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Siguiendo con los Conceptos de Economía, hoy vamos a hablar de un

término que se usa con bastante frecuencia y por tanto de vital


importancia en la cultura financiera: la amortización.

Curiosamente, el término tiene dos significados prácticamente


opuestos, dependiendo de si se usa sobre un activo o sobre un pasivo.
Cuando hablamos de amortización de un pasivo estamos hablando
de amortizar un préstamo o una hipoteca, por ejemplo, y es este
significado el que se usa más en el día a día. En cambio, cuando
hablamos de amortización de un activo normalmente hablamos de la
depreciación de un bien previamente adquirido. Vamos a comentar
más en detalle ambos tipos de amortización.

Amortización de pasivos

Cuando tenemos un préstamo o hipoteca, debemos un dinero (capital)


y dicho dinero hay que ir reintegrándolo en una serie de pagos. Cada
uno de esos pagos está compuesto por los intereses que hay que
hacer frente y por la parte de capital o principal que se cancela. El
acto de cancelar parte de capital que debemos es lo que se
denomina amortización.

Existen varios métodos de amortización de préstamos, y el más común


es el método francés, que ya hemos comentado alguna vez por estas
páginas. Otros métodos pueden ser de amortización fija, por lo que la
cuota es decreciente según vamos teniendo que pagar menos
intereses, o hay métodos sin amortización parcial, en los que sólo se
pagan intereses durante la vida del préstamo y al final se hace un
pago único por el que se amortiza todo el capital.
Amortización de activos

El término amortización para referirnos a activos es un término que se


suele usar más en entornos de contabilidad, y tiene que ver con la
depreciación de activos.

Imaginemos que una empresa decide renovar los muebles de sus


oficinas. La compra genera un gasto, y esto afecta a la cuenta de
resultados. Pero dichos muebles pueden durar unos años, y no es
justo repercutir todo el gasto en este año fiscal si ese gasto realmente
afecta a varios años. Por tanto contablemente lo que se hace es dividir
ese gasto en varios años y se repercute en todos los ejercicios
fiscales. Esto se le conoce como amortización.

Las normas contables de cada país establecen cómo se deben hacer


las amortizaciones de los bienes adquiridos, para que la contabilidad
se aproxime más a la realidad. Y es que cuando se compran unos
muebles, estos son una inversión, pero cada año que pasa pierden
algo de valor, hasta que al final de unos años no tienen valor alguno y
normalmente se sustituyen.

Esperemos que hayan quedado claras las dos acepciones del término
amortización.

Qué es una amortización?: Por un lado, cuando hablamos de amortizar


un activo fijo (más de un ejercicio), consiste en la pérdida gradual
de valor a lo largo de su vida física o económica. Contrariamente,
cuando amortizamos un pasivo fijo estamos hablando de cancelar
parte de una deuda que hemos contraído previamente.
Antes de profundizar más, es importante aclarar otro tema:

Diferencias entre inversión y gasto.


Las diferencias entre ambos términos son meramente conceptuales.
Imaginad que tenemos 100.000€, como ambiciosos emprendedores
que somos, queremos obtener rentabilidad de ese dinero, por lo que lo
invertimos en lo que os dé la gana (excepto en pisos!). ¿Qué hemos
hecho? hemos plantado una semilla para recoger en un futuro unos
beneficios.
Contablemente, esa inversión pasa a ser un gasto cuando ha
cumplido su misión. Tarde o temprano, todas las inversiones se
acaban convirtiendo en un gasto. Dependerá si se trata de
inversiones en activos circulantes (menos de un año) o activos
fijos (más de un año).
Pongamos un caso práctico: invertimos los 100.000€ en comprar
5.000 radiadores. Esos 100.000€ de capital que figuran en los activos,
han pasado a conertirse en 100.000€ en radiadores. Mientras estén
ahí, en el activo, lo trataremos como inversión. Como hace mucho frío,
y el invierno está durando más de lo esperado, vendemos esos 5.000
radiadores por un valor total de 130.000€. Hemos obtenido 30.000€ de
beneficio. Es entonces, cuando contablemente tenemos que decir que
ha sido gracias al gasto (ya no es inversión) que hemos hecho de
100.000€ en radiadores.
Si hablamos de Activos fijos, también podemos poner un claro
ejemplo. Imaginad que somos un equipo de Arquitectos y hemos
creado un estudio. Invertimos 100.000€ en equipos informáticos y
licencias de Autocad. Gracias a esa inversión, podremos realizar
proyectos para promotoras y constructoras hasta que los ordenadores
y el Autocad se hayan depreciado tanto que no podamos trabajar con
ellos. En ese punto, imaginad que hablamos de 4 años, esa inversión
se ha convertido en un gasto. Durante 4 años hemos podido trabajar y
hemos obtenido grandes beneficios, pero ahora, son tan antiguos que
sólo son un gasto y no nos queda más remedio que volver a invertir en
otros nuevos si queremos volver a tener ingresos.

