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Beatriz Giobellina
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SBN978-
987- 521-
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CDD338. 9
Personas que colaboraron en esta publicación
Eduardo Orecchia
Presentación. Aportes del Observatorio de Agricultura Urbana, Periurbana y Agroecología de INTA
al estudio del cinturón verde de Córdoba .............................................................................................................. 7
Alejandro Benítez
La Agencia de Extensión Rural Córdoba del INTA en el Cinturón Verde. Crisis y mutaciones en un contexto de
cambio climático …………………......................................................................................................................………… 9
Pablo Tittonell
Prefacio …………………......................................................................................................................…............……… 11
Beatriz Giobellina
Prólogo …………………..................................................................................................................................………… 13
Anexo. Primer taller diagnóstico integral y participativo sobre el cinturón verde de Córdoba ............................. 55
Damián Lobos
Estudios sobre la agricultura hortícola periurbana de Córdoba ...........................................…………………………..… 79
Nicolás Mari
Mapeo y Caracterización del CV: Dinámica territorial y los procesos de transformación Urbano-Rural …………. 121
Paula Nieto
Enfoque económico sobre el Cinturón Verde de la Ciudad de Córdoba ………………....................................………. 209
Presentación
Aportes del Observatorio
de Agricultura Urbana, Periurbana y Agroecología
de INTA al estudio del cinturón verde de Córdoba
Eduardo Orecchia
En la Agencia de Extensión Rural del INTA Córdoba existe un equipo de trabajo liderado por
la Arquitecta Beatriz Giobellina, que viene desde hace algunos años trabajando fuertemen-
te la problemática que se plantea en torno de lo Urbano y lo Periurbano.
Como objetivo general de estos trabajos y los que plantea la presente publicación es el
abordaje de esquemas conceptuales destinados a la comprensión del complejo periurbano
como zona de transición entre el campo y la ciudad.
El campo y la ciudad se presentan como dos conjuntos dicotómicos y opuestos que exigen
una reconfiguración de las periferias urbanas, con estudios profundos de ordenamiento
territorial, de localización de actividades económicas intensivas en el periurbano, de la
expectativa económica de la valorización del suelo, etc.
Caracterizar el periurbano implica estudiar todos los actores sociales que están involucra-
dos en este contexto. Además, los nuevos escenarios de cambio climático nos obligan a
estudiar los desafíos a los que se enfrenta el desarrollo rural en el siglo XXI.
en definitiva el presente trabajo reúne valiosos aportes de un grupo de investigadores de
INTA y de universidades locales y extranjeras, constituyendo diagnósticos necesarios así
como investigaciones inéditas que se ponen a disposición del público. Este libro lleva algún
tiempo configurándose y contribuirá a que se analice en forma sistemática la importancia
de un ordenamiento territorial que posibilite, de ahora en más, que la dinámica que plan-
tea el crecimiento se realice de tal forma que ayude a disminuir los problemas territoriales
y evitar los conflictos permanentes.
Alejandro Benítez
La Agencia de Extensión Rural de Córdoba (INTA AER Córdoba) se crea en el año 2014 con
la misión de abordar territorialmente el cinturón verde de Córdoba. Trabajar en la tran-
sición urbana – rural en un aglomerado que reúne alrededor de 1.800.000 habitantes1,
requiere de una permanente adaptación e innovación a la hora de enfrentar las diversas
problemáticas.
El cinturón verde de Córdoba es un espacio que está en permanente transformación. De
aquello que se conocía como cinturón verde tradicional en torno a la ciudad, hoy sólo se
pueden contabilizar alrededor de tres mil hectáreas: un polígono al norte de la ciudad (en
la zona de Villa Esquiu) y otro al sur (camino a San Carlos). Según datos del propio Mercado
de Abasto, en la actualidad existen alrededor de 160 productores que llevan allí su merca-
dería diariamente. Este número es alarmante si se considera que hace diez años eran 400.
Los principales factores que contribuyen a esta situación son: la presión inmobiliaria por
la tierra, el conflicto surgido a partir de las zonas libres de pulverizaciones, el avance de la
agricultura extensiva, la insuficiente cantidad de agua y la falta de mano de obra disponi-
ble.
El achicamiento del cinturón verde y la pérdida de productores dedicados al cultivo de
frutas y verduras ponen en debate la importancia de la producción de alimentos de proxi-
midad como elemento central a la hora de pensar la seguridad alimentaria de una comu-
nidad y la sustentabilidad de las ciudades. Este concepto conlleva una serie de beneficios
y también potencialidades: producir alimentos cercanos a la ciudad reduce la emisión de
gases y por ende contribuye a disminuir la huella de carbono. Además, genera empleo en
la zona y abarata costos como por ejemplo el de movilidad.
En este contexto se da el trabajo de la Agencia de Extensión Rural Córdoba del INTA. Desde
lo técnico, el rol de nuestra institución involucra el conocimiento, trabajo y presencia en
los sistemas productivos existentes en el territorio, así como la búsqueda -junto a los pro-
ductores- de nuevos modelos que incluyan soluciones dinámicas tanto a problemas coyun-
turales como estructurales. Un ejemplo de esto es la Feria Agroecológica de la ciudad de
Córdoba, un nuevo lugar de comercialización y participación creado en articulación entre
INTA-Pro Huerta con la Secretaria de Agricultura Familiar (SAF) y la Universidad Nacional de
Córdoba (UNC), entre otros. Cada sábado, alrededor de cincuenta feriantes comercializan
sus productos a un promedio de 500 consumidores que visitan semanalmente la feria.
Otras instancias que vinculan a la Agencia con el territorio son los proyectos Minifundio
y Profam. A través de ellos es posible hacer un seguimiento pormenorizado de casi cien
sistemas productivos. En la misma dirección se ubican las acciones contempladas en el
programa Cambio Rural II.
La ciudad envuelve a una gran cantidad de actores sociales que tienen diferentes miradas
sobre el territorio. Para la INTA AER Córdoba, el vínculo con otras instituciones se vuelve
estratégico. Desde este punto de vista, la articulación implica financiamiento, complemen-
tariedad y por sobre todo, innovación en el desarrollo y la generación de conocimiento.
En este sentido se encuadra la labor del Observatorio de Agricultura Urbana, Periurbana
y Agroecológica (O-AUPA). Un espacio innovador desde su concepción, que conjuga en
una misma línea de trabajo la investigación con la extensión y la acción participativa en el
territorio.
Este es el rol de la INTA AER Córdoba y también su misión. Generar conocimiento, visibilizar
problemáticas y anticiparse a las que pueden venir es fundamental para que aquellos que
toman decisiones puedan responder de manera integral a las necesidades de la comuni-
dad. Continúa así el mandato histórico del INTA, en donde la innovación es el motor del
desarrollo que integra capacidades y las pone al servicio de la sociedad.
Prefacio
Pablo Tittonell
Presentación
Beatriz Giobellina
“La destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia
contemporánea del individuo con la de las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más
característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hom-
bres y mujeres, de este final de siglo crecen en una suerte de presente permanente sin relación
orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven. Esto otorga a los historiadores, cuya
tarea consiste en recordar lo que otros olvidan, mayor trascendencia que la que han tenido nun-
ca, en estos años finales del segundo milenio”
Eric Hobsbawm - 1995
Los territorios se configuran por la acción de fruti-hortícola interpelan no solo esa de-
varias generaciones a lo largo del tiempo. nominación sino también su posibilidad de
Son la materialización física de las actuacio- supervivencia. Es necesario que la sociedad
nes de los grupos que los habitan y habita- redescubra su valor, preservándolo como el
ron; son libros abiertos donde se puede leer recurso estratégico que fue y seguirá sien-
la historia del lugar y de sus gentes, y a par- do, cada vez más, para alimentar a las ciu-
tir de allí imaginar el futuro. Analizar a los dades de la metrópolis cordobesa.
territorios como múltiples capas, como un
El CV es una de las tres grandes infraestruc-
palimpsesto, ayuda a entender su compleji-
turas verdes del sistema metropolitano,
dad; pero no son como capas simplemente
junto con el sistema de las Sierras Chicas y
superpuestas, sino tramas y retazos que se
el sistema fluvial del Suquía. Estos subsis-
entrelazan y que mutuamente se significan,
temas están amenazados por el falso pro-
se anulan o se reconfiguran, como un pa-
greso que sostiene una extensión urbana
limpsesto.
extralimitada; por una sociedad que, quizá
Los territorios cambian lentamente y casi debido a la abundancia de sus recursos, los
siempre quedan rastros del pasado y somos considera infinitos y susceptible de ser utili-
capaces de entenderlo. Son, asimismo, la zados de cualquier forma, sin entender que
base de los desarrollos que podemos crear. el crecimiento tiene límites. Todo territorio
A veces, resuenan nombres que les brin- tiene una capacidad de carga y uso que, si
dan una identidad reconocida por la gente no se respeta, desintegra el sistema.
del lugar, aún cuando los cambios que le
Como plantea Hobsbawm, hay que tra-
va imprimiendo el tiempo y las dinámicas
bajar más en restaurar los vínculos entre
económicas, políticas, ecológicas o sociales
la memoria social y sus hábitats urbanos,
los hayan cambiando tanto que tal vez sea
rurales y naturales. Necesitamos aportar
necesario encontrar otros nombres para ha-
más evidencias para entender no solo la
blar de ellos.
historia lejana, sino también que cada acto
La noción de Cinturón Verde de Córdoba humano genera impactos irreversibles. Tal
(CV) es uno de esos casos. Ese nombre per- vez así podamos ayudar a una sociedad a
manece en el imaginario social, pero los tomar decisiones mejor informadas sobre
cambios a los que está sometido el sistema los valores de sus territorios y sobre los lí-
mites del crecimiento de las ciudades y de proyectos complementarios, así como parte
las actividades económicas que depredan, de los conocimeintosconocimientos produ-
sobre los límites de los ecosistemas frente cidos en 3 de los 5 TallleresTalleres de Diag-
a los cambios de uso, sobre los límites de n´ñosticoDiagnóstico participativos del CV
los agro-ecosistemas y de las personas que realizados hasta la fecha.
en ellos trabajan y producen, antes de que
En Desde 2018 el O-AUPA continúa con 7
su pérdida sea irremediable y solo quede el
becarios financiados por CONICET y CONAE
recuerdo de lo que fue, por ejemplo, el CV.
–de maestría, doctoral y posdoctoral- con
En esta publicación que presenta el O-AU- tesis relacionadas a la temática. Además
PA (Observatorio de Agricultura Urbana, colaboran pasantes de distintas carreras
Periurbana y Agroecología) se reúnen in- (UNC y UNVM) y múltiples redes trabajando
vestigaciones de personas que desde su en otras líneas de investigación en marcha,
disciplina y compromiso ético y científico tales como la articulación con municipios
intentan ayudarnos a entender lo que está del área metropolintanametropolitana o de
sucediendo en el CV, en afán de valorarlo y otras zonas de la provincia en apoyo a pro-
de reunir esfuerzos para defenderlo antes cesos de ordenamiento territorial incipien-
que sea demasiado tarde. tes; el estudio de los municipios de Córdoba
con ordenanzas de Zonas de Resguardo Am-
biental en vigencia (Convenio INTA-CIAPC);
El O-AUPA, sus redes o el estudio del CV zona sur, con talleres
y los aportes que hacen posible participativos y relevamientos en proceso
para ser publicados.
avanzar en el conocimiento
Es importante destacar el avance significa-
A mediados de 2013, año de inicio del O-AU-
tivo que produjera el convenio de coopera-
PA, las investigaciones sobre el CV y la pro-
ción que firmamos entre INTA y la UITC (Uni-
ducción de alimentos para y en la ciudad de
versidad Internacional Tierra Ciudadana) en
Córdoba eran escasas, antiguas y aisladas;
el año 2014. El proyecto, titulado: Investiga-
sin embargo, cobraron nuevo impulso a me-
ción-Acción de Sistemas agrarios y cambio
dida que sumamos organizaciones y grupos
climático. Estudios de casos en el área me-
con los que avanzamos en la construcción
tropolitana de Córdoba, estaba en el marco
de redes de cooperación para el desarrollo
del programa de la UITC “Sistemas agrarios
de estos temas. Pensamos que no hay de-
y cambio climático”, que pretendía poner a
sarrollo sustentable posible si los actores
sus estudiantes y capital humano y de cono-
locales no definen qué necesitan y cómo re-
cimiento al servicio de las organizaciones lo-
solver sus problemas -de abajo hacia arriba-
cales o regionales que trabajan en el ámbito
como una sociedad madura y responsable.
de la agricultura campesina, la alimentación
El diálogo de saberes y la co-construcción
y el cambio climático en territorios empo-
de conocimientos, mediante la investiga-
brecidos o con problemáticas extremas. En
ción-acción participativa (IAP), es nuestra
Con ese programa la UITC envió becarios a
estrategia principal para abordar la comple-
todos los continentes, cuya misión era apor-
jidad del territorio y los enormes vacíos de
tar conocimiento construido localmente a
información o conocimiento no sistematiza-
los debates de la que sería la Cumbre de Na-
do que encontramos.
ciones Unidas COP 21 de París a finales de
Los trabajos aquí presentados fueron pro- 2015, donde se debatiría la agenda interna-
ducidos con un importante y constante cional y la urgencia de la puesta en práctica
apoyo del Programa Pro Huerta desde el de políticas multilaterales capaces de hacer
año 2014, interesado en contar con más in- frente al cambio climático y sus efectos. El
formación de base sobre el territorio en el invalorable apoyo e interés de los directores
que se actúa desde hace varias décadas. de la UiTC: Pierre Vuarin y Pascual Moreno,
ha permitido que este convenio se concrete
Este libro recoge trabajos realizados has- y que en INTA Córdoba el O-AUPA fuera an-
ta 2017 por diversas personas, articulando fitrión de dos estudiantes de posgrado be-
liderado por Alicia Barchuk y compuesto carrera Geografía de los países emergentes
por Luciana Suez y Luciano Locati, y se titula y en desarrollo sobre agricultura compa-
Mapa de cobertura y uso de la tierra en el rada, defendida en AgroParisTech en sep-
área periurbana de la ciudad de Córdoba. tiembre de 2015. Se basa en un enfoque
Aportes para el ordenamiento territorial. agroeconó¬mico y geográfico que entiende
El estudio parte de la preocupación sobre al CV como un sistema agrario, para tratar
la doble amenaza que afecta a los siste- de comprender todos los elementos que in-
mas fruti-hortícolas que tradicionalmente teractúan. Con un intensivo trabajo biblio-
producían gran parte de los alimentos pe- gráfico y de relevamiento y observación de
recederos necesarios para alimentar a la campo (más de 60 entrevistas en profundi-
población local, y a los relictos naturales dad a productores y actores claves del CV)
de valor ecológico aledaños a las mismas. la autora se centra en la zona Noreste del
Estas amenazas son: el avance urbano y el CV (Villa Esquiú y alrededores). Genera una
avance de la frontera agraria extensiva in- útil clasificación de 16 tipologías de siste-
dustrial, que han convertido al paisaje na- mas de producción, vinculando los factores
tural, anteriormente diverso, en uno mucho de producción (capital inmobiliario, trabajo
más uniforme, acompañado con un mayor y capital de explotación). Analiza además el
uso de agroquímicos y fertilizantes. Dicha impacto del cambio climático, y avanza so-
homogeneización del paisaje, ocurrida a bre algunas tendencias de futuro, incluyen-
escala mundial, implica una disminución do recomendaciones para protegerlo. Los
de la diversidad espacio temporal de cul- resultados de la investigación se devolvie-
tivos, especies nativas y una simplificación ron y validaron el el 2º Taller de Diagnóstico
ecosistémica, cuyos costos económicos y participativo del CV.
ambientales pueden ser muy significativos.
El octavo artículo, es de otra becaria de la
La metodología usada -en base la telede-
UITC, Paula Nieto, y se titula Enfoque eco-
tección- permitió conocer la localización y
nómico sobre el Cinturón Verde de la Ciu-
extensión de las unidades de cobertura y
dad de Córdoba. Desde su abordaje de eco-
usos de suelo de un sector que incluye las
nomista la autora sitúa el aporte del CV a la
principales áreas del CV, como diagnóstico
economía local, caracteriza el Mercado de
base para futuros diseños espaciales y tem-
Abasto al cual concurren los productores
porales del territorio que converjan hacia la
del CV, además de la venta de productos de
sustentabilidad y soberanía alimentaria de
otras regiones. Avanza también en la con-
Córdoba. Adicionalmente, la localización de
figuración del precio y cómo esto afecta a
los usos del suelo a través de un Sistema de
los productores en su rentabilidad, para
Información Geográfica permite aplicar las
plantear el debate sobre el “precio jus-
prescripciones de la Ley de Ordenamiento
to” desde el debate internacional sobre el
Territorial 9.841 y aquellas específicas de
“comercio justo” y la seguridad alimenta-
distancias como lo explicita la Ley 9.164
ria, que enmarca el mercado de alimentos
de productos químicos o biológicos de uso
en un derecho en estrecha relación con la
agropecuario.
Canasta Alimentaria Nutricional, que debe
garantizarse. También aborda el Sistema de
Innovación Regional desde un enfoque de
Parte 3: Sistemas agrarios y la cadena de valor, para finalmente hacer
cambio climático dos estudios de caso innovadores del CV:
(Convenio INTA-UICT) la granja “Existir” Agricultura orgánica bio-
El séptimo artículo es de la becaria de la dinámica de propiedad de Raúl Fermanelli,
UITC, Marianne Ralú. Se titula: Dinámicas y la Cooperativa de Producción San Carlos,
productivas y competitividad para los re- presidida por Antonio Córdoba. Estudia su
cursos naturales en el periurbano hortíco- estructura de costos y su capacidad de fijar
la de Córdoba. Crisis y mutaciones en un el precio en un mercado justo para produc-
contexto de cambio climático, y sintetiza tores y consumidores.
los resultados de la Tesis de Maestría de la
El noveno artículo, de Diego Pons y Yuliana y los impactos que los eventos climáticos
Céliz, se titula Escenarios de cambio climáti- extremos tienen sobre la agricultura, en pri-
co: hacia líneas estratégicas para el cinturón mera instancia, y luego, sobre la provincia
verde de Córdoba. Parten de la necesidad de Córdoba como territorio específico; iii) la
de incluir en la planificación territorial y en lectura de las dinámicas de la biodiversidad
las políticas públicas la dimensión prospec- y los servicios ecosistémicos en la interfase
tiva, en particular los escenarios climáticos urbano-rural como área estratégica para la
extremos y su ocurrencia en entornos ur- implementación de políticas de planifica-
banos, periurbanos y rurales. Este enfoque ción territorial integrada a medidas de miti-
debería ocupar un lugar de relevancia en gación y adaptación al cambio climático. Fi-
las agendas de los municipios debido a la nalmente, se proponen algunas reflexiones
recurrencia de eventos extremos y la nece- sobre el impacto en el sistema rural produc-
sidad de contar con herramientas para su tivo y, en especial, en el CV que ya ha mos-
abordaje. El trabajo expone varias escalas trado situaciones de emergencia debido a la
de aproximación a la problemática: i) el es- variabilidad climática y a los grados extre-
cenario internacional y los debates que se mos de situaciones: sequías, inundaciones,
desarrollan a escala global; ii) los escenarios granizo, olas de calor, etc.
proyectados para la región centro del país
Parte 1:
Presentación de la problemática
del Cinturón Verde
Introducción
En este capítulo se propone la tesis de que algunas dinámicas económicas-territoriales y
socio-culturales están afectando gravemente la capacidad de Córdoba y localidades ale-
dañas de ser más sustentables, en particular por la destrucción del área de producción de
alimentos de proximidad histórica: el Cinturón Verde de Córdoba (CV). En el CV se observa
pérdida de superficie productiva y del mejor suelo para producir alimentos, disminución de
la cantidad de productores, colapso y destrucción de sistemas de regadío histórico e incre-
mento de la dependencia de alimentos producidos en zonas más lejanas.
En esta primera parte se describen dinámicas territoriales en estudio que actúan como un
movimiento de pinzas sobre el sistema fruti-hortícola: una fuerza centrífuga desde la ciu-
dad hacia el área rural (la urbanización difusa y de baja densidad); y otra fuerza en sentido
contrario de agriculturización y reconversión de la producción hortícola a la agricultura
extensiva, principalmente soja, que genera nuevos conflictos urbano-rurales por contami-
nación con productos químicos tóxicos.
En una segunda parte se aporta una caracterización de algunos aspectos de la situación
actual del CV: problemática de los productores (acceso a la tierra y al agua, precio y valora-
ción del producto y de su trabajo, financiación, etc.), variabilidad climática y la amenaza de
incremento por el cambio climático, entre otras.
Las fuentes y métodos utilizados son: información producida en cinco talleres de diagnós-
tico participativo organizados por el O-AUPA entre 2014 y 2016; entrevistas a personas e
instituciones; relevamientos propios in situ, cartográficos y mediante técnicas de telede-
tección (O-AUPA-INTA); información publicada y bibliografía general.
El análisis y discusión propuesta toman en consideración la falta de valoración social de los
servicios ecosistémicos que brinda el CV; en especial, la capacidad de producir los alimen-
tos frescos de proximidad y su vinculación con la seguridad y soberanía alimentaria, el de-
sarrollo económico local, el precio de los productos y la reducción de la huella de carbono.
Además, se evidencia la invisibilización de la problemática general del CV y de las personas
que producen la comida para la ciudad, principalmente agricultores familiares, muchos de
ellos migrantes de origen boliviano.
Como reflexión final se señala la importancia estratégica y urgente de que las institucio-
nes públicas y privadas avancen en la planificación territorial de estas áreas de agricultura
urbana y periurbana, para lo cual se propone generar “parques agrarios” que protejan el
sistema fruti-hortícola y de granja y regulen la actividad. Este tipo de figuras de planifica-
ción territorial y desarrollo local es viable, aplicable y con antecedentes en otras ciudades
del mundo y del país, que sirve como disparador o línea de trabajo a ser considerada para
la búsqueda de soluciones al tema de cómo hacer sustentables los sistemas alimentarios
periurbanos.
cuenta la continuidad entre las zonas urba- se destruye esa capacidad histórica de pro-
nas y las rurales a escala local y territorial. ducir alimentos al borde de la ciudad.
• Lograr una mayor articulación entre las En la región metropolitana de Córdoba asis-
políticas sectoriales en materia de desarrollo timos a una pérdida acelerada del CV y al
rural, uso de la tierra, seguridad alimentaria deterioro de otros ecosistemas imprescin-
y nutrición, gestión de los recursos naturales. dibles para el bienestar de la ciudadanía
(como pueden ser el sistema de Sierras Chi-
• Promover el ordenamiento de la tierra y los
cas y el corredor biológico del río Suquía).
recursos naturales de manera tal que permi-
tan garantizar el desarrollo de las cadenas de
Observamos dos fuerzas extraordinarias
valor que conectan la oferta y la demanda en que actúan en el sistema territorial –en
las zonas urbanas y rurales. conjunción con otros procesos- provocando
el estrechamiento del antiguo sistema de
• Apoyar la agricultura urbana, la produc- quintas y chacras y la creciente competencia
ción y el consumo responsable, y el estable- por el uso del suelo y el agua. Se observan
cimiento de redes de comercio locales para en la figura 1 dos fronteras en expansión:
contribuir a la sostenibilidad y la seguridad
alimentaria. • avance de la frontera de la agriculturi-
zación1 pampeana (o del agronegocio):
• Incluir en las agendas de planificación ur- avanza de lo rural a lo periurbano y pro-
bana y territorial a la seguridad alimentaria
duce la reconversión de la producción in-
y a las necesidades nutricionales de los habi-
tantes urbanos, en especial de los sectores de tensiva frutihortícola en la agricultura de
menores recursos. commodities, principalmente la soja, que
genera además nuevos conflictos urba-
• Aumentar los grados de seguridad alimen- no-rurales por contaminación con agro-
taria mediante la mejora de los mecanismos químicos tóxicos;
de producción, almacenamiento, transporte
y comercialización de alimentos. • la fuerza centrífuga de dispersión urba-
na (o del desarrollismo inmobiliario), en
• Mejorar la coordinación de políticas ali- el que las construcciones avanzan desde
mentarias con las políticas relativas a la
la ciudad hacia el área periférica: periur-
energía, el agua, la salud, el transporte y
los desechos, manteniendo la diversidad ge- bana, rural y natural. Es una urbanización
nética de las semillas, reduciendo el uso de difusa y de baja densidad que hace más
productos químicos peligrosos” (UN-Habitat, ineficiente la ciudad y no se justifica por
2017). crecimiento poblacional, ya sea vegetati-
vo o por migraciones.
Crecimiento de Córdoba:
dinámicas territoriales Avance de la frontera de la agricul-
insustentables turización pampeana
En lugar de transitar un camino para lograr En un estudio de la cobertura y uso de la tie-
cada vez mayor sustentabilidad urbana, al- rra realizado por el equipo de ordenamiento
gunas de las dinámicas observadas en Cór- territorial del Instituto Superior de Estudios
doba van en el sentido contrario. Esto coin- Ambientales de la Universidad Nacional de
cide con lo que sucede en otras ciudades Córdoba (ISEA-UNC), se analizó la estructu-
del planeta, en las que entre otras pérdidas, ra actual del paisaje en el área periurbana
de Córdoba, bajo la hipótesis de que la pér-
dida de los cinturones verdes fruti-hortíco-
1 El proceso de “agriculturización” es el uso creciente y continuo de las tierras para cultivos agrícolas en lugar
de usos ganaderos o mixtos. También se asocia a cambios tecnológicos, intensificación ganadera, expansión de
la frontera agropecuaria hacia regiones extra-pampeanas y la tendencia de la agricultura hacia el desarrollo de
producciones orientadas al monocultivo (principalmente soja o la combinación trigo-soja) https://inta.gob.ar/
documentos/los-suelos-la-soja-y-la-agriculturizacion.
las está relacionada con la urbanización y la del proceso de sojización en Córdoba.” (Mo-
agriculturización extensiva. En ese estudio reno et al., 2017).
se concluye que:
En entrevistas realizadas a integrantes de
“La frontera agrícola extensiva aparece la Asociación de Productores Hortícolas de
como el principal factor de transformación Córdoba se obtiene la perspectiva desde el
del CV fruti-hortícola de la ciudad de Córdo-
CV hacia el avance de la sojización sobre los
ba. El CV fruti-hortícola sur es reemplazado
casi completamente por la agricultura inten- cultivos de alimentos para las ciudades. Los
siva de tipo industrial. También, la urbaniza- entrevistados manifiestan:
ción es un factor que conduce a un entorno “[Sólo] los productores con poca tierra, los
con una composición fragmentada y hetero- que no lograron reconvertirse a la soja, con-
génea” (Barchuk et al., 2017: 15). tinúan con la horticultura (…) la media actual
de las fincas de productores propietarios no
Estos datos son coincidentes con los estu- supera las 10-15 ha” (entrevista personal al
dios realizados por profesionales de INTA presidente de APRODUCO, 2014).
incluidos en esta publicación, y se verifican
con el cruce de otras fuentes, tales como De este modo, el proceso de agriculturiza-
el estudio sobre estructura productiva y ción iniciado con fuerza a partir de 1996
ocupacional de Córdoba realizado por in- donde se expande en el país la producción
vestigadores de CONICET en base a datos sojera con el paquete tecnológico ofreci-
de la superficie cosechada en la provincia, do por la multinacional Monsanto2, avanza
suministrados por el Ministerio de Agroin- sobre el CV y el periurbano metropolitano,
dustria. Los resultados coinciden en que el generando una suerte de parches yuxta-
cultivo de soja es el principal en toda el área puestos de usos mixtos en los que se com-
cultivada provincial. bina urbanizaciones, horticultura y culti-
vos intensivos (Figuras 2 y 3). Esos usos de
“De acuerdo con esta fuente, en la campa-
ña 2015/16 se cosechó, sumando todos los suelo en el periurbano no están exentos
cultivos, un total de 8.482.145 ha, un valor de conflictos por el acceso a la tierra, por
que fue un 38% mayor al de la campaña contaminación con agroquímicos, por des-
2003/04. Asimismo, esa superficie repre- plazamiento de población no propietaria de
sentó casi el 25% del total nacional (…) Una tierra, por el uso del agua y la pérdida de
primera cuestión que llama la atención es calidad de la misma, por el incremento de la
que, durante el período comprendido entre inseguridad, entre otros.
las campañas 2003/04 y 2015/16, la superfi-
cie cosechada estuvo concentrada casi en su Es necesario señalar que la proximidad de
totalidad en cuatro cultivos: soja, maíz, trigo los asentamientos humanos a territorios de
y maní. Entre ellos concentraron el 97% del sojización con el modelo tecnológico actual,
total, siendo la soja el cultivo predominante: está generando numerosos problemas por
dos tercios de las tierras cosechadas en la la contaminación provocada debido al uso
provincia están destinadas a esta oleagino-
y abuso de productos químicos tóxicos y
sa, lo que da una primera idea del el alcance
contaminantes. Córdoba es una provincia
donde la ciudadanía se manifiesta con gran
2 La compañía desarrolló, a comienzos de los noventa, una semilla de soja genéticamente modificada resis-
tente al glifosato. La penetración de ese paquete tecnológico (semilla transgénica más herbicida) en la Argentina
en pocos años llevó la superficie cultivada de soja transgénica desde 10.000 (campaña 1996/97) a 18.670.937
(2011/2012) 18.500.000 de hectáreas (2016/2017). Además, el porcentaje de siembra de soja transgénica (res-
pecto del total) aumentó del 0,15 al 100 por ciento.
3 Existen movimientos sociales desde hace más de 15 años donde las autoridades municipales y judiciales
están sentando jurisprudencia para resolver los conflictos de convivencia entre lo rural y lo urbano por temas
de contaminación. El caso más reconocido es el de “Las Madres de Ituzaingó”, un barrio de la Capital que se
organizó para reclamar acción gubernamental ante la observación de enfermedades, abortos espontáneos, mal-
formaciones y varios tipos de cánceres y tumores que las mujeres relevaron entre los vecinos. En 2012 la Cámara
Primera del Crimen de Córdoba condenó a un aeroaplicador y a un productor a 3 años de prisión por poner en
riesgo la salud de los vecinos del barrio Ituzaingó Anexo. El fallo fue ratificado por el Tribunal Superior de Justicia
de Córdoba.
4 Ley Nº 9164: productos químicos, biológicos y agropecuarios. Los objetivos son: la protección de la salud
humana, de los recursos naturales, de la producción agropecuaria y del patrimonio de terceros, de los daños que
pudieran ocasionarse por usos contrarios a lo dispuesto en la presente Ley y su reglamentación, y la preservación
de la calidad de los alimentos y materias primas de origen vegetal, como también asegurar su trazabilidad y la de
los productos químicos o biológicos de uso agropecuario, contribuyendo al desarrollo sostenible y a la disminu-
ción del impacto ambiental que estos productos generan.
