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Llegan el frío, las lluvias y los días más cortos. El dormitorio se vuelve un lugar aun más
importante en nuestro hogar. ¿Cómo hacer para que genere mayor calidez, energías
positivas y se convierta en el centro del amor y la pasión? El Feng Shui tiene algunas ideas.
No hay duda de que cuando llegan las estaciones más frías y lluviosas pasamos mayor
tiempo en nuestros hogares, especialmente en el dormitorio, la habitación más personal e
íntima, tanto para solteros como para casados. El dormitorio es el espacio donde
descansamos, hacemos vida de pareja, afianzamos el amor, creamos vida y despertamos a
un nuevo día, entre otras muchas otras cosas.
El amor, las relaciones de pareja son una de las preocupaciones del Feng Shui. Esta
milenaria disciplina, que se preocupa de armonizar las energías de nuestro entorno,
considera que la disposición de una serie de elementos en el dormitorio puede optimizar las
relaciones de la pareja en todos sus ámbitos. Y para ello ha establecido una serie de pautas
que contribuyen a enriquecer esta área fundamental del ser humano.
En su libro Sexo, Amor y Feng Shui, Ts’ao Chan reafirma esta idea de que el amor y la
relación de pareja se pueden beneficiar si se aplica estas orientaciones chinas.
Según el Feng Shui se debe tener bien claro cómo, dónde, cuándo, en qué posición y con
cuál orientación debemos colocar los objetos, las plantas, las puertas y las ventanas.
Para esta disciplina, la puerta es la entrada de todo. Entra lo bueno, pero también puede
entrar lo malo. Según esta filosofía, la puerta principal de la casa es por donde entra el ch’i
(energía), es por eso que recomiendan que no puede ser ni muy grande ni muy pequeña en
comparación con la casa.
Se plantea además que la puerta principal de un hogar debe ser de fácil acceso. “Si a las
visitas le cuesta trabajo encontrarla, lo mismo sucederá con el amor”, señalan.
Para que el Feng Shui entre a tu relación de pareja, Tsào Chan recomienda: