Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
INTRODUCCION
OBJETIVOS
MAPA CONCEPTUAL
1. Indicación De Técnicas De Movilización Urgente
• Movimiento urgente.
• Movimiento no urgente.
En general, los pacientes sólo tendrán que moverse de forma urgente en las
situaciones siguientes (Chapleau, 2008):
Maniobra de Reutek
Transportes de emergencia
• Silla.
• Camilla de lona.
• Camilla rígida.
• Camilla de vacío.
2.1. Silla
Los accesorios para las sillas de ruedas pueden ser muy variados, así tenemos:
Portasueros, Kit de hemipléjico, amputados, antivuelcos, reposapiés con
taloneras, pantorrilleras, cabezales, cinturones, separadores de piernas, etc.
Silla de patín:
Silla de ruedas:
La lona de rescate está formada por material plástico. La forma de trabajar con
esta herramienta consiste en depositar al paciente en su interior y se recoge
usando unas asas o agarraderos situados en su borde, que permiten sujetar la
lona cuando el paciente está dentro. Posibilita la movilización de pacientes,
siempre que no posean lesiones traumáticas.
Se utiliza fundamentalmente para transportar víctimas que no presentan golpes
de gravedad. Utilizado principalmente en hospitales, ambulancias, centros de
deporte, etc. Suele tener separadores que mantienen la tela completamente
tensada, ser plegable a lo ancho de forma longitudinal y doble plegado. Se suele
fabricar en aluminio de alta resistencia.
Se trata de una camilla de aluminio rígida (de una aleación ligera y resistente)
radiotransparente con dos palas ligeramente cóncavas y articuladas entre sí por
sus extremos, además de ajustables en su longitud. La camilla de cuchara (o de
palas) sólo se debe utilizar para movilizar al herido (niño o adulto) hasta su
acomodación en la camilla de traslado. Está contraindicada en el traslado porque
transmite en mucha mayor medida las vibraciones y las alteraciones de la
carretera.
Giros
Para girar de una postura de Decúbito supino (boca arriba) a decúbito lateral
(de lado) deberemos colocarnos en el lado de la cama hacia el que vamos a girar
a la persona.
Si la persona puede colaborar se le pide que estire el brazo hacia el lado al que
va a girar el cuerpo y que flexione el otro brazo sobre el pecho.
Se le pedirá que flexione el tobillo del miembro que va a quedar por encima. A
continuación se coloca uno de los brazos por debajo del hombro y el otro por
debajo de la cadera.
Se utilizan para situaciones en las que hay que enderezar al paciente que está
mal colocado en la cama, la camilla o la silla, esto ocurre generalmente cuando
ha resbalado hacia abajo.
Con la mano en la cadera se hace que ésta y las piernas giren de modo que
queden colgando del borde de la cama mientras que con el otro brazo se ayuda
a levantar el tronco.
Forma de sentar o incorporar a la persona en la cama
Vueltas
El paciente se hace rodar, para lo que debemos tener en cuenta la posición del
brazo hacia donde se realiza la acción, ya que puede ser un obstáculo una vez
iniciado el movimiento.
Descensos
La maniobra sería igual que la anterior, sólo que nosotros le podemos ayudar
a subir la/s pierna/s (manteniéndola/s también flexionada/s). Con el brazo que
nos queda cerca de su cabeza acompañamos su tronco y con la otra le cogemos
de las piernas.
La pierna que tenemos más cerca de la cama la podemos apoyar encima para
que nos resulte más fácil el giro.
Una vez colocados, sólo tenemos que realizar el giro utilizando el culo como
punto de giro. Nuestras rodillas siempre estarán flexionadas para evitar cargar
todo el peso en la espalda.
Levantamientos
Lo primero que haremos si el afectado está boca arriba, será colocarlo de lado
con las piernas flexionadas. Rodearemos sus piernas por detrás de las rodillas
con un brazo y con el otro le sujetaremos del tronco (nunca del cuello) de manera
que su cabeza quede apoyada en nuestro antebrazo.
Elevaciones
Son circunstancias en las que se debe recoger al paciente del suelo y llevarlo
a una superficie horizontal más elevada o ponerlo de pie.
Se produce esta situación cuando el paciente se desliza hacia los pies de la cama.
Paciente no colaborador
Paciente colaborador
Utilización de la grúa
• La grúa es una ayuda técnica que nos permite realizar trasferencias con
poco esfuerzo. Es aconsejable su uso bien cuando las trasferencias se
tienen que realizar muchas veces a lo largo del día, para que no suponga
un gran desgaste para el cuidador. Existen diferentes tipos de grúas, por
ello, es importante elegir el modelo que más se adecua tanto a las
necesidades del afectado y cuidador, como al entorno (tamaño de la casa,
anchura de las puertas…).
Grua: Básica: es la más habitual, que consta con un brazo móvil elevable de
forma hidráulica o eléctrica en el cual hay una percha donde se engancha el
arnés.
Una vez boca arriba, se colocan los extremos que rodean las piernas. Hay que
tener cuidado de que no queden muchas arrugas o dobleces ya que pueden hacer
daño.
Para colocar el arnés a una persona que está sentada, primero le colocaremos
la parte de la espalda y después los extremos de las piernas.
Después colocaremos los extremos para las piernas por debajo de las rodillas.
Una vez colocado el arnés lo engancharemos a la grúa.
Los pasos a seguir son los mismos que tumbado, la diferencia está en cómo
acercamos la grúa al afectado. Dependerá del espacio que tengamos y de la
movilidad que tenga el afectado. Existen diferentes posibilidades:
Utilización de una tabla para transferencia
• Decúbito supino.
• Decúbito lateral.
• Decúbito prono.
Decúbito supino
La persona está tumbada sobre su espalda, con los brazos y las piernas
extendidas y próximas al cuerpo, sobre un plano paralelo al suelo.
