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'Muladares' y espacios consagrados como

destino final de los caídos en combate y


ajusticiados en los procesos de
independencia
Diego Andrés Bernal Botero, PhD
diego.bernal@upb.edu.co
Los cementerios intramuros: un acto de fe que
acercó a la muerte y a los vivos

Catedral de El Cuzco, Perú


Carlos I y los primeros enterramientos intramuros en América

“Que los vecinos y naturales de las


Indias, se puedan enterrar en los
monasterios e iglesias que quieren”.
18 de julio de 1539

“Que donde estuviese lejos la iglesia,


se bendiga un campo para enterrar
los muertos”.
10 de mayo de 1554

Carlos I de Castilla
(más conocido como Carlos V)
(14 de marzo de 1516 - 16 de enero de 1556)
Felipe II y la reglamentación de una tradición

“Ley II: Que los clérigos no lleven más


derechos por los que se enterraren en
conventos de lo que justamente pudieran
llevar.
Porque en algunas partes de nuestras
Indias llevan los clérigos más derechos de
los que deben llevar por los cuerpos, que
se entierran en conventos de religiosos, y
por esta causa dexan de enterrarse
muchos en ellos, de que las Órdenes
reciben perjuizio”.
13 de noviembre de 1577 Felipe II de España y I de Portugal
(Valladolid, 21 de mayo de 1527-San Lorenzo de El
Escorial, 13 de septiembre de 1598)
Cementerios intramuros: la muerte invade los
espacios cotidianos

Catacumbas Iglesia de San Francisco – Lima, Perú


Muerte y vida enfrentados en medio de un contexto
ilustrado
“La sobrepoblación de cadáveres en las iglesias
que inquietaba a los reformadores dieciochescos
no era nueva. Los cementerios atestados y su
consecuente mal olor no fueron un
‘descubrimiento’ del Siglo de las Luces, el
ascenso demográfico y la creciente urbanización
sin duda influyeron en esta situación, pero tal
‘amontonamiento’ no tenía nada de novedoso,
lo que resulta original en la época es la manera
de entender y de representar esta situación”.
TOMADO DE: ALZATE ECHEVERRI, Adriana María. Suciedad y orden. Reformas sanitarias borbónicas
Cementerio de las 366 fosas de Nápoles, diseñado en la Nueva Granada 1760 – 1810, Bogotá y Medellín, Universidad del Rosario, ICANH y
por Ferdinando Fuga Universidad de Antioquia, 2007. p. 205.
La monarquía borbónica y el proceso ilustrado de creación de
cementerios

1781: Epidemia en Pasajes


(Guipúzcoa):
Se presume que la epidemia
surge del “hedor intolerable
que se sentía en la Iglesia
Parroquial de multitud de
cadáveres enterrados en
ella”.

24 de marzo de 1781: Real


Orden de Carlos III a su
Consejo acerca de las
consecuencias de las
inhumaciones intramuros.
Carlos III y el proceso ilustrado de creación de cementerios
extramuros

1783: Publicación del Informe sobre la disciplina


eclesiástica antigua y moderna relativa al lugar de las
sepulturas, elaborado por Melchor Gaspar de
Jovellanos.
1785: Se publica el Reglamento del Cementerio del
Real Sitio de San Ildefonso.
1785: Publicación del texto: Pruebas de ser contrario
a la práctica de todas las naciones y a la disciplina
eclesiástica, y perjudicial a la salud de los vivos,
enterrar los difuntos en las iglesias y poblados.
Su autor fue Benito Bails, Académico de las Reales
Academia Española y de la Historia, y de la Ciencias y Carlos III
Artes de Barcelona. (Madrid, 20 de enero de 1716-
Madrid 14 de diciembre de 1788)
Real Cédula del 3 de abril de 1787

