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Daniel Arasa
3 Este capítulo solo pretende ofrecer un análisis del Magisterio de la Iglesia sobre la
comunicación. Para tener una panorámica general sobre la relación histórica entre la Igle-
sia y la comunicación, cfr. Mariano Fazio, «Iglesia y comunicación: un perfil histórico», en
Diego Contreras (ed.), Chiesa e comunicazione: metodi, valori, professionalità, Libreria
Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1998, pp. 45-64; y también Dariusz Gronowski,
L’impatto dei media sulla Chiesa secondo Marshall McLuhan, Edizioni Università della
Santa Croce, Roma 2003 (especialmente el cap. 2: «Analisi diacronica dell’impatto dei me-
dia sulla Chiesa», pp. 75-142).
4 Sus cuatro libros sobre la Doctrina Cristiana (los tres primeros libros escritos en el
397 y el cuarto añadido en el 426) son un compendio de teología exegética para guiar al
lector en la comprensión e interpretación de las Sagradas Escrituras, según la analogía de
la fe. Cfr. Aurelius Augustinus, De Doctrina Christiana, lat., ed.: J. P. Migne, Patrologia
Latina, Parisiis (1844-1855, 1862-1865), vol. 034: cols. 0015–0122.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 13
6 La Legión para la Decencia (Legion of Decency) fue creada en los Estados Unidos en
los años 30 como movimiento católico promovido por los obispos americanos para com-
batir las películas inmorales. La Legión creó un sistema de valoración para los espectado-
res católicos y el público en general. Esta iniciativa, que contaba con el apoyo de los movi-
mientos protestantes y judíos, dejó de existir en los años 70.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 15
7 Pío XI, Carta Encíclica Vigilanti cura (VC), 29.06.1936, AAS 28 (1936), p. 251.
8 Ibídem, p. 256. Para una presentación específica sobre los documentos de la Iglesia
sobre el cine, cfr. Dario Edoardo Viganó, Cinema e Chiesa. I documenti del Magistero,
Effatà Editrice, Cantalupa (To) 2002.
9 Pío XII escribió más de 60 discursos y documentos sobre diversos aspectos de los
mass media durante su Pontificado (1939-1958). Dos de los documentos más significativos
fueron sus discursos a los representantes del mundo del cine en 1955, donde el Papa deli-
neaba las características de la «película ideal».
10 Cfr. Pío XII, Encíclica Miranda prorsus (MP), 08.09.1957, AAS 49 (1957), p. 765.
11 Ibídem, p. 777.
12 Ibídem, p. 773. 4.12.1963, n. 3, AAS 56 (1964), p. 146.
16 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
13 Concilio Vaticano II, Decreto sobre los Medios de Comunicación Social Inter Miri-
fica (IM), 4.12.1963, n. 3, AAS 56 (1964), p. 146.
14 Pío XI, Encíclica Divini Illius Magistri, n. 76, 31.12.1929, AAS 32 (1930), p. 82.
15 VC, p. 255.
16 MP, p. 765.
17 J uan XXIII, Carta Apostólica Motu Proprio Boni Pastoris, 22.02.1959, AAS 51
(1959), p. 184.
18 IM, n. 3, p. 146.
19 Ibídem.
20 Ibídem, n. 6, p. 147.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 17
32 Ibídem, nn. 24-33, pp. 463-468 («Directrices para la elaboración de planes pastora-
les de medios de comunicación social en una diócesis, Conferencia Episcopal o Sínodo
patriarcal»).
33 Cfr. también CP, nn. 162-180, pp. 648-653, que presenta algunas propuestas genéri-
cas acerca del plan de la comunicación de la Iglesia.
20 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
34 Juan Pablo II, Carta Apostólica El rápido desarrollo a los responsables de las comu-
nicaciones, De celeri progressione mediorum communicationis socialis, 24.01.2005, n. 4,
AAS 57 (2005), p. 266.
35 Ibídem, n. 8, p. 269.
36 Ibídem, n. 11, pp. 271-272.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 21
46 Juan Pablo I, sucesor de Pablo VI, no escribió ningún Mensaje para la Jornada
Mundial de las Comunicaciones, ya que su Pontificado no duró más de 33 días: desde el 26
de agosto al 28 de septiembre de 1978.
