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“LLAMADOS A SER DISCIPULOS”

OBJETIVO: Que los jóvenes tengan un encuentro personal con Jesús, para que descubran el llamado
que todo cristiano tenemos a ser sus Discípulos, y germine en ellos el deseo de la conversión.

DINAMICA “CREYENTE O DISCÍPULO”


Indicación: A continuación si es posible se le reparte a cada participante el siguiente escrito
para que lo puedan reflexionar y a su vez subrayar lo que más llame su atención; otra
sugerencia es hacer una representación de lo que está escrito a continuación, resaltando
las diferencias.

CRISTIANO POR TRADICIÓN ---------VS----------- DIS CÍPULO DE CRISTO


(Simple creyente)
 Todo cristiano por tradición es un creyente.  Pero no todo creyente es un discípulo de Cristo.
 El cristiano por tradición suele esperar panes y peces.  El discípulo de Cristo es un pescador.
 El cristiano por tradición lucha por crecer.  El discípulo de Cristo por reproducirse.
 El cristiano por tradición se gana.  El discípulo de Cristo se hace.
 El cristiano por tradición gusta del halago.  El discípulo de Cristo del sacrificio vivo.
 El cristiano por tradición entrega parte de sus  El discípulo de Cristo entrega parte de su vida.
ganancias.  El discípulo de Cristo es creativo.
 El cristiano por tradición puede caer en la rutina.
 El discípulo de Cristo procura animar.
 El cristiano por tradición busca que le animen.
 El discípulo de Cristo es solícito en asumir
 El cristiano por tradición espera que le asignen tarea.
responsabilidades.
 El cristiano por tradición murmura y reclama.
 El discípulo de Cristo obedece y se niega a sí
 El cristiano por tradición suele ser condicionado por las mismo.
circunstancias.
 El discípulo de Cristo aprovecha las circunstancias
 El cristiano por tradición reclama que le visiten.
para ejercer su fe.
 El cristiano por tradición busca en la promesas para
 El discípulo de Cristo visita.
su vida.
 El discípulo de Cristo busca vida para cumplir las
 El cristiano por tradición es yo.
promesas de la Palabra.
 Los cristianos por esperan milagros.
 El discípulo de Cristo es ellos.
 El cristiano por sueña con la iglesia ideal.
 Los discípulos de Cristo obran milagros.
 La meta del cristiano por tradición es ganar el cielo.
 El discípulo de Cristo se entrega para lograr la iglesia
 El cristiano por busca quien haga las cosas. real.
 El cristiano por tradición, a veces predica el Evangelio.  La meta del discípulo de Cristo es ganar almas para
 El cristiano por tradición es pastoreado como oveja. el cielo.
 El cristiano por recibió la salvación por la cruz de Cristo.  El discípulo de Cristo es "Heme aquí.”
 El cristiano por espera que oren por él.  El discípulo de Cristo apacienta los corderos.
 El cristiano por espera que el mundo se perfeccione.  El discípulo de Cristo toma su cruz cada día y sigue a
Cristo.
 El discípulo de Cristo ora por los demás.
Después de la reflexión se les invita a que contesten las siguientes preguntas y que las
compartan en equipos (se hacen los equipos de acuerdo al Número de personas)
1. ¿Qué fue lo más llamo tu atención en lo dicho en esta reflexión?
2. ¿Qué piensas al respecto? Es verdad o mentira
3. ¿Tú cuál eres? Discípulo (a) o Cristiano (a) por tradición
4. ¿Cuál quiere Jesús que seamos?
Al terminar de compartir se invita a algunas personas que deseen comentarnos lo que
dialogaron en los equipos solo 3 o 4.

PROFUNDIZACIÓN DEL TEMA.


Al inicio de tercer milenio se nos presenta un cambio de época, pero lo que no cambia es el
llamando que El Señor Jesús nos hace a cada uno por nuestro nombre para que le sigamos
y lleguemos a ser discípulos de Él.
El discípulo no nace sino que se hace al estar atento a la palabra del Señor como María que
estaba a los pies de Jesús para escucharle y el mismo Jesús alaba su elección. (Cf Lc.10, 38-
42).

Para llegar a ser discípulo de Jesús es necesaria una conversión de mente y corazón, ya que
en la actualidad para muchos de nosotros es más normal obrar mal, ser malo rencoroso,
posesivo, egoísta; y lo anormal es pensar y actuar como Jesús lo hace.

El ser discípulo entonces nos exige una conversión, un renacer del agua y del Espíritu (Cf.
Jn.3, 3-7) y de ahí surge una seducción que da respuesta a toda realización humana, al deseo
de una vida plena; por lo tanto el ser discípulo es alguien apasionado por Cristo a quien
reconoce como su Maestro que lo conduce y acompaña. (Cf. D.A #277)

Hemos sido llamados a ser discípulos a través de nuestro bautismo, y si estamos bautizados
entonces tenemos la fuerza que da el Espíritu para seguir a Cristo como sus discípulos; solo
que para esto necesitamos ser constantes y fuertes para vencernos a nosotros mismos y
sobre todo para poder ver nuestras faltas, y poderlas transformar; es difícil puesto que en
ocasiones estamos acostumbrados a vivir con ellas, que hasta nos justificamos y nos
acostumbramos a dar rienda suelta a nuestras pasiones, a ceder a todo lo que el cuerpo nos
pida y a dejarnos llevar por los impulsos egoístas que nos hacen vivir de una forma ligera y
desechable de use y tire. Pero esta forma de vida solo hace disfrazar las insatisfacciones que
tenemos y nada de esto nos lleva a la felicidad plena.
Evangelio de San Juan 1, 35-42
Los dos discípulos van detrás de Jesús, quien al darse cuenta les pregunta: “¿Qué buscan?”.
Jesús siempre sale al encuentro del ser humano y nos pregunta por nuestras inquietudes y
expectativas. El antes de actuar, pregunta para conocer nuestra libertad y disponibilidad.
Los dos discípulos, buscan al Mesías y el don de la sabiduría divina. Por eso lo llaman
“Maestro”. A su vez le preguntan “¿Dónde vives?”, con el clarísimo deseo de conocer su
hogar. La respuesta de Jesús no se deja esperar: “¡Vengan y lo verán!”, es decir, les ofrece
la experiencia de su amistad personal, de su sabiduría…, de “su hogar” donde es posible
encontrar a su Padre.
El encontrarnos con Jesús para darle una respuesta al llamado que nos hace es:

 Ver la realidad del mundo, presentársela a Jesús y así poder ver de frente a Jesús y
seguirlo, es en sí la conversión.
 Es escuchar las voces del mundo y conducirlas solo a escuchar la voz de Dios.
 Es buscar la contradicción al mundo.
 Es decir sí a buscar los últimos lugares y no los primeros “El que quiera ser el
primero… que sea el último”.
 Es el amar a nuestros enemigos.
 El perdonar a los que nos han hecho mal.
 Es pensar diferente a como piensa la mayoría.
 Es no buscar la gloria humana, sino el asumir la realidad divina a pesar de la cruz.

Esta conversión para ser discípulo, está básicamente en relación con el amor, que nace de
un encuentro personal con Jesús, que es ver dadero y permanece para siempre; y te
fortalece para vencer todas las contrariedades que se nos presenten al seguir a Jesús, pero
solo junto a Él unidos en el amor podremos vencer y permanecer fieles hasta el final de
nuestros día.

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