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ESTILOS DE VIDA Y SALUD PERCIBIDA EN ESTUDIANTES DE UN

PROGRAMA DE ODONTOLOGÍA DE UNA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE


CALI

PS. ANGELICA MARÍA GONZALEZ CEBALLOS


FLGA. JENNIFER PALACIOS LENIS

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA DE LA SALUD
SANTIAGO DE CALI, FEBRERO 3 DE 2017
ESTILOS DE VIDA Y SALUD PERCIBIDA EN ESTUDIANTES DE UN
PROGRAMA DE ODONTOLOGÍA DE UNA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE
CALI

PS. ANGELICA MARÍA GONZALEZ CEBALLOS


FLGA. JENNIFER PALACIOS LENIS

DIRECTOR: FABIÁN BRAVO REYES

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA DE LA SALUD
SANTIAGO DE CALI, FEBRERO 3 DE 2017
ARTICULO 23 de la
Resolución No. 13 del 6 de
Julio de 1946, del
Reglamento de la Pontificia
Universidad Javeriana.

“La Universidad no se hace


responsable por los
conceptos emitidos por sus
alumnos en sus trabajos de
Tesis. Solo velará porque no
se publique nada contrario al
dogma y la moral católica y
porque las Tesis no
contengan ataques o
polémicas puramente
personales; antes bien, se
vea en ellas el anhelo de
buscar la Verdad y la
Justicia”.
Contenido

1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 1
2. MÉTODO ..................................................................................................................... 32
Diseño de la investigación ........................................................................................... 32
Participantes................................................................................................................ 33
Criterios de inclusión ................................................................................................. 33
Criterios de exclusión ................................................................................................ 33
Instrumentos................................................................................................................ 33
Procedimiento ............................................................................................................. 35
Consideraciones éticas ................................................................................................ 36
3. RESULTADOS ............................................................................................................ 38
4. DISCUSIÓN ................................................................................................................. 59
5. REFERENCIAS ........................................................................................................... 69
ANEXOS .......................................................................................................................... 79
LISTA DE TABLAS

Tabla 1 Características sociodemográficas..........................................................................38


Tabla 2 Características familiares........................................................................................39
Tabla 3 Características educativas .......................................................................................40
Tabla 4 Puntuaciones posibles de cada dimensión............................................................... 40
Tabla 5 Actividad física ........................................................................................................41
Tabla 6 Tiempo de ocio .........................................................................................................42
Tabla 7 Alimentación ............................................................................................................43
Tabla 8 Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales ...................................................44
Tabla 9 Sueño ........................................................................................................................45
Tabla 10 Afrontamiento ........................................................................................................46
Tabla 11 Estilos de vida por sexo .........................................................................................47
Tabla 12 Salud Percibida......................................................................................................48
Tabla 13 Salud percibida por sexo .......................................................................................48
Tabla 14 Dimensión actividad física y salud física y mental percibida ............................... 49
Tabla 15 Dimensión tiempo de ocio y salud física y mental percibida. ............................... 50
Tabla 16 Dimensión Alimentación y salud física y mental percibida ...................................51
Tabla 17 Dimensión consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales y salud física y
mental percibida. ..........................................................................................................52
Tabla 18 Dimensión sueño y salud física y mental percibida. ..............................................53
Tabla 19 Dimensión Afrontamiento y salud física y mental percibida. ................................ 54
Tabla 20 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud física percibida ..........................55
Tabla 21 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud mental percibida .......................57
Tabla 22 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud percibida ...................................58
LISTA DE ANEXOS

Anexo 1. Cuestionario de estilos de vida en jóvenes universitarios (CEVJU R-2)

Anexo 2. Cuestionario SF-36v2

Anexo 3. Consentimiento informado estudiantes

Anexo 4. Carta entrega de resultados


RESUMEN

Objetivo: Relacionar los estilos de vida de los estudiantes de odontología en las


dimensiones de alimentación, actividad física, sueño, consumo de alcohol, cigarrillo y
drogas ilegales, tiempo de ocio y afrontamiento con el autoreporte de salud física, salud
mental y las sub-escalas que las componen. Metodología: Investigación concebida desde el
enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental transeccional correlacional, realizada
con 313 estudiantes de odontología de una universidad de Santiago de Cali, en la cual se
aplican los cuestionarios de estilos de vida en jóvenes universitarios CEVJU-R2 y salud
percibida SF-36v2. El análisis de la información se realizó a través del programa estadístico
SPSS versión 23 con análisis descriptivos e inferenciales. Resultados: Las prácticas más
saludables de los jóvenes universitarios se encuentran en las dimensiones de consumo de
alcohol, cigarrillo y drogas ilegales, seguido por afrontamiento y tiempo de ocio a
diferencia de las dimensiones alimentación, actividad física y sueño. Con respecto al
autoreporte de salud física y mental los jóvenes expresan una buena percepción
especialmente de su salud física y para ambos componentes los hombres tienen una
percepción más favorables de su salud a diferencia de las mujeres. Al momento de
relacionar los estilos de vida y la salud percibida, se encuentra que estas variables
correlacionan débilmente Conclusiones: Este estudio revela que los estudiantes presentan
prácticas saludables en tres de las seis dimensiones de los estilos de vida y además sugiere
que las prácticas de los estilos de vida que tienen los jóvenes universitarios no predicen la
percepción que tienen con respecto a su salud, es decir, la percepción de salud es
independiente del estilo de vida.

Palabras clave: universitarios, odontología, estilos de vida, salud percibida.


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1. Introducción
Los estilos de vida de los jóvenes universitarios se constituyen en uno de los

principales determinantes de su estado de salud, teniendo en cuenta que los patrones de

comportamiento que se asumen en esta etapa de la vida tienden a consolidarse y mantenerse

durante la vida adulta. Dos aspectos a tener en cuenta en esta población, corresponden a la

percepción que tienen de su salud y prácticas que pueden llegar a estar influenciadas en el

contexto universitario, convirtiéndose éste en un espacio que predispone hábitos poco

saludables que pueden llegar a desencadenar lo que se conoce como enfermedades crónicas

no transmisibles (ECNT), considerando que la universidad es un espacio de transición que

se ve influenciado por modificaciones en los hábitos, resultado de cambios en los horarios,

lugar de residencia, disminución del tiempo libre y la exigencia que demandan las tareas

académicas y asistencia a clases, además de la gran influencia social por parte de los pares

(Martínez, 2009).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2013), a nivel mundial el 63%

de las muertes anuales son causadas por las ECNT, dentro de las cuales se encuentran las

enfermedades cardiovasculares, respiratorias, diabetes y cáncer que comparten factores de

riesgo directamente relacionados con los estilos de vida especialmente con el consumo de

cigarrillo y alcohol, la inactividad física y la alimentación poco saludable.

De acuerdo a los datos registrados en el tercer informe realizado por el Instituto

Nacional de Salud (INS) y el Observatorio Nacional de Salud (ONS) de Colombia, en el

periodo 2009-2011 las principales causas de muerte evitable corresponden a: agresión con

arma de fuego, seguida de la cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular

hemorrágico, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, agresión con objeto afilado,

diabetes mellitus, cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, entre otras. Dentro de esta

jerarquía se entiende por muerte evitable aquellos fallecimientos que se pudieron prevenir
2

haciendo uso de los conocimientos y tecnologías médicas que están disponibles en la

actualidad. Estos datos muestran que mientras en el mundo la principal causa de muerte es

una ECNT, en Colombia estas son precedidas por los efectos de la violencia (INS, 2014).

Dentro de las principales causas de ECNT, se encuentran la alimentación no

saludable, el sedentarismo y el uso de sustancias psicoactivas. En cuanto al primer factor

las evidencias destacan la relación existente entre la mala nutrición y la enfermedad

coronaria (Ministerio de la Protección Social, 2010). El sedentarismo es otro importante

factor de riesgo que conduce a elevadas tasas de mortalidad y desenlace de ECNT como

diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras, siendo el 60% de la población adulta en el

mundo la que no realiza actividad física, únicamente el 14,1% de la población colombiana

cumple con el mínimo de actividad física recomendada. Con respecto al consumo nocivo de

cigarrillo, alcohol y otras sustancias, se estima que el fumar causa cerca del 10% de las

enfermedades cardiovasculares en población mundial, (Ramírez, Rodríguez y Martínez,

2013). Adicionalmente se conoce la relación entre el consumo de alcohol y enfermedades

como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y

trastorno mental (OMS, 2015a).

Como se ha mencionado las ECNT comparten como factores de riesgo los hábitos

y estilos de vida que se consolidan en las primeras etapas del ciclo vital, dentro de ellas la

adolescencia (Rodríguez, Ríos, Lozano y Álvarez, 2009) y la adultez temprana, razón por la

cual los universitarios constituyen una población de especial interés. La mayoría de la

población universitaria se encuentra en la adolescencia tardía y adultez joven, etapas de

transición en las que se asumen nuevas responsabilidades personales y académicas de

impacto notable en los estilos de vida y subsecuentemente en el desarrollo físico y

psicosocial. Por esta razón, la universidad constituye un contexto muy apropiado para
3

promover cambios que favorezcan la salud y así disminuir el número de muertes

prematuras relacionadas con el comportamiento del individuo.

Los estilos de vida se definen como una forma general de vida que considera la

interacción entre las condiciones en el vivir y los patrones individuales de conducta

influenciados por aspectos socioculturales y características personales. En lo que respecta a

los estilos de vida saludables estas condiciones de vida hacen principalmente alusión a las

prácticas de alimentación, sueño, consumo de sustancias tóxicas, actividad física y

sexualidad que se construyen inicialmente en el contexto familiar, influenciado

posteriormente por otros contextos como es el académico, deportivo y social (OMS, 1986).

Además de otras conductas de salud como autocuidado e higiene, medidas de seguridad,

seguimiento de recomendaciones médicas (Salazar-Torres, Varela-Arévalo, Lema-Soto,

Tamayo-Cardona y Duarte-Alarcon, 2010).

Al estudiar la población universitaria es importante considerar la subjetividad que

corresponde a la forma como perciben su estado actual de salud incluyendo aspectos físicos

y psíquicos que condicionan su bienestar o malestar y el estilo de vida, entendiéndose esta

como salud percibida (Schwartzmann, 2003). Es por esto, que los estilos de vida y la salud

percibida se convierte en un tema de interés donde la objetividad de los estilos de vida son

determinantes en la salud y bienestar, pero existe el desconocimiento de la autopercepción

que tienen sobre su salud, dejando de lado aspectos generacionales, imaginarios populares y

singularidades que pueden estar incidiendo tácitamente.

Existen pocos estudios (Arrivillaga, Salazar y Correa, 2003; Arrivillaga y Salazar,

2005; Becerra, 2016; Borquez, 2011; Huntsinger y Luecken, 2004; Lema, et al., 2009;

Salazar y Arrivillaga 2004;) que establecen la relación entre estos dos conceptos que

configuran la salud de los estudiantes universitarios convirtiéndose en el requisito para su

caracterización y por tanto el diseño de programas de promoción de la salud y prevención


4

de la enfermedad en dicho contexto. Sin embargo, en un estudio se encontró que los niveles

de salud percibida en la población latinoamericana en el contexto universitario es positiva,

aunque las estadísticas revelan índices altos en consumo de tabaco y alcohol, alteraciones

del sueño y sedentarismo, entre otros (Chau y Saravia, 2014).

La etapa del ciclo vital considerada como adultez emergente corresponde al periodo

que transcurre entre el final de la adolescencia y los años intermedio o finales de la tercera

década de la vida, es decir, entre los 18 y 30 años (Arnett, 2000). Los jóvenes que se

encuentran en el contexto universitario se enfrentan a un proceso de transición y por tanto a

una etapa vulnerable para desarrollar costumbres y hábitos de riesgo que afectan el proceso

de salud-enfermedad, aunque es una población en general sana, teniendo en cuenta que las

enfermedades aparecen con mayor frecuencia e intensidad en edades posteriores (Intra,

Roales-Nieto y Moreno-San Pedro, 2011).

Dentro de este marco, se hace necesario que las instituciones de integración social

como son las universidades, se comprometan a promocionar la salud a través de diferentes

estrategias. Actualmente, la mayoría de las universidades en el mundo le han hecho una

apuesta a convertirse en entornos promotores de salud a través de los programas de

“Universidad saludable” que promueve la OMS, el cual tiene como objetivo el desarrollo

humano, la modificación del contexto universitario mediante estrategias que permitan

mejorar la calidad de vida de quienes allí pasan la mayor parte de su tiempo, generando una

cultura de autocuidado que propenda por el bienestar de los demás y del medio ambiente en

el ejercicio de la responsabilidad social con respecto a la salud de una comunidad (Lange y

Vio, 2006; OMS, 2015b).

De esta manera, el interés por la salud ha sido una constante en la historia de la

humanidad, observándose varios eventos y documentos como antesala a lo que actualmente

se denomina “universidad saludable” (Becerra, 2013). Desde Septiembre de 1978 en la


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Unión Soviética con la Declaración de Alma Ata, se reconoce la necesidad de generar una

gran alianza y establecer una estrategia que permitiera mejorar el estado de salud con una

gran meta “salud para todos en el año 2000”, haciéndose énfasis en las condiciones

sanitarias y sociales necesarias para que las personas pudieran gozar de un completo

bienestar físico, psicológico y social, lo cual podría conseguirse a través de la atención

primaria en salud (De Alma Ata, 1978). En coherencia con esta primera declaración, ocho

años después la carta de Ottawa en Canadá, que suscribe el concepto de promoción de la

salud en la cual se presentan enfoques, estrategias y proposiciones fundamentales en el

progreso del concepto, específicamente centra su atención en cinco estrategias enfocadas a

la modificación de condiciones que determinan la salud, entre ellas la elaboración de una

política pública sana, creación de ambientes favorables, reforzamiento de la acción

comunitaria, desarrollo de las aptitudes personales y una reorientación de los servicios

sanitarios (Carta de Ottawa, 1986).

Uno de los elementos constitutivos del programa de universidad saludable está

relacionado con los estilos de vida que tienen los jóvenes universitarios. Estos jóvenes

inician una nueva etapa enfrentándose a grandes procesos de transformación donde

cambian las dinámicas de las relaciones sociales, inician la construcción de nuevas

relaciones en el ámbito universitario que les exige adaptación al contexto social,

organizativo y educativo siguiendo una serie de normas algunas implícitas y otras explícitas

que requieren conocer para facilitar su proceso de adaptación (Figuera, Dorio y Forner,

2003). Adicionalmente, esta transición estará permeada por actitudes, creencias y

comportamientos que influyen en el estilo de vida y se verá reflejado en la disposición para

asumir conductas saludables o no.

En el contexto internacional en el año 2003, surge el movimiento que plantea que

las universidades deben promover ambientes físicos, psíquicos y sociales que mejoren la
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calidad de vida de la comunidad (Lange y Vio, 2006). Por su parte, en Colombia en el año

2010 se crea la Red Colombiana de Universidades Promotoras de Salud (REDCUPS) en la

cual diferentes instituciones de educación superior se integran para el mejoramiento de

salud en las comunidades educativas. En este sentido, dentro del plan decenal de salud

pública 2012-2021 una de sus dimensiones prioritarias se plantea en términos de “vida

saludable y condiciones no transmisibles” la cual propone desarrollar e implementar una

agenda transectorial que propicie entornos cotidianos que favorezcan una vida saludable

(Ministerio de Salud y Protección Social, 2013). A nivel local la secretaria de Salud Pública

Municipal de Cali retoma el plan decenal de salud en la Dimensión Vida Saludable y

Condiciones no Transmisibles a través de la Línea Estilos de Vida Saludable

desarrollando acciones de promoción de modos, condiciones y estilos de vida saludable con

el fin de contribuir a la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles siendo

uno de los ámbitos de intervención las universidades públicas y privadas a través de

estrategias operativas como conoce tu riesgo y peso saludable, espacios libres de humo,

proyectos pedagógicos de promoción de estilos de vida saludable y la red colombiana de

universidades promotoras de salud (Alcaldía de Santiago de Cali, 2017).

Conjuntamente a las medidas objetivas de los comportamientos en salud de los

universitarios, es importante también conocer la percepción que estos tienen de su estado de

salud física y emocional donde la persona puede percibirse como “saludable” y no

necesariamente corresponder a su realidad, por el contrario objetivamente estar sano y no

percibirlo de esta manera (Ardila, 2003).

Teniendo en cuenta lo anterior, surgió como objetivo general de esta investigación

analizar si existe relación entre los estilos de vida y la salud percibida en estudiantes de

odontología de una universidad de la ciudad de Santiago de Cali. Con los resultados, se

realizó un aporte a la psicología de la salud amplía elementos relacionados con el concepto


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de salud de la población universitaria fortaleciendo los aspectos necesarios para la

implementación de programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad en

la institución. Además, se apoyará en el sustento teórico a instituciones educativas y

universidades en posibles investigaciones que surjan con respecto a ésta población, no sólo

beneficiando los programas que se quieran desarrollar sino también actualizará ésta

temática que es tan poco estudiada, principalmente en el contexto colombiano. Enriquecerá

también aquellos programas de universidad saludable permitiendo contemplar los estilos de

vida de los estudiantes, e incluirá la salud percibida como aspecto subjetivo importante en

esta población.

Para el desarrollo de esta investigación, se precisaron los conceptos teóricos

relacionados con los estilos de vida en jóvenes universitarios y la salud percibida.

Complementando la definición de estilos de vida abordado con anterioridad, se conoce que

los estilos de vida saludable son considerados comportamientos individuales que una

persona asume a partir de un repertorio de factores internos relacionados con su biología,

genética, rasgos de personalidad y procesos de aprendizaje, acompañado de factores

externos como puede llegar a ser la cultura, los procesos de escolarización y en general el

contexto social en el que se desenvuelve la persona teniendo como efecto la incidencia

favorable o desfavorable en la salud (Arguello, et al., 2009).

En este sentido, existen teorías del cambio de comportamiento en salud que sirven

de recurso en el área de educación y promoción de la salud y prevención de la enfermedad,

entre ellas el modelo que se ajusta en el abordaje de los estilos de vida es el modelo

transteórico del comportamiento en salud, que explica el comportamiento de las personas a

través de cinco etapas. La primera etapa hace referencia a la precontemplación o momento

en el que las personas aún no manifiestan interés en la modificación de su comportamiento

en el lapso de seis meses, seguido por la contemplación en la cual la persona tiene una
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intensión de cambio y realiza un intento en dicha modificación. La etapa siguiente, hace

alusión a la preparación en la que la persona toma la decisión de cambio y se compromete a

dar continuidad a la acción. Finalmente, se dan las etapas de mantenimiento y terminación,

donde es observable el cambio de las personas y logran aumentar en el tiempo su

autoconfianza para mantenerse en el cambio deseado (Prochaska y DiClemente, 1984).

Dentro de las variables más estudiadas que han demostrado un nivel significativo de

influencia en el estilo de vida saludable, se encuentra la alimentación, el nivel de actividad

física, el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales, los comportamientos de

autocuidado, la calidad del sueño, la sexualidad, entre otras, que llegan a ser determinantes

para el inicio o mantenimiento de enfermedades no transmisibles, lo que significa que las

personas y sus sistemas de creencias, valores y conductas, especialmente estas últimas,

marcan un patrón de comportamiento que lleva como resultado un nivel de calidad de vida

y salud correspondiente a los hábitos elegidos (Salazar-Torres, et al., 2010).

Adicionalmente, estas variables son las contempladas en el Cuestionario CVJU R-2 y

abordadas en la presente investigación a excepción de sexualidad. Cuestionario que

pretende conocer los diferentes aspectos de la vida de los jóvenes universitarios, diseñado

por el grupo de investigación de salud y calidad vida de la Pontificia Universidad Javeriana

Cali.

En el contexto universitario se evidencia que los estilos de vida de los jóvenes

intervienen directamente en el desarrollo físico, psíquico y social y, posteriormente, tienden

a preservarse en la edad adulta. Específicamente para esta población, se ha encontrado que

las actitudes, creencias, organización de prioridades, factor económico, contexto familiar y

social, medios de comunicación y accesibilidad son variables a tener en cuenta al momento

de caracterizar los estilos de vida saludable en esta población (García-Laguna, García-

Salamanca, Tapiero-Paipa y Ramos, 2012).


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Ahora bien, las dimensiones del estilo de vida saludable en los jóvenes

universitarios que serán descritas en esta revisión corresponden a la actividad física, la

alimentación, el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales, el sueño, afrontamiento y

tiempo de ocio, estilos de vida que se encuentran relacionados específicamente con los

problemas de salud de esta población, entre los que se encuentran trastornos por consumo

de sustancias, trastornos de la conducta alimentaria, enfermedades crónicas y discapacidad

física (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2010), y posteriormente, la percepción

que los jóvenes tienen respecto a su salud física y emocional.

