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DOI: http://dx.doi.org/10304/ricd.1.3.2946
Fecha de recepción: 29 de noviembre 2015
Fecha de aceptación: 11 enero de 2016
Resumo
En el presente trabajo se realiza un análisis de los discursos sobre el sujeto migrante
que aparecen en distintos formatos (declaraciones políticas y consumo cultural) en
los principales medios de comunicación de Iberoamérica. Las referencias al sujeto
migrante son presentadas como un problema, como si se tratara de un extraño que
llega para apropiarse del trabajo y de los beneficios económicos y sociales de los
locales. En tal sentido, las producciones de los medios de comunicación de Ibero-
américa construyen una mirada etnocéntrica sobre el sujeto migrante que se origina
en los principales medios de España y se reproduce en los de mayor circulación de
América Latina. Es un círculo vicioso en el que se asocia pobreza, migración y deli-
to. El artículo pretende, además, contribuir a la discusión de la inmigración propo-
niendo, a partir de aportes teóricos sobre la cultura y los medios de comunicación,
considerar a las migraciones en su contexto comunicacional y cultural.
Abstract
In the present work is carried out an analysis of discourses on the subject migrant
appear in various formats (political declarations and cultural consumption) in the
mainstream media in Iberoamerica. The references to the subject migrant are pre-
sented as a problem, as if it was a question of a stranger that it comes to appropriate
of the work and of the economic and social benefits of the local peoples. In this re-
gard, the productions of the mass media of Iberoamerica construct an ethnocentric
look on the subject migrant that originates in the principal means of Spain and is
reproduced in those of major traffic of Latin America. It is a vicious circle in which
poverty, migration and crime is associated. The article also contributes to the discus-
sion of immigration proposing, from theoretical contributions on the culture and
the mass media, to consider to the migrations in his communication and cultural
context.
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© 2015. Revista Internacional de Comunicación y Desarrollo, 3, 25-39, ISSN e2386-3730
La construcción mediática de los inmigrantes en Iberoamérica
Palabras clave
Inmigración, Iberoamérica, medios de comunicación, cultura
Keywords
Immigration, Iberoamerica, mass media, culture
Sumario
1. Introducción
2. El origen de las migraciones
3. Discurso del racismo
4. La massmediatización de lo cultural
5. Los estereotipos en los medios
6. La criminalización del inmigrante
7. Cómo nombrar al inmigrante
8. Los vehículos de identidad
9. Entender lo que nos rodea
10. Conclusión
Contents
1. Introduction
2. The origin of the migrations
3. Speeches of racism
4. The massmediatización of the cultural thing
5. The stereotypes in the media
6. The criminalization of the immigrant
7. How to name the immigrant
8. The vehicles of identity
9. To understand what surrounds us
10. Conclusion
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zaron a retornar a la región, donde el contexto pueden hallar criterios similares a la hora de
económico y social había mejorado, mientras tratar las situaciones de los migrantes lati-
que en el país ibérico se profundizaban los noamericanos, y en particular aquellos proce-
conflictos sociales. dentes de países en los que gobiernan forma-
Fueron en esos momentos de crisis en ciones políticas contrarias a los intereses de
los que tanto los ciudadanos nativos como esos grupos periodísticos, como son los casos
los medios de comunicación construyeron de países como Venezuela, Ecuador, Argen-
discursos de exclusión, produjeron formas de tina, Bolivia y Cuba. Así, se puede observar
pensamiento y criterios ideológicos que an- que la construcción mediática del migrante
tes no aparecían o no lo hacían de manera internacional, en particular del que va de los
