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Artículo Especial Página | 24

Acheronta Revista de Psicoanálisis y Cultura ISSN 0329-9147


publicó este análisis situación en julio de 1988
(http://www.acheronta.org/acheronta7/cocaina2.html).
Analiza evidencias que persisten vigentes a pesar del tiempo transcurrido.
“Lo que es, ya ha sido, y lo que será, ya fue, y Dios busca lo que ha pasado”
Eclesiastés 3:15.
Se duplica con permiso.

Cocaína, pobreza y nueva pobreza


Hugo Míguez
Psicólogo
Investigador del Conicet
Ex-director de investigación
Instituto Nacional sobre Alcoholismo
y Farmacodependencia (Costa Rica).
miguez@ciudad.com.ar

Inmanencia 2016;5(1):24-28

Resumen. Se estudió la expansión del uso de la cocaína en sectores pobres previos y recientes en
dos localidades suburbanas de la provincia de Buenos Aires, aplicando métodos de investigación
etnográfica. EL veintidós por ciento de los jóvenes de 15 o más años demostraron uso actual de
cocaína al menos una vez por mes. Factores tales como pobreza y escasa movilidad social relaciona-
da con la pobreza, fuerte carencia de medios y caída de los grupos de clase media han contribuido
a establecer una economía ilegal de la cual el problema de las drogas es parte constituyente. En
los sectores recientemente empobrecidos los problemas relacionados con el abuso de alcohol y el
uso de otras drogas asociadas con el uso de cocaína presentarán nuevas situaciones que deberán
enfrentarse desde posturas preventivas, como expresión cotidiana de violencia hacia los propios
grupos sociales de pertenencia.
Cocaine, poverty and new poverty.

Abstract.Expansion of cocaine use in recent and former poor social sectors, in two suburban neighbourhoods
located in Buenos Aires province, was studied applying ethnographic ´s research methods. Twenty two per-
cent of the young people, aged 15 years and more, showed cocaine present use at least once a month. Factors
like poverty and the absence of social mobility related to it, strong lack of resources and fallen down of the
middle social groups are contributing to establish an “illegal economy” which forms part of drug’s problem.
In new impoverished social sectors, problems related to alcohol abuse and others drug’s use joined to cocai-
ne use will present new situations to be face from preventive approaches, like daily expression of violence
toward the own belonging social groups.
Introducción comenzado a modificarse. Las dificultades crecientes
para resolver los problemas de exclusión social de un
Escribir “el uso de la cocaína en la pobreza” sorpren-
conjunto significativo de personas, la extensión del
de a la lectura como un lapsus dado que, habitual-
tráfico de drogas y de las redes que lo protegen am-
mente, se la ha vinculado al estilo de vida propio de
pliando su oferta, la alternativa de ingreso económi-
minorías económicamente favorecidas.1 Esto fue así
co ilegal que esto abre a poblaciones arrinconadas
porque hasta hace un tiempo la cocaína era tradicio-
por la desocupación, han favorecido su presencia en
nalmente considerada como una “droga social”, que
comunidades que en otro tiempo hubieran estado
creaba una “atmósfera placentera” y que, por sobre
lejos de su consumo.
