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Voces:
COMPETENCIA ~ CONTRATO ~ CUESTION FEDERAL ~ CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO
~ DAÑOS Y PERJUICIOS ~ EXEQUATUR ~ INDEMNIZACION ~ JUEZ EXTRANJERO ~
NULIDAD ~ RECURSO EXTRAORDINARIO ~ SENTENCIA ~ SENTENCIA DEFINITIVA ~
SENTENCIA EXTRANJERA
Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)
Fecha: 05/04/2005
Partes: Holiday Inns Inc. c. Ebasa Exportadora Buenos Aires S.A.
Publicado en: LA LEY 12/09/2005, 12/09/2005, 6 - LA LEY2005-E, 263 - DJ2005-2, 1300 - IMP2005-17,
2373
Cita Online: AR/JUR/1653/2005
Hechos:
En un juicio por incumplimiento contractual, la demandada opuso una excepción de incompetencia, que fue
admitido porque los jueces concluyeron que el incumplimiento se vinculaba a obligaciones que debían
verificarse en Estados Unidos. La actora interpuso recurso extraordinario y una posterior queja, que fueron
admitidos por la Corte Suprema, quien consideró competente a la justicia argentina. Mientras se sustanciaba la
queja, la demandada promovió un juicio de exequátur para ejecutar de un tribunal de los Estados Unidos que
resolvió que la actora no tenía derecho a reparación alguna por el mismo contrato. En el juicio de exequatur, la
Cámara de Apelaciones rechazó la nulidad basada en la incompatibilidad del fallo extranjero con la sentencia
del Alto Tribunal. Interpuesto un recurso extraordinario, la Corte Suprema lo rechaza por mayoría.

Sumarios:
1. Si en una anterior sentencia la Corte Suprema no declaró la jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos
para tramitar un juicio por incumplimiento contractual, sino que consideró que a falta de convención podían
existir foros concurrentes entre los que se encontraban los tribunales nacionales, ello no impide ejecutar el fallo
de un tribunal extranjero que resolvió que una parte carece de derecho a reparación por el mismo contrato,
máxime cuando no se alega ni prueba la violación de los arts. 517 y 518 del Cód. Procesal Civil y Comercial de
la Nación
Jurisprudencia Relacionada(*)
Corte Suprema
En "Exportadora Buenos Aires S. A. c. Holiday Inn's Worldwide Inc.", 20/10/1998, LA LEY 2000-A, 404, con nota de
Carolina Daniela Iud - DJ, 2000-1, 849 - ED, 186, 290 , resolvió que tratándose de normas de jurisdicción
internacional en materia contractual, la interpretación tendiente a dar pleno efecto a la voluntad del
legislador debe conducir a dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes a fin de asegurar el
derecho de las partes a acceder a la justicia y que en ausencia de una solución convencional que
determine el foro competente, cualquier lugar de cumplimiento de las obligaciones contractuales en
la República Argentina justifica la apertura de la jurisdicción internacional de los jueces locales.
Ver Tambien
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala C, 23/03/1999, "Exportadora Buenos Aires S. A. c. Holiday Inn's
Worldwide Inc.", LA LEY 2000-A, 76 .
(*) Información a la época del fallo
2. Es inadmisible el recurso extraordinario por el cual se cuestiona la compatibilidad de una sentencia de la
Corte Suprema que consideró competentes a los jueces argentinos para tramitar una demanda por
incumplimiento contractual, y la sentencia del a quo que en otro juicio admitió el exequátur tendiente a ejecutar
el fallo de un tribunal extranjero que resolvió que una de las partes carece de derecho a reparación por el mismo
contrato, pues la posible contradicción entre ambas no suscita una cuestión federal ya que no fueron dictadas en
la misma causa.
3. La procedencia sustancial del recurso extraordinario cuando está en tela de juicio la inteligencia de un
pronunciamiento de la Corte Suprema en el que el recurrente funda el derecho que estima asistirle, está sujeta a
que el fallo impugnado consagre un inequívoco apartamiento de lo dispuesto por el tribunal en la causa, y
desconozca, en lo esencial, aquella decisión.
4. Es extemporánea la nulidad planteada contra la decisión que admitió el exequatur de una sentencia extranjera,
ya que la demanda fue notificada a la recurrente en su domicilio social inscripto, el que tiene la eficacia que le
asigna el art. 11 de la ley 19.550 (t.o. 1984) (Adla, XLIV-B, 1319), y el planteo fue articulado luego de
transcurrido más de un año.
5. Es inadmisible el recurso extraordinario si lo que se cuestiona es la compatibilidad entre el fallo de la Corte

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Suprema que confirmó la competencia de los jueces argentinos en un juicio por incumplimiento contractual, y
aquel que en otro juicio rechazó la nulidad de la sentencia que admitió el exequatur tendiente a obtener la
ejecución de la decisión de un tribunal extranjero en cuanto resolvió que una de las partes carece de derecho a
reparación alguna por el mismo contrato, ya que no se cumple el requisito de que ambos fallos hayan sido
dictados en la misma causa. (Del voto del doctor Fayt).