evidente asociados a la migración de perso- países del Sur hacia los del Norte, tiene ca-
nas, haciendo emerger también conductas y racterísticas particulares cuando se trata de
reacciones de los lectores que sacan lo más sujetos en general pobres, a los que se asocia
profundo del ser humano. En tal sentido, los con el robo, el tráfico de estupefacientes y el
medios de comunicación contribuyeron de un asesinato. Distinto es el trato cuando los de-
modo u otro a estigmatizar a los migrantes litos son producidos por blancos procedentes
favoreciendo la implementación de políticas de los mismos países y se relacionen con la-
de exclusión que funcionaron (y aún funcio- vado de dinero, estafas de tipo empresarias o
nan) como barrera de entrada para evitar bancarias o asociados a desestabilizaciones
que nuevos migrantes entraran al país y para o golpes de Estado disfrazados como levanta-
favorecer la expulsión de los que ya habían mientos sociales. Hay dos características sa-
ingresado (Granados Martínez, pp. 60-61, ci- lientes en el tratamiento que esos medios de
tado en Lario Bastida, 2006). Estos criterios comunicación realizan sobre estos temas: a)
se aplicaron bajo el argumento nunca revela- la circulación de tergiversaciones o equívocos
do explícitamente de no compartir los benefi- en la producción de información en la mayo-
cios del progreso con los pobres de America ría de los casos producen o ayudan a producir
Latina, que en muchos casos se obtenían de estereotipos sobre el sujeto migrante, y b) la
manera significativa de la propia región por circulación de un discurso de “cultura única”,
empresas españolas. Algunas de las prácti- que provoca una situación de ‘deprivación
cas de exclusión se verificaban en la creación cultural’ de los afectados (Grimson, 2011,
de seudónimos estigmatizantes como el de pp.34-35; Ford, 2012. p. 22).
“sudacas”, para referirse a los migrantes de En el primer caso se han identificado por
América del Sur. Esta modalidad de trato se lo menos 12 equívocos (Grimson, 2011, pp.
agravó con el estallido de la crisis, que redujo 34-42), que opacan las diferencias de las si-
las fuentes de trabajo, expulsó de viviendas tuaciones de la migración y promueven una
hipotecadas y quitó del derecho a los servi- caracterización global de todos los casos. Así,
cios públicos de lucro a miles de habitantes, más allá de las importantes diferencias, los
entre ellos “extranjeros”, sobre los que se migrantes terminan siendo tratados de mane-
desataron las miradas de quienes veían en ra negativa por la prensa dominante o por el
la inmigración latinoamericana la fuente de discurso de elite. En el segundo caso, la “de-
todos los males que el propio país soportaba. privación cultural” es la privación de valor cul-
En ese caso se pone en evidencia un ejemplo tural de los grupos y personas que pertene-
de “mediatización” cultural y social de la mi- cen a culturas consideradas ‘no centrales’ o
gración porque los medios de comunicación ‘periféricas’, a los que se los trata como si no
que se citan, El País y El Mundo, eluden los fueran personas ni tuvieran derechos. En tal
discursos que tienen que ayudar a explicar sentido, la “deprivación cultural” se asocia,
por qué esos sujetos migraron, qué los llevó o es vista como un componente residual del
a ir a ese país, que actividades y contribucio- llamado darwinismo social, con su secuela de
nes realizan cotidianamente a la sociedad y creencia en la superioridad europea, el dere-
al bien común. Esas mediatizaciones “borran cho a la imposición imperial, la dominación y
los planos culturales” y los migrantes apare- la esclavitud modernas como así también en
cen siempre como culpables. la creencia de una superioridad racial, en su
En los medios gráficos españoles ya ci- composición de xenofobia y racismo (Grana-
tados, pese a sus diferentes orientaciones dos Martínez, 61).
