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Administración de la
Copropiedad Inmobiliaria en
Chile
INDICE
Pagina
La Ley 19.537 2
Objetivos de la Ley 3
a) El lugar de emplazamiento, es decir, dónde se pueden construir las viviendas o las propiedades
afectas a esta Ley de Copropiedad Inmobiliaria.
b) Tipos de inmueble que pueden acogerse a la normativa de la ley.
c) El Reglamento de Copropiedad en la legislación actual. (Pag8)
ALGUNAS DEFINICIONES 21
CUOTA DE ESTACIONAMIENTOS 23
1) Sesiones
2) Sesiones Extraordinarias
3) Comité de Administración
4) ADMINISTRACIÓN DEL CONDOMINIO (pag 26)
5) Funciones del Administrador (pag 26)
6) Sub-administraciones o administraciones conjuntas (pag 27)
EL REGLAMENTO DE COPROPIEDAD 28
1) Objetos
2) Impugnación del Reglamento (pag 29)
3) EJERCICIO PACÍFICO DE LOS DERECHOS (pag 29)
4) NORMAS DE COMPETENCIA (pag 30)
La Administración en el Edificio 33
Administración financiera 35
GLOSARIO 38
La Administración Inmobiliaria En Chile. Una Reseña
La Administración Inmobiliaria en Chile ha
tenido un explosivo aumento.
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que las empresas administradoras tienen el liderazgo sobre edificios institucionales,
edificios de altura, malls, Parques Cementerios y otros tipos de comunidades de gran
volumen de unidades y/o inquilinos.
La Ley 19.537
La Ley 19.537, de 16 de diciembre de 1997, denominada comúnmente como Ley de
Copropiedad Inmobiliaria, es la que regula en Chile el especial régimen de propiedad
inmobiliaria que analizaremos en estas páginas.
Antes de entrar a analizar su contenido, la Ley 19.537 tiene como objeto principal
establecer derechos y obligaciones a los copropietarios en función de los bienes comunes,
como son los ascensores, las techumbres, las fachadas, y una serie de elementos que están
incorporados en la construcción.
La Ley 19.537 regula y trata, en sus cincuenta artículos permanentes, acerca de esta
especial forma de propiedad inmobiliaria.
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copropietarios el uso y goce de las unidades de dominio exclusivo y los terrenos, espacios
de dominio común colindantes con una unidad del condominio y los bienes muebles e
inmuebles destinados al servicio de los copropietarios.
De lo anterior surge la distinción entre las unidades, bienes de dominio exclusivo y los
bienes comunes que pertenecen a todos los copropietarios.
Ella, junto con ser un importante instrumento legal, puede ser considerada, junto a otros
factores, la causante del explosivo crecimiento de esta forma de vida actual cada vez más
frecuente, que se desarrolla en los denominados condominios, -no sólo habitacionales-
puesto que -según opinan los expertos- ha facilitado la construcción de los mismos,
señalando reglas técnicas y de convivencia claras y ajustadas a la realidad inmobiliaria de
nuestros días.
Objetivos de la Ley
La Ley 19.537, de 16 de diciembre del año 1997, vino a complementar una serie de
vacíos que existían y a hacerse cargo de una nueva realidad en materia inmobiliaria.
Asimismo, pretendió refundir en un solo texto las normas que se encontraban dispersas
en diversos cuerpos legales.
Si bien todos admiten que la Ley 6071 era un excelente instrumento legal, la realidad era
muy distinta a la del año en que se publicó, 1937. Parte de ella, luego, quedó reproducida
en la Ley General de Urbanismo y Construcciones y en otros textos. Asimismo, existía un
Reglamento de Edificios y normas de competencia y procedimiento, por ejemplo,
contenidos en distintos textos.
Podemos decir, entonces, que un primer gran objetivo general fue reunir en un solo
cuerpo lo relativo a la Copropiedad Inmobiliaria, sustituyendo la legislación anterior.
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a) Así, el primer objetivo de la Ley 19.537 fue hacer más flexible el régimen de
administración que hasta entonces existía.
Este fue un objetivo muy importante, puesto que la mayor crítica que se hacía a la
legislación anterior era que se trataba de un régimen poco flexible, adecuado
a cuando nacieron las propiedades afectas a esa misma normativa - como vimos, la Ley
6.071, de 1937, - y que eran pequeños edificios habitacionales, a veces de tres o cuatro
pisos, pocos de los cuales contaban con algún local comercial en sus bajos. Sin embargo,
con el transcurso del tiempo, el régimen fue ampliándose y extendiéndose a nuevos tipos
de propiedades, oficinas, locales, sitios industriales, etc., y al mismo tiempo adquirieron
volúmenes muy grandes, porque bajo la base de tener un terreno común se estaban
construyendo grandes condominios, que constituían casi pequeñas ciudades. Por lo dicho,
la administración de esos condominios era algo sumamente complejo, que escapaba a la
posibilidad real de administrarlos, por lo que uno de los objetivos de la Ley 19.537 fue
flexibilizar el régimen de administración.
Por lo que respecta a la flexibilización del régimen administrativo, la misma Ley contiene
disposiciones que aspiran a cumplir este propósito:
Es decir, si un sector tiene servicios propios que no aprovechan a otro sector, como en el
caso del ejemplo, la placa comercial del edificio Euro Centro, entonces todos los gastos
de la placa comercial se distribuirán entre los dueños o arrendatarios de las unidades de
dicha placa, los de las oficinas, todos los ascensores y demás gastos de la torre de
oficinas y, naturalmente, habrá ciertos gastos comunes a ambos sectores, porque se trata
de un solo condominio, pudiendo existir, quizá, una administración común, arreglos de
la techumbre, etc.