6. Debe considerarse inadmisible el recurso extraordinario si la única cuestión federal planteada es la
compatibilidad entre la decisión de la Corte Suprema que consideró competentes a los jueces argentinos para
tramitar una demanda por incumplimiento contractual, y la del tribunal de alzada que en otro juicio, rechazó la
nulidad de la sentencia que admitió un exequatur tendiente a obtener la ejecución de la decisión por la cual un
tribunal extranjero resolvió que una de las partes carece de derecho a reparación por el mismo contrato, pues no
se cumple con el requisito consistente en que ambos fallos tienen que haber sido dictados en la misma causa.
(Del voto de la doctora Arbigay).
7. Es procedente revocar por prematura la sentencia que rechazó el planteo de nulidad del fallo que admitió el
exequátur tendiente a ejecutar la decisión de un tribunal extranjero que resolvió que una parte carece de derecho
a reparación con relación a un contrato, ya que suscita contradicción con lo resuelto por la Corte Suprema al
pronunciarse a favor de la competencia concurrente de los jueces argentinos para conocer en un juicio sobre el
mismo contrato, siendo que aquel fallo de la Corte debe interpretarse en el sentido de que el exequátur no
impide tramitar el proceso hasta la sentencia y que recién en esa oportunidad habrá de examinarse la validez o la
prevalencia de ambos fallos, si fueran discordantes. (Del dictamen del Procurador General que los doctores
Petracchi, Belluscio y Maqueda hacen suyo en su voto en disidencia)
Jurisprudencia Relacionada(*)
Corte Suprema
En "Exportadora Buenos Aires S. A. c. Holiday Inn's Worldwide Inc.", 20/10/1998, LA LEY 2000-A, 404, con nota de
Carolina Daniela Iud - DJ, 2000-1, 849 - ED, 186, 290 , resolvió que tratándose de normas de jurisdicción
internacional en materia contractual, la interpretación tendiente a dar pleno efecto a la voluntad del
legislador debe conducir a dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes a fin de asegurar el
derecho de las partes a acceder a la justicia y que en ausencia de una solución convencional que
determine el foro competente, cualquier lugar de cumplimiento de las obligaciones contractuales en
la República Argentina justifica la apertura de la jurisdicción internacional de los jueces locales.
Ver Tambien
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala C, 23/03/1999, "Exportadora Buenos Aires S. A. c. Holiday Inn's
Worldwide Inc.", LA LEY 2000-A, 76 .
(*) Información a la época del fallo
8. Es sentencia definitiva a los fines del recurso extraordinario, la decisión que rechaza la acción de nulidad
autónoma de un exequátur, pues le impide al interesado objetar la ejecutoriedad del fallo con posterioridad. (Del
dictamen del Procurador General que los doctores Petracchi, Belluscio y Maqueda hacen suyo en su voto en
disidencia).
Texto Completo:
Dictamen del Procurador General de la Nación:
I. Exportadora Buenos Aires S.A. (EBASA) entabló un juicio ordinario ante los tribunales argentinos
reclamando a Holliday Inns Inc. el resarcimiento de los daños y perjuicios causados por la ruptura de tratativas
contractuales, que se encuentra en trámite ante el Juzgado Comercial n° 11 de esta Ciudad. El 8 de septiembre
de 1995 el juez de primera instancia se declaró incompetente y dicho pronunciamiento fue confirmado por la
Cámara. EBASA dedujo un recurso de queja por denegación del extraordinario, para que la Corte revise ese
pronunciamiento.
Encontrándose pendiente la queja, el 27 de diciembre de 1996, Holliday Inns inc. promovió este juicio de
exequátur a fin de obtener la ejecutoriedad de una sentencia dictada en el Estado de California, Estados Unidos,
en la cual se resolvió que EBASA no tiene derecho a percibir ningún resarcimiento de la actora con relación al
mismo negocio que es objeto del mencionado juicio ordinario y que debe abstenerse de invocar la calidad de
agente o representante de Holiday Inns Inc. Esa causa tramitó en rebeldía, aunque EBASA había sido notificada
por exhorto diplomático en su domicilio social inscripto, donde no se halló un representante. La interesada
planteó la nulidad de esa notificación, la cual fue desestimada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial que juzgó válida la diligencia. Finalmente, se dictó sentencia haciendo lugar al exequátur el 4 de
marzo de 1998.
El 20 de octubre de 1998 la Corte hizo lugar a la queja interpuesta por EBASA y revocó el fallo apelado.
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Juzgó entonces, que ante la ausencia de un tratado específico entre los respectivos Estados resultaban aplicables
las normas de jurisdicción internacional en materia contractual de fuente interna -los arts. 1215 y 1216 del Cód.
