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SEÑOR JUEZ DE GARANTÍAS:
I.- OBJETO:
Que estimando contar con elementos suficientes para el ejercicio
de la acción penal, vengo por el presente a solicitar la CITACIÓN A JUICIO de
ROBERTO PRUDENCIO VALDETTARO, DNI 21.550.297, sobrenombre o apodo
"Cuervo", de 47 años, de estado civil casado, profesión u ocupación empleado en
"Container Brandsen", nacionalidad argentina, lugar de nacimiento Los Polvorines
(Pcia. de Bs. As.), domicilio en calle Garibaldi Nº 216 entre Las Heras y Alberti
(Pdo. de Brandsen), que sabe leer y escribir, ser hijo de Roberto Valdettaro y de
María Agustina Paz (v).-
Artículos 334 y 335 del Código de Procedimiento Penal.
En I.P.P. 06-04-001054-17:
HECHO 2): Que a mediados del mes de junio de 2017, en circunstancias en que
Roberto Prudencio Valdettaro, alojado en la Comisaría Local de Brandsen, es
visitado por una de sus hijas, Daiana Valdettaro, haciendo uso de amenazas con
el fin de amedrentar a la madre de ésta, María Laura Nizzola, le refirió que cuando
saliera en libertad iba a buscar a Nizzola y la iba a matar.-
VI.- FUNDAMENTOS:
Que teniendo en cuenta la normativa vigente en la materia, en
relación a las pruebas acumuladas en el presente proceso, debo advertir, a fin de
aventar futuros planteos, que los dichos de la denunciante víctima en el presente
proceso, resultan plenamente convictivos y suficientes para el impulso de la
acción.-
Que el pretexto de la excusa contemplada en el último párrafo de
la manda procesal establecida en el art. 151 del código de rito, no resulta aplicable
en la especie.-
En efecto, además de la materia que el presente caso involucra, y
que a continuación ampliaré, la prohibición de detener a una persona con la mera
denuncia, no puede razonable y críticamente impedir el impulso de la acción
emergente de hechos que naturalmente se producen en el ámbito intrafamiliar, y
amparados en tal caso, en la intimidad propia que la relación implica.
Que en tal sentido, no puede menos que dejarse aclarado que
estos delitos, responden a una problemática específica que debe atender las
consecuencias propias de sus medios comisivos, y atento a la inherente
naturaleza del hecho endilgado.
En tal sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
plantea la idea de un deber estatal de debida diligencia para la protección de los
derechos humanos frente a ciertas situaciones de riesgo para su ejercicio. No se
trata de atribuir responsabilidad al Estado frente a cualquier violación de derechos
humanos cometida entre particulares en su jurisdicción, por cuanto que la medida
de prevención y protección está condicionado por el conocimiento de una situación
de riesgo real e inmediato para un individuo o grupo de individuos determinado y
por la posibilidad razonable de prevenir o evitar ese riesgo.
A su vez, los requisitos de evitabilidad y previsibilidad del riesgo,
según la Corte IDH, deberían ser evaluados en el caso en concreto bajo la lupa
del deber de la debida diligencia reforzada en función con el art. 7 de la
Convención de Belém do Pará. Si bien la Corte IDH no es precisa, establece
ciertos puntos para definirla: "Los Estados deben adoptar medidas integrales para
cumplir con debida diligencia en casos de violencia contra las mujeres. En
particular, deben contar con un adecuado marco jurídico de protección, con una
aplicación efectiva del mismo, con políticas de prevención y prácticas que
permitan actuar de una manera eficaz ante las denuncias. La estrategia de
prevención debe ser integral, es decir, debe prevenir los factores de riesgo y a la
vez fortalecer las instituciones para que puedan proporcionar una respuesta
efectiva de los casos de violencia contra la mujer. Asimismo, los Estados deben
adoptar medidas preventivas en casos específicos en los que es evidente que
determinadas mujeres y niñas pueden ser víctimas de violencia" (Corte IDH,
"Caso de la Masacre de Pueblo Bello", sentencia del 31 de enero de 2006. Corte
IDH, "Caso González y otras (Campo Algodonero) v. México", sentencia del 16 de
noviembre de 2009.).-
El Estado, en definitiva, es garante de derechos frente a los
riesgos por violencia de género, por lo que no puede pretender invocar la
imposibilidad de prevenir la consumación de ellos, si ha contribuido a ello al no
adoptar las medidas de garantía que la propia Convención establece.
(ABRAMOVICH, Víctor, "Responsabilidad estatal por violencia de género:
comentarios sobre el caso 'Campo Algodonero' en la Corte Interamericana de
Derechos Humanos", www.anuariocdh.uchile.cl.).-
En el caso Maria Da Penha (CIDH, Informe 54/01, Maria Da
Penha Maia Fernández. Brasil, del 16 de abril de 2001.) la Comisión IDH
consideró que existía un patrón o "pauta sistemática" en la respuesta estatal, que
se traducía en una especie de tolerancia pública con la situación de violencia
denunciada, no sólo en perjuicio de la víctima, sino con relación a otros casos
idénticos o con características comunes. Esa ineficiencia inefectividad judicial que
se sigue de la tolerancia a la violencia, para la CIDH propicia la violencia contra las
mujeres y resulta discriminatoria. Según la doctrina de la "tolerancia a la violencia",
ante su propia inactividad, el Estado no sólo transgrede la obligación de
investigación, sino también las obligaciones preventivas en el desarrollo de la
práctica generalizada de violencia que afecta a las mujeres. En el caso "Campo
Algodonero" la responsabilidad que se atribuye al Estado ya no está asentada en
la idea de tolerancia o complicidad, como en María Da Penha, sino en la doctrina
del riesgo previsible y evitable. Para esta posición, la inacción del Estado entraña
un comportamiento dañino en tanto colabora con la violencia siempre que conoce
una situación determinada y no obstante, decide no intervenir. En "Campo
Algodonero", el Tribunal ha considerado que "una sola denuncia por amenazas" es
suficiente para considerar que el Estado "conoce" la situación y por ende, para
que se ponga en funcionamiento el riesgo previsible que lo obliga a actuar según
sus cometidos y obligaciones de la Convención.
Los fundamentos antes expuestos interpelan a este representante
de del Ministerio Público Fiscal a impulsar la presente acción.-
VII.- PETITORIO:
Por lo expuesto precedentemente, solicito a V.S., que previo
traslado a la Defensa en los términos del artículo 336 de la ley de rito, disponga
la elevación de la causa a juicio respecto de Roberto Prudencio Valdettaro,
con relación a los hechos antes relatados y calificados.
Artículo 337 y concordantes del Código de Procedimiento
Penal.
Proveer de Conformidad que,
SERA JUSTICIA.-
ANTE MÍ: