Sie sind auf Seite 1von 8

DIFICULTADES Y ACIERTOS DE LOS PLANES DE DESARROLLO EN

COLOMBIA

INTEGRANTES:

Lina María Correa Zapata


Johan Santiago Cardona Echeverri
Wbeimar Osorio Henao
Sebastian Cardona

PLANEACION DEL DESARROLLO

DOCENTE: Martha Cecilia Duque Salazar

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA TERRITORIAL

PREGRADO

2019
Marco conceptual

Uno de los factores más importantes en las dinámicas de los países latinoamericanos
es el desarrollo, abordado desde una perspectiva de la velocidad del cambio en las
formas de producción, empleo, demanda, comercio, distribución de los bienes y los
ingresos entre la población, la educación, la salud y demás niveles sociales. En el caso
colombiano este factor se ejecuta a través de los planes de desarrollo entendido este
como: “El documento que sirve de base y provee los lineamientos estratégicos de las
políticas públicas formuladas por el Presidente de la Republica a través de su equipo de
gobierno. Su elaboración, socialización, evaluación y seguimiento es responsabilidad
directa del DNP (Departamento Nacional de Planeación)”.
Por ser uno de los factores más importante dentro del país requiere que sea cumplido
a cabalidad y que el diagnostico que se haya realizado integre todas las necesidades de
la población. A continuación, tomaremos en cuenta algunas críticas tanto negativas y
positivas del plan nacional de desarrollo del año 2010 al 2014 “Prosperidad para todos”
y del año 2014 al 2018 “Todo por un nuevo país”.
Dado lo anterior, tomamos a consideración la alocución realizada por el Senador
Robledo en la Universidad Uniguajira el 01 de abril de 2011, en la cual hace una crítica
certera al Plan Nacional de Desarrollo “prosperidad para todos” del gobierno de Juan
Manuel Santos. En primer lugar, Robledo Hace referencia a épocas pasadas,
exactamente del Gobierno de Simón Gaviria, argumentando que fue el predecesor de los
planes de desarrollo que sumieron en la decadencia el desarrollo colombiano, los cuales
estaban basados en impulsar la globalización neoliberal y de libre comercio y, que 20
años después las bases de los posteriores planes de desarrollo tenían la misma esencia.
Una de las características de estos planes de desarrollo, expone Robledo, estaban
basados en tratados de libre comercio desiguales y perjudiciales con los Estados Unidos,
que terminaron por devastar la economía colombiana, y que estas lógicas de desarrollo
no eran convenientes para un país en vía de desarrollo como el nuestro.
Ahora bien, en su segundo Punto, Robledo se centra en el Plan de Desarrollo (2010-
2014) y hace referencia a su estructura que estaba basada en 4 grandes puntos:
Construcción de vivienda, sector agropecuario, minería y ciencia y educación. A su vez
visibiliza una problemática en esta estructura de plan de desarrollo, pues asegura que
dejaba fuera grandes sectores como la industria y las exportaciones, que son pilares
fundamentales para el desarrollo de un país. Por consiguiente, desvía su discusión hacia
otras problemáticas relacionadas con el Modelo económico del país, el cual en palabras
suyas “es un modelo perverso” pues está basado en la extracción de recursos, tales como
la minería, el petróleo entre otros. Termina aludiendo al Gobierno de Juan Manuel Santos,
argumentando que estos mismos pretenden que la minería sea el que haga el mayor
jalonamiento de la economía, cuando en realidad otros sectores son los que deberían
estar haciendo esa tarea, como el agropecuario y el industrial. Dando por terminada su
alocución, Robledo expone acerca del tema de la salud en el plan de desarrollo e indica
que cada vez más el Estado quiere privatizar la salud, convirtiéndola no en un Derecho
sino en un negocio e inclusive que se estaban sentando las bases para la privatización
en grandes proporciones de la educación en el país.

A continuación, se presenta un panel realizado el 9 de febrero de 2015 en el programa