Civil- que habilitan la jurisdicción de los jueces argentinos cuando el domicilio o residencia del deudor
estuviere en la República Argentina o, concurrentemente, cuando el contrato de que se trate deba tener su
cumplimiento en ella. Dijo V.E. que "Como regla general, cuando se trata de normas de jurisdicción
internacional en materia contractual, esa voluntad consiste en dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes,
a fin de asegurar el derecho de las partes a acceder a la justicia. Por ello, en ausencia de solución convencional
específica, cualquier lugar de cumplimiento de las obligaciones contractuales en la República justifica la
apertura de jurisdicción internacional de los jueces argentinos (conf. art. 1215, Cód. Civil)". Concluyó que esa
interpretación guardaba relación directa con el caso, por cuanto el lugar de cumplimiento de las obligaciones del
mandatario se hallaba en este país.
II. Devuelto el expediente a primera instancia se corrió traslado de la demanda ordinaria y Holiday Inns Inc.
opuso excepción de cosa juzgada invocando la sentencia extranjera reconocida en este exequátur, que había
declarado que EBASA no tenía derecho a percibir suma alguna. Este planteo se encuentra pendiente de
resolución.
Ante esa situación procesal, EBASA promovió en estos autos una acción autónoma de nulidad contra la
sentencia que hizo lugar al exequátur (fs. 2050/7). Dijo que mientras tramitaba el mencionado recurso de queja
ante la Corte -por la declaración de incompetencia del juez argentino dictada tres años atrás- Holiday Inns Inc.
promovió este juicio y obtuvo el reconocimiento del fallo recaído en el extranjero. EBASA sostuvo que la
decisión dictada por V.E. en el mencionado recurso desvirtuó la condición sobre cuya base se había hecho lugar
al exequátur, ya que el juez había considerado que no podía haber jurisdicciones concurrentes.
El magistrado rechazó el planteo de nulidad por extemporáneo (fs. 2078/79) y luego aclaró que su sentencia
no estaba sujeta a condición (fs. 2084/85). EBASA apeló el fallo y así arribamos a la decisión de la Cámara
Comercial que viene recurrida en autos (fs. 2203/05).
La sala mantuvo el criterio de que la nulidad fue tardía, desde una perspectiva procesal, y juzgó que
tampoco procedía admitirla como acción autónoma. Dijo que la posibilidad de impugnar una sentencia con
autoridad de cosa juzgada era excepcional y que ello requería la existencia de un vicio, que no fuera formal, sino
un defecto de naturaleza sustancial, que no halló configurado. Estimó inadecuada la vía incidental escogida y
destacó que -de todos modos- la sentencia de exequátur se hallaba firme y no se encontraba sujeta a condición
alguna. Por último, señaló que la sentencia de la Corte que admitió la competencia nacional, no provocaba la
nulidad de la sentencia de exequátur obtenida en un proceso que no fue cuestionado oportunamente por la
recurrente.
Contra esa decisión EBASA interpuso recurso extraordinario (FS. 2214/2222), que fue concedido por la
Cámara en cuanto los agravios concernían al reproche de desconocimiento de las pautas establecidas por la
Corte al admitir el recurso de queja en el juicio ordinario. En cambio, rechazó el planteo de arbitrariedad de la
sentencia (fs. 2268).
III. A mi modo de ver, nos hallamos ante una sentencia que tiene carácter definitivo, porque la decisión que
rechaza la acción de nulidad autónoma del exequatur le impide al interesado objetar la ejecutoriedad del fallo
con posterioridad.
Además, el recurso es admisible porque se encuentra en tela de juicio la inteligencia de un pronunciamiento
de la Corte dictado con relación a la situación jurídica ventilada en esta causa, en cuyo mérito el recurrente
funda el derecho que estima asistirle (Fallos 253:118; 298:548; 317:201). La admisibilidad sustancial de dicho
recurso está condicionada, como también se ha puntualizado, a que la resolución que se impugna consagre un
inequívoco apartamiento de lo dispuesto por la Corte (Fallos 311:1334).
En primer lugar, señalo que los reparos de los jueces sobre la extemporaneidad del planteo de nulidad deben
descartarse, por cuanto en el caso no se ha impugnado la validez del trámite procesal cumplido, sino con base en
argumentos de fondo.
El rechazo de esa impugnación con la extensión dispuesta en el fallo apelado suscita, en mi parecer, la
contradicción invocada con relación a lo decidido por la Corte en el mencionado recurso de queja en el cual se
pronunció a favor de la competencia concurrente de los jueces argentinos para conocer en la controversia de las
partes sobre el mismo objeto de este proceso. Toda vez que entonces dijo que correspondía dar certeza a una
pluralidad de foros concurrentes, entiendo que una interpretación razonada del fallo permite concluir que la
sentencia de exequátur no obsta a la tramitación del juicio ordinario hasta la sentencia y que recién en esa

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oportunidad habrá de examinarse la validez o la prevalencia de los respectivos pronunciamientos, si fueran


discordantes.