La Ley contiene muchas disposiciones que enfatizan la libertad de los copropietarios para
reunirse en asambleas y darse el régimen que mejor parezca a sus intereses, cumpliendo,
eso sí, con un marco de legalidad básico. La legislación anterior abundaba en
reglamentaciones que impedían la expresión de esta voluntad.
Al hablar de lo urbano, en el inciso tercero del artículo 1?, nos referimos a lugares que
estén normados por planes reguladores o que cuenten con límite urbano, o el caso
excepcional del artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, en que si
un terreno no es urbano y se presenta a un proyecto, tiene que ser aprobado por la
municipalidad, por las autoridades del Ministerio de Vivienda y el Ministerio de
Agricultura para permitir, en cierta medida, su cambio de destino bajo exigencias que van
a establecer los propios organismos competentes.
Esta es la precisión que tiene la ley en cuanto al ámbito de aplicación relacionado con el
lugar de emplazamiento.
El condominio Tipo A es similar al que contemplaba la antigua Ley 6.071. Similar en dos
sentidos: que suponía un terreno común, o sea, podían existir uno o diez edificios, diez o
cincuenta casas, pero jurídicamente el terreno no se dividía y seguía siendo común.
Entonces, era condominio aquél en que el terreno en que se emplazaba la construcción o
las construcciones era uno solo y común. Así se caracterizaba el condominio anterior y es
actualmente se conoce como condominio Tipo A: un terreno común.
El otro elemento que configuraba, además, el condominio bajo la Ley 6.071 ( y que
configura el actual Tipo A) era que la afectación era sobre el condominio construido. No
existía, en consecuencia, condominios de terrenos.
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El condominio de la Ley 6.071 nacía con el certificado de la Dirección de Obras
Municipales respectiva que declaraba que el edificio estaba acogido a las normas de
dicha Ley y que, por consiguiente, se permitía su venta por unidades. Así, en la
legislación anterior se permitía su venta a través de casas, departamentos, oficinas,
locales, etc., que, en el fondo, constituyen unidades. Era, precisamente, esa circunstancia
- la certificación que la construcción se había ejecutado conforme a los planos y
especificaciones y normas de la Ley 6.071 y de su reglamento- la que permitía dar vida
al condominio. Es decir, una construcción tenía que estar recepcionada.
En otras palabras:
La nueva ley definió dentro de la ciudad, básicamente, dos tipos de condominios: Uno
que contempla construcciones con edificación en altura y otra que contempla una
copropiedad en el terreno.
Y, por otro lado, existirá un condominio que se forma a partir de una edificación en altura
donde, además del terreno en común, existen otros bienes comunes, como todos aquellos
que incluyen la construcción del edificio. Lo anterior es, precisamente, lo que hace la
diferencia entre ambos, puesto que en los terrenos físicos la comunidad se genera por
extensión de terrenos, a través, por ejemplo, de sectores de recreación o de bodegas en
común.
Por último, una cuestión conceptual: para facilitar la aplicación de la ley, es que ella
definió expresamente las unidades. Antes se hablaba de casas, departamentos, oficinas,
estacionamientos, bodegas, etc. Todos estos conceptos están referidos a tipificados hoy
día bajo el concepto de unidad. Todas son unidades que son parte del condominio, ya
sean condominios Tipo A o condominios Tipo B.
Dice el artículo 2?. "En esta ley se utilizará la expresión "unidad" para referirse a los
inmuebles que forman parte de un condominio y sobre los cuales es posible constituir
dominio exclusivo."
Ejemplo: fue objeto de largo debate en la Comisión de Vivienda del Senado si se podía o
no cortar el servicio eléctrico a un copropietario que no estaba en mora de dicho servicio
sino de los gastos comunes. En la Comisión se estimó que dicha suspensión era válida si
en el Reglamento de Copropiedad se señalaba, expresamente, esta facultad del corte de
los servicios eléctricos por no pago de tres o más cuotas de gastos comunes, puesto que
habría allí una aceptación o expresión de voluntad del propietario en cuanto a las
consecuencia de su incumplimiento.
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También respecto de la aplicación de las multas por infracción de determinadas
obligaciones existe una normativa similar.
Se ha señalado, razonablemente, que una materia que tiene muchas veces aspectos
domésticos, como lo son los conflictos o disputas entre vecinos de un mismo
condominio, no daría como para complejos pronunciamientos de tribunales y una
tramitación, las más de las veces larga, de juicios que, por su naturaleza particular,
requieren ser rápidos.
Así, la Ley 19.537 ha otorgado una competencia extrajudicial a las municipalidades, para
que ellas puedan actuar a requerimiento de cualquiera de los interesados, citar a un
comparendo a las partes y tratar de llegar a una solución. En caso de no lograr acuerdo,
siempre queda abierta la vía judicial.
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Asimismo, la Ley 19.537, en su artículo 34, también consulta la posibilidad de la
competencia alternativa de un árbitro arbitrador, en la esperanza que estos asuntos sean
resueltos en forma expedita. Este árbitro arbitrador podrá ser designado por la asamblea
de copropietarios y actuar, llegado el momento, a requerimiento del administrador o de
cualquier propietario, excluyéndose de su competencia, naturalmente, el cobro de los
gastos comunes.