la controversia del canal capital, donde en esta ocasión se habla del plan nacional de
desarrollo “todos por un nuevo país” 2014 - 2018. cada uno de los invitados dieron sus
distintas opiniones sobre este tema, entre los que estaban Claudia López Senadora del
partido verde, Edward Rodríguez representante a la cámara del centro democrático,
Jorge Enrique Robledo Senador del polo democrático y Cesar Caballero quien dirige un
centro de investigación análisis, encuestas, cifras y conceptos.
En primer lugar, Claudia López expone algunos puntos a favor, por ejemplo, comparte
que las prioridades de este plan sean la educación, equidad y la paz; la educación
entendida como el instrumento principal para cumplir el resto de las metas, también
manifiesta que el plan tuvo un espacio de debate y de consulta regional muy importante
y muy valioso, y que planeación hizo un esfuerzo sincero por recoger información para
así nutrir el plan. Lo más novedoso que expone es el tema sobre el cierre de brechas
regionales, que no se muestra en si cuando se va hacer, pero es un paso importante en
el enfoque metodológico allí presentado, es bueno que se piense en ejecutar, evaluar la
inversión en función de cerrar estas brechas territoriales y sociales.
Pero así mismo menciona lo que le parece peor del plan, donde opina que hay una
desarticulación entre las partes, ya que las bases son poesía pero que el articulado
parece un plan de negocios privado, pregunta ¿a quién le están creando negocios y por
qué? Sugiere al gobierno unos foros de discusión por temas, para que estos se estudien
con profundidad y que se les de la importancia que merecen.
El panelista Edward Rodríguez, continua su opinión diciendo que hay mucha
descoordinación entre el plan nacional de desarrollo anterior, y que primero se debió
estudiar sobre que metas se lograron en este y que metas no se lograron para
continuarlas, pero que no hay continuidad en las políticas públicas lastimosamente y que
esto conlleva a un atraso. La recomendación que da al gobierno es que aterrice el plan
nacional de desarrollo a las necesidades regionales, que generen unas métricas donde
puedan estudiar si pueden cumplir con las metas o no.
El senador Jorge Enrique Robledo, concentra su opinión en que el plan empezó mal,
por el recorte de dinero que se debió hacer, y que se debe tener en cuenta que en realidad
ha empezado una crisis económica grave en Colombia. Hizo énfasis en algunos de los
artículos como, por ejemplo, el que hace referencia a que el plan contenga 136 exigencias
de la OCDE (La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) dice que
este es un aparato de las grandes potencias económicas de Estado Unidos cuyo fin no
es hacer felices a los colombianos, y que por ello hay tanto negocio dentro del plan.
Manifiesta que prosperidad y equidad son cuentos, porque en este plan están
golpeando a la gente con mayores impuestos mayores costos de salud etc. En general
dice que cualquier cosa no pueden incluir en el plan de desarrollo, que hay artículos mal
planteados. Al final dice que el sistema está montado, solo pide sinceridad de las cifras.
Y por último el cuarto panelista Cesar Caballero, da puntos positivos al plan, uno de
ellos es la consulta que se realizó por regiones, recogiendo así información para tenerla
en cuenta, alude al tema de crecimiento verde para protección de humedales
restringiendo la minería en esos lugares, aprecia la parte de fortalecimiento del agro y de
la industria. Y ve con muy buenos ojos el método utilizado en este que es por resultados.
La Minería en las bases del Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para
todos” 2014 - 2018 (Jorge Espitia)
Este es otro de los temas aludidos en esta serie de perspectivas relacionadas con el
PND, pero en este caso, el autor se dirige expresamente sobre el tema de la minería
como base fundamental financiera y presupuesta del Plan Nacional de Desarrollo del año
(2014-2018) del gobierno de Juan Manuel santos. El autor da inicio a su ensayo sobre
esta problemática con un diagnóstico actual del sector Minero (hidrocarburos, carbón,
oro, entre otros) trayendo a colación la expresión del gobierno, el cual reconoce que “los
altos niveles de precios internacionales, el desarrollo de nuevas tecnologías, las
exenciones tributarias promover la inversión fueron responsable de su crecimiento” no
sin advertir por qué los encadenamientos hacia adelante y hacia atrás con los diferentes
sectores de la economía son mínimos o insignificante. A su vez, hace notar que la
participación del sector minero energético en el PIB pasó del 9,7 % en 2006-2009 al 11,2
% en el periodo 2010-2013, lo cual derivó, según palabras del mismo a que la Minería se
convirtiera en uno de los motores principales de la economía del país. Este tema le da
pie al autor para entrar a criticar al gobierno y a su plan de desarrollo, por pretender
financiar con este sector, programas de gobierno orientado a la construcción de paz con
mayor equidad y mayor educación (Bases del plan de desarrollo 2014-2018). La base de
sus críticas está fundamentada en un concepto claro que indica que el gobierno no puede
pretender apostar por esos objetivos tan importantes para el país, en base a un sector
que hasta ahora ha demostrado ser una actividad poco amigable con el medio ambiente
y el desarrollo social local. Incluso afirma que, este sector es tomador de rentas del
Estado por vía de las extensiones fiscales y generador de tensiones locales en aspectos
cruciales como: el uso del suelo, el agua y las consultas con las comunidades indígenas
y afros, entre otras. Por consiguiente, deja en evidencia al sector minero, demostrando la
destorcida que tenían en su momento los precios de los minerales, lo que implicaba un
déficit financiero del PND, por la vía del Presupuesto General de la Nación y a su vez en
las entidades territoriales, lo cual profundizaba la problemática. Basado en lo anterior,
el autor trae de nuevo a la mesa un tema crucial, como lo es la financiación de las
necesidades sociales y de los Acuerdos de la Habana, los cuales desde su óptica no
pueden depender del precio internacional del petróleo, ni del carbón, ni del oro, ni del
níquel.
Por último, ataca certeramente al Estado en materia de regalías, por ser promotor de
discursos gubernamentales que le hacen creer al ciudadano promedio que estas son un
pago que las empresas mineras le hacen al Estado y no la bonificación que obtiene el
Estado como dueño del subsuelo, o sea, insinuar que las empresas públicas y privadas
que hacen minería, son los aportantes de los recursos es una gran mentira, que se le
quiere vender a los ciudadanos.
A manera de conclusión se citan textualmente las palabras del autor en relación con
el PND: “para garantizar un crecimiento equilibrado es fundamental incrementar la
capacidad de la economía para ajustarse a las mejoras, los términos de intercambio y
aumentar la tasa de ahorro”.
Opinión Grupal

