
quien la molestaba y arrastraba fuera del harén.
—… ¿No puedo verla?
Seien dio una sonrisa torcida. Seguramente era mejor que la madre de
Ryuuki, pero aun un poco emocionalmente inestable. Era probablemente
mejor esperar hasta que fuera un poco más mayor y supiera los hechos,
y no romper su ilusión. Su madre podría volverse más estable para
cuando Ryuuki creciera…
Recordó a la sexta concubina, que era una de las fuentes de su
angustia. Entrecerró los ojos con frialdad.
Quizá haya varias concubinas para entonces.
—Cuando seas un poco más mayor, la veremos juntos. Podemos ir hasta
allí.
—Entonces, le llevaré esas flores.
Seien blanquó los ojos… ¿Flores? No recordaba haberle llevado nunca
flores.
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Ryuuki empezó a jugar con su bolsa de judías azules favorita mientras
lanzaba miradas a los lirios del valle.
Mirando a su hermano jugar, Seien sonrió. Eso le hizo respirar con más
facilidad. Era una sonrisa relajada desde el fondo de su corazón que
nadie conocía. Seien no tenía que forzar una sonrisa cuando estaba con
Ryuuki. Cuando Ryuuki reía, Seien recordaba como reír.
En medio de mentiras y engaños, Seien podría quedarse en la última
línea por Ryuuki. Incluso entonces, por alguna parte, era demasiado
tarde para cambiar, y fue sobre todo porque Seien mismo no tenía la
intención de cambiar.
Seien no podía decir que estuviera solo, sin importar qué, y ni siquiera lo
sentía. Ya había olvidado cómo expresar sus sentimientos. No sentía la
necesidad de recordar cómo. Esos no sólo son innecesarios para él,
también eran pesados. Era consciente de que había pasado el punto de
no retorno.
Si pierde, será eliminado.
Por lo tanto, pondría lástima a su hermano mayor, pero no dudará. Si lo
hubiera comprendido antes, podría haber sido diferente, pero ya era
demasiado tarde. Su hermano mayor nunca sería el mismo, ni las grietas
entre concubinas nunca serían cerradas. Seien reconoció claramente
que no habría un día en que sus caminos se cruzaran de nuevo.
Tenía que seguir adelante para sobrevivir.
—Hermano Seien...
Tomó la bolsa de judías azules que vino rodando hacia él y se la dio a
Ryuuki, que le dio una sonrisa inocente.
Todos en palacio eran devorados por monstruos que vivían en el palacio
real, y gradualmente perdieron sus mentes. Su hermano mayor y él no
era una excepción.
Solo Ryuuki era normal.
Quizás Ryuuki siga como es ahora.
Ese era el deseo de Seien en ese entonces.

11

Capitulo 2
—
¿El cuarto hijo de la familia Ran vino a Kiyou…? Me lo dijiste ayer…
—Oh, ¿lo hice? Me pregunto si estaba impaciente.
Cuando visitó a su madre en la villa, su abuelo, que iba a estar allí, se lo
dijo de nuevo, y Seien sospechó.
… Hay algo extraño.
Estaba alegre como un maníaco. Su abuelo solía ser cuidadoso, y no
decía ni hacía nada imprudente. Tampoco tenía la edad suficiente para
volverse senil. Incluso en la villa, las cosas se oían. Más evidente que su
abuelo hizo sus expectativas, más Seien fue acorralado.
Seien cambió el tema con los lirios del valle traídos, y terminó el asunto
concerniente a la familia Ran a la fuerza.
—Aquí, madre. Será verano pronto, así que estos serán los últimos en
plena floración.
Al notar la sorpresa de su madre, Seien se sintió muy incómodo... Siguió
el ejemplo de Ryuuki, pero probablemente fue demasiado abrupto. Pero
para su sorpresa, su madre temió tocar las flores que Seien había
arreglado.
Luego, casi inconscientemente, peló un melocotón y se lo dio a su
madre, como lo hizo con Ryuuki. Aprendió el truco para su hermano
menor, que se vio obligado a saltarse comidas a menudo.
Seien pensó en algo y se acercó al tocador, así que no vio a su madre
mirar el melocotón en un plato con ojos aún más anchos.
Había un conjunto de cosméticos en el tocador, que parecía apenas
usados. No es de extrañar que se la llamara "Señorita Lirio del Valle".
Con su belleza pura y limpia, que era exquisita incluso a través de los
ojos de su hijo, no necesitaba cubrirse con cosméticos.
... A diferencia de la sexta concubina.
—Bueno, ¿cuál será?
Seien se giró con una botella de cosméticos en la mano. La violencia de
la sexta concubina se hacía más excesiva cada día. Ryuuki estaría en
peligro si no se hacía nada.
Necesitaba proponer un plan.
Después de pensar cuidadosamente, Seien devolvió la botella. En este
momento, tenía otro lugar donde ir.
Cuando se despidió, su abuelo se mostró escéptico.
—¿Vas tan temprano hoy?
—Sí. Voy a salir por un rato.
Seien fue a un almacén de baratijas en la ciudad. La sexta concubina
tenía una rabieta habitual y arrojó las bolsas de frijol favoritas de Ruuki
en el estanque. Ryuuki había estado deprimido desde entonces, así que
Seien vino a conseguir las mismas bolsas de frijol durante su descanso.
... Tan persistente.
Seien chasqueó con la lengua bajo la capucha ante el grupo de ladrones
que lo siguieron incluso después de comprar las bolsas de frijol. Estaba
confiado de que podía quitárselos por el camino, pero lo seguían de
cerca. Estaban trabajando bien juntos.
… Son muy capaces. ¿A quiénes pertencen?
Sus movimientos eran aparentemente diferentes de aquellos asesinos
espadachines siseminados ricamente por las concubinas como algo
desechable. ¿Quién podría utilizar una pandilla como ésta...?
Seien entró en un callejón a propósito. Nadie estaba allí, era
razonablemente ancho, y había un montón de obstáculos utilizables.
Sería mejor aquí si tuviera que luchar contra muchos...
En ese momento ocurrió una situación inesperada.
—¡Espera! ¡¡Es cobarde hacerle eso A UNA CHICA!!
Seien estaba atónito por un chico que de repente fue corriendo hacia
ellos… ¿Quién es este chico?
12
Un poco más joven que Seien, el comportamiento que mostró era buena
educación, y el acento hermoso típico de la provincia de Ran. Una rara
espada que era incongruente para un niño.
Lo golpeó.
—Oh ... este es el cuarto hijo de la familia Ran.
Seien se bajó más la capucha.
... Veamos lo bueno que es. ¿Cuánto durará?
Mientras lo pensaba, el muchacho fue aplastado contra la pared y se
desmayó en poco tiempo.
—...
Seien estaba a punto de perder la paciencia.
... Ese chico es totalmente, completamente inútil...
Ciertamente no era débil. El estilo de Shiba era práctico y muy eficiente.
A esa edad, podría estar orgulloso. Sin embargo, estaba muy por debajo
del nivel que Seien requería de él, y encima de todo...
... Es demasiado limpio.
Tal vez no supiera cómo luchar sucio, y desafió a los asesinos de
manera justa y cuadrada. A menos que tuviera una habilidad igual a la
del general Sou... ¿era estúpido o qué? No esperaba que ganara, pero
su forma de ser para un joven maestro de una buena familia no era
nada comparado con los trillizos del demonio, y Seien sintió una
tormenta de nieve aullar en su cerebro...
Hay un límite para el grado de inutilidad. Esto debe ser una broma.
Mirando a los asesinos a punto de terminarlo, Seien chasqueó la lengua.
Habría un problema si dejara que el siguiente hijo de la familia Ran
muriera justo delante de sus ojos.
¡Prefiero terminarlo yo mismo!
Pateó el suelo con toda su ira. Él cortó a derecha e izquierda con su
espada, y tomó tres asesinos como sus opositores. Su espada se rompió
en medio de la batalla, así que arrebató la magnífica espada del
muchacho golpeado para seguir luchando. Los oponentes eran duros y
sabían cuándo parar. Se escaparon y el índice de incomodidad de Seien
aumentó inevitablemente. Tenía que proteger al niño, pero no podía
matar ni a uno de ellos. Pero seguramente eran fuertes.
¿Quién podría usar a alguien como ellos? Los asesinos entrenados a
ese nivel no son... Se dio cuenta con un arranque. Había una familia
especializada en la formación de asesinos. Pero no hay manera
—¿La familia ha entrado en acción...?
En ese momento, el muchacho que miraba con asombro hizo una
observación innecesaria para clavar su ataúd.
—¿No eres una niña, sino un niño, por casualidad?
La paciencia de Seien estaba agotada.
... Alégrate de no haberlos matado.
Seien lanzó la espada justo enfrente de su rostro con toda su fuerza. Lo
elogiaría por hacerle enojar. Seien le fulminó con los ojos, y luego le
chasqueó en voz baja.
—... Piérdete.
Estas fueron las gloriosas primeras palabras que Seien le escupió a
Shuuei.
Después de que Shuuei vio a Seien salir en sorpresa, oyó una risa que
venía de detrás de él.
—Para todo el problema que pasaste para venir a rescatarlo... qué dura
princesa.
—Jin. —Shuuei miró fijamente a su amigo de la infancia que aparecía
despreocupadamente después de que todo había terminado.
—Te dije que lo dejaras en paz, ¿verdad?
—¡No podría, o por qué no te uniste a la lucha en lugar de simplemente
mirar! ¡Después de todo, eres mi guardaespaldas!
—Te reíste en voz alta diciendo que no hay necesidad de mi guardia.
Incluso canturreaste una melodía, cortando a los enemigos con esta
13
magnífica espada para rescatar a una hermosa princesa galantemente y Shuuei rió sardónicamente entonces.
ganar su amor eterno... Cha la cha cha cha... o algo. Estás demasiado —¿Qué estás diciendo de repente con una cara seria? No pediré nada
emocionado para ver a tus hermanos pronto. tan repugnante como para prometer lealtad. Sé que te gusto. Soy un
—Cá... cá... ¡cállate! —Shuuei devolvió la espada y mostró una completa hombre joven y guapo y tengo una personalidad agradable. Pero lo
decepción—. Mierda... No puedo creer que fuera un chico... ¿Y qué pasa siento. No puedo devolver tu sentimiento. Mantengámonos como
con esa horrible personalidad? amigos.
Jin miró la dirección que había dejado la princesa. Perdió el deseo de explicar. Su apariencia es engañosa, pero en realidad
es...
Un poco de su propio estilo, pero esa esgrima...
Un irresponsable y estúpido descerebrado.
Es muy bueno. Debe ser el segundo príncipe.
—Pronto cumplirás diez, ¿no? Debes darte cuenta de que eres un
Y los movimientos de los asesinos. Acaba de aprenderlo en la familia
maestro tonto. Aceptarlo es un comienzo.
Shiba...
Los dos muchachos que no pueden entenderse comenzaron una lucha
No puede ser...
de espada como siempre.
—Bueno, Shuuei, podrías quedarte en Kiyou para servir a uno de los
Fue mucho más tarde cuando Shuurei entendió las palabras de Jin.
príncipes, ¿verdad?
—Sí. Me dijeron que hiciera lo que quisiera. Así que, si me gusta uno de
ellos, le serviré.
—¿Si te gusta cómo...? —Por alguna razón, Jin mostró una expresión
atónita. Shuuei se indignó.
—¿Qué? No quieres servir a alguien que no te gusta, ¿verdad?
Jin se quedó en silencio y le puso la mano en la frente. Trató de decir
algo unas cuantas veces, pero se rindió con una sonrisa irónica al final.
La familia Shiba es a la que se sirve, pero la familia Ran es la que se
sirve. Tal vez eso hace la diferencia...
—Me temo que dirías que prometiste lealtad a alguien porque te
gustaba.
—¿Huh?
Jin le dio un consejo a su amigo de la infancia.
—Hey, Shuuei, no te equivoques. Agradecer y jurar lealtad son
completamente diferentes.

