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Colegio de Psicología

“Estudio instrumental para la construcción, validación y análisis psicométrico para


cuantificar la Inteligencia Emocional infantil en niños mexicanos de 7 a 9 años”

TESIS
Que para obtener el grado de:
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
Presenta:
IRENE DE LOURDES PAVÓN RUIZ.

1
Índice

1 ESTADO DE LA CUESTIÓN……………………………………
2 JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS……………………………..…
3 MARCO TEÓRICO / MARCO CONCEPTUAL…………………
4 METODOLOGÍA……………………………………………………
5 ………………………………..
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………
6 HIPÓTESIS…………………………………………………………
7 ……………………………………
ÍNDICE………………………………………………………………
8 ……………………………………
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………
9 ………………………………….
CRONOGRAMA……………………………………………………
………………………………..

2
Estudio instrumental para la construcción, validación y análisis
psicométrico para cuantificar la Inteligencia Emocional en
niños mexicanos de 7 a 9 años.

1. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Revisando la literatura a cerca de la inteligencia emocional (I.E. o IE), es notable que se
habla de un tema relativamente nuevo, los archivos datan que el surgimiento de tal término
fue en 1990 gracias al artículo Emotional Intelligence, escrito por Peter Salovey y John
Mayer (Salovey & Mayer, 1990), ellos mismos continúan sus estudios y publicaciones al
respecto por varios años, su siguiente escrito, en 1993 continúa sin impactar de sobremanera.
Es hasta 1995 con el libro Inteligencia Emocional, porqué es más importante que el cociente
intelectual del psicólogo estadounidense Daniel Goleman (1995), cuya publicación llegó a
ser best seller, que el término se populariza a nivel mundial y no solo resulta de interés para
psicólogos y profesionistas a fin, sino que incluso es de curiosidad para la población general
(Fernandez-Rodríguez, 2013; Mejía-Díaz, 2013; Isaza-Zapata & Calle-Piedrahíta, 2016;
Fernández-Berrocal & Extremera-Pacheco, 2005).

Después de este gran éxito, Mayer y Salovey (1997) escriben una nueva publicación donde
han profundizado y mejorado sus aportes expresados hasta aquél entonces sobre el tema, el
cual se ha retomado hasta investigaciones actuales, así como en ésta.

Según Mejía-Díaz (2013), los teóricos han propuesto varios modelos los cuales se han
basado en tres perspectivas: las habilidades o competencias, los comportamientos y la
inteligencia, cada enfoque propone los componentes que los individuos deben poseer para
ser emocionalmente inteligente así como sus instrumentos pertinentes para su medición. Este
y demás autores (García, 2003; Mejía-Díaz, 2013; Fernández-Berrocal & Extremera-
Pacheco, 2005) comentan que existen dos grandes modelos que han sido los más
representativos, los modelos de habilidad mental (ability based models) que, como su
nombre lo indica, contemplan a la IE como un compendio de habilidades mentales; y por
otro lado, los denominados modelos mixtos (mixted models) donde se aprecia la IE como
mezcla de habilidades, actitudes y disposiciones de la personalidad del sujeto.

El modelo más aceptado y trabajado es el de habilidades, propuesto por Mayer y Salovey


pues ha logrado ser más objetivo al dejar de lado ciertos aspectos ambiguos como
personalidad o temperamento que utilizan los otros modelos (García, 2003), también ha
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demostrado mayor evidencia empírica (Fuentes-Bremer, 2014).

En cuanto a los instrumentos de medición de la Inteligencia emocional que se encuentran en


la literatura, a pesar de que existen pocas propuestas teóricas, no se ha logrado un consenso
para determinar cuál es el mejor método para su medición, mas esto, no ha sido un
impedimento para que la creación de nuevos instrumentos continúe.
Los principales obstáculos apreciables para conseguir un consenso sobre la forma de
medición es que no hay una teoría aceptada completamente sobre la inteligencia emocional,
pues existen distintas aproximaciones propuestas por diversos autores, que exponen su
propia definición de la misma, diferentes habilidades requeridas para hablar de un individuo
emocionalmente inteligente y distintos conceptos abstractos componentes de la inteligencia
emocional, que resultan difíciles de precisar desde cada mirada teórica. Además, cada autor
que también propone un instrumento de medición, desde sus fundamentos teóricos, ha
logrado niveles de validez y confiabilidad adecuados que corroboran sus postulaciones.
(Neubauer & Freudenthaler, 2005; Mejía-Díaz, 2013).

En general existen 3 tipos de métodos de evaluación: test de competencias o tareas de


ejecución, instrumentos de auto-informe y los informes de observadores externos.
(Fernández-Berrocal & Extremera-Pacheco, 2005).
Los test de competencias o ejecución estimulan al evaluado a desempeñar diversas tareas
donde se califica si su respuesta fue correcta o errónea, lo que revela la inteligencia
emocional del individuo. La dificultad de este tipo de test es la determinación de qué tareas
de ejecución son las adecuadas para evaluar cada habilidad, así como el fijar la respuesta
correcta a cada tarea.
Los instrumentos de auto-informe proponen que el individuo se describa a si mismo
mediante las situaciones dadas. Es probable que este estilo de evaluación merme los
resultados, debido a que el evaluado puede percibirse con menores o mayores habilidades
emocionales de las que en verdad posee, además cabe la probabilidad de dar respuestas
socialmente esperadas y aceptadas, haciendo a un lado la objetividad de sus respuestas.
En el método por observadores externos, se solicita a un informador, que puede ser padres,
maestros, compañeros, colegas, posicionar al sujeto en relación con algunas afirmaciones, lo
que conduce a ser calificado a través de la percepción que otro tenga sobre el manejo
emocional del individuo evaluado. Esta forma disminuye el sesgo de deseabilidad social
pero al mismo tiempo omite la información formulada directamente por el individuo en

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observación (Mejía-Díaz, 2013).

Por lo tanto, este trabajo opta por basarse en el método de evaluación a través de tareas de
ejecución, pues se valora la obtención de resultados directa de la praxis del evaluado, así
como el hecho de que las habilidades implicadas en la IE puedan ser observables
directamente, dejando de lado la influencia de la percepción, posiblemente distorsionada
tanto del propio individuo como de un evaluador externo. De igual modo permite la
disminución del sesgo por deseabilidad social.

2. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS

Esta investigación es relevante porque comprueba que la inteligencia emocional, un


concepto sumamente abstracto y que genera desacuerdo entre los investigadores, puede ser
medida a través de reactivos de ejecución sin importar la edad del evaluado, llevándolo a
un campo científico que gracias a un método específico, puede dejar de ser simples mitos
que no cualquiera cree, por ello que es importante la creación de un adecuado instrumento
de medición que cumpla con los criterios metodológicos pertinentes para su correcto
levantamiento de datos cuantitativos. Lo más adecuado para este fin es la recopilación de
resultados a través de una prueba que mida las habilidades requeridas a través de tareas de
ejecución realizadas por el propio evaluado, lo que da pie a eliminar la posible errónea
percepción sobre ámbitos emocionales de un evaluador externo o del propio individuo, así
como la disminución del sesgo por deseabilidad social, presente en pruebas de auto informe
(Extremera & Fernández-Berrocal, 2004).

-Crear un instrumento adaptado 100% a población infantil mexicana.

-fomento de más investigaciones sobre el tema en México.

-considerar a la población infantil.

-Crear planes de intervención familiar y escolar considerando la influencia de las


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emociones en la vida diaria.

Dicho lo anterior, este trabajo fomenta un instrumento de medición enfocado al 100% en la


población mexicana, específicamente en niños pertenecientes a la Ciudad de México. De
igual modo, se ha dejado de lado la participación del sector infantil para realizar
instrumentos de medición enfocados en ésta área del desarrollo, por lo que se agrega una
razón más a la relevancia de esta investigación, pues en ella se plantea la creación de un
instrumento enfocado para niños de 7 a 9 años de edad.

De lo expuesto en los párrafos anteriores, es que surge el objetivo general de este trabajo,
que resulta ser la construcción de un instrumento psicométrico válido y confiable que
mida la Inteligencia Emocional infantil de niños mexicanos de 7 a 9 años.

3. MARCO TEÓRICO / MARCO CONCEPTUAL


1. La inteligencia.
Para hablar de inteligencia emocional debemos entender que este término está involucrado
en dos conceptos diferentes, el de la inteligencia y el otro que abarca el campo de las
emociones y todo lo que ello implica.
Para una mejor claridad y orden preciso se iniciará abordando el concepto de inteligencia,
que a decir verdad, no hay una definición consensada, y aunque este término ha sufrido
evoluciones, los investigadores del tema se han enfocado más en medirlo que en
proporcionar una formal teorización (Salmerón, 2002).

El interés por los atributos del hombre, entre ellos la inteligencia, inicia desde los griegos,
como Aristóteles y Platón, con estudios relacionados con la mente (Zusne, 1957 en Trujillo
& Rivas, 2005).
En psicología, los principales autores que han contribuido al enriquecimiento del concepto
son: Galton (1883 en Bonastre, 2004) quien crea métodos estadísticos que permiten
clasificar a los seres humanos según sus atributos físicos e intelectuales y correlacionar esas
medidas entre sí. Binet y Simon orientando sus investigaciones hacia capacidades más
complejas, crean las primeras pruebas que miden la inteligencia con base en la rapidez de
aprendizaje según la edad cronológica del evaluado, su aportación más importante es el
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concepto de coeficiente intelectual (CI) (Trujillo & Rivas, 2005). Autores relevantes del
siglo XX, son de Terman y Spearman (Molero Moreno, Saíz Vicente & Esteban Martínez,
1998), creadores de la teoría del Factor “G”, y los considerados como la primera generación
de psicólogos de la inteligencia” (Bonastre, 2004). A su vez Thurnstone propone que el
rendimiento intelectual se compone de la combinación de factores básicos independientes.
Catell y Vernon, proponen que la inteligencia se da por relación jerárquica entre
componentes más específicos (Trujillo & Rivas, 2005). Sternberg toma en cuenta al
ambiente considerando que la inteligencia es la sensibilidad para reaccionar a los
acontecimientos que nos rodean. Posteriormente aparece Gardner con su modelo de
inteligencia múltiple que considera 7 variedades de inteligencia, la verbal, lógico-
matemático, espacial, kinestésica, musical, interpersonal e intrapersonal (Rigo & Donolo,
2013). Este nuevo modelo múltiple es el primero en considerar lo inter e intrapersonal, que
sirve como base para posteriores conceptualizaciones de la inteligencia emocional.

Todas estas posturas sobre la inteligencia no logran dar un amplio panorama sobre lo que
implica la actividad mental y ni siquiera se enfocan determinadamente en el papel de los
sentimientos en la vida intelectual, dejando de lado facetas que no dependan de la lógica ni
de la razón intelectual, sin embargo esto ha cambiado poco a poco.

2. Inteligencia emocional

El otro componente es lo respectivo a la emoción. Es importante señalar que aunque la


inteligencia y la emoción son conceptos independientes, continuamente aparecen en un
plano paralelo lo que facilita el poder relacionarlos y así hablar de inteligencia emocional.
Gracias a los conceptos de Inteligencias Múltiples, es que se ilumina el lugar de la
inteligencia emocional, pues previo a la concepción de Gardner, ésta estaba en la penumbra
esperando que alguien la encontrara.
De la variedad de inteligencias propuestas por Gardner, es relevante enfocar las dos formas
de inteligencia que dan pie al estudio de la influencia de los factores internos del individuo,
en su desenvolvimiento cotidiano. Estas son la interpersonal que involucra la capacidad para
entender a otras personas, reconociendo y respondiendo de manera apropiada a los estados
de ánimo, temperamentos, motivaciones y deseos de los demás. Y la inteligencia
intrapersonal que puede ser definida como la capacidad para formar un modelo ajustado de

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sí mismo que facilite el desenvolvimiento eficaz en la vida cotidiana (Molero Moreno, Saíz
Vicente & Esteban Martínez, 1998).
Aunque el surgimiento de la inteligencia emocional haya sido derivado de las dos
inteligencias antes mencionadas, no existe un concepto específico, sino que varía según el
modelo desde donde se aborde, principalmente se consideran tres los parte aguas, que son la
conceptualización de Mayer y Salovey, de Daniel Goleman y de Reuven Bar-On.

