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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN

NICOLÁS DE HIDALGO

Facultad de Psicología

Ética y Psicología

Lo que aprendí de la ética

Carolina María Alvarez Merced

Dra. Evelyn Caballero Durán

Sección 03 9° semestre

Morelia, Mich., a 03 de diciembre de 2018.


A lo largo de la carrera se nos hace hincapié en que es fundamental, de una u otra manera,
mantener y promover la ética en todos los proyectos que tuvimos que construir y aplicar, de
ser necesario, y a mi parecer, fue un acierto que nos dijeran ese tipo de cosas, sin embargo,
creo también, que debería de haber sido implementada la materia desde un principio, puesto
que existen varios deslices que cometí en algunos de tantos proyectos realizados a lo largo
de la carrera y también tuve situaciones en las que tuve un conflicto por no saber cómo obrar
en alguna situación de servicio social o de las prácticas profesionales que hubieran podido
ser bien atendidas por algunos artículos del código ético o de algún mentor, si hubiera sabido
que podíamos tener uno. Por ejemplo, en el apartado de competencia y honestidad del código
ético (Sociedad Mexicana de Psicología, 2017) habla a grandes rasgos, sobre la incidencia
del profesional de esta área solamente en aquello para lo que se capacita, de mantenerse
actualizado en los estudios emergentes de la Psicología, qué debe hacer sobre las
declaraciones que hace, el reconocimiento de fortaleza y debilidad y las consideraciones de
prestaciones de servicios en caso de estar inmerso en el área de pueblos indígenas mexicanos,
sin embargo, quiero hacer hincapié en el artículo 1 de esta misma sección; además de lo que
estipula, podría agregar al mismo que se tuviera una mirada crítica y analítica sobre los
servicios que prestan los colegas, pues aun cuando hay especializaciones diversas de
cualquier enfoque, es bien sabido que coexisten con “especializaciones” que van en contra
de todo criterio y artículo, y que venden una falsa idea de lo que hace la psicología, de lo que
puede llegar a ser, y que a veces se deja de lado por hacer prácticas poco profesionales al
promover que se “realice una regresión a las vidas pasadas” o “se contacte con su ángel
guardián”, por decir algunas, en un consultorio que aparentemente cuenta con las licencias
para estar en funcionamiento. Esto viola en todo su esplendor al artículo 5, 6, 7 y 12 del
apartado, pues está descuidando la objetividad y el prestigio de los servicios que un
profesional de la psicología ofrece, y además de ello, causa que dichos servicios sean vistos
como fantasiosos o chamánicos.

Aun cuando existe el artículo 25, 29, 38 o 110 ninguno habla específicamente de las prácticas
que se considerarían “no convenientes” en psicología, sea cual esta fuere, ni explica que las
cosas que se hagan pasar como práctica psicológica, se contextualicen e incluso de analizaran
dentro de la propia experiencia del paciente o de quien solicita nuestros servicios, para
incluso ayudar a que se vayan excluyendo como la primera opción de las personas para
atender aquellas cosas que no entienden de sí, no sólo como una forma de concientizar acerca
de lo que implica o no un apoyo psicológico, sino también como una forma de defender la
ciencia a la que pertenecemos, independientemente de la línea o creencias personales de las
que seamos partidarios, pues incluso si recurrimos a las creencias religiosas/espirituales del
paciente, podemos abordarlo desde un punto de vista instrumental para el paciente, no como
cimiento del trabajo terapéutico, como bien se le menciona en una conferencia dada por un
egresado de la carrera de Psicología de la Universidad de las Américas (2013), lo que me
lleva al siguiente punto.

Al continuar con este ensayo, me dio curiosidad investigar qué cosas podía toparme en
internet sobre el tema y recurrí al principal buscador de información después de Facebook y
de Google; Youtube. Lo hice así porque, al menos en mi caso, es lo que hago cuando existen
temas que creo complejos y que implican una plática indirecta de alguien, y escuchas de
primera mano la información, sin que involucre lecturas exhaustivas o que sean demasiado
especializadas. La conferencia me pareció la más enriquecedora de todo lo que pude ver y
reflexionar, porque ilustra lo que es una práctica profesional de 10 años dentro del área
educativa, pero lo une con algunas cuestiones que se ven implicadas para los recién
egresados, que son básicamente los dilemas éticos que tienes que afrontar y que de una u otra
forma sorteas, pero el hecho de superarlos no quiere decir que estés en lo correcto, menos
aun cuando te encuentras sin estar en proceso (que también estoy de acuerdo en llevarlo, pues
la carrera implica moverte muchos cimientos y muchas verdades que vas introyectando, pero
ese es otro tema) y además de ello, tomar una posición acrítica y tomar a destajo a todo aquel
que se te acerque y creer que puedes con todo aquello que vaya abriendo dentro de lo que,
según tu, sería un proceso. Personalmente, creo que como egresados, estamos capacitados
para atender cosas de manera generalizada, llamándolo una asesoría por utilizar un término,
sin embargo, el llevar la materia me hace darme cuenta de que aun cuando podemos hacerlo,
la práctica nos va enseñando que aun con proceso, no somos perfectos y habrá situaciones
que no podremos manejar ya sea por nuestra preparación en el área que se toca dentro de la
entrevista hecha a la persona, o bien, porque no estás lo suficientemente entrenado para
intervenir ciertas situaciones. La experiencia aún seguirá ahí, pero también reflejará los
valores que hemos aprendido y los que ponemos en práctica dentro de nuestro ejercicio
profesional, llamado por el conferencista de la UDLA como coherencia profesional.
Así mismo, menciona una premisa interesante, que aborda la cuestión de la imagen de
psicólogo, en donde según la argumentación que llevaba, los psicólogos tenemos la necesidad
de una buena imagen, pues “somos una carrera considerada como ejemplo en la sociedad”
(Universidad de las Américas, 2013) y eso nos daría un posicionamiento diferente sobre
cómo nos tratan. Sin embargo, dentro del código ético, no existe un apartado que hable sobre
la imagen o código de vestimenta pero sí de conducta que se enfoca en lo que se debe hacer
en nuestro ejercicio profesional buscando siempre el beneficio para el cliente y sus
necesidades cuidando de nosotros también.

