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En las fuentes de la Teología Sacramental

Los aportes de la Sagrada Escritura


Hemos comenzado ha reflexionar en el anterior encuentro cómo ,en los textos bíblicos, se nos ofrece una
categoría sobre la cual se funda la teología sacramental: la categoría Mysterion.
Vamos a acercarnos a los siguientes textos:
 Misterio en LEON DUFOUR, X. (1990) Vocabulario de Teología Bíblica. Barcelona: Herder.
 GARCÍA PAREDES, J. C. (1991). Teología Fundamental de los sacramentos. Madrid: San Pablo. págs. 19-31
Luego de haber leído ambos textos busquemos puntualizar cuáles serían los principales datos en torno a lo que
nos aportaría la categoría Mysterion a la configuración de la teología sacramental. A esto lo expresamos en una
lista numerando cada una de las afirmaciones.

Léon Dufour El misterio de la alianza, abordada a través de sus diversas expresiones en


el tiempo: pueblo de Dios, reino, Iglesia; a través de sus figuras: Abraham, Moisés,
David, Elías, Juan Bautista, Pedro o María; a través de sus instituciones: el arca, el altar,
el templo, la ley; a través de sus mantenedores: los profetas, los sacerdotes, los
apóstoles; a través de su realización a pesar de sus enemigos: el mundo, el Anticristo,
Satán, la bestia. Asimismo el hombre en oración aparece en sus diversas actitudes: la
adoración, la alabanza, el silencio, la postración de rodillas, la acción de gracias, la
bendición: otras tantas reacciones del hombre frente al Dios que viene. Todo adquiere
entonces significado y valor, en la muerte y en la resurrección de Jesucristo Nuestro
Señor. No se trata de pura semántica, sino de lenguaje expresivo, tejido de imágenes y
de símbolos. El lenguaje de la revelación supone un doble modo de expresión, la
formulación abstracta y la descripción con imágenes.

El lenguaje de la Biblia, conservando las imágenes, aun conociendo sus límites, tiene la
ventaja de ser un modo de expresión concreto, enraizado en la experiencia humana, y
de significar a través de las imágenes mismas materiales, realidades de orden espiritual.
Así las primeras imágenes de la bienaventuranza o de la retribución evocan siempre una
felicidad terrena de la que el hombre participa en cuerpo y alma.

El símbolo bíblico se mantiene en relación constante con la revelación que le dio origen.
Los acontecimientos vividos por el pueblo, las costumbres mismas, se convierten en el
punto de partida del diálogo que se entabla entre Dios y el hombre, porque son eco de
la palabra dirigida por Dios al hombre, sea en la creación, sea en la historia. El verdadero
criterio del símbolo bíblico es su relación con los acontecimientos de salvación.

La Biblia conoce este simbolismo, pero no se contenta con él; lo asume en una
perspectiva histórica, única que le da su significado propio. La noche pascual es para ella
la experiencia central en que Israel comprendió el sentido misterioso de la noche. Entre
otros muchos símbolos (como los de la nube o del día...), el desierto, el pueblo hubo de
pasar por las regiones desoladas del Sinaí; pero esto no confirió al desierto un valor en
sí mismo, ni consagró una especie de mística de la fuga al desierto. Cierto que la actitud
de Cristo y la enseñanza del NT muestran que el cristiano vive todavía a su manera en el
desierto; pero esta representación está ahora ya ligada no con su comportamiento
exterior, sino con su vida sacramental. Sin embargo, el símbolo del desierto no queda
por eso restringido, siendo todavía indispensable para expresar el auténtico tenor de la
vida cristiana.

El símbolo es el camino privilegiado para expresar el encuentro del hombre con Dios,
que viene a él; y una vez que ha conducido al hombre al misterio, se absorbe con él en
el silencio.

