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TEMA 20.

NORMAS GENERALES DE COMPORTAMIENTO EN LA CIRCULACIÓN

En este tema se citan normas generales de comportamiento relativas a distintos tipos


de usuarios de la vía. Se mencionan también obligaciones de otros sujetos de las
mismas como los titulares de vehículos y se trata de forma individualizada a dos
categorías que por su vulnerabilidad son objeto de una regulación específica como los
peatones y ciclistas.

Las normas generales de comportamiento en la circulación se encuentran recogidas


en el título I del Reglamento General de Circulación

1. NORMAS GENERALES

- Los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no


entorpezcan indebidamente la circulación, ni causen peligro, perjuicios o
molestias innecesarias a las personas o daños a los bienes.

- Se prohíbe arrojar, depositar o abandonar sobre la vía, objetos o materias que


puedan entorpecer la libre circulación, parada o estacionamiento, hacerlos peligrosos
o deteriorar aquélla o sus instalaciones o producir en la misma o en sus
inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular, parar
o estacionar.

- La realización de obras, instalaciones, colocación de contenedores, mobiliario urbano


o cualquier otro elemento u objeto de forma permanente o provisional en las vías o
terrenos objeto de aplicación de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos
a motor y seguridad vial, necesitará la autorización previa del titular de las mismas y
se regirán por lo dispuesto en la legislación de carreteras y en sus reglamentos de
desarrollo, y en las normas municipales. Las mismas normas serán aplicables a la
interrupción de las obras en razón de las circunstancias o características especiales
de tráfico, que podrán llevarse a efecto a petición del Organismo Autónomo Jefatura
Central de tráfico.

- No se instalará en vías o terrenos objeto del ámbito de aplicación de la legislación


sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial ningún aparato,
instalación o construcción, ni se realizarán actuaciones como rodajes, encuestas o
ensayos, aunque sea con carácter provisional o temporal, que pueda entorpecer la
circulación.

- Quienes hubieran creado sobre la vía algún obstáculo o peligro deberán hacerlo
desaparecer lo antes posible, adoptando entre tanto las medidas necesarias para
que pueda ser advertido por los demás usuarios y para que no se dificulte la
circulación.

No se considerarán obstáculos en la calzada los resaltos en los pasos para peatones


y bandas transversales, siempre que cumplan la regulación básica establecida al
efecto por el Ministerio de Fomento y se garantice la seguridad vial de los usuarios y,
en particular, de los ciclistas.

- Para advertir la presencia en la vía de cualquier obstáculo o peligro creado, el


causante del mismo deberá señalizarlo de forma eficaz, tanto de día como de noche
utilizando la luz de emergencia si el vehículo la lleva y, cuando proceda, las
luces de posición y de gálibo, en tanto se deja expedita la vía. Además, todo
conductor deberá emplear los dispositivos de preseñalización de peligro
reglamentarios para advertir dicha circunstancia, salvo que las condiciones de la
circulación no permitieran hacerlo. Tales dispositivos se colocarán, uno por delante y
otro por detrás del vehículo o la carga, como mínimo a 50 metros de distancia y en
forma tal que sean visibles desde 100 metros, al menos, por los conductores que se
aproximen. En calzadas de sentido único, o de más de tres carriles, bastará la
colocación de un solo dispositivo, situado como mínimo 50 metros antes en la forma
anteriormente indicada.

- Se prohíbe arrojar a la vía o en sus inmediaciones cualquier objeto que pueda dar
lugar a la producción de incendios o, en general, poner en peligro la seguridad vial.

- Los vehículos no podrán circular por las vías o terrenos objeto de la legislación sobre
tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial emitiendo perturbaciones
electromagnéticas, con niveles de emisión de ruido superiores a los límites
establecidos por las normas específicamente reguladoras de la materia, así como
tampoco podrán emitir gases o humos en valores superiores a los límites
establecidos ni en los supuestos de haber sido objeto de una reforma de importancia
no autorizada, todo ello de acuerdo con la reglamentación contemplada en el Anexo
I del Reglamento de Vehículos.

- Todos los conductores de vehículos quedan obligados a colaborar en las pruebas


de detección que permitan comprobar las posibles deficiencias indicadas.

- Tanto en las vías públicas urbanas como en las interurbanas se prohíbe la circulación
de vehículos a motor y ciclomotores con el llamado escape libre, sin el preceptivo
dispositivo silenciador de las explosiones.

Se prohíbe, asimismo, la circulación de los vehículos mencionados cuando los gases


expulsados por los motores, en lugar de atravesar un silenciador eficaz, salgan
desde el motor a través de uno incompleto, inadecuado, deteriorado, o a través de
tubos resonadores, y la de los de motor de combustión interna que circulen sin
hallarse dotados de un dispositivo que evite la proyección descendente al exterior de
combustible no quemado o lancen humos que puedan dificultar la visibilidad a los
conductores de otros vehículos o resulten nocivos.

- Queda prohibida la emisión de contaminantes producidos por vehículos a motor,


cualquiera que fuere su naturaleza, por encima de las limitaciones previstas en las
normas reguladoras de los vehículos.

- Igualmente queda prohibida dicha emisión por otros focos emisores de


contaminantes distintos a los producidos por vehículos a motor, cualquiera que fuese
su naturaleza, por encima de los niveles que el Gobierno establezca con carácter
general.

Quedan prohibidos, en concreto, los vertederos de basuras y residuos dentro de


la zona de afección de las carreteras, en todo caso, y fuera de ella cuando exista
peligro de que el humo producido por la incineración de las basuras o incendios
ocasionales pueda alcanzar la carretera.
2. NORMAS GENERALES DE LOS CONDUCTORES
*Conductores (Art. 3, 17, 18 y 19 del RGC y art. 10 de la LSV). El reglamento se refiere
a conductores de cualquier tipo de vehículo. Así se establecen como normas generales
de actuación las siguientes:

a) Los conductores deben utilizar el vehículo con la diligencia, precaución y no


distracción necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no
poner en peligro, tanto a sí mismo como a los demás ocupantes del vehículo y
al resto de los usuarios de vía.
b) Los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar
sus vehículos o animales. Al aproximarse a otros usuarios de la vía, deberán
adoptar las precauciones necesarias para su seguridad, especialmente cuando
se trate de niños, ancianos, invidentes u otras personas manifiestamente
impedidas.
c) El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de
movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la
conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes
del vehículo y demás usuarios de la vía.
d) Se prohíbe que en los vehículos se instalen mecanismos o sistemas, se
lleven instrumentos o se acondicionen de forma encaminada a eludir la
vigilancia de los agentes de tráfico.
e) El conductor deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada,
y como responsable del vehículo, también de que la mantengan el resto de los
pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados
para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos.

Existen además otras normas de obligado cumplimiento que afectan tanto a conductores
como usuarios, especialmente a aquellos que circulan en calidad de ocupantes, como
son la utilización de cinturones de seguridad, el casco y otros elementos de protección
y otras que regulan determinados comportamientos ante situaciones extraordinarias
como la actuación en caso de emergencia, o rutinarias como la carga de combustible y
que pasamos a tratar a continuación.

-Cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil

Los conductores y ocupantes de vehículos a motor y ciclomotores están obligados a


utilizar el cinturón de seguridad, el casco y demás elementos de protección en los casos
y condiciones que se recogen más adelante y en las normas reguladoras de los
vehículos, con las excepciones que igualmente se fijan, de acuerdo con las
recomendaciones internacionales en la materia y atendiendo a las especiales
condiciones de los conductores discapacitados.

Cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil homologados.


1. El conductor y los ocupantes de los vehículos estarán obligados a utilizar,
debidamente abrochados, los cinturones de seguridad homologados, tanto en la
circulación por vías urbanas como interurbanas. Esta obligación, en lo que se refiere
a los cinturones de seguridad, no será exigible en aquellos vehículos que no los
tengan instalados.
En todo caso, los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 centímetros
deberán utilizar sistemas de retención infantil y situarse en el vehículo de acuerdo
con lo dispuesto en los apartados siguientes.
2. En los vehículos de más de nueve plazas, incluido el conductor, se informará a los
pasajeros de la obligación de llevar abrochados los cinturones de seguridad u otros
sistemas de retención infantil homologados, por el conductor, por el guía o por la
persona encargada del grupo, a través de medios audiovisuales o mediante letreros
o pictogramas, de acuerdo con el modelo que figura en el anexo IV, colocado en
lugares visibles de cada asiento.
En estos vehículos, los ocupantes a que se refiere el párrafo segundo del apartado
1 de tres o más años deberán utilizar sistemas de retención infantil homologados
debidamente adaptados a su talla y peso. Cuando no se disponga de estos sistemas
utilizarán los cinturones de seguridad, siempre que sean adecuados a su talla y
peso.
3. En los vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, los ocupantes a
que se refiere el párrafo segundo del apartado 1 deberán utilizar sistemas de
retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso. Dichos
ocupantes deberán situarse en los asientos traseros. Excepcionalmente podrán
ocupar el asiento delantero, siempre que utilicen sistemas de retención infantil
homologados debidamente adaptados a su talla y peso, en los siguientes casos:

- Cuando el vehículo no disponga de asientos traseros.


- Cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por los menores a que
se refiere el párrafo segundo del apartado 1.
- Cuando no sea posible instalar en dichos asientos todos los sistemas de
retención infantil.
En caso de que ocupen los asientos delanteros y el vehículo disponga de airbag
frontal, únicamente podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia atrás si
el airbag ha sido desactivado.
4. Los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo
con las instrucciones que haya facilitado su fabricante a través de un manual, folleto
o publicación electrónica. Las instrucciones indicarán de qué forma y en qué tipo de
vehículos se pueden utilizar de forma segura.
5. La falta de instalación y la no utilización de los cinturones de seguridad y otros
sistemas de retención infantil homologados tendrá la consideración de infracción
grave o muy grave, conforme a lo establecido en el artículo 65, apartados 4.h) y
5.ll), respectivamente, del texto articulado.

Exenciones a la obligatoriedad de utilizar los cinturones de seguridad

No obstante lo recogido anteriormente, podrán circular sin los cinturones de seguridad


u otros sistemas de retención homologados:

– Los conductores, al efectuar la maniobra de marcha atrás o de


estacionamiento.
– Las personas provistas de un certificado de exención por razones médicas
graves o discapacitadas. Este certificado deberá ser presentado cuando lo
requiera cualquier agente de la autoridad responsable del tráfico.
– Todo certificado de este tipo expedido por la autoridad competente de un
Estado miembro de la Unión Europea será válido en España acompañado de
su traducción oficial.
La exención alcanzará igualmente cuando circulen en poblado, pero en ningún caso
cuando lo hagan por autopistas, autovías o carreteras convencionales a:

– Los conductores de taxis cuando estén de servicio.


– Asimismo, cuando circulen en tráfico urbano o áreas urbanas de grandes
ciudades, podrán transportar a personas menores de edad cuya estatura no
alcance los 135 centímetros sin utilizar un dispositivo de retención
homologado adaptado a su talla y a su peso, siempre que ocupen un asiento
trasero.
– Los distribuidores de mercancías, cuando realicen sucesivas operaciones de
carga y descarga de mercancías en lugares situados a corta distancia unos
de otros.
– Los conductores y pasajeros de los vehículos en servicio de urgencia.
– Las personas que acompañen a un alumno o aprendiz durante el aprendizaje
de la conducción o las pruebas de aptitud y estén a cargo de los mandos
adicionales del automóvil, responsabilizándose de la seguridad de la
circulación.
-El casco y otros elementos de protección

CASCO

Los conductores y pasajeros de motocicletas o motocicletas con sidecar, de vehículos


de tres ruedas y cuadriciclos, de ciclomotores y de vehículos especiales tipo “quad”,
deberán utilizar adecuadamente cascos de protección homologados o certificados
según la legislación vigente, cuando circulen tanto en vías urbanas como interurbanas.

El conductor y, en su caso, los ocupantes de bicicletas y ciclos en general estarán


obligados a utilizar el casco de protección en las vías urbanas, interurbanas y travesías,
en los términos que reglamentariamente se determine siendo obligatorio su uso por los
menores de dieciséis años, y también por quienes circulen por vías interurbanas.

Exenciones a la obligatoriedad de utilizar el casco de protección

Se eximirá de lo dispuesto en el apartado anterior a las personas provistas de un


certificado de exención por razones médicas graves, expedido de conformidad con lo
anteriormente expuesto para los cinturones de seguridad.

Este certificado deberá expresar su periodo de validez y estar firmado por un facultativo
colegiado en ejercicio. Deberá, además, llevar o incorporar el símbolo establecido por
la normativa vigente.

