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Matteo Ricci,

el misionero sabio
Matteo Ricci y otros jesuitas veían en la ciencia occidental
un argumento para la conversión de China.
Esta estrategia fracasó, y no sin consecuencias en los siglos posteriores

Dagmar Schäfer

E
l teorema de Pitágoras se enseña hoy en auténticos resultados de aquel intercambio
los colegios. En el siglo xvii era ya bien científico, el balance es muy distinto: la es-
conocido por los sabios de Europa. Pero trategia de Ricci fracasó.
no en China. Llevarlo allá fue el gran mérito
del padre jesuita Matteo Ricci (1552-1610), Los primeros cristianos de China
CONCEPTOS BASICOS cuyo alumno Xu Guangqi presentó en 1603 al La tentativa misionera jesuita no fue la prime-
prefecto de Shangai, para efectuar unos cálcu- ra, ni tampoco la última. Hacia el siglo viii d.C.
Q A finales del siglo XVI,
los acerca del curso de un río, un método se establecieron en el noroeste de China algunas
misioneros jesuitas
que compaginaba el procedimiento tradicional comunidades nestorianas exiliadas. El nestoria-
italianos llegaron a China.
Matteo Ricci fue uno de
chino con el teorema de Pitágoras. Con ello nismo, culto cristiano originado en Constan-
ellos. Esperaba que el
dio a conocer por primera vez en China la tinopla, era para Roma una herejía. Habían
saber científico occidental fórmula griega. caído aquellas comunidades en el olvido hacía
avalara que la religión Ricci vivía desde hacía veinte años en el mucho para cuando unos misioneros fundaron
verdadera era la cristiana. “Imperio del medio”. Su misión: la cristiani- el episcopado de Pekín en 1307; eran los días
zación de la élite política e intelectual. Como de la dinastía mongola Yuan (1271-1368), to-
Q Introdujo en China el miembro de la Compañía de Jesús, fundada en lerante con otras religiones.
teorema de Pitágoras
1534 por Ignacio de Loyola (1491-1556), dis- Sesenta años más tarde, en 1368, los Ming
y los mapamundis. Sin
frutaba de una excelente formación en física, se hicieron con el poder. Poco después, los
embargo, las élites chinas
geografía, alquimia, matemáticas y astronomía. extranjeros ya no eran bien vistos. Hay que
no valoraron en mucho
la ciencia occidental de
Su actividad misionera se regía por una idea: decir que el almirante Zheng He, en las pri-
aquella época.
los paganos, impresionados por las conquistas meras décadas de la dinastía, partió con una
científicas y técnicas de Europa, tendrían que flota gigantesca para explorar, pero a partir de
Q La idea de misión preva- reconocer la superioridad de la fe católica. 1433 el interés del emperador por otras culturas
leció entre los jesuitas Durante un siglo siguieron los jesuitas esta desapareció. Los Ming no aislaron completa-
mientras comunicaban estrategia. Tradujeron textos matemáticos y mente su imperio, tal como a veces se dice;
sus conocimientos a los astronómicos a la lengua china escrita y lle- no obstante, los contactos se limitaron como
chinos. Fue contraprodu-
varon a China aparatos astronómicos y armas mucho al comercio: una gran parte de la plata
cente: el cristianismo no
europeas. Hasta hace pocos años, a Matteo que portugueses y españoles ganaban en las
se extendió por China y
Ricci y sus sucesores se los tenía por acertados colonias americanas la entregaban a cambio de
esa supeditación a una
religión foránea fue una
transmisores del saber de Occidente a Asia. productos chinos de lujo. Cuando los jesuitas
traba para que los orienta-
Sin embargo, el cristianismo no consiguió la comenzaron su trabajo en 1582, ya no existía
les, convencidos además propagación que buscaban. Más aún, no se im- en China ninguna comunidad cristiana.
de que la superioridad puso en la China una ciencia según el modelo Las perspectivas no parecían malas para
intelectual era suya, europeo; sus intelectuales mantuvieron durante los jesuitas. Los sabios chinos mostraban por
aceptasen la ciencia de siglos una desconfianza hacia el pensamiento entonces un gran interés por la investigación
Occidente. occidental. A la luz de las modernas ciencias en la agricultura, la geografía, la astronomía,
de la cultura que investigan críticamente los las matemáticas o la botánica, es decir, en los