5 BPA se refieren al conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas, tendientes a reducir los
riesgos físicos, químicos y biológicos en la producción, procesamiento, almacenamiento y transporte de produc-
tos de origen agropecuario, orientadas a asegurar la inocuidad del producto, la protección del ambiente y del
personal que trabaja en la explotación a fin de propender al Desarrollo Sostenible.
ciente consenso internacional respecto a rras Chicas, sin tener suficiente considera-
sus características de mayor eficiencia en el ción sobre las fuertes pendientes, la des-
uso de los recursos y, en consecuencia, de trucción del monte nativo, los arroyos ni
sustentabilidad en el largo plazo (EEA, 2006; la capacidad de carga de esos ecosistemas,
Rueda, 2012). que son críticos por lo vulnerables, y estra-
tégicos debido a las funciones ecológicas
En el crecimiento de la ciudad de Córdo-
que brindan a la ciudad.
ba se verifica esta dinámica que disuelve
el límite de lo urbano frente a lo rural y lo Gran parte de los habitantes de la ciudad,
natural; un borde que sí estaba delimitado usuarios y demandantes de nuevas vivien-
en la lógica fundacional y en las Leyes de In- das, siguen la lógica de las fuerzas del mer-
dias6. En este caso, se presenta la irraciona- cado inmobiliario, que están todo el tiem-
lidad en el uso de los recursos, puesto que, po cambiando el uso de suelo, de natural o
mientras gran parte de las localidades y ba- rural a urbano. Los planes de desarrollo in-
rrios de Córdoba decrecen o se estancan, la mobiliario y gran parte de las decisiones de
mancha urbana se extiende en horizontal y los municipios que consienten estos avan-
la frontera urbana perfora, como una línea ces urbanos (legales e ilegales), están cada
discontinua, la organización espacial de las vez más desconectados de los ecosistemas
áreas fruti-hortícolas bajo riego y de granja naturales de su entorno, debido en parte a
históricas (Figura 3), así como de los siste- una desvalorización y desconocimiento de
mas naturales del Oeste: las Sierras Chicas la importancia vital de algunos de los fac-
(Figuras 4 y 5). tores que brinda la naturaleza y el territorio
que sostuvieron la vida y la capacidad de al-
La ciudad crece dispersando en todo su pe-
bergar población en el mismo.
rímetro trozos de tejido construido disconti-
nuo; pero hacia el Oeste loteos y countries La sustitución de monte nativo por cons-
avanzan sobre lo que deberían ser reservas trucciones se manifiesta como una fuerza
naturales protegidas del sistema de las Sie- imparable, aun cuando se producen trage-
6 Ver el capítulo de Sara Boccolini, Damián Lobos & Beatriz Giobellina sobre este tema en esta publicación.
dias que muestran el desastre ambiental cuenta ni los límites del planeta ni los lími-
anunciado por organizaciones ecologistas tes físicos de los territorios.
y estudios científicos, como las ocurridas
en el verano de 2015 con una decena de
muertos y cuantiosas pérdidas materiales Los límites
y de recursos naturales (Figura 5). Y esto del crecimiento urbano
ocurre a pesar de que existen propuestas
de planeamiento metropolitano que reco- Es notable el déficit de políticas que deten-
miendan controlar el crecimiento urbano gan estas dinámicas inmobiliarias; en gene-
y proteger las Sierras Chicas como reservas ral, no hace falta extender la ciudad para
naturales (IPLAM, 2010, 2011); o aun cuan- desarrollarla y que evolucione. En Córdoba
do gran parte de una ciudadanía organizada no hay crecimiento poblacional que justifi-
en diversas plataformas y movimientos so- que esta extensión: si se observan las cur-
ciales se manifiestan y ejercen presión para vas del crecimiento demográfico así como
detenerla. los mapas de distribución espacial del mis-
mo se comprueba que son desiguales. Entre
Así se puede entender el fenómeno como 2001 y 2010 la población de la principal ciu-
una fuerza centrífuga que dispersa en forma dad creció muy por debajo de la extensión
de archipiélago pedacitos de ciudad incom- urbana, que “derramó” población y generó
pleta, destruyendo la integridad de áreas un cambio de uso de suelo desproporciona-
naturales y rurales que, para desarrollistas do en los departamentos contiguos. El de-
y planificadores, no tienen más valor que partamento Capital (Cuadrado central de la
el de una producción agropecuaria media. Figura 9) está casi estancado, mientras que
En el mercado el precio del suelo rural es la población se expande hacia los departa-
incomparable con el del suelo urbano o mentos que colindan, principalmente Colón
con potencial de urbanización. El refuer- al Norte, pero también Santa María al Sur.
zo positivo de esta tendencia se completa
con la confluencia del alto valor del suelo Si se observa la evolución de la curva de
en áreas urbanas consolidadas (inaccesible población, se comprueba que la tendencia
para la mayoría de la población por falta de aumento de población y su consiguiente
de políticas públicas adecuadas); con el in- demanda de vivienda, es más un mito uti-
terés de inversionistas por incrementar la lizado para justificar la transformación de
rentabilidad inmediata en operaciones in- suelo natural o rural en urbano, porque no
mobiliarias; con la debilidad de municipios se sostiene con la proporcional demanda de
y entidades públicas en controlar el cambio más suelo por parte de nuevos habitantes.
de uso de suelo; y con la escasa o nula va- La evolución demográfica de Córdoba capi-
loración de los servicios ecosistémicos (fun- tal muestra un amesetamiento de la curva
ciones de aprovisionamiento, regulación y de crecimiento de su población (Figura 6).
espirituales) que brindan estas infraestruc-
Si la población no crece tanto, ¿cómo se
turas verdes: los paisajes de las sierras y los
justifica que se siga urbanizando área rural
cinturones verdes.
del departamento capital? Y esto sí suce-
En síntesis, el avance extralimitado de las de, como lo demuestran las curvas de cre-
fronteras agrícolas y urbanas siguen la fór- cimiento que comparan cómo la población
mula utópica del modelo de desarrollo y crece menos que las superficie de área ur-
consumo que predomina a nivel internacio- banizada producto de la expansión con den-
nal, que combina, en el caso de las ciuda- sidades bajas en la periferia (Figuras 7 y 8).
des, la idea de que es posible el crecimiento
Esta conformación de los periurbanos o in-
sin límites de la mancha urbana, acompa-
terfaces rural-natural-urbana de un modo
ñado con la movilidad sobre 4 ruedas basa-
tan ineficiente en cuanto al consumo de
da en un uso intensivo de hidrocarburos. Un
suelo y a la destrucción de servicios ecosis-
modelo de ciudad y movilidad con una gran
témicos, demandan esfuerzos para pensar
huella de carbono. Estas ideas no tienen en
con otras lógicas el desarrollo urbano. Estas
áreas son anillos no uniformes que bordean
a las ciudades y crean un escenario de con- Uno de los recursos finitos de nuestro finito
trastes y mixturas de usos, que ya no res- planeta es el suelo agrícola de calidad:
ponden a categorías simplistas tales como
“Los cálculos de la superficie de tierra poten-
campo-ciudad o rural-urbano. Ni lo urbano cialmente cultivable en el planeta oscilan en-
está conformado con los atributos de cali- tre 2.000 y 4.000 millones de hectáreas (…).
dad de una ciudad –porque no cuentan con se explotan más o menos 1.500 millones de
adecuadas infraestructuras, servicios, segu- hectáreas, una extensión que se ha mante-
ridad, equipamientos, transportes, etc., ni nido constante en los últimos tres decenios.
lo rural mantiene su identidad ni sus funcio- Los aumentos de la producción de alimentos
nes clásicas –la de auto-subsistencia de la se han derivado casi en su totalidad de los
familia agricultora y de provisión de bienes incrementos del rendimiento, no de la expan-
sión neta de los terrenos (…) continuamente
y servicios para la sociedad mediante la co-
se utilizan nuevas tierras de cultivo, mientras
mercialización de excedentes; o la de pro-
que otros terrenos antes cultivados se pier-
ducción en escala de la empresa agrícola-. den debido a la erosión, la salinización, la ur-
Como resultado de estas dinámicas, se de- banización y la desertificación (…) puesto que
normalmente las tierras mejores se habilitan
sarrolla un proceso de pinzas –avances de
primero, los suelos que antes eran excelentes
la ciudad dispersa y de la frontera agraria se degradan mientras que la producción de
extensiva con uso de grandes cantidades de alimentos se traslada a tierras más margi-
agroquímicos y fertilizantes (Altieri, 1999; nales (…) Si la población crece exponencial-
Pengue, 2014). Este fenómeno se replica en mente y la extensión de la tierra cultivada
muchas ciudades del país, y se observa que se ha mantenido más o menos constante,
se han afectado profundamente los cintu- quiere decir que la superficie cultivada por
rones verdes fruti-hortícola de las ciudades persona desciende (…) ha disminuido de 0,6
argentinas (Manuel-Navarrete et al., 2005), hectáreas por persona en 1950 a 0,25 hectá-
rea por persona en el 2000” (Meadows et al.,
donde se ubican tradicionalmente los pro-
2006: 124-129).
ductores de los alimentos perecederos ne-
cesarios para alimentar a la población local
El área de la principal ciudad capital y donde
(Pengue, 2005); la tendencia indica que los
se inscribe el CV es la que presenta algunos
cinturones verdes están desapareciendo
de los mejores suelos para la agricultura se-
(Barchuk et al., 2017).
gún la Carta de Suelos generada por INTA y
el Ministerio de Ambiente de la provincia de
Córdoba (Figura 13); un suelo que se perde-
El territorio “invisible” rá irremediablemente si la lógica de urbani-
y sus Servicios Ecosistémicos zación sin límites continúa.
Figura 9: Tasa de crecimiento medio anual de la población de la Provincia de Córdoba por depar-
tamentos entre los Censos 2001-2010
Fuente: INDEC https://www.indec.gob.ar/.
degradadas, entonces cada una de las más del Río Suquía, a partir del cual se construyó
de 6.000 millones de personas de hoy ten- la infraestructura de riego más importante
dría alimento suficiente, del mismo modo en la historia de Córdoba y su área metro-
que casi las 9.000 millones proyectadas para politana. En 1885 se iniciaron las obras del
mediados del siglo XXI. Caso contrario (…) de
Dique Mal Paso, proyecto de los ingenieros
acuerdo a previsiones de la ONU, la alimen-
tación podrá verse gravemente limitada, no Carlos Cassaffousth y E. Dumesnil, bajo la
solo a escala local, sino en todo el mundo, y dirección de obra del Ingeniero Juan Bialet
en un plazo relativamente corto. La escasez Massé. Con el sistema de embalse –San Ro-
parecería repentina, pero no sería más que que y Mal Paso- y los canales maestros de
una continuación de tendencias exponencia- riego se habilitó la principal área fruti-hor-
les” (Meadows et al., 2006). tícola que se conocerá como el CV (Figura
1). El sistema, además, generaba la ener-
gía eléctrica con importantes realizaciones
de la ingeniería hidráulica e hidroeléctrica
Caracterización de la
-embalses, diques de nivelación, usinas y
situación actual del patrimonio canales de riego-, donde la primera usina
de regadío cordobés hidroeléctrica que se habilitó en el país es
En el siglo XIX, este territorio tuvo un gran las de Casabamba en 1897, o la Usina Mo-
salto cualitativo y cuantitativo en la relación let en 1901, La Calera en 1911 y San Roque
sociedad-agua-alimentos que terminó de en 1959. Desde los años 90 el sistema de
conformar el CV. Se inició con las obras en el riego se complementó con el Canal Los Mo-
Valle de San Roque para embalsar las aguas linos-Córdoba que abastece la zona Sur.
Sin embargo, si se analiza la evolución del Uno de los temas a debatir respecto a la
sistema de riego del área metropolitana, se sustentabilidad de las ciudades es cómo se
verifica cómo el crecimiento de la ciudad, usa y regenera el agua disponible en un te-
la construcción de la avenida de circunva- rritorio (servicio ecosistémico: regulación
lación y la desvalorización de esa infraes- del ciclo del agua y purificación).
tructura como patrimonio lo ha llevado a un
Resumiendo, Córdoba logró generar un rico
estado entre el colapso y la desaparición de
patrimonio hídrico y fruti-hortícola que se
una parte del sistema. Estas obras constitu-
está arruinando y provoca una des-eco-
yen un patrimonio hidráulico, insuficiente-
nomía territorial dilapidadora de recursos
mente valorado por la sociedad en conjunto
(¿Cuánto costaron los sistemas de embalse
y por las entidades públicas, que se fue de-
y canales de riego históricos?). Frente a es-
teriorando y, en algunos casos, inutilizando.
cenarios de cambio climático, con recurren-
Otro ejemplo es el estado actual de los ca- tes sequías y los déficits hídricos en relación
nales (Figura 2), que muestra la falta de in- a una producción, como la fruti-hortícola
terés y el descuido al que están sometidos, que es intensiva en uso de agua, se forta-
no solo por la basura que acumulan, sino lecen los argumentos de quienes en forma
porque se usan, incluso, como desborde explícita o implícita no quieren proteger el
de cloacas en algunos puntos de la ciudad. CV porque prefieren el negocio inmobilia-
Además, se comprueba en la zona Sur que rio como destino de esas tierras. Sin em-
se autorizan e instalan loteos o barrios ce- bargo, el argumento de que no hay agua y
rrados que directamente los cortan, desvían solo podrán subsistir los productores que
o inutilizan. se conecten a pozos de riego7 no resisten a
un debate integral sobre cómo usar en for-
En la construcción simbólica de nuestra so-
ma eficiente los recursos (incluidos suelo y
ciedad respecto al uso del agua, se estable-
agua), atentando contra un interés general
ce como prioridad el uso doméstico frente
aún no suficientemente comprendido res-
al agrícola, sin discriminar que el agua para
pecto a la importancia estratégica de los sis-
producir alimentos frescos para las ciuda-
temas de producción de alimentos frescos y
des es mucho más importante que el inefi-
sanos de proximidad a las ciudades.
ciente y superfluo uso actual: riego de jardi-
nes, lavado de autos o casi 10 litros de agua
potable en cada descarga del inodoro.
7 Cuando se suma sequía e ineficiencia del uso de agua en el territorio, la respuesta es generar nueva in-
fraestructura, como el proyecto de pozos de riego, del que solo llegó a construirse un porcentaje reducido de lo
previsto inicialmente.
Beatriz Giobellina
Introducción
En esta segunda parte se aporta una caracterización de algunos aspectos de la situación
actual del CV: problemática de los productores (acceso a la tierra y al agua, precio y valora-
ción del producto y de su trabajo, financiación, etc.), variabilidad climática y la amenaza de
incremento por el cambio climático, entre otras.
8 Según Moreno et al. (2017) participaría de menos del 3% del total, como se deduce de datos del MINAGRO
para Córdoba: “…durante el período comprendido entre las campañas 2003/04 y 2015/16, la superficie cosecha-
da estuvo concentrada casi en su totalidad en cuatro cultivos: soja, maíz, trigo y maní. Entre ellos concentraron
el 97% del total…”
Figura 1: Sistema de Riego del área metropolitana de Córdoba en base a canales maestros
Fuente: O-AUPA INTA (2017).
mercado de abasto, lo que no alcanza para se caracteriza por un notorio cambio desde
conocer a fondo la situación actual. Otras migrantes europeos de los siglos y décadas
entidades tales como INTA9, la Sub Secreta- anteriores hacia los de regiones vecinas.
ría de Agricultura Familiar de la Nación dele-
Diversos autores (Benencia, 2009, 2017;
gación Córdoba (SSAF) o las Universidades,
Pizarro, 2011, 2015; Domenach, Celton, &
tienen lecturas parciales e incompletas.
Álvarez, 1998, entre otros) dan cuenta de
En una recopilación de bibliografía cientí- cómo el flujo de inmigrantes bolivianos se
fica escasa e informes técnicos no necesa- ha insertado en nichos de los trabajos más
riamente con rigor científico, además de re- sacrificados y peor pagados en las princi-
cientes estudios realizados con tecnologías pales cuencas y cinturones fruti-hortícolas
de teledetección, encontramos los siguien- del país: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe,
tes datos cuantitativos que, por aproxima- Mendoza, Río Negro, Chubut, Neuquén Sal-
ción, contribuyen a mostrar una idea del CV ta, Jujuy, Tucumán y Corrientes. En un pri-
desde distintos enfoques metodológicos. mer momento como reemplazo de mano de
obra familiar de pequeños productores de
Según datos de APRODUCO (2014) en la ac-
origen europeo (Italia, España, Portugal) y
tualidad los productores trabajan entre 1 y
de migrantes internos argentinos.
15 hectáreas; en 30 años los productores se
redujeron desde unos 700 a solo 250, apro- Roberto Benencia (1997) acuñó el concepto
ximadamente, registrados en el Mercado; “escalera boliviana”, para referirse al proce-
aunque en estudios que se realizan en el so de adaptación, progreso en la actividad y
O-AUPA en colaboración con otros equipos ascenso socio-económico de los migrantes
de universitarios y técnicos, los datos preli-bolivianos en nuestro país. A partir de su lle-
minares indican que hay muchos más, pero gada a la actividad aprendieron el oficio de
sub registrados, principalmente de origen agricultor hortícola, se convirtieron en pro-
bolivianos y que trabajan como medieros o ductores y comercializadores, bajo diversas
arrendatarios. figuras (changarín10, peón, mediero o me-
dianero11, arrendatario, consignatario para
la comercialización, etc.); lograron diversos
Los “invisibles” que nos alimentan: grados de movilidad social ascendente, e
el aporte histórico de la migración incluso algunos llegaron a ser propietarios.
Si bien constituyen los principales produc-
boliviana tores de frutas y verduras de la Argentina,
Desde hace más de 40 años el territorio na- continúan siendo invisibilizados, segrega-
cional se configura con el aporte migratorio dos y víctimas de diversas formas de dis-
de la población proveniente de los países criminación social: los “nuevos invisibles”
limítrofes: bolivianos, chilenos, paraguayos, de la sociedad argentina que desconoce
uruguayos. Una tendencia migratoria que su trabajo y su aporte estratégico para el
aprovisionamiento de alimentos frescos a
9 Desde el O-AUPA se avanza en generar conocimiento del sector y el territorio, en colaboración con un buen
número de personas y equipos interesados en la temática.
10 Changarín o changador es el peón rural o urbano contratado para realizar tareas menores. No tiene sueldo
ni trabajo fijo. Ese tipo de trabajo se llama changas (Real Academia Española)
11 Mediero o medianero es la persona que explota a medias con otra un negocio, en especial una explotación
agrícola o ganadera. En Argentina es la forma en que encontraron los quinteros tradicionales de las áreas fru-
ti-hortícolas para resolver el grave problema de carencia de mano de obra en el marco de una crisis de precios e
inestabilidad de mercado de la producción hortícola desde los 80. La mediería es un contrato en el que el dueño
de la explotación adquiere la fuerza de trabajo del mediero, generalmente acompañado de su familia, incluyen-
do niños, y en condiciones de auto explotación al no contar con ningún tipo de cobertura que garantice protec-
ción social ni derechos laborales. En este trato, el dueño de la quinta se queda con la potestad de decidir qué
plantar, con la venta en el mercado y con la provisión de insumos. El mediero recibe el 50% del producto de la
venta, descontados gastos. El precio de la producción lo fija el mercado y depende de la habilidad para comerciar
y negociar el valor del producto. El mediero no tiene voz ni voto en esta transacción. Es, en general, un régimen
que permite la explotación y la precarización de la mano de obra, en condiciones peor que un asalariado. Su
regulación legal presenta idas y vueltas que no han logrado aún transformar la situación.
12 Cerrando el año, nuevos productores hortícolas recibieron incentivos por Buenas Prácticas Agropecuarias
http://www.aproduco.org.ar/.
Sayago, Bocco, 11.000 ha la superficie bajo riego, con una reducción del 60% del his-
Díaz & Ávila tórico.
(2009) 5.300 ha dedicada a hortalizas en ZS.
20.000 personas ocupadas en el CV en su etapa productiva.
Sánchez & Bar- 12.200 ha de hortalizas (Capital, Colón y Santa María) en base a Cen-
beris (2013) so Agropecuario 2002.
672.825 tn de hortalizas (producción de papa 79%) (datos de MA-
GyP-DIMEAGRO, 2013).
A P R O D U C O , 245 Productores quinteros inscriptos para vender en el Mercado de
2014. Abasto de Córdoba.
(1) Una profundización de estos datos en el capítulo de Damián Lobos en esta publicación.
(2) No se puede hacer comparación directa porque los métodos y recortes son diferentes, lo que demues-
tra la falta de información de base producto de censos y mediciones periódicas.
13 Ver el artículo de Luciana Suez, Alicia Barchuck & Luciano Locati en esta publicación.
14 En su mayoría de origen boliviano. Además del padre y la madre, en las familias suele haber niños trabajan
muchas horas en la producción casi todos los días de la semana.
15 Para ser considerados alimentos de proximidad, se recomienda una distancia de entre 50 y 100 km al centro
de consumo principal.
16 Entrevista a un productor en febrero de 2015. El precio del litro de diésel más barato en enero de 2018 es
de AR$22 o US$ 1,17; la distancia real con Villa María ida y vuelta es de 368 km, por lo que el lote de verdura
requiere 128 litros o US$150,7 en combustible.
17 Principalmente zanahoria, papa, batata, lechuga, acelga, espinaca, espárrago, calabaza, anquito, brócoli,
repollo, coliflor, lechuga, berenjena, pimiento, tomate, rúcula, acelga, rabanito, achicoria, cebolla, choclo.
18 Donde también se cultivan vides para vinificación.
19 Ver sobre este tema el capítulo de Marianne Ralú de esta publicación.
20 En ese sentido los productores agroecológicos lo logran mediante ferias, o los que están en programas de
gobiernos locales, como Colonia Caroya, con su feria semanal de productores. Existe desde noviembre de 2013
una Feria Agroecológica que funciona en predios de la Ciudad Universitaria de la UNC, con pocos productores
agroecológicos pero que tienen clientela propia y venta directa entre productor y consumidor. Asimismo, están
surgiendo otras ferias (Unquillo, Juarez Celman, Colonia Caroya, Alta Gracia, Villa Allende, etc.) y más producto-
res, lo que muestra una tendencia hacia otros modos de producir y de comercializar.
ducir algunas modernizaciones en sus áreas tico participativo (ver más información en
productivas: el Anexo), los productores y técnicos de
diversas instituciones participantes sos-
• la media sombra para el verano y el exce-
tienen que:
so de sol y calor (removible para enfrentar
el cambio de ciclo, pero no apta cuando hay • En la raíz de los problemas están: el avan-
demasiadas lluvias y humedad); ce de la frontera urbana; la dificultad del
acceso a la tierra y al agua; la ineficiencia
• aumentar la eficiencia en el riego y capa-
global del sistema productivo por falta de
cidad propia de obtención y almacenamien-
modernización y acceso a crédito; las polí-
to del agua en caso de crisis o no acceso
ticas públicas insuficientes; la inestabilidad
a los sistemas de riego (pozos, cosecha de
e informalidad de la actividad; la inequidad
agua de lluvia, cisternas, embalses, riego
en la comercialización y otros factores eco-
por goteo, etc.);
nómicos; y la poca valoración de la produc-
• malla anti granizo, etc. ción local de alimentos.
En general, este tipo de medidas podrían • Las consecuencias serían: bajas inversio-
ser más eficientes complementadas con nes e incentivos de mejora, sobre todo en
políticas públicas en el diseño de parques casos de arriendo; menor calidad y com-
agrarios y acciones integrales con los pro- petitividad respecto a productos de otras
ductores para fortalecer y garantizar su sus- regiones; necesidad de políticas educativas
tentabilidad en el tiempo. para la actividad y para la mayor valoración
social de este trabajo; necesidad de un Esta-
“Y remarca que a la mayoría de los produc-
tores `gringos´ no se los convence con pala- do activo que apoye más al sector.
bras. Esos quinteros llevan varias generacio- • Un horizonte deseable y objetivos estra-
nes con el mismo método de trabajo. Lanzan
tégicos serían: lograr que el trabajo hortí-
semillas al voleo –si se necesitan 10 plantas
cola sea más atractivo; lograr precio justo
por metro, se tiran 20 para asegurar la ger-
minación; si nacen de más, se arrancan las para productores y consumidores; valorar
sobrantes–; las verduras crecen a campo el agua como patrimonio (nosotros agre-
abierto, supeditadas al clima. Cualquier inno- gamos también el suelo fértil); reducir el
vación técnica es recibida con desconfianza. riesgo ambiental con BPA y buenos diag-
“Una hectárea de mediasombra cuesta 220 nósticos, que permitan, además, lograr la
mil pesos. Se necesitan 22 rollos para techar- convivencia entre áreas productivas y resi-
la. Cada rollo de 100 metros de largo por denciales; y establecer canales directo de
cuatro metros de ancho vale AR$2000. El rie- diálogo entre el Estado y los productores.
go por goteo requiere otros 120 mil pesos.
Para amortizar la inversión se necesita un mí-
nimo de cuatro hectáreas: 1.360.000 pesos.
La estructura de mediasombra dura entre La perspectiva de los actores:
cuatro y seis años. En Mendoza y en La Plata conclusiones del primer taller de
hay emprendimientos similares, en Córdoba diagnóstico participativo del cintu-
es el único” (Miño, 2016).
rón verde
El objetivo general de este taller fue contri-
buir a fortalecer y preservar el CV de Cór-
La mirada de los productores
doba, entendiendo que este territorio y su
En este sentido, la perspectiva de los ac- entramado productivo son un recurso es-
tores principales del CV en un proceso de tratégico para la producción de alimentos
co-construcción participativa realizada en de proximidad, la seguridad y soberanía
2014, muestra con lucidez y claridad un alimentaria y el desarrollo socio-económico
camino posible para defender el CV. local. En la actividad participativa con unas
40 personas de distintas procedencias (pro-
En el árbol de problemas (Figura 1) que se ductores, técnicos, funcionarios de entida-
realizó como síntesis del taller de diagnós- des públicas) se reconocieron como algunas
de las causas más profundas de la situación de medio y largo plazo; este es un proble-
de vulnerabilidad y retroceso del CV de Cór- ma más grave entre los arrendatarios. Pero
doba las siguientes: también se presentan conflictos en la convi-
vencia entre nuevos barrios y la producción
• escasa valoración del CV, de la actividad
hortícola (urbano-rural);
hortícola y de los productos que allí se ob-
tienen por parte de la sociedad en su con- • necesaria modernización e incorporación
junto y de los propios productores; de innovaciones en los emprendimientos,
que no llega a desarrollarse por problemas
• insuficiente interacción entre las necesi-
de rentabilidad del sector y también por
dades de producción y de los productores
insuficiente financiación y/o por falta de
y las políticas que podrían realizarse desde
solvencia de los productores, principalmen-
diferentes instancias estatales (administra-
te los más pequeños, los arrendatarios, los
ciones y entidades municipales, provincia-
inmigrantes;
les y nacionales);
• características propias de la producción
• insuficiente organización y asociatividad
hortícola: gran necesidad de fuerza de tra-
del sector de productores, lo que les impi-
bajo / horas de trabajo, inestabilidad eco-
de tener fuerza y ser actores con capacidad
nómica, e informalidad de una parte del
de presión para la definición de las políticas
sector;
que requiere el cinturón para preservarse;
• necesidad de incorporar las BPA en la to-
• la situación de borde urbano, con una
talidad de los productores (aun cuando se
normativa y controles insuficientes respec-
reconoce que se ha avanzado en forma im-
to al uso de suelo, que generan expectativas
portante, al menos en algunos sectores de
de urbanización y presión inmobiliaria so-
Capital); necesidad de más estudios sobre
bre las quintas, lo que desalienta inversio-
los impactos entre las tecnologías producti-
nes, modernización y mayor desarrollo de
vas en el sector hortícola que utilizan agro-
la actividad frutihortícola con planificación
químicos y la coexistencia con las poblacio- para los pequeños productores, además de
nes próximas; desconocimientos de normativas vigentes;
• escasa disponibilidad de mano de obra • relaciones desiguales de poder entre
estable y capacitada: al ser un trabajo muy grandes y pequeños productores y pueste-
esforzado y mal remunerado, esta dificultad ros;
es muy importante y requiere una revalo-
• no se valora la importancia fundamental
rización del producto del sector y otras es-
que tiene el mantener la capacidad local de
trategias de comercialización y fijación de
producción de alimentos frescos en el terri-
precios;
torio, ni la importancia de las frutas y verdu-
• menor calidad de la producción local ras para una dieta equilibrada para la salud
comparada con los productos que llegan de de la población; se considera de importan-
otras zonas; cia estratégica realizar campañas de educa-
ción ambiental y nutricional al conjunto de
• escaso desarrollo de la gestión empresa-
la sociedad.
rial en los establecimientos y unidades pro-
ductivas y altos costos de comercialización
Beatriz Giobellina
Introducción
¿Qué pierde Córdoba si pierde su CV? ¿Interesa a los productores y a la sociedad mantener
este territorio como recurso estratégico para la producción de alimentos de proximidad,
seguridad y soberanía alimentaria y desarrollo socio-económico local? Son algunas de las
preguntas que dejamos abiertas. La expansión de la mancha urbana que no tiene en cuen-
ta el valor estratégico del suelo rural, ni los sistemas de regadíos, ni a los productores y
familias que viven de producir alimentos, ni la actividad agrícola necesaria para sustentar
la población, genera una progresiva dependencia alimentaria de otras regiones, con el con-
siguiente encarecimiento de productos que tienen que viajar más kilómetros para llegar a
la mesa (Giobellina, 2011; Giobellina et al., 2017).
La sustitución de producción de alimentos saludables, por cemento y ladrillo, countries y
barrios cerrados, no es una ecuación favorable para la ciudad en el medio y largo plazo, y
es producto de una profunda desvalorización de, entre otros servicios ecosistémicos, la
capacidad territorial de producir comida con baja huella de carbono (elimina consumo de
hidrocarburos) y con menor costo del transporte incidiendo en el precio del producto. Esto
se basa en un sentido común de las zonas frutihortícolas y de granjas que rodearon histó-
ricamente las ciudades. Lo rural suele ser menos apreciado y valorado en el mercado que
lo urbano, sinónimo de modernidad y progreso, invisibilizando otros costos que termina
soportando la población en el precio de su canasta básica alimentaria.
La situación de proximidad es condición fundamental de este planteo de defensa del CV;
significa una oportunidad de re significar el rol del suelo productivo urbano y periurbano
en función de un valor superior para la sociedad, como es la alimentación como un derecho
humano, que está por encima del valor de la renta del suelo. Desde distintas miradas se
propone comprender la soberanía alimentaria como la acción política de la población en
el aseguramiento del sistema alimentario y como la garantía de derechos humanos a la
alimentación, a la salud, a un ambiente sano, al agua.
La significativa relación entre la seguridad alimentaria, la producción de alimentos de proxi-
midad a las ciudades y la urbanización, no está suficientemente reconocida por profesiona-
les, planificadores, políticos, productores, ni por la sociedad en general. Sucede entonces lo
contrario a lo deseable en la mayoría de las ciudades del país y de buena parte del mundo:
a medida que la ciudad se expande aumenta la demanda de alimentos y agua, y, al mismo
tiempo, desaparece la capacidad del entorno para seguir abasteciendo esas necesidades
de forma sustentable. Sin regulación, siempre pierde lo rural, como es el caso en el que nos
centramos en este estudio: el CV de Córdoba.
La propuesta superadora es avanzar en el conocimiento del sistema y en la planificación
estratégica de acciones que garanticen la sustentabilidad del CV y, en consecuencia, de una
parte importante del sistema alimentario de la población. Se puede seguir en el camino de
la planificación territorial insensible a los servicios ecosistémicos básicos o, por el contrario,
generar diseño y planeamiento urbano y territorial respetuoso de los recursos naturales y
de la capacidad de alimentar a la población que tuvo históricamente el territorio.
• inmigración – emigración de la comuni- Barros, V., Carlino, H., Magnasco, E. & Magrin,
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dad de origen boliviano;
de la República Argentina a la Convención
• disponibilidad de mano de obra y marco Marco de las Naciones Unidas sobre el cam-
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bajadores del CV; Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
Nación.
• permanencia de la familia en ámbitos ru-
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• vivienda, equipamiento social y servicios
para la familia y la vivienda; __________. (1997). “De peones a patrones
quinteros. Movilidad social de familias bo-
• apego a la tierra e identidad cultural vin- livianas en la periferia bonaerense”. En Re-
culada con el sistema productivo frutihortí- vista de estudios migratorios Latinoameri-
cola; canos 35 (33-48).