Decúbito lateral
Decúbito prono
La persona está tumbada sobre el abdomen, con la cabeza girada hacia un lado
y los brazos y pernas extendidas, sobre un plano paralelo al suelo. Se pueden
emplear almohadas para aumentar la confortabilidad de la persona. Por lo
general es una posición mal aceptada y está contraindicada en situación de
insuficiencia respiratoria y cardiaca.
Cuente hasta tres en voz alta, agarre la sábana de tracción y traslade al paciente
a la camilla. Podría tener que repetir esto.
Traspasos
Transportes
En el caso de que vayamos a tumbarle, lo único que tenemos que tener en cuenta
es acompañar la bajada sujetándole la cabeza en el caso de que lo necesite.
Glosario
Recuerda
• Como norma general no se ha de movilizar a un accidentado a
menos que se produzca riesgo de incendio o explosión o exista la
posibilidad de intoxicación por vía inhalatoria o una situación de parada
cardiaca. Es en estos casos en los que se procederá a la movilización de
urgencia, la cual se trata de la prevención de un accidente sobre una
persona que ya ha sufrido uno.
INTRODUCCIÓN
Es muy importante recalcar que, una vez que se decide cambiar de lugar a la
víctima, se deberá considerar siempre la seguridad de ésta como la de la persona
que realizará el transporte y/o la inmovilización del accidentado.
OBJETIVOS
MAPA CONCEPTUAL
1. Fundamentos De Actuación Ante Las Fracturas
Fracturas abiertas: Cuando hay una herida que permite la comunicación entre
el hueso y el exterior, pudiendo incluso asomar los fragmentos óseos a través
de la abertura. Una fractura abierta siempre está infectada, o puede estarlo, y
por eso es más grave y urgente que una cerrada del mismo tipo.
En cuanto a las manifestaciones clínicas, se destacan las siguientes:
Una vez examinado el accidentado hay que calmar el dolor e inmovilizar la zona
lesionada, teniendo en cuenta que ésta debe comprender las articulaciones
anterior y posterior al punto de fractura, tomando las siguientes precauciones:
Fractura: Es, por tanto, la rotura de un hueso y puede ser cerrada cuando la piel
queda intacta y abierta cuando la piel que recubre la extremidad se rompe,
produciendo una herida.
• Fractura cerrada:
o Aplicar frío local.
o No tocar la extremidad. Dejarla en reposo.
• Fractura abierta:
o No introducir el hueso dentro de la extremidad.
o Cubrir la herida con gasas estériles o paños limpios y,
preferiblemente, humedecidos.
o Aplicar frío local.
o No tocar la extremidad. Dejarla en reposo.
La persona que presta los primeros auxilios, debe seguir los pasos explicados
anteriormente. Se debe localizar el foco de la fractura, que suele ser el de
máximo dolor e hinchazón.
La razón por la cual se debe inmovilizar al paciente es para evitar que la función
neurológica sea lesionada debido al movimiento de la vértebra lesionada y
consecuente daño de la medula espinal; se sabe que entre 3 a 25% de las
lesiones medulares ocurren después del trauma inicial, ya sea durante el
transporte o al inicio del manejo del paciente traumatizado en el servicio de
urgencias. De otro lado, hasta un 20% de las lesiones de columna vertebral
involucran varios y diferentes niveles vertebrales no continuos, de manera que
toda la columna está potencialmente en riesgo.
Fractura de la clavícula
La técnica del ocho consiste en pasar la fronda por detrás del tobillo, cruzarla
sobre el pie y girarla hasta hacer el nudo en la planta del pie.
Antes de nada, hay que localizar el foco de la fractura. En el caso de tibia y/o
peroné, a partir de dicho punto se deben prever cuatro ataduras con frondas:
• Una para situarla por encima de la articulación superior al foco.
• Otra para colocarla por debajo de la rodilla y alejada del lugar de la
fractura.
• Otra más abajo del foco de la fractura.
• Otra que se colocará en ocho.
La actuación más recomendada pasa por liberar el tobillo del calzado que lo
oprima y preparar dos frondas para efectuar ataduras y una manta. La parte
herida se protege con esta manta, que se dispone en forma de u alrededor del
pie, el tobillo y la pantorrilla. Con las frondas se hacen dos ataduras para fijar el
montaje. Mientras se espera el traslado, la pierna herida puede mantenerse en
poco alzada, aplicando frío.
Fracturas de la rodilla
Los huesos de la articulación de la rodilla son el hueso del muslo (fémur), los
huesos de la parte inferior de la pierna (tibia y peroné) y la rótula. Cuando uno
de huesos que componen la articulación de la rodilla se fractura o se quiebra,
esto se llama fractura o quebradura de rodilla. Por lo general, estos huesos se
lesionan por un golpe directo en la rodilla o por una torcedura. Ocasionalmente,
los huesos lesionados también se desalinean con respecto a los demás huesos de
la articulación. Esto se llama luxación.
• Neumáticas hinchables.
• Metálicas maleables.
• Rígidas no deformables (MEI).
• De vacío.
• De tracción.
Todas ellas se pueden inflar con la boca o con una bomba, de forma lenta para
no comprometer la circulación después de alinear el miembro.
Férula de vacío
La elección del tamaño y forma, así como su colocación es igual que con las
férulas hinchables; también tiene la ventaja, igual que éstas, de comprimir los
puntos sangrantes en los miembros afectados; la diferencia es que en este caso
se realiza un vacío.
Férulas rígidas
Una férula rígida es aquella que, al no moldearse, la extremidad afectada debe
ajustarse al contorno y forma de la férula. Existen varios tipos de férulas rígidas:
de cartón, PVC o poliuretano. Normalmente se fijan al miembro fracturado
mediante cinchas de velcro y las de PVC o Poliuretano son lavables y reutilizables.
