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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio De Educación Superior


Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico de Maturín
(UPEL-IPM)

Profesor: Bachilleres:
Nino Omogrosso Brache Wuilmary C.I: 20.916.493
Sánchez Krisni C.I: 18.983.034

Maturín Noviembre 2013


INTRODUCCIÓN

El nitrógeno es un elemento esencial para todos los seres vivos. Además de ser un
componente especifico de las proteínas, está presente en la mayoría de las combinaciones
orgánicas de las plantas y es totalmente volátil por la calcinación. Las plantas requieren
nitratos para su crecimiento y que estos compuestos deberían considerarse como el
principio de la vegetación.

Intervienen fundamentalmente en el ciclo los vegetales y las bacterias fijadoras del


nitrógeno. En ese proceso, el nitrógeno es incorporado al suelo, que será absorbido por los
organismos vivos antes de regresar de nuevo a la atmósfera. Los organismos vivos no
pueden utilizar directamente el nitrógeno que se encuentra en la atmósfera en forma
gaseosa, y que supone el 71% del total; para ello, debe ser transformado previamente en
nitrógeno orgánico (nitratos o amoniaco). Esto se consigue, fundamentalmente, mediante la
fijación biológica, aunque también las radiaciones cósmicas y la energía que producen los
rayos en la atmósfera intervienen en este proceso en menor medida combinando nitrógeno
y oxígeno que una vez transformado es enviado a la superficie terrestre por las
precipitaciones.

En la atmósfera ocupa aproximadamente el 80%, existiendo en la forma N≡N; sin


embargo, el N2, debido al triple enlace entre los dos átomos de nitrógeno que hace a la
molécula casi inerte, no puede ser aprovechado por la mayoría de las formas vivientes, sino
sólo por un pequeño g rupo de microorganismos altamente especializados que incluyen
algas, bacterias y actinomicetes. (NO3 -).

Es un elemento primario de las plantas, se puede encontrar en los aminoácidos, por


tanto forma parte de las proteínas, en las amidas, la clorofila, hormonas (auxinas y
citoquininas) nucleótidos, vitaminas, alcaloides y ácidos nucleicos.
ASIMILACIÓN DEL NITRÓGENO

Los dos procesos biológicos por los que el nitrógeno inorgánico es convertido
nitrógeno molecularN2 y la asimilación del nitrato.la asimilación del nitrato comprende tres
etapas: la absorción, reducción del nitrato a amonio y la incorporación del amonio a
esqueletos carbonados para la síntesis de aminoácidos, proceso que recibe el nombre
especifico de asimilación del amonio.

Absorción del nitrato; la absorción del nitrato por las plantas disminuye a bajas
temperaturas, en anaerobiosis y en presencia de inhibidores de la respiración, lo que
demuestra que es un proceso dependiente de energía metabólica la absorción del nitrato se
caracteriza además, porque muestra una típica saturación, lo que indica que su transporte a
través del plasmalema de las células de la raíz es facilitado por una permeasa o proteína
transportadora. Dicha permeasa se induce por la presencia de nitrato.

Absorción del ion nitrato: las plantas presentan dos sistemas de absorción de
nitrato:

Uno constituido por permeasas , se satura una concentración externa inferior a 1 Mm.

Otro, que funciona cuando la concentración externa es superior a 1Mm y no presenta


cinética de saturación (indicando así que está constituido por canales ionicos).

La absorción del nitrato depende entonces del PH externo. Es posible que sea
transportado al interior de la célula mediante el mecanismo de simporte 2H+/NO3 ahora
bien, para sustentar ese simporte, se requiere el gradiente de potencial electroquímico del
H+ , el cual se mantiene gracias a la H+ -ATP-asa que transporta H+ unidireccionalmente
al exterior, con gasto de energía metabólica proveniente de la respiración de las células de
la raíz.

La reducción del nitrato a amonio esta mediada por dos enzimas. La nitrato-
reductasa (NR), para reducirlo a nitrito (NO2- ) es una reacción que consume dos electrones
suministrados por una molécula de piridin-nucleotido reducido; el nitrito es reducido luego
a amonio por la nitrito reductasa (NiR, en una reacción que requiere 6 electrones donados
por la ferredoxina (fd) reducida.

El poder reductor requerido se genera en las reacciones lumínicas de la fotosíntesis


o en la glucolisis y la respiración. La mayoría de las raíces de las plantas superiores están
en capacidad de reducir entre el 15 % y el 95% del nitrato tomado por ellas. La relación
entre la reducción que se hace en las raíces y la que ocurre en las ramas depende de factores
como la cantidad de nitrato suministrado, el genotipo de las planta y la edad de esta; esta
relación es de gran importancia en la nutrición mineral y en la economía del C.

En general cundo la disponibilidad de NO3- en el suelo es baja, una gran parte de


este se reduce en las rices cuando aumenta esa disponibilidad, el nitrato es transportado a la
parte aérea. Hay grandes diferencias entre las especies vegetales respecto a la cantidad de
nitrato reducido en las raíces en respuesta al aumento de ese ion en la solución externa. La
reducción del amonio y su asimilación requieren mucha energía y constituyen un proceso
costoso cundo se llevan a cabo las raíces. En términos de ATP, ese proceso necesita 15
moles de ATP para reducir un mol de NO3- y 5 moles de ATP para asimilar el NH4+
obtenido.

ASIMILACIÓN DEL NITRATO

Las plantas asimilan la mayor parte del nitrato absorbido por sus raíces en
compuestos orgánicos nitrogenados. La primera etapa de este proceso es la reducción de
nitrato a nitrito en el citoplasma. La enzima nitrato reductasa (NR) cataliza la siguiente
reacción: NO3- + NAD(P)H + H+ NO2- + NAD(P)+ + H2O ΔG = - 34.2 Kcal/mol; ΔE =
0.74 voltios en la que se observa un gran cambio de energía libre bajo condiciones estándar,
siendo una reacción irreversible. La NR – NADPH (Ec. 1.6.6.1) está presente en las plantas
superiores y en algas, las formas NAD(P)H se encuentran en algas, hongos y plantas
superiores y la forma específica de NADPH se encuentra en hongos. En las hojas la NR es
NADH dependiente, mientras que en la raíz existen dos formas NADH y NADPH
dependientes. La nitrato reductasa cataliza el primer paso de la asimilación del nitrato en
todos estos organismos, el cual parece ser el proceso que limita la adquisición de N en la
mayoría de los casos, siendo esta enzima regulada por el NO3- y la luz entre otros factores.