todo, “alargaba la noche de la diversión”.2 Como dro-
Los resultados obtenidos indicaron que los barrios
ga “recreativa” su consumo había sido considerado
seleccionados estaban integrados por familias po-
con frecuencia como menos problemático que el
bres con necesidades básicas insatisfechas y por sec-
que representan otras sustancias adictivas.3 En los
tores medios pauperizados en los últimos años.4
últimos años esta concepción del uso de cocaína ha
La presencia y naturaleza del uso de cocaína en esta
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población dio origen al análisis siguiente. 400.000 personas habían ingresado a la pobreza en
el último año, integrando lo que se ha caracterizado
Aspectos metodológicos
como “nuevos pobres”. Dentro de este contexto, el
En el campo de los estudios epidemiológicos sobre área del estudio tomó dos partidos del norte del co-
uso indebido de drogas la investigación de la preva- nurbano que son residencia de personas con fuerte
lencia siempre ha tenido dificultades para su desa- capacidad económica pero que presentan también,
rrollo, en especial por el carácter ilegal de la conduc- al mismo tiempo, bolsones de pobreza expresados
ta que se investiga. Cuando el tema se circunscribe en las “villas miseria” y en los barrios de clase me-
a grupos específicos, determinados por residencia o dia baja empobrecida. Es sobre estos últimos barrios
concurrencia a sitios determinados por ejemplo, au- donde se desarrolló el estudio. El lugar se encuentra
mentan las dificultades en la medida que al restringir ubicado a 30 kilométros al norte de la ciudad de Bue-
el campo se aumenta la posibilidad de detección y nos Aires. Los barrios están separados entre sí por
por la tanto la exposición de los grupos estudiados. cinco kilómetros y comprenden aproximadamente
La búsqueda de una estimación del uso de cocaína 30.000 habitantes. De éstos 20.000 se ubican dentro
llevó al desarrollo de una estrategia de medición cua- de las 132 manzanas que componen lo que llama-
litativa basada en informantes claves y derivadas de remos Zona Norte Uno y 10.000 lo hacen en las 80
lo que se conoce como “muestras intencionales” y manzanas que integran la Zona Norte Dos.
métodos de “snow balling”. 5 Los residentes representan a un sector económico
La muestra estuvo integrada por dos barrios del nor- bajo integrado por clase trabajadora, obreros o pe-
te del conurbano de la provincia de Buenos Aires. queños comercios. La desocupación es una constan-
En cada uno de los barrios se definieron secciones te de la que se quejan todos los entrevistados. La ma-
y conglomerados de manzanas dentro de los cuales yor parte tienen trabajos temporarios, muchos en el
fueron seleccionadas cuadras. Los informantes cla- ramo de la construcción. Las grandes empresas cer-
ves que dieron la información de los residentes para canas a estos barrios no emplean a la gente del lugar
cada cuadra, provenían del grupo de profesionales porque requieren mano de obra muy especializada .
de los Centros Preventivos Asistenciales sobre Adic- El ingreso familiar promedio representado por el tra-
ciones del lugar y otros fueron vecinos que, a su vez, bajo de la mujer como empleada doméstica por ho-
eran miembros de Adictos Anónimos. ras en los barrios altos, oscila al equivalente de 200
Se consideró como “caso” todo residente del área a 300 dólares mensuales. Cuando el hombre aporta
estudiada que, en su uso de drogas legales o ilegales puede ascender a 500 o 600 dólares.
(Corresponde a los códigos del CIE-10 : F1x.1 - F1x.2) En relación al cuentapropismo, se ven pocos nego-
6
, incluyera el consumo activo (prevalencia actual) de cios. Talleres mecánicos tan destartalados como los
cocaína. En este estudio, el consumo experimental autos que reparan, modestas casa de comida, ver-
(el que solo se produjo dos o tres veces) no fue regis- dulerías, bares “tetrabrik” (en alusión al consumo de
trado dado que la observación se orientó a la iden- vino servido en su envase de cartón), y alguna suerte
tificación de casos claramente reconocibles por los de kioscos que asoman por la ventana enrejada de
informantes y, por tanto, con un nivel de consumo casas particulares ofreciendo artículos de almacén,
franco. El consumo regular incluyó un consumo mí- perfumería, juguetes, etc.
