El tema de la adopción gay ha sido, mas allá de ser considerado una aberración NATURAL, un

paradigma social impuesto en principal por la iglesia, debido a que, culturalmente, Colombia es
un país el cual la religión , aun en estos días, es la entidad que rige las leyes, creencias,
paradigmas sociales y que lastimosamente es altamente homofóbica.

El simple hecho de ser una persona homosexual, hace que la iglesia, sea cual sea, vea a esa
persona como una abominación. Esto hace que la gente, que en su mayoría pertenecen a
alguna religión, vea a los homosexuales como “hijos del demonio”, por el simple hecho de que
la iglesia es totalmente opositora al homosexualismo

Esto viene siendo una herencia medieval, ya que en esta etapa todo lo que la iglesia decía era
lo que se debía cumplir, y aquel que no seguía estas órdenes era considerado un hereje y su
castigo podría ser incluso una pena de muerte.

Es imposible hablar de la adopción de parejas del mismo sexo, sin hablar de la homofobia, ya
que culturalmente, aquellos que están en contra de la adopción gay son creyentes, que en su
mayoría, lastimosamente son homofóbicos.

Es muy contradictorio decir que se está en contra de la adopción gay sin tener por lo menos, la
influencia de la sociedad, y por ende la infuencia de la religión, lo que lleva a tener razones
implícitamente homofóbicas.

Culturalmente somos una sociedad que considera que lo que para la religión es un pecado y es
totalmente erróneo, para la sociedad también lo es, e incluso para el estado es prohibido,
como lo era anteriormente el aborto.

Hoy en día, el concepto de familia viene siendo de carácter medieval pues se considera que
está compuesto por un varón, que debe estar a la cabeza, y seguido por una mujer que debe
ser la sumisa, inferior al hombre, lo que excluye totalmente a aquellas personas que están
unidos con otras personas de su mismo género,

Se dice que si las personas homosexuales adoptan, sus hijos serian objetos de burlas, lo cual
es otro paradigma impuesto por la religión en la cultura, y se pasa de generación en
generación, ya que los padres son los que educan a sus hijos para que hagan burlas o cosas
así.

La iglesia prefiere que los niños que carecen de un hogar, vivan en la calle, hogares de paso,
aislados totalmente de la sociedad, simplemente por el hecho de considerarse un pecado ser
gay, lo cual es una condición, y la frase correcta seria ser diferente. Por esto la sociedad no
acepta este tipo de adopción, porque aunque hayan pasado cientos de años, y se diga que ya
no tenemos como jefe a la iglesia, es falso pues en este tipo de situaciones, lo primero que se
tiene en cuenta es si es considerado un pecado.

Actualmente para la Iglesia, ni siquiera cuando el menor a adoptar sea hijo biológico de uno de
los miembros de la pareja homosexual se debe permitir la adopción, siendo este un
comportamiento totalmente homofóbico y excluyente.

Según monseñor Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, la

adopción homosexual vulnera los derechos de los menores ya que la familia está constituida
por un hombre y una mujer.

Actualmente está comprobado que la homosexualidad no es una enfermedad sino una

expresión de la individualidad y que no puede influir en la orientación de los hijos adoptivos, e
inclusive de hijos biológicos que provienen de una familia heterosexual, pues la mayoría de
homosexuales provienen de las familias social y religiosamente “aceptadas”.