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TERRORISMO INTERNACIONAL.

1. Su violencia indiscriminada: extiende sus efectos a la totalidad de la población.


2. Su imprevisibilidad: actúa con sorpresa infundiendo terror.
3. Su inmoralidad produce sufrimiento innecesario: golpean las áreas más vulnerables.
4. Es indirecto: desvía la mirada de la población a un punto, que no es el blanco que se
proponen.
5. El escape de la religión y en alguna medida del nacionalismo y sus conceptos básicos,
producto de la Globalización que desconoce fronteras.
6. El auge de la toma de rehenes y escudos humanos. Por ejemplo: Los serbios de Bosnia
tomaron de rehenes a cascos azules de Naciones Unidas, para evitar el bombardeo de la
O.T.A.N.
7. El Terrorismo por cuenta propia que tiene como blanco a la población civil.
8. Participación creciente de militares, ex – militares, y miembros de los servicios de
inteligencia.

Diversos motivos inspiran a los terroristas. Los estudiantes del terrorismo los clasifican en tres
categorías: racional, psicológico, y cultural. Un terrorista puede ser formado por combinaciones de
éstos.

El terrorista racional piensa con sus metas y opciones, haciendo un análisis de costes y beneficios.
Él intenta determinarse si hay maneras menos costosas y más eficaces de alcanzar su objetivo que
terrorismo. Para evaluar el riesgo, él pesa las capacidades defensivas de la blanco contra sus
propias capacidades para atacar. Él mide las capacidades de su grupo para sostener el esfuerzo. La
pregunta esencial es si el terrorismo trabajará para el propósito deseado, dado condiciones
sociales en ese entonces. El análisis racional del terrorista es similaral de un comandante militar o
de un empresario de negocio que considera líneas de conducta disponibles.

La historia reciente ofrece ejemplos de varios grupos que tenían perspectivas al parecer buenas del
éxito que pagó el precio de la reacción al terrorismo. En los años 70s, el Tupamaros en Uruguay y el
ERP (ejército revolucionario de la gente) y Montoneros en la Argentina provocaron una reacción
popular hostil al terrorismo. Empujaron a las sociedades más allá de su umbral de la tolerancia y
fueron destruidos consecuentemente. Igual es verdad de varios grupos que funcionan en Turquía
en último los años 70 y, posiblemente, varias familias de Mafiosi en Italia en los años 90.

Motivación Racional.

La motivación psicológica para el terrorismo deriva del descontento personal del terrorista con su
vida y las realizaciones. Él encuentra su razón en la acción dedicada del terrorista. Aunque no se
encuentra ninguna sicopatía clara entre terroristas, hay un elemento casi universal en ellos que
puedan ser descritos como " los terroristas verdaderos ." Incluso no consideren que pueden ser
incorrectos y que otros visión puede tener cierto mérito. Los terroristas tienden para proyectar sus
propias motivaciones antisociales sobre otras, el crear polarizado " nosotros contra ellos "
perspectiva. Atribuyen solamente motivos malvados a cualquier persona exterior su propio grupo.
Esto permite a los terroristas deshumanizar a sus víctimas y quitar cualquier sentido de la
ambigüedad de sus mentes. La claridad que resulta del propósito suprime a las que anhelen
violencia para relevar su cólera constante.
La otra característica común del terrorista psicológicamente motivado es la necesidad pronunciada
de pertenecer a un grupo. Con algunos terroristas, la aceptación del grupo es un motivador más
fuerte que los objetivos políticos indicados de la organización. Tales individuos definen su estatus
social por la aceptación del grupo.

Los grupos del terrorista con motivaciones internas fuertes encuentran necesario para alinear la
existencia del grupo continuamente. Como mínimo, debe cometer actos violentos para mantener
autoestima del grupo y legitimidad. Así, los terroristas realizan a veces los ataques que son
objetivos no productivos o aún ineficaces a su meta anunciada.

Otro resultado de la motivación psicológica es la intensidad de la dinámica del grupo entre


terroristas. Tienden para exigir unanimidad y para ser intolerante de la disensión. Con el enemigo
claramente identificado e inequívoco mal, la presión de extender la frecuencia y la intensidad de
operaciones está siempre presente. La necesidad de pertenecer al grupo desalienta dimisiones, y
el miedo del compromiso rechaza su aceptación. Se rechaza el compromiso, y los grupos del
terrorista se inclinan hacia posiciones del maximalista. Esto puede explicar porqué los grupos del
terrorista son propensos a fracturar y porqué las astillas son con frecuencia más violentas que su
grupo del padre.

Motivación Cultural.

Las culturas forman valores y motivan a gente a las acciones que se parecen desrazonables a los
observadores no nativos. Los americanos son renuentes apreciar el efecto intenso de la cultura en
comportamiento. Validamos el mito que el comportamiento racional dirige todas las acciones
humanas. Aunque el comportamiento irracional ocurre en nuestra propia tradición, intentamos
explicarla por otros medios. Rechazamos como increíble las cosas tales como el comportamiento
de uno mismo-destructivo del grupo cuando los observamos en otros. Opinión con incredulidad las
cosas tales como la disolución de un estado viable para el motivo de la pureza étnica cuando los
militares que resultan son económicamente anémicos.

