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Cómo

convivir con
adolescentes
Una guía para que padres e hijos
se entiendan en el día a día durante la adolescencia.
Autora
Marisa Magaña Loarte.
Licenciada en Psicología Clínica. Experta en educación infantil.
Profesora del Centro de Humanización de la Salud.

Dirección Creativa
Mi Querido Watson. / equipocreativo.

Fotografías
Laura Algíbez.

Edita
Dirección General de Familia, Comunidad de Madrid.

Imprime
B.O.C.M.

Deposito Legal: M-5.154-2008


La Guía que tienen entre sus manos pretende ser una ayuda útil para los
padres madrileños en el día a día con sus hijos.

En los servicios que la Consejería de Familia y Asuntos Sociales ha puesto


en marcha como son la Unidad de Orientación a la Familia ante momentos
difíciles, la Escuela de Familia, el Centro de Apoyo a la Familia, entre otros,
cada día madres y padres nos plantean como preocupación prioritaria las
dificultades existentes en las relaciones y en la comunicación con sus
hijos adolescentes.

Este periodo de transición de los menores hacia la vida adulta, en muchas


ocasiones genera confusión, incomprensión e incluso angustia, tanto entre
los padres como entre los hijos, pues la sociedad es cambiante y se
hacen patentes las diferencias entre las generaciones de padres e hijos.
Es necesario comprender los nuevos estilos de vida que adoptan los
jóvenes pero al mismo tiempo es de suma importancia continuar educán-
doles durante la adolescencia.

Por ello, esta guía de manera específica trata de los distintos aspectos que
pueden ser claves para un mejor entendimiento y comunicación con los
hijos adolescentes.

En ella se identifican diferentes estilos educativos y su repercusión en la


convivencia familiar; se proponen pautas de interacción con los hijos para
saber manejar situaciones más o menos complejas, y respuestas a las
dudas típicas de la edad sobre sentimientos, inquietudes, conductas de
riesgo, la imposición de límites, etc; y, se proponen ejercicios prácticos con
ejemplos de testimonios de adolescentes con el fin de propiciar la reflexión
y ofrecer alternativas más saludables ante diversas situaciones cotidianas.

Espero que esta publicación les ayude en la apasionante tarea de ser


padres ofreciéndoles diferentes orientaciones que ayuden a buscar solu-
ciones para guiar a sus hijos de manera adecuada, ya que son ellos los
protagonistas de nuestra sociedad del mañana.

Gádor Ongil Cores


Consejera de Familia y Asuntos Sociales
Índice

Introducción 7

Ser yo, ser padre 10


Tipos de padres, efectos sobre los hijos 11
Los perfeccionistas, exigentes, rígidos. 11
Los despreocupados, pasotas, permisivos. 13
Los ambivalentes, inestables, cambiantes. 14
Los equitativos, democráticos y firmes. 14
Los culpabilizadores, chantajistas, manipuladores. 15
Los miedosos, protectores, alarmistas. 17
Ejercicio: identificación de la respuesta espontánea. 18
Adolescentes, padres: ¿sómos tan distintos? 26
Los “padres de antes”. 26
La clave: adaptarse a los cambios. 28
Los “padres de ahora”. 29
Ejercicio: constatando las diferencias. 31

Principales características de los adolescentes 32


Importancia de los cambios fisicos 33
Estrenando cuerpo. Territorio corporal, asunto propio. 34
Yo quiero ser (como) tú. 34
Cómo podemos ayudarles. 35
Ejercicio: “en el pueblo en donde yo nací”. 36
Aspectos psicoafectivos 36
Ejercicio: “la marea”. 37
Búsqueda de la identidad. Pienso con las ideas de otros
luego no existo. 38
Libertad... protegida. Miedo a ser libre. 39
El egocentrismo adolescente. 40
Ejercicio: “mi hija es como una veleta”. 42
La socialización del adolescente 42
La importancia de los amigos. 43
Ejercicio: testimonios “los amigos en las diferentes etapas”. 45
El papel de la familia. 46
Ejercicio: testimonios “mi familia y yo”. 48
Otros agentes socializadores. 48

La comunicación con los adolescentes;


cuanto menos, conflictiva 50
¿por qué no me lo cuentan? principales causas
por las que los adolescentes no hablan con sus padres 51
Ejercicio: buscando excusas. 51
Algunos testimonios de adolescentes. 53
Ejercicio: identificar la dificultad de comunicación. 53
Habilidades de comunicación con los hijos 54
Una buena escucha vale más que mil palabras. 55
La empatía; descubriendo al adolescente que llevamos dentro. 56
Ejercicio: el relato de Miriam. 56
Ejercicio: el enfado de Andrés. 58
Con asertividad suena mejor. 60
Ejercicio: el grado de asertividad. 61
El diálogo es posible. Del monólogo al diálogo. 63
Ejercicio: construyendo el diálogo. 63
Cuadro de habilidades. 66
¡No sé qué me pasa!; la alfabetización emocional 68
Baja autoestima, fuente de conflictos 69
Ejercicio: valorarse no siempre es fácil. 69
Cómo se fomenta la autoestima. 70
Cuándo hay un problema de autoestima. 73
¿Cómo podemos fomentar la autoestima del adolescente? 74
La sexualidad en la adolescencia 75
Las primeras experiencias. 76
Testimonios de adolescentes. 76
Cómo hablar de sexo con un adolescente. 77
Informar, ¿hasta dónde? 78
Ejercicio: testimonios “lo que mis padres me han contado”. 79
Cómo manejar situaciones relacionadas con la sexualidad
con nuestros hijos. 79
Ejercicio: Mis dificultades para hablar de sexo con mis hijos. 81

Las conductas de riesgo en la adolescencia 82


¿Cómo pueden los padres facilitar recursos a sus hijos? 83
Ejercicio. 85
Conductas de riesgo: ¿prohibir o moderar? 86
¿Qué pueden hacer los padres
ante las conductas de riesgo? 88
Testimonio. 90

La necesidad de educar en los límites y las normas 92


¿Por qué son tan necesarios los límites y las normas? 93
Relato. 94
Cómo establecer normas de forma eficaz 95
La flexibilidad de las normas 96
Ejercicio. 97
Qué hacer cuando no cumplen las normas 98
El problema del castigo. 99

Cómo conseguir
cambios de conducta en adolescentes 101
Métodos para modificar conductas sencillas 102
Negociaciones. 102
El contrato. 102
Resolución de problemas; enseñando a pensar. 103
Sistema de incentivos por puntos o fichas. 104
Cómo modificar conductas complejas 104
Ejercicio. 106
Cómo identificar pensamientos irracionales. 107

A modo de conclusión 108


Cómo convivir con adolescentes.

Introducción.
Autora: Marisa Magaña Loarte.
Licenciada en Psicología Clínica. Experta en educación infantil.
Profesora del Centro de Humanización de la Salud.
Educar en valores implica irreme- a ella los niños y niñas ya llevan
diablemente poner en tela de juicio consigo unos esquemas de ac-
los propios. Hablar de tolerancia tuación y comportamiento deter-
significa interrogarnos sobre ella; minados, fruto, sin lugar a dudas,
plantearnos si hay coherencia de las experiencias y aprendizajes
entre la propia forma de pensar vividos.
y de vivir, entre los pensamientos
y los sentimientos. Educar a los Es por esta razón, que la familia,
menores en la paz, por ejemplo, va independientemente del tipo que
mucho más allá de transmitir el sea, debería constituir un espacio
concepto. Hablar de paz nos exige vital equilibrado fundamental para
vivir cotidianamente en la paz. el desarrollo óptimo de la perso-
Intentar enseñar a los nuestros nalidad del niño.
que es positivo quererse a uno
mismo y valorarse en lo bueno, La educación en valores, pues, no
está modulado por su percepción debe quedar circunscrita al ámbito
de cómo nosotros nos valoramos, escolar. Sino que familia y socie-
nos respetamos y nos hacemos dad son espacios sociales fuerte-
respetar. mente comprometidos con esta
responsabilidad.
En definitiva, educar en valores
requiere o debería requerir mucho Siguiendo este hilo conductor con-
más de lo que a simple vista sideramos apropiado destacar el
podría parecer. Inculcar en los papel de los padres en dicha labor
jóvenes -como reza el currículo educativa.
educativo- normas, valores y acti-
tudes, exige de nosotros algo mu-
cho más contundente que apren- “Educar en valores requiere
der a enseñar. Nos demanda, ante o debería requerir mucho más
todo, aprender a ser. de lo que a simple vista
podría parecer”
La familia, como todos sabemos,
constituye la piedra de toque de
la educación. Desde los primeros Nos guste o no, los padres consti-
momentos de vida del niño, el en- tuimos el principal anclaje de nues-
torno familiar influye de manera tros hijos en la sociedad, de tal
incesante en el desarrollo de su modo que el comportamiento que
personalidad, así como en la for- estos chicos, futuros hombres y
mación de actitudes y valores. mujeres, plasmarán en su entorno
social, será producto en gran me-
La escuela también es otro agente dida de lo que se les haya sabido
socializador de importancia, pero inculcar en sus años de infancia y
la realidad es que cuando llegan adolescencia.

7
Introducción.

Cualquier situación reiterada que La educación en y para la paz, es


se dé dentro del hogar, será con- sin lugar a dudas, la única forma
siderada como normal por parte de prevenir la violencia. Como
de la infancia, de ahí que una pieza decíamos más arriba, educar en
clave a la hora de trasmitir valores la paz significa buscarla de forma
sea la vivencia de la igualdad; activa. Evidentemente no es lo
igualdad en el trato que se desa- mismo estar en contra de la guerra
rrolla en las relaciones familiares, que a favor de la paz.
de padres a hijos, entre hermanos
o en la pareja. Otra palabra clave en la ardua,
aunque gratificante tarea de la
Igualdad de oportunidades, es convivencia en valores es la soli-
decir, que no se discrimine en la daridad. Es necesario ser y hacer
convivencia diaria por razones de conscientes a nuestros hijos de
sexo, de capacidad intelectual, que el reparto de la economía, de
etc. la cultura y de la salud es desigual,
y que un reparto desigual de bie-
En definitiva, la igualdad, en todas nes debe empujar indiscutible-
sus acepciones debe ser un valor mente a la capacidad de compartir
en alza, que como venimos dicien- (otro valor importante) nuestro
do sólo puede ser legado me- dinero, nuestra experiencia, nues-
diante el proceso de “ósmosis tros conocimientos, porque hay
vivencial”, es decir, absorbido e mucho por educar en todas las
interiorizado a partir de la propia edades. La austeridad, enseñar a
actitud del que lo trasmite. no despilfarrar y a no vivir por enci-
ma de nuestras posibilidades. No
Muchos de los conflictos que ac- ser egoísta y acaparar más de lo
tualmente se producen en el seno que necesitamos para vivir, etc.,
familiar radican en desigualdades son algunos caminos.
estructurales basadas en diferen-
ciaciones de trato, de responsabi- Es bueno hacer reflexionar a los
lidad, de desarrollo. nuestros con preguntas que les
enseñen a ponerse en el lugar de
los otros, como por ejemplo: si en
“Es bueno hacer reflexionar vez de nacer aquí hubieses nacido
a los nuestros con preguntas en Ruanda ¿qué le dirías a un
que les enseñen a ponerse en chico como tú?
el lugar de los otros”
Irremediablemente hablar de po-
nerse en el lugar del otro nos pro-
Una equivocada resolución de voca el encuentro con otro valor
conflictos podría desembocar en que debería estar altamente coti-
violencia familiar. Nuestra posición zado pero que por desgracia está
sobre la violencia, en cualquiera en desuso: la tolerancia.
de sus manifestaciones: física, psi-
cológica, social, económica, etc., Ser tolerante podría definirse como
es, pues, de tajante rechazo, la capacidad de aceptar al otro
puesto que vulnera los Derechos tal y como es. Pero no podemos
Humanos y las libertades funda- educar en la tolerancia si antes no
mentales. hemos enseñado a nuestros hijos

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Cómo convivir con adolescentes.

a tener espíritu crítico, es decir, Sabemos que educar, en muchas


hacerles ver que no todo es tolera- ocasiones no es fácil, los padres
ble, y que es importante que no percibimos cómo nuestros hijos
acepten como válida cualquier pequeños nos miran con un sen-
idea o manifestación de opinión timiento de admiración similar al
que vaya en contra de los princi- que profesan hacia los héroes y
pios humanos, como por ejemplo heroínas de sus cuentos infanti-
la violencia. les y nos sentimos aterrados. No
sabemos si estaremos a la altura,
Una manera relativamente sencilla si sabremos acertar con el gesto y
de enseñar a los más jóvenes a la palabra, si podremos a fin de
diferenciar entre ser crítico y ser cuentas ayudar a esas “pequeñas”
intolerante es trasmitirles la idea personas que tenemos delante a
de que todas las personas por el ser el día de mañana hombres y
hecho de serlo, independiente- mujeres honestos y felices.
mente de su sexo, raza, credo o
condición, deben ser respetadas, Con nuestro sincero deseo de po-
pero lo que esa persona dice o der apoyar a estos padres y ma-
hace sí puede ser puesto en tela dres que, como nosotros mismos,
de juicio y rechazado llegado el a veces se sienten sobrepasados
caso. por la gran responsabilidad que han
adquirido, hemos escrito esta guía.
Cada familia tiene su propia ma- Consta de siete capítulos que
nera de trasmitir valores a los afrontan estos temas: “ser yo, ser
suyos. Desafortunadamente hay padre”, principales características
ocasiones en que el noble sentido de la adolescencia, la comunicación
del valor se ve desvirtuado por ser con los adolescentes, la alfabeti-
trasmitido de forma errónea; la zación emocional, las conductas de
severidad disfrazada de disciplina, riesgo en la adolescencia, la impor-
la confianza impuesta y no gene- tancia de las normas y los límites.
rada, la comunicación unidirec- Así mismo, contiene ejercicios y
cional presentada ante el hijo testimonios que podrán utilizarse
como diálogo, etc. individualmente o en grupo.

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Ser yo, ser padre.

Ser yo, ser padre.

“Para poder vivir y crecer


con nuestros hijos,
necesitamos primero,
aprender a vivir con
nosotros mismos”

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Cómo convivir con adolescentes.

Cuando padres, madres, profeso- Tipos de padres,


rado y, en definitiva, personas res-
ponsables del cuidado de los ado- efectos
lescentes recurren a determinados sobre los hijos
profesionales preocupados por su
educación, casi siempre plantean Antes de describir pautas para la
sus inquietudes tomando como relación con los hijos, es oportuno
referencia la conducta de los me- comprenderse a uno mismo en el
nores: “es un chico muy rebelde”, rol de padre o educador.
“va a lo suyo y no escucha a nadie”,
“sólo le importan sus amigos”, etc. Algunos sentimientos frecuentes
en los padres son los siguientes:
En contadas ocasiones, los adul-
tos responsables se cuestionan si Miedos: “¿qué le pasará allí
estas “malas” conductas tendrán donde yo no puedo controlarle?”
algo que ver con sus propios com- (sexo, drogas, violencia...).
portamientos, por no hablar de sus
actitudes o expectativas. “¿Qué Sentimientos de culpa: “no lo
tiene que ver que yo piense que mi hice suficientemente bien”, ¿qué
hija no sirve para estudiar con que he hecho mal?
ella llegue tarde a clase?” Proba-
blemente mucho. Cuando los hijos Sentimientos de inutilidad: “ya
se sienten minusvalorados por sus no nos necesitan como antes, ya
personas de referencia, intentan no me cuenta sus cosas, ya no es
llamar su atención con conductas mi bebé”.
que suelen provocar enfado y
preocupación. Es evidente, cuan- Sentimientos de desesperación:
do la valoración no se da de forma “¿cuándo dejará de ser un crío y
voluntaria, hay que provocarla. se comportará de forma respon-
sable?”, “¡qué paciencia hay que
Ser padres nos obliga a definir el tener!”, “¡no lo entiendo, no sé
sentido de la vida que queremos comunicarme con él!”.
ofrecerles. Para poder vivir y cre-
cer con nuestros hijos, necesita- Existen diferentes clasificaciones
mos primero, aprender a vivir con de tendencias en el ejercicio de
nosotros mismos, porque nadie esta responsabilidad. Presentamos
puede ser mejor padre o madre a continuación una descripción
que persona. que puede sernos útil para com-
prender diferentes dinámicas, así
Por todo esto, antes de comenzar como para reconocerse más en
a leer sobre ellos, vale la pena alguna de ellas que en otras.
reflexionar unos minutos sobre uno
mismo: ¿qué tipo de persona soy
yo?, ¿soy un padre honesto?, Los perfeccionistas,
¿soy coherente a la hora de dar exigentes, rígidos (A)
y recibir cariño?, ¿me conocen mis
hijos tal como soy?, ¿y yo a ellos? Son aquellos padres que nunca
tienen bastante, imponen normas
Tal vez los siguientes párrafos le rígidas e inflexibles a sus hijos sin
ayuden a contestarse. dar lugar a la argumentación o a la

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Ser yo, ser padre.

manifestación de cualquier tipo de En términos generales los hijos de


discrepancia. padres muy rígidos y severos
guardan sentimientos reprimidos
Suelen ser personas con una de rabia y rencor hacia ellos.
fuerte percepción de falta de Dichos sentimientos suelen ser
control sobre su vida en general, manifestados a través de con-
tratando de compensar dicha falta ductas de rebeldía cuando están
con gritos e imposiciones ame- con sus iguales en ausencia de
nazantes. Valoran por encima de figuras de autoridad.
todo el cumplimiento de las nor-
mas, creen que sus hijos deben
obtener el mejor rendimiento del Carta de un padre a su hijo
que son capaces, aunque para Era una mañana como cualquier
ello deban sacrificar su tiempo otra. Yo, como siempre, me ha-
de ocio y descanso. llaba de mal humor. Te regañé
porque estabas tardando dema-
Por lo general, son padres “evita- siado en desayunar, te grité porque
dores”, no queriendo conocer en no parabas de jugar con los
absoluto las consecuencias emo- cubiertos y te reprendí porque
cionales que sus exigencias pro- masticabas con la boca abierta.
ducen en sus hijos. Les cuesta Comenzaste a refunfuñar y en-
mucho empatizar con éstos, impi- tonces derramaste la leche sobre
diendo el acercamiento emocional, tu ropa. Furioso te levanté por los
ya que esto les supondría conocer cabellos y te empujé violentamente
el gran malestar que sienten sus para que fueras a cambiarte de
hijos ante la situación y los sen- inmediato. Camino del colegio no
timientos encontrados que experi- hablaste. Sentado en el asiento del
mentan hacia ellos. coche llevabas la mirada perdida.
Te despediste de mí tímidamente
y yo sólo te advertí que no te
“Los hijos de padres portaras mal. Por la tarde, cuando
muy rígidos y severos regresé a casa después de un
guardan sentimientos día de mucho trabajo, te encontré
reprimidos de rabia y rencor jugando en el jardín. Llevabas
hacia ellos” puestos unos pantalones nuevos y
estabas sucio y mojado. Frente a
tus amiguitos te dije que debías
A este tipo de padres, les cuesta cuidar la ropa y los zapatos, que
aceptar la crítica tanto de sus hijos parecía no interesarte mucho el
como de sus iguales. sacrificio de tus padres para
vestirte. Te hice entrar a la casa
Los hijos de padres rígidos y exi- para que te cambiaras de ropa
gentes aprenden a ser depen- y mientras marchabas delante
dientes, irresponsables y poco de mí te indiqué que caminaras
razonadores. No hacen las cosas erguido. Más tarde continuaste
por sus consecuencias positivas haciendo ruido y corriendo por
sino por evitar el castigo. Esta toda la casa. A la hora de cenar
desmotivación intrínseca fomenta arrojé la servilleta sobre la mesa
que sólo obedezcan en presencia y me puse de pie furioso porque
de la figura de autoridad. no parabas de jugar. Con un golpe

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Cómo convivir con adolescentes.

sobre la mesa grité que no so- abierta, tu frente húmeda, tu as-


portaba más ese escándalo y subí pecto indefenso como el de un
a mi cuarto. Al poco rato mi ira bebé. Me incliné para rozar con
comenzó a apagarse. Me di cuen- mis labios tu mejilla, respiré tu
ta de que había exagerado mi aroma limpio y dulce. No pude
postura y tuve el deseo de bajar contener el sollozo y cerré los ojos.
para darte una caricia, pero no Una de mis lágrimas cayó en tu
pude. ¿Cómo podía un padre, piel. No te inmutaste. Me puse de
después de hacer tal escena de rodillas y te pedí perdón en silen-
indignación, mostrarse sumiso y cio. Te cubrí cuidadosamente con
arrepentido? Luego escuché unos la manta y salí de la habitación.
golpecitos en la puerta. “Adelante” Si vives muchos años, algún día
dije adivinando que eras tú. Abriste sabrás que los padres no somos
muy despacio y te detuviste inde- perfectos, pero sobre todo, ¡ojalá
ciso en el umbral de la habitación. te des cuenta de que, pese a
Te miré con seriedad y pregunté: todos mis errores, te amo más
¿Te vas a dormir?, ¿vienes a des- que a mi vida!
pedirte? No contestaste. Cami-
naste lentamente con tus pe-
queños pasitos y sin que me lo
esperara, aceleraste tu andar para
echarte en mis brazos cariñosa-
mente. Te abracé y con un nudo
en la garganta percibí la ligereza
de tu delgado cuerpecito. Tus
manitas rodearon fuertemente mi
cuello y me diste un beso suave-
mente en la mejilla. Sentí que
mi alma se quebrantaba. “Hasta
mañana, papito” me dijiste. ¿Qué Los despreocupados,
es lo que estaba haciendo?, pasotas, permisivos (B)
¿porqué me desesperaba tan
fácilmente? Me había acostumbra- Estos padres se caracterizan por
do a tratarte como a una persona la falta de proposición o de ne-
adulta, a exigirte como si fueras gociación de normas. Llegan a
igual a mí y ciertamente no eras concretar únicamente un mínimo
igual. Tú tenías unas cualidades de que garantice la convivencia sin
las que yo carecía: eras legítimo, conflictos.
puro, bueno y sobre todo, sabías
demostrar amor. ¿Por qué me A estos, no les suponen ningún
costaba tanto trabajo?, ¿por qué problema los comportamientos
tenía el hábito de estar siempre desadaptativos de los hijos, siem-
enfadado?, ¿qué es lo que me pre que no alteren el orden con-
estaba sucediendo? Yo también fui vivencial, y en pocas ocasiones
niño. ¿Cuándo fue que comencé corrigen conductas.
a contaminarme? Después de un
rato entré a tu habitación y encendí Su pasividad se manifiesta no so-
una lámpara con cuidado. Dormías lamente en la ausencia de normas.
profundamente. Tu hermoso rostro La falta de apoyo a la hora de
estaba ruborizado, tu boca entre- resolver problemas cotidianos,

13
Ser yo, ser padre.

escolares, económicos, de hora- consecuencias que su compor-


rios, también se hace patente. tamiento conllevará.

Ofrecen un escaso soporte emo- Son padres que un día imponen


cional y expresan de forma neutra una norma básica de compor-
sus emociones. Existe una falta de tamiento y al día siguiente no dan
interés explícito por conocer los ninguna importancia al incumpli-
gustos y valores de sus hijos. miento de ésta.
Tienden a evitar, de esta manera,
la espontaneidad de ideas o sen- Producen gran desconcierto en
timientos así como los diálogos sus hijos por la variabilidad del
y conversaciones familiares, tan nivel de exigencia hacia ellos.
necesarios en la infancia y adoles-
cencia para formar el autoconcep- Propician inestabilidad emocional
to y la valía personal. e inseguridad y dificultan el proce-
so del conocimiento de sí mismos,
Estas actitudes en los padres, dan quedando muy poco definidos los
lugar a hijos egocéntricos y de- límites, normas y sobre todo lo que
sobedientes. Propician niños capri- se espera de ellos.
chosos, a los que les cuesta com-
partir con los demás sus cosas, Por lo general, los hijos no suelen
puesto que nunca se les a en- tomar en serio a este estilo de
señado a hacerlo. Los adoles- padres, por lo que ni son temidos
centes que crecen en este tipo sus castigos ni valorados sus
de ambientes, lo hacen con sen- elogios.
timientos ambivalentes, que se de-
baten entre la sensación positiva Los hijos educados en este en-
de poder hacer lo que quieran y el torno crecen inseguros, puesto
sentimiento de falta de protección que al no tener como modelo refe-
y cariño que genera el no tener rente una conducta estable, no
límites a los que aferrarse. crean hábitos de comportamiento,
ni esquemas mentales precisos ni
A veces ocurre que ante padres conocimiento de las expectativas
excesivamente permisivos los hijos de los padres hacia ellos.
suelen buscar sustitutos en amigos
o hermanos mayores.
Los equitativos,
democráticos y firmes (D)
Los ambivalentes,
inestables, cambiantes (C) Por lo general, estos padres inten-
tan pedir a sus hijos en función de
Este tipo de padres, son aquellos las posibilidades que perciben en
que, dependiendo de su estado ellos.
de ánimo, fluctúan de la represión
y el castigo al diálogo y la per- A la hora de implantar normas
misividad. No tienen un esquema y límites, están abiertos a nego-
mental claro de lo que quieren ciaciones y contra argumenta-
trasmitir a sus hijos, por lo que ciones. Son flexibles e intentan
se dejan llevar por el sentimiento tener en cuenta intereses, opinio-
del momento sin considerar las nes y necesidades de sus hijos.

14
Cómo convivir con adolescentes.

Potencian en ellos el sentido críti- y hacerse respetar y en general


co, el espíritu de colaboración y a ir formando una sana auto-
la lógica de la argumentación. Su estima.
educación en el valor de la auto-
nomía les genera actitudes y com- Otro legado importante de este
portamientos de responsabilidad y tipo de padres es el ejemplo, a
esfuerzo. través de su propio comporta-
miento, del control de emociones.
No huyen de las situaciones con- Saben encauzar esos primeros
flictivas, sino que las afrontan des- impulsos de rabia, agresividad o
de el diálogo y la comunicación desesperanza que puede provocar
asertiva. Inculcan a sus hijos la el no conseguir lo que desean.
importancia de respetar opinio-
nes contrarias a las propias. Son padres que tratan
de hacer entender a
Suelen ser padres con alto sus hijos que las cosas
grado de control emocional, deben hacerse por el
teniendo facilidad para ex- propio placer de ha-
presar adecuadamente sus cerlas y que no surgen
emociones. porque sí, sino como
consecuencia de sus
Son poco proteccionistas actos.
y animan a sus hijos a
afrontar sus problemas
de forma autóno-
ma, estando Los
disponibles culpabilizadores,
por si los chantajistas,
necesitan. manipuladores (E)

Las normas o límites Algunos padres, cuando se sien-


que son innegociables, no son im- ten incapaces de conseguir que
puestas “porque sí” o “porque no”, sus hijos realicen alguna conducta
sino que se argumenta y razona la o se comporten como ellos de-
importancia de su cumplimiento. sean, utilizan de forma recurrente
el chantaje, el pequeño soborno, o
Los hijos de padres democrá- incluso la culpabilización.
ticos reciben un modelo de con-
ducta equilibrado y justo, lo cual En términos de eficacia, podríamos
les otorga seguridad y equilibrio decir que recurrir a estas alternati-
emocional. vas, por lo general “les funciona”;
es decir, el niño suele realizar la
El hecho de que estos padres conducta requerida por los padres,
pidan opinión a sus hijos y la pero a nadie la pasará inadvertido
valoren positivamente es de vital el hecho de que tan importante co-
importancia, pues a través de mo lo que uno hace, es el por qué
la valoración de los padres, re- lo hace, puesto que ese “por qué”
ferentes para los hijos, es como va a determinar en gran medida
estos aprenden a valorarse a sí comportamientos futuros que con-
mismos, a quererse, a respetarse tribuirán a la estabilidad emocional.

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Ser yo, ser padre.

El niño que obedece a sus padres cación, es la connotación moral


y ejecuta una conducta, que en que los hijos hacen de este hecho.
última instancia ni siquiera en- Tal y como venimos diciendo, en la
tiende, por sentimientos de culpa infancia y preadolescencia, el prin-
o porque con ello conseguirá cipal modelo de referencia para los
salirse con la suya en otro ámbito, hijos son los padres. Es de espe-
no está aprendiendo, en ningún rar, por tanto, que el niño que
modo, el sentido del respeto. escucha a sus padres hablar en
No se le ayuda así a descubrir el estos términos, entienda que son
beneficio intrínseco ni el sentimien- argumentos válidos y los incluya
to de valía que implica realizar un en su escala de valores dentro de
trabajo bien hecho. la categoría de lo bueno y positivo.

Muy al contrario, cuando un padre Por último, debemos tomar con-


se comunica con sus hijos en ciencia de que comentarios de este
términos culpabilizadores, (“no calibre dan lugar a una percepción
quieres venir con nosotros de absolutamente voluble de los sen-
viaje porque ya no nos quieres, timientos, sujetos a preferencias y
nos has abandonado por tus ami- caprichos, pudiendo cambiar de un
gos…”), o en términos de chanta- día para otro, en función de cosas
je y manipulación, (“si hoy eres tan superfluas como hacer o no la
bueno y no me molestas, mañana cama, por ejemplo.
no vas a clase de inglés”), no está
trasmitiéndoles en absoluto un Todas estas circunstancias hacen
aprendizaje educativo. que se vaya desarrollando en el
adolescente un gran sentimiento
de falta de control.
“los hijos deben percibir los
sentimientos de cariño Como veremos más adelante, los
provenientes de sus padres hijos deben percibir los sentimien-
como algo sólido, estable tos de cariño provenientes de sus
e incondicional” padres como algo sólido, estable
e incondicional, requisito funda-
La manipulación del comporta- mental para que se sientan se-
miento de los hijos mediante el guros y valorados.
“chantaje emocional”, les transfiere
un mensaje erróneo y contradicto- Como en cualquier estilo de
rio: “si no me obedeces es porque padres, aquellos con tendencias
no me quieres”, “me porto mejor culpabilizadoras y proclives al
con tu hermano porque no me chantaje, no sólo las manifiestan
hace sufrir tanto como tú”, dando en la relación con sus hijos, más
lugar a la transmisión implícita de bien suelen mantenerlas presentes
que el cariño, y en general los sen- en todos los ámbitos de su vida,
timientos, son comerciables y que en el trabajo, con los amigos, en la
pueden usarse como moneda de pareja, etc. Este hecho, sin duda,
cambio para conseguir lo que uno potencia aún más la transmisión
quiere. de dicho estilo.