14

Capitulo 3
Seien volvió a palacio todavía enfurecido, entonces oyó a Ryuuki
llorando.
La sexta concubina de nuevo.
Seien abrió los arbustos con furia prolongada y vio una escena
inesperada. Ryuuki, todo mojado junto al estanque, llorando, y un
hombre con los brazos y el pecho desnudos, tirando de las mejillas de
Ryuuki para hacerlo llorar aún más.
—Se estiran tremendamente como la torta de arroz.
—¡¿Padre…?!
Incluso Seien no pudo encontrar nada que decir.
Tenía más de cuarenta años, pero el joven emperador que no tenía la
misma edad no mostró ninguna sorpresa al ver a Seien. Ocasiones para
hablar solo con él no ocurrían a menudo incluso para Seien. Aunque se
decía que Seien era su favorito, en realidad, no era tratado de manera
diferente a sus hermanos. Recibiendo la mirada de su padre, Seien
estaba nervioso y perdido por palabras que no le gustaban.
Seien estaba orgulloso de estar relacionado por la sangre a su padre
solamente.
El hombre pulsó su dedo contra la frente de Ryuuki sin piedad.
—… Vaya niño ruidoso. Fuiste salvado, así que no llores. Llora con una
oveja.
Seien de repente se dio cuenta cuando estaba mirando a su padre con
cuidado acicalándose el pelo y el torso. Ryuuki estaba mojado también.
Y este olor a algas, y el olor a pescado del estanque…
—No caíste en el estanque, ¿no?
Ryuuki se disculpó con un gemido y señaló al emperador.
—Pe-pero ese hombre asustadizo, me ayudó.
Su padre, que fue alabado como el Emperador Reencarnado Sougen,
era sólo un hombre escéptico. No podía evitarse, ya que Ryuuki rara vez
veía a su padre... pero Seien sintió un escalofrío.
Mirando a Seien secando el cabello y el cuerpo de Ryuuki en un apuro,
su padre resopló con pura consternación.
—Trae esa torta desnuda y hazte con un perro o algo que lo persiga y
estará seco en poco tiempo.
—Si no es el entrenamiento del General Sou, ¿qué clase de intimidación
es? —Respondiendo automáticamente, Seien se cubrió la boca
rápidamente.
Su padre se encogió de hombros. Justo en ese momento, el agua
brotaba del pelo húmedo y brillante.
Su pelo ligeramente ondulado es lo único común entre ellos… Padre. Sí,
Seien estaba muy inquieto tan a diferencia de él para hablar con su
padre no como el emperador. Su existencia era desconcertante, pero no
quería que se fuera. Fue un sentimiento extraño. Sin saber qué hacer,
Seien dirigió su atención a Ryuuki.
—Ryuuki, ¿por qué caíste en el estanque? —Su tono se volvió acusatorio.
El estanque era bastante profundo. No se sabía por qué su padre
normalmente estaba ocupado en el harén a plena luz del día, pero si su
padre no lo hubiera salvado, Ryuuki ciertamente habría muerto.
—... Estaba tratando de recoger las bolsas de frijoles...
Seien finalmente se dio cuenta de que era el estanque donde la sexta
concubina arrojó la bolsa de frijoles. Pero, con todas estas cosas
sucediendo, Seien le gritó sin pensar.
—¡Te dije que esperases hasta que volviera con una nueva!
Ryuuki atrajo su cuello con un arranque.
Justo entonces, el emperador sostuvo a Ryuuki por la pestaña del cuello
y lo levantó con una mano fácilmente como si fuera un gatito. Miró
fijamente a Ryuuki. Ryuuki se estremeció ante el "hombre asustadizo",
pero lo soportó con los labios apretados.
15
—Hey, tarta de arroz.
—¡Soy Ryu… Ryuuki!
—Ha, ¿hablando como un adulto? Es suficiente con llamarta tarta de
arroz. Dame la mano.
Cuando Ryuuki extendió ambas manos por reflejo, el emperador sacudió
una pequeña bolsa de cordón vieja al revés. Tres pequeñas bolsas de
frijol rojo, de aspecto lavado, salieron de la bolsa.
Tres eran demasiadas para las pequeñas manos de Ryuuki, y una de
ellas cayó. Seien la agarró con seguridad. Las bolsas de frijoles estaban
hechas de tela con patrones antiguos y parecían hechas a mano. Seien
lo encontró extraño, porque las bolsas de frijoles casaban mal con su
padre.
—Toma estas bolsas de judías.
Ryuuki estaba aturdido.
—… ¿No son importantes para ti?
—No seas estúpido. No hay manera de que yo te dea algo tan
importante.
Ryuuki miró a las bolsas de judías en sus manos. Esas bolsas de judías
parecían ser bien cuidadas como las de Ryuuki.
—Escucha, tarta de arroz. No soy amable. Si arrojas esas bolsas de
judías al estanque de nuevo, no te salvaré. Si quieres rescatar bolsas de
judías tiradas al estanque, vuélvete aprendiz de sirena o algo. O piensa y
haz algo para que no caigan en el estanque. También odio a los idiotas.
Si tienes algo importante para ti, protégelo por ti mismo. —Tiró de la
barbilla a Ryuuki.
Seien pensó que era algo que un niño no entendería, pero Ryuuki se
mordió los labios y asintió.
—… Muchas gracias por salvarme. Cuidaré bien de estas bolsas de
judías.
—No me sorprenderá si las pierdes mañana… Gee, se estiran muy bien.
—¡No-No las perderé! Y no sea cruel. Duele.
Seien estaba sorprendido. Era la primera vez que veía a Ryuuki
hablándole a alguien.
El emperador dejó de tirar de las mejillas de Ryuuki.
—Si tienes boca, di lo que quieras decir. O serás menospreciado. —El
emperador dejó a su hijo con rudeza, y miró a Seien—. Seien. ¿Cómo era
el cuarto hijo de la familia Ran?
Seien no estaba sorprendido. El mismo Seien se mantenía lejos de otras
concubinas y aristócratas. Seien dijo claramente:
—Inesperadamente inútil.
—Ya veo. Decide qué hacer con él. Y dame lo que tienes en tu bolsillo
interior.
—¿Qué?
—Tienes las bolsas de judías que compraste en la ciudad, ¿no?
Seien se quedó mirándolo con los ojos bien abiertos, pero le dio la bolsa
con las bolsas de judías que compró en una tienda de baratijas. Se
sintió extrañamente avergonzado, pues sentía que las había comprado
para su padre.
El emperador miró a la bolsa, y señala con la barbilla la bolsa de frijol
rojo Seien todavía estaba sosteniendo.
—Puedes quedarte con esa.
Seien sintió como su padre vio a través de él pensando que él quería
uno también, y se sonrojó. Era demasiado viejo para jugar con las bolsas
de judías...
Después de agradecerle torpemente, Seien repentinamente recordó a
los asesinos que lo atacaron en la ciudad.
—... Padre, ¿hay algún movimiento en la familia Hyou?
El emperador le dirigió una mirada. Seien se sobresaltó. Sentía como si
una piedra se volviera tan valiosa como un tesoro nacional si su padre la
miraba. Seien respiró profundamente en su garganta.
16
—Parece que algunos de ellos están en acción. Alguien puede haberles El emperador solo dijo ‘Ya veo’, como si estuviera hablando del tiempo.
dado órdenes. —Haz lo que quieras. Depende de Seien si gana o pierde.
—... Seien. —El emperador tiró la bolsa de la palma unas cuantas veces. —... Su Majestad, esas bolsas de judías... —Ou Ki apartó la vista y
Después de la cuarta vez, se volvió—. Deberías haber nacido un poco murmuró—. Debe de haber otro.
más estúpido o más inteligente.
El emperador sacó el último de su manga y lo arrojó a Ou Ki
··· casualmente.
—Te lo iba a dar.
Después de eso, el emperador se reunió con un hombre. Llegaba a los
treinta. Era consanguíneo con el emperador, y tiene semejanza con él Luego, el emperador pasó junto a Ou Ki.
también. Era uno de los pocos aristócratas que el emperador no había
destruido. ···
—Es usted, Ou Ki. Por último, el emperador visitó Sentou-shou1.
—... Esas bolsas de judías... eran de mi hermana, ¿no?
—Uuuuh...
Los ojos tranquilos de Ou Ki se volvieron un poco amables. Pero
—Su Majestad. Ha pasado tiempo. Bienvenido... —Dando la bienvenida al
recuperaron la severidad de inmediato. Al emperador le gustaban los emperador, iba a inclinarse, pero de repente se puso pálido—. Su
ojos de Ou Ki que lo miraban sin vacilar.
Majestad… ¿qué tiene en su bolsillo interno?
Ou Ki se detuvo a cierta distancia del emperador. Siempre fue así. Ou Ki
—Bien hecho. —El emperador le dijo solo lo necesario—. Quiero que
nunca se acercó más de lo necesario. hagas unas cuantas cosas, U U. —El emperador sacudió la bolsa azul en
—Ou Ki, ¿no es demasiado problema para el director de Inspección su palma—. Saca a Kanshou y Bakuya del almacén.
Administrativa? ¿Has venido a ver qué pasa con Seien y Ryuuki?
Desde que Ou Ki se convirtió en el jefe de la Inspección Administrativa,
trabajó entre bastidores y mejoró el estatuto del director de Inspección
Administrativa, que solía ser inferior a los secretarios auxiliares y
superior al de los secretarios. Ganó a los aristócratas que el emperador
abandonó, y estaba construyendo la mayor facción entre los jóvenes
aristócratas.
—¿Crees que Seien es adecuado para ser emperador?
Ou Ki le lanzó una mirada a Seien, que estaba jugando con las bolsas de
judías con Ryuuki, y negó plenamente.
—No. Es el príncipe que no quiero que herede. Es demasiado 1
problemático solo tenerle en la Corte Imperial. Es una molestia real. Uno de los cuatro miniterios, a cargo de los asuntos que involucran a los ocho Sen
(magos).

17

Capitulo 4
Shuuei estaba atónito en el punto de la espada empujada en su
garganta. Sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
—¿Podríamos tener un combate? —Shuuei le preguntara a Seien tan
pronto como lo vio cuando llegó a la Corte, porque quería recuperar su
honor al menos un poco.
Pero en cuanto se enfrentaron, todos sus otros pensamientos se
esfumaron. Sabía bien que no tenía ni una oportunidad. Solo quería ser
reconocido, sin importar qué, un poco. Asumió una posición que una
pensaría. Todo otro pensamiento -incluyendo su nombre- desaparecieron
de su mente.
Él desafió con seriedad. Ni siquiera un poco de descuido. Pero…
Incluso entonces, no duró ni siquiera cinco intercambios de espadas.
El príncipe Seien ni siquiera usó técnicas poco ortodoxas que había
mostrado cuando estaba comprometido con los asesinos. Él luchó solo
con la técnica apropiada para acercarse a Shuuei, y además, era
evidente que ni siquiera usaba la mitad de su capacidad verdadera.
Además de eso, Shuuei perdió rápidamente.
Incluso si nadie más lo notó, nada podría ser más miserable para
Shuuei. Tenía lágrimas en los ojos de la humillación y la frustración.
Por otro lado, Seien estaba sintiendo una ira hirviente.
Pensé en hacerle mi subordinado, pero…
A judgar por sus respuestas, ciertamente no era tan estúpido como
pensaba. Pero su corazón ya estaba con sus hermanos y la familia Ran.
Ni siquiera se dio cuenta de su lealtad indudable que era como un
instinto para él. Era posible para él usarlo con eso en mente, pero
estaba demasiado verde en muchos aspectos. Casi no tenía sentido
mantener a este cuarto hijo a tal punto.
Seien se acercó con una sonrisa. Su ira era profunda porque tenía
bastante esperanza para él. Mientras estaba ayudando a Shuuei a
levantarse, Seien murmuró fríamente:
—Le diré que tus hermanos que no necesitan a alguien tan inútil. Vuelve
cuando seas más útil.
Shuuei no pudo replicar.
···
Tras ver el combate, el emperador miró alrededor. El consejero Shou
estaba elusivo como siempre, pero el General Sou frunció el ceño. El
emperador observó las expresiones de concubinas, príncipes y el abuelo
de Seien con detalle. Tomó nota de Ou Ki y la familia Ran en particular.
Solo había uno de los trillizos. No sabía quién estaba allí. El emperador
ni siquiera intentó distinguirlo. Pero supuso que era el mayor, Setsuna,
que no aparecía a menudo en público. No había razón. Era solo una
intuición.
No era porque fueran de la familia Ran que los trillizos, que ni siquiera
tenían veinte años, ocuparan posiciones importantes. Los únicos que
podrían enfrentarse a ellos son Shou Yousen y algunos otros, y Kou
Shouka. Y…
... Y Ou Ki.
Cuando encontró a Ou Ki, cerró los ojos en silencio. Era suficiente para
el emperador.
Seien cometió un error fatal. Seien no se dio cuenta, pero su destino
estaba casi decidido.
A diferencia de Seien.
Seien era generalmente muy cuidadoso en público, pero hoy, su
verdadero ser salió. El emperador detuvo los ojos ante el cuarto hijo de
la familia Ran. Podría haber sido atraído por ese muchacho.
El emperador miró a su segundo hijo una vez más.
Fue un error infantil. Pero la edad no era excusa en la Corte Imperial.
18
En ese momento, el amigo de la infancia que le dio esas bolsas de
judías apareció al borde de su mente.
—¡Los niños deben ser fáciles! Senka, quiero ver el país donde los niños
pueden ser felices.
Recordó la frase favorita de la mujer a la que sólo ahora podía ver en su
mente, y chasqueó la lengua. Ella seguía siendo molesta en su muerte.
... Debería darle tiempo...
Originalmente planeó darlas más tarde...
El emperador de repente se puso de pie y todos en el sitio se movieron.
Incluso Ran Setsuna estaba mirando con asombro ligero, por no
mencionar al Consejero Shou y Ou Ki.
Al notar las dos espadas, el general Sou abrió los ojos.
—Esos son…
—Son «Kanshou» y «Bakuya», ¿no?
El emperador tomó las espadas, y la atmósfera cambió. Para los sujetos
que lo siguieron, fue casi un reflejo. La tensión penetrante les recordaba
a los viejos tiempos. Los aristócratas de alto rango y las Siete Familias
no eran excepciones.
El soberano supremo de la gran masacre incluso mató a sus padres y
hermanos. No importaba si eran enemigos o aliados, si le desagradaban,
sus cabezas rodaban a la vez. Impulsivo y cruel. Pero promovía a
cualquier persona que tuviera capacidad real. No importaba si eran
granjeros o bandidos, si hacían un gran servicio, el emperador aflojaba
los labios fríos y daba la alabanza de "Buen trabajo" incluso a un soldado
común. Compitieron entre sí para distinguirse a sí mismos como
soldados y eruditos y le sirvieron con sus vidas para escuchar esas
palabras raramente oídas. Poseía un llamamiento abrumador para
hacerles desear servirle incluso si pudieran ser asesinados.
Cuando el emperador comenzó a caminar hacia Seien, todos bajaron la
cabeza con entusiasmo
—Sólo hay un emperador para servir. —El Consejero Shou arrugó su
nariz.
El emperador retuvo en el espíritu de su sujeto que empezó a
acostumbrarse a la paz.
¿Por qué no lo hace siempre?
Seien dobló una rodilla aprisa para dar la bienvenida a su padre. Era
otra rareza, así como el otro día.
Después de echar un vistazo al cuarto hijo de la familia Ran que también
estaba arrodillado, el emperador lanzó las espadas gemelas a Seien
casualmente como le arrojó las bolsas de judías el otro día.
—Son tuyas. Haz lo que quieras con ellas.
Estaba completamente tranquilo.
Sólo el emperador volvió los talones como si nada hubiera pasado. Dado
que la situación era tal, sería difícil darle la vuelta, pero esto debería
hacer que dure al menos un año. El resto dependía de Seien.
Seien, que recibió las palabras, estaba asombrado.
Hubo una agitación general tras un segundo.
Como el abuelo de Seien, cuyos ojos estaban brillando, pensando,
parecía una prueba para ser nombrado el próximo emperador.
Ran Setsuna caviló sobre la inesperada acción del emperador por un
rato. Entonces acarició la cabeza de su hermano, que volvía deprimido.
—... Bueno, ¿qué vas a hacer, Shuuei? ¿Quieres ir a casa? ¿O quedarte
con nosotros en Kiyou?
—No, volveré a la provincia de Ran de inmediato. Voy a entrenar mucho
con la familia Shiba... y la próxima vez... —No pudo encontrar las
palabras. Nunca lo habían golpeado tanto antes. Con su habilidad, era
inevitable. Pero...— Lo siento... deshonré a la familia Ran y a ti también...
—¿Huh? La familia Ran y yo no quedamos deshonrados. Sólo fuiste tú.
Además, gracias al Príncipe Seien, creo que ya se habrán olvidado por
completo de tu existencia.
19
Shuuei se tambaleó ante su sonrisa.
—E... eso es correcto... Creo...
—Sí. No eras malo en absoluto.
Shuuei miró sospechosamente la interrupción de Jin. Era la primera vez
que oía que Jin le alababa.
—¡Mentiroso! ¡No me des ningún consuelo patético! ¡Es asqueroso!
¡Cuando me vaya a casa, voy a hacer un entrenamiento intensivo, y
luego voy a vencerte a ti primero!
Jin se encogió de hombros. No era mentira. Shuuei raramente mostraba
tal seriedad. Shuuei era capaz de hacer todo perfectamente, pero era
inconsistente. Pensaba que era serio, pero dependiendo de su estado de
ánimo, había una amplia gama en su actuación. Además, ya que estaba
planeando convertirse en un funcionario civil, todavía estaba en modo
de autodefensa. Por lo tanto, podía llegar a ser fuerte hasta cierto nivel,
pero era difícil más allá de ese punto, y tampoco era necesario. La
familia Shiba le enseñó en esa premisa, pero...
Parecía que se ponía serio. Jin empezó a emocionarse al saberlo.
—Idiota. No puedes. Haré lo que digas si ganas tres de diez combates.
—Ha, recuerda eso. Pagarás por esto más tarde, Jin.
Setsuna los miraba con una sonrisa, y le dijo felizmente a su hermano
—... Mira, Shuuei. Me sentí aliviado al saber que te vas a casa.
Podrían mantener a Shuuei. Setsuna se regocijó desde el fondo de su
corazón. Valió la pena llamar a su hermano aquí.
—Descubramos la capacidad de los príncipes.
Podían ver la dirección de la Corte Imperial. No había mucha necesidad
de quedarse en la Corte.
—Vosotros, id a casa a salvo. Nos iremos a casa no en un futuro lejano.
Enséñame el resultado de tu entrenamiento.
Shuuei pensó que era una visita temporal a casa como siempre. Pasó un
tiempo después cuando descubrió el significado de estas palabras.
···
Ou Ki se quedó allí y lanzó una mirada. Sus expresiones eran claramente
diferentes dependiendo de si eran partidarios de Seien o de los otros
príncipes.
Las concubinas eran vistas aquí y allá, cada una de ellas con una
expresión como un ogro. El primer príncipe, que perdió el rostro, echó
una mirada maliciosa a su hermano menor y siguió a su madre. Por otra
parte, el abuelo del Príncipe Seien mostraba un deleite extremo.
De repente, Ou Ki notó la sexta concubina. Ella debía ser la única para
quien no importaba quién se convertiría en heredero, pero
probablemente porque ella era silenciada a menudo por Seien, su
mirada era tan maliciosa. Era la que estaba convencida de que la
segunda concubina era la favorita del Emperador, y la expulsó del harén.
Tenía una tendencia a actuar sobre su emoción.
… Es peligrosa.
Pero si las cosas iban como esperaba Ou Ki, la verdaderamente
peligrosa no era ella, sino...
Ou Ki miró a Seien y a la sexta concubina alternativamente, y dio unas
cuantas instrucciones a los subordinados de la Inspección
Administrativa.
—... Vigilad a la sexta concubina. Ella será asesinada POR ALGUIEN
pronto. Obtened las pruebas. Puede ser usado para atestiguar.
···
Seis meses más tarde, a principios de invierno, el cuerpo de la sexta
concubina fue encontrado flotando en un estanque. Fue su hijo, Ryuuki,
quien encontró el cadáver, pero probablemente por el choque, el
recuerdo del incidente fue completamente borrado de su memoria.
El rostro de la concubina estaba terriblemente desfigurado. Era por el
veneno mezclado en una botella de cosméticos, pero el veneno no era
letal. La causa de su muerte fue un suicidio impulsivo por el trastorno
20
desencadenado por la desfiguración, ya que la concubina se había
abierto camino a través del harén sólo por su belleza.
Tan pronto como Ou Ki se dio cuenta de que no había ninguna
evidencia, rápidamente ocultó toda la información y manejó el incidente
como una "muerte por enfermedad" públicamente. No era necesario que
se tratara de un asunto serio. El incidente fue cerrado sin muchos
problemas.
Ryuuki nunca se enteró de que el estanque donde murió su madre era el
mismo lugar donde su hermano hizo una observación sarcástica antes.