De lo anterior surge la distinción entre las unidades, bienes de dominio exclusivo y los
bienes comunes que pertenecen a todos los copropietarios.
a. Los que pertenezcan a todos los copropietarios por ser necesarios para la existencia,
seguridad y conservación del condominio, tales como terrenos de dominio común,
cimientos, fachadas, muros exteriores y soportantes, estructura, techumbes, instalaciones
generales y ductos de calefacción, de aire acondicionado, de energía eléctrica, de
alcantarillado, de gas, de agua potable y de sistemas de comunicaciones, recintos de
calderas y estanques. (artículo 2 número 3, letra a de la Ley)
b. Aquellos que permitan a todos los copropietarios el uso y goce de las unidades de su
dominio exclusivo, tales como terrenos de dominio común diferentes a los indicados en la
letra a., como circulaciones horizontales y verticales, terrazas comunes y aquellas que en
todo o parte sirvan de techo a la unidad del piso inferior, dependencias de piso comunes,
oficinas o dependencias destinadas al funcionamiento de la administración y a la
habitación del personal (artículo 2 número 3, letra b)
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c. Los terrenos y espacios de dominio común colindantes con una unidad del condominio,
diferentes a los señalados en las letras a y b
e. Aquellos a los que se les otorgue tal carácter en el reglamento de copropiedad o que los
copropietarios determinen, siempre que no sean de aquellos a que se refieren las letras a.,
b., c. y d. precedentes (artículo 2 número 3, letra e)
Cada copropietario podrá servirse de los bienes comunes en la forma que indique el
Reglamento de Copropiedad o en la forma que corresponda según su destino, todo ello
sin perjuicio del uso legítimo de los demás copropietarios.
Estando estos bienes al servicio de los copropietarios, son todos ellos los obligados a su
mantención y reparación, por ello son todos obligados al pago de los gastos comunes.
El derecho que corresponde a cada unidad sobre los bienes de dominio común, debe
determinarse en el Reglamento de Copropiedad, atendiéndose para fijarlo, al avalúo fiscal
de la unidad. El copropietario deberá concurrir entonces al pago de los gastos comunes en
la misma proporción de su derecho de copropiedad sobre los bienes comunes, obligación
de pago que contrae por ser propietario de su unidad dentro de un condominio.
6) b. Definición:
Los gastos comunes son aquellos que, por efectuarse en beneficio de la comunidad,
deben ser soportados por todos los comuneros en la proporción que les fija el Reglamento
de Copropiedad.
1) Los gastos de administración son aquellos que se generan por causa de las
remuneraciones y cotizaciones previsionales del personal de servicio, conserje y
administrador.
2) Los gastos de mantención son los necesarios para el mantenimiento de los bienes de
dominio común, tales como revisiones periódicas de orden técnico, aseo y lubricación de
los servicios, maquinarias e instalaciones, reposición de luminarias, ampolletas,
accesorios, equipos y útiles necesarios para la administración, mantención y aseo del
condominio y otros análogos.
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3) Los gastos de reparación son los que demanda el arreglo de desperfectos o deterioros
de los bienes de dominio común o el reemplazo de artefactos, piezas o partes de éstos.
4) Por último, los gastos de uso y consumo que son los correspondientes a los servicios
colectivos de calefacción, agua potable, gas, energía eléctrica, teléfonos u otros de similar
naturaleza.
Por su parte, los gastos comunes extraordinarios son aquellos adicionales, diferentes a los
ordinarios y los que se destinan a obras nuevas comunes.
En otras palabras:
En tanto, los gastos comunes extraordinarios corresponden a los gastos adicionales a los
comunes ordinarios y las sumas destinadas a nuevas obras comunes.
Ahora bien, la obligación de pagar los gastos comunes pesa, principalmente, sobre el
propietario de cada unidad.
Esta obligación de pagar los gastos comunes posee algunas características especiales:
a) Es una obligación del propietario.
b) En caso de ser varios propietarios, esta obligación es solidaria y
c) La obligación es real respecto de la unidad.
Así, pues:
b) Obligación solidaria: El que sean solidarias entre los varios propietarios de una misma
unidad, significa que cada uno de los que participan de la propiedad de la unidad esta
obligado al pago del total de los gastos. El pago efectuado por cualquiera de ellos
extingue la obligación respecto de todos y no puede excusarse el no pago por
corresponder a otro de los propietarios, cualquiera sea el documento en que dicho
acuerdo interno conste.
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c) Obligación real: Por su parte, que sea real respecto de la unidad, significa que la
obligación de pagar gastos comunes seguirá siempre al dominio de cada unidad o a la
"cosa" ("res", en latín), aún respecto de los devengados antes de su adquisición. De ahí lo
importante de exigir un comprobante de la administración del condominio de estar al día
la unidad en el pago de los gastos comunes, previo a la adquisición de la respectiva
unidad, ya que de adquirirse una unidad con gastos comunes atrasados, el nuevo
propietario deberá pagar lo adeudado por sus antecesores sin perjuicio del derecho a
repetir en contra de éstos por lo que adeudaban.
Es labor del administrador, no sólo el cobro amistoso de los gastos comunes, sino
también su cobro judicial.
En efecto, la Ley establece que copia del Acta de la Asamblea válidamente celebrada,
autorizada por el Comité de Administración, o, en su defecto, por el Administrador, en
que se acuerden gastos comunes; tendrá mérito ejecutivo para el cobro de los mismos.
Igual mérito tendrán los avisos de cobro de dicho gastos comunes, extendidos en
conformidad al acta, siempre que se encuentren firmados por el administrador.
Existe también una efectiva posibilidad extrajudicial de apremio para el pago de los
gastos comunes: la facultad de suspender el suministro de energía eléctrica a los deudores
de gastos comunes
El artículo 5 de la Ley de Copropiedad Inmobiliaria señala los requisitos para poder hacer
efectiva esta facultad. Estos requisitos son los siguientes:
Dice el inciso segundo del citado artículo 49: "En los casos que esta ley exija que una
determinada facultad o derecho esté establecida en el reglamento de copropiedad se
presumirá tal autorización respecto de los reglamentos de copropiedad formulados con
anterioridad a la vigencia de esta ley, salvo acuerdo en contrario de una asamblea
extraordinaria de copropietarios".
d) Acuerdo del Comité de Administración. Este será el órgano que deberá, a su vez,
autorizar al administrador para efectuar el correspondiente corte del servicio eléctrico
respecto de aquellos propietarios que se encuentren morosos en el pago de tres o más
cuotas, continuas o discontinuas de los gastos comunes.