Otra consecuencia importante de- La falta de disposición para cam-


rivada de este estilo de comuni- biar de actitud suele ser un conti-

16
Cómo convivir con adolescentes.

nuo en los padres dados a utilizar casi como si lo estuviéramos


este tipo de manipulación. El mo- viviendo en la propia piel.
tivo de la contundencia de estos
hábitos de conducta suele estar Es cierto que el miedo es un sen-
en el poder de persuasión que, por timiento fácil de transferir, pero eso
lo general, tienen sobre los hijos, no debe hacernos perder la obje-
consiguiendo de ellos de forma tividad de las situaciones. No hay
inmediata o a muy corto plazo lo nada de malo en que un padre
que se desea. Esta consecuencia se preocupe por la seguridad de
es vivida de una forma tan positiva sus hijos y les intente advertir so-
por los padres que suele prevale- bre los posibles peligros a los que
cer sobre las potenciales desesta- pueden verse expuestos.
bilidades psicoafectivas que po-
drían desarrollar sus hijos en un El problema aparece cuando esa
futuro. protección empieza a convertirse
en algo recurrente y desmedido,
casi con tintes obsesivos, cuando
Los miedosos, los padres transfieren miedos des-
protectores, alarmistas (F) mesurados a situaciones o cosas
que en términos reales no son en
Cuando sentimos temor ante algu- sí peligrosas.
na situación, resulta difícil no trans-
mitírselo a quienes más queremos. Resumiendo, la protección se tras-
Esta dificultad suele forma en sobrepro-
acrecentarse tección y la preo-
cuando esas cupación lógica en
personas queri- alarmismo cuan-
das son perci- do los padres tie-
bidas como res- nen la incapacidad
ponsabilidad emocional de afrontar
absolutamente nues- hechos consumados
tra. Si a este hecho como que los hijos
le añadimos sus pocos se caigan de la bicicleta,
años, junto con la falta se pongan enfermos o
de experiencia que esto fumen a escondidas un
conlleva, podremos en- cigarro.
tender la imposibilidad
de algunos padres para Las personas sobrepro-
no caer en la sobrepro- tectoras, tienden a legiti-
tección y el alarmismo. mar sus conductas am-
parándolas bajo el abrigo del
Cualquier persona que tenga cariño; “lo hago por tu bien”,
pánico a las alturas, habrá “algún día me lo agradecerás”,
percibido en más de una “si te pasara algo me moriría”,
ocasión la sensación que se ex- etc.
perimenta cuando ve a alguien al
borde de un acantilado o aso- Las consecuencias de estas acti-
mado al ático de un enorme tudes temerosas, trasmitidas por
rascacielos. El miedo se siente de lo general de abuelos a padres
una forma tan intensa que es y de éstos a sus hijos, suelen tener

17
Ser yo, ser padre.

sobre el adolescente repercusio- Ejercicio:


nes importantes.
Identificación de
Los seres humanos necesitamos la respuesta espontánea
experimentar, ponernos a prueba
constantemente para comprobar El siguiente ejercicio tiene como
lo que podemos hacer por noso- finalidad ayudar a identificarse con
tros mismos, y es así, enfrentán- la tendencia más arraigada en uno
donos a situaciones nuevas, como mismo. Para ello se presentan a
vamos adquiriendo las estrategias continuación diferentes casos o
necesarias para ir desenvolvién- situaciones que nos podemos
donos en la vida. encontrar y posibles respuestas a
cada uno. Se trata de elegir aque-
Si por exceso de protección pri- lla con la que espontáneamente
vamos a nuestros hijos de enfren- nos identificamos más.
tarse a estos conflictos ordinarios,
ante la inevitable aparición de és-
tos, probablemente se bloquearán Caso 1
o desarrollarán conductas de evi- Marta, 16 años, acaba de informar
tación (no afrontamiento de los a sus padres de que Raquel, una
problemas). de sus mejores amigas, tiene pro-
blemas con las drogas.
Como resultado de esta concate-
nación de sobreprotecciones ten- 1 Me asustaría mucho, porque
dremos a un adolescente al que si su amiga se droga, a lo mejor
no se le ha dado la oportunidad de también ella estaría tonteando y
comprobar su valía, hecho que, sin podría tener el mismo proble-
duda, repercutirá en la formación ma. Intentaría por todos los
de su autoconcepto. medios que mi hija se alejara de
su amiga cuanto antes para
El escritor F. Zorn relata de forma evitar la tentación. Y, por supues-
elocuente las consecuencias de to, estaría muy pendiente de
haber sido excesivamente protegi- ella por si veo algo sospechoso.
do durante su infancia: “Durante mi
juventud he estado alejado siem- 2 La escucharía, pero evidente-
pre de casi todas las pequeñas mente, si su amiga tiene un
desgracias y especialmente de problema con las drogas, es
todos los problemas. Para decirlo algo que tiene que resolver ella
con más precisión: nunca tuve con sus padres. Yo no tengo
problemas, en realidad no tuve por qué meterme en ese asunto.
problemas en absoluto. Los que
me evitaban en mi infancia no 3 La escucharía y trataría de en-
fueron el dolor o la desgracia, sino tender de qué manera le está
los problemas en sí, y con ellos afectando esta situación. Por
también la capacidad de afrontar- supuesto, si decide ayudar a
los. […] Yo no crecí en un mundo su amiga, le apoyaría en lo que
infeliz sino en un mundo mentiroso. pudiera. Es una situación pro-
Y si algo es mendaz, la desgracia picia para saber lo que pien-
no se hace esperar mucho; viene sa mi hija sobre la droga y sus
por sí sola, naturalmente.” efectos.

18
Cómo convivir con adolescentes.

4 Le haría ver que si le pasara lo 3 En primer lugar, valoraría el


mismo que a su amiga, no sólo esfuerzo que ha hecho para
destrozaría su vida, sino la de sacar esas calificaciones. Des-
toda su familia, para ver si así se pués hablaría con él sobre la
lo piensa dos veces antes de conveniencia de sacarse o no
hacer una locura. el carné de moto.

5 Realmente no sé cómo reac- 4 Le diría que si quiere perder a


cionaría. Depende un poco de su madre-padre de un ataque
lo que mi hija me cuente, de la al corazón, que se suba en una
importancia que ella dé al asun- moto, porque, desde luego, en
to. No me gustaría darle más el momento en que le vea en
importancia de la que tiene, una, me muero.
pero tampoco quiero que mi
hija piense que no le presto 5 Saque las notas que saque,
suficiente interés. mientras dependa de mí, mi hijo
no tiene moto. Las motos son
6 Le reprocharía que no hubiera muy peligrosas y yo no voy a
confiado antes en mí; le diría contribuir a que se mate.
que lo mejor que puede hacer
es decirle a su amiga que hable 6 Me parece bien que si se lo
con sus padres, y a ella le ha ganado elija su premio, pero
dejaría claro que lo que debe siempre que no sea ni moto ni
hacer es alejarse de su amiga coche ni nada que yo valore
una buena temporada. peligroso.

Caso 2
Sacarse el carné de moto es lo
que Bruno, de 17 años, ha pedido
a sus padres tras haber aprobado
el curso con buenas notas.

1 Con 17 años ya debe entender


que sacar buenas notas es su
obligación y, por cumplir con el
deber, no hay que pedir algo a
cambio. Si quiere sacarse el
carné de moto, que trabaje para
ello y empiece así a darse cuen- Caso 3
ta de lo que significa ganarse Después de todo el día llegas a
la vida. casa y descubres que tu hija ado-
lescente está con un grupo de
2 Bueno, supongo que si está amigas y tiene todo bastante de-
empeñado en tener una moto, sordenado.
tarde o temprano lo hará. Pre-
fiero pagarle yo el carné y evitar 1 Probablemente empezaría a
que haga tonterías para con- gritar desde que entre por la
seguir el dinero. puerta y vea aquello. En segun-

19
Ser yo, ser padre.

do lugar le diría a sus amigas Guillermo, de 16 años, deben


que se fueran para que se tomar una decisión cuanto antes.
pusiera a ordenar todo.
1 Ante grandes problemas, gran-
2 Ante situaciones así, no siem- des soluciones. Para empezar,
pre reacciono de la misma mane- le prohibiría salir con sus amigos
ra. Sinceramente depende del el resto del curso. Le suprimiría
momento en que me pille. Si he todas las actividades extraes-
tenido un día duro de trabajo colares y reservaría plaza en un
reaccionaría con mayor hostili- internado. Si al final del curso, la
dad que si ha sido bueno. situación no ha mejorado, le
matricularía en él.
3 Esperaría a que sus amigas se
marchasen y entonces le expli- 2 Con 16 años ya sabe lo que
caría que mantener cierto orden hace y las consecuencias que
en casa es una norma bási- puede tener. Es evidente que si
ca de convivencia de obligado no quiere estudiar, por mucho
cumplimiento. que yo le obligue, no lo va a
hacer. El decide.
4 En realidad, después de estar
todo el día sin ver a mis hijos, 3 Le diría lo que realmente pienso,
no me apetece regañarles nada que no es un buen hijo, que
más llegar. Probablemente lo está abusando de la confianza
terminaría recogiendo yo. que le hemos dado y que, por
supuesto, va a tirar por la borda
5 Llamaría a mi hija a mi habita- el gran esfuerzo que estamos
ción y le echaría una buena haciendo sus padres para sa-
bronca. Le diría que se pusiera carlo adelante.
a recoger todo inmediatamente
y que como pierde el control 4 Es evidente que ese comporta-
cuando está con sus amigas, miento es sintomático de un
que se olvidara de invitar a sus problema de fondo. Por eso,
amigas a casa. antes de nada, le daría la opor-
tunidad de que expresara lo
6 Me sentiría fatal. Le preguntaría que le está pasando. Indepen-
si es esa la manera que ella dientemente de esto, le expli-
tiene de agradecer que su caría que su mala conducta le
padre/madre se esté matando ha traído una serie de conse-
a trabajar para sacarlos ade- cuencias que ha de cumplir.
lante. Si una hija hace eso a sus
padres que vienen agotados de 5 Para mí los estudios son muy
trabajar todo el día, es porque importantes y objetivamente creo
la importa bastante poco su que semejante situación se me-
esfuerzo. rece un castigo ejemplar, pero
cuando intento ser duro con mi
hijo y le veo sufrir, me vengo
Caso 4 abajo y termino perdonándole.
Cuatro suspensos y una amones-
tación del director es demasiado 6 Si mi hijo hace algo así, me
para cualquier padre y los de daría uno de los disgustos más

20
Cómo convivir con adolescentes.

grandes de mi vida. Hablaría 5 Pensaría que está metido en


inmediatamente con su tutor y algún problema que, por su-
el director y buscaría la ayuda puesto, debe ser aclarado in-
de un buen profesional para ver mediatamente. Me enfadaría
si aún estamos a tiempo de con él por no haberlo contado
hacer algo por nuestro hijo. antes. En cuanto a las conduc-
tas agresivas, se las quitaría con
una buena dosis de disciplina.

6 Hablaría seriamente con él;


que se diera cuenta de que con
ese mal comportamiento y esa
agresividad nos está provo-
cando muchísimo sufrimiento a
toda la familia; que piense que -
si le llamamos la atención es
porque queremos lo mejor para
él.

Caso 5
¿Qué pensaría si su hijo menor Caso 6
(14 años) lleva varios meses com- Claudia, de 13 años, es una chica
portándose de forma extraña, casi con buenas dotes para la música.
siempre distante y con reacciones Lleva 3 años recibiendo clases de
agresivas ante sus llamadas de piano, pero cada vez debe dedi-
atención? carle más tiempo y apenas si tiene
un minuto libre para relajarse, por
1 Pensaría que son comportamien- lo que cada día está menos moti-
tos propios de la adolescencia vada para seguir.
y que con el tiempo se irían
normalizando. 1 La obligaría a seguir. Los hijos
deben entender que si se com-
2 Me preocuparía muchísimo. Si prometen con algo, deben lle-
mi hijo se comporta así, seguro varlo a cabo hasta el final,
que es porque tiene algún pro- aunque eso les suponga un
blema serio: drogas, malas com- esfuerzo. Es bueno enseñarles
pañías, etc. a exigirse a sí mismos desde
pequeños.
3 Pensaría que tal vez está pasan-
do por un mal momento e in- 2 Me preocuparía mucho por mi
tentaría manifestarle que estoy hija, porque seguramente el
ahí para escucharle y ayudarle piano le está causando bas-
si me necesita. tante estrés y estas cosas si se
dejan pueden ir a más y con-
4 Hay días en que los comporta- vertirse incluso en depresión o
mientos raros de mis hijos me alar- algo peor. Estas situaciones hay
man muchísimo. Sin embargo, que atajarlas cuanto antes.
cuando oigo a otros padres co-
mentar que les ocurre lo mismo, 3 Lo que mi hija decida hacer en
me relajo y me olvido del tema. sus ratos libres es cosa suya.

21
Ser yo, ser padre.

Mientras no abandone los estu- puesto a llamarle a su móvil; a


dios, que haga lo que quiera. Al él y a todos sus amigos, a los
fin y al cabo no es más que una padres de sus amigos y si así
extra-escolar. no le localizo, me hubiera ido a
buscarle a la calle. Si veo que
4 Hablaría con ella, intentaría en- sigue sin llegar, seguramente lla-
tender cómo se siente al no maría a la policía para ver si
tener tiempo libre y juntos bus- saben algo de él.
caríamos lo más satisfactorio.
Las actividades extra-escolares 2 Cuando llegase a casa, le de-
son importantes, pero deben jaría que me explicase todo lo
ser elegidas por los adoles- que ha pasado y actuaría en
centes porque les gusta. función de la responsabilidad
que hubiera tenido en el retraso.
5 No lo sé. Supongo que mi reac- Por supuesto, le haría entender
ción dependería de lo que mi que avisar cuando va a llegar
hija me contara, de lo que a tarde es algo necesario que
mí me interese la música o de debe cumplir a toda costa.
mi estado de ánimo en ese
momento. 3 En una ciudad grande, una hora
de retraso tampoco es para
6 Le haría comprender a mi hija alarmarse. Probablemente pen-
que sus padres hemos puesto saría que ha perdido el autobús
nuestro esfuerzo y nuestras ilu- o algo así. Supongo que conti-
siones en que llegase a tocar nuaría durmiendo porque aunque
bien el piano y que no es justo esté levantado no va a llegar
que ahora porque tiene que es- antes.
forzarse un poco más vaya a
tirar todo por la borda. 4 Una hora de retraso es algo que
no se puede consentir con o sin
excusas. Si mi hijo me hace
algo así, no pisa la calle en un
tiempo. Y así no hay problemas
de autobús ni de volver solo. En
situaciones como éstas, el cas-
tigo es lo único que funciona
para que obedezcan.

5 En estos casos, mi reacción de-


pende mucho del momento; si
no me despierto esa noche y
Caso 7 me entero al día siguiente, mi
Son las cinco de la madrugada y reacción sería más tranquila. Le
Pedro aún no ha llegado. Aunque preguntaría qué le había pa-
últimamente se está desmadran- sado e intentaría razonar con él
do, sólo tenía permiso hasta las para que no volviese a hacerlo.
cuatro. Pero si me despierto y sufro la
espera, probablemente sería
1 Me volvería loco/a. A partir más violento; le amenazaría con
de las cuatro y diez me hubiese un buen castigo.

22
Cómo convivir con adolescentes.

6 Que mi hijo llegue con una cosas como son, los riegos pero
hora más de retraso y no me también los aspectos positivos.
avise sabiendo que me desvivo Estar bien informados les ayuda
por él y que me pongo enfer- a saber decidir y también a
ma/o cada vez que llega tarde, evitar problemas.
significa ni más ni menos que
es un egoísta y que le importan 4 Mi hija sabrá lo que tenga
bastante poco mis sentimientos. que saber cuando yo como
padre lo decida, y no cuando lo
diga su profesora. Los padres
somos los que conocemos ver-
daderamente a los hijos y sabe-
mos si están preparados o no
para hablar sobre sexo.

5 Tal y como están las cosas,


lo más importante, y sobre todo
siendo tan pequeños, es infor-
males de la cantidad de riesgos
que hay en la calle. Un embara-
Caso 8 zo es ya casi lo de menos, lo
María, de 12 años, está cursando peor es si coge el sida o cual-
6º de primaria y su profesora ha quier otra cosa. Hoy en día
aconsejado a los padres que em- tener hijos adolescentes es una
piecen a darles alguna información preocupación constante.
sobre sexo para complementar
la educación sexual que está 6 Claro que hay que hablar con
empezando a dar en el colegio. los hijos de sexo y que entien-
dan la responsabilidad que
1 Si dan educación sexual en el tienen, decirles que antes de
colegio, no creo que necesite hacer las cosas que piensen en
más información. Además, de las consecuencias, que no so-
esas cosas se va uno enteran- lamente se destrozan la vida
do con la edad. ellos, también te la destrozan a
ti porque a esa edad tu me
2 Es curioso; si un amigo me hi- dirás quién se hace cargo de
ciera esta pregunta le diría sin los problemas, pues sus padres.
lugar a dudas que hablara con
su hija. Opino que cuanta más
información, menos riesgo. Pero
cuando es la mía, la cosa
cambia. ¿Cómo se le habla a
una niña de 12 años de sexo?
¿Hasta dónde hay que llegar?
¿Y si no está preparada? No
sé; creo que la situación me
supera.

3 Creo que es necesario dialo-


gar con los hijos, y contarles las

23
Ser yo, ser padre.

Caso 9 5 Parándome a pensarlo, creo


La mala suerte ha querido que que si mi hija se rompe una
Carla celebrara sus 15 años en la pierna por montarse en una
cama de un hospital. El mismo día moto con un chico bebido, es
de su cumpleaños se cayó de la evidente que se merece una
moto de un amigo que iba algo buena regañina, pero el hecho
bebido; el diagnóstico: una pierna es que aunque se haya portado
rota, un mes de reposo y la moral mal, verla sufrir me puede.
por los suelos.
6 ¡Pobrecita, romperse una pier-
1 Los hijos hacen las cosas a lo na en su cumpleaños! Bastante
loco sin pensar en las conse- tiene la pobre con lo que la
cuencias y luego nos toca a los espera para que encima me
padres pasarlo mal y cargar con enfade yo con ella. Todo lo con-
los problemas. ¡Madre mía, un trario, la cuidaría lo mejor que
mes sin poder moverse! Para pudiera e intentaría que sufriera
ella, desde luego, es un fastidio, lo menos posible y, por supues-
pero tiene que darse cuenta de to, que no se culpabilizara por
lo que supone también para lo que pasó.
nosotros.

2 Mi hija sabe que tiene totalmen- Caso 10


te prohibido montar en moto y La convivencia entre Alicia y su
más si es con alguien que está marido es cada vez peor, discuten
bebido. Por mucha pierna rota continuamente y al final ella termi-
que tenga, el castigo no se lo na llorando, en muchas ocasiones
quita nadie. Que aproveche el sus hijos de 13 y 15 años son tes-
tiempo de reposo sin salir para tigos de sus discusiones. ¿Cómo
reflexionar la tontería que ha actuar?
hecho y darse cuenta de lo que
le ha traído desobedecerme. 1 En un caso así les diría a mis
hijos que a veces la vida no es
3 Verdaderamente, romperse una fácil y que hay que asumirla
pierna a los 15 años debe ser como viene, que con esa edad
algo bastante traumático. Si mi deben ser lo suficientemente
hija está desmoralizada por la mayores como para afrontar
situación, intentaría ofrecerle que sus padres tienen proble-
apoyo no sólo físico sino tam- mas y están pasando por un
bién emocional. No creo que mal momento por lo que deben
sea el mejor momento para poner de su parte.
reprochar su comportamiento.
Más adelante hablaríamos de 2 En primer lugar les pediría per-
las consecuencias que éste ha dón por hacerles presenciar
tenido. nuestras discusiones, después
intentaría dialogar con ellos para
4 Sus padres no podemos hacer ya saber cómo se sienten y cómo
nada por evitar lo que le ha ocu- les está afectando esta situación.
rrido. Tendrá que pasarlo como
pueda. A los 15 años uno se recu- 3 No creo que a esa edad deba-
pera enseguida de estas cosas. mos cargar a nuestros hijos con

24
Cómo convivir con adolescentes.

nuestros problemas, les diría Hacer la propia gráfica marcando


que hemos discutido por algún con un círculo los números pues-
motivo pero que todo se va a tos en los cuadros de anteriores.
arreglar para evitar que ellos
vivan angustiados con tan pocos
años. A B C D E F
4 Les hablaría de los problemas Caso 1 6 2 5 3 4 1
entre nosotros, les diría que Caso 2 1 2 6 3 4 5
tenemos dificultades para en-
tendernos pero que lo estamos Caso 3 5 4 2 3 6 1
intentando por ellos para que
no tengan que pasar por la se- Caso 4 1 2 5 4 3 6
paración de sus padres, supon- Caso 5 5 1 4 3 6 2
go que así verían que aunque
discutamos a ellos les quere- Caso 6 1 3 5 4 6 2
mos mucho. Caso 7 4 3 5 2 6 1
5 Es difícil saber lo que les diría Caso 8 4 1 2 3 6 5
en un caso así, supongo que Caso 9 2 4 5 3 1 6
dependería de muchas cosas,
de cómo estuviera yo de toca- Caso 10 1 6 5 2 4 3
do/a, de cómo les viera a ellos,
si están muy afectados inten-
taría quitarle hierro al asunto, si
les veo más fuertes les hablaría Contar en sentido vertical el
con más claridad. número de círculos y ponerlo en
la casilla correspondiente a cada
6 Intentaría no discutir delante de letra y donde dice: “puntuación”.
ellos pero a veces es inevitable. Su estilo de respuesta es aquel
De todas formas todos hemos que más puntuación haya obte-
visto discutir a nuestros padres nido. Sería deseable que predo-
en casa y no por eso hemos minaran las respuestas “D”, que
tenido traumas. se corresponden con el estilo de
padres equitativos, democráticos
y firmes. Re-lea el comentario de
Escribir en cada recuadro el nú- cada uno de los estilos según el
mero de la reacción elegida como resultado que usted haya obtenido.
la más parecida a la que usted
habría tenido normalmente en la
relación con el adolescente.
A
Tipo de respuesta

Estilo dominante

Caso 1: Caso 6: B
Puntuación
Respuesta

Caso 2: Caso 7: C
Caso 3: Caso 8: D
Caso 4: Caso 9: E
Caso 5: Caso 10: F

25
Ser yo, ser padre.

Adolescentes, mo fue la adolescencia y la edu-


cación de estos padres reivindi-
padres; ¿sómos cadores, aún a riesgo de parecer
tan distintos? presuntuosos, nos atreveríamos a
considerar que ciertamente antes
los hijos obedecían más, pero
Los “padres de antes” dicha obediencia no siempre era
consecuencia del respeto.
“Antes había más respeto”. ¿Le
suena? Probablemente sí. Y no Conversación mantenida con un
es extraño pues contestaciones padre en un curso de comuni-
como estas o similares son, con cación con los adolescentes:
diferencia, las mayormente referi-
das por los padres al ser cuestio- Padre: Desde luego los adolescen-
nados por las principales diferen- tes de ahora nada tienen que ver
cias entre su propia adolescencia con los de antes. Antes había unos
y la de sus hijos. valores, un respeto por los adultos;
ahora no hay respeto por nada.
Efectivamente, este tipo de afir-
maciones, más por uso que por Ps: Mario ¿cómo eran las cosas
certidumbre, se han convertido en cuando tú eras adolescente?
una especie de comodín, que a
falta de argumentos o de ganas de Padre: De entrada, la relación que
gestarlos, se acuñan como razón yo mantenía con mis padres nada
ante cualquier comportamiento tenía que ver con la que tiene mi
inapropiado del adolescente. hijo con su madre y conmigo.

Curiosamente cuando se les pre- Ps: Crees que tú tuviste una mejor
gunta a estos mismos padres lo relación con tus padres. ¿Cómo
que entienden ellos por respeto, la era?
situación varía y se rompe el
consenso incluso entre la propia Padre: Pues para empezar, cuan-
pareja. Para muchos, el respeto es do mi padre decía algo no se me
sinónimo de obediencia, de cum- ocurría en absoluto discutir con él;
plimiento de normas. Algunos le obedecía y punto.
consideran que tiene más que ver
con cariño, admiración… Otros, Ps: Mario ¿y si no estabas de
sin embargo, opinan que respetar acuerdo con lo que él decía?
es pensar y entender las cosas
de forma similar, y aún podríamos Padre: Es que no era cuestión
nombrar definiciones mucho más de estar de acuerdo con él o
curiosas y variopintas. No es de no, era cuestión de respeto. Si
extrañar, por tanto, que un término mi padre decía, por ejemplo: “este
entendido de formas tan dispares fin de semana vamos al pueblo
sea echado en falta por uno u otro a ver a los abuelos”, pues el fin
motivo. de semana se iba al pueblo, y ni
a mi hermana ni a mí se nos ocu-
Pero, ¿realmente antes había más rría decir: “yo no voy que tengo
respeto? Después de escuchar otros planes”, como me contesta
numerosos testimonios sobre có- mi hijo a mí.

26
Cómo convivir con adolescentes.

Ps: Sí, imagino que no debe ser fá- cercana. De hecho pensándolo
cil aceptar una conducta tan distin- bien creo que discutimos porque
ta a la que a ti te enseñaron. Mario, hablamos de todo.
y si le hubieras llevado la contraría
a tu padre, ¿qué habría pasado? Ps: ¿Quieres decir que tu hijo tiene
una libertad para expresarse que
Padre: Si le hubiera dicho, por tú no tuviste?
ejemplo, que no quería ir al pueblo,
que prefería quedarme, me habría Padre: Sin duda, y soy conciente
obligado a ir de cualquier manera. de que eso es bueno, pero tal
Desde luego si le hubiera contes- vez ahí he sido demasiado permi-
tado como contestan ahora los sivo porque a veces es bastante
chavales me hubiera dado una descarado.
bofetada, sin lugar a dudas.
Ps: A lo mejor, Mario, más que
Ps: ¿Tenías mucho miedo a las comparar a tu hijo contigo sería
represalias de tu padre? bueno compararle consigo mismo,
es decir, trabajar con él esa hosti-
Padre: Reconozco que mi padre lidad que a veces tiene sin que
enfadado me imponía bastante. pierda la libertad de expresar sus
opiniones como te paso a ti.
Ps: ¿Crees, que tal vez, a parte de
por respeto, obedecías a tu padre Padre: Es lo malo de comparar:
también por miedo? que tienes que hacerlo tanto para
lo bueno como para lo malo. Estoy
Padre: Sí, es cierto que el temor de acuerdo en que es mejor
a que nos diera una bofetada o tomarle a él mismo de referencia
incluso a recibir una bronca era que compararle con nadie; ade-
grande. más, sinceramente no me gustaría
que mi hijo se sintiera tan cohibido
Ps: Supongo que esto no te haría como me sentía yo con mi padre.
sentir muy bien: ¿En aquellos años
tenías una buena relación con tu Ps: Estupendo, me parece un
padre?, ¿hablabas con él de tus buen punto de partida.
cosas?

Padre: No existía una relación


de confianza, si es a lo que te
refieres. Tanto mi hermana co-
mo yo estábamos bastante dis-
tanciados de él, incluso de mi
madre. Yo intimé algo más con
mi padre cuando me hice ma-
yor, pero tampoco demasiado.

Ps: Tu relación con tu hijo es


distinta, ¿verdad?