21

Capitulo 5
—
…Oi que la sexta concubina falleció...
Seien miró aturdido por las palabras que su madre dijo. Era primavera, y
la sexta concubina murió hace meses.
Seien sonrió inocentemente.
—¿Qué va mal, madre?
—El Príncipe Ryuuki me visitó el otro día…
Seien se sorprendió incluso más. Seguro, le dijo la localización de este
lugar, pero ¿realmente vino solo?
Quizás solo estaba buscando una madre. Incluso aunque perdió sus
recuerdos sobre ello, el tema de su muerte era horrible, y estaba
atormentando a Ryuuki cada noche. Durante el día, no lloraba, pero a
veces sus ojos se descentraban y empezaba a sacudirse violentamente.
Desde entonces, misteriosamente podía dormir cuando tenía a Bakuya
cerca. Seien le dio Bakuya a Ryuuki como el sustituto de sí mismo.
—Debe de ser muy duro...
—Sí... He estado tratando de estar con él, pero no tengo tiempo...
Quería estar con Ryuuki todo el tiempo, pero había demasiadas cosas
que requerían su atención.
Hubo cambios en las otras concubinas desde la muerte de la sexta.
Estaban enviándose chispas unas a otros y eran egocéntricas hasta
entonces, pero ahora estaban extrañamente unidas. Sin embargo, no
parecían conspirar. Era como si estuvieran actuando por sus propias
intenciones pero terminaron trabajando juntas. Era como si un hábil
titiritero los controlara sin que se dieran cuenta de que eran títeres. Era
una sensación inquietante. Como una red circundante fue construida
gradualmente sin ser notado.
Además, los asesinos de la familia Hyou que habían sido visibles de vez
en cuando desde hace un año también eran motivo de preocupación.
Conducen la materia divina, pero por otra parte, usando su capacidad
inusual y capacidad física superior, la familia Hyou contrajo asesinatos
por generaciones. Se dijo que sólo los que podían ofrecer la recompensa
aceptable podían usar sus asesinos.
—¿Quién encargó a la familia Hyou? —Jugaba con la bolsa de frijol rojo
que su padre le daba en la mano inconscientemente. Lo llevaba
alrededor como un encanto de buena suerte y se convirtió en un hábito,
pero su madre lo vio—. Oh, bueno, me lo dio mi padre...
Sin pensarlo, Seien hizo una excusa innecesaria. Como un realista, no
quería admitir que incluso llevaba un encanto de buena suerte con él.
No es como si estuviera acorralado o algo así.
Sacudió la cabeza y empujó la bolsa de frijoles en su pecho. Entonces le
preguntó la otra preocupación a su madre.
—Madre, ¿cómo está mi abuelo?
Ella sacudió la cabeza en silencio.
Era extraño para empezar, pero desde que Seien recibió las espadas
gemelas, su abuelo se hizo más extraño, como si estuviera poseído por
algo. Lo había encerrado en esta villa antes de que alguien se diera
cuenta, pero era impredecible...
Su madre tenía una mirada tranquila, parecida a la resignación. Como si
supiera lo que iba a suceder y lo aceptara ya.
El sonido de algo cayéndose se oyó. Algo rstaba siendo tirado fuera
gradualmente. A pesar de su mejor intento, un equipo se deslizó tras
otro, y parecía que todo caía hacia lo peor. Pero Seien ni siquiera pudo
ver a su oponente.
¿Quién es?
No había muchos que pudieran montar una red como esta. Pero aun no
tenía idea de quién era. Para empezar, era demasiado temprano.
Su padre aun no tenía cincuenta años. Seguro que no saldría más de
Kiyou, pero aun tenía salud y feudos para el próximo trono en el futuro.
Todos estaban ocupados construyendo facciones en este punto, y no
podía entender la intención de tener solo a él como objetivo.
22
Todo estaba más allá de su entendimiento y Seien molió los dientes. La
inquietud se arrastró poco a poco. Se sentía como un mero niño.
Debes de estar bromeando.
No se le permitía ser un niño. Él sería derrotado. A pesar de que su
padre le ha dado las espadas.
—… Disculpa.
Seien volvió la cara para que su madre no pudiera verla, y se alejó de la
villa ruidosamente. El suspiro cansado de su madre se dejó débilmente
en sus oídos.
Podría perder... Seien pensó por primera vez. Eso era cierto.
Los pasos del final estaban cerca.
···
Sólo pasó una temporada sin incidentes, y ya era el frío de otoño.
Cuando Seien visitó a Ryuuki, pudo oír la feliz risa de Ryuuki desde el
jardín. Seien se sorprendió.
Después de la muerte de la sexta concubina, nadie ofreció ser el
guardián de Ryuuki, que no tenía parientes entre aristócratas. Su
existencia fue casi olvidada, y sólo Seien visitaba a Ryuuki para aliviar su
tenso nervio y tener un breve período de tiempo tranquilo.
¿Quién está con Ryuuki?
Esperaba que fuera su padre, pero el hombre que estaba jugando con
las bolsas de judías con Ryuuki con expresión seria era…
—¿Director Ou?
Era Ou Ki, el director de la Inspección Administrativa.
En ese momento, Seien se dio cuenta de por qué Ou Ki estaba allí.
—Príncipe Seien, vine a escoltaros. —Ou Ki le devolvió las bolsas de
judías en sus manos a Ryuuki, y se levantó tranquilamente—. Príncipe
Ryuuki, como prometimos, ya que el Príncipe Seien está aquí.
—Sí, muchas gracias. —Ryuuki no sabía nada y se inclinó profundamente
ante Ou Ki.
Ou Ki extendió la mano hacia Seien.
—Por favor, deme su espada.
Seien cerró sus ojos lentamente. Inhaló, y luego exhaló. El seco viento
otoñal agitó el pelo de Seien.
Seien le tendió a Kanshou, que estaba a su lado, a Ou Ki. Era la única, y
Ou Ki no preguntó por la gemela, Bakuya.
Ou Ki suavizó su cuerpo. Seien entendió su intención y tomó a Ryuuki.
—Ryuuki, ¿te gustó jugar con las bolsas de judías?
—Sí. Mucho. Las tiramos juntos también. Cogí lirios del valle.
¿El Director Ou cogiendo flores? Se habría reído, pero ni siquiera podía
hacerlo en ese momento. Seien inhaló intencionadamente. Lirios del
valle. Sí, su madre es también...
—Ya veo. Estuvo bien que jugase contigo.
Seien pensó que era bueno poder ver la sonrisa de Ryuuki por última
vez. Por supuesto, si los trillizos Ran hacían un movimiento, habría una
posibilidad. Pero no pensó que eso pasara.
El Director de la of Inspección Administrativa, Ou Ki, no actuaba como el
Consejero Shou y Kai Yu, pero su habilidad para crear pruebas era
certera; no podía ser revocado. La posibilidad de que la familia Ran haga
un movimiento para salvar a Seien con el conocimiento de la
participación de Ou Ki fue extremadamente baja.
—Ryuuki, hará frío en invierno, así que no pilles un resfriado. Se
cuidadoso y no te quemes con el calefactor. Y…
Seien le dijo una cosa tras otra. Ryuuki tenía mucha temperatura como
siempre, pero era mucho más pesado que cuando lo conoció.
No dijo adiós. Lo haría si hubiera la menor posibilidad, pero es mejor no
decir nada si fuera un castigo de la capital. Si tuviera que sentirse triste,
23
sería mejor reducirlo al menos un poco. El corazón de Ryuuki no podía
con más tristeza.
—Es hora, Príncipe Seien. —Ou Ki interrumpió cuando tuvo la
oportunidad.
Seien bajó a Ryuuki con gentileza.
—Nos vemos, hermano. Buena suerte con tu obligación. —Ryuuki agitó la
mano con viveza.
Seien rió a pesar de la situación por las extrañamente adecuadas
palabras de Ryuuki. Mientras agitaba su mano hacia Ryuuki, Seien
agradeció a Ou Ki.
—… Lo aprecio.
Ni oficiales militares ni inspectores administrativos estaban presentes.
Solo estaba Ou Ki, e incluso aunque Kanshou le fue arrebatada, no fue
atado siquiera. Para los espectadores, parecía que estaban paseando.
Ryuuki ni siquiera podía imaginar que vio a su hermano detenido.
Gracias a él, no tuvo que ver a Ryuuki llorar.

Ese día, Seien fue encarcelado por la Inspección Administrativa

respondiendo a la traición de su abuelo.

