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¿Cómo Convertir Su Iglesia En Una Cultura Alternativa?

Por Bojidar Marinov


Traducción, William García

Parte 1

Todos sabemos que las tendencias históricas son importantes,


pero solamente son importantes en términos de la Palabra de
Dios. Nosotros no hacemos interpretaciones basadas en las
tendencias históricas. Sino que basamos las tendencias
históricas y las interpretamos con la Palabra de Dios. Nada
puede reemplazar la Escritura como la base y el fundamento
de la interpretación, por otro lado las tendencias históricas
nos dan cierta perspectiva acerca de las verdades de la
Escritura. Y esto no lo entenderíamos claramente sin
interpretarlo no en el contexto histórico en el cual las
Escrituras son aplicadas.

Los discípulos de Jesucristo estuvieron con Él durante tres


años y medio y aún así ellos no le entendieron mucho de lo
que les enseñaba durante ese tiempo. Podemos imaginar
estar con el Señor Jesús durante tres años y medio, - lo cual
es año y medio más de lo que regularmente toma un curso de
teología en un seminario, - y no entender mucho de lo que el
Señor Jesús enseñaba. ¿Algo extraño verdad? Lo que el Señor
Jesús hacía era aplicar el Antiguo Testamento a Él mismo. Los
discípulos debieron estar familiarizados con el Antiguo
Testamento porqué de hecho lo aprendíeron desde los años de
su juventud, su obligación era haber entendido lo que el Señor
Jesús enseñaba acerca del Antiguo Testamento. Pero ni
siquiera los maestros los rabinos tenían ninguna idea acerca
de cómo interpretar verdaderamente los pasajes. Pasajes que
ellos mismos habían estado leyendo y discutiendo durante
siglos enteros, lo rabinos no tenían idea de lo que estos
pasajes realmente significaban. Los magos de Oriente habían
venido a Jerusalén en busca del rey de los judíos, pero los
maestros los rabinos estaban confundidos acerca de lo que los
magos decían. Los rabinos se preguntaban ¿qué es lo que
estos quieren decir? finalmente llegaron a la interpretación de
que el rey debía nacer en Belén, pero eso era todo y ni
siquiera pudieron reconocer al rey. El Antiguo Testamento
había profetizado todo acerca del rey, pero ellos no podían
interpretar quién era el rey. En términos de entender las cosas
ellos fallaron totalmente. Fallaron en cuanto a cuál era la
naturaleza del rey y fallaron en cuanto a cuál era el ministerio
del rey. Por lo tanto los discípulos de Jesucristo también
tuvieron dificultad para entender las palabras de Jesús a la luz
de los eventos históricos que ellos vivían. Por ejemplo, en
cuanto a la muerte en la cruz, hay dificultad en entender la
implicación de este hecho. Los discípulos tuvieron que
aprender a través de los acontecimientos históricos que ellos
vivían. No es que los discípulos no pudieran interpretar las
Escrituras, las Escrituras son plenamente claras, pero Dios ha
querido que nuestro entendimiento práctico y que la
aplicación de las Sagradas Escrituras venga a través de la
experiencia, es decir a través de los eventos de la historia en
el tiempo, en la tierra. Y de esta manera entonces no somos
como los filósofos griegos que vivían en la torre de marfil. Sino
que nuestro conocimiento siempre es práctico y aplicable en
la historia. De manera que las tendencias históricas siempre
son un tutor, un maestro para nosotros. Y esto es así porque
Dios lo hace.

Por supuesto que la historia puede convertirse en un ídolo, y


estamos tentados a depender de la historia más de lo que
Dios permite. Los hebreos por ejemplo cayeron repetidamente
en esa misma trampa. Esto puede verse por ejemplo cuando
ellos confiaron en la imagen de la serpiente que Moisés había
levantado en el desierto como una forma de curar e hicieron
de eso, un ídolo, 2 Reyes 18:4.

En el tiempo de Jesús los maestros interpretaban la historia no


como la historia de la redención de Dios, la historia de la
justicia de Dios para el mundo, sino como la supuesta historia
de la obligación por parte de Dios para garantizar las ventajas
y privilegios de Israel como nación. En eso es que ellos
pensaban que consistía la historia de las Escrituras. Y esa es
la manera como se interpreta hoy la historia en las Escrituras
por parte de la escuela dispensacionalista. Aun los eventos
que son positivos, buenos y redentores de la historia pueden
convertirse en un lazo. Un buen ejemplo de esto es el caso de
muchos reformados y su obsesión con las Confesiones de Fe
de más de 400 años de antigüedad. No me mal interpreten,
yo mismo soy un cristiano confesional. Pero esas confesiones
dicen muy claramente que las tradiciones de los hombres no
pueden ser estándar de la verdad, sino solamente una
herramienta que puede ser útil para entender la verdad. Es
muy peligroso depender del pasado en una forma nostálgica,
el pasado ha quedado atrás y no regresará. Pablo lo deja muy
en claro a los Filipenses que ciertamente olvidando el pasado,
lo ha dejado atrás, y que él prosigue hacia delante, hacia la
meta al premio del supremo llamamiento en Cristo Jesús,
Filipenses 3:13.

Esto se aplica no solamente a nosotros como individuos sino


que también se aplica a la iglesia. Pero aún así todavía el
transcurrir histórico es importante porque principalmente nos
ayuda a entender la manera como Dios revela Su juicio en
acción. Piense por ejemplo en cualquier tipo de negocio, el
propietario de ese negocio puede haber leído todos los buenos
libros acerca de la administración de su negocio, acerca de la
buena manera de llevar a cabo su actividad empresarial. El
puede haber aplicado todos los principios justos, él puede
haber sido fiel a la actividad de su negocio, él puede haber
sido fiel a la justicia, y esperar entonces que debe tener éxito.
Pero aún así ese negociante necesita una realidad una
tendencia histórica y real o experimentar él mismo una
bancarrota para entonces saber si en verdad ha aplicado
eficazmente o no esos principios. Lo que le dice si ha hecho
un buen trabajo no es revisar todas sus acciones, todo su
trabajo que ha hecho desde el principio. Sino que el resultado
final, las utilidades, el fruto que ha obtenido de su trabajo, es
lo que le dice si verdaderamente ha hecho un buen o un mal
trabajo. En términos económicos de la teología del pacto esto
es lo que se llama las sanciones del pacto. Y esto es válido
según la teología del pacto para cualquier tipo de empresa ya
sea comercial, industrial, educativa, de investigación científica
y esfuerzos organizacionales. La única manera real de tener
un balance certero final, es contando las utilidades, el fruto al
final del día. Y depende de si estamos hablando de un tipo de
trabajo de empresa diseñado a corto a mediano o a largo
plazo, Y los frutos las utilidades deben ser verificadas al final
del día, al final del mes, al final del año, o al final de muchos
años. No importa el tiempo que sea necesario para verificar el
resultado, lo único que realmente nos dice el éxito de la
empresa, son los frutos, las utilidades obtenidas al final. El
árbol de Higuera que no demuestre producir buenos frutos
¿qué sucederá con ese árbol? Pues que será maldecido por el
Señor mismo, y también nosotros, si no producimos buen
fruto seremos maldecidos. Como el siervo, que también ha
enterrado su talento y no ha producido una buena utilidad con
ello, aunque sea el fruto mínimo que pudo haber obtenido por
invertir en una cuenta de ahorros. Como dijo Nuestro Señor
Jesucristo, será maldecido y arrojado afuera en donde hay
oscuridad. Porque es inútil y no produce ninguna ganancia. De
la misma manera cualquier empresa que no produce fruto en
el tiempo que se esperaba que produjera ganancia, será
maldecida. Y aún nosotros también seremos aún mucho más
maldecidos, y los empresarios quienes tienen que trabajar
negociando conocen este principio muy bien. De Manera que
cuando vemos que nuestra empresa no produce fruto pues
debemos parar, y debemos pensar, considerar ¿hay algo que
estamos haciendo mal? ¿hay algo que se debe cambiar?
Algunas veces se requiere cambios mínimos, pero hay otras
veces en que se requiere parar todo, derribar todo y volver a
comenzar desde el mismo fundamento.

De manera que estoy aquí para hablar de una tendencia


histórica que se nos muestra justo delante de nuestros ojos,
una tendencia histórica que los cristianos reformados
debieron haber observado desde hace mucho tiempo y
debieron haber actuado en conformidad. Especialmente acá
en este país, en los Estados Unidos, pero no lo han hecho.
Hemos seguido llevando a cabo esta empresa como si no
hubiera pasado nada, y hemos seguido actuando como si
solamente se requirieran cambios mínimos. Hemos pensado
que las cosas no han sucedido de la manera como
esperábamos simplemente porque tal vez no contamos con la
gente más apropiada, especialmente gente en posiciones de
autoridad. Ese es el mismo pretexto, la misma disculpa que
los comunistas usaron en Europa oriental, tú sabes el
comunismo es un buen sistema solamente que no ha sido
aplicado por las personas correctas, y básicamente eso es lo
mismo que hemos oído de la gente reformada de hoy. Hemos
visto que nuestro sistema falla una vez y otra vez,
nuevamente vuelve a fallar. Y lo único que hacemos es decir
que necesitamos continuar haciendo las mismas cosas. Hacer
lo mismo una vez y otra vez. Y que alguien más debe echarse
la culpa por nuestras fallas, o que la situación no está del todo
mal sino que pronto las cosas pueden mejorar. Es decir, las
cosas no son tan malas desde la semana pasada en la iglesia
y de todas maneras yo soy una persona buena y algún día
todos estaremos muertos. Bueno, realmente no decimos las
cosas así literalmente pero actuamos como si las dijéramos.
Hemos sido complacientes, nos hemos sentado tranquilos
mirando como nuestra nación así como el mundo a nuestro
alrededor se cae y simplemente lo vemos sin mostrar ningún
tipo de dignidad, ni coraje ni valentía, ningún coraje para
admitir que el juicio comienza por la casa de Dios. Siempre es
así lo que está sucediendo a nuestro alrededor es un juicio
sobre nosotros. El juicio cae sobre nosotros porque somos
aquellos que tienen el entendimiento teológico más acertado,
la ideología más acertada y que conocemos la Palabra de Dios
de una manera más acertada que cualquier otro grupo. Y
supuestamente sabemos cómo aplicarla mejor que cualquier
otro, nosotros los cristianos reformados. Y lo peor es que
hemos tolerado líderes y ministros falsos. Ellos nos han dicho
que todo está bien y que lo único que necesitamos es hacer
más de lo mismo, o peor aún que las cosas pronto van estar
mejor. Y por lo tanto lo único que hacemos es legitimar la
maldición, y sólo aceptar la maldición, y enseñarle a nuestros
hijos a que acepten la maldición. Eso es todo lo que hemos
hecho, y seamos honestos con nosotros mismos. La tendencia
histórica de la que hablo es que ya no tenemos más
influencia, que el cristianismo reformado ha perdido su
influencia en los Estados Unidos, principalmente el
Presbiterianismo. Y así también con todas las demás
tendencias reformadas, si usted es un Bautista reformado sólo
sucede exactamente lo mismo, la misma tendencia.

Es difícil a veces entender la manera como hemos perdido la


influencia en los Estados Unidos, la verdad es que las iglesias
reformadas en los Estados Unidos ya no son influyentes.
Bueno si, los cristianos reformados eran influyentes durante el
tiempo de la independencia, también sabemos que el
cristianismo era un paradigma dominante en el tiempo de la
abolición de la esclavitud y también en el tiempo de la guerra
civil especialmente en el sur, y que vemos al norte como el
agresor, como el malvado pagano. Aunque esto no es
enteramente la verdad. Sí, hubo un tiempo en que éramos
influyentes en las decisiones de la Corte Suprema de Justicia,
como por ejemplo 1892 en el caso Trinity versus los Estados
Unidos, en el cual se concluyó que esta nación es una nación
cristiana esto, irónicamente, se pronunció cuando se trató un
caso de inmigración en el cual la Corte Suprema echó por el
suelo las restricciones que impedían la inmigración. Y la corte
afirmó que estas restricciones no solamente eran anti
constitucionales, sino que iban en contra del cristianismo, el
cristianismo en una nación cristiana. No soy irónico acá, claro
que todos estamos de acuerdo en que ha habido un retroceso,
una caída en nuestra influencia, pero de lo que no nos hemos
dado cuenta es de lo dramática que ha sido la pérdida de su
influencia, la verdad es que principalmente el
presbiterianismo ya no es el factor más influyente.

Éramos influyentes aún en Nueva York, ciudad considerada


por muchos cristianos como el asiento del Diablo. Por ejemplo,
Rushdoony ha mencionado en uno de sus libros, el reclamo
por parte de un obispo católico romano en la ciudad, quien se
quejaba de que los inmigrantes irlandeses perdieron su fe
católica romana y se convertían en presbiterianos porque los
presbiterianos controlaban la Ciudad y ayudaban a los
inmigrantes a conseguir trabajo y les ayudaban a establecerse
inmediatamente, y esto sucedía a principios del siglo XX hace
sólo 100 años. La poderosa organización política irlandésa
católico romana Tamanny Hall, esa organización corrupta
que por décadas había controlado la política en la ciudad de
Nueva York, y nos dio la policía profesional desde la década
de los años 1840, falló políticamente ¿saben por qué? Debido
a dos sermones pronunciados por un pastor presbiteriano, dos
sermones, sólo dos sermones pronunciados por un humilde
pastor presbiteriano, Charles Henry Parkhurst. Así éramos de
influyentes, podríamos desestabilizar y hacer colapsar
gobernantes poderosos. Cuando expulsaron a John Gresham
Machen de la Convención Presbiteriana en aquel entonces,
esto fue una noticia de cobertura en los medios a nivel
nacional, esta noticia apareció en la portada de los principales
periódicos del país, así era la importancia del presbiterianismo
en la sociedad, en la cultura. Y esto fue recientemente, en la
década de 1940. Otras denominaciones no eran tanto menos
influyentes, por ejemplo en la batalla de Atenas, en
Tennessee, en 1946. Todos ustedes conocen este
acontecimiento, si es que valoramos la tradición americana de
enfrentarse en contra de los gobiernos corruptos y si
verdaderamente saben lo que quiere decir el sometimiento a
la autoridad, la sumisión a la autoridad. Fue precisamente un
pastor metodista quien se encargó de tomar el gobierno de la
ciudad después de que el departamento de policía fue
dispersado, y este pastor se encargó de proveer el
mantenimiento del orden en la ciudad, ¡un pastor metodista!