1.1 Actividad Física


Para iniciar, la actividad física es una dimensión de los estilos de vida saludables

por el impacto que genera en la salud de las personas; se ha identificado como

motivaciones de los jóvenes para la práctica de ejercicio y actividad física, la percepción

favorable en el estado de salud, reconocimiento social por la apariencia física como

consecuencia de una práctica regular, ampliación del círculo social y liberación de energía

y tensiones (García-Laguna, et al., 2012).

Las recomendaciones mundiales de actividad física para la salud, contemplan como

conceptos fundamentales la frecuencia, duración, intensidad, tipo y cantidad total de

actividad física necesarias para favorecer la salud y prevenir las ECNT.

Para la población entre 18 y 64 años se ha considerado que deben acumular un

mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada o 75

minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana o realizar una

combinación entre actividad moderada y vigorosa (OMS, 2010, p. 24).

Se entiende en este contexto la actividad física como aquellas que se llevan a cabo

durante un día cotidiano en el tiempo de desplazamientos, ocio, juegos, recreación,

ejercicio e incluso aquellas que se realizan como parte de la labor doméstica.


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Dentro de los beneficios reconocidos que tiene la práctica regular de ejercicio físico

para los diferentes niveles del organismo encontramos que: a nivel cardiovascular existe

una disminución de las resistencias periféricas, la frecuencia cardiaca en condiciones

basales, la presión arterial en personas hipertensas; y genera neovascularización, aumento

del gasto cardiaco, resistencia a la hipoxia, aumento de los procesos oxidativos,

estabilización eléctrica de las membranas protegiendo así de cardiopatías, hipertensión

arterial y muerte prematura (García-Laguna, et al., 2012).

A nivel metabólico, se encuentra como principales beneficios la disminución de los

niveles de triglicéridos y la mejora de los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL);

en personas con predisposición a la diabetes disminuye el riesgo de su evolución, mejora la

tolerancia a la glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina; se conoce igualmente que

reduce el riesgo de trombosis aguda y favorece la reducción de la grasa corporal. A nivel

pulmonar esta práctica saludable desarrolla más capacidad del consumo de oxígeno en la

persona lo que permite mejorar el funcionamiento respiratorio. A nivel musculoesquelético,

se reconocen múltiples beneficios, dentro de ellos activa el metabolismo del calcio y

fósforo en el hueso, existe más resistencia ósea, genera mayor posibilidad de amortiguación

del cartílago y favorece la fuerza tensil de ligamentos, además de un aumento en el número

y tamaño de mitocondrias (Ramírez-Hoffmann, 2002; García-Laguna, et al., 2012).

Estos beneficios, que representan una juventud biológica, se evidencian en la

medida en que diariamente el gasto calórico sea mínimo de 200 calorías que estarían

representados en un ejercicio aeróbico moderado de 30 minutos preferiblemente cinco días

por semana o de un ejercicio vigoroso de 20 minutos al día por lo menos tres días a la

semana conjuntamente con ejercicios de resistencia muscular, ejercicios de flexibilidad y de

coordinación motriz. Cabe mencionar que el tiempo invertido en la actividad física puede
11

distribuirse durante el día teniendo en cuenta que lo importante es el volumen de actividad

que es acumulativo (Ramírez-Hoffmann, 2002).

La actividad física como estilo de vida tiene beneficios a nivel psicológico y social,

facilitando una percepción de bienestar que se relaciona con una mejor autoestima,

autoconocimiento, autoconcepto que repercute en un desempeño adecuado en las

actividades cotidianas laborales y/o académicas, además de promover las relaciones

interpersonales y el reconocimiento social (Gómez, Ruiz, García, Granero y Pieron, 2009).

Para la OMS (2009), el cuarto factor de riesgo de mortalidad mundial corresponde a

la inactividad física representado en el 6% de las defunciones, la hipertensión representa un

13%, el consumo de tabaco 9%, exceso de glucosa en sangre 6% y la obesidad 5%. Cada

vez más la inactividad física influye considerablemente en la salud general de la población

en el mundo, en concordancia con la prevalencia de las enfermedades no transmisibles

entre ellas el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares así como en sus

factores de riesgo, el sobrepeso, exceso de glucosa en sangre y la hipertensión

respectivamente. Se estima que la inactividad física es la causa principal de

aproximadamente entre el 21% y 25% de los cánceres de mama y colon, 30% de las

cardiopatías isquémicas y 27% de la diabetes, representando casi la mitad de la carga

mundial total de morbilidad.

Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (Ministerio de Protección

social, 2010) entre los 18 y 64 años de edad el sobrepeso y la obesidad fue el principal

problema de malnutrición, mostrando una prevalencia general del 46%. Adicionalmente, en

este rango poblacional el 42.6% cumple con el mínimo de actividad física recomendada (30

minutos diarios por lo menos 5 días a la semana en tiempo libre).

La OMS (2015c), refiere que una de las principales causas del sobrepeso es el

descenso de la actividad física debido en gran parte por el tipo de trabajo más sedentario,
12

los nuevos modos de desplazamiento y la creciente urbanización, desencadenando

enfermedades cardiovasculares como las cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Concretamente, la baja actividad física en jóvenes universitarios puede estar

relacionado con el aumento de responsabilidades académicas, uso de nuevas tecnologías, el

ocio pasivo donde se destaca varias horas al día viendo televisión y transporte propio lo

cual genera una disminución en la necesidad de ejercicio físico diario (Arguello, et al.,

2009). En la etapa universitaria, el sedentarismo se asocia además con la influencia social

ejercida principalmente por su grupo de pares, los cuales pueden llegar a ejercer presión en

la toma de decisiones en cuanto a la práctica; además se asocia a factores como el consumo

de sustancias psicoactivas, composición corporal, falta de elementos deportivos,

accesibilidad, falta de seguridad en los espacios para la práctica del deporte, disponibilidad

de recursos económicos, actitudes, creencias, costumbres y/o percepción de la falta de

habilidad para la práctica del deporte (García-Laguna, et al., 2012).

Teniendo en cuenta las variables de interés del presente estudio, en una

investigación realizada en 4 universidades de Colombia ( Cali, Tuluá, Bogotá, Manizales)

en el año 2011, se encontró la relación entre el sexo y la práctica del ejercicio, siendo los

hombres los que más practican algún deporte 59.1% en comparación con las mujeres

40.9%, con respecto a los recursos para hacer ejercicio, corresponde en un 59.8% al buen

estado de salud y el 57.1% por los aditamentos deportivos (Varela, Duarte, Salazar, Lema y

Tamayo, 2011).

En un estudio realizado en Chile, sobre el cambio conductual ante el control del

peso y la actividad física de 184 universitarios chilenos muestran que ante el ejercicio

físico, las mujeres se encontraban en etapa de contemplación, preparación a la acción y la

acción de iniciar la actividad física en comparación con los hombres que estaban en una

etapa previa correspondiente a la precontemplación de la idea de iniciar ejercicio físico


13

(39% mujeres y 13% hombres); cuando se observó cuál de las dos poblaciones se mantenía

más en la práctica regular del ejercicio se encontró que son los hombres quienes lideran

esta etapa (28% hombres y 12% mujeres) (López,2008). Es evidente que en relación a la

actividad física en universitarios, existe diferencia de género siendo los hombres quienes

registran un porcentaje más alto con respecto a las mujeres.

1.2 Alimentación
Ahora se dará paso con la siguiente variable que influye en el estilo de vida de los

jóvenes universitarios, a saber, la alimentación. Esta es el proceso mediante el cual los seres

humanos consumen diferentes alimentos con el fin de obtener los nutrientes necesarios para

sobrevivir. Dichos nutrientes son transformados en energía que permite la realización de

diferentes actividades que implican un acto motor. Estos alimentos están clasificados en

diferentes grupos como carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y fibras que

son consumidos en diferentes horarios, contemplando básicamente cinco momentos durante

el día: desayuno, almuerzo, cena y refrigerios.

Las investigaciones con respecto a la alimentación sugieren que el gasto calórico

debe ser equivalente a la ingesta de calorías. Además, indican que para evitar el aumento de

peso, las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica, lo que conlleva a evitar

el consumo de grasas saturadas y disminuir el consumo de las grasas tipo trans. El consumo

de azúcar debe ser igualmente limitado a menos del 10% de la ingesta calórica, con una

cantidad mínima de 5 gramos de sal disminuyendo así el riesgo de enfermedades

cerebrovasculares y prevención de la hipertensión. De esta manera, la alimentación

saludable es el resultado de la ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales

integrales. En cuanto a las porciones de estos alimentos, se ha considerado que diariamente

se consuma al menos 400 gramos de frutas y hortalizas. Cabe mencionar que esta

composición está determinada por factores psicosociales como la edad, sexo, estilos de
14

vida, alimentos disponibles y el contexto cultural en que se desenvuelve la persona (OMS,

2015d).

Teniendo en cuenta lo anterior, el consumo apropiado de frutas y verduras es

considerado un factor protector para las enfermedades que se han relacionado con los

estilos de vida entre ellos la enfermedad cardiovascular, el síndrome metabólico y la

hipertensión arterial. En un estudio realizado entre los años 2001 y 2008 con adultos

jóvenes ingleses se demostró la asociación inversa entre el consumo adecuado de frutas y

verduras (7 porciones al día) y la mortalidad por cáncer y enfermedad cardiovascular

(Oyebode, Gordon-Dseagu, Walker y Mindell, 2014).

Al relacionar la alimentación y la población universitaria intervienen variables

como el tiempo, el fácil acceso a comidas rápidas, precios económicos de estos alimentos

que puestos en un contexto de facilidad para el joven termina siendo su primera elección a

la hora de alimentarse (López, 2008); otra variable que influye es la presentación de los

alimentos en el buffet de la cafetería, donde se ha evidenciado que al presentar diversas

opciones de frutas y verduras aumenta el consumo de las mismas durante el almuerzo

(Kongsbak, et al., 2016; Lorenizini, Betancur-Anacona, Chel-Guerrero, Segura-Campos y

Castellanos-Rucias, 2015).

Según los estudios publicados en estudiantes universitarios del sector salud, quienes

tienen conocimientos con respecto a los hábitos saludables de alimentación, evidencian que

no modifican sus hábitos a pesar de tener información suficiente al respecto, donde los

resultados exponen la existencia de un desequilibrio en la dieta caracterizada por la ingesta

excesiva de lípidos y proteínas, por ejemplo las comidas rápidas, contemplando un déficit

en carbohidratos y micronutrientes (Rizo-Baeza, González-Bauer y Cortés, 2014).

En las investigaciones revisadas se evidencia divergencia respecto a la relación

entre género y la alimentación. Sánchez y Luna (2015), encontraron que las mujeres tienen
15

mejores prácticas de alimentación que los hombres y en un estudio realizado por López

(2008), no encontró relación significativa entre el género y las etapas del cambio

conductual en lo que concierne a la ingesta de frutas y verduras. Este estudio es llevado a

cabo utilizando el Modelo Transteórico (MT) del cambio del comportamiento el cual

considera cinco etapas: precontemplación, contemplación, preparación, acción y

mantenimiento por las cuales pasa una persona para llevar a cabo un comportamiento de

salud. Teniendo en cuenta lo anterior, son más las mujeres que se encuentran en la etapa de

preparación a la acción, los hombres con estado nutricional normal se asocian

significativamente con las etapas de consideración de adoptar la conducta sin tener aún

ningún plan específico y la toma de decisión de adoptar el comportamiento deseado,

mientras que las mujeres se encuentran en la toma de decisión de adoptar el

comportamiento deseado y adoptar la conducta.

En lo que respecta al control de peso, este mismo autor afirma que los hombres con

estado nutricional normal presentan patrones de conducta ligadas a la precontemplación y

contemplación, mientras que las mujeres se asocian a conductas de preparación a la acción,

encontrando que en hombres y mujeres con obesidad no se observó diferencias

significativas respecto a las etapas de la conducta en la ingesta de frutas y verduras,

ejercicio físico y control del peso.

Un estudio realizado en Colombia con estudiantes de la Universidad Nacional

muestra que aproximadamente 3 de cada 4 estudiantes presentan un índice de Masa

Corporal (IMC) normal, considerando en su dieta el consumo de leche y derivados en un

70%, carnes diariamente en un 61%, huevos 2 a 3 veces por semana y la mitad de la

muestra refirió consumir jugos naturales y únicamente un 37% consume frutas enteras. La

ingesta de verduras es escasa en esta población y cerca del 10% consumía alimentos como

productos de paquetes, gaseosa, salsas y un 5% comidas rápidas. En el estado nutricional


16

son las mujeres las que presentan mejor nutrición con respecto a los hombres (Becerra-

Bulla y Vargas- Zarate, 2015).

1.3 Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales


Dentro de las variables que más se han estudiado como influyentes en el estilo de

vida de los jóvenes se encuentra el consumo de sustancias psicoactivas, el cual es

considerado un problema de salud pública que trasciende las fronteras del país. Al respecto

existen estimaciones del consumo en el grupo poblacional juvenil que más allá de

representar un problema social, económico y político, representa un problema para la salud

de quien consume estas sustancias de manera regular en el tiempo. Se ha descrito de

manera amplia las consecuencias que a nivel físico trae el consumo prolongado del

cigarrillo y alcohol, para sus sistemas respiratorio, cardiaco, digestivo con desenlaces de

enfermedades crónicas, además de posibles predisposiciones para la ansiedad y depresión

(Daniulaityte, et.al., 2010).

En América Latina, en promedio el consumo de alcohol es más elevado que en el

resto del mundo. Los episodios de consumo excesivo de alcohol, entiéndase como la

ingesta de 5 bebidas alcohólicas estándar o más de alcohol puro por lo menos una vez en

los últimos treinta días, han aumentado en los últimos cinco años de 17,9% a 29,4% en los

hombres y 4,6% a 13% en las mujeres (Organización Panamericana de la salud, 2015).

En el contexto Colombiano según El Ministerio de Salud y la Protección Social

(2016), la antigua Dirección Nacional de Estupefacientes y la Oficina de las Naciones

Unidas contra la Droga y el Delito en Colombia (UNODC) el 44,84% del total de la

población consume alcohol y el 35% consume tabaco. Específicamente en los jóvenes

universitarios Colombianos el 20% registra consumir alcohol por lo menos una vez a la

semana, 13% fumar por lo menos una vez al día y el 4% consume drogas ilegales como

marihuana, cocaína, éxtasis, heroína, popper y otros alucinógenos. Las principales


17

motivaciones para el consumo de alcohol y cigarrillo están sentirse mejor, disminuir la

tensión y estrés siendo común en los contextos físicos en los que participa; los motivos para

el consumo de drogas ilegales corresponde a olvidar los problemas, sentirse mejor y

experimentar otras sensaciones, sin embargo, se ha encontrado también que empiezan a

reemplazar sus actividades de estudio, trabajo o encuentro con amigos para consumir

alguna de las sustancias psicoactivas siendo más frecuente en hombres que en mujeres

(Duarte, Varela, Salazar, Lema y Tamayo, 2012).

Encontraron en un estudio con 1811 universitarios colombianos que dentro de los

factores motivacionales para el consumo, existen diferencias de acuerdo al tipo de droga,

así el 20,6% de los estudiantes reportaron sentirse mejor cuando se consumía licor, el

42,4% tenían la percepción de una disminución de síntomas de ansiedad, tensión o estrés

cuando fumaban y 35,9% de los estudiantes que consumían alguna sustancia psicoactiva

como marihuana, cocaína, éxtasis, entre otras, refirieron una necesidad de experimentar

sensaciones distintas a las habituales. Igualmente, se describieron los motivos para el no

consumo y varían igualmente de acuerdo a la droga, 42,8% de la muestra refirieron no

necesitar beber alcohol para disfrutar su espacio social, el 31,4% rechazan el consumo de

sustancias ilegales por considerarlas perjudiciales para la salud y el 25,2% no escogen

fumar por ser displacentero su sabor, olor o porque sus efectos son negativos. Se encontró

una relación importante entre el consumo de sustancias legales o ilegales con el recurso

económico y el conocimiento sobre expendio, en la primera el 58.3% de la muestra cuentan

con el dinero para su compra y el 34.7% tienen el conocimiento suficiente para conseguir la

droga (Duarte, Varela, Salazar, Lema, y Tamayo, 2012).

Se ha identificado igualmente que el alcoholismo y consumo de cigarrillo es un

problema social asociado a actividades de diversión, escape, soledad y relajación sin estar
18

directamente relacionado con actividades académicas sino con el contexto situacional de la

universidad que facilita el consumo (Paswan, Gai y Sua, 2015).

En una Universidad de la ciudad de Cali, se realizó un estudio con 548 estudiantes y

encontraron que el 96% alguna vez en su vida ha consumido una bebida alcohólica, siendo

los 15 años la edad promedio de inicio de ese consumo sin encontrar diferencias entre los

géneros. Se identificó que en ambas poblaciones el consumo en los últimos 12 meses

corresponde a un 89%, sin mostrar tampoco diferencia entre las edades. Existieron

diferencias significativas en el estrato socioeconómico y el consumo, siendo mayor éste en

la medida en que el estrato también era mayor (91% estudiantes de estrato alto consumieron

alcohol en el último año). Al analizar el consumo en el último mes, observaron que el 48%

de los estudiantes bebieron entre 2 y 4 días, el 34% 5 o más días y el 17% lo hicieron solo

un día; de estas personas que consumieron en el último mes alcohol, 43% llegaron a la

embriaguez al menos 1 vez. Los sitios identificados propicios para este tipo de consumo lo

lideran los bares en un 62% seguido por casas de amigos, conciertos, paseos, tiendas y

sitios alrededor de la universidad (Lema, Varela, Duarte y Bonilla, 2011).

El consumo de alcohol tiene también como variable asociada la familia, se encontró

relación entre un inicio de consumo por parte de los jóvenes a menor edad con antecedente

de familia que tomaba con frecuencia de aquellos que no reportaron este antecedente. Otra

variable que presenta relación con la prevalencia del consumo de manera significativa ha

sido el tener amigos que se embriagan con respecto a los que no lo hacen (Lema, et al.,

2011).

De acuerdo al patrón de consumo de alcohol, los hombres tienen un patrón de riesgo

y un patrón perjudicial mayor que el de las mujeres, encontrando 169 en este nivel de

consumo, de los cuales, el 27% evidencian un nivel 2 considerado consumo riesgoso, en un

nivel 3 el 2,5% con un consumo perjudicial y el 1,6% ya estarían en un nivel 4


19

correspondiente a nivel de dependencia del alcohol de acuerdo a los niveles del Test de

Identificación de los Trastornos Debidos al Consumo de Alcohol Audit (Babor, Higgins-

Biddle, Saunders y Monteiro, 2001). No se encuentran diferencias significativas con el

consumo, edad y estrato de los jóvenes. Aquellos jóvenes con antecedentes de familiares

que se embriagaban, el 40% se encuentran en el nivel 2 de riesgo a diferencia del 25% que

no tienen este antecedente; similar ocurre con aquellos que tienen amigos que se embriagan

ya que el 34% tienen un consumo nivel 2 de riesgo y los que no, son el 19% (Lema, et al.,

2011).

1.4 Tiempo de ocio


Existen otras dimensiones igualmente importantes dentro de los estilos de vida en

jóvenes universitarios, como es el uso del tiempo libre que merece ser descrito por su

influencia en la calidad de vida de los estudiantes. Al señalar el tiempo de ocio dentro de

los estilos de vida de los jóvenes, se considera que éste es aquel que es usado para

desarrollar una o varias actividades de tipo creativo, lúdico y/o formativo que tienen el

objetivo de generar bienestar físico, psíquico y social, este tiempo puede llegar a ser

utilizado también para establecer relaciones sociales, cese de actividades y descansar

(Lemp y Behn, 2008).

La ONU (2010), reconoce en el esparcimiento y en las actividades recreativas un

factor de desarrollo y bienestar para la población joven manifestando que es la oportunidad

de incluirse en la sociedad con prácticas deportivas, culturales y recreativas convirtiéndose

en protección para problemáticas crecientes como la delincuencia y el consumo de

sustancias psicoactivas manifiestas en esta población. Al involucrarse consistentemente en

las prácticas recreativas se contribuye al desarrollo de las potencialidades físicas,

psicológicas y emocionales.
20

En el proceso de escogencia de la actividad a desarrollar en su tiempo de ocio, los

jóvenes median su decisión por múltiples factores entre los que se destacan sus preferencias

y gustos personales, la situación económica y algunos factores sociales, donde se empieza a

reconocer por ejemplo la influencia en los cambios tecnológicos y cómo éstos generan una

vinculación del joven con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) siendo

cada vez más notorio cómo su uso modifican sus prácticas cotidianas, llegando a desplazar

actividades académicas, actividades propias del proceso de socialización e incluso

modifican su escala de prioridades relacionadas con los estilos de vida saludable por estas

prácticas; sin embargo, también se reconoce en las TIC la posibilidad que tienen para

desarrollar nuevos aprendizajes, nuevas formas de relacionarse, estudiar, trabajar y de

conectarse simultáneamente (Crovi, 2011).

