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SOBRE LA MOTIVACION SEMANTICA DE LAS EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO: SUBIR ARRIBA, BAJAR ABAJO, ENTRAR ADENTRO Y SALIR AFUERA’ Maria JesUS GONZALEZ FERNANDEZ Facultad de Filosofia y Letras Universidad Nacional Auténoma de México A Elsa Ortega, por haberme tentado con la idea. 1. Et PROBLEMA Existen ciertas expresiones de movimiento con ruta orientada explicita, tal es el caso de salir afuera, entrar adentro, subir arriba y bajar abajo, asi como las construcciones meter adentro y sacar afuera, que tradicional- mente han sido consideradas pleonasticas, porque el adverbio no hace sino * Este articulo constituye una versién ligeramente ampliada de una ponencia presenta- da en el Coloquio Internacional V Jornadas Medievates celebrado en México, D-F., el 19-23 de septiembre de 1994 en la Facultad de Filosofia y Letras (UNAM). Quisiera expresar mi agradecimiento a Ricardo Maldonado Soto y a Chantal Melis por sus utiles anotaciones y sugerencias en la elaboracién de los borradores previos de este trabajo. 124 Mania Jesus GonzaLez FERNANDEZ repetir el significado direccional ya expresado en el verbo. Asi lo sefiala la Real Academia, refiriendose al pleonasmo: “De la misma figura y licencia usamos cuando decimos volar Por EL AIRE; subir ARRIBA; bajar ABAJO; por+ que en rigor sobran las dicciones por el aire, arriba, abajo, pues no se vuela por la tierra, ni se baja arriba, ni se sube abajo; pero el uso aprueba, y aun a veces reclama, este género de pleonasmo” (RAE, Gramdtica, §474c). Hay dos cuestiones basicas que se plantean de entrada: a) si siempre que los verbos de movimiento citados aparecen acompafiados por los ad- verbios' arriba, abajo, (a)dentro y (a}fuera, puede afirmarse que, “en ri- gor”, el adverbio “sobra” o es redundante y b) qué contextos “aprueban” e incluso “reclaman” la presencia de tales usos pleondsticos. En los pares que presento a continuacion sc ilustra el uso denominado pleonastico y el que no lo es:? (1) (a) Sube arriba y bajame el libro que esta sobre la mesa (b) Ya sabes que todo lo que sube (*arriba) tiene que bajar (*abajo) (2) (a) Sal fa)fuera y lo discutimos con calma (b) Antes de entrar (*adentro), dejen salir ( *afuera) (3) (a) Entra fajdentro y sacame (*afuera) las laves (b} ?Entra y sacame las llaves (4) (a) Baja abajo y subeme (*arriba) un vaso de agua (b) ?Baja y subeme un vaso de agua En los ejemplos (a) de cada par, lo que arriba, (a}fuera, (a)dentro y abajo estan sefialando es la meta del movimiento expresada por el verbo: planta ' Aqui serin tratados unicamente aquellos usos donde las formas fuera y dentro funcio- nan como adverbios (falsos adverbios), independientemente del hecho de que ambas for- mas, acompafiadas por de, sean esencialmente preposiciones 0 “adverbios prepositivos” (Alcina y Blecua, Gramdtica, 717), con un segundo término de relacion. Evidentemente, existen ciertas restricciones para el uso de unas y otra formas. Asi, los adverbios afuera y adentro admiten posposicién (de puertas afuera, mar adentro), uso en plural como sustantivos (dijo para sus adentros, las afueras de la ciudad), gradacién (mas afuera / mas adentro). Sin embargo, ciertos usos son comunes para unas y otras formas: para expresar situacion (estd fuera / afuera), direccién (jsal afuera /fuera!, jentra adentro / dentro!). En Garcia Santos (“Particulas de localizacién”) puede encontrarse una detallada discusién sobre el tema. ? Marco con un asterisco aquellos usos que generan agramaticalidad y con un signo de interrogacién los usos que, si bien no son estrictamente agramaticales, generan ambigtie- dad o resultan semanticamente andmalos. EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 125 alta o baja de la casa, interior o exterior de ésta. La identificacion de di- chos adverbios con tales locaciones esta ya convencionalizada.