Cuando las motocicletas, los vehículos de tres ruedas o los cuadriciclos y los
ciclomotores cuenten con estructuras de autoprotección y estén dotados de cinturones
de seguridad y así conste en la correspondiente Tarjeta de Inspección Técnica o en el
Certificado de Características del ciclomotor, sus conductores y viajeros quedarán
exentos de utilizar el casco de protección, viniendo obligados a usar el referido cinturón
de seguridad cuando circulen tanto en vías urbanas como interurbanas.
CHALECO REFLECTANTE

Los conductores de turismos, de autobuses, de automóviles destinados al transporte de


mercancías, de vehículos mixtos, de conjuntos de vehículos no agrícolas, así como los
conductores y personal auxiliar de los vehículos piloto de protección y acompañamiento
deberán utilizar un chaleco reflectante de alta visibilidad, que figura entre la dotación
obligatoria del vehículo, cuando salgan del mismo y ocupen la calzada o el arcén de las
vías interurbanas.
El chaleco citado estará debidamente certificado por la normativa que regulan las
condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos
de protección individual.
-Apoyacabezas u otros elementos de protección

La instalación, en cualquier vehículo, de apoyacabezas u otros elementos de protección


estará subordinada a que cumplan las condiciones que se determinan en las normas
reguladoras de vehículos.
- Transporte de personas
Se prohíbe transportar en los vehículos personas de forma distinta a la que se determina
en las normas que a continuación se exponen.
El número de personas transportadas en un vehículo no podrá ser superior al de las
plazas que tenga autorizadas, sin que, en ningún caso, pueda sobrepasarse, entre
viajeros y equipaje, la masa máxima autorizada para el vehículo.
Está prohibido transportar personas en emplazamiento distinto al destinado y
acondicionado para ellas en los vehículos.
No obstante, en los vehículos de transporte de mercancías o cosas podrán viajar
personas en el lugar reservado a la carga en las condiciones que se establecen en las
disposiciones que regulan la materia.
Los vehículos autorizados a transportar simultáneamente personas y carga deberán
estar provistos de una protección adecuada a la carga que transporten, de manera que
no estorbe a los ocupantes ni pueda dañarlos en caso de ser proyectada.
Dicha protección se ajustará a lo establecido en la legislación reguladora de los
vehículos.
Queda prohibido circular con menores de edad de estatura igual o inferior a 135
centímetros de altura, situados en los asientos delanteros del vehículo, salvo que utilicen
dispositivos homologados al efecto.
Excepcionalmente podrán ocupar el asiento delantero, siempre que utilicen sistemas de
retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso, en los
siguientes casos:

1. Cuando el vehículo no disponga de asientos traseros.


2. Cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por los menores a que
se refiere el párrafo segundo del apartado 1.
3. Cuando no sea posible instalar en dichos asientos todos los sistemas de
retención infantil.
Queda prohibido circular con menores de doce años como pasajeros de
ciclomotores o motocicletas, con o sin sidecar, por cualquier clase de vía.
Excepcionalmente se permitirá la circulación a partir de los siete años, siempre que
los conductores sean los padres o madres, tutores o persona autorizada por ellos,
utilicen casco homologado y se cumplan las siguientes condiciones específicas de
seguridad:

− Que vaya a horcajadas y con los pies apoyados en los reposapiés laterales.

− Que utilice el asiento correspondiente detrás del conductor. En ningún caso podrá
situarse el pasajero en lugar intermedio entre la persona que conduce y el manillar
de dirección del ciclomotor
-Actuación en caso de emergencia

Los usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico, lo presencien
o tengan conocimiento de él estarán obligados a auxiliar o solicitar auxilio para atender
a las víctimas, si las hubiere, prestar su colaboración para evitar mayores peligros o
daños, restablecer, en la medida de lo posible, la seguridad de la circulación y esclarecer
los hechos.
Todo usuario de la vía implicado en un accidente de circulación deberá, en la medida
de lo posible:
- Detenerse de forma que no cree un nuevo peligro para la circulación.
- Hacerse una idea de conjunto de las circunstancias y consecuencias del
accidente, que le permita establecer un orden de preferencias, según la
situación, respecto a las medidas a adoptar para garantizar la seguridad de la
circulación, auxiliar a las víctimas, facilitar su identidad y colaborar con la
Autoridad o sus Agentes.
- Esforzarse por restablecer o mantener la seguridad de la circulación y si,
aparentemente, hubiera resultado muerta o gravemente herida alguna persona
o se hubiera avisado a la Autoridad o sus Agentes, evitar la modificación del
estado de las cosas y de las huellas u otras pruebas que puedan ser útiles para
determinar la responsabilidad, salvo que con ello se perjudique la seguridad de
los heridos o de la circulación.
- Prestar a los heridos el auxilio que resulte más adecuado, según las
circunstancias, y, especialmente, recabar auxilio sanitario de los servicios que
pudieran existir al efecto.
- Avisar a la Autoridad o a sus Agentes si, aparentemente, hubiera resultado
herida o muerta alguna persona, así como permanecer o volver al lugar del
accidente hasta la llegada de aquéllos, a menos que hubiera sido autorizado por
éstos a abandonar el lugar o debiera prestar auxilio a los heridos o ser él mismo
atendido; no será necesario, en cambio, avisar a la Autoridad o a sus Agentes,
ni permanecer en el lugar del hecho, si sólo se han producido heridos claramente
leves, la seguridad de la circulación está restablecida y ninguna de las personas
implicadas en el accidente lo solicita.
- Comunicar, en todo caso, su identidad a otras personas implicadas en el
accidente, si se lo pidieren; cuando sólo se hubieran ocasionado daños
materiales y alguna parte afectada no estuviera presente, tomar las medidas
adecuadas para proporcionarle, cuanto antes, su nombre y dirección, bien
directamente o, en su defecto, por intermedio de los Agentes de la Autoridad.
- Facilitar los datos del vehículo a otras personas implicadas en el accidente, si lo
pidieren.

- Salvo en los casos en que, manifiestamente, no sea necesaria su colaboración,


todo usuario de la vía que advierta que se ha producido un accidente de
circulación, sin estar implicado en el mismo, deberá cumplimentar, en cuanto le
sea posible y le afecten, las prescripciones establecidas anteriormente, a no ser
que se hubieran personado en el lugar del hecho la Autoridad o sus Agentes.