I “Que se observen las disposiciones canónicas, de que soy Protector, para el


restablecimiento de la disciplina de la Iglesia en el uso y construcción de
Cementerios, según lo mandado en el Ritual Romano(…); cuya regla y excepciones
quiero que se sigan por ahora; con la prevención, de que las personas de virtud o
santidad, cuyos cadáveres podrán enterrarse en las Iglesias, según la misma ley, hayan
de ser aquellas por cuya muerte deban los ordinarios eclesiásticos formar procesos de
virtudes o milagros, o depositar sus cadáveres conforme a las Decisiones Eclesiásticas;
y que los podrán sepultarse por haber escogido sepulturas, hayan de ser únicamente
los que ya las tengan propias al tiempo de expedirse esta Cedula”.
III “Se harán los cementerios fuera de las Poblaciones siempre que no hubiere
dificultad invencible o grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados e
inmediatos a la Parroquias, y distantes de las casas de los vecinos: y se aprovecharán
para Capillas de los mismos Cementerios las ermitas que existan fuera de los Pueblos,
como se ha empezado a practicar en alguno con buen suceso”.
Fuente: Navarra.es, Anexo 16, 3 de abril de 1787
José de Ezpeleta: pionero y modelo construcción de los
primeros cementerios extramuros en América
“… que la mayor parte de enfermedades
epidemias que se conocían con distintos
nombres arbitrarios no tenían en su
concepto otro principio que el de
enterrarse en las iglesias los cadáveres,
lo que era más obvio en aquella ciudad,
así por hallarse los templos repartidos
en toda la población y combatirla unos
ayres corrompidos e impuros a causa de
su temperamento cálido, y húmedo…”.
Fuente: Real Cédula del 27 de marzo de 1789 sobre Establecimiento de Sementerios,
Expediente respuesta del Gobernador de Cuenca a la solicitud del Virrey Mendinueta
en el año de 1800, AGN, sección Colonia, fondo Hospitales y Cementerios, tomo 8, fs.
José Manuel de Ezpeleta 455-455 rv.
(Cádiz, 1739 – Pamplona, 1823)
Real Cédula del 27 de marzo de 1789

“Por cuanto don José de Espeleta, Governador, y Capitán General de las Isla de
Cuba y Ciudad de San Christobal de la Habana, hiso presente en carta de tres de
febrero de mil setecientos ochentas y siete, que la mayor parte de enfermedades
epidemias que se conocían con distintos nombres arbitrarios no tenían en su
concepto otro principio que el de enterrarse en las iglesias los cadáberes, lo que
era mas obvio en aquella ciudad, así por hallarse los templos repartidos en toda la
poblacion y combatirla unos ayres corrompidos e impuros a causa de su
temperamento calido, y húmedo, como porque comprehendiendo mayor numero
de personas, que las que permitia su extensión y capasidad, en siertas estaciones
del año eran tantos los que se enterraban, que en algunas iglesias apenas podia
pisarse sin tocar sepulturas blandas, y hediondas; bajo de cuyo concepto para
prebenir un daño tan considerable, propuso como medio urgentísimo, y
combeniente a la salud pública el establecimiento de un sementerio fuera de
poblado en donde se enterrasen todos sin exepcion de …
Real Cédula del 27 de marzo de 1789

I “Que se observen las disposiciones canónicas, de que soy Protector, para el


restablecimiento de la disciplina de la Iglesia en el uso y construcción de Cementerios,
según lo mandado en el Ritual Romano(…); cuya regla y excepciones quiero que se
sigan por ahora; con la prevención, de que las personas de virtud o santidad, cuyos
cadáveres podrán enterrarse en las Iglesias, según la misma ley, hayan de ser aquellas
por cuya muerte deban los ordinarios eclesiásticos formar procesos de virtudes o
milagros, o depositar sus cadáveres conforme a las Decisiones Eclesiásticas; y que los
podrán sepultarse por haber escogido sepulturas, hayan de ser únicamente los que ya
las tengan propias al tiempo de expedirse esta Cédula”.
III “Se harán los cementerios fuera de las Poblaciones siempre que no hubiere
dificultad invencible o grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados e
inmediatos a la Parroquias, y distantes de las casas de los vecinos: y se aprovecharán
para Capillas de los mismos Cementerios las ermitas que existan fuera de los Pueblos,
como se ha empezado a practicar en alguno con buen suceso”.