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En todo caso, como la mora produce perturbaciones económicas al condominio, frente al
incumplimiento o mora del propietario, se producen otros efectos legales que tienen por
objeto proteger los intereses de la comunidad:
2?) El propietario moroso será responsable de todo d año o perjuicio que pudiera causar
el retraso en el pago, en cuanto disminuya el valor del condominio o surja una situación
de riesgo o peligro no cubierto.
3?) Una vez demandado el pago de los gastos comunes adeudados, se entienden
comprendidas en la acción iniciada las de igual naturaleza a las reclamadas que se
devenguen durante el juicio.
Esta norma establece además que el propietario no puede instalar un taller o fábrica si la
edificación es habitacional ni emplear su piso en objetos contrarios a la moral y las
buenas costumbres. Tampoco podrá arrendar a personas de notoria mala conducta ni
provocar ruidos en horas que ordinariamente se destinan al descanso, así como tampoco
podrá almacenar materias húmedas, infectas o inflamables que puedan dañar a los otros
pisos o departamentos.
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a. El derecho sobre la cuota de los bienes comunes ( artículo 14, inciso 1?, Ley 19.537)
b. El adquiriente debe responder de las deudas por gastos comunes devengados antes de
la adquisición (artículo 4, inciso 4?, Ley 19.537)
El derecho de los copropietarios sobre los bienes comunes está regulado en el artículo 3
de la ley 19.537, que dispone que "..el derecho que corresponda a cada unidad sobre los
bienes de dominio común se determinará en el reglamento de copropiedad, atendiéndose,
para fijarlo, al avalúo fiscal de la respectiva unidad".
Desde sus orígenes, los estudiosos han tratado de explicar naturaleza jurídica de las
comunidades de copropietarios, identificándola con diversas figuras jurídicas, tales como;
la servidumbre, el cuasicontrato de comunidad, el derecho de superficie, el contrato de
sociedad, etc.
O sea, las comunidades de copropietarios son personas, desde el punto de vista del
Derecho.
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En efecto, el Código Civil, en su artículo 545, dispone que "se llama persona jurídica una
persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser
representada judicial y extrajudicialmente.
De acuerdo a la definición recién indicada, persona jurídica "es toda unidad orgánica
resultante de una colectividad organizada de personas o de un conjunto de bienes, y a la
que, para la consecución de un fin social más o menos durable y permanente, es
reconocida u otorgada por el estado una capacidad de derechos patrimoniales.".
Es decir, tendrían :
a) Capacidad Plena;
2) Un nombre;
3) Domicilio y
4) Patrimonio.
Sin entrar en una discusión jurídica, y antes de entrar al pormenor de las disposiciones de
la Ley 19.537, resulta atractivo -al menos desde el punto de vista pedagógico- imaginar a
las Comunidades de Copropietarios como "personas" o individuos distintos de las
personas que los conforman.
Sólo con ese fin -y para respetar la tesis de quienes así lo sostienen- revisemos los
atributos de esta "persona":
Celebra contratos de trabajo con el personal del edificio, tales como; mayordomo,
aseadores, nocheros, auxiliares, etc.
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Como consecuencia de lo anterior, contrae deudas con los organismos
previsionales, tales como Isapres; Administradoras de Fondos de Pensiones,
Fonasa, etc.
Contrata el seguro de incendio en los términos establecidos en el artículo 36 de la
Ley 19.537, contrayendo por tanto, compromisos de pago con las respectivas
compañías de seguros.
Celebra contratos de mantención de servicios del Edificio, tales como; ascensores,
portón automático, bombas de agua, etc., contrayendo obligaciones de pago con
los prestadores de tales servicios.
Celebra contratos de ejecución de obras, tales como; pintura del edificio,
reparación de techumbre, remodelación de espacios comunes, etc., asumiendo en
ellos obligaciones pecuniarias con terceras personas.
Contrata servicios colectivos de; agua potable, energía eléctrica, teléfono,
suministro de petróleo o gas, contrayendo en cada uno de ellos obligaciones
económicas ante terceras personas.
Celebra actos y contratos relativos a la enajenación, arrendamiento y gravamen de
los bienes de dominio común, en los términos establecidos en el artículo 14 de la
Ley 19.537.
Actúa en juicios activa y pasivamente, a través del administrador del Edificio, con
las facultades del inciso 1? del artículo 7? del Código de Procedimiento Civil, en
las causas concernientes a la administración y conservación del condominio, sea
que se promuevan con cualquiera de ellos o con terceros, en virtud de lo
establecido en el artículo 23 de la Ley 19.537.
Puede demandar judicialmente el cobro de los gastos comunes insolutos, en los
términos establecidos en el artículo 27? de la Ley 19.537.
Tiene la obligación de mantener una cuenta corriente bancaria o una cuenta de
ahorro exclusiva a nombre del condominio, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 23, inciso 3? de la Ley.
Puede invertir los fondos de reserva en instrumentos financieros que operen en el
mercado de capitales, en virtud de lo prescrito en el artículo 7?, inciso 2? de la
Ley.
La Comunidad tiene un Rol Unico Tributario otorgado por el Servicio de
Impuestos Internos.
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Los intereses y multas por el no pago oportuno de los gastos comunes (Artículo
5? de la Ley 19.537
Las multas impuestas por el Comité de Administración, por la infracción o
incumplimiento del Reglamento de Copropiedad y Ley de Copropiedad (Artículo
21)
El ingreso obtenido por la enajenación, arrendamiento, gravamen y constitución
de derechos de uso y goce exclusivo de bienes de dominio común.
El fondo de reserva, sus intereses y actualizaciones.