• valoración social del sistema productivo y __________. (2017). Inmigración y economías
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La%20Ley%20-costes.pdf fao.org/in-action/food-for-cities-pro-
APRODUCO www.aproduco.org.ar
gramme/overview/what-we-do/en/
Beatriz Giobellina
Introducción
Entre las acciones realizadas desde el O-AUPA, hay 5 talleres de diagnóstico participativo
que se han realizado desde 20141. En el marco del Proyecto Regional del Territorio Agrí-
cola-Ganadero Central de la Provincia de Córdoba, el sábado 31 de mayo se realizó en el
Club Villa Esquiú un primer encuentro entre productores/as, técnicos/as y planificadores/
as para debatir sobre la problemática del CV de Córdoba. La jornada estuvo apoyada por
el Programa Pro Huerta, la FCA-UNC, la FAUD-UNC, la Dirección de Ferias y Mercados de la
Municipalidad de Córdoba, entre otros.
La actividad fue organizada por el O-AUPA de la AER Córdoba, entre cuyos objetivos está
el contribuir a fortalecer y preservar el CV de Córdoba, entendiendo que este territorio y
su entramado productivo son un recurso estratégico para la producción de alimentos de
proximidad, la seguridad y soberanía alimentaria y el desarrollo socio-económico local.
1 Los primeros tres talleres hace nfoco en el CV Norte. Las conclusiones del segundo y del tercer taller están
incluidas en los capítulos de Paula Nieto y Marianne Ralú en este libro. El cuarto y el quinto taller se enfocan en
el CV Sur, y serán publicados en otro libro.
(Página nterior)
Figuras 1 a 3: Fotografías tomadas durante el taller
Fuente: B. Giobellina (2014).
Reconstrucción histórica
de los territorios periurbanos de Córdoba
destinados a la producción de alimentos de proximidad
Desde su fundación en 1573 hasta principios del siglo XX
Introducción
El equipo del O-AUPA orienta sus esfuerzos al conocimiento y valoración de la agricultura en
contexto urbano y periurbano. En ese sentido, entiende -junto a los autores de este libro-
que el cinturón verde de Córdoba (CV) es el territorio periurbano destinado a la producción
de alimentos frescos para los ciudadanos que habitan la ciudad. Desde esta concepción es
que se hace referencia a un territorio que cobra cada vez más importancia para entender el
desarrollo de un sistema urbano en términos de sostenibilidad y eficiencia, más aún en el
actual escenario de transformaciones socio-productivas, climáticas y ecosistémicas.
Las consideraciones vertidas por los autores en este libro hablan de la situación actual del
CV, expresando una extensa serie de procesos, complejidades y desafíos de diversa índole.
Creemos que los aspectos sociales, económicos y políticos discutidos en este y otros foros
respecto a la pérdida acelerada de este sistema productivo -incluyendo tierras, sistemas de
regadío y productores-, encuentran su raíz principalmente en las transformaciones neoli-
berales implantadas a partir de 1976 a escala nacional. La desindustrialización de la matriz
productiva local, la economía agrícola volcada a las commodities exportables y la financia-
rización de la acumulación (con su mayor correlato en la hipertrofia del sector inmobiliario)
son las fuerzas motoras actuales de la crisis del CV.
Sin embargo, la preeminencia de esta hipótesis de trabajo limita de alguna manera otros
abordajes, principalmente las lecturas y reflexiones históricas de largo plazo. En concreto,
casi no existen antecedentes sobre historia urbana o agrícola que centren su mirada en
las zonas de interfase o periurbanas. Es el objetivo de este artículo presentar los primeros
acercamientos al estudio del CV desde una perspectiva histórica crítica.
En este artículo se proponen algunas líneas de interpretación histórica sobre el rol de la
agricultura de proximidad urbana, tomando algunos hitos en la historia de la configuración
del territorio. Se toma como punto de partida la fundación de Córdoba en 1573, sin desco-
nocer las preexistencias agrícolas de los pueblos originarios (que aquí no se desarrollan); se
propone una extensión del análisis hasta primeras décadas del siglo XX, cuando se fortalece
la configuración del sistema de regadío y las quintas de los gringos, que podría señalarse
como inicio del sistema productivo-territorial hoy conocido como CV. No se continua el
análisis ya que se considera que existen numerosos y excelentes trabajos sobre el período
posterior, incluso como parte de esta misma publicación.
Para analizar la historia del periurbano rural consideramos que hay dos elementos que
hay que tener en cuenta; por un lado, los modelos y las prácticas de planificación y orde-
namiento urbano; por otro lado, la constitución y desarrollo de los modelos productivos
agropecuarios. Este artículo se propone observar la articulación histórica de estas dos di-
la región de los minerales y el puerto de Bue- se registran los primeros asentamientos su-
nos Aires dio resultado. Sólo unas décadas burbanos permanentes, que se limitaron a
después de ser fundada en 1573, Córdoba rancherías de indios y esclavos libertos ori-
se convirtió en la ciudad más importante y ginadas sobre La Cañada (Bischoff, 1992).
desarrollada del Tucumán a lo largo del siglo
XVII y hasta una buena parte del XVIII. Tanto Sin embargo, este trazado no muestra la
por su activo comercio, como centro redistri- totalidad del territorio enajenado para la
buidor del tráfico de esclavos y de efectos de instalación de la ciudad. En las Leyes de In-
Castilla, como por ser productora de ganado
dias el territorio colonial es concebido como
mayor y menor –ovejas y cabras, mulas y va-
un sistema integrado de caminos, puertos,
cas- y sus productos derivados, e incluso de
lana y tejidos bastos con los que abastecía a ciudades y otras formas de asentamiento.
las regiones del Norte, las del litoral y hasta Todo centro poblacional administrativo re-
llegaba a Brasil. Sin duda, se vio favorecida quería de un área de aprovechamiento de
por su posición geográfica, ya que por su te- recursos naturales y de alimentos, energía,
rritorio pasaban las principales rutas que co- minerales y agua, quedando este sector
municaban el Atlántico con el Norte, Cuyo y claramente identificado y asignado para
Chile” (Ferreyra, 2016: 3-4). funciones específicas, así como usuarios o
propietarios particulares .
La necesidad de comenzar las obras de ur-
banización de la manera más rápida posible En la Figura 1 se muestra un esquema teó-
- y con los instrumentos topográficos rudi- rico que reconstruye este modelo. Puede
mentarios disponibles - resultó en el diseño observarse que el territorio destinado al
de un trazado reticular , el cual se consoli- nuevo asentamiento no se limitaba al nú-
daría a fines del siglo XVI con la publicación cleo urbano original, sino que incluía una
de las Leyes de Indias (Foglia et al., 1987) . serie de zonas concéntricas a su alrededor,
destinadas no sólo a las futuras expansio-
Las Leyes de Indias recopilan la experiencia nes sino también a funciones primarias
acumulada en el ordenamiento colonial del esenciales: cultivo de alimentos, fuente de
territorio americano. En ellas es posible di- agua para riego y consumo humano y ani-
lucidar la naturaleza del modelo de urbani- mal, molinos, campos de pastura para el
zación y ordenamiento territorial llevado a ganado, mataderos, instalaciones militares,
cabo por los conquistadores, y en concreto extracción y manufactura de materiales de
las formas que más eficientes habían re- construcción, etc.
sultado a lo largo del proceso de invasión y
ocupación del continente americano . Con Es significativo el hecho de que, mientras
base a ese modelo, y a investigaciones ar- que las parcelas urbanas eran designadas
queológicas, es posible reconstruir la mo- a propietarios específicos, y gran parte del
dalidad en la que operó Jerónimo Luis de territorio circundante se otorgaba al funda-
Cabrera al momento de la fundación de la dor y otras personas, la mayor parte del te-
ciudad, que refiere tanto del emplazamien- rritorio periurbano –el más cercano al área
to central de las principales funciones urba- urbana, y con mejor acceso a la infraestruc-
nas sobre un trazado en cuadrícula, como a tura existente- era destinado a servicios ur-
la regulación de las leguas de sus ejidos y banos esenciales, y de uso comunitario: es-
áreas de servicio. tos terrenos quedaban afectados a la figura
de ejidos y dehesas comunales.
El trazado fundacional de la ciudad se en-
contraba circunscripto hacia el Norte y el
Este por el río Suquía, al Sur por las barran-
cas y al Oeste por el arroyo La Cañada. Es- Los ejidos comunales
tas barreras geográficas servirían a la vez de de los siglos XVI a XVIII
defensa contra los pueblos originarios no Si bien parte de los alimentos se producían
sometidos durante las primeras décadas de en cada parcela urbana (en huertos, frutales
existencia de la ciudad. Los territorios ad- y con la cría de pequeños animales) bajo la
yacentes a este trazado quedaban despro- modalidad que hoy se denomina agricultu-
tegidos, por lo que recién en el siglo XVIII ra urbana, la concepción colonial del uso y
eferencias:
) Traza urbana según Libro IV, Título V; (5) Tierras de propios según Libro IV,
ey IX, Título VII, Ley I y VII. Título VII, Ley XIV.
) Tierra libre de edificación según Libro (6) Río Suquía.
, Título VII, Ley XIII. (7) Barrancas.
organización del territorio contaba con la los vecinos, pero se multaba a los forasteros
) Ejidos según Libro IV, Título VII, Ley
II y XIII. producción de alimentos en las tierras pe- que lo aprovechaban (Page, 2004: 636-638,
) Tierras de riego y dehesas según
riurbanas como un elemento necesario. Ese 649-650).
bro IV, Título VII, Ley VII y XIV.
territorio circundante era considerado un
Hacia finales del siglo XVIII, en los ejidos del
bien comunal, formado por ejidos, montes,
Oeste y del Este se localizaban fábricas de
uente: aguas, dehesas y baldíos, que podían des-
adobe utilizadas por los vecinos de la ciudad
tinarse al uso común o arrendarse a parti-
aboración: Beatriz Giobellina, 2017, con base en Foglia, M. E., et al. (1987). La cuadrícula en el desarrollo de la
para fabricar ladrillos para sus viviendas,
culares, con un modelo organizativo que
udad hispanoamericana. El caso Córdoba (1573-1810). Córdoba: Departamento de publicaciones de la FAUD - UNC.
bujo: Sara M. Boccolini como un claro antecedente de usos actua-
se desarrolló sin grandes cambios durante
les del periurbano: como productor y pro-
varios siglos (de Solano, 1976: 134, 151-
veedor de materiales de proximidad para la
152). El sentido común del planeamiento
construcción en la ciudad.
en la historia humana (Giobellina, 2012) no
podía concebir la ciudad sin su territorio cir- Los ejidos del Sur eran los pastos comunes
cundante ni su área de aprovisionamiento ubicados sobre los altozanos hasta tres le-
de agua y alimentos de proximidad. guas más allá de la acequia . Los ejidos al
Norte de la ciudad fueron originalmente
En el caso de Córdoba, al igual que las ciu-
dados en propiedad a individuos particu-
dades del período fundaqcional en América,
lares, pero ya que no se ocuparon debido
las tierras periurbanas fiscales destinadas a
a ser un área particularmente afectada por
la labranza para la producción de alimen-
el régimen de crecidas del río, fueron consi-
tos frescos que generó el modelo colonial
deradas de propiedad del Cabildo desde fi-
español se denominaron tierras de ejidos
nes del siglo XVIII (Luque Colombres, 1980:
(Moroni & Vitaloni, 1993: 15-17). Los ejidos
426).
se localizaban alrededor de la traza urbana
original, tal como muestra la Figura 2. En El territorio periurbano se complementaba
ellos se localizaban viñas, huertas y pastos con chacras y campos, otorgados a distintos
comunes donde pacía el ganado de dife- propietarios, localizados en las tierras próxi-
rentes propietarios urbanos. En los ejidos mas a la ciudad: sobre el margen Norte del
también se prevenían sectores destinados río Suquía (hoy Yapeyú, General Paz y Ju-
a la descarga de residuos o a corrales para nior´s), las tierras bajas delimitadas por las
animales perdidos, además de tierras de re- barrancas en la margen Sur río abajo (hoy
creación. Su uso era libre e irrestricto para San Vicente), y en las tierras altas sobre las
4 7
3
2 1
5
6
9
Referencias:
Figura 2: Mapa de Córdoba a fines del siglo (5) Ejidos del Este (Suárez de Figueroa, 1578;
XVIII, con los ejidos y tierras de producción pe- Abreu, 1579).
(1)riurbanas
Traza urbana de la ciudad (Suárez
designadas originalmente
(5) Ejidos del Este (Suárez de Figueroa,
(6) Ejidos del Sur (Abreu, 1579).
Figueroa, 1577).
Referencias: 1578; Abreu, 1579).
(7) Fuerte (1573).
(2)(1) Traza
Cuadras de riego (Cabrera, 1574);
urbana de la ciudad (Suárez Figue- (6) Suquía.
(8) Río Ejidos del Sur (Abreu, 1579).
ejidos del Oeste (1786).
roa, 1577). (7) La
(9) Arroyo Fuerte (1573).
Cañada.
(3)(2) Cuadras
Ejidos del Norte (Cabrera, 1574).
de riego (Cabrera, 1574); ejidos (8) elaborado
Fuente: Río Suquía.
por Sara M. Boccolini
(4)del Oeste
Chacras (Cabrera, 1574); ejidos del
(1786). (9) conArroyo La Cañana.
(2018), base en datos de Page (2004) y
(3) Ejidos del Norte (Cabrera, 1574).
Norte (1786). Luque Colombres (1980, 1979).
(4) Chacras (Cabrera, 1574); ejidos del Norte
(1786).
Fuente:
Elaboración: Beatriz Giobellina, 2017, con base en Luque Colombres, C. (1970). Para una historia de Córdoba.
Tomo I: VIII. Los ejidos y la enfiteusis. Córdoba: Biffignandi, cit. en Foglia, M. E., et al. (1987). La cuadrícula en el
desarrollo de la ciudad hispanoamericana. El caso Córdoba (1573-1810). Córdoba: Departamento de publicaciones
de la FAUD - UNC.
barrancas al Sur de la ciudad (hoy Nueva provisión de la ciudad se realizó ocupando
Dibujo: Sara M. Boccolini
Córdoba, Güemes, y el sector denominado las tierras periurbanas,
Bajada del Pucará) (Luque Colombres, 1971:
• en función de su cercanía y accesibilidad
47-79).
a la ciudad o a la red vial de acceso a los
Al margen de lo que expresan las cartas y mercados locales, y
los documentos de registro de propiedad,
• en función de su calidad productiva, es
en la práctica la expansión de la ciudad y
decir, la fertilidad de su suelo y la provisión
su área de abastecimiento de alimentos
de riego, fundamental para la producción
estuvo condicionada a diversos aspectos:
agrícola.
la topografía, el desarrollo de las redes de
infraestructura de transporte (caminos, ru- Puesto que el trazado original de la ciudad
tas y, posteriormente, el ferrocarril) y los sis- se asentó en un sitio estrechamente limita-
temas de regadío, los cuales son decisivos do - al Sur y al Oeste por las barrancas, y por
para el desarrollo de la agricultura fruti-hor- el río Suquía al Norte -esos ejidos perma-
tícola. Debido a esto, la expansión de las tie- necieron prácticamente desocupados hasta
rras de producción hortícola intensiva para mediados del siglo XVIII, debido a la nula in-
Figura 3: Carta de Córdoba (ca. 1802) de Juan Manuel Lopez; copia de Felix Outres
En esta reconstrucción puede observarse el territorio periurbano destinado a producción agrícola
y quintas (la orientación del mapa tiene el Sur hacia arriba)
Fuente: Archivo de la Dirección de Catastro de la Provincia de Córdoba.
tierra donde no había una población signifi- La reducción a la servidumbre de los pue-
cativa estable era asignada directamente a blos originarios vino de la mano de políticas
corona para su distribución y reasignación. activas de propagación de la fe cristiana, por
cuanto la integración y el desarrollo de vín-
Pero el despojo territorial no fue la única
culos comerciales con la naciente ciudad de
forma de desposesión que se impusiera
Córdoba y sus canales de comercialización
sobre las comunidades originarias. Como
estaba solo reservada para aquellos que
se expuso en el apartado precedente, los
convirtieran sus “almas para la fe católica”.
conquistadores se apropiaron de una uni-
Esto incluyó el trabajo textil-artesanal, el
dad urbana-territorial o crearon una ciudad
servicio doméstico (que implicaba el cuida-
articulada con el área circundante, de forma
do de las quintas y los animales de las casas)
tal de asegurar la subsistencia básica de los
y la venta de frutas y hortalizas en las ferias.
habitantes del asentamiento. Sin embargo,
Al margen del régimen estamental rígido
los nuevos habitantes de Córdoba prioriza-
propio de la práctica colonial, Córdoba tuvo
ban las funciones administrativas y de con-
desde sus inicios un profundo proceso de
quista, por lo que la fundación de ciudades
mestizaje .
se realizaba donde tenían asegurada tam-
bién la mano de obra para uso diverso. Los Los llamados “pueblos de indios”, asenta-
invasores se sirvieron de la población nativa dos en los periurbanos pero ahora de for-
asentada en pueblos y comunidades cerca- ma concentrada, fueron parte del proceso
nas, las cuales fueron sometidas al trabajo de reorganización del territorio, incluyendo
servil. la sistematización de la explotación de la
mano de obra de los pueblos originarios. En
algunos casos, el compromiso militar para la
remota ciudad de Buenos Aires, implicó una mulas), con fuerte participación del trabajo
reconfiguración del poder político y econó- libre y esclavo e importante atracción de mi-
mico en la región. La defensa de la fronte- grantes adultos varones hacia la ciudad y sus
ra portuguesa, la promoción de las explo- alrededores” (Tell, 2006: 192).
taciones regionales (cueros elaborados y
Por otro lado, esta etapa temprana de agri-
yerba mate principalmente) y el comercio
culturización dio pie a la producción de de-
de ultramar fueron los nuevos horizontes
rivados procesados (harinas, vinagre, vino,
planteados por la corona de Castilla, por so-
aceite, etc.), industrias dependientes de
bre el comercio con el Alto Perú. A esto se
mano de obra que, hacia 1830-50, se habían
sumó la definitiva expulsión de la Compañía
expandido principalmente hacia los subur-
de Jesús del imperio en 1767, la cual conta-
bios de Córdoba.
bilizaba un enorme patrimonio edilicio, en
herramientas y en esclavos. Este proceso de desarrollo económico con-
dujo a que el territorio destinado a ejidos
Ante este nuevo panorama Córdoba vio re-
comunales hasta mediados del siglo XVIII
ducida su relevancia y vivió un proceso de
(Luque Colombres, 1980: 427-429), fueran
restructuración productiva resultante en la
ocupados paulatinamente con parcelas
generalización de pequeños y medianos es-
productivas particulares, a través de la figu-
tablecimientos agrícolas, y en el desarrollo y
ra de la enfiteusis. Las amplias parcelas se
consolidación de mercados regionales.
subdividieron en unidades mas pequeñas,
Siguiendo el exhaustivo estudio de Sonia vendidas como plantaciones con mejoras
Tell sobre la campesinización de la provincia (Boixadós, 2000: 70).
de Córdoba de 1750 a 1850, ya en el siglo
XVIII en los alrededores de Córdoba se lo-
calizaba una de las zonas agrícolas más re- La enfiteusis
levantes de la región. La misma abarcaba; del territorio periurbano
“las llanuras de Río Segundo al Este, las sie- en los siglos XVIII y XIX
rras de Calamuchita y Punilla al Oeste, el pie-
demonte y las llanuras de Anejos al Norte y al En el siglo XVIII la ciudad inició su primera
Sur y las quintas localizadas en los suburbios expansión fuera del trazado original. Los
de la ciudad” (Tell, 2008: 118). terrenos de los ejidos comunales se dividie-
ron en manzanas de dimensiones similares
En el curato Anejos se observa que, hacia a las de la traza fundacional, y las parcelas
1777, su población rural había crecido en resultantes se transfirieron en enfiteusis a
menor medida que la media de los otros los vecinos interesados en ocuparlos. Esto
curatos y se localizaban una importante permitía ceder –contra entrega de un canon
cantidad de unidades productivas de gran anual- la tierra comunal a un individuo o fa-
tamaño con uso de trabajo esclavo. A este milia, con la obligación primordial de trans-
respecto Tell plantea que; formarla en tierras productivas, ya sea por
“las unidades productivas medianas, gran- su dedicación a la producción agrícola o a
des y muy grandes de Anejos se concentra- actividades extractivas o industriales (Luque
ban en la sierra y el piedemonte (…), además, Colombres, 1971: 137, 169-189; 1980: 430-
es interesante observar que más de la mitad 437).
de las escasas pequeñas unidades producti-
vas estaban radicadas en parajes cercanos En esas parcelas se consolidó la producción
a Córdoba y a las quintas de sus suburbios, de trigo, maíz, porotos, calabazas y zapallos,
donde presumimos que existían numerosas acompañados generalmente de frutales: tu-
parcelas ocupadas por pequeños y medianos nas, higueras, membrillos, manzanas y du-
productores.” (Tell, 2008: 215). raznos (Tell, 2006: 163). Ya en el censo de
“[Tenían] una producción agrícola y ganade- 1778 esos territorios contaban con 1.083
ra orientada hacia la ciudad y los mercados habitantes.
externos (en el caso de los grandes propie-
Los terrenos comunales del Sur, debido a su
tarios de tierras dedicados a la invernada de
topografía (que dificultaba el riego y el ac-
Figura 5: Carta de Córdoba de 1890 elaborada por Weiler, con las urbanizaciones periurbanas
a finales del siglo XIX
Fuente: Archivo de la Dirección de Catastro de la Provincia de Córdoba.
ceso a la ciudad) se mantuvieron despobla- “para subvenir a las urgencias del Estado y
dos; pero los terrenos del Este y del Norte, gastos de guerra, a fin de hacer efectivo el
por su proximidad al río, se ocuparon rápi- levantamiento de las tropas, sin lo cual no se
damente con quintas y huertas. Los ejidos puede asegurar la Provincia contra los ata-
ques que le amenaza el absolutismo” (Luque
comunales del Oeste también se ocuparon,
Colombres, 1980: 434).
especialmente favorecidos por las obras
hidráulicas impulsadas por el Gobernador Los territorios periurbanos perdieron su
Sobremonte. En efecto, tanto la acequia condición de tierras comunes; fueron frac-
sobre la calle mayor (hoy General Paz) y el cionados y destinados al mercado inmo-
tajamar que recibía sus aguas aseguraban biliario. Esto otorgó –a través de procedi-
el riego constante de éstas. Poco después, mientos severamente criticados por su falta
ese tajamar sería transformado en el primer de transparencia (Colombres, 1980; Boixa-
paseo de la ciudad, y la zona se poblaría con dós & Gabetta, 1985)– la propiedad de los
residencias veraniegas, a las que se accedía ejidos comunales a distintos agentes parti-
fácilmente cruzando los nuevos puentes so- culares.
bre el arroyo La Cañada que se construye-
ron a fines del siglo XVIII.
La gestión territorial por medio de enfiteu- Modernización
sis continuó hasta entrado el siglo XIX. Sin de la ciudad colonial
embargo, durante el período de guerra ci-
vil, la venta de tierras públicas fue una im- Crecimiento demográfico
portante fuente de recursos destinados a la y especulación inmobiliaria
campaña política y militar del gobierno pro- en la segunda mitad del siglo XIX
vincial. Los terrenos cedidos en enfiteusis
La victoria del Estado de Buenos Aires en la
fueron enajenados (Ferreyra, 2016) en un
batalla de Pavón de 1861 dio por terminada
proceso que se inició en 1827 y se prolongó
la etapa de transición en la conformación
por todo el siglo XIX,
del territorio nacional. La naciente Repúbli-
Alta Córdoba, etc., a medida que la red vial zador [es decir, la burguesía urbanizadora de
y de transporte público se extiende desde la ciudad] muestra, directa e indirectamente
el centro de la ciudad hacia la periferia, su- la relación entre crédito y actividad inmobi-
perando la barrera del río Suquía y las ba- liaria. (…) La elite urbanizadora había com-
prado con los dineros del Banco los terrenos
rrancas.
que dieron lugar a sus respectivos loteos, sus
Este proceso es estudiado generalmente miembros habían obtenido amplias diferen-
omitiendo el hecho de que la urbanización cias entre el precio de compra y el de venta,
luego de su fraccionamiento, y habían par-
no se realizó sobre tierras vacantes, sino
ticipado en todos los negocios que el poder
sobre territorios habitados históricamente
público les dio oportunidad. Desencadenada
destinados a funciones esenciales para el la crisis [de 1889], se vieron medianamente
metabolismo urbano, como la obtención de afectados, porque sólo vieron paralizada su
alimentos, materiales, y el proceso de dese- actividad inmobiliaria, pero sus patrimonios,
chos. Sumado a esto, se invisibiliza también fraguados o no, no se desmoronaron, y más
el hecho de que esto implicó que las tierras aún, siguieron, directa o indirectamente, in-
comunes (bienes comunes) pasaran a do- terviniendo en las cuestiones de orden públi-
minio privado, dando lugar al régimen de co” (Boixadós, 2000: 68-69).
propiedad que rige el territorio hasta la ac-
tualidad. Además, los beneficios financieros Además, según Yujnovsky (1971: 73), los
generados por introducir las tierras comu- numerosos trabajadores inmigrantes sólo
nes de la ciudad en el mercado inmobilia- podían elegir entre localizarse en la ciudad
rio privado fueron apropiados por un grupo como trabajadores (industriales o de servi-
específico –y reducido- de agentes, como se cios), o emplearse como jornaleros en terri-
verá a continuación. torio rural, debido a la rígida estructura de
propiedad territorial consolidada en el país
(Hardoy, 1972: 170-171).
Concentración de beneficios “A un lado quedó un pequeño grupo de due-
ños de la tierra y, al otro, una masa de pobla-
en la urbanización de capitales
ción desprovista de medios de producción.
con el suelo urbano y periurbano De esta masa, una parte circularía hacia el
La financiación a la actividad inmobiliaria sistema urbano donde crecían las necesida-
des de mano de obra y la otra hacia tierras
se restringía prácticamente sólo a propieta-
agrícolas [periurbanas] de menor valor, en
rios, excluyendo a medieros y arrendatarios donde se establecería el minifundio” (Geisse,
(Boixadós, 2000: 42-44). Esto permitió el 1986: 22).
fortalecimiento de una burguesía terrate-
niente local (urbana y rural) que acumuló Los niveles de desarrollo inmobiliario al-
también gran capital político y social: este canzados en esta época conducen a que el
grupo estaba compuesto de personas que Estado provincial fomente la inclusión de
eran a la vez terratenientes, desarrollistas la mayor tierra posible al mercado, ya sea
inmobiliarios , miembros de las institucio- rematando tierra fiscal o expropiando tierra
nes estatales que organizaban y fiscalizaban que se encuentra fuera del mercado de sue-
procesos de territorialización, y proyectis- lo. Geisse afirma que:
tas y ejecutores de las obras públicas de
“…en toda Hispanoamérica fue éste un perío-
servicios e infraestructura. Hubo grandes
do de expropiación de tierras indígenas, de
beneficios por la especulación con la com-
eliminación de tierras campesinas, de cerca-
pra de terrenos públicos vacantes que lue- mientos y de reducción de tierras entregadas
go serían expropiados para la ejecución de en usufructo al trabajador agrícola (…) a la
obras públicas, y entregados como pago desaparición de los mayorazgos se sumaría
para la cancelación de hipotecas a un precio la de las tierras comunales, ejidos y dehesas”
muy superior al que habían sido adquiridos (1986: 22).
(Boixadós, 2000).
El proceso de enajenación de tierras comu-
“El análisis de la operatoria bancaria del
nes no sólo fue un escandaloso proceso de
Banco de Córdoba referida al grupo urbani-
concentración de beneficios y favores entre
Sistema de ferrocarriles, diques y canales: Plano digital del AMCBA (IPLAM, 2015).
1810
1869
1880
1895
1914
1927
1940
1947
1960
1970
1980
1991
2001
2010
Densidad (hab/Ha)
90
80
70
60
50
40
30
20
10
1573
1810
1869
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1895
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1960
1970
1980
1991
2001
2010
Figura 6: Gráfico comparativo del crecimiento poblacional y la extensión del área urbanizada
(arriba) y la densidad de población (abajo) de Córdoba (1573-2010)
Fuente: elaborado por Sara M. Boccolini (2018) con base en datos de INDEC (www.indec.gob.
ar) y la Dirección de Planeamiento de Córdoba.
los miembros de la oligarquía terrateniente, “... el modo de ser actual de las dichas po-
sino que además incluyó procesos de des- blaciones en común, es notoriamente perju-
pojo y acumulación por desposesión, como dicial a los propios accionistas comuneros y a
en el caso del pueblo de indios La Toma. los intereses generales (...)
“Estas comunidades son estanques de barba-
rie en medio de la población civilizada. Se li-
mitan a cultivar la tierra en la cantidad nece-
La enajenación de La Toma saria para asegurar los alimentos durante el
Las tierras al Oeste de la ciudad llamadas año (...). Dividir la propiedad común, señalar
Villa La Toma o El Pueblito (hoy Alto Alber- a cada comunero el lote que le corresponde,
o si esto no es posible enajenarlo en remate
di y alrededores) eran originalmente ejidos
publico y distribuir el dividendo, es entregar
comunales habitados por los descendientes
al cultivo una superficie de tierra e incorpo-
de aborígenes y afroamericanos libertos rar al trabajo y movimiento general a una
(Tell & Olañeta, 2016: 215); en 1792 eran agrupación de hombres útiles entrelazados
habitadas por más de 449 personas (Tell, por la atmósfera de quietud e inmovilidad
2010). Este régimen de propiedad perduró en que se desenvuelven” (Ramón J. Cárcano,
hasta 1885, cuando el Estado provincial ex- 1886-7, cit. en Boixadós, 2000: 93).
propió las tierras de comunidades indígenas
prácticamente en toda la provincia de Cór- Por lo tanto, el Estado provincial decidió la
doba (Boixadós, 2000: 92; Tell & Olañeta, privatización de estas tierras
2016: 210). Este proceso se fundamentó en “… en aras del ‘progreso’ y de la ‘producti-
que: vidad’, y en contraposición a una forma de
tenencia comunal que calificó de estéril. La mentó con la red de rutas y ferrocarriles
comunidad se desintegró y los condóminos, regional y nacional. El cada vez más orga-
que usufructuaban 8.000 hectáreas, ahora nizado CV se extendió más, y requirió una
eran adjudicatarios [cada uno] de una parce- mayor inversión en infraestructura (de rie-
la de 1.250 metros cuadrados. Mientras que
go, vial), pero también aumentó los costos
el erario público se resarció enormemente
de los gastos de expropiación, los mayores de transporte desde y hacia la ciudad.
beneficios recayeron en los particulares que En 1886, la provincia de Córdoba sancionó el
pudieron acumular, revender o hacer produ-
marco jurídico para la figura de las colonias,
cir [estas] extensas superficies mensuradas y
modalidad de entrega de tierras agrícolas y
demarcadas, combinando la actividad agrí-
cola y/o de la construcción, utilizando el nue- beneficios impositivos para el asentamiento
vo sistema de riego” (Boixadós, 2000: 101). de grupos de familias migrantes de Europa.