-Puertas

Se prohíbe llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su completa
inmovilización y abrirlas o apearse del mismo sin haberse cerciorado previamente de
que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios, especialmente cuando
se refiere a conductores de bicicletas.
Como norma general, se entrará y saldrá del vehículo por el lado más próximo al borde
de la vía y sólo cuando aquél se halle parado.
Toda persona no autorizada se abstendrá de abrir las puertas de los vehículos
destinados al transporte colectivo de viajeros, así como cerrarlas en las paradas,
entorpeciendo la entrada de viajeros.
-Carga de combustible

Para cargar combustible en el depósito de un vehículo debe éste hallarse con el motor
parado.
Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos
últimos, no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y
apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio, y los
dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles.
En ausencia de los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados
de estos últimos, el conductor del vehículo o, en su caso, la persona que vaya a cargar
el combustible en el vehículo, deberá cumplir los mismos requisitos recogidos en el
párrafo anterior.

2. NORMAS RELATIVAS A USUARIOS VULNERABLES DE LA VIA: PEATONES Y


BICICLETAS:

PEATONES:

1. Definición de peatón y referencia a su comportamiento.

El peatón aparece definido en el Anexo I del Real Decreto Legislativo 6/2015 por el que
se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico Circulación de Vehículos a Motor
y Seguridad Vial (LTSV), como aquella persona que, sin ser conductor, transita a pie por
las vías o terrenos a que se refiere el artículo 2. Son también peatones quienes empujan
o arrastran un coche de niño o de una persona con discapacidad o

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cualquier otro vehículo sin motor de pequeñas dimensiones, los que conducen a pie un
ciclo o ciclomotor de dos ruedas y las personas con discapacidad que circulan al paso
en una silla de ruedas, con o sin motor.
Resulta evidente que los peatones son los usuarios que presentan un mayor índice de
letalidad, especialmente en vías interurbanas y, por ende, también se consideran un
grupo de riesgo. De hecho, el caso más frecuente de fallecimiento por atropello se
observa rebasados los 64 años, mientras que la mayoría de peatones heridos graves
están en los grupos de 0 a 14 años y de 75 años en adelante. Por eso el Plan Estratégico
de Seguridad Vial 2.011-2.020 les dedica especial atención como un colectivo clave al
que hay que proteger por su vulnerabilidad, potenciando la movilidad segura en las
zonas urbanas. Los objetivos operativos son los siguientes:
o Promover el desplazamiento a pie como modo de movilidad eficiente realizando
campañas de promoción de los mismos y sus ventajas, entre otras posibilidades.

o Proporcionar espacios seguros de movilidad para peatones, fomentando su


mayor visibilidad; revisando las travesías y accesos a poblaciones para adecuar
la velocidad a las exigencias de la seguridad vial; promoviendo la disciplina en
los semáforos; etc.

o Mejorar el conocimiento sobre la accidentalidad de los peatones y su movilidad


disponiendo de los datos de exposición al riesgo y acometiendo estudios que
permitan caracterizar sus perfiles de accidentalidad, etc.

2. Circulación de peatones por vías urbanas.

El número de peatones que circula por vías urbanas es muy superior al que se observa
en las vías interurbanas. La circulación peatonal se regula en el artículo 49 de la LTSV
especificando que los peatones están obligados a transitar por la zona peatonal,
salvo cuando ésta no exista o no sea practicable, en cuyo caso podrán hacerlo
por el arcén o, en su defecto, por la calzada, de acuerdo con las normas que
reglamentariamente se determinen.
Por su parte, el artículo 121 del Reglamento de Circulación(RGC) se refiere a la
circulación por las zonas peatonales y sus excepciones, en los siguientes términos:
Los peatones están obligados a transitar por la zona peatonal, salvo cuando ésta no
exista o no sea practicable. En tal caso, podrán hacerlo por el arcén o, en su defecto,
por la calzada, de acuerdo con las normas que se determinan en el artículo 122, que
será analizado con posterioridad. Sin embargo, aun cuando haya zona peatonal y
siempre que adopte las debidas precauciones, podrá circular por el arcén o por la
calzada si aquél no existiera o no resultase transitable, en los siguientes supuestos:
o Cuando el peatón lleve algún objeto voluminoso o empuje o arrastre un vehículo
de reducidas dimensiones que no sea de motor, si su circulación por la zona
peatonal o por el arcén pudiera constituir un estorbo considerable para los demás
peatones.

o Todo grupo de peatones dirigido por una persona o que forme cortejo.

o El impedido que transite en silla de ruedas con o sin motor, a velocidad del paso
humano.

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Todo peatón debe circular por la acera de la derecha con relación al sentido de su
marcha. Cuando circule por la acera o paseo izquierdo, debe ceder siempre el paso a
los que lleven su mano y no debe detenerse de forma que impida el paso por la acera a
los demás, a no ser que resulte inevitable para cruzar por un paso de peatones o subir
a un vehículo. No obstante, en la circulación por la calzada o el arcén dentro de poblado,
la circulación de peatones podrá hacerse por la derecha o por la izquierda, según las
circunstancias concretas del tráfico, de la vía o de la visibilidad.
Los que utilicen monopatines, patines o aparatos similares no podrán circular por la
calzada, salvo que se trate de zonas, vías o partes de éstas que les estén especialmente
destinadas. Sólo podrán circular a paso de persona por las aceras o por las calles
residenciales debidamente señalizadas, sin que en ningún caso se permita que sean
arrastrados por otros vehículos. Finalmente, la circulación de toda clase de vehículos en
ningún caso deberá efectuarse por las aceras y demás zonas peatonales.
3. Circulación de peatones por vías interurbanas.

El mismo artículo 49 de la LTSV determina que fuera de poblado, en todas las vías
objeto de esa Ley y en tramos de poblado incluidos en el desarrollo de una carretera
que no dispongan de espacio especialmente reservado para peatones, la circulación de
los mismos se hará por la izquierda como norma general. Añade que salvo en los casos
y en las condiciones que reglamentariamente se determinen, queda prohibida la
circulación de peatones por autopistas.
Analizando el desarrollo reglamentario de este precepto, se observan las siguientes
consideraciones:
Respecto a la circulación por la calzada o el arcén, el artículo 122 del RGC reitera lo
indicado por el texto refundido respecto a la circulación por la izquierda fuera de poblado,
exceptuando la circulación de peatones por la derecha cuando concurran circunstancias
que así lo justifiquen por razones de mayor seguridad. No obstante lo dispuesto con
anterioridad, deberán circular siempre por su derecha:
o Los que empujen o arrastren un ciclo o ciclomotor de dos ruedas, carros de
mano o aparatos similares.

o Todo grupo de peatones dirigido por una persona o que forme cortejo.

o Los impedidos que se desplacen en silla de ruedas.