nimo mensual y se consideró cada vez que fue posi- La nueva pobreza como una clase que en algún mo-
ble los criterios de la CIE-10 que abarcan al consumo mento fue media y ahora está pauperizada apare-
perjudicial (F1x.1) y que tienen en cuenta la eviden- ce constituida por lo que un profesional vecino del
cia de daño (somático o psicológico) con consecuen- lugar llama “los monoblocks de los exes”. “Exes” de
cia en las relaciones interpersonales, y la persistencia todo tipo: ex - propietarios, ex - inquilinos de mejo-
en un mes o repetido en un año. El uso diario de una res lugares, ex – empleados calificados y, pronto, ex
sustancia se consideró característica del consumo in- - monoblocks, ya que tienen serias dificultades para
tensivo. En este nivel (F1x.2) se consideró implicado pagar las expensas y los servicios en general. Muchos
el Síndrome de dependencia en criterios tales como de ellos se encuentran con juicios de desalojo ya ini-
la visualización social de la compulsión y la persisten- ciados.
cia a pesar de consecuencias perjudiciales. Los barrios mantienen una red de servicios básicos.
Descripción del área Un sistema de comunicación amplio con la capital,
agua corriente y luz eléctrica. La red cloacal está en
Los datos de la Encuesta de Hogares realizada en oc- plena expansión y buena parte del área la posee. La
tubre de 1996 por el Instituto Nacional de Estadísti- recolección de residuos y la limpieza de las calles se
ca y Censos señaló a más de tres millones de pobres realizan con regularidad.
residiendo en la Capital y el conurbano. Cifra que Las viviendas en su mayoría son de material. Otras de
equivale al 28% del total de la población del área. material pero con techo de chapa y, circundando el
La medición detectó asimismo que, de este conjunto, barrio, casillas de madera, linderas a las “villas mise-
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ria”. El estado de las viviendas es, en general, preca- Secciones muestrales y casos según zonas. 1997
rio, aunque se puede encontrar alguna casa de clase
Zona Zona
media bien conservada. La familia es extensa. Los hi- Norte Norte Total
jos forman pareja y se quedan a vivir en la casa de los Uno Dos
padres. Del mismo modo, las hijas madres- solteras Secciones
con sus hijos, que pasan a integrar el núcleo familiar. muestrales
I II III IV V VI 6
Es frecuente el caso de tres generaciones convivien- Cuadras 3 4 4 4 3 3 21
do en la misma casa. La información policial aclara
Casos de de
que los lugares no difieren de otros barrios pobres consumo
20 25 20 29 17 26 137
del partido y coinciden en que los hechos más comu-
nes son los cometidos contra la propiedad y las con- El 14,4% de la población residente en el área estu-
travenciones en general. La población que delinque diada tenía consumo de cocaína en el momento del
la ubican entre los 18 y los 30 años y la explican en estudio. Circunscribiendo la muestra a mayores de
relación con la situación de desocupación. quince años ésta representó el 21, 7 % de este grupo.
Los niños van a la escuela porque en ella reciben ali-
Porcentaje de consumo mensual actual de cocaína. 1997
mento y vestido, si alcanzan otra alternativa para cu-
brir las necesidades básicas por lo general abandonan Población Población mayor
el estudio. Es frecuente que presenten trastornos de general de 15 años
conducta y aprendizaje. Los problemas de salud más Porcentaje promedio 14.4 21.7
frecuentes son los trastornos bronco-respiratorios y
Límite inferior 9.3 14
las dermatitis. Por lo general de origen alérgico. Se
presume en esto el efecto de la contaminación am- Límite superior 19.5 29.3
biental, como resultado de los residuos tóxicos arro-
jados por las grandes empresas de la zona en los ríos El promedio de casos por cuadra fue de 6,5 casos por
que corren por el perímetro del barrio. cuadra con un desvío estándar de 2,3.
Los mayores consultan por los mismos problemas Las diferencias por sexo son del orden de tres a cua-
respiratorios y dermatológicos, hipertensión y neu- tro varones consumidores de cocaína por cada mu-
rosis de angustia y algunas psicosis. El asma, entre jer, según la zona.
los problemas respiratorios, la padecen personas de Relación hombre/mujer entre los consumidores
todas las edades. por zona. 1997
Los agentes de salud aclaran que no hay desnutrición
infantil en el barrio porque la cuota alimentaria está
cubierta por la acción de diferentes planes de ayuda Mujeres Varones Total
alimentaria. No obstante estos planes la gente más Zona Norte Uno 16 49 65
empobrecida acude a un mercado de frutas y verdu- Zona Norte Dos 11 61 72
ras cercano, donde les permiten llevarse los produc- Total 27 110 137
tos de descarte.
