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y Control Municipal
Introducción a la Economía – Cuaderno de Autoaprendizaje

ASIGNATURA: PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO Y


SUS TRANSTORNOS
UNIDAD I

Autor. Carolina Aguilera


UNIDAD I

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INDICE

Contenido
INTRUDUCCION ................................................................................................................................... 2
OBJETIVOS ............................................................................................ ¡Error! Marcador no definido.
OBJETIVO GENERAL ......................................................................................................................... 3
OBJETIVOS ESPECIFICOS .................................................................................................................. 3
UNIDAD I ............................................................................................................................................. 3
BIBLIOGRAFIA ...................................................................................................................................... 9

1
INTRODUCCION

El estudio del comportamiento humano no siempre ha incluido una mirada al desarrollo o a los
fenómenos del ciclo vital, toda vez que los primeros intereses de la joven ciencia psicológica
estuvieron en los fenómenos de la conciencia, la percepción y el pensamiento, más que en los
procesos de su formación. Si bien la inauguración de la psicología como ciencia se produce con el
primer laboratorio experimental de Wundt, éste no se dedicó a estudiar fenómenos evolutivos ni
tuvo una influencia directa en la historia de la psicología evolutiva.

La fundación de la psicología del desarrollo propiamente tal, se señala a partir de los estudios
conductuales de Wilhelm Preyer, en Alemania. En su Mind of the Child (1887-1888), establece el
método observacional que tanto se ha utilizado en psicología evolutiva (entendemos esta
expresión como sinónimo de “psicología del desarrollo”, siendo ambas ampliamente utilizadas
para designar esta rama) y que ha sido retomado desde la etología comparada para el estudio de
los fenómenos del desarrollo. No menor es su concepción del desarrollo como una interacción del
potencial humano específico, con las posibilidades de aprendizaje que el medio otorga a cada vida
en particular.

En la actualidad, los conocimientos que conforman el cuerpo teórico científico de la psicología del
desarrollo nos permiten aprehender una gran variedad de fenómenos del ciclo vital humano, lo
cual convierte a esta rama de la psicología en una fuente ineludible para la intervención
profesional en cualquier otro ámbito, porque proporciona los parámetros del desarrollo normal
(Papalia, 1992, p. 5), los que permiten evaluar el retraso o la desviación de cada fenómeno
estudiado, así como justificar y orientar dicha intervención. Sin embargo, al evaluar la normalidad,
los parámetros normativos deben ser los del contexto étnico y cultural, porque las influencias de la
crianza y del medio ambiente, así como ciertas predisposiciones hereditarias, pueden determinar
diferencias significativas en los tiempos y formas del desarrollo. Al respecto, los resultados de
numerosos estudios transculturales del desarrollo nos llevan a “tener cuidado al aplicar normas
derivadas de una cultura a niños que han sido criados en forma diferente” (Papalia, 1992, p.183).
La campana de Gauss, o curva normal de distribución, grafica la distribución típica de un rasgo o
habilidad, medida en el conjunto de una población determinada (Howard, 1948, p.79); la posición
de un individuo dentro de la gráfica determina cuánto se acerca o se desvía de la norma, ubicada
dentro del área central de la gráfica.

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OBJETIVO GENERAL
El alumno estará en condiciones de utilizar las herramientas teórico-prácticas para identificar y resolver
situaciones tanto individuales como grupales asociadas a la Psicología del Desarrollo, en sus aspectos
biológicos, socioculturales y psicopedagógicos.

OBJETIVOS ESPECIFICOS
Identificar el papel de la Psicología en el contexto de la educación.

UNIDAD I

OBJETO DE ESTUDIO DE LA PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

La psicología evolutiva se ocupa de describir, explicar, predecir e intervenir (modificar, habilitar,


reparar, optimizar) el comportamiento normal del ser humano a lo largo de su ciclo vital. Estos
amplios objetivos se concretizan en el estudio de los fenómenos de cambio y continuidad de la
vida individual: qué, cómo, cuándo y por qué se dan los cambios en el curso de la ontogenia, así
como qué es lo que se mantiene a lo largo de la vida, dando una unidad a la experiencia humana.