Siendo una tesis aún discutible desde el punto de vista jurídico, la comparación entre
Comunidades de Copropietarios y "personas" nos sirvió para aproximarnos -con motivos
pedagógicos- a algunas de las disposiciones de la Ley 19.537, las que ahora pasamos a
revisar con mayor detalle.
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Se analizan brevemente los principales contenidos de la Ley 19.537:
Aclara dicho precepto que los inmuebles que integran un condominio y sobre los cuales
es posible constituir dominio exclusivo, pueden ser viviendas, oficinas, locales
comerciales, bodegas, estacionamientos, recintos industriales, sitios y otros.
Así, sólo podrán acogerse al régimen de copropiedad inmobiliaria que consagra esta ley,
las construcciones o los terrenos con construcciones o con proyectos de construcción
aprobados, emplazados en áreas normadas por planes reguladores o que cuenten con
límite urbano, o que correspondan a proyectos autorizados conforme al artículo 55 del
Decreto con Fuerza de Ley 458, de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones, y
que cumplan con los requisitos establecidos en esta ley.
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B) ALGUNAS DEFINICIONES
La Ley distingue dos tipos de condominios, los cuales no podrán estar emplazados en un
mismo predio:
El propio artículo 2 de la Ley 19.537 define los Bienes Comunes o "de dominio común",
así como los "Gastos Comunes", según ya revisamos.
Asimismo, enfatiza que el derecho que corresponda a cada unidad sobre los bienes de
dominio común se determinará en el reglamento de copropiedad, atendiéndose, para
fijarlo, al avalúo fiscal de la respectiva unidad.
Para este efecto, los avalúos fiscales de las diversas unidades de un condominio deberán
determinarse separadamente.
Habíamos señalado que cada copropietario deberá contribuir tanto a los gastos comunes
ordinarios como a los gastos comunes extraordinarios, en proporción al derecho que le
corresponda en los bienes de dominio común, salvo que el reglamento de copropiedad
establezca otra forma de contribución.
Una de las novedades de la Ley 19.537 fue la posibilidad de sectorizar los gastos
comunes:
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Así, la Ley declara que si un condominio consta de diferentes sectores y
comprende bienes o servicios destinados a servir únicamente a uno de esos sectores, el
reglamento de copropiedad podrá establecer que los gastos comunes correspondientes a
esos bienes o servicios serán sólo de cargo de los copropietarios de las unidades del
respectivo sector, en proporción al avalúo fiscal de la respectiva unidad, salvo que el
reglamento de copropiedad establezca una contribución diferente, sin perjuicio de la
obligación de los copropietarios de esos sectores de concurrir a los gastos comunes
generales de todo el condominio, que impone el inciso primero precedente.
Veíamos que esta es una norma más equitativa que la que existía en la legislación
anterior.
Por último, recordemos que la obligación del propietario de una unidad por los gastos
comunes es real, por lo que la Ley destaca en su artículo 4? que ella seguirá siempre al
dominio de su unidad, aun respecto de los devengados antes de su adquisición.
Veíamos que cada copropietario debe pagar los gastos comunes con la periodicidad y en
los plazos que establezca el reglamento de copropiedad. Si incurriere en mora, la deuda
devengará el interés máximo convencional para operaciones no reajustables o el inferior a
éste que establezca el reglamento de copropiedad.
No se admiten excusas por parte del propietario: así, el hecho de que un copropietario no
haga uso efectivo de un determinado servicio o bien de dominio común, o de que la
unidad correspondiente permanezca desocupada por cualquier tiempo, no lo exime, en
caso alguno, de la obligación de contribuir oportunamente al pago de los gastos comunes
correspondientes.
Para ello, según lo dispone el artículo 27 de la Ley, copia del acta de la asamblea
válidamente celebrada, autorizada por el Comité de Administración, o en su defecto por
el administrador, en que se acuerden gastos comunes, tendrá mérito ejecutivo para el
cobro de los mismos. Igual mérito tendrán los avisos de cobro de dichos gastos comunes,
extendidos de conformidad al acta, siempre que se encuentren firmados por el
administrador.
Con todo, siempre existe la vía judicial. El artículo 6? de la Ley establece una norma de
competencia mucho más expedita que la que existía en la antigua legislación. Así, en los
juicios de cobro de gastos comunes, la notificación del requerimiento de pago al deudor,
conjuntamente con la orden de embargo, se le notificarán personalmente o por cédula
dejada en el domicilio que hubiere registrado en la administración del condominio o, a
falta de éste, en la respectiva unidad que ha generado la demanda ejecutiva de cobro de
gastos comunes.
F) CUOTA DE ESTACIONAMIENTOS
La Ley, en su artículo 8?, establece que los estacionamientos que excedan la cuota
mínima obligatoria serán de libre enajenación. En caso de contemplarse
estacionamientos de visitas, éstos tendrán el carácter de bienes comunes del condominio.
Así, sólo podrán acogerse al régimen de copropiedad inmobiliaria que consagra esta ley,
las construcciones o los terrenos con construcciones o con proyectos de construcción
aprobados, emplazados en áreas normadas por planes reguladores o que cuenten con
límite urbano, o que correspondan a proyectos autorizados conforme al artículo 55 del
Decreto con Fuerza de Ley 458, de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones, y
que cumplan con los requisitos establecidos en esta ley.
Por su parte, el artículo 4 del Reglamento de la Ley 19.537 es aún más explicativo:
Junto con reiterar lo dicho en la Ley, establece que para acoger un condominio al régimen
de copropiedad inmobiliaria deberán presentarse a la Dirección de Obras Municipales el
primer reglamento de copropiedad dictado por la persona natural o jurídica propietaria
del condominio, reducido a escritura pública e inscrito en el Registro de Hipotecas y
Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces respectivo y los planos del mismo.