ASIMILACIÓN DEL AMONIO

Mientras que el nitrato puede ser almacenado en las vacuolas sin efectos
perjudiciales, el amonio y en particular su equilibrio junto con el amoniaco NH3 (disuelto
-
en agua) ⇌ NH + OH son tóxicos a concentraciones bastante bajas. La formación de
aminoácidos, amidas y compuestos relacionados es la principal vía de detoxificación de
cualquiera de los iones amonio tomados por las raíces ó del amoniaco derivado de la
reducción del nitrato ó de la fijación del N2. Mientras que las concentraciones de amonio
(NH) en el citoplasma están usualmente debajo de 15 µм hay evidencia de que cantidades
considerables de amonio pueden ser almacenadas en las vacuolas donde el bajo pH evita la
formación de amoniaco.

Los principales pasos en la asimilación de iones amonio suplidos a las raíces son la
toma por las células radicales y la incorporación en aminoácidos y amidas con una
liberación simultanea de protones para la compensación de carga. Ya que los vástagos
tienen una capacidad bastante limitada para la eliminación de protones, casi todo el amonio
tomado tiene que ser asimilado en las raíces, y el nitrógeno asimilado es transportado en el
xilema como aminoácidos y amidas hacia el vástago. En algunas especies vegetales, como
el arroz de aniego, una proporción considerable del amonio (NH) puede ser transportado a,
y asimilado en, los vástagos.

Las células vegetales evitan la toxicidad del amonio incorporándolo rápidamente en


los esqueletos carbonados para formar aminoácidos. El paso primario de esta incorporación
involucra las acciones secuenciales de la glutamina sintetasa y la glutamato sintetasa. La
glutamina sintetasa (GS) combina el amonio con glutamato para formar glutamina:
Glutamato + NH4+ + ATP glutamina + ADP + Pi

Esta reacción requiere la hidrólisis de un ATP e involucra cationes divalentes como


el Mg2+, Mn2+ o Co2+como cofactores. La GS tiene un peso molecular de 350 kDa y está
compuesta por 8 subunidades aproximadamente idénticas. La GS tiene una alta afinidad
por el NH4+ siendo el Km de 3-5 μM. Las plantas contienen dos clases de GS, una en el
citoplasma y otra en los plástidos de las raíces o en los cloroplastos de tallos y hojas. Las
formas citosólicas son expresadas durante la germinación de las semillas o en las células
vasculares de raíces y tallos y producen glutamina para el transporte intracelular de
nitrógeno. La GS en los plástidos de raíces genera nitrógeno amídico para su consumo;
mientras que la GS de los cloroplastos de los tallos reasimila el NH4+ producido por
fotorespiración. Al aumentar el nivel de glutamina aumenta la actividad de la glutamato
sintasa (también conocida como glutamina 2 – oxoglutarato aminotransferasa, o GOGAT).
Esta enzima transfiere el grupo amida de la glutamina al α - ceto glutarato, dando 2
moléculas de glutamato. Las plantas contienen dos tipos de GOGAT, una que acepta los
electrones del NADH, la otra acepta electrones de la ferredoxina:

Glutamina + α - ceto-glutarato + NADH + H+ 2 glutamato + NAD+ Glutamina + α - ceto-


glutarato + Fdred 2 glutamato + Fdox

La NADH-GOGAT está ubicada en los plástidos de los tejidos no fotosintéticos


tales como las raíces o las células vasculares de hojas en desarrollo. En las raíces la NADH
– GOGAT, está involucrada en la asimilación del NH4+ absorbida desde la rizosfera; en las
células vasculares de las hojas en desarrollo la NADH – GOGAT asimila la glutamina
translocada desde las raíces o de las hojas senescentes. La Fd – GOGAT se encuentra en los
cloroplastos, tiene una masa molecular de 165 kDa y participa del metabolismo del
nitrógeno de la fotorespiración. Otra enzima que participa en la asimilación del amonio es
la glutamato deshidrogenasa (GDH), la cual cataliza una reacción reversible, sintetiza o
desamina el glutamato: α - ceto-glutarato + NH4+ + NAD(P)H glutamato + H2O +
NAD(P)+ La forma NADH dependiente se encuentra en la mitocondria y la NADPH
dependiente está ubicada en los cloroplastos de los órganos fotosintéticos. Aunque ambas
formas son relativamente abundantes, sus roles específicos aún no han sido resueltos. Se
sabe que la GDH no puede sustituir las reacciones GS – GOGAT para la asimilación del
amonio y que la función primaria de la GDH es la desaminación del glutamato.
CICLO DE NITRÓGENO

Comprende tres etapas fundamentales:

Fijación: Puede ser atmosférica, realizada por la influencia de los rayos o descargas
el eléctricas que transforman el Núcleo atmosférico inerte en formas del tipo de nitritos y/o
nitratos. La fijación también puede ser industrial, ya que a través del proceso de Haber-
Bosch el N de la atmósfera puede transformarse en amoniaco. El último tipo de fijación es
la biológica. En cuanto a esta etapa, los organismos involucrados son sólo del reino mónera
(carecen de núcleo celular), bacteria y actinomicetos. Entre las bacteria pueden existir de
naturaleza simbiótica o de vida libre, aerobias y anaerobias. Para las simbióticas aerobias
tenemos el caso de las del género Rhizobium, las cuales se asocian normalmente con
muchos tipos de leguminosas (haba, chícharo, fríjol, etc.).

