¿Cuál es la relación que existe entre la música, la danza y la sexualidad?
La música se ha convertido en un elemento necesario para desarrollar diferentes
actividades y enaltecer o bajar la autoestima. Las personas suelen escoger ritmos o canciones que reflejen sus sentimientos, sus vivencias y/o deseos, por ejemplo, cuando se está despechado la música popular y en ocasiones el vallenato, como aquellos denominados “corta venas”, se convierten en el compañero más fiel. Moverse al ritmo de la música libera endorfinas, contribuye a la producción de feromonas, relaja los músculos y afianza la seguridad interior, es por esto que para algunas parejas la música es un elemento que no puede faltar en los encuentros sexuales, porque permite reactivar la pasión y el deseo por el otro convirtiéndose en un estimulante para llegar al clímax con una satisfacción total.
Martha Mejía, psicóloga de la Universidad Nacional, sexóloga de la Universidad de
Barcelona y socia fundadora de la Clínica de Sexología Medicalsex, afirma que “cuando bailamos hay una mayor irrigación sanguínea, los genitales no son la excepción. Y al ser ésta tres veces más de lo normal, los vasos se dilatan y junto con las endorfinas hacen que la persona esté en mejor disposición para la seducción”. La sexualidad está asociada a lo sensorial, es por ello que Mejía considera que los elementos sexuales más potentes son los cinco sentidos y la piel ya que el baile involucra el contacto físico, la mirada, el olfato, sonidos y hasta el sabor, además genera libertad y confianza en uno mismo, dos características fundamentales para el sexo.
En efecto existe una relación entre el baile y el sexo. Según un artículo de
HSBnoticias, una persona puede sentirse atraída por otra por su forma de bailar. Este hecho se debe a que los humanos somos seres primarios y, al igual que un animal puede cortejar a otro con una danza en la época de apareamiento, nosotros somos capaces de encontrar a nuestra pareja sexual de la misma forma, aquí cabría resaltar una frase muy clásica entre grupos de amigos, “si baila bien lo hace bien”. Las conexiones entre cuerpo, formas musicales y dancísticas, y sexualidad, son construcciones culturares, pero es importante que estas construcciones no sólo tengan lugar en el cuerpo, sino que lo atraviesen, tratándose de un cuerpo que no es infinitamente maleable. Según la sexóloga Ana de Calle el baile “es una manera de insinuarse, un preámbulo del sexo, y las relaciones sexuales son un tipo de danza. Es algo divertido, es como un ensayo que recrea el “juego previo” a las relaciones sexuales y supone un coqueteo constante. Además, es un estimulante del estado de ánimo. Bailar requiere gracia, pasión, entrega, atreverse a hacer cosas nuevas” https://www.elespectador.com/vivir/bailar-para-mejorar-la-vida- sexual-articulo-691442