Así, una vez verificado por el Director de Obras Municipales que el condominio cumple
con las normas exigidas por la ley y este reglamento, por la Ley General de Urbanismo y
Construcciones y su Ordenanza General, con los instrumentos de planificación territorial
y con las normas que regulan el área de emplazamiento del condominio, procederá a
extender el certificado que lo declare acogido al régimen de copropiedad inmobiliaria.
H) 1. Sesiones:
Las sesiones ordinarias se celebrarán, a lo menos, una vez al año, oportunidad en la que
la administración deberá dar cuenta documentada de su gestión correspondiente a los
últimos doce meses y en ellas podrá tratarse cualquier asunto relacionado con los
intereses de los copropietarios y adoptarse los acuerdos correspondientes, salvo los que
sean materia de sesiones extraordinarias.
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Las sesiones extraordinarias tendrán lugar cada vez que lo exijan las necesidades del
condominio, o a petición del Comité de Administración o de los copropietarios que
representen , a lo menos, el quince por ciento de los derechos en el condominio, y en ellas
sólo podrán tratarse los temas incluidos en la citación.
H) 2. Sesiones Extraordinarias:
Existen materias que, por su trascendencia, sólo podrán ser materia de sesiones
extraordinarias de la asamblea de copropietarios. El propio artículo 17 de la Ley 19.537
señala un catálogo de materias cuya decisión no puede ser liviana.
El propio artículo 17 de la Ley 19.537 establece una novedosa forma de consulta por
escrito a los copropietarios, firmada por el Presidente del Comité de Administración y por
el administrador del condominio, la que se notificará a cada uno de los copropietarios en
igual forma que la citación a Asamblea.
Por su parte, los artículos 18, 19 y 20 contienen normas- más propias de un Reglamento
que de la Ley- acerca de las citaciones a Asambleas, sus quórum y la asistencia a ellas y
sus modalidades.
H) 3. Comité de Administración:
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Dicho Comité de Administración tendrá la representación de la asamblea de
copropietarios con todas sus facultades, excepto aquellas que deben ser materia de
asamblea extraordinaria.
Este Comité de Administración estará compuesto, a lo menos, por tres personas y durará
en sus funciones el período que le fije la asamblea, el que no podrá exceder de tres años,
sin perjuicio de poder ser reelegido indefinidamente.
Será presidido por el miembro que designe la asamblea, o en subsidio, el propio Comité.
Sólo podrán ser designados miembros del Comité de Administración: a) las personas
naturales que sean propietarias en el condominio o sus cónyuges; y b) los representantes
de las personas jurídicas que sean propietarias en el condominio.
Agrega el mismo artículo 21 que para la validez de las reuniones del Comité de
Administración, será necesaria una asistencia de la mayoría de sus miembros. E incurre
en un error frecuente, al señalar que "los acuerdos serán adoptados por la mitad más uno
de los asistentes" (?si son 99 asistentes?) cuando debió decir, simplemente, más de la
mitad de los asistentes.
La Ley establece que todo condominio será administrado, con las facultades que
disponga el reglamento de copropiedad respectivo, por la persona natural o jurídica
designada por la asamblea de copropietarios, y a falta de tal designación, actuará como
administrador el Presidente del Comité de Administración.
Es así que las referencias que hace la Ley 19.537 al administrador, sólo serán para el caso
en que lo hubiere.
Las funciones del administrador son muchas y muy variadas y son todas aquellas que
emanan de la naturaleza propia de su cargo.
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No obstante ello, la Ley 19.537 prefirió mencionarlas, si bien la enumeración de las
mismas no constituye un listado taxativo. ( lo que aparece demostrado por la expresión
"tales como", que sugiere un catálogo de tareas, a modo de ejemplo)
cuidar los bienes de dominio común; ejecutar los actos de administración y conservación
y los de carácter urgente sin recabar previamente acuerdo de la asamblea, sin perjuicio de
su posterior ratificación; cobrar y recaudar los gastos comunes; velar por la observancia
de las disposiciones legales y reglamentarias sobre copropiedad inmobiliaria y las del
reglamento de copropiedad; representar en juicio, activa y pasivamente, a los
copropietarios en juicio, en las causas concernientes a la administración y conservación
del condominio, sea que se promuevan con cualquiera de ellos o con terceros; citar a
reunión de la asamblea; pedir al tribunal competente que aplique los apremios o
sanciones que procedan al copropietario u ocupante que infrinja las limitaciones o
restricciones que en el uso de su unidad le imponen esta ley, su reglamento y el
reglamento de copropiedad.
Para estos efectos, - algo que no siempre conocen- los copropietarios tendrán acceso a la
documentación correspondiente.
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J) EL REGLAMENTO DE COPROPIEDAD
Sólo en el silencio de éste -no de ausencia, pues vimos que es obligatorio para que un
condominio exista como tal y pueda acogerse al régimen de la Ley- regirán las
disposiciones de la ley 19.537 y del Reglamento de la misma Ley.
Las normas del reglamento de copropiedad serán obligatorias para toda persona que
adquiera una de las unidades que lo conforman, para sus sucesores en el dominio y, en
general, para los ocupantes a cualquier título de esas unidades.
J) 1. Objetos.
Tampoco es una enumeración taxativa (La letra k) de este precepto señala, vagamente:
"en general, determinar su régimen administrativo", por lo que, al igual que las funciones
del administrador, tampoco este listado es taxativo.)
Asimismo, una vez enajenado el 75% de las unidades que formen parte de un condominio
nuevo, el Administrador deberá convocar a Asamblea extraordinaria la que se
pronunciará sobre la mantención, modificación o sustitución de este Reglamento.
Si bien este reglamento es importante, se puede rebatir, pues los copropietarios que no
esten de acuerdo con sus disposiciones pueden recurrir a la justicia.
