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Brenda Nahomi
De austeridad y educación
Consuelo Mejía una mujer de 83 años se despierta todos los días a las 6 am para rezar a Dios.
Su rutina continua con un desayuno modesto de un bolillo y un té de manzanilla. Su rutina
continua con ir a la iglesia y pasar al mercado. En el mercado escoge las verduras más
pachiches. El día 11 de mayo fue la excepción. Su familia la llevo a festejar por el día de las
madres. Repetía que ella comería un poco de lo que le compartieran, sin embargo, sus hijas
la obligaron a ordenar. Ella a regañadientes pidió lo más barato del lugar repitiendo: “no me
entienden, nunca me entienden”. La señora Consuelo no es una ahorradora al extremo; ella
lleva un tipo de vida eremítica. La vida eremítica se centra en el ideal de San Francisco de
Asís; el cual es regresar al evangelismo primitivo, poniendo atención al mandato de pobreza.
Los franciscanos se basan en la vida que llevo San Francisco de Asís, el cual se guio por el
Evangelio de San Mateo 10:9 el cual dice “No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre
para llevar en vuestros cintos, ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias,
ni de bordón; porque el obrero es digno de su sostén.”. San Francisco inspirado por la manera
de vivir de los discípulos de Jesús vivieron para predicar la palabra decidió seguir su ejemplo.
San Francisco salió de Asís sin zapatos, ni oro, ni plata; usando ropas ásperas para profesar
la palabra de Jesucristo de la forma en la que lo hicieron sus discípulos y estar más acercado
a los deseos de Dios de profesar con austeridad. Rápidamente San Francisco tuvo más
compañeros que se le unieron en su misión de profesar, ayudar a los pobres y entregarse a al
cuidado de Dios ya que no tenían nada con que protegerse mas que con su fe.
Según la Ordo Fratum Minorum (la orden de los hermanos menores) cada franciscano se
tiene que guiar por la vida de San Francisco de Asís y predicar con los valores que predijo
durante su vida; si bien tratan de basarse en todos los valores, su labor misionera puede estar
enfocada a una rama. Sus valores son oración, devoción, misiones, evangelización,
formación y estudios, fraternidad y austeridad.
María del Rosario Dorantes, hija de la señora Consuelo, recuerda esos momentos de su
infancia de cuando su madre tenia que ir a apoyar a sus hermanos o ir a servir a gente de la
comunidad. Relata que recordaba como ella tenia que hacerse cargo de la casa varias veces
al año ya que su madre se encontraba siguiendo uno de los valores principales de la orden
que es fraternidad. Los hermanos de María del Rosario disfrutaban esos momentos en los que
se hacia cargo de la casa ya que significaba que ella cocinaría y haría el mandado. Esos días
no comían verduras pachiches, ni sopa rebajada con agua, esos días no vivían en la
austeridad.
Los hijos de la señora Consuelo recuerdan aquellos momentos de su infancia viendo a sus
primos tomando refresco o comiendo mas de un plato de frijoles en la comida y detestaban
el voto de austeridad de su madre. Consuelo dice que ella buscaba que se alejaran de esos
placeres que solo los alejaban de Dios y que solo servían para distraer al espíritu, su enfoque
principal no era que estuvieran centrados en el consumismo si no que fueran buenos
estudiantes. Ella liberaba los deseos de enseñar con sus hijos, dice que si bien no le pudo dar
la vida que ellos querían, puedo darles los valores que ellos debían tener. Las boletas de sus
hijos siempre estaban repletas de dieces y los libros no faltaban en casa.
Los franciscanos siempre estuvieron muy preocupados en la educación al igual que la señora
Consuelo. Se puede llegar a pensar que los franciscanos solo se centran en la austeridad y
que su filosofía de acercarse a Dios solo se centra en no tener dinero ni lujos y el discurso
del presidente Andrés Manuel López Obrador no ayuda a entender por completo el discurso
franciscano que esta mas enfocado a ayudar al prójimo mediante las misiones o la educación.
Olvera Dorantes
Brenda Nahomi
Los franciscanos siempre se interesaron por el estudio tal como se dice de las palabras de San
Francisco a San Antonio en su carta al Santo de Lisboa donde celebra que se les este
educando a los frailes. También se señala que la austeridad y distintas filosofías vienen
después de la educación, si se enseña de buena manera la palabra de Dios y se fomenta la
educación la revelación será subsecuente.
Los franciscanos de la primera orden o sea los capuchinos fueron quienes se encargaron de
evangelizar a las colonias. La señora Consuelo al momento de adentrarse mas a la iglesia
para retomar su vida espiritual aun casada, ella quería unirse a la unión de los capuchinos y
seguir sus votos, sin embargo, según relata no podía unirse ya que era un orden solo para
hermanos. Por fortuna para ella encontró cobijo en la segunda orden de franciscanos, con las
hermanas clarisas capuchinas, pudo apoyar a las hermanas y hermanos de la comunidad y
pertenecer, pero debido a su situación civil no pudo involucrarse tanto como deseaba.
Las hermanas clarisas capuchinas es una orden que nace bajo el manto de Santa Clara y San
Francisco. En 1212 en el convento de San Damian San Francisco establece ahí a Clara y las
demás religiosas del convento, guiándose por las reglas que guiaban a la orden de los
hermanos menores, pobreza, devoción, misiones. Posteriormente en 1215 las autoridades no
permiten la formación de nuevas órdenes religiosas, quedando así bajo el orden directo del
obispo de Asís y quedando Santa Clara como abadesa ya que era lo único que se les permitía,
en 1218 el cardenal Hugolino las dota de forma vitae con reglas mas estrictas y detalladas.
Tras esta legislación religiosa siguieron los problemas de reconocerlas como una orden y
dejarlas tener su espacio. Es hasta 1253 cuando se aprueba la regla para dejarlas tener su
espacio e impartir su devoción a Cristo de igual manera que los hombres.
Olvera Dorantes
Brenda Nahomi
Si bien las hermanas clarisas recibieron su aprobación y reconocimiento, actualmente según
la señora Consuelo, se ve muy difuminada la participación de las hermanas clarisas y se
ponen como simple apoyo de los franciscanos. Si bien se tiene una participación significativa
de las mujeres en su comunidad. Se sigue todo bajo el estandarte franciscano y no se da la
visibilidad a las clarisas. Según Clara Rodríguez Núñez en su artículo sobre el
conventualismo femenino; se dice que Francisco de Asís apoyaba el convento sin embargo
no apoyaba que se relacionarán con la orden ya que estas podrían distraerlos de su función
principal.