ideológicas y representaciones sociales, se
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social en el que en general una minoría blan- imaginario sobre el Otro y los otros, despre-
ca domina a una mayoría no blanca, indígena ciando las prácticas sociales y culturales que
o negra, al asociar en la cabeza del lector al se construyen en los intercambios cotidianos,
indigenismo con la dictadura y, en consecuen- más allá de la influencia de los medios ma-
cia, con la violencia. Al forzar la asociación de sivos. Esta creencia es considerada a la luz
estos términos se crean estereotipos y crite- de la centralidad de la comunicación y de al-
rios de discriminación que están en la base gunas teorías comunicacionales que, pese a
de los sistemas de dominación, que no solo que han pasado de moda y han sido dejadas
identifican en este caso al ‘indígena’ como de lado en las escuelas de periodismo y co-
un violento y autoritario, sino que además se municación, en algunos lugares se las sigue
desprecia a los propios lectores porque se los tomando como verdaderas.
supone creyentes acríticos de los argumen-
tos de las editoriales periodísticas (Van Dijk,
2012, p.17). 4. LA MASSMEDIATIZACIÓN DE LO
Desde otro punto de vista, el triunfo de Evo CULTURAL
Morales es secundario, es minimizado y nega-
tivizado mediante el uso de un juego de pala- Un criterio para analizar el tratamiento
bras. Del mismo modo, el triunfo de Merkel diferente de noticias similares como las vis-
es utilizado para legitimar políticas conserva- tas en la figura 1 es preguntar cuáles son los
doras y de derecha y presentar una lógica de objetivos que persiguen los medios de comu-
sentido común a las decisiones políticas que nicación con ese tipo de cobertura. Uno de
tome la dirigente alemana. los argumentos para responder es que los
De esta manera, el discurso de elite se medios de comunicación “massmediatizan lo
asocia al racismo de elite y al racismo insti- social y cultural”. Esta massmediatización es
tucional. En efecto, estos tipos de racismo la suposición de que los medios de comuni-
son una de las formas menos analizadas del cación reflejan la producción social y cultural
racismo que es la que se produce, circula y de la sociedad, que en las páginas de esos
se reproduce mediante el discurso, el uso del medios o en los contenidos audiovisuales se
lenguaje y la comunicación. Un ejemplo de muestra la realidad tal cual es, y que por lo
racismo de elite se advierte en la circulación tanto lo que publican es la ‘realidad’ de los
por la prensa de contenidos racistas, de dis- comportamientos y de las interacciones de
criminación y de exclusión como el del diario los sujetos. Pero en verdad, en la sociedad se
La Nación. También se producen lenguajes producen interacciones y producciones cultu-
racistas en las prácticas institucionales, como rales poderosas sin la intervención directa ni
en la redacción de leyes, decretos o en otras la influencia de los medios. Esto quiere decir
producciones burocráticas del Estado. A este que no se reproducen los patrones o estereo-
modo de construcción se la denomina ‘racis- tipos que pretenden imponer los medios ma-
mo institucional’ (Van Dijk, 2012, p. 18). sivos, sino que se producen acciones sociales
Resulta particular que en la comparación y culturales en espacios públicos y privados
de El País y La Nación las formas discursivas más allá de los medios y muchas veces con-
y los patrones de construcción de la noticia tra el accionar de los propios medios masivos
sean similares. Los dos diarios de mayor cir- (Ford, 1994, p.129).
culación en Argentina, Clarín y La Nación, Ahora, ¿Cómo se analizan los productos
siguen modelos y toman artículos del diario ‘massmediáticos’? Distintas disciplinas utili-
español como si el rotativo europeo fuese la zan los mensajes de los medios de comuni-
vanguardia de lo que hay que leer y como tra- cación o de los sistemas de información para
tar la información. Así, los discursos de elite intentar resolver problemas sociales o encon-
se reproducen, se toman los modelos de El trar solución a cuestiones particulares, tanto
País y se replican en los contenidos locales de actuales como históricas. Así, la sociología,
los multimedios. los estudios culturales, los estudios urbanos,
Pero estas formas de construcción dis- profundizan en las características de los men-
cursiva que producen los medios de comu- sajes massmediaticos para trabajar sobre las
nicación se realizan con la seguridad de que identidades, las memorias, los desarraigos,
constituyen la única o más importante vía con las brechas entre ricos y pobres, entre otros.
