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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades
Universidad de Jaén y Ciencias de la Educación
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Trabajo Fin De Grado

Trabajo Fin de Grado


Interpretación de los
sueños. Sigmund Freud

Alumno: Ana María Trigueros Navas

Tutor: Ángel Cagigas Balcaza


Dpto: Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación

Septiembre, 2014

Mes, Año
Índice

1 Resumen 4
2. Introducción 5
3. Revisión bibliográfica 6
3.1. Antecedentes hasta el siglo XIX 6
3.2. Sigmund Freud. 11
3.2.1 Introducción 11
3.2.2 El trabajo del sueño 12
3.2.2.1 La Censura 12
3.2.2.2 La Simbolización 12
3.2.2.3 La representación plástica de una palabra 12
3.2.2.4 La condensación y el desplazamiento 13
3.2.2.5 La revisión secundaria (o elaboración) 13
3.2.3 La interpretación del sueño 13
3.2.3.1 Introducción 13
3.2.3.2 ¿Cómo se interpreta un sueño? 13
3.2.3.3 Límites de la interpretación 14
3.2.3.4 Asociación libre 14
3.2.4 Aspectos problemáticos de la teoría psicoanalítica del sueño 15
3.2.4.1 Los sueños como realizaciones de deseos 15
3.2.5 Los sueños infantiles y la hipótesis de la realización de deseos 18
3.2.6 ¿Por qué olvidamos al despertar nuestros sueños? 19
3.2.7 Relaciones entre el sueño y las enfermedades mentales 20
3.3. Autores y teorías posteriores 20
3.3.1 Psicología individual. Alfred Adler 20
3.3.2 Psicología profunda. Carl Gustav Jung 22
3.3.3 John Bowlby 23
3.3.4 Terapia Gestalt 24
3.3.5 Terapia Cognitiva de Beck 25
3.3.6 Neurociencia 26
3.3.6.1 ¿Para qué sirven los sueños? 26

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3.3.6.2 Diferencias por sexo y cultura 28
3.3.6.3 ¿Cuál es su principio regulador? 29
3.3.7 Allan Hobson 30
4. Conclusiones 33
5. Referencias 34
6. Anexos 38

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1. Resumen
En este trabajo de revisión se explica en profundidad la teoría de la interpretación
del sueño del psicoanalista Sigmund Freud, realizando un breve recorrido por sus
antecedentes y revisando los distintos paradigmas anteriores de la misma. El objetivo es
conocer la influencia que persiste de la teoría de la interpretación de los sueños y la
importancia de la misma en los paradigmas que han surgido posteriormente. Los
resultados muestran que su teoría de los sueños ha servido de gran ayuda en el tratamiento
psicoterapéutico y psicoanalítico, y su importancia radica en que permite acercarnos a
nuestro inconsciente, aunque en la actualidad queda mucho por abordar.

Palabras clave: teoría, sueños, interpretación, Sigmund Freud, onírico.

Abstract
This review paper explains in detail the Sigmund Freud’s theory of dream
interpretation, making a brief tour of his background and reviewing various paradigms
above it. The goal is to understand the influence that persists in the theory of interpretation
of dreams and their importance in the paradigms that have subsequently emerged. The
results show that his theory of dreams has been of great help in the psychotherapeutic and
psychoanalytic treatment and its importance lies in allowing our unconscious approach,
though now much remains to be addressed.

Keywords: theory, dreams, interpretation, Sigmund Freud, dreamlike.

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2. Introducción
El objetivo del presente trabajo es conocer la influencia que ha existido desde la
antigüedad con respecto a las interpretaciones de los sueños, profundizando en el
psicoanalista Sigmund Freud y en sus divergencias con algunos autores y teorías que han
ido surgiendo a posteriori.
Asimismo, a través de la simbolización del psicoanálisis de Sigmund Freud se analiza
el significado de los sueños, los métodos para su interpretación, los aspectos
problemáticos encontrados en el mismo, la cura en los niños y su relación con las
enfermedades mentales. También se pretenden exponer las razones que justifican la
importancia de los sueños en nuestra vida diaria basándonos en las instancias inconsciente
y consciente.
A partir de aquí revisamos la psicología individual de su seguidor Alfred Adler, que
se separará de Freud al no compartir del todo su teoría; a continuación la psicología
profunda que compuso Carl Gustav Jung, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis;
y cerramos esta serie revisando la teoría de John Bowlby y su notable interés por las
relaciones entre el niño y sus figuras de apego incorporándolas al psicoanálisis.
A continuación, analizamos la Terapia Gestalt, en la cual los sueños constituyen un
elemento importante en dicho trabajo terapéutico, ya que en ellos se manifiestan varias
partes de la personalidad del paciente.
En otra línea, ponemos de relieve la Terapia Cognitiva de Beck, la cual plantea las
distorsiones cognitivas y su derivación al inconsciente; y finalmente nos situamos en la
actualidad hablando de Neurociencia, pasando por la mano de Robert Civelti, Mª Carmen
Rodríguez y Allan Hobson y su explicación neurológica.
Para realizar este trabajo se han analizado diferentes fuentes bibliográficas: se ha
trabajado a partir de las siguientes bases de datos: Psyinfo, Scopus, Psycodoc Articles,
Psychology, PROQUEST, Medline y CSIC; y se han utilizado conjuntamente libros
impresos, libros electrónicos y revistas electrónicas, así como medios audiovisuales.

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3. Revisión Bibliográfica
3.1. Antecedentes
Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha tenido un especial interés por la
interpretación de los sueños. Tanto es así que se conocen escritos desde el periodo
babilonio hasta la era de los Seléucidas, entre el 2100 a.C. y el 600 a.C. aproximadamente
(Vinagre Lobo, 2011). En ese momento se plantearon dos formas de interpretar los sueños
contrapuestas; por un lado estaban los sueños valiosos, es decir, aquellos que le
anunciaban al durmiente de algo importante; por otro lado se hallaban los sueños
engañosos, es decir, los cuales pretendían llevarles a su destrucción (Freud, 1900). Los
datos de los sueños se coleccionaban en tablillas elaboradas de arcilla, como la que se
conserva actualmente en el British Museum. Asimismo se coleccionaban las llamadas
“Claves” de interpretación de sueños, las cuales venían a ser escritas por especialistas, los
escribas de la Casa de la Vida, que eran un tipo de institución religiosa que recopilaban
manuscritos rituales; entre esas Claves la más llamativa es la del papiro Chester Beatty
III (1295-1069 a.C.). En cuanto a otras obras conocidas, puede hablarse de las referidas
en el Antiguo Testamento, como las historias de José o de Daniel, entre otros más
(Vinagre Lobo, 2011). En la obra de José se cuenta el odio de sus hermanos hacia él, por
ser el hijo preferido del padre y además por sus habilidades para interpretar sueños. Por
ello le apodaron el Soñador. Más tarde lo vendieron como esclavo y fue conducido a
Egipto, donde Putifar, eunuco del faraón, lo compró a los ismaelitas. Estando preso, José
obtuvo beneficios de carcelero y del faraón, quienes le otorgaron privilegios por
interpretar sus sueños (Rodríguez-Capote, 2013).
Por otro lado en Grecia se hallaron los tratados de los sueños o del mismo modo
llamados tratados onirocríticos, los cuales servían como guía para la interpretación
adivinatorio de los sueños. De igual forma también se encontraron los primeros
testimonios de interpretaciones de sueños llamadas “tablillas interpretativas”. Además en
esa época en el siglo V a.C destacaba en específico un autor el cual fue el creador del
libro de sueños más antiguo Antifonte de Atenas (Vinagre Lobo, 2011).
En la misma línea enfatiza otro autor del mismo siglo Cleágoras de Fliunte
(Vinagre Lobo, 2011).También otro autor que invita especial atención es el gran médico
Hipócrates, debido a que se le atribuía, aunque no de manera unánime, el tratado más
antiguo de los sueños hallado en la civilización occidental, el cual viene a ser titulado