Todos ellos habrán de obedecer las señales dirigidas a los conductores de vehículos,
es decir, las de los agentes y semáforos siempre, y todas las demás en cuanto les sean
aplicables.
La circulación por el arcén o por la calzada se hará con prudencia, sin entorpecer
innecesariamente la circulación, y aproximándose cuanto sea posible al borde exterior
de aquéllos. Salvo en el caso de que formen un cortejo, deberán marchar unos tras otros
si la seguridad de la circulación así lo requiere, especialmente en casos de poca
visibilidad o de gran densidad de circulación de vehículos.
Cuando exista refugio, zona peatonal u otro espacio adecuado, ningún peatón debe
permanecer detenido en la calzada ni en el arcén, aunque sea en espera de un vehículo,
y para subir a éste, sólo podrá invadir aquélla cuando ya esté a su altura. Al apercibirse
de las señales ópticas y acústicas de los vehículos prioritarios, despejarán la calzada y
permanecerán en los refugios o zonas peatonales. Por último, la

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circulación en las calles residenciales debidamente señalizadas con la señal S-28
regulada en el artículo 159 del RGC, se ajustará a lo dispuesto en dicha señal.
La circulación nocturna también merece una regulación específica por parte del RGC.
En su artículo 123 preceptúa que, fuera del poblado, entre el ocaso y la salida del sol o
en condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la
visibilidad, todo peatón, cuando circule por la calzada o el arcén, deberá ir provisto de
un elemento luminoso o retrorreflectante homologado y que sea visible a una distancia
mínima de 150 metros para los conductores que se le aproximen. Los grupos de
peatones dirigidos por una persona o que formen cortejo llevarán, además, en el lado
más próximo al centro de la calzada, las luces necesarias para precisar su situación y
dimensiones, las cuales serán de color blanco o amarillo hacia adelante y rojo hacia
atrás y, en su caso, podrán constituir un solo conjunto.

Por último, se regula la circulación por autopistas y autovías en los siguientes términos:
se prohíbe la circulación de peatones por autopistas, de modo que los conductores de
vehículos que circulen por las mismas deberán hacer caso omiso a las peticiones de
pasaje que reciban en cualquier tramo, incluidas las explanadas de las estaciones de
peaje. Las excepciones previstas para esta regla general son las siguientes:

o Si por accidente, avería, malestar físico de sus ocupantes u otra emergencia


tuviera que inmovilizarse un vehículo en una autopista o autovía y fuere
necesario solicitar auxilio, se utilizará el poste de socorro más próximo. Si la vía
no estuviere dotada de este servicio, podrá requerirse el auxilio de los usuarios,
sin que ninguno de los ocupantes del vehículo pueda transitar por la calzada.

Los ocupantes o servidores de los vehículos de los servicios de urgencia o especiales


podrán circular por las autopistas y autovías siempre que sea estrictamente
indispensable para la prestación del correspondiente servicio y adopten las medidas
oportunas para no comprometer la seguridad de ningún usuario.
El artículo 124 del RGC regula expresamente los pasos para peatones y el cruce de
calzadas. Indica que en zonas donde existan pasos para peatones, los que se
dispongan a atravesar la calzada deberán hacerlo precisamente por ellos, sin que
puedan efectuarlo por las proximidades. Cuando tales pasos sean a nivel, se
observarán, además, las siguientes reglas:

o Si el paso dispone de semáforos para peatones, obedecerán sus indicaciones.

o Si no existiera semáforo para peatones pero la circulación de vehículos estuviera


regulada por agente o semáforo, no penetrarán en la calzada mientras la señal del
agente o del semáforo permita la circulación de vehículos por ella.

o En los restantes pasos para peatones señalizados mediante la correspondiente


marca vial, aunque tienen preferencia, sólo deben penetrar en la calzada cuando
la distancia y la velocidad de los vehículos que se aproximen permitan hacerlo
con seguridad.

Para atravesar la calzada fuera de un paso para peatones, deberán cerciorarse de que
pueden hacerlo sin riesgo ni entorpecimiento indebido. En cualquier caso, al atravesar
la calzada deben caminar perpendicularmente al eje de ésta, no demorarse ni detenerse
en ella sin necesidad y no entorpecer el paso a los demás. Por último, los peatones no
podrán atravesar las plazas y glorietas por su calzada, por lo que deberán rodearlas.

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PRIORIDAD DE PASO DE LOS VEHÍCULOS SOBRE LOS PEATONES:
EXCEPCIONES.

La LTSV, en su artículo 25, y el RGC, en su artículo 65, contemplan la prioridad de


paso de los vehículos sobre los peatones siempre que sus trayectorias se corten. No
obstante, también regulan una serie de supuestos en los que esta regla general se
invierte, otorgándose prioridad de paso a los peatones sobre los vehículos. En concreto,
se trata de los siguientes:

o En los pasos para peatones debidamente señalizados.

o Cuando vayan a girar con su vehículo para entrar en otra vía y haya peatones
cruzándola, aunque no exista paso para éstos.

o Cuando el vehículo cruce un arcén por el que estén circulando peatones que no
dispongan de zona peatonal.

o En las zonas peatonales, cuando los vehículos las crucen por los pasos
habilitados al efecto, los conductores tienen la obligación de dejar pasar a los
peatones que circulen por ellas.

o A los peatones que vayan a subir o hayan bajado de un vehículo de transporte


colectivo de viajeros, en una parada señalizada como tal, cuando se encuentren
entre dicho vehículo y la zona peatonal o refugio más próximo.

o A las tropas en formación, filas escolares o comitivas organizadas.

CIRCULACIÓN DE BICICLETAS:

La bicicleta y el ciclomotor han sufrido una importante transformación estando su uso


en la actualidad afectado por los vehículos más rápidos y pesados con los que debe
compartir la vía, adaptando infraestructuras para evitar en lo posible nuevas situaciones
de riesgo y adaptando la normativa para mantener las posibilidades de disfrute de
bicicletas y ciclomotores.

En concreto la bicicleta ha pasado de ser un elemento necesario para el transporte diario


y económico, a ser un elemento para el ocio y el disfrute los días festivos.