Fuente: Navarra.es, Anexo 16, 3 de abril de 1787


Real Cédula del 27 de marzo de 1789

(…) Por tanto por esta mi Real Cédula, ordeno, y mando, a mis virreyes (…) y demás
ministros que exercen mi Vice-Patronato Real, y ruego, y encargo, a los muy
Reverendos Arzobispos, y Reverendos Obispos (…), informen por mano de mi
infraescripto secretario con justificación, y la brevedad pocible lo que se les
ofreciere, aserca del insinuado establecimiento con consideración a las
circunstancias territoriales, respectivas comprehendiendo también en caso de que
se estime conveniente, el estado de las rentas de las fábricas de sus iglesias: Si estas
podran sufragar el coste de los mencionados cementerios: el número que se necesita
en cada población, con proporsión a su vecindario: a lo que podrá ascender su costo
por un prudente cálculo, y de que, otros arbitrios, o medios se podría echar mano, no
siendo aquel suficiente para que tenga efecto su construcción, con el menor
gravamen, pocible de mi Real Erario por ser así mi voluntad. Fecha en Madrid, a
veinte, y siete de marzo de mil setecientos ochenta, y nueve = Yo el Rey = Por
mandado del Rey nuestro Señor = Manuel de Nestares.
El Virrey Ezpeleta y la construcción de los primeros
cementerios extramuros

Plaza Mayor de la
ciudad de Santafé a
comienzos del siglo
XIX

En 1789 José Manuel de Ezpeleta se posesionó como Virrey en el Nuevo Reino de Granada y desde
ahí lideró el proceso de creación del cementerio de Santafé, capital virreinal, a partir de 1790.
El Virrey Ezpeleta y la búsqueda de argumentos ilustrados
en Santafé
Antonio Joaquín Froes:
No siendo posible dar reglas particulares para
la fundación de cementerios en cada
población, indicaré las generalidades más
esenciales:
1) Que se funden lo más distante posible de
la población.
2) Que se funden al occidente si no hubiere
algún obstáculo que obligue a lo contrario
porque los vientos del oriente son más
constantes.
3) Elevados y secos.
4) Muy retirado de cualquier manantial o
corriente de agua de donde puedan beber
gentes o animales.
5) Muy espaciosos con el fin de que pasen
muchos años sin que sea necesario volver a
abrir las primeras
Plano Geométrico de la ciudad de Santafé para el año 1791 elaborado por el TC.
Domingo Esquiaqui, corregido y ampliado por las tropas expedicionarias en 1816
El Virrey Ezpeleta y la construcción de los primeros
cementerios extramuros

• 11 de abril de 1791: el Virrey Espeleta


ordenó la construcción del primer
cementerio.
• 3 de marzo de 1792: solicitud de agilización
del proceso por parte del padre Fray
Manuel Ramos, Prior del convento
cementerio de San Juan de Dios.
• 30 de noviembre de 1793: bendición del
campo santo a cargo del Arzobispo de
Santafé, don Baltazar Jaime Martínez.
José Manuel de Ezpeleta, Virrey del Nuevo
Reino de Granada entre 1789 y 1797
Hacia la creación de los primeros cementerios en la villa de
Medellín

Esquema de la posible ubicación de los espacios mencionados en relación con la Plaza Mayor de la Villa de Medellín. 1.
Cementerio de la Vice Parroquia de San Benito, 2. Sitio de La Barranca, 3. Cementerio inaugurado en 1809 (‘Ciudad de las
Ánimas’ o ‘Cementerio de San Benito’) y 4. Cementerio de San Lorenzo.
Mapa de Medellín para 1791, AGN, Sección mapas y planos, Mapoteca, Referencia 256 A (Intervenido por el autor).
Pedagogía del terror: la vejación de los cadáveres como
ejemplo

Ejecución de Túpac Amaru y algunos de sus lugartenientes en la ciudad de Cuzco el


18 de mayo de 1781.
Incluidos y excluidos: discusiones acerca de la ubicación de
los cadáveres al interior de las iglesias