Por ende, considero que ha sido prematuro en este estado de las actuaciones resolver sobre la nulidad del
exequátur que se ha planteado en este incidente. Consecuentemente, opino que V.E. debe hacer lugar al recurso
extraordinario y revocar la sentencia apelada con los alcances expuestos.
IV. Con respecto al recurso de queja que ha sido remitido juntamente con estas actuaciones, cabe señalar
que asiste razón a la recurrente cuando manifiesta que al interponer el recurso extraordinario no invocó la
doctrina de la Corte sobre sentencias arbitrarias, en razón de que sus objeciones al razonamiento seguido por los
jueces de la causa eran inescindibles de la cuestión federal planteada sobre el desconocimiento de un fallo
anterior de la Corte, que habilitó esta instancia.
En esas condiciones y toda vez que la totalidad de sus agravios fueron examinados en oportunidad de tratar
el recurso concedido en el expediente principal, considero que pronunciarse en la queja es insustancial. - Mayo
15 de 2001. - Nicolás E. Becerra.
Buenos Aires, abril 5 de 2005.
Considerando: 1°) Que la sala B de la Cámara Comercial, al confirmar la sentencia de primera instancia
rechazó el planteo de nulidad articulado contra la decisión que había admitido el exequátur de una sentencia
extranjera dictada en los Estados Unidos de Norteamérica.
2°) Que para así decir, el a quo juzgó que el planteo de nulidad fue introducido en forma extemporánea a la
causa y que tampoco correspondía admitirlo como acción autónoma. Añadió que la posibilidad de impugnar una
sentencia con autoridad de cosa juzgada era excepcional y que ello requería la existencia de un vicio, que no
fuera formal, sino un defecto de naturaleza sustancial, que no halló configurado. Asimismo estimó inadecuada
la vía incidental escogida y destacó que la sentencia de exequátur se hallaba firme y no se encontraba sujeta a
condición alguna. Por último, señaló que la sentencia dictada por esta Corte en Fallos: 321:2894 -que admitió la
competencia de los jueces argentinos- no provocaba la nulidad de la sentencia de exequatur obtenida en un
proceso que no fue cuestionado oportunamente por la recurrente.
3°) Que contra esa decisión Exportadora Buenos Aires S.A. interpuso el recurso extraordinario de fs. 2214/
2222, que fue concedido por la cámara en cuanto los agravios concernían al reproche del desconocimiento de
pautas establecidas por esta Corte al admitir el recurso que dio lugar al caso de Fallos: 321:2894 y lo denegó en
cuanto a la arbitrariedad.
4°) Que la recurrente alega que al admitirse la validez de una sentencia dictada en ajena jurisdicción, el a
quo ha desconocido el fallo de este Tribunal que admitió la competencia de los jueces argentinos. Razona que si
se pudo dictar el exequátur, fue porque la queja entonces pendiente carecía de efectos suspensivos del trámite
del juicio. Pero, admitida dicha queja por este Tribunal, esa admisión aparejó la invalidez de todas las
consecuencias del acto revocado, entre las que se encuentra -a su entender- el aludido exequátur. Asimismo, se
agravia de la omisión de vista al fiscal para resolver la cuestión planteada, de conformidad con lo dispuesto en
el art. 25, incs. B) y j) de la Ley del Ministerio Público.
5°) Que, con arreglo a lo previsto en el art. 14 de la ley 48, siempre que esté en tela de juicio la inteligencia
de pronunciamientos del Tribunal en los que el recurrente funde el derecho que estima asistirle, se configura una
hipótesis que hace formalmente viable el recurso extraordinario (Fallos: 189:205; 233:32; 245:533; 253:118;
298:584; 310:746; 1129, 1769, 2100, y 2184; 325:3389 entre muchos otros). La procedencia sustancial del
recurso en tales supuestos está sujeta a que el fallo impugnado debe consagrar un inequívoco apartamiento de lo
dispuesto por el Tribunal en la causa, y desconocer, en lo esencial, aquella decisión (Fallos: 306:1698; 307:483
y 2124; 308:215 y 1104; 310:746; 321:2114 entre muchos otros).
6°) Que para una mayor claridad expositiva cabe aclarar que Exportadora Buenos Aires S.A. promovió
demanda contra Holiday Inns por incumplimiento contractual. El juicio tramita ante el Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Comercial N° 11. La demandada opuso excepción de incompetencia de jurisdicción, que
fue admitida en ambas instancias. Para ello se sostuvo que aun cuando se invocaba una relación contractual
compleja, el incumplimiento en el cual la actora había sustentado su pretensión se vinculaba exclusivamente a
obligaciones que debían verificarse en Estados Unidos.