Amortización de activos
El término amortización para referirnos a activos es un término que se
suele usar más en entornos de contabilidad, y tiene que ver con la
depreciación de activos.
Cuando invertimos en algún activo fijo, como por ejemplo, podría ser la
compra de varios equipos informáticos, estamos haciendo un
desembolso muy importante. Sin embargo, los equipos los hemos
comprado con el fin de explotarlos durante años. Para evitar que ese
gasto repercuta íntegramente en el año que se realiza, lo que haremos
es dividir dicho gasto en varios años. Repercutiendo de esta manera el
gasto en varios ejercicios fiscales. Y es que cuando se invierte en
ordenadores, estos son una inversión,cada año que pasa pierden
algo de valor, hasta que al final de unos años hay que sustituirlos
porque su valor es nulo.
Tu contable será el que determine (con el Plan General Contable) los
plazos e importes de amortización. Recordad que recomiendo
encarecidamente en delegar la contabilidad en gente preparada para
ello. Si tú lo estuvieras, ¡no estarías leyendo este post!

Amortización de pasivos

Si alguno ha solicitado algún préstamo o hipoteca, habrá visto que en


cada pago reintegra parte del capital (dinero solicitado a la entidad
financiera) más el interés al que hay que te cobran por prestarte el
dinero. Dicho esto, el acto de cancelar parte de capital que
debemos es lo que se denomina amortización.
Existen varias vías para amortizar un préstamo:

 Amortización Fija: siempre amortizamos la misma cantidad de


capital. Esto significa que la cuota será decreciente ya que tendremos
que pagar menos intereses.

 Amortización parcial: sólo se pagan intereses durante la vida del


préstamo, para finalmente hacer un pago único y amortizar todo el
capital solicitado.
 Método Francés: se caracteriza por tener cuotas de amortización
constante a lo largo de la vida del préstamo. El tipo de interés es único
durante toda la operación.

la amortización como gasto fiscalmente deducible


Buenas noches jaimecatocc, mi duda es porque la amortización es un
gasto fiscalmente deducible, y cuales son los problemas que se le
plantearían a una empresa si se eliminara este gasto como
fiscalmente deducible.
Muchas gracias por adelantado.
Es timado amigo.
La amortización es un concepto contable que permite compensar la
devaluación por el uso, por el paso del tiempo y por obsolescencia de
bienes materiales e inmateriales que forman parte del inmovilizado de
la sociedad. Esta imputación permite que la reducción de cuotas a
pagar por Impuesto de Sociedades permitan garantizar la posible
sustitución del bien una vez este esté amortizado sin que ello suponga
un dispendio para la compañía ya que si se ha realizado bien, en
realidad, el ahorro en impuesto de sociedades nos permite comprar un
nuevo bien.
Respecto a la no aplicación de este concepto contable, en principio, de
no aplicarse estaría incurriendo en una irrealidad contable, es decir,
tendría declarados unos bienes que permanecerían inmutables en el
paso del tiempo y se vería que no se produce una disminución
patrimonial progresiva, siempre aparecería como el primer día los
bienes de equipo, terrenos, edificaciones, gastos de primer
establecimiento, etc..., por tanto es necesario y obligatorio aplicarla, a
partir de ahí se puede pensar como es mejor que aplique la
amortización, aunque siempre deberá mantener el mismo criterio
durante la vida útil del bien, ya sea de forma lineal, degresiva o
progresiva.
Por tanto, lo mejor es que siga amortizando y si quiere que le queden
beneficios no los busque recortando por esta vía.
Un cordial saludo

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