Padre: Por supuesto; en ese


sentido es bastante mejor, más

27
Ser yo, ser padre.

La clave: bros de la familia. Quizás esto


adaptarse a los cambios fuera demasiado pedir para hom-
bres y mujeres que hubieron de
A la hora de establecer diferencias forjar su libertad conjugando en
entre los adolescentes de antes y todas sus acepciones la primera
los de ahora, la primera referencia persona del verbo “deber”. No obs-
que debemos tomar, siendo rigu- tante, lo que sí hemos de recono-
rosos, es la sociedad en la que les cerles a estos padres abnegados
ha tocado vivir. es su capacidad para adaptarse a
los cambios que les fue deparan-
Costumbres, hábitos, comporta- do la vida, evitando, como dice
mientos y el propio estilo educati- Elguero, “el desencuentro con sus
vo de cada padre va a estar, sin hijos”. “Ellos se adaptaron a los
duda, delimitado por la sociedad cambios que iban llegando…
en la que se halla inmerso. Visto Vieron cómo los valores en los que
desde esta perspectiva, a la hora se habían educado se transforma-
de constatar dichas diferencias ban a ritmo de libertad, y nosotros,
resultaría casi más revelador inte- sus hijos, nos distanciábamos de
rrogar a los padres por las carac- los comportamientos arcaicos de
terísticas de la sociedad en la que una sociedad pasada. Quisieron
vivieron. aplicar la disciplina heredada…,
pero el tiempo y los cambios les
Haciendo memoria histórica, po- quitaron poco a poco la razón y
dremos recordar, unos por vi- supieron rectificar a tiempo.
vencia y otros por referencia, los
enormes cambios a los que hu-
bieron de hacer frente con sus
hijos, los padres, ya abuelos, na-
cidos en la posguerra. Ignacio
Elguero describe muy elocuen-
temente esta situación en su
libro “Los padres de Chencho”:
“Nacieron en los duros años de la
posguerra y vivieron una época en
blanco y negro llena de ideología y
disciplina… Crecieron pensando
que los hombres no lloran, que la
larga mili les hacia madurar, que el
trabajo dignificaba, (eso sí, desde Cambiaron el cachete por el pre-
niños) y que la mujer era el “des- mio e intentaron que sus hijos e
canso del guerrero” según les hijas estudiasen y fueran lo que
habían enseñado”. en numerosos casos, no habían
podido ser ellos. Son la última
Es cierto que “los padres de generación de padres severos: en
antes”, en términos generales, casa, con los hijos, con la mujer,
eran severos, y como acabamos con los estudios, con la disci-
de leer, no fomentaban la expre- plina… y también la primera en
sión de opiniones entre los miem- comprender los cambios.”1

1 Cfr. http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2006/337/1142005167.htm

28
Cómo convivir con adolescentes.

Presentamos a continuación el Los “padres de ahora”


siguiente “problema matemático”
en tono de humor, que viene a ilus- A primer golpe de vista podríamos
trar la necesidad de adaptarse a considerar que las cosas han cam-
los cambios: biado mucho hoy en día con res-
pecto a tiempos pasados. Sin em-
La enseñanza en España bargo, tomando como referencia
lo hasta ahora expuesto, sería más
Enseñanza de 1960 coherente no dejarnos llevar por
Un campesino vende un saco de esta primera impresión y pararnos
patatas por 1.000 ptas. a reflexionar.

Sus gastos de producción se ele- Teniendo en cuenta lo que les


van a 4/5 del precio de la venta supuso a anteriores generaciones
¿Cuál es su beneficio? de padres adaptarse a los distintos
ritmos de vida. ¿No podríamos
Enseñanza moderna de 1970 pensar, que se trata más bien de
Un campesino cambia un conjun- un proceso de adaptación que
to P de patatas por un conjunto M tiende a repetirse de generación
de monedas. El cardinal del con- en generación entre padres e hijos
junto M es igual a 1.000 ptas, y para que exista un buen equilibrio
cada elemento vale 1 pta. entre la evolución y la permanen-
cia de los valores? Pues todo
Dibuja 1000 puntos gordos que parece indicar que sí.
representen los elementos del con-
junto M. El problema generacional surge
cuando los padres, por miedo a
El conjunto F de los gastos de pro- perder estos valores que les fueron
ducción comprende 200 puntos transmitidos, o por temor a no ser
gordos menos que el conjunto M. aceptados por sus hijos se posi-
cionan en los extremos: autori-
Representa el conjunto F como tarismo o excesiva permisividad,
subconjunto del conjunto M, es- ambas igualmente perniciosas.
tudia cuál será su unión y su
intersección y da respuesta a la
cuestión siguiente:

¿Cuál es el cardinal del conjunto B


de los beneficios?

(Dibuje B con color rojo)

L.O.G.S.E
Un agricultor vende un saco de
patatas por 1.000 ptas. Los gas-
tos de producción se elevan a 800
ptas. y el beneficio es de 200 ptas.
Actividad: subraya la palabra ¿Por qué percibimos tan diferentes
“patata” y discute sobre ella con tu a los adolescentes de hoy de los
compañero…” de épocas pasadas?

29
Ser yo, ser padre.

Principalmente por dos motivos: sus padres: los llamados “niños


el primero tiene que ver con el llave”.
vertiginoso avance tecnológico al
que estamos asistiendo a partir Bien, pues este hecho de no pasar
de los últimos años del siglo XX. demasiado tiempo con los hijos,
Dicho avance sin precedentes con su correspondiente grado de
ha hecho aumentar de manera autoculpabilización unido a un in-
considerable las diferencias entre tento por no ejercer la disciplina de
padres e hijos. una forma tan autoritaria como vio
hacer a su padre, podría desem-
Ignasi de Bofarull, en su artículo bocar en un exceso de permisivi-
“Nuestros hijos y las nuevas tec- dad que daría pié a la crianza
nologías” lleva estas diferencias de niños caprichosos, adolescen-
tecnológicas al extremo: tes rebeldes y consecuentemente,
adultos insatisfechos.
“Si no profundizamos lo suficiente,
podemos caer en lo que ya se Evitarlo es una tarea exigente, re-
denomina en algunos estudios quiere firmeza y sobre todo una
como “ciberfractura” generacional. gran dosis de constancia, y prestar
Es decir: el crecimiento de un abis- atención a los pequeños detalles
mo generacional que supone que del día a día. ¿Cómo enfrenta mi
nuestros hijos no nos entiendan hijo los problemas?, ¿en cuántas
porque no hablamos su idioma. ocasiones le doy lo que me pide
Un abismo que señala que no aunque considere que no es lo
sabemos por dónde van, qué les más oportuno?, ¿le suelo permitir
interesa ni qué les pasa por la comportamientos indebidos por no
cabeza.” tener problemas con él?, etc., son
algunas cuestiones que nos pue-
El segundo motivo está relaciona- den surgir.
do sin duda con el tipo de edu-
cación recibida por los padres. Educar no siempre es fácil. Muchos
Como decíamos anteriormente, el padres de adolescentes comentan
problema en la educación de en los cursos la conveniencia de
nuestros hijos venía cuando los cambiar el pan que dicen traer los
padres nos posicionábamos en hijos debajo del brazo por un ma-
los extremos. Los múltiples cam- nual de instrucciones. Afortunada-
bios que ha experimentado la so- mente la personalidad humana es
ciedad en las últimas décadas, sin tan rica que no tendría cabida en
duda, han traído consigo una nue- ningún manual del mundo.
va manera de educar. El hecho de
vivir en una sociedad de bienestar, La educación de un hijo es una “la-
una mayor renta per cápita, etc., bor” diaria, como dormir o comer.
implica que los padres permanez- Si un día se come mal no pasa na-
can fuera de casa muchas horas da, lo importante es la continuidad.
por motivos de trabajo. Los hijos Recuerde que para crear un buen
en tanto, en el mejor de los casos, hábito nunca es tarde. Aunque su
crecen siendo carne de extra- hijo ya no sea un niño y usted se
escolares, cuando no permanecen sienta “mayor”, todavía hay mucho
solos en casa hasta altas horas tiempo, ¿o acaso no es hoy el
de la tarde que empiezan a llegar primer día del resto de sus vidas?

30
Cómo convivir con adolescentes.

Ejercicio: ¿Qué diferencias existen entre mi


hijo y yo hoy?
constatando las diferencias

¿Qué diferencias existían entre mi


padre y yo adolescente?

1:

2:

3:

4:

5:

¿Qué cambios tendría que afrontar


yo para entender mejor a mi hijo?
¿Qué cambios debieron afrontar mis
padres para entenderme mejor?

1:

2:

3:

4:

5:

31
Principales características de los adolescentes.

Principales características
de los adolescentes.

“El intervalo temporal


en el que transcurre la
adolescencia comenzará a
los 11-12 años y se extendería
hasta los 18-20 años”

32
Cómo convivir con adolescentes.

La adolescencia, del latín adolescere Sabemos entonces que la adoles-


-crecer, desarrollarse-, no es sólo cencia conlleva una elaboración
una fase en el desarrollo psíquico nueva del esquema corporal: se
del individuo hacia una supuesta pasa de un cuerpo infantil a uno
madurez, sino también una trans- adulto y esto provoca gran inquie-
formación en algo nuevo que con- tud en el adolescente ante la duda
lleva en sí lo antiguo. Nunca desa- de cómo lo verán los demás. Se
parece la infancia, así como nunca va formando la identidad personal,
se accede a una madurez absoluta. se requiere marcar diferencia con
los adultos (ropa, lenguaje, etc.)
La adolescencia, como etapa de y se produce una rebelión ante
transición, se caracteriza por una las normas. Más adelante veremos
serie de cambios físicos, psíquicos cómo podemos abordar dicha
y sociales, vividos de una forma rebelión. Asimismo, se producen
tan significativa que incluso algu- cambios con las personas adultas
nos autores no han dudado en y, en especial, con los padres.
hablar de la adolescencia como un
periodo diferenciado del ciclo vital En definitiva; buscar la propia
humano. Por esta razón, resulta de identidad, establecer un sistema
vital trascendencia, a la hora de de valores propio, satisfacer la ne-
conocer las características más cesidad de pertenecer, conformar
determinantes del adolescente, la necesidad de independencia,
empezar por definir el periodo tem- etc., son algunas de las “tareas”
poral en el que se encuadra. con las que se enfrenta el adoles-
cente en este momento evolutivo.
El intervalo temporal en el que Los padres podemos estar junto a
transcurre la adolescencia comen- ellos, ofreciéndoles las mejores
zaría a los 11-12 años y se exten- posibilidades, pero es importante
dería hasta los 18-20. Antes de es- tener muy presente que son ellos
ta edad de comienzo, hablamos los que deciden.
de pre-adolescencia en torno a
los 9-10 años y después de los
20 años estaríamos refiriéndonos a
la post-adolescencia (20-22 años) Importancia de
y a la edad adulta a partir de los los cambios fisicos
22 años.
Como acabamos de señalar, den-
Asimismo, dentro del periodo de la tro del periodo de la adolescencia,
adolescencia, encontraríamos tres el menor pasa por un proceso es-
subdivisiones: pecialmente intenso en el que su
cuerpo se enfrenta a bruscos cam-
Pubertad: cambios físicos y bios físicos: la pubertad.
temperamentales (11-12 años).
Estos cambios madurativos, como
Adolescencia media: aislamien- todos sabemos, no se producen
to/importancia del grupo (13-15 en todos los adolescentes a la
años). misma edad. El lapso de tiempo
es amplio y dependerá del ritmo
Adolescencia tardía: inicio del biológico de cada persona. Esta
final (15-18 años). variabilidad provoca que algunas

33
Principales características de los adolescentes.

chicas de 12 años tengan un cuer- aparición del bello facial, o el au-


po de mujer absolutamente defi- mento de la masa muscular suelen
nido y otras con 14 aún estén en ser motivo de frustración u orgullo
proceso de desarrollo. Dicho pro- al ser comparado con el grupo de
ceso se puede alargar en el caso iguales. Las poluciones nocturnas,
de los chicos incluso hasta los 15 en cambio, no son vividas ni por
ó 16 años. los adolescentes ni por sus padres
con la expectación con que se
Mientras que ellas viven un desa- acoge su versión femenina: la
rrollo precoz como algo violento y menstruación.
perturbador, a ellos les encanta la
idea de parecer el más “macho”
de la clase o de la pandilla. Como Yo quiero ser (como) tú
dice Alejandra Vallejo Nájera en
su libro “La edad del pavo”, “Ellos El hecho de que todos estos cam-
quieren ser como toros, ellas no bios sean tan visibles a los demás
quieren ser como vacas”.2 y que además sean contemporá-
neos con el momento de la ruptura
del fuerte lazo familiar, provoca que
Estrenando cuerpo. Territorio el adolescente viva esta etapa con
corporal, asunto propio una gran dosis de inseguridad.

Algunos de los cambios propios El grupo de iguales le atrae, pero


del desarrollo físico que más preo- al mismo tiempo echa de menos la
cupan a los púberes, suelen ser sensación de seguridad que le
los siguientes: ofrecía su familia. La opinión de
sus padres se empieza a relativizar
En las chicas, la aparición de su dando prevalencia a la evaluación
primera menstruación y el desa- del grupo.
rrollo mamario. Estos son dos
aspectos en los que las adoles- Aparición del acné, dentaduras
centes suelen compararse con su aprisionadas en antiestéticos bra-
grupo de amigas. ¿Seré la última ckets, brazos y piernas de dimen-
en tener la regla? ¿Tengo menos siones desproporcionadas al resto
pecho que mis amigas?, etc. del cuerpo, son algunos trastornos
transitorios que suelen acom-
pañar al adoles-
cente en este
momento y que
facilitan la apa-
rición de una
imagen corporal no correspondida
con el cuerpo diez que soñaban
para sí mismos. Por esta razón,
muchos púberes suelen hacer sus
Los chicos también se sienten preo- ídolos a cantantes, modelos o
cupados por cómo son vistos por deportistas con los que identifican
los demás: el cambio de voz, la su yo ideal.
2 VALLEJO NAJERA A., “La edad del pavo. Consejos para lidiar con la rebeldía de los adolescentes”,
Temas de hoy, Madrid 2005.

34
Cómo convivir con adolescentes.

Son diversas las estrategias que otro tipo de droga que permita la
utilizan los adolescentes para in- desinhibición. Desear ser acepta-
tentar compensar esta percep- do por el grupo cuando se tiene
ción de inseguridad y, en algunos poca confianza en uno mismo,
casos, incluso de infravaloración. puede empujar a cometer com-
Rastas, pelos de colores, pier- portamientos disruptivos impen-
cing, forma de vestir personaliza- sables en otras circunstancias.
da, pertenecer a tribus urbanas
-punkies, skins, heavys- transgre- Mas que alarmarse cuando los
dir normas por el simple placer hijos llegan a la adolescencia, se
de no ajustarse al resto, etc., son trata de entender el hecho de que,
llamadas de atención sobre su aún siendo ésta una edad en la
persona que ponen de manifiesto que la probabilidad de conducta
su deseo de sentirse mejor. de riesgo es mayor, esto no signi-
fica que nuestros hijos tengan
Evidentemente, cuando uno se necesariamente que pasar por
siente peor que el resto, intenta ser ello como si se tratara de la prue-
mejor siendo diferente. ba de acceso a la adolescencia. Ni
mucho menos. Es normal que
los adolescentes beban, fumen, o
incluso flirteen con algún tipo de
droga ilegal, pero lo habitual es
que no lleguen a más.

Una actitud adecuada de los


padres hacia este tipo de compor-
tamiento pasa por evitar el alarmis-
mo, es decir, tratar con naturali-
dad los pequeños altercados que
Cómo podemos ayudarles puedan surgir. En cierta ocasión,
un educador de un programa de
Es mucho lo que los adultos desintoxicación comentaba que
-padres, hermanos mayores, edu- algunas veces se encontraba con
cadores, etc.- podemos hacer para padres de adolescentes que acu-
que los adolescentes aumenten la dían al Centro muy alarmados por
seguridad en sí mismos durante la haber encontrado en la habitación
pubertad. de su hijo una libreta de “papeli-
llos”. En el capítulo 5 desarro-
En primer lugar, es necesario ser llaremos cómo abordar algunas
conscientes de que es precisa- conductas de riesgo.
mente en este momento evolutivo
cuando el menor se presenta más Otro aspecto fundamental a tener
vulnerable a caer en determinadas muy presente con el púber en este
conductas de riesgo. La obsesión momento tan crucial es el refuerzo
por la delgadez puede llegar a de todos los aspectos positivos,
derivar en un trastorno de la ali- tanto físicos como psicológicos
mentación; una excesiva timidez que encontramos en nuestro hijo.
puede pretender ser corregida,
a falta de otras habilidades, bebi- Resulta sorprendente comprobar
endo alcohol o tomando algún cómo adolescentes que han vivido

35
Principales características de los adolescentes.

reforzados por sus padres y for- do bajo hasta los 17 años. Eso
mado parte de familias en la que me ha permitido vivir plenamente
el aspecto físico, la estética corpo- mi infancia y mi adolescencia. Me
ral, no han primado por encima de gustaba a mí mismo y supongo
otros valores como la creatividad, que por eso gustaba a los demás.
el respeto al otro, la espontaneidad Ahora me pregunto: ¿realmente
y, en general, aspectos más psico- mis amigos no veían que yo era
afectivos, se perciben físicamente bajo? En cualquier caso, siempre
a sí mismos de manera mucho les agradeceré que me llamaran
más positiva que aquellos a los el gallito”.
que se les ha valorado más en fun-
ción de sus cualidades físicas. Preguntas para la reflexión
individual o en grupo:

Para aceptarse a uno mismo


Ejercicio: ¿qué consideras que es más im-
portante: cómo uno se siente o
“en el pueblo en donde cómo uno es?
yo nací”
Ante los defectos de nuestros
El siguiente relato fue contado por hijos ¿de qué manera podemos
un joven de 19 años en un taller de actuar para que no se vea afec-
autoestima: tada su autoestima?

“En el pueblo donde yo nací y en


el que viví hasta los 17 años, todo
era muy fácil. Salíamos en pandi- Aspectos
lla, chicos y chicas. Yo me llevaba psicoafectivos
bastante bien con la mayoría.
Llegué a salir con una o dos chicas Como venimos definiendo a lo
del grupo. Mis amigos me llama- largo de este capítulo, la adoles-
ban el gallito porque mi padre era cencia es una etapa de cambios,
el veterinario del pueblo. Allí casi de decir adiós a muchas cosas y
todos teníamos mote. No nos fi- prepararse para dar la bienvenida
jábamos si uno era gordo o del- a otras.
gado, rubio o moreno; no le dába-
mos importancia. Verdaderamente El adolescente, una vez alcanzada
yo me sentía uno más, igual que la pubertad, se descubre distinto.
ellos. Cuando llegué a Madrid, Haber desarrollado la función re-
hace un par de años, cambiaron productiva y experimentar el estí-
mucho las cosas. Aquí fue donde mulo sexual con gran fuerza le
por primera vez me llamaron separa indefectiblemente del niño
enano; pero no en broma o en que fue y le empuja a “despreciar”
plan cariñoso. Enano de canijo. todo aquello que suene a infantil.
A partir de entonces, empecé a Sabe que no es un niño porque
sentirme distinto, bajito. Aún sa- no siente lo que sentía cuando era
biendo que no era alto, en mi un niño.
pueblo nunca me sentí ridícula-
mente bajo como me siento aquí. A medida que el menor se va se-
Afortunadamente no me he senti- parando de la influencia de sus

36
Cómo convivir con adolescentes.

padres, su necesidad de búsque- permanece tranquilo y podemos


da se hace perentoria. Búsqueda disfrutar de su calma. Pero llega
de su propio yo, distinto al yo idea- un momento en que la marea sube
do por sus padres, búsqueda de y arrasa con todo lo que se en-
su propio criterio, diferente al cri- cuentra por delante. Necesita de-
terio establecido por sus progeni- mostrar su potencia, su inmensi-
tores. En definitiva, busca ser lo dad. Echamos entonces de menos
más disímil posible a lo que antes cuando la marea estaba baja y
era. podíamos disfrutar de ello. A ve-
ces, esa nostalgia nos empuja a
pretender contenerla, a poner
diques que repriman su fuerza.
Chocamos entonces, una y otra
vez, contra las olas, sin darnos
cuenta de que mientras luchamos
contra la marea, nos estamos
perdiendo la grandiosa transfor-
mación que se está produciendo
en el mar.

Preguntas para la reflexión


individual o en grupo:

Reflexionar sobre la propia ex-


periencia de relación con los
adolescentes constatando hasta
qué punto se están produciendo
Los padres asistimos a este des- cambios.
concierto emocional de la adoles-
cencia con incertidumbre y rece- ¿En qué medida las dificultades
lo. El hecho de que nuestros hijos que generan tales cambios provo-
“decidan” romper bruscamente con can perderse lo mejor?
todo aquello que desde pequeños
les hemos inculcado como mejor ¿Es el mejor modo de afrontar
sabíamos, nos hace sentir meta- los cambios levantar “diques de
fóricamente como cuando llevába- contención”?
mos toda la tarde haciendo un
gran castillo de arena en la playa
y de repente sube la marea y una
ola se lleva por delante toda nues-
tra obra.

Ejercicio:
“La marea”

La vida de nuestros hijos es como


la marea. Mientras está baja, todo

37
Principales características de los adolescentes.

Búsqueda de la identidad. más que manifestar, exhibir que ya


Pienso con las ideas de otros no son los de antes, que ya no
luego no existo. sienten como sentían antes y que
ya no piensan como antes pensa-
“Comprender a un adolescente no ban, porque ahora disponen “de
sólo implica reconocerle lo que es. ideas propias”.
También requiere aceptarle en lo
que aún no es” Hasta aquí todo parece estar en
Marisa Magaña regla. Resulta lógico que cualquier
persona, adolescente o no, luche
Según el doctor Etcheberry3, la con legítimo derecho por encontrar
identidad es característica de ca- su lugar en el mundo. El conflicto
da periodo de la vida y se modifi- surge cuando después de escu-
ca según el momento evolutivo. La char con mayor o menor compos-
meta es el logro de la individua- tura todas las quejas y negativas
ción, es el conocimiento de uno de los adolescentes hacia las nor-
mismo, es la posibilidad de ser mas y argumentos que damos los
uno mismo en medio de los otros. padres, descubrimos que toda esa
claridad se ofusca cuando se les
Las personas adultas, disponemos pide que razonen y argumenten
de cierta perspectiva a la hora de por qué se oponen a todo lo es-
constatar las diferencias entre la tablecido, y sobre todo, qué otras
niñez, la adolescencia y la adultez. alternativas ofrecen.
Tenemos conciencia de sentirnos
como adultos porque nos hemos Los adultos, desde nuestra mayor
sentido niños y adolescentes. amplitud de miras, estamos en dis-
posición de entender que cuando
Los adolescentes como tales, los adolescentes proclaman su
carecen de esta perspectiva. Por oposición a ideas, normas y valo-
un lado apenas si han abandona- res, cuando se definen diferentes,
do la niñez, por lo que perciben los están manifestando un deseo, una
límites de esta etapa muy difusos, necesidad de ser ellos mismos.
y por otro, nunca han sido adultos, Pero esto no quiere decir que ya lo
por lo que no saben si lo que sien- hayan logrado.
ten puede identificarse con este
estado. Erich Fromm lo expresa de
esta manera: “si no soy otra cosa
que los demás suponen que debo
ser, ¿quién soy yo realmente?”4

No es extraño, por tanto, que se


sientan como verdaderos apátridas
de identidad en incesante búsque-
da de ellos mismos. Por eso, para
poder encontrar su propio yo, su
sentido de mismidad, necesitan
3 Cfr. ETCHEBERRY J.B., et. al., “Problemas en la adolescencia, en:
http://www.maristas.com.ar/champa/poli/derecho/adol.htm
4 FROMM E., “Miedo a la libertad”, citado en COLEMAN J.C., “Psicología de la adolescencia”, Morata,
Madrid 19943.

38
Cómo convivir con adolescentes.

Es importante no perder de vista y que sea otro el que tome las


que ellos están en un proceso decisiones”.5
de construcción, saben lo que no
quieren casi por instinto, porque
no les hace sentir bien, pero aún “Que los adolescentes vayan
no tienen claro lo que sí desean. cambiando la manera de
Por eso prueban por ensayo y afrontar su independencia
error hasta descubrir lo que nece- depende, en parte, de lo que
sitan para sí mismos. hagamos los padres”
Si los padres no permitimos que
nuestros hijos adolescentes expe- Buscar su identidad, le requiere
rimenten, que se equivoquen, aún mostrarse a sí mismo que ya pue-
a costa de pasar por malos mo- de pensar sin necesidad de que
mentos, podríamos propiciar un sus padres le guíen sus pensa-
bloqueo en el proceso de identi- mientos. Ser fiel a este sentimien-
dad que dificultaría a su vez el to, de alguna manera le obliga a
proceso de madurez emocional, tener opiniones contrarias, ya que
provocando que el menor viva esta cualquier parecido con las de sus
etapa de transición con sentimien- padres, es percibido como una
tos de culpa e inseguridad. claudicación y, en ocasiones, casi
como una derrota.
Los adolescentes no son adultos
con granos y espinillas. Es nece- Esta actitud tan radical se irá
sario permitirles manifestarse no haciendo cada vez más dúctil a
sólo tal como son, sino también medida que el adolescente vaya
como no son. No pretendamos creciendo y ganando confianza en
que expongan sus opiniones y su persona. Cuando ya no nece-
criterios con la misma claridad con site demostrarse a sí mismo ni a
la que lo hacen los adultos, porque los demás que lo que él piensa
ellos aún no los tienen estableci- y dice es válido, probablemente
dos. Permítase conocer su des- entonces no necesitará oponerse
conocimiento porque ni él mismo a las decisiones paternas y enjui-
sabe aún quién es. ciará de manera más objetiva y
menos emotiva sus acuerdos y
discrepancias.
Libertad... protegida.
Miedo a ser libre Los adultos que conviven con
hijos adolescentes, han de tomar
A lo largo de toda la etapa de conciencia de que esta actitud
la adolescencia, el menor se de- oposicionista y desafiante, esta
bate entre el deseo de ser libre falta de argumentación y de senti-
y el temor a no saber afrontar su do crítico, tiene un porqué: ir de-
libertad. “El adolescente quiere sarrollando su propia identidad. Y
la libertad de tomar sus propias aunque ciertamente la manera
decisiones, pero al mismo tiempo de hacerlo no es la más ortodoxa,
quiere permanecer seguro y prote- sí es la que ellos entienden como
gido al amparo de viejos hábitos válida.

5 ETCHEBERRY J.B., et. al., art. cit.

39
Principales características de los adolescentes.

Que vayan cambiando la manera


de afrontar su independencia de-
pende, en parte, de lo que haga-
mos los padres.

Estos son algunos aspectos im-


portantes que pueden allanar al
adolescente el camino de apren-
dizaje en el desarrollo de su
personalidad:

Intente no transmitir un senti-


miento de caos y desconcierto El egocentrismo adolescente
con comentarios que magnifiquen
la falta de estabilidad emocional del Con el comienzo de la adolescen-
adolescente. cia, tomando como referencia la
distinción establecida por Piaget6,
Permítale contradicciones y cam- el menor empieza a conseguir el
bios bruscos de opinión. Entienda logro del pensamiento de las ope-
que aún está descubriendo su raciones concretas. Entre los 7
ideología. y 11 años, el niño comienza a
desarrollar hipótesis y aplicaciones
Aunque a veces sus compor- acerca de acontecimientos con-
tamientos no sean lo más acer- cretos. Es decir, el pre-adolescente
tados, evite ridiculizarle o dejar formula una hipótesis siempre a
patente que no sabe de lo que partir de datos, no desde su inte-
está hablando. Provocaría su re- rior, desde lo real; nunca desde lo
traimiento e inseguridad a la hora posible.
de expresar opiniones en público.
Algunos años más tarde (en torno
Cuando su hijo cometa erro- a los 15-16), el adolescente em-
res, aún anunciados por usted, no pieza a ser capaz de desplazar el
caiga en la tentación de repro- acento en el pensamiento de lo
chárselos. Enséñele a aceptarlos real hacia lo posible. Hablamos
como forma de aprendizaje. entonces de las operaciones for-
males. Busca la solución a los
Otórguele pequeñas responsa- problemas formulando hipótesis
bilidades que sabe puede llevar y deduciendo soluciones.7
a cabo. Si la situación le abruma,
probablemente se desentenderá Partiendo de este hecho, somos
de ella. Si la realiza con éxito, au- los padres los que debemos tener
mentará su sentido del deber. presentes estas limitaciones en su
forma de razonar para no exigirle
Recuerde que el hombre o la más de lo que puede dar. Sabe-
mujer que su hijo será mañana mos que a los 10 u 11 años, el
dependerá, en gran manera, de lo niño no es capaz de argumentar
que viva hoy con usted. diferentes puntos de vista sobre

6 Cfr. PIAGET J., “Psicología del niño”, Morata, Madrid 198412.


7 Cfr. COLEMAN J.C., op. cit.

40
Cómo convivir con adolescentes.

algún tema en particular; única- Esta forma de entender su vida


mente se centra en el suyo, en lo propiciará ese tipo de compor-
que él piensa sobre ese asunto, tamientos que a veces a los
mostrándose en desacuerdo con padres nos cuesta comprender,
el resto porque no coincide con su como pasar horas encerrado en el
manera de entenderlo. Es decir, baño o en su habitación, observar
sólo ve una cara de la moneda y le meticulosamente su aspecto en el
cuesta entender que algunos vean espejo en búsqueda de posibles
otra distinta. áreas de mejora o, por el contrario,
vestirse incluso con la luz apagada
En cambio, en torno a los 14, 15 para contemplar lo menos posible
años, el adolescente tiene mayor una realidad que no le gusta en
capacidad para ser consciente de absoluto.
los diferentes argumentos que se
pueden dar sobre cualquier con-
cepto. Su punto de vista ya no es
tan radical y es muy probable que
si se le razona adecuadamente
entienda como posible el punto de
vista de los demás.

Sería lógico considerar entonces


que una vez alcanzado el pen-
samiento de las operaciones for-
males, el adolescente experimen-
tase una mayor facilidad para
entender cómo piensan y cómo
sienten los demás. Sin embargo,
según Elkind,8 es precisamente
esta capacidad de darse cuenta del
pensamiento del otro lo que estaría
en la base del egocentrismo ado- Debido posiblemente a esta per-
lescente. Al adolescente le resulta cepción de ser centro y atención
complicado distinguir entre lo que de los que le rodean, el adoles-
los demás están pensando y sus cente se siente como un ser espe-
propias preocupaciones. Cree que cial, único, lo que le lleva a fan-
si a él le preocupa extremadamen- tasear sobre sí mismo imaginando
te su aspecto físico, por ejemplo, que es protagonista de las más
también los demás estarán muy inverosímiles historias. Estas fan-
pendientes de él. Elkind considera tasías no deben ser reprimidas,
que el adolescente siente que los pues forman parte de los meca-
demás le critican o le admiran de nismos de defensa que el adoles-
idéntica forma a como él mismo se cente utiliza para sentirse mejor
critica o se admira. En base a esto, consigo mismo, controlando todo
según van influyendo y variando los aquello que en la vida real se
pensamientos sobre sí mismo, va escapa a su control y conforman-
cambiando su percepción de cómo do caprichosamente un mundo
le ven los demás. a su medida.