CONSECUENCIAS DEL TERRORISMO

Consecuencias I: Muerte, terror, inseguridad, incertidumbre, desolación, desamparo, barbarie,


pánico, consternación, desconcierto, desorganización, ríos de sangre, etc.

Consecuencias II: Venganzas, represalias, desquites, revanchas, amenazas, intimidaciones, peligros


y más peligros... más ríos de sangre...

Consecuencias III: Galimatías, confusión, anarquía, incongruencia, incoherencias, desgobierno...


caos y más caos...

Si deducimos por las consecuencias -tomemos de "Consecuencias I" el primer término: Muerte-,
también deberíamos advertir de las miles de personas que se están muriendo a diario
mundialmente por los daños "Colaterales No Naturales".

Que entendemos por daños "Colaterales No Naturales":


A todas las acciones colindantes, adyacentes o secundarias que afectan en forma negativa sobre
las personas, en carácter individual o colectivo, que por el grado de gravidez, producen la muerte
de las mismas. Ejemplos de ello son: Las hambrunas; las grandes epidemias o pandemias de
enfermedades que pueden erradicarse; los graves accidentes antropogénicos; los asesinatos en
masa por motivos políticos, étnicos o religiosos; el uso de armamento de destrucción masiva sobre
poblaciones civiles, etc.

Si nos detenemos en analizar estos últimos ejemplos, encontraremos la dicotomía que existe en
algunos gobiernos: Los discursos donde levantan la bandera de "antiterroristas" y con la realidad
de sus acciones (o inacciones).

Hambrunas: Millones de toneladas de variados alimentos son desechados o destruidos (muchas


veces contaminando el ambiente), simplemente, para poder mantener "un valor de mercado". Los
seguidores de ese tipo de política económica, opinan que los productos deben ser rentables en su
totalidad para ser puesto a la venta, caso contrario, no se justifica para nada, comercializarlos a
menor precio, y mucho menos... donarlos.

Las grandes epidemias o pandemias de enfermedades que pueden erradicarse: De la misma


manera que se erradicó la Viruela y casi la Poliomielitis, existen todavía muchas otras
enfermedades perfectamente erradicables, simplemente, realizando campañas sanitarias masivas
y especificas: Vacunación intensiva y simultánea de la población expuesta; campañas de
prevención de enfermedades endémicas emergentes o reemergentes de acuerdo a los criterios de
la OMS; el tratamiento de las aguas residuales (negras); la potabilización del agua para el consumo
humano y animal; el correcto tratamiento de los residuos domiciliarios (RSU), los industriales
(peligrosos), los hospitalarios humano y animal (patogénicos) y los resultantes de estudios o
investigación en laboratorios (patológicos), son algunas de ellas.

Los graves accidentes antropogénicos: La incorrecta producción, el almacenamiento o el traslado


de sustancias y/o elementos peligrosos como consecuencias de la desidia o inexperiencia, sumadas
al intento de economizar en factores de seguridad y prevención haciendo caso omiso de las
reglamentaciones vigentes. También es un factor de suma importancia, las malas decisiones o
negligencias de las autoridades que permiten el asentamiento de poblaciones de bajos recursos en
zonas de altos riesgos: Anegadizas (fluviales o marítimas), de alta o mediana actividades sísmicas
(volcánicas o de placas tectónicas), climáticas (en bases montañosas expuestas a los aludes de
nieve o deslizamientos de rocas y barro), muy cercanas a industrias o actividades peligrosas
(manufactureras químicas, recicladoras de desechos especiales, unidades o bases militares,
aeropuertos), entre otras.
Desarrollar la capacidad de los Estados para prevenir el terrorismo

74. Los terroristas explotan los puntos débiles de los países -tanto en desarrollo como
desarrollados- para financiar, organizar, equipar y adiestrar a los nuevos miembros, cometer sus
atentados y ocultarse para no ser detenidos. Así pues, la creación de capacidad en todos los
Estados debe ser la piedra angular de la lucha mundial contra el terrorismo. En otras partes del
presente informe se aborda una serie de iniciativas importantes en este sentido. La presente
sección se centra específicamente en determinar los medios prácticos mediante los cuales los
Estados pueden aumentar su capacidad para prevenir el terrorismo, así como los métodos
correspondientes mediante los cuales las Naciones Unidas pueden aprovechar sus ventajas
comparativas para ayudar a los Estados a lograrlo.

75. Las iniciativas regionales y subregionales han demostrado construir un valioso foro para
intercambiar la prácticas recomendadas y la experiencia adquirida con respecto a la creación de
capacidad, así como para facilitar las contribuciones regionales a la labor de la comunidad
internacional. Insto a los Estados que tienen dificultades similares a que colaboren entre sí para
mejorar su capacidad, aprovechando, en particular, las ventajas de la cooperación Sur-Sur.