Los bautistas tampoco se quedaban atrás en su influencia. En


muchos lugares al occidente del río Mississippi los pastores
bautistas eran la única fuente de cohesión de la comunidad y
así sucedió durante la década de 1950 cuando la mayoría de
los condados de la nación no contaban con fuerzas de policía,
ni con gobiernos civiles organizados. Si se quería saber
quienes se encargaban del gobierno local, era necesario
dirigirse a las iglesias bautistas. Así era como en muchas
partes funcionaban las cosas. Así eran las cosas hace solo
unos 50 años, y tengan en cuenta que una generación en
términos bíblicos es de sólo 40 años. Aún hay gente con
nosotros que nació y fue criada en esa cultura, hay aun
pastores hoy en día que nacieron y fueron criados en esa
cultura. De manera que no estamos hablando de una
memoria histórica, sino que es una realidad histórica reciente
para muchas personas hoy en día. Es como las historias de la
Segunda Guerra Mundial, hemos visto vídeos pero también
hemos escuchado los testimonios de los veteranos de esa
guerra. Así sucede con los testimonios de aquella época de
influencia reformada, hemos oído los testimonios de los
veteranos de ese tiempo. Pero a diferencia de las historias de
la Segunda Guerra Mundial, muchos no saben que así eran las
cosas, que así fueron y así sucedieron en ese tiempo.

¿Por que no lo sabemos? Creo que los pastores


deliberadamente han hecho que nos olvidemos de eso,
simplemente no nos han contado acerca de estas cosas. Los
seminarios nunca les han enseñado esto. En general, la élite
que hace parte del complejo industrial eclesiástico no les han
enseñado nada de estas cosas. Así se ha creado nuestra
forma de pensar. Y nos hemos conformado a no conocer la
historia. De hecho no nos preocupa saber como ha sido la
historia realmente. Todos nosotros pensamos que la manera
como las cosas son ahora, así han sido siempre, que tal ves
antes las cosas hayan sido un poco mejor, pero no tanto. ¿Por
qué se nos ha engañado? bueno porque si supiéramos la
verdad estaría claro para nosotros que en las últimas dos
generaciones en los Estados Unidos - por favor presten mucha
atención a esto que voy a decir- en las dos últimas
generaciones nos hemos convertido en el ejemplo perfecto de
la sal que no tiene ningún sabor y que no sirve para nada. La
sal de la cual Jesús hablo en Mateo capítulo 5 versículo 13,
Lucas capítulo 14 versículo 34. En solo 2 generaciones el
cristianismo reformado en este país pasó de ser el factor
cultural dominante para convertirse en una secta periférica de
la cual sus enemigos ya no se preocupan para nada. Esto en
solamente dos generaciones.

Así es, en los años 30 cuando J. G. Machem fue expulsado de


la convención presbiteriana de su tiempo, eso mereció ser un
evento de carácter nacional. Sin embargo en la última década
en que se han presentado una serie de acontecimientos
escandalosos y de corrupción dentro de las iglesias
reformadas, han pasado como hechos que prácticamente a
nadie le importa, incluyendo el caso de un nieto de Billy
Graham, el cual tuvo un cubrimiento superficial, que casi
nadie notó en los medios de comunicación, y los ateos ni si
quiera se dieron cuenta. Yo me dediqué a buscar si había
algún medio de comunicación ateo que le prestará atención al
escándalo sexual del nieto de Billy Graham, y sacara la noticia
a la luz pública, pero a nadie le importo eso, a nadie. Nos
hemos vuelto insignificantes, nos hemos castrado a nosotros
mismos. Nos hemos hecho gente tan irrelevante y sin frutos
que ni siquiera nuestros enemigos nos toman en cuenta, no
solamente hemos perdido influencia, sino que nos hemos
quedado sin voz. Como algunos búlgaros dicen, nos hemos
convertido en unos completos idiotas, pueden interpretar esta
última palabra como ustedes quieran. Ya no somos relevantes,
y no estoy hablando solamente de los cristianos
reconstruccionistas sino también de los que dicen ser
reformados. Habló acerca de gente como MacArthur, Moller, y
de todos los seminarios supuestamente reformados, y de
todos los que hacen parte del complejo industrial ministerial,
que recogen cientos de millones de dólares al año, y que
supuestamente hacen el trabajo ministerial, a pesar de todos
los recursos que hemos malgastado, todavía somos invisibles
para la sociedad que nos rodea.

No estamos hablando de una nación que no ha tenido una


historia de cristianismo reformado como por ejemplo China o
Bulgaria o Gana en el África, sino que esto ha sucedido en los
Estados Unidos. País formado con la sangre y el sudor de
cristianos reformados. País que fue dominado hasta hace dos
generaciones solamente por presuposiciones cristianas
reformadas, si éste no es un ejemplo de la sal que es echada
fuera porque no sirve para nada, y que es echada fuera para
que sea hollada por los hombres, entonces no sé cual sea un
buen ejemplo para esto. Otra vez, si este no es un ejemplo de
la sal echada fuera para ser pisoteada por los hombres no sé
cuál será entonces un buen ejemplo. No conozco algún otro
ejemplo en la historia acerca de una cultura dominante que
haya sido echada al basurero de la historia. Y que haya sido
derrotada y arrojada al basurero sin ser derrotada
previamente política y militarmente. Claro, ya sabemos el
facismo y el comunismo sufrieron sus respectivas derrotas,
pero fueron derrotados militarmente. El fascismo fue
derrotado por una fuerza gigantesca militar que luego terminó
matando sus principales líderes e ideólogos. El comunismo
sufrió una derrota estratégica significativa después de toda
una confrontación, después de toda una rivalidad de carácter
militar. Por otro lado, estas dos ideologías no tuvieron un largo
período de dominación dentro de sus respectivos límites
geográficos. El comunismo fue dominante solamente durante
70 años dentro de sus límites geográficos y el nazismo fue
dominante sólo 12 años. Pero el cristianismo reformado no
solamente fue dominante durante un largo periodo de tiempo,
sino que fue el fundador de esta nación. El cristianismo
reformado estuvo presente en el proceso de independencia de
este país, y el cristianismo reformado fue el único sistema
ideológico consistente en el mundo de habla inglesa por un
periodo de 400 años.

El cristianismo reformado dejó de ser influyente no porque


haya sufrido una derrota política y militar. No se puede
apuntar con el dedo y decir este ejército fue el que nos sacó
del ring, sino que el cristianismo reformado ha caído de una
manera pacífica, gradual, y rápida. Ahora miramos a nuestro
alrededor y encontramos como este cristianismo reformado
por el cual nuestros padres se esforzaron y sangraron durante
400 años, de repente lo hemos perdido. Y eso no es todo, sino
que por ejemplo los que estamos aquí presentes, si nos
examinamos, y nos preguntamos ¿cuántos de nosotros acá
reunidos provenimos de hogares originalmente reformados?
¿cuántos de nosotros podemos trazar nuestros antepasados, y
afirmar que venimos de las familias originales de creyentes?
Por mis observaciones, y sé que no estoy equivocado, muy
pocos podrían decir que efectivamente vienen de familias
tradicionalmente reformadas. Mucho se ha hablado
últimamente del avivamiento y de la tal renovación calvinista.
No estoy seguro si realmente se ha presentado tal cosa. Pero
supongamos que sí, que ha sucedido un avivamiento. Si es así
podemos decir que este movimiento viene de parte de
jóvenes pero que ellos mismos no vienen de hogares
Reformados y ni siquiera de hogares cristianos. ¿En donde
están los hijos de los antiguos reformados presbiterianos y
bautistas? Bueno en dónde están: se han convertido en
teológicamente liberales y apostatas, lo cual es la misma
cosa. Los reformados, no solamente han perdido una batalla
cultural sino que también han perdido sus propias Iglesias.
Hay que enfrentar la realidad, el movimiento reformador,
presbiteriano, episcopal... todos, están muertos en cuanto a
lo práctico. Y han estado muertos por muchas décadas hasta
ahora. No es solamente la pérdida de la guerra cultural, sino
también la pérdida de sus propias iglesias, de su propia gente.
Y en solamente dos generaciones. Y seamos sinceros, si el
movimiento reformado, con todos sus antecedentes y con una
tradición de 400 años ha perdido sus propias iglesias, si ha
perdido la batalla cultural, si ha perdido a sus propios hijos,
¿qué podemos decir de nosotros y de nuestra tradición que
tiene menos de 100 años? Perderemos también nuestros hijos,
¿me entienden? Éste movimiento reformador entonces ha sido
arrojado afuera y pisoteado. Ha dejado de ser la sal espiritual
e intelectual indispensable para la cultura, antes eran
relevantes, todos preguntaban por ellos. Pero ahora en menos
de dos generaciones nadie pregunta por ellos ni los recuerda.
Prácticamente ya ni siquiera nos pisotean porque ya no nos
pueden ver. Así de irrelevantes y pequeños nos hemos
convertido.

Si fuéramos una compañía, una empresa en el mercado de


acciones, entonces ya hace rato que hubiéramos caído en la
bancarrota. O mejor aún, los accionistas ya hubieran exigido
una revisión de la compañía, una auditoría, y hubieran exigido
la expulsión de todos los ejecutivos. También hubieran exigido
una revisión de todos los activos y de todos los
departamentos como el departamento de producción, de
ventas, el departamento de calidad. Sin encontrar
absolutamente nada satisfactorio, sino solamente una
decadencia para caer más profundo en la bancarrota. Excepto
que cuando se trata de compañías o empresas, la decadencia
o la bancarrota, no pueden durar para siempre, sino que los
accionistas, los socios, necesitan actuar urgentemente, de
manera rápida y oportuna. Mientras que estas organizaciones
eclesiásticas, estas iglesias muertas, todavía siguen siendo
apoyadas y siguen recibiendo donaciones de los hombres
quienes pueden hacer sus aportes porque ellos mismos están
fuera de estas organizaciones muertas, y fuera de estas
organizaciones ellos viven en un mundo productivo, fructífero
y vivo. Claro, cuando usted tiene el privilegio de estar y
pertenecer en el cuerpo muerto, tiene el privilegio de
sostenerse con las donaciones. Y claro, muchos de los que
sostienen el cuerpo muerto no se dan cuenta que sostienenen
al cuerpo muerto. Otros se dan cuenta de la mortandad, pero
todavía creen en alguna resurrección milagrosa del muerto.
Como si el sostenimiento del mismo sistema que mató al
cuerpo, permitiera que todavía pudiese haber resurrección.
Pero los que conocemos la forma como Dios trabaja por Su
pacto en la historia, sabemos que así no son las cosas.
Entendemos entonces que lo que la Iglesia necesita es una
revisión total en términos bíblicos. Y cuando digo una revisión
total, es total, necesitamos revisar todas y cada una de las
ideas, y no revisión del cuerpo teológico de la iglesia.
Cuidado, no quiero decir que nos desviamos de los conceptos
teológicos de la ortodoxia histórica. De la teología trinitaria.
No quiero decir que nos desviemos de la obra redentora de
Cristo y de la restauración del mundo. No quiero decir que nos
desviemos de Jesucristo, de Su persona y de Su obra, pues
esto es lo que ha probado ser bíblico en la historia. Pero, junto
con la teología histórica ortodoxa hemos permitido creencias
que no son ortodoxas. Ideologías que no son ortodoxas,
prácticas, y energías que tampoco son ortodoxas.
Especialmente en el área de la teología aplicada. Y también
nos hemos sometido a ideas que aunque no sean heterodoxas
necesariamente, pero son ideas que históricamente han
probado estar equivocadas. Ideas que prueban que provienen
del paganismo, ideas que tienen que ver con el concepto de
servicio, que tienen que ver con conceptos de sometimiento,
sumisión y autoridad. Necesitamos reexaminar el concepto
que tenemos del gobierno civil, necesitamos examinar los
conceptos que tenemos de la educación de nuestros hijos, sus
fundamentos y su enfoque. Necesitamos revisar nuestro
concepto de la historia, y revisar la manera como vemos los
eventos históricos. Ustedes por ejemplo saben que Joel
Macdurmon está haciendo una investigación en cuanto la
historia de la esclavitud en los Estados Unidos, y su relación
con la iglesia. Este es un buen ejemplo de esta revisión,
necesitamos revisar también nuestros conceptos de justicia y
rectitud y nuestro involucramiento en lo referente a la justicia
y el orden. Un ejemplo de esto es lo que la organización del
movimiento que exige abolir el aborto está haciendo.
Debemos mirar en qué consiste nuestro involucramiento en
cuanto a lo práctico. Necesitamos revisar nuestra adoración a
las vacas sagradas y la adoración a estas vacas sagradas es lo
que no nos ha permitido reclamar lo que según nuestra
redención a hecho y nos pertenece como cristianos. Esto es lo
que Pablo dice en 1 de Corintios capítulo 3 versículos 21-22,
es decir los tiempos radicales requieren acciones radicales. Y
esta caída radical que ha sufrido el cristianismo es un evento
radical, el cual merece un examen radical de todo aquello en
lo cual creemos y de todo aquello que hemos hecho. Y si no
hacemos esta revisión radical de nuestra visión de la biblia,
entonces no estamos tomando en serio la obra de la
reconstrucción cristiana.