8 Citado en COLEMAN J.C., ibidem.

41
Principales características de los adolescentes.

Ejercicio: La socialización
“mi hija es del adolescente
como una veleta”
Un aspecto importante que se
Este fragmento fue recogido de espera del niño cuando empieza
una conversación mantenida con a trasformarse en adolescente, es
una madre en un curso de comu- que aprenda a socializarse. Enten-
nicación con los adolescentes. demos por sociabilidad la capaci-
dad, la aptitud que permite al in-
“Sinceramente, yo, a mi hija Marta, dividuo vivir con los demás y el
que tiene ahora 14 años, cuando grupo, y es fruto de comprensión
me viene contando que está hecha hacia el otro, de posibilidad, de
polvo, que ha discutido con una simpatía y empatía.
amiga, que ya no la habla o cosas
por el estilo, la verdad es que no le Efectivamente, podemos pensar,
hago demasiado caso. ¿Para qué?, y estaremos en lo cierto, que el
si es como una veleta; tan pronto proceso de socialización, es decir,
es la persona más feliz del mundo la adquisición de la experiencia
como la más desgraciada, y con social que permite al ser humano
sus amigas, hoy una es su mejor integrarse a la vida en sociedad,
amiga y mañana ya no la habla. transcurre y se va formando a lo
Así que yo he decidido no im- largo de toda la vida, a través de la
plicarme. Lo mejor es que ese familia, la escuela, los amigos…
tipo de asuntos se los resuelva Pero también es una certeza
ella. Yo cuando veo que tiene un que es en los años propios de la
día raro intento no discutir y que- adolescencia, cuando todos estos
darme al margen. Total tú te llevas agentes socializadores adquieren
el disgusto y al día siguiente ella una serie de peculiaridades espe-
está como si no hubiera pasado ciales por lo decisivas que pueden
nada”. llegar a ser en la formación de la
personalidad del ser humano.
Preguntas para la reflexión
individual o en grupo: En las últimas décadas, la so-
cialización del adolescente está
Por lo que ya sabemos sobre adquiriendo tintes distintivos. Al-
estilos de padres, ¿cómo deffinirí- gunos autores como Origlia y
amos a esta madre? Ovillón han puesto de manifiesto el
retraso que están experimentando
¿Crees que está actuando bien los adolescentes contemporáneos
con respecto a su hija? en su proceso de inserción social.9
Tomando como referencia antiguas
Emocionalmente ¿cómo crees que civilizaciones romanas, donde a los
se debe sentir Marta ante el com- 14 años el joven vestía la toga viril
portamiento de su madre? o la Edad Media, en la cual a esa
misma edad los varones eran
¿Cómo actuarías tú en situaciones nombrados caballeros y los reyes
similares? proclamados mayores de edad,

9 Cfr. Gran Larousse Universal, Plaza & Janés, Tomo I, voz: “adolescencia”, 1985.

42
Cómo convivir con adolescentes.

evidenciamos cómo en nuestra so- los amigos durante estos años


ciedad occidental el adolescente para sus hijos, nadie duda ya del
ha ido retrasando progresivamente importantísimo papel que éstos
su rol social adulto en cuanto a ser cumplen en el desarrollo de la
partícipe de los derechos, deberes personalidad del menor.
y poderes propios de los adultos.
Algunos de los efectos benefi-
Sin lugar a dudas, esta prolon- ciosos que aportan los amigos al
gación de la dependencia por adolescente, son recogidos a con-
parte del joven, tiene aspectos tinuación:
positivos: mejor preparación para
ejercer una profesión u oficio y En primer lugar, el adolescen-
mayor estabilidad económica. Pero te experimenta intensamente y
también tiene su parte negativa: con plena conciencia lo que
menor grado de autonomía y significa una relación recíproca
responsabili- en la que el
dad, de reso- otro es como
lución de con- él, ni su maes-
flictos y de tro ni su padre,
capacidad de por lo que no
frustración. siente la nece-
sidad de su-
En este aspec- blevarse, sino
to juega un más bien todo
papel crucial lo contrario, es
el grupo de decir, consta-
amigos, pues tar hasta qué
es a través del grado él y el
valor de la amistad como el adoles- otro son semejantes.
cente pasa de establecer rela-
ciones dependientes como la En segundo lugar, el adoles-
biológica o institucional a otras cente, para ir consolidando ese
más libres y personales. proceso de emancipación que
acabamos de mencionar, necesi-
ta ir desvinculándose de la fuerte
La importancia influencia que durante la infan-
de los amigos cia han estado ejerciendo sobre él
sus padres. Este hecho evolutivo
El ser humano, desde un punto de puede representar para el ado-
vista sociológico, desde que va en- lescente una pérdida, un vacío
trando en los primeros años de la emocional que, sin duda algu-
adolescencia, busca de forma pau- na, ayudará a llenar su grupo de
latina su emancipación. Esta incur- amigos.
sión progresiva en la vida social
viene sin duda, de la mano de sus En tercer lugar, podría decir-
iguales, los compañeros y amigos. se que el grupo ejerce un efecto
terapéutico sobre la adolescen-
Aunque los padres suelen obser- cia. Como si se tratara de un
var con cierto recelo el sin par grupo de ayuda mutua, cada uno
protagonismo que van adquiriendo de los chicos que lo forman,

43
Principales características de los adolescentes.

chicos que lo forman, comparte patrones de comportamiento bien


con el resto las dificultades que diferenciados:
experimentan en la relación con
sus padres, sus angustias y discu- La adolescencia temprana: 11,
siones comunes por la restricción 12 y 13 años. A esta edad, las
de horarios de vuelta a casa o de relaciones de amistad entre los
asignación semanal… adolescentes se caracterizan por
lo siguiente:
De este modo, el adolescente
encuentra en el grupo su propio Suele aparecer el amigo íntimo,
micromundo de comprensión y el cual aportará seguridad para
aceptación. Y sobre todo, le pro- enfrentarse al mundo exterior.
porciona el apoyo y la seguridad
en sí mismo que tanto necesita en Se conforma un grupo de ami-
estos momentos en que la falta gos del mismo entorno: barrio,
de autoestima y la pobre percep- colegio, que se agrupa con
ción de habilidades y capacidades frecuencia.
propias puede hacer mella en la
formación de su personalidad. El grupo suele ser del mismo sexo
y de edades muy próximas.

La evolución del grupo Son grupos reducidos, de 3 ó 4


amigos, bastante cerrados, que
Si pretendemos conocer en pro- no suelen dejar que otros entren
fundidad el verdadero significado en el grupo.
de la amistad en la adolescencia,
es necesario tener en cuenta una Están muy centrados en la ac-
variable determinante de la manera tividad: hacen deporte, inventan
en que el menor va entendiéndola. juegos, etc.
Nos estamos refiriendo a la edad.
Aunque buscan entre sí apoyo
A medida en que el menor va y seguridad, aún no está dema-
adentrándose en la adolescencia, siado arraigado el sentimiento
su significado de amistad se va de afecto entre los amigos.
transformando, porque sus necesi-
dades también van cambiando. En El adolescente empieza a definir
opinión de Anderson, las amista- su identidad sexual.
des se van haciendo más or-
ganizadas y diferenciadas según La adolescencia media: 14, 15
avanza la edad del individuo, con- y 16 años. A esta edad, las rela-
cluyendo al finalizar sus estudios ciones de amistad se caracterizan
que el grupo de los compañeros por:
resulta más eficaz para motivar
comportamientos, así como más Empiezan a formarse los grupos
influyentes para determinar acti- mixtos, pandillas más numero-
tudes y valores en función de la sas de chicos y chicas.
edad.
Ya no salen tan frecuentemente.
Podemos diferenciar tres momen- Suelen reunirse los fines de
tos evolutivos del adolescente con semana.

44
Cómo convivir con adolescentes.

Se da una importancia extrema Empiezan ya a dibujarse las


a la lealtad y la confianza. diferencias individuales de cada
miembro. Ya no se pretende ser
Existe una gran obsesión por la igual que los demás.
valoración especialmente del líder.
Se van consolidando las rela-
El adolescente se identifica con ciones entre las parejas forma-
sus amigos de forma casi espe- das, por lo que se relativiza la
cular: se ve reflejado en ellos. importancia de los amigos del
mismo sexo.
A esta edad, principalmente entre
chicas, se comparten confiden- El miedo a ser rechazado por
cias sentimentales: los chicos el grupo disminuye y se vive
que les gustan, etc. la amistad de una forma más
relajada.
El menor se vuelca y confía ple-
namente en sus colegas. Por eso En términos generales, podemos
la traición es vivida con tintes de considerar, como dice el grupo
tragedia. ANAR10, que tener amigos, es un
indicador de un buen equilibrio
Surgen las primeras relaciones personal, ya que las relaciones
de pareja. de amistad favorecen un adecua-
do desarrollo psicológico y social
por varios motivos: posibilita el
aprendizaje y puesta en práctica
de habilidades sociales y de la
comprensión del punto de vista
del otro, favorece el autoco-
nocimiento, proporciona apoyo
emocional ante las dificul-
tades e información práctica para
resolver determinados problemas
para los que no piden la ayuda de
los adultos.

La adolescencia tardía: 17, 18 y


19 años. A esta edad, las carac- Ejercicio:
terísticas de la amistad son:
Testimonios “los amigos
La gran pandilla empieza a desin- en las diferentes etapas
tegrarse en grupos más reduci-
dos, con miembros de perso- Ejemplo adolescencia temprana:
nalidades más afines.
“Si tuviera un problema, seguro
Ya no hay tanta preocupación que acudiría a mi mejor amiga,
por la valoración de los demás, porque ella tiene mi misma edad y
aunque sí se busca compartir entiende mejor que mis padres lo
preocupaciones y confidencias. que me está pasando: cómo son
10 Cfr.
Fundación ANAR y Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, “Educar para crecer;
cuadernos de apoyo para familias”, Fundación ANAR, Madrid 2004.

45
Principales características de los adolescentes.

los chicos, etc. Seguro que lo que El papel de la familia


ella pudiera decirme me ayudaría
más que mis padres diciéndome: Con la llegada de la adolescencia,
“eres muy joven, olvídate de esas principalmente entre los 13 y 15
tonterías, y cosas así” (13 años). años, las relaciones entre padres e
hijos cobran un nuevo rumbo. Los
Ejemplo adolescencia media: padres ya no son percibidos por
los hijos como los poseedores de
“Mis colegas son lo más. Están la verdad a la que hay que obede-
ahí siempre y yo por ellos igual. cer por encima de todo. Ahora el
Aunque tenga que fastidiarme adolescente tiene ideas propias,
yo para que sus padres no les producto, sin duda, de los profun-
rayen: que si vuelve pronto, que dos cambios cognitivos que está
no vuelvas solo, etc. No sé; nos experimentando y que le van ir
apoyamos entre nosotros, es algo permitiendo entender las realida-
así como un código. No sé… des desde otra perspectiva.
somos colegas” (15 años).

Ejemplo de adolescencia tardía:

“Los amigos son muy importantes.


Sin ellos la vida sería un muermo y
sí hay cosas que compartes mejor
con ellos que con tus padres. Pero
eso no tiene nada que ver. Para
mí mis padres son imprescindi-
bles y, aunque reconozco que no
les cuento demasiado sobre mi
vida, necesito saber que están ahí” El que sus opiniones no coinci-
(18 años). dan, o incluso sean por lo general
opuestas a las de sus progeni-
Preguntas para la reflexión tores, no obedece, como algunos
individual o en grupo: padres llegan a pensar, a un sen-
timiento de rencor hacia estos.
Refflexionar sobre los testimonios Su falta de consenso está más
citados e identifficarse con aquellos relacionada con su necesidad de
aspectos que se experimentan más ser diferente, de tener identidad
relacionados con la propia experien- propia.
cia.
De alguna manera, el adolescente
Compartir sobre cómo se abor- asocia ser niño con obedecer a
dan las relaciones con los hijos en sus padres, con pensar igual que
relación al modo como viven ellos la ellos porque no se tiene capacidad
amistad: los puntos positivos y los para generar ideas propias y, en
puntos negativos. general y de forma más instintiva,
con que no se tiene la valentía
Refflexionar sobre cómo se vive el necesaria -por supuesto una va-
hecho de que a veces los adoles- lentía mal entendida- para hacer
centes valoren más a los amigos que frente a los padres contradiciendo
a sus padres. sus normas.

46
Cómo convivir con adolescentes.

En ocasiones presenciamos cómo


adolescentes de 14 ó 15 años se
jactan delante de sus grupos de
amigos de haberse enfrentado
a su padre por haberle puesto
una hora de vuelta absolutamente
ridícula, según su consideración.

Otro factor que influye conside-


rablemente en las relaciones con
los padres durante la adolescencia
es el hecho de que el menor, alen-
tado por la buena posición de
la que disfruta entre su grupo de Los padres,
amigos, pueda pretender extra- a pesar de todo, insustituibles
polar a las relaciones familiares sus
pretensiones de igualdad, sin ser A pesar de todo lo expuesto has-
consciente de que, por suerte para ta ahora, múltiples estudios reali-
él, los adolescentes y los padres zados hasta el momento, ponen
no son iguales. de manifiesto que, en contraposi-
ción a la opinión popular, los hijos
“Con la llegada de la adolescentes no consideran tener
adolescencia, principalmente una mala relación con sus padres.
Más bien, y a pesar de roces y
entre los 13 y 15 años, las
restricciones, reconocen sentirse a
relaciones entre padres e hijos gusto en el hogar paterno, siendo
cobran un nuevo rumbo” una minoría los que consideran in-
soportable la convivencia familiar.
En este sentido, se hace necesario
un intento de explicar al adoles- Según un estudio llevado a cabo
cente las razones por las que por la Dra. Castellana Rosell11, los
padres e hijos no podemos ser adolescentes consideran que padres
iguales y que esto no significa que y amigos son las dos grandes fuen-
unos sean peores que otros. tes de influencia a lo largo de la
adolescencia, afirmando que la
A veces también el ansia de relación que mantienen con ambos
libertad que experimentan los no son rivales, sino complemen-
adolescentes les puede empujar tarias. Continúa el estudio ponien-
a intentar forzar las situaciones do de relieve que para los adoles-
transgrediendo normas y haciendo centes padres e iguales no son
caso omiso de las prohibiciones sustituibles, pues cada relación les
impuestas por los padres. enriquece de diferente manera.
Reconocen que, aunque pasen
Más adelante trataremos sobre más tiempo con sus amigos, la
dónde poner los límites a estas relación con los padres es más
situaciones y cómo explicar a los duradera, estable y sólida, por lo
menores la diferencia entre libertad que contrarresta la menor frecuen-
y libertinaje. cia diaria de interacción.

11 CASTELLANA ROSEL M., “El adolescente y sus personas significativas” ,ROL Enf .2005: 28(9), p. 24.

47
Principales características de los adolescentes.

Antes de que crezcan tenemos un frecuente trato como


Los hijos crecen demasiado rápi- producto de nuestra profesión.
do ¿o nosotros vamos demasiado
rápido por la vida...? Nos pasa que “Al final, los que van a estar ahí
un día los contemplamos y nos son tus padres, que son a los
asombramos de la estatura de que verdaderamente les impor-
nuestros hijos... o los escuchamos tas. Los amigos, para lo bueno
hablar sin parar... y allí el recuerdo muy bien, pero cuando tienes
nos emociona... problemas…” (Vanessa 17 años)

Recordamos el primer día que los “No, si yo me llevo bien con mis
cobijamos en nuestros brazos, los padres, pero no te creas que los
primeros pasos, la primera palabra aguanto mucho. Todo el día con
que dijeron así de improviso, la ellos me rayo mucho; tengo que
carita de sorpresa cuando se abrió salir”. (Pablo, 16 años)
la puerta del colegio el primer día
de clase... Tratamos de darles lo “Los padres son los padres, y
mejor, pero tal vez no nos dimos es absurdo que pretendan ir de
cuenta de que ellos necesitaban coleguitas, porque no; ni de bro-
algo más... Entonces nos damos ma. A mí mis padres me vienen
cuenta de que lo que dimos no fue y me dicen que si cuéntame, que
suficiente y los vemos partir llenos si tus amigos… y les mando al
de emoción... cuerno”. (María, 15 años)

No esperemos ese momento, el Preguntas para la reflexión


momento es ahora... el mimo, la individual o en grupo:
caricia, el abrazo, el beso, el diálo-
go... nos necesitan, a pesar de Comentar las frases anteriores y
que en algunos momentos cree- la experiencia semejante o divergente.
mos que no, porque hay una eta-
pa en que nos ven como seres Refflexionar sobre el modo en que
anticuados o desactualizados. So- la relación con los propios hijos y
mos importantes para ellos, la ca- sobre qué postura de los ejemplos
lidad de lo que les damos es lo se identiffica más la relación con su
importante... nuestro tiempo, nues- hijo.
tra protección, nuestra compañía,
nuestro consejo... Nuestro amor. ¿Cómo reaccionaría si su hijo le
hablase como se expresan los testi-
Graciela Heger A. monios?

Otros agentes socializadores


Ejercicio:
En último lugar, cabría considerar
Testimonios “mi familia y yo” brevemente algunos otros agen-
tes socializadores que en los últi-
Como reflexión última, nos gustaría mos tiempos y de una manera un
plasmar brevemente algunas con- tanto alarmante están sustituyendo
sideraciones vertidas por un grupo a las fuentes de socialización tradi-
de adolescentes con los que man- cionales: familia, escuela, etc. Nos

48
Cómo convivir con adolescentes.

estamos refiriendo a los medios de lescentes reciben a través de la


comunicación, principalmente tele- televisión, mucho más ardua se
visión e Internet. hace la tarea de tratar de filtrar la
información que les llega a través
A través de ellos, el adolescente de la pantalla de su ordenador.
recibe la influencia de miles de
mensajes auditivos y visuales que Ante esto, los adultos hemos de
irán modelando de manera muy ejercer nuestra responsabilidad
poderosa su forma de pensar, contrarrestando el efecto noci-
sentir y mani- vo que pueden
festarse. No en tener sobre el
vano, el adoles- menor algunos
cente pasa una de estos men-
media de dos sajes contra-ata-
horas diarias de- cando con el
lante del televi- mismo arma: una
sor, llegando a buena dosis de
ser la actividad información, só-
de ocio en la lo que en este
que emplea la caso, sin adul-
mayor parte del terar; es decir,
tiempo libre, superando incluso el correcta y apropiada no sólo a su
tiempo que dedica a estar con sus edad, sino a la mentalidad y for-
amigos.12 mación que presente el adoles-
cente en ese momento.
En cuanto al otro gran persuasor
de masas, Internet, los datos ac- Pero, a nadie la sorprenderá que
tuales sacan a la luz un porcenta- para poder orientar correctamen-
je elevadísimo de adolescentes te, para llegar de verdad a ellos,
que han sustituido el diálogo fami- los padres debemos formarnos
liar por la navegación informática y en el mundo de los lenguajes, sím-
el impersonal chateo. Y si bien es bolos y habilidades que supo-
cierto que no es fácil controlar los nen el manejo de estas nuevas
mensajes que nuestros hijos ado- tecnologías.

12 MACIÁ ANTON D., “Un adolescente en mi vida”, Pirámide, Madrid 2002, pp. 85-86.

49
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

La comunicación con
los adolescentes; cuanto
menos, conflictiva.

“La falta de habilidades


de comunicación es
la principal causa de las
malas relaciones entre
padres e hijos”

50
Cómo convivir con adolescentes.

La resolución de cualquier proble- habilidades de comunicación tan


ma pasa necesariamente por una importantes para mantener el buen
buena comunicación. Por eso, no clima familiar. Dichas habilidades
es extraño que en las familias en serán vistas siempre desde el pris-
las que el diálogo entre padres e ma de las peculiaridades del ado-
hijos no fluye con natural libertad lescente.
o incluso llega a ser inexistente,
los problemas, por pequeños que
sean, terminen magnificándose y
creando situaciones difíciles.
¿Por qué no
¡En mi casa no nos entendemos! me lo cuentan?
¡Es como si mi hijo y yo no hablá- principales causas
semos el mismo idioma! ¡Cualquier
conversación termina siempre en por las que los
bronca! Expresiones como éstas, adolescentes
son manifestadas cotidianamente no hablan con sus
tanto por padres con hijos en la
adolescencia como por hijos que padres
están pasando por ella. Deján-
donos llevar por estas referen- Existen numerosas causas por las
cias de “progenie incomunicada” que los adolescentes experimen-
podríamos llegar a preguntarnos tan dificultad a la hora de entablar
¿pero, qué tiene la adolescencia una comunicación saludable con
que cortocircuita las comunica- sus padres. A continuación pre-
ciones? sentamos un ejercicio que con-
tribuirá a entender los problemas
Reflexionemos un momento. Real- de comunicación a partir de la
mente ¿el problema está en la propia experiencia de cada uno.
adolescencia? Porque si es así, la
solución puede ser tan sencilla El ejercicio consiste en identificar,
como esperar a que pase y se a partir de un hecho concreto
restablezca de nuevo la comuni- problemático, el sentimiento que
cación. Evidentemente no es tan se cree que se experimentaría.
sencillo.
“Por estas fatídicas casualidades
La falta de habilidades de comuni- de la vida, el mismo día que usted
cación es la principal causa de las tiene la graduación de su hijo, su
malas relaciones entre padres e jefe ha convocado una reunión de
hijos, y el hecho de que éstos estén carácter extraordinario con motivo
atravesando la etapa de la adoles- de la visita de unos potenciales
cencia, con su consabida reivindi- inversores de la empresa donde
cación de derechos e incumpli- usted trabaja. Ambos compromi-
miento de deberes, propicia, sin sos son extremadamente impor-
duda, un excelente caldo de culti- tantes, y después de mucho pen-
vo para la manifestación de dicho sar, usted toma la decisión de que
déficit. debe hablar con su jefe y plantear-
le su justificada ausencia en la
A lo largo de este capítulo abor- reunión. Esta situación le abruma,
daremos el desarrollo de estas pues para su jefe este tipo de

51
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

acontecimientos son catalogados Alguna otra persona podría


como ineludibles”. pensar que el jefe no va a entender
la situación o que incluso aún
Imagínese la noche anterior a la entendiéndolo, sus sentimientos
conversación que debe mantener de frustración sean tan fuertes
con su jefe. que anulen cualquier atisbo de
comprensión.
¿Cuáles serían sus principales
temores? A parte de todo esto, y ya
centrándonos más en la persona
¿De qué posibles maneras cree del adolescente, podríamos añadir
que puede reaccionar su jefe? como poderoso motivo para no
contar sus preocupaciones a los
¿Cómo lo afrontaría? padres el sentimiento de vergüen-
za, propiciado sin duda por la falta
Después de realizar estas refle- de confianza establecida con los
xiones sobre nuestros temores a progenitores.
la hora de comunicar una informa-
ción que no sabemos cómo va a Como podemos observar, las cau-
ser recibida, seguramente costará sas por las que, en ocasiones, evi-
menos entender las razones por tamos o nos sentimos reticentes a
las que algunos adolescentes a comunicarnos con otras personas,
veces -y otros casi siempre-, deci- son numerosas e incluso podría-
den no compartir sus vivencias mos decir que casi todas estarían
con los adultos. justificadas. Pues bien, salvando
las diferencias, (“los padres y los
Retomando el caso del jefe, posi- educadores no somos los jefes
blemente una de las principales aunque a veces somos percibidos
causas por las que muchos adul- como tales”), los menores encuen-
tos albergaríamos resistencias para tran dificultades muy similares a
enfrentarnos a comunicar la noticia la hora de comunicarse con los
sería: adultos. La gran diferencia estriba
en que ellos sí pueden elegir entre
Por temor a las consecuencias, contarlo o no.
es decir, nuestro jefe, dolido por
nuestro comportamiento, puede Porque, aunque a veces las con-
decidir tomar represalias que secuencias de no contarlo sean
puedan afectar a nuestra integri- nefastas, en la adolescencia, lo
dad laboral; que prima es el efecto inmediato.

Si nuestra relación con él es más


cercana, es probable que la preo-
cupación viniese propiciada so-
bre todo por lo mal que nos
hace sentir saber que vamos
a defraudarle; pudiera ser
que se sintiera decepciona-
do por nuestro compor-
tamiento y pensara que le
estamos fallando;

52
Cómo convivir con adolescentes.

No debemos olvidar que la per- no se metan en tu vida. Si les


cepción temporal de los adoles- cuentas tus cosas al final te aca-
centes nada tiene que ver con ban dirigiendo la vida y te con-
la nuestra. En su vocabulario, la trolan demasiado y eso hay que
expresión “consecuencias a corto evitarlo.” (Manuel, 16 años)
plazo” significa: “de momento me
he librado, y mañana ya se me Dificultad:
ocurrirá algo” y, a largo plazo, se
registra con la misma sensación “Yo personalmente no hablo con
de cercanía como: “en otra vida”. mis padres porque, para empezar
Es decir, “consecuencias a largo con mis padres no se puede
plazo” es sinónimo de “no hay hablar. El habla y todos tenemos
consecuencias”. que escucharle pero cuando hablo
yo, pasa de escucharme, sólo le
No es extraño pensar, enton- interesa que llegue pronto y que
ces, que los adolescentes vayan no me drogue, parece que lo
retrasando la comunicación “de demás le importa poco”. (Belén,
una mala noticia” hasta que ésta 15 años)
caiga por su propio peso.
Dificultad:

Algunos testimonios “Si yo tuviera que contar a mis


de adolescentes padres lo que hago por ahí y lo que
me pasa por la cabeza, me moriría
Hemos preguntado a un grupo de de vergüenza. Yo nunca he habla-
adolescentes sobre las dificulta- do con mis padres de mis cosas
des que encuentran a la hora de personales y sería un cortazo hablar
comunicarse con sus padres y a de si salgo con este o el otro.
partir de lo que nos han referido Nosotros nos contamos lo justito, el
planteamos el siguiente ejercicio: fin de semana me voy al pueblo de
una amiga y cosas así. Sin entrar en
Identifica la dificultad de comuni- detalles.” (Alba, 17 años)
cación de cada uno de los testi-
monios expuestos. Dificultad:

“Yo creo que no contamos lo que “Mis padres creen que soy super
nos pasa a los padres porque formal; me ponen de ejemplo para
sabemos que de una manera o de mi hermano que está medio loco,
otra nos va a caer la charla. A lo yo no soy tan loca como mi her-
mejor en el momento no nos dicen mano, pero tampoco soy como
nada pero tienen ya esa informa- mis padres se creen. Me daría
ción y nos lo echan en cara en mucha pena que se enteraran de
cuanto hay oportunidad…” (María, algunas cosas y cambiaran su
17 años) opinión sobre mí.” (Jara, 15 años)

Dificultad: Dificultad:

“Supongo que a muchos chicos “A mí mis padres no me han es-


les pasará como a mí, que no cuchado en la vida y ahora que he
hablan con sus padres para que empezado a salir lo quieren saber

53
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

todo; con quien voy, a dónde noble y respetuoso con los demás,
voy… y ahora no me da la gana a o emocionalmente fuerte y seguro
mí contárselo, si antes pasaban de de sí mismo, que fuera sensible al
mí que a lo mejor yo también los sufrimiento ajeno y supiera expre-
necesitaba, pues ahora soy yo el sar afecto… Probablemente la lista
que pasa de ellos.” (Raúl, 15 años) sería interminable. Cada padre
pediría para su hijo aquellas cuali-
Dificultad: dades que considera le harían más
feliz.
“Yo pienso que los adolescen-
tes no contamos las cosas a Pues bien, tenemos dos noticias
los padres porque ellos no suelen que darle, una buena y otra mala;
entenderlo, habrá algunos que sí la mala es que es muy poco pro-
pero lo normal es que no lo entien- bable que se le aparezca en su
dan y se monten su propia pelícu- casa un hada a concederle de-
la. Por ejemplo si tú le dices a tu seos. La buena es que no le hace
madre que el sábado te fumaste falta el hada para nada. Propor-
un porro con tus amigos, lo más cionar a su hijo las herramientas
seguro es que ella se ponga a necesarias para que sea una per-
gritar; ¡Dios mío mi hijo es droga- sona segura de sí misma, adapta-
dicto, qué vamos a hacer con él! y da y competente depende en gran
se lo diga a tu padre y se arme, y medida de usted mismo.
tú sabes que eso no es así y que
no significa nada, pero ¿cómo se Como muchos estudios ponen
lo haces comprender a ellos?” de manifiesto, los padres que se
(Juan, 16 años) muestran más competentes para
comunicarse con sus hijos suelen
Dificultad: percibir en ellos una mayor faci-
lidad para expresar lo que sien-
ten, piensan o necesitan; resuelven
adecuadamente sus conflictos y,
en definitiva, disfrutan de una ma-
Habilidades basicas yor calidad en sus relaciones inter-
para una buena personales.
comunicación con
los hijos
“Decídmelo y lo olvidaré, enseñád-
melo y lo recordaré, implicadme y
lo entenderé, apartaos y actuaré.”

(Proverbio chino)

Si por cualquier extraña razón, a


usted se le presentara en su casa
un hada madrina y le diese la
oportunidad de atribuir a su hijo las
cualidades que usted más valora,
¿qué pediría? Tal vez que fuera

54
Cómo convivir con adolescentes.

Un padre es competente sonalidad, enseñándole a ex-


en la comunicación presar sus sentimientos y a
con su hijo cuando: comprender los de los demás.

Consigue fomentar su autoesti-


ma a través del diálogo, mostran- Una buena escucha
do interés por sus preocupaciones vale más que mil palabras
y necesidades.
Lo miremos por donde lo miremos,
Escucha atentamente el signifi- escuchar a nuestros hijos ado-
cado que éste da a sus vivencias lescentes trae consigo un amplio
sin intentar confrontarlo con el catálogo de ventajas.
suyo.