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Sobre los ensueños, pero, en realidad se corresponde al libro IV de una obra más amplia
titulada Sobre la dieta (Hipócrates, 400 a.C.).
Para Hipócrates el sueño era un reflejo del estado del cuerpo, así pues, soñar con
algo extraño al orden normal de la naturaleza era síntoma de una anomalía interna del
cuerpo, la cual podía derribar en enfermedad sino se trataban las medidas preventivas
oportunas (Vinagre Lobo, 2011).
De igual manera en Atenas también se coleccionaban sueños de personas famosas
junto a sus realizaciones tal labor fue realizada por Heraclides Póntico, quien además era
discípulo de Platón. Asimismo otro autor que recopiló sueños fue Filócoro de Atenas el
cual constituyó ser el más destacable de los atidógrafos (Vinagre Lobo, 2011). De la
misma forma otro discípulo de Platón que destacó fue Aristóteles, del cual se han hallado
dos escritos referidos al tema del sueño. Por un lado se plantea que no es un envío divino,
sino todo lo contrario demoníaco, y por otro que está ligado a la divinidad. Además añade
que los sueños podían llegar a revelar al médico los primeros indicios, no perceptibles
durante el día, de una alteración corporal incipiente (Freud, 1900). Más tardíamente
Aristóteles en su época de madurez se dedicó a escribir tres pequeños tratados sobre el
sueño, los cuales son: De somno et vigilia, De insomniis, De divinatione per somnum (De
la Torre, 1973). El propósito de Aristóteles es explicar por qué algunos ensueños predicen
el futuro.
En la misma línea otro discípulo de Aristóteles también escribió sobre los sueños
Dicearco de Mesina, el cual aceptaba el sueño como método de profecía. Para terminar
de destacar de entre los discípulos de Aristóteles hago mención a Cratipo de Pérgamo,
éste fue el último que escribió con respecto al tema de los sueños, también compartía la
visión de los sueños como medio adivinatorio además en su teoría también se nos expone
que la premonición es una propiedad de la parte racional del alma. Sin embargo el interés
del mismo se limitaba a demostrar la efectividad de los sueños como método adivinatorio,
con lo cual solo recogía ejemplos de sueños que habían llegado a ser cumplidos (Vinagre
Lobo, 2011). De la misma manera Cicerón recogió muchos sueños cumplidos en su libro
Sobre la adivinación (Escobar, 1999).
Por otro lado, a partir del siglo I a.C., hubo un desarrollo prominente en lo referido
tanto en la onirocrítica como en la onirología. Todo ello podría deberse a un desarrollo
de otras ciencias conocidas como prácticas supersticiosas o comúnmente conocidas

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actualmente como ciencias ocultas. Se destaca en esta época el tratado de Filón de
Alejandría. Su obra data del siglo I la cual denominó sobre que los sueños son de origen
divino; siendo una repartición tripartita de los sueños, en latín venía a llamarse De somnis.
Una vez más se puede comprobar que se mantiene la misma línea con respecto a los
sueños. La finalidad del tratado era interpretar sueños procedentes del Génesis, siendo
esta obra una compilación y sabiduría (Vinagre Lobo, 2011). Donde cada tipo de sueño
se exponía y describía en cada uno de sus tres libros, dándole una distribución doctrina
mística. Además tomó su clasificación de la estoica, lo cual quiere decir que la
adivinación en sueños venía dada de la conexión que establecían las almas humanas con
el alma procedente del universo (Tovar, 1999).
Posteriormente en el siglo II, encontramos a Galeno de Pérgamo. A este autor se
le atribuye un tratado denominado De Diagnostione ex insomnis (Fernández, 2004). Cabe
decir que la finalidad de la obra viene a ser la misma que para el anteriormente citado
Hipócrates, es decir, la de deducir a partir de los sueños el estado del cuerpo y así poder
tomar las medidas apropiadas en caso de anomalía, donde el ensueño nos enseña la
disposición del cuerpo. Su obra viene a explicar el sueño en función de los grados de
humedad o sequedad del cerebro, además en concreto con el proceso de la digestión. Así
pues el sueño se producía al llenarse la cabeza de los vapores emanantes de la “cocción”,
es decir, de la digestión de los alimentos en el estómago (Wiesner, 1978), asocia el sueño
con ese enfriamiento y humedad del cerebro, tanto en el sueño, vigilia como sueño
patológico; Galeno se plantea el insomnio y el ensueño dentro de un sistema de pensares
filosóficos y médicos con signo materialista, es decir, la teoría humoral. Entonces para
comprender el despertar se entendería que el mismo vendría dado cuando la temperatura
innata recupera su estado de sequedad recobrando su punto natural de sequedad. Donde
el dormir de manera más profunda o no dependería de la cantidad de dicho flujo el cual
condicionaría un aumento o disminución de la profundidad del sueño, es decir, de la
digestión. Por otra parte también describe el insomnio el cual vendría dado por los
humores calientes y picantes, teniendo un despertar con sobresalto para ello sería
recomendable todo lo que por su naturaleza pudiera humedecer; en contraposición está el
sueño patológico el cual vendría dado por el enfriamiento y la humedad. Finalmente, lejos
de complicarse en teorías mánticas, Galeno distingue tres tipos de ensueños; los que
vienen dado con carácter endógeno, es decir, las preocupaciones; por otra parte los que

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conforman el deseo; y finalmente los que reflejan ese estado humoral mediante el
simbolismo y llevan al médico a generar un diagnóstico puesto que para Galeno era un
indicador de la salud (Fernández, 2004).
Seguidamente en el año 117 encontramos a Elio Aristides, el cual redactó los
Discursos sagrados; éste en su obra recoge un gran número de sueños en total unos 130,
constituidos por sueños propios. La motivación de la obra era de orden emotivo-religioso.
Elio Aristides padeció muchas enfermedades, su personalidad enfermiza aun no deja
desapercibido a nadie a día de hoy, sin haber podido ser diagnosticada. Así pues su interés
por los sueños viene dado de un sueño donde se le presentó, según contó él, el dios
Asclepio, el cual le invitó a ir a su templo. Derivándole al poco a escribir un diario con
sus experiencias referidas en relación con el dios Asclepio. Entonces Elio apuntaba por
orden del dios, todos los sueños que iba teniendo. Donde su objetivo principal era mostrar
la preocupación de la divinidad por él, llegando a concebir cada uno de sus sueños como
protectores y guía del dios Asclepio (Vinagre Lobo, 2011).
Continuando nuestro recorrido más tardíamente nos encontramos con el mejor
intérprete de sueños Artemidoro de Daldis, su obra es el tratado onirocrítico, el cual
consta de tres elementos esenciales (Vinagre Lobo, 1991). El primero constaba de una
introducción sobre la adivinación de los sueños, el segundo los significados premonitorios
de cada sueño y por último unas demostraciones empíricas sobre tales profecías
cumplidas (De Daldis, 1999). Según Artemidoro, su interpretación onírica se basa en
interpretar lo que soñamos a través del símbolo y asociarlo con nuestra realidad actual
para pronosticar la conexión del sueño con el soñador; para lograr su objetivo usaba la
metodología de la interrogación, conversando ampliamente sobre la vida personal del
soñador, llegaba a conclusiones analíticas que pretendían descifrar los sueños, además
usaba la analogía inversa, es decir, afirmaba que soñar con algo amargo es una cosa
agradable (Rodríguez-Capote, 2013).
Para finalizar nuestro recorrido me gustaría terminar con la visión de España, del
siglo XVI. Cabe decir que para grandes sectores de la sociedad española del siglo XVI
hubo cierta inquietud respecto a la confianza que debía depositarse en un fenómeno de
naturaleza universal como lo es el sueño, en tanta imagen presentada dentro del sueño
fisiológico (Avilés Fernández, 1981). La posición que mantenía la Iglesia, desde el
concilio de Ancira (314) había llevado a toda clase de adivinación a través de los sueños,