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campos del saber en los que eran expertos
aquellos eruditos misioneros. Benjamin Elman,
de la Universidad de Princeton, especialista en
Asia oriental, interpreta esto como la expresión
de una crisis; algunos sabios protestaban contra
un sistema educativo centrado en las interpre-
taciones filosófico-filológicas y la ética.
El historiador Timothy Brook, antes en
la Universidad de Toronto, se inclina por la
creciente actividad comercial de la sociedad
como causa de la nueva tendencia. Algunos
productos empezaron a fabricarse en grandes
cantidades y de manera más eficiente en ta-
lleres especializados. Ya no los consumían sólo
las clases altas. Con ello creció el comercio
interior, los bienes materiales ganaron impor-
tancia y hubo un cambio de valores.
Un tercer motivo de la nueva orientación
de los sabios fue también que los emperado-
res de finales del siglo xvi descuidasen cada
vez más sus deberes y que el aparato estatal
se estuviese derrumbando. Muchos intelec-
tuales criticaban el escaso conocimiento de
los soberanos en las cuestiones prácticas. El
interés de Xu Guangqi, alumno de Ricci, por
la agronomía, las matemáticas y la astronomía
(tres disciplinas enseñadas entonces con fines
prácticos) corresponde a esa tendencia intelec-
tual que a la llegada de Ricci se encontraba
en pleno apogeo.
Con todo, no se lo ponían fácil. Los extran-
jeros no habían sido nunca recibidos con los
brazos abiertos. Las autoridades permitieron
sólo esporádicamente que los primeros jesuitas
Alessandro Valignano (1539-1606) y Miche-
le Ruggieri (1543-1607) tuvieran algún trato
PINTURA DE EMMANUELE YU WEN-HUI, 1610; CORTESIA DEL INSTITUTO MATTEO RICCI, MACERATA/Spektrum der Wissenschaft

con la población. Sólo cuando Ruggieri, en


1582, comenzó a instruir a todos los misio- pidió
idió finalmente
l t una traducción
t d ió all chinohi y 1. SACERDOTE, CARTOGRAFO
neros —entre ellos también el recién llegado Ricci preparó un mapa en el que Asia estaba Y ASTRONOMO, el jesuita
Ricci— en la lengua y la cultura chinas, pudo dividida en cien países distintos, aunque China Matteo Ricci (1552-1610) fue
establecer la orden una residencia permanen- ocupaba el puesto más importante. Europa para los historiadores durante
te en Zhaoqing. Con todo, esta ciudad es- la dividió en setenta estados, con Italia en el mucho tiempo un intermediario
taba situada en el sur del imperio, lejos del lugar visiblemente más destacado. Africa estaba entre la ciencia occidental y el
centro del poder político de Pekín. Tuvieron compuesta por cien países y América, como imperio chino. Sin embargo,
que transcurrir aún veinte años para que los era corriente entonces, aparecía dividida en su obra y la de sus sucesores
jesuitas obtuvieran el permiso de establecerse dos mitades, septentrional y meridional. Para se valora hoy de forma mucho
en la capital. las indicaciones geográficas y para los nombres más crítica.
que eran corrientes en Europa, Ricci eligió
Mapamundis para la propaganda transcripciones fonéticas.
Saber a cambio de fe. ¿Cómo concebía este El mapa allanó el camino a los jesuitas
intercambio Matteo Ricci? ¿Cómo pretendía hacia la capital. Allí, le satisfizo al emperador
impresionar a la élite espiritual y política? Uno Zhu Yijun (reinó entre 1573 y 1619), más
de los medios más conocidos a que recurrió conocido con el nombre de su período de
era un mapamundi que tenía colgado en casa. reinado, Wanli. En 1603 ordenó una edición
El mismo lo había confeccionado partiendo de en ocho tablas, cada una de dos metros de
los mapas de Mercator (1569) y de Ortelius largo por medio metro de alto. Cinco años
(1570). Lo que más fascinaba a sus visitantes más tarde encargó una representación en seda,
era que la China estuviese rodeada por tierras compuesta de doce partes, y en 1609 acabó
más extensas y que el mundo se dividiera en Ricci otra versión en dos tablas. Se puede
cinco continentes. El prefecto de Zhaoqing decir que, cuando el emperador hizo colocar

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éstas a su izquierda y a su derecha, los jesuitas logía ideada por Ricci. Hoy sabemos que los
entraron en la Corte. El mismo Ricci designó chinos tenían para muchos de aquellos lugares MATTEO RICCI, LI ZHIZAO, MAPA GEOGRAFICO DEL MUNDO, PEKIN 1603; CORTESIA

el mapamundi como “lo mejor y más útil que sus propios nombres, sin relación alguna con
en aquel tiempo podía realizarse para acercar las transcripciones fonéticas del misionero. Al
a China nuestra santa fe”. menos desde el séptimo viaje del almirante
DEL INSTITUTO MATTEO RICCI, MACERATA/Spektrum der Wissenschaft

¿No exageraba un poco? Aunque cada vez Zheng He, entre 1405 y 1433, muchos países
más sabios copiaban su mapamundi, su in- de la zona asiática estaban ya bien documen-
fluencia seguía siendo escasa. Según Cordell D. tados. Ricci sabía poco de eso, de ahí que se
K. Yees, del Colegio de San Juan de Maryland, inventase nuevos nombres.
experto en historia de la cartografía, sólo unos
pocos cartógrafos chinos adoptaron su me- Modelo sin instrucciones
todología y contenidos, y por lo general de Sin duda hay que preguntarse si algún as-
manera incompleta. De este modo, en 1697 pecto metodológico influyó en la cartografía
el sabio Wang Qi incluyó en su obra “Sancai china. Wang Qi y otros adoptaron la división
tuhui” (recopilación ilustrada de los tres do- occidental del mundo en un entramado de
minios, Cielo, Tierra, Hombre) un mapa en longitudes y latitudes, pero sobre un funda-
el que copiaba los modos de representación mento distinto. Vieron una analogía con las
de los jesuitas, aunque sin emplear la termino- 28 casas de la Luna de su sistema astronó-

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mico. Proyectar sobre la Tierra un sistema siguieron colocando los puntos geográficos 2. LA CONFECCION DE MAPA-
de coordenadas celestes concordaba con los significativos según su dirección y distancia MUNDIS era un arte descono-
ideales chinos de simetría. Ricci insistió en en un marco cuadrado. Este método basta- cido en China. Pese a que se le
esa asociación con la esperanza de una ma- ba para las distancias cortas que interesaban pidieron a Matteo Ricci muchos
yor aceptación de la técnica occidental. Sin en aquella época, en las que la curvatura de ejemplares —aquí una edición
embargo, con tal interpretación el verdadero la Tierra carecía de importancia. Además, la a la acuarela para la corte impe-
fin de las coordenadas quedaba en segundo mayoría de los sabios creía que la Tierra era rial—, la obra no le reportó el
plano. Se las copió, pero no se las utilizó para un disco. reconocimiento esperado
lo que se las había concebido, determinar las Tan sólo unos treinta años después de la
distancias y la posición absoluta. llegada de Ricci, su hermano de Orden Fer-
Aun sin este problema, el modelo occidental dinand Verbiest (1623-1688) llevó también la
de cartografía tampoco hubiese cuajado, ya que técnica occidental de confección de mapas a
Matteo Ricci proporcionó a los chinos una la Corte. Aunque entre tanto había pasado
muestra, pero no les enseñó cómo proyectar a reinar en China la dinastía manchú Qing, de
sobre un plano la topografía de la superficie nuevo los intelectuales mostraron poco interés.
curvada de la Tierra de manera matemática- Se manifestaba así, según la opinión de la
mente correcta. No debían de reconocer en sinóloga Harriet Zurndorfer, de la Universidad
su proceder anterior una desventaja, así que de Leiden, un problema cultural de fondo.

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China otorgaba a la ciencia europea un escaso los anteriores Ming, los soberanos Qing renun-
valor. Esto concuerda con las quejas de Ricci, ciaron a expandirse más allá del espacio asiático
quien lamentaba la altanería del Imperio con oriental. Dentro de su esfera de intereses, las
respecto a otros países, en la creencia de que relaciones geográficas se conocían suficiente-
“el mundo entero era bárbaro y sin cultura en mente bien. Sólo cincuenta años después de
comparación con el Imperio”. Pero también Ricci pudo otro jesuita, Dominique Parrenin
el jesuita no estaba menos convencido de la (1665-1759), convencer al emperador Kangxi
superioridad de la cultura europea en general, de combinar la ciencia cartográfica occidental y
y de los italianos en el campo de las matemá- la china. El goteo constante horada la piedra:
ticas en particular. Lo comprobamos cuando el emperador había sido instruido en su juven-

INSTITUTO MAX PLANCK DE HISTORIA DE LA CIENCIA, BERLIN/Spektrum der Wissenschaft


dejó escrito, al principio de su traducción al tud por Verbiest. Siguiendo modelos previos
chino de la geometría de Euclides: “Mi muy chinos, los misioneros confeccionaron mapas
alejado país de Occidente sobrepasa en mucho, detallados del Imperio y de sus zonas fronte-
aunque no por sus dimensiones geográficas, a rizas. De este modo surgió el atlas de Kangxi,
sus vecinos por un método analítico estricto, que abarcaba el saber de ambas culturas.
en el que se basa para estudiar los fenómenos En los siglos xvi y xvii los mapas signifi-
3. EL GLOBO CELESTE DE VER-
de la Naturaleza”. caban, tanto para los chinos como para los
BIEST sigue hoy colocado sobre Algunos logros de la ciencia europea, espe- europeos, algo más que una simple imagen
la plataforma de observación cialmente la cartografía, no sirvieron exclusi- del mundo. Para Matteo Ricci, su mapamundi
del antiguo observatorio, en vamente para fines honorables, sino para su fue originariamente una forma de meditación
medio de un barrio comercial de utilización militar. Con todo, para el empe- sobre su peregrinaje a través del continente
Pekín. La constelación del Gran rador chino esto tampoco era un argumento. euroasiático. Además, el mapa ilustraba las
Carro (a la derecha) tenía en La publicación de la imagen más exacta de extensiones que aún debían ser investigadas
China una importancia especial: accidentes geográficos muy alejados tenía para y evangelizadas. Por otra parte, los jesuitas
transportaba al mítico hijo del un pueblo de jinetes como el manchú escasa utilizaban los mapas para instruirse en un arte
cielo. relevancia estratégica. Del mismo modo que mnemotécnico de tradición medieval.

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Ricci instruyó a jóvenes chinos en la técnica El misionero pensaba que esta mnemo-
del “palacio de la memoria”, en palabras de técnica, o arte de la memoria, y los conoci-
Jonathan Spence, experto en historia china mientos matemáticos y alquímicos ayudarían
de la Universidad de Yale. Consiste en ima- a que la misión jesuítica se propagase. Esta
ginarse edificios reales o ficticios en cuyas creencia casaba con el ideal europeo de una
estancias se depositan informaciones según estructura del saber donde la memorización,
reglas establecidas. Estas estancias se unen combinada con otras habilidades numéricas
mentalmente mediante “accesos”, vestíbulos y el mundo secreto de la alquimia, otorgaba
y escaleras que no son más que vínculos lógi- a los adeptos, junto con la religión, el poder
cos, emocionales o asociativos. Así se erigían de influir en su destino. Hay que decir aquí
edificios del saber, espacios o paisajes que alma- que el jesuita se encontró con unos oídos
cenaban las informaciones y las organizaban. predispuestos, ya que el arte de la memo-
rización pertenecía a la instrucción clásica
Escuela superior de los funcionarios y era aprendida desde la
del arte mnemotécnico niñez. Algunos clásicos, como el Libro de los
Ricci intentó durante muchos años acercar esta ritos (Liji), el Libro de las transformaciones
función de su mapa a los chinos convertidos (Yijing) y las charlas de Confucio (Lunyu),
a la fe cristiana; también a los visitantes con proporcionaban el punto de referencia de la
un interés científico. Que esto servía para la escolarización memorística.
tarea misionera lo ponen de manifiesto los El sistema de los jesuitas se basaba en el
textos con informaciones religiosas que el sa- canon bíblico de Occidente. Por ello no es
cerdote deslizaba. Explicaba, por ejemplo, que de extrañar que incluso los sabios de más alto
Italia meridional y central eran los territorios rango afirmaran despectivamente que el “sis-
del Papa, “quien vive en celibato y se dedica tema de Ricci no constituía ninguna ayuda,
exclusivamente a la religión católica”, y el sig- ya que presuponía per se una gran capacidad
nificado de Jerusalén para la Iglesia. de memoria”.