Acepta sus discrepancias en Ventajas de la escucha


formas de sentir y entender los para los adolescentes:
acontecimientos cotidianos sin juz-
garle o inhibirle. Se sienten valorados y entendi-
dos por los adultos.
Aporta un espacio privado para
compartir sentimientos, opiniones Se sienten más seguros a la
o dudas. hora de expresar opiniones e ideas
personales.
Afronta situaciones conflictivas
sin agresividad, fomentando acti- El interés percibido les hace ser
tudes de serenidad y respeto. más comunicativos y contar aque-
llo que en otras circunstancias no
En definitiva, un buen entendi- hubieran contado.
miento entre adultos, ya sean pa-
dres o educadores, y adolescen- Aprenden a escuchar a los
tes, debe pasar, cuanto menos, demás y a comprender el bene-
por el entrenamiento de algunas ficioso efecto que produce ser
habilidades básicas de comuni- escuchados.
cación.
Aprenden a respetar las opinio-
A continuación vamos a desarro- nes ajenas y a controlar la impul-
llar estas habilidades teniendo en sividad de manifestar las propias.
cuenta en cada una de ellas dos
aspectos: Fomentan el desarrollo de su
atención y comprensión significa-
Uno personal, como adulto tiva, evitando la superficialidad y
comprometido consigo mismo la proyección de prejuicios que
y con su entorno, que busca su conlleva la falta de información.
crecimiento psíquico, afectivo y
social.
Ventajas de una buena
Otro como mediador, responsa- escucha para los adultos:
ble de la educación de un menor,
hijo o alumno, al que intenta ayu- Nos adiestramos en el arte de la
dar en el desarrollo de su per- acogida, lo que nos ayudará no

55
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

sólo con los adolescentes, sino Es cierto que muchas personas


con todas las personas con las tienen la capacidad de poder
que nos relacionamos. hacer varias cosas a la vez, como
escuchar y leer, pero entendamos
Nos ayuda a acercarnos a nues- que centrarse sólo en la escucha
tros hijos y a conocerlos mejor, no se hace por falta de habilidad,
saber lo que sienten, piensan, etc. sino por respeto al otro. No olvi-
demos que tan importante como
Con nuestro ejemplo, enseña- que yo escuche es que el otro se
mos a los adolescentes la habili- sienta escuchado.
dad de escuchar al otro.
Otro aspecto importante es aquello
Escucharles sin juzgar facilita que hacemos mientras escucha-
que el adolescente se abra y re- mos. Postura y mirada dirigidos a
vele más información. la persona que habla, expresión de
la cara acorde con lo que nos
Favorecemos que nuestros hijos está contando y asentimientos del
nos escuchen porque se sienten tipo “ya”, “claro”, etc., son algunos
escuchados. de los aspectos formales de la es-
cucha que nos pueden ayudar a
enfatizar el mensaje de que esta-
mos atentos y entendiendo lo que
nos comunican.

Por último y como colofón para


dejar bien patente que se ha cap-
tado el mensaje con cada uno de
sus detalles y puntos de atención,
es importante devolver la informa-
ción resumida, despojándola de
prejuicios, interpretaciones o iro-
nías y marcándola con nuestro
acento personal de cercanía, en-
tendimiento y comprensión.

La empatía; descubriendo
al adolescente
¿Qué implica que llevamos dentro
una buena escucha?
El siguiente relato fue contado
Lo primero que ha de tenerse en por Miriam, alumna de Bachillerato,
cuenta cuando nos ponemos a en un encuentro de relación de
escuchar a un adolescente es pre- ayuda. En él se pone de manifies-
cisamente eso: “que nos ponemos to lo dañino que puede llegar a
a escuchar” y no hacemos otra ser el aislamiento emocional entre
cosa que no sea eso. Es decir, no padres e hijos.
completamos la escucha leyendo
el periódico, preparando la cena o Mis padres se separaron hace tres
viendo la televisión. años. Recuerdo aquellos meses

56
Cómo convivir con adolescentes.

como algo traumático, aunque Llegar a ser comprendido es una


reconozco que al final nos unió de las principales aspiraciones del
bastante a mi padre y a mí. Con ser humano. Solamente a partir de
mi madre no tuve problemas, las tener satisfecha esta necesidad es
cosas eran mucho más fáciles. como la persona puede consolidar
sus relaciones con los demás.
Yo tenía 16 años y lo viví muy mal.
Ahora entiendo mejor lo que sen- Cuando un hijo demanda a su
tía, pero entonces creo que no era padre: “¡entiéndeme!”, por ejem-
consciente de lo que me pasaba plo, ¿a qué tipo de comprensión
por dentro. suponemos que se está refiriendo?
¿A la comprensión cognitiva de
Estaba muy dolida, siempre había los hechos, o bien al significado
sido la niñita de papá y ahora él de sus palabras, es decir, al reco-
se iba, me abandonaba… Era tan nocimiento de su mundo afectivo,
agresiva con él que a veces inclu- de sus emociones y sentimientos?
so le oía llorar en su habitación Esto significa que habitualmente
y compartir con mi madre su deseamos ser comprendidos in-
sentimiento de padre y marido ternamente, no sólo que entiendan
fracasado. los datos, las cosas que nos suce-
den, sino el modo concreto como
Me sentía tremendamente cul- las experimentamos y el significa-
pable. Hubiese preferido que las do que tienen para nosotros.
cosas fuesen de otro modo,
decirle que le quería, que para Sin lugar a dudas, las dos com-
nada había fracasado como padre, prensiones son importantes. Como
que estaba sufriendo, pero nunca la mayoría de los autores afirman,
le dije nada, no sabía cómo una verdadera comprensión em-
hacerlo. pática es aquella actitud que,
como suele decirse popularmente,
Estoy segura de que mi padre nace del “ponerse en lugar del
también entendía por lo que yo adolescente”, “caminar con sus
estaba pasando, pero en mi casa zapatos”. En el fondo, la empatía
los sentimientos se vivían en priva- consiste en hacer el esfuerzo por
do; nos resultaba muy vergonzoso comprender de la manera lo más
manifestarlos públicamente. precisa posible lo que las cosas
significan para el adolescente, y
¡Ojalá no hubiese sido así! ¡Nos conseguir comunicar el contenido
habríamos evitado tanto dolor! de esta comprensión.

Preguntas para la reflexión


individual o en grupo:

¿Por qué crees que Miriam


no le cuenta a su padre cómo se
siente realmente?

Si hubiese habido una mayor


comunicación de sentimientos ¿qué
habría cambiado?

57
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

Pero vayamos más allá, suponga- Padre o madre: Veo que te duele
mos ahora que efectivamente el mucho lo que te hace Teo. Supon-
padre ha conseguido ponerse en go que eso significa que le tienes
el lugar de su hijo y ha entendido cariño. Estarás muy decepcionado
sus pensamientos, actitudes y emo- con él.
ciones. ¿Podríamos concluir que
entre ambos se ha establecido una Andrés: Era un buen colega pero
buena relación empática? cada día le aguanto menos. Yo no
sé qué le pasa al pibe éste.
Para contestar a esta pregunta
recordemos el caso de Miriam. En Padre o Madre: Andrés, ¿has pen-
su relato hemos podido compro- sado que tal vez le hayas hecho
bar cómo ella comprendía los sen- algo sin ser consciente y esté doli-
timientos de su padre y probable- do contigo? A veces uno se lleva
mente su padre los de ella. Pero sorpresas cuando habla con un
no llegaron a compartirlos, nunca amigo.
lo habían hecho.
Andrés: ¡Pues que me lo diga y
Llegamos entonces a completar el deje de tocarme la moral!
trípode sobre el que se sustenta la
verdadera comprensión empática: Padre o Madre: Te veo con ganas
la comprensión de los hechos, en de arreglarlo, sería bonito volver
primer lugar; hacerse cargo de a ser tan amigos como antes
los significados a nivel afectivo, en ¿verdad? ¿Crees que a ti te sería
segundo lugar; y la manifestación fácil hablar con Teo? ¿A lo mejor
de lo que hemos comprendido por él no sabe cómo hacerlo? Tú pare-
último. ces tener las cosas más claras.

Pongamos un ejemplo. Un padre, Preguntas para la reflexión


después de escuchar a su hijo individual o en grupo:
lamentarse por haber discutido
con un amigo, le puede trasmitir ¿Crees que los padres de Andrés
su comprensión devolviéndole los han sabido captar los sentimien-
sentimientos de tristeza y frustra- tos de su hijo?
ción que le ha manifestado durante
la conversación. ¿Qué tipo de beneficio, para
Andrés, puede tener este tipo de
¡Estoy hasta las narices de Teo. conversación?
Continuamente se está metiendo
conmigo, diciéndome lo que tengo Crea tu propio diálogo con
que hacer como si él fuera per- Andrés.
fecto. Es un mierda el tío!
Como puede apreciarse en este
Padre o Madre: ¡Caramba Andrés! diálogo entre padres e hijos, la dife-
Debe ser difícil aguantar a un rencia generacional se pone muy
amigo diciéndote continuamente lo de manifiesto. Distinto vocabulario,
que debes hacer. diferente enfoque de resolución
del conflicto, etc. No obstante,
Andrés: Pues sí, pero cualquier día parece ser que estas diferencias
le mando… son salvadas por la intención

58
Cómo convivir con adolescentes.

común de reducir el malestar que chico/la chica entienda de forma


siente Andrés. natural la comunicación de sus
sentimientos.
Así es, los padres no debemos
caer en el error de intentar hacer-
nos los “coleguitas” de nuestros
hijos utilizando su mismo vocabu-
lario o intentando dar argumenta-
ciones similares a las suyas.
Empatizar no es eso, nuestro hijo
no va a sentirse más entendido
si usamos su lenguaje y sus ra-
zonamientos. Todo lo contrario, el
adolescente necesita constatar las
diferencias entre él y sus padres y
el hecho de hablarle de sentimien-
tos cuando él no lo hace, de uti-
lizar palabras cultas que ni siquiera
tiene registradas, de argumentar
posibilidades no percibidas por
él, no sólo es bueno sino que ade-
más es educativo. En el capítulo V
ampliaremos esta reflexión.
Valorar sus opiniones y actitu-
Como señala J. Chalifour13 la des: cuando se comunica con el
comunicación o exposición al otro adolescente, es oportuno escuchar
de lo comprendido no tiene por qué primero sus opiniones, respetarlas
ser siempre verbal. Hay muchas y valorarlas por ser de él, dejarle
otras manifestaciones no verbales: expresarse y asegurarse de haber-
un guiño de complicidad, una le entendido. Aun no estando de
sonrisa, apretar suavemente el acuerdo con sus ideas, es bueno
hombro, etc. Estas pueden dar evitar convencerle o demostrar
a entender igualmente nuestra superioridad. Así el adolescente
comprensión. entenderá la importancia de res-
petar opiniones distintas a las
propias.
Algunas claves
para fomentar la empatía Ser honesto al expresar sen-
son las siguientes: timientos: los mensajes que se
mandan a los adolescentes deben
Ser un buen modelo: los hijos ser congruentes con los compor-
aprenden mucho mejor aquello tamientos que manifestamos. Si
que ven en los padres. Entienden se intenta educar a un hijo en la
mejor lo que ven que lo que es- expresión de sentimientos, es im-
cuchan. Si los padres expresan portante compartir con él los pro-
sus sentimientos de forma coti- pios, así como las preocupaciones
diana entre ellos, con sus hijos, y alegrías. Evitar en todo momen-
etc., es muy probable que el to juzgar las expresiones emo-
13 Cfr.
CHALIFOUR J., “La relación de ayuda en cuidados de enfermería. Una perspectiva holística
y humanista », SG Editores, Barcelona 1994.

59
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

cionales de los hijos es una buena de sus exitosos libros, una frase
pista para ayudarles. Esta actitud absolutamente ilustrativa del poder
podría provocar vergüenza o rabia que puede llegar a tener el lengua-
en el joven y promover compor- je: “El dardo en la palabra”.
tamientos represivos.
Si nos ponemos a pensar, son
Manifestar el bienestar por sen- muchas las situaciones en las que
tirse comprendido. Es importante nos hemos sentido víctimas de co-
que el adolescente entienda que mentarios hirientes hacia nuestra
su comportamiento sobre los otros persona. Sinceramente ¿en cuán-
tiene consecuencias positivas o tas ocasiones nos hemos queda-
negativas. Cuando se sienta escu- do con ganas de responder ante
chado y comprendido por su hijo uno de estos comentarios y no
es conveniente decírselo abierta- lo hemos hecho por temor a ser
mente, igual que cuando el com- demasiado agresivos y provocar
portamiento sea hiriente. una discusión? Y puestos a recor-
dar, seguramente sabemos cómo
Ayudar a interpretar emociones. nos sentimos al reprimir la res-
A menudo, la intensidad con la puesta que nos hubiese gustado
que viven los adolescentes sus dar: “seguramente no muy bien”.
emociones, les dificulta entender
qué es lo que están sintiendo y ¡Qué difícil! ¿Verdad que sería
por qué. Lo indicado es ayudarle estupendo encontrar ese punto de
a interpretar sus sentimientos, a inflexión entre hacer valer nuestros
pensar y reflexionar juntos sobre derechos y no herir a los demás,
qué le ha hecho sentirse así. entre la agresividad y la represión?
Tomar conciencia sobre los pro- Bien, pues a ese punto medio se
pios sentimientos facilita entender le llama asertividad.
cómo se sienten los demás ante
circunstancias parecidas. ¿De qué manera puede ayudarme
la asertividad? Como siempre, la
mejor manera de entenderlo es
Con asertividad suena mejor aplicarlo a las situaciones coti-
dianas que vivimos con los ado-
La sabiduría popular, casi siempre lescentes.
bastante certera, dispone de múlti-
ples expresiones que claramente
evidencian la enorme importancia
que tiene la forma en que
los seres humanos nos
comunicamos: “mano de
hierro con guante de ter-
ciopelo”, “se cazan más
moscas con miel que con
hiel”, “tan importante como lo
que se dice es cómo se dice”,
etc.

Incluso el conocido escritor Lázaro


Carreter, utilizó como título de uno

60
Cómo convivir con adolescentes.

Ejercicio: tu tiempo de estudio. De esta ma-


nera, ni disfrutas del tiempo libre
Elige la respuesta con la que, sin- ni vas a clase con los deberes
ceramente, más te identificas. hechos. ¿No crees que esta situa-
ción no tiene ninguna ventaja?
Situación 1: Podríamos intentar hacer un plan
Tu hija de 16 años se quiere poner de estudio. Tú, ¿cómo lo ves?”
un piercing en el ombligo y tú no
estás de acuerdo. Respuesta 3: “Raúl, vamos a
cenar, que es muy tarde; ya termi-
Respuesta 1: “Mira, Marta, ¡como narás los deberes”.
me entere yo de que te has tala-
drado el ombligo, te doy la bofeta- Situación 3:
da más grande de tu vida! Ángela quiere salir este fin de se-
mana. Tiene 17 años y considera
Respuesta 2: “Allá tú; es tu cuer- que ya es lo suficientemente ma-
po. Si tienes problemas, yo no yor como para llegar a casa a las
quiero saber nada”. 2 de la mañana. A ti te parece una
hora excesiva.
Respuesta 3: “Marta, entiendo
que te apetezca llevar un piercing Respuesta 1: “Ángela, es verdad
como lo llevan algunas de tus ami- que ya no tienes 15 años y te
gas. Si yo no estoy de acuerdo mereces algo más de libertad para
es por miedo a que puedas tener llegar a casa. Si quieres, intenta-
alguna complicación. Me gustaría mos llegar a un acuerdo entre los
que las dos nos informásemos de dos, pero sinceramente, a las 2 de
los riesgos que tiene ponérselo la madrugada no puedes llegar.
en el ombligo. Tal vez sea menos Me resulta excesivo”.
peligroso en otra parte”.
Respuesta 2: “Ángela, tú sabrás
Situación 2: lo que haces, que ya eres mayor-
Raúl lleva más de dos horas sen- cita. Pero eso sí, no hagas ruido
tado delante de los libros. Cuando cuando llegues que los demás no
te acercas a su escritorio, descu- tenemos la culpa”.
bres que apenas ha empezado a
hacer los deberes. Raúl está can- Respuesta 3: “En esta casa
sado y deprimido. no se llega más tarde de las 12
porque lo digo yo y con eso te
Respuesta 1: “¡Me tienes harta! debería bastar”.
Todos los días la misma historia.
Raúl, ¡eres un vago! No me extraña Dentro de la asertividad, otro proble-
que suspendas”. ma con el que se suelen encontrar
padres y educadores al tratar con
Respuesta 2: “Raúl, tenemos los adolescentes, surge a la hora
que buscar una solución para de tener que decirles que no a sus
ver cómo puedes aprovechar más propuestas.

Resultados:
Situación 1: respuesta 1 = agresiva; respuesta 2 = pasiva; respuesta 3 = asertiva.
Situación 2: respuesta 1 = agresiva; respuesta 2 = asertiva; respuesta 3 = pasiva.
Situación 3: respuesta 1 = asertiva; respuesta 2 = pasiva; respuesta 3 = agresiva.

61
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

Algunas claves
para fomentar la empatía
son las siguientes:

1 Di “no” sin ser agresivo, pero con


firmeza. Evita titubear o mostrarte
indeciso. Si lo haces, el adoles-
cente pensará que no estás seguro
de lo que estás diciendo y seguirá
insistiendo: “Fernando, mañana no
puedo acompañarte”.

2 Da tus razones de forma clara y


concisa. No te pierdas en las ex-
plicaciones: “No puedo acom-
pañarte, porque mañana es el úni-
co día que tengo para descansar y
Es evidente que, cuando realmen- lo necesito”.
te tenemos argumentos para decir
“no”, no suele crearnos tanto de- 3 Habla en clave de sentimientos.
sasosiego. Decimos, por ejemplo: Dile que entiendes cómo se debe
“no te puedo acompañar al cine sentir él ante la negativa, pero tam-
porque tengo que ir al médico”. El bién expresa las razones emocio-
problema surge realmente cuando nales que tienes tú para hacerlo:
no tenemos acontecimientos que “Entiendo que puedas sentirte
pudiéramos considerar inevitables, frustrado por no poder contar con-
sino que simplemente nos apetece migo, pero me gustaría que com-
hacer otros planes alternativos. prendieras que me apetece descan-
sar después de una semana de
Por supuesto, no nos sentimos duro trabajo”.
igual diciendo “no te puedo llevar
al partido porque tengo que llevar 4 Busca con él otras alternativas
el coche al taller” que “no te puedo que puedan solucionar su problema
llevar al partido porque me apetece para que no crea que te desentien-
quedarme en casa y desayunar des: “Podemos buscar el autobús
tranquilo el único día que tengo que te deje más cerca”.
libre”. Probablemente, cuando da-
mos una respuesta de este tipo, 5 Déjale claro que, aunque esta vez
aparecen los sentimientos de cul- le dices que no, puede seguir con-
pa. Como si realmente estuvié- tando contigo para otras ocasiones:
semos haciendo algo mal; incluso “Fernando, esta vez te he dicho que
nos podemos llegar a calificar no porque necesito realmente des-
de “mal padre” o “mala madre”. cansar, pero en otra ocasión inten-
¿Pueden evitarse estos sentimien- taré ayudarte aunque me suponga
tos? Dependerá, en gran medida un esfuerzo”.
de mi manera de decir “no”.
6 No te disculpes como si estuvie-
No es lo mismo espetar “no” que ras haciendo algo malo. Entiende
hacer entender de forma asertiva que decir “no” a tu hijo es un dere-
por qué no lo hacemos. cho que tiene todo padre.

62
Cómo convivir con adolescentes.

7 Si tu hijo intenta convencerte me- este problema tomando como refe-


diante el chantaje emocional, utiliza rencia al adulto.
el disco rayado, es decir, repite una
y otra vez las razones emocionales ¿Qué podemos hacer los padres
por las que dices “no” y hazle enten- para que ellos quieran, o al menos
der la diferencia entre un favor y una acepten, hablar con nosotros? A
obligación: “Es verdad que hoy te he continuación exponemos algunas
defraudado, pero te repito que me tácticas de aproximación que no
siento realmente agotado”. sólo ayudarán a que nos escu-
chen, sino incluso facilitarán que
8 No intentes justifficar y racionali- intervengan en la conversación.
zar tu negativa inventando excusas
falsas. Probablemente tu hijo se en-
terará y quedarás ante él como un
farsante. Ejercicio:
9 Es necesario que durante todo el Construyendo el diálogo
proceso pienses lo importante que
es para tu hijo aprender a aceptar Tras leer los distintos casos, intenta
el “no”, siempre que se le diga de completar las frases encabezadas
forma razonada, con respeto y cariño. por el SI, con frases que ejempli-
fiquen lo expuesto en el texto que
10 Si un adolescente no puede le sigue.
aceptar una negativa y necesita
salirse siempre con su voluntad, no Identificar algunas otras situacio-
desarrollará su capacidad de frus- nes complejas donde el diálogo
tración y tolerancia al fracaso, y tiende a convertirse en monólogo
reaccionará con violentas rabietas e y reflexione sobre cómo podría
histerismos propios de los niños mejorarlas.
más pequeños.
NO: “Hijo, me gustaría que hablá-
Recuerda: aceptar un “no” significa semos sobre las drogas. Estoy
madurar. muy preocupado por ti…”

Aunque parece sensato hacerlo,


evite anunciar la intención de hablar
El diálogo es posible. con su hijo. Con ello lo único que
Del monólogo al diálogo consigue es que este se ponga en
alerta y empiecen a aflorar en su
Somos conscientes de que frecuen- mente todos los prejuicios que ha
temente los chicos, sobre todo cosechado sobre las charlas de
en los primeros años de su ado- los adultos. Posiblemente, su hijo
lescencia, se muestran bastante intentará evitarlo achacando las
esquivos no ya a mantener una excusas más socorridas que en
conversación con sus padres, sino ese momento encuentre.
simplemente a permanecer delan-
te mientras estos hablan. Sí:

Como estamos convirtiendo en cos-


tumbre, vamos a intentar abordar

63
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

Aproveche un programa de tele- que puede equivocarse sin culpa-


visión que están viendo juntos, un bilizarse por ello y, sobre todo, sin
comentario de un adolescente res- temor a defraudarle.
pecto a un tema que le preocupa.
Recuerde que cuanto más privada NO: “¡estas loco! Pero cómo puedes
o comprometedora sea la informa- pensar esas barbaridades…”
ción que quiere que su hijo com-
parta con usted (por ejemplo ¿qué Si durante la conversación descu-
opina sobre las relaciones sexuales briera que su hijo tiene ideas erró-
sin protección?), más imparcial neas o peligrosas sobre algún
debe percibirle este y más casual tema importante, evite corregirle
debe parecerle su inicio. bruscamente con descalificativos
o con un tono de voz severo. Esa
NO: “Mira, hijo, cuando yo tenía tu actitud provocará que de forma
edad…” instintiva su hijo intente defender-
se de lo que está percibiendo co-
Todos hemos sufrido en mayor o mo una agresión. El sentimiento de
menor medida, las soporíferas ba- autodefensa y de cólera hacia el
tallitas de algún familiar (abuelo, proveedor de la agresión impedirá
padre, tío), bienintencionado, que que pueda tomar conciencia de
pretendía acercarse a nosotros los riesgos que puede tener su
revelándonos su “rollo”. Aunque forma de pensar o actuar.
como hemos dicho, la intención es
buena, el adolescente suele perci- Sí:
birlo como una arenga sobre las
buenas costumbres, con una visión
absolutamente desfasada de la
generación actual. La mejor manera de que el ado-
lescente tome conciencia de las
Sí: consecuencias que pueden tener
sus comportamientos u opiniones
erróneas, es, en primer lugar, con-
tinuar la conversación con la mis-
Mientras conversa con su hijo, ma naturalidad mantenida hasta
puede suceder que éste se mues- el momento. Escuche hasta el final
tre dudoso o confundido sobre la exposición de su hijo y, con un
algún aspecto o incluso quiera tono de voz relajado, intente me-
comentar algo que hizo mal y no diante preguntas y supuestos, que
se atreve por miedo a defraudarlo él mismo caiga en la cuenta y en-
o a que se lo reprochen. Esta sería tienda que posiblemente esa no es
una buena oportunidad para ha- una buena forma de actuar. Una
blarle de usted, de cómo era cuan- vez que su hijo ha tomado con-
do tenía su edad. Pero no hable a ciencia de la posibilidad de encon-
su hijo haciendo alarde de su sen- trar mejores opciones, ayúdele a
satez y responsabilidad. Háblele buscarlas y que sea él mismo
de lo que en ese momento puede quien decida, sopesando pros y
acercarle a él: de sus dudas, de contras, lo que quiere para sí mis-
las veces en las que se equivocó y mo. Si el adolescente no percibe
de cómo aprendió de sus errores, una opinión como suya, podrá aca-
etc. De ese modo, su hijo sentirá tarla, pero no la aceptará.

64
Cómo convivir con adolescentes.

NO: “Hijo, no tienes ni idea de lo prototípicas: “mamá, deja de ra-


que estás hablando, escúchame a yarme ya”, o bien miente diciendo
mí que se lo que digo…” lo que su madre quiere oír. Ambas
son formas de defenderse de una
Recuerda que cuando dos perso- situación incómoda y comprometi-
nas conversan, especialmente si da que puede tener unas conse-
una de ellas es adolescente, la cuencias poco favorables.
mayoría de los comentarios que se
hacen responden a la categoría de Sí:
opiniones, que como tales, suelen
ser fruto del sentido común, de
ideas transmitidas de boca a boca.
Por tanto, no las desprecie por su Si el tema que quiere tratar con su
escaso rigor científico y aproveche hijo le alarma bastante, por ejem-
para conocer mejor a su hijo, pues plo porque usted intuye que su
en cada una de sus opiniones nos hijo oculta algo, o tal vez porque
desvela parte de su personalidad, sabe que varios amigos suyos
de su modo de entender y de beben demasiado, etc., y sospe-
enfrentarse a la vida. cha que probablemente no va
a mantener una actitud serena,
Sí: ¿cómo proceder? Le invitamos
a reflexionar sobre lo que hemos
bautizado con el nombre “efecto
reo”: cuando una persona comete
Cuando quiera establecer una con- alguna falta contra la ley, ¿cuál
versación con su hijo, intente posi- cree usted que será su reacción
cionarse de igual a igual con él. espontánea? Evidentemente, ocul-
No pretenda llevar las riendas de tar su delito, porque sabe que las
la conversación dirigiéndola con consecuencias pueden ser nefas-
sus argumentaciones y preguntas. tas para él. Pero supongamos que
Si su hijo se da cuenta de ello, le han descubierto y debe ser juz-
perderá el interés y probablemente gado; de todas las personas que
permanecerá callado. rodean al reo, ¿a quién cree usted
que contará la verdad? ¿A quién
NO: “Hija, estoy preocupadísima tratará de ocultársela? Evidente-
porque me ha contado tu tía que mente se sincerará con su aboga-
tu primo bebe mucho y …” do defensor porque el detenido
considera que es la única persona
Evidentemente, no es buena tácti- que tiene intención de ayudarle
ca. En cuanto su hijo escucha las en sintonía con sus expectativas.
palabras mágicas “preocupadísi- Cuando el adolescente es pillado
ma” y “beber mucho”, entenderá “in fraganti”, realizando un com-
que se le avecina el gran inte- portamiento que va a tener repre-
rrogatorio: ¿Y tú bebes?, ¿y qué salias, reaccionará intentando evi-
bebes?, ¿y tus amigos seguro que tar las consecuencias, ocultándolo,
fuman porros?, etc. El adoles- mintiendo o incluso agrediendo. Es
cente, llegado a este punto, suele entonces cuando debemos hacer
optar por una de estas dos op- de abogado defensor. No se trata
ciones: o bien responde de forma de justificar sus comportamientos
agresiva con una de esas frases y ponernos del lado del “delito”,

65
La comunicación con los adolescentes;
cuanto menos, conflictiva.

sino del lado de la persona, con “Pero quedamos en que ibas a


intención clara y sincera de ayu- hacer tu cama por las mañanas”.
darle a salir de ésta. Usted elige:
regañarle severamente y ponerle “Con lo bien que está tu habita-
un castigo ejemplar sin llegar a ción, si haces la cama quedará
saber lo que su hijo hizo ni por qué perfecta”.
lo hizo o reprimir insultos y ame-
nazas dándole la oportunidad de Ejemplo 2:
que manifieste qué le ha llevado “Ya sé que no te apetece venir a
a esta situación. Reflexione sobre la comida familiar; entiendo que
las consecuencias de ambos com- te aburras, no estás con tus ami-
portamientos y sobre el mejor mo- gos. Sabes que no todos los días
do de llegar a la raíz del problema. quedamos para estas celebra-
ciones”.

Técnica del sándwich “No me gusta que protestes tanto.


Creo que los abuelos no se mere-
Se utiliza cuando tenemos que cen que estés serio toda la comida”.
hacer una crítica a nuestro hijo o
hija. “Tus abuelos tienen muchas ganas
de verte; sabes que te quieren
Consiste en disminuir la carga ne- mucho. Además, la abuela ha pre-
gativa de lo que decimos diciendo parado tarta de chocolate para
también la parte positiva o incor- postre”.
porando la empatía de la siguiente
forma.

Ejemplo 1:
“Tu habitación ha quedado pre-
ciosa, me encanta como la has
decorado”.

Cuadro de habilidades básicas de comunicación


con los adolescentes...
Escucha y observación
Qué es...
demostrarle que nos interesa lo que dice, lo que siente, lo que le ocurre.
Sirve para:
Que nuestro hijo nos escuche porque se siente escuchado.
Conocer a nuestro hijo y saber realmente lo que siente, lo que ha ocurrido...
Qué hacemos...
Les preguntamos por sus cosas, amigos, preocupaciones, intereses...
Les miramos mientras hablamos.
Asentimos o usamos expresiones: “ya, ya, claro...”
Resumimos la información del otro: “Así que me cuentas que…”
Sólo escuchamos.