El artículo 31 de la Ley 19.537 consulta la posibilidad cierta que los copropietarios que se
sientan afectados por disposiciones del reglamento de copropiedad del condominio, por
estimar que ha sido dictado con infracción de normas de esta ley o de su reglamento, o
que contiene disposiciones contradictorias o que no corresponden a la realidad de ese
condominio o de manifiesta arbitrariedad en el trato a los distintos copropietarios, puedan
demandar ante el Juzgado de Policía Local correspondiente la supresión, modificación o
reemplazo de las normas impugnadas.
Dicen tales normas -o más bien desean- que los copropietarios, arrendatarios u ocupantes
a cualquier título de las unidades del condominio, deberán ejercer sus derechos sin
restringir ni perturbar el legítimo ejercicio de los derechos de los demás ocupantes del
condominio.
A riesgo de pecar de ingenuidad, la Ley prefirió declarar sus buenas intenciones. Así,
agrega:
Que las unidades se usarán en forma ordenada y tranquila y no podrán hacerse servir para
otros objetos que los establecidos en el reglamento de copropiedad o, en el silencio de
éste, a aquellos que el condominio esté destinado según los planos aprobados por la
Dirección de Obras Municipales.
La Ley dice que tampoco se podrá ejecutar acto alguno que perturbe la tranquilidad de
los copropietarios o comprometa la seguridad, salubridad y habitabilidad del condominio
o de sus unidades, ni provocar ruidos en las horas que ordinariamente se destinan al
descanso, ni almacenar en las unidades materias que puedan dañar las otras unidades del
condominio o los bienes comunes.
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Pero como nada es puramente espiritual, también consulta sanciones para los vecinos
perturbadores, si bien su aplicabilidad muchas veces se vuelve ilusoria:
Así la infracción a estos propósitos de buena y pacífica vecindad será sancionada con
multa de una a tres unidades tributarias mensuales, pudiendo el tribunal elevar al doble su
monto en caso de reincidencia. Se entenderá que hay reincidencia cuando se cometa la
misma infracción, aun si ésta afectare a personas diversas, dentro de los seis meses
siguientes a la fecha de la resolución del juez de policía local que condene al pago de la
primera multa.
L) NORMAS DE COMPETENCIA
Una interesante norma es la que señala que, en el ejercicio de estas facultades, el juez
podrá, a petición de cualquier copropietario:
a) Declarar la nulidad de los acuerdos adoptados por la asamblea con infracción de las
normas de esta ley y de su reglamento o de las de los reglamentos de copropiedad.
b) Citar a asamblea de copropietarios, si el administrador o el presidente del Comité de
Administración no lo hiciere.
c) Exigir al administrador que someta a la aprobación de la asamblea de copropietarios
rendiciones de cuentas, fijándole plazo para ello y, en caso de infracción, aplicarle la
multa a que alude la letra anterior.
d) En general, adoptar todas las medidas necesarias para la solución de los conflictos que
afecten a los copropietarios derivados de su condición de tales.
Creemos que esta letra d) final apela a la imaginación de los copropietarios y representa
un desafío para nuestros Tribunales.
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M) FACULTADES EXTRAJUDICIALES DEL MUNICIPIO
En todo caso la municipalidad deberá abstenerse de actuar si alguna de las partes hubiere
recurrido o recurriera al juez de policía local o a un árbitro.
AI pago de lo adeudado por este concepto, se aplicarán las mismas normas que rigen para
los gastos comunes.
Una norma de seguridad que no siempre se conoce y que, después, se lamenta, es la que
establece el propio artículo 35, que obliga a mantener en el archivo de documentos del
condominio un plano del mismo, con indicación de los grifos, sistemas de electricidad,
agua potable, alcantarillado y calefacción, de seguridad contra incendio y cualquier otra
información que sea necesario conocer para casos de emergencia.
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EI plan de emergencia, junto con los planos del condominio detallados según necesidad,
será actualizado anualmente por el Comité de Administración respectivo y copia del
mismo, junto con los planos, serán entregados a la unidad de carabineros y de bomberos
más cercana, las que podrán hacer llegar al Comité de Administración las observaciones
que estimaren pertinentes.
Por último, la Copropiedad Inmobiliaria puede terminar del mismo modo que se
constituyó, por decisión de los propios comuneros y nunca por mero arbitrio de la
autoridad.
Sin perjuicio de lo dicho, la asamblea podrá solicitar del Director de Obras Municipales
que proceda a modificar o a dejar sin efecto dicha declaración, debiendo, en todo caso,
cumplirse con las normas vigentes sobre urbanismo y construcciones para la gestión
ulterior respectiva y recabarse la autorización de los acreedores hipotecarios o de
los titulares de otros derechos reales, si los hubiere. Si se deja sin efecto dicha
declaración, la comunidad que se forme entre los copropietarios se regirá por las normas
del derecho común.
1. EI valor del terreno, que será el de su avalúo fiscal vigente en la fecha de la solicitud
del permiso.
2. EI valor de construcción de la vivienda, según el proyecto presentado, que se evaluará
conforme a la tabla de costos unitarios a que se refiere el artículo 127 de la ley General de
Urbanismo y Construcciones.
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Se consulta la posibilidad que los Gobiernos Regionales, las Municipalidades y los
Servicios de Vivienda y Urbanización destinen recursos a condominios de viviendas
sociales emplazados en sus respectivos territorios.
Los recursos destinados sólo podrán ser asignados con los siguientes objetos:
a) En los bienes de dominio común, con el fin de mejorar la calidad de vida de los
habitantes del condominio;
b) En gastos que demande la formalización del reglamento de copropiedad ;
c) En pago de primas de seguros de incendio y adicionales para cubrir riesgos
catastróficos de la naturaleza, tales como terremotos, inundaciones, incendios a causa de
terremotos u otros del mismo tipo, y
d) En instalaciones de las redes de servicios básicos que no sean bienes comunes.