El nitrógeno es el elemento del sistema periódico cuyo número atómico es 7. Se


encuentra en la Naturaleza fundamentalmente como nitrógeno molecular (N2) gaseoso y es
abundante hasta el punto de que el 79 % de la atmósfera está constituida por este gas. Sin
embargo, pese a su gran abundancia, de poco les sirve a las plantas y animales mientras
permanezca en la atmósfera, ya que son incapaces de fijarlo y aprovecharlo. Por fortuna,
existen microorganismos que sí que son capaces de fijar ese nitrógeno atmosférico y
transformarlo en compuestos fácilmente asimilables. El proceso de fijación que realizan
consiste en combinar el nitrógeno atmosférico con hidrógeno para formar amoniaco.
Rhizobium leguminosarum es una bacteria simbiótica que se encuentra en unos nódulos que
hay en las raíces de las leguminosas; parte del nitrógeno que fija lo cede a las plantas en
forma de un componente soluble en el citoplasma celular. En el caso de bacterias del suelo,
como Clostridium y Azotobacter, el amoniaco queda fijado en él. La acción de los
descomponedores sobre los cadáveres y los productos de desecho del metabolismo también
enriquecen el suelo en amoniaco mediante un proceso que se denomina amonificación.Y
con esto entramos en el denominado ciclo del nitrógeno
Amonificación: En esta etapa el nitrógeno orgánico se convierte en amoniaco.
Entre las bacteria que participan en esta fase están: Bacillus, Clostridium, Serratia, entre
otras; así como los hongos Alternaría, Aspergillus, Mucor, Penicillium, etcétera.

Nitrificación: Es la conversión del amoniaco en nitritos y nitratos. En la conversión


a nitritos participan las bacteria nitritantes y en la segunda las nitratantes. Las que
participan en la primera etapa son Nitrosomonas, Nitrosococus y Nitrosospira; en la
segunda fase hallamos a Nitrosbacter.

Desnitrificación: Es la fase que reintegra el nitrógeno a la atmósfera en forma de


N2, gaseoso u óxidos de nitrógeno. Un tipo de bacteria asociado es el Thiobacillus
desnitrifican.

FIJACIÓN DE NITRÓGENO

La fijación de nitrógeno es la conversión del N2 a formas distintas susceptibles de


incorporarse a la composición del suelo o de los seres vivos, como el ion amonio (NH4+) o
los iones nitrito (NO2–) o nitrato (NO3–); y también su conversión a sustancias atmosféricas
químicamente activas, como el dióxido de nitrógeno (NO2), que reaccionan fácilmente para
originar alguna de las anteriores.

Fijación abiótica: La fijación natural puede ocurrir por procesos químicos


espontáneos, como la oxidación que se produce por la acción de los rayos, que forma
óxidos de nitrógeno a partir del N2.

Fijación Biológica de Nitrógeno: Es un fenómeno fundamental que depende de la


habilidad metabólica de unos pocos organismos, llamados diazotrofos en relación a esta
habilidad, para tomar N2 y reducirlo a nitrogeno orgánico:

N2 + 8H+ + 8e− + 16 ATP → 2NH3 + H2 + 16ADP + 16 Pi


La fijación biológica la realizan tres grupos de microorganismos diazotrofos:
Bacterias gramnegativas de vida libre en el suelo, de géneros como Azotobacter, Klebsiella
o el fotosintetizador Rhodospirillum, una bacteria purpúrea.

Bacterias simbióticas de algunas plantas, en las que viven de manera generalmente


endosimbiótica en nódulos, principalmente localizados en las raíces. Hay multitud de
especies encuadradas en el género Rhizobium, que guardan una relación muy específica con
el hospedador, de manera que cada especie alberga la suya.

Cianobacterias de vida libre o simbiótica. Las cianobacterias de vida libre son muy
abundantes en el plancton marino y son los principales fijadores en el mar. Además hay
casos de simbiosis, como el de la cianobacteria Anabaena en cavidades subestomáticas de
helechos acuáticos del género Azolla, o el de algunas especies de Nostoc que crecen dentro
de antoceros y otras plantas.

Fijación biológica del nitrógeno (FBN) ocurre cuando el nitrógeno atmosférico se


convierte en amoníaco por una enzima llamada nitrogenasa La reacción de BNF es la
siguiente:
N 2 + 8 H + + 8 e - → 2 NH 3 + H 2

El proceso está acoplado a la hidrólisis de 16 equivalentes de ATP y está


acompañado por la co-formación de una molécula de H 2. En vida libre diazótrofos, el
amonio generado por la nitrogenasa se asimila en glutamatoa través de la glutamina
sintetasa vía sintasa / glutamato. Las enzimas responsables de la acción nitrogenasa son
muy susceptibles a la destrucción por el oxígeno.

AMONIFICACIÓN

La amonificación es la conversión a ion amonio del nitrógeno que en la materia viva


aparece principalmente como grupos amino (-NH2) o imino (-NH-). Los animales, que no
oxidan el hidrógeno, se deshacen del que tienen en exceso en forma de distintos
compuestos. Los acuáticos producen directamente amoníaco (NH3), que en disolución se
convierte en ion amonio. Los terrestres producen urea, (NH2)2CO, que es muy soluble y se
concentra fácilmente en la orina; o compuestos nitrogenados insolubles como la guanina y
el ácido úrico, que son purinas, y ésta es la forma común en aves o en insectos y, en
general, en animales que no disponen de un suministro garantizado de agua. El nitrógeno
biológico que no llega ya como amonio al sustrato, la mayor parte en ecosistemas
continentales, es convertido a esa forma por la acción de microorganismos
descomponedores.

 Nitrificación
La nitrificación es la oxidación biológica del amonio a nitrato por microorganismos
aerobios que usan el O2 como aceptor de electrones, es decir, como oxidante.

A estos organismos el proceso les sirve para obtener energía, al modo en que los
heterótrofos la consiguen oxidando alimentos orgánicos a través de la respiración celular.

 Nitrosación.
Partiendo de amonio se obtiene nitrito (NO2–). Lo realizan bacterias de, entre otros,

los géneros Nitrosomonas y Nitrosococcus.

 Nitratación.
Partiendo de nitrito se produce nitrato (NO3–). Lo realizan bacterias del género
Nitrobacter.
La combinación de amonificación y nitrificación devuelve a una forma asimilable
por las plantas, el N que ellas tomaron del suelo y pusieron en circulación por la cadena
trófica.
DESNITRIFICACIÓN

La Desnitrificación es la reducción del NO3–, presente en el suelo o el agua, a N2 o


diatómico la sustancia más abundante en la composición del aire. Por su lugar en el ciclo
del N este proceso es el opuesto a la fijación del nitrógeno.