66
Cómo convivir con adolescentes.

Empatía
Qué es...
ponerse en el lugar de ellos, su mentalidad, necesidades... aunque no
nos guste o no estemos de acuerdo.
Sirve para:
Posibilitar y mejorar la comunicación y las relaciones ya que favorece
que confíe en los padres.
Controlar la alteración emocional de nuestro hijo.
Qué hacemos...
Pensamos la etapa por la que pasa nuestro hijo.
Usamos expresiones: “Te comprendo”, “te entiendo”, “lo siento mucho”,
“sé que te sientes...”
Los gestos acompañan lo que decimos de forma sincera.
En un primer momento no corregimos ni damos consejos.

Refuerzo
Qué es...
manifestar valoraciones positivas hacia los aspectos correctos, que
nos gustan de ellos, sus esfuerzos...
Sirve para:
Favorecer que se repitan determinadas conductas en los hijos.
Favorecer el aprendizaje de conductas nuevas.
Mejorar nuestras relaciones y la comunicación.
Qué hacemos...
Observar los aspectos positivos de las conductas de nuestros hijos.
Expresárselo en un momento adecuado: por ejemplo, a los adolescentes
no les gusta que les digan ciertas cosas delante de la gente.
Ser sincero y expresivo.

Lenguaje
¿Cómo debemos usar el lenguaje en la comunicación?
Mensajes yo:
yo prefiero, yo siento, quiero, he decidido, me gusta...
Lenguaje emocional:
me encanta, disfruto, es precioso, me incomoda, etc.
Ir al grano, ser directo y sincero:
evitar los rodeos y las justificaciones.
Evitar el uso de términos peyorativos y las exageraciones:
“pareces una guarra”, “eres un inocente”, “eres un mocoso...”
Ser concreto:
Me gusta mucho tu forma de vestir, es original, no me gusta
que no lleves la ropa sucia a la lavadora.
Buscar lo positivo incluso de los aspectos negativos:
“no has aprobado matemáticas pero he de reconocer que te has esforzado”

67
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

¡No sé qué me pasa!


La alfabetización
emocional.

“No se puede evitar


sentir miedo cuando ellos
salen con sus amigos
por primera vez”

68
Cómo convivir con adolescentes.

El nacimiento de un hijo implica, controlar su rabia, canalizar su


sin lugar a dudas, un revolucionario angustia o expresar su pena con
cambio en el guión de nuestra la misma naturalidad con la que
vida. Alegría, miedo, orgullo e in- aprenden a sumar, a cepillarse los
certidumbre son sólo el prólogo de dientes o a atarse los cordones de
la vorágine de sentimientos a los los zapatos. Pero mientras espe-
que habremos de dar cobijo du- ramos a que esto ocurra, no es-
rante el resto de nuestros días. taría de más que nos fuéramos
planteando la siguiente cuestión;
Como si se tratara de un sello de ¿nos sentimos capacitados para
estampación, cada uno de estos educar emocionalmente a nues-
sentimientos marcará, para bien o tros hijos?
para mal, la personalidad con la
que nuestros hijos se enfrentarán
al mundo, a su mundo.
Baja autoestima,
Ciertamente esto nos puede llevar fuente de conflictos
a pensar que, puesto que los sen-
timientos no pueden elegirse, nues- Podemos entender por autoestima
tros hijos están predestinados a la capacidad que cada uno de
recibir, irremediablemente, el posti- nosotros tiene para valorarse a
go de nuestras emociones. Nada sí mismo en distintos aspectos de
más lejos de la realidad. No se su vida.
puede evitar sentir miedo cuando
ellos salen con sus amigos por La autoestima, como una dimen-
primera vez; desconfianza ante sus sión más de nuestra personalidad,
continuas promesas de mejora; o tiene que ver con lo que sentimos,
incluso cólera cuando descubri- pensamos y manifestamos sobre
mos que nos han mentido de nue- nosotros mismos14.
vo. Pero de lo que sí podemos ser
dueños es de cómo vivimos ese Esta capacidad de poder conside-
miedo o esa incertidumbre y, sobre rarse válido en distintos ámbitos
todo, de qué manera vamos a de nuestra vida no es algo que
compartirlo con ellos. surja espontáneamente al alcanzar
una etapa como la adolescencia
Hoy en día, resulta inimaginable o la adultez. La autoestima se va
pensar que un padre no se preo- formando desde que nacemos.
cupe de escolarizar a su hijo para Desde que venimos al mundo es-
que este desarrolle su capacidad tamos expuestos a los comenta-
intelectual. Llegado el caso, inclu- rios valorativos de los demás. Y es
so le acusaríamos de desnatura- precisamente de esta manera có-
lizado, pero ¿y para desarrollar la mo los seres humanos vamos in-
inteligencia emocional?, ¿a dónde teriorizando “cuán valiosos somos
hay que llevarlo? Tal vez, en un fu- o cuánto no lo somos”.
turo próximo, empiecen a surgir
escuelas para trabajar emocio- En ocasiones, los padres olvida-
nes y los adolescentes aprendan a mos lo enormemente vulnerables

14 FundaciónANAR y Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid,


“Educar para crecer; cuadernos de apoyo para familias”, Fundación ANAR, Madrid 2004.

69
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

que son nuestros hijos a nues- parte de los listos. El profesor dice
tras valoraciones y caemos en la que así se motivan a trabajar más,
tentación de etiquetarlos; “eres un a mí me parece una barbaridad.”
desastre”, “eres un vago”, etc., sin
darnos cuenta de que cuanto más
les repitamos este tipo de desca-
lificativos, mayor es el riesgo que ¿Cómo se forma
corremos de que se conviertan en la autoestima?
realidad. Incluso en el caso de que
ya fuese una realidad, el descali- Son muchos los factores que inter-
ficativo reiterado reafirma su condi- vienen en el proceso de formación
ción de vago, desastre, etc., hacién- de la autoestima. Algunos de los
dola más sólida y difícil de corregir. más destacables, por el grado de
influencia que ejercen sobre la per-
Según el llamado “efecto Pigma- sonalidad, serían los siguientes:
lión” cuando a una persona, espe-
cialmente si aún es un niño, le 1 La familia, fuente por excelen-
repites de forma continuada un cia de autoestima. El niño va reci-
calificativo, es muy probable, sobre biendo de cada miembro de su
todo si éste es peyorativo, que familia un trato concreto que va
dicha persona termine comportán- predeterminando su posición en
dose en consonancia con el cali- la misma. Es decir; se siente más
ficativo recibido. Es decir, se termi- o menos querido, respetado, apo-
na creyendo que realmente es un yado en sus problemas, etc. De
“vago” y se comporta como tal. este modo, el menor podrá perci-
birse o bien muy valorado por su
Lamentablemente aún existen cen- familia, lo que ayudará a fomentar
tros educativos que lejos de pre- sin duda un buen clima familiar:
venir las pésimas consecuencias comunicación, cumplimiento de
que conlleva el clasificar a los alum- normas, expresión de opiniones…
nos según su nivel intelectual o o poco valorado por su familia, en
de esfuerzo, continúan incidiendo cuyo caso no se establecerá un
en ello. vínculo afectivo entre él y sus
padres o hermanos, no fomentará
En varias ocasiones hemos podi- la permanencia en el hogar ni
do escuchar cómo se lamentaban se asimilará la importancia de la
padres de adolescentes y preado- convivencia.
lescentes, por el trato discrimina-
torio del que estaban siendo vícti- 2 Los amigos, principalmente en
mas sus hijos en la propia aula y la adolescencia, influyen de mane-
por parte del profesor. ra muy poderosa en la formación
de la autoestima. El adolescente,
“Ya sé que parece increíble pero cuando entra a formar parte de
en la clase de mi hija existe el un grupo de iguales pretende ser
grupo de los tontos y el de los como mínimo eso, igual al resto.
listos. Cuando un alumno suspen- Comienza entonces un proceso de
de muchas, pasa a formar parte validación de pensamientos, sen-
de los tontos y le ponen en las últi- timientos y formas de comportarse
mas filas, si saca buenas notas le medidos únicamente por el rasero
ponen de los primeros y forma de la comparación.

70
Cómo convivir con adolescentes.

“Mario descubrió alarmado que 3 La escuela. El papel que ejerce


su hijo Jorge llevaba varios días la escuela en la formación de la
sin lavarse, cuando le preguntó autoestima viene definido por có-
por qué había decidido romper mo se siente el menor en su rol de
con el saludable hábito de la alumno. Es decir; si se ve capaz
ducha diaria; éste respondió: “es de satisfacer las expectativas inte-
que ninguno de mis amigos se lectuales, físicas y emocionales que
lava, dicen que ahora lo que mola le demanda el estar escolarizado.
es ir de guarrillo, no voy a ser yo
el único que se lave.” El ser reforzado por los profesores
cuando hace bien sus tareas, no
ser humillado con descalificativos
o castigos severos delante de los
compañeros cuando no cumple
con las tareas exigidas, etc., ayu-
dará al alumno a no sentirse inca-
pacitado para estudiar.

Como todos sabemos existen mu-


chos niños y adolescentes que no
De este modo, el grupo va a con- tienen el rendimiento académico
tribuir al proceso de formación de que a sus padres les gustaría.
autoestima de dos maneras deci- Cuando estos padres piden ayuda
sivas: y son orientados para que, aparte
de hablar con sus hijos y conocer
Primera: con la propia evalua- el por qué de sus malas califica-
ción que de sí mismo hace el ciones, les motiven si es necesario
propio adolescente al comparar de forma extrínseca, es decir con
sus cualidades y defectos con refuerzos externos (beso, elogio,
los de los demás. película de cine…), cualquier pe-
queña mejora que el menor vaya
Segunda: con la evaluación que consiguiendo, algunos de ellos
hace el grupo, encabezado por suelen considerar más “educativo”
su líder, de cada uno de los que realicen el esfuerzo por el valor
miembros que lo forman. Si uno intrínseco de las cosas, es decir;
de ellos destaca del resto, por que entiendan que la mayor satis-
ser mucho más tímido, por estar facción es el trabajo bien hecho.
más reprimido a la hora de rea-
lizar un comportamiento que Evidentemente, esta forma de pen-
entrañe cierto riesgo o en con- sar es muy elogiable y sería la de-
tinuo desacuerdo con lo esta- seable, puesto que la motivación
blecido por la mayoría, proba- por la tarea estimula la creatividad,
blemente no tendrá una buena la iniciativa y la capacidad de reso-
valoración por parte del grupo. lución de problemas. No obstante,
Críticas, descalificativos, retira- la experiencia nos dice que en
das de atención (vacío), suelen algunas ocasiones, no en todas,
ser algunos de los comporta- hay que recurrir al refuerzo externo
mientos que utiliza dicho grupo (no material) para propiciarlo. Las
para demostrar la disconformi- posibilidades de conseguir que el
dad hacia uno de sus miembros. niño o adolescente desmotivado

71
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

se implique en la tarea, a veces Cada uno de nosotros llevamos a


son más altas si éste recibe un cabo una serie de comportamien-
refuerzo inmediato y tangible. tos a lo largo de nuestros días.
Las personas que nos rodean nos
hacen saber de una manera u otra
“El adolescente se siente lo que opinan sobre estos com-
extremadamente sensible a portamientos, a veces de forma
sus acontecimientos diarios, directa y consciente con comen-
lo que le lleva a magnificar tarios concretos o frases alusivas,
los estados de ánimo que y en otras ocasiones inconsciente-
estos le provocan” mente sus propios comportamien-
tos dejan traslucir lo que piensan
sobre nosotros. Pues bien, toda
En muchas ocasiones, aunque en esta información que recibimos
primera instancia el menor reali- de los demás es recogida por
za el esfuerzo por la consecución nosotros mismos y en función
del refuerzo, comprobar que real- de lo positiva o negativa que sea
mente es capaz de hacer un buen la evaluación que hagamos de
trabajo y ver los efectos positivos ella iremos configurando nuestra
que tendrá en sus profesores, autoimagen.
padres e incluso algunos com-
pañeros, etc., le producirá una sen- Si coincide como a mí me gusta-
sación de bienestar y de control ría ser con la percepción real que
que propiciará el encuentro con tengo de cómo soy, es decir, mi yo
el valor intrínseco de los logros. ideal con mi yo real, la valoración
Como pone de manifiesto Martin que realizaré sobre mí mismo será
Seligman en su obra “La auténtica positiva, lo que me ayudará, sin
felicidad”, cuando se consigue rea- duda, a mantener alta mi autoesti-
lizar una tarea a partir de la puesta ma. Si mi yo real no coincide en
en práctica de fortalezas y virtu- absoluto con mi yo ideal, es decir,
des en vez de formulas rápidas, se me percibo opuesto a como me
vive como genuino y con senti- gustaría ser, tendré una imagen
mientos de autenticidad y gratifi- negativa de mí mismo lo que tam-
cación personal.15 bién habrá de incidir en mi nivel de
autoestima, en este caso hacién-
Evidentemente, no tiene el mismo dole descender.
poder de “seducción” que te “per-
suadan” a sentirte satisfecho por “En cierta ocasión mi hijo pequeño
hacer bien tu trabajo, que experi- me preguntó, -¿Tú crees que yo
mentar dicha satisfacción de forma soy guapo?
directa.
Yo le contesté: tienes unos ojos
3 El autoconcepto es otro factor grandes del color del caramelo,
que contribuye a formar la auto- el pelo rubio y rizado, una nariz
estima, entendido éste como la pequeña y la carita redonda. Sí, a
representación mental que una mí me pareces guapo. ¿Por qué
persona tiene de sí mismo en un me lo preguntas? Le dije yo. Y él
momento concreto. me contestó; porque como nunca

15 SELIGMAN, M.E.P., “La auténtica felicidad”, Vergara Grupo Zeta, Barcelona 2003. p. 24.

72
Cómo convivir con adolescentes.

me habías dicho que era guapo tecimientos diarios, lo que le lleva


yo creía que era muy feo”. a magnificar los estados de ánimo
que estos le provocan; su rabia
se convierte en ira, su alegría
¿Cuándo hay en euforia y su tristeza en deses-
un problema de autoestima? peración. ¿Falta de control sobre
sus emociones? Por supuesto, pero
Una opinión bastante generalizada no solamente.
que se suele tener sobre la ado-
lescencia, es la de relacionar dicha
edad con la diversión continua,
“vivir a tope la vida”, salir de fiesta,
bailar, beber, viajar con los ami-
gos. No hay responsabilidades, no
hay problemas, etc., Sin embargo,
las estadísticas vienen a chocar
frontalmente con tan popular pen-
samiento.

Después de los accidentes de co-


che y moto, el suicidio es la se- Sin obviar el gran riesgo que con-
gunda causa principal de muerte lleva para la autoestima del ado-
entre los jóvenes a partir de los lescente dejarse “arrastrar” por sus
14 años.16 emociones, hay otros factores
importantes que nos pueden dar
Alrededor del 14% de los suicidios la pista para entender que el
se cometen entre los 15 y 24 menor posee o está adquiriendo
años, y algunos estudios encuen- un problema de autoestima.
tran tasas entre 15-20% de ado-
lescentes con ideación suicida Un adolescente con baja autoesti-
acompañada de sentimientos de ma suele tener un perfil concreto
desesperanza e indefensión. de comportamientos y actitudes:

Con estos datos no pretendemos 1 Tiende a hacer una valoración


inducirles a pensar que los adoles- negativa de sí mismo potenciando
centes están en su mayoría de- sus limitaciones y defectos y desca-
primidos y sin ganas de vivir, nada lificando todo aspecto positivo.
más lejos de la realidad. Sencilla-
mente, entendemos que referen- 2 Percibe su imagen real muy
cias tan inquietantes como éstas distinta a la imagen ideal que le
nos pueden ayudar a entender gustaría tener.
cuán tan a flor de piel están los
sentimientos en esta etapa de la 3 Su escasa confianza en sí mis-
vida. mo le incapacita para expresar
opiniones contrarias y hacer valer
Como comentamos anteriormente, sus derechos asertivamente, por
el adolescente se siente extre- miedo a no ser aceptado por los
madamente sensible a sus acon- demás.

16 Ministerio de Sanidad y Consumo. Datos estadísticos. Análisis de la situación de la juventud española.

73
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

4 Posee poca o nula motivación descifrar sus emociones, saber las


para la acción. Su autoexigencia cosas que le gustan, potenciar sus
excesiva unida a sus expectativas habilidades para que tenga
de fracaso le impiden emprender confianza en sí mismo y
proyectos novedosos o manifestar pueda superar los fraca-
interés por los ya comenzados. sos y las dificultades,
etc.
5 Es extremadamente sensible a
la crítica y a la valoración de los
otros.

6 En sus relaciones sociales se


muestran retraídos y poco comu-
nicativos.

7 Percibe la realidad en términos


de todo o nada, haciendo uso
excesivo de generalizaciones y
etiquetas.
Por nuestra parte algunas suge-
8 Su estado de ánimo en términos rencias son éstas:
generales es de abatimiento y tris-
teza y suele caer fácilmente en Controlar el nivel de exigencia.
sentimientos de culpa. Distinguir entre caprichos del ado-
lescente, necesidades de su etapa
9 Sus razonamientos carecen a evolutiva o características perso-
menudo de argumentos lógicos nales, y limitaciones o dificultades
magnificando y dejándose llevar que tenga para cumplir lo que le
por sus sentimientos y emociones. exigimos.

10 Utiliza frecuentemente las im- Reforzar y valorar los aspectos


posiciones y los mandatos “debes positivos y los intentos de com-
de” consigo mismo y con los demás. portamientos adecuados. Si le tras-
mitimos la confianza en su persona
y las expectativas de éxito que tene-
¿Cómo podemos fomentar la mos sobre él, aumentaremos su
autoestima del adolescente? motivación aunque sólo sea por el
deseo de no defraudarnos.
El mejor legado que los padres
podemos dejar a nuestros hijos es Usar críticas concretas y rela-
haber contribuido a formar esa cionadas con la situación y no
persona que él ha deseado ser sin globales y generalizadas a otras
haber hecho de él lo que nosotros situaciones. Cuidando siempre el
quisiéramos que fuera. lenguaje.

Para poder conseguir tan gene- Ponernos en el lugar de una


rosa pretensión es fundamental persona de su edad, comprender
empezar por facilitarle el cono- lo que le hace enfadar, lo que le
cimiento de sí mismo. Ayudarle hace disfrutar, lo que le avergüen-
a encontrar sus puntos fuertes, za, lo que le divierte, etc. No reírse

74
Cómo convivir con adolescentes.

de él, ridiculizarle, juzgarle o quitar Con el comienzo de la pubertad


importancia a sus sentimientos. aparece también el deseo sexual.
Es un deseo diferente a todos los
Estimular que realice activida- que hasta ese momento se había
des gratificantes o aquellas en las experimentado. El deseo sexual
que el adolescente destaque y le dirige la atención y la conducta
hagan sentir bien. hacia otras personas, provocando
la necesidad de contacto, de co-
Evitar compararle con otras per- municación, de conocimiento mu-
sonas más capaces, hermanos, tuo. Esta nueva adquisición será
primos, amigos. Reforzarle su “senti- la principal responsable de que
miento de identidad propia” trasmi- algunos adolescentes decidan ini-
tirle la percepción de que él es él ciarse en conductas propiamente
y eso le hace ser único y distinto sexuales, antes de estar prepara-
al resto. dos para encajar emocionalmente
lo que estas suponen.
Demostrarle continuamente que
su cariño y su respeto es incondi-
cional, y está por encima de inca-
pacidades, fallos, o fracasos, igual
que el de las personas que real-
mente le quieren.

La sexualidad
en la adolescencia
La adolescencia es una etapa
de nuevas experiencias con los
demás, y sin duda dichas expe-
riencias están delimitadas por la
aparición de una nueva forma de
vivir y expresar la sexualidad. El Las características de la conducta
deseo que siente el adolescente sexual de esta etapa son dife-
de ser independiente y su mayor rentes de las de periodos ante-
desarrollo intelectual le lleva a riores. Se trata de una conducta
querer resolver sus propios pro- de mayor intensidad y más impul-
blemas sin solicitar ayuda aunque, siva. Los chicos y chicas pueden
a veces, no tenga las aptitudes empezar a salir en pareja, iniciar-
suficientes para hacerlo y esto se en besos y caricias de índole
pueda tener implicaciones para sexual, autoestimularse, tener fan-
su sexualidad. Pero, al mismo tasías, etc. Todos estos compor-
tiempo la adolescencia es tambi- tamientos son naturales tanto en
én una etapa de retrocesos donde adolescentes como en adultos y
el menor puede aparecer como es importante que el adolescente
la persona más dependiente y no se sienta culpable, ya que cons-
desvalida del mundo. Todo ello tituye el primer avance de lo que
configura el rasgo definitorio de los más adelante será una sexualidad
adolescentes: la inseguridad. bien desarrollada.

75
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

Curiosidad, aprendizaje, acceder al Al mismo tiempo, la inexperiencia


mundo de los adultos, intercambio y la inmadurez así como la ausen-
de afectos. De alguna forma estas cia, en muchos casos, de una edu-
sensaciones y deseos posibilitan cación sexual adecuada, o muy
desarrollar relaciones y vínculos mediatizada por tópicos, lleva a
más allá del hogar paterno lo cual creencias erróneas, mitificaciones,
es necesario para el proceso de información parcial y ambigua,
socialización del adolescente. miedos, dudas... que en muchos
casos no superan la presión del
El desarrollo adecuado de habi- grupo de iguales y puede desem-
lidades de comunicación y de bocar en contagio de enfer-
resolución de problemas; saber medades, relaciones ajenas a un
decir que no, expresar opiniones contexto afectivo, miedos, ten-
contrarias, pedir cambios y nego- siones, problemas sexuales futu-
ciar con otras personas, ser ca- ros, baja autoestima, embarazos
paces de establecer un grupo de no deseados, etc.
amigos, conseguir citas, vencer la
timidez, saber resolver sus sen-
timientos y expresarlos correcta- “Nos hacemos cargo de que
mente... son herramientas básicas no siempre es fácil hablar
en esta etapa para manejar los con los hijos sobre sexo”
conflictos que en torno a la sexua-
lidad se les van planteando.
Testimonios de adolescentes:
Las primeras Para mayor comprensión de los
experiencias padres y darles a conocer dife-
rentes posiciones de los adoles-
Nos guste o no a los padres, la centes, transcribimos una serie de
adolescencia es la etapa donde testimonios.
muchos de los chicos tienen sus
primeras experiencias sexuales. “Cuando tengo relaciones sexua-
les con mi novio, siempre lo hago con
En general, las características del cuidado y con precaución, por esos
entorno social influyen en que riesgos que hay. Mi prioridad es el
estas primeras experiencias sexua- cariño, los sentimientos, y no hacer-
les sean cada vez más precoces. lo por hacerlo. También me importa
Dicha precocidad lleva consigo mucho el respeto”. (Raquel, 18 años)
una serie de dificultades añadidas
por varios motivos. En primer lugar “La verdad es que todavía no
se suelen dar en un momento evo- tengo relaciones con nadie, pero
lutivo en el que el resto de capaci- cuando las tenga, tengo claro que
dades, cuyo desarrollo debe ir lo que más me importará, serán
parejo al de la sexualidad, no se los sentimientos”. (Laura, 17 años)
han completado. Este hecho impli-
ca que el adolescente no sepa “El amor en las relaciones sexua-
gestionar los sentimientos y emo- les creo que no existe. Es puro in-
ciones que una relación tan íntima terés por ambas partes. Es bonito
le pueden producir. pensar que algún día encontrarás

76
Cómo convivir con adolescentes.

a tu príncipe azul y que con él “víctima” de la charlita de papá y


todo será diferente, pero también mamá encabezada casi siempre
es irreal”. (Paula, 17 años) por el violento titular de “hija, creo
que hay determinadas cosas que
“En una relación mi prioridad es tienes que saber porque ya no
que estemos los dos enamorados eres una niña…”
y yo note que me quiere. Yo no creo
en el sexo sin amor”. (Lucía, 16 años) En una encuesta realizada con
adolescentes españoles entre 14
“Dependiendo del significado y 19 años, sólo el 18,8% habían
que tenga para mí la otra persona, obtenido la información sexual fun-
doy prioridad a una cosa u otra. Si damentalmente de su padre o de
no estoy enamorada de él, la prio- su madre, la mayoría de ellos casi
ridad es pasarlo bien. Si es la per- el 65% se habían informado pre-
sona a la que quiero, la prioridad ferentemente de sus amigos17.
es sentir ese amor en su máxima
expresión”. (María 17 años)
“Es importante asimilar
que la educación sexual de
Cómo hablar de sexo los hijos no se improvisa, no
con un adolescente es cosa de un día”
Prohibir las relaciones sexuales
no suele funcionar en esta etapa La realidad es que no existe o no
donde los motivos son marcar di- debería existir una edad concreta
ferencias con respecto a los adul- para hablar sobre sexualidad con
tos. Es aconsejable dar información los hijos. No hay que esperar a la
adecuada (métodos anticoncepti- adolescencia para tener el primer
vos, enfermedades de transmisión encuentro comunicativo con ellos.
sexual, normalización de las reac- Probablemente a esa edad los hijos
ciones físicas y dificultades, posibi- disponen ya de un alto porcentaje
lidades de embarazo, consecuen- de información, como decíamos
cias...) y mantener una actitud de antes, adulterada y equívoca.
respeto por parte de los adultos.
Este hecho pone de manifiesto
Este tipo de consecuencias desa- la poca confianza que ponen los
fortunadas tenderán a evitarse en jóvenes en la familia como fuente
mayor medida si se propicia en los de educación sexual. La mayo-
adolescentes una buena informa- ría prefiere informarse a través
ción sobre la sexualidad, fomen- de otros canales extrafamiliares
tando el hecho de no tener prisa como pueden ser libros, revistas,
para tener relaciones sexuales. Internet, televisión o incluso la
propia experiencia.
Es importante asimilar que la edu-
cación sexual de los hijos no se Nos hacemos cargo de que no
improvisa, no es cosa de un día. siempre es fácil hablar con los hi-
Quien más quien menos ha sido jos sobre sexo. En muchas oca-

17 WEBBER, Ch, DELVIN, D. “La información sobre sexualidad en la adolescencia”,


en: http://www.netdoctor.es/XML/verArticuloMenu.jsp?XML=000223.

77
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

siones los padres se sienten abru- Ya en la adolescencia nuestra for-


mados ante la expectativa de tener ma de comunicación con los hijos
que informar de “determinadas deberá ser más clara y específica.
cosas” a sus hijos menores, razón Hay que tener en cuenta que a
esta por la que muchos de ellos diferencia de la niñez ahora sí van
reciben con alivio las negativas de a tener la oportunidad de poner en
sus hijos “a hablar de algo que ya práctica la información que reciben.
conocen de sobra”.
Al llegar a la adolescencia el menor
Obviamente, que a los padres les debería ser informado como míni-
resulte violento hablar de sexo con mo de los siguientes temas:
sus hijos, no les exime de hacer-
lo, de ejercer su responsabilidad Es habitual el inicio de cierto
como formadores. Pensando en tipo de relaciones sexuales en la
estas limitaciones, no tanto de ín- adolescencia, que son conse-
dole intelectual como emocional, cuencia lógica del deseo sexu-
proponemos a continuación una al que se comienza a sentir.
serie de pautas que pueden facili-
tar y orientar esta compleja labor Cualquier adolescente puede
de los padres. negarse a mantener relaciones
sexuales: es su derecho. Re-
cuerde a sus hijos que tienen
derecho a decir NO a cualquier
Informar, ¿hasta dónde?
relación sexual que no deseen y
a pedir ayuda si alguien no res-
Cuando un/a chico/a llega a la
peta esa decisión.
adolescencia debe tener ya deter-
minada información sexual, como
por ejemplo: La posible identidad homo-
sexual. Hablar sobre la homo-
Saber que la sexualidad es una sexualidad con normalidad.
forma de relación entre personas.
La sexualidad asociada a los
Saber que el cauce natural para sentimientos y al amor adquiere
tener hijos es la relación hombre- otra dimensión.
mujer.
Con las relaciones sexuales pue-
Tener conocimientos básicos den transmitirse enfermedades
sobre los aspectos fisiológicos del infecciosas más o menos graves
aparato reproductor y los carac- (enfermedades de transmisión
teres sexuales que diferencian al sexual), por lo que es preciso
hombre y a la mujer. tomar medidas preventivas. Bus-
que un momento adecuado
Saber lo que es la autoestimu- para hablar con su hijo sobre
lación y la función que cumple. cuáles son las enfermedades
de transmisión sexual y cómo
Ir tomando conciencia de la im- prevenirlas.
portancia de implicar los senti-
mientos en la experimentación de La percepción de riesgo de em-
la sexualidad. barazo por parte de los adoles-

78
Cómo convivir con adolescentes.

centes, no es como la de los hacer, en ese aspecto no me he


adultos. Es aconsejable buscar dejado llevar por nada ni por
un momento adecuado para nadie”. (Paula, 17 años)
hablar con su hijo/a sobre las
consecuencias de tener un em- “Con mis padres apenas he
barazo no deseado y sobre las hablado de sexo. Ahora hablo algo
formas de prevenirlo. más con mi madre, pero tampoco
mucho ni muy explícito. Con mi
El aborto no es un sistema de padre sólo recuerdo la típica
control de embarazos no de- charla de: “cuando llegue el
seados. Un aborto suele ser momento, ten mucho cuidado”.
muy traumático, incluso cuando (María, 17 años)
las personas se acojan a él en
los supuestos que permite la ley. “Sí, suelo hablar de sexo con
mis padres. Sobre todo desde que
Las relaciones sexuales habi- entré en la adolescencia. Siempre
tualmente van acompañadas de he tenido mucha confianza, y mi
sentimientos complejos, en la hermana también. Yo sí les cuen-
medida que supone mayor in- to mis problemas, porque ellos
timidad física. saben”. (Natalia, 16 años)

Es importante aconsejar a los “Realmente mis padres siempre


hijos/as a esperar a ser lo bas- evitan hablar de sexo; o cuando
tante mayores y responsables les pregunto algo, me cambian de
para tener relaciones sexuales tema. Yo creo que creen que soy
plenas. una niña y no quieren ver que
estoy creciendo”. (Lucía, 16 años)
Cuéntele a sus hijos mayores
cómo se enamoró por primera “Mi padre y yo no hablamos. Con
vez, qué sentía, lo que hacía mi madre, algo más. Sobre todo,
para que se fijara en usted... con la que hablo de sexo es con mi
hermana mayor”. (Ana, 15 años)

Testimonios: “lo que mis


padres me han contado” Cómo manejar situaciones
relacionadas con la sexualidad
“Cuando yo nací mis padres con nuestros hijos
eran bastante mayores y el tema
del sexo siempre ha sido un poco Cuestionar los propios miedos y
tabú. Alguna vez, mi madre me ha tabúes.
intentado decir algo de forma un
poco irónica, pero una charla, nun- Recoger información. A veces,
ca. Mi padre, desde luego, que ni aunque seamos adultos, estamos
lo ha intentado. También porque confundidos con algunas cues-
yo he puesto un muro protector tiones, nos falta información.
para que no se metan en mi vida y
para que no tengan demasiada Pensar en nuestra infancia y
confianza. Por suerte, a pesar de adolescencia y en lo que hemos
que mis padres no me han dicho echado de menos en nuestros
qué tengo o qué no tengo que padres en temas de sexualidad.