Se dice que en toda manifestación de vida lo único constante es el cambio, sin embargo, desde la
perspectiva evolucionista, el cambio en la vida humana se da dentro de la gran constante de la
adaptación biológica al ambiente, de la regulación del individuo, desde sus posibilidades
madurativas, con las circunstancias que su ambiente le ofrece para el aprendizaje.

Un claro ejemplo de ello es la adquisición del control del esfínter anal alrededor de los dos años de
vida, cuando la maduración de su sistema nervioso central permite al niño el control voluntario del
esfínter y, por lo tanto, la posibilidad de retener o expulsar sus heces a voluntad; éste es el período
óptimo para el aprendizaje del aseo, tal como lo acostumbra cada cultura. El niño aprenderá
gustoso estos usos culturales, jugará con su nueva habilidad anal y concentrará su atención y
placer en ello, porque esto le permite ejercitarse y actualizar su nuevo potencial madurativo. Una
instrucción demasiado prematura o tardía encontrará resistencia en el niño, sea por la
imposibilidad fisiológica de cumplir con la expectativa o porque se hayan instalado ya otros
patrones de conducta ligados a la evacuación (Papalia, 1992, pp. 184-185).

Ontogenia: origen y desarrollo del individuo (contrario a filogenia). (Warren, H. Editor, 1987) Las
edades en que se señalan los hitos del desarrollo son edades promedio y obedecen al principio
normativo estadístico, porque las diferencias individuales en el ritmo del desarrollo son la norma.
Asimismo, los resultados del desarrollo tampoco son universales, pues cada individuo aporta sus
propias características genéticas (influencias internas) al potencial de la especie, a la vez que las
influencias externas (o ambientales) determinan experiencias de aprendizaje también particulares
en cada persona (Papalia, 1992, pp. 13-14).

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PERSPECTIVA DEL CICLO VITAL

La perspectiva del ciclo vital es un enfoque relativamente reciente de la psicología evolutiva; ya en


la década de los 70, autores como Cattell y Horn, “... demostraron que a partir de la vida adulta
sigue habiendo desarrollo puesto que hay cambio, y que ese cambio sigue, en algunos aspectos,
una trayectoria ascendente” (Serra, 1998, p. 111). Tal como se dijo, el estudio del desarrollo como
un ciclo vital involucra la premisa de que el individuo no deja nunca de cambiar y desarrollarse.
Aún en la vejez hay crecimiento y desarrollo, si entendemos estos conceptos como formas de
adaptación. Una persona moribunda, por ejemplo, puede tener una comprensión súbita del
sentido de su vida y realizar acciones llenas de significado que lo llevarán a una muerte serena y de
las cuales habría sido incapaz en su juventud; de esta manera, manifiesta desarrollo, pues éste no
cesa mientras haya vida. Al mismo tiempo, a través de los cambios que impone el curso del ciclo
vital, hay características constantes que atraviesan dichos cambios, por ejemplo, el
temperamento, la cantidad de energía disponible o ciertos rasgos físicos. Estas constantes en el
desarrollo son las que aseguran la continuidad y la cohesión del yo, a través del tiempo y de los
continuos cambios.

