Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Página 1 de 48
Objetivo docente
Son lesiones muy frecuentes con una incidencia estimada en el adulto del 2,5% de la
población general. Esta incidencia aumenta con la edad siendo raros en niños.
Los quistes hepáticos simples están formados por epitelio biliar y no comunican con la
vía biliar. Las últimas teorías sugieren un origen hamartomatoso.
Los quistes hepáticos pueden ser únicos o múltiples y pueden presentarse en el contexto
de una enfermedad poliquística. Cuando se trata de una lesión única de gran tamaño que
ocasiona síntomas clínicos derivados del efecto de masa puede ser útil el tratamiento
percutáneo con drenaje y escleroterapia.
Quiste hidatídico:
Página 2 de 48
Los quistes hidatídicos se clasifican en 4 tipos:
-Tipo I, quiste de pared fina similar a un quiste simple pero que puede contener septos.
En RM es característica la presencia de un anillo hipointenso que rodea la lesión, aunque
este hallazgo es inespecífico ya que también se encuentra en el absceso amebiano,
el carcinoma hepatocelular y los hematomas. La pared del quiste y los septos pueden
mostrar realce tras la administración de contraste intravenoso.
-Tipo II, quiste madre de mayor tamaño rodeado de lesiones más pequeñas (quistes
hijos) que pueden tener aspecto ecogénico sólido en ecografía. Estos quistes poseen
una seudocápsula periférica que es la periquística y constituye una reacción fibrosa del
hígado al proceso inflamatorio del quiste.
La densidad e intensidad de señal tanto del quiste madre como de los quistes hijos varía
según van involucionando. Los quistes de tipo II se subdividen en tipo IIa con quistes
hijos menos densos que el quiste madre (Fig. 2 on page 17), tipo IIb en los que los
quistes hijos ocupan la casi totalidad de la lesión y el líquido denso del quiste madre que
queda entre ellos simula la presencia de septos (Fig. 3 on page 18).
-Tipo III, se produce la muerte del parásito y la calcificación del quiste (Fig. 4 on page
19).
Página 3 de 48
producirse desde ausencia de realce a realce homogéneo y también se ha descrito realce
en anillo que probablemente corresponda con parénquima hepático comprimido (Fig. 5
on page 20).
Enfermedad de Caroli:
Consiste en una dilatación sacular de los ductos biliares intrahepáticos que se trasmite
con herencia autosómica recesiva. La enfermedad puede ser segmentaria o difusa y se
distinguen dos formas de la enfermedad. El tipo I es la forma pura de la enfermedad,
mientras que el tipo II que se asocia con otras anomalías de la placa ductal y que es
más frecuente.
Página 4 de 48
El aspecto en imagen refleja la composición sólida, quística y mucoide del tumor.
En ecografía el tumor suele tener aspecto sólido iso o hiperecogénico con respecto
al parénquima hepático con pequeños espacios anecogénicos por degeneración
quística, hemorragia o necrosis. Un pequeño porcentaje aparecen predominantemente
anecogénicos.
En TC y RM suele ser una lesión de apariencia quística debido al alto contenido en agua
del estroma mixoide del tumor. En ambas técnicas pueden verse focos de tejidos blandos
generalmente en la periferia de la lesión o formando septos de grosor variable. También
es frecuente una anillo hipointenso tanto en secuencias potenciadas en T1 como en T2
con captación intensa de contraste en TC y RM que corresponde con una psedocápsula.
En ocasiones también se identifican focos de hemorragia o niveles líquido-líquido. Tras
la administración de contraste intravenoso se produce captación heterogénea de las
porciones sólidas del tumor (Fig. 6 on page 21).
Son tumores infrecuentes de origen biliar. Afectan con más frecuencia a mujeres de edad
media y se consideran lesiones premalignas.
En TC se comportan como masas quísticas con una cápsula gruesa fibrosa, nódulos
murales, septos internos y de forma infrecuente calcificaciones capsulares. En el
cistoadenocarcinoma aparecen además proyecciones polipoideas pedunculadas.