la que los jóvenes y adultos configuran su Como se sabe, en las últimas décadas del
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siglo XX, América Latina soportó numerosos resultado que las noticias de los distintos
gobiernos de dictaduras militares que produ- medios son concordantes y toman en ge-
jeron miles de personas desaparecidas, otro neral a los portavoces oficiales como única
tanto de exiliados, y se aplicaron modelos fuente, prácticamente no aparecen fuentes
económicos neoliberales con planes de ajus- como la Cruz Roja o Caritas y definitivamente
te económico que convulsionaron la región. en la mayor parte de la prensa española los
Las reacciones a estos procesos dieron lu- inmigrantes no aparecen representados, no
gar a la emergencia de nuevos movimientos tienen ‘voz’ porque no se les reconocen sus
sociales de campesinos, indígenas, mujeres, derechos y mucho menos su derecho a la pa-
estudiantes, desocupados, villeros, sin te- labra (Xambó, 2010, pp.168-169).
cho, ambientalistas y de derechos humanos En este punto, como cada vez que se po-
que acompañaron los cambios políticos en la nen en tela de juicio las prácticas y los valo-
región, como fue el caso del nacimiento del res de los periodistas y los medios, aparece
Foro Social Mundial en San Pablo, en 2001. la discusión sobre la ética periodística, la
Por ello, para analizar los productos ‘massme- función de los códigos deontológicos y las
diáticos’ se necesita de una transversalidad buenas prácticas del hacer periodístico. Aquí
de saberes como la antropología, la sociolo- viene al caso la observación sobre la selec-
gía, la historia, la economía, entre otros. Esto ción y el uso de las fuentes oficiales como
permite ubicar los contenidos de los medios único fundamento, que en muchos casos es
en un contexto mucho más amplio. En primer una fuente anónima o una fuente inexistente.
lugar, lo ubica en un territorio concreto, en su Pero ¿qué pasaría si se agregara la palabra
presente económico, social y cultural, pero de la otra fuente? La pregunta no tendría sen-
también lo analiza a partir de su historia, de tido si habitualmente los medios le dieran la
su pasado reciente, de las memorias y las re- voz a los que habitualmente no la tienen. Los
construcciones. inmigrantes suelen tener asociaciones u orga-
Teniendo en cuenta que la ‘massmedia- nizaciones en las que se agrupan para mante-
tización’ de lo social y cultural no es neutral nerse en contacto en los países en los que se
y que pretende homogeneizar los comporta- han asentado, y estas entidades sirven mu-
mientos, acentuar las diferencias entre los chas veces como fuentes primarias a la hora
grupos y englobar al Otro cultural como si to- de defender los derechos de los inmigrantes,
dos los integrantes de una misma cultura fue- pero más allá de estas organizaciones, los
sen iguales, como si no hubiera identidades medios de comunicación no tienen el hábito
y pensamiento crítico, valores y conductas de consultarlas, ello contribuiría a dar voz a
diferentes, despreciando con ello la riqueza los inmigrantes, incluso aunque no existan
cultural que todos producen, más allá de los asociaciones que los agrupen. Como ejemplo,
orígenes y las pertenencias a etnias determi- en América Latina se han sancionado leyes
nadas, se replantea así la dicotomía sobre si de medios audiovisuales, como en la Argen-
los medios de comunicación “construyen o tina en 2009 y en Ecuador en 2013, que bus-
reflejan la realidad”. Sobre este conflicto, mu- can garantizar espacios para que se expresen
chas veces, se discuten no sólo los conceptos aquellos sectores sociales que habitualmente
de “construcción” o de “reflejo”, sino incluso son excluidos, como es el caso de los pueblos
el de “realidad”. En ese sentido, la llamada originarios, universidades públicas y munici-
‘masmediatización’ es la pretensión de que pios y que no consideran a los medios de co-
los medios tienen legitimidad para construir municación con un fin de lucro en sí mismo,
la idea de realidad y con ello la agenda social como sí ocurre con las elites económicas y las
o de imponer los temas sobre los que se ha- elites institucionales.
bla en la sociedad y se discute cotidianamen-
te (Ford, 1994, p. 129). 5. LOS ESTEREOTIPOS EN LOS MEDIOS
Este comportamiento se observa en los
medios de mayor circulación como un deno- Entre las estrategias y herramientas que
minador común, pero no sólo en los medios utilizan los medios de comunicación para re-
de comunicación que hemos tomado como ferirse al fenómeno de la inmigración se en-
referencia. En efecto, un estudio cualitativo y cuentra el uso de la metáfora y de otras figu-
cuantitativo sobre el tratamiento de la inmi- ras retóricas (Retis, 2007, pp. 74-5, Van Dijk,
gración en la prensa española arrojó como 2012, p.23). En España, por ejemplo, una de
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ambos datos eran falsos, dichos por el presi- por Alejandro Grimson (2011, pp. 35-37), en
dente en un mensaje a las Cámaras, crea en los que incluye las referencias sobre los in-
los ciudadanos más desprevenidos y menos migrantes creadas con el fin de discriminar.
informados la convicción de certeza. Tales Precisamente, la creación de datos falsos, de
afirmaciones surgieron de la manipulación de confusiones discursivas, de metáforas, crean
las cifras de detenidos, en las que el Ministe- un imaginario que se instala en los distintos
rio del Interior mezcló deliberadamente faltas estamentos de la sociedad para construir un
administrativas con delitos. Si se ponen todos estado de alarma sobre los inmigrantes ex-
los datos juntos y se baten como en una coc- tranjeros (Van Dijk, 2012, p. 23).
telera, las cifras que resultan son temerarias. Al respecto, este estado de alarma dis-
Tales afirmaciones, aunque no resistan una para una especie de paranoia colectiva, que
revisión estadística, son puestas en circula- lleva a la detención de personas que viajan a
ción por los medios, repetidas una y otra vez España, como ocurrió con un grupo de muje-
hasta el hartazgo, hasta que los ciudadanos res colombianas, con un plan de regreso de
españoles llegan a la conclusión, por si le han corto plazo, que igual son detenidas bajo la
quedado dudas, que todos o la gran mayoría sospecha de que van a instalarse en el país.
de los extranjeros son delincuentes (Wagman, Así también, todos los inmigrantes sufren los
2006, pp. 202-203). excesos o abusos de controles, detenciones,
Como se habrá observado, ninguno de los demoras, sospechas, requisas, y otras veja-
mandatarios citados, Aznar y Rajoy, se han re- ciones porque se los considera peligrosos o,
ferido a los inmigrantes. En ambos casos el directamente, delincuentes (Wagman, 2006,
término utilizado fue ‘extranjero’. Una acota- p. 203).
ción sobre este punto: Esta reincidencia de las poblaciones de
América Latina se explica por coherencia cul-
Es muy importante señalar que, con mucha tural: cuando tienen que migrar para mejorar
frecuencia, se identifica equivocadamente sus condiciones materiales buscan el territo-
el concepto de “extranjero” con “inmigran- rio que más coincide con sus características
te”, cuando un inmigrante es una persona de lenguaje, modos y patrones de vida coti-
que reside en España con o sin papeles, diana, aunque sea al territorio del que algu-
y no cualquier extranjero que se encuen- na vez se dependió. Así, hay una especie de
tre en España es un inmigrante. El uso ‘costo residual’ de la dependencia, una con-
indiferenciado de los dos términos tiene secuencia de haber pasado y dejado una mar-
consecuencias importantes en el contexto ca que España, como el resto de los países
del debate sobre el delito y la inmigración. centrales, no quiere pagar. No se trata de un
(Wagman, 2006, p. 203). costo fijo, pero en la medida que la distribu-
ción de la riqueza mundial se hace cada vez
En efecto, el uso indiferenciado de inmi- más inequitativa y hay cada vez más pobres
grante y extranjero termina por criminalizar en los llamados países periféricos, el ‘costo
a todos los extranjeros. Pero aún más. His- residual’ irá en aumento. ¿Dónde ir si no es a
tóricamente, el término extranjero se utilizó los lugares en los cuáles se pueden desarro-
para los llamados bárbaros, aquellos que ha- llar estrategias de sobrevivencia mantenien-
blaban otra lengua y tenían una cultura dife- do un mínimo de patrones culturales del país
rente. En ese marco, hablar de extranjero al del cual uno ha salido?