47 Juan Pablo II, «Mensaje del Santo Padre para la XIX Jornada Mundial de las Co-
municaciones Sociales (JMCS). Las Comunicaciones Sociales para la Promoción Cristiana
de la Juventud», 26.04.1985, en Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Vol. VIII, 1 (1985), Li-
breria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1985, p. 1117. En este Mensaje, la palabra
«ordenador» fue usada por primera vez en los mensajes del Papa para la JMCS.
48 Juan Pablo II, «Mensaje del Santo Padre para la XXIV JMCS. El mensaje cristiano
en la cultura del ordenador», 24.01.1990, en Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Vol. XIII,
1 (1990), Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1990, p. 160.
49 Cfr. Juan Pablo II, «Mensaje del Santo Padre para la XXVII JMCS. Videocassette y
Audiocassette en la Formación de la Cultura de la Conciencia», 24.01.1993, en Insegna-
menti di Giovanni Paolo II, Vol. XVI, 1 (1993), Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vati-
cano 1993, pp. 169-172.
50 Juan Pablo II, «Mensaje del Santo Padre para la XXXVI JMCS. Internet, un nuevo
foro para proclamar el Evangelio», 12.05.2002, en Insegnamenti di Giovanni Paolo II, Vol.
XXV, 1 (2002), Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2002, pp. 91-95. El conte-
nido de este mensaje se desarrollará más adelante en este capítulo.
24 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
51 Benedicto XVI, «Mensaje del Santo Padre para la XL JMCS. Los medios: una red
para la comunicación, la comunión y la cooperación», 24.01.2006, en AAS 98 (2006), pp.
139-141; «Mensaje del Santo Padre para la XLI JMCS. La infancia y los medios: un desafío
para la Educación», 24.01.2007, en Insegnamenti di Benedetto XVI, Vol. III, 1 (2007), Libre-
ria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2007, pp. 99-102; y «Mensaje del Santo Padre
para la XLII JMCS. Los medios de comunicación social: entre protagonismo y servicio.
Buscar la verdad para compartirla», 4.05.2008, en Insegnamenti di Benedetto XVI, Vol. IV,
1 (2008), Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2008, pp. 132-136.
52 Cfr. Congregación para la Educación Católica, Orientaciones sobre la formación
de los futuros sacerdotes para el uso de los instrumentos de la comunicación social,
19.03.1986, en Seminarium, Año XXVI, Octubre-diciembre 1986, pp. 717-718 («Presenta-
ción»).
53 Ibídem, n. 16, p. 730.
54 Ibídem, n. 14, p. 728.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 25
Otros documentos
Otros textos sobre aspectos específicos de los medios han sido publi-
cados por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales. Desta-
can Pornografía y violencia en los medios de comunicación: una respuesta
pastoral (7 de mayo de 1989), Criterios para una cooperación ecuménica e
interreligiosa (4 de octubre de 1989) y 100 años de cine (1995-1996)57.
Pornografía y violencia en los medios de comunicación: una respuesta pas-
toral comienza con una presentación de las principales causas y efectos del
fenómeno de la pornografía y la violencia en la sociedad. Ofrece, además, al-
gunas posibles soluciones que incluye la participación de los mismos profe-
sionales de la comunicación, los padres y educadores, los jóvenes, el público
en general, las autoridades públicas, la Iglesia y otros grupos religiosos.
64 Cfr. Concilio Vaticano II, Decreto sobre la misión pastoral de los obispos en la Igle-
sia Christus Dominus, 28.10.1965, n. 13, AAS 58 (1966), p. 679.
65 Congregación para el Clero, Directorio Catequístico General, 11.04.1971, n. 123,
AAS 64 (1972), p. 168.
66 Codex Iuris Canonici (CIC), 25.01.1983, AAS 75, Pars II (1983), pp. 1-317; Codex
Canonum Ecclesiarum Orientalium (CCEO), 18.10.1990, AAS 82 (1990), pp. 1030-1363.
67 Cfr. CIC, Libro III («La función de enseñar de la Iglesia»), Titulo IV (Los instru-
mentos de comunicación social y especialmente los libros), cc. 822-832, y CCEO, Título
XV (El Magisterio Eclesiástico), Capítulo IV (Los instrumentos de la comunicación social
y especialmente los libros), cc. 651-666. Otras referencias a los mass media pueden encon-
trarse en otros cánones: cfr. CIC, c. 828; y CCEO, c. 666.