“Los no bautizados no pueden recibir sepultura eclesiástica, se exceptúan los


catecúmenos en razón de la preparación. Debe negarse también la sepultura
eclesiástica, a menos que manifiesten arrepentimiento antes de morir, a los
apóstatas, herejes, cismáticos y masones. Los excomulgados o en entredicho bajo
sentencia condenatoria, los suicidas, los que mueren en duelo, los que piden ser
cremados y los pecadores públicos y manifiestos. A los que se les niega la sepultura
eclesiástica tampoco pueden decírseles misa exequial o de aniversario”.
Ritual Romano de Pablo V (1614), Capítulo II del Título VI
Pablo V, Rituale romanum Pauli V. pontificis maximi jussu editum et a Benedicto XIV auctum et castigatum cui ad usum
missionariorum apostolicorum nova nunc primum accedit benedictionum et instructionum appendix (Roma: Congregationis
de Propaganda Fide, 1847).
Pero… ¿Quién juzga a los muertos?

Asesinato de Marat perpetrado por Charlotte Corday, 13 de julio de 1793


Pero… ¿Quién juzga a los muertos?: el caso Cabarrús

Financiero de origen francés y naturalizado español. Creó


asimismo la Compañía de Comercio de Filipinas e inició el
Canal de Cabarrús, hoy en día Canal de Isabel II.
En 1809 José Bonaparte lo nombró Caballero Gran Banda
de la Orden Real de España, máximo rango de la máxima
condecoración que podía lucir un afrancesado. Murió en
Sevilla en 1810, siendo ministro de Finanzas con José I
Bonaparte.
Fue enterrado en la Capilla de la Concepción de la catedral
de Sevilla, en panteón próximo al del Conde de
Floridablanca.
En 1814, acabada la Guerra de la Independencia, su
cadáver fue exhumado y precipitados sus huesos en la fosa
común del Patio de los Naranjos, donde se enterraba a los
reos de pena capital.
Francisco Cabarrús Lalanne
(Bayona, Francia, 1752 –
Sevilla, 27 abril de 1810)
¿Héroes o villanos? El destino de los muertos en las guerras de
la ‘Patria Boba’

Batalla de Venta Quemada, 2


de diciembre de 1812

Vrs.

Antonio de Nariño y Álvarez Antonio Baraya


(Santafé de Bogotá, 9 de abril de 1765 - Villa (Girón, 6 de noviembre de 1775
de Leyva, 13 de diciembre de 1823) - Santafé, 20 de julio de 1816)
¿Héroes o villanos? El destino de los muertos en las guerras de
la ‘Patria Boba’

Batalla de San Victorino,


9 de enero de 1813
“Terminada la guerra, todos se miraron como hermanos, y el orden reinó en la ciudad, en cuyo
cementerio, un huerto situado al occidente del poblado, se enterraron 300 cadáveres de las
víctimas de aquella lucha nacida del extravío. Reunido el Colegio electoral, eligió Gobernador de
Cundinamarca á D. José Miguel Pey, servidor de la patria desde el 20 de Julio de 1810, quien
apoyó la idea de celebrar unas honras fúnebres en honor y memoria de las víctimas de aquella
lucha de hermanos, las que tuvieron lugar en San Agustín, con asistencia de vencedores y
vencidos, el 7 de enero de 1815”.
Ibáñez, Pedro María, Crónicas de Bogotá Tomo III, 74. (Las negrillas son nuestras).
Esquema de los primeros cementerios en la ciudad de Bogotá

1. Cementerio de Occidente (Desaparecido ya para ese momento y construida en su lugar la Estación de la Sabana), 2. Cementerio Central,
3. Cementerio Británico, 4. Iglesia de Santa Bárbara (mencionada como lugar de inhumación tras los combates de 1814), 5. Iglesia de San
Diego (mencionada en iguales circunstancias) y 6. Iglesia de la Veracruz (donde fueron sepultados muchos de los patriotas condenados y
ejecutados tras la Reconquista), 7. Real Hospicio de Santafé (Aunque no se tiene constancia de la operación de un cementerio en su espacio
colindante, como pudimos verificar, en el año 1800 se les dio la autorización para la creación del mismo)
“Plano de Bogotá”, en Enciclopedia ilustrada Seguí, Institut Cartogràfic de Catalunya (RM.22315), Barcelona, 1930. (Intervenido por el autor).
Don Juan del Corral y las exequias del Libertador de Antioquia