Estas modificaciones se reflejan también en el concepto de bicicleta y ciclomotor


recogidas normativamente. en la LTSV, donde en el número 7 del Anexo I define el ciclo
como el vehículo de dos ruedas, por lo menos, accionado exclusivamente por el
esfuerzo muscular de las personas que lo ocupan, en particular mediante pedales o
manivelas. En su número 8 define la bicicleta como el ciclo de dos ruedas.
El Reglamento General de vehículos se añade un tercer concepto, el de "Bicicleta de
pedaleo asistido" como la "bicicleta que utiliza un motor, con potencia no superior a 0'5
kw. como ayuda al esfuerzo muscular del conductor
Por su parte, de la definición de bicicleta de pedaleo asistido se puede deducir que, pese
a llevar un motor se trata de una bicicleta y por lo tanto le será de aplicación la normativa
que afecta a las bicicletas.

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Condiciones técnicas de ciclos y bicicletas
En relación con los ciclos, el Reglamento de vehículos indica que:
1) Los ciclos, para poder circular, deberán disponer de:
o Un sistema adecuado de frenado que actúe sobre las ruedas delanteras y
traseras.
o Un timbre, prohibiéndose el empleo de otro aparato acústico distinto de
aquél.
2) Además, para circular de noche, por tramos de vías señalizados con la señal
de "túnel" o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que
disminuyan sensiblemente la visibilidad, los ciclos, exceptuando las bicicletas,
deberán disponer de:
o Luz de posición delantera y trasera.

o Catadióptricos traseros y laterales no triangulares.

o Catadióptricos en los pedales.

PECULIARIDAD DE LAS NORMAS QUE REGULAN LA CIRCULACIÓN DE


BICICLETAS
Existen toda una serie de normas que afectan especialmente a estos vehículos, bien
por ir dirigidas a sus conductores o a otros usuarios que deben adoptar determinadas
precauciones al coincidir con bicicletas o ciclomotores:
En cuanto a la autorización para conducir no se precisa ningún tipo de autorización para
la conducción de ciclos o bicicletas ni para las bicicletas de pedaleo asistido
En relación con la obligación de aseguramiento, las bicicletas no tienen obligación de
estar aseguradas.
Respecto a las normas de homologación del vehículo, el artículo 22 del Reglamento de
Vehículos señala que las bicicletas y las bicicletas con pedaleo asistido corresponderán
a tipos homologados y en lo que respecta a la matriculación los ciclos no tienen que ser
matriculados.
En cuanto a los elementos de protección, el artículo 118 del R. de circulación dispone
respecto de los conductores de bicicletas y, en su caso, los ocupantes estarán obligados
a utilizar cascos de protección homologados o certificados según la legislación vigente,
cuando circulen en vías interurbanas, salvo en rampas ascendentes prolongadas
(concepto que no está definido) o por razones médicas que se acreditaran mediante el
oportuno certificado o en condiciones extremas de calor.
La Ley 6/2014 de 7 de abril introdujo la obligatoriedad del uso a los menores de 16 años
utilicen el casco también en vías urbanas y travesías.
En cuanto a la utilización de prendas reflectantes, el artículo 75 de la LSV califica como
falta leve no hacer uso por parte de los usuarios de bicicletas de los elementos y prendas
reflectantes previstas, el artículo 98.3 del R. de circulación que dispone que cuando sea
obligatorio el uso del alumbrado, los conductores de bicicletas llevarán, además,
colocada alguna prenda reflectante que permita a los conductores y demás usuarios
distinguirlos a una distancia de 150 metros si circulan por vía interurbana.

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En relación con la acomodación, los ciclos, que por construcción no puedan ser
ocupados por más de una persona podrán transportar, no obstante, cuando el conductor
sea mayor de edad, un menor de hasta 7 años en asiento adicional que habrá de ser
homologado (art. 12 RG circulación.
En cuanto a los remolques podrán arrastrar un remolque o semirremolque siempre que
no superen el 50%de la masa en vacío del vehículo tractor y:
a) La circulación sea de día y en condiciones que no disminuyan la visibilidad
b) La velocidad de circulación se reduzca un 10% respecto de las genéricas
del artículo 48.
c) En ningún caso se transporten personas en el vehículo remolcado.
En cuanto al número de ocupantes, habrá que atenerse a lo dispuesto en la norma de
homologación del vehículo.
Los conductores de ciclos y ciclomotores están sometidos a las normas generales sobre
bebidas alcohólicas como el resto de los usuarios y obligados a someterse a las pruebas
de detección correspondientes, de manera que según dispone el artículo 20 del
Reglamento, no podrán circular por las vías objeto de la legislación sobre tráfico,
circulación de vehículos a motor y seguridad vial con tasa de alcohol en sangre superior
a 0'5 gramos por litro, o de alcohol en aire espirado superior a 0'25 miligramos por litro
y durante los dos años siguientes a la obtención del permiso o licencia que les habilita
para conducir se reducen estas cifras a 0,3 gramos por litro y en aire espirado a 0,15
miligramos por litro.
Igualmente quedan sometidos a lo dispuesto en el artículo 27 sobre estupefacientes,
psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas.
En relación con la señalización de las maniobras, los conductores de ciclos y
ciclomotores están sometidos a la normativa general del artículo 108 del Reglamento
que obliga a advertir al resto de los usuarios de la vía acerca de las maniobras que
vayan a efectuar con sus vehículos. Como norma general dichas advertencias se harán
utilizando la señalización luminosa del vehículo con la que van equipados la gran
mayoría de ciclomotores y algunos ciclos y, los que no disponen de dicha señalización
luminosa podrán efectuar las señales con el brazo. Continúa diciendo dicho artículo que
la validez de las realizadas con el brazo quedará subordinada a que sean perceptibles
por los demás usuarios de la vía y precisamente estos vehículos por su pequeño
volumen permiten efectuar señales con el brazo que pueden ser reconocidas por otros
usuarios.
En estos casos, conviene recordar que en sustitución de los indicadores de dirección se
utilizará el brazo.
La intención de inmovilizar el vehículo o frenar su marcha de modo considerable, aun
cuando tales hechos vengan impuestos por las circunstancias del tráfico, deberá
advertirse, siempre que sea posible, moviendo el brazo alternativamente de arriba abajo
con movimientos cortos y rápidos.
En cuanto a las advertencias acústicas deberán cumplir las normas generales
contenidas en el artículo 110 del Reglamento para todos los usuarios.
UTILIZACIÓN DE CARRILES
En cuanto a la utilización de la vía y en concreto de los arcenes, el artículo 36.1 del RGC
dispone que: "Los conductores de vehículos de tracción animal, vehículos