El tiempo de ocio de los estudiantes universitarios significa por una parte, integrarse

a las posibilidades que ofrece la universidad adicionales a su actividad académica, algunas

de estas ofertas pueden estar relacionadas con idiomas, informática, habilidades

interpersonales, autocontrol, adaptación e inteligencia emocional; es así como la

universidad está llamada a posibilitar los recursos e infraestructura para el uso del tiempo

adicional al de sus responsabilidades. Por otra parte, el tiempo también puede distribuirse

con las ofertas sociales y culturales del contexto en el que se ubica la universidad. Al

respecto, se llevó a cabo una investigación con 554 jóvenes de la Universidad de

Compostela donde se encontró que el 68% de los estudiantes habían participado de aquellas

actividades promovidas por el área cultural de la universidad, seguido con un 44% de

actividades deportivas, 20% invirtieron su tiempo en actividades de informática y tan solo

el 9% había hecho uso de formación en idiomas (Méndez, 2010).

En la universidad de Huelva, casi el 50% de los estudiantes tienen en promedio

entre 2 y 3 horas libres diarias, se destacó que aquellos que practicaban de manera regular
21

actividad física refirieron más tiempo libre que aquellos que no tenían esta práctica,

probablemente este resultado esté relacionado con una mejor organización del tiempo.

Adicionalmente, los estudiantes respondieron que en orden de prioridad les gustaría en el

tiempo libre compartir tiempo en familia, hacer deporte y escuchar música. El estudio

concluyó que la cantidad de tiempo libre va disminuyendo en la medida en que la persona

aumenta de edad (Castillo, Giménez y Sáenz-López, 2009).

En el contexto colombiano, el uso del tiempo libre está determinado en gran parte

por el contexto social y sus dinámicas que en muchas ocasiones terminan imponiendo

estilos de vida relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillo,

desarrollándose en los espacios de esparcimiento, y tienen efecto socializador pero muy

poco en su desarrollo personal. En una Corporación Universitaria de Caldas encontraron

que la escogencia de actividades en su tiempo libre está determinada por aspectos culturales

y económicos, sin embargo, en ocasiones se ha encontrado que estudiantes que poseen el

recurso económico para llevar a cabo cualquier actividad lúdica, cultural o recreativa, no

cuentan con el repertorio cultural que favorezca la escogencia de otras expresiones que van

más allá de lo transmitido por el núcleo familiar en el proceso de socialización primaria.

Concretamente, se encontró una discrepancia entre la oferta institucional y la participación

de los jóvenes en estas propuestas relacionado con una visión “light” y facilista de la

mayoría de los jóvenes, caracterizada por actividades como ver televisión, conectarse a

internet, visitar bares y discotecas. Por otra parte, se encuentra la minoría que sí está

interesada en propuestas culturales de más alta calidad relacionadas con la lectura, el cine,

clases de baile, práctica de un arte marcial, tocar un instrumento y el voluntariado, las

cuales están relacionadas con un grado de compromiso y disciplina mayor (Huertas, Caro,

Vásquez y Vélez, 2008).


22

1.5 Sueño
Al terminar una jornada laboral, académica, deportiva o social las personas tienen

un gasto energético importante considerando la función cerebral. Para esto, sienten la

necesidad biológica de descansar y restaurar sus funciones para continuar con las

actividades de la vida cotidiana, haciéndolo mediante el sueño independientemente de su

calidad y las horas invertidas. El sueño es definido como un estado necesario del ser

humano, en el cual en una parte de las 24 horas del día abandona la vigilia como necesidad

biológica para descansar y relajarse, entrando en una etapa de aparente inconsciencia e

inactividad motora pero con excelente actividad cerebral (Cruz, 2010) .

Dentro de los factores biológicos que inciden en el mismo, se encuentran los

llamados patrones de sueño, caracterizados como el conjunto de información cuantificable

sobre los ritmos temporales, estructurales y fisiológicos de ciclo sueño-vigilia y donde la

intensidad de horas necesaria en el ser humano está condicionada por diferentes factores

que dependen del organismo, el medio ambiente y el comportamiento, mediado por el

interés de optimizar el metabolismo y la utilización de energía (Rodríguez, et al., 2009).

El aspecto cultural también incide considerablemente, en el caso de los estudiantes

universitarios, cambian sus hábitos de sueño por realizar trabajos, cumplimiento de

horarios, responsabilidades y dejan de tener el tiempo necesario para descansar y hacer

otras actividades. Durante el proceso de adaptación al nuevo entorno universitario y con el

fin de llevar a cabo todas las actividades que les demanda la universidad, los estudiantes se

ven enfrentados a realizar cambios en los hábitos que hasta el momento han adquirido. Es

importante indicar que en las prácticas cotidianas de éstas personas varían los horarios para

acostarse y levantarse, cambia el número de horas, se adquieren nuevos hábitos o se

modifican los ya adquiridos, teniendo en cuenta que estos no desaparecen completamente

(Rodríguez, et al., 2009).


23

Un estudio realizado con universitarios en Estados Unidos, evidencia que la

dependencia de las redes sociales, y síntomas como depresión y ansiedad tienen un impacto

negativo en la calidad del sueño, que genera trastornos importantes del mismo y el

desempeño académico considerando principalmente la función ejecutiva. Asevera que los

estudiantes que duermen mal reportan mayores niveles de depresión y ansiedad con

respecto a los que duermen bien, además indican cifras más altas con el uso y dependencia

de mensajes de texto en dispositivos electrónicos y a su vez reportan bajo rendimiento

académico (Ferraro, Holfeld, Frankl, Frye y Halvorson, 2015).

En el mismo contexto, los estudiantes universitarios registran uso moderado de

internet en un marco de tiempo de 24 horas al día acompañado de falta de ejercicio,

síntomas depresivos y estrés, desencadenando a largo plazo dificultades en las dimensiones

social y psicológica (Derbyshire, et al., 2013). Otro factor importante a tener en cuenta en

la calidad del sueño, es el consumo de psico-estimulantes, los cuales son consumidos por

los estudiantes para aumentar el rendimiento académico y la concentración que trae como

consecuencia el aumento de somnolencia diurna (Clegg-Kraynok, Mcbean y Montgomery-

Downs , 2011).

En un estudio transversal llevado a cabo en 8 universidades de Estados Unidos con

1035 estudiantes entre los 18 y 24 años cuyo objetivo era relacionar la conducta y calidad

del sueño con ser comedores competentes (“eating competence” entendido como las

actitudes y comportamientos positivos frente al alimento), encontraron que aquellos que

reportaron ser comedores competentes tendían a presentar una mejor calidad del sueño,

menos trastornos del sueño y disfunción diurna. Aquellos estudiantes que reportaron ser

menos competentes frente al alimento y tener una menor calidad en el sueño se asocian a

problemas de sobrepeso y obesidad. La relación entre estas dos variables pueden estar
24

siendo afectadas por los niveles de estrés (emocional, social y económico), apoyo social y

percepción de éxito que tienen los jóvenes universitarios (Quick, et al., 2015).

En Colombia, un estudio realizado en la Universidad de Ciencias Aplicadas y

Ambientales en Bogotá, registra que para lograr un sueño reparador es importante

contemplar los hábitos, donde existe una estrecha relación con el tiempo insuficiente para

realizar sus actividades académicas, por lo que resulta necesario reducir las horas de sueño

para dar cumplimiento con las responsabilidades académicas y extracurriculares (Claros,

Rodríguez, Forero, Camargo y Niño, 2013). En este sentido, un estudio realizado en la

Universidad del Atlántico, los jóvenes muestran que el tiempo de sueño es susceptible a ser

estudiado dentro del marco de la teoría económica; es decir, el tiempo asignado para dormir

depende de la elección individual contrastado con el rendimiento académico y otros usos

del tiempo de acuerdo a las preferencias (Trujillo y Iglesias, 2010).

A este respecto, una población proclive a presentar baja calidad del sueño y

trastornos del mismo son los estudiantes universitarios teniendo en cuenta que además de

sus responsabilidades académicas aparece una gran diversidad de conductas (estrés,

periodos de ayuno, consumo de cigarrillo y alcohol, bebidas energéticas) que influyen

directamente en la calidad del sueño.

1.6 Afrontamiento
La transición a la adultez a la cual se enfrentan los universitarios está caracterizada

por diferentes retos que les demanda una serie de estrategias que le permitan adaptarse a las

nuevas situaciones, conocidas como afrontamiento. En ese sentido, el afrontamiento se

relaciona con el estrés, que se define como la relación entre la persona y el entorno que es

asumido a partir de una valoración en términos de contar con los recursos necesarios para

hacerle frente o por el contrario, percibir que las demandas sobrepasan sus propias

capacidades. La evaluación cognitiva que realiza la persona se divide en primaria y


25

secundaria; la primaria es aquella donde la persona define si la situación es irrelevante,

buena o estresante, esta última daría paso a una percepción de daño, amenaza, pérdida o

reto que da lugar a la evaluación secundaria, donde la persona se plantea que puede hacer

frente a la situación (Lazarus y Folkman, 1985). Al referirse a un afrontamiento adaptativo,

se entiende que la persona logra mitigar el distress fisiológico, las reacciones emocionales

negativas, mejorar su respuesta corporal, ampliar respuestas emocionales positivas, resolver

problemas y mejorar tanto el rendimiento como el ajuste social (Campos, Iraurgui, Páez y

Velasco, 2004).

En un estudio realizado en la Universidad de Arizona con jóvenes entre los 17 y 19

años se encontró que una percepción de mayor estrés de lo habitual en la última hora, se

asocia con la presencia de elevados índices de cortisol relacionado con un porcentaje por

debajo del promedio en el uso de estrategias de afrontamiento por parte de los jóvenes.

Estos resultados indican a su vez que ante situaciones de estrés la reactividad del cortisol

varía de acuerdo a la situación y a las habilidades de afrontamiento individuales lo cual

permitiría comprender que en la medida en que exista una desregulación del eje

hipotalámico-hipofisiario-adrenal en jóvenes su salud se verá afectada (Sladek, Doane,

Luecken y Eisenberg, 2016).

Por su parte, en Arabia Saudita en un estudio con estudiantes de odontología

durante el año 2009, se evidenció que los estudiantes tuvieron resultados relativamente

altos de estrés percibido, siendo las mujeres más jóvenes y solteras las que puntuaron más

alto, encontrando a su vez diferencias en los factores relacionados con autoeficacia,

creencias, carga de trabajo, la formación clínica y trabajo bajo presión. Adicionalmente se

registra que cambios en factores ambientales y las estrategias de afrontamiento afectan de

manera independiente la percepción del estrés (Al-Sowygh, 2013).


26

La vida universitaria hace que los jóvenes se enfrenten a nuevas situaciones donde

deben poner en funcionamiento las estrategias que mejor se ajustan para mantener su salud,

es así como en un estudio llevado a cabo en jóvenes de una Universidad de Estados Unidos,

encontraron que aquellos estudiantes que lograron hacer uso de estrategias relacionadas con

comportamientos protectores, actúa como mediador entre la asociación inversa entre

afrontamiento centrado en el problema y el consumo de alcohol, en otras palabras, está

indicando que aquellos que usan como estrategia de afrontamiento ante las situaciones de

estrés, centrarse en el problema como forma más adaptativa, predicen un menor uso de

alcohol, diferente a lo que sucede con personas que hacen uso de estrategias de aceptación

social (Walker y Stephens, 2014). Por otra parte, en el contexto mexicano los estudiantes

presentan dificultades para afrontar las situaciones estresantes que se les presenta a diario,

acudiendo al consumo de alcohol que se convierte en una forma de evasión para resolver

estas situaciones (Chimal, et al., 2014).

En algunos universitarios argentinos, se evidencia que la evitación es una estrategia

que predomina con respecto a situaciones de afrontamiento. Los estudiantes optan por

distanciarse físicamente de las situaciones, en especial la evaluativa, aunque hacen uso de

otras estrategias como la descarga emocional y la búsqueda de gratificaciones alternativas

realizando nuevas actividades que generan fuentes de satisfacción. Así mismo, en cuanto a

la relación entre los niveles de ansiedad y estrategias de afrontamiento, se establece que a

mayor nivel de ansiedad mayor evitación y a menor nivel de ansiedad mayor acercamiento.

La estrategia de reevaluación positiva es más utilizada en mujeres mientras que la descarga

emocional es más frecuente en hombres (Casaril, Anglada, Daher, 2014). Por su parte,

Colombia registra en un estudio llevado a cabo con 283 jóvenes universitarios el uso

frecuente de estrategias de afrontamiento tales como: religión en un 96%, búsqueda de

apoyo social y solución de problemas 89% y evitación emocional 78%. Estas estrategias se
27

encuentran relacionadas con características de inmadurez concomitante con la etapa de la

vida en la que se encuentran y con ciertos contextos culturales que no favorecen la

adquisición y perfeccionamiento de las diferentes estrategias de afrontamiento (Palacio,

Caballero, González, Gravini y Contreras, 2011).

1.7 Salud percibida


El análisis precedente sobre los principales hábitos que repercuten en la salud de los

jóvenes universitarios, muestra principalmente las creencias, motivaciones y prácticas para

llevar a cabo determinado comportamiento. Ahora bien, estos podrían o no estar

relacionados con sus propias percepciones del estado de salud, por lo que a continuación se

realizará una descripción del concepto calidad de vida relacionada con la salud, también

conocido como salud percibida.

Si bien el concepto de calidad de vida es amplio y complejo, se ha llegado al

consenso que además de su medida objetiva, existe una medida subjetiva que reconoce la

percepción de la persona, la cual recibe influencia de los valores personales, sistema de

creencias, historia personal y del contexto sociocultural. Al relacionar la calidad de vida y

la salud de una persona en una medición se indaga por qué tan saludable física y

psíquicamente se siente dando como resultado una medida de su salud percibida

(Schwartzmann, 2003).

De igual manera, Urzúa (2010) hace referencia a que la evaluación que una persona

realiza sobre su área personal, social, emocional que impactan su salud puede definirse

también como la calidad de vida relacionada con la salud y va a estar mediada por un

proceso de comparación social que realiza la persona condicionando de esta manera su

respuesta. Rebollo y Ortega (2007), complementan esta definición afirmando que esta

evaluación subjetiva va a estar determinada por el estado de salud, la atención sanitaria y la

promoción de la salud sobre la capacidad y el nivel funcional que la persona perciba en el


28

desarrollo de las actividades significativas y que están relacionadas con su bienestar.

González (2010), describe cómo en la medida en que las personas se sienten bien frente a

su estado de salud no realizan acciones sistemáticas para mantener ese estado, por el

contrario, cuando la percepción es desfavorable por percatarse de algunos síntomas o

sensaciones, se preocupan y se disponen a actuar para mejorar esa situación, lo cual indica

que las personas realizan más fácilmente procesos de movilización ante la enfermedad que

ante la salud o a la promoción de ésta.

La salud auto-reportada, es considerada un buen indicador para medir el estado de

salud de las personas e incluso puede llegar a predecir el estado de salud en el futuro, la

búsqueda de atención en salud y de la mortalidad. Al referirse particularmente a la

población joven, se conoce que una percepción en la salud favorable está estrechamente

relacionada con hábitos saludables y con la disposición y motivación para la realización de

actividad física, a diferencia de aquellas personas que no tienen una percepción favorable

de su salud que está relacionado con enfermedad crónica o incapacidad funcional (Jylha,

2009; Barrios-Vicedo, et al., 2015).

En un estudio con 143 estudiantes cubanos sobre su percepción de la calidad de vida

en relación a la salud, se encontró que los hombres (prácticamente en todas las edades)

tienen una percepción más favorable de su calidad de vida relacionada con la salud que las

mujeres, sin embargo, ellos tienen una menor esperanza de vida. Este hallazgo en mujeres

puede relacionarse con una mayor demanda de los servicios en salud, la incidencia de

síntomas agudos y algunas conductas de riesgo, como por ejemplo el embarazo no planeado

y en edad precoz. En este mismo estudio, refieren que la población universitaria tiene unas

características sociales particulares en las cuales se intercambian información y modos de

actuar donde los pares ejercen influencia en muchos comportamientos y en la visión de

calidad de vida de favorable o desfavorable. Concretamente los estudiantes que evaluaron


29

negativamente su salud presentaron frecuentemente manifestaciones clínicas y

comportamientos poco saludables en comparación con los estudiantes con una visión más

positiva (Pacheco, Michelena, Mora y Miranda, 2014).

En algunos estudios con población universitaria en países latinoamericanos como

Perú, Paraguay y Colombia se ha encontrado una percepción favorable de su salud, sin

embargo, no siempre esta percepción favorable responde a que éstos tengan hábitos

saludables (Chau y Saravia, 2014). Lo que se observa entonces, es que la percepción de los

jóvenes en el proceso de salud-enfermedad está determinada por factores psicosociales, por

ejemplo, la edad como referencia de cambios biológicos y la ausencia de enfermedades

graves, la percepción de bienestar psicológico, estar centrados en sus experiencias

corporales; lo anterior se convierte en importantes factores que inciden en la percepción de

su salud (Piko, 2007).

En México, en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FESI) de la Universidad

Nacional Autónoma de México, se realizó un estudio del perfil de salud de los nuevos

ingresos a las carreras de Biología, Odontología, Enfermería, Medicina, Optometría y

Psicología. En el estudio realizado con 1593 estudiantes se encontró que el 39.9% de la

población tenía diagnosticada alguna enfermedad crónica y los jóvenes que tenían como

antecedentes enfermedad pulmonar, hipertensión y enfermedad renal, fueron los que

percibieron de manera más negativa la salud. Adicionalmente, esta misma población fue la

que más conductas de riesgo para la salud presentó, identificando el consumo de tabaco y

alcohol y el sedentarismo como las más frecuentes (Rodríguez, Ríos, Lozano y Álvarez,

2009). Estos hallazgos corroboran la transición epidemiológica donde el estilo de vida de

los jóvenes los lleva a perder su bienestar y ser más propensos a una muerte prematura.

Otro estudio de carácter epidemiológico observacional realizado en la Universidad

del Salvador en Argentina con 85 estudiantes de primer y último año de psicología,


30

encontraron que los estudiantes que cursaban último año presentaron conductas de riesgo

más altas que su grupo de comparación en los estilos de vida relacionados con tiempo de

ocio, consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales y prácticas sexuales; y para los

estudiantes de primer año, las conductas de riesgo estuvieron relacionadas con nivel de

actividad física y alimentación poco saludable. Estos hallazgos cuando se correlacionan con

la percepción del estado de salud, se observa que tanto los estudiantes de primer y último

año consideran que su salud es buena o muy buena en un 86,5% y 87,5% respectivamente,

sin embargo, del porcentaje correspondiente a los de primer año el 59,4% reportan tres o

más conductas de riesgo para su salud a diferencia de un 40,5% que reportaron menos de

tres conductas de riesgo, mientras que los porcentajes de los estudiantes de último año

alcanzan un 70,8% de 3 o más conductas de riesgo (Intra, et al., 2011). Lo reportado por

este estudio muestra de manera preocupante el empeoramiento de los estilos de vida en la

medida en que transcurre su vida universitaria pese a que su percepción de la salud es

favorable y adicionalmente tienen información pertinente relacionada con la salud por ser

un programa académico del área de la salud, es decir, que los estudiantes no perciben el

riesgo para la salud que tienen sus comportamientos.

Para llevar a cabo estudios de los estilos de vida y salud percibida en los jóvenes

universitarios, se presenta como barrera que no existen muchos instrumentos o existe

restricción en alguna dimensión que refleje la totalidad del concepto de estilo de vida

(Sánchez-Martínez, Torres y Velásquez, 2005). Existen instrumentos que evalúan este

constructo para población hispana, "Perfil del estilo de vida promotor de la salud para

hispanos", "Cuestionario de prácticas y creencias relacionadas con estilos de vida” y la

“Encuesta sobre factores del contexto relacionados con el estilo de vida". (Arrivillaga,

Salazar y Gómez, 2002; Salazar-Torres et al., 2010). Se encontró adicionalmente el uso del

cuestionario on-line desarrollado en la unión Europea, Comunidad Andina “Encuesta


31

epidemiológica sobre salud pública y factores asociados en estudiantes universitarios de los

países andinos”, el cual contempla información sociodemográfica, consumo de las

diferentes sustancias psicoactivas y fármacos, conductas sexuales y su exposición a

programas sobre prevención en consumo.

En conclusión, los estilos de vida que se están observando en los jóvenes

universitarios representan hoy en día los determinantes de una cantidad considerable de las

ECNT a pesar de su nivel de instrucción. Dichos comportamientos están influenciados por

sus motivaciones, creencias, círculo social, accesibilidad, tiempo, entre otras, lo que sugiere

la implementación de programas de salud para promover estilos de vida saludable en esta

población enfocados al cambio conductual principalmente.

