Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Fecha: 12/3/2017
Inteligencia emocional
Del latín inteligencia, la noción de inteligencia está vinculada a la capacidad para
escoger las mejores opciones en la búsqueda de una solución. Es posible distinguir
entre diversos tipos de inteligencia, según las habilidades que entran en juego. En
cualquier caso, la inteligencia aparece relacionada con la capacidad de entender y
elaborar información para usarla de manera adecuada.
Saben posponer las recompensas: son personas que saben llevar a cabo un esfuerzo a
pesar de que los resultados que buscan tras el mismo aparezcan más tarde o a veces
sean inciertos (por ejemplo estudiar una carrera, presentar proyectos, preparar una
oposición, plantar un jardín, etcétera).
Controlan sus estados emocionales: sienten emociones como todos, pero saben
regularlas para que no les causen problemas (por ejemplo cuando se enfadan saben
dejar de estar enfadados en lugar de enfrentar conflictos).
De este modo, resulta ciertamente paradójico que las habilidades “blandas” tengan
una importancia decisiva en el éxito profesional en los dominios más duros.
A la hora de tomar una decisión, “el primer paso es siempre muy consciente,
deliberado y analítico, pero no debemos desdeñar el aspecto emocional porque ambos
son igualmente importantes. Es lo que se denomina corazonada, intuición.
El psicólogo Daniel Goleman, creador del concepto de inteligencia emocional, cree que
"el aprendizaje social emocional encaja perfectamente en la educación".
La inteligencia emocional "prepara a sus estudiantes para la vida real y hace de ellos
mejores personas. Representa la educación por excelencia" explica.
— Comunicarse bien. Cuando nos dominan las emociones perdemos la capacidad para
atender al mensaje. Lo único que recordaremos después serán los sentimientos de
odio, traición o mala intención de la persona con la que nos comunicamos en una
situación con escaso uso de la inteligencia emocional. O bien recordaremos la culpa, la
vergüenza o el arrepentimiento por aquello que dijimos dejándonos llevar por nuestras
reacciones desproporcionadas.
Así, las cinco habilidades que podemos mejorar para incrementar nuestra inteligencia
emocional son: el autocontrol, el reconocimiento de las emociones ajenas, la
capacidad de tolerar las propias emociones, la autoestima y la asertividad.