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TESIS
Que para obtener el grado de:
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
Presenta:
IRENE DE LOURDES PAVÓN RUIZ.
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Índice
1 ESTADO DE LA CUESTIÓN……………………………………
2 JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS……………………………..…
3 MARCO TEÓRICO / MARCO CONCEPTUAL…………………
4 METODOLOGÍA……………………………………………………
5 ………………………………..
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………
6 HIPÓTESIS…………………………………………………………
7 ……………………………………
ÍNDICE………………………………………………………………
8 ……………………………………
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………
9 ………………………………….
CRONOGRAMA……………………………………………………
………………………………..
2
Estudio instrumental para la construcción, validación y análisis
psicométrico para cuantificar la Inteligencia Emocional en
niños mexicanos de 7 a 9 años.
1. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Revisando la literatura a cerca de la inteligencia emocional (I.E. o IE), es notable que se
habla de un tema relativamente nuevo, los archivos datan que el surgimiento de tal término
fue en 1990 gracias al artículo Emotional Intelligence, escrito por Peter Salovey y John
Mayer (Salovey & Mayer, 1990), ellos mismos continúan sus estudios y publicaciones al
respecto por varios años, su siguiente escrito, en 1993 continúa sin impactar de sobremanera.
Es hasta 1995 con el libro Inteligencia Emocional, porqué es más importante que el cociente
intelectual del psicólogo estadounidense Daniel Goleman (1995), cuya publicación llegó a
ser best seller, que el término se populariza a nivel mundial y no solo resulta de interés para
psicólogos y profesionistas a fin, sino que incluso es de curiosidad para la población general
(Fernandez-Rodríguez, 2013; Mejía-Díaz, 2013; Isaza-Zapata & Calle-Piedrahíta, 2016;
Fernández-Berrocal & Extremera-Pacheco, 2005).
Después de este gran éxito, Mayer y Salovey (1997) escriben una nueva publicación donde
han profundizado y mejorado sus aportes expresados hasta aquél entonces sobre el tema, el
cual se ha retomado hasta investigaciones actuales, así como en ésta.
Según Mejía-Díaz (2013), los teóricos han propuesto varios modelos los cuales se han
basado en tres perspectivas: las habilidades o competencias, los comportamientos y la
inteligencia, cada enfoque propone los componentes que los individuos deben poseer para
ser emocionalmente inteligente así como sus instrumentos pertinentes para su medición. Este
y demás autores (García, 2003; Mejía-Díaz, 2013; Fernández-Berrocal & Extremera-
Pacheco, 2005) comentan que existen dos grandes modelos que han sido los más
representativos, los modelos de habilidad mental (ability based models) que, como su
nombre lo indica, contemplan a la IE como un compendio de habilidades mentales; y por
otro lado, los denominados modelos mixtos (mixted models) donde se aprecia la IE como
mezcla de habilidades, actitudes y disposiciones de la personalidad del sujeto.
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observación (Mejía-Díaz, 2013).
Por lo tanto, este trabajo opta por basarse en el método de evaluación a través de tareas de
ejecución, pues se valora la obtención de resultados directa de la praxis del evaluado, así
como el hecho de que las habilidades implicadas en la IE puedan ser observables
directamente, dejando de lado la influencia de la percepción, posiblemente distorsionada
tanto del propio individuo como de un evaluador externo. De igual modo permite la
disminución del sesgo por deseabilidad social.
2. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS
De lo expuesto en los párrafos anteriores, es que surge el objetivo general de este trabajo,
que resulta ser la construcción de un instrumento psicométrico válido y confiable que
mida la Inteligencia Emocional infantil de niños mexicanos de 7 a 9 años.
El interés por los atributos del hombre, entre ellos la inteligencia, inicia desde los griegos,
como Aristóteles y Platón, con estudios relacionados con la mente (Zusne, 1957 en Trujillo
& Rivas, 2005).