24

Capitulo 6
En lo profundo de una fría celda, Seien exhaló. Estaban a mediados
de invierno, y hacia un frío penetrante. Estaba todo bien con él, pero le
preocupaba su madre, que fue también arrojada a otra celda. Debe
estar en un estado realmente malo.
Fue su hermano mayor quien vino primero cuando lo detuvieron. Estaba
tan excitado que siguió gritando palabras sin sentido y riendo como un
loco. Su madre, la primera concubina, lo seguía, pero quedó fuera con
una cara pálida ante el insano comportamiento de su hijo. Finalmente se
dio cuenta de la torpeza de su hijo. Los carceleros lo sacaron, nadie
excepto la gente involucrada entraban, por las órdenes dadas por Ou Ki.
… Seien recordó que la primera concubina se giró hacia él cuando se
fue. Desafortunadamente, Seien estaba en la cárcel y no podía hacer
nada para detener a su hermano. Pensó: 'Cómo podía ella esperar de mi
yo de ahora', pero sin sentirse sarcástico. Tal vez sabía que algo iba mal,
pero no podía hacer nada igual que Seien.
Seien miró la bolsa de frijol rojo que le había dado su padre. Cuando la
sacudió, los frijoles rojos en su interior hicieron sonidos secos. Se decía
que los frijoles rojos evitaban el mal... pero Seien no podía escapar de él.
Su padre debía estar terriblemente decepcionado por su hijo, que era
tan fácil de aceptar.
Pensar en ello lo hizo deprimido hasta la muerte.
Repitió lo que pensó por un millón de veces.
Trajo concubinas al azar detrás de la escena sin ser detectado por la red
de información de Seien, y enmarcó a su abuelo como el principal
culpable de la traición. Que cometió la familia Hyou.
Pensó en el rostro de Ou Ki, pero negó de inmediato. No podría ser el
único.
—¿Sabes quién es, Seien?
Seien jadeó ante la voz que sonó repentinamente.
Levantó la mirada, incrédulo, para encontrar a su padre de pie, con los
brazos cruzados al otro lado de los barrotes. No sintió que se acercaba
al no notar sus pasos, pero parecía que toda la sombría oscuridad
estaba coloreada por el gobierno de su padre desde ese momento.
Recibiendo la mirada de su padre, Seien le dio la espalda
instintivamente. Ni siquiera se dio cuenta de que se mordía los labios.
No le importaba que otras personas se rieran de él. Pero no quería que
su padre lo viera así... No estaba seguro de por qué.
—¿Por qué has venido aquí, padre?
—No hay nada más malo que un padre venga a ver a su hijo.
Se sentía abatido. Lo descuidó por completo hasta ahora.
—... Es completamente antinatural, padre...
—¿Lo es?
Estaba a punto de decir que sí, y luego sintió una sensación de déjà vu.
Seien sólo grabó la espalda y el perfil de su padre. Porque estaba
ocupado, ni siquiera lo veía a menudo. A menudo salía a alguna parte
cuando le apetecía y no siempre estaba en el palacio. Sin embargo, no
sabía por qué, no le parecía antinatural ser mirado por su padre. Como si
siempre lo hubiera hecho.
... No puede ser.
Incluso si su hijo lo seguía, no era un tipo que se preocupara por sus
hijos. No se suponía que lo hiciera.
Preguntó Seien a modo de prueba:
—... Padre, ¿sabes cuántos años tengo?
—No. Ni siquiera estoy interesado. —Él dio una respuesta inmediata con
orgullo. Él era así incluso para la pregunta más básica entre un padre y
un niño. Después de todo, fue un deseo.
—... Entonces, por favor, vete. Por favor, déjame guardar la última pieza
de dignidad al menos. Si el Director Ou actuó, mi pena de muerte es
inevitable. Estoy preparado para ello.
25
Había pasado más de un mes desde que lo arrojaron a la cárcel.
Significaba que la familia Ran no tenía intención de actuar. Entonces,
nadie más actuaría tampoco.
Seien fue abandonado y derrotado. El emperador alzó levemente una
ceja.
—Eres extraño. ¿Estar aquí es lo más importante para ti?
No podía decir que sí. No mostró ese tipo de debilidad a su padre. No
quería convertirse en un mero niño. Quería que fueran un emperador y
un príncipe, no un hijo.
—Seien, te exilio a ti y a la concubina. —El emperador declaró. Seien no
entendió lo que dijo.
¿Qué…?
—¡No seas ridículo! La traición es uno de los diez grandes crímenes.
Incluso un príncipe será ejecutado sin una pregunta. Si haces un
compromiso incluso una vez, eso minará tu autoridad. Los aristócratas
se aprovecharán de ello en el futuro. No eres alguien que haría algo así.
Su padre no era un padre sino un emperador: era lo único que ansiaba.
No quería un tratamiento especial. No podía soportar la pena. Si su
padre, que asesinó a sus parientes para convertirse en emperador,
reducía la condena a su hijo, ¿qué pensarían los aristócratas y
burócratas? Podrían empezar a considerar que se debilitaba,
subestimándolo y aprovechándose.
—No. No lo quiero de esta manera. —Seien hizo una mueca. No quería
ser una carga para su padre de esta manera. No podía aceptarlo, pase
lo que pase.
Tanto la familia Ran como la familia Kou mantendrían distancia de la
Corte Imperial, y las concubinas, que perdieron a Seien como objetivo
común, involucrarían a los burócratas y devorarían el palacio imperial. El
cambio ocurriría gradualmente, pero seguramente. Podía verlo. Sería él,
de todas las personas, quien lo desencadenarían.
Seien sujetó las barras con fuerza y gritó:
—No. ¡No! ¡Dame un castigo capital, padre! ¡Estará jugando en las manos
de la familia Hyou!
—Exilio. Ya decidí.
—¡¿Por qué?!
—Porque eres un niño.
Seien nunca descubrió el verdadero significado de esas palabras. Pero
fueron las últimas palabras que quería oír.
La fuerza de Seien se escapó de su cuerpo. Sintiéndose lamentable,
frenéticamente retuvo las lágrimas.
El padre al que siempre había seguido con los ojos nunca volvió la
mirada hacia Seien. Estaba bien. Si fuera capaz, lo notaría. Seien quería
convertirse en una figura como el Consejero Shou o Sa Enjun para su
padre.
La última obligación como príncipe era morir, pero le dijo que se exiliaría
por ser un niño. Ni siquiera lo veía como un adulto. Seien se dio cuenta
de su deseo de ser reconocido por su padre por primera vez, y se
desesperó por no ser capaz de eso.
—Seien, voy a preguntarte una última vez. ¿Descubriste quién es tu
enemigo?
Seien sacudió su cabeza lentamente.
El emperador asintió. Sus ojos no se preocupan, sin desprecio ni
desdén.
—Vale. Tu enemigo te superó. Perdiste.
—… Por favor, ordene un castigo capital…
—No revertiré tu exilio. Si quieres morir, muere como desees. No te
detendré. Las concubinas mandarán asesinos uno tras otro de todos
modos. Si no haces nada, morirás.
Seien respondió a la palabra 'concubinas'.
26
—Decide tu propio destino. No soy lo bastante amable para darte un final —Solo no pude encontrar evidencias.
fácil. —El emperador se giró—. Seréis exiliados a la Provincia de Sa. Os El emperador se encogió de hombros.
iréis esta noche.
—Derrotado completamente. Tanto tú como yo.
··· Ou Ki asintió.
Cuando el emperador estaba dejando la cárcel, Ou Ki estaba esperando Sí, derrotado.
allí. El emperador le dio una orden breve.
—Mete a Seien y a Suzuran en un carruaje y mándalos a la Provincia de
—¿Entendido? Seien y Suzuran serán exiliados. Sa esta noche. No me preocupa quien envíe qué clase de asesinos, pero
—El castigo para la traición es un castigo capital incluso si solo está él si hay siquiera un solo asesino de la familia Hyou entre ellos, te mataré.
implicado. Debería ser ejecutado junto con su madre. —… Como desees.
—Oíste mi orden. No lo estropees.
Ou Ki tiró de su barbilla, y se quedó mirando fijamente al emperador.
—… No te acepto como el emperador.
El emperador perdió la línea de sus labios.
Era una frase familiar. Ou Ki seguía repitiéndola desde hace mucho. El
emperador volvió con una frase familiar también.
—Pero soy el emperador. Arrodíllate y obedéceme. Si no te gusta, usurpa
el trono por ti mismo.
Ou Ki no apartó los ojos del emperador.
El emperador se rió con los brazos cruzados.
—Enjun volvió a la Provincia de Sa para contener a los bandidos
llamados ‘Satsujin-zoku,’ y Kai Yu tomó un asentamiento local. Ni la
familia Ran ni los Kou actuaron. Es como si te gustase tomar ventaja des
esta oportunidad sin dudarlo, Ou Ki. Ahora Seien desaparecerá del
palacio imperial como deseabas. ¿Estás satisfecho?
—Lo estoy… por ahora.
—Debes haber estado investigando cuando la sexta concubina murió.
¿Por qué no lo hiciste arrestar entonces?
Ou Ki sonrió por primera vez.

27

Capitulo 7
El emperador estaba jugando con una bolsa de judías solo en el trono.
Fue el que intercambió con Seien. Probablemente Seien abandonaría el
palacio con la segunda concubina.
—No esperaba esto. —Ran Setsuna dio un paso adelante—. No ordenó la
ejecución del Príncipe Seien. Usted abandonó a Seien con tanta
facilidad...
—El juicio de Ki no estaba mal. Seien hizo demasiados amigos y
enemigos. Él no tiene lo que se necesita para ganar a los enemigos, pero
no es lo suficientemente tonto como para ser destruido fácilmente. No
es el mayor, sino el más alto de la familia. Por él, que acaba de existir,
la corte imperial se divide en dos y el país estará en desorden a medida
que crece. El número de enemigos no disminuirá con esa personalidad.
Incluso sus aliados no están dedicados al propio Seien, sino que serán
facciones basadas en sus intereses. Habrá más burócratas y
aristócratas que sobresalgan en la lucha por la dominación, y menos
burócratas que sirvan a la gente. Se llevará a cabo un poco más si Seien
se elimina ahora. Otros príncipes y las concubinas pueden ser tratados
en cualquier momento. —Dijo esto con una suave sonrisa.
—¿Estás enojado con él por engañar al cuarto hijo?
—No. Me alegré por eso. Por lo tanto, respeté sus deseos y me alojé en el
palacio imperial un año más.
Si tienes un combate, es apropiado dar lo mejor no importa cómo de
grande sea la diferencia en capacidad. Pero él abiertamente aflojó su
esfuerzo en público, y aún golpeó al cuarto hijo de la familia Ran para
insultarlo. Luego lo expulsó basándose sólo en su capacidad.
Seien carece de algo crítico.
La excelente habilidad de Seien y su confianza en sí mismo para hacer
su camino le hacían imposible confiar en alguien más. Ese tipo de
calidad es ventajosa para los consejeros, pero fatal para un emperador.
Los que no confían en los demás no son de confianza de nadie. No
pueden obtener retenedores con los que puedan confiar en asuntos
importantes, y serán abandonados cuando pierdan su utilidad. Al igual
que la familia Ran hizo.
—¿Vas a regresar a la Provincia de Ran?
Esperaba un inmediato 'sí', pero Setsuna guardó un vacilante silencio.
—... Estoy dudando un poco. —Setsuna cerró los ojos—. Si usted está
dispuesto a tomar a tres de nosotros a su servicio en serio...
El emperador miró a Setsuna. Incluso Setsuna no podía entender a este
emperador. Cruel e impulsivo. Parecía indiferente a todos, pero
reconocía un logro incluso de un soldado común. Eliminó a sus parientes
de sangre, pero dejó a Ou Ki y Kai Yu sueltos, no importa cuántas veces
se opusieran. No parecía confiar en nadie, pero confió todo el poder a su
personal fácilmente. Dejó a las concubinas solas, pero prestó atención a
los príncipes. Setsuna sabía que había salvado la vida de cada príncipe
una vez. Y parecía despiadado, pero seguía amando a una mujer tan
profundamente que ni siquiera se daba cuenta de ello. Esas
contradicciones y caos...
Incluso atrajeron a los trillizos Ran.
Si... pensó. Si este emperador, que no tenía ninguna intención de
enrolarse seriamente en la familia Ran, puso su mente e intentó
realmente obtener a los trillizos...
Si este Emperador lo deseaba con todo su corazón...
Puede que se rinda...
Sólo una vez.
El primero y el último de su vida, la única oportunidad que le ofrecía a
este emperador... Sin embargo, la respuesta que el emperador lanzó con
una bolsa de frijol fue simple.
—De ninguna manera. Es muy tarde. El tiempo ha terminado.
Setsuna miró la bolsa de frijoles y guardó silencio. Luego sonrió. Un poco
desolado. Sólo murmuró 'Es decepcionante', y se fue.
28