La siguiente es una opinión consensuada realizada por los integrantes de este grupo
universitario, en concordancia con lo que hemos analizado de los diferentes foros,
entrevistas y ensayos consultados dentro de la guía de actividades del módulo
“planeación del desarrollo”. Está estructurada en 3 grandes puntos: en primer lugar, el
modelo económico, como causante del desfinanciamiento de los Planes de Desarrollo;
en segundo lugar, las brechas sociales entre los departamentos; en tercer lugar, la
privatización de la educación y la salud como bases fundamentales de estos planes de
desarrollo.
Nuestra crítica al modelo económico como causante del déficit financiero para los
planes de desarrollo, está basada en el fallo monumental de los organismos estatales
que nos vendieron en su momento la idea de que la internacionalización de la economía
iba a ser la redención de un país como el nuestro. Más allá del resultado actual, ya sin el
subsidio que representó en su momento la bonanza de los altos precios del petróleo, el
panorama en esta época era complicado para el intento de salir del subdesarrollo. A su
vez, los Acuerdos de TLC parecían ser el salvavidas de nuestra decadente economía,
pero resultaron ser lo contrario, ni se crearon los centenares de miles de empleos
proyectados, ni aumentaron las exportaciones. Ahora bien, del fracaso del modelo
neoliberal pasamos a un modelo de minería extractiva de venta de nuestros recursos
naturales, sobre todo teniendo como base de este el petróleo. El tema se pone aún más
grave a nuestro modo de ver, cuando el Estado pretendió hacer depender el bienestar y
desarrollo del país de un producto que no teníamos. Porque está más que probado que
nuestras reservas tenían un horizonte de explotación de 7 años. A esto le sumamos el
olvido en estos periodos de gobierno de Juan Manuel Santos de los otros sectores de la
economía que eran los llamados a jalonear la economía y el desarrollo del país, por
ejemplo, el sector agroindustrial, que no tuvo cabida en la economía del país, pues estuvo
en manos de ministerios que no desarrollaron políticas públicas agrarias Macro, sino que
se dedicaron a financiar proyectos que no tenían relevancia. Como resultado teníamos
una economía sin encadenamientos que dieran soporte a estos planes de desarrollo.
Otra de las críticas que hacemos a estos dos Planes de desarrollo está basada en la
concentración del desarrollo en Colombia, visto desde todos los niveles, tanto social,
como salud, económico y educativo. Es evidente que existe una brecha entre los
diferentes departamentos del país. No puede ser que haya más desarrollo en unos que
en otros. Las falencias están dadas desde nuestra óptica, en la tendencia del gobierno a
no querer escuchar ni entender las necesidades de estos departamentos mantenidos al
margen del desarrollo, pues si bien estos planes de desarrollo buscan unificar al país
hacia un mismo objetivo, en la práctica sucede todo lo contrario. Por último, concordamos
en que una de las bases de estos planes de desarrollo buscaba privatizar tanto la
educación como la salud, cuyas consecuencias ya tenían precedentes en nuestra región,
entre las que estaban enriquecer corporaciones privadas, pero además de ello
terminarían convirtiendo lo que en esencia debería ser un Derecho en un negocio
perverso.
En conclusión, opinamos que "Bases del Plan Nacional de Desarrollo ´Prosperidad
para Todos´" (2010-2014) y PND (2014-2018) “todos por un nuevo país” fueron
documentos de alta calidad técnica, que contenían un diagnóstico algunas veces lúcido
sobre el punto de arranque y las tendencias que determinaban las posibilidades y los
límites de una estrategia de desarrollo integral para Colombia, pero en que en el camino
fueron torciendo su rumbo, influenciado muchas veces por los organismos políticos y
porque la base, que era nuestro modelo económico, no se prestaba para financiar todas
las políticas incluidas en ellos.

Disertación

La lógica más elemental diría que un país subdesarrollado o en vías de desarrollo


debería adoptar un modelo de desarrollo basado en la planeación y la intervención del
Estado para superar esa etapa. Colombia, debe cambiar el paradigma que por
numerosas décadas ha implementado en el país, gobierno tras gobierno, de regirse
_hablando en materia económica_ por el imperio del mercado, utilizar la apertura y libre
competencia como bandera económica y pretender conquistar los mercados externos
gracias a los famosos TLC. De manera paralela debe eliminar progresivamente aquellas
políticas públicas, que pretendieron amarrar la suerte del país al petróleo y la extracción
de recursos naturales y que a su vez no obedecieron al llamado que se hacía desde todos
los sectores de la academia, el poder legislativo y la opinión pública, que advertían que
el país no tenía un horizonte de explotación mayor a una década. Estas políticas que aún
siguen rigiendo, frenan cada vez más el necesario desarrollo que debería estar teniendo
el país. En concordancia con lo anterior, se hace necesario revertir esa tendencia
negativa del desarrollo en el país, con planes de desarrollo que verdaderamente impacten
los problemas y necesidades de todos los ciudadanos.

Estos Planes de Desarrollo, desde nuestra óptica, deben estar orientados en primer
lugar como base fundamental del cambio hacia un verdadero desarrollo del país, en
implantar un nuevo modelo económico, basado como decíamos en el inicio del texto en
más intervencionismo del Estado, suplantando de raíz el modelo extractivo y neoliberal e
integrando sectores relegados al olvido como el Agrario e Industrial, que como indican
las tendencias contemporáneas, son extremadamente necesarios para países como el
nuestro, con poco margen de explotación de recursos naturales. Porque sencillamente
Colombia se urbanizó antes que solucionar su problema agrario y dejó un sector rural
propicio a los conflictos, con una agricultura de baja competitividad. Hoy, la reforma
agraria cobra actualidad en Colombia porque ella no se ha hecho. Pero debe diseñarse
bajo otros parámetros, con otra institucionalidad y dentro de una verdadera estrategia de
cambio y transformación. El porqué de nuestra propuesta, está basada en el poco
presupuesto que existe para financiar los planes de desarrollo, que está ligado a esos
mínimos encadenamientos de la economía que aludimos anteriormente.
En segundo lugar, creemos que es necesario eliminar esa antilógica que determina
que al inicio de cada mandato el gobierno debe presentar un “Plan de Desarrollo”. Esa
tendencia de no tener en cuenta, que sin modelo dentro del cual insertarse, solo serán
planes de gobierno que no irían más allá del respectivo periodo. Lo que resulta
claramente en esa indeseable situación que cada nuevo mandatario invente un nuevo
Plan que se caracteriza justamente por ser diferente del anterior; por no tener continuidad
sino mostrar una nueva propuesta; por esa vaga consideración de creer que con su
ingreso comienza una nueva era. Lo esencial sería que existiera un referente al cual
ceñirse, un Plan de Desarrollo a largo plazo, es decir, no caer en ese fenómeno muy
común en todas las instancias: que cada gobernador, cada ministro, cada alcalde aporta
su grano de arena a lo que termina siendo desafortunadamente un caos generalizado. O
sea, no basarnos tanto en la imagen de lo nuevo y priorizar los verdaderos resultados a
largo plazo.
En conclusión, creemos que con estos factores y propuestas reflejadas en el texto se
podría cambiar esa tendencia negativa de los Planes de desarrollo llevándonos por la
senda del verdadero Desarrollo. Porque como hemos hecho notar en anteriores
reflexiones, los Planes de Desarrollo han sido documentos de alta calidad técnica, que
reflejan en gran medida las necesidades del país y que tienen tantas cuestiones negativas
y positivas dentro de él, pero que sin un claro apalancamiento económico que financie
las políticas, programas y que a su vez no tenga una proyección a largo plazo sería difícil
lograr la susodicha meta.

Das könnte Ihnen auch gefallen