“En Rionegro a 7 de abril de 1814, di


sepultura eclesiástica al cadáver del
señor Dictador Ciudadano Juan del
Corral, legítimo esposo de doña Josefa
Arrubla, intestado y administrado de
todos los sacramentos, y para que
conste firmo. José Ignacio Bernal”.
Libro 2º de entierros 1758-1816, folio 10r, citado por
Tisnés Jiménez, Roberto M., Don Juan del Corral:
libertador de los esclavos, Banco Popular, Cali, 1980,
312.
Dictador Juan del Corral
Mompox, Provincia de Cartagena, 23 de junio de 1778- Rionegro,
Provincia de Antioquia, 7 de abril de 1814
Don Juan del Corral y las exequias del Libertador de Antioquia

“Palacio del Supremo Gobierno.


Antioquia, abril 8 de 1814.
La Divina Providencia que dispone de la vida de los hombres como y cuando
conviene a los designios de sus soberanos decretos, ha impuesto que la interesante
y preciosa del excelentísimo Jefe del Estado, ciudadano Juan del Corral, acabase su
carrera el día siete del corriente, a las cuatro de la mañana. Y siendo muy justo
después de resignarse con las disposiciones del Todopoderoso, rendir el tributo a la
memoria de nuestro libertador por toda la República, ofíciese con inserción de este
Acuerdo al Discreto Provisor para que se sirva mandar se hagan las exequias
correspondientes en todas las parroquias del Estado; e igualmente a los Tribunales y
Corporaciones al efecto que se contribuyan por su parte a la mayor pompa, llevando
y haciendo llevar por ocho días uniformemente los aparatos de luto a todas las
personas del Estado”.
Firma Andrés Avelino de Uruburo, Secretario Provisional”.
Archivo Municipal de Rionegro, Papeles varios (1809-1849), folio 41.
Citado por Tisnés Jiménez, Roberto M., Don Juan del Corral: libertador de los esclavos, Banco Popular, Cali, 1980, 312.
Pero… ¿Y quién juzga a los muertos en medio de una guerra?

Representación de la muerte de Antonio Ricaurte en San


Mateo el 25 de marzo de 1814
Muerte de Atanasio Girardot en la batalla del Bárbula,
30 de septiembre de 1813
La muerte heroica del coronel Atanasio Girardot y el
destino de su cuerpo… y sus partes

Muerte heroica del coronel Atanasio Girardot en el clímax de la batalla del Bárbula el
30 de septiembre de 1813
Pablo Morillo y sus aportes ilustrados a la creación de
cementerios en América
“… se servirá Vuestra Señoría oficiar al
Ylustrísimo Señor Arzobispo a fin de que
encargue a los respectivos curas de su Diócesis el
puntual cumplimiento de aquellas, haciéndolo
circular Vuestra Señoría igualmente a los
gobernadores, tenientes justicias y demás a
quienes corresponda, para que bajo los más
severos cargos no permitan, ni consientan por
pretexto alguno se dé sepultura en las yglesias a
ninguna persona sea de la clase que fuere. Cuyo
contenido traslado a Vuestra Señoría para que
en la parte que le sea respectiva le dé su más
puntual cumplimiento”.
Comunicación del Gobernador de la Provincia de Maracaibo,
Don Ramón Correa, al Lic. Francisco Irastorza, Vicario General
de la diócesis de Coro, transmitiendo las órdenes del Capitán
General Interino de Venezuela
Pablo Morillo Citado por Ana Hilda Duque y Lolibeth Medina. De enterrados a fieles
(Fuentesecas, España, 1775 - difuntos. Mérida (Venezuela): Grupo de Investigación y Estudios
Culturales de América Latina (GIECAL) – Universidad de los Andes. Serie
Barèges, Francia, 1837) Cuadernos del GIECAL Nº 2, 2009. 69 p..
Pablo Morillo y sus ‘aportes’ ¿ilustrados? a la creación de
cementerios en Cartagena