Existen varios tamaños y formas: pierna larga y corta adulto, brazo larga y corta
adulto, pierna completa niño, brazo completo de niño, muñeca/antebrazo adulto
y niño y mano/muñeca de adulto y niño.
Las causas de este tipo de traumatismos suelen ser muy diversas. Las más
frecuentes son:
• Caída sobre los pies o glúteos desde una cierta altura (lesión,
fractura indirecta, aplastamiento vertebral).
• Golpes violentos sobre la columna (caída sobre la espalda,
accidente de moto, etc.).
• Movimientos violentos y forzados de la columna (frenazo de coche,
colisiones frontales).
• Golpes directos en la cabeza.
Debemos recordar que, como en todas las lesiones óseas, los síntomas pueden
aparecer más tarde, por lo que un mal criterio de actuación puede producir una
lesión mucho más importante.
El rescatador debe apoyar sus brazos sobre las clavículas del paciente para
obtener mayor apoyo.
Este autor destaca que la retirada del casco debe ser la norma y no la
excepción, por lo que salvo contraindicación expresa, se retirará siempre
(independientemente de que el casco sea de tipo abierto o cerrado).
La retirada debe ser realizada por personal que conozca y domine la técnica de
retirada con soltura y no por la población en general (consideramos población
en general a toda aquella persona que desconozca y no domine la técnica de
retirada con soltura).Decimos por lo tanto que el casco debe ser retirado por
personal entrenado, independientemente de su titulación (médicos,
enfermeros, técnicos, paramédicos, bomberos…). Los Técnicos en Emergencias
actualmente reciben formación que les permite estar perfectamente
capacitados para retirar un casco con garantía. Por el contrario, muchos
médicos y enfermeros no reciben la formación adecuada (o solo tienen
conocimientos teóricos y ninguna práctica) y sería temerario que lo intentaran.
La técnica de retirada del casco del motorista accidentado cuenta con los
siguientes pasos:
Antes de iniciar las maniobras hay que valorar las lesiones de la vía aérea y de
las estructuras cervicales. Un rescatador debe comenzar con la estabilización
manual del cuello desde la zona posterior del paciente hasta la posición neutra,
mientras otro coloca un collarín cervical rígido.
Justo antes de extraer al paciente del vehículo tiene que estar preparada la
camilla cuchara o el tablero espinal junto al vehículo, lo más próxima posible
para depositarlo en cuanto salga. Se debe confirmar en este punto, que no
existe nada que atrape al paciente o al inmovilizador, para que los rescatadores
tomen al paciente por las asas laterales y la posterior, traccionando hacia arriba
y rotándolo hacia la camilla cuchara.
Un tercer rescatador mantiene y extrae los miembros inferiores. En caso de
fracturas, estos miembros se deben inmovilizar antes de proceder a la extracción.
3. Material De Inmovilizacion
• Collarines laterales.
• Inmovilizadotes laterales de cabeza.
• Inmovilizadotes pediátricos.
• Tabla espinal.
El collarín ideal debe cumplir unos requisitos para poder inmovilizar casi el 100
% de la columna cervical. Estos requisitos son:
• Ser rígido.
• Tener un apoyo mentoniano.
• Tener un orificio anterior.
Collarines rigidos: Mantienen una posición anatómica del cuello. Formados por
de dos piezas: posterior y anterior, cuatro puntos de apoyo.
Este es un dispositivo diseñado para adultos, pero al poder mover las dos
piezas trapeciales conforme a la dimensión de la cabeza, podría utilizarse para la
población pediátrica.
Está formado por tres piezas: una base rectangular con velcro en los tercios
externos y varias cintas incorporadas para la fijación al tablero espinal o camilla
de cuchara; y otras dos piezas de forma trapecial con velcro en una de sus caras,
para fijarse a la base, y atravesadas, por un orificio a la altura de las orejas de
la víctima, de tal forma que se pueda así vigilar la presencia de otorragia,
compatible con una fractura de base de cráneo y dar la posibilidad de que el
paciente nos escuche en todo momento.
Técnica de colocación
La cabeza del paciente se sitúa apoyada en la base, entre estas dos piezas
trapeciales sin presionar, aplicándolos simétricamente. Se fijan las correas sujeta
– cabezas bloqueando en primer lugar la “mentonera” haciéndola pasar sobre el
soporte para el mentón del collarín cervical e inclinándola hacia arriba, hasta
alcanzar las correas de fijación y utilizando el velcro para bloquearlas. De la
misma manera se coloca la correa “frontal” cruzándola con la “mentonera”.
En el caso de los niños con una constitución grande se puede utilizar una tabla
espinal convencional; pero si el niño es pequeño, por la proporción cefalo-
somática existente, provocaríamos una flexión no deseada de la columna cervical
obligándonos a sobreelevar el tronco del niño con paños o sábanas colocados
desde la región lumbar hasta los hombros.
La tabla espinal pediátrica tiene todas las ventajas que la tabla espinal de
adultos a las que se añade un menor tamaño y la presencia de una pequeña
depresión a nivel occipital cuyo fin es que una vez colocado el niño no se
produzca una hiperflexión del cuello manteniendo su columna cervical en
posición neutral.
Es importante recordar que las tablas sin acolchar son incómodas para el niño
consciente y que existe un riesgo de producirse zonas de presión en las
prominencias óseas, riesgo que es mayor en caso de lesión medular (por
disminución de la sensibilidad), por lo que tan pronto como sea posible el niño
debe ser trasladado a una superficie bien acolchada.
El tiempo máximo que puede estar el paciente sobre una tabla sin acolchar es
de 2 horas.
Inmovilizador de columna pediátrico tipo MEI
Para colocar la tabla, las correas (tórax, abdomen al nivel de las crestas ilíacas,
muslos, tobillos, cabeza y mentón) deben estar sueltas y listas. El procedimiento
que se debe seguir es el siguiente:
Están formadas por varias cámaras de aire que permiten una mejor adaptación
al miembro afectado; tras colocarlas se hinchan produciendo la inmovilización del
mismo.
