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el misionero sabio
Matteo Ricci y otros jesuitas veían en la ciencia occidental
un argumento para la conversión de China.
Esta estrategia fracasó, y no sin consecuencias en los siglos posteriores
Dagmar Schäfer
E
l teorema de Pitágoras se enseña hoy en auténticos resultados de aquel intercambio
los colegios. En el siglo xvii era ya bien científico, el balance es muy distinto: la es-
conocido por los sabios de Europa. Pero trategia de Ricci fracasó.
no en China. Llevarlo allá fue el gran mérito
del padre jesuita Matteo Ricci (1552-1610), Los primeros cristianos de China
CONCEPTOS BASICOS cuyo alumno Xu Guangqi presentó en 1603 al La tentativa misionera jesuita no fue la prime-
prefecto de Shangai, para efectuar unos cálcu- ra, ni tampoco la última. Hacia el siglo viii d.C.
Q A finales del siglo XVI,
los acerca del curso de un río, un método se establecieron en el noroeste de China algunas
misioneros jesuitas
que compaginaba el procedimiento tradicional comunidades nestorianas exiliadas. El nestoria-
italianos llegaron a China.
Matteo Ricci fue uno de
chino con el teorema de Pitágoras. Con ello nismo, culto cristiano originado en Constan-
ellos. Esperaba que el
dio a conocer por primera vez en China la tinopla, era para Roma una herejía. Habían
saber científico occidental fórmula griega. caído aquellas comunidades en el olvido hacía
avalara que la religión Ricci vivía desde hacía veinte años en el mucho para cuando unos misioneros fundaron
verdadera era la cristiana. “Imperio del medio”. Su misión: la cristiani- el episcopado de Pekín en 1307; eran los días
zación de la élite política e intelectual. Como de la dinastía mongola Yuan (1271-1368), to-
Q Introdujo en China el miembro de la Compañía de Jesús, fundada en lerante con otras religiones.
teorema de Pitágoras
1534 por Ignacio de Loyola (1491-1556), dis- Sesenta años más tarde, en 1368, los Ming
y los mapamundis. Sin
frutaba de una excelente formación en física, se hicieron con el poder. Poco después, los
embargo, las élites chinas
geografía, alquimia, matemáticas y astronomía. extranjeros ya no eran bien vistos. Hay que
no valoraron en mucho
la ciencia occidental de
Su actividad misionera se regía por una idea: decir que el almirante Zheng He, en las pri-
aquella época.
los paganos, impresionados por las conquistas meras décadas de la dinastía, partió con una
científicas y técnicas de Europa, tendrían que flota gigantesca para explorar, pero a partir de
Q La idea de misión preva- reconocer la superioridad de la fe católica. 1433 el interés del emperador por otras culturas
leció entre los jesuitas Durante un siglo siguieron los jesuitas esta desapareció. Los Ming no aislaron completa-
mientras comunicaban estrategia. Tradujeron textos matemáticos y mente su imperio, tal como a veces se dice;
sus conocimientos a los astronómicos a la lengua china escrita y lle- no obstante, los contactos se limitaron como
chinos. Fue contraprodu-
varon a China aparatos astronómicos y armas mucho al comercio: una gran parte de la plata
cente: el cristianismo no
europeas. Hasta hace pocos años, a Matteo que portugueses y españoles ganaban en las
se extendió por China y
Ricci y sus sucesores se los tenía por acertados colonias americanas la entregaban a cambio de
esa supeditación a una
religión foránea fue una
transmisores del saber de Occidente a Asia. productos chinos de lujo. Cuando los jesuitas
traba para que los orienta-
Sin embargo, el cristianismo no consiguió la comenzaron su trabajo en 1582, ya no existía
les, convencidos además propagación que buscaban. Más aún, no se im- en China ninguna comunidad cristiana.
de que la superioridad puso en la China una ciencia según el modelo Las perspectivas no parecían malas para
intelectual era suya, europeo; sus intelectuales mantuvieron durante los jesuitas. Los sabios chinos mostraban por
aceptasen la ciencia de siglos una desconfianza hacia el pensamiento entonces un gran interés por la investigación
Occidente. occidental. A la luz de las modernas ciencias en la agricultura, la geografía, la astronomía,
de la cultura que investigan críticamente los las matemáticas o la botánica, es decir, en los
el mapamundi como “lo mejor y más útil que sus propios nombres, sin relación alguna con
en aquel tiempo podía realizarse para acercar las transcripciones fonéticas del misionero. Al
a China nuestra santa fe”. menos desde el séptimo viaje del almirante
DEL INSTITUTO MATTEO RICCI, MACERATA/Spektrum der Wissenschaft
¿No exageraba un poco? Aunque cada vez Zheng He, entre 1405 y 1433, muchos países
más sabios copiaban su mapamundi, su in- de la zona asiática estaban ya bien documen-
fluencia seguía siendo escasa. Según Cordell D. tados. Ricci sabía poco de eso, de ahí que se
