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Ensayo

El surgimiento de la terapia cognitivo conductual tiene sus orígenes en la terapia


conductual, esta a su vez tiene su fundamento en las aportaciones que se
derivaron de las investigaciones sobre el aprendizaje a principios del siglo XX. Los
fundamentos teóricos conductuales que sirvieron de base para el surgimiento de la
TCC son el conexionismo de Thorndike, el conductismo de Watson, los aportes de
los neoconductistas como Hull, Guthrie, Mowrer y Tolman, además de la
contribución de Skinner y el análisis experimental de la conducta. Otro aspecto
relevante son la reflexología rusa y las leyes del Condicionamiento Clásico. Las
investigaciones realizadas por los científicos rusos, contribuyeron de forma
significativa al desarrollo del conductismo y de la TC. El pilar básico de la TCC es
el aprendizaje tanto clásico como el operante el social y cognitivo, las principales
causas que generaron el surgimiento de la TCC es la insatisfacción de los demás
enfoques que dominaban la psicología, el rechazo contundente al modelo
psicodinámico, las TCC surgen como una combinación de las técnicas
conductuales y las cognitivas.
La psicoterapia, desde el punto de vista de la aproximación cognitivo-conductual
tiene como principal postulado que la conducta es aprendida, por lo que, si la
conducta patológica también es aprendida, esto quiere decir que puede ser
modificada utilizando el mismo proceso. Los psicoterapeutas tienen a su
disposición diversas técnicas e instrumentos para solucionar la problemática
presente cada uno de los pacientes. El especialista busca transformar la visión
que el paciente tiene de su ambiente, con el objetivo de que se adapte mejor, para
lograr lo anterior se comienza haciendo un planteamiento sobre la construcción
social de la realidad que hace el sujeto, después se diseñan algunas opciones de
intervención.
La vida cotidiana transcurre como una realidad palpable, en la cual no se
presentan cuestionamientos de ningún tipo, en la cual la realidad va siendo
construida a lo largo de la interacción social de las personas, él ser humano
cuando comienza a tener conocimiento sobre el lenguaje, es el momento en que
comienza a construir su mundo personal, a partir de la interacción con los demás y
con el ambiente. Podemos decir que existe una clara tendencia de concebir el
mundo de acuerdo con nuestras expectativas. La construcción y reconstrucción
del problema del paciente ya es una forma de intervención porque permite conocer
la manera en la que se dio y la estructura del mismo, de igual manera en que la
persona ha construido su realidad a través del lenguaje, también puede ser
reconstruido utilizando el lenguaje.
Una vez que sabemos que el sujeto es quien construye su realidad, podemos
deducir que no todos los problemas de las personas, pueden resolverse
interviniendo directamente su ambiente, en algunos casos si se podrá intervenir el
ambiente, en el caso de los niños, se entrena a los padres para que reestructuren
el ambiente de sus hijos de una forma más eficiente, para modificar o eliminar
comportamientos indeseables y se aparezcan aspectos más deseables. En el
caso de los pacientes adultos, ya han construido un ambiente muy estructurado y
muy complicado para modificar. En la mayoría de los casos las personas estamos
incansablemente en modificar la conducta de los demás, esto a pesar de los
malos resultados obtenidos, una buena intervención en estos casos sería lograr la
aceptación y la tolerancia del comportamiento de los demás.
Las TCC han dominado el ámbito psicoterapéutico, se ha comprobado su eficacia
en los diferentes estudios e investigaciones, lo que le ha permitido ser la mas
reconocida en la atención de diversos problemas como; trastornos del sueño,
trastornos sexuales, trastornos obsesivo compulsivo, trastornos alimenticios,
adicciones, estrés, fobias, esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión y ansiedad.
La TCC presenta pocos riesgos, dentro de estas exploras tus experiencias,
emociones y sentimientos más dolorosos, por momentos puedes sentirte
incómodo a nivel emocional. Puedes llorar, angustiarte o enojarte durante una
sesión difícil, o incluso puedes sentirte exhausto físicamente. Algunas de las
técnicas de la terapia cognitiva conductual, como la terapia de exposición, se
requiere que te enfrentes a situaciones que preferirías evitar, lo que puede
provocar ansiedad o estrés temporal, pero si estas en manos de un psicólogo
calificado se recuden dichos riesgos.
La TCC es una terapia a corto plazo, contempla la intervención en un lapso de 10
a 20 sesiones. La TCC a diferencia de las psicodinámicas, centra su atención en
los pensamientos inconscientes y se enfocan en la catarsis. Con el empleo del
condicionamiento clásico se ha conseguido la extinción de las conductas que se
buscan eliminar y que el sujeto aprenda conducta adecuados. Se dedica a
modificar comportamientos y pensamientos, se enfoca en el presente, se evoca a
investigar el funcionamiento actual del sujeto y no examina el pasado, aunque