Lo realizan ciertas bacterias heterótrofas, como Pseudomonas fluorescens, para obtener


energía. El proceso es parte de un metabolismo degradativo de la llamada respiración
anaerobia, en la que distintas sustancias, en este caso el nitrato, toman el papel de oxidante
(aceptor de electrones) que en la respiración celular normal o aerobia corresponde al O2. El
proceso se produce en condiciones anaerobias por bacterias que normalmente prefieren
utilizar el O2 si está disponible. El proceso sigue unos pasos en los que el átomo de N se
encuentra sucesivamente bajo las siguientes formas:

nitrato → nitrito → óxido nítrico → óxido nitroso → nitrógeno molecular

Expresado como reacción redox:

2NO3- + 10e- + 12H+ → N2 + 6H2O

La desnitrificación es fundamental para que el nitrógeno vuelva a la atmósfera, la


única manera de que no termine disuelto íntegramente en los mares, dejando sin nutrientes
a la vida continental. Sin él la fijación de N, abiótica y biótica, habría terminado por
provocar la depleción (eliminación) del N2 atmosférico. La desnitrificación es empleada, en
los procesos técnicos de depuración controlada de aguas residuales, para eliminar el nitrato,
cuya presencia favorece la eutrofización y reduce la potabilidad del agua, porque se reduce
a nitrito por la flora intestinal, y éste es cancerígeno.
Transaminación

Una vez que el nitrógeno inorgánico ha logrado entrar en la materia orgánica de


modo primario, a través de la aminación reductora de los cetoácidos, los aminoácidos
resultantes pueden transferir el grupo amigo a otros ά–cetoácidos para formar nuevos
aminoácidos. Este proceso recibe el nombre de transaminación y puede considerarse como
el mas importantes en la biosíntesis de los aminoácidos. Hay que resaltar, sin embargo, que
la mayor parte de las reacciones de transaminación se realizan con la intervención de ácidos
ά–cetoglutaricos o de ácido glutámico como componentes esenciales.

Las enzimas que participan en las reacciones de Transaminación se denominan


transaminasa. Son específicos para cada caso y se nombrara añadiendo al término genérico
los nombres del amino que transfiere el grupo amino y del obtenido como producto final.
Asi el enzima que cataliza la transferencia de un grupo amino desde el ácido glutámico al
grupo carbonilo del ácido oxalacético, para formar acido aspártico, se denomina
transaminasa glutámico-aspartica.

También esta definidamente establecido que las reacciones de transaminación llevan


consigo la participación del fosfato de piridoxal en calidad de coenzima. Según parece el
fosfato de piridoxal que se encuentra fuertemente unido al enzima, acepta un grupo amino
del aminoácido para formar fosfato de piridoxamina, originando por otra parte el
correspondiente ά–cetoácidos. A continuación, el fosfato de piridoxamina cede el grupo
amino a otro ά–cetoácidos, formando un nuevo aminoácido y generando el fosfato de
piridoxal.

La Transaminación de los ácidos glutámico y aspártico conduce a la síntesis de la


mayoría de los aminos ácidos requeridos para la formación de proteínas, algunos son
sintetizados mediante otras secuencias de reacciones pero en cualquiera de estas vías, el
ácido glutámico o los aminoácidos que de él derivan ocupan una posición preferente.
Proceso de Transaminación en la biosíntesis de aminoácidos

ORGANISMOS DE FIJACION BIOLÓGICA (SIMBIOTICA) DEL


NITROGENO ATMOSFERICO EN ESPECIES NO LEGUMINOSAS
Y LEGUMINOSA.

Esta perfectamente establecido que el nitrógeno únicamente se puede incorporar en los


sistemas biológicos cuando esta combinado con ciertos elementos, como el hidrogeno o el
oxígeno. En la actualidad, esta fijación se verifica industrialmente en gran escala a través
del proceso Haber-Bosch, consiste en la síntesis directa del amoniaco a partir del hidrogeno
y del nitrógeno atmosférico a temperaturas y presión altas, en presencia de catalizadores.

Entre los seres vivos, los únicos capaces de llevar a cabo la fijación de N son
organismos procariotas. Estos organismos fijadores de N o diazotrofos llevan a cabo este
proceso gracias al complejo enzimático nitrogenasa que se encuentra exclusivamente en
organismos procariotas.

Este complejo enzimático es muy sensible al oxígeno. Sin embargo muchos de estos
organismos presentan adaptaciones que les permiten fijar N en condiciones muy diversas.
En primer lugar se debe distinguir entre organismos capaces de llevar a cabo la fijación de
N en vida libre y aquellos que establecen asociaciones simbióticas para llevar a cabo este
proceso.
Dentro de los organismos fijadores en vida libre podemos encontrar bacterias
anaerobias estrictas, como Clostridium, y facultativas, como Klebsiela, pero también
aerobias como Azotobacter, Beijerinckia y Azospirilum. Se encuentran también en este
grupo, arqueobacterias como Methanosarcina y Methanococcus, bacterias fotosintéticas
como Rhodospirillum y Chromatium) y cianobacterias con (Oscillatoria y Gloeothece) y
sin heterocistos (Nostoc y Anabaena).

Entre los organismos fijadores en simbiosis debemos destacar por su importancia


agronómica, los organismos que forman simbiosis con plantas leguminosas. Estos
organismos pertenecen al subgrupo de las proteobacterias en el que se incluyen los géneros
Allorhizobium, Azorhizobium, Bradyrhizobium, Mesorhizobium, Rhizobium y
Sinorhizobium (recientemente incluído en Ensifer) y se denominan genéricamente rizobios.
También existen algunas simbiosis fijadoras de nitrógeno entre algunos géneros de plantas
no leguminosas y otros organismos procariotas como el actinomiceto Frankia y las
cianobacterias Nostoc y Anabaena..

Todos estos organismos se caracterizan por poseer un potente equipo enzimático que le
permite fijar directamente el nitrógeno atmosférico; y como en el proceso industrial el
producto inicial es el amoniaco, dispone además de una enzima común, la nitrogenasa que
es la que regula el proceso.

