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El maquech “La joya viviente” ¿Qué se sabe de esta especie?

*Jesús Miss Domínguez1, Virginia Meléndez Ramírez2 y Enrique Reyes Novelo3


1
Maestría en Manejo de Recursos Naturales Tropicales, 2Cuerpo Académico de Bioecología Animal,
Departamento de Zoología, Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, y 3 Laboratorio de
Zoonosis y otras Enfermedades Transmitidas por Vector, Centro de Investigaciones Regionales “Dr.
Hideyo Noguchi”, Universidad Autónoma de Yucatán. *missdjv@hotmail.com

Introducción dose la línea sutural que recorre la longitud del


dorso (Fig. 1b).
Las civilizaciones prehispánicas, como la mexi-
ca, maya y zapoteca, usaban insectos como En la parte frontal-inferior del tórax tiene un
alimento, medicina, ornamento o artesanía. par de cavidades donde las antenas se depositan
Estas prácticas aún siguen vigentes en estas cuando el insecto reposa y la parte ventral del
etnias. En Yucatán, existe una tradición que insecto es negra con puntos dorados y brillantes
emplea a un insecto como artesanía, el escara- (Fig. 1c) (Triplehorn, 1972). A simple vista no
bajo conocido como “maquech” (Zopherus presenta un dimorfismo sexual; es decir no se
chilensis). Este insecto, que atrae tanto a puede determinar si es macho o hembra. Esto
personas residentes como a turistas, es usado solamente se puede conocer a través del com-
tradicionalmente como pieza de bisutería orna- portamiento sexual y la revisión de estructuras
mentado con piedras de colores o también como especiales de cada sexo. Como en la mayoría de
mascota (Fig. 1a). Sin embargo, a pesar de que los escarabajos, tiene un desarrollo completo; es
está tradición es ampliamente conocida, los decir, sus etapas de desarrollo son huevo, larva,
aspectos y detalles del maquech como ser vivo pupa y adulto. Los adultos se alimentan de
son poco conocidos. Este trabajo expone un hongos (Schizophyllum comunne y Ganoderma
panorama general que integra los estudios más sp)(Miss y Reyes-Novelo, 2009; Montalvo-
recientes sobre el maquech y destaca los Parra y Deloya 2009).
avances sobre su biología y ecología, así como
sus aspectos económicos y culturales indispen- ¿Dónde se distribuye y habita el maquech?
sables para la construcción de estrategias de
manejo que permitan continuar su aprovecha- El maquech se distribuye desde el sur de Esta-
miento a largo plazo. dos Unidos de América, incluyendo California
y Texas, hasta Venezuela y Colombia. En
¿Qué es el maquech? México, se ha reportado en Chiapas, Guerrero,
Morelos, Oaxaca y Yucatán (Triplehorn, 1972).
El maquech es un insecto conocido desde hace En Yucatán, se encuentra al norte en los muni-
siglos por los habitantes de Yucatán. Es un cipios de Progreso y Conkal, al centro en
escarabajo, Zopherus chilensis, de la familia Izamal, Tahmek, Hocaba, Xocchel, Sanahcat,
Zopheridae, del orden Coleoptera (Slipinsky y Zavala, Huhí, Sotuta, Cantamayec y Yaxcaba,
Lawrence 1999). Su talla corporal va de 34 a46 al sur en Tixcacalcupul, Akil y Dzan, y al este
mm de largo y 13 a17 mm de ancho. Se carac- en Valladolid y Tizimín (Miss y Reyes-Novelo,
teriza por tener un exoesqueleto duro color are- 2009). Comúnmente, se encuentra en las selvas
na, con pequeñas protuberancias negras, aseme- y habita en la superficie de troncos (Fig. 2, a y
jando un aspecto moteado. En su aspecto físico b). Los adultos son comunes sobre y bajo la
solo se aprecia un primer par de alas endure-
cidas y fusionadas con el cuerpo, distinguién-

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a b c

Figura 1. El maquech, Zopherus chilensis, con ornamentos característicos (a), aspecto dorsal
(b) y ventral (c).

