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Alanís Arce Isaac

La Era del Capital 1848-1875

INTRODUCCIÓN

En los años que van de 1789 a 1848 hubo una doble revolución que fue la
transformación industrial iniciada por Gran Bretaña y la transformación política
asociada y muy limitada a Francia. Ambas potencias implicaban el triunfo de una
nueva sociedad. En este último año mencionado la primavera de los pueblos fue la
primera y la última revolución europea, la realización momentánea de los sueños
de izquierda, las pesadillas de la derecha, el derrocamiento de los viejos
regímenes existentes en la mayor parte de la Europa Continental. La expansión
repentina, vasta y aparentemente ilimitada de la economía capitalista mundial,
proporciono ciertas alternativas políticas en los países avanzados, la revolución
industrial británica se había tragado a la revolución francesa. El tema del
capitalismo fue predominante en la historia de los años posteriores a 1848, el
triunfo de una sociedad que creía que el desarrollo económico radicaba en la
empresa privada competitiva y en el éxito de compararlo todo en el mercado más
barato para luego venderlo en el más caro, fue un mundo de continuo y acelerado
avance material y moral. Los gobernantes de los estados avanzados de Europa
empezaron a reconocer por entonces con mayor o menor desgana que la
democracia, ósea una constitución parlamentaria basada en un amplio sufragio
era inevitable y políticamente inofensiva. La historia de nuestro periodo se
descompone principalmente del avance masivo de la economía mundial del
capitalismo industrial, del orden social, de las ideas y creencias que parecían
legítimamente y ratifica mente justas , esto era la era de la burguesía triunfante y
se pensaba que todavía la democracia rea el seguro y rápido preludio del
socialismo. El drama más obvio de este periodo se hallaba en lo económico y
tecnológico, el hierro extendiéndose en millones de toneladas por todo el mundo,
las grandes ciudades como Chicago sacudían el suelo virgen del Medio Oeste
norteamericano y se producía el enorme movimiento de emigrantes, era el drama
del poder europeo y norteamericano con el mundo a sus pies. Una de las mayores
guerras de este periodo fue la guerra civil norteamericana que por cierto la gano
en última instancia por el peso y poder económico de los recursos superiores.
Tampoco existía gran dramatismo en la política donde los criterios de éxito se
definían como la posesión de opciones comunes y habilidades extraordinarias de
los hombres sobresalientes, pero sus verdaderos triunfos los lograron por sus
dotes diplomáticos y políticos. El progreso fue la palabra clave de esta época, con
esto conllevo a un drama para dos tipos de gente, significo un cataclismo para los
millones de pobres que tuvieron que cambiar de vida. Para los miembros ajenos al
capitalismo significo la posibilidad de elegir entre una resistencia de acuerdo con
sus viejas tradiciones y un proceso traumático de asimilar las armas de Occidente
y hacer frente a los conquistadores, significo la posibilidad de comprender y
manipular por si mismos el progreso.

La Primavera de los Pueblos

A comienzos dl año de 1848 un hombre llamado Alexis de Toqueville se levantó


en la Cámara de Diputados para expresar sus sentimientos que compartían la
mayor parte de los europeos mientras Marx y Engels, se hallaban perfilando los
principios de la revolución proletaria contra la que Toqueville advertía a sus
colegas, el borrador que finalmente publico Marx y Engels de modo anónimo en
Londres el 24 de febrero de 1848 con el título de Manifiesto del Partido Comunista.
La insurrección derroco a la monarquía francesa, se proclamó la república y dio
paso a la revolución europea. En Francia la república se proclamó el 24 de
febrero, el 2 de marzo la revolución había llegado al suroeste de Alemania, el 6 de
marzo a Baviera, el 11 de marzo a Berlín. El 13 de marzo a Viena y casi
inmediatamente a Hungría, el 18 de marzo a Milán y por tanto a Italia. En Europa
la revolución de 1848 fue la única que afecto tanto a las religiones desarrolladas
como a las atrasadas, fue a la vez la más extendida y la menos exitosa. La
revolución triunfó sobre todo en el gran centro del continente europeo, aunque no
en su periferia. La mayoría de estas regiones se hallaban gobernadas por lo que
podemos denominar ásperamente como monarcas o príncipes absolutos, pero
Francia se había convertido en reino constitucional y efectivamente burgués y la
única republica significativa del continente. La política funciono a través de la zona
revolucionaria en diversas dimensiones simultáneas. Se reconoce que los
radicales defendían una solución simple que era una república democrática
unitaria y centralizada. La estructura social y económica dividieron la zona
revolucionaria en dos partes, en occidente los campesinos eran legalmente libres
y los grandes estados relativamente insignificantes, en muchas de las regiones
orientales, en cambio, los labriegos seguían siendo siervos y los nobles
terratenientes que tenían muy concentrada la posesión de las hacienda. En
occidente pertenecían a la clase media banqueros comerciantes, empresarios y
aquellos que practicaban las profesiones liberales y los funcionarios de rango
superior los cuales estaban dispuestos a competir con la nobleza hacendada. En
Oriente la clase urbana equivalente consistía en grupos nacionales que nada
tenían que ver con la población autóctona, el verdadero equivalente de la clase
media era el sector educador y de mentalidad negociadora de los hacendados
rurales y los nobles de menor categoría. Por su parte los moderados se hallaban
enredados en una batalla de cálculos complejos cuya base esencial era el temor
de la democracia, a la que creían capaz de igualar la revolución social. Al cabo de
un periodo relativamente corto la revolución había perdido iniciativa en casi todas
partes, en Francia a finales de abril, en el resto de la Europa revolucionaria
durante el verano, pero en Francia el primer signo de resurgimiento conservador
fueron las elecciones de abril, el segundo signo fue el aislamiento y la derrota de
los obreros revolucionarios en Paris, vencidos por la insurrección de junio. Entre el
verano y el final del año los viejos regímenes el poder en Alemania y Austria. En el
invierno solo dos regiones seguían todavía en manos de la revolución en algunas
zonas de Italia y Hungría. Después de la capitulación de húngaros y venecianos
acaecida en agosto de 1849, murió la revolución. Con la única excepción de
Francia, todos los antiguos gobiernos habían recuperado el poder y los
revolucionarios se desperdigaron en los exilios, todos los sueños y aspiraciones
políticas y sociales de 1848 desaparecier0ons pronto, no obstante, hubo un
grande y único cambio irreversible que fue la abolición de la servidumbre en el
imperio de los de Habsburgo.

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