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a ser considerada como un escepticismo dentro de la cultura cristiana. Asimismo una vez
fue instituida la Iglesia Católica como religión oficial, ésta trasladó poco a poco el sueño
a un ámbito diabólico. Igualmente existió una necesidad de establecer las causas que
originaban los sueños. En este contexto destaca la obra del teólogo Francisco Monzón
(1575), siendo la única obra dedicada exclusivamente a este tema. Destaco de entre sus
obras la de Avisos Spirituales que enseñan como el sueño corporal sea provechoso al
espíritu; Monzón se atiene a la tipología tradicional del cristianismo medieval de las tres
causas: la natural, la demoníaca y la revelación divina; asimismo retoma la percepción
del sueño de Aristóteles, entendida como un cese de las funciones sensoriales, señalando
que los hombres durmiendo “quedan iguales que los brutos en el uso del resto de las
potencias.” (Monzón, 1563). Por otra parte también Monzón retoma del mundo griego lo
referido a la medicina hipocrática-galénica, en concreto, la teoría de los temperamentos
y la complexión humoral. De tal modo, los melancólicos conformarían sus sueños en un
contexto desolados, los coléricos estarían en relación con el fuego, los sanguíneos a cosas
referidas al amor y por último los flemáticos a cosas húmedas (Baptista Fernandez, 1593).
También aceptó que era posible hacer una prognosis y un diagnóstico clínico en base a
las representaciones oníricas, tarea ésta que debía dejarse enteramente en manos de
especialistas (Hipócrates, 400 a.C.). Continuando con la explicación naturalista Monzón
reconoció que había otros factores externos que afectaban los cuerpos y conformaban los
sueños tales como los planetas y la disposición espacial de los cuerpos a la hora de dormir;
por otra parte también estaba la propuesta divina, de la cual Monzón añade dos
explicaciones sobrenaturales al sueño; la de la influencia del demonio dentro del alma y
la de formación de sueños como una revelación divina y además es de especial índole
apreciar que Monzón también dejó un espacio para las apariciones en sueños de los
familiares o amigos muertos, aconsejando, nuevamente, rogar por el estado de sus almas
(Monzón, 1563).
De este breve recorrido se puede afirmar que el sueño desde tiempos
inmemorables ha sido de gran motivación para los seres humanos, además, ha dejado
entredicho muchas puertas de acceso, dudas, expectación. El mundo de los sueños es un
mundo por descubrir, antiguamente quien decía adivinar el futuro a través de ellos gozaba
de un gran respeto, actualmente las cosas están cambiando. Sin embargo el interés que
genera el saber qué pasará en un mañana hace que miles de personas recurran a otras

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formas de esoterismo donde dicen adivinar el futuro, son los llamados “guías espirituales”
los cuales piensan que les ayudan a elegir su camino.

3.2 Sigmund Freud.


3.2.1 Introducción
Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en una pequeña localidad de Moravia
llamada Freiberg. En el año 1860 su familia y él se trasladaron a Viena en busca de una
mejor calidad de vida. Posteriormente a los diecisiete años de edad Freud ingresó en la
escuela de medicina y seguidamente se especializó en neurología. Además en Viena
ingresó en la investigación bajo el mando de un profesor de fisiología llamado Ernst
Brücke; el cual creía en naciones radicales o lo comúnmente conocido en la actualidad
reduccionismo (Ruiz Sánchez, 2001).
El interés de Freud por los sueños viene dado del trabajo terapéutico, a través de
una paciente la cual le pide a Freud que no le mire, ni la toque, ni hable con ella y que sea
ella la que asocie las cosas. Con este trabajo terapéutico se conseguía mediante la
transferencia la cual le deja eliminar la represión de los contenidos del inconsciente,
viendo en esos contenidos una vía de acceso importante para él, la vía regia (Cagigas,
2009). A través de este descubrimiento comienza un largo trabajo de autoanálisis el cual
deriva en su famosa obra La interpretación de los sueños (Freud, 1900). De esta obra sus
influencias para su creación vienen dada de la mano de Fechner (1801-1887), de éste se
interesó por su noción de umbral para elaborar el concepto de censura; también de Bruck
(1819-1892) y T. Meynert (1833-1892) (Ruiz Sánchez, 2001). Cabe añadir además que
la teoría anteriormente hablada en los antecedentes que fue de gran vigor es la de
Artemidoro la cual también ha servido a Freud en su obra; enfatizando el simbolismo
como la base principal de su análisis, con la diferencia de que Freud no interroga al
paciente; puesto que Freud utiliza lo que él denomina asociación libre (Rodríguez-Capote,
2013).También viene a considerarse su obra como una extensa elaboración de la idea que
Platón proclama en La república (Melling, 1991).
Del mismo modo Ortega Gasset influyó en Freud, ocupándose además de los
sueños. Con palabras textuales de Ortega “el descubrimiento de este símbolo permitió al
médico de hoy extender s clínica a los tiempos pasados y aplicar la psicoanálisis a los

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genios del pretérito, a las mitologías, religiones y formas sociológicas.” (Ortega y Gasset,
1883).

3.2.2 El trabajo del sueño.


En primer lugar antes de abordar los componentes del sueño, tenemos que
distinguir entre el contenido manifiesto y el latente para poder comprender mejor su teoría.
El contenido manifiesto es el sueño experimentado de manera consciente y en
contraposición el contenido latente es inconsciente en el propio sueño. Así pues el
contenido manifiesto es el que forma todo el sueño. A continuación explicaré los
componentes del sueño:

3.2.2.1 La censura.
La censura forma parte del sueño. Esta viene a representar lo que a la conciencia
le parece indecente, es decir, la búsqueda del placer o de ese deseo sexual y es rechazada
de manera consciente por mecanismos inconscientes. Freud tendía a agrupar las diferentes
formas de censura en tres grandes categorías (Ruiz Sánchez, 2001):
Omisión-atenuación; se retira el material conflictivo.
Modificaciones; se modifica material.
Desplazamiento del acento; consistente en que si algo es importante pero perturbador en
el contenido latente va a aparecer en el contenido manifiesto como poco importante.

3.2.2.2 La simbolización.
La simbolización consiste en la forma en que se expresan los contenidos del sueño.
Esos elementos son los del contenido latente (inconsciente) que viene a manifestarse de
manera simbólica en el contenido manifiesto (consciente). La única diferencia en los
símbolos de los sueños es la naturaleza primitiva del que provengan (Hugh Erdelyi, 1987).

3.2.2.3 La representación plástica de una palabra.


La representación plástica de una palabra se reseña al hecho de que los sueños se
manifiestan en imágenes sensomotoras concretas, pudiendo incluso llegar a ser
alucinatorios. Esto puede deberse a la desinhibición existente en los sueños (Hugh Erdelyi,
1987).

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3.2.2.4 La condensación y el desplazamiento.
La condensación es la unión de diversas ideas y su comprensión posterior y el
desplazamiento consiste en transportar las características de un objeto a otro. Ambos
mecanismos se deben a la desinhibición (Hugh Erdelyi, 1987).

3.2.2.5 La revisión secundaria (o elaboración).


El último elemento del sueño es la revisión secundaria, la cual tiene como finalidad el
intento de defensa de proporcionarle al sueño una manifestación sensata al contenido
manifiesto del mismo, con lo cual los recuerdos no sólo se vuelven más razonables a la
vez que agradables, quedando lo censurado más olvidado (Hugh Erdelyi, 1987).

3.2.3 La interpretación del sueño


3.2.3.1 Introducción
El trabajo del sueño como he comentado anteriormente consiste en la actividad de
la censura hacia el contenido latente y su posterior revisión secundaria. Por tanto para
poder llegar a interpretar un sueño tenemos que desplegar el mismo, mediante la
asociación libre de ese contenido latente a través del contenido manifiesto que se va
narrando del sueño que se recuerda. Es decir, darle lógica y temporalidad a esos símbolos
y representaciones primitivas del sueño.

3.2.3.2 ¿Cómo se interpreta un sueño?