76. En todos los ámbitos de la creación de capacidad, es fundamental que quienes


proporcionan asistencia trabajen juntos a fin de maximizar los efectos de la labor internacional
general. Los Estados también deberán poner de su parte para recibir asistencia y utilizarla para
introducir cambios reales en la aplicación de las medidas. Insto a todas las entidades a que hagan
un seguimiento adecuado de la asistencia que prestan, tal vez diseñando programas de
asesoramiento y orientación en este ámbito o mejorando los existentes.
Principales problemas éticos alrededor del mundo
Existencia de diversos sistemas culturales y morales

Comúnmente llamado el problema del relativismo cultural, hace mención a cómo los principios
éticos varían de una cultura a otra.

Uno de los principales problemas éticos existentes sea que no se tiene una única definición
respecto a qué es ético para cada cultura.

Así como algunas sociedades acostumbran a venerar múltiples dioses, practicar la poligamia y no
consumir algunos animales por ser considerados sagrados, las creencias occidentales por ejemplo,
poseen una perspectiva diferente de percibir el mundo.

Globalización de la pobreza

El avance de las nuevas tecnologías y la globalización han logrado conectar al mundo como nunca
antes, sin embargo, han acrecentado las desigualdades sociales y concentrado las riquezas en
manos de una pequeña parte de la población.

De ahí que mientras unos poseen niveles de calidad de vida elevados, otros aún sufren carencias
básicas como falta de agua potable, hambre y educación.

Hoy día la mitad de la población mundial, a saber unos 3 billones de personas aproximadamente,
viven con menos de 2,50$ al día, mientras que unos 22.000 niños mueren diariamente por
situaciones de pobreza extrema, tal y como señala el Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia.

Desigualdad en el acceso a la atención sanitaria

Como menciona la Organización Mundial de la Salud, todo ser humano debe tener derecho a
disfrutar del grado máximo de salud que se pueda lograr y contar con un ambiente que le permita
cuidar de sí mismo física y mentalmente.

De ahí que la desigualdad en el acceso a la atención medica sea visto como un problema ético de
gran magnitud.

De acuerdo con el Índice de Prosperidad Legatum los mejores sistemas sanitarios del mundo se
encuentran en Canadá, Qatar, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, Bélgica, Alemania, Israel, Hong
Kong, Suecia, Países Bajos, Japón, Suiza, Singapur y Luxemburgo.

¿Qué pasa con el resto? Sin duda alguna, falta equidad y justicia social.

Ausencia de libertades políticas

A pesar de que la democracia ha logrado imponerse como el mejor sistema de gobierno a nivel
mundial, hoy día son muchos los ciudadanos que carecen de libertad de expresión y de asociación,
seguridad y acceso a instituciones públicas de calidad.

De igual forma que numerosos gobiernos siguen llevando a cabo prácticas de corrupción sin
importar las graves consecuencias éticas y económicas que esto conlleva para sus ciudadanos.
El último caso de corrupción más reciente lo ha reflejado Brasil donde sobornos, lavado de dinero,
miles de personas sin empleo y protestas dan prueba de la creciente falta de ética existente en la
política.

No obstante, el Índice de Transparencia Internacional del año 2016 arrojó que únicamente
Dinamarca y Reino Unido, y Uruguay y Chile en Latinoamérica obtuvieron excelentes resultados.

Aumento del terrorismo y guerras

Atentar contra la vida de otras personas justificando hacerlo continúa siendo la premisa
fundamental de los grupos terroristas y algunos políticos, donde los primeros fundamentan sus
acciones en principios religiosos, y los segundos en la búsqueda de la seguridad global.

Sin embargo, cientos de miles de ciudadanos continúan siendo víctimas de dichas prácticas y
atentados. La constante pérdida de civiles se ha convertido en un grave problema ético en la
actualidad.

Permanencia de la crisis ecológica

Como señala Hutt (2016), las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en un 80%
desde los años setenta, al igual que las concentraciones de dichos gases en la atmósfera se
encuentran más altas hoy que nunca en la historia.

Esta crisis señala la gran falta de ética medioambiental que los ciudadanos poseen en la actualidad,
ya que todos los problemas que presenta el planeta hoy día como contaminación, calentamiento
global, lluvia ácida, deforestación y el efecto invernadero han sido ocasionados por el estilo de vida
mayoritario.

La crisis ecológica se encuentra más latente hoy que nunca, y una consciencia ética que busque
contribuir positivamente con el medio ambiente es necesaria.

Discriminación

Si bien es mucho lo que se ha logrado en materia de derechos humanos, aún el racismo, sexismo y
xenofobia siguen presentes en la sociedad.

El rechazo por motivos de raza, identidad o cultura, de igual forma la discriminación por la
preferencia de determinadas orientaciones sexuales, o el odio a los extranjeros, continúan siendo
problemas éticos importantes en la actualidad.

La crisis de refugiados en Europa representa un buen ejemplo de ello, donde el principio de


asistencia humanitaria se ha dejado a un lado y los principios éticos han quedado atrás
privilegiándose la únicamente la seguridad nacional.

