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La vida basada en el arte de amar

El desarrollo del ser humano se puede caracterizar por la búsqueda de una nueva armonía
con la naturaleza que le permite dar sentido a su propia existencia. La posibilidad de tener libertad
le genera al hombre sentimientos de soledad, angustia y miedo; esto lleva a la necesidad de
encontrar un marco de orientación para sentirse seguro, tranquilo y acompañado. Sin embargo, en
su intento por darle sentido a su vida y de restablecer la unidad con la naturaleza sólo puede elegir
dos caminos, hacer el bien o el mal. En este sentido, desde la visión humanista de Erich Fromm
propuesta en su libro El arte de amar, se puede entender que el ser humano hace el bien cuando
desarrolla sus potenciales, tales como el amor y la razón, y realiza el mal cuando paraliza dichas
potencialidades. Por ello, se pretende demostrar que los protagonistas de Él me nombró Malala
representan la imagen del amor como un arte, dado que entienden la necesidad de la individualidad
y el amor como la promoción del crecimiento de las capacidades de las personas que se ama.
El amor es inclusivo, lo que implica que debe estar en todos los escenarios de la vida; esto
lleva a profundizar el potencial humano que permite superar tanto miedos como deseos, y a conocer
el mundo como es, activando facultades, siendo uno mismo y formando un todo con los demás. La
experiencia de conocer al otro y seguir conservando la individualidad considerada factor
indispensable para poder amar, debido a que el amor necesita que el individuo se centre en sí mismo
y conozca las capacidades de la persona amada. Por consiguiente, se llega a que la realidad del
individuo consiste en reconocer que todos son vulnerables, finitos, imperfectos e inseguros, pero a
su vez, permite que entienda la necesidad de la comprensión y ayuda para formar conexiones con
la sociedad con el propósito que se genere el crecimiento de las potencialidades humanas.
Lo anterior permite entender la importancia que tuvo Ziauddin en la vida de Malala ya que
entendía la necesidad de dejarla explorar sus capacidades y facultades, y a su vez fomentaba
procesos que permitían el crecimiento de su capacidad de amar. Por ello, se puede entender por
qué Malala fue capaz de poner su vida en peligro y compartir lo mejor de sí para que cada mujer
en el valle de Swat tenga acceso a la posibilidad de potenciar sus capacidades por medio de la
educación, teniendo en cuenta que este factor determina el desarrollo y crecimiento de cualquier
sociedad. Malala y su padre buscan que se generen políticas gubernamentales que ayuden a educar
a las mujeres con el propósito de tener una vida plena, se disminuyan los coeficientes de
concentración del ingreso y los índices de desigualdad entre géneros.
En conclusión, el ser humano intenta restablecer su unidad con la naturaleza por medio de
la expresión de sus facultades inherentes como la razón, el amor y la libertad; el amor es un arte
que se debe cultivar. El hombre se encuentra dispuesto a lograr esta plena capacidad, y debido a
ello demuestra su madurez que le permite alcanzar los valores supremos y entender la concepción
de Dios. El documental El me nombró Malala representa el concepto de amar en sus dos
protagonistas dado que no se limitan y permiten el crecimiento de las capacidades de las personas
que aman, Malala es capaz de luchar por una sociedad en la que se respete la diversidad y así todos
puedan acceder a factores externos como la educación que permite potencializar la capacidad de
pensar, sentir y actuar por cuenta propia. Lo anterior lleva al individuo a volverse parte de la
naturaleza y ser capaz de trascenderla para así resolver el problema de su existencia.

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