Para poder llegar a interpretar un sueño lo primero que debemos tener en cuenta
es tener un sueño o, más bien, llegar a recordarlo ya que todos soñamos, el problema es
recordarlo. No debemos hacer esfuerzos por adornarlo ni censurarlo. A continuación si
queremos que sea el terapeuta quien haga la interpretación, éste deberá tener un
conocimiento de la persona que sueña y de su problema, además, del contexto en el que
el soñante haga mención; esto recibe el nombre de preparación o preámbulo. Por último
se fracciona el material del sueño, con un orden y se pone en práctica la asociación libre

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en cada fragmento. La asociación libre consiste en ir diciendo al terapeuta todo lo que te
vaya viniendo a la mente sin censura y así se irá asociando libremente todo el material
(Ruiz Sánchez, 2001).
Conforme se vaya asociando libremente se va tomando conciencia del sueño, y
por otra parte se puede ir estableciendo y relacionando unos aspectos de la vida del
soñador hasta que alcance una profunda agudeza de su inconsciente (Ruiz Sánchez, 2001).

3.2.3.3 Límites de la interpretación


La interpretación de los sueños en psicoanálisis va a conformar siempre una
interpretación incompleta porque siempre va a carecer de algo. Además es una
interpretación tan compleja en composición y a la vez con cumplimientos de deseo
incoherentes y contradictorios entre sí; puede deberse a la naturaleza inagotable de la
interpretación la cual da origen a nuevos significados (Bornhauser, 2005). Asimismo al
analizar las dificultades interpretativas que creaba esta exhaustiva labor de la
condensación, Freud advertía; “que en rigor nunca se está seguro de haber interpretado
un sueño exhaustivamente; aun cuando parece que la resolución es satisfactoria y sin
lagunas, sigue abierta la posibilidad de que a través de ese mismo sueño se haya insinuado
otro sentido.” (Freud, 1900). Además localiza otra refutación, la generación de una
interpretación “total”, sin residuos, la cual parte de la consideración de un elemento
manifiesto al interior del tejido onírico, es decir, su ombligo; éste conformaría una
manifestación de inconsciente, en el cual se anudan las tramas significantes (Bornhauser,
2005). De esta manera, hay en cada sueño, un tópos inaccesible, que ya no, como en caso
de la condensación, se presenta como una frontera provisoria, una limitación temporal y
pasajera, sino como la noche más oscura, lo desconocido impenetrable, absoluto y
primordial (Freud, 1915). La lección del ombligo es enseñarnos que el contexto simbólico
en sí está siempre perforado sin una lógica alguna (Bornhauser, 2005).

3.2.3.4 Asociación Libre


Al interpretar un sueño Freud usaba la asociación libre, el motivo de su utilización
es que mediante el mismo se conduce al descubrimiento de los contenidos latentes del
sueño, debido a que se lleva a su causa original. Otra explicación podría ser que si un
hecho manifiesto se acompaña por el contexto de la asociación libre es más probable

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extraer ese contenido latente. Por otra parte también se encuentra que si se realizan esas
asociaciones libres, acaban reapareciendo las señales críticas para evocar recuerdos que
al principio eran inaccesibles. Aunque parezca sorprendente hasta la fecha no ha habido
ninguna confirmación que lo experimente (Hugh Erdelyi, 1987).

3.2.4 Aspectos problemáticos de la teoría psicoanalítica de los sueños.


3.2.4.1 Los sueños como realizaciones de deseos.
Para Freud en el mundo de los sueños era cuando las personas podrían satisfacer
todo lo que no podían satisfacer en el mundo de la realidad, a veces, entendía a los
ensueños como equivalente del proceso al estado de vigilia (Ruiz Sánchez, 2001). Freud
elaboró su modelo definitivo de la mente en 1933. Donde el aparato activo de la psique
rechaza los impulsos inconscientes que lleven a una conducta que no es aceptada con la
idea correcta que mantenemos de nosotros mismos. Siendo necesaria esa represión
(mecanismo inconsciente) ya que los impulsos instintivos se manifiestan mediante
pasiones difíciles de controlar, fantasías a nivel infantil y también a nivel agresivo (Solms,
2004).
Para poder entender mejor como funciona según el autor esa realización de deseos,
voy a explicar las diferencias entre tres conceptos fundamentales en la teoría del
psicoanálisis;

Por un lado tenemos al “Ello”

Principio de la realidad

Placer/supervivencia

Necesidades físicas/ psíquicas

Impulsos primitivos

Conforma una tesitura entre la satisfacción y la supervivencia, siendo a menudo


incompatibles.

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Por otro lado está el “Yo”

Principio de la realidad (conforma los procesos racionales)

Adaptación

Controlar Cohibir

Deseo

Por último el “Super Yo”

Demandas morales (media la lucha entre el “ello” y “yo”)

Expectativas morales

Aviso cuando tenemos deseos incorrectos Sentimientos de culpa.

Infancia

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El siguiente esquema representa el umbral entre los procesos conscientes e inconscientes.
Se corresponden con las siguientes partes del cerebro. Para hacer referencia a los
mecanismos que rigen cada una de ellas (Solms, 2004).

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Así, se presupone que los sueños son cosa del ello, y el ello viene a ser regido por
el principio del placer-displacer, con lo cual lo natural es que los sueños estén centrados
en satisfacer ese placer. Para Freud lo que más destaca para defender la hipótesis de la
realización de los sueños como realización de deseos, es lo del contenido manifiesto y
latente, ya que puede que un sueño no realice un deseo a nivel manifiesto, en la
consciencia pero sí lo realiza en el nivel latente, es decir, en el inconsciente; sin embargo
esa posibilidad no siempre es confirmado por la mera observación. Además se amplía el
significado del “deseo” para incluir acontecimientos desagradables, con la justificación
de que, al fin y al cabo, los deseos pueden ser masoquistas; es decir, el deseo satisfecho
puede ser el de autocastigarse (Freud, 1900) esta última postura adquiere cierta
legitimación con la introducción del superyó (Freud, 1923). Por otra parte hubo una clase
de sueños los cuales dieron lugar a la retirada de esta idea de Freud, y fueron los sucedidos
durante la primera guerra mundial.
En cuanto a los sueños angustiosos o comúnmente conocidas como pesadillas
Freud elige otro destino. En estos sueños el contenido del ello puede ser algo excesivo el
cual amenazaría con romper las defensas del yo; el yo percibiría el peligro, respondiendo
con angustia la cual le llevaría a despertar y movilizar los recursos para defenderse del
ello. Con lo cual el que sueña se despertaría con el miedo del yo, y recordando una mera
parte de una versión que estaría censurada o distorsionada. Además hubo ciertas personas
que se quejaban de repetidas pesadillas, para lo que Freud introdujo una modificación
teórica: los sueños no son, técnicamente, realizaciones de deseos, sino intentos de
realizaciones de deseos (Freud, 1900).

3.2.5 Los sueños infantiles y la hipótesis de la realización de deseos.


En cuanto a los sueños de los niños Freud explica que debido a su subdesarrollo
psicológico, están relativamente menos trabados por distorsiones defensivas, de manera
que la diferencia habitual entre contenido manifiesto y latente no se encuentra, o al menos
no en la medida en que se da en los adultos (Freud, 1900). En esos momentos Freud confía
en la transparencia de los sueños de los niños. Por esta razón Freud consideraba que los
sueños infantiles eran particularmente decisivos para la hipótesis de la realización de
deseos (Pelegrí, 2011). Para él: “Los sueños de los niños, es cierto, no nos dejan duda

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alguna de que un deseo no tramitado durante el día puede ser el excitador del sueño [y,
comparándolo con el sueño de los adultos] en el adulto el deseo que quedó pendiente de
cumplimiento durante el día no basta para crear un sueño” (Freud, 1900).
Asimismo el niño no es muy accesible al psicoanálisis, porque asocia poco, pero
a veces puede ser lo suficiente para encontrar detrás de la narración algo manifiesto y su
repetición del mismo. En la misma línea ya en niños de cuatro o cinco años cabe ver
alguna deformación en sus sueños, donde el deseo realizado ya podría estar enmascarado.
Freud apuntaba que los niños pequeños pronto suelen tener sueños más complicados y
menos transparentes; en otra línea el tema de las pesadillas en niños pequeños o bebes
Freud no llega a planteárselo (Pelegrí, 2011).
Por otra parte se manifiesta la vigencia de los sueños en la cura de la neurosis
infantil. En el psicoanálisis con niños siempre aparecen en alguna sesión los sueños,
puede deberse a dos razones; por un lado porque el niño ha tenido pesadillas y le preocupa
y por otro porque está contento con sus sueño y tiene el deseo de contarlo. La clínica con
niños es un proceso en el cual se le acompañaría en su recorrido fálico, por la lengua y
hacia el encuentro con la castración materna. Con lo cual el psicoanálisis puede ayudar a
los niños a que la vida no sea solo una pesadilla (Pelegrí, 2011).