Para Mayer y Salovey, en su publicación de 1997, la inteligencia emocional es definida


como la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud; comprender
emociones propias y ajenas, generar sentimientos que faciliten el pensamiento y regular las
emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. Como se cita
A diferencia de Mayer y Salovey, Goleman basa la inteligencia emocional en rasgos de
personalidad y no en capacidades cognitivas (Mester, Brackett y Gull, 2008). Por lo tanto,
para este autor, la inteligencia emocional es la capacidad de auto motivación, de perseverar a
pesar de las posibles frustraciones, de autocontrol de impulsos, de aplazar las gratificaciones,
de regular los estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera en nuestro raciocinio y de
confiar y empatizar con los demás (Goleman, s/f.).
En el modelo de Bar-On se toma en cuenta el factor social, por lo que define a la inteligencia
emocional-social como una sección donde se interrelacionan las competencias emocionales
y sociales, habilidades y facilitadores que determinan la efectividad de entenderse a sí
mismo y expresarse; entender a otros y relacionarse con ellos, así como hacer frente a las
demandas diarias (Bar-On, 2006).

Por lo complejo y abstracto de los conceptos manejados en la teoría de Goleman, y por la


gran importancia que Bar-On le da a la influencia del ambiente social a sus fundamentos, se
ha optado por descartar estos modelos y basar este trabajo únicamente en lo postulado por
Mayer y Salovey, además de que ellos ubican a las emociones como respuestas organizadas
a través de los limites de los sistemas cognitivo, motivacional y fisiológico; además de ser
información que puede y tiene que ser procesada por la mente (Mayer y Salovey 1993 en
García 2003). Aspectos considerados de gran importancia para lograr una medición objetiva.

3. Contexto, Inteligencia Emocional e infancia.

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El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta que la
población total de México en 2010 era de 112.336.538 personas; de ellos, 8.851.080 radican
en la Ciudad de México, de los cuales 1.937.538 son niños de 0 a 14 años de edad. (INEGI
2010).

La situación de la infancia en el país con respecto a la salud es que se posiciona en el primer


lugar a nivel mundial de obesidad infantil. En 2016, el presupuesto invertido para la atención
de niños, niñas y adolescentes mexicanos es de poco más de mil dólares al año para cada
uno, saldo insuficiente para cubrir las necesidades de cada infante (Cuevas, 2016). Con
relación a la educación, en el 2010, sólo 30.482.938 de personas de 5 años y más asistían a la
escuela (INEGI, 2010). En cuanto a la familia, la encuesta intercensal del 2015, expone que
el 17.8% de la población en México vivía en familias mono parentales, mientras que el
57.1% en hogares familiares biparentales (INEGI, 2015). Así mismo, en 2014, el 53.9% de
la población menor de 18 años se encontraba en situación de pobreza (Cuevas, 2016).
Es notable que se encuentran cifras duras en la literatura sobre salud, economía, educación y
familia de los infantes, pero qué hay sobre el ámbito emocional.
Lamentablemente en México la educación emocional es mínima, con miras a mejorar este
aspecto de la población, en la Ciudad de México, se ha construido un hospital de las
emociones, que es un espacio para personas de entre 12 y 29 años, que brinda atención
psicológica, integral y gratuita sobre padecimientos relacionados con las emociones, como
ansiedad, fobias, problemas de nutrición, entre otros. Como citar página de internet
http://www.cdmx.gob.mx/vive-cdmx/post/hospital-de-las-emociones. Sin embargo este está
pensado para intervención a adolescentes, dejando de lado una vez más a los más pequeños.
Específicamente en la infancia, en el nuevo plan curricular de la Secretaría de Educación
Pública, se pretende implementar un modelo humanista donde los alumnos puedan ser
tratados como personas y no como simples máquinas que se deben adiestrar, dando un paso
gigantesco para el abordar cuestiones relacionadas a la inteligencia emocional desde el
ámbito escolar, mas el impacto apenas inicia a tomar fuerza sin resultados visibles hasta
ahora (Secretaría de Educación Pública, 2016).

Estos datos llevan a cuestionar si la razón por la que la literatura y las intervenciones con
respecto a educación emocional en la infancia no son notables es porque el hablar de
inteligencia emocional en la infancia es imposible. La respuesta es no, pues según Piaget el
desarrollo mental (incluido el desarrollo afectivo) está en construcción continua desde el

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principio de la vida. Este autor hace una distinción del desarrollo (intelectual y afectivo)
infantil a través de diversas etapas por edad cronológica, y la superación adecuada de cada
una proporciona al sujeto una evolución en su proceso de crecimiento.
La primera etapa es el recién nacido y el lactante, que se caracteriza por movimientos
automáticos en miras de satisfacer necesidades básicas y la supervivencia y aunque existe
poco contenido cognitivo, este se adquiere rápidamente, principalmente a base de los
sentidos (Piaget, 1991). Así mismo la vida emocional está presente desde esta etapa, que se
logra apreciar gracias a las reacciones emocionales que tiene el bebé ante sensaciones
significativas para él, como la voz de la madre, por ejemplo (Mester, Brackett, Guil &
Salovey, 2008).
El rango de edad que va de los 2 a los 7 años, Piaget la llama primera infancia. Tiempo
donde se instaura el lenguaje que conlleva al principio de la socialización, el pensamiento
propiamente dicho y la interiorización de la acción como tal, que provoca un papel activo en
su actuar. Estos aprendizajes cognitivos tienen una fuerte influencia paralela en el ámbito
afectivo, pues permiten el desarrollo de sentimientos interindividuales como la simpatía, la
antipatía, o el respeto, relacionados con la socialización de las acciones; la aparición de
sentimientos morales provenientes de la relación con figuras de autoridad.
Sin embargo, durante esta etapa está presente el pensamiento egocéntrico, que provoca que
el niño no considere al 100% a las personas que se encuentran a su alrededor, centrándose
únicamente en sí mismo.
La infancia, propiamente dicha, inicia a los 7 y culmina a los 12 años. Esta etapa coincide
con el principio de la escolaridad que señala un giro monumental y decisivo en el desarrollo
del niño. Durante esta fase, el desarrollo cognitivo se complejiza, logrando asimilar
contenido abstracto, utilizar una lógica para comprender los conflictos cotidianos y proponer
probables soluciones a dichos acontecimientos. En el sector afectivo, la desaparición del
pensamiento egocéntrico es que influye en dos ámbitos, el social y el afectivo. En el social,
contribuye a poder coordinar sus acciones con las de los demás, cooperar, comprender
puntos de vista diversos a los suyos, aceptación y cumplimiento de reglas. En relación a la
esfera individual, se da la conducta de la reflexión, que involucra el pensar antes de actuar
(Piaget, 1991).