Específicamente en estudiantes de odontología se ha encontrado que las prácticas

más riesgosas para la salud se relacionan con las habilidades interpersonales, sueño,

consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales superando el 70% de la población

(Tamayo, Rodríguez, Escobar y Mejía, 2015), aunque se desconoce la percepción que

tienen estos con relación a su salud. Así el presente estudio tiene como objetivo general

analizar la relación entre los estilos de vida y la salud percibida en estudiantes de

odontología de una universidad de Santiago de Cali. Como objetivos específicos se

propone: a) describir los estilos de vida de los estudiantes en las dimensiones de

alimentación, actividad física, sueño, consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales,

tiempo de ocio y afrontamiento, clasificándolos como saludabes y no saludables, b)

describir el autoreporte de salud física y mental incluyendo sus respectivas sub-escalas y c)

identificar las dimensiones de los estilos de vida que presentan relación significativa con la

salud percibida en sus dos componentes. Lo anterior con el fin de dar respuesta a la

pregunta de investigación ¿Qué relación existe entre los estilos de vida y la salud percibida

en estudiantes de odontología de una universidad de la ciudad de Santiago de Cali?.


32

Se plantea como hipótesis correlacional del estudio, la existencia de una correlación

positiva entre las prácticas saludables en las dimensiones alimentación, actividad física,

sueño, afrontamiento, tiempo de ocio, consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales de

los jóvenes y una percepción favorable de la salud.

2. Método

2.1 Diseño de la investigación


El desarrollo de esta investigación estuvo concebida desde el enfoque cuantitativo,

con un diseño no experimental transeccional correlacional. Con este tipo de diseños se

estudia la relación entre dos o más variables en un momento específico definido por el

investigador (Hernández, Fernández y Baptista, 2010). Se utilizó en la presente

investigación este diseño debido a que el objetivo fue analizar la relación entre los estilos

de vida y la salud percibida de los estudiantes de odontología de una universidad de la

ciudad de Santiago de Cali, para lo que se requirió previamente describir los hábitos de
33

alimentación, actividad física, sueño, consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales,

tiempo de ocio y afrontamiento y la percepción de salud física y mental reportada por los

estudiantes.

2.2 Participantes
Esta investigación se llevó a cabo con los estudiantes de un programa de

odontología, de la ciudad de Santiago de Cali. La muestra fue escogida por conveniencia, la

cual incluyó el 70% de los estudiantes matriculados para un total de 313 participantes, los

cuales fueron convocados a través de la secretaría académica de la institución la tercera

semana de ingreso al periodo académico 2016-2. A continuación se detallan los criterios de

inclusión, seguidos por los de exclusión.

2.2.1 Criterios de inclusión


A. Estudiantes con edades comprendidas entre los 18 y 30 años. B. Estudiantes de

odontología matriculados en el periodo académico 2016-2. C. Estudiantes de odontología

que firmen el consentimiento informado y acepten participar.

2.2.2 Criterios de exclusión


A Estudiantes de postgrado. B. Estudiantes con dificultades cognitivas u otro signo

que impida la comprensión del estudio. C. Estudiantes mayores de 30 años.

2.3 Instrumentos
Para medir los estilos de vida de los universitarios se utilizó el autoinforme CEVJU-

R2 “Cuestionario de estilos de vida en jóvenes universitarios”;(ver Anexo 1), versión que

se encuentra validada (alfa de Cronbach superior a 0.6, menos en la dimensión de

sexualidad) para la población universitaria colombiana. Este cuestionario consta de un


34

apartado de datos sociodemográficos y seis dimensiones de los estilos de vida: Actividad

física, Tiempo de ocio, Alimentación, Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales,

Sueño, y Afrontamiento. Según los autores, aunque la dimensión de comportamiento sexual

hizo parte del estudio de validación, no demostró adecuadas propiedades psicométricas

(Salazar, Varela, Lema, Tamayo, y Duarte, 2013) por lo tanto, no será incluida dentro de la

presente investigación.

En cada dimensión se relaciona las prácticas, las motivaciones para llevar a cabo o

no dicha práctica y los recursos tanto personales como externos que permiten u

obstaculizan la práctica, sin embargo, para el objetivo de la presente investigación solo se

analizó los datos correspondientes a las prácticas, que son justamente las que permiten

clasificar a los universitarios como saludables y no saludables. Las opciones de respuesta

son de tipo Likert para las preguntas sobre prácticas, múltiple opción de respuesta para

aquellas preguntas de recursos y de única opción de respuesta para las preguntas de

motivaciones. El CEVJU-R2 tiene la posibilidad de ser aplicado de manera individual o

grupal con una duración promedio de 20 minutos (Salazar, et al., 2013).

En la calificación del cuestionario se calcula las puntuaciones parciales de las

prácticas de seis dimensiones y no hay un total. Las puntuaciones se obtienen sumando los

valores de las preguntas sobre prácticas de cada una de las dimensiones y su resultado se

compara con el punto medio que indica que prácticas son saludables y cuales no (superior

al punto medio son consideradas no saludables) (Salazar, et al., 2013).

Para medir salud percibida se aplicó el SF-36 V2, (ver Anexo 2), cuestionario que

fue elaborado por Ware y Sherbourne en 1992, posteriormente validado y descrito en

detalles por McHorney, Ware y Raczek en 1993 y McHorney, Ware, Lu y Sherbourne en

1994. Está diseñado para personas mayores de 14 años de población general o con

cualquier condición de salud, del sexo femenino y masculino. El objetivo es medir la


35

calidad de vida relacionada con la salud o salud percibida en estudios descriptivos y de

evaluación. Consta de 36 ítems entre los cuales se miden 8 dimensiones: Función Física

(10); Rol físico (4); Dolor corporal (2); Salud General (5); Vitalidad (4); Función Social

(2); Rol Emocional (3) y 2 componentes sumarios (Físico y Mental). Según Lugo, García. y

Gómez (2006) el cuestionario es confiable para evaluar calidad de vida en salud para

población colombiana además de su validación lingüística y cultural en Colombia realizada

por los autores.

La calificación es de acuerdo a los ítems y dimensiones del cuestionario que

proporcionan puntuaciones directamente proporcionales al estado de salud, es decir, cuanto

mayores sean, mejor es el estado de salud y el rango de las puntuaciones para cada

dimensión oscila de 0 a 100 (Maruish, 2011).

El cuestionario no está diseñado para proporcionar un índice global, en su lugar se

obtendrán dos puntuaciones representativas de la salud física y mental como, promediando

las subescalas. El cuestionario detecta tanto los estados positivos como negativos y se

centra en aspectos funcionales y de bienestar emocional. Puede ser auto-aplicado o ser

contestado a través de una entrevista personal, telefónica o por e-mail en un promedio de 5

a 10 minutos. (Ministerio de la protección social, 2006).

2.4 Procedimiento
La presente investigación contempló las siguientes fases: Primera fase, donde se

cumplieron aquellos requerimientos solicitados por UNICOC para llevar a cabo la

investigación, tales como la presentación del anteproyecto y solicitud formal ante el comité

de ética institucional. Segunda fase: Una vez se otorgó el aval del comité de ética por parte

de la institución, se realizó una prueba piloto con cinco sujetos que cumplían con los

criterios de inclusión de la muestra descritos anteriormente. Posteriormente, se inició

exponiendo a la población diana de forma grupal los objetivos y justificación del proyecto
36

de investigación. Finalmente se diligenció el consentimiento informado para cada uno de

los participantes y se dio inicio con el autoregistro de ambos cuestionarios. La aplicación

fue colectiva en las aulas de clase con el permiso del docente, con una duración aproximada

de 60 minutos.

Tercera fase: una vez finalizada la etapa de recolección de la información a través

de la aplicación de los cuestionarios, se realizó el procesamiento y análisis de la

información recolectada haciendo uso del paquete estadístico para las ciencias sociales

(statistical package for social sciences, SPSS versión 23) donde inicialmente se caracterizó

la muestra por medio de estadística descriptiva y posteriormente se calcularon las

puntuaciones obtenidas mediante la aplicación de los dos instrumento, para relacionar las

variables del estudio se utilizaron pruebas T para muestras independientes y también

coeficientes de correlación de Pearson para determinar la relación lineal entre variables

cuantitativas. Cuarta fase: Los resultados del estudio se analizaron desde el marco teórico

del estudio y finalmente los hallazgos se socializarán con representantes del centro de

bienestar universitario (Ver anexo 4).

2.5 Consideraciones éticas


La presente investigación estuvo enmarcada en lo establecido por el Ministerio de

Salud dispuesto en la resolución No. 008430 del 4 de octubre de 1993 y según la Ley 1090

del 6 de septiembre de 2006 (Congreso de la República de Colombia). Esta investigación se

enmarcó dentro de los principios de beneficencia, no maleficencia y autonomía.

Este estudio, comprende el desarrollo de acciones que contribuyen a la descripción

y comprensión de un problema de salud y se ajusta a los principios científicos y éticos, que

se fundamenta en el conocimiento acumulado bajo estricto rigor metodológico. Por tanto,

se clasifica como una investigación de bajo riesgo, debido a que no se realizó ningún tipo

de intervención en salud, sino que se identificaron y describieron elementos relacionados


37

con los estilos de vida y la salud percibida de jóvenes universitarios. La recolección de los

datos se llevó a cabo una vez se contó con la autorización de los y las participantes, a través

de la firma de consentimiento informado (Ver anexo 3).

Finalmente, esta investigación se basó en los principios de Hernández (2010), sobre

la ética en investigación. Para ella: “la ética de la intervención no depende sólo del rigor

metodológico y científico, sino sobre todo de la relevancia social de las acciones

profesionales” (p.113). “Se hace responsable del impacto de las acciones profesionales y

considerando el rigor de la investigación consiste precisamente en dar cuenta de las

vicisitudes de los procesos humanos involucrados en estos proyectos” (p.116).


38

3. Resultados

Respondiendo a los objetivos de la investigación, en este apartado inicialmente se


caracteriza socio-demográficamente a los participantes del estudio, después se describen
cada uno de los estilos de vida de los estudiantes, los componentes de salud física y salud
mental y finalmente se analiza la relación existente entre los estilos de vida y la salud
percibida.

3.1 Caracterización de los participantes


En la investigación participaron 313 estudiantes de la facultad de odontología
representando el 70% del total de estudiantes matriculados, predominando el sexo
femenino en un 74.1%. La mayoría de los estudiantes se encuentran en edades entre los 18
y 21 años (59.1%) y entre los 22 y 25 años (29%), la edad promedio es 21 años (D.E: 2.90).
Con respecto al estado civil se encontró que el 92% de los estudiantes son solteros y sólo el
6.4% está casado o tiene pareja. En lo laboral, solamente el 13,4% afirman estar trabajando
simultáneamente mientras estudia (Ver tabla 1).

Tabla 1 Características sociodemográficas


Características sociodemográficas
n %
Sexo
Hombre 81 25,9
Mujer 232 74,1
Edad
18-21 años 185 59,1
22-25 años 91 29
26-30 años 37 11,8
Estado Civil
Soltero 289 92,3
Casado o unión libre 20 6,4
Separado 2 0,6
Viudo 2 0,6
Tiene pareja
Si 139 44,4
No 174 55,6
Trabaja
Si 42 13,4
No 271 86,6

En lo que respecta a la familia, un poco más de la mitad de los estudiantes viven con
la familia de origen (52.4%), y la cuarta parte de ellos viven solos o con otros familiares
39

(25.3%) Con respecto a la educación de los padres se registró que casi la mitad tienen
formación universitaria, tanto para la madre (48.9%) como para el padre (47.9%), y menos
del 10% no supera la educación primaria (Ver tabla 2).

Tabla 2 Características familiares


Características familiares
n %
Vive con
Familia nuclear 164 52,4
Familia propia 70 22,4
Otros familiares 19 6,1
Solo 60 19,2
Educación de los padres
Madre
Sin escolaridad 2 0,6
Primaria 23 7,3
Secundaria 131 41,9
Universidad 153 48,9
Padre
Sin escolaridad 1 0,3
Primaria 26 8,3
Secundaria 126 40,3
Universidad 150 47,9

Por otra parte, en la clasificación por semestre se registra que la muestra incluye
estudiantes en los diferentes momentos de formación, con porcentajes cercanos al 20% para
los dos primeros años, que aumenta a 30.3 % y 27.8% para el tercer y cuarto año.
Adicionalmente, del total de participantes casi la tercera parte (31.5%) cambió de ciudad
para estudiar, proviniendo principalmente de otras ciudades del Valle del Cauca (45,4%) y
del departamento del Cauca (14,1%). Llama la atención que la migración de otros orígenes
es igual para otras ciudades de Colombia que para el extranjero, siendo en ambos casos
ligeramente superior al 12% (Ver tabla 3).
40

Tabla 3 Características educativas


Características educativas
n %
Semestre
Estudiante de primer año 68 21.7
Estudiante de segundo año 63 20.1
Intermedia 95 30.3
Senior 87 27.8
Migró para estudiar
Si 99 31.5
No 214 68.1
De donde migra
Valle del Cauca 45 45.45
Nariño 15 15.15
Cauca 14 14,14
País Extranjero 12 12.12
Otros 13 13.13

3.2 Estilos de vida de los participantes


Para describir los estilos de vida de los universitarios, los resultados del instrumento
CEVJU-R2 se presentan por separado para las seis dimensiones, teniendo en cuenta que las
mismas están conformadas por un número variable de indicadores. Con respecto a las
puntuaciones posibles en cada una de las dimensiones, se tiene en cuenta que si la
puntuación obtenida por el estudiante es superior al punto medio, se clasifica como
poseedor un estilo de vida no saludable, mientras que una puntuación inferior a este indica
practicas saludables; entendiéndose que una puntuación igual al punto medio alcanza el
nivel saludable. Los puntos de corte para cada dimensión se presentan en la tabla 4.
Otro aspecto importante a considerar antes de iniciar con la descripción de los
estilos de vida es que con la aplicación del instrumento se obtuvo respuesta del total de los
estudiantes exceptuando la dimensión de consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales
donde se registraron datos perdidos que ascienden hasta el 38% de los participantes.
Específicamente para las preguntas en las que se indaga por dejar de hacer actividades por
el consumo, se tienen datos perdidos para el 23.5% y para dejar de ir a la universidad por
consumo, los datos perdidos corresponden al 23.6%.

Tabla 4 Puntuaciones posibles de cada dimensión


41

Puntuaciones posibles de cada dimensión

Dimensión Nº de Puntuaciones Punto


preguntas posibles medio
3.2. Actividad física 3 3 a 12 7,5
1
Tiempo de ocio 3 3 a 12 7,5
Act
ivid Alimentación 8 8 a 32 20
ad
Consumo de alcohol, cigarrillo y 7 7 a 33 20
físi drogas ilegales
ca
Sueño 5 5 a 20 12,5
C
Afrontamiento 5 5 a 20 12,5
om
o se aprecia en la tabla 5, el CEVJU-R2 caracteriza la actividad física de los universitarios
con tres indicadores correspondientes a caminar o usar la bicicleta como medio de
transporte, al deporte recreativo o competitivo y la frecuencia semanal de actividad superior
a 30 minutos, encontrando en los estudiantes niveles de actividad saludables, opciones
siempre y frecuentemente, en el 37.4%, 40% y 41.2% respectivamente. La puntuación
promedio estimada en 8.08 (D.T.=2.34) es superior al punto de corte (7.5), al igual que el
I.C 95% cuyo rango es 7.82 – 8.34. De las puntuaciones individuales se deriva que solo
36.4% presenta un estilo de vida saludable en lo que respecta a la actividad física.

Tabla 5 Actividad
Actividad física
Variable F M(D.T) I.C S F PV N
95%
Caminar/bicicleta como 313 13.7 21.4 42.5 22.4
transporte
Deporte competitivo o 313 15.3 24 31.9 28.8
recreativo
Actividad física mayor 30 313 20.4 19.8 3.7 21.1
minutos 3v/semana
Dimensión actividad 313 8.08 7.82 a
física (2,34) 8.34
Estudiantes saludables 36. 4%
F: Frecuencia, M: media, D.T: Desviación típica, I.C 95%: Intervalo de confianza al
95%,
S: Siempre, F: Frecuentemente, PV: pocas veces, N: Nunca.
42

3.2.2 Tiempo de ocio


Por otra parte, la dimensión de tiempo de ocio es calificada por el instrumento con
tres indicadores, los dos primeros hacen referencia a una semana habitual donde los
estudiantes llevan a cabo actividades para descansar y relajarse y el tiempo que comparte
con su familia, amigos o pareja, evidenciando en ellos niveles de actividad saludables,
opciones siempre y casi siempre, en el 78.6% y 83% respectivamente. En el tercer
indicador, que hace referencia a actividades de diversión o entretenimiento, cultural o
artística en un mes habitual, se encontró con opciones de respuesta todas las semanas y la
mayoría de las semanas que el 51.7% realiza estas actividades. El promedio estimado es de
5.95 (D.T=1.68) puntuando conductas saludables por debajo del punto de corte (7.5),
semejante al I.C 95% con un rango de 5.75-6.19 observándose que el 78.3% de los
estudiantes presentan prácticas saludables (ver Tabla 6).

Tabla 6 Tiempo de ocio


Tiempo de ocio
Variable F M(D.T) IC S CS RV N
95%
En una semana: Actividades 313 35.1 43.5 18.5 2.9
descansar y relajarse
Tiempo familia, amigos, o 313 43.1 39.9 16.0 1.6
pareja
TS MS PC NS
En un mes: Actividades 313 10.2 41.5 43.1 5.1
diversión o entretenimiento.

Dimensión tiempo de ocio 313 5.95 5.71 a


(1.68) 6.19
Estudiantes saludables 78.3%
M: media, D.T.: Desviación típica, I.C 95%: Intervalo de confianza al 95%, S:
Siempre, CS: Casi siempre, RV: Rara vez, N: Nunca, TS: Todas las semanas, MS:
Mayoría de semanas, PC: Pocas veces,
N: Nunca.

3.2.3 Alimentación
En esta dimensión se tienen en cuenta ocho indicadores entre los cuales cinco de
ellos obtienen resultados poco favorables para la salud de los estudiantes como se evidencia
en la tabla 7. Las prácticas menos saludables corresponden a dejar de comer aunque tengan
hambre con un 88.8%, omite alguna de las comidas principales el 75.8%, no comen en
horarios habituales un 62% y consumen comidas rápidas, fritos, mecato, dulces, gaseosas y
bebidas artificiales el 60.5% con opciones de respuesta, mayoría de los días y todos los días
43

para cada uno de los indicadores. Sin embargo, registran prácticas muy saludables el 98.1%
en lo que respecta al no vomitar ni tomar laxantes después de comer. La puntuación media
de esta dimensión estimada en 20.5 (D.T=2.67), indica la presencia de un mayor número de
prácticas no saludables, puntuación que se encuentra por encima del punto de corte (18.5),
similar al I.C 95% con un rango de 19.85-20.45 sugiriendo que el 28.8% de los estudiantes
presentan un estilo de vida saludable.

Tabla 7 Alimentación
Alimentación
Variable F M I.C ND PD MD TD
(D.T.) 95%
En una semana: Comidas rápidas, 313 9.3 30.4 56.9 3.5
fritos, mecato o dulces
Gaseosas, bebidas artificiales 313 11.2 28.1 47.9 12.8
Vegetales, frutas 313 3.8 34.5 41.9 19.8
Desayuno, almuerzo, cena horario 313 6.1 31.9 34.8 27.2
habitual
Omite comidas principales 313 5.4 19.5 44.1 31.0
Deja de comer aunque tenga hambre 313 0 11.2 35.1 53.7

Come en exceso sin hambre 313 55.3 37.1 5.8 1.9


Vomita/ Toma laxantes 313 92.7 5.4 1.6 0.3
20.15 19.85
Dimensión alimentación 313 (2.67) a
20.45
Estudiantes saludables 28.8%
M: media, D.T.: Desviación típica, IC 95%: Intervalo de confianza al 95% ,ND: Ningún
día,
PD: Pocos días, MD: Mayoría de los días, TD: Todos los días.

3.2.4 Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales


Dando continuidad a la descripción de las dimensiones, la calificación para esta
dimensión considera entre los indicadores el consumo de alcohol, consumiciones de
alcohol por ocasión, frecuencia del consumo de alcohol, consumo de cigarrillo y drogas
ilegales, dejar de realizar actividades y de asistir a la universidad por el consumo de estas
sustancias, para un total de siete indicadores. En el consumo de alcohol se evidencia que el
23.2% de los estudiantes nunca han consumido esta sustancia y el 60.6% lo ha hecho por lo
menos una vez al mes, las consumiciones menores de 4 unidades de bebida alcohólicas en
un día están en un promedio de 68.5%. Se observa que un poco más de la mitad de los
estudiantes nunca toman cinco o más bebidas en un solo día (58%). Así mismo, en el
44

consumo de cigarrillo se encontró que el 87.5% de los jóvenes nunca lo ha hecho,


porcentaje similar encontrado en el consumo de drogas ilegales con un 88.5%. Teniendo en
cuenta que el punto de corte es 20, la puntuación promedio obtenida fue de 11.44
(D.T:3.38) siendo inferior a éste y con un 95% de certeza, la población se encuentra en un
rango entre 10.96 a 11.92. Por tanto, el 97.4% de los universitarios presenta un estilo de
vida saludable en lo que respecta al consumo de sustancias psicoactivas.

Tabla 8 Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales


Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales
Variable F M I.C 4 V/S 2 o 3 V/S 2 o a 1 V/M N
(D.T.) 95% 4
Alcohol 310 0 2.3 13.9 60.6 23.2
10 o más 7,8 o 9 5o6 3o4 1o2
Consumiciones
alcohol en un día 229 12.2 9.2 10 23.1 45.4
A diario Semanal Men- Menos N
sual 1 V/M
Frecuencia más
de 5 bebidas en 293 0.3 2.4 12.6 26.6 58.0
el día
VVD 1D 1S DVC N
Cigarrillo 311 1.6 1.9 0.6 7.7 88.1
Drogas ilegales 311 3.2 0 1.6 6.4 88.7
S F PC N
Deja de realizar
actividades por 277 0.4 2.9 10.1 86.6
consumo
Deja de ir
universidad por 277 0 1.8 10.9 87.3
consumo
Dimensión 11.44 10.96
Consumo 194 (3.38) a
11.92
Estudiantes
saludables 97.4%
M: media, D.T.: Desviación típica, IC 95%: Intervalo de confianza al 95%, V/S: Veces
por semana, V/M: Veces al mes, N: Nunca, VVD: Varias veces al día, D: día, S: Semana,
DVC: De vez en cuando.

3.2.5 Sueño
Ahora bien, la dimensión sueño tiene en cuenta cinco indicadores entre los cuales
tres de ellos califican poco favorables para la salud. Las prácticas menos saludables
corresponden a despertarse en la madrugada y tener dificultad para conciliar el sueño,
despertarse varias veces en la noche, 81.1% y 78.6% respectivamente, con opciones de
45

respuesta todos los días y la mayoría de los días para cada uno de los indicadores. Por otra
parte, el 68.3% de los estudiantes registran no levantarse con sensación de descanso (con
opción de respuesta ningún día y pocos días). El 47.9% de los estudiantes en esta
dimensión presentan un estilo de vida saludable, considerando una puntuación promedio
12.72 (D.T=2.13) estando ligeramente por encima del punto de corte (12.5), no obstante
dicha diferencia puede corresponder a error muestral pues el I.C 95% incluye el punto de
corte, I.C 95%12.48 a 12.96 (ver Tabla 9).

Tabla 9 Sueño
Sueño
Variable F M I.C ND PD MD TD
(D.T.) 95%
Levantarse sensación de 313 7.3 61.0 28.8 2.9
descanso
Toma sustancia para 313 86.9 10.5 1.0 1.6
dormir
Acostarse y levantarse 313 11.5 34.8 38.7 15.0
hora habitual
Despertarse madrugada 313 3.8 15.0 44.4 36.7
dificultad para dormirse
Despertarse varias veces 313 6.7 14.7 38.0 40.6
en la noche
12.72 12.48 a
Dimensión sueño 313 (2.13) 12.96
Estudiantes saludables 47.9%
M: media, D.T.: Desviación típica, IC 95%: Intervalo de confianza al 95%, ND:
Ningún día, PD: Pocos días, MD: Mayoría de los días, TD: Todos los días

3.2.6 Afrontamiento
Para finalizar la descripción de los estilos de vida de los estudiantes, como se
aprecia en la tabla 10, el CEVJU-R2 considera cinco indicadores para esta dimensión, entre
las más saludables, se encuentra resolver la situación difícil o problemática si esta tiene
solución, evaluación de la situación problemática si puede hacer algo para cambiarla y
esfuerzo por comprender en qué consiste antes de intentar solucionarla, encontrando en los
estudiantes niveles saludables opciones siempre y frecuentemente en el 87.2%, 83.4% y
77.3% respectivamente. El promedio obtenido corresponde a 10.32 (D.T=2.48) por debajo
al punto de corte (12.5) al igual que I.C 95% 10.04 a 10.60 derivando un alto porcentaje
(83.1%) de estudiantes saludables.
46

Tabla 10 Afrontamiento
Afrontamiento
Variable F M I.C S F PV N
(D.T) 95%
Esfuerzo por comprender la 31 21.1 56.2 21.7 1.0
situación 3
Evaluación de la situación 31 27.8 55.6 14.7 1.9
3
Busca ayuda o apoyo 31 16.6 34.2 42.5 6.7
3
Resuelve la situación 31 39.6 47.6 11.8 1.0
3
Acepta y se ajusta a la 31 17.3 42.8 37.4 2.6
situación 3
10.32 10.04
Dimensión Afrontamiento 31 (2.48) a
3 10.60
Estudiantes saludables 83.1%
M: media, D.T: Desviación típica IC 95%: Intervalo de confianza al 95%, S: Siempre, F:
frecuentemente, PV: pocas veces, N: Nunca.

3.3 Sexo y estilos de vida


Con el propósito de favorecer una mejor comprensión de los estilos de vida de los
universitarios, la tabla 11 presenta las seis dimensiones con la información desglosada por
sexo. Se observa que las mujeres presentan resultados levemente superiores a los hombres
en las dimensiones de tiempo de ocio (79.3% y 75.3%) y en alimentación (29.7% y 25.9%).
Los hombres por su parte registran mejores resultados con mayor porcentaje de
estudiantes saludables en las dimensiones de actividad física (53,1% y 30.6%) y sueño
(56.8% y 44.8%). Por otra parte, hombres y mujeres presentan resultados muy similares en
las dimensiones de consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales al igual que en
afrontamiento (97.8% y 96.5%) y (83.6% y 81.5%) respectivamente.
47

Tabla 11 Estilos de vida por sexo


Estilos de vida por sexo
Variable Mujer % Hombre % Total
Actividad física
Saludables 30.6 53.1 36.4
Tiempo de ocio
Saludables 79.3 75.3 78.3
Alimentación
Saludables 29.7 25.9 28.8
Consumo
Saludables 97.8 96.5 97.4
Sueño
Saludables 44.8 56.8 47.9
Afrontamiento
Saludables 83.6 81.5 83.1

3.4 Salud percibida de los participantes


Para conocer la percepción de salud de los participantes se aplicó el cuestionario
SF-36v2, el cual contiene un componente físico que agrupa cuatro sub-escalas que son
función física, rol físico, dolor corporal y salud general y un componente mental con las
sub-escalas de vitalidad, función social, rol emocional y salud mental, las cuales están
diseñadas de manera que a mayor puntuación mejor es el estado de salud considerando una
puntuación transformada con valores posibles de cero a cien.
Como se aprecia en la tabla 12, en el componente de salud física los resultados
muestran una mejor percepción en el grado de limitación para la realización de actividades
cotidianas con respecto al componente de salud mental, con un promedio de 73.6
(D.T=12.88) siendo la subescala de función física la que presenta el promedio más alto
89.38 (D.T=14.6), seguida por dolor físico 73.63 (D.T.=21.71), rol físico 66.59 (D.T=
22.86) y salud general 63.98, (D.T.=16.87). A diferencia, en el componente de salud mental
los estudiantes tienen una percepción menos favorable alcanzando un promedio de 64.3
(D.T= 16.12), aunque sugiere una percepción superior al promedio. Las subescalas que
reflejan una menor percepción de salud mental en los estudiantes corresponde a vitalidad
55.6 (D.T=16.84) seguida de salud mental 63.67 (D.T=18.51) mientras que rol emocional
67.79 (D.T=22.65) y función social 70.6 (D.T= 22.86) obtienen una mejor puntuación.
48

Tabla 12 Salud Percibida


Salud Percibida
Variable F M(D.T.) IC 95%
Componente salud física 313 73.6 (12.88) 72.07-75.08
Función física 313 89.4 (14.6) 87.68-91.07
Rol físico 313 66.6(22.86) 63.4-69.23
Dolor físico 313 73.6(21.71) 71.11-76.14
Salud general 313 63.9 (16.87) 62.02-65.95
Componente salud mental 313 64.3(16.12) 62.46-66.26
Vitalidad 313 55.6(16.84) 53.65-57.55
Función social 313 70.6(22.86) 67.4-73.24
Rol emocional 313 67.8(22.65) 65.17-70.41
Salud mental 313 63.7 (18.51) 61.52-65.81
M: media, D.T: Desviación típica, I.C: Intervalo de confianza al 95%.

Así mismo, en lo que respecta a la relación de la salud percibida y el sexo, los


hombres tienen una puntuación superior en ambos componentes, salud física 77.9
(D.T=11.23) y salud mental 68.8 (D.T=15.75) indicando una percepción muy favorable y
registrando puntuaciones superiores a las mujeres. En ambos sexos se puede observar una
percepción significativa especialmente en el componente de salud física, mujeres 72.1
(D.T=13.08) y hombres 77.94 (D.T=11.23); por el contrario, la salud mental en las mujeres
evidencia que se ubican en un nivel ligeramente superior al promedio 62.71(D.T=15.98)

Tabla 13 Salud percibida por sexo


Salud percibida por sexo

Variable Mujer Hombre Total


M(D.T) M(D.T)

Salud física 72.16 (13.08) 77.94 (11.23) 73.6

Salud mental 62.71 (15.98) 68.88 (15.75) 64.3

M: media, D.T: Desviación típica

3.5 Relación entre los estilos de vida y la salud percibida de los participantes
A continuación se relacionarán las dos variables principales del presente estudio,
que son los estilos de vida y la salud percibida. Para lograrlo, los estudiantes clasificados
como saludables y no saludables según el instrumento aplicado, será comparados en su
percepción tanto de la salud física como mental.
49

3.5.1 Dimensión actividad física y salud física y mental percibida


La primera dimensión que se describe en relación a la salud física y mental es la
actividad física. Al apreciar la tabla 14, se encuentra que la actividad física se relaciona con
la percepción de salud en el componente salud física, siendo los jóvenes saludables quienes
presentan puntuaciones superiores en la mayoría de las sub-escalas de este componente.
Específicamente, presentan puntuaciones significativamente mayores los jóvenes
saludables para función física (diferencia de medias = 5.1, p<0.005) y salud general
(diferencias de medias = 6.2, p<0.003), lo mismo que para la puntuación global del
componente salud física (diferencias de medias = 3.1, p<0.002). Al igual como ocurre en
salud física, los estudiantes en el componente de salud mental puntúan por encima de los no
saludables (diferencia de medias= 2.65, p<0.001), siendo significativa la diferencia en este
componente las subescalas de vitalidad (diferencia de medias = 7.2, p<0.001) y función
social (diferencia de medias = 7.12 p<0.009).

Tabla 14 Dimensión actividad física y salud física y mental percibida


Dimensión actividad física y salud física y mental percibida
Actividad física
Variable F Saludables No saludables t p valor
%/M(D.T) %/M(D.T)
Componente 313 71.0(7.97) 67.9(7.82) 3.14 0.002
Salud física
Función física 313 91,8(14,8) 86,7(15,5) 2,85 0,005
Rol físico 313 68,9(22,2) 64,9(23,1) 1,49 0,13
Dolor 313 73,7(22,2) 73,5(21,4) 0,07 0,94
Salud general 313 68.0(17.98) 61.9 (15.90) 2.98 0.003
Componente 313 51.1(9.03) 48.4 (8.58) 2.49 0.01
Salud mental
Vitalidad 313 60.2(17.0) 52.9(16.21) 3.57 0.001
Función social 313 76.9(23.3) 69.8(22.89) 2.63 0.009
Rol emocional 313 69.6(21.5) 66.5(23.64) 1.14 0.25
Salud mental 313 69.6(21.0) 64.0(19.1) 2.37 0.01
M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.5.2 Dimensión tiempo de ocio y salud física y mental percibida.


En esta dimensión, al igual que en la anterior se puede observar que los estudiantes
saludables puntúan por encima de los no saludables exceptuando la subescala salud general.
En el componente salud física dos subescalas obtuvieron una puntuación significativa
siendo rol físico (diferencia de medias = 10.8, p<0.001) y función física (diferencia de
50

medias=4.16, p<0.05). Para el componente salud mental (diferencias de medias =2.65


p<0.01) en tres de sus subescalas los estudiantes saludables obtuvieron diferencias
significativas en comparación a los no saludables. Así, vitalidad (diferencias de medias=
7.4, p<0.002), función social (diferencias de medias= 6.83, p<0.03), rol emocional
(diferencias de medias= 7.17, p<0.02) (ver Tabla 15).

Tabla 15 Dimensión tiempo de ocio y salud física y mental percibida.


Dimensión tiempo de ocio y salud física y mental percibida.
Tiempo de ocio
Variable F Saludables No saludables t p valor
%/M(D.T) %/M(D.T)
Componente 313 69.4(7.91) 67.4(8.16) 1.78 0.07
Salud física
Función física 313 89.5(14.00) 85.3(19.70) 1.97 0.05
Rol físico 313 68.7(21.43) 57.9(25.84) 3.53 0.001
Dolor 313 74.1(21.60) 71.4(22.16) 0.85 0.39
Salud general 313 63.8(16.87) 64.4(17.03) -0.25 0.79
Componente 313 50.1(8.71) 46.3(8.63) 3.04 0.003
Salud mental
Vitalidad 313 57.0(16.59) 49.5(16.60) 3.10 0.002
Función social 313 73.9(22.42) 67.1(25.54) 2.15 0.03
Rol emocional 313 69.1(21.95) 62.0(25.44) 2.3 0.02
Salud mental 313 66.8(19.72) 63.0(20.75) 1.37 0.17
M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.5.3 Dimensión Alimentación y salud física y mental percibida


Como se evidencia en la tabla 16, los universitarios saludables en la dimensión
alimentación reflejan diferencias significativas en el componente salud física (diferencias
de medias= 2.07,p<0.04) y en la subescala salud general (diferencias de medias= 4.62
,p<0.03) aunque cabe mencionar que en las dos subescalas restantes igualmente existe una
mejor percepción de la salud sin alcanzar diferencias significativas. Por su parte, en el
componente salud mental, se observó diferencias significativas en los estudiantes
saludables en la subescala vitalidad (diferencia de medias = 6.8, p<0.002), función social
(diferencias de medias= 6.9 ,p< 0.01) y salud mental (diferencias de medias= 5.32 ,p<
0.03).
51

Tabla 16 Dimensión Alimentación y salud física y mental percibida


Dimensión Alimentación y salud física y mental percibida
Alimentación
F Saludables No saludables t p valor
Variable %/M(D.T) %/M(D.T)
Componente 313 70.5(8.00) 68.4(7.93) 1.99 0.04
Salud física
Función física 313 91.1(13.25) 87.6(16.22) 1.81 0.07
Rol físico 313 67.0(23.04) 66.1(22.84) 0.29 0.76
Dolor 313 75.6(20.51) 72.7(22.17) 1.02 0.30
Salud general 313 67.2(17.97) 62.6(16.25) 2.12 0.03
Componente 313 51.5(8.04) 48.4(8.97) 2.79 0.006
Salud mental
Vitalidad 313 60.3(15.80) 53.4(16.87) 3.19 0.002
Función social 313 77.3(21.35) 70.4(23.75) 2.39 0.01
Rol emocional 313 67.5(22.81) 67.6(22.99) -0.01 0.98
Salud mental 313 69.8(18.42) 64.5(20.47) 2.14 0.03
M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.5.4 Dimensión consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales y salud física y


mental percibida.
La tabla 17 muestra de manera concluyente que no existen diferencias significativas
entre aquellos estudiantes categorizados en los niveles saludable y no saludable para esta
dimensión. A diferencia de las otras dimensiones, la dimensión consumo de alcohol,
cigarrillo y drogas presenta un comportamiento distinto teniendo en cuenta que los
estudiantes no saludables obtuvieron unas puntuaciones más altas con respecto a los
estudiantes saludables, siendo importante mencionar que los estudiantes no saludables
corresponden a cinco participantes.
52

Tabla 17 Dimensión consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales y salud física


y mental percibida.
Dimensión consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales y salud física y mental
percibida.

Consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales

Variable n Saludables n No t p
saludables %/ M(D.T) no saludables valor
saludables %/M(D.T)

Componente 171 4
Salud física 69.7(7.75) 71.7(8.22) -0.50 0.61

Función física 189 89.4 (15.17) 5 96.0( 4.18) -0.96 0.33

Rol físico 189 66.7(22.82) 5 76.2 (14.9) -0.92 0.35

Dolor 175 74.9(21.9) 4 77.8(20.2) -0.25 0.79

Salud general 173 65.6(16.7) 5 66.0(21.9) -0.05 0.95

Componente Salud 177 4


mental 50.1(8.41) 50.2(10.90) -0.05 0.95

Vitalidad 177 56.8(16.5) 4 58.4(20.7) -0.30 0.76

Función social 189 73.2(22.6) 5 75.0(25.0) -0.17 0.86

Rol emocional 189 68.7(22.6) 5 66.7(13.2) 0.20 0.84

Salud mental 67.1(19.8) 74.0(26.33) -0.76 0.44


n: número de participantes, M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.5.5 Dimensión sueño y salud física y mental percibida


En esta dimensión los estudiantes saludables continúan manteniendo la tendencia,
presentando resultados más altos en las diferentes subescalas (salud física y salud mental).
Las diferencias significativas se hallaron en el componente salud física (diferencia de
medias= 2.31, p<0.01) y en las subescalas función física (diferencia de medias= 3.8,
p<0.02) y dolor corporal (diferencia de medias= 7.3, p<0.004). Para el componente salud
mental de igual manera fueron significativas las diferencias (diferencia de medias= 2.4,
p<0.01) y en las subescalas función social, (diferencia de medias= 8.5, p<0.001) y rol
emocional (diferencia de medias= 5.09, p< 0.04) favoreciendo a los estudiantes más
saludables.
53

Tabla 18 Dimensión sueño y salud física y mental percibida.


Dimensión sueño y salud física y mental percibida.
Sueño
Variable F Saludables No saludables t p valor
%/M(D.T) %/M(D.T)
Componente 313 70.2(7.76) 67.9(8.08) 2.45 0.01
Salud física
Función física 313 90.6(13.88) 86.7(16.65) 2.21 0.02
Rol físico 313 67.3(23.26) 65.5(22.53) 0.68 0.49
Dolor 313 77.4(20.28) 70.0(22.44) 2.92 0.004
Salud general 313 65.6(16.28) 62.4(17.30) 1.63 0.10
Componente 313 50.6(8.71) 48.1(8.77) 2.41 0.01
Salud mental
Vitalidad 313 57.0(17.16) 54.0(16.46) 1.50 0.13
Función social 313 76.9(22.28) 68.3(23.45) 3.31 0.001
Rol emocional 313 70.2(23.03) 65.1(22.58) 1.97 0.04
Salud mental 313 68.0(19.74) 64.1(20.15 1.72 0.08
M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.5.6 Dimensión afrontamiento y salud física y mental percibida


Como se muestra en la tabla 19, los estudiantes saludables para esta dimensión solo
mostraron diferencias significativas para el componente salud física (diferencias de
medias= 2.7, p<0.03) y la subescala función física (diferencias de medias= 7.5, p<0.001).
En general, los estudiantes saludables muestran una mejor percepción de la salud en la
mayoría de las subescalas a excepción del componente salud mental y la subescala vitalidad
donde los estudiantes no saludables puntuaron por encima.
54

Tabla 19 Dimensión Afrontamiento y salud física y mental percibida.