PRINCIPIOS DEL DESARROLLO

Desde la perspectiva del ciclo vital, el desarrollo obedece a una cierta cantidad de principios o
presupuestos:

a) El desarrollo es un proceso que dura toda la vida, este presupuesto es la base de esta
perspectiva y se encuentra contenido en su definición de la psicología evolutiva como “el
estudio de los cambios y su evolución que acaecen en el desarrollo humano a lo largo del
tiempo en el curso vital del individuo” (Serra, 1979; citado por Serra, 1998). Se dice que el
desarrollo es duradero o vitalicio.
b) El desarrollo es multidireccional y multidimensional Ésta también es una noción central,
que penetra toda comprensión de los procesos evolutivos. Se refiere a la ocurrencia en
que algunos aspectos del desarrollo toman una dirección ascendente, mientras otros
pueden ir en sentido descendente (multidireccionalidad). Al mismo tiempo, es necesario
considerar la variedad de componentes o dimensiones del desarrollo psicológico, porque
en un mismo periodo del ciclo, algunos pueden estar en crecimiento mientras otros
muestran declive. Por ejemplo, la agudeza visual tiende a declinar en el adulto maduro,
mientras que su capacidad de síntesis y de aplicación de conocimientos adquiridos en la
resolución de problemas está en su mejor desempeño. En general, el desarrollo físico,
tanto cuantitativa (crecimiento) como cualitativamente (habilidad), tiende al aumento
durante las primeras etapas del ciclo, mientras que otras habilidades psicológicas se
desarrollan más tarde en la vida, como la capacidad de síntesis o la moral
postconvencional, a la vez que decrecen dimensiones biológicas como la fuerza física o la
agudeza visual. El principio multidimensional significa que el desarrollo no es lineal ni
monolítico. Se da en forma diferenciada por áreas (dimensiones biológica, cognitiva, socio-
emocional) y a ritmos diferentes aun dentro del mismo individuo. Mientras que el

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crecimiento físico de determinado sujeto, por ejemplo, puede dispararse a los 14 años, su
desarrollo moral tal vez deba enfrentarse todavía a nuevos desafíos antes de volverse
maduro; ocurre a veces que la adquisición del lenguaje en un niño pequeño demora
considerablemente más que la de sus compañeritos, mientras que su habilidad motora
fina presenta adelantos respecto a la norma. Si bien su estudio se divide en dimensiones
biológicas, cognitivas y socio-emocionales, las manifestaciones vivenciales de dichas
dimensiones suelen combinarse e influenciarse entre sí.
c) El desarrollo es plástico: Se refiere a la posibilidad que tiene el individuo para cambiar sus
conductas mediante el entrenamiento o las oportunidades de estimulación que el medio y
sus recursos internos le brindan. La flexibilidad o plasticidad del desarrollo implica la
posibilidad de mejorar algunos resultados del desarrollo mediante la estimulación o el
ejercicio. Es interesante notar que, en general, las limitaciones en cualquier ámbito del
desarrollo hacen que se estimulen en alto grado otras facultades o habilidades,
cumpliendo una función compensatoria, como por ejemplo, la agudeza de los demás
sentidos sensoriales en las personas ciegas. ¿Cómo el individuo es constructor activo de su
propio desarrollo e influye en los eventos externos que lo afectan? Podemos ver este
proceso ejemplificado en la expectativa de éxito o fracaso con que comenzamos un nuevo
ciclo escolar, la cual influirá en nuestro comportamiento como estudiante, tanto frente a
la tarea como frente a los profesores y a los compañeros de curso; a su vez, estos factores
externos funcionarán como reforzadores de la expectativa inicial y consolidarán la actitud
confirmando la expectativa, con lo cual se afecta de una u otra manera el autoconcepto
del estudiante y sus futuras actitudes ante las exigencias externas y probablemente frente
al trabajo y las presiones de la vida adulta.
d) El desarrollo es multidisciplinar El estudio del desarrollo humano sano interesa no sólo a la
psicología, sino que intervienen en él disciplinas como la antropología, sociología,
medicina y neurociencias, dada la diversidad de factores que determinan el curso de la
evolución ontogenética.
e) El desarrollo es contextual: Desde la perspectiva del ciclo vital, el desarrollo es la
resultante de la interacción entre tres grandes sistemas de influencias:
- Influencias normativas según la edad: aquellos eventos biológicos y sociales que
influyen de manera similar en el desarrollo de todos los individuos de un grupo etáreo.
Ejemplo: cambios hormonales en la pubertad.
- Influencias normativas según la historia: son las que afectan a una generación
determinada, debido a circunstancias históricas que les ha tocado compartir. Ejemplo:
consecuencias del holocausto.
- Influencias no normativas: se refiere a eventos altamente significativos (lamentables o
felices) que ocurren en la vida de una persona en particular, por circunstancias
particulares, y que tienen gran impacto en su desarrollo. Ejemplo: muerte de la madre
durante el parto. El primero de ellos (influencias normativas según la edad) alude a los
factores biológicos, y en ese sentido corresponde al grupo de variables internas del
desarrollo; el segundo y el tercer grupo corresponden a lo que tradicionalmente se ha
denominado variables externas del desarrollo y conforman el contexto propiamente
tal.