Crueldad animal

Hoy día a pesar del largo camino que han recorrido las organizaciones protectoras de los derechos
de los animales es mucho lo que falta por hacer.

Cientos de animales son utilizados cada año para experimentos científicos, militares y sexuales
siendo la mayoría de los animales sacrificados o lesionados.
A pesar de que las campañas de cero crueldad animal han obtenido grandes logros, numerosas
empresas continúan utilizando animales indefensos en pruebas inhumanas.

La ética y el respeto a la vida de todo ser, aún constituye un problema ético que no todos ven con
gran relevancia.

Atentados contra la bioética

Si bien ya existe toda una rama de estudio que analiza la perspectiva ética y moral de la medicina y
la biología, la fecundación in vitro y la manipulación genética constituyen serios problemas éticos
de la actualidad.

La búsqueda del ser humano perfecto y la alteración de sus genes con el objetivo de mejorar la
especie humana modificando el patrimonio genético de un ser vivo, ha sido visto como un crimen
contra la dignidad humana.

Igualmente temas como el aborto, control de la natalidad o el derecho a la eutanasia constituyen


grandes dilemas éticos que conforme avanza la ciencia más son cuestionados.

Creciente uso de la inteligencia artificial

La tecnología ha logrado abrir nuevos horizontes, de igual forma que ha conectado a miles de
personas rompiendo las barreras fronterizas del espacio.

Sin embargo, se está observando cada vez más el uso de la robótica y la incorporación de máquinas
en las industrias y empresas con el propósito de efectivizar la producción, un hecho que está
generando pérdidas de empleo y de capital humano valioso.

El creciente uso de la inteligencia artificial es visto como un gran problema ético ya que el ser
humano ha pasado a un segundo plano y se perderán millones de empleos.
Guerras y sus fines
Siria

El conflicto. La guerra civil en Siria, que ha entrado ya en su cuarto año, tiene su origen en las
protestas contra el régimen del presidente Bachar al Asad que, con el trasfondo de la llamada
'Primavera árabe', se iniciaron en marzo de 2011. El Gobierno reprimió con dureza a los
manifestantes y lo que había empezado como una protesta pacífica se acabó convirtiendo en una
rebelión armada. Los grupos de la oposición, que se han ido formando a lo largo del conflicto,
abarcan desde rebeldes de ideología más moderada hasta militantes islámicos extremistas, e
incluyen, principalmente, al Ejército Libre Sirio y al Frente Islámico, respectivamente. Operan,
también, muchos grupos fuera de control, y en la parte este del país se han ido haciendo fuertes
los yihadistas del denominado ahora Estado Islámico. Hasta el momento, y más allá de autorizar la
destrucción de armas químicas en Siria, la comunidad internacional no ha intervenido
directamente. El régimen de Asad cuenta con el apoyo de Rusia e Irán, mientras que EE UU,
Turquía, Arabia Saudí y Catar transfieren armas a los rebeldes. En general, los países occidentales
respaldan a la oposición moderada siria.

Qué está pasando ahora. El 7 de mayo, la ciudad de Homs, uno de los bastiones rebeldes, fue
entregada a las tropas gubernamentales bajo una tregua, tras cerca de tres años de brutal asedio
gubernamental. El 3 de junio se celebraron elecciones presidenciales en las regiones controladas
por el Gobierno. Asad ganó los comicios con el 88,7% de los votos, entre denuncias de fraude y de
"farsa" por parte de la oposición. El 14 de junio, las fuerzas gubernamentales se hicieron con el
control del pueblo fronterizo de Kasab, recapturando así todos los territorios perdidos previamente
en la ofensiva rebelde de Latakia. Por su parte, los rebeldes capturaron Tall al-Gomo, cerca de
Nawa, en la Gobernación de Daraa, y volvieron a entrar en la región de Qalamun. Durante su
ofensiva en Irak, los yihadistas del EIIL se apoderaron de armas pesadas y equipo del ejercito
iraquí, que han empezado a trasladar a Siria. Actualmente, el Gobierno sirio controla entre el 30%
y el 40% del territorio del país, y al 60% de la población.

Las víctimas. La guerra civil en Siria ha dejado hasta el momento más de 150.000 muertos, de los
cuales 51.212 son víctimas civiles. El número de refugiados supera ya los tres millones. Ciudades
enteras están completamente devastadas y el daño causado al patrimonio histórico y cultural es
inmenso. El 40% de la población vive en una situación de crisis. Se han usado armas químicas en
repetidas ocasiones, y ambos bandos han sido acusados desde diversas organizaciones y gobiernos
de cometer crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos. Se trata del
conflicto más brutal de los surgidos a raíz de la 'Primavera árabe', y de una de las peores guerras
del siglo XXI