Colchón de vacío
Permite la inmovilización completa del paciente politraumatizado. Al colocar al
accidentado sobre el colchón, se abre una válvula que iguala las presiones
externa e interna, haciendo que el colchón se hinche, adaptándose perfectamente
a la silueta de la víctima e inmovilizándole totalmente.
Algunos de los dispositivos de sujeción para silla de ruedas son los siguientes:
• Peto estándar.
• Peto perineal.
• Cinturón perineal.
• Chaleco estándar.
• Chalecos de sujeción para silla de ruedas.
• Cinturón pectoral cruzado.
Peto estándar
Está compuesto por un cuerpo fabricado con doble capa de loneta (algodón-
polyester) con protecciones acolchadas en los hombros, de cuyos extremos
parten cuatro cintas con cierres de nylon (tipo mochila), que van abrochadas en
la parte posterior de la silla de ruedas a un disco del mismo tejido que el peto,
que actúa como sistema de cierre. Es un sistema de sujeción cómodo, eficaz,
limpio y fácil de instalar. Ajusta sin oprimir en exceso.
Cinturón perineal
Se trata de un cinturón con apoyo pélvico para evitar que el paciente resbale
de su asiento Sujeta firme pero confortablemente a la silla de ruedas, dejando
total libertad de movimientos en el tórax y extremidades.
Chaleco estándar
Consta de una prenda alargada con un amplio orificio en el centro por el que
se introduce la cabeza como si de un ponche se tratase, cubriendo la espalda y
el pecho hasta la cintura. Se ajusta haciendo pasar las cintas, situadas a ambos
lados de la espalda, por las presillas alineadas a la misma altura y sujetas a la
parte delantera. Tensar sin oprimir y abrochar en la parte posterior de la silla de
ruedas por medio de las hebillas plásticas, los anclajes son limpios, sin exceso
de cintas y fáciles de manipular.
Impide la presión sobre las muñecas, siendo más confortable y fresca. Presenta
mayor facilidad de ajuste y fácil acceso a puntos de fijación.
Bandas elásticas
Son bandas de tela o goma, con diferentes anchos, para inmovilizar las piernas
del paciente o mantener los brazos junto al cuerpo.
Tiras de Velcro
Son unas bandas de distintas longitudes que se usan para inmovilizar el tronco
o las extremidades del paciente.
Correas de seguridad
Es muy importante recalcar que, una vez que se decide cambiar de lugar a la
víctima, se deberá considerar siempre la seguridad de ésta como la de la persona
que realizará el transporte y/o la inmovilización del accidentado.
Los principios básicos para que la inmovilización sea efectiva son los que se
presentan a continuación:
Si, además, existiera una herida abierta, ésta deberá tratarse y luego
protegerla en el momento de inmovilizar la zona.
5. Vendajes: Sirven para mantener con seguridad un apósito sobre una herida
o para ayudar a inmovilizar una zona. Debe estar bien sujeto, pero no tan
apretado que impida la circulación. Vigile frecuentemente por si fuera necesario
aflojar el vendaje. Si se venda una zona recientemente lesionada, ésta se va a
inflamar, produciendo el vendaje compresión. En ese caso, envolver el miembro
lesionado con una capa de algodón y luego vendar. Nunca realizar vendajes con
vendas húmedas.
Cómo vendar
• Sostenga el rollo de Venda de gasa orillada con la mano derecha
(izquierda si es zurdo) y dé vueltas con el rollo hacia arriba.
• Comience siempre por la parte más lejana del miembro,
dirigiéndose a la raíz del mismo (de la muñeca hacia el hombro, o del
tobillo hacia el muslo).
• La primera vuelta de venda se realiza con una inclinación de 45º en
dirección a la raíz del miembro; la segunda sobre ésta con una inclinación
invertida (45º en dirección contraria a la anterior); la tercera como la
primera, pero avanzando unos centímetros hacia la raíz del miembro...
así, en un movimiento de vaivén, se completa el vendaje, que al terminar
queda con un aspecto en «espiga»
• Finalice el vendaje en una zona alejada de la lesión. Sujete el
extremo del mismo con esparadrapo o imperdible.
• Deje los dedos libres y vigile en éstos la aparición de hinchazón,
cambios de color o frialdad. En estos casos, afloje el vendaje.
• Para los dedos puede resultar más sencillo utilizar la venda de gasa
tubular para dedos con aplicador, en rollo.
Cómo colocar un cabestrillo
Inmovilización de cara
Inmovilización de mandíbula
Inmovilización de brazo
Inmovilización de codo
Inmovilizar en la posición en que se encuentre.
Inmovilización de antebrazo
Inmovilización de mano
Dos posibilidades:
Inmovilización de costillas
• Inmovilice el cuello.
• Para manejar al herido, ayúdese de al menos dos personas más.
Una de ellas le mantendrá bien sujeta la cabeza.
• Inmovilice los pies con una venda triangular o venda normal.
• Se le moverá en bloque, girándole sobre un lado o utilizando el
«método de la cuchara», a fin de colocarle sobre una superficie plana y
rígida, en la que le inmovilizaremos.
Inmovilización de la pelvis
Inmovilización de pierna
Técnica
Se deberá colocar una férula a cada lado del brazo, desde el hueco Axilar hasta
que se coloque en la cara interna y desde el hombro hasta que se ponga en la
cara externa. Se procede a almohadillar la zona de contacto con el brazo y se
sujetan estas férulas con dos pañuelos. A continuación se coloca un cabestrillo
para terminar de fijar e inmovilizar el brazo completamente.
