Es un mecanismo de participación ciudadana propio de los
regímenes democráticos (aunque en algunos casos puede ejercerse en regímenes no democráticos) y que funge como instrumento de consulta directa a los votantes sobre algún asunto de excepcional importancia en la vida colectiva que, por comprometer el destino nacional, requiera el expreso consentimiento de los ciudadanos. Es también “una votación general para conocer la opinión directa de la ciudadanía”. Se considera excepcional porque es aplicado a un problema de importancia constitucional pero que no afecta a actos de índole legal; es decir: se aplica a actos de gobierno-administrativos, no de carácter legislativos.
Se trata de una consulta realizada por los poderes públicos para
que la ciudadanía se exprese mediante el voto popular directo respecto a una determinada propuesta.
ORIGEN
etimológico del término ‘plebiscito’ lo encontramos en el latín
‘plebiscītum’, un vocablo compuesto por ‘plebis’ (pueblo llano / gente común) -y que dio también origen a la palabra ‘plebe’ que utilizamos para referirnos a los miembros de la clase social más baja– y ‘scītum’ (decreto / mandato) por lo que la traducción literal era ‘Mandato del pueblo’.
Fue la denominación de las decisiones tomadas por la plebe
romana en sus asambleas. Adquirieron mayor relieve progresivamente. El 465 a. C. el dictador Quinto Hortensio hizo votar por los Comicios Centuriados la ley que obligaba a todos los ciudadanos a acatar los plebiscitos. Aunque no se precisaba el asentimiento del Senado, fue generalmente solicitado.
El plebiscito romano, en su origen, designaba a los jefes
plebeyos, votaba normas de su interés (inviolabilidad de los tribunos, protección de las Asambleas, derecho de voto, etc.) y ejercía jurisdicción criminal sobre los plebeyos de las tribus.
Más tarde extiende su competencia a asuntos de interés general,
(precisándose primero desde el 471 a. C. el consentimiento del Senado para la presentación de la moción, consentimiento que después desaparece hacia el 449 a. C., aun siendo frecuentemente solicitado) y el plebiscito adquiere fuerza de ley, sin obligar a los patricios, y más tarde (289 a. C.) obligando a todos los ciudadanos.
DIFERENCIAS ENTRE PLEBISCITO Y REFERENDUM
Si bien el plebiscito y el referéndum son dos de las herramientas
más significativas de participación ciudadana, existen ciertas diferencias entre ellos que muchas veces se pasan por alto, dado el uso indiscriminado de ambos términos en el habla cotidiana. El referéndum permite al pueblo emitir su voto para aprobar o rechazar la concepción, modificación o derogación de una ley.
En ambos casos, pueden realizar su solicitud:
* el 0.4 por ciento de los ciudadanos inscritos en el listado
nominal de electores;
* el equivalente al 10 por ciento de los Comités Ciudadanos,
* un mínimo de 8 de los Consejos Ciudadanos delegacionales.
Dicho de otra forma, el referéndum sirve para dar al pueblo la
posibilidad de aprobar o rechazar una ley, mientras que el plebiscito da lugar a la opinión pública acerca de cuestiones administrativas que lo afectan de manera directa,
EJEMPLO:
la construcción de un puente.
Cualquier grupo de personas inscritas en el padrón electoral
puede solicitar cualquiera de estas dos medidas presentando una petición detallada, en la que conste el acto o la ley que se desea someter a consulta, así como las razones para la exigencia de tal derecho, todo suscrito con la información personal básica para identificación de los ciudadanos. A partir de entonces, cada caso exige un proceder diferente:
* la solicitud de un plebiscito puede ser aprobada o rechazada
por parte del jefe de Gobierno dentro de los primeros 60 días naturales;
* el referéndum se hace efectivo si la Asamblea Legislativa lo
aprueba y expide su convocatoria 30 días antes de su ejecución.
DESVENTAJAS
Es uno de los mecanismos que más riesgos presenta para ser
utilizado en beneficio de la manipulación de la sociedad, dado que se presenta en la mayoría de los casos a solicitud de las autoridades de los órganos del Estado quienes lo utilizan para darle legitimidad a sus actos gubernativos, cuando ni siquiera sus contenidos van destinados al benefició de la colectividad. Las preguntas que se desarrollan en el plebiscito para aprobar un tema, muchas veces solamente se puede recibir dos respuestas, un sí o un no, lo que nos puede hacer sujetos de manipulación; a su vez estas preguntas no tiene una adecuada difusión, como para que la ciudadanía pueda tomar una decisión razonable y si estás preguntas no de difunden, mucho menos se discuten previo al plebiscito.
En Europa se presenta en Austria, Bélgica ,Bulgaria ,Chipre
Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Islandia, Liechtenstein, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Suecia, Turquía. En América se presenta en Bolivia, Brasil, Colombia, Nicaragua ,Chile y Uruguay. VENTAJAS
Con la convicción de que el plebiscito por la paz tendrá muchos
más de los 4,5 millones de votos que requiere para ser válido, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, explicó que no habrá una campaña oficial del Gobierno en ese sentido.
Cristo, en entrevista con EL TIEMPO, aseguró que los ministros
recorrerán el país pidiéndole a la ciudadanía que respalde la refrendación de la paz, pero advirtió que lo harán en el marco de las iniciativas que en ese sentido tienen otros sectores, como los partidos políticos o las organizaciones sociales. Dijo, además, que se mantiene la disposición a dialogar con la oposición.