K. Yees, del Colegio de San Juan de Maryland, inventase nuevos nombres.
experto en historia de la cartografía, sólo unos
pocos cartógrafos chinos adoptaron su me- Modelo sin instrucciones
todología y contenidos, y por lo general de Sin duda hay que preguntarse si algún as-
manera incompleta. De este modo, en 1697 pecto metodológico influyó en la cartografía
el sabio Wang Qi incluyó en su obra “Sancai china. Wang Qi y otros adoptaron la división
tuhui” (recopilación ilustrada de los tres do- occidental del mundo en un entramado de
minios, Cielo, Tierra, Hombre) un mapa en longitudes y latitudes, pero sobre un funda-
el que copiaba los modos de representación mento distinto. Vieron una analogía con las
de los jesuitas, aunque sin emplear la termino- 28 casas de la Luna de su sistema astronó-
Inmigrantes eruditos
MUSEO DE HISTORIA CHINA, PEKIN; CORTESIA DEL INSTITUTO MATTEO RICCI, MACERATA/Spektrum der Wissenschaft
Lo que para los jesuitas debió de aparecer
como una brecha en la muralla, no tuvo por
el lado chino tanto valor. El reclutamiento de
europeos no significó en absoluto el recono-
cimiento de un déficit, ya que el consultar a
expertos extranjeros en el cómputo del ca-
lendario y en la observación de estrellas tenía
una larga tradición. Durante la dinastía Tang
(618-907) estos puestos eran del dominio
4. EL EMPERADOR KANGXI siglos, en el terreno del pensamiento científico de los astrónomos indios, y los soberanos
(1654-1722) empleó al jesuita natural. Así fue sobre todo en lo tocante a la mongoles de la dinastía Yuan (1271-1368)
Ferdinand Verbiest como astró- transmisión de saberes en los pocos campos en reclutaron para la tarea a persas y asiáticos
nomo, cartógrafo y metalúrgico
los que, hasta hace poco, se creía que se tuvo centrales preferentemente. En comparación
sin apenas contraprestaciones.
éxito: la astronomía y las matemáticas. con estos empleados extranjeros, los jesuitas
Ya en 1594, el ministro de ritos Wang salían peor parados, ya que ofrecían su conoci-
Honghui, que a menudo había sido huésped miento sin obtener una contrapartida concre-
de la misión de Zhaoqing, indicó a Ricci que ta. Por ejemplo, la dirección de un instituto
en China se valoraba mucho la astronomía, de astronomía permaneció en las manos de
ya que se consideraba que los eclipses de Sol musulmanes durante la dinastía Ming.
y de Luna eran presagios importantes. Sólo La situación mejoró para los jesuitas única-
quien podía predecirlos correctamente tenía mente cuando la dinastía Qing tomó el poder
unidades y deformación de superficies. Con que viajó a China en 1792 para lograr una
la asimilación selectiva y la acomodación cul- apertura del comercio, consiguió mejores re-
tural, se perdieron muchas cosas. Así, faltaba sultados. Los emisarios británicos llevaban en
en ediciones posteriores de Euclides en chino su equipaje un planetario, un telescopio, un
la estructura general deductiva: en lugar de barómetro y una réplica de una máquina de
introducir fórmulas mediante construcciones vapor, pensando en la fascinación que la cien-
geométricas, se trataba a éstas como objetos cia occidental produciría sobre una “cultura
Bibliografía dados, casi como cantidades mensurables. atrasada”. A ello el emperador chino contestó:
complementaria Convenía al modo chino tradicional de re- “Nunca hemos valorado demasiado oscuros
MATTEO RICCI: EUROPA AM HOFE presentación, pero no aclaraba el nuevo. objetos, ni tenemos el más mínimo interés en
DER MING. Dirigido por Filippo Según el sinólogo Michael Lackner, de Er- lo que vuestro país tiene que ofrecer. Vuestra
Mignini. Catálogo para la langen, después de que los jesuitas tuvieran que pretensión de conseguir el permiso de resi-
exposición del mismo nombre abandonar China definitivamente en 1744, dencia en nuestra capital para un emisario
en el Museo de Cultura Asiáti-
ca, Berlín. Ediciones Gabriele
decayó la importación científica, hasta redu- vuestro no sólo es contraria a nuestras leyes,
Mazzotta; Milán, 2005. cirse a pequeñas contribuciones testimoniales: sino que tampoco representa ninguna ventaja
informaciones que parecían chinas y no se para nuestro país”.