···
Pudo oír una voz llorosa.
El emperador cerró los ojos. Podía sentir a Bakuya incluso desde la
distancia, ya que él era su amo.
Pensó que se pondría irritable cuando les ordenó que estuvieran con
Seien, pero estaban inesperadamente callados. Especialmente Bakuya
protegió a Ryuuki muy bien.
—¿El Príncipe Seien se fue...? —U U se acercó con aire de tristeza.
—Sí. No te veas tan deprimido porque mi tiempo se ha acortado. Podré
vivir por otros cinco o seis años si no salgo de Kiyou.
U U tomó la mano del emperador y enrolló la manga. La marca de una
maldición se extiende sobre su brazo. Era la maldición grabada en la
bolsa de frijoles que Seien compró en la ciudad.
El muy perceptivo emperador lo percibió e intercambió las bolsas de
judías. Significaba que el emperador tomaría la maldición de la muerte
que significaba para Seien en su lugar.
—No se puede hacer nada. —Incluso U U no podía compararse contra la
actual amante de la familia Hyou—. Incluso con el mejor esfuerzo, diez
años como mucho. —La maldición destruiría lentamente el cuerpo del
emperador y finalmente lo conduciría a la muerte.
Pero el propio emperador parecía indiferente.
—Incluso si Ka Shin se precipita como prometió, tendremos que
devolverlo. Las maldiciones están fuera de su campo.
—¡Su Majestad!
—Lo decidí una vez. Yo salvaría la vida de cada uno de mis hijos sólo una
vez. Seien también.
Por eso no podía convertirse en el maestro de los trillizos Ran. Era muy
tarde. Fue después de que dio su vida a Seien.
Repentinamente grabó la expresión de Seien cuando gritó por un
"castigo capital". Él no esperaba que un niño tan desafiante ya admitiese
la derrota, y estuviera dispuesto a aceptar un castigo capital.
Escaparía una vez, si fuera yo.
No se avergonzaba de la derrota, y quería morir. Parecía que el orgullo
no se construía para sí mismo. Seien, que no solía revelar sus
verdaderas intenciones, gritó con ojos sinceros, honestos y frenéticos
como el cuarto hijo de la familia Ran.
No sabía que me gustaban.
Sabía que lo habían vigilado, pero pensó que estaba a punto de matarlo.
Es interesante, pensó el Emperador.
Eran todos sus hijos, pero eran completamente diferentes por dentro.
Actuaron inesperadamente también. Eran como el guisado de la
mezcolanza, y nunca era aburrido observarlos.
La expresión de perplejidad de Seien cuando le dio una bolsa de frijoles
no fue una excepción. Cualquiera que fuera la reputación de la gente
que lo rodeaba, su hijo seguía siendo amable y mostró debilidad
comparado con él y los altos funcionarios que vivieron la era devastada
por la guerra. Pero esto era probablemente lo que llamamos "infancia".
Seguramente, Seien era diferente de los niños que él, Shouka y los
trillizos de Ran fueran una vez. El cuarto hijo de la familia Ran tenía ojos
sorprendentemente honestos. No había más conflictos, y el tiempo
estaba cambiando lentamente.
El emperador cerró los ojos.
Todavía podía oír la voz llorosa a distancia. Llora mucho. El hijo más
joven que notó el cambio inusual y preguntaba alrededor como un
fantasma buscando a su hermano, y Seien, que mostró su verdadero yo
sólo a Ryuuki.
Debe ser... un pastor que cuida una oveja. Recordó que Sou Shungai
solía tener un trabajo a tiempo parcial como pastor.
29
Primero, decidió sacar a Kou Shouka de la provincia de Kou. Él salió con
toneladas de quejas y comentarios sarcásticos, sin embargo. Si tuviera
suerte, podría cargarle a las dos ovejas a él.
Era cierto que Seien no podía confiar en otras personas. Pero... si Ryuuki
hubiera nacido antes, y si su madre no fuera ELLA, Ou Ki podría haber
decidido de otra manera.
El emperador sonrió amargamente.
—Una derrota completa.
Incluso Ou Ki no pudo encontrar una evidencia. Suzuran debería haber
sido designada como burócrata, no al harén. Se habría convertido en
una política de primera clase.