3.2.6 ¿Por qué olvidamos al despertar nuestros sueños?


Para comenzar a la explicación que Freud nos dejó con respecto al olvido de
nuestros sueños, es necesario saber que todos hemos soñado, que al despertar ese sueño
se desvanece porque es susceptible de recuerdo, y además solo conocemos de el mismo
lo que recordamos al despertar, pero no tenemos conciencia del sueño en su totalidad. Sin
embargo, existen sueños que están adheridos a la memoria de la persona con gran
frecuencia. Pues bien en este olvido intervienen aquellas razones que inducen un idéntico
apego en la vigilia. Seguidamente ocurre esto para aquellas imágenes del sueño, es decir,
en las cuales olvidamos las débiles, más, recordamos las más fuertes o impactantes. De
la mano de Strümpell y otros autores admiten que, a menudo, se olvidan con rapidez
imágenes oníricas de las que se sabe fueron muy vividas, mientras que entra las
conservadas en nuestra memoria hay otras muchas fugaces y tenues (Freud, 1900).
Igualmente solemos también olvidar con facilidad, en la vigilia, es decir, al
despertar aquello que solamente hemos vivido una vez, sin embargo, retenemos mejor lo

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que vivimos en más de una ocasión. De igual modo es importante que exista cierta
conexión en cuanto a las sensaciones, pensamientos, representaciones… Aunque es bien
sabido que en los sueños no hay cabida para el orden. También las personas no muestran
un especial interés en los sueños, ello también ayuda al olvido (Freud, 1900).

3.2.7 Relaciones entre el sueño y las enfermedades mentales


Desde muy temprano se tuvo en cuenta la unión existente entre sueño y
enfermedad mental. Para comprender la relación vigente entre el sueño y las
enfermedades mentales, hay que distinguir que pueden darse desde tres vertientes; por un
lado relaciones etiológicas y clínicas; por otras transformaciones que la vida del sueño
sufre en los casos de enfermedad mental; y por último las relaciones internas entre el
sueño y la psicosis (Freud, 1900).
En los casos de mejoría tras haber sufrido una enfermedad mental puede prestar
atención que siendo una persona sana en lo que se refiere al funcionamiento diurno, en la
vida del sueño puede dar lugar a la psicosis que se exterioriza en la gran concordancia
entre las manifestaciones de ambos. También el sueño puede venir a manifestar una
actividad anímica deprimida (Freud, 1900).

3.3 Autores Posteriores


3.3.1 Psicología individual. Alfred Adler
Alfred Adler, desde 1902 hasta 1910 formó parte del movimiento psicoanalítico
de Freud, posteriormente se separó del mismo para fundar su propia psicología individual
en 1912. Con el término "individual" Adler entendía que el individuo era indivisible, que
la mente humana era un todo holístico dirigido por unos fines o metas (Ruiz Sáchez, 2001).
Actualmente los adlerianos prefieren usar el término de "teleoanálisis" (Dreikurs,
1969) para referirse a la concepción adleriana de la mente humana como dirigida a fines
o metas. Adler sería el primer autor en divergir con Freud, pues entre ambos había una
falta de acuerdo sobre la naturaleza de la mente y del inconsciente; la única cosa en común
con respecto al sueño es la afirmación de la representación de los elementos inconscientes
de cada sujeto, los cuales refiere a los aspectos que no pueden entenderse de uno mismo;
sin embargo no le atribuye tanta relevancia al papel de la sexualidad, siendo solo algunos
sueños los que puedan mantener un fondo sexual. Para Adler los sueños vienen a ser un

20
intento de resolver un problema que atormente en el momento actual al sujeto conllevando
al autoengaño con respecto al interés social-cooperación. También le concibe un
importante papel a las emociones de los sueños puesto que vendrían a ser el elemento
clave para desvelar su significado. Por tanto la idea principal del sueño es fomentar
sentimientos que hagan un mejor estilo de vida (Ruiz Sánchez, 2001). Como bien decía
Adler, “Todo sueño tiene la misión de provocar la disposición anímica más apropiada
para el logro de los objetivos más importantes.” (Adler, 1927). Entonces los sueños
reflejarían la actitud inconsciente que uno tiene frente a la vida siendo esa actitud una
alternativa para solucionar con los conflictos del día a día, y en el sueño se manifiesta de
manera simbólica; también por otra parte sería alejarse del sentimiento de comunidad-
cooperación, por destacar el estilo de vida (Ruiz Sánchez, 2001).
Como todos sabemos al despertar parte del recuerdo del sueño se desvanece, más,
ese sentimiento que hayamos experimentado puede quedarse durante el día, y será el
mismo que vaya en consonancia con nuestro estilo de vida. Por tanto lo más importante
del sueño sería ayudarnos a afrontar los problemas mediante ese estilo de vida, el cual
entra en discusión con el sentimiento de comunidad. En su obra Adler “El sentido de la
vida” (Adler, 1964) éste describe las tareas más importantes del sueño. En el sueño lo
que sucede es que el estilo de vida exhibe al sentimiento de comunidad y la razón
consciente de la persona, llegando al “autoengaño” del sujeto una variedad de
"autoengaño” con distintos métodos: primeramente la selección propensa de imágenes;
en segundo lugar esa selección de símbolos; y finalmente la transformación de los
problemas diarios en metáforas (Ruiz Sánchez, 2001).
Finalmente es importante saber que el método interpretativo utilizado
principalmente ha sido el de la asociación libre, el mismo que Freud, aunque adaptándolo
a su teoría propiamente dicha. Con lo cual para dicha interpretación era importante
conocer el historial del estilo de vida de la persona en concreto, para facilitar esa
interpretación, aunque podía hacerse cayendo en la tentativa de hacerlo sin el mismo. De
la misma manera Adler planteaba al paciente relatar todas las asociaciones que le
surgieran, desde pensamientos, imágenes, sentimientos, que les sugerían los recuerdos
restantes de ese sueño. Igualmente podría darse ocasiones donde el paciente no recordara
nada, entonces se le pedía que en función del estado de ánimo de ese día se inventara
algún sueño (Ruiz Sánchez, 2001).

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3.3.2 Psicología profunda. Carl Gustav Jung.
Carl Gustav Jung fue un una figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis.
Estudia la psicología profunda la cual surge de la unión del psicoanálisis con la psicología
individual y la psicología analítica. Fue en su obra "Transformaciones y símbolos de la
libido" (Jung, 1952) donde aparece esta concepción de lo inconsciente, que pone punto y
final a su relación con Freud. A través de esta psicología profunda lo que pretende es
llegar a comprender cada caso individual y lo hace mediante los sueños, pretendiendo
llegar a la autocuración del paciente activando las tendencias curativas del mismo de
manera consciente (Alonso G, 2006). Asimismo la importancia para Jung en los sueños
viene dada porque para él conformaba un lenguaje compuesto por mensajes coherentes y
creativos; también en los sueños se exteriorizarían los problemas inconscientemente y sus
posibles alternativas. En su modelo la psique viene a estar formada por tres partes: la
conciencia; el inconsciente personal; y el inconsciente colectivo (Ruiz Sánchez, 2001).
Del mismo modo los mecanismos inconscientes que trabajan en el sueño son; la
condensación, es decir, la unión de varias realidades originando un solo significado; el
desplazamiento, donde imágenes primarias y relevantes quedan disfrazadas por
elementos secundarios; la sombra sería la parte no asumida de manera viva por la
conciencia; y por último el alter ego, que es la personalidad oculta que reside en la sombra.
Igualmente su método de interpretación está basado en dos procesos que son los
siguientes: la amplificación, y la imaginación activa. En la amplificación lo que se haría
es realizar asociaciones en función de un elemento cualquiera del sueño dando lugar a
significados; y en la imaginación activa se concentraría la atención en una imagen de un
sueño que se crea de vital importancia y se observaría las transformaciones dadas de esa
imagen (Ruiz Sánchez, 2001).
Para la psicología analítica que utiliza Jung los sueños no esconden ni disfrazan
nada y la dificultad de entenderlos surgiría sólo de nuestra incapacidad para entender el
lenguaje simbólico que utilizan dichos sueños (Alonso G, 2006).
Este enfoque emplea dos aspectos:
- En primer lugar procede del enfoque finalista y lleva a atender al propósito y el motivo
por el que ocurre un sueño determinado.