Este es el caso, por ejemplo, de la Colonia
Por lo tanto, este período marca el final de Caroya, constituida en torno a la estancia
los territorios ejidales de producción de ali- jesuítica del mismo nombre y conformada
mentos de proximidad . Al avanzar el área por núcleos familiares de la región Friulana
urbanizada, los productores tuvieron que de Italia. Otro caso cercano a la actual área
migrar a territorios cada vez más alejados, metropolitana de Córdoba es el de la Colo-
en la nueva periferia o en localidades cerca- nia Tirolesa, mayoritariamente cedida a mi-
nas a la ciudad. Las obras de infraestructura grantes de la región alpina del Tirol, que une
de riego que se desarrollaron en la misma Italia y Austria. Esto facilitó también que en
época (como el dique San Roque y el sis- las zonas rurales al margen de la ciudad y
tema de canales Norte y Sur) facilitaron la dentro de ejido municipal de la misma, se
extensión del área productiva aún más. Pa- establecieran familias de origen español e
ralelamente, comenzaba a desarrollarse el italiano, lo que a postrimería se conocerían
nuevo modelo socio-productivo que estruc- como las quintas de los gringos.
turaría las nuevas unidades productivas.
A medida que fueron provistas por el siste-
ma de regadío, la producción hortícola in-
tensiva se amplió a tierras más alejadas del
Las quintas de los gringos centro de la ciudad: primero, las tierras al-
tas al Norte; luego –a fines de la década de
Migración europea
1880- las tierras más allá de las barrancas
e instalación del sistema de quintas
al Sur. Estas extensiones se dan en forma
entre fines del siglo XIX y primeras
de loteos de minifundios vendidos princi-
décadas del siglo XX palmente a inmigrantes italianos, que se
El crecimiento demográfico aumentó la de- transformaron en quintas; también se crea
manda de alimentos frescos en la ciudad, el Mercado Central de Abastos a la vera del
por lo que el territorio periurbano comen- río Suquía, entre el centro de la ciudad y el
zó a ocuparse con quintas de producción barrio pueblo de Alta Cordoba. Por su parte,
intensiva familiar. Al principio, se ocuparon las actividades industriales –que eran expul-
las tierras vacantes en las áreas explotadas sadas del centro de la ciudad por razones
hasta ese momento; más tarde, la zona de sanitarias- se ubicaron en la periferia próxi-
quintas al Oeste se complementará con las mas a la red ferroviaria regional (Boixadós,
quintas ubicadas en San Vicente, al Este de 2000: 118-123).
la ciudad y al Sur del río Suquía, regadas por En este período, se consolida en el periur-
éste y otro sistema de acequias . bano un sistema de quintas de producción
El área de producción de alimentos frescos hortícola. En términos de modos de produc-
pudo extenderse de esta manera facilitado ción, esta modalidad de quintas implicó un
por la nueva infraestructura de transporte: cambio de paradigma muy relevante para
en este período, la red metropolitana colo- la producción de alimentos. El quintero res-
nial –con base en el sistema de caminos y ponde al concepto de unidad de producción
vehículos de tracción a sangre- se comple- familiar mercantil simple. Su principal dife-
rencia con la práctica campesina es que su
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Introducción
En Argentina, desde comienzos del siglo XXI se ha observado un creciente interés
académico en torno al estudio de la agricultura periurbana de las grandes ciudades de
Argentina1. Esta emergente escuela ha puesto en el centro de la escena una impor-
tante serie de transformaciones técnicas, políticas, sociales y productivas ocurridas
en el sector hortícola desde las últimas dos décadas del siglo XX hasta la actualidad,
analizadas a la luz del crecimiento urbano sobre su periferia, los sistemas productivos
existentes y los cambiantes patrones de distribución y consumo de alimentos frescos
en las ciudades.
Mientras que para los casos de La Plata, Rosario y el área metropolitana de Buenos
Aires podría decirse que existe una importante y consolidada bibliografía, en lo que
respecta a la horticultura periurbana en Córdoba la bibliografía existente es mucho más
escueta y se encuentra disgregada. Una lectura primaria deja ver que los autores no se
referencian en bibliografía previa ni entre sí, y que la mayoría de las veces los alegatos
sobre “falta de antecedentes” o “novedad” de ciertos aportes responden en realidad a la
dificultad en el acceso a estudios previos o a una lamentable falta de indagación profun-
da en la bibliografía. El objetivo de este artículo es contribuir a los estudios específicos
y a la consolidación del área de estudio del cinturón verde (CV) y la horticultura periur-
bana de Córdoba por medio de la sistematización de los principales aportes existentes
sobre el tema, a partir de los artículos, tesis, libros e informes publicados de 1987 hasta
la actualidad. Se ha optado como recorte metodológico la focalización en los estudios
académicos publicados y en las tesis defendidas que toman a la agricultura periurbana
como tema central o como contexto analítico, dejando de lado aportes parciales de
otras publicaciones que no otorgan a estos objetos el lugar central.
En términos de esquema expositivo, se ha optado por una modalidad cronológica y
temática que responde al proceso de desarrollo y consolidación paulatina del área de
estudio. En el apartado 1 se exponen los informes de tipo censal-estadísticos que estu-
diaron el sistema productivo hortícola como un todo. A continuación, se focaliza sobre
una serie de artículos e informes que toman por objeto de indagación las unidades
productivas, su conformación, prácticas y estrategias. En el apartado 3 se encuentran
referenciadas dos tesis de estudios sociales diacrónicos sobre las transformaciones del
sector, las cuales en conjunto abarcan desde 1980 hasta 2010. En la sección 4 se com-
pilan los aportes específicos de los estudios migrantes a la temática, particularmente
en los que respecta a la inserción de familias de origen boliviano en el CV durante las
cuatro últimas décadas. En la sección 5 se sistematizan los aportes sobre vulnerabili-
dad y condiciones de salud de los trabajadores hortícolas periurbanos. En la sección
6 se enumeran los recientes abordajes de la temática desde las perspectivas del or-
denamiento territorial, en la cual se enmarca la presente publicación. Se concluye con
algunas reflexiones, notas de destaque y propuestas para el desarrollo de una agenda
de investigación en torno a la temática.
1 Para una introducción al tema ver Svetlitza de Nemirovsky (2007) y Godoy & Manzoni (2012).
1 El primer y principal trabajo de referencia sobre la horticultura periurbana fue el “Estudio de situación
zona hortícola de Rosario” de 1970. Esta línea de trabajo se consolidaría durante las décadas subsiguien-
tes, hasta la creación del Proyecto Hortícola de Rosario (PHR) en 1994 donde convergieron diversas institu-
ciones (INTA, Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, Mercado de Productores de Rosario, Secretaría de la
Producción de la Municipalidad de Rosario y la Secretaría de la Producción del Gobierno de la Provincia de
Santa Fe). En lo que respecta a los estudios estadísticos específicos, el censo hortícola de Rosario se realiza
de forma periódica desde el año 2001 a intervalos de 5 años (2003, 2008, 2012).
2 Tomando en consideración registros previos de 1962, los autores refieren a una pérdida de la zona
bajo riego.
Otro aspecto relevante que se destaca del • que el proceso de crecimiento urbano
Cuadro 1 es que casi el 70% de las unidades desplaza el sistema de quintas en las zonas
productivas se encuentran en la zona Norte periféricas de la ciudad3 y
del CV. Este dato refiere a la zonificación de
• como contrapartida, la existencia de un
los perfiles productivos de área, donde en
aumento de la superficie hortícola total de-
zona Sur prevalece la producción extensi-
bido a la mecanización (particularmente en
va bajo riego, como el caso de la papa y la
lo que respecta al reemplazo de la tracción
zanahoria, y en la zona Norte se concentra
animal) y al aumento de la demanda (debi-
principalmente la producción de hortalizas
do al crecimiento urbano)4.
de quinta en sistemas intensivos bajo riego
(principalmente lechuga, acelga y zapallito). En Fernández Lozano (2012)5 se agregan da-
Es por ello que la unidad productiva media tos novedosos relevantes:
en zona Sur es de mayor tamaño (41 ha)
que la de zona Norte (14,3 ha) y de Chacra • la existencia de un área cultivada de 5.500
de la Merced (8,8 ha). ha en el CV de Córdoba;
Chacra de la
Norte Sur TOTAL CV
Merced
Superficie de riego
12.035,8 7.849,8 1.266,2 21.151,8
por canales
Superficie de riego
684,0 80,0 62,0 826,0
por perforacines
Superficie
6.929,0 7.513,5 328,5 14.771,0
explotada hortícola
Unidades
484,0 183,0 37,0 704,0
de producción hortícola
lonia Tirolesa, Colonia Caroya, Jesús María, y Río Primero en la producción de alimen-
Capilla de los Remedios); tos, quedando demostrada una consolida-
ción de la zona núcleo del CV de Córdoba en
• la existencia del incipiente uso de sistema
cuanto a superficie de producción hortícola.
de cultivo en invernaderos.
Por otro lado, las dimensiones productivas
Por su parte, Sánchez & Barberis (2013), que aduce el subsistema papero -hortícola
tomando como base las fuentes citadas y B- en comparación con las restantes varie-
el Censo Nacional Agropecuario de 2002, dades, refieren a una zona especializada en
realizan una recopilación de datos sobre expansión.
superficie sembrada de cultivos hortícolas
a escala provincial y por departamentos del
área central y principales variedades de los Análisis de las estrategias de las
mismos. unidades productivas
Como se observa en la Imagen 3, el 60% de Durante los últimos años de los 90 y co-
la producción de hortalizas de la provincia mienzos del nuevo siglo aparecen una serie
de Córdoba se localiza en la región centro, de trabajos centrados en estudios de mi-
donde los departamentos Capital, Colón y cro-economía sobre las unidades de pro-
Santa María concentran el 90% de ese sub- ducción fruti-hortícolas del CV de Córdoba.
total. Estos tres departamentos concentran Estos aportes concentran la mirada en las
23.667 ha de hortalizas, lo que implica un prácticas productivas y en las estrategias de
aumento considerable si tomamos por refe- ganancia de los productores, realizando di-
rencia los datos del Cuadro 1. Asimismo, casi versos relevamientos de base estadística. El
la mitad del mismo subtotal (unas 6.482 ha) principal antecedente en este sentido es el
se encuentra en el departamento capital y informe Lafranconi et al. (1996)6, donde se
casi el 80% de la producción es papa. propone una diferenciación de subsistemas
Estos datos contradicen la tendencia pro- productivos existentes en el área.
puesta en Lafranconi et al. (1987) sobre la El sistema productivo preponderante según
dispersión de la producción y la creciente este informe es el hortícola, con 21.626 ha
centralidad de los polos Pilar-Rio Segundo
6 Esta publicación, si bien es referenciada por otros autores y citada en diversos estudios posteriores, no se
encuentra accesible en la actualidad.
explotadas (86,7% del total) por 471 pro- • producción de quinta de horticultura de
ductores (74,8%), mientras que los sistemas hoja en establecimientos de base familiar,
frutícolas y mixtos tienen un peso muy mar- con reducida aplicación de tecnología y una
ginal en el área central bajo riego. Los auto- media de superficie en torno a las 7 ha.
res además identifican que dentro de este
Esta diferenciación se ha vuelto un elemen-
sistema hortícola los productores se dividen
to crucial para el estudio y la intervención
en cantidades más o menos homogéneas
política en el sector hortícola periurbano,
entre dos situaciones diferenciales
inclusive en casos donde la misma lleva a
• producción diversificada a campo con equívocos interpretativo7.
preponderancia de horticultura pesada
En el año 1999 se publica el trabajo de Tár-
(papa), en establecimientos tecnificados y
tara et al. “Caracterización de los sistemas
de carácter empresarial con una media su-
frutihortícolas bajo riego del CV de la ciu-
perior a 20 ha;
7 El punto central de la diferenciación en subsistemas hortícolas para Lafranconi et al. (1996) refiere no al
uso de tecnologías en sí, dado que la totalidad de la actividad hortícola desde sus inicios históricos ha impli-
cado el uso y desarrollo de maquinarias, instrumentos y elementos tecnológicos de diverso tipo y finalidad,
sean los mismos sencillos y rudimentarios o de ingeniería y/o química compleja; tampoco se hace referencia en
este punto al comúnmente referido (y pocas veces explicitado) paquete tecnológico. La diferenciación crucial
enunciada se encuentra, en cambio, en la aplicación específica de maquinaria agrícola de motor a combustión
con autonomía de funcionamiento, desarrollada y generalizada durante la segunda mitad del siglo XX, a saber,
tractor, pulverizadora, sembradora, cosechadora, entre otras. En cuanto práctica productiva, la aplicación de
esta maquinaria específica implica una reducción en la composición orgánica del capital en la actividad agrícola,
es decir, el aumento de inversiones en capital como estrategia de reducción de los gastos en mano de obra. En
cuanto proceso histórico, la aplicación de esta estrategia en América Latina durante las últimas cuatro décadas
ha llevado a un aumento considerables de la producción total por hectárea y a la profundización de los procesos
ulteriores de diferenciación social hacia adentro de los sujetos agrarios (aumento de escala para algunos pro-
ductores, restricciones en el acceso a la tierra para otros, crisis de empleo y éxodo rural). Es en este contexto
específico que los autores encuentran en sus registros y enuncian en su informe que la producción hortícola del
CV de Córdoba se observa diferenciada entre la producción a quinta sostenida por el trabajo de la unidad familiar
y en el uso de herramientas de labranza, por un lado, y la tecnificación diferencial de la producción de papa en
unidades productivas de escala media haciendo uso de maquinaria motora, por otro. Desde esta perspectiva,
el uso de agroquímicos (abonos y sustancias fitosanitarias) o biotecnologías (organismos modificados), de ge-
neralización posterior a los años 90, no serían elementos determinantes de la diferenciación y reproducción de
los subsistemas hortícolas mencionados. Esto se observa con mayor claridad cuando se asevera que la enorme
mayoría de los productores familiares de quinta hacen uso de estos insumos químicos y biológicos como estra-
tegia de preservación en el mercado, aunque no se consolide un proceso de concentración y diferenciación en la
horticultura liviana. El elemento central de este subsistema ha sido, no la reducción de la composición orgánica,
sino las estrategias de reproducción de la mano de obra familiar por medio de dos elementos desarrollados en
los apartados 3 y 4 de este artículo: la migración y la mediería.
8 El trabajo fue realizado por un grupo de especialistas de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) en
convenio con la filial Córdoba de la Federación Agraria Argentina, la Municipalidad de Córdoba y el Ministerio
de Agricultura de la Provincia.
9 Para ello los autores realizaron una encuesta a unidades productivas de las tres zonas del CV, realizando un
muestreo a partir de los estratos medio y pequeño de unidades productivas. El formato es muy similar al censo
del INTA de 1987, pero en este caso la exposición se realiza de modo comparado entre estratos y zonas, y a los
aspectos sociales y de mecanización se agregan apartados sobre tenencia de la tierra, uso de suelo (frutícola y
hortícola), uso y tipo de mano de obra, riego y distribución de cultivos, transporte y comercialización.
10 Una dificultad de este trabajo es su uso de una perspectiva conductista muy rígida, sin aplicación de
mediaciones teóricas u históricas pertinentes para analizar al sector y/o a los sujetos.
11 A saber; papa, acelga, lechuga, remolacha y zanahoria.
12 La persistencia y el posterior desarrollo de la producción hortícola pesada durante la pos-converti-
bilidad entra en directa contradicción con la caída en la rentabilidad de la actividad. Los autores esbozan
como hipótesis que la producción papera responde a una serie de “prácticas culturales” ajenas al análisis
económico de los agentes, como ser su tradición y la posesión de maquinaria (p. 47). Esta hipótesis no ha
sido corroborada por estudios posteriores.
N° de
Superficie Producción Superficie Tipo de esta-
producto-
total (Ha) principal característica blecimiento
res
Papa, zana-
Sistema horia, choclo,
471 21.626 - -
hortícola lechuga,
acelga
papa, con 75% de los Establecimien-
Subsistema zanahoria, productores to de carácter
236 16.370
hortícola A choclo y otras disponen de empresarial con
hortalizas más de 20 ha alta tecnificación
75% de los pro-
Establecimiento
ductores dispo-
Subsistema hortaliza de de tipo familiar,
235 5.256 nen de menos
hortícola B hoja generalmente
de 20 ha y 40%
diversificado
menos de 7 ha
62% de los Establecimiento
Frutales de
Sistema productores de tipo familiar,
59 1.275 carozo (duraz-
frutícola disponen de ubicados en
nero y ciruela)
menos de 7 ha. Zona Norte
46% de los
Frutales de
Sistema productores
100 2.025 carozo y hor- -
frutihortícola disponen de
talizas
menos de 7 ha.
13 “La mayoría de los actores relacionados a la actividad fruti-hortícola han evidenciado una significativa dis-
minución del consumo de frutas y sobre todo de hortalizas por la fuerte recesión, la crisis socioeconómica que
ha impactado en los sectores medios y bajos, el precio de las verduras, la falta de tiempo que lleva a consumir y
cocinar comidas rápidas, la cultura de consumo cárnico, la difusión del consumo de lácteos y líneas diet, la pre-
vención de enfermedades como el cólera y la concientización sobre consumo de productos transgénicos, etc.”
(Coppi, 2002: 200).
14 “Actualmente del 100% de la comercialización de la ciudad, aproximadamente el 40% se practica en el
mercado, un 30% a través de las transacciones en las zonas de producción y el resto lo comercializa el productor
directamente en negocios minoristas” (Coppi, 2002: 199).
15 Benencia (1997) ha planeado para el caso de AMBA un profundo proceso de bolivianización de la horticul-
tura, el cual consiste en el ingreso de unidades familiares al sector por medio de vínculos inter-familiares o regio-
nales en el contexto de la desregulación del trabajo y la caída de la rentabilidad de la producción de alimentos
durante los años 90. Este autor pone de manifiesto la existencia de una transición entre estamentos del proceso
productivo que hace de guía de las expectativas de las familias migrantes: la “escalera boliviana”. El proceso de
bolivianización de la horticultura en Buenos Aires se vincula directamente con la práctica de la mediería, como
una estrategia alternativa a las premisas de empresarización y tecnificación de la horticultura.
16 Conformada por los departamentos Capital, Santa María, Colón, Río Primero y Río Segundo.
17 Los aportes que existen sobre las condiciones laborales, habitacional y socio-ambientales de las familias
migrantes en cortaderos de ladrillos es muy relevante para el estudio de la población rural en el periurbano. Los
cortaderos de ladrillo son una práctica laboral cuya estructuración se asemeja mucho a la mediería hortícola, al
tiempo que la pluriactividad es una estrategia generalizada entre los trabajadores hortícolas y la producción de
ladrillos (tanto a cuenta propia como por encargo) es una actividad que propicia la subcontratación de mano de
obra. Ver Pizarro, Fabbro & Ferreiro (2011) y Ferreiro (2013; 2015).
18 Dada la cercanía espacial y temática cabe destacar asimismo los aportes de Benencia y equipo sobre tra-
yectorias migrantes y laborales de trabajadores bolivianos en el cinturón hortícola de Río Cuarto (Benencia &
Quaranta, 2006a 2006b; Benencia, 2013; Benencia, Ramos & Salusso, 2016).
zarro identifica como motivos de consenti- festejos religiosos), además de ser un lugar
miento ante este sufrimiento de esparcimiento y de demarcación de sus
cotidianos contextos discriminatorios, son
• los vínculos familiares y de amistad;
un espacio estratégico (2011a: 159).
• el acceso a la vivienda sin sometimiento
En el caso concreto de Chacra de la Mer-
a los mercados inmobiliarios que los margi-
ced, Criado (2015) planea que el deterioro
nan;
de las condiciones agro-productivas (de-
• la posibilidad de ascenso y/o movilidad bido principalmente al asentamiento de la
social. planta depuradora de líquidos cloacales de
Bajo Grande en los 80), sumado a las con-
Por otra parte, la autora también subraya tradicciones y limitantes que la práctica de
una serie de prácticas de resistencia como la mediería otorga en la comercialización
son (relaciones de dominación y dependencia
• los imaginarios del regreso a casa (utopías entre coterráneos), produjeron un pro-
contingentes); fundo proceso de cambio de uso de suelo
donde la actividad productiva perdió tierra
• el abandono de la actividad y el “aventu- a manos de la actividad minera (canteras).
rarse a otro lado”; Las condiciones ambientales, productivas y
• la denuncia y exposición del patrón, sea socio-habitacionales llevaron a muchas de
ante sus compatriotas (y con ello limitando estas familias a trasladarse a Villa Esquiú,
el acceso de éste a la mano de obra) o por generándose en las últimas décadas despla-
medio de la denuncia pública. zamientos migratorios sub-regionales que
hacen a la re-estructuración actual del CV
En lo que respecta a la segunda dimensión, de Córdoba.
son los vínculos familiares, de amistad y
profesionales (capitales sociales), y las tra-
yectorias, experiencias y conocimiento de Vulnerabilidad de la salud
las diversas labores comerciales y produc-
por el uso de pesticidas
tivas (capitales culturales) las que determi-
nan la movilidad social del sector (2011a). Luego de la crisis del Mercado de Abasto19,
De este modo, las relaciones sociales son un dos de los aspectos que han asumido cre-
aspecto crucial a ser cuidado y desarrollado ciente centralidad en los debates sobre la
para sobrevivir en la horticultura del CV de horticultura en el CV de Córdoba son los re-
Córdoba. Es por ello que las relaciones la- feridos a la salubridad del proceso producti-
borales adquieren un profundo carácter pri- vo y la observancia de la proliferación de los
vado e individual, evitando la conflictividad casos de cáncer la población20. En este con-
y no registrándose entre esta población ni texto se conforma un equipo de investiga-
presencia ni prácticas de tipo gremial u aso- ción interdisciplinario dentro del ámbito de
ciativas como forma de resistencia o disputa las ciencias médicas, focalizado en las con-
sobre condiciones laborales (2011b: 355). diciones de vulnerabilidad de la salud de los
Asimismo los espacios de sociabilidad entre productores y trabajadores de la hortícola
bolivianos (como los torneos de futbol o los del CV de Córdoba21. La producción de este
19 Durante los años 2009 y 2010 el fiscal Carlos Matheu realizó tres imputaciones a la municipalidad de Cór-
doba por negligencia en los controles de uso de pesticidas sobre productos comercializados en el Mercado de
Abasto. Las imputaciones estuvieron basadas en estudios llevados a cabo por el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA).
20 Desde el punto de vista normativo, la sanción en el año 2004 de la ley 9.164 que regula la aplicación de
productos químicos o biológicos de uso agropecuario (que crea las zonas buffer) y la actual política de Buenas
Prácticas Agrícolas del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia buscan ser respuestas a estas cues-
tiones.
21 “Exposiciones ambientales y cáncer en Córdoba: plaguicidas de uso agrícola y condiciones de salud de tra-
bajadores de cultivos intensivos y extensivos de la Provincia de Córdoba”. Resolución de la Secretaría de Ciencia
y técnica de la Universidad Nacional de Córdoba 162/12.
grupo otorga un cuadro de situación por ducción social de las relaciones de desigual-
demás pormenorizado y académicamente dad (Machado et al., 2017: 106).
fundado de la situación social y sanitaria de
En lo que respecta a los empleados, este
la población que trabaja en el sector.
trabajo subraya en sus conclusiones la baja
Machado et al. (2017) realiza un análisis de presencia del sector en la muestra estudia-
la situación socio-productiva de distintos da, hipotetizando el sub-registro de esta
sectores laborales vinculados a la horticul- categoría laboral como una estrategia de
tura, a partir de su construcción socio-cul- ganancia de los empleadores. Este plan-
tural del riesgo (Machado et al., 2012) y de teo es profundizado en el trabajo reflexivo
sus condiciones de vulnerabilidad sanitaria Machado et al. (2014), donde el grupo da
vinculada a la aplicación de plaguicidas. Se cuenta de la dificultad de acceso a los tra-
divide una muestra de trabajadores del CV bajadores permanentes y temporarios de
según segmentos laborales, diferenciando la horticultura del CV de Córdoba, sector al
asalariados, propietarios, arrendatarios y cual han propuesto pensar desde la catego-
medieros. Los principales resultados de este ría de “población oculta”.
estudio son:
Asimismo, en un trabajo previo (Lantieri et
• los propietarios no vinculan a su grupo fa- al., 2009) se presenta una base de informa-
miliar al proceso productivo (dejando las ta- ción relevante para el subsector de trabaja-
reas problemáticas para los medieros/em- dores temporarios del rubro agro-aplicado-
pleados), tienen acceso a una amplia gama res terrestres24. En este caso la evaluación
de derechos sociales, económicos y cultu- del nivel de protección habla de una pobla-
rales, y su percepción de riesgo se objetiva ción de gran vulnerabilidad:
en la exposición acumulada (los de mayor
“La combinación de los elementos de protec-
antigüedad) y en la falta de uso adecuado ción mínimos necesarios para ser considera-
del equipamiento de protección a la hora de dos `protegidos´, esto es, ropa impermeable,
las aplicaciones con plaguicidas; careta anti-gas y guantes químicamente
resistentes, sólo es implementada de mane-
• entre los arrendatarios y medieros (sector
ra rutinaria por 11,6% de los trabajadores,
integrado en su mayoría por inmigrantes de mientras que quedan parcialmente prote-
origen boliviano), el trabajo es de tipo fa- gidos 29% de ellos. El resto, que alcanza al
miliar, con importante participación de las 60%, no se encuentra protegido, acorde a la
mujeres22 y en menor medida de niños23, valoración de protección personal desarro-
en jornadas laborales extensas la totalidad llada en este estudio” (Lantieri et al., 2009:
de los días de la semana; 52).
• por otro lado, existen fuertes limitaciones También identifican como principales fac-
en el acceso a bienes y derechos sociales, tores de riesgo en la salud para este sector
particularmente educativos y de servicios el no estar en pareja, el no uso de tecno-
básicos (agua de red), lo cual configura un logía segura (maquinarias autopropulsadas,
esquema serio de vulnerabilidad (al cual se con cabinas equipadas con filtros de carbón
suma el mal uso de los equipamientos de activado) y el no hacer uso de indicaciones
fumigación), el cual viene dado por la repro- escritas de un profesional para las dosis a
aplicar.
22 “La participación en el trabajo asalariado es considerada, en estos contextos, secundaria al rol asumido
tradicionalmente por las mujeres, es decir, al desempeño en los ámbitos reproductivos. Así, al realizar trabajos
no remunerados, permite que el valor de la fuerza de trabajo sea más bajo” (Machado et al., 2017: 106).
23 Los autores rescatan las referencias a una “cultura del trabajo” la cual explica la participación de los meno-
res desde una perspectiva pedagógica” (Machado et al., 2017: 106).
24 Este antecedente inicia con una caracterización del sector, siendo en su totalidad de sexo masculino, media
de edad de 35,5 años (desviación estándar de 11,1), más de la mitad sin estudios secundarios concluidos, 6 de
cada 10 casados y en su enorme mayoría argentinos de nacimiento. La gran mayoría de los encuestados (70,3%)
ingresaron a la actividad en los últimos 10 años y el 50% tiene su vivienda a una distancia menor a 500 m de la
zona de cultivo más cercana (Lantieri et al., 2009: 47).
de Córdoba, con una bibliografía específica tor. Pareciera existir un supuesto encubierto
cuyo primer antecedente es de fines de la en este punto, donde tanto el aumento de
década del 80. Si en un primer momento los centralidad de la fase de transporte y co-
estudios estaban principalmente concentra- mercialización como la aplicación de la me-
dos en las instituciones técnicas y académi- diería como estrategia de acceso a mano de
cas de agronomía (principalmente el INTA obra redundarían en una menor relevancia
y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de de la renta de la tierra como objeto de dis-
la UNC), desde el cambio de siglo hasta la puta entre los agentes implicados en la hor-
actualidad diversas disciplinas (geografía, ticultura periurbana27. Esta hipótesis, con la
antropología, medicina, desarrollo local, ar- que muchos de los autores mencionados
quitectura, ingeniería) han tomado la posta parecerían coincidir, no ha sido enunciada
con aportes significativos. En ello se percibe ni corroborada como ameritaría el caso.
una pluralidad de abordajes metodológicos,
Tres aspectos concretos sobre la propiedad
desde los censales-estadísticos hasta la et-
de la tierra perecieran ser particularmente
nografía.
importantes para el desarrollo del área de
En ese sentido, a simple vista se observan estudio:
una gran pluralidad de abordajes y objetos
• la existencia, magnitud y estrategias de
de interés en la bibliografía existente sobre
apropiación de renta de la tierra por parte
horticultura periurbana en Córdoba, pero
de los distintos agentes de la horticultura
una mirada más minuciosa sobre este acer-
periurbana;
vo se pone de manifiesto que desde fines
de la década del 80 hasta la actualidad el • la redistribución y el eventual proceso
objeto de estudio se ha tratado y enmar- de concentración de la propiedad ocurrido
cado en torno a determinados paradigmas durante la reestructuración productiva, en
interpretativos y de intervención política, a concreto las implicancias de estos procesos
saber el paso del paradigma economicista en los cambios de usos de suelo;
y tecnocrático que gobernó las narrativas
y estudios del agro desde mediados del • las formas de acceso a la tierra por par-
XX hacia un nueva hegemonía epistémica te de los productores, sean contractuales
caracterizada por los paradigmas holístico, (mediería, arriendo, presta, sesión, etc.) o
geográfico y sistémico26. En la primera etapa no (ocupaciones, subdivisiones irregulares,
podríamos mencionar los estudios de base etc.).
estadística que tuvieron por objeto la carac- En lo que respecta a las condiciones labo-
terización de las prácticas productivas de las rales y de vida de los trabajadores rurales
unidades de explotación, los cuales fueron de la horticultura periurbana, se observó
de tipo tecnocráticos y basados en los pre- que existen estudios específicos sobre tra-
ceptos de la revolución verde, perspectiva bajadores migrantes y condiciones de sa-
dominante en las políticas públicas del agro lubridad familiar y laboral. Faltan estudios
desde los 70 hasta entrada la década del 90. históricos sobre los cambios en las formas
En el otro polo se encontraría la aplicación del trabajo rural en el sector, y en la relación
en la última década de abordajes historicis- entre población urbana y rural para lo que
tas primero y multi-dimensionales después, respecta la producción y comercialización
enmarcados en la llamada perspectiva terri- de alimentos de proximidad. En este sen-
torial. tido, estudiar las empresas transportistas,
Un aspecto muy relevante que adolece de lavaderos, empacadoras y los mercados ur-
pertinente consideración por la totalidad de banos de hortalizas se vuelve relevante.
los aportes enumerados son las relaciones y Por otra parte, los mercados concentrado-
formas de propiedad de la tierra en el sec- res (Abasto en Córdoba y San Miguel en
26 Para un análisis de esta transición epistémica en la gestión territorial ver De Matos (2004). Para un análisis
crítico de los agentes reproductores de la perspectiva territorial ver Videla, Gasparotto & Nardi (2010).
27 Para una perspectiva crítica de este último punto ver Benencia & Quaranta (2003).
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Parte 2:
Estudios de uso y cobertura de suelo
Resumen
El presente escrito se encuentra en el marco del trabajo de investigación que se está rea-
lizando para la tesis de doctorado “Transformaciones Territoriales en la interfase de lo ur-
bano-rural que afectan a la producción de alimentos de proximidad a las ciudades. Caso
de estudio: cinturón verde de la Ciudad de Córdoba” en el programa doctoral DOCTA de la
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño - UNC, cuya directora es la Dra. Arq. Beatriz
Giobellina.
3 Fuente: http://www.cordoba.gob.ar/2016/10/14/mestre-firmo-convenio-turin-expuso-la-fao-politica-alimenta-
ria-urbana/http://www.foodpolicymilano.org/wp-content/uploads/2015/10/Milan-Urban-Food-Policy-Pact-_SPA.pdf.
(arriba) Figura 2a: (Izquierda) Mapa político del área metropolitana de Córdoba; (Derecha) Mapa
de relieve del área metropolitana de Córdoba
Fuente: IPLAM (http://www.cba.gov.ar/reparticion/ministerio-de-agua-ambiente-y-servicios-publi-
cos-3/instituto-de-planificacion-metropolitana-iplam/).