* Como lo indican los ejemplos (3a) y (4a), donde los adverbios afuera y arriba apa- recen sefialados con un asterisco, la precision de la meta se hace innecesa- tia y, por lo tanto, es redundante, en aquellos casos en los que ésta viene directamente determinada por la posicién en que se encuentra el hablante. En (1b) y (2b), por el contrario, los verbos subir y bajar no precisan de la especificacién de una meta, porque, en consonancia con el caracter imperfectivo del evento que sefialan, sélo elaboran el movimiento como tal y la ruta orientada de éste. Los ejemplos (3b) y (4b), sin embargo, teclaman la presencia de una meta explicita, sin la cual resultan semanticamente incompletos, Dicha meta podria ser tanto de caracter es- pecifico —entra en la casa y sdcame las Haves— como esquemati- co —entra dentro y sdcame las llaves—, en la que el adverbio alude deicticamente al interior de un espacio consabido. Lo que intentaré demostrar en este andlisis es que las construcciones a las que he hecho mencién no sdlamente no son redundantes, sino que, en ciertos eventos de movimiento, no pueden omitirse, porque el verbo pre- cisa de la elaboracién de una meta. Ahora bien, esa meta puede tener dife- tentes grados de esquematicidad. Yo partiré de la hipdtesis de que, en aquellos contextos en que la meta gana prominencia, los adverbios arriba, abajo, adentro y afuera representan esquematicamente un espacio con el que se asocian, bien convencionalmente, bien de forma anaforica, por la via del discurso. Cuando se trata de asociaciones convencionales, arriba/suso indican el cielo, la superficie del agua o la parte alta de 1a casa; abajo/fa)yuso, el in- fierno o la planta baja de la casa; afuera/fuera, el exterior de una ciudad amurallada o la calle; adentro/dentro, el interior de una ciudad amurallada 9 el interior de la casa. Como veremos en el analisis de los datos, los *Tal es el caso de afueras, en su uso como sustantivo, para expresar aquella parte de una poblacién alejada del centro que rodea inmediatamente a una ciudad; de adentros, con el significado de “fondo, interior, interioridad, intimidad, fuero interno”. También abajo “‘en frases como ‘echar [irse, tirar, venirse] abajo’ representa e] suelo”, 0 arriba que, en sentido figurado, significa “en posicién social elevada”. Igualmente convencionatizado esta el uso del adverbio fuera, precedido de ta preposicién de, “para teferirse a otra poblacién u otro pais: ‘Ha venido hace poco de fuera’ o con el significado de “fuera de casa” (Moliner, Diccionario, s. y. fuera). 126 Maria Jesus GonzaLez FERNANDEZ contextos en los que aparecen las construcciones pleondsticas son aque- Hos en los que se esta poniendo de relieve la oposicion polar existente entre la ubicaci6n interior/exterior, superior/inferior con respecto a un es- pacio especifico. El analisis se centra en el uso que las formas pleondsticas aludidas tie- nen en los siglos xii-xv, a través de un corpus extraido de cuatro obras: dos de ellas del siglo xi, la General estoria de Alfonso X el Sabio (GE) y el Poema de Ferndn Gonzalez; una del xtv, El Conde Lucanor, y una del xv, La Celestina. La seleccién del corpus persigue dos objetivos. En pri- mer lugar, he tratado de buscar un estado de lengua que manifieste un uso altamente “redundante” y rico en expresiones del tipo de las que voy a ocuparme. En segundo lugar, pretendo demostrar que la motivacién para el uso de estas formas pleondsticas coincide con la que motiva su uso actual y que la convencionalizacién de los adverbios para la expresién de ciertas locaciones se mantiene. 2, LOS CONCEPTOS DE MOVIMIENTO, RUTA Y META Un evento basico de movimiento consta de un objeto que efectia un des- plazamiento en relacién con otre que constituye su punto de referencia. Existen, pues, cuatro componentes basicos en un evento de movimiento: el objeto que se desplaza (la ‘figura’), el ‘punto de referencia’, el ‘movi- miento’ como tal y la ‘ruta’ o trayectoria que sigue el objeto desde un punto origen a un punto meta. Puede suceder que cada uno de estos componentes venga expresado independientemente; pero, como lo sefiala Talmy (“Lexicalization patterns”), refiriéndose al caso concreto del espafiol, puede darse el caso de que la raiz verbal incorpore o Ileve lexicalizada, junto con el movi- miento, fa mta orientada del mismo.