Ahora me voy a meter en problemas, pero también


necesitamos examinar la manera como hacemos la actividad
referente a la iglesia. No me vayan a arrojar tomates con lo
que voy a decir, Esa vaca sagrada de la “iglesia institucional”
también necesita ser re-examinada. Necesitamos examinar la
naturaleza y función de la iglesia, necesitamos examinar la
función y el propósito del gobierno de la iglesia, necesitamos
examinar la naturaleza de la autoridad de la iglesia,
necesitamos examinar nuestro sometimiento a la autoridad.
Necesitamos examinar cuál es el lugar de la iglesia en el
Reino de Dios, necesitamos examinar la relación de la
institución de la iglesia con el Reino de Dios y su utilidad para
el Reino. Y ahora cualquier pastor me puede arrojar algún
tomate, necesitamos examinar los estándares del
funcionamiento de la iglesia. Necesitamos examinar lo que la
Iglesia está haciendo, y por lo tanto si es necesario, la iglesia
institucional tiene que ser descartada. Necesitamos revisar
cuál es la relación de la iglesia institucional con el gobierno
fundamental, que es el del gobierno de sí mismo, el gobierno
del individuo. Esto es algo que no hemos hecho en los últimos
100 años. ¿Quieren negar lo que estoy diciendo?, ¿Quiere
discutir acerca de esto? Pues bien, los animo a que busquen
las páginas de Internet en donde hay grabados sermones en
audio, busquen y verifiquen cuantos sermones, en efecto,
tratan el tema del juicio y del gobierno individual privado, del
juicio de sí mismo, ¿sabe cuánto sermones? ninguno, puedo
apostar que así es. Puedo apostar que no han escuchado de
su pastor predicar, enseñar acerca del deber y del derecho al
juicio privado que tiene cada cristiano. Esta doctrina es lo que
dio inicio a la reforma, la doctrina del autogobierno, y si estoy
equivocado estoy dispuesto a invitarlo a una cerveza. Pero
necesitamos enseñar esta doctrina, claro que sí. No queremos
perder a los pequeñitos que aún nos quedan. Si las iglesias
reformadas perdieron a sus propios hijos en los últimos
doscientos años, bueno por descarte, si no quieres que los
nuestros se pierdan, entonces debemos dejar de practicar sus
mismas ideas, si no, seguro que también los perderemos. Si
hacemos lo mismo, si seguimos con lo mismo, no podemos
esperar resultados distintos. Debemos revisar absolutamente
todo, todo lo que nos han dado, y quedarnos solamente con
aquello que puede ser directamente defendido y sostenido
desde las Escrituras, desde las Escrituras y nada más. Si
todavía se cree muy conservador, que no es capaz de superar
siquiera los postulados de la confesión de Westminster, o de
la Segunda Confesión Bautistas, o de los 39 artículos,
entonces recuerde el principio de Siempre Reforma, es decir
siempre reformándose y aplique ese principio a la iglesia,
nada más que eso.

Desde los últimos años, desde que comencé a escribir, se me


ha hecho la misma pregunta una y otra vez ¿Cómo reformar
la Iglesia? ¿Cómo reconstruir la iglesia? Mi respuesta siempre
fue, no lo sé, porque yo no lo sabía, no sabía qué hacer.
Porque la iglesia institucional es una vaca sagrada que nadie
quería tocar. Y sólo eran unos muy pocos que se atrevían a
poner un pie por fuera de los límites impuestos por parte de
los ministros. Pero nadie trajo una idea sistemática acerca de
cómo salir de los límites de este complejo sistema ministerial.
Tenía de repente cierta idea, de que hacer. Nuestros maestros
R. J. Rushdoony y Gary North habían dicho pocas cosas, pero
sólo unas pocas. Porque la verdad sea dicha con todo el
respeto que tengo por estos hombres, y estos hombres son lo
mejor que le ha pasado a la iglesia en los últimos dos siglos.
Sin embargo, no puedo encontrar una respuesta sistemática,
enteramente desarrollada en todos los escritos de estos
hombres. Tal vez dicen algo así como hay que unirse al
sistema y usar más eficazmente las buenas herramientas
dentro del sistema. Pero yo que vengo originalmente de un
país comunista sé que ese principio simplemente no funciona
para nada. Tal vez han sugerido cambios individuales
radicales, ambos maestros, son ejemplos de cambios
individuales radicales. Pero ahí no hay un principio unificador.

Y duele admitirlo, ¿Acaso habrá alguien que haya aportado


mejores ideas? Pero si alguien ha hecho otros aportes, sus
análisis son hechos a partir de presupuestos mal fundados.
Han sugerido cosas tales como una revolución dentro de la
jerarquía de la denominación. O Iglesias lideradas solamente
por laicos. ¿Acaso esto realmente funciona? Otros han
propuesto que los pastores sean ocasionales, pastores con
otros trabajos. Otros han propuesto la fundación de unos
seminarios. Pero todas estas cosas no sirven para nada ¿por
qué? Porque las ideas tienen consecuencias, y cualquier
proyecto basado en las mismas ideas inevitablemente
resultará en las mismas consecuencias. De manera que a
menos que cambiemos radicalmente nuestras ideas acerca de
cómo llevar a cabo la iglesia, entonces seguiremos haciendo
lo mismo. Todo seguirá siendo básicamente lo mismo, y el
sistema que nos ha traído a esta condición muerta continuará
rampante, porque ese sistema no es radicalmente cambiado.

Eso es lo que presentaré en esta conferencia y en la


conferencia de mañana, es lo que necesita ser cambiado
dentro de nuestra perspectiva como iglesia. Creo que ahora
tengo una respuesta o por lo menos el principio inicial de la
respuesta. Una respuesta bíblica apoyada con ejemplos
históricos que ha probado tener resultados exitosos. De
manera que voy a tratar de sistematizar porciones de lo que
he visto en la Biblia y de lo que he visto en la historia. Dos
conferencias como éstas son un periodo de tiempo muy corto
para desarrollar una demostración. Y soy honesto, soy
verdaderamente nuevo en este tema, estoy comenzando
estudiar acerca de esto. Pero esto es un comienzo, y oro,
suplico y espero que sea capaz de desarrollar esta propuesta.
Y también que otros sean capaces de desarrollarla. De
manera que podamos tener éxito en cuanto a salir de esta
debacle que nuestras iglesias y nuestra experiencia están
viviendo hoy.

La respuesta de cómo reformar la iglesia creo que se puede


resumir en la siguiente afirmación: “la Iglesia debe
convertirse en una cultura” sí, ya lo sé, puede sonar trivial
y hasta superficial. De hecho esta solución está presente en la
misma confesión de Westminster, en donde la Iglesia es
definida no como la iglesia institucional, sino como la iglesia
visible, la cuál es ¿Acaso, católica y local? ¿verdad que no?
sino que es universal, esa es la iglesia visible y universal. ¿Y
en qué consiste? ¿consiste acaso en todos los pastores, en los
concilios, en los seminarios, ministerios y en todas esas
cosas? No, sino que consiste en todos aquellos que en todo el
mundo confiesan su religión y también consiste en sus hijos. Y
también la confesión de Westminster incluye una frase que de
alguna manera es vaga y en la cual no estoy de acuerdo, pero
que sin embargo nos da la clave de lo que es la iglesia. Dice
que la Iglesia es el Reino de Dios. No estoy de acuerdo con
que la iglesia sea el Reino de Dios. El Reino de Dios no está
limitado a la iglesia, el Reino de Dios es mucho más amplio.
Pero el hecho de que nuestros ancestros vieron que la Iglesia
es el Reino de Dios, nos enseña que entendían que la Iglesia
es una cultura. Entendían que la Iglesia es una civilización.

Aunque yo estaba consciente de este problema hace muchos


años, no había pensado acerca de estas cosas en los mismos
términos en que hoy pienso, en los términos que la Iglesia
debe ser una cultura. Al contrario, lo que hemos hecho hasta
ahora es hacer que la iglesia siga imitando al templo en el
Antiguo Testamento, es decir, una institución especializada
con el clero especializado. Especializada en dispensar una
experiencia religiosa una vez a la semana, o tres veces a la
semana, si es que el pastor es hiperactivo, y si es que su
esposa es maestra de la escuela pública. Con emociones
rituales que están concebidas supuestamente para agradar a
Dios, y manipularlo para que bendiga a esta congregación.
Puestas en escena rituales que incluyen al mismo sermón.
Aunque usualmente la gente no ve al sermón como un ritual
puesto en escena. Puestas en escena rituales de arrodillarse,
de pararse y de otras acrobacias dentro de las iglesias. Eso
incluye también hasta las lecturas bíblicas que se hacen con
lecturas de una gran cantidad de ocasiones y de pasajes.
Lecturas que nadie escucha. Si le preguntamos a la gente que
versículos, que textos se leyeron hoy en la iglesia, la gente no
se acuerda. Pregúntele si se acuerdan a la salida de la iglesia
cuál fue la lectura, cuáles fueron los pasajes y verifique si se
acuerdan. En este ritual no hay lugar para el individuo porque
el individuo es absorbido por la colectividad por el ritual
enorme en el templo. No hay enfoqué en la justicia ni en la
rectitud. No hay un sistema de premios y castigos. No hay
idea de la sanciones históricas según el pacto. No hay manera
de hacer alguna predicción histórica tampoco en estas
actividades rituales. ¿Por qué? Porque el templo no se suponía
que debería cambiar ni fue diseñado para que cambiara. Sino
que fue diseñado para que su sistema continuara igual para
siempre.

El templo no fue diseñado para liderar ningún movimiento que


cambiará la historia y el templo no fue diseñado para cambiar.
¿Y Por qué esto es cierto? porque El templo era un símbolo de
la naturaleza inmutable de Dios. Pero la iglesia no se supone
que debería ser así. Y cuando nosotros hacemos que la iglesia
sea como el templo del Antiguo Testamento, entonces nos
condenamos a nosotros mismos a la irrelevancia histórica,
porque Dios está alrededor de nosotros cambiando la historia.
pero nuestras iglesias no cambian. Por eso es que el templo
eventualmente fue movido al cielo, porque el templo en el
cielo no cambia, pero nosotros cambiamos y todo cambia,
cambian las condiciones y Dios quiere que apliquemos
nuestra fe a las condiciones del mundo alrededor. La iglesia
no fue concebida para que fuese como el templo, sino que se
supone que la Iglesia debe ser como la sinagoga. La sinagoga
no era una institución monolítica que no cambia, sino que era
una institución cultural. La sinagoga no era una institución
religiosa sino una institución cultural. J. H Bavinck en su libro
Introducción a la Ciencia de las Misiones, a propósito es un
libro de teología reformada holandesa, por lo tanto recuerde
que es un libro aburrido, y sus frases son más largas que una
página entera. Pero el libro tiene un capítulo bellísimo, y tiene
una idea bellísima en cuanto a que las misiones no
comenzaron con Pablo, sino que las misiones comenzaron con
Moisés. Y habla acerca de las misiones y de las misiones
judías en el Imperio Romano desde el primer siglo a. C. hasta
el siglo cuarto d. C. Bavinck explica que las sinagogas no eran
templos, ni se suponía que debía copiar el templo, sino que
era una cultura. Una cultura integral que reunía la vida entera
del creyente. No todos los judíos habían ido al templo en
aquella época, pero todos habían estado en la sinagoga.
Grandes y pequeños los judíos eran testigos de los juicios
junto a los ancianos. Todos tomaban y formaban un consejo
práctico en la sinagoga. Todos los hombres habían escuchado
la ley - y a propósito la ley no es una clase inútil en el
seminario acerca de cosas abstractas - Y esa ley que ellos
escuchaban regularmente acerca de cada cosa práctica desde
una cosmovisión general hasta los problemas más prácticos y
particulares de la justicia con respecto al día día de la vida.
Las cosas prácticas, los asuntos que le interesan a la gente
diariamente, acerca de eso los judíos habían escuchado de la
ley en la sinagoga. Es decir, acerca de negocios, el comercio,
el entretenimiento, la familia, la justicia, el bienestar, la
educación... toda la vida absolutamente estaba incluida en la
enseñanza de la ley. La enseñanza de la ley en la sinagoga, no
en el edificio, sino en la cultura, en la comunidad.