Corrientes, Salta y Santiago del Estero. El hacia el Noroeste de manera conurbada su-
destino principal de estos productos es el perando los departamentos jurisdiccionales
mercado interno (92-93%), mientras que el y va materializándose sobre la falda Este del
7-8% se exporta. cordón montañoso de las Sierras Chicas.
El CV se extiende más allá de las jurisdiccio-
nes políticas. Sin embargo, en este trabajo
La periferia de Córdoba se hace hincapié en el espacio periurbano
El área periférica se manifiesta de manera urbano-rural que se sitúa en el ejido muni-
dispersa, heterogénea y discontinua. Esta cipal de la ciudad de Córdoba, y se realiza
situación responde a diferentes lógicas de un análisis de cómo está conformado este
ocupación por factores endógenos y exóge- espacio llamado interfase urbana – rural.
nos que ejercen presión sobre el territorio y La ciudad de Córdoba posee un ejido de
generan dinámicas de transformación terri- 57.600 ha, con un área urbanizada bruta de
torial que, en algunos casos, sobrepasan los 23.775 ha y una densidad bruta de 56 hab/
límites jurisdiccionales. Por este motivo acu- Ha.
dimos a los gráficos de IPLAM (Instituto de
Planificación del Área Metropolitana)4 para
observar que la mancha urbana se extiende
4 http://www.cba.gov.ar/reparticion/ministerio-de-agua-ambiente-y-servicios-publicos-3/instituto-de-planifica-
cion-metropolitana-iplam/.
pesar de que este límite no se encuentra ma- se caracteriza por ser muy heterogéneo en
terializado por un elemento físico. El cuadran- lo que respecta al uso del suelo, ya que so-
te Noroeste se omite de este análisis debido a bre el Bv. Los Alemanes, Avenida Japón y la
que está totalmente urbanizado y conurbani- Ruta E53 se desarrolla la actividad industrial
zado con la ciudad de Villa Allende-Saldan lo de manera intensa; sobre Bv. Los Alemanes
que hace que sea otra forma de ocupación de se mezcla con el uso residencial y al sur del
la periferia a la propuesta a estudiar. canal rio maestro norte persiste actividad
frutihortícola que pertenece al CV norte.
Existen grandes bolsones vacantes sin uso
Sector Norte – Sector 1 del suelo, o están en situación de barbecho.
También es un sector que se caracteriza por
El Sector Norte está definido desde el área
equipamientos urbanos a escala regional
urbanizable del cuadrante Noroeste hasta
como el Aeropuerto Internacional Ing. Am-
la ruta/Avenida Juárez Celman, entre ave-
brosio Taravella, la Universidad Siglo XXI y el
nida de circunvalación y el límite Norte del
parque empresarial aeropuerto.
ejido de la ciudad de Córdoba. Este sector
final de este camino se localizan las indus- de quinteros del CV, sino en el aumento de
trias de alta peligrosidad, en su mayoría son la producción frutihortícola de la que se
gasoductos. abastece Córdoba, y en el mejoramiento de
la calidad de los productos obtenidos.
El Gobierno de la provincia de Córdoba ha
realizado obras en el cuadrante Noreste, tal
el caso de las perforaciones para la capta-
ción de agua subterránea a los fines de pro- Sector Este – Sector 3
veer a las quintas del CV. El agua para riego El sector Este, entre la Avenida Dr. Ricardo
proveniente de las cuatro perforaciones Balbín Ruta Nacional 19 y la Autopista Cór-
que se practicaron en Villa Esquiú, no sólo doba-Rosario, entre avenida de circunvala-
redundará en beneficio de medio centenar ción y el límite Este del ejido de la ciudad
BARRIO ITUNZAINGÓ
Desde el año 2002 un grupo de madres del barrio Ituzaingó salieron a
la calle para reclamar y ser escuchadas ya que percibían que algo anda-
ba mal en cuestión de contaminación del ambiente. Registraron un gran
aumento de vecinos enfermos de cáncer, leucemia y alergias. Solicitaron
estudios médicos, agua potable y centro de salud. Pero no eran escucha-
dos, hasta que salieron a cortar el Camino Inter-fábricas.
Este grupo de madres en su lucha “… influyó en ordenanzas y normas
que comenzaron a regular y a estirar las distancias para fumigar en zonas
urbanas. Consiguieron que llegara el agua potable, que asfaltaran calles,
que se instalara un centro de salud, que al menos por un tiempo llegaran
especialistas con atención y recursos para los enfermos” (Fuente: http://
www.lavoz.com.ar/ciudadanos/madres-de-ituzaingo-15-anos-de-pelea-
por-el-ambiente).
“La Corte Suprema de la Nación ratificó la condena a tres años de prisión
condicional al agricultor Parra y al aero-aplicador Pancello, acusados en
agosto de 2012 de “contaminación ambiental dolosa”. “Las denuncias to-
madas en cuenta por los tribunales incluyeron un estudio oficial había
determinado sobre 142 niños del barrio la presencia de agrotóxicos en
114 de ellos”. El 11 de febrero de 2004, Sofía Gatica denuncia ante la Uni-
dad Fiscal del lugar que en el “campo de Parra” -al este del barrio- apli-
caban agrotóxicos con un equipo terrestre (mosquito). La ayudante fiscal
procedió a investigar la situación logrando allanar el campo de Parra. Se
identificaron restos de los venenos utilizados y los dosajes de la tierra del
lugar detectaron compuestos organoclorados y fosforados, 2.4D, diendrin
y clorpirifós.
En 2008, Medardo Ávila Vázquez, integrante de la Red de Médicos de Pue-
blos Fumigados y REDUAS (Red Universitaria de Ambiente y Salud), quien
era Subsecretario de Salud de la Ciudad de Córdoba denunció que ante
el fiscal de Instrucción Penal Carlos Matheu, que una avioneta sin identi-
ficar estaba aplicando venenos sobre el Barrio Ituzaingó Anexo” (Fuente:
https://lmdiario.com.ar/noticia/20476/quedo-firme-el-fallo-de-ituzain-
go-fumigar-es-delito-y-los-agrotoxicos-son-peligr).
renciadas: el barrio Nuestro Hogar III (par- por la gestión municipal actual: anterior-
te de esta urbanización se encuentra sobre mente habíamos indicado que según regis-
un viejo enterramiento de basura), barrio tro de la Dirección de Planeamiento Urbano
Ciudad de los niños y barrio Ciudad Obispo de la Municipalidad de Córdoba a junio del
Angelelli. Entre medio de estos dos últimos 2016, 36 convenios implican la ampliación
se empieza a ocupar de manera irregular el del área urbanizable. En este sector, son 6
asentamiento denominado 12 de septiem- los convenios urbanísticos aprobados, lo
bre. Al Sur de estos, terreno de por medio, que implica 1.465 ha aproximadas que se
se localiza el barrio Villa Rivadavia. Todas es- suman al área urbanizable. Esto define al
tas urbanizaciones y asentamientos suman sector como zona candidata a seguir urba-
una extensión de 162 ha aproximadamente, nizándose con el mismo instrumento, y un
rodeadas de ladrilleros y agricultura exten- importante ejemplo de como en la frontera
siva, y por el enterramiento sanitario de la urbana avanza sobre el uso del suelo rural.
ciudad de Córdoba, lo que le da al sector
una fuerte característica de vulnerabilidad y
contaminación ambiental.
5 Este sector en el ejido municipal de Córdoba tiene el destino de Áreas militares que de acuerdo a la
Ordenanza 12.483 en el Art. 4° en el que se definen las áreas particulares. Estas están entendidas como
“áreas que por sus características requieren tratamiento propio en los términos del alcance de la presente
Ordenanza” y en el inciso g) define las “Áreas de Reserva: Áreas en las que desarrollándose actualmente
Esta área de uso del suelo militar es parte Esta reserva se creó a partir del Protocolo
de la “Reserva Natural de la Defensa La Ca- Adicional Nº 5, firmado el 3 de julio de 2009
lera”, que abarca un gran sector por fuera entre Parques Nacionales y el Ejército Ar-
del ejido municipal conformada por 11.377 gentino6. Estas áreas se conectan con otras
ha ubicadas en la zona de transición entre el áreas de reserva para conformar un corre-
Chaco Seco y el Espinal, parte de la cuenca dor ecológico y así garantizar la conexión
de las Sierras Chicas, entre la ciudad de Cór- biológica, como parte de un sistema ecosis-
doba y Villa Carlos Paz. témico conformado por el Parque Nacional
determinados usos, quedan sujetas, en caso de darse el cambio de dicho uso, a las determinaciones del
mismo que se hagan en cada caso según estudio particularizado. Están incluidas en esta categoría: a) Áreas
militares y b) Áreas de Reserva Verde, a las cuales se les asigna un uso futuro de parques urbanos“.
6 Fuente: ttps://www.parquesnacionales.gob.ar/areasprotegidas/reservasnaturalesdeladefensa/rndelade-
fensalacalera/.
Quebrada del Condorito y la Reserva Hídrica que los cuadrantes donde hoy todavía exis-
Provincial Pampa de Achala. Es de impor- te mayor producción frutihortícola son los
tancia que estas áreas de reserva natural cuadrantes Noreste, Sureste y persiste algo
permanezcan -ante el avance de los cultivos en el cuadrante Sur.
extensivos y de la expansión urbana- para
Ante este escenario adverso por la dismi-
garantizar y proteger la biodiversidad a tra-
nución y desplazamiento del CV que se
vés del tiempo.
evidencia en las imágenes satelitales y en
el estudio realizado, surgen las siguientes
preguntas para futuras investigaciones in-
Reflexiones finales terdisciplinarias:
De acuerdo a esta caracterización de la pe- • ¿De qué forma el aumento del área urba-
riferia de la ciudad podemos determinar nizable en el espacio periurbano afecta al
área destinada a la actividad frutihortícola • ¿En qué medida y de qué modo la dismi-
del CV y cómo afecta esto a los producto- nución y el desplazamiento de la actividad
res? frutihortícola del CV a otras localidades
afecta a la sostenibilidad de la ciudad, asu-
• ¿Cuáles son los lineamientos políticos e
miendo que una ciudad es más sostenible
institucionales -explícitos e implícitos, por
si produce sus alimentos en circuitos cerca-
acción u omisión, formales e informales-
nos?
que permiten estas transformaciones en el
espacio periurbano y suburbano de la ciu- • ¿Cuáles son las acciones necesarias para
dad de Córdoba? ¿Se ha evaluado su impac- detener o revertir dinámicas insustentables
to? ¿Son visibles para el conjunto de la ciu- que se detecten y para favorecer el mante-
dadanía? ¿Quiénes se benefician con ellos?
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Nicolás Mari
Resumen
En Córdoba existe actualmente una creciente preocupación sobre la distribución de espa-
cios agrícolas productivos en zonas periurbanas y en particular sobre los conflictos asocia-
dos a las prácticas de producción agropecuaria en la interfase urbano-rural. Parte de esta
problemática surge a raíz de la importante transformación ocurrida en los últimos años en
relación al crecimiento urbano sobre el medio rural y la mono culturización de las activi-
dades productivas que han sustituido a las prácticas tradicionales de producción fruti-hor-
tícola de la región. Este proceso de transformación preocupa respecto a la disponibilidad
actual y futura de espacios productivos que sirvan para sostener la provisión de alimentos
en cercanía a la ciudad y respecto a la pérdida de servicios ecosistémicos asociados a los
ambientes naturales periurbanos.
Estas dinámicas son conocidas pero no están descriptas ni cuantificadas; la información de
base sobre uso de suelo y sus dinámicas, sobre áreas productivas o cantidad de producto-
res es insuficiente y/o antigua. Debido a esto, el O-AUPA desarrolla diversas estrategias de
mapeo para contribuir a la comprensión de las dinámicas territoriales en el Cinturón Verde
de Córdoba (CV) y los entornos rurales que rodean la ciudad. En este trabajo presentamos
una metodología basada en el uso de sensores remotos y sistemas de información geográ-
fica para caracterizar las área urbanas, periurbanas y rurales de Córdoba con el objetivo
de poder evaluar la dinámica temporal del crecimiento urbano y el estado actual de la
cobertura y uso de la tierra. Con esto proponemos visibilizar y cuantificar la extensión de la
ciudad entre los años 1974 y 2014 y, a posteriori, realizar un diagnóstico sobre el uso de la
tierra y los cambios de cobertura actual.
Utilizamos información del satélite Landsat TM 5 para el análisis histórico de la mancha ur-
bana e información del satélite SPOT 5 para caracterizar el uso actual de la tierra mediante
el clasificador supervisado máquina de soporte vectorial. Los resultados muestran que la
mancha urbana creció un 46,5% en 40 años dentro de los límites del departamento Capital,
con un crecimiento no homogéneo según los bordes de la ciudad. El tamaño de las parce-
las agrícolas creció (concentración de la tierra), pero su cantidad decreció (reducción de
productores). Las evidencias señalan la importancia de establecer pautas de ordenamiento
territorial que limiten el avance de la frontera urbana sobre sistemas agrarios valiosos, ga-
ranticen la diversificación de las actividades productivas y protejan y desarrollen el sector
de producción de alimentos frescos a nivel local.
vos extensivos desde afuera hacia dentro tórica: la provisión de alimentos y materias
de los espacios periurbanos, junto con el primas cercanas a la ciudad.
crecimiento de la mancha urbana. Ambos
Ante un posible colapso de las capacida-
procesos han generado una gama de con-
des productivas del territorio (desregula-
flictos en torno a la distribución, la disponi-
ción del uso del suelo y falta de provisión
bilidad y el tipo de actividades productivas
de agua), resulta indispensable realizar un
en el CV, que se encuentra en la actualidad
diagnóstico integral del territorio que in-
bajo la presión de nuevas actividades que
volucre la caracterización del medio bio-
no responden a su función estratégica e his-
zona Sur está dominada por productores de El método empleado consiste en combinar
papa y zanahoria, con algunos casos de em- ambas imágenes en un único stack de datos
prendimientos agroecológicos (Cabanillas utilizando el conjunto de bandas espectrales
et al., 2015). Los cultivos anuales principa- correspondiente a cada sensor, exceptuan-
les son soja y maíz, y se distribuyen en gran do las bandas térmicas. Dado que las imá-
medida por fuera del departamento Capital, genes tienen distintos tamaño de pixeles, el
pero aun así con una importante participa- ACP se procesó para cada fecha individual.
ción en la interfase urbano-rural. El análisis tiene como objetivo reducir la di-
mensionalidad espectral de cada imagen y
La caracterización del CV se llevó a cabo en
generar nuevas bandas sintéticas (compo-
tres fases de análisis:
nentes principales) que resumen la mayor
• análisis del crecimiento urbano de la Ciu- variabilidad de la información original.
dad de Córdoba (delimitación del perímetro
En base a ello, las áreas urbanas se distin-
histórico de la ciudad y su comparación ac-
guieron mejor con el CP2 para el año 1974 y
tual);
el CP3 para el 2014. De este modo, se maxi-
• análisis de la cobertura y uso actual del mizó la discriminación de las coberturas ur-
suelo agrícola; banas para cada fecha, lo que posibilitó de-
limitar con mayor precisión su distribución
• análisis de la dinámica del parcelado agrí- espacial (Figura 2). La delimitación de los
cola (determinación de los cambios en la perímetros urbanos se llevó a cabo utilizan-
estructura parcelaria). do el algoritmo de clasificación no supervi-
La delimitación de los límites perimetrales sado ISODATA.
histórico y actual de la Ciudad de Córdoba Este tipo de algoritmo es empleado para par-
se realizó mediante un análisis multi-tem- ticionar una imagen espectral en un cierto
poral de componentes principales (ACP). Se número de clases basándose en la informa-
empleó una imagen Landsat MSS 1 (Multi ción estadística de la imagen. No requiere la
Spectral Scanner) con fecha 12/06/1974 de supervisión humana para su entrenamiento
60 m de resolución espacial y una imagen (Lu & Weng, 2007). Las coberturas urbanas
Landsat 8 OLI (Operational Land Imager) obtenidas fueron controladas mediante
con fecha 24/07/2014 de 30 m de resolu- inspección visual empleando las imágenes
ción espacial para definir los límites históri- Landsat utilizadas en el PCA, e imágenes de
co y actual respectivamente. Google Earth. El análisis comparativo de la
mancha urbana se realizó dentro de los lí- tral tiene la ventaja de tener una mejor
mites del departamento Capital, abarcando resolución espacial en comparación a las
un total de 58 barrios distribuidos entre el imágenes Landsat, lo que permite trabajar
sector Norte y Sur del CV. a una menor escala de detalle (100 m² por
pixel). La cartografía del tipo de cobertura y
Basados en la distribución de los límites de
uso del suelo se realizó a partir de un mé-
los barrios generados por la Dirección de
todo de clasificación supervisado, utilizando
Censos y estadísticas de la Provincia de Cór-
el algoritmo Máquina de Soporte Vectorial
doba (sobre la sistematización de datos del
o SVM (Support Vector Machine). El SVM es
Censo Provincial 2008), calculamos la pro-
un algoritmo de aprendizaje que permite la
porción urbanizada dentro de cada barrio
separación óptima de un conjunto de datos,
para los dos años analizados. A posterior se
asignando cada uno a una clase de interés o
empleó un índice de cambio normalizado
a otra, en función de las muestras de entre-
para evaluar el cambio relativo del creci-
namiento ingresadas al clasificador (Moun-
miento urbano.
trakis & Ogole, 2011).
La caracterización y análisis de las cobertu-
La fecha escogida para la clasificación coin-
ras y usos del suelo agrícola se llevó a cabo
cide con el final del ciclo de maduración de
empleando una imagen SPOT 5 (Satellite
los cultivos de verano, con vistas de cosecha
pour l´obserbation du la terre) de 10 m de
hacia abril/mayo; en cambio, por lo tempra-
resolución espacial con fecha el 11/03/2015
(Tabla 1). Este tipo de imagen multi-espec-
Tabla 1: Métodos e información satelital empleados para la caracterización del cinturón verde
Se especifica el tipo de sensor utilizado y las bandas espectrales seleccionadas para cada aná-
lisis.
Fuente: elaboración propia (2017).
no en el año, en marzo no es posible carac- chos y agua. Por el pequeño tamaño de los
terizar los cultivos de invierno1. lotes hortícolas (livianos), en muchos casos
menores a la resolución del sensor emplea-
La estrategia de entrenamiento del SVM se
do, se optó por no incluirlos dentro del cla-
realizó en base al geo posicionamiento de
sificador. Para su identificación, se acudió
muestras levantadas a campo (observacio-
a emplear imágenes de alta resolución de
nes directas de los cultivos) y mediante digi-
Google Earth y digitalizar los polígonos en
talización visual sobre la imagen SPOT. Con
forma manual, para luego agregarlos como
el objetivo de reconocer el área de estudio
máscara al mapa ya clasificado. Esto permi-
se realizaron sucesivos recorridos terrestres
tió evitar la confusión con otras clases de
entre los meses de abril y junio de 2015, cu-
ciclo fenológico similar, y asegurar un ajuste
briendo gran parte del área de estudio (Figu-
más preciso en la superficie hortícola final.
ra 3). Para ello se confeccionó una leyenda
cartográfica que permitiera definir a campo La ubicación y características de las clases
las distintas coberturas y usos del suelo pre- observadas en campo fueron geo-posicio-
sentes en la región: cultivos de verano (soja, nadas con GPS (Global Posisioning System);
maíz, alfa), hortícola pesado (papa, batata, se registraron un total de 96 posiciones,
zanahoria), hortícola liviano (lechuga, acel- que luego fueron empleadas en la fase de
ga, espinaca, etc.), uso de suelo mixto (lo- validación de la clasificación. El resultado se
teos, campos abandonados, márgenes de evaluó a partir de dos indicadores: exacti-
rutas, lotes enmalezados), áreas urbanas, tud general (EG) e índice de Kappa, ambos
áreas forestales, suelos desnudos o barbe- derivados de la matriz de confusión (Con-
1 En marzo, la agricultura intensiva pesada (papa, zanahoria) está lista para cosechar, y, en general, los pro-
ductores locales, en particular los de papa, suelen almacenarla bajo suelo por un periodo máximo de tres meses,
lo que significa que en marzo los lotes se observarán desprovistos o con baja cobertura vegetal. Por el contrario,
la agricultura intensiva liviana se caracteriza por tener ciclos cortos intercalados de aproximadamente 3 meses,
lo que permite caracterizar la producción a través de imágenes en forma continua a lo largo del año.
galton, 1991), que permite establecer qué situación del parcelado histórico con fecha
porcentaje de los pixeles ha sido correcta- 11/04/1988, y una imagen Landsat 8 OLI
mente clasificado cuando se lo compara con con fecha 24/07/2014. Los filtros texturales
la verdad de campo2. se emplean para detectar bordes y formas
que siguen patrones definidos en una ima-
El análisis del parcelado agrícola se realizó
gen. Probamos 8 filtros computados en ven-
en tres fases consecutivas:
tanas móviles de 3 3 pixeles aplicados sobre
• filtros texturales; las bandas del IRc únicamente, teniendo
como objetivo identificar la máxima discri-
• segmentación; minación de los límites y bordes parcelarios
• clasificación no supervisada. en cada una de las fechas procesadas (me-
dia, varianza, homogeneidad, contraste,
Se probaron distintos filtros texturales de disimilaridad, entropía, segundo momento,
co-ocurrencia sobre fechas distantes entre correlación); mediante inspección visual
sí (Tabla 1). Se utilizó una imagen Landsat sobre las pruebas realizadas se determinó
5 TM de 30 m de resolución para definir la
2 La EG del mapa temático se calcula dividiendo la suma de los valores clasificados correctamente por el nú-
mero total de datos de la matriz. El índice de Kappa mide la concordancia entre el mapa temático obtenido y la
verdad de campo, y el que cabría esperar simplemente por azar. Es decir, este índice evalúa si la clasificación ha
discriminado las categorías de interés con precisión significativamente mayor a la que se hubiera obtenido con
una asignación aleatoria (Chuvieco 2010).
Figura 5: (a, arriba) Nivel promedio de urbanización para los barrios de la zona Norte; (b, abajo)
Cambios (%) de la superficie urbana por barrio entre los años 1974 y 2014
Fuente: elaboración propia (2017).
Figura 6a: En color negro se representa el mapa de superficie urbana en el año 1974, y super-
puesto en color rojo la superficie urbana en el año 2014
Fuente: elaboración propia (2017).
Figura 9: Coberturas agrupadas por tipo de cultivos y usos del suelo en el cinturón verde
Fuente: elaboración propia (2017).
(Página siguiente)
Figura 10: Coberturas y usos del suelo
Arriba (izq.) distribución de cultivos de soja; arriba (der.) distribución de producción intensiva;
abajo (izq.) zonas urbanas y de uso mixto; abajo (izq.) mapa completo de coberturas.
Fuente: elaboración propia (2017).
Análisis del crecimiento urbano 59.500 ha, seguido por cultivos de maíz con
de la zona Sur del Cinturón Verde 17.477 ha, alfalfa con 9.724 ha, papa con
6.850 ha, y hortalizas livianas con 1.780 ha
La zona Sur del CV creció un 33,2% en el (Figura 8). La soja se presenta como el cul-
período y barrios analizados, ampliando tivo preponderante; supera al maíz por un
sensiblemente la diferencia registrada para 24,5%. Por su parte, la clase “tierras de usos
la zona Norte (6,8%). Los barrios que en el mixtos” (actividades urbanas, rurales y zo-
año 1974 no registraban zonas urbanizadas nas indeterminadas) con una superficie de
fueron Ciudad Ampliación Ferreyra, Quintas 34.600 ha, y las “zonas urbanas” con 24.740
de Flores, 25 de Mayo, Country Fortín del has., ocupando la segunda y tercera mayor
Pozo, Quintas de Italia, Country La Santina, superficie en cuanto a uso suelo del área de
Rocío del Sur, Ciudad Obispo Angelelli, Villa estudio.
Rivadavia, Inaudi, Ferreyra Segunda Sec-
ción, Country Campina Del Sur, Country Los Dicha distribución está relacionada al rápido
Mimbres, Posta de Vargas, Piedras Blancas y crecimiento de la superficie urbana sobre
23 de Abril. En orden creciente, los barrios zonas rurales con menor precio de la tierra
con mayor proporción urbana en la actuali- en relación a las áreas urbanas, y, a su vez,
dad (>50%) son: Tejas II, Nuestro Hogar III, a la disponibilidad de tierras que pueden
Posta de Vargas, Piedras Blancas, Nuestro estar desocupadas de usos productivos o a
Hogar I, Villa Coronel Olmedo y 23 de Abril la espera del avance de la urbanización (tie-
(Figura 6a). rras en especulación inmobiliaria). Sin em-
bargo, el avance urbano también es factor
El cambio relativo en relación a lo construi- de expulsión de productores en activo, por
do en 1974 fue mayor para los barrios Nues- diversas causas que exceden a este estudio.
tro Hogar I, Villa Coronel Olmedo, Tejas II,
Nuestro Hogar III, Las Cañuelas, Fincas del Las tierras de usos mixtos ocupan un 20 %
Sur (por encima del 90% de cambio) (Figu- del total del área; representan una opor-
ra7b). El único barrio que no presentó urba- tunidad o una amenaza, según se analice,
nización en los años de estudio es Ciudad tanto para la producción de alimentos como
Ampliación Ferreyra. para el crecimiento urbano. Son zonas en
torno a la ciudad, que se encuentran dis-
Comparativamente se observa que en la tribuidas lo urbano y lo rural. En cuanto a
mayoría de los barrios estudiados en ambas la producción de cultivos intensivos (hortí-
zonas existió en general un mayor desarro- cola liviana), se observó que ocupa un 1%
llo urbano sobre aquellos barrios que en el del total del área estudiada, mientras que
pasado eran zonas rurales, mientras que las la producción intensiva pesada ocupa el 4%
zonas históricamente urbanas, el proceso (predominio de papa) (Figura 9).
de urbanización fue menor. En otras pala-
bras, el crecimiento urbano tuvo preferen- Los resultados cartográficos se presentan
cia sobre la apertura de nuevas tierras (ex- en la Figura 10.
tensión) en lugar de la intensificación de los
sectores ya urbanizados.
Evaluación de la clasificación
La clasificación se evaluó empleando la
Análisis de la cobertura
“matriz de confusión”, a partir de la cual se
y uso actual del suelo agrícola calculó la exactitud general (EG), el índice
De los cultivos presentes en el área, la soja Kappa y las exactitudes del productor y del
ocupó la mayor superficie cultivada con usuario para cada clase4.
Figura 11: Tamaño y número de parcelas agrícolas representadas por medio de segmentos ho-
mogéneos
Fuente: elaboración propia (2017).
En la Tabla 2 se presenta el resumen de las (1990), el valor del índice Kappa general ob-
medidas extraídas para la evaluación. La tenido define al resultado de la clasificación
EG sintetiza el resultado global de la clasi- como “muy buena” (76%).
ficación, otorgando un 80% de exactitud, lo
La variación en los resultados del índice Ka-
cual indica un resultado general admisible
ppa para cada clase, indica muy buenos y
para el objetivo de este trabajo. De acuerdo
excelentes resultados para todas las clases,
con la valoración propuesta por Monserud
85% “muy buenos” y >85% “excelente” (Guerschman et al., 2003). La exactitud del productor es una medida del
error de omisión e indica el porcentaje de píxeles de una determinada clase que son correctamente clasificados.
La exactitud del usuario es una medida de los errores de comisión e indica la probabilidad de que un píxel clasi-
ficado como una clase en particular realmente represente a esa clase en el campo (Congalton 1991).
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Presentación
La información detallada sobre la cobertura vegetal y uso del suelo es un elemento impres-
cindible para la planificación del desarrollo de un territorio, ya que permite planificar y re-
gular las actividades en áreas productivas, de hábitat y de protección de recursos naturales
(Cueva Ortiz & Chalán, 2010). Sin embargo, en la actualidad existe un déficit de información
sobre la definición de las unidades de cobertura y uso del suelo en el cinturón verde de la
ciudad de Córdoba (CV). La información disponible es demasiado “gruesa” y no permite
identificar con detalle el uso del suelo en espacios geográficos que, aunque pequeños,
pueden ser fundamentales para el desarrollo urbano-rural (Cueva Ortiz & Chalán, 2010).
La ciudad de Córdoba -al igual que el resto de Latinoamérica- ha experimentado un fuerte
crecimiento poblacional en las últimas décadas, asociado a un proceso de urbanización
intenso y descontrolado sobre áreas rurales (CAF, 2011; Budovski et al., 2014). Se ha regis-
trado una tasa anual de crecimiento urbano del 3,6% entre 1950 y 2005 (Mougeot, 2005),
lo que genera un conflicto entre el mantenimiento de la producción agrícola local y las cre-
cientes actividades urbanas e infraestructuras (Overbeek & Terluin, 2006). A este conflicto
se suma el avance de la agricultura extensiva sobre las otras actividades agropecuarias que,
de manera generalizada se viene dando en toda el área rural del país (Manuel-Navarrete et
al., 2005). Esta tensión se establece en el espacio de intersección rural-urbano, actualmen-
te definido como espacio “periurbano” (Ávila Sánchez, 2001).
La manifestación espacial más clara del proceso de periurbanización lo constituye la con-
formación de coronas o espacios periféricos concéntricos, tanto de los ámbitos urbanos
como de los rurales. Este fenómeno tiene lugar en numerosas ciudades del mundo, inde-
pendientemente del nivel de desarrollo económico del país al que pertenezcan (Ávila Sán-
chez, 2009). Además, en nuestro país, la gran cantidad de población expulsada del campo
que se dirige a las ciudades (Godoy & Manzoni, 2012) se asienta en espacios periurbanos
precarios, conformando un avance de la frontera urbana en forma dispersa. A este fenó-
meno se suma, a partir de la década del 80, la conformación de countries y barrios privados
(Svampa, 2008).
El avance urbano afecta fundamentalmente a los cinturones fruti-hortícolas en los que
tradicionalmente se producían gran parte de los alimentos perecederos necesarios para
alimentar a la población local, y a los relictos naturales de valor ecológico aledaños a las
mismas. Pero el avance de la urbanización no es la única amenaza al sostenimiento del CV
frutihortícola; también lo es el avance de la frontera agraria extensiva (Godoy & Manzo-
ni, 2012). El aumento de la superficie de tierra dedicada a la producción agrícola extensi-
va industrial ha convertido al paisaje natural, anteriormente diverso, en uno mucho más
uniforme (Forman, 1995), acompañado con un mayor uso de agroquímicos y fertilizantes
(Pengue, 2014). Dicha homogeneización del paisaje, ocurrida a escala mundial, implica una
disminución de la diversidad espacio temporal de cultivos, especies nativas y una simplifi-
cación ecosistémica, cuyos costos económicos y ambientales pueden ser muy significativos
(Altieri, 1995).
1 Ver sobre este tema las contribuciones de Marianne Ralú y Paula Nieto en esta misma publicación.
Figura 1b: Localización geográfica del área de estudio en relación al departamento Capital (cen-
tro), Colón (Norte) y Santa María (Sur)
Coordenadas -64.000933, -31.191798; -64.006361, -31.621183; -64.228919, -31.187042;
-64.233668, -31.621862. Imagen falso color compuesta bandas 2, 3 y 4 de Spot5 (4 enero 2014).