Por lo tanto, se comprueba que la adquisición de las capacidades requeridas para hablar de
conductas emocionalmente inteligentes es posible desde la infancia, mas su completo
desarrollo es operable hasta cierta edad (de 7 a 12 años), por ende, es indispensable abordar

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el ámbito emocional desde edades tempranas, pues este se va forjando poco a poco conforme
pasan los años de crecimiento hasta llegar a ser un adulto. Además, al agregar la situación
desfavorable en muchos sentidos, que los infantes viven en México, su relevancia aumenta,
ya que el adecuado manejo emocional facilita el enfrentamiento eficaz de los factores
sociales del país que juegan en su contra.

4. Modelos de la Inteligencia Emocional.

Debido a que existen varios autores que han elaborado diferentes definiciones para hablar
sobre IE, se ha optado por realizar una división de los modelos, principalmente en 3
diferentes.

Modelo de habilidad mental (Mayer y Salovey)

Este modelo es propuesto por Mayer y Salovey donde, como el nombre lo dice, se plantea la
IE como un conjunto de habilidades para percibir, asimilar, comprender y regular las propias
emociones y las de los demás a través de la unificación de emociones y razonamiento para la
dirección eficaz y adecuada de cognición, emoción y conducta para enfrentar situaciones
personales y del ambiente que se presenten (Mayer & Salovey, 1993 en Molero Moreno,
Saíz Vicente & Esteban Martínez, 1998; Fernandez-Rodríguez, 2013; Mejía-Díaz, 2013;
Isaza-Zapata & Calle-Piedrahíta, 2016; Fernández-Berrocal & Extremera-Pacheco, 2005).
Este modelo está constituido por 4 habilidades o competencias emocionales acomodadas
jerárquicamente y relacionadas entre sí, que abarcan procesos psicológicos más básicos hasta
los más complejos, donde son necesarias las básicas para llegar a las más complejas (Tabla
1).

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Tabla 1. Habilidades del modelo de Mayer y Salovey.

1. Percepción, evaluación y expresión de las emociones.

Habilidad para identificar emociones propias.


Habilidad para indetificar emociones ajenas.
Habilidad para expresar correctamente nuestros sentimientos y las
necesidades relacionadas a ellos.
Habilidad para discriminar entre expresiones emocionales honestas y
deshonestas.

2. Facilitación emocional del pensamiento.

Habilidad para utilizar las emociones como facilitador del pensamiento al


dirigir la atención a la información importante.
Habilidad para usar las emociones como facilitador de formacion de juicio
y memoria respecto a las emociones.
Habilidad para que el ánimo emocional genere cambios en el individuo
para reconocer múltiples puntos de vista.
Habilidad para diferenciar estados emocionales que fomentar métodos de
solución de problemas.
3. Entendimiento y análisis de las emociones, empleo del
conocimiento emocional.
Habilidad para describir emociones y reconocer la relación entre palabra y
emoción.
Habilidad para entender las relaciones entre las emociones y las diferentes
situaciones a las que obedecen.
Habilidad para entender los sentimientos complejos y simultáneos.
Habilidad para reconocer las transiciones de una emocion a otra.

4. Regulación de las emociones para promover el


crecimiento emocional e intelectual.
Habilidad de estar abierto a sentimientos positivos y negativos.
Habilidad para emplear o desprenderse de una emoción.
Habilidad para vigilar reflexivamente nuestras emociones y las de otros y
reconocer su influencia.
Habilidad para manejar las emociones propias y ajenas sin minimizarlas o
exagerarlas.

Elaboración propia a partir de: Mayer & Salovey, 1997; Mester, Brackett & Guil-Bozal,
2008; Fernández-Berrocal & Extremera Pacheco, 2005 y Mejía-Díaz, 2013.

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A continuación se hace una definición más específica sobre las habilidades que comprende
cada nivel.

1) Percepción, evaluación y expresión de las emociones.


Esta habilidad implica identificar y reconocer con exactitud sentimientos propios y ajenos,
tomando en cuenta la expresión corporal que se genera y poder expresarlas de forma
adecuada. También identificar los estados y sensaciones fisiológicas y cognitivas que
conllevan las emociones. Así como poder discriminar acertadamente la honestidad y
sinceridad de las emociones expresadas por los otros.

2) Facilitacion emocional del pensamiento.


Hace referencia a cómo las emociones actúan sobre nuestro pensamiento y la forma de
procesar la información, por lo que es importante que la atención sea dirigida hacia la
información importante para mejorar la toma de decisiones y la resolución de problemas;
fomentando que nuestras emociones actúen de forma positiva sobre nuestro razonamiento y
manera de procesar la información.

3) Entendimeinto y análisis de las emociones, empleo del conocimiento emocional.


Esta habilidad está enfocada en detectar las emociones y reconocer la categoría en que se
agrupan los sentimientos. Localizar las causas generadoras de las emociones y sentimientos
y las futuras consecuencias de las conductas derivadas. Conocer las combinaciones de
estados emocionales con emociones secundarias, tanto personales como en la interacción
interpersonal, también sobre la transición de un estado emocional a otro y la aparición de
sentimientos simultáneos y contradictorios.

4) Regulación de las emociones para promover el creciemitno emocional e intelectual.


Esta es la habilidad más compleja.
Implica la apertura a los sentimientos y reflexión de los mismos para descartar o aprovechar
la información que los acompaña, el moderar las emociones negativas e intensificar las
positivas. Regular conscientemente las emociones para lograr un crecimiento intelectual y
emocional.

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Modelo mixto
Autor: Daniel Goleman.
Esta modelo considera la inteligencia emocional más determinante que el cociente
intelectual, pues considera que las actitudes emocionales son una meta habilidad que
determina el grado de acertividad con la que se utilizan las capacidades, incluidas las del
intelecto. Consiste en cuatro etapas con 20 habilidades cada una (tabla 3).

Tabla 3. Inventario de habilidades emocionales de Goleman.


Autoconciencia.
 Autoconciencia emocional: Reconocimiento de nuestras emociones y sus efectos.
 Acerada autoevaluación: Conocimiento de nuestras fortalezas y limitaciones.
 Autoconfianza: Un fuerte sentido de nuestros méritos y capacidades.
Autodirección.
 Autocontrol: Control de nuestras emociones destructivas e impulsos.
 Fiabilidad: Muestra de honestidad e integridad.
 Conciencia: Muestra de responsabilidad y manejo de uno mismo.
 Adaptabilidad: Flexibilidad en situaciones de cambio u obstáculos.
 Logro de orientación: Dirección para alcanzar un estándar interno de excelencia.
 Iniciativa: prontitud para actuar.
Aptitudes sociales.
 Influencia: Tácticas de influencia interpersonal.
 Comunicación: de mensajes claros y convenientes.
 Manejo de conflictos: Resolución de desacuerdos.
 Liderazgo: Inspiración y dirección de grupos.
 Cambio catalizador: Iniciación y manejo del cambio.
 Construcción de vínculos: Creación de relaciones instrumentales.
Relaciones de dirección.
 Trabajo en equipo y colaboración.
 Creación de una visión compartida en el trabajo en equipo.
 Trabajo con otros hacia las metas compartidas.
Fuente: Trujillo Flores & Rivas Tovar, 2005.