Página 5 de 48
Metástasis quísticas:
En primer lugar las metástasis hipervasculares pueden crecer tan rápido que el aporte
vascular sea insuficiente dando lugar a necrosis con cambios quísticos. Esto puede
suceder en metástasis de tumores neuroendocrinos, sarcomas, melanoma y algunos
subtipos de tumores de mama y pulmón. En el componente sólido de estas metástasis
puede observarse una intensa captación de contraste.
Absceso hepático:
En ocasiones, puede existir gas en el interior de la lesión, cuando esta es producida por
gérmenes productores de gas.
LESIONES HIPERVASCULARES:
Página 6 de 48
focal múltiple, la telangiectasia hemorrágica hereditaria, Klippel-Trenauney-Weber,
malformaciones arteriovenosas y drenaje venoso anómalo.
La cicatriz central que contiene tejido conjuntivo denso y gruesos vasos arteriales, suele
ser hipoecoica en la ecografía y mediante el uso de doppler se identifica la gruesa arteria
central con flujo pulsátil de baja resistencia. En ocasiones también se identifican grandes
venas de drenaje en la zona periférica de la lesión.
En la TC sin contraste suele verse una masa bien delimitada iso o ligeramente hipodensa
con respecto al parénquima hepático. La cicatriz sí existe es hipodensa.
Página 7 de 48
Tanto en la TC como en la RM la HNF puede demostrar un comportamiento atípico tanto
en la densidad o intensidad de la masa o de la cicatriz central como en los patrones de
realce tras la administración de contraste intravenoso.
Nódulos de regeneración:
Cuando los nódulos de regeneración son grandes pueden desarrollar una cicatriz central
similar a la de la HNF.
Adenoma hepatocelular:
Página 8 de 48
A pesar de tratarse de lesiones benignas, los adenomas presentan un riesgo bajo de
malignización a hepatocarcinoma y pueden complicarse con rotura y hemorragia.
Los adenomas generalmente son lesiones únicas con un tamaño comprendido entre
menos de 1 cm y 15 cm, aunque pueden llegar al alcanzar gran tamaño, incluso superior
a 30 cm. Frecuentemente son asintomáticos y un hallazgo casual en estudios de imagen,
pero en ocasiones puede ser sintomáticos por rotura y hemorragia o por el efecto masa
de las lesiones de gran tamaño.
Histológicamente están compuestos por hepatocitos similares a los del tejido normal pero
con gran cantidad de lípidos y glucógeno. Las triadas portales y las células de Kupffer
están ausentes o son escasas y con función insignificante. También están ausentes los
ductos biliares.
Página 9 de 48
Tras la administración de contraste iv, se produce captación intensa en fase arterial con
señal isointensa en fase portal y tardía. En un tercio de los casos se observa captación
periférica tardía de contraste que representa una cápsula fibrosa. Al no disponer de
células de Kupffer no se produce captación de contraste superparamagnético y tampoco
existe captación significativa de contraste hepatoespecífico ya que los adenomas no
presentan ductos biliares.
Carcinoma hepatocelular:
Los hepatocarcinomas suelen ser asintomáticos hasta que alcanzan un gran tamaño,
por lo que las técnicas de imagen en aquellos pacientes en los que existe sospecha de
hepatocarcinoma (alfa feto proteina elevada) son de vital inportancia. Además de para el
diagnóstico, las técnicas de imagen son útiles para decidir que pacientes son candidatos
a un trasplante hepático.
Página 10 de 48
homogéneo. Los hepatocarcinomas bien diferenciados pueden no ser hipervasculares
dificultando su diagnóstico. El hepatocarcinoma muestra un lavado rápido en fase portal
y es hipointenso con respecto al parénquima hepático en fase tardía. Cuando presenta
cápsula esta capta contraste en fase retardada Fig. 15 on page 31 y Fig. 16 on page
32.
Los contrastes hepatoespecíficos pueden ser captados por los hepatocarcinomas poco
diferenciados.
Carcinoma fibrolamelar:
Afecta a niños, adolescentes y adultos jóvenes con igual incidencia en hombre y mujeres.
Se suelen presentar como masas de gran tamaño con una cicatriz central que puede
tener calcificaciones. También pueden existir nódulos satélites.