Misterio en San Pablo: como la decisión/proyecto salvífico que Dios tiene sobre la
humanidad. Quizá en Filipenses: “el misterio de su voluntad” sea la más apta para
expresar, desde el punto de vista semántico, el contenido conceptual. El misterio de Dios
es su voluntad de realizar por Cristo en la plenitud de los tiempos; nota suficiente para
clarificar en su momento el paso del misterio creído al misterio vivido en la liturgia, y
por ello el paso del credo al sacramento. El misterio, pertenece al ámbito de la fe, así
Pablo dirá que, supera todo conocimiento. El misterio único aparece como una realidad
polivalente, hay que individualizar sus aspectos para poner de manifiesto en qué sentido
Pablo, por medio del misterio, se está refiriendo de manera inmediata a Cristo, y a través
suyo a la Iglesia y al hombre; buscó presentar la profundidad mistérica de la persona y
obra salvífica de Cristo; por ello lo presentó como un misterio en quien, se pone de
manifiesto el misterio de Dios. La exposición del misterio de Cristo abarca aspectos
diversos para comprenderlos, desde un progresivo análisis de estos, según cuatro
apartados:

a) el misterio de la persona de Cristo; b) la crucifixión, expresión del misterio de Cristo;


c) la Resurrección de Cristo, misterio de valor universal; d) la pervivencia eclesial del
misterio de Cristo y, por último, e) el misterio como realidad predicable. Veamos por
separado cada una de estas cinco proposiciones 20.

El misterio de la persona de Cristo: Pablo no plantea cuestiones cristológicas desde


presupuestos ontológicos; lo hizo solo en Colosenses; presenta a Cristo como el misterio
de Dios, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia de la
divinidad. A idéntica conclusión se llega en el texto en el que San Pablo, al hablar del
misterio de Dios, indica que en Cristo se concreta para el hombre el misterio salvífico de
Dios.
Según San Pablo, el sujeto en el que radica para el hombre el tesoro del saber divino es
Cristo, y por ello conocer la sabiduría que en él se esconde equivale a conocer el misterio
de Dios, misterio que, al llegar la plenitud de los tiempos, se le ha revelado al hombre
de manera definitiva en Cristo Jesús.
Schlier: …el misterio que Dios nos ha dado a conocer, según Efesios 1, 9, y cuya
comunicación nos hace sabios y prudentes, se contempla desde aquello que el apóstol
dice, en otras partes y en nuestra carta, que es el misterio de Dios en Cristo, el misterio
de su sabiduría, el misterio de Cristo como sabiduría y el misterio de la Iglesia como
Cuerpo de Cristo. Pero no como tres misterios, sino como un mismo y único misterio.
La cruz participa del misterio de Dios a través de la misma Él ejecuta de manera definitiva
su voluntad salvífica en favor de los hombres.
La resurrección de Cristo, misterio de valor universal, como la presenta San Pablo en la
carta a los Efesios, equivale a testimoniar que Cristo recibió del Padre un poder de
amplitud universal.
Cristo, desde su resurrección, es aclamado por San Pablo como el Kyrios, como el Señor
al que se le ha sometido en plenitud toda la creación. Y con esta entronización ha
culminado la manifestación del misterio de Dios, y ha quedado cumplida y revelada la
voluntad universalmente salvífica del Padre.
La revelación del misterio de Cristo para Pablo es la manifestación de la voluntad
salvífica de Dios, que abarca a todos los hombres, sin diferencia entre los judíos y los
gentiles.
A la Iglesia, en cuanto Cristo lleva a término en ella y por ella el misterio salvífico del
Padre sobre todos los hombres, se la ha de entender como un instrumento subalternado
a Cristo, por medio del cual pervive en el tiempo, y se lleva a su total cumplimiento el
misterio como designio salvífico de Dios Padre en Jesucristo.