79
¡No sé qué me pasa! La alfabetización emocional.

Ser un buen modelo en cues- sejable “castigar” el hecho de


tiones de sexualidad: mostrar res- que reconozcan un error o nos
peto y hacerse respetar por la cuenten un problema confiando
pareja, expresar afectos delante de en nosotros.
los hijos, hablar con naturalidad de
temas de sexualidad, aceptar el Elogiar y valorar las conductas
propio cuerpo... sexuales con un motivo afectivo
y de intercambio y respeto y el
Conocer a nuestros hijos: sus hecho de que deseen tomarse
miedos, sus motivaciones, sus tiempo para el sexo.
necesidades...

Comunicarnos con nuestros


hijos: escucharles y atender sus
demandas, establecer contacto
físico con ellos (caricias, besos,
achuchones...)

Comprender a nuestros hijos,


entender que se sienten inseguros
y curiosos al mismo tiempo y ex-
presárselo (“entiendo por lo que
estás pasando”...)

Responderles con naturalidad y


directamente si nos preguntan con
información correcta y clara, sin
juzgar.

Aprovechar situaciones cotidi-


anas que den pie a hablar de sexo.
Por ejemplo, ante la pregunta de
nuestro hijo sobre los riesgos de
las prácticas sexuales sin protec-
ción..., intentando no sacar el tema
en un momento inoportuno o si no “La realidad es que no
viene a cuento. existe o no debería existir
una edad concreta para
Dar nuestro punto de vista sin hablar sobre sexualidad
imponer y dar alternativas concre- con los hijos. No hay que
tas para ayudarles a resolver de esperar a la adolescencia
manera clara, concreta y direc- para tener el primer
ta, anticipando las consecuencias encuentro comunicativo
positivas y negativas de su com- con ellos. Probablemente
portamiento sin coacción, “chan- a esa edad los hijos
taje emocional”, ironía. No imponer disponen ya de un alto
ni prohibir sin más. porcentaje de información,
como decíamos antes,
Apoyarles en los errores, para adulterada y equívoca”
que salgan adelante. No es acon-

80
Cómo convivir con adolescentes.

Ejercicio:
Mis dificultades para
hablar de sexo con mis hijos

Describe las principales dificulta- Intenta descubrir el porqué de


des para hablar sobre sexualidad cada una de esas dificultades.
con tus hijos.

81
Las conductas de riesgo en la adolescencia.

Las conductas de riesgo


en la adolescencia.

“Saber que el riesgo


forma parte de la vida
de nuestros hijos es una
realidad que ningún
padre ignora”

82
Cómo convivir con adolescentes.

Saber que el riesgo forma parte de patente a medida que el niño vaya
la vida de nuestros hijos es una creciendo, y es que el menor no
realidad que ningún padre ignora. entenderá lo que es el riesgo
Entender y asimilar además que porque apenas lo ha sentido y por
los adolescentes tienen una ma- tanto tampoco sabrá evitarlo.
yor tendencia, por una serie de cir-
cunstancias, a caer en conductas Con todo lo expuesto no preten-
de riesgo es difícil de digerir pero demos decir que haya que dejar
absolutamente necesario para poder que los niños corran peligro para
ayudarles. que lo identifiquen; está claro
que llegar a tal comportamiento no
Es precisamente este estado de sería normal. No obstante, sí nos
conciencia, ser conocedores de gustaría trasmitir la idea de que la
que nuestros hijos no son inertes sobreprotección continuada evita
al riesgo, lo que debería propiciar que el menor adquiera una serie
el empleo de las formas más de habilidades absolutamente nece-
eficaces de ayuda. sarias para poderse enfrentar a
situaciones complejas.
Con el fin de generar un mejor
entendimiento por parte del lector La sobreprotección
consideramos oportuno abordar continua puede propiciar
esta cuestión diferenciando entre que el menor:
el riesgo no elegido, es decir, esas
situaciones de peligro a las que No adquiera la capacidad para
estamos expuestos todos en el día generar ideas que puedan ayu-
a día, y el riesgo elegido, lo que se darle a resolver situaciones pro-
llama propiamente conductas de blemáticas.
riesgo.
No aprenda a ejercer un control
Haciendo referencia a esta primera sobre sus emociones que le evite
clase de riesgo, el no elegido, po- bloquearse o “perder los nervios”
dríamos comenzar diciendo que en momentos críticos.
la clave de una buena educación
está en propiciar actitudes. Inhiba su capacidad de reac-
ción para poder evitar el posible
Desde que nuestros hijos son pe- daño.
queños, los padres somos con-
cientes de los “mil peligros” a No genere los sentimientos de
los que están expuestos. Muchos valía y gratificación que supone re-
de estos padres, ante tal realidad solver por uno mismo un conflicto.
optan por intentar proteger a sus
hijos de estos “mil peligros” sin
apenas discriminar unos de otros.

Evidentemente, este comporta-


¿Cómo pueden los
miento tiene una parte positiva; es padres facilitar
muy probable que a su hijo no le recursos a sus hijos?
ocurra nada de lo que tener que
preocuparse, y claro está, otra Una buena manera de empezar
negativa, la cual se irá haciendo sería sencillamente asimilando la

83
Las conductas de riesgo en la adolescencia.

idea de que no todos los riesgos En definitiva, dejar que nuestros


son iguales. Dicho entendimiento hijos experimenten por sí mismos
implicaría permitir que el menor se cierta sensación de riesgo, les ayu-
enfrente (bajo nuestra supervisión) da a desarrollar las estrategias y
a situaciones que conlleven un nivel habilidades que algún día necesi-
de riesgo que pueda ser asumido. tarán poner en práctica.

Por ejemplo; si su hijo quiere apren- Otro aspecto fundamental que


der a patinar, usted puede decidir los padres no deben ignorar es el
no permitírselo por temor a que se hecho de comprender que, del
caiga y se haga daño o bien puede mismo modo que el menor debe
considerar dejar que su hijo apren- irse aprovisionando de estas habi-
da a patinar. En el caso de que se lidades, también deberá forjar la
haya inclinado por esta segunda suficiente confianza en sí mismo
opción es evidente que no le como para percibirse capacitado
quedará más remedio que asumir para enfrentar situaciones de ries-
las caídas que su hijo pueda tener. go. Dicho de otro modo, tan impor-
A cambio, éste, después de haber tante como ser válido es creerse
sufrido varias caídas entenderá válido.
que está realizando un compor-
tamiento que entraña un riesgo, El docente se enfrenta con asidui-
pero poco a poco irá descubrien- dad a alumnos adolescentes que
do que existen determinados movi- aún con sobrada capacidad para
mientos, que él puede hacer para enfrentar situaciones conflictivas,
evitar caerse, lo cual reducirá con- se vienen abajo y se perciben a sí
siderablemente su sensación de mismos incapaces y sobrepasa-
riesgo y aumentará su percepción dos por los acontecimientos. En
de control y seguridad. muchas ocasiones una generosa
dosis de confianza en uno mismo,
mostrándoles con pruebas de rea-
lidad que están sobradamente
capacitados para resolver sus con-
flictos, suele ser el “empujón” que
necesitan para decidir “tomar las
riendas” de la situación.

Para fomentar
la valía de los adolescentes
es importante:

Permitirles que, a través de


De esta manera, cuando este su propia experiencia, tomen con-
mismo chico decida o tenga que ciencia de sus comportamientos y
aprender algún otro deporte, sabrá reacciones ante una situación de
reconocer el proceso que debe riesgo.
seguir para minimizar el riesgo y
potenciar su destreza sin dejarse Concederles la oportunidad de
abatir por el miedo o aumentar su comprobar que son capaces de
peligrosidad por la osadía que, a resolver exitosamente las dificul-
veces, conlleva la ignorancia. tades a las que se enfrentan.

84
Cómo convivir con adolescentes.

Evitar hacer hincapié en los - Marian, supongo que recuerdas


actos fallidos que no desembocan que pasado mañana te examinas
en la resolución del problema, ayu- otra vez del coche…
dándoles a interpretarlos como
parte del aprendizaje y no como - Sí, papá, no hace falta que me
fracasos por falta de capacidad. lo recuerdes porque por desgracia
lo tengo bastante presente.
Reforzar cada intento de reso-
lución de una situación difícil, po- - Si ya me imagino, pero tenerlo
tenciando cada uno de los logros presente no te va a ayudar a apro-
conseguidos y de las habilidades bar. Como suspendas otra vez yo
empleadas en ello. no sé de dónde vamos a sacar el
dinero.
Generar en el menor el senti-
miento de capacidad compartien- - Ya lo sé pero ¿qué quieres que
do con él nuestras expectativas haga? Desde luego ya no voy a
de éxito ante cada situación que dar más clases. ¡Total, para lo que
hubiera de afrontar. me sirven!

Hacerle participe de que enten- - Pero hija, por Dios, piensa un


demos las dificultades que puede poco en lo que haces mal porque
estar experimentando ante una no es normal suspender tantas
situación compleja. veces un simple examen de con-
ducir.

Ejercicio: - Pues no, no es normal, debe


ser que yo soy más tonta que el
Marian esperaba con impacien- resto del mundo. Según el profe-
cia su 18 cumpleaños para poder sor conduzco bien en las clases
sacarse el carné de conducir. Pero pero luego en el examen no sé
su ilusión se fue transformando en qué me pasa que no acierto una.
frustración y rabia, pues aunque
pasó la prueba teórica a la pri- - Pues, Marian, eso sí que es un
mera, es ya la tercera vez que sus- problema porque sin examen no
pende el examen práctico. Marian hay carné. Hija no te martirices
no solamente se siente incapaz de más. Si esto se va a convertir en
aprobar el examen, sino que últi- un problema, pues lo dejas y pun-
mamente ni siquiera se cree capaz to. Mira, tu madre no tiene carné
de enfrentarse a él. y siempre ha ido donde
ha querido. Tampoco es
Recabando información una tragedia; hay cosas
sobre la forma en que más importantes que
sus padres están vivien- tener un carné de con-
do esta situación, des- ducir.
cubrimos que los días
previos a la temida prue- - Ya pero a mí me hace
ba la conversación entre mucha ilusión.
ellos y su hija suele
tener un guión similar a - Ya, hija. pero así es
éste: la vida.

85
Las conductas de riesgo en la adolescencia.

Preguntas para la reflexión lato son una constante entre los


individual o en grupo: padres que comparten el exte-
nuante reto de educar hijos ado-
De qué manera crees que pue- lescentes.
de estar influyendo el padre de
Marian en su dificultad para apro- Se hace obvio pensar que las
bar el examen. respuestas a estas incertidumbres
no son fáciles. ¿Y si tomo la deci-
Reconstruye tu propia conver- sión equivocada? La responsabili-
sación con Marian de manera que dad es mucha; el cariño también,
potencie su autoestima. y para colmo las consecuencias
pueden ser fatales, la mezcla no
puede ser más explosiva; suficien-
te como para desvelar a la con-
Conductas ciencia más laxa que se pueda
encontrar.
de riesgo: ¿prohibir
o moderar? Por conducta de riesgo entende-
mos todo comportamiento que
“Mi hijo Hugo de 15 años ha cam- entraña en sí mismo un potencial
biado de amigos. Antes salía con peligro para el que lo realiza. Ya
un grupito de chicos muy formales, sea por no ajustarse a pautas y
llegaban a casa temprano, hacían normas sociales o por el propio
mucho deporte. En fin, a mí me grado de peligrosidad que con-
tranquilizaba mucho que mi hijo lleva su desarrollo.
fuera con ellos, pero hace unos
cuantos meses, Hugo empezó a La adolescencia es una etapa pro-
decir que le caían muy bien los clive a experimentar con el riesgo.
chavales del otro grupo, que no Las principales conductas de ries-
eran lo que yo pensaba, etc. Así go, y a su vez las más temidas por
que poco a poco empezó a salir los padres, son las siguientes:18
con estos otros y para mí se
acabó la tranquilidad porque yo sé 1 Consumo de drogas ilegales.
que estos chicos beben, fuman y Alrededor de un 36% de adoles-
sabe Dios que más harán. Además centes entre 14 y 18 años con-
van con una pinta tremenda. sume cannabis, habitualmente
(conocido como “porro”, “canuto”,
Tengo mucho miedo de que mi “peta”). El resto de sustancias:
hijo empiece a hacer cosas que cocaína, éxtasis, anfetaminas,
antes no hacía, pero ¿qué puedo heroína, etc., no superan el 4%.
hacer para evitarlo?, ¿le prohíbo
que salga con ellos?, ¿le dejo y El uso de drogas en estas eda-
que le pase algo? ¡Estoy hecha un des sigue estando bastante
lío!” vinculado al ocio y al fin de
semana, siendo su consumo
Inquietudes como las que expresa ocasional como forma de expe-
la madre de Hugo en este re- rimentar nuevas sensaciones.

18 DEL PUEYO B., PERDES A., “¿Y si mi hijo se droga? Claves prácticas para prevenir y actuar”,
Grijalbo, Barcelona 2005, pp. 31 y 32.

86
Cómo convivir con adolescentes.

2 Consumo de alcohol. Sigue de contraceptivos. Actualmente el


teniendo los porcentajes más porcentaje de embarazos en ado-
elevados entre los adolescen- lescentes es de un 30%.
tes seguido del tabaco. Casi un
30%, con una edad de inicio En cuanto a las ETS su incidencia
en torno a los 13 ó 14 años. mayor se da en los grupos de
edades entre 20 y 24, seguidos
3 Conductas que asocian vehí- del grupo de 15 a 19.
culos motorizados y consumo
de sustancias, lo que supone Enseñar a los menores desde que
además un gran factor de ries- son pequeños a postergar los re-
go para la seguridad vial. fuerzos -recompensas- puede ser
fundamental en sus futuras con-
Los datos obtenidos del Obser- ductas sexuales. En ocasiones los
vatorio Europeo sobre Drogas adolescentes, aun siendo concien-
ponen de manifiesto que casi tes del riego que corren, se dejan
una cuarta parte de los jóve- llevar por sus
nes reconoce haber sido pa- impulsos,
sajero de vehículos de motor porque les
conducidos por alguien bajo cuesta mu-
los efectos del alcohol y más chísimo
del 7% haber conducido bajo aplazar la
los efectos de éste. satisfac-
ción, que
Como ya dijimos en anteriores saben pue-
capítulos los accidentes de den con-
tráfico son, desgraciadamente, seguir.
la primera causa de muerte en-
tre los jóvenes.

4 Prácticas sexuales sin protec-


ción, que pueden derivar en em-
barazos no deseados o enferme- 5 Ser víctima de acoso o maltrato
dades de transmisión sexual (ETS). por su estilo de personalidad, sus
conductas inhibidas o sumisas
Según el Ministerio de Sanidad y ante sus iguales. (Bullying) Según
Consumo Español,19 el 12% de las Díaz-Aguado Jalón20, psicóloga
jóvenes con edades entre 14 y 15 experta en el estudio de la violen-
años, han mantenido relaciones cia, en las escuelas españolas, en-
sexuales alguna vez. tre un 30 y un 40% de los alumnos
manifiestan recibir insultos y motes
A partir de los años 80, España de sus compañeros, quedarse al
presentó un acusado descenso de margen y no participar en las ac-
embarazos en adolescentes, coin- tividades o juegos cotidianos y ser
cidiendo con el aumento en el uso rechazados en general.

19 ISSLER J.R., “Embarazo en la adolescencia”, en:


http://med.unne.edu.ar/revista/revista107/emb_adolescencia.html
20 Videoconferencia titulada: “La violencia entre iguales en la escuela y en el ocio” publicados por el Instituto
de la Juventud del Ministerio de Trabajo y Asunto Sociales, 1996. Y en: “El acoso escolar y la prevención de
la violencia desde la familia”, publicado por la Dirección General de Familia de la Comunidad de Madrid, 2006.

87
Las conductas de riesgo en la adolescencia.

¿Qué pueden
hacer los padres
ante las conductas
de riesgo?
La mayoría de los padres consi-
dera que es bastante poco o in-
cluso nada lo que ellos pueden
hacer para evitar que sus hijos
realicen conductas de riesgo.

Esta consideración no es del todo


cierta. Existen determinadas con-
ductas de riesgo que los padres 1 Educar en el valor de la respon-
podemos moderar y algunas inclu- sabilidad. Mientras nuestros hijos
so evitar. son pequeños, somos los padres
los que debemos protegerles para
El problema surge por la importante que no realicen comportamientos
inclinación que tenemos los padres que les puedan hacer daño. A me-
a considerar que si nuestros hijos dida que los niños van creciendo
no consiguen controlar el 100% sus deberíamos ir sustituyendo nues-
conductas de riesgo, directamente tra protección por su responsabi-
no podemos controlarlos. lidad. De este modo, los menores
comprenderán que existen deter-
Cambiar esta forma de percibir el minadas conductas que pueden
control sería un acertado punto de tener consecuencias dañinas, y
partida para conseguir algunos que la forma más eficaz de evitar
logros con los adolescentes, pues, dichas consecuencias es no rea-
ciertamente, es muy poco proba- lizando los comportamientos que
ble que los padres podamos llegar pueden provocarlas.
a evitar o suprimir el 100% de las
conductas que puedan generar un ¿Cómo se fomenta la responsabi-
riesgo para nuestros hijos. Esto lidad en los menores?
sería tan inalcanzable como que
dejara de existir el peligro en el Cuando los menores llegan a cier-
mundo. ta edad deben empezar a asumir
determinadas responsabilidades
Ciertamente la presión es grande para las que, en muchas ocasio-
y ejerce un poderoso influjo sobre nes, no están preparados.
cada uno de sus miembros difí-
cil de suprimir, pero posible de Los padres, ante tal incompeten-
paliar. cia, recurren casi siempre a la ha-
bitual estrategia de “echarles la
Partiendo, por tanto, de esta rea- charla” o directamente aplicar cas-
lidad, centrémonos entonces en tigos desproporcionados, ambas
aquello que sí podemos hacer muy poco efectivas.
para, si no evitar, sí amortiguar los
efectos negativos de las conduc- Algunas pautas alternativas que
tas de riesgo. ayudarán al adolescente a irse

88
Cómo convivir con adolescentes.

involucrando en la adquisición que el cannabis dificulta la coordi-


de responsabilidades son las nación psicomotora, puede ge-
siguientes: nerar en ocasiones ataques de
ansiedad, mezclado con alcohol
a) Inclúyale en los problemas puede aumentar el riesgo de lipo-
que surgen en la familia (los timia, etc.
apropiados para su edad) ha-
ciéndole partícipe de las posi- Por otra parte, el hecho de que
bles decisiones que se puedan el menor, tenga una información
tomar. veraz sobre determinados aspec-
tos como los efectos de las dro-
b) Plantéele distintas alternativas gas, sexo sin protección, etc., le
concretas para que el adoles- ayuda a tomar conciencia de lo
cente pueda elegir entre alguna que se “juega” y a lo que se
de ellas. expone si “cae en ello”.

c) Ayúdele a argumentar los pros 3 Enséñele las habilidades socia-


y contras ante circunstancias les que necesitará para poder mani-
que el adolescente no quiera festar sus opiniones, haciendo es-
asumir. pecial hincapié en estrategias de
negociación (ver capítulo VII) y en
d) Evite caer en los extremos. A aprender a decir NO sin sentirse
veces es más sensato educar al culpable cuando se sienta presio-
menor en la moderación que en nado por el grupo a realizar algún
la prohibición. Recuerde que “lo comportamiento que realmente no
prohibido se desea más”. quiere hacer.

e) Intente que el adolescente Obviamente, tendrá muchas más


salga ganando en algo. A veces probabilidades de dejarse llevar
es bueno buscar una alternati- por el grupo, un adolescente al
va que acepte o el acceso a que no le han enseñado a negarse
algún privilegio. de forma asertiva a realizar un
comportamiento que puede conlle-
2 Adquirir la formación suficiente var un riesgo o que simplemente
para poder educar al menor con no desea hacer, cuando la mayoría
una información correcta y ade- lo hace. Entendiendo, además,
cuada a su nivel de comprensión, que aquel que sabe decir no, de-
considerando tanto los aspectos nota una personalidad madura
negativos como los positivos, en y equilibrada y un buen nivel de
caso de que los hubiera, y evitan- autoestima que puede generar
do caer en el dramatismo. Esto le sentimientos de admiración por su
dará mayor credibilidad ante sus acto de valentía en algunos de sus
hijos. De esta manera, el adoles- compañeros.
cente entenderá que cuando a sus
padres les preocupa que se fume Si además le ayudamos a reflexio-
un “porro” no se están dejando lle- nar que el motivo del rechazo, po-
var por la ignorancia o el alarmis- dría ser la falta de seguridad en
mo, sino que es una preocupación uno mismo, sentimientos de rabia
legítima sustentada en sus cono- y envidia por poner en evidencia su
cimientos compartidos con él de incapacidad para hacer lo que

89
Las conductas de riesgo en la adolescencia.

hace él, etc., le estaremos evitan- problemas severos durante su


do que caiga en generalizaciones adolescencia.
erróneas del tipo; “no caigo bien a
mis amigos”, “me rechazan porque
creen que soy un cobarde”. Testimonio

Por último, se debería tener en Virginia es una adolescente de 17


cuenta que “entrenar” a los meno- años que en su niñez sufrió malos
res en habilidades sociales requie- tratos por parte de sus compa-
re tiempo y mucha práctica. Proba- ñeros de clase. Actualmente cree
blemente nadie sería capaz de tener superado este penoso episo-
decir NO ante un grupo de ami- dio, pero cada vez que intenta
gos, si antes no lo ha hecho en relatarlo, la luz de sus grandes ojos
repetidas ocasiones y ha asimilado negros, se torna afilada, transmi-
las reacciones del otro y las suyas tiendo la agresividad propia de un
propias. animal herido.

3 Ayudarle a valorarse a sí mismo Su triste historia comenzó cuando


fomentando su autoestima y su suelen comenzar las peores y las
autoconcepto. (ver capítulo VI) mejores cosas de nuestra vida: en
la infancia, cuando Virginia llegó
Es lógico pensar que cuando un nueva a un colegio de barrio obre-
adolescente tiene un sentimiento ro, donde la rebeldía y la indisci-
de sí mismo de poca valía y de in- plina campaban a sus anchas.
ferioridad con respecto al resto de
sus iguales, ya sea por su aspec- El delito de Virginia no podía ser
to físico, su mayor o menor capa- más agraviante, pues ofendía no
cidad intelectual, o su conducta sólo a la capacidad intelectual de
introvertida, hará todo lo posible sus compañeros, sino también la
por demostrar a sus amigos que él del propio profesor, un hombre sin
vale tanto como los demás. Y si muchos recursos, motivado única-
para lograrlo tiene que beber o fu- mente por el escaso sueldo que
mar más que ninguno, lo hará. recibía a fin de mes. Por eso, cuan-
Otro motivo para fomentarles des- do vio una mañana que la mayoría
de que son pequeños lo valiosos de sus alumnos agredían sin es-
que son. crúpulos, con insultos e incluso
con papeles, lápices y todo lo que
En definitiva, un adolescente al que tenían a mano, a la pobre Virginia,
se le ha inculcado el valor de la res- prefirió no hacer nada. Se quedó
ponsabilidad, que ha sido informa- callado y sumergió su cabeza den-
do de manera adecuada sobre los tro del libro de texto tal y como si
distintos riesgos a los que puede quisiera comérselo.
estar expuesto, al que se le ha
dado la oportunidad de poder co- Este hecho, sin duda, es lo que más
municarse con padres y hermanos le duele a Virginia. ¿Cómo es posi-
de forma asertiva y que además ble que él no hiciera nada? Además,
a sido valorado por ser como lamenta con impotencia, cuando los
es, nos atreveríamos a decir que alumnos comprobaron que nadie
habrá disminuido significativa- les detenía, ya no tuvieron límite.
mente la probabilidad de tener “Me pegaban en clase, en el recreo,

90
Cómo convivir con adolescentes.

de camino a mi casa… Era una Virginia pasea su relato casi como


auténtica pesadilla”. un estandarte: algo para olvidar,
pero que ella no quiere; el dolor
Virginia se fue despertando de le hace estar prevenida: “a mí ya
este mal sueño -como ella misma no me toca nadie un pelo”, “por
define-a medida que se iba ha- supuesto que no”. Virginia, siem-
ciendo mayor. La niña creció, y pre con “v” de “víctima”, pero des-
mucho. Esto hizo que las agre- de hoy, “V” de “Victoria”.
siones pararan, pero el mal ya
estaba hecho y el dolor enraizado.

91
La necesidad de educar en los límites y las normas.

La necesidad de educar
en los límites y las normas.

“La mayoría de los


adolescentes se resisten
a que se les ponga límites
a sus comportamientos
pero al mismo tiempo
los necesitan.”

92
Cómo convivir con adolescentes.

Cuando los niños llegan a la ado- consola una vez que hayan termi-
lescencia empieza a manifestarse nado de hacer todos sus deberes,
en ellos de manera muy procelosa eso no quiere decir que puedan
el deseo de construir, como ya di- estar jugando toda la noche, se
jimos, su identidad personal. Esto marcaría entonces un límite. Por
les empuja a desplazar sus centros ejemplo, se podrá jugar como
de interés de sus padres a su máximo 40 minutos.
grupo de iguales. A partir de este
momento, las situaciones de con- No es fácil fijar normas y límites
flicto familiar se multiplicarán, pues cuando los hijos ya no son niños
el adolescente, en un primer mo- pequeños. La mayoría de los ado-
mento, percibirá las restricciones y lescentes se resisten a que se
obligaciones que los padres les les ponga límites a sus compor-
aplican como un impedimento tamientos pero al mismo tiempo
para la conquista de su ansiada los necesitan.
libertad.

Siendo conocedores de esta rea- Porqué son tan necesarios


lidad, los padres habrán de ir con- los límites y las normas
siguiendo de manera progresiva
romper esas primeras resistencias Los límites y normas son funda-
para lograr un posible enten- mentales para los adolescentes
dimiento entre el respeto a la liber- porque:
tad de su hijo y la necesidad de
hacerle respetar las normas. 1 Aún no tienen competencias
para responsabilizarse de todas
Como primer paso para la conse- sus acciones ni para ser total-
cución de dicho logro sería conve- mente independientes.
niente comenzar por comprender
en toda su dimensión qué son las 2 Los límites que marcan los padres
normas y los límites, y por qué son otorgan al adolescente sentimien-
tan importantes. to de seguridad y protección.

Entendemos por normas21 aque- 3 Los límites marcados ayudan al


llas instrucciones claras y directas menor a dar sentido a lo que esta
sobre unos comportamientos con- dentro de ellos.
cretos que queremos modificar o
mantener en los demás, en este 4 Los hijos necesitan saber que el
caso en los hijos. cariño que los padres sienten por
ellos requiere que les demanden
Los límites nos ayudarán a marcar determinadas actividades y les pro-
hasta dónde se podrá llegar con híban otras que pueden amenazar
un comportamiento determinado. su salud o su seguridad.

Por ejemplo, unos padres pueden 5 Los adolescentes suelen tener


instaurar la norma de que sus hijos dificultades para regular sus emo-
sólo podrán jugar con la video- ciones y sentimientos, lo que les

21 FundaciónANAR y Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid,


“Educar para crecer; cuadernos de apoyo para familias”, Fundación ANAR, Madrid 2004.