En psicología, los principales autores que han contribuido al enriquecimiento del concepto
son: Galton (1883 en Bonastre, 2004) quien crea métodos estadísticos que permiten
clasificar a los seres humanos según sus atributos físicos e intelectuales y correlacionar esas
medidas entre sí. Binet y Simon orientando sus investigaciones hacia capacidades más
complejas, crean las primeras pruebas que miden la inteligencia con base en la rapidez de
aprendizaje según la edad cronológica del evaluado, su aportación más importante es el
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concepto de coeficiente intelectual (CI) (Trujillo & Rivas, 2005). Autores relevantes del
siglo XX, son de Terman y Spearman (Molero Moreno, Saíz Vicente & Esteban Martínez,
1998), creadores de la teoría del Factor “G”, y los considerados como la primera generación
de psicólogos de la inteligencia” (Bonastre, 2004). A su vez Thurnstone propone que el
rendimiento intelectual se compone de la combinación de factores básicos independientes.
Catell y Vernon, proponen que la inteligencia se da por relación jerárquica entre
componentes más específicos (Trujillo & Rivas, 2005). Sternberg toma en cuenta al
ambiente considerando que la inteligencia es la sensibilidad para reaccionar a los
acontecimientos que nos rodean. Posteriormente aparece Gardner con su modelo de
inteligencia múltiple que considera 7 variedades de inteligencia, la verbal, lógico-
matemático, espacial, kinestésica, musical, interpersonal e intrapersonal (Rigo & Donolo,
2013). Este nuevo modelo múltiple es el primero en considerar lo inter e intrapersonal, que
sirve como base para posteriores conceptualizaciones de la inteligencia emocional.
Todas estas posturas sobre la inteligencia no logran dar un amplio panorama sobre lo que
implica la actividad mental y ni siquiera se enfocan determinadamente en el papel de los
sentimientos en la vida intelectual, dejando de lado facetas que no dependan de la lógica ni
de la razón intelectual, sin embargo esto ha cambiado poco a poco.
2. Inteligencia emocional
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sí mismo que facilite el desenvolvimiento eficaz en la vida cotidiana (Molero Moreno, Saíz
Vicente & Esteban Martínez, 1998).
Aunque el surgimiento de la inteligencia emocional haya sido derivado de las dos
inteligencias antes mencionadas, no existe un concepto específico, sino que varía según el
modelo desde donde se aborde, principalmente se consideran tres los parte aguas, que son la
conceptualización de Mayer y Salovey, de Daniel Goleman y de Reuven Bar-On.
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El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta que la
población total de México en 2010 era de 112.336.538 personas; de ellos, 8.851.080 radican
en la Ciudad de México, de los cuales 1.937.538 son niños de 0 a 14 años de edad. (INEGI
2010).
Estos datos llevan a cuestionar si la razón por la que la literatura y las intervenciones con
respecto a educación emocional en la infancia no son notables es porque el hablar de
inteligencia emocional en la infancia es imposible. La respuesta es no, pues según Piaget el
desarrollo mental (incluido el desarrollo afectivo) está en construcción continua desde el
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principio de la vida. Este autor hace una distinción del desarrollo (intelectual y afectivo)
infantil a través de diversas etapas por edad cronológica, y la superación adecuada de cada
una proporciona al sujeto una evolución en su proceso de crecimiento.
La primera etapa es el recién nacido y el lactante, que se caracteriza por movimientos
automáticos en miras de satisfacer necesidades básicas y la supervivencia y aunque existe
poco contenido cognitivo, este se adquiere rápidamente, principalmente a base de los
sentidos (Piaget, 1991). Así mismo la vida emocional está presente desde esta etapa, que se
logra apreciar gracias a las reacciones emocionales que tiene el bebé ante sensaciones
significativas para él, como la voz de la madre, por ejemplo (Mester, Brackett, Guil &
Salovey, 2008).