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especiales con masa máxima autorizada no superior a 3.500 kilogramos, ciclos,
ciclomotores , vehículos para personas de movilidad reducida o vehículos de
seguimiento de ciclistas, en el caso de que no exista vía o parte de ella que les esté
especialmente destinada, circularán por el arcén de su derecha, si fuera transitable y
suficiente para cada uno de estos, y, si no lo fuera utilizarán la parte imprescindible de
la calzada.
En los descensos prolongados con curvas, cuando razones de seguridad lo permitan,
los conductores de bicicletas podrán abandonar el arcén y circular por la parte derecha
de la calzada que necesiten.
El apartado 2 prohíbe que los vehículos enumerados en el apartado anterior (entre ellos
bicicletas y ciclomotores) circulen en posición paralela, salvo las bicicletas, que podrán
hacerlo en columna de a dos, orillándose todo lo posible al extremo derecho de la vía y
colocándose en hilera en tramos sin visibilidad y cuando formen aglomeraciones de
tráfico.
En cuanto la circulación en autopistas y autovías , el Artículo 38 establece
Se prohíbe circular por autopistas y autovías con vehículos de tracción animal,
bicicletas, ciclomotores y vehículos para personas de movilidad reducida .

No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, los conductores de bicicletas mayores


de 14 años podrán circular por los arcenes de las autovías, salvo que por razones
justificadas de seguridad vial se prohíba mediante la señalización correspondiente.
Dicha prohibición se complementará con un panel que informe del itinerario alternativo.

Por otro lado la fragilidad de estos vehículos y la inestabilidad que ofrecen los de dos
ruedas ha obligado a extremar las precauciones en cuanto a separaciones laterales se
refiere , la LTSV establece en el apartado 4 del artículo 35:

"Todo conductor de vehículo automóvil que se proponga realizar un


adelantamiento a un ciclo o ciclomotor, o conjunto de ellos deberá realizarlo
ocupando parte o la totalidad del carril contiguo o contrario, en su caso, de la
calzada y guardando una anchura de seguridad de al menos 1,5 metros. Queda
expresamente prohibido adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a
ciclistas que circulen en sentido contrario, incluso si esos ciclistas circulan por el
arcén."

Si es el conductor de un vehículo de dos ruedas que pretenda adelantar fuera de


poblado a otro cualquiera, lo hará de forma que entre aquél y las partes más salientes
del vehículo que adelante quede un espacio no inferior a 1,50 metros. En el supuesto
de que realice el adelantamiento en poblado aplicará la norma general de dejar un
margen lateral de seguridad proporcional a la velocidad y a la anchura y características
de la calzada.
Con el fin de dar mayor seguridad a los ciclistas, el artículo 114 del Reglamento
establece que se prohíbe llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su
completa inmovilización y abrirlas y apearse de aquél sin haberse cerciorado
previamente de que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios,
especialmente cuando se refiere a conductores de bicicletas”.

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En relación con la separación del vehículo precedente, establecida con carácter general,
para permitir detenerse sin colisionar el artículo 54 del Reglamento dispone que no
es exigible a los ciclistas que circulen en grupo extremando en esta ocasión la
atención a fin de evitar alcances entre ellos, y en cuanto a la distancia exigida para
permitir ser adelantado se exceptúan igualmente los ciclistas que circulen en grupo.
En lo que se refiere a los adelantamientos también se recoge un supuesto especial en el
artículo 87 del Reglamento donde al hablar de la prohibición de adelantar en los pasos
para peatones señalizados como tales y en los pasos a nivel y en sus proximidades
hace una excepción para estos vehículos al indicar que no obstante dicha prohibición no
será aplicable cuando el adelantamiento se realice, previa las oportunas señales
acústicas u ópticas, a vehículos de dos ruedas que por sus reducidas dimensiones
no impidan la visibilidad lateral. Naturalmente las señales acústicas sólo procederán
cuando se realice fuera de poblado y de forma moderada para evitar poder sorprender y
hacer caer al conductor del vehículo de dos ruedas.
De la misma forma y en el mismo artículo se recoge una segunda prohibición de
adelantar en las intersecciones y sus proximidades que también tiene su excepción para
estos vehículos al indicar que dicha prohibición se aplicará salvo que el adelantamiento
se realice a vehículos de dos ruedas, sin imponer ninguna obligación de realizar señales
previas.
El artículo 84.5 del Reglamento dispone que no se considera adelantamiento los
producidos entre ciclistas que circulen en grupo.
El artículo 88 del Reglamento, estableciendo para el adelantamiento a bicicletas y otros
usuarios un comportamiento semejante al previsto para obstáculos o vehículos
inmovilizados al señalar que cuando en un tramo de vía en que esté prohibido el
adelantamiento se encuentren bicicletas, ciclos, ciclomotores, peatones, animales y
vehículos de tracción animal, cuando por la velocidad a la que circulen puedan ser
adelantados sin riesgo para ellos y para la circulación en general, podrá ser rebasado,
aunque para ello haya de ocupar parte del carril izquierdo de la calzada, después de
haberse cerciorado de que se puede hacer la maniobra sin peligro.
En cuanto a la circulación en tramos en obras y estrechamientos, en ausencia de
señalización u otra norma que establezca un orden de preferencia, el artículo 62 del
Reglamento establece que los ciclomotores y bicicletas, junto con las motocicletas
deberán dar marcha atrás y dejar pasar a todos los demás tipos de vehículos cuando
no sea posible realizar el cruce con otros vehículos que vengan en sentido contrario.
En relación con la forma en que deben efectuarse los cambios de dirección, el artículo
76.2 del Reglamento establece un supuesto especial para estos tipos de vehículos al
indicar que los ciclos y ciclomotores de dos ruedas si no existe un carril especialmente
acondicionado para el giro a la izquierda en vías interurbanas, deberán situarse a la
derecha, fuera de la calzada siempre que sea posible, e iniciarlo desde ese lugar.
En cuanto a la velocidad, el artículo 48 del Reglamento ha fijado una velocidad máxima
para ciclos y ciclomotores de 45 kilómetros por hora aunque los conductores de
bicicletas podrán superar la velocidad máxima fijada reglamentariamente para estos
vehículos en aquellos tramos en que las circunstancias de la vía aconsejen desarrollar
una velocidad superior ...”