Se sujetan las tiras de forma progresiva, sin apretar en exceso, con dos
pañuelos o vendas, tendiendo en consideración que los nudos de dichas vendas
deben quedar sobre la tablilla. Por último, se colocará un cabestrillo para
mantener el brazo elevado e inmovilizado.
Con vendas o pañuelos se sujeta una pierna a la otra. Para pasar las vendas o
pañuelos se usan los huecos naturales, es decir, se pasan estos vendajes por
debajo de las rodillas y tobillos, entre las caderas (a la altura de la mitad del
muslo) y entre los gemelos. Se finaliza la inmovilización comprobando que los
nudos quedan asegurados sobre la cara externa del miembro que no esté
afectado (Guinot, 2009).
Glosario
Recuerda
• Se denomina fractura a toda rotura de un hueso producida
generalmente por traumatismos (golpes, caídas, etc.) que, según su
intensidad pueden originar desviación, o no, de los fragmentos.
Dependiendo de si está respetada la integridad de la piel, se pueden
clasificar en: fracturas abiertas y fracturas cerradas.
DEL PACIENTE
INTRODUCCIÓN
Cualquiera que sea el medio utilizado para realizar el transporte sanitario (TS),
debe reunir un mínimo de condiciones que faciliten la asistencia y aseguren un
traslado confortable, libre razonablemente de los riesgos que todo transporte
sanitario comporta al estar sometidos a incidencias físicas que influyen en las
personas trasladadas. Estos factores determinan cambios fisiológicos, que aún
no siendo significativos en personas sanas, sí pueden tener repercusiones graves
en enfermos, como alteraciones hemodinámicas, respiratorias,….
OBJETIVOS
MAPA CONCEPTUAL
1. Concepto Y Fundamento De La Fisiopatología Del Transporte
Sanitario
Cualquiera que sea el medio utilizado para realizar el Transporte Sanitario debe
reunir un mínimo de condiciones que faciliten la asistencia y aseguren un traslado
confortable, evitando los riesgos al estar sometidos a incidencias físicas que
influyen en las personas trasladadas.
Cada variante tiene sus propósitos y son: tratar de ayudar y evitar daños
posteriores.
Posición de Trendelenburg
Esta posición consiste en levantar el tronco del paciente unos 15- 20º. Se
emplea en diferentes patologías, entre ellas podemos destacar:
Sin embargo, los pacientes que son transportados por todos estos medios,
están sometidos a una serie de incidencias físicas, de manera que cualquiera de
las alteraciones mecánicas, pueden originar problemas en cualquier sistema del
paciente además de influir sobre los sistemas de monitorización, percusión de
fármacos y características fisicoquímicas.
Fuerzas G:
• G negativa: incide de pies a cabeza (sentido craneal).
• G positiva: incide de cabeza a pies (sentido caudal).
• Receptores propioceptivos.
• Receptores laberínticos.
• Barorreceptores situados en aurículas, cayado aórtico y senos
carotídeos.
B. Vibraciones
Las vibraciones son una forma de energía que puede transformarse en fuerza
mecánica, calor o presión.
Cefalea 13-20
Los helicópteros producen vibraciones que oscilan entre los 12 y los 18 Hz. (de
más baja frecuencia los de dos palas y más altas los de cuatro palas).
Los aviones oscilan entre los 40 y 50 Hz. por lo tanto no situadas entre las
peligrosas.
Las vibraciones pueden influir sobre los aparatos médicos de control del
paciente principalmente artefactos en el monitor de T.A. Artefactos en el ECG.
Artefactos en bombas de perfusión y pulsioxímetro.
C. Ruido
El ruido producido por las sirenas de las ambulancias es el que más afecta a
los pacientes trasladados, produciéndoles ansiedad y miedos con las
consiguientes descargas vegetativas en forma de bradicardias-taquicardias, hiper
o hipotensión, hiperventilación o trastornos de la conducta.
• Molestias al ciudadano.
• Trastornos del sueño.
• Pérdidas de audición del personal sanitario.
• Ansiedad y miedos en el paciente así como alteraciones vegetativas
y de las constantes hemodinámicas.
D. Temperatura
E. Altitud
Aún cuando la proporción de los gases, que mezclados forman el aire, puede
considerarse constante a cualquier altura de la troposfera, las presiones parciales
de los mismos varían en función de la altitud sobre el nivel del mar. El volumen
de un gas es inversamente proporcional a la presión cuando la temperatura se
mantiene constante (Ley de Charles) (Ley de Boyle).
La Ansiedad que el transporte del paciente produce y asociado con una gran
variedad de estímulos no habituales, como el ruido, las vibraciones, o las
alteraciones del ritmo de sueño-vigilia, puede resultar lo suficientemente intensa
como para que determinadas alteraciones psiquiátricas se manifiesten o
reagudicen.
El paciente con variaciones de su nivel cognitivo y su marco conductual, va a
vivir esta situación como estresante por varios factores:
• Embarazadas.
• Recién nacidos.
Embarazadas
Recién nacidos
Por otro lado, los principales factores que influyen en el traslado de los
pacientes, además de los ya mencionados, son los siguientes (Cañamares y
López de Ochoa, 2003):
• Velocidad.
• Vibraciones.
• Ruidos.
• Temperatura.
• Altitud.
A. Velocidad
A pesar de ello, se caracteriza por poseer una serie de factores que influyen en
la tolerancia a las aceleraciones. Dichos factores son (Cañamares y López de
Ochoa, 2003):
De esta forma, las aceleraciones negativas entre 0,5 – 0,9g. originan fuerzas
de inercia que elevan la presión arterial, producen bradicardia e incluso paro
cardiaco. Por su parte, las aceleraciones de arranque pueden llegar hasta 0,8g.
provocando hipotensión y taquicardia (Molina, García y López, 2006).
Tras una deceleración brusca, los órganos internos pueden sufrir desinserción
y rotura, daños que dependerán de la intensidad de dicha deceleración. Ésta a
su vez está influenciada directamente por la velocidad inicial, e inversamente por
la distancia recorrida hasta la detención total.
