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PROCESOS GRUPALES

NORMALIZACIÓN
Las normas sociales son reglas que indican como deben actuar los individuos en situaciones
específicas. Existen las normas formales que son leyes escritas precisas y detalladas.

Normas informales (tacitas o implícitas) son reglas no escritas que nosotros obedecemos.

Las normas descriptivas son las que indican lo que hace la mayoría de la gente ante una
situación dada. Influyen en el modo de actuar, informándonos de cuál es el
comportamiento más efectivo o mejor adaptado en esa situación.

Las normas impuestas especifican lo que se debería de hacer, es decir, cual es el


comportamiento adecuado y el inadecuado en una determinada situación.

Las normas son reglas, implícitas o explicitas, establecidas por los grupos para regular la
conducta de sus miembros. Estas explican a los miembros del grupo como deben
comportarse (normas prescriptivas) o como no comportarse (proscriptitas) en diversas
situaciones. La mayoría de los grupos insisten en la adhesión de sus normas como un
requisito básico para su pertenencia.

Todo grupo social posee normas, sin la cuales no sería posible su sobrevivencia.

A través de la simple observación, podemos establecer que todos los grupos, sean
pequeños o grandes, socio- grupos, todos poseen ciertas normas que gobiernan las líneas
generales de conducta de sus miembros.

CONFLICTO

Son acciones tomadas por individuos para bloquear o interferir los intereses de los otros. El
conflicto se define como la conducta resultante de dos percepciones: los intereses propios
y los de otra persona son incompatibles y la otra persona va a interferir, o ha interferido,
con los intereses de quien así lo percibe. Dicha percepción puede desembocar en actos
agresivos, pero en otras situaciones pueden llevar a acciones que no son agresivas por
naturaleza, como tratar de resolverlo mediante la negociación.

A pesar de las buenas intenciones de los que creen en la posibilidad de una sociedad ideal
en al que todos cooperasen para el bien estar de todos, en la que no hubiese injusticias, en
las que la guerra fuese una palabra ausente en los diccionarios, etc. Las personas tienden
más a competir que a cooperar, por lo que el conflicto supone necesariamente
interdependencia.
Los conflictos entre grupos surgen las amistades cohesivas y el sentido compartido de la
realidad de los miembros de un grupo excluyente incluyen el que se etiquete a las demás
personas como miembros de un grupo ajeno.

ROLES

Los roles son series de comportamientos que se espera que realicen los individuos que
ocupan posiciones especificas dentro de un grupo. A veces los roles son asignados de un
modo formal, en otros casos, los individuos adquieren gradualmente ciertos roles sin que
les hayan sido asignados formalmente. Aunque los roles son adquiridos, la gente, a menudo
los interioriza: vinculan sus roles a aspectos claves de su auto concepto y de sus auto
percepciones. Cuando esto ocurre, un rol puede ejercer efectos profundos en el
comportamiento de una persona, incluso cuando el sujeto interacciona con otras personas
que no forman parte del grupo.

Los roles ayudan a dejar claras las responsabilidades y las obligaciones de las personas que
pertenecen a un grupo. Además, proporcionan una forma importante mediante la cual los
miembros del grupo comparten pensamientos y conductas. Sin embargo, tienen, un
aspecto negativo potencial. Los miembros de los grupos, a veces, experimental el conflicto
del rol, estrés que es consecuencia de la incompatibilidad entre dos roles del individuo.

SOCIALIZACIÓN

Recordemos que “la sociedad” humana es la red o entramado de interrelaciones e


interacciones objetivas y subjetivas de un grupo humano amplio, como puede ser una
región, una provincia, un país, y aún conglomerados más amplios, como cuando se habla de
la “sociedad occidental” o la "sociedad industrial". Sin embargo, como los seres humanos
no nacemos “programados” en nuestro código genético para pertenecer a estas redes
sociales, cada ser humano tiene que aprender, desde el momento de su nacimiento, a ser
parte de su red de interrelaciones objetivas y subjetivas, es decir, de su sociedad.

De esta forma la socialización es el segundo de los procesos internos principales de todo


sistema social; su comprensión es importantísima para todo educador por cuanto está
presente no sólo en su tarea de “socializador de las nuevas generaciones”, sino también es
un proceso por el que deben pasar quienes se van a incorporar a la profesión de la
enseñanza (lo mismo que a cualquiera otra práctica).

La socialización es el proceso social por el cual aprendemos a ser miembros de una


comunidad humana y a interiorizar los valores y roles de la sociedad en que hemos nacido
y habremos de vivir. Es decir, a través de la socialización aprendemos a vivir dentro de un
grupo, a ser miembros competentes de la sociedad en que hemos nacido. Desde este punto
de vista, la socialización es:
Proceso por el cual se logra que los individuos se ajusten al orden social (Es decir, asuman
el orden social en que nacieron como propio).