El rango de edad que va de los 2 a los 7 años, Piaget la llama primera infancia. Tiempo
donde se instaura el lenguaje que conlleva al principio de la socialización, el pensamiento
propiamente dicho y la interiorización de la acción como tal, que provoca un papel activo en
su actuar. Estos aprendizajes cognitivos tienen una fuerte influencia paralela en el ámbito
afectivo, pues permiten el desarrollo de sentimientos interindividuales como la simpatía, la
antipatía, o el respeto, relacionados con la socialización de las acciones; la aparición de
sentimientos morales provenientes de la relación con figuras de autoridad.
Sin embargo, durante esta etapa está presente el pensamiento egocéntrico, que provoca que
el niño no considere al 100% a las personas que se encuentran a su alrededor, centrándose
únicamente en sí mismo.
La infancia, propiamente dicha, inicia a los 7 y culmina a los 12 años. Esta etapa coincide
con el principio de la escolaridad que señala un giro monumental y decisivo en el desarrollo
del niño. Durante esta fase, el desarrollo cognitivo se complejiza, logrando asimilar
contenido abstracto, utilizar una lógica para comprender los conflictos cotidianos y proponer
probables soluciones a dichos acontecimientos. En el sector afectivo, la desaparición del
pensamiento egocéntrico es que influye en dos ámbitos, el social y el afectivo. En el social,
contribuye a poder coordinar sus acciones con las de los demás, cooperar, comprender
puntos de vista diversos a los suyos, aceptación y cumplimiento de reglas. En relación a la
esfera individual, se da la conducta de la reflexión, que involucra el pensar antes de actuar
(Piaget, 1991).
Por lo tanto, se comprueba que la adquisición de las capacidades requeridas para hablar de
conductas emocionalmente inteligentes es posible desde la infancia, mas su completo
desarrollo es operable hasta cierta edad (de 7 a 12 años), por ende, es indispensable abordar
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el ámbito emocional desde edades tempranas, pues este se va forjando poco a poco conforme
pasan los años de crecimiento hasta llegar a ser un adulto. Además, al agregar la situación
desfavorable en muchos sentidos, que los infantes viven en México, su relevancia aumenta,
ya que el adecuado manejo emocional facilita el enfrentamiento eficaz de los factores
sociales del país que juegan en su contra.
Debido a que existen varios autores que han elaborado diferentes definiciones para hablar
sobre IE, se ha optado por realizar una división de los modelos, principalmente en 3
diferentes.
Este modelo es propuesto por Mayer y Salovey donde, como el nombre lo dice, se plantea la
IE como un conjunto de habilidades para percibir, asimilar, comprender y regular las propias
emociones y las de los demás a través de la unificación de emociones y razonamiento para la
dirección eficaz y adecuada de cognición, emoción y conducta para enfrentar situaciones
personales y del ambiente que se presenten (Mayer & Salovey, 1993 en Molero Moreno,
Saíz Vicente & Esteban Martínez, 1998; Fernandez-Rodríguez, 2013; Mejía-Díaz, 2013;
Isaza-Zapata & Calle-Piedrahíta, 2016; Fernández-Berrocal & Extremera-Pacheco, 2005).
Este modelo está constituido por 4 habilidades o competencias emocionales acomodadas
jerárquicamente y relacionadas entre sí, que abarcan procesos psicológicos más básicos hasta
los más complejos, donde son necesarias las básicas para llegar a las más complejas (Tabla
1).
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Tabla 1. Habilidades del modelo de Mayer y Salovey.
Elaboración propia a partir de: Mayer & Salovey, 1997; Mester, Brackett & Guil-Bozal,
2008; Fernández-Berrocal & Extremera Pacheco, 2005 y Mejía-Díaz, 2013.
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A continuación se hace una definición más específica sobre las habilidades que comprende
cada nivel.
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Modelo mixto
Autor: Daniel Goleman.
Esta modelo considera la inteligencia emocional más determinante que el cociente
intelectual, pues considera que las actitudes emocionales son una meta habilidad que
determina el grado de acertividad con la que se utilizan las capacidades, incluidas las del
intelecto. Consiste en cuatro etapas con 20 habilidades cada una (tabla 3).