De manera que la sinagoga no era el templo por qué el


templo no podía cambiar. Pero la sinagoga estaba diseñada
para que no fuera como el templo, porque la sinagoga debía
cambiar estaba diseñada para el cambio. Tampoco, la
sinagoga recreaba el rito del templo, deliberadamente no era
ritualista, sino que era judicial y económica. Por eso es que los
romanos miraban a los judíos y a los cristianos como ateos.
No porque los judíos y cristianos no creyeran en Dios, sino
porque no llevaban a cabo todo el movimiento ritual que los
paganos pensaban que debía hacerse en las asambleas. Los
paganos pensaban que los rituales era lo único que
básicamente agradaba a los dioses. Entonces para los
paganos los judíos y cristianos eran ateos. Es que si no
cuentas con todo el complejo ritual entonces no puedes
agradar a los dioses, por lo tanto eres ateo. La sinagoga era
entonces el ministerio del levita. Claro, ahora no había levitas
sino rabinos, porque la economía había cambiado. Entonces
la reunión o la asamblea, la sinagoga, también había
cambiado. Pero también todavía eran aplicados los mismos
principios. Es decir, los levitas o ahora rabinos debían
dedicarse a la educación de la comunidad, pero en una
manera distinta a los tiempos de Moisés. Pero la sinagoga no
eran los rabinos, ni eran los ancianos, sino que era la cultura.
Es decir era la civilización. La cultura para los judíos y los
prosélitos era la sinagoga. Era su mundo y no necesitaban
otro mundo fuera de este.

¿Qué fue lo que este mundo, lo que esta cultura produjo en


tan sólo un siglo, es decir entre Julio César y Nerón? Hasta la
guerra de los judíos, estos crecieron en un número tal que se
convirtieron en el 20%, el quinto de la población del Imperio
Romano. Una de las ciudades más grandes del imperio,
Alejandría, que fue fundada por Alejandro Magno y fue
diseñada para que estuviese dividida en cuatro cuadrantes.
En aquel tiempo las ciudades estaban diseñadas para estar
segmentadas en cuatro partes, uno de esos cuadrantes era
especialmente influenciado por la sinagoga. Alejandría no era
la única ciudad en donde se presentaba esta característica,
sino que las ciudades con población judía, equivalían más o
menos el 20% de la población total y así por todo el Imperio.
Los judíos habitaban principalmente en las ciudades en lugar
que en el campo. Ellos sabían en donde estaban los recursos,
el dinero. En 100 años crecieron de manera que se
convirtieron en el factor cultural más grande del Imperio.
Usted podía ir a una ciudad grande y lo que sucedía en la
sinagoga era el factor determinante de lo que sucedía en la
ciudad. Así fue de exitoso este sistema.
Por supuesto que Dios tenía planes diferentes para estos
judíos de las sinagogas, porque ellos se atrevieron a tener
planes diferentes para Dios. Pero las misiones judías tuvieron
éxito porque no tenían iglesias institucionales, sino que tenían
pequeñas culturas. A esto es a lo que los quiero llevar a
ustedes en estas dos conferencias. En principio debemos
movernos, y por favor no tomen esto como el canon escrito.
Habrá ciertos vacíos todavía, continuaremos mañana. Pero en
los puntos que me parece que sean necesariamente
expuestos, habrá vacíos. Todos debemos trabajar en llenar los
vacíos. Y los invito a todos ustedes para que participen con su
perspectiva. Todo es aceptable, si tienen una idea mejor de
cómo debe llenarse los vacíos. Pero lo principal que debemos
entender es que hay solamente una manera en que debemos
retomar la cultura. Y esto es transformando nuestras iglesias
en una cultura, en una cultura alternativa, y que haga que la
gente se olvide de la cultura del mundo fuera de la iglesia.
Porque no va a existir más cultura fuera de la iglesia. Y a la
cultura afuera de la iglesia no merece que se le preste
atención.

El punto que quiero tocar en cuanto esto es que la Iglesia


debe convertirse en lugar de aprendizaje. En vez de ser solo
un lugar en donde fundamentalmente se lleva a cabo rituales.
No es en vano que precisamente Calvino comenzó su obra,
Las Instituciones, con el capítulo de “El Conocimiento de Dios
y el Conocimiento de Nosotros Mismos.” No podemos
desestimar la importancia de un conocimiento completo de
Dios y de nosotros mismos. El conocimiento de Dios y el
conocimiento de nosotros mismos es fundamental para
nuestra cosmovisión cristiana. Sabemos que tener un
entendimiento fragmentado de la realidad es una maldición,
es una maldición en la mente de una persona. Y eso lo
sabemos porque así lo enseñó Cornelius van Till. Él nos
enseñó la realidad de que el pecado tiene efectos “noéticos”
es decir, efectos en la mente. Efectos en la manera como
nosotros pensamos. De manera que el pecado hace que la
mente piense de manera fragmentada, viendo la realidad
como si fuera elementos separados unos de otros. Y que esos
diferentes elementos o realidades necesitan de diferentes
sistemas de pensamiento y acción. Por ejemplo, cuando yo
trabajé entre los gitanos en Bulgaria, entre muchas iglesias de
gitanos, esto era muy obvio entre ellos, ellos tenían la
perspectiva de la realidad tan fragmentada, que para
diferentes áreas de la vida aplicaban diferentes sistemas de
pensamiento y de acción. Ellos aplicaban un principio de
acción en un área y otro principio de acción para otra área.
Por ejemplo, tenían una ley que aplicaban únicamente para la
familia, otro principio aplicable para otra familia, una ley
aplicable para su propia comunidad y otra ley aplicable para
otra comunidad. Entonces los gitanos trataban a otro gitano
de su comunidad con base en una ley, pero la manera como
trataban a otra persona fuera de su comunidad, era con base
en otra ley distinta. Y esa es la forma como se piensa hoy en
todas partes. Pero de hecho nuestra iglesia en los Estados
Unidos posee una mentalidad como la de los gitanos en todas
sus formas. Es decir, no tienen un solo principio que abarca y
gobierna íntegramente toda la realidad. Y nosotros los
cristianos reformados sabemos desde hace 400-450 años que
esta forma de pensar es una maldición. ¿Entonces por qué
estamos en esta situación, si supuestamente tenemos tantos
buenos libros? Y la respuesta es, por el estado del púlpito de
hoy en día. El púlpito en nuestras iglesias estadounidenses de
hoy en día se ha convertido en un kinder perpetuo. El púlpito
se ha convertido en algo así como una instancia desde la cual
lo que se diga o enseñe tiene que ser lo más simple para las
mentes más simples en la iglesia. Me he encontrado por
ejemplo que cuando le pregunto a los predicadores ¿por qué
no haces de tu predicación algo más comestible en forma de
carne de comida para gente madura? La respuesta que me
dan es: porque en la iglesia todavía hay muchos inmaduros?
Les respondo: Bueno ¿y qué importa? ¿entonces usted
alimentará a aquellos que son inmaduros y dejará sufrir
hambre a los que necesitan carne?

Esta mentalidad de dar la predicación, según el común


denominador más bajo de madurez está presente aún en los
seminarios. Así se trabaja en los seminarios. Usted va y
estudia en un seminario y lo que siempre escucha es la misma
cosa, la misma leche. La misma leche es aquella que se
escucha en el púlpito, en los ministerios, en las enseñanzas y
predicaciones en audio, la misma leche que usted lee en los
libros. La misma leche por todas partes, y no solamente eso
sino que hemos caído cada vez más hondo. Esto es aquello
que Rushdoony llama El estudio de lo irrelevante. Los púlpitos
de manera consciente y a propósito se dedican a lo
irrelevante. El púlpito se ha convertido en un lugar en donde
lo que se dice no tiene en cuenta la realidad alrededor de
nosotros. Especialmente nunca trata temas referentes a la
justicia y a la rectitud. Por supuesto, porque si el pastor sabe
que si se atreve a tocar los temas de la justicia y de la
rectitud, de repente podrá ofender a alguien que está
haciendo buenas donaciones a su ministerio, si se toca ese
tema de la justicia y la rectitud, entonces ese dinero irá a
alguna otra parte. Y otros donantes también pueden
ofenderse y dejar de ofrendar.

De manera que los púlpitos se han comprometido a limitar el


conocimiento y a limitar también la perspectiva del mundo.
Los pastores dicen que no pueden hablar de sus temas porque
esos temas no tienen nada que ver con el evangelio. Hace un
tiempo, conocí a un misionero americano en Bulgaria, le
pregunté: “¿Por qué no les enseña cosas útiles según la
Biblia? Deje esas cosas como el supralapsarianismo y toda esa
estupidez. Es mejor enseñarles acerca del gobierno civil,
acerca de los impuestos, acerca de cómo llevar a cabo una
empresa.” Me respondió: “no, porque esas cosas no tienen
nada que ver con el evangelio.” “Además,” dijo él, "esas cosas
las pueden aprender en una universidad, y se supone que yo
solo debo enseñarles el evangelio y el amor de Dios.” Le
respondí: “¿Entonces usted tiene un doctorado en teología
para enseñarles el amor de Dios? En este lugar hay mujeres
que han sufrido muchos años y resistieron la persecución,
ellas tienen más autoridad, conocimiento, y experiencia para
enseñarle a usted en qué consiste el amor a Dios.”

La puesta en escena de los rituales, de los sacramentos, de


los anuncios… Eso se ha convertido en el tema principal en el
cual los púlpitos por todas partes. Y los pastores se han
convertido en especialistas para poner en escena todo ese
ritual. No me hable acerca de los sacramentos. Los
sacramentos hoy no quieren decir nada en las iglesias, y no
me discuta acerca de eso porque yo lo he visto. La gente sólo
participa de una puesta en escena, y repite lo mismo cada vez
en el sacramento. Pero para ellos eso no significa nada. No
existe una verdadera comunión porque lo que se come y lo
que se bebe es simplemente el símbolo de la verdadera
comunión. La verdadera comunión de la iglesia se relaciona
con la comunidad. Lo que usted come y bebe, si es verdadera
comunión, entonces se relaciona con la comunión de los
santos. De la misma manera como un cuadro, la foto de una
comida, se relaciona con la comida verdadera, así el pan y la
copa no son la verdadera comunión sino un símbolo de la
verdadera comunión. Si usted es un verdadero cristiano
reformado tiene que entender esto. Si su comunión es
solamente la comida entonces la comunión es un ídolo. La
verdadera comunión, es la vida en la comunidad, y esto sólo
puede lograrse mediante el conocimiento mutuo. La gente
necesita sentarse en comunidad, en comunión y aprender los
unos de los otros. Y cuando el conocimiento mutuo se limita a
oír lo que se predica desde un púlpito, entonces no hay
oportunidad para el verdadero conocimiento y comunión. La
razón de esta triste situación es que la comunión se ha
abandonado en manos de los profesionales para que ellos
brinden la comunión desde el púlpito. Y no se ha dado
oportunidad a que las personas tengan comunión mutua, ni
hablen acerca de los temas del sermón mutuamente. No hay
nada de útil repetir el mismo sermón semana tras semana
solamente usando los mismos versículos diferentes.

Por otro lado, la queja de parte de los pastores, es por esos


ministerios que no están metidos en la iglesia
interinstitucional, esto es los ministerios paraiglesias. Pero
esos ministerios, esos ministerios paraeclesiásticos, están
dando lo que ustedes pastores no dan desde del púlpito. Ellos
proveen coherencia intelectual y moral. Cosas que ustedes no
le dan a la iglesia. Si no fuera por esos ministerios
paraeclesiásticos, ya hubiéramos perdido más gente aun. Y
conozco un pastor que así lo reconoce, dice él “si no fuera
porque mi hijo está involucrado en el ministerio de la abolición
del aborto, yo ya hubiera perdido a mi hijo.” El pastor es
honesto, y es apreciable su honestidad. Pero precisamente
esto dice mucho de su iglesia y del trabajo deficiente que él
está haciendo desde su púlpito. Si no fuera por eso ya
hubiéramos perdido más de nuestros hijos en manos del
mundo, y en manos de las universidades.

Hablemos de las universidades también. Alguna vez se han


preguntado porque las universidades son tan atractivas ante
los ojos de los jóvenes. Bueno algunos son atraídos por la
diversión que ofrecen las universidades, no nos engañemos
acerca del corazón de los jóvenes. Pero no es
fundamentalmente por eso que ellos están atraídos por
universidades, los muchachos eventualmente se cansan de la
diversión. Tampoco están atraídos por las ganas de compartir
memorias. Sino que la universidad atrae a la gente
fundamentalmente porque la universidad provee lo que el
púlpito no provee. Es decir, la universidad provee cohesión
intelectual, cohesión moral, y cohesión relacional. La gente va
a la universidad para aprender una perspectiva, una visión,
una cosmovisión. La gente va a la universidad a aprender una
cosmovisión porque los pastores son negligentes en enseñarla
desde el púlpito. Y esa perspectiva, esa cosmovisión es su
mundo. La gente va a la universidad porque la universidad se
ha convertido en la sinagoga, y su iglesia no ha sido capaz de
convertirse en la sinagoga.

¿Se ha fijado por qué las universidades se han convertido en


el lugar que los jóvenes usan para buscar gente para casarse,
y no la iglesia?. Bueno, Los jóvenes buscan con quien casarse
en la universidad porque uno se casa con la gente que tiene la
misma cosmovisión. Si su iglesia no ofrece una cosmovisión
integral, sino sólo una cosmovisión fragmentada, pues no
espere que la gente en la iglesia encuentre gente con una
misma cosmovisión unificada con quien casarse. Es que ni
siquiera hay una cosmovisión unificada en la iglesia. Y este
problema no se resuelve con evitar que los jóvenes vayan a
las universidades. Porque alguien más en algún otro lugar les
enseñará a sus hijos una cosmovisión, ya sea una universidad,
ya sea la gente en su trabajo, ya sea el partido político local,
ya sea por Internet. ¿Se ha fijado de cuánta gente consigue
esposa a través del Internet? Sí, los cristianos reformados
están buscando esposa por Internet, y eso no necesariamente
es malo, de hecho es algo bueno. Eso es algo que debe
suceder si es que las iglesias no están dando una cosmovisión
integral.