referirse a los pobladores de las ex colonias
a las que se les impuso un lenguaje y otros 7. CÓMO NOMBRAR AL INMIGRANTE
patrones culturales es inapropiado, no pue-
de considerárselos extranjeros. Para el caso, ¿Cómo se nombra al inmigrante? ¿Qué
sólo son extranjeros a la hora de establecer clase de persona es considerada? En el apar-
barreras a la inmigración aquellos que han tado anterior citamos el coincidente modo de
nacido en otros países, cualquiera que sea la nombrar al inmigrante que tuvieron el expre-
raíz cultural que tengan. sidente español José María Aznar y el actual
Por ello, el uso indiferenciado de los dos Mariano Rajoy, llamándolo extranjero. Este
términos o como sinónimos no se trata de término, expresado en un determinado con-
una simple equivocación. En todo caso se tra- texto, termina produciendo un efecto despec-
ta de un equívoco en los términos planteados tivo. El extranjero se convierte así en un extra-
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ño, alguien lejano, sin relación con el país, su el migrante interno, el de los países vecinos
gente y su cultura, y por lo tanto es un sujeto y por último los inmigrantes europeos. En el
que se tiene que volver a su país. No impor- primer caso se identifica al ‘cabecita negra’
ta si se trata de un extranjero llegado al país o ‘provinciano’. El primero fue acuñado por la
como turista o inversor o uno en busca de un burguesía porteña de Buenos Aires para iden-
cambio para su destino. Así, por extensión, tificar a la marea humana de pobres que des-
todo extranjero es potencialmente peligroso de 1943 llegaron a la Capital para respaldar
y culpable. las acciones del expresidente Juan Domingo
¿Qué otros modos de nombrar al inmi- Perón, en ese entonces un coronel del Ejérci-
grante pueden hallarse? Los discursos de los to con un cargo en el ministerio de Trabajo. El
principales medios de comunicación de Espa- cabecita negra, como se deduce, no es rubio,
ña y Argentina describen de manera amplia no es blanco, por lo que el componente racis-
las diversas situaciones e identidades, que ta de la expresión está implícito. En tanto el
en general se asocian a lo económico y a lo ‘provinciano’ es todo aquel que llega a la gran
político. Después del término extranjero le si- ciudad, a Buenos Aires, y porta vestimenta, o
gue el ‘sin papeles’ o ‘ilegal’ y el contrario, el tiene modo de hablar o de dirigirse al otro con
‘legal’. Ser un ‘sin papeles’ ya implica estar en características propias de un habitante del lla-
riesgo en muchos sentidos: poder ser depor- mado ‘interior’: ropa de gaucho, o vestimenta
tado en cualquier momento o sentirse obliga- de trabajo rural, sin cuidado por la estética,
dos a trabajar por pocos ingresos y en tareas con modales rústicos y desubicados. En la
poco saludables. En esos casos no se pueden Argentina, por su extensión, son muchos los
reclamar derechos laborales, a riesgo de ser migrantes internos que, por motivo de traba-
denunciados o directamente deportados. Sin jo, se trasladan para desempeñarse en distin-
embargo, los ‘sin papeles’ se agrupan y cada tas tareas según la época del año, en general
vez más reclaman por su derecho a tener pa- asociada a tareas rurales como la cosecha de
peles. caña de azúcar o de manzana, entre otras. Y
En el contexto de discursos discrimina- muchos llegan a la ciudad capital para cam-
torios, el término ‘sudaca’ se acuñó para re- biar su suerte, para incluirse en la moderni-
ferenciar a los migrantes sudamericanos en dad y salir de la monotonía y el atraso de los
los primeros tiempos de las olas migratorias pueblos ‘pueblerinos’, tranquilos, sin ruidos,
desde la región hacia España. Pero la expre- como detenidos en el tiempo.