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-Por otra parte tiene en cuenta el principio compensador de la psique, para lo cual se
analiza un sueño tratando de verlo como una compensación de las situaciones conscientes
que esté viviendo el individuo en el momento determinado en que sueña (Alonso G, 2006).

3.3.3 John Bowlby


John Bowlby fue un psicoanalista inglés, valioso por su interés en el desarrollo
infantil y sus trabajos sobre la teoría del apego. En primer lugar es preciso conocer que el
contexto científico de John Bowlby estuvo definido por la biología. Lo cual le lleva a que
sus ideas evolucionistas adhieran a la hipótesis darwiniana de las presiones selectivas,
donde el escoge la predisposición al apego. Del mismo modo debido a la índole de
protección del apego, es donde adquiere importancia en su teoría de la angustia al
separarse de la figura de apego. Así pues la teoría de Bowlby viene a ser como una
alternativa a la metapsicología tradicional del psicoanálisis de Freud. Aunque entre ambas
teorías a la hora de analizar un sueño hay unos puntos en común, que son los siguientes;
inhibición, síntoma y angustia (Juri, 2000). A continuación voy a hacer unas breves
diferencias y similitudes en cuanto a la manera de interpretar un sueño entre Bowlby y
Freud: La manera en que Bowlby analiza un sueño viene a ser tomado de la mano de que
forma parte de un sueño donde teme el sujeto al abandono, es decir, al desapego todo lo
contario a Freud que nos habla de un sueño como realización de deseo; por otra parte
Bowlby encuentra el sueño como figura principal el apego, en contraposición a Freud que
hablaba del complejo de Edipo el cual venía a ser el deseo incesante de mantener una
relación sexual con alguien del sexo opuesto y de eliminar al padre del mismo sexo;
también Bowlby en el análisis del sueño experimenta esa angustia como una angustia por
la separación del ser querido, mientras que Freud lo experimentaba como angustia de
castración debido a ese deseo sexual; del mismo modo el factor que predomina en el
sueño para Bowlby viene a ser un factor exógeno que amenace a la madre, todo lo
contrario a Freud que era un factor predominante endógeno que amenace a las pulsiones;
por último para el mismo Bowlby el sueño es un paradigma para la supervivencia,
mientras que para Freud es un paradigma meramente económico-pulsional (Juri, 2000).

23
3.3.4 Terapia Gestalt
Para la terapia Gestalt los sueños vienen a formar parte de la vía regia de la
integración, al contrario de lo que sucede en el psicoanálisis freudiano que forman parte
de la vía regia del inconsciente. También para la Gestalt los sueños son importantes para
el trabajo terapéutico, debido, a que en los sueños se reflejan distintas partes de la
personalidad del paciente en cuestión. Su finalidad consistiría en que a través de los
sueños la persona adquiera mayor conciencia de cuáles son sus extremos y de esta manera
solventar sus problemas personales (Ruiz Sánchez, 2001).
Su método interpretativo es concebir el sueño trasladándolo al presente,
presenciándolo en el momento y que el paciente logre tomar conciencia del mensaje de
ese sueño, pero que no sea el psicólogo el que haga tales interpretaciones puesto que en
la Gestalt es el propio paciente quien debe comprender que significado aguarda sus sueño
(Ruiz Sánchez, 2001).
Entre las funciones del sueño desde el punto de vista de la Gestalt se encuentran
las siguientes (Martín, 2009):
1-Traen lo inconsciente al consciente.
2-Los sueños nos traen a la mente cuáles son nuestras necesidades.
3-Nos avisan de nuestro estado en el momento presente, más, en momentos de depresión
severa.
5-Nos recuerdan de las cosas que aún no hemos podido solventar.

A continuación voy a explicar brevemente los pasos a seguir para trabajar los
sueños en la terapia de la Gestalt (Martín, 2009): en primer lugar el paciente deberá contar
su sueño como si lo estuviera experimentado en el momento presente, y que reparta los
elementos y escenas que habiten en el sueño ; a continuación deberá elegir un elemento
que tenga un especial significado de entre los presentes; más tarde deberá establecer un
diálogo con algún elemento o personaje en el que el paciente considere que hay un
problema o conflicto; seguidamente deberá representar al elemento que a interpolado y
que realice lo mismo; después se establecerá una serie de escenas donde el paciente
manifestará todo tipo de sentimientos; posteriormente el paciente irá siendo consciente
de los asuntos pendientes que asume en el presente, entonces el paciente establecerá una
conversación con esa persona y conseguirá expresar todo tipo de emociones tanto buenas

24
como malas, para poder finalmente despedirse de la persona y que la deje marchar;
finalmente se cierra el trabajo terapéutico con el paciente.
Concluyentemente tras debatir la importancia de esta terapia en el tratamiento
terapéutico, cabe saber que desde la infancia es importante dar el apoyo suficiente, puesto
que nuestras experiencias y relaciones y el contexto en que nos desarrollemos harán un
mayor o menor éxito para nuestra personalidad. Entonces el camino a recorrer junto al
paciente será ayudarles a ganar confianza, prestándole unas herramientas para aprender
lo que en su día no pudo hacer, abriéndole un camino a la apertura y nuevos horizontes
junto a una mayor autoconfianza, pero sin olvidar que los límites también formarán parte
del mismo en su camino; los límites van a ser los que les van a permitir poder
experimentar nuevos sitios y sensaciones que por miedo u otras causas no pudo vivir
(Martín, 2009).

3.3.5 Terapia Cognitiva de Beck


En otra línea nos encontramos con la Terapia Cognitiva de Beck, la cual viene
dada de la mano de Aaron T. Beck, éste fue entrenado en la teoría freudiana, más tarde ,
se decantó por probar la hipótesis sobre el psicoanálisis y la depresión; el cual analizó los
sueños de sus pacientes para hallar claves de hostilidad oculta o ira hacia ellos mismos,
de lo que fue descubriendo de que los pensamientos automáticos, y los negativos son los
que asaltaban las mentes de los pacientes que estaban depresivos de forma espontánea
(Colbert, 2006). Seguidamente Beck escribió un libro llamado Terapia Cognitiva de la
Depresión (Beck, 1983). Beck tras probar esa hipótesis sobre la depresión, como
mediante su modelo de terapia cognitiva dedujo que los trastornos psicológicos provenían
con frecuencia de formas erróneas de pensar, las cuales eran un hábito y ello originaba
las distorsiones cognitivas, las cuales nos llevarían a creencias personales inconscientes
aprendidos casi siempre en la infancia (Ruiz Sánchez, 2001).
Además esos pensamientos son los que irrumpen en los sueños, es decir, cuando
por distintas causas se activan esas creencias personales que estaban dormidas, se
adentran en la consciencia e invaden el pensamiento racional, mediante los pensamientos
generados automáticos, son los que dan lugar a las distorsiones que son guiadas por los
significados inconscientes; en definitivo es que en los sueños se adentran el reflejo del
pensamiento consciente del estado de vigilia del paciente mediante las preocupaciones

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diarias. Por ende es en el momento en que la persona se queda dormida cuando esa
conciencia está más inhibida originando su activación de manera visual mediante sueños,
y esos sueños obviamente estarán distorsionados, y anunciarán significados profundos
personales; porque como ya sabemos el sentimiento en el sueño es parecido al de cuando
permanecemos despiertos (Ruiz Sánchez, 2001).
Por tanto su método interpretativo vendría a ser el siguiente; en los sueños se
anunciarían los deseos a nivel consciente y a nivel inconsciente, entonces, se le solicita al
paciente que cuente el sueño o lo que recuerde del mismo, también que encuentre cuáles
son sus objetivos o deseos que encuentra en ese sueño y por último se le cuestiona sobre
cuáles son sus aspectos de la vida que le impedirían alcanzar tales objetivos (Ruiz
Sánchez, 2001).