corteza de árboles, bajo el tronco o cavidades, Fleenor 2005) se desarrollan en el interior de


descartando encontrarlos entre la albura y dura- troncos muertos y forman parte del complejo de
men de la madera. organismos degradadores (complejo saproxíli-
co) asociados a la madera muerta. De esta ma-
¿Qué se sabe sobre la ecología del maquech? nera, los estados inmaduros se consideran parte
importante del papel de la especie en los eco-
Por su relación con los hongos, es un escaraba- sistemas.
jo micetobionte; es decir, los maquech adultos
consumen hongos principalmente de las prime- ¿Qué se conoce sobre el manejo del
ras etapas. Al alimentarse de hongos, se presu- maquech?
me que estos escarabajos dispersan esporas y
contribuyen a la degradación y colonización de Se conocen dos formas de manejo, el tradi-
la materia vegetal en descomposición y los cional y en cautiverio. El primero consiste en la
árboles muertos. A pesar de que su larva no ha obtención libre de maquech adultos por recolec-
sido descrita, se reporta que otras especies (p. tores locales personas quienes extraen al insecto
ej. Zopherus nodulosus haldemani) (Taber y directamente de su hábitat natural.

a b
Figura 2 a y b. Z. chilensis en su hábitat natural, en los troncos de los árboles.

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Los recolectores buscan entre troncos en este tipo de manejo describen que puede ser
descomposición, debajo de rocas, depósitos de efectivo usar una caja de cristal o acrílico
hongos y detritos de la selva (Fig. 3). Estas provisto de una capa de humus forestal y
personas suelen emplear jornadas de recolecta pedazos de troncos o cortezas para refugio.
de hasta ocho horas de búsqueda a pie, pero Bajo estas condiciones, los maquech adultos
además de colectar el maquech, en ocasiones pueden ser alimentados con hongos
estas personas complementan la actividad con (Schizophyllum commune), preferentemente
la extracción de leña o la cacería. Sin embargo, frescos cada 15 días. De esta manera, se ha
esto sucede en caso de no tener éxito en la documentado la posibilidad de obtención de
recolecta del escarabajo. El objetivo es encon- huevos y larvas de primer estadio, las cuales
trar algunos escarabajos ya que representan un pueden sobrevivir algunos días. Hasta ahora, no
ingreso económico seguro (Miss y Reyes- hay evidencias de otros logros bajo esta
Novelo 2009). estrategia, ya que la alimentación larvaria
parece ser el factor limitante. Los adultos
El segundo manejo es en cautiverio, sin embar- sobreviven al menos cuatro horas en cautiverio
go, éste aún no ha logrado ser establecido ade- (Miss-Domínguez 2011).
cuadamente. Algunas experiencias y ensayos de

Figura 3. Modo tradicional de recolecta del maquech, Z. chilensis, en su hábitat natural, en Yucatán.

¿Que se conoce sobre el aspecto económico maquech. Algunos datos sugieren que el precio
del maquech? oscila entre dos temporadas: septiembre a fe-
brero se considera la temporada baja y cuando
Se pueden identificar tres eslabones importantes se recolectan pocos ejemplares, mientras que de
económicos. Los recolectores o productores en- marzo hasta agosto es la temporada alta. Por
cuentran y venden los maquech a los adorna- tanto, los precios son más altos en la época de
dores o intermediarios. Estos últimos fijan los escasez (septiembre a febrero). El adornador
precios de compra a los recolectores, basándose otorga un valor agregado al insecto ya que co-
en la época del año, abundancia y tamaño del loca las piedras de bisutería en el tórax y abdo-