68 Cfr., CIC, cc. 747, 761 y 822; CCEO, c. 651.
69 Cfr. CIC, c. 823; CCEO, cc. 652-653. En este sentido, el CIC recuerda que la difusión
de la predicación y la educación católica a través de los medios está sujeta a la autoridad
episcopal (cc. 772 y 804).
70 Cfr. CIC, cc. 779 y 1063.
28 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
Otras referencias a los mass media se pueden encontrar en los diversos do-
cumentos y declaraciones públicas de los Pontífices, especialmente en la se-
gunda mitad del siglo xx y en los primeros años del actual. En su primera En-
cíclica, Pablo VI defendía el diálogo de la Iglesia con el mundo, teniendo la
verdad como fundamento. La difusión de la verdad a través de los medios de
comunicación, sostenía el Pontífice, comportará consecuencias positivas para
el mundo entero y la Iglesia misma71. Pocos años después, el Pontífice, ha-
blando a propósito de la evangelización en el mundo moderno, en su Exhorta-
ción Apostólica Evangelii nuntiandi, se dirigía especialmente a los mass media:
«En nuestro siglo influenciado por los medios de comunicación so-
cial, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe
no pueden prescindir de esos medios, como hemos dicho antes.
»Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de exten-
der casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo
llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpa-
ble ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia
humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia “pregona sobre los
terrados” el mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra una versión
moderna y eficaz del “púlpito”. Gracias a ellos puede hablar a las masas»72.
Sin embargo, ha sido Juan Pablo II quien ha dedicado mayor atención a
los mass media, también en los documentos que no se refieren directamente
a la comunicación73. Entre sus escritos es importante destacar: las exhorta-
ciones apostólicas Cathechesis tradendae (1979)74, Familiaris consortio
(1981)75 y Christefideles laici (1988)76, la Carta Encíclica Redemptoris missio
(1990)77 y las exhortaciones apostólicas post-sinodales Ecclesia in Africa
(1995), Vita consacrata (1996) y Ecclesia in Europa (2003)78. Asimismo, el
71 Cfr. Pablo VI, Carta Encíclica Ecclesiam suam, 06.08.1964, particularmente nn. 58-
118, AAS 56 (1964), pp. 609-659.
72 Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi sobre la evangelización en el
mundo contemporáneo, 8.12.1975, n. 45, AAS 68 (1975), p. 35.
73 Aparte de su interés personal por el mundo de las comunicaciones sociales, la lon-
gevidad de su Pontificado es uno de los motivos de esta gran atención (el tercero más largo
de la historia después de san Pedro y Pío IX): Juan Pablo II fue elegido el 16 de octubre de
1978 y murió el 2 de abril de 2005.
74 Cfr. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica sobre la catequesis en nuestros días Ca-
techesi tradendae, 16.10.1979, n. 46, AAS 71 (1979), p. 1314.
75 Cfr. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica acerca el papel de la familia cristiana en
los tiempos modernos Familiaris consortio, 22.11.1981, n. 76, AAS 74 (1982), pp. 173-175.
76 Cfr. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica sobre la vocación y misión de los fieles laicos
en la Iglesia y en el mundo Christifideles laici, 30.12.1988, n. 44, AAS 81 (1989), pp. 478-481.
77 Cfr. Juan Pablo II, Carta Encíclica sobre la permanente validez del envío misionero
de la Iglesia Redemptoris missio (RM), 7.12.1990, n. 37, AAS 83 (1991), pp. 285-286.
78 Cfr. J uan P ablo II, Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in Africa,
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 29
14.09.1995, nn. 52, 71 y 122-126, AAS 88 (1995), pp. 5-82; Exhortación Apostólica post-si-
nodal Vita consacrata, 25.03.1996, n. 99, AAS 88 (1996), pp. 475-476; Exhortación apostó-
lica post-sinodal Ecclesia in Europa, 28.06.2003, n. 63, AAS 95 (2003), pp. 687-688. Estas
tres exhortaciones fueron escritas después de los sínodos de Obispos dedicados, respecti-
vamente, a África, a la vida religiosa y a Europa.