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Sus sucesores no tendrían ningún interés como emperador la legitimación para reinar, en
en rectificar las consideraciones de los chinos: cuanto intermediario entre el Cielo y la Tierra.
la mnemotécnica acabó perdiendo su impor- El cómputo del tiempo, que se basaba en la
tancia en Europa. observación del cielo, también se incluía en
esta categoría. Con todo, el calendario chino
Malentendidos astronómicos no se había puesto al día desde 1281, mien-
El filósofo Francis Bacon (1561-1626) también tras que en Europa ya se había realizado la
calificó aquella mnemotécnica de farragosa y reforma gregoriana. Los jesuitas construyeron
excesiva; no veía ninguna ventaja en ligar el y regalaron relojes de sol, medidores mecáni-
saber a una técnica gráfica. Entonces, ¿por qué cos del tiempo e instrumentos astronómicos.
conserva Ricci la fama de haber sido un inter- Esto despertó la atención de la élite mucho
mediario del saber entre Occidente y Oriente? más que la cartografía o la mnemotécnica.
Con él y con la misión de los jesuitas en China La idea fructificó, y en 1597 el emperador
empezó un intercambio de pensamiento entre permitió a Matteo Ricci viajar a la capital,
las dos culturas hasta entonces inexistente, Sin para saber más del arte de los extranjeros. La
embargo, es notorio que la idea de misión invasión de Corea por los japoneses creó, sin
permaneció en muy primer término y con- embargo, un clima hostil a los extranjeros y
dujo a muchos malentendidos, que duraron obligó a los jesuitas a huir. Cuando en 1601
establecieron finalmente su residencia en la
capital, el misionero se puso como objetivo
conseguir la entrada de los jesuitas en la oficina
del calendario.
La gran oportunidad vino en 1629, 18
años después de la muerte de Matteo Ricci.
Su alumno Xu Guangqi, que entre tanto había
ocupado el influyente puesto de vicepresi-
dente en el ministerio de los ritos, organizó un
concurso entre astrónomos. Hizo calcular un
eclipse de Sol según los métodos tradicionales
de los chinos, que seguían los métodos de los
musulmanes que se establecieron hacía tiempo
en China, y según el de los europeos. El último
resultó más exacto. Desde entonces, un grupo
de jesuitas y de sabios chinos, bajo la dirección
de Xu Guangqi, construyó instrumentos astro-
nómicos y tradujo obras de filosofía natural
y de matemáticas occidentales.

Inmigrantes eruditos

MUSEO DE HISTORIA CHINA, PEKIN; CORTESIA DEL INSTITUTO MATTEO RICCI, MACERATA/Spektrum der Wissenschaft
Lo que para los jesuitas debió de aparecer
como una brecha en la muralla, no tuvo por
el lado chino tanto valor. El reclutamiento de
europeos no significó en absoluto el recono-
cimiento de un déficit, ya que el consultar a
expertos extranjeros en el cómputo del ca-
lendario y en la observación de estrellas tenía
una larga tradición. Durante la dinastía Tang
(618-907) estos puestos eran del dominio
4. EL EMPERADOR KANGXI siglos, en el terreno del pensamiento científico de los astrónomos indios, y los soberanos
(1654-1722) empleó al jesuita natural. Así fue sobre todo en lo tocante a la mongoles de la dinastía Yuan (1271-1368)
Ferdinand Verbiest como astró- transmisión de saberes en los pocos campos en reclutaron para la tarea a persas y asiáticos
nomo, cartógrafo y metalúrgico
los que, hasta hace poco, se creía que se tuvo centrales preferentemente. En comparación
sin apenas contraprestaciones.
éxito: la astronomía y las matemáticas. con estos empleados extranjeros, los jesuitas
Ya en 1594, el ministro de ritos Wang salían peor parados, ya que ofrecían su conoci-
Honghui, que a menudo había sido huésped miento sin obtener una contrapartida concre-
de la misión de Zhaoqing, indicó a Ricci que ta. Por ejemplo, la dirección de un instituto
en China se valoraba mucho la astronomía, de astronomía permaneció en las manos de
ya que se consideraba que los eclipses de Sol musulmanes durante la dinastía Ming.
y de Luna eran presagios importantes. Sólo La situación mejoró para los jesuitas única-
quien podía predecirlos correctamente tenía mente cuando la dinastía Qing tomó el poder