Esto lo saco a discusión porque me parece muy interesante el punto antes mencionado, pues
esto es algo que, hasta antes de ver ese video, daba por sentado que solamente las personas
ajenas al rubro pensaban. Me parece importante una imagen presentable, sin duda, pero eso
tiene que ver con la ética y la moral que yo he internalizado, sin embargo, no necesariamente
somos un ejemplo para la sociedad, puesto que aún seguimos siendo humanos y esa
ambigüedad en donde se le ve al psicólogo como un estandarte de buenos valores (¿para
quién?), también se le resta importancia al trabajo que se realiza y no se toma tanto en cuenta,
y bueno, creo que sería funamental, que ante todo (e incluso se menciona en el Código Ético),
pusiera primero los intereses de la persona que se encuentra buscando sus servicios y que
también tenga en cuenta los valores universales que repasamos en clase como lo son el
respeto a la vida, el amor, la verdad, la belleza, la justicia y la bondad; esto pone en jaque las
ideas que las personas tienen sobre qué es un psicólogo y la imagen preconcebida que tienen
sobre la carrera, puesto que si existe diversidad tanto en enfoques, líneas de trabajo y de
poblaciones a tratar, creo que es justo que también exista diversidad de vestimentas,
accesorios, lenguaje, conducta, etc., que sea coherente con lo que predica en su actuar
profesional y personal cada uno de nosotros, puesto que si todos tuvieramos que ajustarnos
a las ideas que tienen las personas sobre lo que hacemos, estaríamos limitándonos debido a
que esto atentaría contra lo que expresamos como verdadero de nuestra persona, nuestra
interpretación de lo estético y de lo bello, y, viéndolo desde una perspectiva terapéutica, no
habría variabilidad a la par de los estilos de los pacientes, y no podría haber una
transferencia/rapport/empatía tan fuerte como cuando encuentras a un terapeuta que tiene
rasgos compatibles contigo pero que a su vez, es muy diferente; lo sé de primera mano,
porque yo lo he vivido en mis diferentes procesos terapéuticos y agradezco que mis
terapeutas hayan sido diferentes tanto en enfoque, como en personalidad y que siempre (al
menos eso percibí) cuidaron de mí, de mis miedos y sobre todo, de mi bienestar.

Esto me lleva a pensar que, aún cuando conocemos los límites del Código Ético, esta no es
una ley inamovible y que no puede ser puesta en tela de juicio en ningún momento; nuestra
área de trabajo es diversa, pero gravita entre lo social y la salud, entonces, siendo un campo
de trabajo que toca varias cuestiones entre una y otra, es necesario entender que a veces estos
artículos quedarán cortos a la situación que se nos presente y tendremos que acudir a otro u
otros que nos puedan apoyar para que podamos resolver las cosas de la mejor manera y que
se cuide siempre lo que la persona que nos solicita, desea.

La conclusión de esto, es que si bien, nosotros como recién egresados de la carrera tendremos
mucho de lo que se denominan dilemas éticos que podremos atender con base en nuestro
código y sus versiones venideras, es necesario tener clara nuestra ética personal y cómo
construimos la profesional, pues la primera siempre saldrá a relucir en cualquier trabajo que
realicemos independientemente de la complejidad que encontremos en ello y ambas serán
nuestro fundamento para las acciones que decidamos tomar tanto para nosotros como para
nuestros colegas en caso de ser necesario. Nuestra decisión de haber estudiado y concluido
una carrera que implica el trabajo con personas de todo tipo y lugar, tiene la única regla de
siempre, siempre, cuidar de su bienestar, y eso se logra a partir de cuidarnos a nosotros
mismos de nuestras limitaciones, alimentar fortalezas y todo lo que decidamos hacer,
realizarlo con pasión, coherencia, ética y amor.

Referencias
Sociedad Mexicana de Psicología. (2017). Código Ético del Psicólogo. México: Trillas.

Universidad de las Américas. (16 de octubre de 2013). La ética del psicólogo. Ciudad de México,
México. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=Tu4CXMuUwTM

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