Contra esa decisión la actora interpuso recurso extraordinario. Este Tribunal, con fecha 20 de octubre de
1998, hizo lugar a la queja y dejó sin efecto la sentencia apelada por considerar que los arts. 1215 y 1216 del
Cód. Civil habilitaban la jurisdicción argentina cuando el domicilio o residencia del deudor estuviera aquí

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situado o el contrato de que se tratara debiera ser cumplido en la República, aclarando expresamente que "...
como regla general, cuando se trata de normas de jurisdicción internacional en materia contractual, esa voluntad
consiste en dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes, a fin de asegurar el derecho de las partes a
acceder a la justicia" (Fallos: 321:2894).
7°) Que en el presente recurso se cuestiona la compatibilidad entre ese fallo que confirmó la competencia de
los jueces argentinos en aquella causa y lo decidido por el juez de primera instancia en este expediente que
admitió el exequátur, decisión que el a quo confirmó.
8°) Que en cuanto a la procedencia formal del recurso, la posible contradicción entre ese fallo de la Corte y
lo decidido por el a quo en este expediente en modo alguno suscita una cuestión federal que permita la apertura
del recurso extraordinario. Ello es así pues el fallo de esta Corte no fue dictado en la misma causa sino en otro
expediente, que si bien conexo, no es la misma causa como exige la jurisprudencia del Tribunal (Fallos:
189:205; 244:258; 253:118; 297: 149; 298:584; 306:1452; 307:1745 y 2124; 308:1575 y 2561; 311:1333;
316:35, 180 y 2525; 317:95, 142 y 1038; 318:1865; 319:1651; 320:425 y 650; 321:1638, 2114 y 2823;
323:3068; 324:3322 y 3411 y 325:3389).
9°) Que lo expuesto alcanzaría para rechazar los recursos interpuestos. Pero a ello cabe agregar algunas
consideraciones más. La demanda de exequátur fue debidamente notificada a la recurrente en su domicilio
social inscripto (fs. 2014 y 2047), el que tiene la eficacia que le asigna el art. 11 inc. 2 de la ley 19.550 (arg.
Fallos: 323:3905 y 326: 304). Este aspecto fue así decidido y ha quedado firme pues la recurrente no mantuvo el
cuestionamiento contra la decisión de fs. 2078 (ver planteo inicial a fs. 2050 y el recurso de fs. 2214/2223). La
concesión del exequátur se notificó a EBASA en marzo del 1998 (fs. 2018), y la nulidad en cuestión fue
planteada más de un año después, en mayo del año siguiente (ver cargo a fs. 2057 vta.). En ese marco, la
nulidad articulada resulta claramente extemporánea.
10) Que no obsta a esta conclusión la circunstancia -como señala el dictamen del Procurador General de la
Nación- que "en el caso no se ha impugnado la validez del trámite procesal cumplido, sino con base en
argumentos de fondo", pues tal temperamento no puede servir de vía para retrotraer el juicio a etapas en las que
la nulidicente pudo participar.
11) Que, por otra parte, el fallo impugnado no consagra un inequívoco apartamiento de lo dispuesto por este
Tribunal en su fallo anterior, ni se desconoce, en lo esencial, aquella decisión.
En dicho precedente, este Tribunal estableció que, a falta de convención, pueden existir foros concurrentes,
entre los que, en el caso, se encontraba el de los jueces argentinos. Pero ello no importó -sino todo lo contrario-
exclusión de otros. En efecto, al expedirse en esa oportunidad el Tribunal señaló que la cuestión debía dirimirse
sobre la base de normas de jurisdicción internacional en materia contractual de fuente interna, a saber, los arts.
1215 y 1216 del Cód. Civil, que abren la jurisdicción de los jueces argentinos cuando el domicilio o residencia
del deudor estuviere en la República Argentina, o, concurrentemente, cuando el contrato de que se trate deba
tener su cumplimiento en ella. Agregó la Corte en ese pronunciamiento que se justificaba en el caso la apertura
de la jurisdicción internacional de los jueces argentinos a fin de dar certeza a una pluralidad de foros
concurrentes y asegurar, de ese modo, el derecho de las partes a acceder a la justicia en ausencia de una solución
convencional específica. La solución se fundó en el art. 1215 del Cód. Civil habida cuenta del lugar debido de
cumplimiento de obligaciones del mandatario (Fallos: 321: 2894, considerando 4°).
12) Que es entonces diáfano que esta Corte no declaró la jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos. En
tales condiciones, ese pronunciamiento no obsta a la ejecutoriedad de la sentencia extranjera, máxime cuando
no se alega ni se prueba la violación de las reglas contenidas en los arts. 517 y 518 del Cód. Procesal Civil y
Comercial de la Nación. Ello es así, por cuanto los agravios enderezados a sustentar la procedencia de la
pretensión de nulidad de la sentencia que hizo lugar al exequátur se apoyan, exclusivamente, en los efectos del
equívoco alcance que la apelante atribuye al anterior pronunciamiento de este Tribunal (Fallos: 325:840,
disidencia del juez Antonio Boggiano).