Fuente: elaboración propia.
calcula una zona de distancia fija a partir los industriales de gran escala y usos pro-
de una zona utilizada como referencia (en ductivos rurales junto a los residenciales;
nuestro caso la capa de cobertura urbana). los equipamientos educativos y recreativos
La salida de esta aplicación consiste en una de gran escala, aeródromos, aeropuerto,
imagen por fuera de la capa original (capa usos militares, y uso del suelo rural; usos
urbana) donde se especifica la zona búfer y del suelo residenciales tipo countries, ba-
las áreas que están fuera de la zona búfer. rrios cerrados y chacras, planes masivos
de viviendas y asentamientos informales,
generalmente en un trazado que presenta
Resultados y discusión fuertes rupturas en la red vial. El área tiene
baja a nula estructuración y las vinculacio-
Las unidades de cobertura y uso de la tierra nes concéntricas son muy débiles y sólo por
presentes en el sector estudiado de 107.398 tramos. Es un área con una dinámica urba-
ha son las siguientes (Cuadro 2, Figura 2): na caracterizada por procesos de extensión
• Urbano; urbana difusa y fragmentada y con fuerte
segregación socio-territorial (Díaz & Gauna,
• Represas y río; 2015).
• Lagunas; Según un estudio realizado por Peralta & Li-
borio (2014), la ciudad de Córdoba registra
• Arboledas y monte;
un proceso de redistribución poblacional
• CV Extensivo Riego Norte; hacia la periferia, con 137 nuevos barrios
entre 1991 y 2008 que involucran a 138.175
• CV Hortícola; habitantes, y un crecimiento del número de
• Extensivo; loteos, barrios, countries y planes habitacio-
nales entre 2001 y 2008 que presentan un
• CV Extensivo Riego Sur; incremento poblacional del 7,5%. También
• Canteras y ladrilleros; existe una pérdida de población en los ba-
rrios tradicionales preexistentes y una nota-
• Suelo en desuso o en barbecho. ble disminución de la superficie destinada
a uso agropecuario en la periferia (Legeren,
A continuación se presenta una caracteriza-
2000).
ción de estas unidades de cobertura y uso
del suelo para el área periurbana estudiada Según Marengo (2006) existe una situación
de la ciudad de Córdoba: de contrapuestos al momento de explicar la
pérdida de superficie agrícola. Por una par-
En la zona urbana se aprecian dos sectores
te, el fenómeno de expansión suburbana
bien definidos, uno denso y otro de una ele-
explicada por el avance de las estrategias
vada dispersión (Figuras 2 y 3). Esta matriz
empresariales del sector privado. Por otro,
urbana extendida hacia el “Gran Córdoba”
el caso de las intervenciones habitacionales
representa el 21.6 % de la superficie estu-
promovidas a través de políticas públicas
diada, donde además existe una marca-
que se plantean como una flexibilización
da segregación residencial (Díaz & Gauna,
de la regulación para facilitar condiciones
2015).
de urbanización, buscando reducir costos.
La zona periurbana tiene una estructura- Además, el gran aumento del valor de la tie-
ción principalmente acorde a la distribución rra en éste área, promovió la multiplicación
de las vías de acceso en tramos radiales con de loteos privados en detrimento de la pro-
la zona urbana densa. Según describe Sán- ducción fruti-hortícola local.
chez & Aguirre (2014), el área periférica a
En nuestro trabajo aplicamos dos búfer so-
la ciudad de Córdoba y externa a la avenida
bre toda la zona urbana y sub-urbana de
de circunvalación se caracteriza por una yu-
1.500 m (Figura 4) y de 500 m (Figura 5) a fin
xtaposición de trazados urbanos, suburba-
poner en evidencia, de acuerdo a la norma-
nos y rurales, con una gran mixtura de usos
tiva local, el área que se debería restringir la
no compatibles, entre los que se destacan
aplicación de productos fitosanitarios (Ley
Figura 2. Mapa de cobertura y uso del suelo del sector Este de la ciudad de Córdoba
(107.398 Ha)
Fuente: elaboración propia.
Provincial 9.164). Ambos mapas muestran nal Maestro Norte y el Canal Maestro Sur
que, bajo este criterio no sería posible la ac- (abandonado su uso), que se abastecían del
tividad agrícola convencional o tipo indus- dique San Roque; actualmente, para el rie-
trial en todo el territorio analizado, a excep- go de zona Sur el agua proviene del dique
ción de aquella realizada con la utilización Los Molinos (FAO, 2014). En torno a esta
de productos de clase III y IV con aplicación red de canales de riego se desarrolló una
terrestre, y en toda esa área no se podrían variada gama de producciones que incluyó
aplicar productos I y II, ni III y IV en forma frutales de carozo principalmente y horta-
aérea. En el mapa de la Figura 4 se midió lizas livianas y pesadas (Sánchez y Barberis,
el área que quedaba fuera del búfer y ésta 2013). Actualmente se distinguen la zona
es inferior al 1%, mientras que el área del Norte, donde se producen hortalizas livia-
búfer es de 83.188 ha (el 77,5 % del área es- nas, como verduras de hoja, berenjenas,
tudiada). El mismo análisis se realizó para el tomates y chauchas, y la zona Sur, que se
búfer de 500 metros y se obtuvo que el área especializa en hortalizas pesadas como pa-
con restricción alcanza un total de 60488 ha pas, zanahorias y batatas (La Voz del Inte-
(56,3 %). rior, 2016a).
Si cruzamos la información de la figura 6 con El CV viene manifestando un retroceso en
los mapas de búfer presentados (Figuras 4 y cuanto al número de productores y hectá-
5), se observa que existe una gran propor- reas trabajadas (Giobellina & Quinteros,
ción de superficie actualmente utilizada con 2015), así como toda la agricultura periur-
monocultivos, incluidos en las zonas búfer bana (Giobellina, 2014). Existen datos que
de 500 m (40.658 ha) y de 1.500 m (62.194 revelan que en 1987 se explotaban 28.238
ha) y que es posible que estén trabajando ha en el CV (Norte, Sur y Chacra de la Mer-
siendo infractores a la Ley Provincial 9.164. ced) donde más de la mitad (14.771 ha) eran
Para obtener esta información se realizó la cultivos de hortalizas y habían 704 produc-
sumatoria de las superficies de cultivos ex- tores hortícolas. En 2009, se cultivaban 11
tensivos, CV extensivo Norte y CV extensivo mil hectáreas y en 2012, 5.500 (Fernández
Sur (Figura 6). O sea, que la superficie resul- Lozano, 2012). Hoy, según datos de la Di-
tante de 63.136 ha (58,8% de la superficie rección de Ferias y Mercados del municipio
estudiada) está afectada con aplicación de de Córdoba, solo quedan 245 quinteros (La
agroquímicos y con el consiguiente riesgo Voz del Interior, 2016a; Giobellina, 2014).
para la salud de la población cercana (FAO, De acuerdo a nuestros cómputos en don-
2014). de incluimos CV extensivo riego Norte, CV
extensivo riego Sur y CV hortícola, abarcan
Sin embargo, para el año 2012 se notifica-
juntos 11.575 ha.
ba que eran menos de 11.000 las hectáreas
fumigadas cerca de viviendas en la ciudad Nuestros resultados localizan especialmen-
de Córdoba y alrededores (La Voz del Inte- te el CV hortícola remanente comparativo
rior, 2012). El Ministerio de Agricultura de la al posible límite histórico dado fundamen-
Provincia informaba que, según la campaña talmente por el recorrido de los Canales
2010-2011, en el departamento Capital se Maestro Norte y Sur, con una superficie de
sembraron 900 ha de trigo, 4.000 de soja, 3.167 ha (Figura 7). A esta situación posi-
2.000 de maíz y 500 de sorgo. El organismo blemente se llegó en los últimos 25 años.
consideraba que las 7.400 ha de cultivos ex- También se ha generado un desplazamiento
tensivos utilizaban grandes superficies de de la producción hortícola en las localidades
tierra y no necesitaban de mucha tecnolo- cercanas como Almafuerte, Río Primero, Río
gía ni cuidados para la producción (La Voz Segundo, Colonia Tirolesa, Colonia Caroya,
del Interior, 2012). Jesús María, Capilla de los Remedios, entre
otras (Fernández Lozano, 2012). Una de las
El CV es una zona que tradicionalmente se
principales causas es la venta de tierras –an-
caracterizó por proveer de frutas y hortali-
tes destinadas a quintas– para la construc-
zas frescas a la ciudad. Se ubicó en suelos
ción de barrios privados, countries, salones
fértiles y se abasteció de riego con la cons-
trucción de dos canales maestros: el Ca-
Figura 4: Aplicación del búfer de 1.500 m a zona urbana, según Ley 9.164
Fuente: elaboración propia.
Figura 5: Aplicación del búfer de 500 m a la zona urbana, según Ley 9.164
Fuente: elaboración propia.
Figura 6: Cultivos extensivos bajo el modelo de agricultura industrial (soja, maíz y trigo) y con-
vencional (papa, soja, maíz, trigo)
Fuente: elaboración propia.
Las superficies remanentes con cultivos hor- (Matoff, Giobellina & Quinteros, 2014; Gio-
tícolas en la zona del CV de la ciudad de Cór- bellina & Nieto, 2015)2.
doba alcanzan aproximadamente a 3.167,3
En la zona hortícola Norte, la superficie que
ha, de las cuales 2.554 ha corresponden al
se encuentra en producción es mayor. Allí se
CV Norte y 429 ha al CV Sur.
observan predios hortícolas de tipo familiar,
alternados con otros de tipo empresarial.
Se producen especies hortícolas livianas (de
Cinturón Verde Hortícola hoja) como repollos, lechuga, acelga, espi-
Esta categoría se corresponde con la que naca, brócoli, achicoria, rúcula, remolacha,
Fernández Lozano (2012) define como sis- rabanito, etc. que se diversifican aún más en
tema de producción caracterizada por es- primavera verano con el agregado de chau-
tablecimientos de tipo familiar que tienen chas, zapallito de tronco, pimiento, tomate,
menos de 20 ha cultivadas. De acuerdo a berenjenas y otras especies de estación. En
lo observado, se encuentra representado algunos casos, se observa la permanencia
por una superficie muy escasa en la zona de montes frutales en diferente estado de
Sur, donde los establecimientos son de tipo conservación, algunos abandonados y otros
familiar con cultivos principalmente hortí- en producción, constituidos principalmente
colas livianos de hoja, diversificados y con por frutales de carozo como durazneros y ci-
el agregado de chauchas, cucurbitáceas y ruelos, aunque en muy baja proporción. En
solanáceas en el verano. Algunos estableci- esta zona también se encuentran algunos
mientos se encuentran en transición agro- establecimientos que cuentan con cultivos
ecológica, observándose en los mismos una bajo cubierta; son de tipo empresarial, don-
mayor diversidad productiva. de se produce principalmente apio, tomate
y pimiento.
La zona Sur es una de las más afectadas en
la ciudad de Córdoba por el proceso de ur-
banización, principalmente con el estableci-
Lagunas, canteras y ladrilleros,
miento de countries y barrios cerrados, los
bosques y otros
cuales se pueden observar principalmente
en el Camino a San Antonio y el Camino a El impacto negativo que ejerce la ciudad de
San Carlos, dos sectores que tradicional- Córdoba sobre la biodiversidad y la calidad
mente estaban caracterizados por una ma- del agua del río Suquía ha sido numerosas
triz de quintas hortícolas. Se citan como veces informado (Gaeiro et al., 1997; Bis-
causas de este proceso la falta de agua, ya toni Videla & Sagretti, 1999; Pesce & Wun-
que en muchas zonas el canal de riego ha nderlin, 2000, Hued & Bistoni, 2007). Sin
sido cortado por el establecimiento de ba- embargo, escasamente se ha conocido el
rrios privados, el avance de la frontera urba- deterioro enorme que desde más de una
na y del cultivo de la soja (Matoff, Giobellina década está ejerciendo la extracción conti-
& Quinteros, 2014). Estos autores informan nua de áridos sobre el mismo lecho del río.
los resultados de un Taller de diagnóstico Los áridos son materiales granulares inertes
integral y participativo del CV de Córdo- formados por fragmentos de roca o arenas
ba donde se concluyó acerca de la “escasa y gravas, utilizados tanto en la construcción
valoración del CV, de la actividad hortícola (edificación e infraestructuras) como en nu-
y los productos que aquí se obtienen por merosas aplicaciones industriales (ANEFA,
parte de la sociedad en su conjunto y de los 2011).
propios productores”, le sigue “falta de ma-
yor interrelación Estado-Productor, asociati- La categoría Lagunas que emerge de la clasi-
vismo por parte de los productores y pre- ficación (Figura 2 y en mayor aproximación
sencia como sector”, y “necesidad de contar en la Figura 8) es producto de la intensa y
con una normativa de uso de suelo acorde” prolongada actividad minera de la zona,
para principalmente extracción de áridos.
2 Ver también el capítulo de Beatriz Giobellina sobre el tema en esta misma publicación.
Según La Voz del Interior, en el año 2011 ha- explotaciones, las que dejan sectores inter-
bía unas 37 lagunas en la zona, que corres- medios intactos a manera de `parapetos´
ponden a explotaciones mineras abandona- entre ambos y como formas alternativas de
das; el origen del agua estancada puede ser protección” (Seara, s/d).
debido a que aflora la capa freática o a le-
La tendencia iniciada en los años 60 que
chos marginales producto de obstrucciones
este autor remarca, es la de reemplazar
por material acopiado transitoriamente. En
paulatinamente la actividad hortícola por
la misma nota se advierte que las lagunas
la extracción de áridos en las márgenes del
más próximas a la planta de tratamiento de
Suquía (Altuna & Pía Cruz, 2012). En la foto-
líquidos cloacales “Bajo Grande”, contienen
grafía aérea de 1979 quedaban en evidencia
barros cloacales y casi todas están contami-
las profundas modificaciones del cauce con
nadas con Escherichia coli. Además, estas
extensos bancos aluvionales sin cobertura.
lagunas están eutrofizadas por la acumula-
La fotointerpretación correspondiente a
ción de materia orgánica sin tratamiento.
1984 muestra a un río sumido en medio de
La actividad minera se visualiza también (Fi- explotaciones mineras y lagunas marginales
guras 2 y 8) como categoría Canteras y ladri- producto de las últimas crecidas, quedando
lleros. Esta categoría, en el lecho del Río Su- sólo unas 300 ha de cultivos hortícolas.
quía se corresponde con la actividad minera
En los años posteriores, la actividad hortí-
de extracción de áridos para la construcción
cola prácticamente desapareció de la zona,
(Córdoba Geográfica, 2014), mientras que
quedando sólo unas pocas hectáreas lin-
en el resto de la categoría definida en el
dando con la avenida de circunvalación.
mapa de usos del suelo se corresponde con
Dicha actividad fue remplazada por los cul-
la actividad de fabricación de ladrillos, sus-
tivos extensivos y por la actividad minera
tentada principalmente en la explotación y
que sigue avanzando a lo largo de todo el
exclusión de los trabajadores inmigrantes
lecho del río. En nuestro trabajo podemos
(Pizarro, 2008).
observar que el proceso ha continuado inin-
Hacia el Sureste existe una estructura vege- terrumpidamente donde ahora hay 312,5
tal boscosa de bosque nativo de 1.210 ha ha de zonas de canteras al lado del río y 178
(Figuras 2 y 8), que se extiende en ambas ha de lagunas como resto de la actividad
márgenes del cauce del Río Suquía y otras minera.
áreas aledañas. Toda esta zona de bosques
de alto valor de conservación se encuentra
fragmentada por la presión de los diferen- Arboledas y monte (6.030 ha)
tes usos del suelo que se desarrollan en las
cercanías. Toda el área de estudio de la ciudad de Cór-
doba y su periferia se encuentra emplazada
Históricamente, el cauce se caracterizaba en la región fitogeográfica del Espinal. Las
por un corredor de bosque típico del Espinal prácticas forestales y agropecuarias han
(Luti et al., 1979; Parodi, 1964 en Moreno & llevado a la desaparición de gran parte de
Lis, 2008), intercalado con la actividad hor- los bosques de esta región, aunque algunas
tícola. Según Seara (s/d), en los años 1960 áreas remanentes aisladas y de poca ex-
había 1.440 ha hortícolas bajo riego en el tensión han permitido reconstruir parcial-
Valle del Rio Suquía. Este autor hace una re- mente las características que la constituían.
visión histórica en base al análisis mediante Los relictos de la vegetación original están
fotointerpretación de imágenes de los años formados por bosques bajos de Algarrobo
1965, 1970, 1979 y 1984. Allí, observa que Blanco (Prosopis alba) y Algarrobo Negro
hasta el año 1965 el río se comporta como (Prosopis nigra). Otras especies que pueden
una corriente de agua en total equilibrio encontrarse en la zona son el Quebracho
con la zona por donde transitaba, rodeado Blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y
de vegetación perenne. el Chañar (Geofrorea decorticans). En los si-
“En esta etapa observa que el cauce propia- tios en los que las actividades agrícolas han
mente dicho es respetado por las diferentes sido abandonadas se presentan pastizales
Figura 8. Detalle del mapa de cobertura y uso del suelo en el sector del río Suquía
Fuente: elaboración propia.
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(Páginas siguientes)
Cuadro 2. Coordenadas geográficas de los puntos de control (verdad a terreno)
Fuente: elaboración propia.
Parte 3:
Sistemas agrarios y cambio climático
(Convenio INTA-UICT)
Marianne Ralú
Presentación
Este artículo sintetiza los resultados de la Tesis de Maestría de la carrera Geografía de los
países emergentes y en desarrollo – agricultura comparada, defendida en AgroParisTech
en septiembre de 2015. Surge a partir de un trabajo de campo de 5 meses (desde marzo a
junio de 2015) realizado en Córdoba en la agencia del INTA - AER Córdoba, supervisado por
la Arq. (PhD) Beatriz Giobellina, coordinadora del O-AUPA y responsable de investigación
por parte del INTA AER Córdoba, y el Ing. Agr. (PhD) Hubert Cochet, profesor y director del
departamento de agricultura comparada y desarrollo agrícola en la escuela de ingeniería
agrícola AgroParisTech (Francia). La Universidad Internacional Tierra Ciudadana permitió
la realización de este estudio, abriendo en 2015 el programa de becas Sistemas agrarios y
cambio climático, en colaboración con AgroParisTech y la Universidad Politécnica de Valen-
cia (España).
canchas de futbol o salones de fiesta. Pero según la lógica de un sistema agrario es tra-
sería demasiado reductor considerar que tar de comprender todos los elementos que
esas mutaciones son solamente imputables están, muchos o pocos, relacionados con la
a su localización periférica, y que avanza actividad agrícola, considerando que fun-
inexorablemente hacia una desaparición cionan en sistema, es decir que interactúan
de toda actividad agrícola, porque el CV de entre ellos. Veremos así como las compe-
Córdoba es también terreno de innovacio- tencias por los recursos naturales, esencial-
nes, de nuevas dinámicas productivas y co- mente la tierra y el agua, han influido en las
merciales. dinámicas productivas de esta zona, cuáles
son las actividades agrícolas presentes hoy
Inscribiéndonos en un enfoque agroeconó-
y cómo se manifiestan sus evoluciones. To-
mico y geográfico, retomamos los elemen-
dos estos datos nos permiten alimentar una
tos centrales del trabajo de campo reali-
reflexión alrededor de esta pregunta: ¿cuál
zado en 2015 en el CV de Córdoba, con el
es el porvenir que se perfila para el periur-
objetivo de aportar elementos que puedan
bano hortícola de Córdoba?
enriquecer los conocimientos sobre este
espacio. Tratando de entender este territo- Vamos primero a tratar de definir nuestro
rio en su realidad física y humana, con sus tema de estudio antes de analizar las carac-
flujos migratorios, sus redes y sus intercam- terísticas bio-geográficas del medio ambien-
bios, proponemos analizarlo como “sistema te (morfología, suelo, clima); luego volvere-
agrario”1. Estudiar una zona de producción mos sobre la historia agraria del CV hasta la
1 “El concepto de sistema agrario engloba, a la vez, el modo de explotación y de reproducción de uno o va-
rios ecosistemas y, entonces, el bagaje técnico correspondiente (herramientas, conocimientos, saber-hacer), las
relaciones sociales de producción y de intercambio que han contribuído a ponerlo en marcha y a desarrollarlo,
las modalidades de la división social del trabajo y del reparto del valor agregado, los mecanismos de diferen-
ciación entre las unidades de producción elementales y, también, las condiciones económicas y sociales juntas,
especialmente el sistema de precio relativo que fija las modalidades de su más o menos fuerte integración a los
mercados mundiales” (Cochet Hubert, 2011: 34 [traducción propia]).
2 Este organismo Recursos Hídricos- mediante la figura del consorcio de riego, gestiona en cada territorio la
apertura de las compuertas, el pago de los derechos de uso que son proporcionales a la superficie regada, y,
teóricamente, el mantenimiento de los canales.
3 Se encuentra sobre todo verdura de hoja: acelga, achicoria, espinaca, apio, hinojo, lechuga mantecosa,
lechuga criolla, lechuga repollada, lechuguín, rúcula, brócoli, repollo, coliflor, repollo rojo, cebolla de verdeo,
puerro; verdura-raíz y bulbo: remolacha, zanahoria, nabo, rabanito, cebolla de verdeo, puerro, verdura-fruta:
chaucha, tomate redondo, tomate perita, pepino, berenjena, zapallito; aromáticas: albahaca, perejil, cilantro.
Para la fruta, los durazneros representan la gran mayoría de los arboles que quedan, con algunos pocos ciruelos.
Figura 2: Fotografía satelital del Noreste de la ciudad de Córdoba y el cinturón verde Noreste
(zona de Villa Esquiú)
Fuente: Elaborado por Marienne Ralú con base a datos de Google Maps (2015).
y asegurados para el hábitat en casa indivi- ción más alejadas o de zonas con caracte-
dual. Allí, las producciones hortícolas que rísticas climáticas menos favorables a una
se mantienen están diseminadas entre las actividad hortícola todo el año. Entonces, el
grandes parcelas de maíz, soja, trigo, papa CV tendría que ser mantenido y valorizado,
o zanahoria y estas residencias, que son de protegiéndole de una parte del crecimiento
clases sociales mayormente adineradas. de la ciudad y valorizándolo como zona de
producción local que permite el manteni-
El interés de esta zona está también estre-
miento de empleos agrícolas y de un tejido
chamente vinculado con el área urbana de
social. Además, representa la conserva-
Córdoba. Este CV ha tenido cuanto menos
ción de un paisaje hortícola históricamente
un siglo y medio la vocación para alimen-
arraigado en este territorio, que permite un
tar a la ciudad, abasteciéndola de frutas y
consumo de alimentos responsables de una
verduras, de carne en menor proporción y,
menor emisión de CO2.
antiguamente, de leche; comercializando
sus productos gracias a pequeñas ferias se- La zona productiva que consideramos es un
manales ubicadas en diferentes plazas de la espacio complejo: en primer lugar, porque
ciudad. es un espacio periurbano esposado al creci-
miento urbano, pero, también, por algunas
Córdoba es una metrópoli en crecimiento
características territoriales propias del con-
(la población urbana pasó de 509.163 habi-
texto cordobés y argentino, relacionadas
tante en 1960 a 1.179.372 en 1991, luego
con otras actividades productivas agrícolas
a 1.329.604 en 2010) (Guía Estadística de
o industriales, que entran en rivalidad por
Córdoba, 2012); en los terrenos periféricos
el uso del suelo.
se mezclan distintos usos del suelo que tie-
nen que compartir el recurso territorial: el Para desagregar esta complejidad, hemos
CV no se puede pensar como independiente hecho un trabajo de investigación tratando
de “su ciudad”, con la cual comparte tierra y de elaborar un análisis-diagnóstico de este
agua, permitiéndole vender su producción periurbano agrícola.
y, entonces, asegurar un ingreso a sus agri-
cultores. Esas interrelaciones nos permiten
identificar el CV como una zona de produc- El análisis-diagnóstico de
ción de alimentos frescos energéticamente sistemas agrarios:
económica:
una metodología de investigación
• el CV permite abastecer los mercados ur- basada en el trabajo de campo
banos con productos frescos (cosechados
por lo general a la mañana para una venta Los datos que sirven de soporte a este es-
por la tarde al consumidor, sin o con muy tudio fueron recolectados gracias a un tra-
poco uso de los sistemas de refrigeración). bajo de observación en el campo a lo largo
Estos productos son cosechados maduros y de 5 meses, combinado con entrevistas se-
consumidos rápidamente; mi-estructuradas largas (entre 2 y 5 horas),
realizadas con aproximadamente 60 agri-
• el transporte de estos productos es míni- cultores, así como algunos actores locales
mo, teniendo en cuenta la proximidad geo- (ingenieros agrónomos, director de la aso-
gráfica de los lugares de producción y de ciación de productores, director del mer-
comercialización; cado central, etc.). Esta muestra no tiene
vocación de dar una representación estadís-
• el riego se hace más que todo con el agua
tica fiable del CV, sino más bien de presen-
de lluvia y del dique San Roque, lo que per-
tar el conjunto de las explotaciones agríco-
mite una agricultura regada todo el año.
las representativas de la agricultura en la
En un contexto de cambio climático, los cin- zona. Las personas fueron, por lo general,
turones verdes son parte de las zonas agrí- contactadas varias veces en sus campos y
colas importantes desde el punto de vista en el mercado central. Algunas entrevistas
del menor uso de energía fósil que necesi- fueron realizadas primero con los padres o
tan, en comparación con zonas de produc-
abuelos, luego con los hijos que hoy gestio- que el territorio está dividido en varios es-
nan las quintas. pacios, en los cuales se practican activida-
des agrícolas. Estas actividades funcionan
Esta elección de metodología de investiga-
en sistema, es decir, que interactúan entre
ción viene a compensar una gran falta de
ellas. Dentro de esos espacios -homogé-
datos sobre el CV y la escasa fiabilidad de las
neos por su historia, su ecosistema y sus
estadísticas que se pueden encontrar sobre
actividades- se encuentran distintas escalas
el tema. Incluyendo instituciones como el
de análisis: la de la quinta; de varias quin-
INTA o las universidades, existen muy pocos
tas similares, que identificamos formando
estudios e investigaciones a propósito de
parte de un sistema de producción; varios
este sector; las instituciones conocen a muy
sistemas de producción que comparten los
pocos productores de la zona. Por ejemplo,
mismos recursos del territorio y conforman
hay muchos prejuicios que se transmiten
un sistema agrario.
sobre las familias bolivianas, pero muy poco
se sabe realmente sobre cómo trabajan y Consideramos como factores de producción
manejan sus quintas, o en qué condicio- la tierra, el capital y el trabajo; es la com-
nes viven cuando son obreros agrícolas. binación de estos tres factores y las pro-
Además, no se habla de todas la prácticas ducciones practicadas (cultivos, ganadería,
de comercialización “ilegales” (venta direc- transformación) lo que determinan un sis-
ta en la quinta o a las verdulerías, reventa tema de producción. Ordenando esos sis-
en el mercado, uso de productos prohibi- temas de producción según una tipología,
dos, etc.). Tampoco se toman en cuenta empezamos a analizar el funcionamiento
todas las actividades agrícolas que no son técnico-económico de las quintas (itinerario
hortícolas, pero que fueron y todavía están técnico, calendario de cultivo, calendario de
mezcladas con ellas. A pesar de que hemos trabajo, gastos y ganancias, etc.), eligiendo
focalizado sobre el sector hortícola, hemos varias quintas por cada sistema de produc-
tratado de entender también las prácticas ción para elaborar “perfiles tipo”, que nos
de arboricultura y de ganadería4. permiten entender cómo el acceso a cada
recurso puede explicar las prácticas actua-
En la zona de estudio identificada, hemos
les, y examinar las condiciones de soste-
seguido la metodología de análisis-diagnós-
nibilidad de cada sistema. Siguiendo esta
tico de sistemas agrarios, recapitulada por
metodología, el trabajo se dividió en cuatro
Hubert Cochet y Sophie Devienne (2006).
grandes etapas:
Esta metodología está generalmente aplica-
da en • el análisis del medio ambiente y la lectura
del paisaje;
“una perspectiva de comprensión de la agri-
cultura a la escala de una región, que sea la • las entrevistas sobre la historia de las
más operacional posible, para definir una in- quintas, hechas con agricultores mayores o
tervención en el desarrollo agrícola, o para
jubilados;
medir su impacto” [traducción propia].
• las entrevistas técnica-económicas con
En nuestro caso, el conocimiento traído agricultores en actividad;
tiene que alimentar una reflexión sobre el
porvenir y la protección hipotética del CV de • finalmente, el análisis de los datos, inclu-
Córdoba. Tres preguntas sencillas sintetizan yendo presentaciones y devoluciones par-
el hilo conceptual de este trabajo de campo: ticipativas (2º Taller del CV) en Córdoba, la
¿Que hacen los agricultores? ¿Cómo? ¿Por redacción de la tesis de maestría (en fran-
qué? cés). Vamos a retomar aquí los elementos
de esta tesis para tratar de caracterizar el CV
Hacer un análisis-diagnóstico de un siste- de Córdoba, y preguntarnos sobre su evo-
ma agrario empieza, primero, considerando lución.
4 Hasta la producción de flores, de la cual no vamos a hablar aquí, considerando que son lógicas productivas
y comerciales totalmente distintas, sin vínculo con la alimentación humana (aunque por lo general son antiguas
quintas hortícolas que se reconvirtieron).
5 Se explica en parte porque hay una diferencia de solo 4 horas entre el solsticio de invierno y el solsticio de
verano (esta diferencia es de 5 horas en Buenos Aires, y de 8 horas en París).
que a menudo los agricultores solo hacen vierno. Los testimonios de los productores
diferencia entre esas dos temporadas. El coinciden todos: cada año, cuando llega el
verano se extiende de octubre hasta febre- invierno, la frecuencia de apertura de las
ro-marzo con un promedio de temperatura compuertas disminuye. Si las lluvias de pri-
máxima en enero de 24°C, y el invierno de mavera y del principio del verano son im-
abril hasta septiembre con un promedio mí- portantes, los agricultores tienen agua to-
nimo en junio de 11°C. Se reporta un prome- dos los 20-25 días del periodo estival, agua
dio de 2 días de granizo por año6, y 17 días que pueden almacenar en represas privadas
de helada7; éstas son frecuentes durante los (estanques excavados en el suelo). Pero si el
tres meses de otoño, invierno y primavera. nivel del lago baja, las compuertas se abren
Las primeras heladas empiezan a partir de solo una vez por mes, hasta cada 40 días,
la mitad de mayo o principio de junio, y las y los productores sufren del déficit hídrico.
últimas hasta la mitad de septiembre (hela-
da precoz y tardías), mientras que el granizo
es más característico de los meses de vera- Bloqueo de los canales de riego
no. Además, por su relieve orientado al No- por contaminación
reste/Suroeste, la provincia es barrida por
los vientos fríos que llegan del sur, cálidos A esto se suman problemas vinculados con
desde el Norte y húmedos desde el Nores- la proximidad de zonas residenciales con
te. Las Sierras ofrecen una barrera a estos los canales, consecuencia directa de la ex-
vientos húmedos, llevando lluvias por el tensión de la ciudad. El gobierno provincial
efecto Föhn8. Córdoba sufre tormentas con y las respectivas administraciones muni-
frecuencia, especialmente durante el perio- cipales no toman suficiente cuidado en el
do estival, donde se registran temperaturas mantenimiento que necesita el lago y los
altas, vientos (cargado de polvo y tierra), canales porque, aparte de las reticencias
precipitaciones y granizo. La ciudad ha atra- financieras, parece que consideran que el
vesado varios episodios dramáticos; el año CV está condenado a ser totalmente urba-
2000 fue marcado por dos fuertes caídas de nizado. Los canales son obstruidos por re-
granizo que hicieron daño a los cultivos, los siduos de todo tipo y contaminados, pues
invernaderos y las media-sombras; durante algunos barrios derraman sus aguas negras
los últimos años (2012, 2015), los vientos (por ejemplo Ciudad de los Niños al Norte
arrancaron muchos invernaderos y me- de la ciudad). Este sistema de riego por gra-
dia-sombras, además de las pérdidas de cul- vedad parece alcanzar sus límites, relacio-
tivo por los campos que fueron inundados. nados con la ciudad como con el clima. A
pesar de que sigue siendo muy usado por
los agricultores, los que tenían la capacidad
Lluvias y déficit hídrico. adoptaron soluciones de riego individuales:
las perforaciones.