ORGANISMO DE FIJACIÓN LIBRE

La capacidad de ciertos microorganismos para fijar nitrógeno sin vivir en simbiosis con
plantas superiores fue puesta de manifiesto por primera vez 1891 por S. Winogradski. Un
cierto número de bacterias heterótrofas es capaz gracias a la energía liberada por la
oxidación del carbono orgánico, de fijar nitrógeno molecular de la atmosfera y de hacer, así
la síntesis de sus constituyentes celulares. Este es el hecho esencial que explica por qué un
suelo se enriquece por si solo en nitrógeno.
Esta fijación puede ser realizada en el suelo por diversas bacterias. Unas aerobias,
que actúan en suelos ligeros, bien aireados. Ricos en calcio y pobres en nitrógeno
asimilable. Estas bacterias en presencia de un exceso nitrógeno, tiende al no proliferar para
dar paso a otros gérmenes no fijadores de nitrógeno, pero si lo hacen cuando cesa la
actividad de estos últimos al faltar el nitrógeno. Pertenecen a este grupo los géneros
Azotobater, Azomonas, Azotococcus, Beijerinckia y Derxia. Son todos bastantes parecidos
ovoides o en forma de varillas, a veces móviles, formando colonias que se desarrollan bien
en medios de agua faltas de oxígeno. Ninguno es capaz de crecer si aire.

Otras bacterias anaerobias del genero Clostridium actúan, por el contrario en suelos
pesados, mal aireados o bien en las zonas relativamente profundas de suelos más ligeros, al
eliminarse el oxígeno de las capas superficiales por la acción de microorganismos aerobios.

FIJACION SIMBIÓTICA CON LEGUMINOSAS

Durante muchos siglos ha sido reconocido que algunos cultivos como trébol,
alfafas, guisantes, habas, lentejas, soja, altramuces y otros revitalizaban el suelo de alguna
manera, haciendo posible el desarrollo de grandes cosechas de cereales, después que
aquellas planas ocuparan el suelo.

La causa de estos efectos beneficiosos intrigo a los científicos durante mucho


tiempo, a mediados del siglo pasado se observó nódulos en las raíces de leguminosas y
Lachman en 1858 informo acerca de la producción de estos nódulos por acción bacteriana,
M. W Beijerink en 1888 aisló el microorganismo y se le dio el nombre de Bacillus
radicícola , que hoy se describe como el género Rhizobium.

Constituyen una familia del grupo de las fanerógamas, ampliamente extendidas,


tanto en regiones templadas como en las tropicales, comprende tres subfamilias:
Papilonaceas. Mimosaceas y Cesalpináceas. De ellas las Papilonaceas son las que
presentan mayor número de especies formadoras de nódulos, entre el 80 y 90%, las
Mimosaceas solo un 25% y las Cesalpináceas solo unas pocas. Pero entre las tres según
W.P.D Steward (1967) agrupan más de 12.000 especies fijadoras de nitrógeno.
Casi todos los suelos contienen estos fijadores simbióticos en estado de vida latente,
bajo la forma de bacteroides y dotados de una cierta movilidad. Al contacto con los pelos
absorbente de las raíces de leguminosas, ellos penetran en los tejidos donde se multiplican,
fijan el nitrógeno molecular y elaboran su protoplasma , que luego es utilizado
simbióticamente por la planta, solo una pequeña parte de los pelos radiculares llega a
infectarse y de esta únicamente una fracción forma nódulos.

Las bacterias se agrupan en lado del pelo radicular y excreta una sustancia u
hormona, posiblemente ácido indolacético que provoca el rizamiento de la punta del pelo
radicular. Respondiendo a la abundante provisión de alimento aportado por la planta,
aumenta rápidamente el número de microorganismos que penetran en la corteza de la raíz
por medio de un filamento infectivo. La infección estimula también a la planta y produce
un racimo de células en el tejido meristematico que se convierte en nódulo y ya que los
nódulos están conectados con el sistema vascular de las raíces, los procesos de la
fotosíntesis llegan hasta ellos.

La fijación del nitrógeno se efectúa entonces de forma continua hasta la formación


de semillas, momento en el que generalmente comienza a decrecer por envejecimiento los
nódulos. Sin embargo, las bacterias se hacen parasitas si por cualquier motivo se restringe
el aporte de glúcidos, como por ejemplo, cuando se mantienen la planta en la oscuridad o
hay deficiencia de boro, (disminución del transporte de glúcidico), este parasitismo se
presenta también en nódulos viejos.

La mayoría de los nódulos de las especies cultivadas anuales, como guisantes o soja
se forma durante un periodo de una o dos semanas, mientras que las especies de mayor
duración como los treboles se están formando menos nódulos a lo largo de la época de
desarrollo, desprendiéndose cada otoño.

Es digno de señalar que esta fijación simbiótica difiere de la no simbiótica en que


una sustancia similar a la hemoglobina aparece desempeñando un papel esencial en el
proceso, pues los nódulos activos son ricos en pigmentos. Su presencia es de buen interés
teórico a causa que la hemoglobina es característica de los vertebrados, y no se encuentra
ni en los microorganismos ni en las plantas. Esta sustancia también llamada
leghemoglobina, parece ser esencial, pues existe una correlación entre su cantidad en el
nódulo y la velocidad de fijación del nitrógeno. Los nódulos inútiles tienen un color pálido
e incluso verdoso. La función de la leghemoglobina es suministrar oxígeno a las bacterias
constituyentes del nódulo, y por otra parte mantener una situación óptima de la enzima
nitrogenasa, que es quien regula el proceso de la fijación del nitrógeno.

Ciertas relaciones existentes entre huésped y la bacteria influyen sobre la fijación


del nitrógeno. Por ejemplo, una cepa de Rhizobium puede provocar la formación por parte
de un huésped de sustancia que inhiban el desarrollo de la bacteria y en consecuencia se fija
poco nitrógeno porque los nódulos contienen una pequeña cantidad de tejido bacteriano.
Sin embargo, el otro huésped de distinta especie, la misma cepa de Rhizobium puede
provocar nódulos normales y producir entonces una fijación eficaz de nitrógeno. Esta
relación entre el huésped y la bacteria ha sido denominada “especificidad de la planta
huésped”. Por ello, a cada leguminosa corresponde o se encuentra asociada a una especie
distinta de Rhizobium. La bacteria que forma nódulos en soja no puede infectar a la alfafa.
El conocimiento de esta especificad es de importancia en la agricultura ya que con ello se
puede asegurar que los microorganismos que infectan una determinada planta de cultivo
sean los más eficaces.