La teología patrística
Luego de la lectura de: GARCÍA PAREDES, J. C. (1991). Teología Fundamental de los sacramentos. Madrid: San Pablo.
págs. 31-54, sistematizamos los datos recabados respondiendo las siguientes preguntas:
 ¿Qué aporta la reflexión sobre la iniciación cristiana a la sistematización de los elementos que definen
la realidad sacramental?
La Didaché, aporta a la iniciación cristiana y en la comunidad creyente dos
dimensiones: la iniciación moral; será la enseñanza de los “dos caminos” (del bien y
del mal); el iniciado se puede recibir en la iniciación ritual por el bautismo y la
primera eucaristía; “Que nadie coma ni beba en vuestra eucaristía sino los
bautizados en el nombre del Señor”
La Eucaristía presentada como culminación de la iniciación cristiana distinción entre
eucaristía iniciática y eucaristía semanal de la comunidad cristiana; esto es ratificado
en la patrística.
No hay fe sin catequesis; ni bautismo sin fe. Si no hay bautismo sin fe, no hay gnosis
sin bautismo, ni comprensión o contemplación sin gnosis.
La celebración de la iniciación comportaba ritos:
-renuncia a Satanás
-bendición-exorcismo del agua;
-bautismo por inmersión, invocando la Trinidad y recibiendo por él el sello o
carácter del Espíritu Santo;
-unción con óleo consagrado, después del bautismo.
La jerarquía eclesiástica: describe el ceremonial de asunción en el ministerio de la
Iglesia, distinguiendo entre ordenación (reservada al clero) e institución (como
reconocimiento de estados eclesiales; vírgenes, sanadores, u oficios: viudas,
lectores).
La iniciación cristiana: un itinerario a recorrer para formar parte de la comunidad
cristiana; período de preparación, escucha de la Palabra; admitidos por un examen
y renuncia a costumbres/actividades paganas.
Catequesis: los catecúmenos se convierten en auditores y participan de alguna
forma en la vida de la Iglesia
Se preparan al ingreso en la comunidad por medio de un acto de elección y
exorcismos. Tras el ayuno del viernes santo, el sábado santo por la noche, en la vigilia
pascual, son bautizados, confirmados por el obispo a través de la unción carismática
y acogidos en la mesa eucarística, de la que participan tomando el pan, bebiendo el
cáliz.
Bautismo y primera eucaristía, como las dos celebraciones en las que concluye y se
expresa en plenitud la iniciación en la fe cristiana, en la Iglesia. La praxis de las
Iglesias del 2do y 3er siglo une estrechamente ambas realidades; se distingue entre
la eucaristía iniciática y la eucaristía de la existencia cristiana.
Las Iglesias: Oriente/Occidente (Sgs lIl y IV) fueron decantándose por algunas
categorías teológicas las de mysterion en Oriente y de sacramentum, que se impone
progresivamente en Occidente, sus contenidos se van poco a poco elaborando.
Mysterion: una imagen del arquetipo divino que se encuentra en el ámbito de la
experiencia humana, y que participa del ser y de la eficacia del arquetipo. En el typos
del Antiguo Testamento; la lleva a cabo en la vida, muerte y resurrección de Cristo y
la comunica a través de la palabra y los ritos cultuales de la Iglesia hasta que todo
encuentre su cumplimiento escatológico; en él se manifestará la realidad auténtica
que en las realidades provisorias aparecía como una sombra (hoy: como el ya pero
todavía no).
Los ritos de iniciación cristiana, bautismo y eucaristía “mysteria”, tienen una
estructura análoga al binomio arquetipo-imagen propia del concepto de mysterion
de los griegos.
El bautismo el punto de partida de la “mistagogia” o introducción en los misterios
divinos.
La Iglesia “mysterion”: esquema “arquetipo-imagen”, aplicado al cuerpo eucarístico
de Cristo como a su cuerpo eclesial. La liturgia, la celebración eucarística como un
movimiento hacia arriba desde la imagen hasta el arquetipo; como
“anáfora”=elevación y ascensión. La Iglesia: forma terrestre imagen de la Iglesia
celeste. La unión de los creyentes a través del mismo bautismo y del mismo pan y
vino es un mysterion. Acción recíproca: los mysteria y la Iglesia; Los mysíeria: cuerpo
y sangre de Cristo, para la Iglesia significan un alimento; una bebida real; estos
augustos elementos tienen la preeminencia” ellos son:

La “iluminación” (bautismo); la unificación (eucaristía); la consagración con el myron


(confirmación); las tres órdenes sagradas: obispo, presbítero y diácono; la tonsura
monástica; el rito de los que han muerto santamente.
Las acciones mistérico-sacramentales, sobre todo la eucaristía, son un medio para
conseguir la unión a semejanza de Dios. Las acciones cultuales visibles, la diversidad
de símbolos, actúan “como imágenes de las cosas espirituales”, que ayudan e indican
el camino para ascender hasta la semejanza con Dios.
Bajo influencia latina, la ortodoxia fijó en siete el número de los mysteria o
sacramentos, ponen el acento en los grandes sacramentos de la iniciación el
bautismo y la eucaristía.
“Cuando los signos pertenecen a las realidades divinas se llaman sacramentos”. En
la historia de la salvación Dios ha establecido signos nuevos y diáfanos para
relacionarse con el hombre, como son el bautismo y la eucaristía. El sacramento,
como signo visible, posee una semejanza con lo invisible significado. El carácter
referencial más denso está en el signo de la palabra; el elemento material y visible
del sacramento (agua, aceite, pan y vino) no constituye aún el signo sacramental
pleno: es necesario completarlo con el signo de la palabra que lo explica. Sólo así
puede ser plenamente eficaz.

 ¿De qué manera utilizan los Padres de Oriente la categoría Mysterion para hablar de la realidad
sacramental? ¿Cuál es la forma en la que influye la filosofía platónica en la teología sacramental?

Orígenes: aplicó la categoría mysterion a la historia de la salvación el gran mysterion;


toda la historia de la salvación es misterio; Dios obra la salvación en el símbolo profético,
en el typos del Antiguo Testamento; la lleva a cabo en la vida, muerte y resurrección de
Cristo y la comunica a través de la palabra y los ritos cultuales de la Iglesia hasta que
todo encuentre su cumplimiento escatológico.
Clemente de Alejandría: denomina mysterion a las acciones salvíficas de Cristo; Dios
mismo manifiesta y revela su realidad, la proclama y comunica de forma velada en la
celebración cultual. Es la realidad salvífica escondida bajo el signo, símbolo o typos
externo, sea en las formas históricas del Antiguo y N. T., o en su reproducción cultual,
destinada a comunicar a los fieles la participación en la misma acción salvífica
reproducida”.
El bautismo era para los padres griegos el punto de partida de la “mistagogia” o
introducción en los misterios divinos.
Juan Crisóstomo: “…misterio…vemos una cosa y creemos en otra. Ésta es la fe de
nuestros misterios”. “Cristo no transmitió cosas evidente, sino realidades puramente
espirituales, pero bajo una cobertura evidente; otorga lo espiritual bajo una forma
palpable”. El bautismo es la imagen de una misteriosa unión del creyente con Dios.
Cirilo de Jerusalén: “catequesis mistagógicas”, el bautismo opera el perdón de los
pecados y otorga la filiación divina, y representa la incorporación del bautizado a la
pasión y muerte de Cristo y la venida del Espíritu sobre el bautizado.
El bautismo era el punto de partida de la “mistagogia” o introducción en los misterios
divinos. El mistagogo realiza la iniciación en los tres mysteria: bautismo, unción y
eucaristía, como las catequesis mistagógicas de Cirilo.
La eucaristía un reflejo, una imagen de la katábasis de Cristo (encarnación y entrega
a la muerte) y de su anábasis (su retorno al Padre)'‘. Esta relación arquetipo-imagen
posible gracias a la acción del Espíritu de Jesús. La importancia que la Iglesia da a la
epiclesis tiene su fundamento en esta convicción. En la eucaristía, y en todos los
mysteria se atribuye al Espíritu Santo, esta función mediadora. El mysterion es la imagen
del arquetipo gracias al Espíritu de Dios, por eso los padres de la Iglesia distinguen entre
símbolo y realidad.