La iglesia católica es el mecanismo enculturador por La información basada en observaciones tiene lími-
excelencia, llevando adelante una fuerte acción so- tes para analizar los datos de edad de manera pre-
cial en todo el barrio. cisa . Sin embargo, en el grupo comprendido entre
los 15 y 30 años (no hayobservación de casos por
Prevalencia debajo o por encima de este período) se registran al-
El área conformada por dos zonas para efectos de la gunas características en el consumo. En el grupo que
muestra fue dividida en secciones y cada uno de es- comprende a los usuarios que están entre los 15 y
tos en conglomerados de cuatro manzanas que con- 20 años aparece con más frecuencia en las descrip-
tenían la cuadra finalmente seleccionada. ciones el consumidor de cocaína de fin de semana
El área estudiada incluyó 21 cuadras y fueron regis- asociado a otras drogas como marihuana y alcohol.
trados 137 casos de consumo actual de cocaína de Sus patrones de consumo se ajustan más al concepto
por lo menos una vez al mes de consumo perjudicial ( CIE-10 / F1x.1). En el grupo
mayor de 20 a 30 años los informantes visualizan una
mayor presencia del uso diario de cocaína (CIE-10 /
F1x.2) así como su utilización intravenosa. En ambos
grupos de edad aparecen consumidores con proble-
mas policiales (en los mayores son frecuentes casos
que han estado presos por venta de drogas) y episo-
dios de sobredosis.
El consumo de drogas es abierto y, de alguna manera,
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hay una forma de acuerdo social que se expresa en roban por poca plata siempre es por droga”, asegura
su tolerancia. Religiosos y profesores que participan el informante.
activamente de los programas de ayuda al vecindario “..El joven le robó la bicicleta al cura para comprar
refieren esta forma de aceptación o de “resignación droga. Era el mismo cura que lo llevaba a tratamiento
social”. El problema se inicia en la adolescencia tem- por su adicción. A la semana siguiente el sacerdote lo
prana. Los lugares donde se consumen son el propio siguió acompañando, pero ahora van los dos a pie...”
barrio, y las sustancias son combinaciones entre psi- Sorprende la actitud de “delinquir donde se vive”
cofármacos, alcohol, marihuana y cocaína. y, más grave aún, donde se ha depositado alguna
La droga que se consume es cocaína. La marihuana forma de confianza. Los mismos del barrio, en su
no es considerada droga, es común oír, “no me drogo mayoría jóvenes, roban la iglesia, roban la escuela,
más, estoy limpio, solo fumo porro”. roban la oficina de Asistencia Social, que son las ins-
En el barrio es algo habitual, no se esconde. Se per- tituciones más concurridas y queridas por la gente y,
dió la idea de lo oculto. Toman una cerveza en la pla- por los mismos jóvenes. No se respetan los códigos
za y también toman cocaína.” tradicionales de no victimizar al vecino. No atacan a
“...No hay consumo de inhalantes. El inhalante es las personas que las regentean que son altamente
más de villa miseria”. Aquí la droga es la cocaína que respetadas y hasta cuidadas, pero sí, al lugar donde
viene en “ravioles”, en papel glacé, y la mezclan so- trabajan. La droga puede explicar mucho de este ac-
bre todo con novalgina. Se vende de 3$ a 10$ y, en cionar perverso.