Yemen

El conflicto. En Yemen se superponen actualmente cuatro conflictos: el que enfrenta al Gobierno


con la guerrilla huthi en el norte del país; las revueltas en la región de Adén, motivadas por el
escaso desarrollo del antiguo Yemen del Sur; las protestas cívicas de la 'Primavera árabe' (que, tras
la firma de un acuerdo, forzaron la salida del presidente Alí Abdullah Saleh, después de 33 años en
el poder), y la presencia de los grupos armados yihadistas asociados a Al Qaeda. Uno de estos
grupos, Ansar al Sharía tomó a mediados de 2011 el control de una parte del sur del país, y llegó a
declarar la instauración de un emirato islámico en la provincia petrolera de Shabua. Restablecida la
estabilidad gubernamental en el país tras la crisis provocada por la salida de Saleh, desde febrero
de 2012 el nuevo gobierno redobló su ofensiva contra las bases de Al Qaeda, causando centenares
de muertos en el sur, a la vez que se produjo un incremento en la actividad terrorista de este
grupo. Yemen es, después de Pakistán, el país donde EE UU realiza más ataques con drones
(aparatos aéreos teledirigidos, no tripulados).

Qué está pasando ahora. Esta semana se han recrudecido los enfrentamientos entre rebeldes
chiíes y miembros de tribus islamistas del norte del país. Los rebeldes huthi, pertenecientes a una
secta chií, han estado combatiendo contra rivales suníes islamistas de una de las tribus más
grandes de Yemen (respaldada por una unidad local del ejército), en la provincia de Jouf.

Las víctimas. Durante los 10 meses de 2011 que duraron las protestas contra Saleh hubo al menos
746 muertos en enfrentamientos entre leales al presidente y fuerzas de seguridad y los opositores.
Por otra parte, en las ciudades bajo control de Al Qaeda se ha impuesto un interpretación estricta
de la ley islámica, con detenciones arbitrarias y ejecuciones, lo que ha provocado grandes
desplazamientos de población civil. Cientos de personas han muerto en atentados terroristas: los
más graves: el 21 de mayo de 2012 en la capital, Saná (83 muertos), el 4 de agosto en Abyan (33
muertos), y el 5 de diciembre de 2013 de nuevo en Saná (68 muertos). Los combates en el norte,
entre tanto, han dejado más de un centenar de muertos solo en este mes de julio.

Consecuencias de una guerra

Las muertes producidas por la guerra constituyen tan sólo una parte de sus consecuencias; las
víctimas, el número de muertos; es decir, el costo del conflicto en vidas humanas es alto, sobre
todo en lo que se refiere a pérdidas de vidas civiles.

La destrucción y desaparición de ciudades y pueblos así como daños económicos impresionantes.


En primer lugar, durante el enfrentamiento los gobiernos controlan la economía y la industria se
reconvierte hacia fines militares, de hacer coches, por ejemplo, se pasa a hacer cañones, aviones
de guerra, misiles, etc., Pues bien, la reconversión nuevamente a una industria de paz, al finalizar el
conflicto, conlleva una reestructuración de la industria que normalmente hace que las que no son
rentables quiebren y por tanto cierren, las que son rentables y logran readaptarse a la nueva
situación tampoco estarán exentas de problemas debido a la situación de crisis inmediata. Para
mantener el esfuerzo bélico no se ha dudado durante la guerra en pedir dinero en el exterior y si la
guerra continúa la deuda puede llegar a ser inasumible. Es una obviedad, durante la guerra se han
destruido muchas infraestructuras y las fábricas e industrias se han convertido en objetivos bélicos,
quedando muchas de ellas destruidas.

En la agricultura muchos campos han permanecido sin cultivar por la ausencia de hombres, por la
proximidad al frente, por otra parte ante las carencias de recursos y ante una economía
desarticulada y los factores citados anteriormente, se suele producir una inflación constante y una
devaluación de las monedas que dejan los escasos ahorros reducidos a cero.
Para llegar al nivel de producción de antes de la guerra deben pasar años. La guerra ha
contaminado mucho el aire, el mar y la tierra.

Las organizaciones internacionales han advertido que los productos químicos y el polvo de los
edificios destruidos durante un ataque aéreo provocan una gran contaminación del aire y la tierra.
La combinación de vapores tóxicos que se esparcen y que la gente inhala ya está en sus cuerpos, es
una gran fuente de contaminación.

Los efectos globales de una guerra nuclear establecen un conjunto de hipotéticos escenarios
ambientales y humanitarios producidos por una guerra nuclear masiva, de gran escala, o los
escenarios ambientales consecuentes del uso limitado de armas nucleares en una guerra nuclear
limitada a un región geográfica del planeta.

Evitar conflictos y violencias

Hay una cultura maniquea, ampliamente extendida desde los tiempos más remotos, que nos lleva
sistemáticamente a anteponer "lo nuestro": nuestras ideas, nuestras tradiciones… y, muy
particularmente, nuestro beneficio material, sin tomar en consideración las consecuencias que
para los demás –y a la larga para nosotros mismos- pueden tener nuestras acciones. Y ello se
traduce en comportamientos agresivos, en violencia de uno u otro tipo (étnicas, culturales, de
género...) y pérdidas absurdas para toda la humanidad. El instinto de supervivencia quizás pueda
explicar el "nosotros o ellos" del pasado, pero hoy exige un cambio drástico: no es posible salvarse,
en la actual situación de emergencia planetaria, contra los otros sino con los otros. Todas las
formas de violencia están interconectadas entre sí… y con el resto de problemas a los que venimos
haciendo referencia: desde el hiperconsumo o la explosión demográfica a la contaminación y
degradación de los ecosistemas. Todos se potencian mutuamente y resulta iluso pretender resolver
aisladamente cuestiones como el terrorismo o las migraciones incontroladas. Los problemas son
globales y las soluciones habrán de serlo también.