Las bacterias adecuadas pueden aportarse al suelo de dos formas diferentes: a)


añadiendo suelo de un campo donde la cosecha se ha desarrollado con éxito. b) mezclando
las bacterias obtenidas de un cultivo con semillas antes de la siembra. Una vez la bacteria
establecida en el suelo puede establecer en el, durante años sin que se cultive ninguna
leguminosas. Entre las especies más importante se citan Rhizobium japonicum (soja),
Rhizobium trifolii (trebol) y Rhizobium melitoli (alfafa).

La cantidad de nitrógeno fijado por una leguminosa depende no solo de la calidad


de la cepa bacteriana presente, sino también de las condiciones externas. Las muchas
especies de leguminosas tienen un margen de tolerancia bastante amplio frente a la reacción
del suelo. La reacción optima es la comprendida entre 5,5 y 7, aunque que se ha citado que
pueden desarrollarse es un suelo que tenga un pH de 4, si existe nitrógeno combinado
disponible. En general los límites extremos se encuentran entre pH 5 y 10.

Otros factores nocivos para los microorganismos son: la descecacion del suelo,
temperaturas por debajo de o grados o por encima de 50, la aireación deficiente y la falta
de una cantidad, siquiera pequeña de molibdeno.

También parece aceptarse que el Rhizobium requiere colbato, cobre, ya que estos
son elementos que participan en la síntesis de la leghemoglobina.

Aunque no se conoce perfectamente como tiene lugar el transporte de nitrógeno


fijado simbióticamente desde el nódulo a la planta huésped, se acepta de forma general que
tiene lugar una lisis de las células bacteriana, que dejan libres compuestos nitrogenados
solubles en el citoplasma de la célula radical.

En lo que respecta a la cantidad fijada de nitrógeno mediante los cultivos de


leguminosas se calcula que puede ser superior a los 100 kg/Ha año.

Cuadro representativo de simbiosis entre leguminosas y bacterias:

Leguminosa Bacterias
Soja Bradyrhizobium japonicum y Sinorhizobium
fredii
Guisante Rhizobium leguminosarum bv. viciae
Alubia Rhizobium leguminosarum bv. phaseoli, R. etli y
R. tropici
Trébol Rhizobium leguminosarum bv. trifolii
Alfalfa Sinorhizobium meliloti
Carreton o barrel medic Sinorhizobium meliloti
Medicago truncatula
RECONOCIMIENTO ENTRE PLANTA Y RHIZOBIUM
Las raíces de plantas forman exudados que inducen la expresión de genes
rhizobiales que son característicos para el comienzo de la simbiosis. Uno de esos factores
son flavonoides que producen una interacción con la proteína codificada por el gen nodD.
La proteína NodD y las substancias flavonoides forman parte del reconocimiento
hospedador-específico debido a que no todos los flavonoides pueden interactuar con una
NodD de una especie bacteriana dada. Después, las proteinas codificadas por los genes nod
catalizan la formación de los metabolitos nod. Esos son oligómeros de N-acetil
glucosamina con algunas alteraciones químicas.

PROCESO DE NODULACIÓN

En el proceso formación del nódulo se encuentra el secreto de todo el manejo


posterior que debe hacerse, no sólo con los nutrientes, sino también con el suelo, para que
el proceso de fijación sea eficiente.

Las leguminosas exudan a través del sistema radical, o a través de las semillas,
compuestos químicos llamados flavonoides, que en el caso de la soja son específicos para
géneros y especies de Rhizobium. Estos compuestos son potentes iniciadores de Todo el
proceso de nodulación y fijación.

Bradirhizobium almacena todos los genes encargados de la nodulación y de la


fijación en su único cromosoma; en cambio Rhizobium contiene, además de su
cromosoma, plásmidos (materiales genéticos contenidos en estructuras separadas del
núcleo), por lo tanto los genes de la nodulación y los genes de la fijación se comparten
entre el cromosoma principal y los plásmidos. Lamentablemente, los plásmidos son
elementos muy lábiles, que pueden perderse debido a altas temperaturas, a la acción de
productos químicos, o a la aplicación de un mal manejo. El flavonoide, exudado por la raíz
de la planta, entra en contacto con la bacteria presente en el suelo; es asimilado por ésta y
desencadena una serie de procesos que determinan la producción de 40 proteínas diferentes,
que van a salir de la célula bacteriana cuando ésta se pone en contacto con la raíz.

Estas proteínas son las encargadas de enrular el pelo (si es que el ingreso se produce
a través del pelo radical), o de dar la orden a la bacteria para que penetre por heridas o
lenticelas radicales, producir la formación del cordón de infección, y comenzar con la
formación del nódulo. Cada leguminosa tiene un flavonoide distinto, y esta característica es
la que determina la especificidad o no especificidad entre la bacteria y la planta, a nivel de
género o a nivel de especies. En el caso de soja, los flavonoides que ésta genera responden
a tres tipos distintos. También existen flavonoides compatibles, lo cual permite la
utilización de bacterias de Rhizobium que inoculan alfalfa, en soja.

Cualquier manejo que se realice y que interfiera en la producción de flavonoides o


en el proceso genético, impedirá la nodulación y la fijación. Este es el punto en donde tiene
especial importancia la utilización de fungicidas, herbicidas, insecticidas, de nitrógeno
nítrico y de cualquier estrategia de manejo que aplique; de ahí la importancia de conocer
este proceso q fondo para evitar efectos adversos.

Las bacterias Rhizobium, antes de su asociación con la planta, utilizan para


sobrevivir sustancias producto de la descomposición de la materia orgánica (glucosa, ácidos
orgánicos), llevada a cabo por microorganismos proteolíticos, celulolíticos y pectinolíticos
del suelo.