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Autor: Reuven Bar-on.
Este modelo tiene influencia de los trabajos de Darwin, sobre la importancia de la expresión
emocional para la supervivencia y la adaptación al medio. Así como de la llamada
“inteligencia social” propuesta por Thorndike. Este modelo incluye 5 componentes clave: a)
Habilidad para reconocer, entender y expresar emociones y sentimientos; b) habilidad para
entender el sentir de los otros y cómo se relacionan con ellos; c) habilidad de manejar y
controlar las emociones; d) habilidad de cambiar, adaptar y resolver problemas personales e
interpersonales; y e) habilidad para generar efectos positivos y auto motivarse (Bar-On,
2006). Abarca 5 factores que a su vez se dividen en 15 componentes de orden mayor. (Tabla
2).

Tabla 2. Factores generales del modelo de Bar-On.


Factores Habilidades medidas
Autoconciencia emocional, asertividad,
Inteligencia intrapersonal autoestima, auto actualización e
independencia.
Empatía, relaciones interpersonales,
Inteligencia interpersonal
responsabilidades sociales.
Solución de problemas, comprobación de la
Adaptación
realidad y flexibilidad.
Gestión de estrés Tolerancia al estrés, control de impulsos.
Humor general Felicidad, optimismo.
Fuente: Trujillo Flores & Rivas Tovar, 2005.

Es notable que cada modelo aborda términos y conceptos distintos, cada uno enfocándose en
lo los factores que creen que conforman a la inteligencia emocional, unos considerando un
conjunto de habilidades con relación cognitiva y afectiva, otro más utilizando términos
complejos y abstractos, como parte de rasgos de personalidad y otro tanto abonando una
considerable influencia del medio social; cada uno muestra fundamentos por los que sus
postulaciones son válidas y utilizadas hasta la fecha. Sin embargo para fines de este trabajo
únicamente se utilizará la teorización propuesta por Mayer y Salovey, pues es considerada la
que posee términos menos ambiguos que resultan más adecuados para su medición.

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5. Instrumentos de evaluación de la Inteligencia Emocional.

Así como se han creado modelos teóricos para hablar de la inteligencia emocional, a la par
se ha trabajado sobre la postulación de instrumentos que midan tal inteligencia, siempre
abordada desde distintos puntos de vista.

 Test de Inteligencia Emocional de Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT por sus siglas


en inglés).
Este es uno de los instrumentos más utilizados y mejor validada hasta ahora para la medición
de la inteligencia emocional (Fernández-Berrocal & Extremera, 2005). Existen dos versiones
de él, una para adultos y otra para adolescentes; consiste en que el evaluado debe resolver
tareas relacionadas con cada una de las cuatro habilidades que conforman la teoría a través
de 141 ítems divididos en 8 tareas comprendiendo 2 grupos de tareas, el factor Percepción
emocional, basado en identificación de emociones en fotografías de rostros y paisajes y
diseños abstractos. El factor de asimilación emocional, es donde se debe describir
sentimientos sin usar vocabulario emociona, asi como indicar los sentimientos facilitadores u
obstaculizadores de tareas cognitivas y conductuales En el rubro de Comprensión emocional
se deben contestar preguntas sobre la transformación y evolución de las emociones a través
del tiempo y cómo estas crean combinaciones más complejas. Por último la habilidad para
manejar emociones, gracias a escenarios, el evaluado debe elegir la manera más adaptativa
para regular sentimientos propios y ajenos. Proporciona 7 puntuaciones: una para cada una
de las cuatro ramas, una por área y una total de inteligencia emocional. Tiene una adecuada
validez factorial, de constructo y predictiva, al igual que adecuadas propiedades
psicométricas) (Mester, Brackett, Guil & Salovey, 2008).
Esta prueba fue validada y adaptada al castellano por Extremera & Fernández-Berrocal
(2005).

 Trait Meta-Mood Scale (TMMS) en español conocida como Meta-Conocimiento de


los Estados Emocionales.
Existen dos versiones de esta misma prueba. El modo extenso es denominado TMMS-48,
llamada así por el número de reactivos que contiene. Es una prueba de auto informe basada
en la formulación de Mayer y Salovey, cuya misión es conseguir un índice que evalúe el
conocimiento de cada persona sobre sus propios estados de ánimo. El evaluado debe
calificar el grado en el que está de acuerdo con cada reactivo, sobre una escala tipo Likert de
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5 puntos. Contiene 3 dimensiones que son atención a los sentimientos, claridad emocional y
reparación de las emociones. (Extremera, Fernández-Berrocal, Mester y Guil, 2004)
Tras un estudio de Davies, et al (1998 en Extremera, Fernández-Berrocal, Mester y Guil,
2004) se expone que esta escala contiene mejores propiedades psicométricas en comparación
con otras escalas de auto-informe. Esta prueba fue adaptada a una versión española por
Fernandez-Berrocal, Extremera y Ramos (2004).

También existe la versión reducida llamada TMMS-24, de igual modo por el número de
reactivos que la componen. Esta edición fue realizada por un grupo de investigadores de
Málaga encabezados por Fernández Berrocal. Abarca las mismas subescalas (atención a los
sentimientos, claridad emocional y reparación de las emociones) y la dinámica de
evaluación es la misma que su precursora. De ella se han excluido varios ítems lo que
provocó un incremento en la fiabilidad (Extremera, Fernández-Berrocal, Mester y Guil,
2004).