toma en cuenta los patrones disfuncionales actuales de los pensamientos y
conductas.
Las TCC han resultado ser una de las mejores opciones dentro de la psicoterapia,
muestra como los diferentes factores intervienen en la generación de la conducta
humana, de igual forma abarca tres aspectos fundamentales y que determina la
conducta, lo que pensamos, lo que sentimos y como nos comportamos, cuando
aplicamos la TCC en la intervención de la conducta pueden brindar herramientas
para el autocontrol, las cuales nos permitan detectar y corregir las conductas
desadaptativas, la TCC busca que una vez hecha la intervención psicológica se
desarrollen habilidades que le permitan al paciente detectar y modificar tanto los
pensamientos como las conductas que le han causado alguna dificultad en el
desarrollo pleno de su vida, esto permite que al concluir la intervención por parte
del especialista, el sujeto sea capaz de enfrentar diversas circunstancias con la
adecuada reestructuración y reformulación de sus pensamientos.
Los problemas emocionales son muy comunes en la actualidad. Las técnicas de la
TCC son una alternativa bastante útil y eficaz, para el tratamiento de una gran
diversidad de trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad, la
hipocondría, los trastornos adaptativos, fobias, estrés, ira y la frustración. Además
se ha comprobado su eficacia en el tratamiento de trastornos físicos como la
diabetes, la epilepsia, el dolor crónico, el síndrome del intestino irritable y el
insomnio. De igual forma las TCC se pueden emplear en combinación al
tratamiento farmacológico, esta combinación de tratamientos es utilizada en la
mayoría de los cuadros psiquiátricos como los trastornos afectivos, de ansiedad e
incluso en muchas formas de psicosis esquizofrénica.
Las técnicas más empleadas en la actualidad son: Técnicas de exposición; la
desensibilización sistémica, reestructuración cognitiva, técnicas de modelado,
inoculación de estrés, entrenamiento en autoinstrucciones, entrenamiento en
solución de problemas, técnicas operantes para la modificación de la conducta,
técnicas de autocontrol y las técnicas de relajación y respiración, las diferentes
técnicas de la TCC han surgido a lo largo de la historia, se han creado nuevas y se
han mejorado las ya existentes, el panorama actual es muy fructífero para este
tipo de terapia, su combinación de ambas corrientes tanto la cognitivo como la
conductual la hacen una de las técnicas predilecta por los especialistas, esto
debido a su eficacia en la intervención de diferentes problemáticas, a estos
diferentes estadios de las TCC a lo largo de la historia se les conoce como
generaciones, en cada una de ellas surgieron diferentes autores y técnicas que
resolvieron las problemáticas que tenían auge en ese momento, gracias a esto se
fueron perfeccionando, renovando y generando nuevas alternativas para a
intervención psicológica con las TCC.
Las TCC se enfocan de manera diferente en ayudar a los pacientes con
problemáticas diversas a llevar a cabo de forma más frecuente actividades
agradables, a mejorar sus habilidades sociales, a ser más precisos en la
autoobservación, menos estrictos en la autoevaluación y a aprender habilidades
de afrontamiento y de solución de problemas más eficaces. El objetivo principal de
las TCC es el incremento de la cantidad de refuerzos positivos recibidos por los
pacientes. Podemos decir que se han realizado progresos significativos en la
evolución de las teorías cognitivo conductuales, en los aspectos tanto de la
evaluación como en las intervenciones, pero aún existen áreas en las que se
requiere más trabajo.
En este contexto, los investigadores deberían considerar el emplear análisis de
modelado causal con el fin de proporcionar mayor claridad con respecto a los
mecanismos de cambio en la psicoterapia, aunque las intervenciones
conductuales han demostrado ser eficaces para reducir la sintomatología,
Teniendo en cuenta que varios trastornos tienen una alta tasa de recaídas, sería
importante que los investigadores desarrollasen intervenciones conductuales que
no sólo disminuyan los niveles del trastorno inmediatamente después del
tratamiento, sino que previnieran la recurrencia de episodios futuros. La evitación
de recaídas por medio del empleo de sesiones de apoyo después de la
terminación del tratamiento, debería convertirse en un área de investigación
activa. Es importante que los investigadores examinen el impacto de los trastornos
comórbidos sobre la eficacia de las intervenciones cognitivo conductuales para la
atención de los diferentes trastornos. Se requieren estudios para identificar las
características que distinguen a los que se benefician más y los que se benefician
menos de las intervenciones. En años recientes, se han discutido algunas de las
cuestiones teóricas subyacentes, se ha prestado poca atención a la posibilidad de
que los hombres y las mujeres manifiesten distintos problemas psicosociales y que
puedan responder de forma diferente a las intervenciones.

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