Dimensión Afrontamiento y salud física y mental percibida.
Afrontamiento
Variable F Saludables No saludables t p valor
%/M(D.T) %/M(D.T)

Componente 313 69.5(7.77) 66.7(8.79) 2.14 0.03


Salud física
Función física 313 89.9(13.38) 82.3(22.30) 3.28 0.01
Rol físico 313 66.8(23.05) 64.1(22.00) 0.79 0.43
Dolor 313 74.6(21.35) 68.2(22.91) 1.87 0.06
Salud general 313 64.4 (16.66) 61.4(17.83) 1.11 0.26
Componente 313 41.1(8.86) 48.0(8.53) 1.16 0.24
Salud mental
Vitalidad 313 55.1(17.44) 57.0(13.47) -0.70 0.47
Función social 313 73.3(23.38) 58.1(22.41) 1.47 0.14
Rol emocional 313 68.5(23.19) 63.0(21.08) 1.59 0.11
Salud mental 313 66.4(19.88) 63.8(20.74) 0.86 0.38
M: media, D.T: Desviación típica, t: prueba t-student

3.6 Correlación entre estilos de vida y salud percibida


Como análisis complementario al anterior, alineado con el objetivo de relacionar los
estilos de vida con la salud percibida, a continuación se presenta en las tablas 20 y 21 la
correlación de Pearson entre estas dos variables. Se evidencia en términos generales
correlaciones negativas débiles entre cada una de las dimensiones del CEVJU-R2 y los
componentes y subescalas del SF-36v2. El sentido negativo es el esperable ya que para el
CEVJU-R2, una puntuación alta indica estilo de vida menos saludable.
Se observa en la tabla 20. la existencia de correlaciones débiles y negativas en las
diferentes dimensiones. En la dimensión alimentación los coeficientes se encuentran en un
rango entre -.033 a -.222, observándose una correlación con dos de las subescalas, función
física y dolor corporal (r= -.163, p<0.004; r=-.222, p<0.001). Para la dimensión actividad
física el coeficiente se encontró entre -.024 a -.219, donde las mismas dos subescalas
mostraron correlación, función física r=-.202, p<0.001 y dolor corporal r=-.219 p<0.001.
Así, en la dimensión tiempo de ocio el rango comprende -.048 a -.179 mostrando
correlación únicamente en la subescala de rol físico (r=-.179, p<0.001) donde existe una
mejor percepción.
55

Por su parte, la dimensión de afrontamiento muestra un rango entre -.123 a -.183


presentando correlación con todas las subescalas y de manera más significativa con función
física (r=-.183, p<0.001) y salud general (r= -.161, p<0.006. La última dimensión, sueño
tiene un rango de -.084 a -.2102 presentando correlación con salud general (r=-.202
p<0.001), y la dimensión que hace referencia al consumo de alcohol, cigarrillo y drogas
ilegales, no presenta ninguna correlación significativa con las subescalas del componente
de salud física. Finalmente, las dimensiones que destacan los coeficientes de correlación
más altos son alimentación con las subescalas dolor corporal; actividad física con las
subescalas función física y dolor corporal y por último, sueño con la subescala salud
general.

Tabla 20 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud física percibida


Prueba de Pearson para estilos de vida y salud física percibida

Dimensión F.F R.F D.C S.G

Alimentación (r) -,163** -,033 -,222** -,131*

p ,004 ,563 ,001 ,026

Actividad Física (r) -,202** -,107 -,219** -,024

p ,001 ,058 ,001 ,691

Tiempo de ocio (r) -,075 -,179** -,048 -,087

p ,187 ,001 ,414 ,138

Consumo (r) ,031 ,058 -,045 -,033

p ,662 ,414 ,547 ,654

Afrontamiento (r) -,183** -,123* -,133* -,161**

p ,001 ,030 ,025 ,006

Sueño (r) -,139* -,084 -,138* -,202**

p ,014 ,139 ,020 ,001


(r): Correlación de Pearson, p= Sig. (bilateral), F.F: Función Física,
R.F: Rol físico, D.C: dolor corporal, S.G: salud general.
56

La tabla 20 describe también correlaciones negativas débiles y significativas con


algunas de las dimensiones de los estilos de vida con la salud mental. Se puede observar
que dos de las seis dimensiones presentan correlaciones negativas débiles y significativas
con al menos tres subescalas del componente; la primera corresponde a la dimensión de
alimentación con un coeficiente que oscila entre -.039 a -.221 guardando correlación con la
subescala vitalidad (r=-.221, p<0.001), seguido por rol emocional (r=-.163, p<0.004) y
finalmente con salud mental (r=-.168, p<0.003). Los coeficientes de la dimensión tiempo
de ocio se encuentran en un rango de -.131 a -.181 presentando correlación con vitalidad
(r= -.181, p<0.002), función social (r=-.157, p<0.005) y rol emocional (r=-.175, p<0.002),
indicando que los estudiantes con prácticas saludables tanto en alimentación como en el uso
del tiempo libre se perciben con mayor energía y disposición para la realización de
actividades de la vida cotidiana sin afectación en el área emocional.
Las siguientes tres dimensiones presentan correlaciones iguales a la anterior al
menos con dos de las subescalas, se encuentra que los coeficientes en la dimensión
actividad física presentan un rango de -.102 a -.252 guardando relación en las subescalas de
vitalidad (r= -.252, p<0.001) y salud mental (r=-.169, p<0.003). Así mismo, en la
dimensión de afrontamiento el coeficiente se encontró entre -.089 a -.166 teniendo una
correlación con la subescala de función social (r=-.157, p<0.005), rol emocional (r=-.166,
p<0.003) y salud mental (r=-.147, p<0.009. Por otro lado, en la dimensión sueño el rango
de coeficiente es -.090 a -.180 existiendo correlaciones con rol emocional (r=-.180,
p<0.001) y salud mental (r=-.163, p<0.004). Siendo importante mencionar que la
dimensión consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales no se relaciona tampoco con el
componente de salud mental. En este componente las dimensiones que destacan los
coeficientes de correlación más altos son alimentación y actividad física con la subescala
vitalidad.
57

Tabla 21 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud mental percibida


Prueba de Pearson para estilos de vida y salud mental percibida

Dimensión V F.S R.E S.M

Alimentación (r) -,221** -,039 -,163** -,168**

p ,001 ,491 ,004 ,003

Actividad Física (r) -,252** -,102 -,138* -,169**

p ,001 ,070 ,015 ,003

Tiempo de ocio (r) -,181** -,157** -,175** -,131*

p ,002 ,005 ,002 ,020

Consumo (r) ,074 -,040 ,056 ,020

p ,320 ,577 ,435 ,784

Afrontamiento (r) -,089 -,157** -,166** -,147**

p ,128 ,005 ,003 ,009

Sueño (r) -,090 -,098 -,180** -,163**

p ,124 ,085 ,001 ,004


(r): Correlación de Pearson, p= Sig. (bilateral)V: vitalidad,
F.S: función social, R.E: Rol emocional, S.M: salud mental.

Para concluir, las correlaciones entre ambos constructos, se encontró que todas las
dimensiones a excepción de consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales se
correlacionan negativamente de manera débil tanto con el componente de salud física como
con el de salud mental. (ver Tabla 22).
58

Tabla 22 Prueba de Pearson para estilos de vida y salud percibida


Prueba de Pearson para estilos de vida y salud percibida
Nivel de Nivel salud
Dimensión salud física mental
**
Alimentación (r) -,212 -,197**
p ,001 ,001
**
Actividad (r) -,217 -,194**
física p ,001 ,001
*
Tiempo de (r) -,118 -,195**
ocio p .04 ,001
Consumo (r) ,048 ,10
p 0.19 0.17
Afrontamiento (r) -,203** -,189**
p ,001 ,001
Sueño (r) -,194** -,146*
p ,001 ,013
(r): Correlación de Pearson, p= Sig. (bilateral)
59

4. Discusión

Esta investigación tuvo como objetivo describir los estilos de vida y la salud
percibida en estudiantes de odontología de una universidad de Santiago de Cali, analizando
la relación existente entre ambos constructos. Se llevó a cabo con la participación de 313
estudiantes matriculados de primero a octavo semestre, quienes representan el 70% del total
de estudiantes matriculados, con una edad promedio de 21 años, en su mayoría del sexo
femenino (74.1%), registrando ser solteros el 92% y el 13.4% trabajan mientras están
estudiando. El 31.5% de los estudiantes migran principalmente del suroccidente
colombiano para cursar sus estudios. En lo que respecta a la familia, un poco más de la
mitad de los estudiantes viven con la familia de origen (52.4%), y la cuarta parte de ellos
viven solos o con otros familiares (25.3%). Los estudiantes afirman con respecto a la
educación de los padres que uno de cada dos alcanzó formación universitaria (48.4%).
Para dar cumplimiento a los objetivos del presente estudio se aplicaron los
cuestionarios de Estilos de vida en jóvenes universitarios (CEVJU- R2) y SF-36v2 Health
Survey. Una vez obtenidos los resultados y con el fin de relacionar los estilos de vida con
las salud percibida se siguieron dos estrategias analíticas: comparación de estudiantes
saludables y no saludables en las dimensiones del CEVJU- R2 y correlación lineal de la
puntuación del CEVJU- R2 con los componentes y subescalas del cuestionario SF-36v2.
Entre las seis dimensiones, se observaron prácticas más saludables de los jóvenes
universitarios en consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales (97.4%), lo cual difiere de
la literatura en la que se encuentra que los jóvenes tienen prácticas no tan favorables;
seguido por afrontamiento (83.1%) y tiempo de ocio (78.3%), a diferencia de las
dimensiones alimentación (28.8%), actividad física (36.4%) y sueño (47.9%).
Para iniciar, con respecto a la dimensión de actividad física los jóvenes presentan un
estilo de vida poco saludable (36.4%), siendo las mujeres las que registran menos prácticas
saludables (30.6%) a diferencia de los hombres (53.1%), resultado similar al encontrado en
otros estudios (López, 2008; Varela, et al., 2011), estos hallazgos ponen de relieve la
necesidad en hacer énfasis en la población femenina con el fin de mejorar su capacidad
percibida en la realización de actividad física regular encontrándose relación además con la
preferencia por ciertas actividades adjudicadas frecuentemente al género como ver
televisión (Buckworth y Nigg, 2004).
60

Adicionalmente, el joven emergente con poca frecuencia tiene una percepción de


riesgo con respecto a sus comportamientos lo que podría explicar estos resultados, por lo
tanto en la medida en que una persona perciba amenaza para su salud, el inicio de un
comportamiento como lo es la realización de actividad física tendrá mas probabilidad de
mantenerse en el tiempo (Schwarzer y Fucks,1999). De igual manera, estos resultados poco
favorables para la salud pueden estar relacionados con el nivel de carga académica del
programa, como lo expone Arguello et al., (2009) en la etapa universitaria los jóvenes
dejan de realizar actividad física relacionado con sus responsabilidades académicas.
En la dimensión alimentación, menos de la tercera parte de los jóvenes registran
prácticas saludables, siendo las mujeres quienes presentan prácticas ligeramente más
saludables (29.7%) que los hombres (25.9%), observándose el consumo de frituras,
comidas rápidas y bebidas artificiales, además de tener prácticas negativas como dejar de
comer aunque tengan hambre y omitir comidas principales, aumentando el factor de riesgo
para enfermedades cerebrovasculares. Estos resultados concuerdan con los hallazgos de
algunos investigadores (Becerra- Bulla y Vargas-Zarate, 2015; Sánchez y Luna, 2015) que
afirman que las mujeres presentan prácticas un poco más saludables con respecto a los
hombres. Otros autores afirman que el hecho de ser estudiantes de carreras afines a la salud
y tener la información al respecto, no es suficiente para lograr cambios en el
comportamiento (Rizo-Baeza, González-Bauer y Cortés, 2014).
Las bajas prácticas de alimentación saludable en población universitaria, puede
estar relacionada con la falta de disponibilidad de tiempo, los horarios de clases y otras
actividades relacionadas con el proceso de formación donde los estudiantes privilegian sus
responsabilidades académicas frente al consumo de alimentos saludables (Troncoso, 2011).
Siendo la alimentación uno de los estilos de vida más influyentes en la salud de la
población, se hace necesario la intervención de las universidades para el control y
regulación de los alimentos a los cuales tienen acceso los universitarios, facilitando el
cambio cultural hacia la alimentación saludable.
Con respecto a la dimensión sueño, un hecho relevante es que un poco mas de la
mitad de la muestra (52.1%) presenta importantes dificultades, entre ellas dificultad para
conciliar el sueño y despertarse varias veces en la madrugada, aspectos que influyen
negativamente en el buen funcionamiento diurno viéndose afectado el nivel de atención
para la realización de diferentes tareas. Resultados contrastados con Rodríguez, et al.,
(2009), quienes exponen que en la etapa universitaria disminuye la calidad del sueño
consecuente con responsabilidades académicas. Adicionalmente, por el momento del ciclo
61

vital en que se encuentra esta población, donde se hace importante mantener la interacción
con pares, estos dedican una mayor cantidad de tiempo en las redes sociales en los espacios
dispuestos para el descanso (Ferraro, et al., 2015). En los resultados encontrados en el
presente estudio resalta la ausencia de diferencias por sexo en las prácticas de esta
dimensión.
Por otro lado, en las dimensiones que registran mejores prácticas, entre ellas el
tiempo de ocio, los universitarios son saludables en un 78.3% sin presentar discrepancia
entre hombres y mujeres en la realización de actividades diferentes a las académicas para
establecer relaciones sociales y descansar, sin embargo, pese a que los estudiantes tienen
una jornada extensa, una carga académica alta, prácticas poco saludables en actividad física
y sueño consideran importante la escogencia de actividades diferentes para desarrollar en su
tiempo de ocio.
En cuanto a las prácticas de consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales
incluidas en el estudio, se ha constatado que el 97.4% de los jóvenes tienen prácticas
saludables. La droga legal más consumida por los jóvenes es el alcohol (60.6%) por lo
menos una vez al mes, mientras que el cigarrillo es consumido en una mínima cantidad
(7.7%) de vez en cuando al igual que el consumo de drogas ilegales (6.4%). Tanto en las
sustancias legales como las ilegales el mayor porcentaje de prácticas saludables se da en las
mujeres. En una investigación llevada a cabo con estudiantes de esta misma institución en
el año 2013, muestra al igual que este estudio que el estilo de vida más saludable sigue
siendo el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales (70.6%) (Tamayo, et al., 2015).
En otro estudio realizado por Arguello et al. (2009) con estudiantes del área de la salud
encontraron específicamente que los estudiantes de higiene oral fueron los que obtuvieron
mayores puntuaciones en cuanto a estilos de vida saludable en esta dimensión, lo que
permite inferir entonces que los estudiantes del área de odontología muestran prácticas más
saludables.
Para estudiantes universitarios en general, el segundo estudio epidemiológico
andino sobre consumo de drogas en la población universitaria (Observatorio de drogas de
Colombia, 2013), encontró que el 61.1% de la muestra registra consumo en el último mes.
Los datos registrados para consumo de cigarrillo fueron del 19% en el último mes y para el
consumo de drogas ilícitas en el último año se registró un consumo del 16.4%.
Frente al consumo de cigarrillo, no se puede obtener datos comparativos con los
resultados de la investigación realizada por Tamayo et al. (2015) en la misma institución,
teniendo en cuenta que los resultados se presentan de manera global para toda la dimensión.
62

Por lo anterior, se recomienda que los resultados encontrados en próximas investigaciones


con el CEVJU-R2 se desglosen por indicador permitiendo de esta manera comparar
posibles resultados.
Sin embargo, el bajo consumo de cigarrillo en esta muestra de estudiantes puede
estar relacionada por un lado, con el conocimiento específico de los efectos que tiene el
consumo de cigarrillo para la salud bucal, y por otro lado, puede igualmente estar
relacionado con las campañas de prevención de la Ley 1335 de 2009, que previene daños a
la salud de los menores de edad, la población no fumadora y fomenta el abandono del
consumo de tabaco en población colombiana, ley promovida al interior de la institución
universitaria.
Aunque los resultados en general muestran un buen estilo de vida en esta
dimensión, estos hallazgos deben ser considerados como relevantes teniendo en cuenta que
estas sustancias resultan perjudiciales a largo plazo para la salud, además de ser una
práctica común entre los universitarios colombianos tal y como se evidencia en los estudios
realizados con esta población (Lema, Varela, Duarte y Bonilla, 2011; Díaz, Moreno, Melo
y Rico, 2014).
Para terminar con la descripción de las dimensiones de los estilos de vida, en la
dimensión de afrontamiento se encontraron resultados positivos para la salud de los jóvenes
(83.1%), sin encontrar diferencias significativas entre hombres y mujeres, prácticas que
parecen ser indicadas para solucionar problemas con excepción de los casos que les cuesta
admitir que no pueden cambiar las situaciones, que de acuerdo a los planteamientos de
Lazarus y Folkman (1985) podría pensarse que se trata de tener estrategias activas frente a
las demandas. A diferencia de un estudio realizado por Chimal, et al. (2014), donde los
universitarios mexicanos registran prácticas poco saludables y dificultad para afrontar
situaciones cotidianas, esta misma situación se encontró en estudiantes peruanos quienes
tienden a afrontar el estrés académico con estrategias centradas en la emoción (regulación
emocional y evitación), el autor plantea que en el ámbito académico el afrontamiento
centrado en el problema sería más efectivo ante las situaciones académicas como por
ejemplo las evaluaciones y pasadas las mismas sería más pertinente las estrategias
centradas en la emoción (González, 2008).
El segundo objetivo de esta investigación es describir el autoreporte de la salud
física y mental de los jóvenes universitarios, encontrando en el componente de salud física
que los estudiantes tienen una percepción muy favorable (73.6%). Los jóvenes consideran
en su mayoría que su estado de salud actual no los limita en las actividades físicas
63

cotidianas tales como caminar, subir escaleras, inclinarse, coger o llevar pesos (subescala
función física 89.3%), ni tampoco que la intensidad del dolor afecte el trabajo habitual
(subescala dolor corporal 73.6%).
En contraste, la subescala de rol físico, que hace referencia a las posibles
limitaciones en las actividades cotidianas derivadas de su estado de salud y la subescala de
salud general que corresponde a la percepción que tienen los estudiantes respecto a la salud,
muestran puntuaciones levemente superiores al promedio (66.5% y 63.9%)
respectivamente.
En el componente de salud mental los estudiantes registran una puntuación menos
favorable (64.3%), con una percepción menor en la subescala de vitalidad, entendiendo ésta
como el nivel de energía y fatiga, y salud mental, que hace referencia a la percepción de
ansiedad, depresión y bienestar psicológico (55.6% y 63.6%) respectivamente. Presentan
una mejor percepción en las subescalas rol emocional que consiste en el grado en que los
problemas emocionales interfieren en su trabajo (67.7%) y función social entendiéndose la
forma como los problemas físicos o emocionales afectan las actividades sociales (70.5%).
Se observa en este estudio que para ambos componentes los hombres tienen una
percepción más favorable de la salud, salud física (77.9%) y salud mental (68.8%),
mientras que las mujeres puntuaron un poco por debajo (72.1% y 62.7%) en las mismos
componentes. Estos hallazgos se confirman con investigaciones realizadas por Pacheco, et
al. (2014), encontrando que los hombres tienen una percepción más favorable con respecto
a las mujeres de su calidad de vida. Y en términos generales, los universitarios en países
latinoamericanos tienen una percepción favorable de su salud (Chau y Sarabia, 2014),
resultado que es semejante a lo encontrado en la presente investigación.
Los estudiantes saludables en cinco de las seis dimensiones (actividad física, tiempo
de ocio, sueño, alimentación y afrontamiento) presentan una diferencia significativa en
algunas de las subescalas de ambos componentes de la salud percibida. Los estudiantes con
prácticas saludables en actividad física tienen una mejor percepción en las subescalas de
función física (diferencia de medias= 5.1, p<0.005), salud general (diferencia de medias=
6.2, p<0.003), y en la puntuación global del componente salud física (diferencia de medias=
3.1, p<0.002), de igual manera presentan diferencias significativas en las subescalas de
vitalidad (diferencia de medias= 7.2, p<0.001) y función social (diferencia de medias=
7.12, p<0.009) haciendo referencia estas al componente de salud mental que también
presenta diferencias significativas (diferencia de medias= 2.65, p<0.001); resultados que
coinciden con investigaciones que afirman que los estudiantes que practican actividad física
64

regular se asocia con una mejor percepción en el estado de salud general y bienestar
psicológico (Castañeda-Vásquez, Campo-Mesa y Castillo-Andrés, 2016; García-Laguna,
et.al., 2012; Romero, Carrasco, Sañudo, y Chacón, 2010).
Al igual que en la dimensión anterior, los jóvenes saludables en la dimensión
tiempo de ocio presentan diferencias significativas en las subescalas rol físico (diferencia
de medias= 10.8, p<0.001) y función física (diferencia de medias= 4.16, p<0.05), para el
componente salud mental presenta diferencias significativas (diferencia de medias= 2.65,
p<0.01), y además en tres subescalas, vitalidad (diferencia de medias= 7.4, p<0.002),
función social (diferencia de medias= 6.83, p<0.03) y rol emocional (diferencia de medias=
7.17, p<0.02), entendiendo que los universitarios que realizan actividades para compartir a
nivel social se perciben con más energía y disposición sin que los problemas físicos o
emocionales interfieran en la vida social y en la realización de las actividades cotidianas.
Por otro lado, los estudiantes saludables en la dimensión alimentación reportan
diferencias significativas en el componente de salud física (diferencia de medias= 2.07,
p<0.04) y en la subescala salud general (diferencia de medias= 4.62, p<0.03). En el
componente salud mental los universitarios con prácticas alimenticias saludables perciben
eficacia para realizar diferentes actividades de la vida diaria, sin que los problemas físicos y
emocionales afecten su vida cotidiana (subescalas de vitalidad (diferencia de medias= 6.8,
p<0.002), función social (diferencia de medias= 6.9, p<0.01) y salud mental (diferencia de
medias= 5.32, p<0.03)), como lo expone Troncoso (2011), las consecuencias de una dieta
poco saludable es un posible condicionante a un mal rendimiento en las aulas de clase.
En este mismo sentido, los universitarios saludables en la dimensión sueño tienen
una percepción significativamente mayor en el componente salud física (diferencia de
medias= 2.31, p<0.01) y en las subescalas función física (diferencia de medias= 3.8,
p<0.02) y dolor corporal (diferencia de medias= 7.3, p<0.004). De igual manera, se
observaron diferencias estadísticamente significativas para el componente salud mental
(diferencia de medias= 2.4, p<0.01) y en las subescalas función social (diferencia de
medias= 8.5, p<0.001) y rol emocional (diferencia de medias= 5.09, p<0.04) indicando que
aquellos que tienen buenos hábitos en su sueño, el dolor o los problemas de salud física y
emocional no interfiere en su funcionamiento cotidiano, es decir, entre más prácticas de
calidad en la dimensión sueño, más saludables se perciben los universitarios. Así, como lo
indica un estudio de Borquez (2011), existe una asociación moderada mayor entre calidad
del sueño y la salud que entre cantidad de sueño y salud, lo cual indica que la calidad del
sueño es un buen indicador del estado de salud en esta población. Al respecto se ha
65