general, se toman uno por persona junto con cerveza
Consideraciones
o vino. También la usan para picarse (inyectarse)”
El abuso de alcohol está presente siempre. No apa- Son 30.000 habitantes de una de las provincias más
recen casos de uso de sustancias ilícitas que no ha- ricas del país y están agrupados en uno de los tan-
yan pasado antes por el abuso de alcohol. Dato que tos bolsones de pobreza y de “nueva pobreza”8, con
encuentra correspondencia en la investigación de residencia “al lado y en estrecho contacto” de los
19947 sobre 2.600 escolares (11 a 13 años) de áreas sectores sociales de más alto poder adquisitivo. Hoy,
críticas de pobreza, en la que la prevalencia de abu- bien pueden constituir parte de los espectadores de
so de alcohol, medida como ingestión de uno o más lo que J.K.Galbraith llamó “la democracia de los afor-
veces al día, abarcó al 4,8% y se vinculó con el uso de tunados”.9
drogas ilícitas. Las consecuencias de la exclusión cambian definiti-
El consumo de cocaína se mezcla con el de cerveza vamente la historia de los más jóvenes dejando su
o con el vino con psicofármacos, usando para esto la impronta en el desarrollo de la personalidad. El joven
misma botella de cerveza o el envase de cartón del crece frente a un mensaje mediático que le propone
vino. configurar su identidad a través de los bienes que se
“...La cocaína se consume siempre con cerveza o vino, adquieren en lugar del trabajo que los hace10. A di-
toman dos litros por vez. Los que consumen con más ferenciarse del otro con base a las señas culturales
frecuencia lo hacen con un promedio de 2 gramos de que da el consumo. Puede reflexionarse entonces, si
cocaína por día....” la elección del agresor y la agresión en aquellos que
La referencia del sacerdote da idea de la cotidianei- están “afuera de los afortunados” , no es una de las
dad de la mezcla de sustancias. pocas alternativas viables frente a la depresión.
“...Lo que siempre se ve son grupos, sobretodo de ...Los chicos se identifican con el barrio, les da ima-
varones alrededor de 20 años. Siempre están con gen de duros, es como un orgullo. “Si decís que sos
la cerveza con pastillas. A mí a veces me convidan “del bajo” es tener “aguante”, te da cierto estatus de
y cuando caen (“caer” : darse cuenta) que la bote- pesado...” (“Tener aguante” da referencia de alguien
lla tiene pastillas, me dicen “de eso no padre, que que tiene larga experiencia en sobrellevar la adver-
va a quedar re-loco”. También andan con papeles de sidad hasta el punto de demostrar que no es supe-
“merca”, cocaína...” rado por esta. Vinculado a esta idea el concepto de
La violencia y la droga se implican todo el tiempo. En “pesado” implica alguien capaz para actuar violenta-
una relación que accede casi a un plano doméstico. mente y que, por eso mismo,es temible y despierta
Robos cercanos a la mendicidad llevados a cabo por respeto).
alguien conocido, pero que bajo la droga actúa como Desde la post modernidad llega el mensaje acerca
un extraño de su propio lugar. del cambio renovado de identidades y el pasaje, con
“..A las 9 am, en un almacén entra un hombre de cer- máxima libertad, de los individuos de un grupo a
ca de 30 años, en short, ojotas y con un revólver. Se otro. Es claro que no es el caso de estos grupos de jó-
lo ve alterado. Trae un papel de cocaína que muestra venes inmovilizados bajo la sentencia de que “nada
mientras exige a la señora, que atiende el negocio, niega tan absolutamente la libertad como la falta de
cinco pesos. Es un vecino del barrio conocido por to- dinero”.11
dos. Le dieron el dinero y el hombre se fue...”cuando Su papel social es una incógnita, y lo es fundamental-
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mente para ellos mismos. Son parte medular de una blema de oportunidad del mercado ilegal y, por tan-
población desempleada y sin posibilidad de proyec- to, ahora sí, de tráfico. La cocaína adulterada, a pre-
to, que con frecuencia buscará salida a la insopor- cios comparables con una droga legal, se desprende
table sensación de la inmovilidad social mediante el de su carácter exclusivo y se extiende a un conjunto
uso de la droga o la violencia. Una población de jó- que antes sólo era un “target” del alcohol y los psico-
venes sin perspectiva de participación, crecen dentro fármacos. Un conjunto, importante en número, pero
de las contradicciones que surgen entre sus deseos, cuya presencia ha dejado de ser útil para pasar a ser
modelados diariamente por los medios de comuni- apenas tolerable.15
cación, y la sensación abrumadora de que no ten-
drán los recursos para satisfacerlos. Estas son “ las BIBLIOGRAFIA
1. Míguez. H. Magri R. Patrones del uso de drogas en jovenes de clase
condiciones para que prolifere la economía ilegal de alta. Acta psiquiát.psicol.Am.lat. 1993,39(4),294-300.