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Autor: Reuven Bar-on.
Este modelo tiene influencia de los trabajos de Darwin, sobre la importancia de la expresión
emocional para la supervivencia y la adaptación al medio. Así como de la llamada
“inteligencia social” propuesta por Thorndike. Este modelo incluye 5 componentes clave: a)
Habilidad para reconocer, entender y expresar emociones y sentimientos; b) habilidad para
entender el sentir de los otros y cómo se relacionan con ellos; c) habilidad de manejar y
controlar las emociones; d) habilidad de cambiar, adaptar y resolver problemas personales e
interpersonales; y e) habilidad para generar efectos positivos y auto motivarse (Bar-On,
2006). Abarca 5 factores que a su vez se dividen en 15 componentes de orden mayor. (Tabla
2).
Es notable que cada modelo aborda términos y conceptos distintos, cada uno enfocándose en
lo los factores que creen que conforman a la inteligencia emocional, unos considerando un
conjunto de habilidades con relación cognitiva y afectiva, otro más utilizando términos
complejos y abstractos, como parte de rasgos de personalidad y otro tanto abonando una
considerable influencia del medio social; cada uno muestra fundamentos por los que sus
postulaciones son válidas y utilizadas hasta la fecha. Sin embargo para fines de este trabajo
únicamente se utilizará la teorización propuesta por Mayer y Salovey, pues es considerada la
que posee términos menos ambiguos que resultan más adecuados para su medición.
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5. Instrumentos de evaluación de la Inteligencia Emocional.
Así como se han creado modelos teóricos para hablar de la inteligencia emocional, a la par
se ha trabajado sobre la postulación de instrumentos que midan tal inteligencia, siempre
abordada desde distintos puntos de vista.
También existe la versión reducida llamada TMMS-24, de igual modo por el número de
reactivos que la componen. Esta edición fue realizada por un grupo de investigadores de
Málaga encabezados por Fernández Berrocal. Abarca las mismas subescalas (atención a los
sentimientos, claridad emocional y reparación de las emociones) y la dinámica de
evaluación es la misma que su precursora. De ella se han excluido varios ítems lo que
provocó un incremento en la fiabilidad (Extremera, Fernández-Berrocal, Mester y Guil,
2004).
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de Inteligencia Emocional de la Fundación Botín para la Infancia (TIEFBI). Estos están
basados en la teoría de Mayer y Salovey, adaptándolos a su entorno cultural español.
Sobre los instrumentos antes descritos, se aprecia que los autores de tales instrumentos son
los postulantes de las teorías más aceptadas, por lo que su alcance no va más allá de lo que
dice la teoría de un único autor, cerrándose, quizás, a distintos modos de evaluar la
inteligencia emocional aunque sea enfocada desde las mismas bases teóricas. También se
puede ver que se han enfocado en población adolescente o adulta, dejando de lado a los
niños, mermando la aplicación de los mismos en cualquier rango de edad.
En cuanto a los nuevos instrumentos, a pesar de ser un poco más cercanos a la población
mexicana, por haber sido creados en el idioma español, y a los niños, por haber sido
elaborados pensando en ellos, su total adaptación a infantes mexicanos sigue siendo lejana,
pues el contexto en que se creó una y otra prueba, son distintos a lo vivido en México.
Por estos motivos, es que este trabajo toma aún más fuerza, pues se plantea la elaboración de
un instrumento que esté adaptado 100% a la población infantil mexicana, lo cual, no existe
hasta la fecha.
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6. Importancia de la medición en Psicología.