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En lo referente al estacionamiento los ciclos y ciclomotores quedan sometidos con
carácter general en cuanto a la forma de colocación, si bien hay que entender que los
de dos ruedas pueden ser incluidos en la excepción que permite otra colocación cuando
las características de la vía u otras circunstancias así lo aconsejen.
Las normas que regulan la preferencia de paso han sido objeto de diversas
modificaciones con el fin de intentar dar mayor protección a los ciclistas
Los conductores de bicicletas tienen prioridad de paso respecto a los vehículos a motor:
a) Cuando circulen por un carril-bici, paso para ciclistas o arcén
debidamente señalizados.
b) Cuando para entrar en otra vía el vehículo de motor gire a derecha o
izquierda, en los supuestos permitidos y haya un ciclista en sus
proximidades.
c) Cuando circulando en grupo, el primero haya iniciado ya el cruce o
haya entrado en una glorieta.
En los demás casos serán aplicables las normas generales sobre prioridad de paso
entre vehículos.
En cuanto a las personas responsables de las infracciones, el artículo 82 de la LTSV,
junto a la norma general de que el responsable es el autor del hecho, ha introducido
diversas novedades que afectan de forma especial a usuarios de bicicleta y ciclomotores
al disponer:
El conductor de una motocicleta, de un ciclomotor, de un vehículo de tres o cuatro ruedas
no carrozado o de cualquier otro vehículo para el que se exija el uso de casco por
conductor y pasajero será responsable por la no utilización del casco de protección por
el pasajero así como por transportar pasajeros que no cuenten con la edad mínima
exigida.
Cuando la autoría de los hechos cometidos corresponda a un menor de dieciocho años,
responderán solidariamente con él sus padres, tutores, acogedores y guardadores
legales.
CARRILES Y PASOS PARA CICLISTAS
Los pasos para ciclistas vienen identificados mediante una marca vial transversal
definida en el artículo 168 del Reglamento donde se señala que una marca consistente
en dos líneas transversales discontinuas y paralelas sobre la calzada.
Para complementar dichos pasos puede utilizarse la señal de advertencia de peligro
P-22 Ciclista, que indica peligro por la proximidad de un paso para ciclista o de un lugar
donde frecuentemente los ciclistas salen de la vía o la cruzan. El hecho de que junto al
paso se coloque o no dicha señal no debe entenderse en ningún caso como modificador
del orden de prioridad.
En relación con los semáforos, el artículo 148 del Reglamento señala que cuando las
luces de los semáforos presentan la silueta iluminada de un ciclo, sus indicaciones se
refieren exclusivamente a ciclos y ciclomotores.
En relación con las vías utilizables, se prohíbe circular por autopista o autovías tanto a
las bicicletas como a los ciclomotores, si bien indica posteriormente establece diversas
excepciones ya vistas.

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En todo caso, tanto los ciclos como los ciclomotores podrán circular por vías para
automóviles y carreteras convencionales tanto dentro como fuera de poblado, salvo
donde les esté prohibido el acceso mediante señalización específica.
En cualquiera de los casos, el artículo 36 del Reglamento prevé que deberán circular
por la vía o parte de la misma que les esté especialmente destinada y, sólo en el caso
de no existir dicha posibilidad circularán por el arcén de su derecha, si fuera transitable
y suficiente.
En la práctica, las vías especialmente reservadas a estos vehículos se van
generalizando, pudiendo presentarse como una vía separada materialmente de la
principal que transcurre de forma paralela y por lo tanto con un itinerario coincidente o
con un itinerario distinto, en zonas ajardinadas o parques con fines de ocio e
independiente del trazado de otras vías principales.
El anexo de la Ley de Seguridad Vial define los siguientes tipos de vías:
74.- Vía ciclista: vía específicamente acondicionada para el tráfico de ciclos, con
la señalización horizontal y vertical correspondiente, y cuyo ancho permite el
paso seguro de estos vehículos.
75.- Carril-bici: vía ciclista que discurre adosada a la calzada, en un solo sentido
o en doble sentido.
76.- Carril-bici protegido: carril-bici provisto de elementos laterales que lo
separan físicamente del resto de la calzada, así como de la acera.
77.- Acera-bici: vía ciclista señalizada sobre la acera.
78.- Pista-bici: vía ciclista segregada del tráfico motorizado, con trazado
independiente de las carreteras.
79.- Senda ciclable: vía para peatones y ciclos, segregada del tráfico motorizado,
y que discurre por espacios abiertos, parques, jardines o bosques.
Sólo en el caso de no existir dichas vías reservadas podrán circular por el arcén de la
derecha, donde compartirán su utilización con los vehículos de tracción animal,
vehículos especiales con peso máximo autorizado no superior a 3500 kilogramos,
coches de minusválidos y con las motocicletas, turismos y camiones con peso máximo
autorizado que no exceda de 3.500 kilogramos que, por razones de emergencia, lo
hagan a velocidad anormalmente reducida, perturbando con ello gravemente la
circulación, según dispone el artículo 36 del Reglamento.
En el caso de que no exista arcén o éste no sea transitable, cosa que puede suceder
especialmente en relación con los ciclos por las características de sus neumáticos,
deberán circular por la calzada, utilizando la parte imprescindible de la misma o, lo que
es lo mismo, lo más arrimado a la derecha que sea posible.
PROHIBICIONES ESPECIALES
En cuanto a las prohibiciones especiales en la circulación de ciclos, bicicletas y
ciclomotores consisten fundamentalmente en:
- la prohibición de llevar pasaje cuando el vehículo no está previsto para ello.

- la prohibición de circular por las autopistas y autovías, salvo las excepciones


señaladas.

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- En relación con los carriles, hay que tener en cuenta
que según dispone el artículo 41 del Reglamento, estos
vehículos no podrán utilizar los carriles establecidos en
sentido contrario al habitual por razones de fluidez

En cuanto a la utilización de carriles adicionales de circulación


tampoco hay una prohibición expresa en el artículo 42 del
Reglamento que impida que sean utilizados por estos
vehículos, si bien su circulación puede producir trastornos a los
demás usuarios.
Respecto a la utilización de carriles para vehículos con alta
ocupación (carril BUS- VAO) su utilización se encuentra
expresamente prohibida tanto a los ciclos como a los
ciclomotores.
Respecto a los carriles reversibles regulados en el artículo 40
del Reglamento, no existe una prohibición expresa que impida
ser utilizados por ciclos o ciclomotores, si bien para poder
utilizarlos es necesario utilizar el alumbrado de corto alcance o
cruce del cual carecen los ciclos y como por otro lado los ciclos
y ciclomotores están obligados a utilizar la parte imprescindible
de la calzada, sólo en el caso de que el carril reversible se
encontrase situado a la derecha podría ser utilizado por ellos.

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