sión es no solo peyorativa porque desvaloriza Los migrantes de los países vecinos, en
a las personas cualquiera sea su condición y particular bolivianos, paraguayos, chilenos
naturaleza de estancia en España. Ser un ‘su- y peruanos, llegan a la Argentina en general
daca’ era poco menos que un desvalido que en grupos de familia y se instalan juntos. Los
busca algo para matar su hambre en otras tie- dos primeros son considerados mano de obra
rras, es un don nadie y por lo tanto tampoco barata, dispuestos a hacer trabajos indesea-
está a la altura de los ciudadanos españoles, bles para los locales, especialmente los boli-
es un inferior en todo sentido. vianos, y a trabajar por ingresos mucho más
El uso de los gentilicios como sinónimo de bajos que los trabajadores locales, especial-
delincuencia también es una práctica habi- mente los sindicalizados. Cuando se produ-
tual en las construcciones discursivas. En el jo la crisis de 2001 en Argentina, incluso el
caso anterior, el adjetivo sudamericano obra Sindicato de la Construcción, ante la falta de
como gentilicio porque remite a un lugar de actividad y los bajos ingresos, llegó a pedir
nacimiento y procedencia. Pero en otros ca- la expulsión de los bolivianos y paraguayos
sos, como ocurre cuando inmigrantes de la porque le quitaban el trabajo a los argenti-
misma nacionalidad comenten delitos en nos. En el plano del lenguaje, un boliviano es
banda o delitos parecidos, por extensión to- un ‘Boli’, y así se los identifica socialmente,
dos los connacionales son descalificados. Así, pese a que para esa comunidad el sentido del
tanto en España como en Argentina se aso- término es despectivo. El término ‘boliguayo’
cia ‘naturalmente’ a los colombianos con los hace referencia a los bolivianos y paraguayos
delitos asociados al tráfico de drogas (Retis, que trabajan en la construcción. Por ejemplo,
2007, p.77). cuando se dice que una obra en construcción
En la Argentina se suele dividir la identifi- está llena de ‘boliguayos’, es decir, que hay
cación del migrante en tres grandes grupos: muchos bolivianos y paraguayos trabajando.
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Lo mismo ocurre en el fútbol, los bolivianos y que se construyen para despreciarlos como
paraguayos son identificados en general con comunidad. Es en las expresiones musicales
Boca y River, los dos clubes principales, por donde se producen verdaderas luchas simbó-
lo que las frases de desprecio, con conteni- licas por la apropiación y representación de
do racista, son habituales en las hinchadas y los valores de los inmigrantes.