Dicha deceleración, hace que los órganos internos tengan un peso aparente
muy superior al real, por lo que se recomienda que el traslado del paciente
inmovilizado, se haga sobre un colchón de vacío y mediante una fuerte sujeción
a la camilla de traslado (Molina, García y López, 2006).
B. Vibraciones
Las vibraciones son una forma de energía que se va a convertir, dentro del ser
humano, en una fuerza mecánica, en presión o en calor. En estos casos, es
necesario tener en cuenta ciertas características tales como el punto de impacto,
la dirección y la capacidad de amortiguación de los tejidos.
Además de esto, la intensidad del ruido impide llevar a cabo técnicas tales
como la toma de tensión arterial, la auscultación etc. Igualmente, las sirenas
producen efectos negativos tanto en la población como en el personal de los
servicios de urgencia, dado que se exige que tengan ciertas cualidades en cuanto
a potencia y frecuencia que impidan ser enmascaradas por otros sonidos (Molina,
García y López, 2006).
D. Temperatura
Por otro lado, la temperatura alta puede dar lugar a una sudoración profusa, y
afectar al equilibrio hidroelectrolítico en personas clínicamente estables. Además,
si los sueros poseen una temperatura de estas características, pueden provocar
en el paciente golpes de calor.
E. Monitorización
Destacamos, por tanto, que tan importante es una buena atención al paciente
como su adecuada manipulación y traslado. Es por esto que se van a tomar en
cuenta medidas necesarias, siempre y cuando la patología del paciente lo
permita, para el buen estado y comodidad del mismo durante el traslado.
INTRODUCCIÓN
OBJETIVOS
Información verbal
Transferencia documental
• Informar.
• Convencer.
• Persuadir.
Cuando nada más que interviene, de forma activa, uno de los implicados, se
dice que existe comunicación unilateral, mientras que cuando ambos interactúan
y, por tanto, se produce una respuesta o feedback, se dice que se trata de una
comunicación bilateral.
Se sabe que los seres humanos tienen cinco sentidos a través de los que se
comunican (vista, olfato, gusto, tacto y oído). Por ello, siempre que sea posible,
se tendrán que emplear la mayoría de ellos, para conseguir una comunicación
más efectiva y, a la vez, obtener una respuesta mejor.
Como norma general, está caracterizado por ser conciso, breve y uniforme
(Cruz Roja, 2003), a la vez que por su intensidad, su claridad y su interferencia
(Moltó y Ponce, 2008). Éstas últimas, pueden variar de la siguiente forma (Moltó
y Ponce, 2008):
• Intensidad:
o Inaudible.
o Débil.
o Buena –.
o Buena.
o Buena +.
• Claridad:
o Mala.
o Escasa.
o Regular.
o Buena.
o Excelente.
• Interferencia:
o Nula.
o Ligera.
o Moderada.
o Considerable.
o Extrema.
Las llamadas radiofónicas pueden ser de tres tipos (Cruz Roja, 2003):
Sin embargo, todas ellas deben responder tanto a los criterios de eficacia, como
a las normas generales sobre las comunicaciones habladas. Ambos son (Cruz
Roja, 2003):
• A: Alfa
• B: Bravo
• C: Charlie
• D: Delta
• E: Eco
• F: Fox trot
• G: Golf
• H: Hotel
• I: India
• J: Juliette
• K: Kiko
• L: Lima
• M: Mike
• N: November
• Ñ: Ñoño
• O: Oscar
• P: Papa
• Q: Quebec
• R: Romeo
• S: Sierra
• T: Tango
• U: Uniforme
• V: Víctor
• W: Whisky
• X: X-Ray
• Y: Yankee
• Z: Zulú
En lo que respecta a los números del 0 al 9, van relacionados con cada una de
las letras de la palabra murciélago de la siguiente manera (Moltó y Ponce, 2008):
• M: 9
• U: 8
• R: 7
• C: 6
• I: 5
• E: 4
• L: 3
• A: 2
• G: 1
• O: 0
Esto permite que los números se indiquen de la misma forma que las letras.
Por ejemplo, el número 9 se podría decir “Mike”. Sin embargo, existe otra forma
de codificación que puede procurar menos confusiones.
En este caso, se realizaría de la misma forma que la del código ICAO, con la
excepción de que en vez de usarse para las letras, se haría para los números.
Dicha codificación sería la siguiente (Guinot, 2007):
• 1: primero
• 2: segundo
• 3: tercero
• 4: cuarto
• 5: quinto
• 6: sexto
• 7: séptimo
• 8: octavo
• 9: noveno
• 0: negativo
Entre los equipos de Ofimática más frecuentes, cabe destacar los ordenadores,
faxes y fotocopiadoras, y cualquier tipo de máquina electrónica que posee un
microprocesador informático y que se utiliza para la gestión de la
documentación administrativa que se necesita para realizar la tarea del
transporte sanitario (Guinot, 2009).
2.2. Documentación asistencial y no asistencial
Para valorar el estado del paciente y los cambios que se presentan como
consecuencia de un accidente, se deben medir una serie de parámetros como
son: la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca, la temperatura, el relleno
capilar y la tensión arterial. Estos parámetros son los que se conocen como
constantes vitales o signos vitales.
Los valores de los diferentes signos vitales varían de una persona a otra y en
determinadas situaciones como, por ejemplo, en función de la hora del día, la
actividad física, las enfermedades o traumas, etc.
Se pueden definir las constantes vitales o signos vitales como una serie de
señales que indican e informan de las funciones básicas del organismo y que son
imprescindibles para la vida.
• Nombre y apellidos.
• Edad.
• Constantes vitales (pulso y respiración).
• Enfermedades que padezca o haya padecido y alergias.
• Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina...).
• Localización del dolor.