Entonces ¿Por dónde comenzamos? bueno. Debemos


comenzar por reexaminar lo que sale del púlpito. Déjeme
explicarle, tal vez esto sea algo muy raro, muy revolucionario
para muchos de ustedes. Lo que sale del púlpito debe ser
intelectual y moralmente más elevado que las mentes más
maduras e inteligentes de la iglesia. Lo que usted predica en
su iglesia no puede estar basado en el común denominador
más bajo de las mentes más inmaduras y menos preparadas.
Sino que debe estar enfocado en lo más elevado, debe mirar a
lo más alto y al máximo común denominador en los más
maduros e inteligentes. Lo que usted debe predicar tiene que
estar diseñado para elevar la condición actual aún de los más
maduros y preparados. Y para que ellos tengan aún un mejor
entendimiento del mundo y no importa lo que la gente con un
más bajo entendimiento y madurez puede llegar a decir.
Usted puede ayudarles a los menos maduros después del
sermón, o puede crear todo un ambiente cultural para que
otros les ayuden. Pero usted debe proveer desde su púlpito un
común denominador mucho más elevado. Usted tiene la
obligación de crear su sermón con un alto nivel teológico
intelectual, con un alto nivel ético moral. Y así debe hacerlo
siempre, porque si enfoca su sermón de una manera simple
por lo más bajo, entonces usted mismo se está condenando a
fracasar en instruir a otros. Eso es lo que sucedía con la
Iglesia Romana, recuerde que la Iglesia Romana decía que las
imágenes eran los libros de los iletrados. Y esto es lo que la
iglesia reformada bien contradecía a la iglesia romana. Los
reformados decían que si la gente era iletrada, inculta e
ignorante era precisamente por culpa de poner la confianza
en las imágenes. Los sermones actualmente están diseñados
para una gente iletrada, y por eso los sermones de hoy en día
son la versión moderna de las imágenes que los católicos
romanos adoraban. Por eso los sermones de hoy en día, por
estar diseñados para la gente más iletrada, son las imágenes
de la idolatría de la religión actual. Y así como la gente
adoraba las imágenes y eran idólatras, también la gente que
adora estos sermones de iletrados para iletrados, son
idolatras.

Todavía hay quienes afirman que no pueden predicar un


sermón elevado e integral porque la gente no lo va entender,
pero la respuesta a esto debe ser que la gente no entiende los
sermones elevados, es porque siempre se ha enseñado el
mismo sermón básico y simple. Los sermones deben
presentar una visión integral de la realidad con el nivel muy
por encima del nivel de la gente. Y si es muy elevado por
encima del nivel de la gente, mejor, porque así es como debe
ser. La razón por la cual se debe predicar siempre sermones
elevados, es que estos elevarán aún más arriba a los que ya
tienen una madurez, y sacarán de la profundidad y bajeza de
la ignorancia a los inmaduros, en vez de reducirlos y
condenarlos más a su ignorancia. Usted no espera enseñarles
a sus hijos siempre la misma cosa como para un nivel de
personas de tres años, de otra manera los condenará a ese
nivel. Sino que usted siempre les da más de lo que ellos
pueden sostener para que precisamente superen su nivel. Los
que hemos pasado por el ejército, sabemos que siempre nos
daban más ejercicios de los que podíamos hacer. Al final del
día sentíamos que nos moríamos por el cansancio, pero al
siguiente día podíamos hacer los ejercicios que nos daban.
Bueno, usted dirá: pero no podemos dejar de enseñar las
cosas simples de la ley. Pues entonces deje que otros desde
las sillas enseñen las cosas simples. Esto es descentralizar la
enseñanza, de tal manera que la gente que asiste en las sillas
pueden enseñar esas cosas, y así ustedes podrán enseñar las
cosas más elevadas. Haga un ambiente para que entre
hermanos la gente se enseñe y produzca una comunidad de
enseñanza mutua. Esas cosas necesitan decentralizarse.
Déjeme hablar ahora de la más grande de las estupideces y
es no permitir que la gente pueda enseñar simplemente
porque no están ministerialmente ordenados. Sí, eso es una
estupidez. Nada destruye más una cultura, que restringir la
enseñanza y prohibirles predicar públicamente a los que no
están ordenados. Puedes decir, pero es que mi iglesia me
prohíbe predicar públicamente porque no estoy ordenado.
Bueno, entonces esa iglesia merece todos los resultados de
esa estupidez. Crecer en la santidad y en el conocimiento de
la gracia es el resultado de decenas de miles de personas que
enseñan. Decenas de miles de personas que puedan enseñar
de las maneras más accesibles es lo que crea una cultura.
Solo y desde un solo púlpito, no se puede producir enseñanza
para crear una cultura. Para crear una cultura es necesario
que la gente se enseñe entre sí en el contexto de que todos
aprendan. Sin monopolizar la enseñanza desde el púlpito.
Enseñar no es la prerrogativa o el derecho, solamente de un
profesional desde el púlpito, sino que es la prerrogativa, el
derecho de todos los hombres, de todas las personas. Esto
debe hacerse todos los días, lo único que un profesional
necesita hacer es enseñar a ver la perspectiva completa. Y si
ve que no puede hacerlo, pues entonces utilicen los
sermones, los sermones y las enseñanzas que otros han
hecho. No hay nada de malo con ser pastor y no saber las
respuestas a todas las preguntas. Así como las iglesias que
leían las cartas de Pablo. ¿Acaso esas iglesias no tenían
pastores que les enseñaran?, por supuesto que sí, sin
embargo leían las cartas que les enviaba Pablo, sin esperar
hasta que Pablo mismo fuera y les enseñara lo que les
escribía en sus cartas. Usted puede leer capítulos enteros y
asignar que la gente lea libros y capítulos enteros.

Haga que los jóvenes lean y escriban. Rete su capacidad


intelectual, de manera que ellos se preparen una semana tras
otra. Y estén más preparados que todas las demás personas
de la comunidad. Invite personas que prediquen todo tipo de
temas desde una perspectiva bíblica. Y que la gente no
solamente escuche los temas exclusivamente teológicos,
como la expiación sustitutiva. Sino que aprenda temas como
la administración de empresas, por ejemplo. Es decir,
convierta a la iglesia en lo más parecido a una universidad,
deles la universidad y la escuela para que ellos se preparen. Y
también, deles los ministerios como las paraiglesias, usted
debe suplir estas cosas. De esa manera usted competirá con
las universidades y con las escuelas, y usted venza a esas
instituciones. Construya, confeccione toda una biblioteca, la
más grande de su comunidad. A propósito, las bibliotecas más
grandes de Europa eran las de las iglesias. Alguien comenzó
esas bibliotecas. Los misioneros incluían dentro de su trabajo
la labor de la traducción. Traducción de las Escrituras y de
miles de libros. Cirilo y Metodio por ejemplo, diseñaron un
alfabeto para las naciones que evangelizaron. Ellos fueron los
apóstoles para los pueblos eslavos. Diseñaron un alfabeto
para traerles el evangelio a los eslavos. De hecho tradujeron
bibliotecas enteras. Cirilo y Metodio en efecto no se quedaron
una gran cantidad de tiempo entre los eslavos, cuando ellos
murieron no habían terminado su obra misionera. Pero los
libros que tradujeron no murieron, y esos libros que ellos
produjeron fueron los que cristianizaron el mundo eslavo. Hay
un libro que usted necesita leer esa es una frase que usted
debe repetir continuamente. Usted debe repetir esta frase
continuamente en sus sermones, de tal manera que la gente
extrañe cuando usted no les de ese libro que necesitas leer.

Finalmente, la idea es que la única manera para que usted


pueda producir una cultura es que usted brinde, provea todo
el conocimiento necesario para traer la cultura alrededor suyo
a la iglesia. En vez de ser un templo que solamente se dedica
a brindar experiencias religiosas, en lugar de ser un lugar en
el cual la gente acude para aprender solo cosas básicas y
simples. En vez de eso su Iglesia debe convertirse en la fuente
del conocimiento, la fuente de aprendizaje, la fuente de la
perspectiva de la cosmovisión bíblica en su comunidad. Ese es
el comienzo, de hecho mañana continuaremos hablando
acerca de todas las otras cosas que usted puede hacer para
convertir la iglesia en una cultura. De tal manera que la
cultura a su alrededor sepa que de hecho hay una cultura
alternativa alrededor de ellos. Dios los bendiga.

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Parte 2

Ayer hablamos acerca de la necesidad de que la Iglesia haga


una revisión completa de lo que hasta ahora hemos hecho.
Vivimos en un tiempo radical, se nos exigen cosas radicales.
Hoy alguien me preguntaba ¿Usted está dispuesto a revisar
tales y tales temas? Temas diferentes tales como la esclavitud
y el racismo en los Estados Unidos y la ley de la restitución
con respecto estas cosas. De manera que la pregunta fue
¿Usted está dispuesto a revisar otros temas de carácter ético?
Mi respuesta fue, sí, estoy dispuesto a revisar absolutamente
todo lo que hemos considerado y sostenido hasta ahora y
estoy dispuesto a sacrificar toda vaca sagrada del que me
encuentre culpable. Todos necesitamos tener esta actitud,
porque en tiempos radicales como en los que vivimos
necesitamos dejar lo que hemos estado haciendo una y otra
vez. El tiempo radical en el que vivimos es distinto a cualquier
otro en la historia porque hemos sido muy infieles. Hemos
sido los herederos de una cultura cristiana por parte de
nuestros ancestros en la fe, y vean lo que está sucediendo
alrededor de nosotros especialmente en los Estados Unidos. Y
de hecho, si salimos de los Estados Unidos el Reino de Dios se
está expandiendo afuera, mientras que acá lo estamos
perdiendo, a pesar de que solíamos ser los exportadores del
Reino de Dios al mundo. Y esta es una situación muy radical,
si no la entendemos continuaremos perdiendo y perderemos
más de lo que hasta ahora hemos perdido.

Entonces, ayer comenzamos con la realidad de que la Iglesia


necesita convertirse en un maestro. Pero no un maestro que
solamente enseña al nivel de kindergarten con leche y
algunas veces ni siquiera con leche real sino con leche
artificial para bebé. Pero la Iglesia necesita elevar el nivel de
todo el mundo incluyendo a los miembros más maduros y
sabios. Y la enseñanza desde el púlpito necesita estar a un
nivel más elevado que todo el mundo. Y en cuanto a la
enseñanza de las cosas simples, eso debe ser enseñado por
parte de todos, de una manera descentralizada. Porque en
una cultura la enseñanza es descentralizada, si es que
queremos llegar hacer una cultura.

Ahora, continuaremos con lo demás que necesitamos hacer


de manera que podamos convertir a la iglesia en una cultura.
El segundo punto, puede alarmar a algunos de ustedes, está
bien. A mí me alarmó cuando comencé a pensar acerca de
ello. Este segundo punto es: La madurez y el propósito
individual logran la cohesión institucional. Lo voy a repetir: La
madurez y el propósito individual logran la cohesión
institucional. En el contexto de algunas controversias
recientes en las Iglesias reformadas, ha surgido otra vez la
discusión en cuanto a los temas acerca de la eclesiología, el
movimiento para la abolición del aborto humano, y de la
jerarquía. A nosotros los reformados nos encanta hablar
acerca de la jerarquía, la jerarquía es todo para nosotros. Nos
encanta a los presbiterianos, a los bautistas, a los reformados
holandeses, a los congregacionalistas, supuestamente ya no
tenemos más obispos, ¿no cierto.? Ah bueno, sí, nuestros
hermanos episcopales todavía conservan obispos porque
nuestros ancestros reformados lucharon para que sus
conciencias no estuvieran sometidas al gobierno de la
jerarquía de los prelados, nuestros ancestros reformados
lucharon guerras completas por esta libertad. Hicieron cosas
radicales en contra de esa jerarquía de los prelados. Por
ejemplo, ustedes saben que el inicio de la segunda reforma en
Escocia, la cual estableció al presbiterianismo de la manera
como lo conocemos hoy, fue liderado por una mujer llamada
Jenny Geddes. Ella, cuando escuchó que un prelado de la
iglesia inglesa introdujo el libro de oración común en la liturgia
de su iglesia, le arrojó un banco a la cabeza. Y le gritó “que el
diablo le cause un cólico en su estómago, ladrón y
fraudulento. ¿Cómo se atreve a decir misa en mis oídos?” Y le
arrojó su banco a la cabeza.

Los escoceses presbiterianos y sus hermanos, los puritanos


presbiterianos y bautistas ingleses, lucharon muchas guerras,
muchas de las cuales libraron contra los poderes reales y de la
iglesia, defendiendo su libertad cristiana, concepto que los
pastores de hoy han olvidado, tanto que aún ya no predican
más de este tema. Es irónico, que hoy nosotros los herederos
de tan gloriosa doctrina, de que es justo accionar el gatillo en
contra de la jerarquía que sea hallada inútil y malvada, somos
los primeros en insistir que debemos someternos a cualquier
poder que diga tener autoridad. Y no consideramos a los
cristianos que siguen los pasos de los antiguos reformados y
desafían al poder en lugar de permitirle a los poderosos
ejercer una falsa autoridad sobre ellos. No hay duda de que la
jerarquía bíblica es importante, porque existe una autoridad
que es según el temor de Dios, no hay duda de esto. Sin
embargo, de lo que nos hemos olvidado los cristianos
reformados es que la autoridad según el temor de Dios se
fundamenta sobre el gobierno según el temor de Dios.