encontrado que dificultades en esta área de la vida trae disminución en la percepción de


vitalidad y energía, falta de iniciativa, fatiga, letardo y labilidad emocional, trayendo
consigo disminución en el rendimiento académico que hace que la persona perciba una baja
calidad de vida (Marín y Vinaccia, 2005).
Por su parte, el estudio halló que los estudiantes saludables en comparación con los
no saludables en la dimensión afrontamiento, tienen una mayor percepción de su estado de
salud que le permite realizar actividades cotidianas sin ninguna limitación ni dolor asociado
(componente salud física (diferencia de medias= 2.7, p<0.03) y subescala función física
(diferencia de medias= 7.5, p<0.001)) siendo estas diferencias estadísticamente
significativas. Aunque en este estudio no se encontraron correlaciones significativas con el
componente de salud mental, un estudio llevado a cabo con un grupo de universitarios
antioqueños encontró una relación donde a mayor la reevaluación positiva de la situación
conflictiva mayor es la percepción de aceptación, control, autonomía y vínculo, es decir,
bienestar psicológico (García, 2015).
En esta investigación los estudiantes saludables y no saludables en la dimensión
consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales, no presentaron ninguna diferencia
significativa en su percepción de salud, lo cual puede estar relacionado con una percepción
de invulnerabilidad propia de los jóvenes, en esta misma línea en una investigación con
estudiantes de la Universidad de Córdoba, encontró que aquellos que presentaban prácticas
de consumo, cigarrillo, alcohol y psicofármacos tenían una percepción baja de los posibles
riesgos derivados del consumo (problemas de salud transitorios, problemas en las
relaciones interpersonales, disminución en la capacidad para realizar tareas) (Ruiz-Olivares,
Lucena, Pino y Herruzo, 2010).
Por último, con el objetivo de responder si existe correlación entre los estilos de
vida y la salud percibida entre los universitarios, se encontró en este estudio que existen
correlaciones negativas débiles entre cinco de las seis dimensiones de los estilos de vida,
exceptuando consumo de alcohol, cigarrillo y drogas ilegales, con algunas de las subescalas
de los componentes de salud física y mental, este tipo de correlaciones están evidenciando
de manera general que no es posible predecir que las prácticas de los estilos de vida se
relacionan estrechamente con la percepción que tienen los jóvenes de su salud, rechazando
de esta manera la hipótesis planteada al inicio de la investigación.
Las dimensiones actividad física, alimentación y afrontamiento se relacionan
negativa y débilmente con ambos componentes de la salud percibida, específicamente, se
encontró que la dimensión actividad física se relaciona débil y negativamente con las
66

subescalas vitalidad (r=-.221, p<0.001), salud mental (r= -.169, p<0.003), función física (r= -
.202, p<0.001) y dolor corporal (r= -.219, p<0.001); la alimentación con vitalidad (r= -.221,
p<0.001), rol emocional (r= -.163, p<0.004), salud mental (r= -.168, p<0.003), función
física (r= -.163, p<0.004) y dolor corporal (r= -.219, p<0.001) y afrontamiento con las
subescalas de salud mental correspondientes a rol emocional (r= -.163, p<0.003), función
social (r= -.157, p< 0.005) y salud mental (r= -.147, p<0.009) y las subescalas de función
física (r= -.157, p<0.005) y salud general (r= -.161, p< 0.006) correspondientes al
componente de salud física.
La dimensión de tiempo de ocio solo se relacionó débil y negativamente con el
componente de salud mental y las subescalas de vitalidad (r= -.181, p<0.002), función
social (r= -.157, p<0.005), rol emocional (r= -.175, p<0.002) y rol físico (r= -.179,
p<0.001), y la dimensión sueño se relacionó débil y negativamente con las subescalas rol
emocional (r= -.180, p<0.001), salud mental (r= -.163, p<0.004) y salud general (r= -.202,
p<0.001). En conclusión, las dimensiones que destacan los coeficientes de correlación más
altos en el componente salud física corresponden a alimentación con las subescalas dolor
corporal; actividad física con las subescalas función física y dolor corporal y por último,
sueño con la subescala salud general. Para el componente salud mental las dimensiones que
sobresalen en los coeficientes de correlación son alimentación y actividad física con la
subescala vitalidad.
Los resultados hasta aquí expuestos corroboran las investigaciones que afirman que
los jóvenes por el periodo evolutivo en el que se encuentran, presentan un fenómeno
psicológico denominado ilusión de invulnerabilidad, que se relaciona con una tendencia a
percibir menos probabilidad de ocurrencia de un evento negativo que la persona media
(Weinstein, 1984), es decir, los universitarios de esta investigación tienen prácticas en los
diferentes estilos de vida que no son necesariamente saludables e igualmente tienen una
percepción favorable frente a la salud, lo que indica que la percepción de salud es
independiente del estilo de vida.
No obstante, debe tenerse en cuenta que esta percepción va a estar influenciada por
una serie de factores, como por ejemplo las creencias, actitudes, motivaciones,
conocimientos y experiencia personal, que enmarcan las atribuciones personales frente a
tomar el riesgo o no de un comportamiento en particular (García del Castillo, 2012). Por lo
anterior, se sugiere para próximas investigaciones o programas de intervención, contemplar
esta serie de factores que intervienen en la toma de decisión de los universitarios para
67

asumir prácticas saludables en los estilos de vida y de esta manera tener un mejor control
sobre la percepción de riesgo en esta población.
Entre los alcances del presente estudio, se destaca que aporta un marco conceptual
con respecto a los estilos de vida y la salud percibida en jóvenes universitarios, siendo útil
para el diseño de los programas a futuro que se realicen con esta población, considerando
que en Colombia, no se han publicado a la fecha estudios al respecto. Otro alcance del
estudio se relaciona con el porcentaje de la muestra (70%), lo que permite que los
resultados obtenidos se puedan extrapolar al total de la población de la institución
universitaria. Este tipo de investigaciones representan un gran aporte a la psicología de la
salud, en tanto se aproxima a los estilos de vida en edades tempranas donde pueden
realizarse acciones de prevención permitiendo la modificación del proceso salud-
enfermedad al tener en cuenta otros determinantes como es la salud percibida trascendiendo
la conducta observable. Esta investigación invita a reflexionar a los profesionales de la
psicología de la salud cuando se realizan intervenciones a favor de la salud en adolescentes
y jóvenes emergentes comprendiendo aspectos psicológicos como la percepción de riesgo
que en esta etapa del ciclo vital se construyen, invitando de esta a manera a la evaluación de
las estrategias de educación para la salud.
No obstante, en este estudio se tuvieron algunas limitaciones, para iniciar no se
contó con referentes teóricos y empíricos que relacionaran específicamente los estilos de
vida y la salud percibida en esta población, lo cual condicionó al momento de comparar y
discutir los resultados encontrados, además de ser un estudio realizado exclusivamente con
estudiantes de odontología lo que impide que los resultados no se puedan generalizar a la
población universitaria. Otro factor condicionante para comparar los resultados obtenidos
se relacionó con el hecho de que otras investigaciones realizadas con el cuestionario
CEVJU-R no registraban los resultados por indicador haciendo referencia exclusiva a la
puntuación global de las dimensiones.
Con relación a los instrumentos utilizados, existen algunas apreciaciones, por una
parte, el instrumento de estilos de vida en jóvenes universitarios CEVJU-R2, tiene un nivel
de confiabilidad moderado (Alfa de Cronbach 0.6) en la mayoría de las dimensiones a
excepción de la dimensión de sexualidad lo cual limitó la aplicación, sin embargo, es el
único cuestionario validado para esta población y por otro lado, una vez aplicados ambos
instrumentos, se pudo observar que el CEVJU-R2 tiene un grado de dificultad un poco
mayor en la comprensión lectora puesto que modifica las opciones de pregunta cambiando
constantemente el periodo de referencia (últimos seis meses, semana habitual, últimos dos
68

meses) a diferencia del SF-36, que conserva las opciones de respuesta agilizando la
aplicación.
A partir de los hallazgos de la presente investigación y reconociendo el papel que
desempeña el comportamiento como un determinante del estado de salud, se evidencia la
necesidad de implementar programas orientados a mejorar los estilos de vida de los
estudiantes universitarios, incluyendo aspectos como hábitos, conocimientos y creencias,
siendo sensibles al momento del ciclo vital por el que atraviesan la mayoría de ellos,
caracterizado por una percepción de invulnerabilidad frente a su salud. Adicionalmente,
una vez implementados programas de promoción de la salud y prevención de la
enfermedad en el contexto universitario se sugiere en próximas investigaciones analizar
posibles cambios en los estilos de vida de los jóvenes de acuerdo al momento de formación
en el que se encuentren. De manera particular se recomienda a la institución universitaria
aplicar nuevamente los dos instrumentos, una vez se hayan desarrollado los programas
antes mencionados con el fin de evaluar la eficacia de los mismos.
Finalmente, reconociendo las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
y el gran impacto que tienen sobre los jóvenes universitarios, se recomienda para el diseño
de programas de prevención de la enfermedad y promoción de la salud el uso de las mismas
teniendo en cuenta que facilitan de manera rápida y fiable la difusión de información útil
para la salud. Además de esto, al ser la percepción de la salud de los universitarios un tema
aún poco explorado en el contexto colombiano, se recomienda para futuras investigaciones
incluir estudios de metodología mixta que permita profundizar en aquellos aspectos
subjetivos de la salud facilitando el diseño de programas más ajustados a las características
de la población.
69

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Anexos
Anexo 1 CUESTIONARIO DE ESTILOS DE VIDA EN JÓVENES UNIVERSITARIOS
(CEVJU-R2) (Salazar, Varela, Lema, Tamayo y Duarte, 2013)

El objetivo de este cuestionario es conocer diferentes aspectos de la vida de los jóvenes universitarios. Lea
detenidamente cada pregunta y seleccione la respuesta que más refleje lo que usted hace, piensa o valora.
Sus respuestas son confidenciales y no serán evaluadas como buenas o malas. Muchas gracias por su
sincera colaboración.

DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS:
Sexo:1. Hombre __ Semestre: Lugar de residencia actual: Departamento_________
2. Mujer ___ _____ Municipio_______________
Edad:_______ años ¿Migro a estudiar a UNICOC? SI_____ NO______
Si la respuesta es SI. De dónde?
______________________

Estado Civil: 1. Soltero ___ 2. Casado o unión libre ___ 3. Separado___ 4.


Viudo ___
Con quien vive: Familia nuclear ___ Familia propia ______ Otros familiares ______ Solo ____

Nivel educativo de la madre: Sin escolaridad __ Primaria ____ Secundaria __Universidad ___

Nivel educativo del padre: Sin escolaridad __ Primaria ____ Secundaria __Universidad ___

Tiene pareja estable:1. Si ___ 2. No ___ Trabaja actualmente: 1. Si ___ 2. No___

ACTIVIDAD FÍSICA
Señale la frecuencia con la que ha realizado las siguientes actividades durante los últimos seis (6) meses:

1.Siempr 2. 3. Pocas 4.
e Frecuentemente veces Nunca

1. Caminar o montar bicicleta para


desplazarse a un sitio cercano en lugar
de usar otro medio de transporte

2. Practicar algún deporte con fines


recreativos o competitivos

3. Hacer algún ejercicio o una práctica


física durante al menos 30 minutos tres
veces a la semana

4. El principal motivo para hacer algún ejercicio o actividad física es (escoja una sola opción):

1. No hago ejercicio

2. Mejorar su figura

3. Relacionarse o conocer personas con amigos o nuevas personas


4. Mejorar el estado de ánimo

5. Beneficiar su salud

6. Hace parte del estilo de vida de sus padres o hermanos

7. Hace parte del estilo de vida de su pareja o amigos cercanos

8. Otro. ¿Cuál? _____________________________________________

5. El principal motivo para NO hacer (o dejar de hacer) ejercicio y actividad física es (escoja una
sola opción):
a. 1
1. Temor a hacer el ridículo
.

a. 2
2. Implica mucho esfuerzo y se cansa fácil
.

b. 3
3. Pereza
.

b. 4
4. Insistencia de amigos, pareja o familia para no hacerlo
.

c. 5 5. Las personas cercanas a usted lo han criticado por hacer ejercicio o actividad
. física

c. 6
6. Ninguna de las anteriores
.

d. 7
. 7. Otro ¿Cuál?____________________________________________

6. Respecto a su nivel de actual de actividad física considera que (escoja una sola opción):
1. Está satisfecho con sus prácticas y no piensa que sean problemáticas

2. Podría cambiarlas, pero no sabe si lo hará

3. Podría cambiarlas en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo

4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende

5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

7. Si quiere realizar algún ejercicio o actividad física ¿con cuáles de los siguientes recursos cuenta?
(puede escoger varias opciones):
A. Implementos
A deportivos (ropa, zapatos, máquinas, elementos de seguridad,
balones,
. etc.) necesarios

B. Dinero
B
.

C. Tiempo
C para realizarlo
.

D. Personas
D con quien realizarlo en caso de querer compañía
.

E. Habilidades
E (coordinación, agilidad, equilibrio, etc.) y cualidades físicas
(fuerza,
. resistencia y flexibilidad)

F. Buen
F estado de salud
.

G. Conocimiento
G de la realización adecuada de las prácticas
.

H. Espacios
H y oferta de actividades físicas y deportivas en la universidad
.

I. Otro.
I ¿Cuál? _____________________________________________
.

TIEMPO DE OCIO (Aquel que se dedica al descanso, a la diversión, a las actividades culturales, sociales
o artísticas)

En una semana habitual, con qué frecuencia:


1. 2. Casi 3. Rara 4.
siempr siempr vez nunca
e e

8. Realiza alguna actividad para descansar y


relajarse (ver televisión, dormir, escuchar
música, meditar, etc.)

9. Comparte tiempo y actividades con la familia,


amigos o pareja

En un mes habitual, con qué frecuencia:


1. 2. La 3. 4.
Todas mayorí Pocas Ningun
las a de semana a
semana semana s semana
s s

10. Realiza alguna actividad de diversión o


entretenimiento, cultural o artística (ir a centros
comerciales, ir a cine, manualidades, tocar un
instrumento, etc.)
11. El principal motivo para realizar actividades de ocio (culturales, sociales, artísticas, de descanso o de
diversión) es (escoja una sola opción):

1. Sentirse mejor

2. Relacionarse con otras personas

3. Cambiar la rutina académica y laboral

4. Olvidar los problemas o las preocupaciones

5. Hace parte del estilo de vida de sus padres o hermanos

6. Hace parte del estilo de vida de su pareja o amigos

7. Otro. ¿Cuál? __________________________________

12. El principal motivo para NO realizar (o dejar de realizar) actividades de ocio (culturales, sociales,
artísticas, de descanso o de diversión) es (escoja una sola opción):
1. No sabe cómo ocupar el tiempo libre

2. No le parecen interesantes las actividades programadas

3. Prefiere seguir estudiando o trabajando

4. No le interesa este tipo de actividades

5. Las personas cercanas a usted lo han criticado por realizar este tipo de actividades

6. Otro. ¿Cuál? __________________________________

13. Respecto al tiempo que dedica a las actividades culturales, sociales, artísticas, de descanso o de
diversión, considera que: (escoja una sola opción)
1. Está satisfecho con él y no piensa que sea problemático

2. Podría mejorar pero no sabe si lo hará

3. Podría mejorar en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo

4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende

5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

14. Si quiere realizar actividades de ocio (culturales, sociales, artísticas, de descanso o de diversión) ¿con
cuáles de los siguientes recursos cuenta? (puede escoger varias opciones)
1. Si
A. Recursos materiales o dinero

B. Tiempo para realizarlas

C. Personas con quien realizarlas en caso de querer compañía

D. Espacios y oferta de actividades de ocio en la universidad

E. Espacios y oferta de actividades de ocio en la ciudad

F. Otro. ¿Cuál? ___________________________________

ALIMENTACIÓN
En una semana habitual, con qué frecuencia:
1. 2. La 3. Pocos 4. Ningún
Todo mayoría días día
s los de los
días días

15. Consume comidas rápidas, fritos, mecato o dulces

16. Consume gaseosas o bebidas artificiales

Consume vegetales y/o frutas

17. Desayuna, almuerza y come en horarios habituales

18. Omite alguna de las comidas principales (desayuno,


almuerzo y comida)

19. Deja de comer aunque tenga hambre

20. Come en exceso aunque no tenga hambre

21. Vomita o toma laxantes después de comer en exceso

22. El principal motivo para alimentarse adecuadamente es (escoja una sola opción):

1. Mantener su figura

2. Bajar de peso

3. Mejorar su rendimiento (físico y mental)

4. Mantener la salud

5. Hace parte del estilo de vida de sus padres o hermanos

6. Hace parte del estilo de vida de su pareja o amigos cercanos

7. Otro. ¿Cuál? __________________________________

23. El principal motivo para NO alimentarse adecuadamente (o dejar de hacerlo) es: (escoja una sola
opción)
1. Conservar o mejorar su figura
2. No le gusta restringirse en lo que come

3. No puede controlarse en lo que come

4. No le preocupa las consecuencias negativas de una mala alimentación

5. Las personas cercanas a usted lo han criticado por sus hábitos de alimentación
saludables

6. Otro. ¿Cuál? __________________________________

24. Respecto a sus prácticas de alimentación considera que (escoja una sola opción):
1. Está satisfecho con sus prácticas y no piensa que sean problemáticas

2. Podría cambiarlas, pero no sabe si lo hará


3. Podría cambiarlas en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo

4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende

5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

25. Si quiere alimentarse de forma adecuada ¿con cuáles de los siguientes recursos cuenta? (puede escoger
varias opciones)
1. Si
A. Dinero para comprar alimentos saludables

B. Tiempo suficiente para sus tres comidas principales

C. Disponibilidad de alimentos saludables en la universidad

D. Espacios adecuados y suficientes para comer en la universidad

E. Conocimiento para elegir alimentos saludables

F. Disponibilidad de alimentos saludables en su casa

G. Otro. ¿Cuál? ______________________

CONSUMO DE ALCOHOL, CIGARRILLO Y DROGAS ILEGALES (marihuana, cocaína, éxtasis,


heroína, popper, otros alucinógenos, etc.)

Señale cuál de las siguientes afirmaciones describe mejor su consumo actual de alcohol, cigarrillo y otras
drogas:
26. Alcohol (escoja una sola opción):
1. Tomo bebidas alcohólicas cuatro o más veces a la semana
2. Tomo bebidas alcohólicas de dos a tres veces a la semana
3. Tomo bebidas alcohólicas de dos a cuatro veces al mes
4. Tomo bebidas alcohólicas una o menos veces al mes(en celebraciones,
eventos sociales, ocasiones especiales)
5. Nunca tomo bebidas alcohólicas

27. Si la respuesta anterior es afirmativa, ¿Cuántas consumiciones de bebidas alcohólicas realiza en un día
de consumo? (escoja una sola opción)

1. 1o2
2. 3o4
3. 5o6
4. 7, 8, o 9
5. 10 o mas

28. Con qué frecuencia toma cinco o más bebidas alcohólicas en un solo día? (escoja una sola opción)
1. Nunca
2. Menos de una vez al mes
3. Mensualmente
4. Semanalmente
5. A diario, o casi a diario

29. Cigarrillo (escoja una sola opción):

1. Fumo varias veces en el día


2. Fumo una vez al día
3. Fumo por lo menos una vez a la semana
4. Fumo de vez en cuando (en celebraciones, eventos sociales, ocasiones especiales)

5. No fumo

30. Otras drogas ilegales (marihuana, cocaína, éxtasis, heroína, popper, otros alucinógenos, etc.) (escoja
una sola opción):
1. Consumo drogas ilegales varias veces en el día

2. Consumo drogas ilegales una vez al día


3.
Consumo drogas ilegales por lo menos una vez a la semana
4. Consumo drogas ilegales de vez en cuando (en celebraciones, eventos sociales,
ocasiones especiales)
5. No consumo drogas ilegales

31. En los últimos 30 días, ha consumido: (puede escoger varias opciones)


1. Marihuana
2. Cocaína
3. Popper
4. Éxtasis
5. Ninguna
6. Otro. ¿Cuál? ________________________________________

SI USTED CONTESTÓ EN LAS PREGUNTAS ANTERIORES QUE NO CONSUME NI


ALCOHOL, NI CIGARRILLO NI DROGAS ILEGALES, PASE A LA PREGUNTA 36.