30

Epilogo
Un poco antes...
El emperador se dirigió hacia otra celda tras visitar a Seien. Era con de
estaba la segunda concubina. Ya que el Director de la Inspección
Administrativa era Ou Ki, la celda estaba limpia, y cálida.
En lo profundo de la celda, pálida, frágil pero hermosa, una mujer estab
sentada como si apenas viviera.
El emperador se quedó mirando a la segunda concubina. Habían pasado
años desde que la vio por última vez. Compartió la cama con ella solo
una vez en la noche de bodas. Se quedó embarazada de Seien de
inmediato, así que dejó de visitarla, y tras ella retirarse a la villa por su
convalecencia, raramente la veía.
Aun es una mujer hermosa.
Su belleza inmaculada que la hacía elogiar como "Señorita Lirio del
Valle" era todavía exquisita. El emperador no se preocupaba
particularmente por las apariencias, pero sin duda se sorprendió al verla
por primera vez. Por otra parte, era lo único que sentía.
Ahora era aún más hermosa que entonces, y parecía como si pudiera
desaparecer como un cristal de nieve por un simple toque. Todavía se
parecía a una niña, aunque había pasado más de diez años desde que
dio a luz a Seien.
¿Quién podría haberlo imaginado?
Hizo un trato con la familia Hyou, les reportó las acciones de Seien en
detalle y pidió una maldición de muerte. Además, ella llevó a la sexta
concubina al suicidio enviándole los cosméticos y arregló
cuidadosamente las circunstancias para que su hijo, Seien, pareciera el
culpable. Gradualmente controló las acciones de las concubinas usando
a los asesinos prestados por la familia Hyou y las damas, luego al final,
usó a su propio padre y lo acusó falsamente de traición.
Ou Ki notó la acción entre la familia Hyou y Suzuran temprano, pero no
pudo obtener una evidencia definitiva y no tuvo más remedio que ir con
ella hasta el final. Ou Ki probablemente ni siquiera imaginaba que el
plan para eliminar a Seien se cumpliría de esta manera.
En una cama de su villa, ideó un esquema más tranquilo y más cuidado
que nadie. Suzuran ganó.
--Suzuran.
Las largas pestañas de Suzuran se agitaron ante el llamado del
emperador. El emperador estaba realmente impresionado.
—¿Cómo puedes hacer esto sola?
Suzuran sonrió fugazmente como un pétalo de flor.
—... Quería oír esas palabras tuyas.
Era como un dulce susurro de amor.
—¿Fue la recompensa de la familia Hyou mi vida?
—Sí. Sin embargo, parecían estar contentos sólo con la de Seien.
—¿Fuiste tú quien hizo que la sexta concubina tuviera una rabieta, y así
lanzar las bolsas de judías de Ryuuki al estanque?
Todo estaba en su palma.
—¿Tanto quieres que Seien muera?
—No. Pero él era el mayor obstáculo para tu gobierno... Seien es un tipo
que se convertirá en el ojo de una guerra sin desearlo. Mientras exista,
la batalla por el próximo trono se acelerará. Las hostilidades en el harén
no se calmarán, y la resolución tomará más tiempo. Pensé que sería
mejor cortar un brote lo antes posible...
Era de la misma opinión política que Ou Ki y Setsuna. Incluso le falta
corazón para elegir la política sobre el amor de los parientes de sangre.
No era una mujer cuyo único valor era su belleza.
—¿Por qué pensaste algo así?
Suzuran guardó silencio. Ella murmuró con una expresión confundida
como una niña:
31
—... Según mi padre, se supone que estoy "feliz"...
No se sentía muy feliz. Además, ni siquiera sabía dónde estaba su
felicidad. Entonces, pensó: ¿qué era la «felicidad» para ella ahora?
Ella estaba asustada cuando Seien la visitó. Pero esperaba a que él
viniera también. Porque Seien le recordaba a su marido, a quien sólo se
encontró una vez en su noche de bodas. Se sentía enferma en su
corazón cuando su padre hablaba de Seien y el emperador. Tenía
envidia. Incluso el marido que no se preocupa por su esposa prestaría
atención al "trabajo". Sería evaluada, reconocida y permitida estar al
lado de ese perfil frío.
Sólo la quiso una vez.
Ella sabía que no le quedaban muchos años. Por lo tanto, sólo una vez...
Sólo una vez, quería que sus ojos sólo la miraran.
Qué maravilloso sería si ella hiciera algo por su marido y fuera alabada
por él.
Entonces empezó a recolectar información en la villa.
Fue sólo coincidencia que Seien se convirtiera en el blanco. No importa
cómo se retorciera el tema, fue su hijo el que más perjudicó a su marido
y su país. No era como si nunca vacilara, pero era algo que se refería al
futuro del país.
Su marido ciertamente haría lo mismo.
Pero fue su propio esposo el que salvó a su hijo.
Desde entonces, las cosas se fueron poco a poco.
—¿Quieres que muera?
Suzuran cerró los ojos.
Poseía muchas bellezas en su harén, pero no le otorgaba el estatus de
emperatriz a ninguno de ellas. No le importaba si tenía frío. Ninguna
concubina podía capturar su corazón.
Pero mientras recogía información diversa, se dio cuenta de que sólo
prestaba atención a sus hijos. Les dio bolsas de judías y les concedió las
espadas. Salvó la vida de cada príncipe una vez.
¿Por qué?
Se había dado cuenta de que tenía a alguien más en su corazón.
Ninguna otra mujer podría vivir en su corazón. Pero tenía un corazón
para preocuparse por sus hijos. Sí... él tiene corazón.
Así que ella decidió.
—Quería tu corazón. Si es imposible, entonces tu vida.
Era suficiente como recompensa de la familia Hyou.
—Su Majestad, fui yo quien pidió la maldición mortal. Solo yo puedo
revertir la maldición. ¿Qué me darás: tu corazón o tu vida?
El emperador se quedó mirando a Suzuran.
Solo había una respuesta.
—Tú ganas, Suzuran. Te daré mi vida. Mi vida es tuya.
Suzuran sonríe como si fuera a llorar.
Ni siquiera le dijo una mentira diciendo que la amaba hasta el final. La
honestidad era casi cruel.
No podía olvidarlo desde que lo vio sólo una vez. Era aterrador, pero la
atraía sin fin. Fue aquella noche en que aquellas frías miradas sólo
fueron suyas que la mantuvieron en el harén. Con la esperanza de que él
la visitaría de nuevo bajo la cobertura de la oscuridad.
Pero nunca sucedió.
Toda mujer que amaba a este hombre se sintió infeliz. Infeliz... pero
quería estar cerca de él. No podía rendirse. Así que no dejaría el harén.
Lo sabía. Como su nombre, este conquistador fue el que siempre invitó a
los conflictos.
Suzuran le dijo con una sonrisa llorosa:
—... Eres el peor esposo.
32
—Sí.
—Pero... yo estaba feliz.
Ella estaba feliz. Su deseo se hizo realidad. El emperador vino a verla,
solo, y la miraba. ¡Qué felicidad!
—Entonces no invertiré la maldición. Tendré tu vida.
—Fue un error tomarte como mi esposa. —El emperador cruzó los brazos
y suspiró profundamente—. Todos los grandes estrategas y generales del