En segundo lugar, la socialización es el proceso por el cual una sociedad se reproduce por sí
misma en una nueva generación (reproducción cultural); es decir, mediante la socialización
los valores y la tradición del pasado se continúan y perpetúan. Así, la socialización es lo que
proporciona a la sociedad la continuidad en el tiempo.

En tercer lugar y como consecuencia de lo anterior, socializar algo pasa a ser el compartir
ese algo con otros para que ellos lo interioricen y lo hagan parte de su ser (cultural).

Otra definición de socialización, que se ajusta mucho a nuestro modelo sistémico, al


incorporar la interdependencia entre la socialización y la cultura, dice que:

“El proceso por el cual el individuo absorbe la cultura, se integra en la sociedad y conquista
su propia personalidad, recibe el nombre de socialización. No hay que confundir este
concepto con el de “sociabilidad”, que designa la inclinación y necesidad del hombre a
asociarse con otros, y que sería la base psicológica del hecho de que el hombre viva en
sociedad. La socialización supone la internalización o interiorización de los contenidos
culturales de la sociedad en que nace y vive. Por ello, supone también la adaptación a la
sociedad y a la cultura.” ((Vander Zanden, 1986)

SOCIALIZACIÓN Y EL SISTEMA SOCIAL

Desde un punto de vista sistémico, la socialización tiene un importantísimo papel en la


reproducción del sistema, porque, como se ha explicado, mediante este proceso una
generación ya madura exterioriza y transmite sus valores normas, costumbres, etc. a la
generación que lo reemplaza, permitiendo la autopoiesis del sistema social (la forma en que
el sistema se reproduce por sí mismo, o por sus propios mecanismos); de allí la importancia
de mirar detenidamente los mecanismos y formas en que se producen los procesos de
socialización en todo sistema humano que uno desee intervenir—sea éste una organización
funcional poblacional, una organización empresarial o de servicios, etc. Esto último es
particularmente necesario cuando el profesional necesita cambiar la estructura de la
organización social existente, potenciarla (darle más poder de acción), mejorarla,
reformarla, o cualquiera otra forma de intervención importante.

AUSENCIA DE SOCIALIZACIÓN

El importante papel que juega el proceso de socialización en la vida individual y social queda
mejor expuesto si examinamos qué es lo que sucede ante la ausencia de socialización en un
individuo. El individuo que no ha pasado por el proceso de socialización, como podrá leer,
carece de toda “ubicación” mental y psíquica con respecto al resto de seres humanos que
le rodean, siendo incapaz de actuar igual que los demás miembros de la sociedad. Aquí
queda de manifiesto la importancia que tienen los mecanismos por los cuales la sociedad
como un todo actúa sobre el individuo, desde su más tierna infancia, en un doble proceso:
por un lado el individuo que absorbe todo lo que sus sentidos perciben, organizándolo tanto
en su nivel consciente como a un nivel intrapsíquico, aún no completamente entendido, y
por otro lado, la sociedad como un todo, que le comunica simbolismos, valores, usos y
costumbres para convertirlo en una más de sus miembros. Eso sí, ese proceso irá desde los
seres más próximos, como los agentes más activos de la socialización, a los más lejanos.

Respecto de la no-socialización (los casos en que no ha habido socialización), podemos


examinar varios ejemplos: Tenemos el caso de Víctor, el hombre salvaje de Aveyron,
Francia, al que el médico francés Itard intentó educar y del que dejó una relación que es un
modelo no superado de observación clínica.

Siendo incapaz de toda comunicación y actuando sólo bajo descargas emocionales, Víctor
desarrolla poco a poco relaciones con su mentor, comprende cada vez mejor lo que
sugieren sus gestos, y manifiesta sus deseos por medio de pantomimas muy expresivas.
Tiende su escudilla o lleva a su guía hacia el cántaro para pedir de beber.

Tales pantomimas o lenguajes gestuales con un motivo específico y premeditado de influir


en determinadas direcciones se encuentran claramente en el animal, en especial en el perro
y el mono.

Es extremadamente instructivo ver fracasar completamente a Víctor, a pesar de la gran


paciencia de su tutor, en la adquisición del lenguaje verbal; sólo añadirá a su grito gutural
del principio un pequeño número de emisiones vocales, poco más numerosas que las del
chimpancé de los Hayes, y proferidas en las mismas condiciones concretas de presencia del
objeto.

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