• Hormigueos, calambres, entorpecimiento de las piernas.
• Actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del
paciente a ellas.
• Si existe hemorragia, la cantidad aproximada y el origen.
• Si se está realizando la reanimación cardio-pulmonar, tiempo desde
la para tiempo que se está realizando la maniobra.
• Si existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, drogas o
alcohol, cuando, que cantidad y si hubo vómitos.
El traslado de estos pacientes debe realizarse al centro útil, es decir, aquel que
pueda dar solución a todos los problemas que el accidente haya generado en el
paciente. No siempre el centro útil es el más cercano al lugar del siniestro. La
existencia de servicios de neurocirugía, cirugía vascular, cirugía torácica, cirugía
cardiaca, etc., se antojan, en muchas ocasiones, fundamentales para poder
resolver el problema del paciente politraumatizado. Por ello, se debe trasladar al
paciente a un centro que disponga de dichas especialidades. El profesional de la
asistencia prehospitalaria debe manejar los rangos de tiempo junto con el estado
del paciente. Puede ocurrir que un paciente sea trasladado a un centro comarcal
que cuente sólo con cirugía general para solucionar una hemorragia que podría
resultar mortal en pocos minutos. Una vez solucionada se valorará un traslado
secundario al centro terciario que pueda cubrir todas las necesidades de ese
paciente.
Brevedad: Deben anotarse los datos más relevantes sin obviar ninguno, pero
evitando información innecesaria con el fin de dar al documento operatividad.
Firma: Para que un documento sea considerado válido debe ir firmado; de esta
forma, conoceremos el autor y su procedencia y podremos remitirnos a él en
caso de que tengamos alguna duda o necesitemos alguna aclaración.
• Intrahospitalarios
• Prehospitalarios
• Intercentros.
Esta clasificación nos indica de dónde provienen y qué función cumplen dichos
documentos.
Documentos intrahospitalarios
Los formularios físicos que pueden componer ésta documentación son: ficha
de ingreso, historia clínica inicial, volantes de pruebas diagnósticas, plan de
cuidados de enfermería, valoración de enfermería, continuidad de los cuidados,
resultados de pruebas diagnósticas y toda la documentación necesaria para el
seguimiento y la correcta atención del paciente.
Documentos prehospitalarios
Documentos Intercentros
Las razones por las que se hace la historia clínica de un paciente son:
La historia clínica puede incluir una serie de documentos que variarán de una
ocasión a otra, dependiendo de las circunstancias de cada paciente. Por ejemplo,
no todas las historias clínicas contendrán certificado de defunción u hoja de
intervención quirúrgica. Los más significativos son los siguientes:
• Ficha.
• Hoja de anamnesis.
• Hoja de exploración.
• Hoja de evolución.
• Hoja de tratamiento.
• Hoja de informes de laboratorio.
• Hoja de derivación.
• Registro de enfermería.
• Hoja de intervención quirúrgica.
• Informe clínico de alta.
• Autorizaciones.
• Certificado de defunción.
• Informe de urgencias.
Ficha
Hoja de anamnesis
Es una parte de la historia clínica donde se recogen todos los datos personales,
hereditarios y familiares del paciente, así como los hechos que le han llevado a
acudir a la consulta. La anamnesis costa de:
• Datos de la historia:
o El número de historia.
o El número de la seguridad social.
o Fecha de creación de la historia.
• Datos personales, de los que recogen los siguientes:
o Nombre y apellidos.
o Domicilio.
o Teléfono.
o Fecha y lugar de nacimiento.
o Situación laboral.
o Estado civil.
o Tiempo de residencia en la localidad.
Hoja de exploración
Hoja de evolución
Hoja de tratamiento
En esta hoja, común a todos los servicios de salud, se anotarán los fármacos
que se le hayan prescrito al paciente, así como las pruebas diagnósticas que se
le vayan a realizar.
Hoja de derivación
Registro de enfermería
Una vez finalizadas las atenciones al paciente, se le dará el alta, que puede ser
por mejoría o curación del proceso patológico o por defunción. También puede
ser voluntaria. En este caso, el paciente solicita su alta al personal facultativo.
Para que le sea concedida, el enfermo debe ser mayor de edad, mantener
intactas todas las facultades mentales y tener una patología que no suponga un
riesgo de contagio para el resto de la población. En todos los casos, el profesional
facultativo deberá rellenar el informe clínico de alta, donde indicará:
• Datos personales.
• Fecha de ingreso y resumen de la historia clínica.
• Diagnóstico.
• Evolución del estado de salud del paciente.
• Tratamiento que le ha sido aplicado durante su enfermedad y, si
fuese necesario, el tratamiento de continuación tras el alta.
• Plan de cuidados que necesita tras el alta, si lo hubiera.
• Resultado de las pruebas que le hayan sido realizadas.
• Todas las incidencias acaecidas en el transcurso de su patología.
• Fecha de alta y motivo de la misma.
Autorizaciones
Certificado de defunción
Informe de urgencias
Este informe debe ser cumplimentado por el personal facultativo en los casos
en los que el paciente acuda a un servicio de urgencias. En él debe indicarse:
En función a las utilidades que posee la historia clínica posee una serie de
características definitoria:
C. Documentos no clínicos
El triaje debe ser llevado a cabo por los médicos de mayor experiencia clínica
en RCP y Traumatología .
El tercer principio señala que las principales amenazas para la vida son las que
afectan a la ventilación pulmonar, a la adecuada perfusión de los tejidos y a la
relación entre ventilación y perfusión. Con ello se pretende expresa que parar
priorizar adecuadamente a los heridos se debe considerar su riesgo de asfixia y
su riesgo de shock, principalmente por hemorragia.
Para que el triaje sea adecuado, éste debe reunir una serie de características.