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en toda la China, ya que los manchúes, ellos de sal, en Europa desconocidos en gran medi-
mismos extranjeros en China, querían legiti- da. La porcelana china documentaba, además, La autora
mar sus pretensiones de poder lo antes posible una habilidad en la preparación de cerámica Dagmar Schäfer es sinóloga e
por medio de un calendario exacto. Los jesuitas que a los alquimistas europeos de entonces les historiadora de la ciencia. Estudió
no sólo disponían del mayor conocimiento caía muy lejano. en la Universidad de Würzburg.
astronómico, sino que además se esperaba de No tardó mucho en fracasar la misión de Investigó hasta 2006 en la de
Pennsylvania y dirige actualmente
ellos una mayor lealtad que de los sabios chi- los jesuitas con su principio de que había
un grupo de trabajo sobre “Tra-
nos. Esto permitió al padre Adam Schall von que intercambiar ciencia por fe, conforme a diciones culturales del desarrollo
Bell (1591-1669) acceder en octubre de 1644 la idea prioritaria de misión. ¿Por qué tuvo, técnico en China desde el siglo XV
al influyente puesto de director de la oficina por ejemplo, la traducción de la “Geometría hasta el XIX” en el Instituto Max
astronómica en la corte Qing. de Euclides” que hicieron Matteo Ricci y Xu Planck de Historia de la Ciencia,
en Berlín.
Sin embargo, esta dinastía tampoco hizo Guangqi tan poca influencia en la matemática
muchas concesiones. Más bien explotó a aque- china? El sabio Mei Wending (1633-1721)
llos extranjeros. Schall hubo de proporcionar describió el estilo de Euclides unos cincuenta
también sus conocimientos occidentales para la años después de la primera publicación como
fundición de cañones ligeros. Hasta el final de “difuso y sobrecargado, con demasiados deta-
su vida, ese hombre dedicado a Dios produjo lles innecesarios”. Aún más dañina era su ase-
más de 500 cañones de cuarenta libras; publicó veración de que los autores “habían prescrito
su saber en un tratado chino sobre “los funda- además una religión que no concordaba con
mentos de la fabricación de armas de fuego”. nuestras tradiciones y costumbres”. Cuanto
A pesar de ello, cuando Schall evangelizó por más vinculaban los jesuitas sus conocimientos
decreto a los subordinados de su oficina, le a la idea de misión y los utilizaban para ella,
acusaron de espionaje, y en 1664 incluso de tanto más recelosos se tornaban los sabios
incompetencia científica. Los jesuitas y la ma- chinos.
yoría de los conversos al Cristianismo fueron Jacques Gernet, sinólogo de la Universidad
desterrados a Cantón. de París, cree que a los chinos les era total-
El sucesor de Schall, el ya mencionado Fer- mente extraña la idea de vincular los saberes
dinand Verbiest, consiguió gracias a su saber sobre el mundo con la religión. Para ellos
astronómico un nuevo permiso de residencia existía sólo un tiempo y una física, indepen-
en la Corte. De todos modos, tuvo que pro- dientes de las creencias personales. Se puede
ducir también cañones y armas de fuego de decir que el principio de la transformación
mano. Verbiest puso finalmente a los sobera- perpetua, con sus dos coordenadas extremas
nos manchúes, desde el punto de vista carto- del Ying y el Yang, describía el mundo, desde
gráfico, al nivel más avanzado de Occidente. el punto de vista chino, de modo neutro en
Fue además el único jesuita que consiguió cuanto a la religión se refiere. Los jesuitas, por
acceder a las estancias más íntimas del em- el contrario, supeditaron la ciencia al dogma
perador. Instruyó al joven emperador Kangxi religioso. Paradójicamente, la Orden estaba ya
(1654-1722, reinó a partir de 1661) en la preparada para asumir los cálculos de Nicolás
geometría euclídea y en trigonometría esférica, Copérnico (1473-1543) o de Galileo Galilei
agrimensura y astronomía. y utilizarlos para confeccionar el calendario,
El regente supo cómo utilizar a Verbiest en pero al mismo tiempo rechazaba las conse-
beneficio del estado sin darle nada a cambio. cuencias de una concepción heliocéntrica del
Le hizo montar prismas, perfeccionar sistemas mundo por motivos religiosos. Instruían a los
de palancas, construir relojes de sol. A decir astrónomos chinos en el cálculo de las órbitas
verdad, el misionero resultó ser sorprendente- planetarias, pero en cambio no decían que esas
mente creativo. Calculó órbitas planetarias e fórmulas se basaban en el supuesto de que el
inventó el primer vehículo movido por vapor. Sol, y no la Tierra, ocupaba el centro. Los je-
Los sabios chinos, sin embargo, ignoraron sus suitas encontraban tanta más resistencia cuanto
descubrimientos e inventos, ya que los con- más firmemente ligaban las ideas religiosas al
sideraban simples juguetes para distraer a los intercambio científico o pretendían que en
soberanos. las fórmulas matemáticas se manifestaba un
principio divino, es decir, cristiano.
Recelo frente a Euclides
Los experimentos alquímicos de Ricci tampoco Falsas connotaciones
despertaron al principio gran interés científico El intento de Matteo Ricci de asimilar las dos
entre los chinos; más bien fueron conside- culturas fue con toda seguridad problemáti-
rados una curiosidad. Los científicos chinos co. Si hubiera confrontado los matemáticos
disponían desde hacía tiempo de excelentes chinos con los términos griegos y los latinos,
conocimientos en metalurgia, en la fabricación en vez de traducirlos a la lengua del país, se
de papel y de seda, así como en la obtención habrían evitado muchos malentendidos. Desde