pasado murieron sin poder quitarme la vida. Debería haberte hecho mi
consigna.
Era la alabanza más alta que ni siquiera los trillizos de Ran no podían
conseguir. Suzuran sonrió.
Qué maravilloso hubiera sido si ese fuera el caso. Incluso si no era
amada, todavía podía estar a su lado. Ella sería necesaria. Ella tenía
verdaderamente envidia de los hombres que podrían servir a este
conquistador con sus vidas.
No había arrepentimiento. No era lo suficientemente desvergonzada
como para pedirle al emperador que la matara.
De repente, recordó... el príncipe más joven.
El gentil príncipe que le dio sus lirios del valle.
Estaba encantada. Si hubiera sabido que tenía un príncipe tan
encantador, habría pensado de nuevo en matar a la sexta concubina.
—Su Majestad... ¿podrías prestar atención a ese príncipe más joven
incluso un poco?
—¿Por qué no te importa tu propio hijo?
Ignorando su propia acción...
Suzuran se imaginó a Seien en su mente. No podían ser madre e hijo,
pase lo que pase. Pero a diferencia de su marido, todavía podía
entenderlo.
Es exactamente como yo.
Nunca podría ser feliz si su naturaleza de elegir todo o nada no
cambiaba. Pero solo un poco. Era un tipo de niño que se sentiría
satisfecho si pudiera encontrar un poco de verdadera felicidad. Después
de todo, sobrevivió en la corte imperial sólo con la poca felicidad que
tenía con el príncipe más joven.
Habría sido feliz si su madre no fuera ella. Suzuran lo supo.
Incluso si descubriera que el perpetrador era ella, él todavía trataría de
protegerla. Así como nunca dejó de visitarla, de racionalizarla como
deber o algo así.
... No era como si no pudieran amarse uno al otro. Simplemente no
trataron de amarse. Probablemente eran demasiado parecidos. Eran
similares en debilidad, facilidad e incluso cosas que no les gustan. A
ambos les desagrada, por lo que renunciaron incluso antes de que
intentaran.
Pero Seien había cambiado gradualmente. Le trajo lirios del valle, y le
peló melocotones para ella. No eran actos calculados como antes, sino
genuinos. Pasando tiempo con el príncipe más joven, el hielo de Seien
se fundió, entonces penso sobre las cosas que una vez deshechó
fríamente; su corazón se agitó y empezó a mostrar su verdadero rostro
gradualmente entre sus sonrisas enmascaradas.
... Era verdad que ella dudaba por eso.
Pero si dejaba a Seien, alguien haría lo mismo. Era demasiado tarde
para que Seien cambiara, y Suzuran se estaba quedando sin tiempo. El
final sería el mismo aunque no hiciera nada.
Pero si pudiera salir de la corte imperial antes de eso...
Si pudiera convertirse en alguien más que en un príncipe...
Tomaría tiempo. Pero algún día, podría ser capaz de vivir una vida
diferente a la suya.
Si cayera al punto más bajo, y todavía pudiera arrastrarse...
Encontrar la luz.
33
Suzuran envidiaba incluso eso, así que estaba mirando hacia otro lado
hasta el final.
No orará por él.
—Parece tener la suerte del diablo, así que puedes dejarlo solo. —El
emperador estaba consternado. Su estrechez mental y su terquedad
eran exactamente iguales a las de Seien—. Eres como un lirio del valle.
Los lirios de blanco prístino del valle son también venenosos.
Incluso entonces, si no los coges y los pones en tu boca, son realmente
flores hermosas. Fue un error haberla recogido y llevado al harén.
Como quisiera, el emperador nunca la olvidaría. Suzuran barrió el
tablero.
—... Un trabajo brillante. —El emperador le dio el breve pero más alto
elogio, y se dio la vuelta—. Adiós, mi amada.
Estaba un poco enfadada con su marido por no tocarla hasta el final.
Pero con el último orgullo, mostró la más bella sonrisa.
Justo antes de su muerte, aunque no orara por la felicidad de su hijo,
pensaría en las flores. Las flores de su hijo, que la visitaba a pesar de
que él no le gustaba, le dio por primera vez.
Cuanto mayor era su orgullo, más profundo era el abismo que iba a caer.
···
La nieve estaba cayendo.
Madre…
Mirando al rostro de su madre que miraba al cielo con expresión
asustada, Seien cerró los ojos.
En la memoria de Seien, su madre siempre estaba asustada, desde el
inicio hasta el fin. No se volvieron distantes, pero tampoco cercanos, y la
distancia entre ambos no disminuyó ni un poco desde entonces.
Madre.
Ella era como una hoja temblando en el viento, no siendo amada ni por
su único hijo, y asesinada por la espada de un asesino en un lugar como
este, acabando con su vida.
No le importó visitarla y proteger su pequeño mundo. Nunca lo rehusó
incluso aunque no le importaba, y trató de sonreír a pesar de que temía
a su hijo.
Habría sido feliz si no fuera su madre.
Por un momento, Seien sonrió con una sonrisa llorosa.
Seien estaba aliviado por la muerte de su madre. En algún lugar de su
mente, pensó que su madre sería más feliz si moría aquí. Esa duda la
había matado, e incluso él sintió alivio. No tenía que verla llorando más.
Todas sus lágrimas, tristeza y dolor se acabaron...
Desde el inicio hasta el final, fue el peor hijo.
Por favor, madre.
Seien oró por su madre por primera vez.
Era la primera y la última. Deseó tener al menos un recuerdo feliz de su
desafortunada vida que fue un juguete del destino.
Y Seien quedó solo.
Su largo pelo, que era su orgullo de príncipe, fue cortado. Su madre
estaba muerta y Seien no era nadie. No tenía que vivir para proteger
nada ya.
Pero ¿por qué?
Cuando volvió en sí, había acabado con todos los asesinos que mataran
a su madre.
La nieve estaba cayendo.
Seien se arrodilló en la tierra carmesí donde los cadáveres
descansaban.
Seien no entendía.
¿Por qué?
34
¿Por qué deseaba vivir incluso ahora?
Se rió, y la sangre cayó de su boca.
Algo parecía caer en una piscina de sangre. Bajó la mirada lentamente, y
descubrió una bolsa de judías empapada de sangre.
Se tambaleó y cayó al suelo. El agua carmesí de barro salpicó y mojó el
cuerpo de Seien.
Seien drenó toda su fuerza restante para agarrar la bolsa de frijoles.
Este Seien era como una bolsa de frijoles. Es completamente inútil, pero
¿por qué no podía descartarlo? ¿Por qué…?
Padre... Ryuuki.
Pudo oír una voz llorando en la distancia.
Estoy... Estoy solo.
Lo sintió aun llorando en el jardín. ¿Cuánto seguiría esperando Ryuuki
por un hermano que nunca volvería? Esperaría y esperaría. Solo.
Debería haberle prometido incluso aunque fuera una mentira.
A tu lado...
Prometo que volveré algún día…
La nieve persistente revoloteaba como plumas de ganso. Pensó que era
como lirios del valle cayendo.

Entonces su verdadero infierno empezó.

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