Basilio el Grande: veía en el misterio del bautismo la manifestación del typos de la


muerte de Cristo, Según este modo de hablar el bautismo sería el antitypos de la
muerte de Cristo y ésta el tipos.
Gregorio de Nisa: la eucaristía es el “mysterium christianum”, Gregorio la llamaba
“mistagogia divina”.

Pseudo Dionisio el Areopagita: El universo de los “mysteria”. Despues el concepto,


fue referido a aquellas acciones rituales en las que por medio de la invocación eclesial
del Espíritu Santo actúa la gracia salvadora y santificante de Dios de forma misteriosa
sobre los fieles y sobre los objetos. Edificó en gran parte su sistema sobre el
neoplatonismo; entendió la estructura cósmica como una cadena de seres que va
bajando desde Dios y conecta los inferiores con los más elevados. Su obra Hierarchia
ecclesiastica es el tratado sistemático de liturgia más antiguo; en él habla de los seis
mysíeria de la Iglesia. Pero antes llama a la Iglesia el mysterion de los mysteria.
Su teología mistagógica acogida y desarrollada ampliamente, por griegos y eslavos,
hasta tiempos recientes. La equiparación de la consagración monástica y el ritual de
difuntos con los restantes mysteria, no dejó de influir en la comprensión oriental de los
sacramentos. Ejerció influjo en Occidente, en Escoto Eriúgena, Hugo de San Víctor,
Alberto el Grande y Tomás de Aquino,

 ¿Qué elementos aporta la incorporación de la categoría Sacramentum a la comprensión de la realidad


sacramental?
Cómo resumirías los aportes de cada uno de los Padres y escritores eclesiásticos a la teología sacramental.

En las Iglesias del norte de África S. III se empleaba la palabra latina sacramentum
para traducir el término griego mysterion. Comenzó a significar todo lo que en el
lenguaje bíblico y litúrgico se decía con la palabra mysterion. Se convirtió en una
auténtica categoría teológica. Ambas palabras eran intercambiables.
Tertuliano: llamó por vez 1ra sacramentum al bautismo cristiano, sirviéndose de su
significado latino. Sacramentum un sustantivo derivado del verbo sacrare: hace
referencia a la elevación al ámbito de lo sagrado de una persona u objeto a través
de un instrumento, y una acción consecratoria.
En su obra De Baptismo (tratado más antiguo sobre el bautismo), Tertuliano afirma;
así como por el juramento o sacramentum militar -un signo exterior (un signum o
signaculum, como un tatuaje)- el soldado se consagraba al servicio del emperador,
reconocido como Dios, como kyrios, así por el bautismo el cristiano se juramentaba
con Dios para formar parte de la militia Christi. Entendía, el bautismo como un pacto
entre Dios y el hombre ratificado por el juramento del bautismo, lo denominaba
fides obsignatio, sacramenti testatio. Llamó sacramentum a la eucaristía y al
matrimonio, pero tenía en cuenta el significado teológico de mysterion.
El contenido bíblico y patrístico del término mysterion pasó a enriquecer la noción
de bautismo como sacramento: el bautismo era considerado como sacramento no
sólo en cuanto juramento, sino también en cuanto participación en el
“misterio de Cristo”.
San Agustín: platónico, asumió la categoría de sacramentum que utilizo Tertuliano,
la reinterpretó, desde su teología y filosofía. Sacramentum es un signo de una
realidad sagrada. “…las cosas significadas han de estimarse en más que los signos.
Porque todo lo que es por otra cosa, preciso es que sea de más bajo precio que
aquello por lo que es” (Agustín a Deodato).
El conocimiento se realiza a través de signos (estoicos); hay que afirmar: todo lo
creado es signo, indicio, sombra de la auténtica realidad, que no se ve ni se
manifiesta directamente. Lo invisible de Dios se capta a través de sus obras, de lo
creado; a través de lo corpóreo y temporal se captan cosas eternas y espirituales.
Para san Agustín “significar es exteriorizar”. Hay signos que Dios nos ha dado. Los
signos visibles remiten a una realidad divina semejante a ellos: “Cuando los signos
pertenecen a las realidades divinas se llaman sacramentos” En la historia de la
salvación Dios ha establecido signos nuevos para relacionarse con el hombre, el
bautismo y la eucaristía. El sacramento, como signo visible, posee una semejanza
con lo invisible significado; es más que el signo; comporta la unidad del signo y de la
palabra: “La palabra accede al elemento y se hace el sacramento, que es, en cierto
modo, también una palabra visible”
Sólo la unión del signo visible con la palabra divina hace del signo la palabra
visible de Dios, de esta manera lo hace eficaz. S.A. no precisa el número de los
sacramentos. Descubre muchos sacramentos en el Antiguo y N. T., porta la unidad
del signo y de la palabra: “La palabra accede al elemento y se hace el sacramento,
que es, en cierto modo, también una palabra visible” Sólo la unión del signo visible
con la palabra divina hace del signo la palabra visible de Dios y de esta manera lo
hace eficaz.
San Isidoro de Sevilla: subrayó el carácter de misterio del sacramento; puso de
relieve la misteriosa acción salvadora del Espíritu Santo en el sacramento bajo el velo
del objeto material: “Se llaman sacramentos” que bajo la apariencia (tegumentum)
de cosas corporales la fuerza de Dios actúa de forma secreta la salvación de los
mismos sacramentos.
Utilizando el siguiente esquema en el que cada sector equivale a un siglo, marque los autores estudiados anteriormente
en sus respectivos tiempos e indique entre dos y cuatro conceptos (palabras) significativos de estos autores respecto
a los sacramentos