‘ Este es precisamente el caso de las formas que voy a analizar. Hay que tener en cuenta que, aunque, en las predicaciones de caracter deictico, la simple mencién de la trayectoria del movimiento es suficiente para que puedan inferirse la meta y la fuente del mismo, es posible tam- “ Talmy (“Lexicalization patterns”) incluye dentro de este grupo de verbos, ademas de los que se tratan aqui, las formas pasar, cruzar, irse, volver, juntarse y separarse. Otras lenguas, como el inglés, que no Ievan lexicalizada la ruta del movimiento en la raiz verbal, expresan ésta con lo que el autor denomina un ‘satélite’: go in ‘entrar’, go out, ‘salir’, ete. EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 127 bién, que éstas aparezcan explicitas. En tales casos, la aparicién de los adverbios arriba, abajo, adentro y afuera, junto a los verbos de movi- miento con ruta orientada, tendria un cardcter enfatico, como sucede tam- bién con el verbo venir, cuando éste lleva explicita la meta del movimien- to por medio de un adverbio deictico. Ast lo muestro en los ejemplos de GB) y (6): (83) (a). Ven (b) Ven agui (c) Puedes venir desde ahi hasta aqui en dos horas (6) (a) Sal {b) Sal fuera (c) Sal fuera de aqui Mientras que en (Sa) y (6a) los verbos venir y salir sélo elaboran el movimiento y la trayectoria orientada del mismo, en (5b) y (6b), la meta, ahora referida explicitamente, gana prominencia; por ultimo, en (Sc) y (6c), estan puestas en foco tanto la fuente como la meta del movimiento. Por el mismo motivo por el cual la presencia de una meta explicita no se hace redundante en aquellos eventos de movimiento en los que el con- texto no permite inferirla: sube a la habitacion, sal a la calle, mete la camisa en la bolsa, etc., la presencia de los adverbios arriba, abajo, aden- tro y afuera no es tampoco redundante, cuando el evento requiere de la especificacién de una meta con la cual estas formas vienen asociadas con- vencional o anaféricamente. Sin embargo, en aquellos eventos en que la accién designada por el verbo tiene caracter imperfectivo, es decir, el evento se interpreta como algo ciclico, la presencia de un término que delimite el fin del movimiento Tesulta redundante, como lo muestro en (7): (7) (a) Estoy harta de estar todo el dia subiendo (*arriba) y bajando (*abajo) (b) Deja ya de sacar ( *fuera) y meter (*dentro) cosas, que me estas poniendo nerviosa (c) Los nifios me vuelven loca, porque no paran de entrar (*dentro) y salir (*fuera) Si en el evento de movimiento la meta esta ya especificada, como es el caso de los dativos de direccién que aparecen en los ejemplos (a) de (8), 128 Maria Jests GONZALEZ FERNANDEZ (9), (10) y (11), Ja presencia de cualquiera de estos adverbios obliga a interpretar el dativo, antes direccional, como dativo de interés y al adver- bio como la meta de movimiento, tal y como se muestra en los ejemplos (b) de la siguiente serie: (8) (a) Sube a mi cuarto y bajame el libro (b) Sube a mi cuarto y bajame el libro abajo (al piso inferior) (9) (a) Baja al sotano y subeme el libro (b) Baja al sotano y subeme el libro arriba (al piso superior) (10) (a) Entra en la casa y sicame el libro (b) — Entra adentro y sacame afuera el coche (11) (a) {Me sacas una cerveza? (b) {Me sacas fuera una cerveza? Sucede, ademas, que si el movimiento no supone un desplazamiento espacial de la ubicacién en que se encuentra el hablante, la presencia del adverbio resulta redundante, como se muestra en (12a), cosa que no suce- de en (12b), donde tal cambio de ubicacién si se da: (12) (a) jVenga, stibeme ( *arriba) y bajame (*abajo), que me encanta marearme! (b) Sutbeme arriba primero para que recoja mis cosas y ya después me bajas abajo para que me despida de todos (el hablante no puede moverse por si mismo) El empleo de las construcciones pleondsticas que aqui se estan tratando se ajusta, por lo tanto, a la estructuracién basica de un evento de movi- miento en el que el verbo elabora conjuntamente el movimiento y la tra- yectoria orientada del mismo, mientras que el adverbio expresa de forma esquemiftica una meta que hablante y oyente asocian convencionalmente con un