En la TC sin contraste son masas hipodensas hetorogéneas con una cicatriz central
muy hipodensa. Puede haber áreas de necrosis y calcificaciones. Son lesiones
hipervasculares con captación intensa pero heterogénea de contraste en fase arterial,
la captación en fase portal y de equilibrio es variable y la cicatriz central, los septos y la
cápsula son hiperdensos en fase tardía.
Colangiocarcinoma periférico:
Existen varios síndromes y enfermedades que se han relacionado con la aparición del
colangiocarcinoma periférico, como son la colangitis esclerosante, la colitis ulcerosa, la
Página 11 de 48
poliquistosis renal, los quistes de colédoco, la exposición al torotrast, algunas parasitosis,
y la colelitiasis.
En ecografía son masas hipoecoicas de márgenes mal definidos y con un grueso halo,
se suelen identificar ductos biliares dilatados y puede existir retracción de la cápsula
hepática y nódulos satélites.
-Shunts arterioportales:
En las técnicas de imagen se identifican como focos hipercaptantes en fase arterial que
se pueden asociar a hiperdensidad en fase arterial de una rama portal. En la fase portal
la lesión va perdiendo señal o intensidad hasta hacerse inidentificable.
Página 12 de 48
Un tercio de los pacientes presentan afectación hepática en forma de nódulos y masas
vasculares, alteración del tamaño y realce de las estructuras vasculares debido a los
shunts vasculares y alteraciones geográficas de la perfusión hepática.
-Hemangioma cavernoso:
Están compuestos por canales vasculares con grados variables de estroma fibroso y su
origen es un desorden de la angiogénesis.
Con doppler es poco frecuente obtener registros en el interior de la lesión debido al flujo
lento que presentan. Sin embargo existe una forma de hemangioma de alto flujo en el
que se pueden obtener registro vasculares, arterias dilatadas e inversión del flujo portal.
Estos hemangiomas de alto flujo son más frecuentemente hipoecogénicos y muestran
anillo hiperecogénico.
Página 13 de 48
grandes lo pueden hacer de forma incompleta y presentar zonas de ausencia de realce
central (Fig. 21 on page 37).
En RM son lesiones hipointensas en T1 y muy hiperintensas en T2, con una señal similar
a la de un quiste (Fig. 22 on page 38). En los hemangiomas grandes la cicatriz central
es marcadamente hipointensa en T1 e hiperintensa en T2. El patrón de realce es muy
similar al de la TC (Fig. 23 on page 39).
-Angiosarcoma:
El realce con el contraste es variable en fase arterial y puede ser central o periférico
y en general es heterogéneo. De forma menos frecuente es un realce similar al del
hemangioma cavernoso.
-Hemangioendotelioma epiteliode:
Página 14 de 48
El tumor se puede presentar con dos patrones distintos:
-Lipoma:
-Angiomiolipomas:
Además de grasa presentan musculo liso y vasos por lo que se identifican áreas sólidas
sin grasa hipervasculares.
Página 15 de 48
-Mielolipoma:
-Esteatosis focal:
En ocasiones la estatosis puede manifestarse como una lesión focal hepática que
característicamente mostrará caida de señal en la secuencia de fase opuesta al
presentar grasa intracelular (Fig. 27 on page 43).
Linfoma:
Metástasis:
Página 16 de 48
Fig. 1: Quiste hepático simple, único y de gran tamaño localizado en el lóbulo
hepático derecho. Lesión ovalada de pared fina, contenido anecogénico y refuerzo
sónico posterior en ecografía (flechas rojas). En RM el contenido del quiste es
homogéneo, hipointenso en secuencias potenciadas en T1 (flecha verde) e hiperintenso
en secuencias potenciadas en T2 (flechas naranjas).
Página 17 de 48
Fig. 2: Quiste hidatídico tipo IIa. Masa quística en lóbulo hepático izquierdo. Tanto en
ecografía (A), como en RM con secuencias potenciadas en T2 (B), T1 (C) y T1 con
contraste iv. (D), se identifican membranas en el interior de la lesión por desgarro de
la endoquística.