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men y demás objetos como pequeñas cadenas ofrezcan como un buen amuleto para el amor
doradas de plástico que rodea a las piedras. (Rosano-Hernández y Deloya 2004). Actual-
Posteriormente, los maquech adornados se mente, su uso no sólo se restringe a esta
transportan hacia mercados, hoteles, aeropuerto creencia sino también como mascota, souvenir
y casas de artesanías, directamente entre los o colección. La realidad es que desde hace
vendedores. Los vendedores o comerciantes, varias décadas el maquech es uno de los atrac-
quienes adquirieron el maquech de los ador- tivos característicos de Yucatán. Por tanto, de-
nadores, mantienen a los escarabajos en peque- jar de escuchar este tipo de narraciones sería
ños recipientes de plástico o cristal, hasta ven- perder parte de la cultura e identidad actual de
derlos o el maquech muere. Esto último en la región.
pocos casos sucede, ya que por lo general su
venta es rápida. Aunque no se conoce un registro antropológico
preciso del maquech, Souza (1933) menciona
¿Qué se conoce sobre el aspecto cultural del que los mayas usaban al maquech desde tiem-
maquech? pos remotos y menciona que existe un bajo-
relieve encontrado en Yucatán, que muestra
El lugar del maquech en la cultura de la región esculpido un animal muy parecido al maquech.
queda registrado en una antigua leyenda alude Este mismo bajo-relieve fue usado por el
al origen y uso de este insecto. La leyenda escultor Antoine-Louis Barye para ilustrar una
cuenta sobre el amor prohibido de un joven conferencia sobre los precursores del arte ani-
príncipe, Ek’Kan (Estrella serpiente) y una malista. Posiblemente, este grabado en piedra
princesa maya, Yits Kaan (Rocío del Firma- maya es una analogía con los “Kopirru” egip-
mento). “Un día el príncipe fue a visitar a Yits cios, escarabajos usados en la antigüedad como
Kaan al lugar donde ella estaba confinada al amuleto. Sin embargo, la referencia no especi-
servicio de los dioses, pero fue descubierto por fica algún dato adicional sobre la ubicación de
la imprudencia de la princesa, que al verlo gritó dicha escultura. Por tanto, es probable que la
llena de entusiasmo: Máakech, máakech tradición no sea tan antigua.
Ek’kan, a tial in puksik’al yetel in kuxtal (Eres
hombre, eres hombre Ek’kan, son tuyos mi El registro sobre la tradición de portar y decorar
corazón y mi vida). Ek’kan, al ser descubierto al maquech como se conoce en su forma actual
que pretendía a la princesa, fue perseguido por no es precisa. Posiblemente, el adornado u
los vigilantes quienes, de acuerdo a la leyenda ornamentación con materiales diversos surgie-
nunca dieron con él. Su amada, al enterarse y ron durante el siglo XIX (Patten et al. 1890)
creer que lo asesinarían, suplicó a la diosa Luna durante el periodo de la ocupación francesa o
que le salvara la vida. A raíz de esta súplica, el en el Porfiriato. En Yucatán, estos periodos
príncipe es convertido en maquech y puesto (primordialmente el segundo) se caracterizaron
sobre un hermoso Ya’axche (Ceibo) para ser por el auge de la explotación henequenera que
encontrado únicamente por su amada. Sabiendo dio a cierta clase económica riqueza y prospe-
que el hechizo no podría ser deshecho, puso al ridad y permitió modificaciones lujosas en la
maquech sobre su vestido a la altura de su vida cotidiana, vestimenta y arquitectura regio-
corazón, amarrado con una hebra de sus largos nal. De acuerdo con Souza (1933) “…era
cabellos y lo llevó ahí cariñosamente preso toda característico decorar al maquech con telas
su vida” (Souza 1933). policromas, piedras preciosas, pintar al óleo
manojos de flores, nombres o monogramas que
Esta leyenda es lo que se narra con frecuencia detallaban todo un poema de amor, y rodearlos
al turista que compra un maquech. Por eso, no por la parte delgada del cuerpo con un anillo y
es raro que las personas que lo comercian lo de éste sujetar una cadenita de oro, plata o

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platino en la que además se incluía detalles de aportaciones importantes al conocimiento e


filigrana o carey con variados motivos historia natural de la especie y su entorno.
mayas…”.
Manejo y aprovechamiento. Debido a que en la
Con el transcurrir del tiempo, la peculiaridad de región no se han realizado estudios sistemáticos
recolectar, adornar y vender maquech se ha sobre manejo o aprovechamiento del maquech,
convertido en un sello distintivo de Yucatán, lo no se cuenta con datos certeros sobre la extrac-
que ha llamado la atención a nivel local y ción, estado de conservación del entorno natural
mundial. y hábitats particulares donde se recolecta a la
especie. Incluso son pocas las sugerencias rela-
¿Cuál es el significado de la palabra cionadas a la explotación de éste recurso natural
maquech? por parte de los recolectores locales. Es nece-
sario conocer y realizar estudios poblacionales
Los primeros significados se encuentran en en las zonas donde se recolecta, principalmente
narraciones de una leyenda sobre este escara- para plantear estrategias de aprovechamiento
bajo. De acuerdo con esto, la palabra maquech sustentable que eviten el colapso de su pobla-
proviene del vocablo máakech que significa ción y la extracción comercial, así como deter-
"Eres hombre", tal como pronunciaba la prin- minar tasas y límites de captura. Además, se
cesa en apreciación a la valentía del príncipe requiere caracterizar y analizar las posibles
para superar los obstáculos en su camino hacia amenazas al hábitat local que puedan generar
el amor (Souza 1970). De manera similar, se cambios en la abundancia de la especie y afec-
otorga el origen al vocablo máax ech señalando tar económicamente a las familias que se sus-
el momento en que cerca de la princesa se tentan de la recolecta.
desliza sobre un tronco añoso un pequeño
insecto y ésta pregunta: “¿Quien eres?” (De Económica. A pesar de que anualmente se
Ciudad Real y Coronel 1929). Sin embargo, comercian muchos ejemplares adultos, no se
expresiones y significados contemporáneos des- sabe cuál es el valor real de este insecto, no sólo
criben ciertos hábitos, por ejemplo maak’ ché como artesanía sino como recurso natural sujeto
“Come madera” es en alusión a la creencia de a extracción. Algunas observaciones en campo,
que el escarabajo se alimenta de madera, y ma’ sugieren que la derrama económica derivada de
kech “No come” en referencia a la capacidad su compra y venta, así como la rentabilidad de
para soportar ayunos prolongados. Se puede su actividad, son importantes para el ingreso y
afirmar, que con el transcurrir del tiempo los manutención familiar de los involucrados en su
vocablos anteriores han resultado en la palabra comercio. Sin embargo, falta aún profundizar
castellanizada maquech. en el tema, principalmente en aspectos relacio-
nados a la oferta y demanda, así como un diag-
Perspectivas de investigación nóstico de participación social entre los diver-
sos eslabones primarios, secundarios y tercia-
Biológica y ecológica. Se conoce poco sobre la rios en la cadena productiva.
biología y ecología de este escarabajo. Desde la
duración del ciclo de vida, fluctuaciones pobla- Referencias
cionales, características del hábitat, factores que
determinan su distribución, entre otros temas. De Ciudad Real A y Coronel J. 1929.
Investigaciones de perfil etnoecológico sobre la Diccionario de Motul. Maya-Español.
manera en como los recolectores, a través del Talleres de la Compañía Tipográfica
conocimiento ecológico tradicional (CET) se Yucateca, S. A. México. 580 pp.
“apropian” de éste recurso natural, ofrecerían

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Miss J y Reyes-Novelo E. 2009. Observaciones University Press, Lubbock. USA. 309


sobre la biología del Maquech, pp.
Zopherus chilensis Gray, 1832 (Coleop- Triplehorn C. 1972. A review of the genus
tera: Zopheridae) en Yucatán, México. Zopherus of the world (Coleoptera:
Arquivos Entomolóxicos 2: 7-17. Tenebrionidae). Smithsonian Contribu-
Miss-Domínguez, J. 2011. Experiencias en el tions to Zoology. 108: 1-24.
manejo del Maquech, Zopherus
chilensis Gray, 1832 (Coleoptera:
Zopheridae) en Yucatán, México.
Arquivos Entomolóxicos. 5: 33-38.
Montalvo-Parra, M. A. y Deloya, C. 2009.
Descripción del canal alimentario y
aparato reproductor de Zopherus
chilensis Gray (Coleoptera: Zopheri-
dae), y algunas consideraciones acerca
del entorno socioeconómico que
caracterizan su comercio. En: Estrada-
Venegas, E., Equihua-Martínez, A.,
Chaires-Grijalva, M.P., Acuña-Soto,
J.A., Padilla-Ramírez, J.R., Mendoza-
Estrada, A. Entomología Mexicana, Vol.
8: 1027-1032.
Patten W, Weed CM y McNeill of Moline, J.
1890. Long-lived Zopherus. Psyche. P.
406
Rosano-Hernández C. y Deloya C. 2004.
Algunas consideraciones sobre la
biología y el uso tradicional del
“Maquech” Zopherus chilensis Gray,
1832 (Insecta: Coleoptera) de Yucatán,
México. En: Morales-Moreno, A.,
Ibarra-González, M., Rivera-González,
A.P. y Stanford-Camargo, S. (Eds.).
Entomología Mexicana, Vol. 3: 189-
193.
Slipinsky SA y Lawrence JF. 1999. Phylogeny
and Classification of Zopheridae sensu
novo (Coleoptera: Tenebrionoidea) with
a review of the genera of Zopherinae
(excluding Monommatini). Annales
Zoologici (Warszawa) 49(1/2): 1-5.
Souza, N. 1933. El Maquech. Apuntes y
leyenda maya. Compañía tipográfica
yucateca, S. A. México. 15 p.
Taber SW y Fleenor SB. 2005. Invertebrates of
Central Texas Wetlands. Texas Tech

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