espacio consabido. Una vez hechas estas consideraciones generales, mostraré, a través de los ejemplos del corpus, cudles son los contextos favorecedores para la aparicién de estas construcciones pleonasticas. Como veremos, los ‘pleonasmos’ suelen ir asociados a espacios en los que la oposicion polar interior/exterior o superior/inferior esta puesta de relieve y en los que la frontera entre dos espacios contiguos esta perfectamente delimitada: la EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 129 tierra y el cielo, el interior y exterior de una ciudad amurallada, el interior y exterior de la casa, etc. Comenzaré por referirme a los verbos cuya tra- yectoria de movimiento implica la dimensién espacial INTERIOR/EXTERIOR. 3. ENTRAR Y¥ METER Los verbos entrar y meter, por si solos, tinicamente subrayan {a ruta de un Movimiento orientado desde el exterior al interior de un espacio. La pre- sencia del adverbio (a)dentro permite poner en prominencia la meta del movimiento, haciendo, ademas, hincapié en la frontera que demarca la dimensién interna del espacio que adentro designa esquematicamente. Asi lo muestro en el esquema que aparece a continuacién, donde en trazo grueso y tayado se sefialan los elementos prominentes de la predicacién. FIGURA 1 Ewtran/ METER (A)DENTRO me — a VY {a}dentro entrar (axtentro Los casos mas prototipicos son aquellos en que las verbos entrar y meter aparecen con metas especificas: (13) entraron en tierra de promission (GE, Jueces, VIII, 4, p. 136) entraron en la gibdat (GE, Josue, 11,15, p. 8) meten ombres en casa (Celestina, IX, 48, p. 168) metidsse en el vaito (Lucanor, XLII, p. 256) Cuando estos verbos aparecen sin meta elaborada es porque se ha hecho alusion a ésta previamente en el discurso o no cabe equivoco a su respecto: 130 Maria Jesus GonzALez FERNANDEZ (14) entremos quedo (casa de Areusa] (Celestina, VIL, 56, p. 131) Jizo un foyo, e metio el rostro (GE, Jueces, CXC, 2-3, p. 306) mete, por Dios, ef espada, (Celestina, XI], 102, p.217) Los casos en que entrar y meter aparecen con dentro, son aquellos en que el adverbio sefiala anaforicamente que Ja meta del movimiento es el interior de un espacio consabido: (18) Eapoca de piega de quando Edippo Ilego a la puerta daquel castiello, comengaron a pelear aquellas compannas que eran alli llegadas. E tanto crescio la contienda entrellos que lego a grant batalla; ¢ los que estauan fuera quisieran entrar dentro, mas non pudieron ante la grant batalla e grant priessa que auie dentro. Pero entro Edippo, e metiosse en la priessa de la batalla,e comengo de ferir (GE. Jueces, 23-32, p. 3230) En (15) pucde apreciarse el contraste entre entrar con elaboracién de meta y sin ella. En el primer caso, dentro sefiala el interior de un espacio previa- mente mencionado, un castillo, donde la delimitacién dentro-fuera esta perfectamente demarcada. En el segundo caso, entrar sélo expresa el movimiento y la ruta dejando implicita la meta. Veamos un ejemplo con meter: (16) (a) Desi mandola tomar [el arca], € metieron la dentro [a Danae] muy bien guisada cuemo fija de rey (GE, Jueces, CLVIII, 6-8, p. 271) (b) Et desque fue fecha ell arca, fizo el rey ensennamiento e mesu fa contra su fija, e mando meter en ella mucha uianda e grant abondo de todas !as cosas que entendio que aurie ella mester alli... (GE, Jueces, CLVIII, 35-5, p. 270-271) En (16a), lo que esta en prominencia no es el arca en si, sino el espa- cio que constituye su interior, designado esquematicamente por e) ad- verbio dentro. En (16b), en cambio, donde Ja meta va referida pronominalmente, el subdominio espacial interno/externo queda fuera del foco de atencién. La presencia del adverbio adentro, junto a los verbos entrar y meter, puede sefialar, también, que la trayectoria del movimiento avanza desde el exterior de un lugar a su parte mas interna: EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO. 131 (17)... fue sin toda tardanga poral castiello adelante fata que tego a los palacios, e como uenie todo armado, assi entro por el palacio aden- tro fasta o el rey seve a su mesa, e su caualleria y, ¢ comien ya. Et assi