En la perspectiva bíblica de la sociedad y de la iglesia, el


gobierno fundamental es el gobierno del individuo. Y nosotros
los cristianos reconstruccionistas somos aún más culpables,
porque nuestra perspectiva teonomista siempre enfatiza que
la forma principal y fundamental de gobierno es el gobierno
de sí mismo. Este concepto viene directamente de la ley de
Dios. La cual está escrita enteramente en segunda persona
del singular. En la ley, Dios le dijo a cada Hebreo en particular.
Yo soy el señor tu Dios, (tu) está en singular, que te sacó de
Egipto, (te) está en singular. Todos los "tu", "te", están en
singular. La ley fue entregada primero que todo y
fundamentalmente al individuo como persona. No a sus
gobernantes para que la impusieran sobre el individuo, sino
que Dios entregó la ley para que el individuo la obedeciera
aún antes de que los gobernantes la recibieran. La ley,
principalmente es una instrucción en cuanto al gobierno del
individuo. De manera que la Iglesia y el gobierno civil pueden
interferir en el individuo solamente en los casos en que se
presenta una violación severa del autogobierno, en forma de
pecado o injusticia y en donde no hay arrepentimiento. Aún en
aquellos casos en donde hay pecado o injusticia, Jesús dice
que se persevere en la vía del autogobierno en lugar de
dirigirse inmediatamente a la litigación y a la solución
institucional. Jesús dice: Reconcíliate con tu adversario antes
de ir ante el juez. Y Pablo dice que se sufra la afrenta en lugar
de llevar a los creyentes ante los jueces de este mundo,
Primera de Corintios 6:7. En todos estos casos, el individuo y
su propio gobierno de sí mismo están en el centro de esa ley.

En una sociedad bíblica, se espera del hombre maduro que


actúe él solo y como individuo bajo Dios, y no bajo una niñera,
o bajo amenaza, o bajo miedo a las represalias, o bajo el
cuidado de los ancianos, o de los burócratas de la iglesia, o
del gobierno civil. Aún, en cuanto a los hijos, se espera que
dejen de depender de los padres tan pronto como sea posible,
así como Génesis capítulo 2 versículo 24 dice claramente.
Claro, a un hombre lo deben cuidar sus padres hasta que
muera ¿no es cierto? ¡¡No!!, él debe dejar a su padre ya su
madre. Claro, Pablo dice que la cabeza de todo hombre es su
pastor ¿No es cierto? ¡¡No!!, Cristo es su cabeza, y no su
pastor, ni su gobernante, ni siquiera su padre en esta tierra,
sino Cristo. Es por esto que el reconstruccionismo cristiano
naturalmente, ha sido no solamente un aliado del
libertarianismo, ¡¡uy que escándalo!! Sino que el cristianismo
también ha sido la única fuente de un libertarianismo
verdadero, consistente y lógico.

Como R. J. Rushdoony dijo en muchas ocasiones, la Biblia fue


lo que le dio origen a la perspectiva moderna del
individualismo, porque solamente el individualismo bíblico es
verdadero individualismo. A pesar de lo que comentadores
despistados han afirmado, el individualismo no tiene un origen
pagano. No hay una ideología pagana que pueda producir raíz
filosófica alguna de un verdadero individualismo. Por eso es
que el verdadero libertarianismo, aunque pretenda ser
secular, sólo pudo haber surgido y existir en el contexto de la
cosmovisión cristiana bíblica. Y por eso es que Rushdoony dice
que la teocracia se malinterpreta. Porque verdaderamente la
teocracia es lo más cercano que puede haber al
libertarianismo radical. Pero consideremos lo siguiente de
manera lógica, si la jerarquía está relacionada con la
autoridad y el gobierno, y si el autogobierno del individuo es
el más fundamental de todos, entonces cuando queremos
establecer una jerarquía según el temor de Dios ¿Qué es lo
primero que necesitamos establecer como autoridad? Repito
la pregunta: si el autogobierno del individuo es el más
fundamental de todos, entonces cuando queremos establecer
una jerarquía según el temor de Dios y si la jerarquía está
relacionada con el gobierno ¿qué es lo primero que
necesitamos establecer como autoridad? ¡¡¡Pues el
autogobierno¡¡¡ la autoridad del individuo como tal. Sólo estoy
usando el sentido común acá, no me digan que no tengo
razón. Hablar acerca de la jerarquía, mientras que se ignora el
gobierno más fundamental es ignorar el corazón de la
autoridad del gobierno.

Hoy tuve la oportunidad de conversar con un joven y también


con uno de mis ancianos, Joseph Foreman, al cual todavía lo
considero uno de mis ancianos, aunque no habitemos juntos
en el mismo lugar geográfico. Un buen amigo mío y un héroe
de los días del movimiento anti aborto Operación Rescate,
quien tuvo que pasar un tiempo en la prisión por motivo de su
defensa de los que aún no han nacido. Él me contó una
historia acerca de una reunión de ancianos reformados para
comenzar una nueva iglesia. Él estaba presente en esa
reunión, y cuando tocaron el punto de la posición de la iglesia
en cuanto al gobierno, ellos comenzaron a conversar
largamente acerca de todas las prerrogativas, derechos y
responsabilidades de todas las tres instituciones del gobierno
(familia, Iglesia y gobierno civil) porque ellos querían incluir
este tema de su visión del gobierno en la constitución de la
iglesia. Y en un punto de la discusión, Joseph interrumpió y
dijo, perdóneme pero ¿no nos estamos olvidando de una de
las instituciones del gobierno? ¿la del gobierno individual?
Entonces hubo un silencio y luego todos estuvieron de
acuerdo, pero al minuto siguiente retomaron la discusión
continuaron como si no hubieran escuchado nada.
No importa cuál sea su denominación revise sus documentos
y dígame si acaso hay algún reconocimiento de las
prerrogativas, responsabilidades y derechos del autogobierno,
y mucho menos de los derechos del individuo frente a los
otros gobiernos (familia, Iglesia y gobierno civil). Y se lo
aseguro, porque yo he leído todos sus artículos. En todas las
denominaciones presbiterianas de los Estados Unidos; cero,
nada hay acerca del autogobierno, nada hay acerca de las
responsabilidades del individuo con respecto al gobierno de la
iglesia o con respecto al gobierno civil. Nada, yo lo sé porque
las he leído. ¿Sí habrá alguien hoy en día que cree algo acerca
del autogobierno? Por lo menos ninguno de sus ancianos y
pastores creen en el autogobierno, si lo hicieran habrían
hecho algo acerca de las constitución de su iglesia. ¿Como
protestantes creemos en la doctrina más fundamental e
importante del deber del individuo de obedecer a su propia
conciencia? Sólo escuchamos quejas de un montón de
ministros de las iglesias diciendo “oh no, el individualismo es
muy dominante en nuestras iglesias” de ninguna manera, los
documentos de su iglesia no dicen una sola palabra acerca de
proteger al individuo con respecto a la colectividad. Sus
sermones no menciona la madurez individual y el propósito
del hombre ¿y todavía piensa que el individualismo es
rampante? Me parece que la evidencia dice todo lo contrario,
que adolecemos de demasiado colectivismo en las iglesias de
hoy día. Pero aún peor que eso. Por cuanto hemos ignorado
los derechos y responsabilidades del autogobierno, también
hemos ignorado la necesidad de edificar en la gente la
madurez y el propósito individual en sus propias vidas.

De manera que nuestras iglesias hoy invitan a los individuos a


que se les unan, solamente para que ellos pierdan su
individualidad, y para que se conviertan en parte de la
manada, que sean parte de la manada y si es posible que
pierdan su propia identidad individual. Tenemos en la iglesia
programas y estadísticas para que nos indiquen y ayuden a
comunicarle a los individuos solamente lo que ellos puedan
contribuir a la iglesia preferiblemente en forma de dinero,
pero también en trabajo y esfuerzo. Sí claro, los pastores
también se sientan con los individuos para tener sesiones de
consejería, pero solamente para solucionar problemas como
crisis matrimoniales, algunos problemas morales y
psicológicos, pero todo eso sólo tiene el objetivo de hacer que
la iglesia sea más confortable para todos. Después de todo,
ningún pastor quiere que su iglesia sea reconocida como un
lugar lleno de problemas ¿no es así? Pero nunca he conocido
pastores que se tomen tiempo con sus miembros para
descubrir y discutir el propósito individual positivo en sus
vidas, o su madurez individual positiva.

Una vez estuve en una iglesia en donde después del servicio


una pareja se acercó al pastor para que oraran por ellos
porque no podían tener hijos, también se me invitó para que
me acercara a orar por ellos. Entonces después de orar me
senté con aquella pareja y comencé a hacerles otras
preguntas. Sus ocupaciones, su visión, sus expectativas del
futuro, el propósito para sus propias vidas, su compromiso con
causas más grandes que ellos mismos, que su familia, y que
su deseo de tener hijos. Y descubrí que ellos tenían
expectativas mínimas para su futuro, de hecho habían tomado
concientemente la decisión de ser lo menos productivos en
sus vidas. No les miento, esto fue lo que me dijeron: No
tenemos ningún deseo de tener un trabajo en donde se nos
pague bien, queremos quedarnos en un muy bajo perfil como
albañiles o algo así. Y no aplicar nunca sus verdaderos dones
y practicarlos, aunque se trataba de gente inteligente. Ellos
conocían sus dones realmente, ellos sabían que eran gente
inteligente y aún así habían hecho la decisión consciente de
no ser productivos. Ellos no tenían ninguna idea acerca del
futuro, y eran muy jóvenes, su edad era como todavía en sus
treinta. Y su mentalidad no era distinta a la de los hippies. Y
escúchenme porque esto es todavía peor, sus pastores nunca
hablaron con ellos acerca de eso. Era la primera vez que ellos
tenían alguna conversación acerca del propósito, futuro,
madurez y productividad, la primera vez en sus vidas. Sus
pastores nunca se preocuparon en descubrir si aquella pareja
tenía algún propósito en su futuro. Claro, esta pareja no
estaba constituida por personas necesariamente con pecados
criminales, pero tampoco tenían ningún propósito. De manera
que los pastores estaban mirando en la dirección equivocada,
a pesar de que se trataba de una buena iglesia y seriamente
reconstruccionista, y los pastores son amigos míos y
comprometidos con la obra de la reconstrucción Cristiana, y
son mejores hombres que yo.

Una cultura no es creada por los colectivos, una cultura es


creada por la participación individual de hombres con su
identidad individual. Eso quiere decir que una cultura es
creada por hombres con sus ambiciones individuales,
esperanzas, deseos, las cosas que cada uno de ellos hace en
su propio lugar de la sociedad, y que tienen un sentido de
propiedad. Miren a Israel cuando ellos se movieron hacia la
tierra prometida, la tierra fue específicamente dividida para
cada familia específica. Esa tierra prometida debía
permanecer separada hasta el fin de Israel como nación. Eso
quiere decir que cada uno debía tener su porción de tierra,
bueno si ellos se multiplicaban sus hijos luego heredarían la
tierra dividida. 20 generaciones más adelante la tierra hubiera
sido más limitada para cada uno de ellos, pero ese no es él
punto, pues aún cada uno tendría la tierra que le
perteneciera. Y no quiero decir que vamos recrear ese modelo
agrícola, pero lo que quiero darles a entender es que el
individuo tenía su propia participación con su propia tierra. E
interactuaban como individuos, trabajaban como individuos,
comerciaban como individuos, planeaban como individuos en
su propio futuro y eran moralmente responsables como
individuos. Así, y sólo así, entonces una cultura puede ser
formada y desarrollada, y cada individuo puede tener su
propio propósito sus acciones son guiadas por su propio
propósito.

Una cultura no es formada al mezclar los individuos en una


sola masa colectivista. El colectivismo lleva a la creación de
campos de concentración, y los campos de concentración no
pueden ser culturas ni tampoco pueden influenciar o dominar
la cultura. El colectivismo siempre es inferior al individualismo
como constructor de cultura. Esto lo vemos en la formación
del cristianismo durante los primeros siglos de la iglesia. No
importa lo que pensemos hoy, al final ser cristiano en una
sociedad pagana, especialmente en una sociedad pagana que
persigue a los cristianos, implica una gran dosis de
individualismo para cada una de estas personas. Mientras que
la Iglesia está en paz, y todos están bien, es fácil ser al mismo
tiempo colectivista y cristiano, después de todo, estar dentro
del colectivo puede brindarle muchas ventajas ¿no es cierto?
Cuando todo va bien, especialmente, cuando hay prosperidad
y usted puede tener contactos comerciales y se puede tener
distribución del bienestar etc., etc. Pero cuando llega el
tiempo de enfrentar las bestias salvajes en la arena es mejor
no ser un colectivista. La cruz, las herramientas del torturador
y las posibilidades de que todos sus amigos cristianos se
hagan apostatas y abandonen la fe y lo dejen solo en las
manos de sus perseguidores, el dolor y el miedo, y la
desesperanza y la muerte, son profundamente personales e
individuales. Y solamente aquellos con un espíritu fuerte y fe
en su propio destino individual bajo Dios y en la salvación en
Cristo, soportarán la prueba. Y esta fue la cultura individual
que venció a las masas colectivistas de Roma.