Años 0-99 100 2 300 4 500 6 7 8 9


0 0 0 0 0 0
0
0 0 0 0 0
Dionisio el Orígenes, 185-250 Cirilo Jerusalén Isidoro de
Areopagita mistagogo 313-386 d.C. catequesis Sevilla: 560-
Siglo I iniciador misterios mistagógicas bautismo perdón 636 d.
pecados filiación divina,
neoplatonism cristianos incorporación a la pasión y conversión
o mysterion historia muerte de Cristo y la venida de la casa
Hierarchia de la salvación. del Espíritu. visigoda
ecclesiastica Dios obra la Basilio Grande (330- 379 d.C) arrianos.
mysterion seis salvación en el bautismo la manifestación del misterio del
mysíeria de la símbolo profético. typos de la muerte de Cristo. sacramento.
Iglesia. Tipos A.T. Antitypos. tegumentum
Gregorio de Nisa 335-394
Clemente d.C eucaristía“mistagogia
Alejandría 150- divina”. Constantinopla
215 d.C. mysterion 381 contra el arrianismo.
acción salvífica de Filosofía platónica; afirmando
Dios en Xto. AT- la unidad y la Divinidad de las
Cristo-Iglesia. tres personas en una sola idea
Tipos. divina, tres personas distintas
en un solo Dios verdadero. La
Tertuliano160- unión de las dos naturalezas
220 d.C. en Cristo es tan fuerte que se
llamó por 1ra vez puede hablar de un hombre
sacramentum al omnipotente o de que Dios fue
bautismo cristiano, crucificado (teoría que se
sirviéndose de su
significado latino; llamará luego communicatio
por el bautismo el idiomatum). También defendió
cristiano la capacidad natural del
juramentaba con
Dios para formar hombre de conocer a Dios y
parte de la militia asumió la teoría origeniana de
Christi. la apocatástasis.
llamó
sacramentum a la
eucaristía y
matrimonio
cristiano.

Ahora leemos de: GARCÍA PAREDES, J. C. (1991). Teología Fundamental de los sacramentos. Madrid: San Pablo. págs. 54-56,
allí el autor nos resume los aportes fundamentales de este primer milenio a la teología sacramental. Remarquemos estos
datos que nos ofrecen una buena síntesis que nos servirá para lo que seguiremos considerando.

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