como entro Thideo ¢ lo uieron las compannas, cataron le todos e marauillaron se como auie assi entrado antel rey su loriga vestida e la espada cinta (GE, Jueces, 34-2, p. 347-348) Adentro sefiala esquematicamente la trayectoria de un movimiento que culmina en la parte mas interna del palacio. A su vez esta meta es elabora- da con mayor precision por fasta o el rey seye a su mesa. El segundo entro aparece sin fuente ni meta elaboradas, poniendo de relieve unicamente la Tuta del movimiento. La tercera aparicion de entrar presenta meta especi- fica de persona: antel rey. Veamos ahora cual es el funcionamiento de los verbos que ponen de relieve la dimensién exterior del espacio que constituye su meta. 4. SALIR Y SACAR Los verbos salir y sacar, como tales, elaboran la trayectoria de un movi- miento orientado desde el interior al exterior de un espacio con un fronte- ra bien delimitada. La aparicién del adverbio (a)fuera permite designar esquematicamente el espacio que constituye la meta del movimiento, al FIGURA 2 Satin / SACAR_(A)FUERA salir satir (a)fuera 132 Mania Jesus GonzALEZ FERNANDEZ tempo que contribuye a subrayar la frontera que delimita las dimensiones interna y externa de ese espacio. Asi lo muestro en ja siguiente itustracién. Aunque lo prototipico es que salir y sacar elaboren la fuente del mo- vimiento (sefir DE X lugar). cuando en el evento de movimiento la meta es prominente. lo mas comun es que dicho espacio aparezca elaborado: (18) salio con ellos fasta Galgala (GE, Jueces, Cxxv!, 10. p. 241) salieron a tierra (GE, Jueces, CXxxvi, 17, p. 249) sacol a fla ribcra (GE. Jueces, ww, 5, p. 184) saco fa a terrenno (GE, Jueces. cw, 26-27, p. 271) Pero puede suceder también que la meta aparezca representada esque- maticamente, sefialando un espacio exterior a aquel en el que se encuentra el hablante: (9) E desque el infante cavalg6, mand6 quel mostrassen toda la villa de dentro, ¢ las calles, ¢ do tenia el rey sus tesoros, ¢ quantos podrian seer, e las mezquitas y toda Ja nobleza de la villa de dentro e las gentes que y moravan. E después salio fuera e manda que saliessen alld todos los omnes de armas... (Lucanor, XXIV, p. 172-173) En (19). frera sefiala que la meta del movimiento es el exterior del recin- to amurallado en el que se encuentra el participante, poniendo de relieve la frontera que delimita las dimensiones interna y externa de dicho espa- cio. La segunda vez que se emplea salir, se esta adoptando el punto de vista terminal del movimiento, y alla indica que la meta coincide con la posicion en la que se ubica el infante, una vez fuera de la villa. En el siguiente ejemplo salir implica tres conceptualizaciones diferen- tes del evento de movimiento que designa: (20) Celestina: —...es muy necessario para tu salud que no esté per- sona delante, y asi que la deves mandar salir. —Y ti, hija Lucre- cia. perdona. Melibea: —Satte fuera, presto. Lucrecia (Aparte): —{;Ya, ya! | Todo es perdido!) —Ya me saigo, sefiora (Celestina, X, 27, p. 180) La primera aparicién del verbo salir elabora unicamente el movimiento como tal y la ruta orientada del mismo. En el segundo caso, la orden dada EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 133 por Melibea a Lucrecia de salirse fuera esta haciendo explicita la meta, aunque se trate de una meta esquematica que discursivamente asociamos con el exterior del lugar en el que se encuentra el hablante, en este caso fuera de la habitacién. Por ultimo, el Ya me salgo de Lucrecia focaliza la fase inicial del movimiento por efecto del reflexivo,’ dejando de nuevo implicita la meta. A continuaci6n presento un ejemplo con sacar y meta esquematica: (21) .al tiempo que los omnes cogen el pan, saflen ellas de sus formi- gueros ¢ van a las eras y traen cuanto pan pueden para su manteni- miento, ¢ métenlo en sus casas. E a la primera agua que viene, sdcanlo fuera, ¢ las gentes dizen que lo sacan a enxugar... (Lucanor, XXII, p. 166-167) En el primer caso, fuera expresa ta meta del movimiento, poniendo de relie- ve la dimension externa de la misma en relacién con la fuente del movi- miento, los formigueros. En el segundo caso, sacar solo indica el mo- vimiento y la ruta y lo que resulta prominente es la finalidad de la accién: lo sacan a enxugar. 