La principal motivación para la creación de las Naciones Unidas, cuyos fundadores habían sufrido
la devastación de dos guerras mundiales, fue preservar a las generaciones venideras del flagelo de
la guerra. Desde su creación, con frecuencia se ha pedido ayuda a la ONU para que evite que las
disputas concluyan en guerra, ayude a restaurar la paz cuando ya han estallado los conflictos
armados o promueva la paz duradera en sociedades que salen de una guerra.

Epidemia y pandemia: las más destacadas de los últimos tiempos


Todos hemos oído hablar de la epidemia de la gripe aviar o de otras enfermedades que se
propagan convirtiéndose en una epidemia o una pandemia. Pero ¿conoces la diferencia entre
epidemia y pandemia, y cuáles han sido las principales de los últimos tiempos?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pandemia es la propagación mundial de una
nueva enfermedad. Por ejemplo, se produce una pandemia en el momento en que aparece un
nuevo virus de la gripe y se extiende por el mundo porque casi nadie tiene defensas frente a él. Un
ejemplo de pandemia es la gripe aviar.
Por otro lado, según la Real Academia Española (RAE), una epidemia es una enfermedad que se
propaga durante algún tiempo por un país, afectando simultáneamente a gran número de
personas.

En ocasiones, los desastres naturales o los conflictos existentes en determinados países producen
desplazamientos que pueden ocasionar brotes de enfermedades que se extienden con gran
rapidez.

La gripe española

Fue una de las más mortíferas que han existido. En poco tiempo (entre 1918 y 1919) causó más de
40 millones de muertos. Se cree que el virus tuvo su origen en China y que se le llamó gripe
española porque España no censuraba la información sobre la gripe, al contrario de lo que hacían
otros países durante la I Guerra Mundial para no dar datos al enemigo sobre un posible
debilitamiento. En España fallecieron unas 300.000 personas.

La gripe aviar

En el año 2003 se manifestó una de las epidemias más mortíferas de los últimos tiempos: la
causada por el virus H5N1 (gripe aviar) y que afectó a poblaciones de aves de corral en numerosos
países de Asia, Oriente Medio, Europa y África. Más de 200 personas que estuvieron en contacto
con las aves infectadas fallecieron. Se sacrificaron unos 200 millones de pollos para detener la
propagación del virus.

Con el fin de evitar que se convirtiera en una pandemia al contagiarse al hombre, se decidió tomar
dos medidas esenciales:

Controlar el virus en animales como pollos y patos.

Organizar los recursos adecuados por si se producía una pandemia en seres humanos.

La enfermedad del Ébola

Esta enfermedad se descubrió en 1976 y su brote más grave se produjo entre los años 2014 y 2016
en África Occidental. Se trata de una enfermedad infecciosa que se contagia por el contacto con
órganos, sangre, secreciones y otros líquidos corporales de animales infectados (chimpancés,
gorilas, murciélagos y monos, entre otros).

Además, el virus se puede contagiar de una persona a otra por el contacto directo con sangre o
secreciones o por el contacto indirecto con materiales contaminados. Según los datos de la
Organización Mundial de la Salud es una enfermedad grave que en muchos casos puede producir
la muerte. Los brotes de esta enfermedad han tenido una tasa de letalidad del 50% en el último
brote y de hasta el 90% en brotes anteriores.

El virus del Zika

El virus del Zika se transmite a través de un mosquito llamado Aedes. Los primeros casos se
identificaron en macacos en Uganda durante el año 1974. El primer gran brote de esta enfermedad
se detectó en 2007 en la isla de Yap (Estados Federados de Micronesia). Posteriormente se ha
asociado este virus con el síndrome de Guillain-Barré y con la microcefalia.

Prevención

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tocado una campana de alerta con su último
informe. Aunque resulte, como lo han acogido las autoridades sanitarias españolas, algo alarmista,
advierte de la necesidad de impulsar medidas nacionales y de cooperación internacional para
evitar nuevas pandemias de las que sólo nos librará una "solidaridad mundial", pues ningún país se
puede ya defender por sí solo ante estas nuevas amenazas. En los últimos 40 años se han
identificado 39 nuevas enfermedades infecciosas, alimentarias o medioambientales, es decir, casi
una al año, incluido el sida o el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo).

Entre 2003 y 2006, la OMS registró y actuó en 685 brotes epidémicos en el mundo.