La Administración en el Edificio
El administrar un edificio abarca un importante número de tareas, dependiendo del
tamaño del inmueble administrado.
El administrador es, por lo tanto, el experto que identifica, analiza, recomienda y pone en
práctica todo proyecto de mantenimiento o remodelación. Como es
además el responsable último de esta actividad, y no ha de ser necesariamente un
experto en todos los campos que requieren su atención, deberá apoyarse en el
asesoramiento de personal o proveedores de su confianza.
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Funciones del Administrador
Las funciones del administrador son
muchas y muy variadas, según la Ley, la
Ley 19.537 sobre Copropiedad
Inmobiliaria.
El personal de administración
Muchas de las tareas del administrador las ejecutan los empleados de su empresa. El
administrador debe verificar o supervisar continuamente tanto a los empleados de su
organización como a los proveedores de servicios y manejar la información
cruzada entre ellos de modo de mantener la coordinación general de las actividades del
edificio. En este aspecto, una comunicación clara es esencial para evaluar el trabajo y
verificar el cumplimiento de los requisitos y normas de seguridad.
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Administración financiera
Como señala la Ley 19.537, una de las funciones del administrador es, precisamente,
administrar los fondos recaudados de los inquilinos y manejar los
presupuestos operativos del edificio.
En este sentido es obligación del administrador buscar los mecanismos que le permitan
reducir costos y aumentar los rendimientos, teniendo presente la capacidad de
negociación de que está autorizado. Mensualmente deberá dar cuenta a la
comunidad de copropietarios sobre el resultado de su gestión financiera, explicando cada
uno de los diferentes egresos e ingresos y los arrastres de meses anteriores, generando
así un balance mensual de la marcha contable. Cada uno de los diferentes asientos
contables deberá estar debidamente archivados y en orden que permitan una expedita
revisión de lo integrantes del Comité de Administración.
Para estos efectos, - algo que no siempre conocen- los copropietarios tendrán acceso a la
documentación correspondiente.
Entre los documentos que deberá preocuparse que se encuentren siempre vigentes, se
puede mencionar, sólo a título ejemplar, los siguientes :
1. Reglamento de Copropiedad
2. Relación completa de propietarios y arrendatarios
3. Reglamento Interno, si existe
4. Archivo de cartas, circulares, memorándums, citaciones a asambleas, etc.
5. Archivo de Actas de Asambleas ordinarias y extraordinarias
6. Archivo del personal conteniendo contratos actualizados, fichas personales,
imposiciones, etc.
7. Recibos de Cobro de gastos comunes.
8. Archivo de Contabilidad General
9. Archivo de Ingresos y Egresos y Estados Mensuales.
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10. Libro de Novedades de Conserjerías
11. Libro de Sugerencias de los inquilinos
12. Archivo de Planes de Seguridad y Evacuación
13. Archivo de planos generales y específicos del edificio
14. Cuadro de prorrateo de gastos comunes por cada unidad
15. Archivo de correspondencia recibida y enviada
16. Póliza de Seguro de cada unidad independiente y de los espacios comunes del
edificio
17. Libro de Control de Asistencia del Personal
18. Archivo con documentos legales contables tales como:
1. Iniciación de Actividades de la comunidad
2. Nombramiento del Administrador
3. Cuenta Corriente y Cartolas
4. RUT de la comunidad
5. Presupuesto de gastos comunes
6. Balances anuales
7. Libro de Caja
8. Libro de Inventario de muebles, herramientas e implemento de la
comunidad?
9. Fichas Técnicas de todos y cada uno de los equipamientos del edificio.
Emergencias
10. Contratos de mantención de los equipos tales como calderas, ascensores,
etc.
11. Certificado de Recepción Final del Edificio
12. Especificaciones técnicas del edificio
13. Archivo de presupuestos de cada obra mayor
14. Certificado de revisiones y pruebas de la autoridad a los equipos del
edificio
15. Certificado de limpieza de tanques de agua, certificado de
funcionamiento sala de baños
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Los Condominios Sociales
Es un tipo de comunidad, el cual lo podemos entender, como los terrenos o
construcciones donde se encuentran los bienes que son de cada uno de los propietarios
(Por ejemplo: mi casa) y los bienes que son de todos (Ejemplo: los pasillos). En general,
son las construcciones en un sitio común, en términos de administración interna se ciñe a
ley de copropiedad
La autoridad pública puede destinar recursos a estos condominios, que pueden autorizarse
-de modo extraordinario-, a través de programas especiales, o por disposición de fondos
especiales municipales, de Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU) o del
Gobierno Regional (GORE).
GLOSARIO
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Poder Simple: Documento sin autorización ante notario, en que una persona le da a otra la facultad
de representarla para una gestión o trámite específico.
Sanción: Es la consecuencia jurídica que le corresponde a una persona por el incumplimiento de un
deber legal. Es un “castigo” que se le aplica por no cumplir con una obligación, como las sanciones
de la ley de copropiedad a quien no paga gastos comunes, que van desde aplicación de multas
hasta corte de suministro eléctrico, en algunos casos.
Predio: Es un espacio de terreno sin construir. Es el lugar en que se va a poner un edificio o una casa.
Unidad: Bien exclusivo de un copropietario, equivalente a su vivienda o departamento.
Procedimiento: Es la suma de actos que se ejecutan ante una autoridad: por ejemplo, el
procedimiento de pago de gastos comunes es la demanda que iniciamos en el Juzgado de Policía
Local para obligar a que uno de los copropietarios que está en mora, pague.
Vecinos: Todas las personas que viven en un mismo conjunto de casas o edificios. No sólo pueden
ser considerados vecinos los copropietarios, sino todos los que realmente viven allí: niños, niñas,
jóvenes, adultos, dueños, allegados, abuelos, etc.
Reglamento: Es la norma que regula todas las conductas, mecanismos de
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