5. CUANTIFICACION DE LA META Y GRADOS DE ESQUEMATICIDAD El esquema se vuelve mas complejo cuando aparecen varias metas con diferente grado de esquematicidad, de tal modo que cada una de elas ela- bora el espacio para la localizacién de Ja siguiente que, a su vez, restringe y especifica con mayor detalle la locacién final del movimiento. Véanse a este respecto los ejemplos de (22) y (23): (22) (a) Aquella thigre de Thebas, andando se suelta por la villa, dizen que oyo las grandes vozes e el grant roydo que fazien los de fuera que tenien gercada la uilla. E salio ella fuera a ellos a los prados o la hueste estaua posada (GE, Jueces, CCCI, 36-1, p. 375-376) ({b) ...sailieron a ell a la frontera de su tierra e dieron le lid campal (GE, Josue, XCIX, 12-13, p. 116) $ Para lo referente al uso de la forma reflexiva con verbos de movimiento como salir 9 subir, cf. Maldonado, “Dinamic construals”. Et contraste entre salir y salirse se explica en virtud desi es todo el proceso o sélo la fase inicial del mismo lo que se est focalizando. 134 Maria Jestis GONZALEZ FERNANDEZ (23) (a) Et mando otrossi Josue empos esto tomar otras doze piedras daca de seco de fuera del rio, e meter las dentro al logar donde man dara tomar aquellas otras, ¢ fazerlas alli monton... (GE, Josue, V1, 9-14, p. 16) (b} ...et metieron se en el Mar Muerto (GE. Josue, V, 38, p. 15) En (22a), se dan varias metas en secuencia. La meta mas esquematica, fuera, es elaborada en mayor detalle por a ellos, pasando por una meta intermedia, /vs prados. En el evento de movimiento se da un rastreo desde la Jocacion mds abstracta a la mas precisa. En (225), tenemos también dos metas en secuencia, pero, en este caso, la segunda de ellas, a la frontera de su tierra, no implica en absoluto una posicién interna o externa con res- pecto al limite territorial que constituye la frontera. Tgualmente, en (23a), 1a primera meta y la mas esquemiatica de ellas, dentro, pone en perfil la oposicién dentro/fuera del rio. La segunda meta, al logar donde mandara tomar aquellas otras, elabora con mayor detalle la meta precedente. En (23b), en cambio, el verbo elabora una meta espe- cifica, sin que la oposicién dentro/fuera del agua esté perfilada. Por ultimo, e] espacio que constituye la meta puede estar cuantificado, lo cual permite imponer un limite especifico a la trayectoria del movi- miento sefialada por los verbos salir y entrar: (24) (a) et [el delfin] desquel ovo echado en la mayor uaga,[...] tornos ell ala mar, e metiosse en el otra uaga que uio uenir mayor emas yrada, e saldrie mas fuera a la tierra, et fue con ella tan ytado alli o dexara el ninno que aun allende del cuerpo del salto en seco, et dexos alli morir con aquel ninno (GE, Jueces, LVI, 6-14, p. 184) (b) Eeldia que Ilegaron al puerto, yendo todos armados para to mar tierra, bieron en la ribera tanta muchedumbre de moros, que tomaron dubda si podrian salir @ tierra (Lucanor, III, 93) (25) Centurio: —Mochacha, corre, veras quien osa entrar sin lamar a la puerta. Torna, torna acd, que ya € visto quién es. —No te cubras con el manto, sefiora; ya no te puedesesconder, que cuando vi adelante entrar a Elicia, vi que no podia traer consigo mala compaiia ni nue- vas que me pesassen, sino que me habian de dar plazer. Areusa: No entremos, por mi vida, mds adentro, que se estiende ya el vellaco, pensando que le vengo a rogar (Celestina, XVIIla, 1, p. 290) EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO. 135 En los dos ejemplos de (24), la meta del movimiento coincide, pero en (24a) el espacio que constituye la meta esta cuantificado por los adverbios mas fuera, sehalando que el limite de! movimiento es e] espacio mas ex- terno que alcanza el] agua al salir del mar. En (25), el primer entrar esta pronunciado por Centurio, ubicado en el interior de su casa, por lo cual la elaboracion de la meta seria redundante. E] No entremos... mas adentro de Aretisa sefiala como meta de] movi- miento un punto mas interno de [a casa en relaci6n con la ubicacion actual de jos participantes. Quedan por examinar las parejas de verbos que se organizan en torno al eje espacial SUPERIOR/INFERIOR. 