79 Particularmente significativa fue la audiencia que el Papa Benedicto XVI concedió
a los profesionales de los medios el 23 de abril de 2005 para agradecerles su trabajo en el
período comprendido entre la muerte de Juan Pablo II y su elección: Benedicto XVI, «Dis-
curso del Santo Padre Benedicto XVI a los representantes de las Comunicaciones Socia-
les», 23.04.2005, en Insegnamenti di Benedetto XVI, Vol. I (2005), Libreria Editrice Vati-
cana, Ciudad del Vaticano 2005, pp. 17-19.
80 P ontificio C onsejo para las C omunicaciones S ociales , La Iglesia e Internet,
22.02.2002, n. 4. Integrar el mensaje cristiano en la nueva cultura no significa comprome-
ter la legítima autonomía de los mass media. Al contrario, enriquece su visión del mundo
con valores trascendentes que forman parte de la existencia humana.
81 Ibídem, n. 2.
30 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
82 Ibídem, n. 5.
83 Ibídem, n. 7.
84 Cfr. Ibídem, n. 8.
85 Cfr. Ibídem, n. 5.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 31
3.2. Internet: un nuevo forum para la proclamación del Evangelio (Juan Pablo II)
El Mensaje del Santo Padre para la XXXVI Jornada Mundial de las Co-
municaciones Sociales (2002) ha contribuido a fundamentar más profun-
damente la visión general de la Iglesia sobre las comunicaciones sociales y
sobre Internet en particular. El Papa Juan Pablo II, para quien la Iglesia
debería afrontar este nuevo medio con «realismo y confianza», afirma que
«Internet puede ofrecer magníficas oportunidades para la evangelización
si se usa con competencia y con una clara conciencia de sus fuerzas y sus
debilidades». «Al proporcionar información y suscitar interés, hace posi-
ble un encuentro inicial con el mensaje cristiano, especialmente entre los
jóvenes, que se dirigen cada vez más al mundo del ciberespacio como una
ventana abierta al mundo. Por esta razón, es importante que las comuni-
dades cristianas piensen en medios muy prácticos de ayudar a los que se
ponen en contacto por primera vez a través de Internet, para pasar del
mundo virtual del ciberespacio al mundo real de la comunidad cristiana»87.
Por otra parte, sigue el Papa, Internet puede ser una «excelente
ayuda» para «facilitar el tipo de seguimiento que requiere la evangeliza-
ción», si bien «no puede suplir nunca la profunda experiencia de Dios
que solo puede brindar la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia». En
este sentido, el Papa considera Internet como «un suplemento y un apoyo
únicos para preparar el encuentro con Cristo en la comunidad y sostener
a los nuevos creyentes en el camino de fe que comienza entonces»88. Por
otra parte, como en el documento La Iglesia e Internet, el Papa recuerda
que «las relaciones establecidas mediante la electrónica jamás pueden to-
86 Ibídem, n. 10.
87 Juan Pablo II, Mensaje del Santo Padre para la XXXVI JMCS (2002), n. 3, p. 92.
88 Ibídem, pp. 92-93.
32 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
mar el lugar de los contactos humanos directos, necesarios para una au-
téntica evangelización»89.
El Papa advierte, además, de los peligros que se derivan de este nuevo
medio, como el hecho de que Internet ofrece una gran cantidad de infor-
mación «pero no enseña valores», con el riesgo de una posible falta de
reflexión en su utilización, de promover un modo de pensar relativista o
de fomentar la «evasión de la responsabilidad y del compromiso
personales»90. A pesar de estas advertencias, el Mensaje mostraba una
visión optimista de las posibilidades que ofrece Internet para la evangeli-
zación y la promoción del bien común91.
89 Ibídem, n. 5, p. 94.
90 Ibídem, n. 4, p. 93.
91 Cfr. Juan Pablo II, Mensaje del Santo Padre para la XXXVI JMCS (2002), n. 5, p. 94.
92 Los tres mensajes son: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura
de respeto, de diálogo, de amistad, 24.05.2009, en Insegnamenti di Benedetto XVI, Vol. V, 1
(2009), pp. 123-127; El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servi-
cio de la Palabra, 24.01.2010, en AAS 102 (2010), pp. 114-117; Verdad, anuncio y autenticidad
de vida en la era digital, 24.01.2011; y Silencio y Palabra, camino de evangelización, 24.01.2012.