causa de la suspensión de los partidos cuan- La identidad de los inmigrantes aparece
do ello ocurre, aunque en general esa sus- con frecuencia, porque se pone en evidencia
pensión siempre es momentánea. El negocio a través de la palabra o de las acciones. Uno
está por encima de los valores. de los ejemplos es el que toma como bandera
Finalmente, los inmigrantes europeos son el grupo musical Molotov en representación
en general respetados. En particular los espa- de los mexicanos, donde no sólo se presenta
ñoles e italianos, que conformaron los grupos el caso de la migración sino los problemas de
más numerosos que llegaron a la Argentina contacto en la frontera con los Estados Uni-
desde fines del siglo XIX, son vistos como la- dos. La canción titulada “Frijoleros” rechaza la
boriosos, quienes ayudaron a construir el país utilización de ese término que se utiliza para
y gente de trabajo. Los ‘gallegos’ y los ‘tanos’, descalificar a los mexicanos, en este caso por
como se los identifica, reciben siempre un el tipo de comida que consumen. También se
sentido positivo en su identidad, y rara vez se puede mencionar al grupo Calle13, en el caso
utilizan esos seudónimos para descalificarlos, de los puertorriqueños, con temas como “To-
aunque en los últimos años el término ‘galle- dos somos ilegales”. Por último, el cantante
go’ comenzó a ser asociado con un sujeto len- descendiente de franceses y españoles cono-
to de reacciones, algo tonto, atrasado. cido como Manu Chao, con canciones como
En consecuencia, en todos los territorios, “Clandestino”. Se trata de artistas que se han
las identidades de los migrantes se consti- criado en medio del conflicto de inmigrantes
tuyen en general primero asociadas a un fin y han sabido captar los sentimientos de los
económico y luego a uno político. En todos los grupos y personas descalificados por haber
casos citados, los patrones de conducta sólo nacido en América Latina y migrado a países
pueden ser comprendidos, a partir de una del Norte.
lectura, de una interpretación de la comuni- Tenemos aquí una nueva referencia de lo
cación y la cultura de cada territorio. que se ha denominado más arriba como ‘de-
privación cultural’. En efecto, las letras de las
8. LOS VEHÍCULOS DE IDENTIDAD canciones citadas en todos los casos ponen
el acento en denunciar el maltrato y la desca-
Los medios de comunicación también lificación de la identidad, el prejuicio y el ra-
ponen en circulación, aunque muchas veces cismo. Las letras presentan a las identidades
como entretenimiento o mercancía cultural afectadas en sentido negativo, a la defensiva,
pero no como un contenido crítico, expresio- cuando en general las identidades se cons-
nes culturales que instalan la inmigración truyen y se afirman a la ofensiva. Por ejem-
como tema social. En efecto, tanto la prensa plo, la frase “no me llames frijolero”, expre-
gráfica pero mucho más la audiovisual pre- sión netamente despectiva y estereotipante,
sentan, en sus distintos formatos, música y en otras circunstancias o prácticas sociales
videos de grupos musicales como Molotov o como el fútbol sería utilizada de manera afir-
Calle13 que tienen repercusión porque levan- mativa, y en ese caso ser un frijolero pasaría
tan como bandera los sufrimientos de los in- a ser una bandera que el mexicano mostraría
migrantes latinos en los Estados Unidos. con orgullo. Pero al ser presentada de ma-
Las canciones desarrollan las temáticas nera negativa se afianza el sentido negativo,
más críticas que afrontan los problemas de manteniéndose así como un lamento, un rue-
trabajo, de remuneración y de desprecio so- go, un reconocimiento de una subordinación
cial. Pero lo que más impacto logra en las au- no solo discursiva sino también política con
diencias son las cuestiones de la identidad y quien la expresa, reforzando así el carácter
del uso del lenguaje como diferenciador y ca- de identidades subalternas. En tal sentido,
racterística típica del inmigrante que vive en las expresiones de Stuart Hall, quien dice que
los barrios o regiones latinas de los Estados la identidad es estratégica y posicional, no
Unidos. A menudo, las letras de las canciones esencialista, nos recuerda que la diferencia-
instalan el rechazo a los estereotipos racistas ción del otro siempre debe darse en un plano
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La construcción mediática de los inmigrantes en Iberoamérica
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También traducida como Haz lo que debas, tiene por título original Do the Right Thing.
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ARTÍCULOS A. Sar
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NOTAS BIOGRÁFICAS
Ariel Sar es doctorando en Comunicación en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), magíster en Gestión de la
Ciencia, la Tecnología y la Innovación (UNGS) y Licenciado en Comunicación (UNGS). Docente e investigador indepen-
diente.
Contacto: ariel.sar@gmail.com; @arielsar
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