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Debido al gran simbolismo que tuvo el juego dentro de las sociedades pasadas,
es que podemos ver cómo sus manifestaciones no sólo se reproducen a través
de objetos manipulables, sino a partir de narraciones y relatos que en su oralidad
y en la forma de transmitirlos contenían y aún conservan gran riqueza lúdica.
Narraciones que en la cultura regional, adquirieron diferentes formas de
transmisión y que quedaron plasmadas en los sainetes o danzas de los
campesinos, en los que se utilizaron relatos con manifestaciones épicas,
didácticas y recreativas, acompañadas por bailes y danzas como el pasodoble, el
choroto, la redova, el chotis o la polka, las vueltas y las marchas.
La natación como práctica lúdica en la región fue una actividad que inicialmente
fue practicada por las comunidades que moraban cerca de los ríos del Viejo
Caldas, para posteriormente convertirse en una práctica lúdica hecha por todas
las clases sociales existentes a comienzos de siglo. Los tradicionales baños en
los ríos y en los charcos del Pilón, la Bananera, la Platanera, Otún, Consota,
especialmente en una zona conocida hoy como la curva. La Dulcera y la Arenosa
servían también para estos propósitos.
Es quizá el juego del tejo uno de los pocos deportes que ha logrado sobrevivir a
los procesos de transculturización, en los que existen muchos juegos mixtos e
importados de otras culturas. Según Jorge Cárdenas el juego del tejo se hacía
antes de conocerse el uso de la pólvora, fijando guaduas verticalmente a
distancias acomodadas, para lanzar sobre el hueco de la punta de la guadua
pequeños discos de piedras, tuercas y otros objetos. Las reformas que tiene el
juego hoy en día fuera de las reglas y del uso de las papeletas explosivas es muy
difundido en nuestro entorno cotidiano. Actualmente existen en Pereira canchas
de tejo combinadas inclusive con el uso del juego del sapo, dos prácticas lúdicas
que se envuelven en la embriaguez de la chicha en el sector campesino y de la
cerveza en los sectores en vía de transición cultural (rural-urbano). En Pereira y
Dosquebradas existen muchas canchas mixtas en algunos barrios como por
ejemplo: Mejía Robledo, Júpiter, Galán, Divino Niño, Frailes y varias canchas
situadas en Cuba y Dosquebradas, donde por las noches es donde más se juega.
Los juegos tradicionales que más se han conservado en los sectores populares
son los siguientes: El juego de la pelota, el juego de la cuerda, escondite, el juego
de las bolas, el stop, el bombón, el trompo, el yoyo, el futbolito, la escuelita, papá
y mamá, el chicle, semana, ponchao, el bobo, de pistolas, ladrón y policía,
esconde correas, lleva, pico de botella, ensaladas, bandera, cachucha, paredón,
bote tarro, 18 pasos, el jazz para las niñas, vuelta a Colombia, triciclo, bicicleta,
billar, pico y monto, caramelos, trique, globos, corozos, carritos fabricados con
balineras y timones en los cuales los niños desde el colegio de la enseñanza se
impulsaban hasta llegar a la antigua estación del tren (hoy zona de la
Gobernación del Risaralda).
Otros juegos muy utilizados en Pereira, como son el yo yo, el trompo, las
cometas, el balero a pesar de no ser autóctonos han logrado generar grandes
brechas en las prácticas culturales lúdicas regionales. El trompo fue utilizado por
ciertos sectores campesinos utilizando látigos o correas para hacerlos girar
llamando este trompo arriador o peonsa con respecto al juego del trompo cabe
reseñar en Pereira los comentarios de Euclides Jaramillo Arango2 , con respecto
a lo que hacía el "Mono Agustín", uno de los grandes fabricantes de trompos en
Pereira, que con sus manos laboriosas hacía los más finos y valientes trompos
puchadores, bailadores finísimos ya que los fabricaba de naranja o guayabo y lo
más importante eran que sus herrones no se movían de su sitio, porque eran
atornillados. Los trompos eran seleccionados por las personas y valorados
cuando no eran "corraletas", ni "zangarrias,"que no se enguaralaban ni
oponían resistencia a los famosos miretes. Al trompo que bailaba suave se le
llamaba sedita, a los trompos barrigones se les llamaba sapas. Los trompos se
tiraban al piso o al revés.
Por otra parte las prácticas lúdicas alrededor de las cometas, han tenido
muchos significados en nuestra cultura, ya que de una u otra forma proyectan
en el ser humano representaciones simbólicas con el deseo lúdico de poder
volar o de jugar con los sueños. Los festivales de los cometeros en el eje
cafetero en el mes de agosto (Cerritos, Alto de la Cruz, Chipre, Morro de
Sancancio etc.), por mencionar sólo algunos lugares de encuentro, reúnen
personas de ambos géneros de todas las edades y condiciones sociales. Estos
espacios posibilitan interacciones de alto valor socializador, en los cuales los
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Escritor costumbrista pereirano, nacido en 1910. Ocupó diferentes cargos entre los que se
cuentan Personero y Alcalde de Pereira. En 1960 fundó la Universidad del Quindío con un grupo
de amigos.
juegos con las cometas superan el juego por sí mismo y adquieren el carácter
de diversión.
En los juegos de dado el "tapete" utilizado era una ruana que se colocaba sobre
el piso o la mesa de la tienda, se echaban los dados y se ganaban con los seis.
En el juego de la pinta se colocaban los fajos de billetes y cuando el montón que
se colocaba era más grande que el otro, se llamaba pinta cabezona. Otros
juegos con los dados eran el de los treces y el de las reglas muy utilizados por los
famosos "tahures" de esas épocas que en la mayoría de los casos utilizaban los
inolvidables dados cargados.
En Pereira, es muy común que estos juegos también tuvieran una forma
negativa, ya que los niños de hoy asumen roles violentos como el de policía,
guerrillero, bandido, sicario, narcotraficante. Afortunadamente los niños logran
aislar la fantasía de la realidad, pero a pesar de esto parece ser que este tipo de
juegos genera ciertas tendencias y conductas que pueden incidir en el desarrollo
humano, pero también permiten que el niño pueda entender el comportamiento,
los problemas y las relaciones de una sociedad corrupta y violenta.
La esencia lúdica de los juegos regionales en Pereira actualmente tienden a
desaparecer debido a la gran influencia de la industria cultural y en especial
aquella que se refiere a la producción y al consumo del entretenimiento.
Prácticas que se han mercantilizado de tal forma que hasta la época de navidad
que antes se conocía como "noche buena", implica un negocio de tal magnitud
económica que es difícil plantearla en términos estadísticos.
Otra práctica lúdica del pasado consistía en que los padres le colocaban debajo
de las camas y de las almohadas, los regalos del niño Dios y no debajo de
árboles de navidad importados o sintéticos como se hace en la actualidad. El
ritual de nochebuena inclusive, para el más pobre como mínimo hacia natilla y
buñuelos, acompañado por la emoción y la ingenuidad de los niños al encontrar
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Investigadora soviética de la escuela de Vigotsky, Luria y Leontiev. Su obra didáctica gira en
torno a la necesidad de rescatar el juego de rol o protagonizado, como la actividad principal en la
edad escolar.
en las mañanas del 25 de diciembre una bomba de caucho, un caballito de palo,
un carrito de madera, una pelota o una muñeca de trapo cartagüeña y no un
muñeco plástico que llora, que habla, que salta, que se orina, que parpadea, que
patina etc. como los que la industria cultural hace hoy perjudicando incluso el
bolsillo de muchos sectores populares que también las compran como hábito de
clase .