En los últimos seis (6) meses usted:

1. 2. 3. Pocas 4.
Siempr Frecuente veces Nunc
e -mente a

32. Ha dejado de hacer actividades sociales,


académicas o laborales por tomar bebidas
alcohólicas o consumir drogas ilegales

33. Ha ido a la universidad después de tomar bebidas


alcohólicas o consumir drogas ilegales

34. Seleccione el principal motivo para consumir alcohol (en la casilla A), cigarrillo (en la casilla B) y
drogas ilegales (casilla C) (escoja una sola opción por cada sustancia):
B.
A. Alcohol Cigarrillo C. Drogas

1. Sentirse mejor

2. Ser más sociable

3. Expresar sentimientos

4. Experimentar nuevas sensaciones

5. Olvidarse de los problemas

6. Disminuir la tensión, ansiedad o el estrés

8. Insistencia de amigos, pareja o familia

9. Es común en los lugares que frecuenta

10. Ser aceptado


11.
Hace parte del estilo de vida de sus padres o hermanos

12. Hace parte del estilo de vida de su pareja o amigos

13.
Otro. ¿Cuál? ___________________________

35. Seleccione el principal motivo para evitar el consumo de alcohol (casilla A), cigarrillo (casilla B) y
drogas ilegales (casilla C) (escoja una sola opción por cada sustancia):
B.
A. Alcohol Cigarrillo C. Drogas

1. No lo necesita para divertirse

2. No lo necesita para sentirse mejor

3. Le disgusta su sabor, olor o efecto

4. Trae consecuencias negativas (en la salud, las relaciones


con los demás, en el desempeño académico, etc.)

5. Las personas cercanas a usted lo han criticado por


consumir

6. Las personas cercanas a usted no consumen

8. Le disgusta el comportamiento de los otros cuando están


bajo su efecto

9. Otro. ¿Cuál? ___________________________

36. Respecto a sus prácticas de consumo de alcohol, cigarrillo o drogas, considera que (escoja una sola
opción):
1. Está satisfecho con sus prácticas y no piensa que sean problemáticas

2. Podría cambiarlas, pero no sabe si lo hará


3. Podría cambiarlas en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo

4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende

5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

37. Si quiere consumir alcohol, cigarrillo o drogas ilegales, cuenta usted con: (puede escoger varias
opciones)
1. Si

A. Dinero para comprarlos


B. Habilidad para negarse a consumir aunque otras personas insistan

C. Conocimiento de sitios donde vendan drogas ilegales

D. Venta de alcohol en la universidad

E. Venta de cigarrillos en la universidad

F. Venta de drogas ilegales en la universidad

G. Existencia de sitios cercanos a la universidad donde vendan alcohol, cigarrillo o


drogas ilegales

H. Sitios que frecuente en los cuales vendan alcohol, cigarrillo o drogas ilegales

I. Otro. ¿Cuál? _______________________________________

SUEÑO
En una noche habitual ¿cuántas horas duerme usualmente? Número de horas____________

Señale la frecuencia con la que realiza las siguientes actividades en una semana habitual:

1. 2. La 3. 4.
Todos mayorí Pocos Ningún
los a de los días día
días días

Se levanta con la sensación de haber descansado

38. Tomar alguna sustancia para conciliar el sueño


(píldoras, gotas, infusiones)

39. Se acuesta y se levanta a una hora habitual

40. Se despierta en la madrugada y tiene dificultad


para dormirse nuevamente

41. Se despierta varias veces en la noche

42. El principal motivo para dormir el tiempo que necesita es (escoja una sola opción):
1. Descansar
2. Tener un buen rendimiento físico y/o mental
3. Evitar amanecer irritable
4. Hace parte del estilo de vida de sus padres o hermanos
5. Hace parte del estilo de vida de su pareja o amigos
6. Otro. ¿Cuál? __________________________________

43. El principal motivo para NO dormir el tiempo que necesita (o dejar de hacerlo) es (escoja una sola
opción):
1. Tiene mucha carga académica o laboral

2. Tiene responsabilidades distintas al estudio o al trabajo que le impiden dormir el


tiempo que necesita (hijos, un familiar enfermo, arreglo del hogar, etc.)
3. Sus amigos o pareja lo incitan a realizar actividades de noche que interrumpen sus
horarios de sueño
4. Tiene muchas preocupaciones y asuntos en qué pensar

5. Le gusta hacer actividades por la noche (chatear, ver un programa, hacer ejercicio,
leer, etc.)
6. Alguien o algo suele despertarlo

7. Las personas cercanas a usted lo han criticado por dormir más del tiempo que
necesita
8. Otro. ¿Cuál? __________________________________

44. Respecto a sus prácticas de sueño considera que: (escoja una sola opción):

1. Está satisfecho con sus prácticas y no piensa que sean problemáticas

2. Podría cambiarlas, pero no sabe si lo hará

3. Podría cambiarlas en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo

4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende


5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

45. Si quiere dormir adecuadamente ¿con cuáles de los siguientes recursos cuenta? (puede escoger varias
opciones)
1. Si

A. Lugar cómodo y agradable para dormir (sin ruidos, sin exceso de luz, colchón
adecuado, temperatura adecuada, etc.)

B. Dinero necesario para adecuar el lugar en el que duerme (cambiar el colchón o la


almohada cuando se daña, cubrir las ventanas con cortinas o persianas, etc.)

C. Tiempo para dormir lo que necesita


D. Conocimiento sobre las condiciones necesarias para tener un sueño óptimo
(temperatura, ruido, iluminación, etc.)
E. Estrategias para controlar los pensamientos y emociones que podrían interferir
con su sueño

F. Otro. ¿Cuál?
_______________________________________________________________

AFRONTAMIENTO
Señale la frecuencia con la que ha realizado las siguientes actividades durante los últimos dos (2) meses,
cuando se enfrenta a una situación difícil o problemática:

1. 2. 3. 4.
Siempr Frecuent Pocas Nunca
e e-mente veces

46. Se esfuerza por comprender en qué consiste


antes de intentar solucionarla

47. Evalúa si puede hacer algo para cambiarla

48. Busca ayuda o apoyo por parte de otras personas

49. La resuelve si ésta tiene solución

50. Acepta y se ajusta a aquellas situaciones que


considera que usted no puede cambiar

51. El principal motivo para buscar soluciones a una situación difícil o problemática es (escoja una sola
opción):

1. No sentir que los problemas dominan su vida


2. Disminuir el malestar que ocasionan los problemas

3. Evitar que los problemas interfieran en su rutina


4. La búsqueda de soluciones ante los problemas hace parte del estilo de vida de sus
padres y/o hermanos
5. La búsqueda de soluciones ante los problemas hace parte del estilo de vida de su
pareja o amigos
6 Otro. ¿Cuál? ____________________________________________________

52. El principal motivo para NO buscar soluciones a una situación difícil o problemática es (escoja una sola
opción):

1. Considera que no está en sus manos solucionarlo


2. Prefiere no pensar en los problemas
3.
Prefiere no enfrentar las consecuencias de resolver el problema
4. Las personas cercanas a usted lo han criticado por su forma de enfrentar los
problemas
5. Otro. ¿Cuál? __________________________________

53. Respecto a la forma como generalmente enfrenta las situaciones difíciles o problemáticas, considera que
(escoja una sola opción):
1. Está satisfecho con su forma de enfrentarlas y no piensa que sea problemática

2. Podría cambiarla, pero no sabe si lo hará


3. Podría cambiarla en poco tiempo y ya tiene un plan para lograrlo
4. Ya ha hecho algunos cambios, pero aún le falta lograr lo que pretende
5. Está satisfecho con los cambios que ha logrado y piensa mantenerlos

54. Si tiene que enfrentar situaciones difíciles o problemáticas, ¿con cuáles de los siguientes recursos
cuenta? (puede escoger varias opciones)
1. Si

A. Recursos materiales y económicos

B. Personas que pueden apoyarlo

C. Ayuda profesional si la necesita

D. Habilidades para solucionar problemas

E. Otro. ¿Cuál? ______________________

GRACIAS POR SU PARTICIPACIÓN!


Anexo 2 Su Salud y Bienestar
Las preguntas que siguen se refieren a lo que usted piensa sobre su salud. Sus respuestas
permitirán saber cómo se encuentra usted y hasta qué punto es capaz de hacer sus actividades
habituales. ¡Gracias por completar estas preguntas!

En cada pregunta, por favor marque con una la casilla que mejor describa su respuesta.

1. En general, ¿diría usted que su salud es:

Excelente Muy buena Buena Regular Mala

1 2 3 4 5

2. ¿Cómo calificaría usted su estado general de salud actual, comparado con el de hace un año?

Mucho Algo Más o menos Algo Mucho


mejor ahora mejor ahora igual ahora peor ahora peor ahora
que hace que hace que hace que hace que hace
un año un año un año un año un año

1 2 3 4 5

3. Las siguientes preguntas se refieren a actividades que usted podría hacer durante un día normal.
¿Su estado de salud actual lo limita en estas actividades? Si es así, ¿cuánto?

Sí, Sí, No, no me


me limita me limita limita para
mucho un poco nada

a Actividades intensas, tales como correr, levantar


objetos pesados, participar en deportes agotadores ................. 1 ............ 2 ............ 3

b Actividades moderadas, tales como mover una mesa,


empujar una aspiradora, barrer, bailar o
andar en bicicleta .................................................................... 1 ............ 2 ............ 3

c Levantar o llevar las bolsas de las compras ............................. 1 ............ 2 ............ 3

d Subir varios pisos por la escalera............................................. 1 ............ 2 ............ 3

e Subir un piso por la escalera .................................................... 1 ............ 2 ............ 3

f Agacharse, arrodillarse o ponerse en cuclillas ........................ 1 ............ 2 ............ 3


g Caminar más de un kilómetro .................................................. 1 ............ 2 ............ 3

h Caminar varios cientos de metros ............................................ 1 ............ 2 ............ 3

i Caminar cien metros ...................................................................... 1 ............ 2 ............ 3


j Bañarse o vestirse .......................................................................... 1 ............ 2 ............ 3

4. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuánto tiempo ha tenido usted alguno de los siguientes
problemas con su trabajo u otras actividades diarias normales a causa de su salud física?

Siempre Casi Algunas Casi Nunca


siempre veces nunca

a ¿Ha disminuido usted


el tiempo que dedicaba al
trabajo u otras actividades? .............. 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5
b ¿Ha logrado hacer menos de
lo que usted hubiera querido
hacer? ............................................... 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5
c ¿Se ha visto limitado en el tipo
de trabajo u otras actividades? ......... 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5
d ¿Ha tenido dificultades en
realizar su trabajo u otras
actividades (por ejemplo,
le ha costado más esfuerzo)? ........... 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5

5. Durante las últimas 4 semanas, ¿cuánto tiempo ha tenido usted alguno de los siguientes
problemas con su trabajo u otras actividades diarias normales a causa de algún problema
emocional (como sentirse deprimido o ansioso)?

Siempre Casi Algunas Casi Nunca


siempre veces nunca

a ¿Ha disminuido usted


el tiempo que dedicaba al
trabajo u otras actividades? .............. 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5
b ¿Ha logrado hacer menos de
lo que usted hubiera querido
hacer? ............................................... 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5
c ¿Ha hecho el trabajo u otras
actividades con menos cuidado
de lo usual? ...................................... 1 ............. 2 ............. 3 ............. 4 ............. 5

6. Durante las últimas 4 semanas, ¿en qué medida su salud física o sus problemas
emocionales han dificultado sus actividades sociales normales con su familia, amigos,
vecinos u otras personas?

Nada en Ligeramente Moderada- Bastante Extremada-


absoluto mente mente

1 2 3 4 5

7. ¿Cuánto dolor físico ha tenido usted durante las últimas 4 semanas?

Ninguno Muy poco Poco Moderado Mucho Muchísimo


Anexo 3. CONSENTIMIENTO INFORMADO

CONSENTIMIENTO INFORMADO
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN:
ESTILOS DE VIDA SALUDABLE DE LOS ESTUDIANTES DE LA INSTITUCIÓN
UNIVERSITARIA COLEGIOS DE COLOMBIA - SEDE CALI
INVESTIGADORES: Angélica María Gonzales, Jenifer Palacios
Usted ha sido invitado a participar en este estudio que tiene como objetivo: Caracterizar los estilos de vida en
los estudiantes universitarios de la Institución Universitaria Colegios de Colombia de la ciudad de Santiago de
Cali. La información obtenida servirá para el conocimiento general de la población estudiantil con respecto a
la presencia de conductas o hábitos saludables con el propósito de implementar estrategias de refuerzo o
instauración de dichos hábitos en la comunidad académica de UNICOC - Cali.

Al firmar el presente documento usted estará aceptando libremente participar en la investigación científica
cuyo título y objetivo que acaba de leer. Antes de firmar este consentimiento por favor léalo cuidadosamente.
Este consentimiento puede contener palabras que usted no entienda. Si es así, por favor pregunte a los
investigadores, quienes le resolverán sus dudas al respecto. Usted puede llevar este consentimiento para
discutirlo con otras personas, antes de tomar su decisión.

En este estudio participarán todos los estudiantes matriculados en la Institución Universitaria Colegios de
Colombia, sede Cali. Se espera poder recabar información de cerca de 500 estudiantes de la institución. Su
participación en el estudio inicia con la firma del presente documento y finaliza al completar la encuesta de 78
preguntas desarrollada para valorar las características mencionadas. El tiempo aproximado para completar la
encuesta es de 15 minutos.
RIESGOS DERIVADOS DE SU PARTICIPACIÓN EN ESTE ESTUDIO
El método de recolección de información no representa ningún riesgo para su salud física, psicológica o
mental. Las preguntas que debe responder se relacionan con actividades cotidianas.
COMPROMISOS DE SU PARTICIPACIÓN
Su obligación personal y exclusiva implica cumplir estrictamente con las indicaciones del investigador a fin
de evitar la presencia de errores de información. Así mismo, es muy importante que usted responda con total
libertad y con la verdad. Su participación no le generará algún tipo de gasto.
Específicamente, al participar en esta investigación se compromete a lo siguiente:
Suministrar información que corresponda con la realidad.
Seguir todas las indicaciones suministradas por los investigadores.
No recibir ningún beneficio monetario por la participación en esta investigación.
Es importante que usted informe de inmediato sobre cualquier complicación que tenga como participante del
estudio, llamando al Centro de Investigación Colegio Odontológico CICO - Cali al teléfono: 661-2410
solicitando a la Dra. Angélica María González (investigadora principal).
Igualmente podrá comunicarse con el representante del comité de ética de la Institución Universitaria
Colegios de Colombia – UNICOC al teléfono (1) 6683535
CONSIDERACIONES ESPECIALES Y COMPROMISOS DE LA INSTITUCIÓN Y DE LOS
INVESTIGADORES
De acuerdo a la resolución 8430 de 1993 del Ministerio de Salud Pública esta investigación se considera Sin
riesgo.
Por su participación en este estudio no recibirá ninguna compensación económica.
El investigador tiene la obligación de informarle si durante el desarrollo de este estudio surgen nuevos
hallazgos significativos que pudieran afectar su voluntad de seguir participando en el mismo.
Igualmente los investigadores están obligados a responder sus preguntas durante el tiempo del estudio y deben
informarle, si usted así lo desea, sobre los resultados de los exámenes que se le practiquen y los resultados de
la investigación cuando estos sean publicados.
BENEFICIOS POTENCIALES
2

Su participación en el estudio beneficiará a la comunidad estudiantil y académica al permitir mayores conocimientos en relación al
Estilo de Vida de los Estudiantes. En consecuencia, usted estará contribuyendo a mejorar distintos aspectos del desarrollo de
programas de bienestar Universitario.
CONFIDENCIALIDAD
Todos los registros de información de las encuestas que se recoja durante este estudio serán mantenidos bajo custodia por parte del
investigador y su identificación no se divulgará a personas no relacionadas con este proyecto de investigación, sin que usted lo
haya autorizado por escrito.
La recopilación y presentación de información respetará estrictamente los estándares profesionales de confidencialidad, ningún
dato personal será consignado en los formatos de encuesta. Esta información podrá ser usada con fines de enseñanza e
investigación respetando dicha confidencialidad.
PARTICIPACIÓN Y RETIRO VOLUNTARIO
Su participación en este estudio es totalmente voluntaria. Tiene derecho a negarse a continuar participando en la investigación en
cualquier momento. Si desea retirarse del estudio deberá notificar por escrito su decisión al investigador y su retiro, si es el caso,
no representa repercusiones para el desarrollo normal de las actividades académicas del programa de Odontología en UNICOC.
Mediante una notificación por escrito también podrá poner fin a su autorización para divulgar información sobre su identidad. La
información ya obtenida no se podrá eliminar de los registros del estudio.
El incumplimiento de los compromisos antes indicados será causa para que sea desvinculado de la investigación.
Una copia de este documento será entregada a usted para su consulta en cualquier momento.
CONSENTIMIENTO Y FIRMAS
La Doctora ANGELICA MARIA GONZALES me ha explicado de forma satisfactoria qué es, cómo se hace y para qué sirve esta
investigación. También se me ha explicado y he comprendido por qué y para qué la están realizando. Así mismo, soy consciente
de que no existen garantías absolutas acerca de los resultados, dado que la investigación y demás actos conexos pueden implicar
aspectos nuevos e imprevisibles.
Me comprometo a atender de manera estricta los deberes arriba mencionados, aceptando que su incumplimiento será la causa de
mi desvinculación al proceso de investigación, de lo cual asumo completa responsabilidad.
Manifiesto que estoy de acuerdo en no recibir ningún beneficio monetario por mi participación en este estudio.
He comprendido todo lo anterior perfectamente y por lo tanto,
YO: __________________________________________________________________ con documento de identidad
______________________ expedido en ______________ doy mi consentimiento para que la Dra. ANGELICA MARIA
GONZALEZ y el personal de apoyo que se requiera tome el registro de mis respuestas a la encuesta.
Igualmente autorizo para que información recolectada pueda ser utilizada posteriormente para otras actividades de índole
académico y científico, y en las cuales el manejo de la confidencialidad, privacidad e identidad serán acordes a las permitidas por
Ley y no estarán a disposición pública.
Manifiesto que he recibido copia del presente documento el cual consta de ____ páginas.
Lugar y fecha: ________________________
Participante: ___________________________
Nombre C.C.

Apellidos de

Dirección: Tel

Barrio/Ciudad Cel

Investigador: ___________________________
Nombre C.C.

Apellidos de

Registro Prof Tel

Institución Cel

Testigo 1: ___________________________
Nombre C.C.

Apellidos de

Dirección: Tel

Barrio/Ciudad Cel
Testigo 2: ___________________________
Nombre C.C.

Apellidos de

Dirección: Tel

Barrio/Ciudad Cel

Este consentimiento informado ha sido revisado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Institución Universitaria
Colegios de Colombia - UNICOC. Cualquier duda o inquietud al respecto favor dirigirse al Centro de Investigación Colegio
Odontológico – CICO, al teléfono: 6683535 ext. 1542.
4

Anexo 4.

Santiago de Cali, Enero 30 de 2017

SEÑORES
INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA COLEGIOS DE COLOMBIA UNICOC
CENTRO DE BIENESTAR UNIVERSITARIO
LC

Asunto: Presentación de resultados

Atento saludo.

De acuerdo al proceso de investigación que inició con aval de la institución en el año 2016 realizado por la
Ps. Angelica María Gonzales y Flga. Jennifer Palacios Lenis titulado “ESTILOS DE VIDA Y SALUD
PERCIBIDA EN ESTUDIANTES DE UN PROGRAMA DE ODONTOLOGÍA DE UNA
UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CALI” a continuación las investigadoras manifiestan el interés de
socializar dichos resultados con la institución, poniendo a disposición la presentación de los mismos como
se estipula en la fase final del proceso investigativo.

Quedamos atentas, en espera de pronta respuesta.

___________________________
Ps. Angelica María Gonzalez

______________________
Flga. Jennifer Palacios Lenis

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