Esto determina que si no existe una actividad biológica adecuada en el suelo, la


presencia de estas bacterias se va a ver afectada, ya sea que no se las encuentre en altas
densidades, o bien que no desarrollen. Esa materia orgánica debe encontrarse presente, pero
además debe estar disponible para su utilización por los microorganismos del suelo. Hasta
el momento en el que la bacteria se asocia con la planta y se independiza del suelo, depende
exclusivamente de los factores del mismo, que también actúan sobre la planta. La enzima
responsable de la fijación es la nitrogenasa, una proteína compleja que presenta tres
elementos básicos: hierro (Fe), azufre (S) y molibdeno (Mo), esto quiere decir que si en el
suelo estos elementos no están disponibles (no sólo presentes), el proceso de fijación del
nitrógeno atmosférico se verá comprometido. Esos flavonoides comienzan a segregarse en
el suelo, donde existe una microflora asociada a la rizósfera que los degrada.

Otra función importante que cumplen los flavonoides es la estimulación de la


natación de la bacteria en la solución del suelo, así como el desarrollo de la cilia,
permitiendo de esta manera el movimiento de las bacterias hacia la raíz para lograr la
infección.

La colocación externa del flavonoide en forma artificial junto con el inoculante no


conduce a nada, ya que al agregarlo al suelo es degradado por la microflora, por esto es que
debe generarse continuamente. Una vez que la bacteria ha infectado el pelo radical, genera
los cordones de infección, dentro de los cuales lleva a las bacterias. Cualquier interferencia
en este proceso de formación de los cordones de infección, por ejemplo, deshidratación,
mal uso de fungicidas o mal manejo de herbicidas, puede ser la responsable de la
paralización de la formación de los cordones de infección, y por lo tanto interrumpe el
proceso de la nodulación. Hasta que el nódulo no se ha generado, cualquier etapa en este
proceso, puede ser interferida. Una hipernodulación, por otra parte, es contraproducente,
ya que implica un gasto energético muy grande para las plantas, aunque finalmente es el
techo genético el que indica cuál es el máximo gasto de energía que la planta puede realizar
para reducir el aporte de nitrógeno, limitando el proceso de fijación.

Es decir que hay que buscar los techos de la nodulación propios de cada variedad,
ya que cada una tiene una media de nodulación distinta, porque la respuesta de la
nodulación está en función de la presencia de la enzima de la bacteria y de la capacidad
genética de la planta de aceptar determinada cantidad de nódulos. En conclusión, no hay
que ir más allá de lo que la planta es capaz de soportar.
Cualquier problema que se presente en la pared celular de la bacteria (daños
estructurales, presencia de sustancias externas, como por ejemplo un aceite), implicará
problemas en la nodulación, ya que no se producirá la adhesión; las proteínas que ha
generado el flavonoide, como las lipoquitinas, al no tener contacto con el pelo radical para
desencadenar los procesos de de formación de cordones de infección y penetración. Una
vez que la bacteria alcanza el estado de fijación, se la conoce con el nombre de

FIJACIÓN DE NITRÓGENO POR SIMBIOSIS NO-LEGUMINOSAS

La asociación simbiótica entre leguminosas y las bacterias del genero Rhizobium


constituyen el sistema más complejo y desarrollado de fijación biológica del nitrógeno,
pero no es el único, por ejemplo el Aliso que es un especie maderera muy extendida en
EE.UU, contiene bacterias fijadoras de nitrógeno aun no identificadas en nódulos
radiculares, que son muy distintos a los de las leguminosas.

Otra simbiosis observada existente entre un pequeño helecho acuático Azolla


pinniata y un alga cianofícea Anabaena azollae, capaz de realizar la fotosíntesis y la
fijación del nitrógeno, esta alga es muy difícil de cultivar fuera de su huésped, pero el
helecho si crece perfectamente si hay nitrógeno fijado disponible.

También se ha encontrado recientemente bacterias fijadoras de nitrógeno que viven


asociadas a raíces de ciertas gramíneas tropicales. La gramínea Digitaria decumbes soporta
poblaciones de bacterias Spirillum lipoferum, reconocida como fijadora del nitrógeno. Esta
bacteria no forma estructuras nodulares concretas, sino que simplemente crece en la
superficie de las raíces.

Entre las simbiosis más curiosas se encuentra las que involucran bacterias fijadoras
de nitrógeno que colonizan a los termes y a las carcomas.

Hay pocas plantas no leguminosas que pueden fijar nitrógeno. Son 22 géneros de
arbustos leñosos o árboles de 8 familias. Estas plantas forman asociaciones con bacterias
del género Frankia, y son llamadas plantas actinoricicas. La habilidad de fijar nitrógeno no
está universalmente presente en esas familias. Por ej., de 122 géneros en las Rosaceae, solo
4 géneros fijan nitrógeno.

Familias Géneros
Betulaceae Alnus
Casuarinaceae Allocasuarina, Casuarina, Gymnostoma
Coriariaceae Coriaria
Datiscaceae Datisca
Elaeagnaceae Elaeagnus, Hippophae, Shepherdia
Myricaceae Morella, Myrica, Comptonia
Rhamnaceae Ceanothus, Colletia, Discaria, Kentrothamnus,
Retanilla, Trevoa
Rosaceae Cercocarpus, Chamaebatia, Prusia, Dryas

Factores bióticos y abióticos que modifican la fijación simbiótica del nitrógeno


en el nódulo.

La fijación del nitrógeno se ve afectada por un amplio espectro de factores bióticos


y abióticos.
Entre los factores bióticos los más relevantes son: el tipo de inóculo y la vía de
inoculación, la elección de cultivos apropiados que influyen decisivamente sobre las
entradas del nitrógeno en sistemas agrícolas, el control de las plantas y su potencial de
crecimiento.
En cuanto a los factores abióticos, son muchos los que inciden sobre el proceso,
factores que además suelen interaccionar entre sí. Uno de los más estudiados es la
concentración de nitrato, ya que es una de las formas de nitrógeno como fertilizantes y
actua como un potente inhibidor e la FSN. Por otra parte los niveles de nitrato en el suelo
interaccionan con la concentración de 02 en el mismo, este último factor afecta el
funcionamiento de la nitrogenasa nodular.

Se han observado cambios de la resistencia a la difusión de 02 en el corte nodular


implicados en el descenso de FSN en presencia de altas concentraciones basadas en los
estatus de N mediado por los aminoácidos que fluyen por el floema y que actúan en el
nódulo .Sin embargo concentraciones bajas de nitrato estimulan la FSN, particularmente,
durante la época de crecimiento de la planta.