la droga, la prostitución y la delincuencia, ofreciendo 2. Ajuntament de Barcelona . The line of succes. Laboratori de Sociolo-
una mejor alternativa de trabajo, ingreso e identidad gia.. 1992, Ch9-233
3. Rouse.B. Trends in Cocaine Use in the General Population. in The
que los puestos posibles dentro de la economía in- epidemiology of cocaine use and abuse. Schober S. SchadeC. Re-
formal urbana”.12 search Monograph110, NIDA. 1991.
Desde el campo grupal la droga juega su papel for- 4. Minujin A. Kessler G. La nueva pobreza en la Argentina. Temas de
Hoy, Ensayo Ed. Planeta.1995.
taleciendo la unión, disminuyendo los conflictos en- 5. Goodman L. Snowball sampling. Cochran W. Sampling Techniques .
tre los miembros y actuando como un calmante de John Wiley and Sons. 1971.
las ansiedades que despierta un futuro visualizado 6. CIE-10, acrónimo de Clasificación internacional de enfermedades,
décima versión correspondiente a la versión en español de la (en in-
como propiedad de otros. Junto al cálculo fatalista glés) ICD, siglas de International Statistical Classification of Diseases
de los que han aprendido a vivir bajo la inflexibilidad and Related Health Problems) y determina la clasificación y codifica-
de las reglas de juego del mercado, la nueva pobre- ción de las enfermedades y una amplia variedad de signos, síntomas,
hallazgos anormales, denuncias, circunstancias sociales y causas ex-
za tiene sus primeros encuentros con una sociedad ternas de daños y/o enfermedad.
vuelta de pronto insospechadamente ajena. 7. Miguez. Estudio de prevalencia del alcohol y las drogas en escolares.
Agotado su “capital social”13y aceptando finalmen- SPAA. Argentina Diciembre 1994.
8. Op.cit. Minujin 1995
te su expulsión de los sectores medios, de los que 9. Galbraith, J.K. Una sociedad mejor. Las letras de Drakontos. Crítica.
creían que sólo se cambiaba para mejorar, la nueva Grijalbo. 1996. P 20-21.
pobreza redescubre la sujeción química del malestar 10. Bocock R. El consumo. Talasa Ediciones. Madrid. 1993.pg.100-102
11. Galbraith, J.K. Op cit
y el acallamiento de los síntomas que produce la caí- 12. Tenti Fanfani E. Cuestiones de exclusión social y política. En Des-
da. Así como lo fue el alcohol, la cocaína se configura igualdad y Exclusión. A. Minujin et al. UNICEF. Losada. Argenti-
entonces, también, como “un medicamento que no na.1993. pg.254.
13. Bourdieu P. Le capital social. En Minujin et al . Op. Cit. Pag44.
da su nombre, un medicamento que guarda el secre- 14. Dejours C. Contribución de la psicopatología del trabajo al estudio
to y el secreto es el miedo”.14Superadas las barreras del alcoholismo Trabajo y desgaste mental. Humanitas.2edición.1992.
desde lo social la sustancia será, entonces, un pro- pg.240.
15. Forrester.V. El horror económico. Fondo de Cultura económica. 1997

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