Ningún pagano ha adoptado nunca la actitud y la máxima de


estar "contra mundum" en contra del mundo entero.
Solamente los cristianos lo han adoptado. Y los que lo
adoptaron vencieron al mundo. Por lo tanto, es muy estúpido
esperar derrotar a la cultura prevalente de hoy a través de la
conversión de los miembros de la iglesia en pequeños
colectivistas, pero eso mismo es lo que hemos estado
haciendo en los últimos 100 años. La gente que se adhiere a
su iglesia no puede ser guiada a ajustar sus vidas para que
sirvan a su iglesia, engañándolos para que piensen que de esa
manera demuestran la expresión máxima de su fe. Sí, soy
muy serio acerca de esto. En vez de limitarlos a servir a su
iglesia institucional, usted pastor, debe ajustarse para
descubrir o ayudarle a descubrir a las personas su propósito y
misión individual y su obra en la consecución de su madurez
individual y entonces enviarlos fuera de la iglesia institucional.
El cuerpo no puede ser equipado a menos que los individuos
sean equipados, y ellos no deben ser equipados para trabajar
a la manera de nadie más. Cada hombre como individuo
tiene su propio reino. El cual debe descubrir, es decir
culturizarse, para que así su iglesia pueda ser edificada como
una cultura. ¿Qué pueden hacer los pastores? Los pastores
deben dar un paso al lado, dejar que la gente se esfuerce por
conseguir sus propias metas y objetivos en el Señor y
solamente intervenir cuando se les pida consejo o cuando
deban lidiar con la injusticia.

La antigua costumbre reformada era que los creyentes debían


salir de la iglesia y conquistar el mundo, el trabajo de los
pastores era enseñar y juzgar casos. La fórmula para el éxito
como pastor es limitarse a la enseñanza y a la justicia, pero
no interferir ejecutivamente en la libertad y en el propósito
personal del individuo. Y cuando la gente algunas veces se
queja de que están cansados de ser responsables por ellos
mismos y quieren un gobernante como en las otras religiones,
entonces respóndales según las palabras de Hebreos “ustedes
ya deberían de haberse convertido en maestros” deje ya
todas esas enseñanzas simples y esfuércese en la madurez,
en su propia madurez personal.

Debo admitir que los otros tres puntos, aun no los he


desarrollado plenamente, pero voy a dejar las bases para
meditar en ellos en el futuro. El hombre maduro es un hombre
que juzga, este es el punto tercero. El hombre maduro es un
juez. Claro, ustedes han escuchado “usted no debe juzgar”
“no juzgue para que no lo juzguen” ¡¡¡Grandioso!!! Quiero que
me juzguen, todos necesitamos ser juzgados, todos debemos
querer ser juzgados. Entonces ¿qué quiere decir madurez?
Queremos enseñarle a la gente a que sea madura. Pero ¿qué
quiere decir ser maduro? ¿Significará acaso tener todo el
conocimiento teológico acerca de los símbolos en el arte, o de
los rituales, o será el conocimiento acerca del griego y del
hebreo y de cómo descubrir ciertos versículos en la Biblia, o
será algún conocimiento secreto acerca de la voluntad
soberana de Dios, y ser capaz de ganar dinero? Seamos más
prácticos. O acaso ¿Madurez significará liderar, controlar y
manipular a la gente para que hagan lo que queremos que
hagan?
Pero ¿Cómo define la biblia la madurez? El Nuevo testamento
nos da la respuesta, existe solo una respuesta en el nuevo
testamento. Hebreos capítulo 5 versículo 14, “la comida sólida
es para los maduros, es decir aquellos que por la práctica
tienen sus sentidos educados para discernir (juzgar) lo bueno
y lo malo.” Ahora, lo que voy a decir acá no es nuevo para
algunos de ustedes, para los que hace un año escucharon el
audio acerca del “Pensamiento Según el Pacto”, en el primer
episodio del programa radial: Talar el Árbol de Raíz, en Radio
Recontruccionista. Pero tal vez sea algo nuevo para otros. Los
fundamentos del trono de Dios son la justicia y el juicio, Salmo
89:14, muchos otros versículos paralelos dicen esto mismo.
Pero también el trono de Dios es establecido entre su pueblo
Ezequiel capítulo 43 versículo 7. Ponga esos dos versículos
juntos, el trono de Dios está en que nosotros y sus
fundamentos son la justicia y juicio, de manera que sabemos
que su trono es establecido entre nosotros, cuando la justicia
y juicio reinan entre nosotros.

De acá es que tomo la frase, por la cual la gente me pregunta


a menudo, Ético-judicial. ¡¡Blasfemo!! ¿de dónde sacó esa
frase? El juicio ético y judicial. Éstos no son estándares
morales diferentes, es el mismo estándar aplicado a dos
objetos distintos. Es acerca de cómo tratamos a Dios, es decir
juicio; y acerca de cómo tratamos a nuestros semejantes, es
decir justicia. Es decir los dos grandes mandamientos ¿cuáles
son? Amar a Dios y amar al prójimo. Tienes los 10
mandamientos de la ley de Dios. Los cinco primeros son en
cuanto al amor a Dios, el quinto consiste también en amar a
Dios y los otros cinco consisten en amar al prójimo. Ahí tiene
el juicio y la justicia. Juicio es el amor a Dios y justicia el amor
al prójimo. Eso debemos hacerlo no solamente nosotros, sino
también nuestras instituciones. ¿Cómo trata a su familia a
Dios y al hombre? ¿Cómo trata su iglesia a Dios y el hombre?
¿Cómo trata su gobierno civil a Dios y al hombre? En todos los
niveles este es el estándar de cómo tratar a Dios y a los
hombres. Esto quiere decir que el elemento central de la biblia
es la cuestión de lo bueno en contra de lo malo. No la belleza
en contra de la fealdad, preferiría que el mundo fuera
solamente bello, pero este no es el punto. Tampoco de lo
racional en contra de lo irracional. Ni siquiera de lo que es
económicamente productivo en contra de lo improductivo. Ni
de lo intelectual en contra de la estupidez. No me
malinterprete, todos estos temas son importantes y tienen sus
propios aspectos ético judiciales. Pero son importantes o no,
solamente en el contexto de los estándares de Dios en cuanto
a lo bueno y lo malo. Este es el asunto más importante de la
biblia de principio fin. El bien en contra de la maldad, este es
el aspecto más importante de principio a fin. Tienes el bien a
un lado y el mal al otro lado, nada más importa en la Biblia.

Tomemos por ejemplo la productividad, ¿la productividad es


buena o es mala? Se puede decir que la productividad del
panadero del barrio es buena, pero la productividad de la
cámara de gas en Auschwitz no es buena. Y ¿qué acerca de la
belleza? La belleza de una mujer justa es buena pero ¿qué de
la belleza de una prostituta? Es mala, ¿no es cierto? Lo único
que no cambia son los estándares éticos de Dios. Cuando Dios
creó el mundo su primera reacción de lo que creo fue una
afirmación ética de acuerdo con el estándar, ético ¿acaso Dios
miró al mundo y dijo es racional, o es bello? ¡¡No!! Él dijo “es
bueno.” Cuando Dios nos juzgue en el día final, Dios dirá si
nuestras acciones fueron buenas o malas. Por supuesto, si nos
juzgara por nuestra maldad estaríamos en problemas, pero
Jesucristo se encargó de nuestra maldad. Pero aún así
nuestras obras son importantes, por eso es que Jesús murió
en la cruz, no por nuestras obras feas sino por nuestras malas
obras. Esos juicios de lo bueno y de lo malo, constituyen el
exámen más importante para un hombre maduro, un hombre
que tiene sabiduría e imita a Dios. De hecho esta es la única
definición de un hombre espiritual, que se da en la Biblia. En 1
Corintios capítulo 2 versículo 15. Siempre que escucho a
alguien decir “tal persona es espiritual, o no es espiritual”
pienso, este no tiene idea de lo que la Biblia dice acerca de
ser espiritual. Hay solamente una definición en la Biblia
acerca de lo que significa ser espiritual. 1 Corintios capítulo 2
versículo 15: “El hombre espiritual juzga todas las cosas”
cuando vea un hombre que no juzga todas las cosas, basado
en el estándar de lo bueno y lo malo, entonces él no es
espiritual sino carnal. Y si algo debe establecer el contenido
de nuestras enseñanzas desde el púlpito y fuera del púlpito,
es enseñarle a la gente en las iglesias y educarlos de principio
a fin, cada día y cada semana en cuanto a lo que significa
juzgar todas las cosas.

Una cultura se define solamente por sus códigos éticos y


judiciales. Observe hoy lo que queda de las culturas, estatuas
de mármol y monumentos, inscripciones y arte, y las ruinas
en todas las ciudades. Porque siempre pensamos que el
corazón de una cultura consiste en sus expresiones artísticas,
en sus monumentos arquitectónicos o en sistemas de riego o
en cualquier otra cosa. Pero esto es un error, el corazón de la
cultura es la perspectiva que se tenga de lo bueno y de lo
malo, y sus aplicaciones prácticas a la vida diaria. Cualquiera
que sea la circunstancia, los cristianos y los no cristianos
siempre se relacionan con cada tema a partir de juicios. Esto
es bueno y eso es malo. Aún los ateos, que dicen siempre que
no existe un estándar absoluto de lo bueno y de lo malo, sin
embargo, luego afirman “pero el cristianismo es malo” ¿no es
así? Por lo tanto el juicio es lo que define a una cultura,
cuando un grupo no ejercita sus juicios entonces no es una
cultura. Si su iglesia no está constantemente en el proceso de
juzgar todas las cosas con base en la ley de Dios según un
estándar bíblico, su iglesia no es una cultura, pueda que sea
una secta, pueda que sea en el nombre de Jesús, pero no es
una cultura y por lo tanto no es una iglesia.

Hace unos 10 años atrás éramos miembros de una pequeña


iglesia Bautista y tuve el privilegio de conversar con el pastor
mientras estábamos en un corto viaje. Era un Bautista
reformado, era un buen hombre, había sido un misionero en
África por unos 14 años y su familia vivió ahí, eran personas
sacrificadas. Comenzamos a hablar acerca de la aplicación del
Evangelio al dinero y al mercado de acciones y en cuanto a
todo el tema financiero, y a las inversiones. Entonces él dijo,
¿sabes qué? yo me mantengo alejado de esos temas porque
no sé nada acerca del dinero y no creo que el evangelio se
aplique a ese tema. Le dije, bueno pero hay un aspecto en
cuanto a lo bueno y lo malo en ese tema, y él dijo, yo no sé.
Pero ésta es la manera como muchos pastores en este país
piensan, de hecho así piensan la mayoría de los pastores en
los Estados Unidos. Lo que ellos hacen es que miran todo lo
que sucede en el mundo y lo primero que ellos se rehúsan a
aplicar es un estándar de lo bueno y de lo malo al mundo que
los rodea, esto es lo que Rushdoony llama, convertirse en
irrelevante. En esas iglesias entonces no surgen hombres
espirituales.

Entonces, ¿qué quiere decir todo esto si queremos convertir


nuestra iglesia en una cultura? Simple, se debe comenzar a
enseñarle a la gente a que se conviertan en jueces, y los
estándares en cuanto a lo bueno y lo malo debe llegar a ser el
corazón de nuestra enseñanza. De hecho se trata de algo
más, nuestra iglesia necesita comenzar a involucrarse en
temas de justicia y juicio. En el imperio Romano, las iglesias
estaban involucradas en salvar los bebes de los basureros
adonde los arrojaban, obviamente aquello era una injusticia
del mismo nivel del aborto hoy en día. Las iglesias en aquel
día organizaban a la gente para ir y salvar aquellos niños de
los basureros. Las iglesias tuvieron tanto éxito en salvar y
criar esos bebés abandonados, que hasta incluso los
gobiernos paganos en algunas ciudades le prohibieron a los
cristianos aún acercarse a los basureros porque se dieron
cuenta que esta era la manera en la que la iglesia crecían. Y
esos rescates no eran una cosa que solo ciertos individuos
hacían, sino que era esfuerzo de la iglesia como una
institución. Si la iglesia del imperio romano pudo hacer eso, en
nuestro tiempo las iglesias necesitan involucrarse como
iglesias, y luchar por la justicia en la nación. Esto es lo que
está haciendo aquel ministerio llamado el proyecto
arrepentimiento. Esto constituirá una gran línea divisoria en
los Estados Unidos entre las iglesias que de hecho lo son y
aquellas que no son iglesias. Lo que el proyecto
arrepentimiento está haciendo, es decirle a las iglesias que
tienen que involucrarse juzgando. Para que nuestras iglesias
sean culturas, debemos incorporar en las iglesias toda
actividad que esperamos que la cultura de afuera adopte. Si
queremos ser una cultura alternativa debemos actuar como
tal. Muchos pastores dirán que la iglesia no se puede
involucrar en el activismo del mundo, pero que los individuos
si pueden hacerlo si ellos sienten que son guiados en ese
respecto. Los pastores que piensan así, entonces están
asumiendo que los individuos se deben involucrar en el
activismo solamente en términos del contexto de la cultura
del mundo y no en términos del contexto de la cultura de la
iglesia. ¿Cuál es, y de hecho ha sido el resultado de esto? Que
la Iglesia se ha aislado como una secta aislada fuera de la
cultura mientras que la cultura dominante es la que controla
el contexto de trabajo de los activistas. Así es que hemos
llegado a este punto hoy en día, y eso es lo que debemos
cambiar.

El punto cuarto es algo que todavía necesito desarrollar más.