Página 18 de 48
Fig. 3: Quiste hidatídico tipo IIb. Masa multiquística con quistes hijos que ocupan la
totalidad del quiste madre dando la apariencia de existir setos en el interior de la lesión.
A) Imagen de ecografía. B) Corte axial de RM con secuencia potenciada en T2. C) y D)
Cortes axiales de RM con secuencias potenciadas en T1 sin y con contraste intravenoso.
Página 19 de 48
Fig. 4: Radiografía simple (A) y TC de abdomen (B) en el que se identifica un quiste
hidatídico con calcificación de su pared (tipo III).
Página 20 de 48
Fig. 5: Hamartomas de los duchos biliares. Múltiples lesiones de aspecto quístico,
hipertensas en T2 (A), con ausencia de realce tras la administración de contraste iv (B)
que muestran restricción de la difusión (C).
Página 21 de 48
Fig. 6: Sarcoma hepático embrionario. TC en el que se observa una gran lesión quística
con pared que realza tras la administración de contraste iv (puntas de flecha), localizada
en el lóbulo hepático derecho. En el interior del tumor se identifican burbujas de gas
(flechas) secundarias a necrosis intratumoral.
Página 22 de 48
Fig. 7: Abscesos hepáticos por vía portal en paciente con peritonitis apendicular. En
la TC de abdomen con contraste iv se identifican varias lesiones quísticas de distintos
tamaños con pared gruesa que se realza tras la administración de contraste iv.
Página 23 de 48
Fig. 8: Absceso hepático subcapsular. Colección quística con pared gruesa que realza
tras la administración de contraste iv tanto en la TC de abdomen (A) como en
las secuencias T1 con contraste iv (B). El interior de la colección es heterogéneo,
discretamente hiperintenso en T2 (C) y muestra áreas de restricción de la difusión (D).
Página 24 de 48
Fig. 9: HNF, masa localizada en el lóbulo hepático derecho, ligeramente hipointensa
en T1 (A), isointensa en T2 (B), con realce ligeramente menor que el de el parénquima
hepático normal (C). En difusión la lesión es isointensa (D) y en todas las secuencias se
identifica una cicatriz central hipointensa en secuencias T1 e hipertensa en secuencias
T2.
Página 25 de 48
Página 26 de 48
Fig. 10: Nódulos de regeneración en paciente con tratamiento previo de quimioterapia
por sarcoma. En ecografía (1a) se identifican con dificultad dos nódulos isoecogénicos
con un tenue halo hipoecogénico. Ambas lesiones captan contraste de forma intensa en
fase arterial tanto en TC (1b y 1c) como en RM, posteriormente se produce lavado en
fase portal y de equilibrio (2b y 2c).
Página 27 de 48
Página 28 de 48
Fig. 11: Adenoma. TC en fase arterial y portal en el que se identifica una masa localizada
en el lóbulo hepático derecho con intenso realce parcheado en fase arterial y lavado en
fase portal. En el interior de la lesión puede verse además un nódulo de densidad grasa.
Página 29 de 48
Página 30 de 48
Fig. 13: Hepatocarcinoma. Masa en lóbulo hepático derecho con captación en fase
arterial y lavado en fase portal. Se identifica una cápsula hipodensa.
Página 31 de 48
Fig. 15: Estudio dinámico con contraste del paciente de la figura 14. Lesión isointensa
con una semiluna hipointensa secundaria a la presencia de grasa intratumoral en la
secuencia T1 con supresión de la señal de la grasa (A). Tras la administración de
contraste intravenoso se observa realce intenso en fase arterial (B), con lavado en fase
portal (C). La cápsula tumoral realza de forma progresiva en la fase portal (C) y de
equilibrio (D).
Página 32 de 48
Fig. 16: Hepatocarcinoma. Lesión hiperintensa en difusión (D) que realza en fase arterial
(A), con lavado en fase portal (B) y captación progresiva de la cápsula tumoral en fase
portal (B) y de equilibrio (C).
Página 33 de 48
Fig. 17: Colangiocarcinoma intrahepático. Lesión ligeramente hiperintensa en T2 (1 y
2) con retracción capsular. La masa es isointensa en secuencia T1 (3) con captación
leve de contraste en fase arterial (4), manteniendose hiperintensa en fase portal (5) y
de equilibrio (6).