El interés por medir los atributos humanos, siempre ha estado presente, desde los griegos
hasta nuestros días. Pero los estudios centrados en la materia de psicología, datan de 1879,
destacando a Wilheim Wundt, fundador de la psicología experimental, orientándose en
postular leyes generales que predijeran el comportamiento. El responsable del movimiento
psicométrico fue Galton, en su laboratorio antropométrico inició con la medición de
diferencias individuales, es el creador de varios test y es el primer investigador en adaptar
técnicas estadísticas para el análisis de los resultados. Durante la primera guerra mundial,
psicólogos militares elaboraron el test Army Alfa y Beta (no verbal), construidos para medir
razonamiento practico, analogías y razonamiento no verbal, y fueron los primeros test
administrados de manera colectiva, para poder reclutar y seleccionar masivamente a los
militares requeridos para la guerra. La difusión de los test masivos condujo a un incremento
en el desarrollo de pruebas y a la elaboración de nociones iniciales de estandarización y
validación.
En 1935, considerado como “bisagra” entre el periodo histórico y moderno dentro de la
psicometría, año de la fundación de la Sociedad Psicométrica y del surgimiento de la primer
publicación especializada en medición psicológica, Psychometrika.
La fase madura de la teoría de los tests, es considerada en la década de los 50’s, pues es
cuando surgen textos que dejaron establecidos los fundamentos teóricos de la psicometría. A
finales del siglo XX, se crea la fusión de psicometría con psicología cognitiva, creando
modelos conocidos como “evaluación inteligente. Con el surgimiento de las computadoras,
en la década de los 80’s, estas fueron incorporadas a procesos de la psicometría permitiendo
mayor estandarización y objetividad en los tests y posteriormente, creando versiones
computarizadas de las pruebas.
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Sin embargo, la polémica sobre la mejor forma de medir siempre ha existido, pues se origina
por la existencia de posturas filosóficas referentes al conocimiento científico y las formas
óptimas de construcción diferentes entre sí, por lo que el concepto de medición en Psicología
puede ser abordado desde dos vertientes: el modelo clásico y el representacional.
El modelo clásico, formulado por Campbell, indica que para poder medir propiedades
cualitativas (como en Psicología), éstas deben tener particularidades de una variable
cuantitativa, es decir, que deben poseer características de distintividad, orden, aditividad y
proporcionalidad. Únicamente cumpliendo con estos criterios, es posible hablar de medición
en sentido estricto. “Esta concepción restrictiva limita la medición en psicología, puesto que
la mayoría de las escalas utilizadas en esta disciplina no poseen cero absoluto, las
propiedades medidas casi nunca son isomórficas con el sistema numérico y por consiguiente,
las operaciones de medición son casi siempre derivadas”.
b) El determinar ítems para que el test sea representativo es difícil debido a la extensión
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y variedad de contenidos.
Con miras en estos aportes, el trabajo aaquí presentado busca otorgar a la comunidad
mexicana, un nuevo instrumento adecuadamente validado y estandarizado a la población,
que mida inteligencia emocional en niños, esperando que sea de apoyo a nuevas
investigaciones y contribuciones científicas sobre el tema.
4. METODOLOGÍA
Participantes.
La muestra será de ____ niños y niñas mexicanos que oscilen entre 7 años, 0 meses, 0 días y
9 años, 6 meses, 0 días de edad cronológica, que actualmente residan en la Ciudad de
México.
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10 años a 12 años.
Hijos únicos.
Familia tradicional (casados o en unión libre)
Nacidos en la CDMX.
Criterios de Ser alumno regular en alguna de las escuelas
inclusión seleccionadas.
Madre embarazada.
Padres con más de un matrimonio.
Criterios de Haber nacido en otro estado de la República
Mexicana.
exclusión
Se ha optado por realizarlo en este rango de edad porque, según Piaget (1991) a esta edad el
desarrollo tanto cognitivo como afectivo del individuo, ha llegado a su máxima maduración
que permite hablar de un sujeto emocionalmente inteligente, pues ya cuenta con los recursos
necesarios para la adquisición de las capacidades requeridas para ello.
Técnicas.
Para la creación del instrumento se tomará como base las fases propuestas por Roberto
Hernández Sampieri, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio (2010) en el libro
Metodología de la Investigación donde expone que para la construcción de un instrumento
de medición es necesario atravesar 11 fases consecutivas:
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Para un fácil acceso a la población requerida se solicitará el apoyo de ___ instituciones de
24
Ela
Precio (M/N)
bor
aci
Ent
142.23
ón
64.50
ren
Ide de
Cantidad
o Obt
ció sió
barril 50
Re son aut par
Re do l
visi Co al oriz Ad aci
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Materiales.