La productividad en la historia. ¿Cómo tratamos a los más
productivos y a los más pobres? He hecho una conexión que
no pareciera obvia para la mayoría de nosotros. Esto es algo
que no he visto que se aplique en las iglesias en los Estados
Unidos, pero sí en iglesias misioneras en otros países. Por
ejemplo, en Bulgaria tenemos algunas misiones entre los
gitanos, una minoría menospreciada, a veces con razón. Pero
en algunas iglesias de hecho ellos están bien involucrados
enseñando a su gente a ser productivos en lugar de
simplemente brindarles una experiencia religiosa los
domingos por la mañana. Conocí un pastor cuyo principal
trabajo durante la semana es tratar de buscar maneras de
enseñarles a los jóvenes como llegar a ser empresarios, o a
que adquieran una educación en una comunidad en la cual la
mayoría de los hombres hasta hace muy poco eran
analfabetos. En esa misma iglesia, él trata de hacer lo posible
para que los miembros de la iglesia más pobres adquieran lo
más básico, por lo menos. Hemos visitado su escuela, su
única escuela. Estamos hablando de una comunidad en la cual
todas las familias viven con menos de $100 al mes. Y eso es
en una ciudad en la cual el gobierno ha puesto a todos los
gitanos en un ghetto, y ha rodeado al guetto con un muro de
concreto de 4 m de alto vigilado por la policía. Y aunque ellos
no se quejan, así son las cosas. Allí tienen una escuela en la
iglesia en donde ellos atienden alrededor de 100 niños
solamente que vienen de la calle, porque sus padres están ya
sea drogados o no les importa sus propios hijos, pero ahí les
enseñan semanalmente. Muchos niños no tienen siquiera
zapatos y usan la ropa que encuentran en el basurero, si
ustedes los vieran no pararían de llorar. Ahí en la iglesia les
enseñan, y los alimentan, eso es lo que el pastor hace. Y no
hablamos de un pastor que es solamente un luchador por la
justicia social, sino que estamos hablando de un pastor que al
mismo tiempo está construyendo una biblioteca para la gente
joven de su iglesia. Y ¿qué libros creen ustedes que están en
esta biblioteca? Los libros que el ministerio para la reforma en
Bulgaria está traduciendo. Y este pastor hace que los jóvenes
lean estos libros. En mi primera visita a esta iglesia conocí un
muchacho Gitano de 23 años que aprendió a leer a los 17
años, Y el libro que estaba leyendo era Rendición
Incondicional de Gary North, aunque él aprendió a leer hace
sólo seis años.

¿Por qué es importante que las Iglesias comiencen a


comportarse como entidades económicas que motiven a la
productividad y al trabajo y que al mismo tiempo actúen como
una red de seguridad para los miembros más pobres de su
comunidad? Ayer comenzamos a hablar acerca de las
tendencias históricas con el ánimo de examinar nuestro
progreso y nuestra fidelidad. Ahora, relacionemos esto con el
propósito individual de todas estas personas y el significado
del individuo en esta gran realidad. Para cualquier persona
que se acerca a la iglesia pero que no sabe que hay en la
iglesia la pregunta más importante que se hará es ¿cómo
podré crecer en este ambiente? Y tal vez su primera pregunta
algunas veces, si es que en realidad él está hambriento, su
primera pregunta es ¿cómo puedo tener comida todos los
días? Y tal vez podemos decir que este es un cristianismo
limitado a solo dar de comer. Pero este no es un cristianismo
que siempre se dedica solamente a dar de comer, si es que es
verdadero cristianismo. Sino que es un cristianismo que
comienza creando resultados positivos para estas personas
que son las más desamparadas de la sociedad, de la
comunidad. Necesitamos ir al Antiguo Testamento y observar
que el diezmo, de hecho, se usaba para proveer a los más
pobres de la sociedad, y a diferencia de lo que piensan los
cristianos modernos de los Estados Unidos, El diezmo también
era destinado para proveer a los extranjeros ¿Han notado esto
en las Escrituras?

Cuando vemos, que en las Escrituras, un extranjero inmigraba


hacia Israel, y él venía de una nación pagana, en donde a
diferencia de Israel, no tenía ninguna protección legal, ni
sostenimiento económico, ni ayuda, sino que es pobre y
extranjero. Y si regresaba a su país no le respetarían sus
derechos, porque en las naciones antiguas el que inmigraba a
otra nación perdía todos sus derechos en su nación original.
Hablé de estas cosas en mi serie de conferencias sobre
inmigración. Pero lo importante es que cuando este
inmigrante iba a Israel y lo primero que veía era a la gente
local diciéndole: “Tenemos tanta abundancia aún para
alimentar a un extranjero como usted.” Entonces, lo que este
extranjero observa es una tendencia histórica que examina el
progreso. El observaba a Israel, y su primer pensamiento es:
“esta es una nación con progreso y por tanto ellos deben de
estar haciendo algo correctamente, de manera que yo quiero
unirme a ellos.” La productividad de la comunidad comenzará
a hacerse visible delante de todos cuando comencemos a
alimentar a los hambrientos, y a extender una red lo más
amplia posible para alimentar a tantos como sea posible. Eso
no quiere decir que podamos resolver todos los problemas en
todo el mundo, pero una vez que comencemos a tender esa
red, la cual no necesita un gasto astronómico de dinero,
entonces seremos capaces de cubrir al menos a los más
cercanos de la comunidad. Y entonces comenzaremos a crear
una cultura alternativa a la que nos rodea.

Permítame hacerles la siguiente pregunta, ¿Por qué es que lo


primero que el gobierno civil hace, es tratar de establecer un
sistema de bienestar social? Porque al establecer un sistema
de bienestar social, necesariamente establece una nueva
cultura. Durante el comunismo a las iglesias se les prohibió
brindar bienestar social. ¿Por qué razón? Porque el gobierno
quería crear una cultura alternativa, y no quería que otra
cultura alternativa fuese creada. Pero cuando la Iglesia
establece un sistema para el bienestar social entonces está
creando una cultura alternativa. Rousas John Rushdoony
enseñó que no podemos pretender eliminar o reducir los
impuestos si no comenzamos a suplir para las necesidades
que esos impuestos están supliendo, y nosotros la iglesia, si
es que queremos ser transformados a la manera de una
cultura alternativa, debemos suplir esas necesidades.

Y entonces, para hacer estas cosas, debemos ir al otro lado


del espectro y hablarle a las personas más productivas en
nuestras iglesias. Hasta ahora, solamente hemos mirado a la
gente con poder económico y con capacidad productiva como
vacas para ordeñar, y poder llevar a cabo las reuniones y los
programas de la iglesia. Y manipulamos a los donantes un
poco para que estén contentos en la iglesia y den su dinero y
sigan contentos y así continuamos. Pero, para edificar una
cultura alternativa debemos crear un clima en el cual la
productividad no consista en ordeñar las vacas para poder
proveerles a los pastores y a la institución de la iglesia. Sino
que la productividad se convierta en un ejemplo a ser seguido
como un modelo y que la productividad sea una obligación
para todos en la iglesia. Necesitamos esmerarnos en ser
productivos, permitir que aquellos que sean más productivos
se conviertan en un ejemplo para los demás.

No he desarrollado suficientemente el siguiente punto, por lo


tanto no hablaré mucho de esto, pero este quinto punto es
que debemos estar abiertos al futuro, y no estancados en el
pasado. Yo solía pensar acerca de esto solamente en términos
del individuo, Y si observan mis conferencias anteriores, me
he enfocado en el futuro y en el optimismo acerca del futuro.
Por ejemplo, en 1 Corintios capítulo 3 versículo 21, donde
Pablo dice que todo le pertenece a ustedes, dice “el presente
el futuro, todo les pertenece como cristianos” pero hay una
cosa que Pablo no nos dice que le pertenece a los cristianos, y
es el pasado. ¿Por qué él no menciona el pasado? Porque en
Filipenses capítulo 3:12-14 él dice “yo he dejado el pasado y
prosigo hacia delante” de manera que la Biblia es un libro que
se enfoca en el futuro y le advierte a los cristianos que no
miren al pasado. Pero hace poco tiempo, nunca apliqué este
punto a la iglesia, a la iglesia institucional. Y cuando comencé
a hacerlo, me di cuenta que nuestras iglesias hoy están sin
esperanza estancadas en el pasado, y no están preparadas
para el futuro.

Una de las razones por las cuales somos hoy en día tan
impotentes, es que hace dos generaciones nuestras iglesias
no pudieron predecir lo que tenemos hoy en día. A propósito
los incrédulos sí lo predijeron, y se alistaron para ello. La
principal expresión de estar estancado en el pasado es la
obsesión por estar “Suscritos de manera estricta a las
confesiones de fe del pasado” Hace 5 o 7 años hice una
conferencia en este mismo lugar, titulada: “La Historia No Es
Más que Llevar los Credos a la Perfección en el Tiempo” una
de las conferencias se título: “el Filioque, ¿Por Qué el
Occidente es el Occídente y el Resto el Resto?” Y la otra
conferencia se tituló: “La Historia No Es Nada Más que el
Desarrollo de los Credos a Través del Tiempo” ahora, piensen
acerca de esto, a nosotros nos gusta basarnos en los credos
humanos, pero los credos humanos son solamente nuestro
conocimiento acerca de la voluntad de Dios y acerca de la
Palabra de Dios en un momento específico de la historia. En
aquella conferencia enseñé como nuestra fe crece en la
historia, y si nuestra fe crece, entonces nuestras confesiones
deben mejorar cada vez más y ser perfeccionadas. Y
entonces la historia es definida completamente en términos
de nuestro nivel del conocimiento de la fe, del crecimiento de
nuestra fe en ese tiempo de la historia.

Cuando observamos a los tiempos de la reforma en los siglos


16 y 17, las iglesias estaban tan enfocadas en el futuro que no
estaban temerosas de replantear sus confesiones con el paso
de los años. Y algunas de esas confesiones aún llegaban a
contradecirse entre sí. Y la mayoría de ustedes, que son
bautistas reformados aquí ¿Han considerado las diferencias
entre la primera y la segunda confesión Bautista que se
escribieron con una diferencia de sólo 40 años? Las dos
confesiones son casi que opuestas entre sí en muchos puntos.
Los primeros artículos son similares, pero luego, en lo demás
pareciera como si la segunda confesión anulara a la primera.
Mientras la primera confesión dice que ustedes no están
obligados a reunirse en iglesias, la segunda confesión dice
que tienen la obligación de reunirse en las iglesias. La primera
confesión dice que todos pueden administrar los sacramentos
si son creyentes, y la segunda confesión dice que sólo pueden
hacerlo los ministros ordenados. ¿Quién tiene la razón? El
punto principal aquí es que esta gente tenía el valor de
experimentar con sus propias confesiones y con su fe, porque
no estaban enfocados en el pasado, sino que miraban hacia el
futuro buscando la voluntad de Dios para el futuro, y tenían el
valor para hacer todas estas cosas. Y lo hacían así, aún si
tenían que contradecirse entre sí, en el curso de muchos
años. Esa actitud continuó aún en el siglo XIX y en la primera
parte del siglo XX. Por entonces algunas iglesias
presbiterianas replantearon pequeñas confesiones locales. La
iglesia estaba totalmente enfocada en el futuro y no estaban
estancadas en el pasado con la tal subscripción confesional.
Pero hoy resultamos en haber cerrado la mente al futuro.
Tenemos la mente estrictamente suscrita a la confesión de
Westminster, y no se quieren mover de ahí. Claro, como no,
ustedes entienden que la última vez que el espíritu Santo
habló fue en el año de 1647. Y claro, hoy tenemos hermanos
más progresistas, los hermanos bautistas, los cuales creen
que el espíritu Santo continuó hablando hasta el año de 1689.
Y tenemos algunos hermanos presbiterianos para los cuales el
espíritu Santo continuó hablando hasta 1727. Pero eso es
todo, esa fue la última vez que el espíritu Santo habló.

Sin entrar más en detalles acá debemos parar en éste punto.


Necesitamos regresar a aquel mismo espíritu valeroso que
miraba hacia el futuro. Tomando del pasado solamente aquello
que probadamente es bueno y tratando de cambiar el futuro y
anticipando el futuro. No puedo decir mucho más acerca de
esto, necesito desarrollarlo, puede ser en otra ocasión.

Muchas gracias, déjenme solamente terminar con lo siguiente,


disculpe. Para resumir.

1. Otra vez, necesitamos comenzar con el hecho de que


nuestras iglesias necesitan convertirse en una escuela para
todos. Una escuela que enseñe una cosmovisión integral más
allá de lo que nuestros miembros puedan imaginar, de
manera que ellos superen su propia condición actual.

2. La segunda cosa que necesitamos hacer, es enfatizar la


madurez individual y el propósito por encima de la cohesión
institucional. Es una cosa mala si su iglesia local se
desintegra, pero toda iglesia inevitablemente se desintegrará.
¿Podrá alguien jactarse de que su iglesia local existirá en 100
años? No puede jactarse. Pero la madurez individual y el
propósito debe ser el producto de su iglesia, aunque su iglesia
no sobreviva.

3. Lo tercero que debemos hacer para que nuestra iglesia se


convierta en una cultura alternativa, es enseñarle a todos
nuestros hombres a que maduren hasta que se conviertan en
jueces, basados en los principios de lo bueno y de lo malo
según Dios.

4. El cuarto punto, es la capacidad de predecir la historia.


Debemos crear una cultura en la cual una red de seguridad
sea establecida y la productividad sea exhortada. Una cultura
en la cual una red de seguridad y de productividad no existe,
no es una cultura.

5. Y quinto, debemos abrir nuestras mentes hacia el futuro y


anticiparlo. Muchas gracias..

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