Página 34 de 48
Fig. 18: Secuencias T1 con supresión de la señal de la grasa y tras administración de
contraste. Se observa captación nodular y periférica de las lesiones en fase arterial (1).
Se observa realce precoz del sistema venoso portal (2). Aumento de calibre del tronco
celiaco (flecha) debido al shunt arterioportal (3).
Página 35 de 48
Fig. 19: Enfermedad de Rendu-Osler-Weber. Se observan grandes masas vasculares
hipointensas en T1 (A) e hiperintensas en difusión (B) y T2 (C) secundarias a la
confluencia de varias telangiectasias. Tras la administración de contraste existe un
importante realce de la lesión.
Página 36 de 48
Fig. 20: Imagen típica del hemangioma cavernoso en ecografía. Lesión focal
hiperecogénica de borde polilobulado y bien delimitado.
Página 37 de 48
Fig. 21: Hemangioma cavernoso gigante en TC. Gran masa con captación periférica
intensa y nodular de contraste y zona interna hipodensa.
Página 38 de 48
Fig. 22: Hemangiomatosis múltiple. Se identifican gran cantidad de angiomas hepáticos
marcadamente hipertensos tanto en T2 como en difusión.
Página 39 de 48
Fig. 23: Hemangioma cavernoso, estudio dinámico. Se observa el patrón de realce
característico de los hemangiomas con captación periférica, precoz e intensa y relleno
centrípeto progresivo.
Página 40 de 48
Fig. 24: Angiosarcoma. Paciente etiquetado inicialmente de angioma hepático. En el
estudio dinámico inicial de RM tras hallazgo casual de una lesión focal en ecografía, se
observa captación periférica intensa y nodular en fase arterial (A), con relleno centrípeto
en fase portal (B) y de equilibrio (C). En TC de control (D) realizado un año después se
observa una clara progresión de la lesión con aparición de múltiples lesiones satélites.
Página 41 de 48
Fig. 25: Hemangioendotelioma epitelioide. Típica apariencia en diana, con zona central
hiperintensa en T2 (1 y 3) e hipointensa en T1 (4). Se observa restricción de la difusión
en el anillo periférico (2).
Página 42 de 48
Fig. 26: Hemangioendotelioma epitelioide. Estudio dinámico. Se observa captación
periférica y progresiva de contraste en fases arterial (2), portal (3) y de equilibrio (4).
Figura 1, secuencia T1 basal sin contraste.
Página 43 de 48
Fig. 27: Esteatosis focal. Lesión focal hepática que muestra caída de señal en las
secuencias con supresión grasa (A y B) y en la secuencia de fase opuesta (D) con
respecto a la secuencia en fase (C) lo que índica la presencia de grasa intracelular.
Página 44 de 48
Fig. 28: Metástasis hepática. Lesión focal heterogénea con realce de contraste en fase
portal y de equilibrio.
Página 45 de 48
Fig. 29: Metástasis de tumor carcinoide. Lesiones focales hepáticas hipervasculares con
zona central hipodensa por necrosis.
Página 46 de 48
Conclusiones
El diagnóstico diferencial de una lesión focal hepática es muy variado. Con frecuencia la
ecografía es la primera técnica de imagen utilizada para su caracterización, pero tanto
la TC como la RM permiten obtener información de la composición interna de la lesión
y de su comportamiento vascular por lo que se han convertido en indispensables en el
manejo de estos pacientes. Los nuevos contrastes hepatoespecíficos de RM aumentan
aún más la capacidad de esta técnica para la caracterización de las lesiones.
Bibliografía
Cystic Focal Liver Lesions in the Adult: Differential CT and MR Imaging Features
Koenraad J. Mortelé, Pablo R. Ros. RadioGraphics, 2001, Vol.21: 895-910
Página 47 de 48
Rha SE, Lee MG, Lee YS, et al. Nodular regenerative hyperplasia of the liver in Budd-
Chiari syndrome: CT and MR features. Abdom Imaging 2000;25(3): 255-258
Página 48 de 48