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CONCEPTOS BÁSICOS

Los cambios que se producen durante el desarrollo pueden ser de diferente naturaleza, es
necesario diferenciarlos para una adecuada evaluación normativa (Papalia, 1992, p. 10):

1. Cambio cuantitativo: se considera cuantitativo el incremento o decremento de una


característica, elemento o función del desarrollo en número o cantidad, como la estatura, el peso,
vocabulario, memoria, fuerza muscular.

2. Cambio cualitativo: se considera cualitativo un cambio que involucra la organización, el carácter


o la estructura de una función o habilidad, por ejemplo, el paso del pensamiento concreto al
pensamiento hipotéticodeductivo.

3. Desarrollo: el concepto de desarrollo se refiere al patrón evolutivo de los cambios que ocurren
durante el transcurso de la vida, desde la concepción hasta la muerte, en la estructura,
pensamiento o comportamiento de una persona.

Estos cambios obedecen a los principios antes enumerados y generan una integración creciente de
la organización y función. Si bien se definen por separado en ámbitos del desarrollo, para
simplificar su exposición, en la realidad forman un conjunto inseparable, armónico y complejo, en
que los cambios en un ámbito afectan y son afectados por los de otro ámbito constantemente.

El concepto de cambio es fundamental en la psicología evolutiva; entendemos como cambio, el


“...advenimiento de una diferencia específica en el carácter de un fenómeno en el transcurso del
tiempo” (Warren, 1987, p. 38).

Las áreas o ámbitos de estudio del desarrollo humano son:

1. Físico: se refiere a los cambios en estatura, masa muscular, capacidad sensorial, habilidades
motrices, desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, así como aspectos relacionados con la
salud. También llamado biológico.

2. Cognitivo: los cambios que se producen durante el ciclo vital en diversas habilidades,
actividades u organización mentales, tales como pensamiento, razonamiento, atención,
concentración, memoria, lenguaje, creatividad, humor, apercepción y juicio moral. También
llamada intelectual.

3. Psicosocial: se refiere a los cambios que ocurren en la manera única y personal en que individuo
se relaciona con su entorno humano. El desarrollo psicosocial también da cuenta de las
adquisiciones de la personalidad, la forma en que el individuo percibe, procesa y responde al
medio, a los demás y a sí mismo en las tareas de su ciclo vital. También se conoce como socio-
emocional.

Asimismo, los factores que intervienen en los cambios evolutivos, son también de diferente
naturaleza y es conveniente diferenciarlos para su estudio:

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1) Maduración: se entiende por maduración “el despliegue de patrones de conducta
programados genéticamente en una secuencia determinada según la edad” (Papalia,
1992, p. 74).
2) Crecimiento: aumento de tamaño, función o complejidad en dirección de la madurez
óptima.
3) Envejecimiento: cambios biológicos que ocurren después del punto de la madurez óptima.
4) Aprendizaje: proceso mediante el cual un individuo actualiza su potencial genético
maduro en interacción con el medio ambiente. Así, la maduración es condición previa del
aprendizaje, porque éste descansa en la posibilidad madurativa del organismo. La forma
en que se da el aprendizaje es objeto de distintos enfoques teóricos. Sólo las conductas
reflejas escapan al proceso de aprendizaje, puesto que incluso la dotación instintiva está
sujeta a su expresión conductual mediante la interacción del organismo con las influencias
ambientales.
5) Socialización: “aprendizaje de conductas consideradas apropiadas por la cultura de un
individuo” (Papalia, 1992, p.257), interiorizando valores, normas y formas de percibir la
realidad de acuerdo a éste. En sus primeros años de vida, el sujeto vive la socialización
primaria, otorgada por las figuras significativas, generalmente la familia y que se
caracteriza por una importante carga afectiva. Una vez que este proceso ha logrado una
generalización del otro, se habla de socialización secundaria; ésta se ha formado gracias a
la internalización de nuevas perspectivas institucionales o basadas en instituciones, que
permiten al individuo adquirir realidades que contrastan su mundo de base, adquirido en
la socialización primaria.
6) Continuidad vs discontinuidad: el estudio del desarrollo implica una perspectiva doble que
enfoca los fenómenos como procesos continuos y discontinuos a la vez. En un sentido,
cada evento es producto de una continua acumulación previa, como la adquisición del
lenguaje, que pasa por fases sucesivas hasta el logro de la expresión hablada en frases
completas. A la vez, el desarrollo también se manifiesta en saltos cualitativos o
discontinuos, marcados por etapas o estadios, en que se deja atrás una forma previa para
dar paso a una nueva habilidad, por ejemplo, al pasar del pensamiento concreto de la
infancia al pensamiento formal hipotético-deductivo del adolescente (Santrock, 2006, p.
24).
7) Periodo crítico: el periodo crítico designa un lapso único en que un factor ambiental puede
surtir su efecto (Papalia, 1992, p.15). Proveniente de la embriología y de los estudios del
comportamiento animal o etología, el concepto de período crítico ha tenido un papel
relevante en la investigación del desarrollo humano. Hace referencia a ciertos momentos
clave en el desarrollo, durante los cuales el organismo está biológicamente maduro para
manifestar determinado potencial, siempre y cuando reciba del ambiente la adecuada
estimulación que, en condiciones normales, estaría disponible para despertar dicho
potencial, ya sea que se trate del desarrollo físico o psicológico. Como indica López (1983,
pág. 95), “Si el reloj endógeno (programas con mayor o menor grado de flexibilidad
temporal) no coincide en su tiempo con las condiciones ambientales adecuadas, la
conducta puede no aparecer o verse afectada negativamente en algún grado”. El zoólogo
Konrad Lorenz, en sus famosos estudios sobre el comportamiento temprano de los
gansos, acuñó el término de impronta para designar el proceso de “aprendizaje rápido e