El fin del otoño y el principio del invierno
(de mayo a agosto) es un periodo de se-
quía; además, los relieves pluviométricos Una alternativa costosa:
presentan una gran variabilidad interanual. las perforaciones
Esta variabilidad es muy problemática por-
que la recarga del lago que alimenta a los Las perforaciones aparecen hoy como la úni-
canales de riego depende de las lluvias. Sin ca posibilidad fiable para los productores.
embargo, no son suficientes en la primavera Les permite abstraerse de los problemas del
-verano para permitir regar hasta otoño-in- clima y de los canales, teniendo un acceso
6 Los cinco últimos años, las lluvias de granizo duraron de 25 hasta 40 minutos.
7 Relevamientos disponibles en la pagina del INTA, http://geointa.inta.gov.ar/visor/
8 El efecto Föhn es un fenómeno meteorológico que se produce cuando vientos húmedos encuentran relieves
montañosos, la masa de aire se enfría lo que provoca la condensación del vapor de agua y la formación de nubes,
ocasionando a veces lluvias en la ladera esposada al viento. En la otra ladera, el viento será más cálido y más
húmedo.
10 Algunos vegetales, como los frutales, necesitan un periodo de frío para activar su estadio reproductivo;
Este frío permite levantar el periodo latencia y hacer salir la planta de su estado vegetativo. Es lo que se llama la
vernalización. Sin esto no va a poder florecer y no dará frutos.
11 Grupos de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Greenpeace Argentina, la FUNAM
(Fundación para la defensa del ambiente) o también la ONG Guyra Paraguay, apoyándose sobre cifras del Se-
cretario del ambiente y del desarrollo rural y sobre la realización de análisis de satélites han publicado varios
artículos de prensa y estudios poniendo directamente el aumento masivo de la deforestación en la provincia a lo
largo del siglo pasado como causa de las inundaciones de febrero 2015. Ver por ejemplo Greenpeace Argentina
(2015).
canas entre ellas en tiempo. El interés en es- equipadas y otras con medios rudimenta-
tos pronósticos climáticos sigue siendo indi- rios. Volviendo sobre la historia de la región,
cativo, pero en una región donde el agua es entendemos cuales son las trayectorias de
un recurso fundamental para la producción, evolución de las quintas, y como se repar-
lo que se espera es que las precipitaciones tieron las tierras, las fuerzas de trabajo y
van aumentar en cantidad, pero llegan a ser los capitales entre los diferentes grupos de
mucho más aleatorias. Los agricultores tie- población, especialmente entre las familias
nen que prepararse para situaciones muy bolivianas y las familias argentinas.
distintas y poder reaccionar tanto al exceso
como a la falta de agua.
Historia y caracterización
de las dinámicas productivas
Las ventajas de la producción
en el Cinturón Verde
bajo media-sombra
Vamos a volver aquí en las grandes líneas
Consciente que la presión climática es un
de la historia agraria de nuestra zona de es-
freno mayor para la estabilidad de sus pro-
tudio para entender cómo los hombres han
fesiones, los productores empezaron hace
usado los recursos naturales a lo largo del
unos 15 años a equiparse con diferentes
tiempo, y cómo las prácticas agrícolas han
tecnologías para limitarla.
evolucionado entre ayer y hoy. Nuestro ob-
Hemos hablado del uso de aguas extraídas jetivo es explicar el paisaje que se puede
de napas freáticas profundas, uso que está observar actualmente en el CV, basándonos
por lo general junto con un sistema de riego primero sobre fuentes históricas y en las pa-
por goteo, permitiendo llevar el agua al pie labras de los agricultores, cuyos testimonios
de cada planta. Es un método que ahorra cruzados nos permiten arrojar luz sobre las
agua, tiempo de trabajo y espacio, porque grandes etapas en la evolución del CV. Se
las líneas de cultivo pueden ser más cerca- lee la historia de una especialización hacia
nas (no hace falta un surco para regar por la horticultura, a medida que unos cultivos
inundación). como la soja o la papa han sido alejados del
periurbano hacia superficies más grandes y
El goteo está, por lo general empleado con que se han mantenido las quintas enfoca-
las media-sombras, telas de plástico se- das en la producción de verduras.
mi-opaca armadas en techo con palos de
madera, que limitan al mismo tiempo la po-
tencia de la exposición solar y la helada. Se
De los autóctonos hasta los europeos
usan también mantas térmicas, que cubren
a las plantas en el suelo, protegiéndolas del La historia agraria de nuestra zona de estu-
viento y del frío y reduciendo las malezas y dio, considerando ésta desde el periodo pre-
la presencia de parásitos (aunque los pro- hispánico hasta hoy, tiende a dividir la pro-
blemas de humedad y de hongos sean más vincia de Córdoba en dos grandes espacios:
fuertes). En algunos casos se puede obser- de un lado, las montañas, y del otro, la lla-
var el uso de malla anti-granizo, general- nura. Poblaciones, recursos naturales y mo-
mente para los frutales. dos de explotación del medio ambiente son
bien distintos. En el siglo XVI, los Comechin-
Todas esas infraestructuras son eficaces,
gones vivían de la cría de llamas y más que
pero todavía costosas y necesitan ser reno-
todo de la agricultura en las Sierras, a través
vadas en promedio de cada 3 a 6 años. Sin
de técnicas de riego por gravitación; mien-
embargo, permiten ganar en productividad,
tras que los Pampas, nómadas, practicaban
lo que acentúa más aún la distancia entre
la caza y la recolección. Estas poblaciones
los que pueden realizar estas inversiones y
fueron exterminadas durante la Coloniza-
los que no pueden. ¿Pero cómo podemos
ción, aunque los Jesuitas, que se instalaron
explicar que algunos tienen acceso a esas
en la región al final del siglo XVI, recurrieron
tecnologías y otros no? Porque recorriendo
a una mano de obra autóctona (la otra par-
el CV se puede observar quintas muy bien
te eran esclavos africanos). Córdoba se es- una parte de la cosecha-, o proponían con-
tableció realmente como una ciudad desde tratos a medias.
entonces, convirtiéndose para la comuni-
A menudo, los obreros agrícolas modestos
dad jesuítica en un centro político, religioso
comenzaban como jornaleros; luego, al ga-
y de toma de decisiones. Las seis estancias
narse una reputación de buen trabajador,
a sus alrededores practicaban la agricultu-
podía obtener un contrato de mediero. Al-
ra, ganadería, explotación de recursos na-
gunos años después estaban en capacidad
turales (madera, minería) y artesanías. La
de pagar un arrendamiento y, una vez acu-
ciudad empieza a cobrar importancia por
mulado bastante de capital, podía por fin
su favorable ubicación a través de las rutas
comprar un terreno. La duración de este
comerciales entre Perú, el Norte argentino
proceso de acumulación de capital (finan-
y Buenos Aires. Cuando los jesuitas fueron
ciero, material y luego territorial) varía mu-
expulsados por el rey de España, al final del
cho según las familias, la mano de obra que
siglo XVIII, la Pampa entera, de Córdoba
podían movilizar y los eventos climáticos.
hacia Buenos Aires, estuvo dominada por
la ganadería bovina, usada principalmente Los alrededores de Córdoba eran amplia-
para la producción de cuero (de dónde nace mente forestados. Los primeros trabajos de
la figura del gaucho, el cowboy argentino). desmonte y limpieza de una parcela eran
Desde este momento, la producción animal largos y laboriosos. Por lo general, las fa-
ya sirvió a la exportación, fenómeno que se milias que compraban un terreno de puro
aceleró con la aparición de las técnicas de bosque mantenían actividades paralelas
congelación, permitiendo así comercializar durante el tiempo de abatir, sacar los árbo-
la carne también (Bourdé, 1974). Al final les y de trabajar la tierra para poder por fin
del siglo XIX, el gobierno argentino empe- cultivarla.
zó a poner en marcha políticas migratorias
incitando a los europeos a establecerse en En las proximidades de Córdoba, el cultivo
Argentina. Entre 1880 y 1920, llegaron ma- mixto con ganadería era el modelo domi-
sivamente españoles e italianos, instalándo- nante: se producían frutas, verduras (que
se en el territorio, incluyendo Córdoba. Por eran sembradas entre las líneas de fruta-
esta época es que podemos datar el naci- les), cereales, tubérculos, carne y leche, y
miento del CV regable, con la inauguración los excedentes de esta producción podían
del dique San Roque en 1890. ser comercializados en las ferias y peque-
ños mercados urbanos. Entre un tercio y la
Así, en el siglo XX, el paisaje se modificó rá- mitad de las tierras eran dedicadas al caba-
pidamente, los nuevos habitantes empeza- llo que servía de animal de tiro y de carga.
ron a trabajar en el sector agrícola. Pero si Las familias eran numerosas (en esta época
el gobierno había regalado algunas decenas a menudo 7 u 8 hijos por pareja) y todos
de hectáreas a los primeros llegados (alre- los miembros participaban en el trabajo de
dedor de 1850), a partir del final de los años la quinta. A partir de la década de 1940, el
1870 no había muchas tierras disponibles boom industrial de Córdoba modificó consi-
porque la mayoría habían sido divididas derablemente el mercado laboral, la pobla-
entre algunos terratenientes; las otras, con- ción urbana estaba creciendo, y aparecieron
fiadas a empresas privadas encargadas de en las explotaciones los primeros vehículos
instalar y organizar colonias12. Los migrantes (para la venta) y después los primeros trac-
empezaron a concentrarse en las ciudades tores. Las familias más adineradas, ya due-
y los alrededores. En Córdoba, las familias ñas, tuvieron acceso a estas máquinas des-
que llegaron con capital pudieron adquirir de la segunda mitad de los años 30. Algunas
bueyes o caballos, herramientas y comprar quintas agrícolas fueron fortalecidas con el
(o alquilar en un primer tiempo) tierras, por aporte de este ingreso extra, que ayudó a
lo general entre 50 y 100 hectáreas. Los sobrellevar algunos eventos climáticos ex-
grandes propietarios proponían empleos tremos, especialmente largas sequías.
de obrero agrícola -pagado en dinero o con
12 Como fue el caso en Colonia Caroya por ejemplo, al Noreste de Córdoba (ver Tarán, 1981: 26-27).
13 Las causas de la migración son puramente económicas y se explican por dos hechos: Bolivia no consigue
levantar su situación económica y se queda atascada en un largo periodo de dictadura miliar de 1964 a 1982. En
1976, se estima que 74% de los habitantes del país no tiene un acceso correcto al agua, y que 66,3% no tienen
acceso a la electricidad. La tasa de analfabetismo es de 36,8% (Loayza, Santa Cruz & Pereira, s/d). Además, el
cambio entre el peso boliviano y el peso argentino es muy favorable para ellos: ganaban 5 a 7 veces más dinero
en Argentina.
14 El acceso al crédito es inexistente en todos los testimonios recibidos, a la excepción de los propietarios de
la tierra, que pueden dar garantías de posesiones o ingresos.
15 No es exactamente la verdad, porque durante los años 60 varios productores de frutales del Norte del CV se
asociaron para comprar cánones anti-granizo para parar el desarrollo de las granizadas y alejar las tormentas de
granizo (esta tecnología estaba usada en la provincia de Mendoza para proteger a las viñas). Pero el uso de esos
cánones, aunque fue eficaz, ha sido parado porque los pueblos más al Norte de la ciudad sufrían por consiguien-
te de la ausencia de lluvias. Parece que a partir de entonces los cánones han sido prohibidos.
16 Largo periodo de sequía, alrededor de dos años, que se encuentra en varios testimonios de agricultores.
Figura 6: Diagrama del valor de la temperatura mínima entre 1960 y 2009 en Córdoba
Fuente: Ralú (2015).
ba una producción aleatoria, por lo cual fue por consecuencia de un enorme aumento
descartada en beneficio de la horticultura. en el precio de la soja. Los granjeros que
podían, abandonaron la horticultura para
Así es que un conjunto de factores que ex-
dedicarse a una agricultura más rentable
plica la desaparición de los frutales en el
y cuyo calendario de trabajo fue muy sim-
paisaje cordobés, ilustrando una transición
plificado por la adopción de semillas gené-
en el sistema agrario del CV. La competen-
ticamente modificadas (OGM) y su paque-
cia entre la horticultura y la arboricultura
te técnico18. Esta reducción del número de
en término de superficie agrícola y de mano
agricultores en el CV permitió a los que se
de obra fue creciendo, al mismo tiempo las
quedaron agrandarse y a veces comprar ma-
ventas entraron en competencia con otras
terial agrícola ligero de segunda mano. Las
zonas de producción, y los eventos climáti-
quintas se extendieron; se equiparon mejor,
cos acentuados por el cambio climático vol-
pero eran cada vez menos numerosas: cada
vieron a este sistema de cultivo “inapropia-
vez más, los agricultores podían incentivar a
do” para el funcionamiento de las quintas.
sus hijos a seguir sus estudios, y mandarlos
Hoy en día, la persistencia de algunos huer-
a la universidad, de vez en cuando en el sec-
tos se explica únicamente por la pluriactivi-
tor agrícola pero también en otros sectores,
dad de los dueños.
alejándoles del trabajo de la tierra (en parti-
cular a las mujeres).
17 Practicando, entre otros, el desmonte. El precio del arrendamiento es indexado sobre el precio de la tone-
lada de soja.
18 Las ventajas de las semillas de soja genéticamente modificadas RoundUp Ready (RR) permiten sobretodo
una simplificación del itinerario técnico: creando una planta resistente a un herbicida total el glyphosate, prin-
cipio activo del RoundUp en particular, que mata una grande gama de malezas los agricultores pueden efectuar
el trabajo de desmaleza en cualquier momento del año, sin preocuparse del nivel de desarrollo de la planta,
aprovechando las condiciones climáticas las más favorables para un tratamiento químico eficaz (sin lluvia antes
o después, ni viento, etc.). Los maíces Bt, de Bacillus thuringiensis son variedades genéticamente modificadas
para ser resistente a un parásito, la pírale del maíz.
21 Esta parte del trabajo es la más pesada físicamente, e es fuente de sufrimiento físico y psíquico. “La segrega-
ción étnico-nacional de los nichos en los que trabajan los bolivianos en la RMCC [Región Metropolitana de la Ciu-
dad de Córdoba] se evidencia en el hecho de que estas actividades económicas no podrían existir ni renovarse si
no fuera por la presencia de migrantes ya que los nativos, en términos generales, no están dispuestos a trabajar
en las condiciones precarizadas que las caracterizan. Las posibilidades de que sólo ciertos migrantes puedan y
quieran acceder y permanecer en dichos trabajos se debe a que la regulación sociocultural del mercado laboral
y de los procesos de trabajo está delimitada por ciertos esquemas de clasificación discriminatorios basados en
estereotipos racializantes” (Pizarro, 2011: 2).
22 Esto puede también mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los medieros que se quedan, porque los
dueños toma consciencia de que no pueden perder esta mano de obra.
23 Excepto para algunas plantas como la acelga, achicoria hoja fina, perejil común, calabacín o cebolla de ca-
beza, cuyas semillas son producidas nacionalmente.
cantidad sembrada anualmente por hectá- esta reorganización del sector como un nue-
rea, ya que el ciclo de crecimiento en campo vo reparto de la mano de obra. Las explota-
abierto es más corto. ciones agrícolas son solamente un eslabón
de la cadena, todavía central, pero mucho
Desde hace al menos 10 años se ven agricul-
más dependiente de las etapas y los actores
tores que se especializaron en la producción
más arriba y más abajo, sin que aumente su
de plantines para la venta: las plantinerías24.
influencia sobre la oferta y la demanda.
La compra de plantines permite una econo-
mía de trabajo importante para los produc- Todas las frutas y las verduras frescas pro-
tores, pero representa un costo adicional ducidas en la provincia tienen que transitar
que no se pueden permitir los más modes- por un mercado mayorista (a la excepción
tos. de los supermercados que pueden abaste-
cerse directamente en las quintas). Existen
La aparición de esas producciones de plan-
dos mercados en Córdoba: el Mercado de
tines ilustra bien el cambio organizacional
Abasto25, y el mercado San Miguel (más pe-
que se está operando: el número de ac-
queño). El Mercado de Abasto es cogestio-
tores aumenta y cada uno se especializa.
nado por la municipalidad y la cooperativa
Asistimos a un estiramiento y una suma de
Mercoop. Todos los agricultores instalados
complejidad de la cadena productiva que se
en un radio de 60 km pueden vender ahí sus
vuelve más difícil de entender y más aún de
propias producciones. La venta está abierta
modificar (si se quiere procurar otras varie-
de lunes a viernes; permite abastecer a las
dades, por ejemplo, o buscar insumos or-
verdulerías minoristas y mayoristas, algu-
gánicos). De alguna manera, podemos leer
nos restaurantes y, a veces, particulares26.
24 La apertura de una plantinería puede ser una transición profesional, siguiendo una quiebra financiera que
obligó a vender el material agrícola, puesto que la producción de plantines solo necesita herramientas livianas.
25 El Mercado de Abasto es el mercado mayorista principal de Córdoba, que designamos aquí como Mercado
de Abasto o Mercado Central. Está ubicado al Este de la ciudad, justo abajo del CV Noreste.
26 Las verdulerías son muy numerosas en la ciudad, se encuentran fácilmente cada 100 m en el centro. Son
pequeños negocios de proximidad que necesitan una inversión inicial mínima.
SP 5: SP6:
Medianas y grandes quintas Grandes quintas patronales
patronales, con NIA, MO familiar con NIA muy alto y puesto (producción
en la gestión y MO mediera para + venta y reventa al mercado central),
el trabajo agrícola MO familiar en la gestión,
MO asalariada y MO mediera
Estos productores son originarios de fami-
en el trabajo agrícola
lias italianas o españoles. Son dueños de
todo o parte de la superficie agrícola útil Las grandes y muy grandes quintas hortí-
(SAU), entre 10 y 30 ha, y trabajan con me- colas tienden a combinar varios lugares de
dieros, entre 5 y 15 trabajadores. Tienen un producción repartidos en el territorio nacio-
alto nivel de equipamiento, 3 a 5 tractores; nal; tratan de producir a bajo costo todo el
han empezado poco a poco a equiparse con año, aprovechando las ventajas climáticas
media-sombra y riego por goteo (o tiene de distintas regiones y una mano de obra
proyecto de hacerlo), para cubrir entre 1/5 más disponible y más barata en las zonas
y 1/3 de la SAU. La mayoría ha realizado per- rurales. Se observa especialmente asocia-
foraciones hace menos de 10 años. ciones entre el CV de Córdoba y tierras al
Norte de las provincias de Salta y Jujuy, sufi-
Históricamente, han podido tener ganancias
cientemente cálidas en invierno para seguir
muy grandes produciendo durante algunas
produciendo verduras y frutas (tomates,
temporadas papa, maíz o soja, o eventual-
pimientos, berenjenas, pepinos, zapallitos,
mente vendiendo algunas de sus tierras cer-
etc.). El calendario está dividido en dos pe-
canas a la ciudad. Venden en el mercado de
riodos de trabajo fuerte, el verano en Cór-
abasto todo los días, donde tienen una gran
doba y el invierno en el Norte del país.
parte de clientes regulares que compran
grandes cantidades de verduras. Estos productores han adoptado esas lógi-
cas productivas comprando un puesto fijo
En horticultura sencilla, son ellos quienes
en el mercado de abasto. Adquieren así el
ocupan la mejor posición. Tienen acceso
derecho de vender “lo que no producen”,
a la tierra, al agua y al capital productivo.
es decir, hacer reventa. Se abastecen tanto
Sin embargo, como han invertido mucho
en la provincia de Córdoba como en otros
dinero en medias-sombras, pueden perder
lugares del país27, a veces en el extranjero
mucho en caso de tormentas fuertes. Han
(en los países limítrofes para las frutas).
estabilizado, más o menos, su mano de obra
Estas estrategias multi-territorializadas les
(que tiene ventajas en especies además de
permiten tener margen más importante so-
su sueldo: el dueño se hace generalmente
bre todo cuando pueden vender sus propias
cargo de la vivienda, de los gastos de agua
producciones. Se encuentra actualmente a
y de electricidad y, a veces, vehículos son
bolivianos y argentinos con un nivel de capi-
prestados o vendidos baratos a los emplea-
tal más o menos similar28. Son dueños de la
dos, etc.); pero estos productores quedan
tierra y han empezado desde hace unas de-
atados y son vulnerables a la pérdida de tra-
cenas de años a invertir en infraestructuras
bajadores, lo que les pondría en peligro. La
o perforaciones para aumentar sus produc-
elección tecnologías que les permitan eco-
tividades y bajar sus necesidades en mano
nomizar mano de obra, está dictada en gran
de obra.
parte por esta presión.
Tienen un capital que les permite anticipar
las innovaciones decisivas e invertir en buen
momento. Porque sus actividades son ren-
tables, tienen una mano de obra familiar
27 Algunas combinaciones incluyen también Córdoba para las papas y zanahorias, Mendoza para las frutas, Río
Negro para las cebollas, La Plata y Buenos Aires para las verduras, etc.
28 Referencia a las familias bolivianas adineradas mencionadas al final del parágrafo los años 90-2000: adve-
nimiento de los grandes cultivos”.
29 Existe en realidad una variedad más grande de sistema de producción que cultivan soja, maíz, trigo y papa,
pero para caracterizarlos, tendría que hacer un estudio a la escala de toda la provincia de Córdoba como mínimo.
En el CV solo aparecen algunos productores, demasiado pocos para hacer una tipología totalmente pertinente.
asunto central para todos, aunque las fa- el mercado y ser las más aptas para mante-
milias bolivianas tienen más facilidades en nerse, las quintas familiares presentan otras
esto. La mano de obra jornalera es escasa, y ventajas que son reforzadas en un contexto
desde el punto de vista de los empleadores, de cambio climático, y nos lleva a interro-
poco competente y cara. garnos sobre el futuro del CV con diferentes
enfoques: entre un dejar hacer a la compe-
La situación en el mercado del trabajo incitó
tencia y a las variaciones climáticas, o inmis-
a muchos obreros a volcarse a la industria
cuirse en este sector para respaldar una di-
o a la construcción, que ofrecen sueldos
versidad productiva e impulsar transiciones
regulares a lo largo del año (con un trabajo
hacia una agricultura menos contaminante.
menos pesado físicamente). Hoy, el proble-
Trataremos después, a partir de una clasifi-
ma del acceso al agua se hace más y más
cación de los espacios periurbanos agrícolas
problemático. Aunque la asociación de
propuesta por Christopher Bryant y de una
productores del mercado de abasto logró
breve comparación entre Francia y Argenti-
una financiación del gobierno para realizar
na, de afinar las características periurbanas
perforaciones con cisternas, cuyo uso será
del CV, y luego concluiremos sobre el de-
repartido entre varias quintas, los agricul-
safío de la gobernanza de los periurbanos
tores siguen esperando su puesta en mar-
agrícolas, una gobernanza que tiene que ser
cha. Los que quieren seguir produciendo en
capaz de estimular las dinámicas producti-
la zona Noreste no encuentren alternativa
vas respondiendo a los retos ambientales
más segura que hacer su propia perfora-
de nuestro siglo.
ción, aunque tengan que vender material y
endeudarse. Esto evidencia una sucesión de
factores territoriales, económicos, sociales
y ambientales que nos llevan a explicar la Acceso a los factores
crisis actual del CV. de producción y estrategias de
resiliencia a las variaciones
climáticas
¿Cuál es el porvenir El acceso a la tecnología, como la media
para el Cinturón Verde sombra, mantas térmicas, perforaciones
de Córdoba? y riego por goteo es un indicador que nos
permite distinguir las grandes quintas como
Aunque el cambio climático no es la causa
pertenecientes a los sistemas de producción
de todos los problemas que tiene que en-
relativamente resistentes a las variaciones
frentar hoy en día el CV, lo que podemos
climáticas (no son sensibles o lo son poco a
observar, es que las variaciones del clima
las heladas, a las subidas de temperaturas,
han marcado su historia, acentuando las
las bajadas de pluviometrías, ni tampoco,
dificultades económicas de los agricultores.
en cierta medida, al granizo). El acceso a la
Pero aunque todos son impactados por esos
tierra y al capital es incontestablemente una
eventos, no todos tienen las mismas facul-
ventaja en la adaptación a las variaciones
tades de resistencia o de adaptación según
climáticas. Sin embargo, en caso de eventos
el acceso a las tecnologías que han tenido,
extremos (tormentas), sus pérdidas finan-
las perdidas materiales generadas, la dis-
cieras son grandes (ya que son más vulnera-
ponibilidad de su mano de obra, las otras
bles al exceso de agua).
fuentes de ingreso que pueden combinar,
etc. ¿Cuáles son las diferentes estrategias Así, no podemos alejar las pequeñas quin-
frente a las variaciones del clima? ¿Y cuáles tas (SP1 y SP3) que ofrecen otras estrategias
son las que presentan algunas ventajas a de resistencia a las crisis: su principal ven-
una escala mayor que la unidad de produc- taja es que algunas quintas perduran con
ción, es decir, al nivel de la sociedad y del pocos recursos porque se basan en algunos
medio ambiente? activos familiares pocos remunerados, que
se dedican únicamente a la actividad agrí-
En primer lugar, vamos a ver que aún cuan-
cola y viven con pocos recursos.
do las quintas patronales parecen dominar
que, por ahora, no tienen ningún motivo bastantes beneficios para tener la capaci-
para alejarse. dad de invertir o expandirse, y cuya rele-
vo está asegurado (SP4, 5, 6). En paralelo,
La circulación monetaria entre estos dos
diferentes tipos de quintas más modestas
espacios (urbano denso y rural extendido)
buscan estabilizarse, y elaboran estrategias
impacta directamente nuestra zona de es-
productivas y comerciales que testimonian
tudio. En efecto, los grandes productores
una dinámica local con potencialidades
de la provincia de Córdoba que han realiza-
múltiples (amplia gama de plantas hortíco-
do muy grandes beneficios especialmente
las, productos con valor agregado, nuevos
durante el boom de la soja (años 90), han
nichos de mercado, conservación del clien-
invertido sus capitales en el sector inmobi-
te, etc. (SP2 y 3).
liario. Así, participaron de un fenómeno de
gentrificación30 que toca algunos barrios, Desde este punto de vista, estaríamos más
por ejemplo, el de Nueva Córdoba. frente a un paisaje de adaptación agrícola
donde, a pesar de la presión territorial y
Al mismo tiempo, las poblaciones preca-
de una expansión urbana descontrolada32,
rias se alejan y se desplazan, por lo gene-
algunos productores desarrollan técnicas
ral, hacia sectores más lejos del centro de
diferentes para incorporarse al mercado y
la ciudad, en la periferia31. Se desarrollan así
asegurar una salida para sus productos.
viviendas precarias en algunas franjas peri-
féricas, como es el caso en el sector Norte Todos esos actores, gracias a la diversidad
y Noreste. Cerca de estas villas, pegadas a agrícola que contribuyen a conservar y/o
la periferia, la gestión de la basura es más a desarrollar, participan así de la revitaliza-
o menos inexistente, podemos observar va- ción de este periurbano hortícola, mantie-
rios basureros espontáneos y, sobre todo, nen empleos y espacios agrícolas, buscan
bloqueos de los canales de riego, lo que maneras innovadoras de vender su merca-
provoca conflictos con los agricultores. Ellos dería, etc. Se encuentra también una gran
se quejan también de un aumento de los heterogeneidad de actividades productivas
robos de cosechas en los campos próximos en relación con el mundo agrícola, que in-
a las viviendas, especialmente las frutas, el cluye, como lo hemos visto: arboricultura,
maíz dulce y la papa. Esto contribuye direc- ganadería porcina y avícola, esporádica-
tamente al abandono de estas tierras agrí- mente bovina y ovina, pero también flori-
colas, dejadas entonces disponibles para la cultura, producción de arboles y plantas or-
urbanización. namentales, y plantinerías.
El avance de la ciudad aumenta poco a poco Finalmente, a pesar de que la agricultura
la renta de la tierra y los impuestos locales, sea menos dominante en el paisaje del CV,
lo que vuelve la tierra de difícil acceso para persiste en diferentes formas y sigue siendo
los productores, mientras que, del lado de importante para la economía de la zona, lo
los dueños, la tentación de vender para la que nos hace relativizar el concepto de un
construcción inmobiliaria se hace más fuer- espacio en degeneración.
te. Aquí también se encuentra un proceso
característico de los espacios periurbanos.
Sin embargo, mientras que las quintas con Francia – Argentina:
personas viejas y sin hijos para retomarlas, Esperanzas distintas
están, según sus propias palabras, “conde- de la agricultura
nadas al abandono” (SP1), hemos podido
Numerosos estudios se interrogan sobre el
observar, al mismo tiempo, fincas que sacan
futuro de los espacios periurbanos agríco-
las, que pueden tomar caminos muy distin- la agricultura orgánica y los circuitos cortos
tos al reaccionar a factores muy diversos, de venta. Esto permite, al mismo tiempo,
como las condiciones del ambiente, el con- recrear vínculos entre los productores y los
texto socio-económico o las iniciativas de consumidores: los habitantes de los espa-
los actores locales, tanto “urbanos” como cios periurbanos pueden respaldar algunos
rurales” (Bryant, 1997: 125-130). No obs- sistemas productivos agrícolas considera-
tante, la diferencia es fuerte según el papel dos como más sanos, equitativos y/o dura-
que puede tomar la sociedad civil, de ma- bles, tanto en el nivel económico como para
nera directa o indirecta, en los procesos de la conservación de la biodiversidad (Bon-
decisión que tratan el ordenamiento del te- nin-Oliveira, 2012: 74-75). El desarrollo de
rritorio y, especialmente, el de los espacios las ventas directas en las quintas y de las
rurales. AMAP (Asociaciones para el mantenimiento
de las Agriculturas Paisanas) (Poulot, 2014:
En el caso de Francia, desde los años 60-70,
40-53) en ciudades, espacios periurbanos
un cuestionamiento crece sobre el paisa-
como en el campo, así que todos los puntos
je y el “patrimonio rural”, a los cuales son
de venta de productores orgánicos marcan
apegados los franceses; un patrimonio vin-
un cambio profundo en los modos de con-
culado con las actividades agrícolas, al me-
sumir, y testimonian una voluntad de impli-
nos con las imágenes que son difundidas
cación de los ciudadanos en los modos de
de estas. Se descubre la agricultura “multi-
producción agrícola.
funcional” en el sentido que está investida
de esperanzas y valores que sobrepasan su Sin embargo, en el caso de Córdoba, el es-
función productiva: puede combinar un pa- pacio periurbano es todavía percibido como
pel identitario, cultural, socio-económico, una reserva de tierra, un espacio abierto,
pero también ecológico y paisajístico. urbanizable. No está, o poco está, investi-
do de valores culturales, ecológicos o pai-
De hecho, los terrenos periurbanos son
sajísticos, que podrían despertar el interés
cada vez más valorados en los alrededores
colectivo sobre su preservación. Parece
de las grandes ciudades; al conciliar un mar-
que en Argentina la pregunta sobre la sa-
co de vida agradable con la proximidad de
lud apareció antes que por la cuestión de la
los servicios y oportunidades de la ciudad,
calidad nutritiva de los alimentos, con mo-
los habitantes disponen de más espacio,
vilizaciones en contra del uso de semillas
de una tranquilidad sonora y visual, de un
genéticamente modificadas y de fumigacio-
paisaje placentero, etc. (Donadieu & Fleu-
nes con pesticidas, que van junto a ellas. En
ry, 2003). Es así que pedimos a los espacios
Córdoba, la lucha social que empezó hace
periurbanos estar acordes con estas imáge-
unos años en contra de la instalación de
nes de la ruralidad, muy relacionada con las
los edificios de la empresa Monsanto en el
de la agricultura “tradicional”, y llevar a sus
pueblo Malvinas Argentinas, se vincula di-
habitantes y a los de las ciudades la ame-
rectamente con varios movimientos en los
nidad ambiental que corresponde. Además,
pueblos rodeados por los grandes cultivos,
se puede también arrojar luz sobre la agri-
donde los habitantes han relevado un au-
cultura periurbana por sus valores urbanos,
mento de enfermedades de las vías respi-
en el sentido que toma a veces el papel de
ratorias, abortos espontáneos y de cáncer
espacio verde público.