Ejecución de los ‘Mártires de


Cartagena’ tras el fin del asedio
de Cartagena
26 de agosto – 6 de diciembre
de 1815
Pablo Morillo y el Régimen del terror: Juzgar a los vivos… y a
sus cadáveres

Ejecución de Camilo Torres y Manuel Rodríguez Torices Ejecución de Francisco José de Caldas
Santafé de Bogotá, 5 de octubre de 1816 Santafé de Bogotá, 29 de octubre de 1816
Pedagogía del terror: la misma muerte… pero un
destino final
En la noche entre el 4 y el 5 de octubre de
1816 fue ejecutado este grupo de patriotas.
Camilo Torres y Rodríguez Torices fueron
desmembrados por las extremidades.
Sus partes se esparcieron por la ciudad y sus
cuatro entradas de la ciudad para horrorizar a
la población. La cabeza de Camilo Torres fue
colocada en una lanza en la plaza para mayor
escarnio público y la de Manuel Rodríguez
Torices en la hoy Calle 13 en donde se
encuentra la Estación de La Sabana.
Patíbulo Camilo Torres Tenorio, el Conde de Casa
Valencia (Pedro Felipe Valencia), don Manuel
Rodríguez Torices y don José María Dávila.
Pedagogía del terror: la misma muerte… pero un
destino final
“Fui prisionero en Cachirí, y me ocupaban los españoles en Bogotá en conducir a la
fosa los cadáveres de los patriotas fusilados. En consecuencia, presencié el
fusilamiento de Caldas y Ulloa, y fui testigo del horror con que murió el primero, y
de la arrogancia que en el patíbulo desplegó el último. Caldas murió a la primera
descarga, cuyos ocho tiros le entraron por la espalda y le abrieron una inmensa
tronera en el pecho. El taco de uno de ellos incendió el vestido, y yo apagué el
fuego con agua que tomé en la pila vecina. L/os cadáveres fueron colocados en
sendas parihuelas; el de Caldas quedó como a horcajadas, y lo taparon con un
paño de frisa de la que aún se estila usar en nuestro pueblo. Al conducir el cadáver
de Caldas a la iglesia de La Veracruz, y ya en el vestíbulo de ésta, yo, que estaba
enfermo de disentería, y además muy conmovido, caí en tierra, arrastrando
conmigo el cadáver y manchándome con la sangre que de éste salía en
abundancia”.
Ibáñez, Pedro María, Crónicas de Bogotá Tomo III, 176.
La campaña libertadora y sus ‘muertos desaparecidos’

Paso de los Andes por el páramo de Pisba,


22 de junio - 5 de julio de 1819
La campaña libertadora y sus ‘fosas desaparecidas’

Batalla del Puente de Boyacá,


7 de agosto de 1819
Pedagogía del terror: la misma muerte… pero un
destino final

Rendición del Brigadier José María Barreiro. Posteriormente él y todos los oficiales españoles prisioneros fueron
fusilados el 11 de octubre, por orden de Francisco de Paula Santander en otro episodio de la Guerra a muerte.
José María Córdova, la sublevación antioqueña… y
el destino de su cuerpo

Tras con combate en cercanías del Santuario el 17 de octubre de 1829, Córdova fue herido y, a sangre fría,
Rupert Hand lo asesinó a sablazos en su camastro del ‘hospital de sangre’ por supuestas órdenes de O'Leary.
Nuevos retos bicentenarios… ¿Dónde terminaron
los restos de Francisco Antonio Zea?

Francisco Antonio Zea


Medellín, 1769 - York House Hotel (Bath, Inglaterra), 1822
Muere a los 51 años
¡Muchas gracias!
diego.bernal@upb.edu.co

redcementeriospatrimoniales@gmail.com
http://redcementeriospatrimoniales.blogspot.com/

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