 Emotional Quotient inventory de Bar-On


Bar-On, tras proponer su teoría, crea un instrumento de auto informe basada en la misma
donde toma como referencias el funcionamiento emocional, social y laboral. En ésta, el
evaluado debe contestar a través de una escala tipo Likert de 5 valores según qué tan
verídico sea el reactivo a su estado personal. Se aplica de forma individual para personas
mayores de 17 años. Consta de 133 ítems divididos 5 factores de orden superior que
contienen 15 subescalas: 1) inteligencia intrapersonal, sus subescalas son autoconciencia
emocional, autoestima, asertividad, auto actualización e independencia; 2) inteligencia
interpersonal, comprendiendo las subescalas de empatía, relaciones interpersonales y
responsabilidad social; 3) Adaptación, que incluye la solución de problemas, comprobación
de la realidad y flexibilidad; 4) Gestión de estrés, involucrando la tolerancia al estrés y
control de impulsos; 5) Humor general, integrada por las subescalas de felicidad y
optimismo. Los resultados otorgados por inventario son una puntuación total que significa la
inteligencia emocional general e indicadores individuales para las 5 dimensiones de orden
superior. De las ventajas de esta prueba es que incluye la medición del grado con que los
individuos responden al azar o con base en la deseabilidad social, provocando un incremento
en la validez de los datos obtenidos (Bar-On, 2006 y Extremera, Fernández-Berrocal, Mester
y Guil, 2004).
Esta prueba fue adaptada al castellano por MHS, Toronto, Canadá (MHS, 2000 en
17
Extremera, Fernández-Berrocal, Mester y Guil, 2004).
Cabe resaltar que esta prueba, a su vez cuenta con un instrumento de evaluación de
observación externa, como complemento al cuestionario que el evaluado responde (Sánchez-
Núñez y Hune-Figueroa, 2004)

También existen instrumentos de menor popularización, que han sido elaborados en


contextos de países hispanohanlantes, tales como Colombia y España:

 Cuestionario de Inteligencia Emocional para niños y niñas de Preescolar.


(CIEMPRE)
Este cuestionario fue elaborado en Colombia por Tamayo, Echeverry y Aranque en el 2006.
Está dirigido a evaluar la inteligencia emocional en población preescolar por lo que debe ser
contestado por un observador externo, que puede ser el educador o psicólogo, luego de un
periodo de observación o contacto. Está compuesto por 44 ítems repartidos en 7 escalas: 1)
Actitud de compartir (incluye las subescalas de independencia positiva, responsabilidad
individual, interacción promocional cara a cara, destrezas sociales y procesamiento grupal);
2) identificación de sentimientos (evalúa la conducta pasiva, agresiva y asertiva); 3) solución
creativa de conflictos; 4) Empatía, 5) Independencia; 6) Persistencia y 7) amabilidad (con las
subescalas de habilidades básicas de la interacción social, habilidades para hacer amigos y
amigas y las habilidades conversacionales. Estas escalas puntúan 4 categorías (alta, media
alta, medio baja y baja) según el sexo del evaluado, dependiendo del puntaje obtenido.
Un aspecto a considerar sobre este instrumento es que es indispensable que el evaluador
conozca a detalle la prueba, pues de no ser así, se corre el riesgo de que los resultados
pierdan confiabilidad y validez de expertos y de constructo que esta posee (Hernández-Díaz,
2013).

 Test de Inteligencia Emocional de la Fundación Botín

Pablo Fernández Berrocal y el Laboratorio de Emociones de la Universidad de Málaga, con


contribución de la Fundación Botín, en 2015 unieron labor para crear instrumentos que
midan la inteligencia emocional en niños y adolescentes, de donde se extraen los test: El test
Test de Inteligencia Emocional de la Fundación Botín para Adolescentes (TIEFBA) y el Test

18
de Inteligencia Emocional de la Fundación Botín para la Infancia (TIEFBI). Estos están
basados en la teoría de Mayer y Salovey, adaptándolos a su entorno cultural español.

El TIEFBA está dirigido a adolescentes de 12 a 17 años y puede ser aplicada individual o


colectivamente. Está dividida en 4 ramas que son, percepción emocional facilitación
emocional, comprensión emocional y regulación emocional, al final, se obtiene una
puntuación para cada una de ellas, además de una puntuación total de inteligencia
emocional, así como una puntuación de Inteligencia Emocional experiencia, y una del área
estratégica.
El TIEFBI es aplicable para niños desde 2 años con 6 meses, hasta los 12 años; también de
forma individual o colectiva. Este test únicamente evalúa 3 ramas del modelo de Mayer y
Salovey a través de 3 pruebas diferentes: Atrapa la emoción (rama de percepción
emocional), En busca de la emoción perdida (evalúa la comprensión emocional) y El
detective emociona (para valorar la regulación emocional).
Ambas al ser pruebas de ejecución de tareas han permitido eliminar sesgos como de
deseabilidad social o de estilo de respuesta, mejorando su validez y confiabilidad
(Fernández-Berrocal, 2015).

Sobre los instrumentos antes descritos, se aprecia que los autores de tales instrumentos son
los postulantes de las teorías más aceptadas, por lo que su alcance no va más allá de lo que
dice la teoría de un único autor, cerrándose, quizás, a distintos modos de evaluar la
inteligencia emocional aunque sea enfocada desde las mismas bases teóricas. También se
puede ver que se han enfocado en población adolescente o adulta, dejando de lado a los
niños, mermando la aplicación de los mismos en cualquier rango de edad.
En cuanto a los nuevos instrumentos, a pesar de ser un poco más cercanos a la población
mexicana, por haber sido creados en el idioma español, y a los niños, por haber sido
elaborados pensando en ellos, su total adaptación a infantes mexicanos sigue siendo lejana,
pues el contexto en que se creó una y otra prueba, son distintos a lo vivido en México.
Por estos motivos, es que este trabajo toma aún más fuerza, pues se plantea la elaboración de
un instrumento que esté adaptado 100% a la población infantil mexicana, lo cual, no existe
hasta la fecha.

19
6. Importancia de la medición en Psicología.

Para empezar, es importante aclarar que la medición en Psicología no pretende medir a la


persona, sino algunos de sus atributos individuales, como su inteligencia o personalidad, por
ejemplo. Y es justo ahí donde inician las dificultades, pues existe gran controversia por
definir cómo es que se puede medir, si el comportamiento humano es sumamente complejo y
los instrumentos resultan limitados para estos aspectos tan complicados.

El interés por medir los atributos humanos, siempre ha estado presente, desde los griegos
hasta nuestros días. Pero los estudios centrados en la materia de psicología, datan de 1879,
destacando a Wilheim Wundt, fundador de la psicología experimental, orientándose en
postular leyes generales que predijeran el comportamiento. El responsable del movimiento
psicométrico fue Galton, en su laboratorio antropométrico inició con la medición de
diferencias individuales, es el creador de varios test y es el primer investigador en adaptar
técnicas estadísticas para el análisis de los resultados. Durante la primera guerra mundial,
psicólogos militares elaboraron el test Army Alfa y Beta (no verbal), construidos para medir
razonamiento practico, analogías y razonamiento no verbal, y fueron los primeros test
administrados de manera colectiva, para poder reclutar y seleccionar masivamente a los
militares requeridos para la guerra. La difusión de los test masivos condujo a un incremento
en el desarrollo de pruebas y a la elaboración de nociones iniciales de estandarización y
validación.
En 1935, considerado como “bisagra” entre el periodo histórico y moderno dentro de la
psicometría, año de la fundación de la Sociedad Psicométrica y del surgimiento de la primer
publicación especializada en medición psicológica, Psychometrika.
La fase madura de la teoría de los tests, es considerada en la década de los 50’s, pues es
cuando surgen textos que dejaron establecidos los fundamentos teóricos de la psicometría. A
finales del siglo XX, se crea la fusión de psicometría con psicología cognitiva, creando
modelos conocidos como “evaluación inteligente. Con el surgimiento de las computadoras,
en la década de los 80’s, estas fueron incorporadas a procesos de la psicometría permitiendo
mayor estandarización y objetividad en los tests y posteriormente, creando versiones
computarizadas de las pruebas.

20
Sin embargo, la polémica sobre la mejor forma de medir siempre ha existido, pues se origina
por la existencia de posturas filosóficas referentes al conocimiento científico y las formas
óptimas de construcción diferentes entre sí, por lo que el concepto de medición en Psicología
puede ser abordado desde dos vertientes: el modelo clásico y el representacional.
El modelo clásico, formulado por Campbell, indica que para poder medir propiedades
cualitativas (como en Psicología), éstas deben tener particularidades de una variable
cuantitativa, es decir, que deben poseer características de distintividad, orden, aditividad y
proporcionalidad. Únicamente cumpliendo con estos criterios, es posible hablar de medición
en sentido estricto. “Esta concepción restrictiva limita la medición en psicología, puesto que
la mayoría de las escalas utilizadas en esta disciplina no poseen cero absoluto, las
propiedades medidas casi nunca son isomórficas con el sistema numérico y por consiguiente,
las operaciones de medición son casi siempre derivadas”.

Desde el enfoque representacional, los números representan relaciones, distinguiendo entre


un sistema relacional empírico (conjunto de indicadores de un constructo y las relaciones
entre los mismos) y un sistema relacional numérico (representan las relaciones observadas
entre objetos y propiedades) y una aplicación del primero con el segundo. En este tipo se
pueden establecer relaciones de equivalencia, medidas a través de escalas nominales, donde
los números asignados a cada categoría solo sirven de etiqueta, sin poseer un orden
jerárquico. También se pueden relacionar por orden, este tipo se mide por escalas nominales,
donde los valores pueden ser ordenados, habiendo distancia entre un valor y otro. El tercer
nivel de medición es donde existen intervalos, ocupando una escala intervalar, ya que
existen intervalos iguales entre categorías diferentes y distancias numéricas. El último tipo
de relación es donde existe un cero absoluto, lo que indica que la variable puede no estar
presente, en este caso se evalúa a través de escalas de razón o proporcionales.

En el caso de las mediciones en Psicología, es forzoso basarse en un enfoque


representacional, ya que este permite la relación de variables independientes y mayor
oportunidades de medir distintos aspectos cualitativos (Tornimbeni, 2008).

Según Martínez Arias (1995 en Tornimbeni) las dificultades para la creación de


instrumentos científicos de medición en Psicología son:

a) Un mismo constructo puede ser definido de diferente manera.

b) El determinar ítems para que el test sea representativo es difícil debido a la extensión
21
y variedad de contenidos.

c) Las escalas casi siempre carecen de cero absoluto y de unidades de medidas


constantes.

d) Siempre existen errores en las medidas.

A pesar de que la elaboración de instrumentos requiere de un arduo trabajo, tanto para la


construcción como para su validación, y de especialistas capacitados para construir test con
base en las necesidades de la comunidad, es importante que continúen surgiendo nuevos
instrumentos, pues son el principal facilitador de desarrollo de nuevas investigaciones, los
índices numéricos que se obtiene de ellos contribuyen a una mejor comunicación de los
resultados que logra dar evidencia de procedimientos estandarizados que a su vez son más
sencillos y breves que otras técnicas, como la observación, por ejemplo (Tornimbeni, 2008).

Con miras en estos aportes, el trabajo aaquí presentado busca otorgar a la comunidad
mexicana, un nuevo instrumento adecuadamente validado y estandarizado a la población,
que mida inteligencia emocional en niños, esperando que sea de apoyo a nuevas
investigaciones y contribuciones científicas sobre el tema.

4. METODOLOGÍA

Participantes.
La muestra será de ____ niños y niñas mexicanos que oscilen entre 7 años, 0 meses, 0 días y
9 años, 6 meses, 0 días de edad cronológica, que actualmente residan en la Ciudad de
México.

22
10 años a 12 años.
Hijos únicos.
Familia tradicional (casados o en unión libre)
Nacidos en la CDMX.
Criterios de Ser alumno regular en alguna de las escuelas
inclusión seleccionadas.

Madre embarazada.
Padres con más de un matrimonio.
Criterios de Haber nacido en otro estado de la República
Mexicana.
exclusión

Se ha optado por realizarlo en este rango de edad porque, según Piaget (1991) a esta edad el
desarrollo tanto cognitivo como afectivo del individuo, ha llegado a su máxima maduración
que permite hablar de un sujeto emocionalmente inteligente, pues ya cuenta con los recursos
necesarios para la adquisición de las capacidades requeridas para ello.

Técnicas.

Para la creación del instrumento se tomará como base las fases propuestas por Roberto
Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio (2010) en el libro
Metodología de la Investigación donde expone que para la construcción de un instrumento
de medición es necesario atravesar 11 fases consecutivas:

23
Para un fácil acceso a la población requerida se solicitará el apoyo de ___ instituciones de

24
Ela

Precio (M/N)
bor
aci
Ent

142.23
ón

64.50
ren
Ide de

Fuente: Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2010).


ami
ntif la
ent
ica ver

Cantidad
o Obt
ció sió

educación básica de la Ciudad de México, ya sea públicas o privadas.


del ene
n n
per r Pre
del fina

Bolígrafo BIC punto mediano 50

barril 50
Re son aut par
Re do l
visi Co al oriz Ad aci
defi min To del
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nici io ma inst
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oca ión aa s ar los
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hexagonal mina 2HB


fun vari isio pilo nto
de inst min a inst os
da abl nes to. o
la ru istr apli ru par
me es a cla sist
lite me ar car me a el

Descripción
ntal me ve. em

de
negro. Caja
ratu nto. el el nto. aná
es. dir ay
ra. inst inst lisi
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Lápiz
ru ru s.
sus pro
me me
indi ced
nto nto.
cad imi
y
ore ent
cali
s. o
fica
de
rlo.
apli

Materiales.