7
innato dentro de un periodo de tiempo crítico, que implica el apego al primer objeto en
movimiento que se ve” (Santrock, 2006, pp. 43- 44).
Este concepto ha dejado huella en el estudio del vínculo del apego, gracias a los estudios
de John Bowlby (1969, 1989) acerca de la privación materna en la temprana infancia y sus
consecuencias múltiples en el desarrollo biológico, psicológico y social del individuo
(Santrock, 2006, p. 44). Aunque hay controversias acerca de la irreversibilidad de la
privación materna, estas investigaciones pioneras, que combinaron conocimientos de la
tradición psicoanalítica con métodos de observación etológica, concluyeron la existencia
también en el ser humano de un período especialmente sensible (el primer año de vida)
durante el cual el bebé establece el vínculo primario con su especie a través de la “madre”
(o su substituto); si el estímulo materno está ausente o desaparece durante este período,
el apego no podría ser establecido más tarde, distorsionando así todo el ulterior desarrollo
del niño y del futuro adulto. Con posterioridad, diversos estudios han criticado la rigidez
del concepto de periodo crítico, con fundamento en el principio de la plasticidad del
desarrollo, por lo cual este concepto se reserva principalmente para aspectos del
desarrollo biológico, por ejemplo el desarrollo embrional, en el que “...cada estructura
corporal tiene su propio periodo crítico de formación” del futuro bebé (Santrock, 2006, p.
106). En un sentido más amplio, se ha preferido hablar de un período sensible, como el
momento evolutivo durante el cual las variables ambientales influirán de mejor manera en
el desarrollo, matizando el concepto en periodo crítico y periodo óptimo como variantes
del periodo sensible. En algunos momentos, la presencia de un factor resultará
determinante para producir su efecto deseado, entendiéndose como periodo crítico; en
otros momentos, los sujetos se encuentran con mayor disponibilidad o sensibilidad para
captarlas o aprehenderlas, pero la ausencia de estimulación no anulará irreversiblemente
el potencial biológico, entonces se habla de un periodo óptimo. Por ejemplo, uno puede
aprender a leer en la adultez, pero el aprendizaje en este caso será más lento y dificultoso,
porque el periodo evolutivamente óptimo por la madurez adquirida es la etapa escolar.
8) Las edades: si bien la edad cronológica suele ser la variable más fácilmente identificada
para diferenciar las etapas del ciclo vital, podemos distinguir cuatro “edades” distintas
según el enfoque que se aplique (Santrock, 2006, p. 22):
- Edad cronológica: número de años transcurridos desde el nacimiento.
- Edad biológica: estado de salud física.
- Edad psicológica: capacidad de adaptación del individuo en comparación con los demás
de su grupo cronológico.
Edad social: se refiere a los roles y expectativas sociales, que no necesariamente se
vinculan con la edad cronológica.
9) Estadios de desarrollo: se ha convenido en diferenciar en ocho etapas o estadios la
secuencia esperada en el proceso evolutivo, entendiendo como estadio un periodo
durante el cual el individuo conserva un conjunto de rasgos cualitativos característicos. Las
edades cronológicas señaladas como inicio y término son aproximadas. Los nombres con
que han sido designados los estadios del desarrollo pueden variar de un autor a otro,
aunque básicamente se mantienen ocho grandes grupos; no existe una clasificación única
para describir el ciclo vital humano.
Dichas etapas son (Santrock, 2006, pp. 18-19):

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1. Periodo pre-natal (concepción al nacimiento).

2. Lactancia o primera infancia: 0- 2 años.

3. Pre-escolar o niñez temprana: 2 a 5/6 años.

4. Escolar o niñez intermedia y tardía: 6 a11/12 años.

5. Pubertad/adolescencia: 11/12 a 18/20 años.

6. Adultez joven: 20 a 40 años.

7. Adultez intermedia o madurez: 40 a 60 años.

8. Adultez tardía o vejez: 60/65 hasta la muerte.

BIBLIOGRAFIA

López, F. (1983). Etología y psicología evolutiva. En Carretero, M., Palacios, J. y

Marchesi, A. comp. (1983). Psicología evolutiva 2: Teorías y métodos (pp.

79-102). Madrid, España: Alianza editorial.

Papalia, D. E. y Wendkos, S. (1992). El mundo del niño: teorías, aspectos y

métodos para estudiarlo. En Psicología del desarrollo (5ª. ed.) (pp. 10-15;

33-45). Bogotá, Colombia: McGraw-Hill Interamericana.

Santrock, J. (2006). La perspectiva del ciclo vital; cap. 2: La ciencia del ciclo vital.

En Psicología evolutiva. El ciclo vital. (10a edición) (pp. 38-49). Madrid,

España: McGraw-Hill.

Serra, E. y Pérez, J. (1998). Perspectiva del ciclo vital. En Bermejo, V. Ed.,

Desarrollo cognitivo (pp. 109-116). Madrid, España: Editorial Síntesis.

Warren, H.C. (1987). Diccionario de psicología (17° ed.). México D.F.: Fondo de

Cultura Económica.

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