6. SUBIR/ALGAR Subir/alcar indican un movimiento orientado de un espacio inferior a otro superior, en el que la meta puede ir implicita. Cuando estos verbos apare- cen acompafiados por las formas arriba/suso, la meta gana prominencia, poniendo de relieve la oposicién polar entre ¢] cje superior y el eje inferior que segmenta un espacio. Asi lo muestro en el siguiente esquema: FIGURA 3 Suasir/ atcar Arriba / Suso 47 J MOD, yo subir / algar arriba / suso LZ subir arriba / suso 136 Maria Jesos GonzaLez FERNANDEZ Arriba/suso convencionalmente se asocian con el cielo, la parte alta de la casa, o con la superficie del agua, cuando se estA debajo. Cuando apare- ce otro tipo de espacios cuya asociacién con el adverbio no esta convencionalizada, lo mas normal es que ja meta se elabore con mayor especificidad: (26) subié en un drbol (Lucanor, v, p. 101) subamos, setior, al agotea alta (Celestina, XX, 8, p. 254) subio en so cauallo (GE, Jueces, ccLxv, 21, p. 352) En siguiente ejemplo subir aparece con una meta esquematica que na- turalmente se asocia con un espacio consabido: (27) {a} Calisto: -[...] Subamos, si mandas, arriba. En mi camara me diras por estenso lo que aqui € sabido en suma (Celestina, VI. 16, p. 107) {b) Calisto: [...] Sube, sube, sube, y assiéntate, settora (Celestina, VL 18, p. 107) En (27a), arriba sefiala esquematicamente la planta alta de la casa. En {27b), subir indica el movimiento y la ruta orientada de éste, pero el punto de referencia es distinto en ambos ejemplos. En el primer caso, Calisto y Celestina estan abajo. En el segundo caso, ambos personajes estan subien- do y lo que esta en foco es el desarrollo del movimiento. Arriba puede sefialar, ademas, el limite final de la ruta de subir: (28) (a) et pues que [Jupiter] Jo non pudo escusar nin passar por ningu na manera la yra que auie fecha, obro de su arte magica e subio por el aer a arriba (GE, Jueces, XXIX, 11-14, p. 158) {b) Melibea: —[...] Aytidame a sobir, Lucrecia, por estas paredes [las del huerto] (Celestina, XIX, 34, 251) En (28a), Jupiter se alza desde tierra por el aire en direccién a una meta con la que el adverbio arriba se asocia convencionalmente: el cielo. En (28b), en cambio, subir no elabora la meta del movimiento. Lo que esta en foco es la ruta de Ia ascensién a través de las paredes del huerto. En ciertas ocasiones, el movimiento puede tomar como punto de refe- rencia la posicién del participante en funcién de sujeto, que de este modo se convierte en la meta del movimiento: EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 137 (29) Et nego quel uio, descendio del cauallo e finco los ynojos antel, yunto las manos e alco las, € rogol por la su piedat quel ayudasse yl socorriesse. Fue entonces el duc ¢ rescibiol muy onrrada mientre como a rey, ¢ iomol por la mano, ¢ algol suso (GE, Jueces, CCCXI, 33-36, p. 383) En el primer caso, algar sefiala unicamente la trayectoria descrita por las manos de abajo arriba, tomando como punto de referencia el cuerpo del participante sujeto. En el segundo caso, suso sefiala esquematicamente que la meta del movimiento de a/garse es la posicién erguida del persona- je que sirve como punto de referencia; en este caso, el duc. Arriba, puede indicar ia superficie del agua, cuando la fuente del movi- miento se ubica bajo ella, como sucede en el siguiente ejemplo, donde el adverbio esta precisando que e! movimiento culmina cuando el cuerpo del joglar alcanza la superficie del agua: (30) _Etellos echaron le luego, e cayo en medio de la quirola de los del- phines [...] et uno delios que era mas pagado, diz que se abaxo en ef agua, e metiosse so el joglar pora algar le arriba que non muries (GE, Jueces, LVII, 28-33, p. 185) 7. BAJAR/DESCENDER Bajar/descender indican un movimiento de un lugar superior a otro infe- rior. En los casos en que estos verbos aparecen acompaiiados por las for- mas abajo/ayuso, éstas designan un espacio consabido o asociado natural- mente a ciertas