La clasificación debe ser:
Para llevar a cabo estas reglas se hace necesario que la persona responsable del
triaje sea un facultativo con una amplia experiencia en emergencias médicas y
un gran sentido clínico, además de poseer cualidades personales como dotes de
mando, serenidad, capacidad organizativa e imaginación.
El lugar debe ser amplio, para poder establecer una zona de inspección y
diferentes espacios en los que situar a las víctimas. El tamaño depende de
muchos factores, como el número de víctimas o la cantidad de recursos
desplegados, pero, como mínimo debe medir 20 metros cuadrados.
• Improvisación.
• Dramatismo.
• Condiciones medioambientales:
o Luz.
o Lluvia.
o Bajas temperaturas.
• La rapidez de la respuesta.
• Ausencia de un puesto de carga de ambulancias.
• Ausencia de protocolos asistenciales.
• Las dificultades de la documentación.
• La ausencia de criterios claros de los primeros intervinientes.
• La necesidad eventual de equipos pesados.
• Accesos difíciles.
• Ausencia de estrategias generales.
La toma del pulso es un dato de gran interés. A través del pulso se determina
su amplitud y la frecuencia cardiaca. Es un buen síntoma que el pulso radia sea
amplio pues indica que la perfusión periférica es adecuada, aunque lo contrario
no indica necesariamente mala perfusión. Si no se palpa el pulso radial, hay que
buscar el femoral y si éste no se palpa, el carotídeo. Cuando se sospecha desde
un principio de parada cardiorrespiratoria se comienza con la determinación del
pulso carotídeo.
Por último, tras la inspección y la evaluación del herido, hay que adoptar
una decisión terapéutica, que consistirá básicamente en determinar qué se va
hacer con el paciente, quién lo hará y dónde. Esta decisión se acompañará de la
activación de los elementos (personal y medios) necesarios para la puesta en
marcha de una cadena asistencial diferente para cada uno de los flujos de
asistencia.
Una vez conocidos estos datos, se activarán los recursos humanos y materiales
necesarios disponibles para poder llevar a cabo el objetivo.
E. Categorías de clasificación
Estas víctimas pueden tardar varias horas en ser atendidas sin que empeore
significativamente su pronóstico, lo que supone la principal característica
diferencial con respecto a los pacientes identificados con la etiqueta roja, que
éstos no pueden esperar.
• Shock estabilizado.
• Heridas viscerales, incluyendo perforación del tracto
gastrointestinal, heridas del tracto genito-urinario, heridas torácicas sin
asfixia, heridas vasculares que exigen cirugía reparadora.
• Todas las lesiones que hayan exigido la aplicación de torniquete.
Fracturas abiertas, abdomen agudo. Fracturas o dislocaciones
acompañadas de compromiso vascular.
• Pacientes en coma, traumatismos craneoencefálicos con focalidad,
politraumatizados, heridas abiertas abdominales.
• Dificultad respiratoria controlada.
• Quemados con lesiones del 20%.
La etiqueta verde se asigna a los heridos que pueden esperar más de seis horas
para ser atendidos, sin riesgo vital; aunque en una situación de catástrofe se
puede asignar correctamente una etiqueta verde a un herido que pueda quedar
con secuelas funcionales como consecuencia de la demora.
Del mismo modo que hay diferentes sistemas de clasificación, las tarjetas
también son distintas, aunque la finalidad siempre es la misma.
• M archa.
• R espiración.
• C irculación.
• C onciencia.
Algoritmos de actuación
Un algoritmo es una serie de pasos organizados que describe el proceso que
se debe seguir, para dar solución a un problema específico.
• START.
• MRCC.
• SHORT.
Enfermería: Obedece las órdenes médicas, controla las constantes del enfermo
y vigila los cambios de las mismas.
• Responsabilidad civil.
• Responsabilidad penal.
• Responsabilidad administrativa.
• Responsabilidad penal.
• Responsabilidad laboral.
• Responsabilidad corporativa o colegial.
Para la distribución de dichos líquidos, se hará uso del sistema circulatorio del
donante. De esta forma, una vez el órgano ha sido extraído, se sumerge en un
recipiente con una solución específica a 8º C.
Continuando con el artículo 14, destacar lo indicado con respecto a que las
organizaciones, los organismos o las empresas que participen en el transporte
de órganos dispondrán de protocolos adecuados para garantizar la integridad del
órgano durante el transporte, así como su realización en un tiempo adecuado.
Sin perjuicio de los criterios clínicos o de urgencia específicos de cada caso, el
transporte se organizará de conformidad con criterios de calidad, seguridad y
eficiencia.
En el primer caso, se deberán aplicar los requisitos exigidos por el acuerdo ADR
(2003), mientras que en el segundo medio de transporte, se tomarán las medidas
exigidas en la reglamentación sobre mercancías peligrosas incluidos en las
Instrucciones Técnicas para la seguridad en el transporte aéreo de mercancías
peligrosas de la organización de aviación civil.
Dado que el transporte terrestre es el más común y el que nos ocupa en este
caso, nos ceñiremos a los requisitos a cumplir en el embalaje de este tipo de
movimientos. En concreto, se expondrán a continuación los tipos de
contenedores, recipientes y etiquetas de reconocimiento que deben llevar
consigo (Ramón, 2003).
Embalajes
Etiquetas y señalizaciones
Por otro lado, hay que recordar la clasificación de agentes biológicos en cuatro
grupos de riesgo originalmente establecida por la OMS, que ha sido
internacionalmente adoptada por la distintas reglamentaciones sobre protección
frente a agentes biológicos y que en España se encuentra en el RD 664/97.
Todos estos factores son los que, a su vez, hacen que sea cada vez más
frecuente la creación de biobancos, colecciones de muestras que se han recogido
siguiendo unas normas de trabajo, que se han transportado y almacenado según
las recomendaciones actuales, que disponen de datos asociados a las muestras
y que cumplen con los requisitos éticos y legales.