13) Que por otra parte, la recurrente no justifica que la omisión de vista al fiscal haya producido un
menoscabo a su derecho de defensa. Sobre el particular, cabe poner de relieve que uno de los principios
sustanciales en la materia sub examine es el de transcendencia, que se concreta en la antiquísima regla "pas de
nullité sans grief", consagrado por el art. 172 del Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación (Fallos:
310:1880; 312:2217; 318:1798; 323:3319 y 325:840, disidencia del juez Antonio Boggiano).
Por ello, habiendo dictaminado el Procurador General, se declaran inadmisibles el recurso extraordinario y
la queja, con costas (art. 68, Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación). - Enrique S. Petracchi (en

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disidencia). - Augusto C. Belluscio (en disidencia). - Carlos S. Fayt (según su voto). - Juan C. Maqueda (en
disidencia). - E. Raúl Zaffaroni. - Elena I. Highton de Nolasco. - Ricardo L. Lorenzetti. - Carmen M. Argibay
(según su voto).
Voto del doctor Fayt:
Considerando: 1°) Que contra la sentencia de la sala B de la Cámara Comercial que al confirmar la sentencia
de primera instancia, rechazó el planteo de nulidad articulado contra la decisión que había admitido el exequátur
de la sentencia dictada en los Estados Unidos de Norteamérica, Exportadora Buenos Aires S.A. interpuso el
recurso extraordinario de fs. 2214/2222, que fue concedido por la Cámara en cuanto los agravios concernían al
reproche del desconocimiento de pautas establecidas por esta Corte al admitir el recurso que dio lugar al caso de
Fallos: 321:2894 y denegado en cuanto a la arbitrariedad, lo que dio lugar a la interposición de la queja
H.94.XXXVI agregada por cuerda.
2°) Que para así decir, el a quo juzgó que el planteo de nulidad fue introducido en la causa
extemporáneamente sin que, por otra parte, correspondiera admitirlo como acción autónoma. Añadió que la
posibilidad de impugnar una sentencia con autoridad de cosa juzgada era excepcional y que ello requería la
existencia de un vicio no meramente formal, sino un defecto de naturaleza sustancial, que no halló configurado.
Asimismo estimó inadecuada la vía incidental escogida y destacó que la sentencia de exequátur se hallaba firme
y no se encontraba sujeta a condición alguna. Por último, señaló que la sentencia dictada por esta Corte en
Fallos: 321:2894 -que admitió la competencia de los jueces argentinos- no provocaba la nulidad de la sentencia
de exequátur obtenida en un proceso que no fue cuestionado oportunamente por la recurrente.
3°) Que, con arreglo a lo previsto en el art. 14 de la ley 48, siempre que esté en tela de juicio la inteligencia
de pronunciamientos del Tribunal en los que el recurrente funde el derecho que estima asistirle, se configura una
hipótesis que hace formalmente viable el recurso extraordinario (Fallos: 189:205; 233:32; 245:533; 253:118;
298:584; 310:746, 1129, 1769, 2100 y 2184; 325:3389, entre muchos otros). La procedencia sustancial del
recurso en tales supuestos está sujeta a que el fallo impugnado debe consagrar un inequívoco apartamiento de lo
dispuesto por el Tribunal en la causa y desconocer, en lo esencial, aquella decisión (Fallos: 306:1698; 307:483,
y 2124; 308:215 y 1104; 310:746; 321:2114, entre muchos otros).
4°) Que la posible contradicción entre el fallo de la Corte y el recurrido por vía del recurso extraordinario
requiere, no obstante, que en ambos hayan sido dictados en la misma causa (Fallos: 189:205; 244:258; 253:118;
297:149; 298: 584; 306:1452; 307:1745 y 2124; 308:1575 y 2561; 311:1333; 316:35, 180 y 2525; 317:95, 142 y
1038; 318:1865; 319:1651; 320:425 y 650; 321:1638, 2114 y 2823; 323:3068; 324:3322 y 3411 y 325:3389),
circunstancia que en la especie no se configura.
5°) Que, en efecto, Exportadora Buenos Aires S.A. promovió -por ante la justicia nacional en lo comercial-
demanda contra Holiday Inns Inc. por incumplimiento contractual. La demandada opuso excepción de
incompetencia de jurisdicción, que fue admitida en ambas instancias.
Contra esa decisión la allí actora interpuso recurso extraordinario. Este Tribunal, con fecha 20 de octubre de
1998, hizo lugar a la queja y dejó sin efecto la sentencia apelada por considerar que los arts. 1215 y 1216 del
Cód. Civil habilitaban la jurisdicción argentina cuando el domicilio o residencia del deudor estuviera aquí
situado o el contrato de que se tratara debiera ser cumplido en la República, aclarando expresamente que "...
como regla general, cuando se trata de normas de jurisdicción internacional en materia contractual, esa voluntad
consiste en dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes, a fin de asegurar el derecho de las partes a
acceder a la justicia" (Fallos: 321:2894).