El aumento de la población y los crecientes y masivos desplazamientos de personas y bienes


vienen a multiplicar estos peligros y hace que se puedan expandir a una velocidad y con un alcance
mayores que nunca. El creciente uso de antibióticos por personas y animales menoscaba la
resistencia a la propagación de algunas de estas enfermedades. Si se suma, como hace la OMS, la
agricultura intensiva, la creciente y caótica urbanización -en 2007, por primera vez más personas
viven en ciudades que en el campo- y el hecho de que 2.100 personas se desplazaron el año
pasado en aviones, el aumento de la posibilidad de contagio es patente.

Quizá la alerta de los últimos años sobre la gripe aviar fuera exagerada, pero obligó a que los
Gobiernos tomarán cada uno, y conjuntamente, unas medidas de protección que probablemente
contribuyeron a mantener esta infección a raya. Han resurgido pandemias que parecían olvidadas,
como el cólera o la fiebre amarilla, o aparecido otras nuevas. No se debe bajar la guardia, aunque
los costes sean elevados. Un total de 29.000 millones de euros le supuso al Reino Unido entre 1990
y 1998 luchar contra la enfermedad de las vacas locas. Unos 50.000 millones de euros en gastos
brutos y pérdidas empresariales significaron para las economías asiáticas las repercusiones de los
brotes observados en 2003 de SRAS. Los países pobres no disponen de ese dinero, por lo que es
necesario reforzar la ayuda que se les suministra, aunque sólo sea por egoísmo de protección de
los países más ricos.

fenómeno de las pandillas?


Mucho se ha hablado en días recientes de cómo enfrentar el fenómeno de las pandillas en
Guatemala. Por lo general, el tema es abordado como un problema de seguridad ciudadana, pero
las pandillas también son producto de una situación social. En la medida en que no se atiendan las
causas de fondo que provocan que los jóvenes se involucren en las maras, no habrá forma de
acabar con ellas.
Guatemala es un país joven, pero vulnerable: dos de cada tres personas tiene menos de 29 años.
Sin embargo, muchos de estos carecen de oportunidades. En Guatemala hay casi un millón de
jóvenes entre 15 y 24 años que no tienen oportunidad de estudiar o trabajar.

Se estima que en en el país existen entre diez mil y quince mil pandilleros, aunque oficialmente
nunca se ha dado una cifra. Tampoco se conocen otras características, como sus relaciones con las
comunidades a las que pertenecen ni los factores de riesgo que enfrentan. Sin embargo, se
pretende diseñar estrategias para afrontarlas con ausencia de información importante, lo cual es
un error.

Actualmente hay 23,500 personas en las cárceles y menos de 1,500 pertenecen a pandillas. Aún
así, es el grupo de reclusos que más problemas genera. En requisas realizadas en los sectores
donde se encuentran, se han localizado objetos ilícitos que van desde teléfonos celulares con los
que coordinan delitos desde las prisiones, hasta armas de fuego.

El clamor ciudadano por reducir la delincuencia y abordar el fenómeno de las pandillas es legítimo.
La cuestión es: ¿cómo hacerlo? Nuestra propuesta es implementar programas de prevención y de
contención del delito.

Los programas de prevención del delito deben realizar intervenciones diferenciadas, según los
segmentos de la población que buscan impactar. En el primer nivel de atención se recomienda
realizar programas para reducir la deserción escolar y la desnutrición crónica, a fin de que los niños
tengan más oportunidades en el futuro.

En el segundo nivel de atención es necesario implementar programas de capacitación e inserción


laboral, acompañar a madres jóvenes desde el embarazo, e intervenciones en jóvenes en riesgo
debido a su entorno.

En el tercer nivel se requiere que los que ya han cometido delitos, puedan rehabilitarse. Para ello
es necesario mejorar el sistema penitenciario, separar a los reclusos según su perfil de peligrosidad
e implementar programas de rehabilitación en el centro de reclusión y pospenitenciaria.

Del lado de la contención del delito, se debe retomar el control de las cárceles aislando a los
perfiles de máxima seguridad para evitar que sigan delinquiendo desde las prisiones y fortalecer
las capacidades de inteligencia e investigación criminal en la Policía Nacional Civil.

En resumen, es necesario combatir a las pandillas y la delincuencia desde dos frentes: con acciones
para prevenir el delito y con estrategias efectivas para contenerlo.

El Ambiente Social

Aunque todos, o gran parte de los problemas sociales, podemos señalar que tienen origen en la
familia por ser esta la base de la sociedad o incluso siendo más radical con está posición se puede
desprender la hipótesis de que el origen de los problemas sociales esta en sus propios
protagonistas que al no saber conducir bien sus vidas se convierten en un problema no solo para
ellos mismos sino también para la sociedad que tiene que cargar, con lo que siendo coherentes con
esta hipótesis, serian inútiles sociales.
Desde luego que yo no comparto esta hipótesis, ni de la responsabilidad individual (pues es una
verdad a medias) porque el individuo existe en tanto como ser social y producto también de la
sociedad, ni de la responsabilidad familiar (la familia, con sus roles y costumbres es un productos
cultural, social y político) al referimos a un problema social ya no estamos haciendo referencia a la
situación de un hogar en particular sino a la relación de estos con el conjunto de hogares dentro de
un marco Político, Cultural y Económico.