El Magisterio de la Iglesia católica sobre la comunicación 33
***
ciones, sino que es preciso que las comunicaciones formen parte inte-
grante de todo plan pastoral, ya que ellas tienen una contribución que
dar a todo apostolado, ministerio o programa»97.
De todas formas, la visión instrumental de los medios ha sido poco a
poco superada más por el acercamiento práctico de los representantes de
la Iglesia que de los documentos o las teorías sobre la relación entre la
Iglesia y mass media. En los últimos tiempos, han tenido lugar importan-
tes eventos comunicativos para la vida de la Iglesia, como las diversas
Jornadas Mundiales de la Juventud, la Ostensión de la Sábana Santa de
Turín (1998), el Gran Jubileo del año 2000 o la muerte de Juan Pablo II y
la posterior elección de Benedicto XVI (2005). En estos y otros momen-
tos, Juan Pablo II ha jugado un papel clave, no tanto como teórico de las
comunicaciones, sino como líder espiritual y pastoral. Precisamente, gra-
cias a su liderazgo espiritual y, al mismo tiempo, a su conocimiento pro-
fundo de los medios de comunicación, el Santo Padre ha revalorizado el
mensaje sobre los medios de comunicación, superando la visión instru-
mental que se tenía de ellos98. Con su actividad pastoral, Juan Pablo II ha
«reinventado» la relación con los medios y ha dado vida a una nueva vi-
sión de la relación entre la Iglesia y los medios. Aunque esta nueva visión
no estuviera estructuralmente organizada, los numerosos viajes del Papa,
los discursos, las canonizaciones, las celebraciones litúrgicas en público
y otras actividades contribuyeron en gran medida a su desarrollo.
Una de las claves para entender la relación Iglesia-medios se encuen-
tra en la Carta Encíclica de Juan Pablo II Redemptoris missio, sobre la
permanente validez del mandato misionero:
«El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de las comuni-
caciones, que unifica la humanidad, creando –podría decirse– “Un pue-
blo global”. Los medios de comunicación social han alcanzado gran im-
portancia, llegando a ser en muchas ocasiones el principal medio
informativo y formativo, de guía e inspiración para comportamientos in-
dividuales, familiares, sociales. Sobre todo, las nuevas generaciones cre-
cen, en cierta manera, condicionados por los medios. Es posible que este
areópago haya estado descuidado: se privilegian generalmente otros ins-
trumentos para el anuncio del Evangelio y para la formación, mientras
los mass media se dejan a la iniciativa de particulares o pequeños grupos
y entra en la programación pastoral en segundo lugar. El empeño en los
99 RM, n. 37, AAS 83 (1991), pp. 285-286. La misma idea se repite en AN, n. 11, AAS
84 (1992), pp. 455-456. Es importante este texto y por ello ha sido explicado y citado,
desde diferentes perspectivas, en otro capítulo del libro.
100 Cfr. Mariano Fazio, «Inter Mirifica», en op. cit., p. 80.
101 Juan Pablo II, «Mensaje del Santo Padre para el XXXIII JMCS. Mass media: presen-
cia amiga al lado de quien está a la búsqueda del Padre», 24.01.1999, en Insegnamenti di
38 Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia
Giovanni Paolo II, Vol. XXII, 1, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1999, n. 3,
pp. 282-283.
102 Cfr. Mariano Fazio, «Inter Mirifica», en op. cit., p. 82. Cfr. también Mariano Fazio,
Historia de las ideas contemporáneas, Apollinare Studi, Roma 2001.
103 Es significativa la mención de la necesidad de «prestar más atención» a Internet en
la carta que el Papa escribió con motivo de las polémicas en torno a la remisión de la exco-
munión de un grupo de obispos lefebvrianos. Cfr. Benedicto XVI, «Carta de su Santidad Be-
nedicto XVI a los obispos de la Iglesia católica sobre la remisión de la excomunión de los cuatro
obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre», 10.03.2009, en Insegnamenti di Benedetto
XVI, Vol. V, 1 (2009), Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2009, pp. 356-362.