6°) Que en el presente recurso se cuestiona la compatibilidad entre ese fallo que confirmó la competencia de
los jueces argentinos en aquella causa y la decisión que al rechazar la nulidad de la sentencia que admitió el
exequátur, referido en el consid.o 2° de la presente. Por tanto, no se cumple el requisito aludido en el
considerando cuarto de la presente.
7°) Que, por otra parte, el fallo impugnado no consagra un inequívoco apartamiento de lo dispuesto por este
Tribunal en su fallo anterior, ni se desconoce, en lo esencial, aquella decisión.
La decisión anterior de esta Corte estableció que, a falta de convención, pueden existir foros concurrentes,
entre los que en el caso, se encontraba el de los jueces argentinos. Pero ello no importó -sino todo lo contrario-
exclusión de otros. En efecto, al expedirse en esa oportunidad el Tribunal señaló que la cuestión debía dirimirse
sobre la base de normas de jurisdicción internacional en materia contractual de fuente interna, a saber, los arts.
1215 y 1216 del Cód. Civil, que abren la jurisdicción de los jueces argentinos cuando el domicilio o residencia
del deudor estuviere en la República Argentina, o, concurrentemente, cuando el contrato de que se trate deba

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tener su cumplimiento en ella. Agregó la Corte en ese pronunciamiento que se justificaba en el caso de la
apertura de la jurisdicción internacional de los jueces argentinos a fin de dar certeza a una pluralidad de foros
concurrentes y asegurar, de ese modo, el derecho de las partes a acceder a la justicia en ausencia de una solución
convencional específica. La solución se fundó en el art. 1215 del Cód. Civil habida cuenta del lugar debido de
cumplimiento de obligaciones del mandatorio (Fallos: 321: 2894, consid. 4°).
8°) Que en tales condiciones, no existe inequívoco apartamiento en la decisión en esta Corte en la medida en
que ese pronunciamiento -que no declaró la jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos- no obsta a la
ejecutoriedad de la sentencia extranjera.
Por ello, habiendo dictaminado el Procurador General, se declara inadmisible el recurso extraordinario con
costas (art. 68, Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación) y se desestima la queja. - Carlos S. Fayt.
Voto de la doctora Argibay:
1°) Exportadora Buenos Aires S.A. promovió -ante la justicia nacional en lo comercial- demanda contra
Holiday Inns Inc. por incumplimiento contractual. La demandada opuso la excepción de incompetencia de
jurisdicción, que fue admitida en ambas instancias.
Contra esa decisión, la allí actora interpuso recurso extraordinario. Este Tribunal, con fecha 20 de octubre de
1998, hizo lugar a la queja y dejó sin efecto la sentencia apelada. Consideró que los artículos 1215 y 1216 del
Cód.Civil habilitaban la jurisdicción argentina cuando el domicilio o residencia del deudor estuviera aquí
situado o el contrato de que se tratara debiera ser cumplido en la República, aclaró expresamente que "... como
regla general, cuando se trata de normas de jurisdicción internacional en materia contractual, esa voluntad
consiste en dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes, a fin de asegurar el derecho de las partes a
acceder a la justicia" (Fallos: 321:2894).
2°) Mientras se encontraba a resolución la queja que dio lugar a la decisión reseñada en el considerando
anterior, Holiday Inns promovió en diciembre de 1996 ante el Jugado Nacional de Primera Instancia en lo
Comercial n° 3 la ejecución de una sentencia dictada por un tribunal de los Estados Unidos que había
condenado a Exportadora Buenos Aires S.A. Inicialmente, el juez de primera instancia suspendió el trámite del
proceso (fs. 1969/1971) mientras estuviera pendiente la queja promovida ante esta Corte Suprema de Justicia de
la Nación. La Cámara Comercial revocó esa decisión (fs. 1999). Por remisión a los fundamentos del fiscal,
entendió que "la pendencia de la queja no obsta al conocimiento de la admisibilidad del exequátur, porque dicho
recurso carece de efectos suspensivos", y que "mientras el Supremo Tribunal no haga lugar a la queja no se
suspende el procedimiento (art. 285, C. Proc)". El juez de primera instancia dictó sentencia e hizo lugar al
exequátur (fs. 2010/2013). Tras obtener el aludido exequátur, Holiday Inns lo invocó en sustento de la
excepción de cosa juzgada que opuso en el juicio que le había iniciado Exportadora Buenos Aires S.A. ante la
justicia comercial argentina.
3°) Llegados a este punto, EBASA S.A. promovió una acción autónoma de nulidad contra la sentencia que
había hecho lugar al exequátur (fs. 2050/7). Sostuvo que la decisión de Fallos: 321:2894 dejaba sin sustento la
decisión judicial que había admitido el exequatur.
La sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, al confirmar la decisión de primera
instancia, rechazó el planteo de nulidad. Sustancialmente señaló que el pronunciamiento dictado por esta Corte
en Fallos: 321:2894 -que admitió la competencia de los jueces argentinos- no provocaba la nulidad del
exequátur obtenido en un proceso que no fue cuestionado oportunamente por la recurrente.
4°) Contra esta decisión, Exportadora Buenos Aires S.A. interpuso el recurso extraordinario de fs.
2214/2222 que fue concedido en cuanto los agravios concernían al desconocimiento de las pautas establecidas
por esta Corte en Fallos: 321:2894 y denegado en cuanto a la arbitrariedad. Ello dio lugar a la interposición de
la queja H.94.XXXVI, que corre agregada por cuerda.
5°) En el remedio federal la recurrente sostiene que el tribunal de alzada ha desconocido el fallo de esta
Corte que admitiera la competencia de los jueces argentinos al declarar la validez de una sentencia dictada en
ajena jurisdicción. Considera que el exequátur se pudo dictar porque la queja, entonces pendiente, carecía de
efectos suspensivos. Pero sostiene que la admisión posterior de la queja trajo aparejada la invalidez de todos los
actos dictados en consecuencia, entre los que se encuentra, a su juicio, el aludido exequatur.
6°) La procedencia sustancial de este recurso, en tanto se alega desconocimiento de lo decidido por este
Tribunal en un anterior pronunciamiento, está sujeta a que el fallo que se impugna consagre un inequívoco
apartamiento de lo dispuesto en ese fallo y que, en lo esencial, desconozca aquella decisión (Fallos: 306:1698;

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307:483 y 2121; 308:215 y 1104: 310:746; 321:2114, entre muchos otros). Además se exige que ambos fallos
hayan sido dictados en la misma causa (Fallos: 189:205; 244:258; 253:118; 297:149; 298:584; 306:1452;
307:1745 y 2124; 308:1575 y 2561; 311:1333; 316:35, 180 y 2525; 317:95, 142 y 1038; 318:1865; 319:1651;
320:425 y 650; 321:1638, 2114 y 2823; 323:1068; 324:3322 y 3411 y 325: 3389). Ninguna de estas
circunstancias se configuran en este caso.
7°) Como se observa, la única cuestión federal traída a conocimiento de este Tribunal es la compatibilidad
entre la decisión de Fallos: 321:2894 que confirmó la competencia de los jueces argentinos en la demanda
entablada por Ebasa S.A. contra Holiday Inns Inc. por incumplimiento contractual y, la decisión del tribunal de
alzada que, en otro proceso, rechazó la nulidad de la sentencia que admitió el exequátur descrito en el
considerando 3°. Es decir, no se cumple con el requisito señalado de que las dos decisiones tienen que haber
sido dictadas en la misma causa.
Tampoco el fallo impugnado consagra un inequívoco apartamiento de lo dispuesto por este Tribunal en su
fallo anterior, ni desconoce, en lo esencial, aquella decisión. En efecto, allí la Corte otorgó jurisdicción a los
jueces argentinos sobre la base de la existencia, a falta de una convención específica, de foros concurrentes. Ello
no importó la exclusión de otros. Señaló que la cuestión debía dirimirse sobre la base de normas de jurisdicción
internacional en materia contractual de fuente interna, a saber, los artículos 1215 y 1216 del Cód.Civil, que
abren la jurisdicción de los jueces argentinos cuando el domicilio o residencia del deudor estuviere en la
República Argentina, o, concurrentemente, cuando el contrato de que se trate deba tener su cumplimiento en
ella. Sostuvo que se justificaba en el caso la apertura de la jurisdicción internacional de los jueces argentinos a
fin de dar certeza a una pluralidad de foros concurrentes y asegurar, de ese modo, el derecho de las partes a
acceder a la justicia en ausencia de una solución convencional específica. La solución se fundó en el art. 1215
del Cód.Civil en función del lugar debido de cumplimiento de las obligaciones del mandatario (Fallos:
321:2894, considerando 4°).
No existe, entonces, un inequívoco apartamiento de la decisión adoptada por esta Corte en la medida en que
ese pronunciamiento, al no declarar la jurisdicción exclusiva de los jueces argentinos, no obsta a la
ejecutoriedad de la sentencia extranjera.
Por ello, habiendo dictaminado el Procurador General, voto por declarar inadmisible el recurso
extraordinario con costas (art. 68, Cód.Procesal Civil y Comercial de la Nación) y desestimar la queja.
Disidencia de los doctores Petracchi, Belluscio y Maqueda:
Considerando: Que esta Corte comparte y hace suyos los fundamentos expuestos por el Procurador General
de la Nación en el dictamen que antecede, a cuyas consideraciones corresponde remitir en razón de brevedad.
Por ello, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la sentencia apelada. Con costas
(art. 68, Cód. Procesal Civil y Comercial de la Nación). - Enrique S. Petracchi. - Augusto C. Belluscio. - Juan C.
Maqueda.

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