93
La necesidad de educar en los límites y las normas.

lleva a no controlar tampoco sus Relato


comportamientos. Las normas y En cierta ocasión, trabajando con
los límites les ayudan a regular un grupo de chicas adolescentes
de forma externa lo que aún no con problemas de autoestima, tuve
pueden controlar internamente. la oportunidad de comprobar las
trágicas consecuencias que puede
6 Mediante las normas los meno- tener en los hijos ser “educados” en
res van creando sus propios refer- la permisividad y la carencia abso-
entes, y van adquiriendo unas pau- luta de normas.
tas de lo que es y no es válido, lo
cual les ayudará a ir conformando Un acontecimiento signifficativo de
su propia escala de valores. lo que estoy diciendo, lo protagonizó
una adolescente de 17 años que
7 Los límites y las normas ayudan formaba parte de dicho grupo. Co-
a lograr una convivencia más or- mo acostumbraba a hacer, una tarde
ganizada e inculcan sentido del pregunté al grupo qué era aquello
respeto hacia los demás y hacia que menos les gustaba tanto de su
uno mismo. madre como de su padre. Una por
una las chicas empezaron a hacer
8 Normas y límites preparan al ado- comentarios sobre sus padres. La
lescente para la vida en una socie- mayoría de ellas coincidía en que
dad que se rige por restricciones y estos se mostraban demasiado au-
obligaciones que deberá cumplir toritarios, incluso rivalizaban entre
por el bien de todos. ellas por ver quién tenía que sufrir a
los padres más severos, demasiadas
9 Poner restricciones y límites al exigencias, normas injustas, etc.
comportamiento de nuestros hijos,
les ayuda a generar de forma pro- Mientras las chicas del grupo ha-
gresiva tolerancia a la frustración, blaban, me llamó poderosamente la
es decir, capacidad para poder atención, como una de ellas, con-
asimilar el sentimiento de frustra- tradiciendo su carácter alegre, per-
ción que le provocará que no le maneció callada y mostrando un
salgan las cosas como le gustaría. semblante triste durante toda la
sesión.

Al ffinal de la tarde, increpada por


sus compañeras y persuadida por
mí para que nos hiciera partícipe
de lo que le estaba atormentano,
rompió a hablar, y con sorprendente
locuacidad nos dijo: Siempre lo había
sospechado, pero ahora estoy se-
gura, mis padres no me quieren, al
menos no como a vosotras, como a
la mayoría. Mientras os escuchaba
quejaros de vuestros padres me
daba cuenta de que ellos son seve-
ros con vosotras porque os quieren
proteger, como el que protege un
tesoro valioso para él.

94
Cómo convivir con adolescentes.

A mí mis padres nunca me han exi- 2 Estimular más la intención que


gido nada, tampoco me lo han pro- la perfección, en un principio, para
hibido, supongo que les daba igual. evitar en la medida de lo posible
la expectativa de fracaso.
Yo no siento que haya crecido libre,
siento que he crecido sola. 3 Proporcionar privilegios y elo-
gios por llevar a cabo estas con-
La crudeza y la gran lucidez con ductas. Premiar la conducta ade-
que aquella casi niña compartió con cuada. Aprovechar también para
nosotros sus sentimientos de aban- enseñarle, como antes mencioná-
dono nos sobrecogió a todas, espe- bamos, a postergar el refuerzo
cialmente a mí que me hizo tomar -recompensa-.
conciencia de lo mucho que po-
demos aprender de los demás, 4 No esperar a que salga de
tengan la edad que tengan”. ellos; dar instrucciones concretas
de lo que tienen que hacer, mar-
carles tiempos razonables.

Cómo establecer 5 Plantearle “cuando hayas he-


normas de forma eficaz cho... entonces podrás...” y ser
firmes; no anticipar nunca los pri-
Las normas y los límites familiares vilegios. Tampoco levantarle un
tienen diferentes repercusiones en castigo porque “nos da pena” o
los hijos dependiendo de la mane- “nos hemos pasado con el casti-
ra en que los padres los apliquen. go”. Antes de castigar debemos
pensar si ese castigo es propor-
Una misma norma será percibida cionado o no.
por el adolescente de un modo
completamente distinto si es im- 6 Potenciar el aprendizaje de la
puesta de forma autoritaria que si autonomía: estudiar solo, hacer
se establece democráticamente. determinados recados solo, que
aprenda que no puede conseguir
Partiendo de la relevancia que lo que quiere, enseñarle a resolver
tiene este hecho, nos adentra- los contratiempos pero no resol-
remos de forma detallada en las verlos por él, no hacer por él lo
ventajas que puede entrañar ejer- que él pueda hacer por sí mismo,
cer con nuestros hijos una dis- etc.
ciplina adaptada a cada uno de
ellos.

Algunas pautas para establecer


normas son:

1 La asunción de responsabilida-
des debe ser una tarea sencilla,
empezando por conductas fáciles
de llevar a cabo, para que el ado-
lescente se sienta capaz de reali-
zarlas y esto le motive a ir adqui-
riéndolas cada vez mayores.

95
La necesidad de educar en los límites y las normas.

La flexibilidad de las normas se cumplan pero aquí la flexibilidad


es mayor. Son las más negocia-
No todas las normas que se es- bles. Ejemplo: que el adolescente
tablecen con los hijos son igual- se organice por su cuenta para
mente importantes. Existen algu- tener su habitación recogida.
nas que aun siendo deseables,
en momentos puntuales y bajo Los hijos adolescentes, en ge-
circunstancias concretas pueden neral, deben participar en la
ser “manejadas” con cierta flexibi- norma. Esto facilita que la asu-
lidad. Pretender dar el mismo rigor man como propia.
a todas las normas que se instau-
ran con los hijos es, en términos Nunca deben convertirse en
generales, no hacer un buen uso normas las cuestiones de gus-
de ellas, pues dar márgenes de tos, opiniones o intereses per-
acción ante determinados com- sonales. Es posible que a usted
portamientos, ayuda al menor a pueda horrorizarle el aspecto
aprender a discriminar y a enten- “estético” elegido por su hijo
der que cuando sus padres son adolescente pero este hecho
rígidos en el cumplimiento de una salvo “el mal rato que pasemos
norma concreta es porque real- cuando bajemos con los veci-
mente es importante por las nos en el ascensor” posible-
repercusiones que pueda tener mente no tendrá repercusiones
en él. trágicas para su futuro. Dé-
mosle, por tanto, la importancia
Suelen establecerse tres grupos que realmente tiene.
de normas:
Los padres tienen que mostrar
Fundamentales: son obligato- con su comportamiento, es
rias. Responden a valores básicos. decir, siendo buenos modelos,
Es necesario que sean pocas y lo que pretenden de sus hijos.
claras. No son negociables. Ejem- No es honesto exigir a los
plo: no consentir la agresión física hijos cosas que nosotros mis-
o verbal a alguna persona. mos no somos capaces de
cumplir.
Importantes: Están relaciona-
das con los hábitos, pautas de
comportamiento, vestido, horarios,
alimentación, estudio, orden, higie-
ne... Podemos tener cierta flexibili-
dad según las situaciones, por lo
que son negociables. Deben ser
pocas y claras. Ejemplo: En gene-
ral no sale entre semana por estu-
dios pero el día del cumpleaños de
su mejor amigo le dejo salir.

Accesorias: Son más nume-


rosas y aunque son importantes
no son esenciales para la convi-
vencia familiar. Es necesario que

96
Cómo convivir con adolescentes.

Ejercicio: Ha estudiado cada uno de los


detalles, incluso ha pedido dinero
a Jaime prestado a su hermana mayor
no le dejan hacer para comprarse un equipo que
sus planes le siente realmente bien.

Jaime es un adolescente de 14 En su cabeza ha imaginado una y


años que está pasando una mala otra vez lo que Eva le dirá al verle;
racha. Siempre ha sido un chico está seguro de que a partir de este
tímido, incluso algo retraído, y partido todo irá rodado, su vida va
aunque esto no parecía preocu- a dar un gran giro. Jaime no puede
parle demasiado, ahora las cosas estar más feliz.
han cambiado.
Sólo hay un problema: sus notas
Desde hace unas semanas, varias no son nada buenas y sus padres
chicas del colegio se han incorpo- le tienen prohibido cualquier activi-
rado a su grupo de amigos, están dad extraescolar, pero es tan im-
juntos durante el recreo y cuando portante para él que confía en
salen de clase se quedan un rato poder convencerles. Un día, el diá-
hablando en algún parque. logo con su madre tiene lugar
así:
Jaime y sus amigos nunca antes
habían salido con chicas y están - Mamá, mañana por la mañana
realmente entusiasmados. El pro- jugamos un partido mis amigos y
blema es que la timidez de Jaime yo. (Jaime no se atreve a decir a
le impide hablar con ellas, espe- su madre que también irán chicas
cialmente con Eva, de la que está a verles).
profundamente enamorado desde
casi el día que la conoció. Jaime - Jaime, ¿por qué te compro-
no sabe qué hacer para llamar su metes con tus amigos si sabes
atención y cada vez que alguno que hasta que no apruebes todo
de sus compañeros habla un rato no puedes hacer esas cosas?
con ella lo pasa tremendamente
mal. - Por favor, mamá, te juro que
si me dejas jugar mañana al
Hace unos días, sus amigos le fútbol voy a estudiar un montón,
propusieron formar un equipo de “me salgo de notas”, te lo juro.
fútbol y echar un partido algunos
sábados por la mañana. Por su- - Sí, ya, igual que me lo juraste
puesto, las chicas irían a verles. el trimestre pasado y fue peor que
el anterior. Lo siento, Jaime, pero
Aunque Jaime no se reconoce no puede ser.
muchas cualidades a sí mismo,
sabe que es buen jugador, está - Todos mis amigos van y algu-
seguro de que si Eva le ve jugar nos han suspendido más que yo.
se fijará en él. Siempre igual, ¡estoy harto!

Apenas come ni duerme, está - Bueno, pues si a sus padres no


absolutamente ilusionado con la les importan las notas de sus hijos
idea del partido. allá ellos.

97
La necesidad de educar en los límites y las normas.

- Sí les importa, pero no son tan Qué hacer cuando


histéricos como tú. Como no me no cumplen las normas
dejes jugar, me largo de casa.
Ocurre a veces, que por más que
- Pero, ¡dónde se ha visto, eres nos esforzamos en aplicar unas
un descarado, no estudias, no ayu- normas justas y equilibradas a
das en casa y encima insultas a tu nuestros hijos, éstos, de manera
madre! Cuando llegue tu padre te reiterada las incumplen. ¿Cómo
vas a enterar, no sales de casa en actuar entonces?
un mes.
Por supuesto todo incumplimiento
- (Llorando compulsivamente) ¡No voluntario e injustificado de las
soporto ni un minuto más en esta normas debe tener unas conse-
casa! ¡Os odio! cuencias.

- ¡Dios mío! ¿que hemos hecho Si su hijo debe estar en casa a las
mal con este hijo? (llora con des- 12 y usted sabe que deliberada-
consuelo). mente ha retrasado su llegada una
hora o más, de forma inmediata,
Jaime pasó la peor noche de su éste debe ser conciente de que
vida. Al día siguiente no pudo resis- dicho comportamiento va a tener
tirlo y se escapó de casa para unas consecuencias determina-
jugar el partido. Sus padres están das, y usted como padre respon-
muy preocupados. Jaime nunca sable y coherente que es, deberá
había hecho nada parecido. No velar celosamente para que dichas
saben qué hacer con él; tal vez consecuencias se lleven a término.
meterle interno.
A estas alturas y si ha leído con
Jaime lleva un mes sin salir con cierta atención los capítulos an-
sus amigos, se siente absoluta- teriores, usted ya se estará te-
mente incomprendido por sus miendo que seguramente, también
padres, ya no tiene ilusión por existirá una manera más eficaz que
nada. otras para aplicar estas conse-
cuencias.
Preguntas para la reflexión
individual o en grupo: A ciencia cierta, el efecto que va a
causar en su hijo el cumplimiento
¿Elaborar hipótesis sobre por qué de “la penalización” impuesta, va
Jaime no contó a su madre lo que a variar bastante según sea apli-
significaba aquel partido para él? cada. En este caso tan importante
como el “qué” es el “cómo”.
Preguntarse cómo es posible
que la madre de Jaime tuviera
tanto desconocimiento del mundo El problema del castigo
interior de su hijo.
En los últimos años se ha creado
¿Cómo puede un padre llegar cierta discrepancia en torno a la
a entender el verdadero significado eficacia del castigo. ¿Es adecuado
que da su hijo a los acontecimien- aplicar un castigo a nuestros hijos
tos que le rodean? cuando se portan mal?

98
Cómo convivir con adolescentes.

Pues aunque la polémica está Cuando el adolescente recibe


servida, nuestra opinión, igual que un castigo excesivo, en lugar de
la de otros muchos autores, es lamentar su mala conducta y
que un castigo puede tener cierto tomar conciencia de las malas
grado de eficacia si se usa de consecuencias que ha traído su
forma correcta. comportamiento, se llena de ren-
cor, agresividad y fantasías de
El problema reside en que pocas venganza hacia el que le ha
veces se consigue aplicar de esta impuesto el castigo; porque al
manera. Por lo general, se suele percibir tan desproporcionadas las
emplear a destiempo, con cierta consecuencias de su compor-
indiferencia a saber si ha sido tamiento, se instala en el rol de
comprendido o no por parte víctima y considera que están
del que lo sufre, y por si fuera cometiendo con él una injusticia.
poco, con una du-
reza que, en la ma- Concretando, el mal
yoría de los casos, uso o el abuso del
excede en gran me- castigo provoca en el
dida la magnitud del menor un efecto
agravio. contrario al deseado,
porque le priva del
Si su hijo ha estado importante proceso
llegando tarde du- interno de enfren-
rante meses y usted tarse a sus propios
se lo ha permitido, errores.
no sería justo hacer-
le “pagar” por sus ¿Cómo aplicar el
meses de desobe- castigo para que
diencia consentida sea efectivo? Sea
un día que por de- cualquiera el casti-
terminado motivo le go a utilizar, deben
contesta mal. seguirse una serie
de reglas o principios para que sea
El castigo no debe tener “carácter efectivo (Moles, 1994). Estas son:
retroactivo” ni ser usado como
venganza. 1 Debe informarse al menor de
cuál o cuales van a ser específica-
Cuando se hace un mal uso del mente las conductas a castigarse.
castigo, éste puede servir incluso
para incrementar las consecuen- 2 Debe igualmente informársele
cias no deseadas en lugar de de cuál será el castigo a la con-
estimular las deseables. ducta en cuestión.

El castigo excesivo, en último 3 Una vez cumplidos los puntos


término, podría servir para adies- anteriores, se ofrecerá el castigo
trar comportamientos, (“recojo la en la primera oportunidad que el
ropa para que mi padre no me niño-adolescente emita la con-
pegue” pero no para educar: ducta y cada vez que lo haga.
“recojo la ropa porque es mi Esto implica que se debe castigar
responsabilidad”. siempre y no a veces.

99
La necesidad de educar en los límites y las normas.

4 El castigo debe ser contingente 6 Al igual que con los refuerzos,


a la conducta y, por lo tanto, al no se debe generalizar el castigo.
igual que el reforzamiento, debe Debe ser individualizado y depen-
tener una latencia corta. Es decir, derá de las características de cada
la aplicación del castigo debe ser sujeto.
lo más próximo posible (en tiempo)
a la emisión de la conducta en
cuestión.

5 El castigo debe ser siempre de


la misma intensidad y no depender
del estado emocional de quien lo
aplica.

100
Cómo convivir con adolescentes.

Cómo conseguir
cambios de conducta
en adolescentes.

“Enseñarles a pensar es
fundamental para que
aprendan a defenderse solos”

101
Cómo conseguir cambios de conducta en adolescentes.

Son muchas las preguntas que se Métodos para


hacen los padres de adolescentes
interesados en cómo cambiar el modificar conductas
comportamiento de sus hijos de sencillas
manera permanente. Cansados de
comprobar una y otra vez cómo A continuación presentamos cada
las charlas, sermones y reprimen- uno de estos métodos con algu-
das no surten en éstos el efecto nas sugerencias para lograr su
esperable, buscan con cierto gra- mayor eficacia.
do de desconfianza “algún otro
método que sea eficaz”. Negociaciones

La negociación es la estrategia
“La negociación estrella con los adolescentes. Les
es la estrategia estrella ayuda a ser partícipes en la solu-
con los adolescentes” ción de los conflictos y les enseña
un modelo de diálogo y coope-
ración, de reflexión y de aprender
Como acostumbramos a respon- que las cosas que desean tienen
der las personas que trabajamos un coste que hay que asumir.
con adolescentes, para bien o
para mal, no existen recetas para Para negociar, es importante:
educar a los hijos. Lo que por
suerte sí existe son algunos mé- 1 Establecer un diálogo entre las
todos que, cuando son llevados dos partes donde expongan sus
a cabo con rigor y persistencia, intereses y motivos, los pros y los
pueden llegar a ser bastante contras.
eficaces.
2 Usar estrategias de comunica-
Nos estamos refiriendo a métodos ción: escucha, empatía, refuerzo y
de cambios de conductas como lenguaje.
la negociación, el contrato, la eco-
nomía de puntos, enseñar a pen- 3 Buscar alternativas que satis-
sar, etc. Estas “formas” de trabajar fagan a las dos partes.
los comportamientos consiguen
generalmente fomentar la repe- El contrato
tición de conductas positivas:
recoger la habitación, respetar un Cumple las mismas funciones que
horario de llegada, incrementar el el sistema de puntos pero se trata
tiempo de estudios; o bien inhibir de una estrategia distinta. También
otras negativas: no pelearse con se usa con frecuencia para cam-
sus hermanos, no fumar en casa, biar conductas inadecuadas como
etc. contestar a los padres incorrec-
tamente, faltar el respeto a los
Es importante, no obstante, com- padres o hermanos, no cuidar las
plementar el método utilizado con cosas ajenas...
argumentaciones lógicas sobre por
qué consideran los padres que Se establece un diálogo con el
es necesario producir o inhibir de- adolescente donde puede partici-
terminados comportamientos. par dando su opinión y donde los

102
Cómo convivir con adolescentes.

padres no deben mostrar actitu- Pasos a seguir a la hora de es-


des de exigencia o presión. Se tra- tablecer un diálogo:
ta de llegar a la conclusión de que
la convivencia implica ceder en 1 Preguntas encaminadas a reco-
algunos aspectos y cumplir deter- ger información sobre el suceso,
minadas normas. Por ello, se hará la tarea, la situación.
un listado de las cosas que mo-
lestan a los padres de su hijo y ¿Qué ocurrió? ¿Qué hiciste tú?
un listado de lo que molesta al
hijo de los padres. ¿Cuál es la situación que has
de enfrentar...?
A partir de ahí se elegirán pocos
objetivos (fáciles de asumir y ¿Quiénes estaban allí cuando...?
coherentes con lo que queremos
enseñar al hijo): Lo que los pa- ¿Dónde...?
dres cambiarán y lo que los hijos
cambiarán. 2 Preguntas encaminadas a plan-
tearse las consecuencias de la
Y se establece una penalización conducta propia o de otros.
para cada parte por el incumpli-
miento del contrato. Penalización ¿Qué pasó cuado tú...?
acordada por ambas partes.
¿Si haces....qué crees que pasa-
ría? ¿Y si no lo haces?

¿Cuáles son las ventajas o los


inconvenientes de...?

3 Preguntas orientadas a identi-


ficar objetivos, necesidades, dese-
os, intereses.

¿Por qué? ¿Qué pretendes?

¿Para qué?

¿Qué te interesa conseguir?

¿Qué te interesa de modo inme-


diato? ¿Y a largo plazo?

Resolución de problemas; 4 Preguntas orientadas a identi-


enseñando a pensar ficar las reglas de una situación y
valorar la validez de los objetivos.
Enseñarles a pensar es fundamen-
tal para que aprendan a defen- A tu juicio, ¿qué debería hacer-
derse solos, a decir no a deter- se en...?
minadas situaciones de riesgo, a
tomar decisiones positivas, a en- ¿Para lograr... qué crees más
frentarse a las dificultades... apropiado hacer? ¿Por qué?

103
Cómo conseguir cambios de conducta en adolescentes.

5 Preguntas orientadas a iden- seguidos aunque al principio con-


tificar incoherencias o contradic- viene que no sea así, especial-
ciones entre actuaciones y obje- mente en personas poco moti-
tivos o entre objetivos entre sí. vadas y con tendencia a obtener
inmediatamente los beneficios.
Tú pretendes... ¿Haciendo... o
diciendo... lo lograrás? Las conductas deben ser es-
pecíficas y muy concretas.
6 Cuestiones para desmontar eti-
quetas y prejuicios. Empezar primero por una o
dos conductas e ir aumentando
¿Qué quiere decir eso? ¿Me en la medida que se consiguen
pones un ejemplo? objetivos.

¿Es siempre así? ¿No hay ex- Los privilegios a canjear por los
cepciones? puntos se deben establecer pre-
viamente, así como la cantidad de
Sistema de incentivos puntos necesaria para obtener los
por puntos o fichas mismos.

Es un procedimiento para conse-


guir instaurar y mantener determi-
nadas conductas que facilitan la
asunción de responsabilidades. Es
una estrategia adecuada si quere-
mos que el adolescente aprenda a
demorar las recompensas de sus
actos y a comprender que los ob-
jetivos se consiguen con constan-
cia y persistencia. Puede ser útil
para facilitar el hábito de estudio,
el cuidado de su habitación, la co-
laboración en las tareas de casa...
La técnica consiste en reforzar Como modificar
comportamientos o aproximacio- conductas complejas
nes a los mismos mediante tarje-
tas canjeables por puntos que a su Hasta ahora hemos visto métodos
vez son canjeables por privilegios. sencillos para poder modificar
comportamientos también senci-
Pueden ser puntos que se van llos, pero ¿qué ocurre cuando
acumulando y que el adolescente el problema no es tan simple, es
tiene en un corcho que ve a diario decir, cuando el comportamiento
por el cumplimiento de una serie conflictivo en cuestión es la mani-
de conductas prefijadas. O puede festación de una serie de pen-
usarse también un sistema de grá- samientos distorsionados y sen-
ficos donde se vean reflejados los timientos dañinos.
progresos o retrocesos, etc.
Es evidente que en estos casos,
El incumplimiento puede ser pe- pretender cambiar sólo la conduc-
nalizado eliminando puntos con- ta no resolvería en absoluto el

104
Cómo convivir con adolescentes.

malestar. Sería algo así como tapar Pero si ante el mismo aconteci-
con una tirita una herida infectada miento usted realiza una interpre-
para que no sangre. Obviamente el tación irracional, que no se puede
problema sigue dentro. verificar con la realidad, entonces
desarrollará una emoción igual-
En esta ocasión, se haría nece- mente irracional, inapropiada y
sario ir al fondo del problema, para desajustada al acontecimiento.
identificar cuáles son estos pen-
samientos erróneos que están Pongamos un ejemplo práctico:
generando tanto malestar.
Imaginemos que nuestro hijo ado-
Según el psicólogo Gaja Jaume- lescente, cada vez que sale con
andreu y tomando como referen- sus amigos, vuelve a casa triste
cia el modelo ABC de Albert Ellis22, y enfadado porque se siente des-
preciado por éstos. ¿Cómo po-
“Las creencias, valores, actitudes dríamos ayudarle?
y expectativas que modelan nues-
tras conductas, no son fruto de En primer lugar, habríamos de
las emociones (…), sino que son delimitar con el adolescente, la
fruto de los pensamientos. El llan- situación en la que se produce
to, la carcajada… el abatimiento el problema. En el caso que nos
o la dicha, como la frustración, la ocupa, ésta sería cada vez que se
culpa o la tristeza, son conse- reúne con sus amigos.
cuencias del pensamiento, no sus
causantes”. Sigamos el modelo ABC en el
análisis.
El autor continúa:
A
“Detrás de sentimientos negativos, Situación
como la ansiedad, la depresión (Reunido con sus amigos)
(…) o la ira, siempre hay un pen-
samiento negativo. El pensamien- A continuación le ayudaríamos a
to distorsionado y no el hecho identificar el pensamiento o pen-
objetivo, es el causante de los es- samientos negativos que le pro-
tados anímicos dolorosos, de ahí duce la situación A. Estas frases
que para poder acabar con las internas podrían ser: “no sé de
emociones negativas, sea preciso qué hablar”, “siempre me pasa
corregir el pensamiento”. igual”, “nadie me hace ningún
caso”, “nadie me habla”. Lógica-
Resumiendo, si ante un aconteci- mente debemos hacer consciente
miento, usted hace una interpre- al adolescente de que este tipo
tación racional, es decir, verificable de pensamientos obedecen a una
y real, desarrollará una emoción forma irracional de entender la rea-
positiva o negativa dependiendo lidad: “Los demás deben centrar
del acontecimiento, también racio- su atención en mí, independiente-
nal, es decir, apropiada y ajustada mente de lo que yo haga y cómo
a la situación. me comporte”.

22 GAJA JAUMEANDREU R., “Bienestar, autoestima y felicidad”, Plaza & Janés, Barcelona 1996,
pp. 39-40 y 48.

105
Cómo conseguir cambios de conducta en adolescentes.

B no interese”, “no me siento tan


Pensamientos irracionales mal”, “tengo ganas de intentar ser
(“No me hace caso nadie”; “nadie más participativo con mis amigos”.
me habla”)
E
Estos pensamientos son gene- Consecuencias positivas
rados por la creencia irracional: (“No me miran porque no inter-
“los demás deben centrar su aten- vengo, no porque no interese”,
ción en mí independientemente “siento ganas de ser más partici-
de lo que haga o de cómo me pativo”, “ya no siento rabia”).
comporte”.

Después se identificarán las con- Ejercicio:


secuencias negativas que con-
lleva este tipo de pensamiento; por A continuación aparecen varias
ejemplo: “debo ser muy poco demandas hechas por padres que
atractivo socialmente”, “es horri- desean un cambio en sus hijos.
ble sentirse así”, “me hunde Decide, según lo hasta ahora
emonalmente”, “me siento triste expuesto, qué método aplicar en
y rabioso”. cada caso y de qué manera.

C “Mi hijo de 10 años nunca


Consecuencias negativas quiere arreglar su cuarto; dice que
(“Debo ser poco atractivo social- a él no le molesta el desorden”.
mente”, “es horrible sentirse así”,
“estoy hundido emocionalmente”, “A mi hija pequeña le cuesta
“me siento triste, rabioso”). mucho madrugar por las mañanas
y luego tiene que ir a toda prisa”.
Luego, se le pediría al menor que
buscase un pensamiento, pero “A Jaime no le gusta estudiar;
esta vez racional; es decir, real, estudia lo imprescindible y hay
alternativo al que estaba pensan- evaluaciones que no consigue
do irracional. Por ejemplo: “si yo aprobar”.
no hablo, es difícil que los demás
centren su atención en mí”, “se “Estoy preocupada por mi hija.
suele atender a la gente cuando Desde que tiene marcas de acné
ésta habla”. en la cara apenas sale de casa y
está constantemente discutiendo
D con todos”
Pensamiento racional alternativo
(“Si yo no hablo, probablemente A
no centrarán la atención en mí”, Situación
“se atiende a la gente cuando
habla”).

Por último, el adolescente anali-


zará las consecuencias positivas
que tiene pensar de esta mane-
ra racional y real: “no me miran
porque no intervengo, no porque

106
Cómo convivir con adolescentes.

B Cómo identificar
Pensamientos irracionales pensamientos irracionales

Son pensamientos irracionales aque-


llos que presentan las siguientes
características:

1 Producen un sentimiento-emo-
ción negativa, de fuerte intensidad
y larga duración. Intente identificar
C cuándo aparece este tipo de emo-
Consecuencias negativas ciones, sus propias auto-verbaliza-
ciones y regístrelas.

2 Todos los pensamientos que


exageran las consecuencias nega-
tivas de una situación o aconte-
cimiento. Los acontecimientos que
van acompañados de palabras
como: “horrible”, “terrible”, “inso-
portable”, etc.
D
Pensamiento racional 3 Aquellos que reflejan deman-
(alternativo) das y obligaciones no reales so-
bre uno mismo o los demás. Los
pensamientos como: “debe ser”,
“tiene que”, etc.

4 Las creencias y pensamientos


sobre las necesidades que son
requeridas para ser feliz o sobre-
E vivir. Confundir deseos con nece-
Consecuencias positivas sidades.

5 Los pensamientos excesivamen-


te generalizadores y absolutistas.
Pensamientos que van acompa-
ñados de palabras como: “todo”,
“nada”, “nunca”, “siempre”.

107
A modo de conclusión.

A modo de conclusión
Nos gustaría tener hijos buenos, La idea básica del método socráti-
buenísimos; listos, listísimos. Que co de enseñanza consiste en que
no nos dieran problemas, que no el “maestro” no inculca al alumno
nos retaran ni pusieran a prueba el conocimiento, pues rechaza que
nuestra paciencia, que no nos su mente sea un receptáculo o
hicieran tener la sensación de que cajón vacío en el que se puedan
“sobrevivir” a su adolescencia ya introducir las distintas verdades.
es suficiente. Para Sócrates, el discípulo es
quien extrae de sí mismo el cono-
Sin embargo, la adolescencia, co- cimiento, gracias a la fecundidad
mo todo momento de la vida, es del diálogo y a la confianza en
una oportunidad para crecer. No las capacidades del individuo para
sólo el adolescente, sino también alcanzar el saber.
los padres y educadores, que
podemos ver en ellos reclamos Al evocar la mayéutica socrática,
a nuestra humanidad, a nuestra queremos mostrar nuestra con-
capacidad de escuchar y com- fianza en que realmente, ponien-
prender, de caer y levantarnos, de do sabiamente el corazón en la
confrontar y caminar juntos. relaciones entre padres y adoles-
centes, puede humanizarse la
educación, cualificándola de esa
Caminar juntos es una metáfora sabiduría nacida de una visión
estupenda para quienes no entien- positiva que se espera de cada
den la vida como algo ya cerrado; persona el milagro de un nuevo
para quienes no se perciben a sí ser en evolución, de una nueva
mismos como personas ya for- persona para contribuir a la cons-
madas, con una identidad sin ne- trucción de un mundo mejor.
cesidad de ser cuestionada.
Esperamos que estas páginas
Quizás así lo entendía Sócrates, contribuyan a sacar también lo
que, con su método mayéutico mejor de los educadores y padres
provocaba en el interlocutor el para humanizar la educación de
conocimiento mediante el diálogo. los adolescentes.

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