3.3.6 Neurociencia
3.3.6.1 ¿Para qué sirven los sueños?
En el momento actual el sueño sigue siendo un gran desconocido a pesar de ocupar
más de una tercera parte de nuestras vidas, además cabe destacar que los bebés prematuros
pasan un 80% de su vida soñando debido a la importancia que es el tener sueños en los
mismos (Punset, 2002); conformando una relación directa con él bebe hacia su
maduración cerebral (Ruiz Sánchez, 2001). Actualmente se conoce como fase REM,
(rapid movement eyes), a la fase donde tienen lugar los sueños, debido a que durante la
misma el organismo está visualizando todas las imágenes que se suceden durante los
sueños en forma de partido de tennis (Martín, 2009).
Desde el punto de vista fisiológico, durante el sueño se da un estado parecido a la
vigilia, pero en el mismo se da una paralización del movimiento del cuerpo, para que
aunque una persona se despierte en el sueño y trate de levantarse no pudiera hacerlo. La
duración del mecanismo puede durar unos segundos y su objetivo es de mera defensa para
la persona, ya que esa paralización evita que se levante al dormir y haga cualquier locura,
excepto, en personas sonámbulas que aún no está diagnosticado el motivo de ello. Sin
embargo, si una persona llegará a despertarse antes de que ese mecanismo deje de actuar,
concebiría un estado de paralización horrible, porque sus sentidos funcionan pero su
cuerpo no puede moverse (Martín, 2009).

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Para hablar de las funciones de los sueños, se proponen diversas teorías (Ruiz
Sánchez, 2001):
-Los sueños sirven para satisfacción de un instinto.
-Los sueños como función restauradora, a nivel corporal (sueño nuclear) y cerebral del
yo.
-Los sueños como función protectora a nivel del sistema inmunitario.
-Los sueños como medio preparatorio para la emoción a través de los mismos;
aprendiendo a reaccionar en situaciones que antes no nos habríamos vivido.
-Los sueños como conservador de energía para compensar la demanda energética de la
homeostasis.
-Los sueños como adaptador para garantizar la adaptación y la propia supervivencia.
-Los sueños como estímulo endógeno periódico al cerebro para mantener actividad
durante el sueño.
-Los sueños como procesos de maduración cerebral, es por ello que los bebes tienen tanto
sueño REM nada más nacer.
-Los sueños como una forma primitiva del sueño.
-Los sueños como función para el control de todas las conductas innatas del ser humano.
-Los sueños como consolidación de la memoria a largo plazo, o como reprogramación de
toda la información que se ha adquirido durante el día, pudiendo memorizar todo y
posteriormente acceder a ella, conformando esta la principal función de los sueños.
Porque sin esta cualidad se perdería mucha información que adquirimos durante el día,
desaparecería. Igualmente mediante este proceso de fijación y almacenamiento, se
conservan todas las experiencias sucedidas durante el día, es decir, las alegrías, penas,
miedos, todo lo vivido y aprendido.

Asimismo para Robert Civelti soñar es bueno para aprender habilidades


perceptivas y motoras, pero no para aprendizajes memorísticos. Finalmente, otra teoría,
sin apoyo experimental, defiende que durante el sueño tiene lugar un proceso de
desaprendizaje, basado en una supuesta "limpieza" del cerebro para eliminar conexiones
espúreas entre neuronas, con objeto de prescindir del material inútil. Por otra parte para
Mª Carmen Rodríguez psicóloga y psicoanalista los sueños sirven para la reparación de
la psique, es decir, para descargar esa energía; el cual hace del relato del sueño un modelo

27
de acceso del conocimiento de lo inconsciente; también en el desglosamiento del trabajo
interpretativo se puede acceder a ciertas claves, primero llega al cuerpo pero al espíritu
llega después (Punset, 2002).
En otra línea a nivel cerebral las células segregan durante el sueño la hormona del
crecimiento, la cual facilita curación de las heridas, regeneración celular, renovación de
la piel, y una mejoría en la salud de los órganos. También por su lado el sistema
inmunitario produciría un mayor número de anticuerpos previniendo enfermedades
futuras, creando una barrera protectora para las mismas (Martín, 2009).
En la actualidad el sueño es ahora utilizado en particular para facilitar una ruta
hacia la reconstrucción de la infancia y para aclarar las corrientes interpersonales. Por
otro lado actualmente también se han revelado que el sueño onírico y el sueño REM son
dos estados diversos y están controlados por mecanismos distintos pero a la vez que
interaccionan entre sí. Donde los sueños son producidos por una red de estructuras cuyo
centro son los circuitos instintivos-motivacionales situados en la parte frontal del cerebro,
en algunas investigaciones que se han realizado se encuentra reminiscencia con las teorías
de Freud (Solms, 2004).
Por otro lado destaca la observación de que al cortar las fibras del interior del
lóbulo frontal, los sueños cesan por completo, síntoma que coincide con una disminución
del comportamiento motivado, por tanto, este sistema podría ser el generador primario de
los sueños, esto comporta un foco importante de investigación actual (Solms, 2004).

3.3.6.2 Diferencias por sexo y cultura.


En cuanto a las diferencias que persiste en las diversas personas en su vida diaria
cabe decir que esas mismas serán las que conformarán sus pensamientos y experiencias
a nivel onírico. Hay un ejemplo donde unos grupos oprimidos como lo son algunos negros
americanos los cuales se ven en sus sueños como víctimas, al contrario de lo que pasa en
otros sueños de los de raza blanca. En cuanto a los sueños de los hombres de la costa
oriental de África también se ve que tienen más muestras de afecto hacia personas
masculinas, en contraposición sucede con las muestras afectivas de los hombres de
América que son más bien hacia el sexo femenino. Todo ello podría deberse a una mayor
permisividad que mantienen hacia los del mismo sexo, y la marginación que muestran a
la mujer. Por otra parte hallan mayores correlaciones significativas en cuanto al apoyo

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social, el auto-control y propensión a sufrir pesadillas, debido probablemente a que
durante el sueño tiendan a resolver los problemas del día. Todo ello nos lleva a comprobar
que los efectos intrínsecos están arraigos junto a los efectos culturales y ambos se
muestran durante el sueño. En la misma línea encontraron que los sueños de las mujeres
que padecían depresión eran más intensos, angustioso y su contenido era mayor en cuanto
a personas, además tenían una mayor conciencia de su cuerpo (Guzmán Cervantes, 2001).
En definitiva se podría asumir que las diferencias en cuanto a hombres y mujeres
en el sueño podría estar determinada por la biología, si aceptásemos que la química
cerebral y el balance neurohormonal difieren en ambos sexos, y además que el fenotipo
físico y cerebral asumen una relación, originando esas discrepancias en la expresión
cognoscitiva (Guzmán Cervantes, 2001).

3.3.6.3 ¿Cuál es su principio regulador?


La homeostasis ha venido ocupando más de una tercera parte de nuestras vidas,
pero a pesar de ello sigue siendo un gran desconocido entre nosotros. La homeostasis se
encarga de regular los fenómenos fisiológicos y comportamentales. Su función es
prepararnos para la adaptación de aquellos sucesos imprevistos. Se ha conocido que la
primera observación sobre los ritmos biológicos puede calificarse científica por parte del
astrónomo francés, Jean Jacques diOrtous de Marian, el cual, describió variaciones
rítmicas durante el día y la noche en la posición de las hojas de un heliotropo, las cuales
eran independientes de la presencia o no de luz (Ruiz Sánchez, 2001). En concreto en el
experimento lo puso en un lugar oscuro para ver si cerraban las hojas de noche y volvía
a abrirlas de día y efectivamente pudo confirmar que algo había en la planta de la mimosa
que lo detectaba, eso marcó el principio de la ciencia del reloj interno (Punset, 2013).
En el momento en que decidimos dormir lo hacemos obedeciendo señales que
provienen del reloj biológico, son las neuronas situadas en la protuberancia las que envían
impulsos bioeléctricos que excitan el sistema visual e inhiben las motoneuronas espinales.
Asimismo esa excitación que se da en la vía óptica y de la corteza cerebral originan esos
sueños; a la vez que la inhibición de las motoneuronas espinales son las que dan lugar a
esa atonía muscular (Ruiz Sánchez, 2001).