Bolígrafos
Escenario.
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Material
Lápices
ión.
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Clips Clip Premium ACCO #1. Caja 100 7.50
Computadora Dell, escritorio. Personal 1 --
Impresora Epson Stylus TX130 1 --
Cartuchos de tinta para Cartucho Epson negro 3 1065.40
impresora TX120T22AL
Mesas Préstamo por parte de las 60 ---
instituciones educativas.
Total 1933.63
Procedimiento.
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1. Diseño de instrumento e instructivo para la recolección de los datos, considerando de
eje temático la teoría propuesta por Mayer y Salovey, con guía de las fases descritas
por Hernández Sampieri y colaboradores (2010).
a) Formato para la recolección de datos sobre inteligencia emocional infantil
(para pilotaje).
2. Aplicación de la prueba piloto.
3. Elaboración de la versión final del instrumento y su procedimiento de aplicación.
a) Formato para la recolección de datos sobre inteligencia emocional infantil.
6. HIPÓTESIS
7. ÍNDICE
Introducción
Capítulo I. La inteligencia.
Capítulo II. Inteligencia emocional.
Capítulo III. Contexto, Inteligencia emocional e infancia.
Capítulo IV. Modelos de Inteligencia Emocional.
Capítulo V. Instrumentos de evaluación de la Inteligencia Emocional.
Capítulo VI. Importancia de la medición en Psicología.
Capítulo VII. Metodología.
Capítulo VIII. Resultados y análisis.
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Capítulo IX. Concluisones.
8. BIBLIOGRAFÍA
29
Basic Books.
Mejía-Díaz, J. J. (2013) Reseña teórica de la inteligencia emocional: modelos e
instrumentos de medición. Revista Científica Julio-Diciembre 2013(17). Bogotá,
Colombia. 10-32.
Mester, J. M., Brackett, M.A., Guil Bozalm, M. R. & Salovey, P. (2008). Inteligencia
emocional: Definición, evaluación y aplicaciones desde el modelo de habilidades de
Mayer y Salovey. Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/259998138_INTELIGENCIA_EMOCION
AL_DEFINICION_EVALUACION_Y_APLICACIONES_DESDE_EL_MODELO_
DE_HABILIDADES_DE_MAYER_Y_SALOVEY
Molero Moreno, C. & Saiz Vicente, E.; Esteban Martínez, C. (1998). Revisión
histórica del concepto de inteligencia: una aproximación a la inteligencia emocional.
Revista Latinoamericana de Psicología. 30(1), 11-30.
Piaget, J. (1991) Seis estudios de psicología. Labor, S.A., Barcelona, España.
Rigo, D. Y. & Donolo, D. S. (2013). Tres enfoques sobre inteligencia: un estudio con
trabajadores manuales. Estudios de Psicología. Campinas, 30(1). 39-48.
Rivas Tovar, L. A. & Trujillo Flores, M. M. (2005). Orígenes, evolución y modelos
de inteligencia emocional. INNOVAR. Revista de Ciencias Administrativas y
Sociales, 15(25), 9-24.
Salmerón Vílchez, P. (2002). Evolución de los conceptos sobre inteligencia.
Planteamientos actuales de la inteligencia emocional para la orientación educativa.
Educación XX1, . 97- 121.
Salovey, P. & Mayer, J. D. (1990). Emotional Intelligence.
9. CRONOGRAMA
Ene
Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
2019
Redacción del anteproyecto.
Redacción de Introducción.
Propósito de la prueba.*
30
Diseño y construcción de la prueba.*
Redacción de Capítulo I.
Pilotaje.*
Análisis psicométrico.*
Análisis de datos.*
Redacción de Conclusiones.
Revisión de tesis.
Examen profesional.
31