locaciones en las que el eje superior/inferior resulta prominente. Asi lo ilustro en el siguiente esquema: FIGURA 4 BAJAR/DESCENDER Apalo / AYUSO bajar/descender abajo/ayuso bajar abajo/ayuso 138 Maria Jesus GonzALEZ FERNANDEZ En los datos del corpus no aparece ningun caso con bajar abajo y solo un caso con descender ayuso, cuya meta esquematicamente se asocia con el infierno. Dado que la ubicacién canonica del hablante es sobre la tierra, Ja mayoria de las ocurrencias con estos verbos tienen como meta dicha ubicacién: Bb Sube presto al sobrado alto de la solana y baxa aca (Celestina, IN, 36, p. 70) Baxa, Parmeno, nuestras espadas (Celestina, TX, 1, p. 157) En otros casos, la meta, implicita o explicita, es la tierra misma: (32) (a) et quando oyo el nonbre de Thisbe, alco los [los ojos] ¢ desque la uio, baxo los luego (GE, Jueces, LXXI, 31-33, p. 199) (b) alli se reuoluie otrossi Sisipho, echando una piedra que tenie en el cuello, e echaua la a tierra e baxauasse luego en echando la por tomarla e tornarla luego de cabo al cuello... (GE, Jueces, CVIII, 27-31, p. 228) El ejemplo que presento a continuacion ilustra el unico caso en que des- cender aparece con ayuso, para designar el infierno: (33) (a) -Et departe qual era la carrera que la leuo alla, et diz que la ca- rrera del infierno que es en pruno, ¢ que se abaxa toda uia ¢ descende ayuso, et quanto mas adentro ua, mas en pruno es (GE, Jueces, CV, 8-13, p. 224) (b) _ ...non dubdo de descender e entrar a tan aborrecido lugar como aquel (GE, Jueces, CV, 26-27, p. 225) Mientras que, en (33a), ayuse pone en prominencia 1a meta con que cul- mina el descenso desde la tierra al infierno, en (33b), se focaliza el des- censo en si, sin meta explicita, aunque evidentemente ésta se especifique a continuacién con el verbo entrar. 8. CUANTIFICACION Y GRADOS DE ESQUEMATICIDAD DE LA META Por ultimo, puede darse también, como en el resto de los casos, que el espacio de la meta esté cuantificado. Asi lo muestro en (34), donde la EXPRESIONES PLEONASTICAS DE MOVIMIENTO 139 forma alto viene a precisar la distancia a que se situa la meta en relacién con la fuente de referencia —en este caso, la tierra: (34) Et luego que la ouo ganada [cabeza de la Medusa], de tal poder e del tal uertut era la cabesca que essa ora se algo suso alto, ¢ comengo a andar por el aer uolando con ella (GZ, J/ueces, CLXII, 32-37, p. 277) También es frecuente que, con estos verbos, aparezcan varias metas con diferentes niveles de elaboracién: (35) (a) Et quando Ilegaron a Mansiella la del camino, dexaronla de diestro, et algaronse suso contra la Somoga, et fallaron un monte muy espesso et posaron todos alli en aquel monte (Ferndn Gonzalez, XIV,718, p. 182) (b) Eran en fuerte quexa, nunca fuera tamafia, quisieran, se podieran, alcarse a la montaiia, que se asconderian siquiera en cabaiia (Ferndn Gonzalez, 675a-c, p. 165) En (35a), una locacién concreta, /a Somoga, se ubica en el espacio de una meta de mayor esquematicidad: un lugar elevado geograficamente con tespecto a la posicién del participante que asciende. En (35b), la meta ya designa de por si un espacio elevado, pero no esquematico. 9. CONCLUSIONES E] andlisis de los datos muestra que las !lamadas expresiones pleonasticas con verbos de movimiento orientado no son realmente redundantes, pues- to que, en aquellos contextos en que se hace imprescindible la presencia de la meta, los adverbios arriba, abajo, (a)fuera y (adentro) cumplen la funcion de expresarla esquematicamente. Dichos adverbios aparecen li- gados a ciertos espacios con los que convencional o contextualmente es- tan asociados. En otros casos, el uso “pleondstico” responde a la necesi- dad de precisar un punto determinado del espacio esquematico que constituye la meta: la parte mas interna de un espacio dimensional (la casa, el palacio), o la mas externa de un espacio bien delimitado (la tierra con respecto al mar). 140 Maria JesUs GonzAtez FERNANDEZ BIBLIOGRAFIA A) Corus GE = ALronso X EL Sapio, General estoria, ed. de Antonio G. Solalinde, Lloyd A. Kasten y Victor R. B. 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