El fosforo, es uno de los factores limitantes de la producción vegetal de muchos


ecosistemas. La FSN depende de la energía que le proporcionan los fotosintatos traslocados
a las raíces, el fosforo es esencial en la formación de fotosintatos y en su traslocacion, por
lo tanto es un factor esencial.
Las leguminosas están especialmente afectadas por este factor ya que necesitan mas fosforo
que otras plantas no simbióticas. En leguminosas noduladas un 20% del fosforo total de las
plantas se localiza en los nódulos.

El hierro es uno de los nutrientes necesarios para la iniciación de la nodulación,


desarrollo de la bacteria en el nódulo, producción de leghemoglobina y de nitrogenasa.

Las temperaturas más bajas del invierno afectan el metabolismo d la planta, a la


formación de raíces, al crecimiento de rizobio, a su capacidad de infección y a la formación
del nódulo, lo que reduce las tasa de fijación durante estos meses. Temperaturas por debajo
de 5-10 C grados limitan la fijación de formas indirecta impidiendo el crecimiento de los
pelos radicales y de forma directa al disminuir la demanda de nitrógeno por la planta.

La temperatura por consiguiente afecta los niveles de humedad en el suelo. La


humedad del suelo es un factor de incidencia crítica sobre el proceso. La FSN es incluso
más sensible a la humedad del suelo que otros parámetros fisiológicos como la fotosíntesis,
transpiración o la asimilación de nitratos. Pankhust y Sprent que el principal efecto de la
sequía sobre la actividad nodular es un descenso de la permeabilidad a la difusión del
oxígeno en el nódulo. Así mismo la sequía produce alteraciones en el metabolismo del
nitrógeno.

Como consecuencia del estrés hídrico: baja demanda de nitrógeno por parte de las
raíces y se limita al agua disponible para el nódulo, los niveles de agua en el suelo resulta
también negativos para este proceso. El óptimo parece encontrase en una humedad edáfica
entorno a la capacidad de campo.

La competencia por la luz puede darse en algunas ocasiones como en cultivos


mixtos y ser un factor limitante de la FSN. Este hecho se debe a una disminución de la
fotosíntesis en la planta y por la tanto una menor disponibilidad de fotosintatos para la
formación del nódulo y para el proceso de formación del mismo.

Por otra parte la concentración de protones en el medio está ligada a la


concentración de cationes como Al3+, Mn2+, Ca2+ y Mo2+, cuando baja el PH se movilizan
Al3+ y Mn2+ que resultan tóxicos para muchas poblaciones microbianas.
La carencia de Ca2`en el medio inhibe la formación de pelos radicales, lo que influye
decisivamente en el proceso de infección. Por otro lado al bajar el PH también desciende
las concentraciones de molibdeno, lo cual revierte en una supresión de la actividad
nitrogenasa de los nódulos ya existente.

El 02 es necesario para mantener la respiración bacteriana, ya que los rizobios son


aerobios estricto, sin embargo, el oxígeno inhibe la nitrogenasa, razón por la cual los
niveles en el interior del nódulo son bajos, oscilando entre 3 y 25 nM. En estas condiciones
para proveerse de 02 necesario para la respiración, la bacteria utiliza la leghemoglobina,
una proteína que transporta 02 directamente a las bacteroides pero no deja 02 libre que
inhibirá la nitrogenasa.
Otros factores abióticos que afecta directa o indirectamente a este proceso son entre
otros: magnesio, necesario para el funcionamiento de una pirofosfatasa en la membrana
peribacteroide. El boro, las concentraciones salinas, las concentraciones de ácidos
orgánicos en el suelo, la defoliación y el etileno.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA Y EXCESO

El nitrógeno es un elemento que da vigor a las plantas y abundancia de hojas.

Síntomas

Deficiencia de Nitrógeno
• Empieza primero por las hojas más viejas, las inferiores.
• Se ven hojas más claras de color verde pálido, que va tornándose en amarillo, incluyendo
las nerviaciones.
• Si la deficiencia continúa las hojas inferiores caen.
• No crece, el follaje es escaso, aunque puede florecer con cierta abundancia. En definitiva
la planta tiene un aspecto raquítico y amarillento.

Excesos de Nitrógeno
• Produce un crecimiento exagerado y color verde intenso.
• La floración es escasa por el predominio de hojas (muchas hojas y pocas flores).
Ciclo del Nitrógeno

Formación de Nódulos en leguminosas


Nódulos en leguminosas

Micorrizas
CONCLUSIONES

La fijación de nitrógeno es un proceso altamente consumidor de energía. La


reducción y la provisión de los electrones necesarios requiere el consumo de bastante
moléculas de ATP, hasta 24 por N2, por lo que la eficiencia del proceso es bastante baja,
como se manifiesta en el caso de los fijadores libres, que no aportan al suelo más de unos
cientos de gramos de nitrogeno por Ha y año, que si puede ser suficiente en condiciones
naturales, está muy lejos de lo necesario para cualquier cultivo.

En el caso de la simbiosis Rhizobium-leguminosa las cosas varian. Así, los casi 100
g de glucosa que utiliza Azotobacter, un típico fijador libre aerobio, para reducir 1 g de
nitrógeno, se reducen a 12-16 en el caso de la fijación simbiótica. La cantidad de nitrógeno
fijado por un campo de alfalfa o trébol, puede llegar a más de 300 Kg por Ha y año. La
diferencia es significativa, determina que las leguminosas no requieran fertilización
nitrogenada y contribuyan, además, al enriquecimiento del suelo en este nutriente
favoreciendo el cultivo siguiente, que se pone en evidencia en la práctica que se conoce
como rotación de cutivos, utilizada ya por los romanos, aunque hace sólo poco más de un
siglo, en 1888, que se descubriera la fijación de nitrógeno.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

 S. Navarro , G. Navarro García. Química Agrícola. 2da Edición. Madrid 2003.

 J. Azcon-Bieto, M. Talon. Fisiología Vegetal. Interamericana, 1era Edicion.


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 Producción eco-eficiente del arroz en América Latina, Escrito por Degiovanni B.,
Víctor M.,Victor Degiovanni B, Cesar P. martinez R, Francisco Motta O,Martínez
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