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1. LEGITIMACIÓN DE PERSONERÍA
2. AUTORIDAD DEMANDADA
En la presente demanda de amparo, la autoridad demandada es el juzgado
de lo civil de Santa Tecla, Departamento de la libertad y el ejecutor de embargos
Ricardo Antonio García Prieto Parada.
3.3 La resolución de fecha veintiuno de abril de dos mil siete mediante la cual
el ejecutor de embargos Ricardo Antonio Garcia Prieto Parada traba embargo
sobre dos bienes del señor RAFAEL VICENTE TRIGUEROS HECHT amparado en un
título que no corresponde.
3.3 La resolución de fecha tres de junio de dos mil trece mediate la cual el
ejecutor de embargos Ricardo Antonio Garcia Prieto Parada traba embargo
sobre cinco mil setecientos cuatro acciones del señor RAFAEL VICENTE
TRIGUEROS HECHT de la corporación apolo, S.A. de C.V..
El dos de abril de dos mil siete el Licenciado Otto Rafael Aviles Bernal
acudió al juzgado de lo civil de Santa Tecla a demandar a mi mandante en
conjunto con la sociedad RTH S.A. de C.V., conocida como R.T.H. S.A. de C.V.
en base al Código de Procedimientos civiles actualmente derogado (en
adelante Pr.C.) tomando de base para la acción veinte pagares todos con
fecha de vencimiento el día dieciséis de enero de dos mil siete, y cada uno por
la cantidad de doce mil setenta y cinco dólares con diecinueve centavos de
dólar de los Estados Unidos de America, la referencia del mencionado proceso
ejecutivo es la 145-Em-07.
En dicho proceso en la resolución del día diecisiete de abril de dos mil siete se
admitió la demanda y a su vez se decretó embargo sobre los bienes de mi
mandate y con fecha diecinueve de abril de dos mil trece se libró el respectivo
mandamiento de embargo al ejecutor de embargos Ricardo Antonio Garcia
Prieto Parada.
Este derecho es contemplado por nuestra norma suprema a través del artículo 2
Cn, el cual reconoce a toda persona el derecho a la seguridad, y a ser
protegida en la conservación y defensa del mismo. En relación a este derecho
esta honorable Sala ha manifestado en sentencia de amparo 28-99 de fecha
veinticinco de abril de dos mil ha manifestado: “De tal manera que para que
exista seguridad jurídica no basta que los derechos aparezcan en forma enfática
en la Constitución, sino que es necesario que todos y cada uno de los
gobernados tengan un goce efectivo de los mismos. Es decir, que desde la
perspectiva del derecho constitucional, la seguridad jurídica es la condición
resultante de la predeterminación hecha por el ordenamiento jurídico, de los
ámbitos de licitud e ilicitud en la actuación de los individuos, lo que implica una
garantía para los derechos fundamentales de una persona y una limitación a la
arbitrariedad del poder público, condiciones indispensables para la vigencia de
un Estado Constitucional de Derecho.(…) La seguridad jurídica constituye pues
un derecho fundamental que tiene toda persona frente al Estado y donde existe,
respecto de éste, el correlativo deber primordial e insoslayable de cumplir real y
efectivamente la materialización de sus actos tendentes a la concreción de las
distintas manifestaciones que tal derecho posee. Claro está que ello entendido
como un deber de naturaleza positiva, traducido, no en un mero respeto o
abstención, sino en el cumplimiento de ciertos requisitos, condiciones, elementos
o circunstancias exigidas por el propio ordenamiento jurídico. De tal suerte que,
sólo así, la afectación de la esfera jurídica del gobernado será válida. Es decir,
que todos y cada uno de los gobernados deben tener un goce efectivo y cabal
de sus derechos.”
La interdicción de la arbitrariedad implica que todo tipo de decisiones
hechas por los órganos del Estado, deben de estar basados en criterios
razonables. Esto conlleva un deber para la Autoridad demandada de actuar en
base a parámetros jurídicos y objetivos, lo cual se traduce en una prohibición de
proceder arbitrariamente sin respeto a los límites formales y materiales que
impone nuestra Constitución. Éstos se encuentran obligados a respetar los límites
que la ley le prevé de manera permisiva para ellos, al momento de realizar una
actividad en el ejercicio de sus funciones
Conclusiones
Es menester indicar que para que esa honorable Sala dicte la adopción de
una medida cautelar es necesario que concurran dos presupuestos básicos: la
probable existencia de un derecho amenazado y el daño que ocasionaría el
desarrollo temporal del proceso.
En el caso que hoy nos ocupa, existe una efectiva apariencia de buen
derecho en vista de que las violaciones a derechos constitucionales tienen su
origen y fundamento en la emisión una sentencia y dos embargos que se le
hicieron en bienes de mi mandante en un proceso claramente inconstitucional
ya que se procedió en total ausencia de este sin darle la mas mínima
oportunidad de defensa y audiencia.
En sentencia de fecha veintidós de noviembre de dos mil siete a las diez horas
y cincuenta minutos del día veintidós de noviembre de dos mil siete en el juicio
ejecutivo mercantil con referencia 145-EM-07, se condenó a mi mandante a
pagar a la sociedad EXPORTADORA LIEBES, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL
VARIABLE, que se abrevia EXPORTADORA LIEBES, S.A. de C.V., la cantidad de
doscientos cuarenta y un mil quinientos tres dólares con ochenta centavos de
dólar de los Estados Unidos de América por lo que estimamos la cuantía de la
acción en ese monto.