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El Capitalismo como punto de referencia en el análisis de la estructura de la sociedad

Mario Riquelme

En el presente ensayo se pretende analizar las dinámicas del capitalismo y como estas afectan
a las demás estructuras y su entorno, proponiendo con ello, que para poder observar una
estructura de dimensión cambiante, se requerirá de otra estructura cambiante de la misma
naturaleza, o sea global y cambiante, dinámicas, que han adoptado las ciencias sociales y la
historia, en la actualidad.

Para poder hablar del capitalismo como punto de referencia de la sociedad, primero debemos,
definirlo y entender su funcionamiento sistémico, su ser y sus dinámicas y como afecta a su
entorno más inmediato, el hombre y la sociedad. Por esto definiremos el capitalismo
histórico, como un sistema, en donde el capital es usado con el objetivo de generar más capital
o sea su autoexpansión, además, en ello, implico una mercantilización generalizada de los
procesos de intercambio, distribución, inversión, generando una tendencia a la
mercantilización de todas las cosas.1 Con ello, podemos comprender, que han existido
diversos tipos de sistema con tendencias capitalistas, pero que al no cumplir las
características que Wallerstein destaca no logran aglutinar una estructura lo suficientemente
estable como para poder albergar un sistema en sí y es que por ejemplo, en el mundo antiguo,
los patricios romanos, podrían parecer capitalistas, ya que, controlaban grandes extensiones
de propiedad, utilizaban mano de obra esclava en la producción, muchos de sus productos
iban a un mercado, implicando un transporte un sistema monetario, en el fondo muchas
características similares a las del actual sistema capitalista, pero en ello se carecía de por
ejemplo una incesante acumulación de capital como fuerza impulsora2, muchas veces los
romanos eran movidos por el honor u otras razones políticas, mas no siempre la expansión
del capital, entonces faltaban ciertas piezas para que aquella maquina pudiese llamarse
capitalismo histórico.

1
Wallerstein, Inmanuel. El capitalismo histórico. Siglo Veintiuno editores. Madrid.1988. Pp. 2-4.
2
Wallerstein Inmanuel. Impensar las ciencias sociales. Ciudad de Mexico.2007. P. 290.
Una vez entendida la forma del capitalismo histórico debemos comprender sus rasgos
esenciales, ya que, todo sistema posee un inicio y en algún momento tendrá un fin, es claro
ver que este capitalismo histórico tiene sus orígenes según Wallerstein a finales del siglo XV
en Europa y que para el siglo XIX ya poseía toda una red global, como hasta ahora3

Esta Maquina llamada capitalismo histórico, a la que hemos aludido, requirió de que ciertas
estructuras que le amenazaban se destruyesen, para poder ejercer un total desplieguen su
campo de acción global, por ello, este nuevo solido de la modernidad, fue derritiendo y
atacando paulatinamente los sólidos de la época anterior, o sea, las estructuras que limitaban
la expansión del capitalismo, como el feudalismo, las lealtades tradicionales, los derechos y
obligaciones que ataban de manos y constreñían la iniciativa, con la idea de crear un nuevo
orden verdaderamente solido4 Para formar ese nuevo orden, también se prescindió, de una
estructura únicamente invariante, o sea, el sistema capitalista, es capaz de reestructurarse a
partir de las reformas que ejercen los estados hegemónicos en el sistema mundo, lo que marca
el sistema de dominio moderno5 Por lo tanto, el capitalismo, como sistema de dominación
ira influyendo en la mayoría de sistemas, lo cual, surge de la idea inicial de la
mercantilización de todas las cosas, pero a su vez como una forma de autodefensa o de
adquirir experiencias fortalecedoras de sistema, inmiscuyéndose en la sociedad, marcando
ritmos, imponiendo pautas y exigiendo reformas.

La disolución de los sólidos en la actualidad no apunta a una disolución de la estructura del


sistema, sino que, el sistema mismo se ha vuelto bastante líquido, por una mayor
flexibilización de las estructuras, por ello, como explica Bauman la disolución de los sólidos,
el rasgo distintivo de la modernidad ahora apunta a disolver las fuerzas que proponen el tema
del orden y el sistema dentro de la agenda política, o sea los vínculos entre las acciones
individuales y los proyectos colectivos6, generando una incomunicación entre el individuo y
los intereses de la sociedad.

3
Wallerstein, Inmanuel. El capitalismo histórico. P. 8.
4
Bauman. Modernidad Liquida. Fondo de cultura económica. P 9
5
Arrighi. El largo siglo XX.Ediciones Akal. Madrid .1999. P. 46-47
6
Bauman. Modernidad Liquida.P 12
Es allí en donde la historia y las ciencias sociales irrumpen y es que estas disciplinas como
estructuras que analizan la sociedad también están sujetas a renovaciones y a su vez están
sujetas a la influencia del sistema capitalista en que habitan, por ello, para investigar una
estructura cambiante, se requiere de otra que se adapte a los cambios que estudia, a su vez,
de una mirada global e interdisciplinar, en donde según Wallerstein debe primar, para un
correcto entendimiento de la sociedad un análisis de sistema mundo y de la información
contenida en sus procesos de larga duración7. En el mismo sentido los cuestionamientos que
pueden surgir de si son suficientes o no las herramientas de las ciencias sociales en la
actualidad, dependerá no solo de su grado de variabilidad y adaptación, sino que, de su
capacidad de estudiar globalmente los sistemas, en donde, la historia, sus estructuras y sus
dinámicas estén entrelazados en una compleja red y que ha sido estudiada con detenimiento
y absoluta cercanía.

7
Wallerstein. Impensar las ciencias sociales. P. 258-259.

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