Bolígrafos
Escenario.
cac

Material

Lápices
ión.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Clips Clip Premium ACCO #1. Caja 100 7.50
Computadora Dell, escritorio. Personal 1 --
Impresora Epson Stylus TX130 1 --
Cartuchos de tinta para Cartucho Epson negro 3 1065.40
impresora TX120T22AL
Mesas Préstamo por parte de las 60 ---
instituciones educativas.

Sillas Préstamo por parte de las 60 ---


instituciones educativas.
Espacio de aplicación Préstamo por parte de las 1 ---
de pruebas instituciones educativas.
Software para análisis Por definir 1 Por definir
de datos
Cartas de solicitud de Considerando 1 peso por hoja 4 4.00
colaboración a
instituciones educativas
Instrumento de Considerando 1 peso por hoja. 30 90.00
evaluación piloto Instrumento con 3 hojas.
Instrumento de Considerando 1 peso por hoja. 60 180.00
evaluación final Instrumento con 3 hojas.
Cuestionario para Considerando 1 peso por hoja 100 100.00
selección de población
Gastos de traslado Traslados en Sistema de 7 veces a 4 2800.00
Transporte Colectivo Metro institucion
es
educativas.

Total 1933.63

Procedimiento.

25
1. Diseño de instrumento e instructivo para la recolección de los datos, considerando de
eje temático la teoría propuesta por Mayer y Salovey, con guía de las fases descritas
por Hernández Sampieri y colaboradores (2010).
a) Formato para la recolección de datos sobre inteligencia emocional infantil
(para pilotaje).
2. Aplicación de la prueba piloto.
3. Elaboración de la versión final del instrumento y su procedimiento de aplicación.
a) Formato para la recolección de datos sobre inteligencia emocional infantil.

4. Obtener autorizaciones para aplicar el instrumento de ___ instituciones educativas


de nivel básico de la Ciudad de México.
a) Formato de solicitud de colaboración por parte de las instituciones
educativas.
b) Formato para la recolección de datos sociodemográficos (para criterios
de inclusión y exclusión).
5. Administración del instrumento.
6. Preparación de los datos para el análisis.

5. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

A pesar de que el tema de IE se ha puesto muy de moda, los autores dedicados a su


investigación o planteamiento de nuevas propuestas teóricas y modos de medición sobre
todo, son limitados, pues ciertamente el estudio de un tema tan subjetivo y que abarca
muchas vertientes resulta bastante complicado. Por esto mismo, es que la literatura que
podemos encontrar es de aquellos que proponen una teoría y exponen sus propios
planteamientos para explicar de manera empírica y cuantificable lo que ellos mismos
proponen teóricamente, por lo que las pruebas de mayor utilización es derivada de las
teorías más aceptadas, por ejemplo la teoría planteada por Mayer & Salovey, de donde
deriva la prueba de mayor utilización basada en tareas de ejecución, es decir Mayer-
Salovey-Caruso Emotional Intelligence Test (MSCEIT) (Extremera & Fernández-
Berrocal, 2004). Esto, aunque resulta una ventaja que facilita hablar y medir desde la
misma mirada teórica, limita el panorama de nuevos enfoques y propuestas que el tema
facilita, probablemente desde el mismo referente, pero medido desde diferentes técnicas.
26
También al tratarse de un tema relativamente nuevo, hay poca expansión y globalización
del mismo, pues son pocos los países que se han centrado en la creación de instrumentos
estandarizados en su propia población, por ejemplo en España, Fernandez-Berrocal y su
equipo de colaboradores han adaptado al castellano la prueba TMMS y han creado su
propia prueba llamada Test de Inteligencia Emocional de la Fundación Botín para
Adolescentes, con su versión para la infancia (Fernandez-Berrocal, s/f); Canadá con la
adaptación al castellano de Emotional Quotient Inventory de Bar-On, por MHS o
(Extremera & Fernández-Berrocal, 2004). Que de los pocos elaborados, las demás
investigaciones toman las bases para aplicarla a una población completamente distinta,
tanto por espacio geográfico, modo de vida, cultura, y demás.

6. HIPÓTESIS

: La Inteligencia Emocional de niños mexicanos de 7 a 9 años puede ser cuantificada,


válida y confiablemente, a través de instrumentos de medición.

: Un instrumento de medición no es una herramienta válida y confiable para cuantificar la


Inteligencia Emocional de niños mexicanos de 7 a 9 años.

-La Inteligencia Emocional de niños mexicanos de 7 a 9 años no puede ser


cuantificada, válida y confiablemente, a través de instrumentos de medición.

7. ÍNDICE

Introducción
Capítulo I. La inteligencia.
Capítulo II. Inteligencia emocional.
Capítulo III. Contexto, Inteligencia emocional e infancia.
Capítulo IV. Modelos de Inteligencia Emocional.
Capítulo V. Instrumentos de evaluación de la Inteligencia Emocional.
Capítulo VI. Importancia de la medición en Psicología.
Capítulo VII. Metodología.
Capítulo VIII. Resultados y análisis.
27
Capítulo IX. Concluisones.

8. BIBLIOGRAFÍA

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 Salovey, P. & Mayer, J. D. (1990). Emotional Intelligence.

9. CRONOGRAMA

Ene
Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
2019
Redacción del anteproyecto.

Aprobación del anteproyecto.

Redacción de Introducción.

Propósito de la prueba.*

30
Diseño y construcción de la prueba.*

Evaluación por jueces.*

Redacción nuevos ítems.*.

Redacción de Capítulo I.

Pilotaje.*

Análisis psicométrico.*

Aplicación y análisis de la versión


definitiva.*
Redacción de capítulo II.

Análisis de datos.*

Redacción de capítulo III.

Liberación de Servicio Social.

Redacción de capítulo IV.

Redacción de Conclusiones.

Revisión de tesis.

Examen profesional.

*Depende del orden de la metodología a seguir.

31

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