La desintegración familiar y uno de sus consecuencias, las "Pandillas", deben ser tratados como
problemas sociales porque cuando los problemas entre esposos y/o hijos son cotidianos y
comunes al conjunto de hogares se transforman en problemas sociales no solo porque pongan en
peligro la integridad de la sociedad sino porque la solución escapa del ámbito exclusivamente de la
familia.

Contextualizando el problema

Las maras existen en Guatemala desde hace ya más de tres décadas. En ese lapso de tiempo
fueron evolucionando grandemente, y las primeras experiencias de los años 80 del siglo pasado,
cuando grupos de muchachos defendían a puño limpio sus territorios en las colonias populares, ya
no tienen nada que ver con su perfil actual.

Hoy por hoy, estos grupos juveniles pasaron a ser un enemigo público de proporciones gigantes. Y
justamente ahí viene la pregunta que motiva el presente texto: ¿son realmente las maras el
problema a vencer en nuestra empobrecida sociedad post guerra, o hay ahí ocultas agendas
mediático-políticas?

La insistente prédica de los medios masivos de comunicación ya desde hace años nos convenció
que la violencia (identificada sin más con delincuencia) nos tiene de rodillas. De esa cuenta, sin
análisis crítico de la cuestión, las maras se han venido presentando en forma creciente como uno
de los grandes problemas nacionales. Por cierto, eso está sobredimensionado. Una simple lectura
de los hechos indica que, en todo caso, el problema de fondo no son estos jóvenes en sí mismos
sino las causas por las que se convierten en transgresores. De hecho, nadie sabe a ciencia cierta
cuántos mareros hay. Llamativo, sin dudas. Las estimaciones van desde 3000 hasta 200,000. Si de
un problema de tal magnitud nacional se trata, ¿cómo sería posible que nadie tenga datos ciertos?

Efectivamente es cierto que, hoy por hoy, sus actos constituyen a veces demostraciones de la más
espantosa crueldad y falta de solidaridad: matan, violan, descuartizan a sus víctimas, extorsionan.
Ahora bien: ¿por qué se fue dando ese paso de grupo barrial juvenil a “demonio” temido,
problema de seguridad nacional, con valor casi de nueva plaga bíblica?

¿Cómo es posible que un número no determinado, siempre impreciso de jóvenes marginalizados,


subalimentados, con escasa o nula educación formal, provenientes de barriadas pobres, viviendo
siempre en situaciones de aguda carencia, de precariedad extrema, pobremente equipados en
términos comparativos con las fuerzas armadas regulares, sin ningún proyecto real de
transformación político-social, tengan en vilo a toda una sociedad? ¿No es posible, si se trata de un
problema de seguridad, que las fuerzas armadas oficiales den cuenta del fenómeno, que puedan
controlar esa expresión de violencia desbordada? Cuesta creer que un grupo de jóvenes rebeldes
constituya un problema tan serio.

Ello fue lo que motivó poner en marcha las preguntas que aquí compartimos, y que sin dudas
podrían generar una investigación mucho más exhaustiva, realizada con el rigor de un estudio de
ciencias sociales metodológicamente encarado.

Pero hay una intuición que complejiza las cosas: Guatemala aún está intentado salir –sin saberse
con exactitud cuánto tiempo durará eso– de un clima post bélico que pareciera tender a
perpetuarse. En concreto, hace ya cerca de dos décadas que se firmó formalmente la paz entre los
grupos militarmente enfrentados: el movimiento revolucionario armado y el ejército nacional. Sin
embargo el clima de militarización y de guerra continúa. Las maras se inscriben en esa lógica.

Ahora bien: distintos indicios (por ejemplo, esa transformación que han ido teniendo en el tiempo,
su papel hiperdimensionado en los medios de comunicación como nuevo demonio –lo que ayer
era el guerrillero, el “delincuente subversivo”, hoy lo es el marero: la afrenta a la sociedad
pacífica–, ciertas coincidencias llamativas en la esfera política) llevan a pensar que hay algo más
que un grupo de jóvenes transgresores.

Las maras, si bien tienen una lógica de funcionamiento propia, no son precisamente autónomas.
Responden a patrones que van más allá de sus integrantes, jóvenes cada vez más jóvenes, con
dudosa capacidad gerencial y estratégico-militar como para mantener en vilo a todo un país.
¿Están manejadas por otros actores? ¿Quién se beneficia de estos circuitos delincuenciales tan
violentos? ¿Cuántos mareros existen en el país? Si tanto dinero manejan ¿por qué los mareros
continúan viviendo en la marginalidad y la pobreza?

Viendo que todos esos datos faltan, la intuición llevó a pensar que allí debía haber algo más que
“jóvenes en conflicto con la ley penal”. Las piezas del rompecabezas están sueltas, y una
investigación rigurosa nos permitiría unirlas. Pero allí surgen los problemas.

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