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5. ENTRE LOS INSTRUMENTOS el principio, Ricci eligió términos chinos que podían relacionar ya con el todo occidental
DE BRONCE del observatorio tenían más de una acepción. La noción de de donde procedían.
se encontraba este sextante. axioma matemático, es decir, de hecho to- Con ello no sólo fracasó el tercer intento
Servía para medir ángulos verti- mado como seguro, la tradujo mediante la de establecer el cristianismo en China, sino
cales y horizontales y horizonta- palabra gonglun. El conocía bien su signifi- que además los jesuitas contribuyeron deci-
les, y entre dos estrellas. cado: “criterio común”. Escogió este término sivamente a que el Imperio y sus herederos
pensando que una opinión común supone rechazaran la ciencia occidental por ser incom-
también un reconocimiento general. Pero se patible con la tradición china. A las muchas
le escapó otra connotación: gonglun significa decisiones de los misioneros que más tarde
también “asunto discutido por la generalidad”, resultaron fatales, acompañó la obcecación
es decir, lo contrario que unos hechos tomados de los jesuitas en considerar a China, a pesar
como ciertos. No hay que extrañarse, pues, de su alta producción de sal, su metalurgia,
de que las generaciones siguientes utilizaran sus telares de seda, su sabiduría médica y sus
principalmente la matemática occidental sólo conocimientos de filosofía natural, como una
para mejorar la china, como en el importan- especie de país en vías de desarrollo.
te campo tradicional de las conversiones de Tampoco la misión británica de Macartney, INSTITUTO MAX PLANCK DE HISTORIA DE LA CIENCIA, BERLIN/Spektrum der Wissenschaft

unidades y deformación de superficies. Con que viajó a China en 1792 para lograr una
la asimilación selectiva y la acomodación cul- apertura del comercio, consiguió mejores re-
tural, se perdieron muchas cosas. Así, faltaba sultados. Los emisarios británicos llevaban en
en ediciones posteriores de Euclides en chino su equipaje un planetario, un telescopio, un
la estructura general deductiva: en lugar de barómetro y una réplica de una máquina de
introducir fórmulas mediante construcciones vapor, pensando en la fascinación que la cien-
geométricas, se trataba a éstas como objetos cia occidental produciría sobre una “cultura
Bibliografía dados, casi como cantidades mensurables. atrasada”. A ello el emperador chino contestó:
complementaria Convenía al modo chino tradicional de re- “Nunca hemos valorado demasiado oscuros
MATTEO RICCI: EUROPA AM HOFE presentación, pero no aclaraba el nuevo. objetos, ni tenemos el más mínimo interés en
DER MING. Dirigido por Filippo Según el sinólogo Michael Lackner, de Er- lo que vuestro país tiene que ofrecer. Vuestra
Mignini. Catálogo para la langen, después de que los jesuitas tuvieran que pretensión de conseguir el permiso de resi-
exposición del mismo nombre abandonar China definitivamente en 1744, dencia en nuestra capital para un emisario
en el Museo de Cultura Asiáti-
ca, Berlín. Ediciones Gabriele
decayó la importación científica, hasta redu- vuestro no sólo es contraria a nuestras leyes,
Mazzotta; Milán, 2005. cirse a pequeñas contribuciones testimoniales: sino que tampoco representa ninguna ventaja
informaciones que parecían chinas y no se para nuestro país”.

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