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Las personas por tanto mantenemos fijadas actividades en base a ese ritmo
circadiano, el cual es un periodo comprendido entre 20 y 28 horas aproximadamente, el
cual funciona sincronizado a la luz solar. Por otra parte algunas veces puede alterarse este
ritmo circadiano en función a lo reprogramado, es decir, hay personas que prefieren
dormirse antes, al contario de otras. Esto viene determinado genéticamente puesto que
todas las células conforman su propio reloj, las cuales se sincronizan con el resto del
cuerpo; por ende habrá personas donde sus horas óptimas de rendimiento será distinto al
de otras en función de su reloj biológico (Punset, 2013).

3.3.7 Allan Hobson


Allan Hobson es un psiquiatra e investigador del sueño estadounidense
neurofisiólogo, el cual tiene un interés más estrictamente biológico y fisiológico en la
química del cerebro que afecta al estado de sueño y a la producción de sueños. Destaca
su obra The Dreaming Brain (Hobson, 1988) la cual fue elaborada con destreza; en la que
sostiene que los sueños son cuentos relatados por el cerebro para encontrar sentido en los
impulsos neuronales que acompañan a esas fases del sueño, conformando Hobson la
parte contrapuesta a las ideas freudianas. Para el autor los sueños son mensajes visuales
o motoras los cuales penetran en el cerebro en esa fase REM, lo que ocurre es que las
neuronas procedentes del área visual y motriz de la corteza son estimuladas por las señales
que proceden desde el tallo cerebral aparentando ser mensajes del exterior, más, en la
fase REM la actividad cerebral debe ser producida por estímulos del interior (Anwandter,
& Krippner, 2006).
En cuanto al porqué de su contenido emocional Hobson lo acuñe a que el tallo
cerebral activa el sistema límbico (centro afectivo), además los centros que son
procedentes del dolor, gusto u olfato casi nunca reciben estímulos por eso la ausencia de
ese tipo de sensaciones en los sueños (Hobson, 1988); también sostiene que las metáforas
de los sueños reflejan asociaciones de alto nivel que “concentran mucho material en una
unidad económica” (Begley, 1989). Asimismo como es la parte contraria a las ideas de
Freud duda que los sueños tengan un significado oculto puesto que los sueños comienzan
cuando las señales del cerebro inferior llegan a la corteza la cual es la encargada de
originar un relato que sea casi lógico. Entonces el significado del sueño irá en función de

30
las vivencias, preocupaciones de cada persona, manteniendo un especial afín a las ideas
de los filósofos existenciales (Anwandter, & Krippner, 2006).
Por tanto los sueños son las partículas que conforman nuestra experiencia,
nuestros recuerdos del día a día, siendo esta actividad transformada en conciencia en
dichos sueños, con lo cual se estudiaría los sueños para estudiar la conciencia (Punset,
2007).
Hobson junto con su colega Robert son entrenados en la tradición científica
positivista y rechazan una profunda comprensión psicológica de los sueños, tratando de
realizar y presentar sus investigaciones en los términos más empíricos posibles (Punset,
2007).
Por otro lado durante el sueño solo se produce un 20% de la reducción del
consumo, el resto se dedica a la actividad con lo cual el cerebro sigue trabajando mientras
dormimos; inclusive más que durante la vigilia, puesto que la actividad cerebral es
máxima durante el sueño REM, la cual viene determinada por el consumo de glucosa
(Méndez & Iceta, 2002). Se ha demostrado que con los sueños el cerebro cambia, la
conciencia despierta no es la misma que cuando dormimos, a lo que hay que añadir que
los movimientos corporales se dan rítmicamente, es decir, existen diferencias en la
actividad cerebral. A la respuesta porque soñamos Hobson piensa que la esencia de la
extrañeza de los sueños es la incongruencia y la discontinuidad donde la conciencia
desaparece; las leyes del cerebro cambian y es a consecuencia de la química. Por tanto
son cerebros distintos según los estados cerebrales de lo cual se intuye que tengamos
infinitos estados cerebrales y también diversos estados en la vigilia; hay tres estados:
vigilia, dormir, y soñar (Punset, 2007).
Su funcionamiento neurofisiológico es el siguiente; se libera acetilcolina
aumentando en consideración en el tronco encefálico en su mayoría durante el sueño
REM, además lo que más cambia es la noreprinefina y serotonina las cuales disminuyen
y que están relacionados con la conciencia y por consiguiente el estado de ánimo
desaparece durante el sueño REM. Por lo tanto es por eso que no se organizan los sueños
presentándose desorientados y manteniendo esa incongruencia y discontinuidad (Punset,
2007).
De esta manera esas sustancias ayudan a organizar el pensamiento, aunque, no
sabemos de qué manera en estado de vigilia; también tiene otra función que es para la

31
actualización de los programas del cerebro pero a día de hoy no se sabe porque cambia
su configuración. Por otra parte en el sistema límbico se aumenta su actividad, más la
corteza cerebral disminuye la lógica siendo gracias a esa inhibición de nervios espinales
por lo que los sueños no se convierten en conducta. Igualmente a la vez disminuye la
concentración de aminas que son las encargadas del aprendizaje. Hobson además resalta
la desnudez como sueño más frecuente y aspecto más provocador. En cuanto a las
pesadillas, Hobson expresa que las emociones en los sueños son negativos, siendo el
sueño no REM el encargado pues en el pasan las más aterradoras. Por consiguiente el
sistema nervioso autónomo se activa, el pulso se acelera, la tensión arterial sube a 180,
llegan los sudores. Finalmente se puede comprobar cómo es con el paso de los años a
partir de los treinta años en concreto donde por suerte se tienen menos pesadillas (Punset,
2007).

32
4. Conclusiones
En la presente revisión bibliográfica se ha analizado la importancia de los sueños
en diversas áreas de nuestra vida, pasando desde las disparatadas premoniciones de la
antigüedad hasta las explicaciones a nivel neurológico. Freud nos abrió una puerta tras la
cual se guardan emociones y sentimientos inconscientes, viendo los sueños como un
medio de cumplimiento de deseo. Seguidamente, los autores que han ido surgiendo han
mantenido parte de su teoría, con sus modificaciones, donde se ha visto que los sueños
ayudan a contribuir al tratamiento de los pacientes a nivel terapéutico o psicoanalítico ya
que en los sueños se pueden expresar elementos de progreso e integración que el paciente
aún no ha percibido, o le cuesta reconocer, llegando incluso a negarlos. Por tanto, en la
terapia la importancia que mantienen los sueños radica en que son comunicaciones que
se dan entre el mundo interior del paciente y el funcionamiento mental del mismo puesto
que son ideas subconscientes que resurgen en los sueños. Asimismo, es sabido que a
través de los sueños se puede llegar a solventar los problemas diarios de manera más
plausible, inclusive creándose la sensación de haberlo experimentado con anterioridad, y
lo que ocurre es que el inconsciente saca conclusiones antes de que la consciencia lo haga
por sí sola.
Actualmente, el sueño no tiene solo una función protectora del dormir sino que
además es metaboliza estímulos y fomenta la resolución de conflictos internos,
descartándose la información innecesaria. Además en los sueños el cerebro sigue activo,
e incluso con mayor actividad mental y corporal, siguiendo un ciclo de ondas predecibles.
A esta fase donde se dan los sueños se le ha dotado con el nombre de la fase REM,
conocida como movimiento rápido de los ojos. Entre otras funciones del sueño también
se le ha atribuido que sirve para consolidar el aprendizaje y para restaurar las neuronas
para su pleno rendimiento.

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