(Rulli, 2009: 671-694). Las preocupaciones
Por otro lado, en Francia, las preocupacio- sobre la toxicidad de los alimentos consumi-
nes sobre la calidad e inocuidad alimen- dos avanza poco a poco, pero la agricultura
tarias han crecido durante las últimas dé- orgánica está todavía lejos de tener una visi-
cadas, y los consumidores piden cada vez bilidad similar a la que tiene en Europa.
más informaciones sobre los orígenes y las
condiciones de producción de los alimen-
tos que compran. Junto con una toma de
consciencia de los daños ecológicos debido
a las actividades humanas, son valoradas
las pequeñas quintas y granjas familiares,
33 En ese momento, con el apoyo del área de Agronomía de la EEA Manfredi, URL : http://inta.gob.ar/uni-
dades/622000
34 Repetimos que no tenemos información sobre la capacidad de renovación de las napas freáticas donde se
abastecen las perforaciones.
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“Las ciudades necesitan esforzarse para convertirse de nuevo en centros de civilización, que sean
lugares para la convivencia y la creatividad, con nuevas formas de gestionar y de vivir nuestras
vidas urbanas. Establecer un contexto cultural, para impulsar un cambio profundo de actitudes,
un cambio espiritual y ético, que reconcilie la gente con la naturaleza acompañado de un cambio
de valores de nuevas actitudes políticas y nuevas prácticas económicas”.
Herbert Girardet
• Competencia: cuando se trae verdura li- El precio justo es un debate de doble vía,
viana de otras zonas del país con mejores que implica no sólo al consumidor sino tam-
bién al productor. Es un concepto que se
Estudio de Caso:
La granja “Existir”
Agricultura orgánica biodinámica
La agricultura orgánica es la producción más
antigua sobre la tierra;
“… se fundamenta en el respeto de las rela-
ciones existentes en la naturaleza, principio
mediante el cual se propicia la conservación
de los recursos naturales y el medio ambien-
te, contribuye a la salud de productores y
consumidores y al desarrollo de sistemas
productivos agropecuarios basados en el
equilibrio ecológico, económico y local” (Cus-
sianovich, 2001:3).
permite una fase de producción acorde a otra región del país, su huella de carbono
las necesidades del cultivo. es más alta que la del otro tipo de comer-
cialización.
La granja cuenta con una canasta de pro-
ductos diversificados, que se producen a
lo largo del año: papa, maíz, trigo, sorgo,
garbanzo (primer año), avena, ajos (pata de Labor Social
elefante y morado chino), remolacha, zana- Su labor social se extiende a los agriculto-
horia y lechuga para el consumo propio. res urbanos a los cuales les acompaña, les
En la post-cosecha la producción recibe el transmite sus conocimientos y les presta
tratamiento que requiere para su transfor- servicios logísticos a su pequeño proyecto
mación y posterior comercialización. Es de (encargándose de todas las labores agro-
destacar que los productos están en cons- nómicas). Esta iniciativa empezó con 10
tante transformación durante el proceso personas –trabajadores independientes y
productivo, desde la siembra hasta la cose- docentes de universidad–, alquilando me-
cha obtienen valor agregado lo que permite dia hectárea dentro del sistema agrario de
obtener un producto netamente orgánico. la granja. Producen bolsones de lechuga,
A su vez, productos como el maíz y el tri- acelga, repollo y chaucha.
go son sometidos a un proceso de transfor- Aunque está fuera del sistema de la gran-
mación para lograr harina integral de maíz, ja, también lidera con sus hijas un peque-
polenta y harina de maíz. De la misma ma- ño campo de frutales, dándole en algunos
nera, se obtiene garbanzo, sorgo y avena en caso, valor agregado para su posterior co-
grano. Posteriormente, el producto es co- mercialización.
mercializado con un embalaje especial para
cada producto, dotándolo de identidad en
el mercado que lo diferencia del resto de
Estudio de Caso:
productos.
Cooperativa San Carlos
La comercialización dispone de diferentes
La Cooperativa San Carlos es una iniciativa
canales los cuales le garantizan la distribu-
que tiene sus orígenes en 2002, con un gru-
ción y venta del producto. Uno de ellos se
po de alumnos de sexto año de la escuela
configura a partir de 25 comunidades en
IPEM No. 12, en la zona rural del camino
red que distribuyen la producción en distin-
San Carlos. Se organizaron con el objetivo
tas zonas de la región. Los agentes que se
de prestar servicios a beneficio de la comu-
encargan de dicha venta tienen un margen
nidad, surgiendo así la Cooperativa de Ser-
de ganancia, en su mayoría, mientras que
vicios “Quinta de Santana”.
otros lo hacen como un trabajo a la comu-
nidad. Sin embargo, la cooperativa no cumplió con
las expectativas dada la realidad y necesida-
La venta directa al consumidor final en
des que requería la comunidad. Una zona
granja se presenta como otro tipo de al-
rural de vocación productiva afectada por
ternativa de comercialización. Asimismo,
la crisis de la década del 2000, demandaba
tiene la modalidad de distribución en des-
unas iniciativas que estuvieran vinculadas
tino/consumidor final y la venta en la Feria
con el trabajo del campo. Se reunieron trac-
Agroecológica de Córdoba Capital. Según el
toristas que carecían de trabajo y pequeños
tipo de comercialización, hay productos que
productores que manejaban unidades pro-
tienen una menor huella de carbono que
ductivas entre 1 y 3 hectáreas, que habían
otros. Por ejemplo, la comercialización en la
perdido sus campos a raíz de la crisis.
granja hace que el producto recorra menos
kilómetros al igual que la comercialización Esta situación les llevó a pensar en alterna-
en destino. Entre tanto, la distribución de tivas que les permitiría construir un futuro
los alimentos por la comunidad en red o en para sus familias. Tuvieron que hacer frente
la feria agroecológica, si bien no están re- a problemas como el avance de la frontera
corriendo los kilómetros de un producto de urbana y la reconversión al cultivo de la soja
amigable con el medio ambiente, en prime- hecha. En este grupo de clientes se encuen-
ra instancia. De la misma manera, el tipo de tran: escuelas, restaurantes, comedores y
comercialización a través de los bolsones consumidores finales.
es otro plus que tiene la cooperativa para
La feria agroecológica en la ciudad de Cór-
sus clientes, proveyéndoles de un conjunto
doba es otro de los medios de distribución
de alimentos diverso y balanceado para la
directa con los que cuenta la cooperativa.
dieta.
Este es un espacio que les ha permitido ser
La Cooperativa San Carlos dispone de varios más visible y reconocidos por sus produc-
canales de distribución. El primero está de- tos.
terminado por la venta directa en su centro
de acopio, donde el cliente va por los bol-
sones sin previo aviso en los horarios dis- Labor Social
puestos por la cooperativa para el armado
de los mismos. La distribución en destino es Su labor social se distingue por ofrecer al
otra de las formas de distribución; en este público alimentos sanos y amigables con
caso el productor lleva al consumidor final el medio ambiente, mediante un tipo de
los bolsones encomendados con anteriori- agricultura familiar tradicional que apunta
dad, venta que tiene unos días a la semana a la conservación de los recursos y el buen
dispuestos para esa tarea. manejo de la tierra. Todo lo anterior, se sus-
tenta con la preservación y conservación de
La comercialización bajo pedido, se hace en semillas locales, así como por la transmisión
la cooperativa pero también en destino. Tie- del conocimiento a la comunidad en gene-
ne varios tipos de clientes, y se prepara el ral. De la misma manera, su labor social se
bolsón conforme a la solicitud previamente extiende a los canales de comercialización
a la producción agroecológica de alimentos. Peña, Y., Nieto, P., & Rodríguez, F. (2008). Cade-
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na, & M. Quinteros (Eds.), Perspectivas de la
Agricultura Urbana y Periurbana en Córdo-
ba... Ediciones INTA.
Resumen
El presente trabajo propone una revisión de las consecuencias potenciales de escenarios
de cambio climático (CC) sobre la territorialización de la problemática en Córdoba, el gran
Córdoba y su actual cinturón verde. Esta línea de investigación es abordada desde el Obser-
vatorio de Agricultura Urbana, Periurbana y Agroecología (O-AUPA) como parte integrante
de la construcción de líneas de base territorial para comprender las dinámicas presentes
en la región. Los escenarios climáticos extremos y su ocurrencia en entornos urbanos, pe-
riurbanos y rurales constituyen un enfoque fundamental a tener en cuenta a la hora de
planificar los territorios, y deberían ocupar un lugar de relevancia en las agendas de los
municipios debido a la recurrencia de eventos extremos y la necesidad de contar con he-
rramientas para su abordaje. En el caso de la provincia de Córdoba, en el período 2014-
2016 se registraron inundaciones con graves consecuencias que afectan vidas humanas,
provocan pérdida de producción agrícola y modifican los entornos en que se desarrollan los
asentamientos humanos. En este artículo se exponen varias escalas de aproximación a la
problemática: i) el escenario internacional y los debates que se desarrollan a escala global;
ii) los escenarios proyectados para la región centro del país y los impactos que los eventos
climáticos extremos tienen sobre la agricultura, en primera instancia, y luego, sobre la pro-
vincia de Córdoba como territorio específico; iii) la lectura de las dinámicas de la biodiversi-
dad y los servicios ecosistémicos en la interfase urbano-rural como área estratégica para la
implementación de políticas de planificación territorial integradas a medidas de mitigación
y adaptación al cambio climático.
atmósfera no es vana. De la misma forma ques para agricultura y ganadería, así como
que los cristales del invernadero mantie- la producción de energía, han sido los prin-
nen, además de la humedad, el calor dentro cipales responsables en el aumento de los
del habitáculo, la atmósfera, gracias a sus GEI, así como también, en menor medida,
gases, mantiene la temperatura del planeta la urbanización; y con ello el incremento de
en rangos habitables. Los rayos del sol que la temperatura global. Dicho fenómeno se
llegan a nuestra tierra en parte son refle- denomina calentamiento global. Con cada
jados al espacio por las nubes y otra parte viaje en auto, cada alimento consumido o
penetra hasta llegar a la superficie, para cada vez que encendemos la luz de casa,
luego ser reflejados en longitudes de onda contribuimos al calentamiento global, incre-
correspondientes al infrarrojo y en forma de mentando la concentración de GEI. Y no es
calor irradiado desde la tierra. Esta energía nuestra naturaleza maligna la que nos lleva
es atrapada por los gases de efecto inverna- a hacerlo, sino que somos una pieza más del
dero (GEI), manteniendo la temperatura del sistema social y económico-productivo en
planeta. Sin dichos gases, la Tierra tendría el que estamos inmersos. Nuestros hábitos
en promedio 35ºC menos. cotidianos están regidos por una rutina en
la que nos desplazamos para trabajar, con-
Es así que existe una estrecha relación entre
sumimos alimentos para vivir y utilizamos
la atmósfera y la vida. La biósfera, compues-
energía para calefaccionar y mantener con-
ta por los organismos vivientes, ha jugado
diciones de habitabilidad. Pero es necesario
un rol fundamental en la transformación
tomar consciencia de que nuestro rol es re-
de la atmósfera, al permitir generar con-
levante: como un componente más de este
diciones de habitabilidad, con concentra-
mega-individuo que somos como especie,
ciones de oxígeno y dióxido de carbono
utilizamos a diario nuestros recursos natu-
compatibles con la vida. El funcionamiento
rales sin tener siquiera una conexión con-
de los ciclos bio-geo-químicos ha cambiado
ceptual de donde provienen y hacia dónde
a lo largo de las eras geológicas: existieron
va lo que usamos. Este comportamiento ha
períodos de congelamiento (glaciaciones) y
llevado a la humanidad a transformacio-
periodos con temperaturas promedio glo-
nes radicales del planeta y sus ambientes,
bal superior a las actuales.
no solo de la atmósfera sino también de la
Entonces, ¿cuál es el problema con la at- biósfera, hidrosfera y litosfera, dando lugar
mósfera en la actualidad? El ser humano ha a lo que se conoce como Cambio Global,
sido capaz de colonizar todos los ambientes aunque su componente más visible debido
del planeta: es el único ser viviente capaz a su escala, es el cambio climático. La Con-
de realizar modificaciones de los hábitats vención Marco de las Naciones Unidas so-
a nivel planetario. Tal es su efecto, que ha bre el CC (CMNUCC), lo define como el
dado lugar a una nueva era geológica, que
“cambio de clima atribuido directa o indi-
algunos llaman el Antropoceno, debido que
rectamente a la actividad humana, que al-
sus cambios perduraran por milenios, tanto
tera la composición de la atmósfera global
en la atmósfera como en la litosfera.
y que se suma a la variabilidad natural del
La expansión geográfica del hombre desde clima observada durante períodos de tiem-
la revolución industrial, gracias al desarro- po comparables”.
llo de la máquina de vapor, alimentado por
Según el V informe del Panel Interguberna-
la visión de poder de la tecnología sobre la
mental de CC (IPCC, 2014), las principales
naturaleza, sumado a una concepción de
consecuencias del CC son:
un mundo sin límites para el crecimiento y
de la necesidad de aumentar el desarrollo • incremento en la temperatura global;
económico, ha culminado en un escenario
• disminución de la cobertura de hielo y de-
de crisis ambiental, social y económica sin
rretimiento de los glaciares;
precedentes.
• calentamiento de los polos y pérdida de
La actividad industrial, el transporte, los fer-
los hielos marinos;
tilizantes, la deforestación y quema de bos-
Figura 1: Resumen de los cambios proyectados en los rendimientos de cultivos, debido al cambio
climático a lo largo del siglo XXI
La figura incluye proyecciones para diferentes escenarios de emisiones para regiones tropicales
y templadas y para casos de adaptación e indagación combinadas. Hay relativamente pocos
estudios que consideren los impactos en los sistemas de cultivo para escenarios que contemplen
un aumento de la temperatura media global de 4ºC o más. En relación con cinco períodos a corto
y largo plazo, los datos (n=1 090) se indican en el período de 20 años en el eje horizontal que
incluye el punto medio de cada período futuro de las proyecciones. Los cambios en el rendimien-
to de cultivos son relativos del final del siglo XX. Los datos para cada período totalizan el 100%.
Fuente: IPCC, 2014.
estudio hay una disminución de 2 días con • cambios medios anuales en temperatura
igual patrón para el futuro lejano. (máxima y mínima) y precipitación que au-
mentan especialmente con el tiempo y con
En general, para la región de estudio se pro-
el escenario más extremo;
yecta una prolongación del período seco-in-
vernal, más días con olas de calor, especial- • se proyectan aumentos de temperaturas
mente hacia el Norte. extremas, precipitaciones extremas más in-
tensas y más frecuentes, con posibles inun-
En líneas generales los riesgos asociados al
daciones;
CC estarán dados por
Figura 3: Cambios de la precipitación diaria máxima del año (mm) con respecto al periodo 1986-
2005
Promedio de los modelos CNRM-CM5, CMCC-CM, CSIRO-Mk3-6-0 y MRI/CGM3. a) escenario
RCP 4.5, futuro cercano (2015-2039), b) escenario RCP4.5, futuro lejano (2075-2099), c) esce-
nario RCP8.5, futuro cercano y d) escenario 8.5, futuro lejano.
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 4.Cambios de la precipitación máxima anual acumulada en 5 días (mm) con respecto al
periodo 1986-2005
Promedio de los modelos CNRM-CM5, CMCC-CM, CSIRO-Mk3-6-0 y MRI/CGM3. a) escenario
RCP 4.5, futuro cercano (2015-2039), b) escenario RCP4.5, futuro lejano (2075-2099), c) esce-
nario RCP8.5, futuro cercano y d) escenario 8.5, futuro lejano.
Fuente: III CNCC, 2014.
• en invierno se verifica una leve disminu- rios ni entre el futuro cercano y el lejano. En
ción de temperaturas mínimas y precipita- principio, se puede suponer que no habrá
ciones; cambios significativos en la precipitación to-
tal anual, aunque de acuerdo con lo obteni-
• se registra una prolongación del período
do del promedio de 42 modelos CMIP5, no
seco invernal, más días con olas de calor, es-
se podría descartar una tendencia a algunos
pecialmente hacia el Norte.
aumentos moderados en Córdoba, San Luis
Las diferencias de las proyecciones de la y La Pampa (III CNCC, 2014). Aun cuando no
precipitación media con la del periodo ob- se espera un aumento en cuanto a la lluvia
servado (1960-2010) muestran que no hay media, en casi toda la región centro, las pre-
mayores diferencias entre los dos escena- cipitaciones extremas en los dos escenarios
de CC y en los dos horizontes temporales
Figura 6: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Cercano (2015-2039) para el cultivo de
Trigo bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
de manejo (fecha de siembra, limitación hí- cultivos, tanto para el horizonte de tiempo
drica, riego, niveles de fertilización nitroge- actual (1980-2010), como para los escena-
nada, densidades de plantas y condiciones rios RCP 8.5 y RPC 4.5 y para los horizontes
iniciales de agua y nitrógeno) en la región del Futuro Cercano (2015-2039) y del Futu-
central, simulan a paso diario el desarrollo, ro Lejano (2075-2099). La concentración de
crecimiento y rendimiento de los cultivos, CO2 utilizada para cada escenario de emi-
teniendo en cuenta las disponibilidades sión y horizonte de tiempo se correspon-
hídricas y nutricionales, estimando el desa- den con 380 ppm para el período base, 424
rrollo, el crecimiento, el balance de agua y y 435 ppm1 para el futuro cercano para los
el balance de nitrógeno (Travasso & Magrin, RCP 4.5 y 8.5 respectivamente y 531 y 804
2001). Requieren variables vinculadas con ppm para el futuro lejano en los RCP 4.5 y
el clima, el suelo, el manejo y las caracterís- 8.5.
ticas genéticas de los cultivares, tales como
la longitud del ciclo y la partición de materia
seca al grano. Evaluación línea de base
Con estas herramientas de simulación se (tiempo actual)
realizaron las estimaciones del desarrollo, Los rendimientos del cultivo de Trigo osci-
crecimiento y rendimiento de los distintos lan entre los 500 kg/Ha 5.000 Kg/Ha, con un
1 Partes Por Millón (ppm): es una unidad de medida con la que se mide la concentración y determina un rango
de tolerancia. Se refiere a la cantidad de unidades de una determinada sustancia (agua por ejemplo) que hay por
cada millón de unidades del conjunto.
Figura 7: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Cercano (2015-2039) para el cultivo de
Maíz bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 8: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Cercano (2015-2039) para el cultivo de
Soja bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 9: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Lejano (2075-2099) para el cultivo de
Trigo bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 10: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Lejano (2075-2099) para el cultivo de
Maíz bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 11: Diferencia de rendimientos (%) para el Futuro Lejano (2075-2099) para el cultivo de
Soja bajo los escenarios de emisión RCP 4.5 y 8.5
Fuente: III CNCC, 2014.
2 La vernalización es la condición natural física a periodos variables de frío de algunas plantas herbáceas para
que se produzca la apertura de sus flores. La vernalización -o cantidad mínima de horas de frío requeridas- varía
con las distintas especies y genotipos. Refiere al requerimiento de frío para la inducción de la etapa reproductiva,
pudiendo ser de tipo cualitativo para especies herbáceas o frutales caducifolias, ya que ambos procesos ocurren
dentro del mismo rango de temperaturas. En cambio, el requerimiento de frío de las plantas frutales caducifolias
Figura 12: Temperatura máxima y mínima Figura 13: Temperatura diaria mínima anual
diaria anual históricas y proyectadas en un históricas y proyectado a futuro cercano (2015-
futuro cercano (2015-2039) para el área de la 2039) para el área de la ciudad de Córdoba
ciudad de Córdoba. Modelo CSIRO-Mk 3-6-0 Modelo CSIRO-Mk 3-6-0 rcp 8.5.
rcp 8-5. Fuente: III CNCC, 2014
Fuente: III CNCC, 2014.
Valor máximo anual de la temperatura diaria
máxima. Modelo CSIRO-Mk3-6-0. Escenario
8.5.
Fuente: III CNCC, 2014.
Figura 16: Duración de las olas de calor defi- Figura 17: Precipitaciones acumuladas prome-
nido como el número de días con al menos 6 dio históricos y proyectados a futuro cercano
días consecutivos en que la temperatura máxi- (2015-2039) para el área de la ciudad de Cór-
ma supera el respectivo valor del percentil 90 doba
Fuente: III CNCC, 2014. Modelo CSIRO-Mk 3-6-0 rcp 8.5.
Fuente: III CNCC, 2014.
es necesario para romper la dormición, tanto de las yemas vegetativas como florales, siendo siempre un proceso
cuantitativo.
Figura 20: Datos de acumulación de precipitaciones mensuales para 3 puntos del área metropo-
litana: Norte, Sur y Suroeste
Fuente: Lluvias mensuales TRMM. Ministerio de Agroindustria.
ral-productivo
247
Fuente: elaboración propia (2016), con
de cambio climático para el sistema ru-
Tabla 3: Síntesis de variables de impacto
La alimentación de las ciudades
3 La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio es lanzada en el 2005 como una síntesis internacional acerca
del estado de los ecosistemas de la de la Tierra. Este informe fue elaborado por más de 1000 biólogos del mun-
do y se compone de resúmenes y directrices para la toma de decisiones en torno a conclusiones relativas a los
Servicios Ecosistémicos.
Figura 22: Avance de la mancha urbana en Córdoba: año 1984 (izq.) año 2016 (der.)
Fuente: Google Earth.
adyacente a la ciudad algunos productores “un proceso liderado por la comunidad que
se han relocalizado en localidades próximas se basa en prioridades, necesidades, conoci-
(Río I, Jesús María, Colonia Caroya, Capilla mientos y capacidades, el cual debe empode-
de los Remedios), configurando un segundo rar a personas a planear para los impactos
del CC y superarlos”.
cinturón verde (o segundo anillo) consolida-
do en su mayoría por efectos de corrimiento
Asimismo los autores identifican como po-
de la frontera urbana5.
blación sujeto a aquellas comunidades que:
• son pobres;
Recomendaciones internacionales • sus medios de subsistencia tienen alta de-
para pensar el Cinturón Verde pendencia de los recursos naturales;
Las estrategias recomendadas internacio- • ocupan áreas altamente expuestas a de-
nalmente que se impulsan para el CV desde rrumbes, inundaciones o sequías y no cuen-
el O-AUPA desde 2014, consisten, en pri- tan con la infraestructura para hacer frente
mera instancia, en la generación de infor- a dichas circunstancias.
mación de base respecto a las dinámicas
territoriales de la interfase, tendientes a ge- La AbC es un proceso de tipo bottom up (de
nerar la comprensión y la visibilización de la abajo hacia arriba) que se construye sobre
problemática para llegar a la sensibilización la base de las necesidades y las capacida-
de toda la comunidad: tanto decisores po- des locales. Como es una estrategia local,
líticos como actores claves y la comunidad los ejecutores principales son las entidades
en general. De esta manera, la necesidad territoriales y locales, organizaciones de
de adaptación estará dada por la imple- base, gobernaciones, autoridades ambien-
mentación de medidas a corto, mediano y tales, Organizaciones No Gubernamentales
largo plazo, dependiendo éstas de la vulne- (ONG), universidades, entre otros. El plan-
rabilidad (alta, media, baja) presentes en el teo de la AbC implica indispensablemente la
momento de la implementación. A su vez, la vinculación de la participación comunitaria
planificación de dichas medidas podrá mo- en el proceso de planificación y definición
nitorearse o evaluarse a partir del aumento de medidas de adopción para lograr una
de la capacidad de resiliencia del sistema, es adaptación más efectiva y duradera, ya que
decir: la capacidad de hacer frente a aconte- son las comunidades quienes conocen sus
cimientos de riesgo, la ocurrencia de fenó- necesidades. Por otro lado, la Convención
menos climáticos extremos y en qué medi- de la Diversidad Biológica de Naciones Uni-
da se ve afectado el sistema y la capacidad das (UNCBD) define a la Adaptación basada
de recuperarse de estos eventos. en Ecosistemas (AbE) como
Las estrategias de base para establecer li- “El uso de la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos para ayudar a las personas a
neamientos para estos territorios se iden-
adaptarse frente a los efectos adversos del
tificarán a partir del reconocimiento de CC, como parte de una estrategia de adap-
marcos operativos o de referencia que se tación general”.
apoyan en un conocimiento integrado del
territorio y sus actores. Podemos hablar Para algunos autores, existen evidencias
de la Adaptación basada en Comunidades para sugerir que la AbE puede ser una apro-
(AbC) y la Adaptación basada en Ecosiste- ximación económica para la adaptación;
mas (AbE) como bases para la elaboración y evidencias considerables de que puede
de planes y programas desde la planifica- generar una multiplicidad de co-beneficios
ción urbana y regional. En Reid et al. (2016) sociales, económicos y medioambientales
se define a la AbC como (Reid et al., 2016). Las comunidades han
hecho uso de los recursos naturales y la
5 Del II Encuentro de Productores de la zona Sur de Córdoba. “Encuentro de productores en defensa de nues-
tro trabajo”, impulsado en 2016 por el O-AUPA - INTA AER Córdoba, en colaboración con otras organizaciones e
instituciones del medio.
diversidad genética desde lo que hoy lla- mediano y largo plazo hacia la resiliencia del
mamos saberes ancestrales o heredados, sistema urbano-rural.
basados en el conocimiento de las espe-
cies y los ecosistemas para adaptarse a las
variaciones del entorno. Es decir que esta Consideraciones finales
lógica de operar desde la sostenibilidad de
los asentamientos humanos ha estado pre- Si bien para muchos ámbitos -tanto aca-
sente a través de las generaciones. Frente a démicos como técnicos- el estudio de es-
estos enfoques de adaptación es necesario cenarios de CC para el futuro no es nuevo,
pensar en primera instancia su articulación resulta sumamente importante cruzar estos
y es a partir de la capacidad resiliente de las escenarios con la información territorial
comunidades y su territorio específico, es específica de cada lugar y en qué manera
decir desde el desarrollo local, desde donde estos escenarios deberían intervenir en la
se propone iniciar. planificación de los territorios. Teniendo en
cuenta la previsión climática para el sector,
Si pensáramos en la construcción de estas y que, en la mayoría de los casos la ocurren-
líneas de base a partir de la necesidad de cia de fenómenos climáticos extremos se ve
adaptación y mitigación para el CC desde afectada la producción de áreas de interfa-
el ordenamiento del territorio, se podrían se urbano-rural, las pérdidas serán percibi-
establecer principios rectores en base a la das con mayor severidad por aquellos pro-
relación entre el tiempo necesario y la ur- ductores con menor capacidad económica
gencia o necesidad del territorio en cuanto de responder a estas pérdidas, ya sea por
adaptación. Es decir, que podríamos pensar el tipo de producción que llevan adelante
en un esquema de acciones que van desde como así también el destino y cantidad de
la situación de mayor vulnerabilidad y la la misma.
necesidad inmediata de tomar medidas al
respecto y la planificación en términos de
Otro de los puntos fundamentales estará Si bien la ciudad juega un rol fundamental
dado por la necesidad de un Plan de Contin- para reducir impactos climáticos, la preser-
gencia desde la Gestión del Riesgo, que in- vación de sistemas rurales de proximidad
tervenga en diversas escalas a la hora de es- resulta estratégica, no sólo para pensar en
tablecer lineamientos generales, planes de pérdidas de producción, sino también para
acción y emergencia. Esto requiere no sólo planificar áreas de interfase diversas en sí
la decisión política a todas las escalas, (al mismas y como amortiguamiento de las ur-
menos regional), sino que también debe in- banas. La zonificación agrícola como estra-
cluir instancias de participación de los diver- tegia de planificación que puede adaptarse
sos actores sociales que puedan establecer fácilmente al lenguaje de la planificación
mecanismos de acción en el momento de la tradicional al hablar de usos del suelo, su-
contingencia, como así también una forma perando las clasificaciones de “residencial,
de elaborar una línea de base respecto de rural, industrial, etc.”; puede avanzar en de-
las técnicas de producción, tecnologías y finiciones necesarias para la preservación
prácticas locales orientadas a la adaptación. de cinturones fruti-hortícolas, áreas de re-
servas, parques lineales, etc., y a partir de
Como ya se ha dicho anteriormente, cuan-
allí establecer usos y recomendaciones.
to más diverso es el sistema expuesto (sea
rural, urbano o de interfase), mayor es su
capacidad de responder al riesgo y generar
resiliencia; es decir: apuntar a sistemas ru-
rales y urbanos diversos resulta una de las
líneas de acción más importante a la hora
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la región y los productores del CV. En tal sentido, una de las actividades
organizadas por el O-AUPA en 2015 en el 2º Taller del CV de Córdoba, que
reunió productores, en su mayoría pertenecientes al área hortícola ins-
cripta dentro el municipio de Capital, avanzó en la identificación de varia-
bles de este tipo. Con los productores presentes en el encuentro se buscó
realizar un primer sondeo para estimar con qué capacidad de adaptación
contaban para determinar grados de vulnerabilidad frente a eventos cli-
máticos extremos (ver cuadro).
Los eventos percibidos por los productores, su impacto y la capacidad
adaptativa nos remite a una valoración de vulnerabilidad. Si bien esto
constituye solo un muestreo que no consideramos representativo del CV
en general, plantea una aproximación al involucramiento del productor
en la definición de una zonificación agrícola.
Síntesis: Líneas estratégicas de Gestión de Riesgo y Adaptación de Sistemas Socio‐ecológicos al Cambio Climático
Optimización de transporte público y sistemas Uso de la biodiversidad para la producción de
de estaciones intermodales interfase: diversificación de cultivos,
variedades resistentes a la sequía
Legislación de techos verdes y planes de Cambios en el entorno productivo: técnicas de
MITIGACIÓN
Biodiversidad urbana. Producción de recolección de aguas de lluvia, aumento de
alimentos de proximidad. Fomento de ferias materia orgánica en el suelo, uso del mantillo
de alimentos frescos para reducir pérdida de humedad
Incorporación de actores sociales territoriales
en la elaboración de estrategias
Recuperación de técnicas y tecnologías
propias, regionales, locales
Diseño y planificación de la Zonificación Generación e Implementación de Sistemas De
Legislación y planes de compactación y Agrícola a modo de precedente en el uso del Alerta Temprana con posibilidad de acceso de
densificación urbana suelo rural. los productores a alertas en sistemas móviles
Incorporación de sistema de protección al
Gestión de Paisajes: Identificación y protección
ADAPTACIÓN
Incorporación de actores sociales territoriales Pequeño Productor y la producción familiar:
de sitios de conservación de la biodiversidad
en la elaboración de estrategias Seguro Agricola
Planificación de períodos de siempra acorde a Integración de áreas de distintos grados de
Reconversión de sistemas energéticos en los cambios climáticos de la región siembra antropización a sistemas ecológicos
sistemas tipo fosil‐free más tarde/ más temprano
Identificar y proteger zonas críticas de
Incorporación e Intensificación de Gestión amortiguamiento y provisión de Servicios
Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) Ecosistémicos